viernes, 3 de abril de 2020

El levantamiento de Brazatortas, un problema para Godoy

En plena Guerra contra la Convención, los franceses habían avanzado a finales de 1794 tomando Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro, lo cual era una penetración muy seria en territorio español. Godoy se enfrentaba a la derrota ante los franceses, a una mala cosecha, a levantamientos de pueblos como Brazatortas (Ciudad Real) y Alexanco (La Rioja), el 15 de agosto, día de la Virgen, y decidió abandonar el ataque a Francia, es decir, rendirse. 

Las Cartas de Cabarrús y Arroyal, escritas entonces pero no publicadas, se impacientan por el fracaso de las reformas ilustradas. Gonzalo Anes refiere las «vivas a la libertad», sin duda influidas por la Revolución Francesa, lanzadas en la aldea de Brazatortas (partido de Almodóvar del Campo), que no tendría ni 200 vecinos según la enciclopedia de Mellado, en febrero, el miércoles de ceniza de 1793, cuando dos cuadrillas de sus habitantes se manifestaron, acaso escandalizados por el precio del pan o "motín de subsistencia", en pleno valle de Alcudia propiedad de Godoy, más o menos en la fecha en que el ya liberal León de Arroyal, autoexiliado de todo en su aldea conquense cerca de San Clemente, y autor incluso de un esbozo de Constitución, escribía su desengañado y amargo Pan y toros.  Según el expediente formado por su alcalde Mayor, formado por 87 hojas e incoado para informar al Consejo Real, "Muchos de los moradores de Brazatortas formaron dos cuadrillas y disfrazados y a caballo en trajes de españoles y franceses con armas y tambores gritaban ¡viva la libertad! En año (1795), los trabajadores de Vélez Rubio se amotinaron, exigiendo un aumento de salarios acorde. Y además hay que señalar la conspiración de Picornell o del cerrillo de San Blas, que no fue tan inofensiva como la pintan, en febrero de 1795. No quiero hablar del asesinato en La Mancha del ministro ilustrado Cayetano Soler, solo por haberle dado un nuevo impuesto al vino, ni tampoco a cómo estuvo a punto de perecer en Miguelturra el general Castaños porque hablaba raro. En las coplas de la época ya mencionan que los manchegos muestran al extraño "antes la horca que el lugar", y que "arman pronto una quimera", de lo chismosos y envidiosos que son.

Anteriormente a la rendición de España, el 1 de abril de 1795, Prusia firmó con Francia su Paz de Basilea, en la que cedió el oeste del Rhin a Francia y se retiró de la coalición contra Francia.

Godoy envió a Domingo de Iriarte a negociar la paz a Basilea, porque allí estaba el francés François Barthelemy negociando la paz con Prusia, y quiso aprovechar la ocasión. Los franceses no cesaron sus ataques sobre España sino que pugnaban por obtener Pamplona para tener mejores bazas de negociación. Los franceses llegaron a Vitoria y Bilbao y pasaron el Ebro en Miranda. A Francia le venía bien la flota española, así que no dijo nada de los ataques españoles recibidos en 1793 y 1794, y aceptó a bajo precio el cambio de bando de Godoy.

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