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viernes, 24 de julio de 2015

La cantante calva catalana

Parodia de La cantante calva, de Eugene Ionesco. Maestro de obras: Ángel Romera

Interior burgués catalán, con sillones catalanes. Velada catalana. El señor MAS, catalán, en su sillón y con sus zapatillas catalanas, fuma su pipa catalana y lee un diario catalán, junto a una chimenea catalana. Tiene anteojos catalanes y un bigotito gris catalán. A su lado, en otro sillón catalán, la señora MAS, catalana, remienda unos calcetines catalanes.

Un largo momento de silencio catalán. El reloj de chimenea catalán hace oír diecisiete toques catalanes

(Nota del autor: los personajes no deben expresarse con acento catalán).

SRA. MAS:

– ¡Vaya, son las nueve! Hemos comido butifarra amb mongetes, suquet de peix de Tarragona, patatas del delta y esqueixada. Los niños han bebido agua de Vichy catalán. Hemos comido bien esta noche. Eso es porque vivimos en los suburbios de Barcelona y nos apellidamos Mas...

(el autor deja de escribir; le aburre demasiado el teatro del absurdo catalán)

viernes, 29 de mayo de 2015

El Pepé y otras hermanas de la Caridad

-Tío, ¿te vienes a violar unas monjas? Me han dicho los del Pepé que tengo que hacerlo, pero hay demasiadas y no voy a poder yo solo.
-Qué va, mi mujer no me deja y, encima, tengo que organizar un soviet. ¿Es que quieres que nos llamen machistas? ¡No sabes cómo las gastan las feminazis de la izquierdona! Nos capaban...
-¿Me vas a dejar solo violando monjas? ¡Que son muy feas! ¡Ni con viagra se me erigiría el conqué! 
-No, si ya... Pero la respuesta es no. Nos vemos mañana en la quema de Iglesias.
-¿Qué dices, loco? ¿Quieres que el camarada Francisco se enfade y nos mande a un gulag lleno de curitas cachondos para que nos inmatriculen el pandero?
-¡Eres único para chafarle la fiesta a uno! ¿Qué tiene de malo quemar iglesias? ¡Si hasta te lo pide la derecha, que le priva! ¡La derecha solo pide cosas buenas! ¡Son mentes puras, angélicas, ideales, pristinas, dulcinearronas como la de Tormentos Cospedorrea, que va a ir al cielo de cabeza, como Dick Cheney! 
-A ver si te crees que tú tampoco fastidias. Aunque las mentes puras e ideales del PP no pueden desear nada malo, ya se encargan los curas católicos de eso según dicen los mismos católicos, pues por lo visto hay más violadores en el clero de todas las religiones que en ningún otro sector; es más, destaca el fundador de los Legionarios de Cristo, el drogadicto Marcial Maciel, tan amado (y pagado) por la derecha y que se dedicaba con evangélico entusiasmo a que los niños se acercaran a él. Eso del amor espiritual da mucho de sí: mencionemos el atractivo de Rouco Sifredi y el de un tal Josemaría, al que le priva la Botella. Pero, en fin, hay que ser como la derecha quiere que seamos, pues nada les gusta más que les den La Razón: violemos monjas.
-Que no, coño. ¿Para qué quiero yo violar monjas? ¿Qué me ha hecho a mí una monja? ¡Aprecio a las monjas! ¡Lo único que hacen es curar, cuidar y dar de comer a los nuestros, que son los pobres que van dejando los latrocinios y saqueos de los bandoleros del Pepé y las estupideces del Pesoe!
-Nuria Losada, concejal del PP por Rafelbunyol, dice que tenemos que violar monjas: es una orden.
-Valenciana tenía que ser. El poeta John Milton dice que las órdenes no obligan. Y era republicano. Lo que hay que hacer es coger a esa señorita y echarla con paella corrupta, Rita, caloret y todo a la Albufera. 
-Entonces, ¿qué hacemos? Porque hay que violar monjas: nada ofrece mejor imagen de marca que el consejo de un enemigo.
-Ya tenemos la coleta del cometa. Lo que hay que hacer es juntar a los corruptos del Pepé en la cárcel (donde hacen cursillos de perfeccionamiento los ladrones) con otras hermanitas de la caridad. Su madre superiora les dará lo que les falta por donde más pecado han hasta que acaben cantando de memoria Plaisir d'amour de Berlioz mejor que un tiple o un castratum.

viernes, 3 de abril de 2015

El Infierno tan temido, II



VI

DEMONIO:

¡Vaya cuernos! ¡Incluso son mejores que los míos!

CARLOS IV:

¡Qué calor hace aquí!

DEMONIO:

Y el agua es húmeda y la noche negra... Es natural: esto es el Infierno. Es verdad que cada vez hay menos sitio, pero gracias a los compadres de allá arriba podremos hacer la ampliación que necesitamos ¿por qué cree si no que hay calentamiento global?

CARLOS IV:

No sé de qué me habla ni qué hago aquí. Soy un rey cristiano y nunca hice mal a nadie.

DEMONIO:

Qué equivocado está. Aquí no solo van a parar los malvados, sino los tontos remilgados, meapilas y pusilánimes como usted.

CARLOS IV:

¿Qué me está diciendo?

DEMONIO:

Usted prefirió llevar cuernos a corona y dejó el trono de Pelayo a un hijo de puta bastardo engendrado por el guardia de corps Ruiz que terminó por ahogar la Ilustración apenas llegada a la cuna. Todos sus hijos fueron bastardos porque usted fue tan cobarde que ni siquiera se quiso operar de fimosis. En 1819 se extinguió la dinastía Borbón y empezó la bastarda de los Ruiz, que se volvió Ruiz-Puigmoltó cuando Isabel II volvió a introducir una rama bastarda al parir a Alfonso XII de uno de sus dieciséis amantes; ni siquiera el hermano de Fernando VII, Carlos M.ª Isidro, era de su sangre. ¡Qué guerras civiles más estúpidas! En una época tan trascendental para la humanidad, usted se iba de caza hasta el anochecer y dedicaba las mañanas al bricolage casero. Dejó que su mujer corrompiera a toda la Corte y entre los curas y los bandos nobiliarios se cargaran el reino. ¡Qué vergüenza! Usted detuvo el progreso de España, paralizó el liberalismo y vendió el trono de España por una pensión, algo más propio de un jubilata de los de ahora que de alguien que se llama noble. ¡Qué vergüenza! ¡Que gobernase las Españas quien ni siquiera es capaz de gobernar su casa!

CARLOS IV:

¿Y qué quería, que discutiera con M.ª Luisa? Con ese virago ni siquiera se podía plantear nada.

DEMONIO:

¿Y por ello tenía que ponerse en ridículo ante la historia, borbonazo cabrón, y dejar a un bastardo resentido como Fernando VII destruir el país? ¿Por qué no lo condenó a muerte cuando se descubrió que planeaba asesinarlo para ser califa en lugar del califa?

CARLOS IV:

¡Era mi hijo!

DEMONIO:

No lo era, y lo sabía. Que le hirieran en el pito para arreglar su uso le asustaba más que toda la turbia, miserable y ridícula historia de España.

CARLOS IV:

Yo soy un hombre sencillo. 

DEMONIO:

Un rey no puede permitirse ser sencillo

CARLOS IV:

Por eso abdiqué.

DEMONIO:

No podía abdicar sin hijos en que hacerlo. Usted lo sabía, lo sabía M.ª Luisa, lo sabía Godoy, lo sabía Mallo, lo sabía todo el Palacio Real, todo Madrid lo sabía. E incluso lo dejó por escrito el confesor de María Luisa a su muerte. Usted ha fallado en lo que único que se le pide a un rey: tener herederos. Y quiso tapar su vergüenza ante la historia. Solo por eso ya merece estar aquí.

CARLOS IV:

¡Ay, ay, ay!


VII


ALOIS HITLER:

¿Dónde está mi hijo?

DEMONIO:

¿Para qué quiere saberlo? ¿Es que está orgulloso de él? ¿Cree que tiene algún cargo aquí?

ALOIS HITLER:

Fue el caudillo de Alemania.

DEMONIO:

Lo que fue es un pobre niño al que su padre, usted, daba palizas habitualmente por cualquier razón o sinrazón. Cuando lo llevaron a que lo examinara uno de los discípulos de Freud y dijo que había que internarlo de inmediato en un sanatorio mental, usted se negó y se lo llevó: no quería que descubriesen que era un niño aporreado por su padre. Los resultados están a la vista. Es el culpable indirecto de la muerte de sesenta millones de personas.

ALOIS HITLER:

Yo no maté a nadie. Y toda la gente cree que el responsable fue él. ¿No ve lo equivocado que está?

DEMONIO:

Su sentencia ha venido de lo alto y no soy quién para refutarla. El auto motivado reconoce como delito esencial haber deformado para siempre el alma de un niño. Da igual quién fuera. Creo adivinar que la magnitud del castigo le viene por otra causa. Por medio de su libre albedrío cambió la historia: el destino de su hijo era ser un gran artista: poseía la voluntad y la pasión necesarias para haber sido un creador genial; usted lo transformó en un destructor genial. Pero no crea que es este un caso original. El Bajísimo aplicó a comienzos del siglo XIX un protocolo que tenía cuidadosamente estudiado al tentar a varios escogidos padres; muchos de sus planes se malbarataron, pero tres dieron fruto. El primero fue ese piojoso español, Francisco Franco Salgado-Araújo, padre del dictador de España; otro fue Besarión Dzhugashvili, padre de Stalin, el que mató de hambre a dos millones de ucranianos y pactó con su hijo; el tercero fue usted. Desde entonces es una de las recetas preferidas del Bajísimo: inclinar a los padres a que sean pegones y borrachos educando así a los monstruos que necesitamos, niños inteligentes que cuando crezcan apliquen el odio de su alma desbaratada a lo grande; no vea cuántos buenos resultados ha dado a lo largo de la historia esa fórmula genial; ni siquiera las religiones nos han dado tantos pecadores.

ALOIS HITLER:

En mi época era normal pegar a los niños.

DEMONIO:

En ninguna época ha sido humano pegar a quienes se ama, mucho menos si son débiles. No se debe querer por orgullo, sino por responsabilidad. ¡Pegar sin motivo! Eso no es amor; se debe castigar a los hijos corrigiéndolos; lo que ustedes hicieron fue solo inculcarles el dolor y el rencor en el alma, no el amor. En vez de corazón, les pusieron un arma.

ALOIS HITLER:

Mi padre hizo lo mismo conmigo.

DEMONIO:

Tenías la razón y los motivos para haber roto la infernal cadena del odio y no lo hiciste; te resultó más fácil fabricar un nuevo monstruo que domeñar al tuyo propio. Pues ahora despedazaremos tu alma y la usaremos para alimentar a los gusanos de la podredumbre.

jueves, 2 de abril de 2015

El Infierno tan temido (I)

I



PEDRO BOTERO:


Señor Jesús Gil, esta es la parrilla que le ha tocado. Póngase encima.


SANTIAGO BERNABEU (haciendo un chiste malo)


Dame la vuelta, que por este lado ya estoy hecho.


PEDRO BOTERO (sorprendido)

Se ve que usted ha leído vidas de santos, ¿no?


SANTIAGO BERNABEU


Mis padres ne educaron en el Colegio del Pilar... ¿Quién es ese?


JESÚS GIL (incómodo)


¡Ay, ay, ay!

SANTIAGO BERNABEU (reconociéndolo)

¡Hombre! ¡Ya tenía yo ganas de verte por aquí! Las fotos no te hacen justicia. Al menos las del Morning's Hell

GIL

Tampoco me la hacen los jueces. Ya me imaginaba yo que andarías por aquí.

BERNABEU (con tristeza)

Sí. Me acusan de falso profeta, de haber fundado una religión pagana y de haber ganado varias ligas con inusitada ayuda arbitral. Sin embargo, todo hay que decirlo, creo que todos sabíamos que también vendrías a parar aquí.


GIL

Pues yo creía que iría al Cielo.


BERNABEU (con ironía)


Es que a los del Atlético siempre os pasan cosas raras.

GIL


Y que lo digas. ¡Mira que entablarme un proceso a mí, sólo por ser alcalde de Marbella, el ayuntamiento más limpio de España! ¡Hay que joderse!

BERNABEU (con tono de chufla)

Pues hay quien dice que era cosa natural ese cortocircuito, habida cuenta de la cantidad de ladrones que había chupando de tus enchufes.

GIL


¡Eso es una mentira y puedo demostrarlo!

BERNABEU



Lo único que has demostrado, diría yo, es una increíble capacidad para montar el lío padre... Diste trabajo a diez bufetes de abogados para aclarar los chanchullos en que te metiste tú solo para defraudar a Hacienda y a otros diez para que te aliviaran algo los cientos de pleitos que te caen encima por bocazas... Hasta Ruiz Mateos ha aprendido algo de ti. Oh, ¡y la cosa de Marbella! Ahora la llaman Marfea


GIL


¡Que me quiten lo bailao! ¿Quién, sino yo, habría podido levantar un imperio sin haber acabado la carrera de Económicas?

PEDRO BOTERO (acercándose)

Señor Bernabéu, ha terminado su condena en este lugar. Coja sus huesos y sígame.


BERNABEU


¿Cómo? ¿No están condenados aquí todos los reos a perpetuidad?


PEDRO BOTERO


Es que estamos algo faltos de espacio, y el Bajísimo ha llegado a un acuerdo con el arcángel Gabriel para que pasen algunos reclusos al Purgatorio en régimen de condena semieterna.

GIL


¡Yo también quiero ir!


PEDRO BOTERO (poniéndose las gafas que lleva tras los cuernos y haciendo como si leyera, azorado)

No... Su nombre no figura en la lista.


GIL


¡Ya sabía yo! ¡Si es que todos los del Madrid son unos corruptos y unos sinvergüenzas! ¡Seguro que han comprado a los jueces del infierno! ¡Seguro que son madridistas!


PEDRO BOTERO (escaqueándose)

Venga, don Emilio. ¡Dese prisa!


BERNABEU (alegremente)


Hasta siempre, Moby Gil.

JESUS GIL (cabreadísimo)


¡Enchufado!



II


LEOPOLDO II:


No me lo puedo creer

DEMONIO:

Aquí eso de creer ya da igual. Lo único que se hace es arder. Interminablemente.

LEOPOLDO II:


No es lugar para reyes.

DEMONIO:

¿Cómo que no? La forma de gobierno del Infierno es la monarquía.Y tenemos un rey. ¡Y vaya si manda! Este sí que es absoluto, y no Luis XIV. Ni en mil horas terminaría un lacayo de anunciar a su larguísima Corte. Hasta esos grimorios de ustedes, la Clavicula Salomonis, el Legemeton y el Ciprianillo, se han quedado cortos. Preferimos leer al padre José Antonio Fortea. Ese sí que sabe.

LEOPOLDO II:


Pues, si hay un rey, supongo que podrá darme un puesto en su Corte...


DEMONIO:


Repare en que aquí usted ni siquiera es un siervo de la gleba, sino un tipo de combustible. El décimo, en concreto. Pero de gran calidad: ¡cuán formidable currículum...! ¡Dos millones de negros del Congo explotados hasta la muerte! ¡Ocho millones de vidas destrozadas! ¡Cientos de miles con brazos amputados...! ¡Pobreza en el país más rico de África...! ¡Qué maravilla! ¡Solo para hacerse rico cosechando caucho, un producto que, encima, es cancerígeno! ¡Ni siquiera por odio! ¡Solamente por codicia! ¡Maravilloso!

LEOPOLDO II:


¡El negocio no se reconoce entre los Diez mandamientos como infracción!


DEMONIO:


No me cambie la palabra, gilipuertas. Dije "codicia"; ni siquiera ha tenido paciencia para leerse el Decálogo hasta el final. La codicia es el décimo pecado, y aun parece incluso que se repite dos veces, porque se encuentra ya implícito en el octavo. Y es muy productivo: causa todos los demás. En las cifras de facturación de este año, casi el noventa por ciento del "negocio" infernal nace de él. Y no figura solo en el Decálogo dos veces, sino que aparece en la más reducida lista de los Siete pecados capitales (antes eran ocho hasta que el Papa quitó el que más cometían los clérigos; por cierto que lo tenemos aquí sufriendo).


LEOPOLDO II:


Yo no hice nada de lo que se me acusa: estuve siempre en Bélgica.


DEMONIO:


La modestia es una virtud que solo se reconoce allá arriba. Ninguno de los que asolaron el Congo habría estado allí si usted no se hubiese propuesto convertir a un país en una empresa para su lucro personal. Abrió el camino, señaló la senda, creó el modelo de todos los imperialismos que vinieron después, hasta que ese grotesco Joseph Conrad lo denunció. Por demás, nos encanta su país; uno de nuestros reclusos favoritos es de allí: se llama Mark Dutroux. Por cierto que me han ordenado llevarle a su olla para que le dé por culo, le corte las criadillas, le arranque los ojos y le traspase los oídos, pero lo dejaré pasar por el momento, porque estoy disfrutando mucho con esta conversación, que ya no volveremos a tener. Verá, aquí hay mucha gente que está no por lo que hizo, sino por lo que dejó de hacer o impulsó a hacer a otros. La responsabilidad individual es solo un eslabón más de una larga cadena de iniquidad o de bendición. ¿Sabe usted cuantos años han durado las consecuencias de lo que hizo? ¿Que la más larga guerra civil del mundo, del Congo es, en el fondo, un fruto de lo que hizo?¿Puede calcular cuántas lágrimas ha provocado su infernal amor al oro y a sus semejantes? ¿No? Pues aquí llevamos la contabilidad, y basta la sola destrucción de una vida humana para hacer su peso infinito. Aquí no nos andamos con zarandajas con el karma: va a recibir todo lo que ha dado.



III


AGUSTÍN DE CASTRO:


Esto no es real



DEMONIO:


Pues bien que lo aseverabas en tus sermones allá arriba, gordo asqueroso.


AGUSTÍN DE CASTRO:


Pues que me pongan con los demás agustinos.


DEMONIO:


Gacetero malvado, no estás en disposición ya de querer ni exigir nada. Los que están aquí no quieren sufrirte y los que están allá ni siquiera se acuerdan de ti. Ahora lo único que eres es más combustible para este lugar.


AGUSTÍN DE CASTRO:


Usted es cruel

DEMONIO:


Es mi oficio.

AGUSTÍN DE CASTRO:


Yo creía que mi hábito, mis rezos y mis devociones serían una garantía para el Más Allá.

DEMONIO:


Eso me suena; creo que lo he leído en alguna página del marqués de Sade. ¿Qué hace un agustino citando a nuestro querido marqués? En fin, la respuesta es que aquí solo se miran los hechos: "Por sus frutos los conoceréis", dijo el mandamás. La verdad es que te estamos muy agradecidos. Gracias a tus desvelos fue falsamente denunciada la Constitución de Cádiz. Gracias a las soflamas de tu Atalaya de La Mancha en Madrid se restableció la Inquisición. Gracias a ti fue quemado Cayetano Ripoll, el inofensivo maestro de Ruzafa.

AGUSTÍN DE CASTRO:


¿Es que no es esto una Inquisición?

DEMONIO:


¿Es que tenía que ser un Infierno vivir allá arriba?


AGUSTÍN DE CASTRO:


¡Ay, ay, que me quemo!


DEMONIO:


Este es el fuego que tú mismo encendiste. Caliéntate con él, estúpido. Recibe la crueldad que dispensaste. ¿Qué, te arden bien los cojones?



IV




MENDIZÁBAL

Oye tú, diablo, sácame de aquí.


DEMONIO:

No se hacen tratos en el Infierno, y menos con un agiotista como tú.


MENDIZÁBAL


Podría hacer más mal allá arriba si me dejases vivir.


DEMONIO:


Aprecio tu oferta, pero dejaste tanta admiración y discípulos que ya no te necesitamos. Para actualizarte, además, necesitarías hacer demasiados cursillos de maldad. Pero te estamos muy agradecidos.


MENDIZÁBAL:


¿Agradecidos? ¿Por qué?



DEMONIO:


Creaste tal desigualdad social en el reparto de la riqueza en España que tú solito fuiste la causa directa de tres guerras civiles carlistas y otra en el siglo XX justo cien años después de tu obra maestra, la Desamortización de 1836. El mismo Lucifer quedó espantado de tu maravilloso trabajo político en el Partido Progresista y nos recomendó que lo estudiásemos con atención para el futuro. No veas el parque temático que hemos construido para divertirnos con tu tormento; te aseguro que tenemos al menos para tres o cuatro eternidades. Pedro Botero incluso ha creado una condecoración que lleva tu nombre, para premiar al político más nefasto.


MENDIZÁBAL:


¡Este lugar no me corresponde! ¡Yo soy judío!

DEMONIO:


¿Judío, dices? Lo serías si no te hubieses cambiado el apellido Méndez al vasco Mendizábal, para disimularlo. Entonces, so vergonzoso, no quisiste ser judío; ahora tampoco deberías. Por demás, este es un infierno universal y también aquí "es el llanto y el crujir de dientes".


MENDIZÁBAL:


¡AY! ¡AY! ¡AY!

DEMONIO:


Eres más flojo que el pedo de un marica. ¡Empieza a gritar de verdad!


V


JUAN MARCH:

¡Oiga, joven!

DEMONIO:

¿Es a mí?


JUAN MARCH:

Sí, sí, usted, el de los cuernos ebúrneos...

DEMONIO:

Qué vocabulario. Usted debe ser de los del bachillerato antiguo, ¿no?

JUAN MARCH:


Digamos que de otro tiempo. Querría hacerle una proposición.


DEMONIO:

No está usted en situación de proponer nada.


JUAN MARCH

Yo creo que sí. Verá, me he fijado en que en las calderas hay menos azufre que hace dos eternidades y me preguntaba si...

DEMONIO:


¡Calle, calle!

JUAN MARCH


Sí señor; lo he comprobado. Alguien, no sé quién, y por supuesto no me refiero a usted, debe estar llevándose algo de azufre para hacer contrabando.


DEMONIO:


Eso es absurdo. En el Infierno no hay corrupción, solo justicia.


JUAN MARCH:

¿Quiere usted decir que aquí todos los demonios poseen el mismo salario?

DEMONIO:


Sí. Así lo impuso el jefe..


JUAN MARCH:

Me suena. Creo que oí algo parecido cuando ingresé en un partido político republicano de izquierdas. Pero, entonces, ¿por qué lleva usted unos cuernos más lustrosos y de mejor calidad? He estado atando cabos y...


DEMONIO:


¡Calle, calle!

JUAN MARCH:

Yo soy un réprobo honrado; la Diablatura Suprema estaría interesada en...

DEMONIO:


¡Cállese de una vez!


JUAN MARCH:


Verá, si me cambiasen a un lugar más fresco, cerca del círculo superior, el Limbo...


DEMONIO:


¡No puedo! ¡Financió una guerra civil! ¡Hay quien dice que asesinó a un hombre! Y lo que es peor, ¡su fundación financia exposiciones de arte moderno! ¡Es imperdonable!


JUAN MARCH:


Pero hay quien dice que Santiago Bernabeu...

DEMONIO:


¿Qué? ¿Santiago Bernabeu?

JUAN MARCH:


Sí; que Santiago Bernabeu ha, digamos, mejorado de posición.


DEMONIO:


¡Es imposible! ¡Hay demasiados controles de calidad!


JUAN MARCH:

No debe de haber tantos cuando en el mismo Cielo se le rebelaron los ángeles a Dios padre ¿no?

DEMONIO:

¡Lo que hay que aguantar aquí!

martes, 24 de febrero de 2015

Enseñar la lengua

PROFESOR JUAN DE MAIRENA

Fuera de las perífrasis verbales de aspecto o aspectuales (que resaltan la fase del proceso verbal que se destaca), existen las perífrasis verbales de modo, que expresan la consideración o actitud del hablante ante el proceso verbal o acción. Las hay de dos clases: las de obligación y las de posibilidad. Por ejemplo, DEBER + INF. para indicar obligación y DEBER DE + INF. para indicar posibilidad: "Deben ser las cuatro" indica necesidad, obligación, y "deben de ser las cuatro" posibilidad, cábala, conjetura... al menos, en teoría.

ALUMNO DEL PROFESOR JUAN DE MAIRENA

¿Qué quiere decir con "al menos, en teoría"?

PROFESOR

Eso tiene que ver con la política, que no no obra con arreglo a la razón, a la ley y ni siquiera a la gramática; pero nosotros no nos dedicamos a eso: somos gente seria que solo se aplica a estudiar y no vamos por ahí haciendo el ridículo, imaginando y cometiendo fechorías o encargándonos de cometer las que nos encargan los bancos.

ALUMNO

Pero ¿qué quería decir?

PROFESOR

¡Mira que eres pesado! Quería decir que en este país nadie lee y, si lee, no entiende; peor: no quiere entender. Los mismos legisladores no usan la gramática para leer la ley e interpretan en ella lo que les da la gana. No saben (no quieren saber) interpretar el sentido literal, que es el único que tiene la ley, fuera de epiqueyas. Por eso la constitución es falsa, porque no se la lee ni interpreta en sentido literal: los juristas serios (quiero decir, los de fuera) la clasifican entre las semánticas o destinada a preservar los intereses de quienes la proponen, en este caso, no el pueblo. La Constitución española es un texto cuyo significado está aislado de la realidad: no prescribe ni ordena nada. Y voy al ejemplo: en su cap. II, art. 36 dice: "La estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos deberán ser democráticos". DEBERÁN SER DEMOCRÁTICOS es una perífrasis verbal modal de obligación. No es lo mismo decir que los jueces "deben ser justos" a decir que "deben de ser justos"; en el primer caso se exige y se manda, en el segundo se especula o propone, esto es, se niega que el texto sea una ley. La obligación, en el derecho español, ni ata ni desata, es una bernardina o, como dijo algún alcalde en el pasado, un cachondeo. Un puro efecto perlocutivo, diría el semántico Lyons. Leed los periódicos y veréis cuánto atan las obligaciones a los jerarcas que Joaquín Costa llamaba "oligarquías" o "caciquismo", lo que otros llaman casta. Ese mismo ridículo concepto de "discrecionalidad", que es la madre del cordero de la corrupción española. En su época partían el bacalao Cánovas y Sagasta, hoy Rajoy y Sánchez. ¡Ah, sí, también había un rey descendiente del amante de la Inquisición Fernando VII y un tercer partido político, el Demócrata, al que, por medio del pucherazo, los oligarcas no dejaban gobernar! Ese partido ninguneado era la razón de ser de Cánovas, Sagasta y del rey mamandante, el partido Democrático: había que impedir a toda costa que gobernase. ¿Por qué? Porque democrático viene de democracia, la palabra a que no se hace caso en el cap. II art. 36 de la carta otorgada con el fin de que ese rey se hiciera una silla o trono en España, algo que ninguno de sus beneficiarios quiere cambiar ahora.

Pero todo esto suena ridículo; vayamos a la gramática, porque nosotros somos gente seria. Quizá, si todos aprendemos bien la gramática, algún día nos dé por hacerle caso.

ALUMNO

Yo creía que usted enseñaba retórica, sofística y gimnasia, profesor.

PROFESOR

Lo hacía; pero hay que atender a los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa.

martes, 5 de febrero de 2013

Adelson y los Montes de Toledo

BLAS: Pero ¿dónde está Alcorcón? Veamos. ¡Atiza! ¡Pero si está "pegando" a los Montes de Toledo! ¡Y a la misma distancia de Madrid que de Toledo! ¡Ya entiendo por qué la Cospe quiere privatizar los montes de Toledo! ¡Quiere venderle un coto de caza a los jugadores de Adelson! ¡Chalets en la sierra! ¡Adelson, que es judío, y quiere atraerse a unos cuantos judíos a la sagrada Toledo!
EPI: Eres un limón ¿cómo puedes pensar tan retorcidamente de quien viene a regenerar España y a crear un montón de puestos de trabajo? ¿De quien va a resucitar la decaída industria turística española con menos putiferio, mafia y corruptela? ¿No tenemos ya una maquinita de crear ludópatas en cada bar? ¿Pues qué es esto sino más de lo mismo? España es la tierra de las oportunidades, como el desierto de Nevada.
BLAS: Eres una naranja; todo lo ves demasiado dulce. 
EPI: Es que me gusta disfrutar de la vida. Con razón mi madre me puso por nombre Epicuro. En cambio, tú eres un amargado. Se nota que tu madre se acordó, al bautizarte, de Blas Pascal.
TRIKI: El hecho de que seáis pareja de hecho no quita que no podáis tener una discusión como cualquier pareja de recién casados. Por cierto... ¿no tenéis galletas? Ha llegado la hora de merendar.
BLAS: Por haber matado al rey godo Fruela, se considera a un oso el primer republicano. Pero, ¿quién podrá cargarse a un cazador tan experto como Adelson? 
TRIKI: El rey no, desde luego: tiene la vista tan gorda que necesita cazar elefantes para acertar. Y, además, me han dicho que es monárquico. Seguro que se está vengando por lo de Fruela.
EPI: Siempre tendremos al Principito.
BLAS: La verdad, a mí me parece El principito de Maquiavelo. Y lo que es más grave, casado con una periodista. Estamos perdidos: no hay redención posible.
TRIKI: También creíamos imposible ganar un Mundial, y ya ves. ¿Y las galletas?

miércoles, 30 de marzo de 2011

Pronto

-Padre. ¿Qué animal es el de este dibujo? ¿Un dinosaurio?
-No, hija, es una ballena, un animal extinguido hace unos veinte años, cuando la Amazonia todavía no estaba urbanizada.
-¿Tú llegastes a verlas?
-Sí; una vez cuando iba en barco a América. Cantaban ¿sabes? y soltaban un chorro de vapor por la nariz. Tenían la costumbre de seguir a los barcos.
-¿Por qué desaparecieron? ¿Eran malas?
-No hacían daño a nadie; se alimentaban de microorganismos marinos; los hombres las cazaban porque la industria de lujo busca  lo más escaso y caro para elaborar sus productos. Eran mamíferos que tenían hijos como nosotros, los animales más grandes y más nobles del mundo. Tal vez por eso ya no existen. Y recuerda esto: algún día podrás decir a tus hijos que tu padre vivía en unos tiempos en que aún existían las ballenas.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Diálogo insensámico

(La escena, una llanura abisal en algún planeta parecido a este. EPI y BLAS están vestidos con toga. Después, entra TRIKI)

EPI: Hacía tiempo que no nos veíamos por este blog, Blas.

BLAS: Eso es por culpa del autor. Cada vez sueña menos cosas raras. Yo le oí decir que había enfermado de sentido común. Pero ahora debe de estar soñando con nosotros y por eso andamos por aquí.

EPI: Yo creía que no podía dormir. Y tampoco somos raros: lo son los humanos.

BLAS: Es que ahora toma unas pastillas que le dejan derrengado. Y un poco raros sí que somos: tú eres una naranja y yo un limón, y las frutas no hablan.

EPI: Pues yo no me llamo naranja, me llamo Epicuro de Samos, y tú Blas Pascal. Gustavo si que lo tiene claro: él es una rana. Y las ranas hablan, o por lo menos croan, y, algunas, incluso se transforman en principitos.

BLAS: Pues eso tengo entendido que son nombres de un tipo de humanos llamados filósofos, Epi, y esto tampoco es un diálogo platónico: es un diálogo insensámico.

EPI: Los diálogos barriosesámicos no hablan de estas cosas, sino de los números, de las formas...

BLAS: ¡No, si va a resultar que somos Pitagóricos...! Pues yo he leído diálogos de Ionesco que se parecen mucho a este.

EPI: No conozco a ese señor, pero como lo que no puedo conocer suele ser absurdo, no me extrañaría que escribiese cosas absurdas; yo mismo me siento absurdo muchas veces, así que probablemente haya escrito sobre mí.

BLAS: Sí, la verdad es que eres un poco absurdo, amigo mío. A veces no te entiendo.

EPI: Pues siempre hablamos de la forma más clara, como si tuviesen que oírnos los niños o como si fuésemos maestros de parvulitos. ¿Tú crees que nuestro autor tampoco nos entiende a nosotros?

BLAS: Tal vez se entretiene oyendo lo que decimos y viendo lo que hacemos. No creo que nos tenga odio; sólo quiere divertirse un rato: por eso nos ha cortado los hilos. Quiere vernos hacer cosas absurdas y divertirse.

EPI: Me sentía mejor cuando pendía de unos hilos llamados venas; iban por arriba a una cruz llamada corazón. Cuando las tenía sentía una cosa llamada deseo.

BLAS: Los míos eran nervios, e iban a una cruz llamada cerebro. Y yo lo que notaba era curiosidad.

EPI: Deben ser cosas parecidas. ¿Recuerdas que a veces tropezaban unas con otras y se enredaban? Yo creo que el autor lo hacía tan mal, que decidió darnos la independencia para que el argumento se escribiera solo: eso de ser al mismo tiempo autor y espectador ha de ser muy aburrido.

BLAS: Epi, la independencia no se da, se conquista.

EPI: Qué bien suena eso. Pero yo no recuerdo haberme cortado las venas.

BLAS: Y yo no recuerdo haberme quitado los nervios.

EPI: Por ahí viene Triki; veamos si él puede resolver nuestro dilema.

TRIKI: Hola, amigos, ¿habéis visto pasar por aquí una galleta? Son redondas como el sol, y ruedan por la tierra igual que el sol rueda por los cielos.

BLAS: No, Triki. Pero si nos ayudas, te daremos una cuadrada. Los cuadrados no ruedan.

TRIKI: Sí, creo que ya lo vi explicado en uno de vuestros episodios.¿Puede ser doble, con entremedias de chocolate? Son las que están más ricas.

BLAS: Pides más que un cura. Está bien, de acuerdo.

TRIKI: ¡¡GA-LLETAS!! Preguntad lo que queráis que, si está en mi mano, os responderé lo mejor que sepa.

EPI: ¿Somos libres, Triki?

TRIKI: Libres ¿de qué? Yo no soy libre de no querer galletas. Mi destino es buscar galletas para comerlas. 

BLAS: Pues nosotros no sabemos cuál es nuestro destino.

TRIKI: Tal vez vuestro destino sea buscar un destino, o quizá no encontrarlo, de la misma manera que las nubes buscan una forma reconocible y sólo algunas la encuentran.

viernes, 11 de febrero de 2011

Frikada

Slick: -Oh, no. ¡Internet se ha caído!

Slick: (gritando) -¿Y ahora qué voy a hacer?

Slick: -Ay (suspiro)... Creo que voy a salir afuera...

Slick: -¡Ah! (grito de espanto) ¡¿Qué es esa cosa grande y brillante en el cielo?!

Squigley: -Se llama "Sol". Lo busqué en Google.

lunes, 2 de febrero de 2009

Entes de ficción

Reparto para una pieza teatral irrepresentable representada en el Gran Teatro Chino de Culipardia, capital de La Manchurria.

La mano invisible de Adam Smith.
El tío Paco, el de las rebajas.
Otro tío, el de Alcalá.
Un negro que abanique.
El caballo blanco.

El perro verde.
El ratón colorado.
La pantera rosa.
El gato de Schrödinger.

La Perra Gorda.
El Gordo de Navidad.
El flaco.
La flaca.
El niño.
La niña de El Exorcista.
Perico de los Palotes.

El vago Bartolo.
El Cambio.
El profeta Pero Grullo.
España.
El Tae.

Harpo Marx (este no habla)
La Inflación.
La Peseta.
Quevedo, el de los chistes.
El señor Morán, el de los chistes.
Cela, el de los chistes.

Michael Jackson, en la forma que esté adoptando en ese momento.
Mortadelo.

La acción transcurre en un restaurante cerca del Palacio Real de Manchurria. Hay una mesa y cuatro sillas, un ficus y un cuadro que representa a Franco con coletas y peineta y una rosa en el puño izquierdo. La mano invisible de Adam Smith se está haciendo una paja también invisible, aunque se oyen elocuentes gemidos tras las bambalinas. De repente surge La Peseta por la derecha, quejándose por la obscenidad del teatro moderno; se pasea Michael Jackson en forma de nube rosa. Sale entonces El señor Morán

Morán: ¡Ay Peseta! ¡Cuanto te añoramos! ¡No sabemos sumar, restar, multiplicar ni dividir sin ti! (Se pone a charlar con La Peseta en la barra).
(Sale La Flaca y se sienta a una mesa)
La Flaca: Tengo un hambre canina. Necesito algo de comer. ¿No era esto el Restaurante España? ¿Dónde coñazo están los camareros?
(Salen la Perra Gorda y la Inflación)
La Inflación: Aquí para servirles en todo lo que deseen.
La Perra Gorda: Pero no nos vengan con exigencias. Aquí se viene a comer y ya está. Qué más da lo que se coma. Como decía mi madre, que era de Ronda, por cierto: esas son las lentejas, si quieres las comes, si no las dejas, y da igual si encima te quejas.
La Inflación: No le haga caso. Está un poco trastornada y tiene muy mal genio. Nadie la quiere. ¿Qué desea? Tenemos unos menudillos en salsa de ricino que están para chuparse los codos y unos Calamaros que seguro le gustarán. (A la Perra Gorda): Vete a ayudar al cocinero. (Mutis de la Perra Gorda)
La Flaca: Lo quiero todo.
La Inflación: (Rascándose la cabeza) Tengo como una sensación de déjà vu. ¿Usted no habrá salido de una película inglesa, verdad?
(El señor Morán y La Peseta empiezan a morrearse en la barra. Entra El Cambio)
El Cambio: ¡Quiero comer!
La Inflación: (Corriendo): ¿Qué desea el señor?
El Cambio: ¡Que no haya detenidos, sino parados!
La Flaca: ¡Hay que ver cómo atienden a algunos!
La Perra Gorda: (Desde la cocina) Aquí se viene a comer, no a hacer política!

El Cambio: ¡Lo que quiero decir es que no debe haber parados, sino detenidos!
La Inflación: Es lo mismo
El Cambio: No es lo mismo. Parece usted la oposición.
La Inflación: Esta bien, pues no es lo mismo.
El Cambio: Se equivoca: en el fondo, es más de lo mismo.
La Inflación: Pues no sé cómo darle la razón: siempre me lleva la contraria.
El Cambio: Yo no llevo la contraria, y si usted se fija bien en el fondo lo que está haciendo es darme la razón.
La Flaca: ¡Que alguien me atienda! ¡Tengo hambre!
La Perra Gorda: (Desde dentro) ¡Tú y dos tercios de la humanidad!
La Inflación: Señor, lo que debe pedir es algo para comer. Este no es un restaurante que conceda deseos, como la lámpara de Aladino o un partido político.
La Flaca: ¡Yo soy la humanidad, y lo quiero todo!
EL Cambio: Pues entonces, denme un olla podrida, un revuelto de todo y una ensalada mixta.
La Inflación: Marchando. ¿Has oído, Perra?
La Perra Gorda: Oído, cocina. (Hace ademán de marcharse La Inflación)
(entran El Tío de Alcalá y El Caballo Blanco).
El Tío de Alcalá: Me han dicho que aquí se come muy bien.
El Caballo Blanco: Ya será menos. ¡Hijaaaa! (cocea y hace corcovos) Lo que quiero es que dejen de perseguirnos. En estos tiempos ya sólo nos podemos esconder en las cloacas. (Se sientan) ¡Camarero!
La Inflación: Digan, señores.
(Entra por la izquierda El ratón colorado)
El Ratón Colorado: ¡Sopla! ¡Atiza! ¡Carámbanos! ¡Córcholis! ¡Lechugas! ¡Un caballo blanco y un tío de Alcalá! ¡Esta es la mía! Tengo que convencerlos de que me financien el tinglado.
El Tío de Alcalá: ¿Cuál es el plato del día?
La Inflación: Menudos cochinos y Filete sospechoso. El vino es un turbio de dudosa crianza destilado en un estercolero de las afueras.
El Tío de Alcalá: (Sorprendido) No será usted discípulo de Ferrán Adriá, ¿Verdad?
(Continuará)