miércoles, 27 de agosto de 2014

Selección de música para distraídos: jazz, movida y clásica.


Poco a poco, uno va conociendo algo de la espesa jungla del jazz y espigando algunas flores raras. Ya ofrecí algunas. Últimamente he visto otras; por ejemplo:

1. Lo mejor de Thelonius Monk. Cada cierto tiempo lo borran de you tube, así que ya sabéis, a disfrutarlo mientras dure.
2. Una versión del Liebestraum de F. Listz, por Earl Bostic, "padre" jazzistico de John Coltrane.
3. Y un blues de Ray Charles.
4. Cuando los santos se fueron al cielo, un clásico cantado por ese punto negro que fue Louis Armstrong.

Pero las mejores perlas las he encontrado en la Movida:

1. El clásico El hombre salvaje. Es algo rarísimo de Las chinas que nunca superó la maqueta; es una pena.
2. Otra pieza monumental de Las chinas, Te espío; yo me quedo, aparte de con la música, con la chica que baila y la cara de gusto que pone la guitarrista Luna.
3. Te podría besar, algo casi maligno de lo inocente que es por parte de Rubí y Los casinos.
4. Yo tenía un novio, otro clásico hiperraro de Rubí y Los casinos.
5. Vacaciones en la morgue de Paraíso; más o menos lo que la mayoría de los españoles por culpa de recortes de alas y otras exacciones.

Y Clásicos:

1. Ya se conmovía el poeta Tomás de Iriarte (lo cita en un artículo de El Censor) a fines del siglo XVIII con el Stabat mater de Pergolesi, aunque su preferido era Haydn, que él escribía Hayden.
2. La sonata 84 de Antonio Soler; matemática, elegante, perfecta. Puro siglo XVIII.
3. Esto que parece una canción muy famosa, en realidad es un famoso pero muy poco oído vals de Shostakovich. Al oírlo parece mentira que no le acusaran los estetas estalinistas de "formalismo" o algo peor.
4. Es difícil poder apreciar el minimalismo de la última pieza que escribió Bach, el canon, que compuso solo para sí mismo. 
5. La gavota de Prokofiev, otro clásico poco oído.
6. Uno puede enredarse entre las cuerdas espinosas de la íntima guitarra del Preludio número 1 de Heitor o Héctor Villalobos.
7. Aparte de la Fanfarria para un hombre común, Aaron Copland tiene en su suite Rodeo un pasaje que adaptaron a la música electrónica bastante bien Emerson, Lake y Palmer, que sonaban en mis psicodélicos tiempos. 

Y lo dejo, que me dicen que haga otras cosas.





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