miércoles, 25 de mayo de 2016

El Real Instituto de Estudios Históricos y Humanísticos de Ciencias y Bellas Artes Narciso de Estenaga y Echevarría eiusdem palotis


Recientemente ha nacido el Real Instituto de Estudios Históricos y Humanísticos de Ciencias y Bellas Artes Narciso de Estenaga y Echevarría. Me congratulo profundamente de ello, y por eso les ofrezco, y gratis, un hermoso tema de investigación que apareció hace solo tres días, el pasado 22 de mayo, en La Razón, así que no hay nada que sospechar sobre parcialidades políticas, extremismos y demás. Se trata del artículo "Minucias y comparaciones" del ilustre escritor, pintor, dramaturgo y escenógrafo valdepeñero Francisco Nieva, en la página 5 de Opinión:

Cuando yo era chico -y ya cuento con 92 años- el párroco de la iglesia que había enfrente de mi casa les vendió a unos americanos los nobles bancos del siglo XVI y la pila bautismal, valiosamente labrada, del siglo XV. Los parroquianos se dolieron mucho del bajón ornamental histórico de su iglesia. Le pidieron cuentas a don Atilano Carreño, y este les dijo que todo iba en beneficio de los pobres, tan abundantes en la región manchega.

Mi padre se enteró de que el cura era muy rico y tenía tres cuentas corrientes en tres bancos diferentes del país. Al. cura rico lo mataron los milicianos comunistas, muy al principio de la guerra. Y lo estupefaciente del caso es que el Vaticano lo incluyó en la lista de mártires por Dios y por España, muy indebidamente. Imposible saber si esto puede suceder ahora mismo, todo puede ser. El papa Francisco lucha por erradicar tantos errores y demasías de la Iglesia, y ha pedido públicamente perdón por ello. Si comparamos el Renacimiento con el liberalismo capitalista, los abusos aún eran mayores entonces, arropados por toda la pompa del Credo católico, que justifica la aparición de Lutero, estimulador del mismo liberalismo capitalista, tan propio del protestantismo.  

Como es natural, nuestro ilustre coterráneo don Francisco Nieva no posee sombra de hereje, aunque no dudo que el inquisidor Miguel Ángel Rodríguez hubiera organizado un hermoso auto de fe con él y hubiera dejado al cura pepero con sus tres cuentas en bancos distintos y exterminado el patrimonio artístico público de la comunidad. Dixi.

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