domingo, 9 de abril de 2017

Inutilidad del rencor

Del Eclesiástico, XXVII, 30 al XXVIII, 7:

También el rencor y la ira son detestables;
el pecador las guarda en su interior.
Del vengativo se vengará el señor,
que de sus pecados llevará la cuenta exacta.
Perdona a tu prójimo la ofensa,
y cuando reces, serán perdonados tus pecados.
El que alimenta rencor contra otro,
¿cómo puede pedir curación al Señor?
Si un hombre no se compadece de su semejante,
¿cómo se atreve a suplicar por sus culpas?
Si es un simple mortal y guarda rencor,
¿quién le va a perdonar sus pecados?
Acuérdate de tu fin y deja de odiar,
acuérdate de la corrupción y de la muerte,
y sé fiel a los mandamientos.
Acuérdate de los mandamientos
y no guardes rencor a tu prójimo.
Acuérdate de la alianza del Altísimo
y pasa por alto las ofensas.

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