jueves, 10 de septiembre de 2015

La "movilitis" de los infoadictos o yonkis del móvil


Como a todos, te ha pasado más de una vez. Estás comiendo con un amigo que no ves desde hace mucho tiempo, o en una cita, o con tu pareja en el sillón. Le cuentas algo a tu interlocutor, lo que sea, y este te asiente con ruidillos o no. Pero sus ojos están fijos en la pantalla del móvil, a medias de un wassap o de un nivel del Candy crush. A esto se le llama phubbing, aislar socialmente a alguien por mirar a tu teléfono en lugar de prestarle atención a la persona. ¿Pero es una cosa de encogerse de hombros y olvidar o puede tener efectos a largo plazo?

Un estudio de la Universidad de Baylor, que publicará completo en enero la revista Computers in human behaviour, ha concluido que el phubbing se da en paralelo a dinámicas destructivas en la pareja. Mediante entrevistas a 145 adultos, este estudio ha elaborado una escala para determinar en qué grado de adicción se sitúa nuestra pareja. Nueve situaciones a las que hay que responder del 1 (nunca) al 5 (siempre).

Son las siguientes:

1. Durante una comida, mi pareja comprueba su móvil.
2. Mi pareja coloca su móvil a la vista cuando estamos juntos.
3. Mi pareja se queda con el móvil en la mano cuando está conmigo.
4. Cuando el móvil pita, mi pareja lo saca aunque eso signifique interrumpir nuestra conversación.
5. Mi pareja mira a su teléfono mientras me habla.
6. En nuestro tiempo de ocio, mi pareja usa su móvil.
7. Mi pareja no usa su móvil mientras estamos hablando.
8. Mi pareja usa su móvil cuando salimos.
9. Si hay una pausa en la conversación, mi pareja mirará el móvil.

Después de completar este tests, los investigadores realizaron a los participantes en el estudio otras encuestas para evaluar sus hábitos vitales y felicidad en general. Y ahí las conclusiones apuntaron a que la intensidad de esta práctica sucede al unísono del deterioro en la vida en la pareja y la satisfacción vital. Aunque los científicos no se atreven aún a decir que hay una correlación directa entre el phubbing y que te vaya mal con tu pareja, sí afirman que la correlación indirecta es evidente. Los que peores resultados sacaban en el test de phubbing, se encontraban también mal en su vida en común. El impacto es especialmente fuerte en aquellas personas que viven con ansiedad su relación, es decir, con el temor a que las dejen.

Si te ves reconocido en el perfil, ya sabes lo que toca, cambiar. En España, además, los datos no pintan bien: informes como el elaborado por Rastreator.com apuntan a que 7 de cada diez personas afirman “no poder vivir sin su móvil”; y que uno de cada dos le dedicamos más de tres horas al día. Pero además puedes apoyar un movimiento online que lleva en marcha desde 2013 para parar este fenómeno. Stop phubbing es una campaña que arrancó de la Universidad de Sidney y que ya cuenta con más de 40.000 votos para frenar este hábito social.

Entre los datos estremecedores que esgrimen, que un restaurante cualquiera sufrirá 36 casos de phubbing o que el 87% de los adolescentes prefieren comunicarse por el móvil antes que cara a cara. Aparte de la posibilidad de votar, la página también da la opción de que le mandemos una intervention vía mail a esa persona o personas que nos tienen hartos con su movilitis. Y si uno lleva un pub o un restaurante, Stop phubbing le invita a colgar pósteres con mensajes tan claritos como este: “Mientras terminas de actualizar tu estado, le serviremos a la persona educada que está a tus espaldas”. Y no te olvides tampoco de nuestros 19 consejos para hacerte cada día un poco menos yonki de tu smartphone.

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