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sábado, 9 de enero de 2021

Ricos y pobres en la Epístola de Santiago

El comunismo moral fue fundado por Jesús en el Sermón de la montaña. Pero a Lutero le ponía nervioso la defensa que hace de los pobres y el ataque a la riqueza de la Epístola de Santiago: por eso la excluyó de su Biblia., más que por su defensa del papel de las obras frente a la fe. Esta es una selección de los pasajes controvertidos:

Cap. 2 Hermanos, si realmente creen en Jesús, nuestro Señor, el Cristo glorioso, no hagan diferencias entre personas. 2 Supongamos que entra en su asamblea un hombre muy bien vestido y con un anillo de oro y entra también un pobre con ropas sucias, 3 y ustedes se deshacen en atenciones con el hombre bien vestido y le dicen: «Tome este asiento, que es muy bueno», mientras que al pobre le dicen: «Quédate de pie», o bien: «Siéntate en el suelo a mis pies». 4 Díganme, ¿no sería hacer diferencias y discriminar con criterios pésimos?

5 Miren, hermanos, ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? ¿No les dará el reino que prometió a quienes lo aman? 6 Ustedes, en cambio, los desprecian. Sin embargo, son los ricos quienes los aplastan a ustedes y los arrastran ante los tribunales. 7 ¿Y no son ellos los que blasfeman el glorioso nombre de Cristo que ha sido pronunciado sobre ustedes?

8 Obran bien cuando cumplen la Ley del Reino, tal como está en la Escritura: Ama a tu prójimo como a ti mismo. 9 Pero si hacen diferencias entre las personas, cometen pecado y la misma Ley los denuncia como culpables. 10 Porque si alguien cumple toda la Ley, pero falla en un solo punto, es como si faltara en todo. 11 Pues el que dijo: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Si, pues, no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la Ley.

[...] Cap. 5 Ahora les toca a los ricos: lloren y laméntense porque les han venido encima desgracias. 2 Los gusanos se han metido en sus reservas y la polilla se come sus vestidos, 3 su oro y su plata se han oxidado. El óxido se levanta como acusador contra ustedes y como un fuego les devora las carnes. ¿Cómo han atesorado, si ya estamos en los últimos días?

4 El salario de los trabajadores que cosecharon sus campos se ha puesto a gritar, pues ustedes no les pagaron; las quejas de los segadores ya habían llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5 Han conocido sólo lujo y placeres en este mundo, y lo pasaron muy bien, mientras otros eran asesinados. 6 Condenaron y mataron al inocente, pues ¿cómo podía defenderse? Esperen la venida del Señor 7 Tengan paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor

miércoles, 24 de junio de 2020

Entrevista con el economista Benjamin J. Cohen

Miguel Ayuso "Benjamin J. Cohen y la Geografía del poder", en El Confidencial, 25-V-2014:

El mayor experto en economía política explica quién controla de verdad el dinero

El economista estadounidense Benjamin Jerry Cohen es una de las más destacadas figuras académicas de la política económica. No es optimista sobre el futuro

El economista estadounidense Benjamin Jerry Cohen (1937, Nueva York), catedrático de la Universidad de California-Santa Barbara, es una de las más destacadas figuras de la Económica Política Internacional, una disciplina mixta que estudia las relaciones internacionales utilizando teorías y métodos aplicables de la economía política.

Desde que empezara a trabajar como investigador en la Reserva Federal de Nueva York, en 1962, Cohen ha publicado decenas de libros sobre la forma en que la política internacional influye en el devenir de la economía, y ha escrito libros fundamentales para entender las dinámicas financieras internacionales. En su opinión, es imposible explicar la economía sin política, pues ésta nunca es independiente del contexto social en que se desarrolla. 

El profesor ha recibido a El Confidencial en la Fundación Rafael del Pino, donde impartió anoche una conferencia sobre “El desorden monetario que viene”. En su opinión, el mundo va camino de una enorme crisis monetaria que creará un desorden difícil de prever. Y no es optimista sobre las posibilidades que tenemos de frenarla.

PREGUNTA. El próximo domingo 400 millones de europeos están llamados a las urnas para votar a sus representantes en el parlamento de la Unión Europea. ¿Cree que el futuro del euro depende de lo que vayamos a votar o está ya decidido? En otras palabras, ¿quién está a cargo?

RESPUESTA. Es importante saber quién está a cargo del dinero. El sistema de gobernanza de la eurozona es una de las principales razones por las que el euro ha sido menos exitoso de lo que muchas personas esperaban que fuera. La elección del parlamento europeo no va a tener ninguna influencia sobre esto. El euro está manejado, principalmente, por el Banco Central Europeo, y por los ministros de finanzas de la eurozona. El parlamento tiene un rol mínimo en la gobernanza del euro, así que no creo que las elecciones del próximo domingo vayan a cambiar nada. El problema es que la eurozona está gobernada de forma muy pobre, porque las diferentes responsabilidades son compartidas por diferentes grupos y actores: el BCE, los ministerios, el eurogrupo, la comisión… Esta es una forma ineficiente de gobernar, y un gobierno ineficiente sobre la zona monetaria hace que el euro sea más débil.

R. ¿Cuál es el camino para que recuperemos el control de nuestro dinero?

P. Desafortunadamente, las soluciones pueden ser fácilmente descritas, pero alcanzarlas políticamente es muy difícil. Uno de los más grandes problemas de la eurozona es la falta de mecanismos para lidiar con los desequilibrios dentro del grupo. Hay países que lo están haciendo mal y países que lo están haciendo bien. En EEUU pasa algo parecido, somos 50 estados y tenemos una sola moneda, pero tenemos un mecanismo automático de transferencia. Los estados que van bien transfieren su superávit a Washington y el gobierno financia a los estados que van mal. Es un sistema que ha evolucionado durante mucho tiempo, pero funciona de forma automática. No tenéis nada parecido a esto en Europa. Si hablas con cualquier economista que esté familiarizado con la situación te dirá que lo que tiene que hacer Europa es adoptar un mecanismo similar al que tenemos en EEUU. Pero claro, políticamente esto es imposible mientras Europa siga siendo una confederación de estados soberanos y no sea una federación de verdad.

P. Pero estamos yendo justo en la otra dirección. Incluso dentro de los países tenemos problemas de solidaridad entre regiones. ¿Si no conseguimos que haya solidaridad entre regiones de un mismo país, cómo vamos a conseguir que exista entre diferentes países?

R. Es cierto, es un problema de solidaridad. Lo irónico de la unión monetaria europea es que el euro se creó para unir a los países, pero lo que está haciendo es separarlos aún más. Debido a la evolución de países como Grecia o España lo que estamos viendo es que hay menos solidaridad y un menor sentido de comunidad que cuando se creó la moneda única.

P. El año pasado editó un libro bajo el título Power in a changing world (“El poder en un mundo cambiante”) en el que explica cómo el poder económico es cada vez más difuso. ¿Ha perdido EEUU definitivamente la hegemonía?

R. Ninguna hegemonía dura para siempre. Pero llevo en esto mucho tiempo y aún no ha cambiado. Finalicé mis estudios hace 50 años y el primer trabajo que tuve fue como investigador en la Reserva Federal de Nueva York. Lo primero que me dijeron cuando llegué allí en 1962 es que EEUU estaba perdiendo su hegemonía. Fue hace 50 años. El hecho es que EEUU no depende de otros países, es menos poderoso, pero sigue siendo la economía dominante, representa el 24% de la economía del mundo y el dólar sigue siendo la divisa preponderante. Es incuestionable que con el tiempo ha ido perdiendo poder, pero de forma muy gradual y lenta. ¿Por qué? Desde luego no porque los gobiernos estadounidenses hayan sido eficientes. Ahora mismo tenemos un sistema totalmente disfuncional. EEUU no ha perdido la hegemonía por la falta de alternativas.

Si el dólar pierde su importancia ¿qué divisa puede sustituirlo? No el euro, desde luego, tampoco el yen, porque Japón sigue en declive. Posiblemente, la divisa china es la mejor situada, pero no cumple los requisitos necesarios para ser una moneda popular. Para que una moneda sea atractiva como divisa internacional, tiene que respetar las leyes, los contratos y la propiedad privada y  tiene que tener un mercado financiero bien desarrollado que permita a los inversores comprar activos en esa moneda. China no ofrece esto.

P. En un artículo reciente asegura que, hoy en día, muchos estados pueden ser acusados justamente de manipular los tipos de cambio, pero ninguno tanto como China. ¿Puede algo, o alguien, forzar a China a cambiar sus prácticas monetarias?

R. En principio, hay diversas formas de presionar a China, empezando por el Fondo Monetario Internacional. El organismo está autorizado gracias al artículo 4 del acuerdo a ejecutar una firme supervisión, identificar a los países que estén manipulando los tipos de cambio, y hacer saber qué país está haciendo eso y pedirle que cambie sus políticas. Pero la realidad es que el FMI ha sido siempre reacio a molestar a un país tan grande e importante como China. Así que año tras año se ha negado a identificar a China como un país que manipula las divisas. Lo mismo ocurre con el tesoro estadounidense, que está obligado cada seis meses a informar sobre la manipulación de divisas, y nunca ha etiquetado a china como un manipulador.

Todos sabemos que China está manipulando las divisas, pero la realidad política es que nadie quiere ir contra China y crear un conflicto, porque es muy grande e importante. Lo que ocurre es que, al final, la gente se queja de lo que están haciendo los chinos pero nadie toma cartas en el asunto, para no molestar a las autoridades chinas.

P. Tras el estallido de la crisis financiera la comunidad internacional insistió en la necesidad de reformular el capitalismo. Seis años después, ¿ha cambiado en algo el sistema?

A nivel estructural no. Seguimos teniendo un sistema basado en el mercado, que los gobiernos tratan de supervisar o regular. La naturaleza del sistema permanece exactamente igual. Lo que está pasando es muy representativo de lo que Karl Polanyi, un académico muy famoso de mediados del siglo XX, describió en su libro La gran transformación. Hablaba de un doble movimiento. En primer lugar los mercados innovan y, a menudo, esas innovaciones nos llevan a una crisis. Como resultado de esto, la segunda parte del movimiento tiene como protagonistas a los gobiernos, que intentan lidiar con los problemas creados por el mercado a base de regulaciones y nuevas formas de supervisión. Pero entonces los mercados crean nuevas innovaciones.

Lo que vimos en la primera década del siglo XXI fue como los mercados financieros innovaron, particularmente en EEUU, creando todos los instrumentos financieros derivados que nos llevaron a la peor crisis desde los años 30. Los gobiernos han tratado de ponerse al día, creando nuevas formas de regulación, como Basilea III, que impone nuevas regulaciones bancarias o la Ley Dodd-Frank en EEUU, que introduce nuevas formas de regulación, incluida la separación de la banca de inversión de la banca comercial. Son regulaciones introducidas por el segundo movimiento. Pero mucha gente que sabe de esto cree que no van a prevenir nuevas crisis en el futuro. No creo que el sistema haya cambiado, y tampoco creo que cambie. En el tipo de sistema en el que vivimos hoy el poder está ejercido por los actores privados del mercado, las multinacionales principalmente, y ningún gobierno es capaz de controlarlos.

P. Entonces, ¿no hay ninguna manera de cambiar el sistema?

R. Aparte de una revolución marxista, no. Lo mejor que podemos hacer es que nuestros sistemas políticos ofrezcan una regulación suficiente a la actividad mercantil, que aleje al sistema de crisis tan duras como la que estalló en 2008. Es una cuestión de gobernanza efectiva. Hoy en día la mayoría de nuestros gobiernos no son muy efectivos, incluido el mío propio, que está muy dividido. Mientras esto continúe, el balance de poder estará del lado del sector privado, y seguirá tomando riesgos, y mientras se tomen esos riesgos habrá siempre posibilidad de que estalle una crisis. No espero ver un cambio fundamental en la naturaleza del sistema, porque no creo que veamos una revolución, y además no la defiendo. Lo que espero es que nuestros sistemas políticos tengan la suficiente iluminación para introducir las regulaciones necesarias.

P. Como asegura, las grandes multinacionales tienen cada vez más poder ¿Es necesario contar con ellas para cambiar la regulación?

R. La gobernanza formal tiene que venir siempre de los gobiernos nacionales. Es ciencia ficción pensar en un mundo gobernado por las empresas. Así no funcionan las cosas. Los países siguen siendo los únicos que pueden usar legítimamente la fuerza. Esa es la base de la soberanía. A nivel global sólo los gobiernos pueden ejercer el control, pero sabemos que las grandes empresas son muy poderosas y tienen una enorme influencia. La única manera de que esa influencia sea controlada es mediante la cooperación entre gobiernos. De forma individual, los gobiernos tienen muy difícil controlar una multinacional, sólo pueden controlar lo que ocurre dentro de sus fronteras. La jurisdicción de los estados es limitada, pero el dominio de las empresas es global. La única forma para que los gobiernos igualen el poder de las empresas pasa por juntarse y cooperar.  Ahora mismo, el balance del poder está en el lado de las empresas, porque pueden tomar ventaja de las diferencias entre los gobiernos. Sabemos que para ejercer una correcta autoridad sobre estas se necesita una mayor cooperación, y para ello necesitamos un consenso y un liderazgo que no tenemos. Mientras, las empresas podrán ejercer una enorme influencia informal, y aunque los gobiernos sigan siendo los que ostenten el poder formal, las empresas seguirán influyendo en estos, a todos los niveles.

P. Está claro que necesitamos un nuevo Breton Woods, una nueva gobernanza a nivel supranacional, pero nadie está dispuesto a ceder soberanía.

R. Otra vez tenemos que hacer una distinción entre lo que necesitamos y los requerimientos políticos necesarios para llegar a ello. ¿Por qué tuvo éxito Breton Woods y ha durado décadas? Por dos cosas. En primer lugar, porque por aquel entonces había un consenso sobre un aspecto básico: que los tipos de cambios volátiles eran algo malo. Había acuerdo. Pero además había un liderazgo efectivo, una concentración de poder en manos de EEUU y Reino Unido. Compara la situación de antes con la de ahora. En primer lugar, no hay consenso sobre ningún principio básico. Lo que piensa EEUU y la UE es totalmente distinto a lo que piensa China. Por otra parte, el poder es cada vez más difuso. Son 20 países. No hay liderazgo como en 1944. Para que haya una mejora de la gobernanza internacional necesitamos un nuevo consenso y un liderazgo efectivo. No creo que tengamos nada de esto.

P. Hay quien piensa que la caída del comunismo precipitó también la caída en desgracia de ciertas ideas de raigambre socialista que, hoy en día, solucionarían parte de nuestros problemas.

R. Todo depende de lo que entendamos por socialismo. Si socialismo significa sustituir el control del mercado por el del estado, entonces no creo que sea una mejora. Tenemos suficiente experiencia con el capitalismo de estado para saber que no es efectivo. Pero lo que necesitamos es una combinación de dos cosas. En primer lugar, unas regulaciones suficientes, a nivel micro y macro, para que los riesgos y la inestabilidad no sean excesivos. Una regulación para que estemos seguros de que los monopolios no concentren demasiado poder y para que las instituciones financieras no tomen demasiados riesgos. El otro aspecto es una correcta redistribución de la renta, para que aquellos que tienen desventajas en el sistema de mercado tengan una red de seguridad, un sistema en el que la gente esté protegida de la bancarrota y el desempleo, para que la gente con dificultades sobreviva. Esto es lo que necesitamos. Es socialdemocracia más que socialismo. Tenemos que entender que una economía exitosa no es una economía que esté basada únicamente en el mercado, y tampoco en una planificación central, sino una combinación comprometida entre la gestión gubernamental y la iniciativa privada.

P. En su país estas ideas son tremendamente impopulares.

R. Sí. Desafortunadamente, la ideología dominante en EEUU es la que asegura que el gobierno es el enemigo. Pero la gente no entiende hasta qué punto se beneficia de la intervención gubernamental. A la vez que critican al gobierno disfrutan de subsidios, utilizan las infraestructuras que ha creado el gobierno, el Medicare… La realidad es que la gente no está educada sobre lo positivo que un gobierno puede ser.

Es un problema histórico. En EEUU la ideología dominante ha sido siempre el capitalismo de libre mercado, y se ha creado un cierto mito sobre los beneficios de un gobierno mínimo. Pero la realidad es que el gobierno ha estado ahí siempre. Un buen ejemplo, hoy en día, es la reforma del sistema médico, el conocido como Obamacare. Es muy interesante las encuestas que se han realizado, en las que se pregunta a la gente sobre distintos aspectos del Obamacare. Ves lo que han contestado en todas las preguntas, y están de acuerdo con la reforma, pero al final les preguntan si están a favor de Obamacare y dicen “no”. El partido republicano ha convencido a las personas de que Obamacare significa un mayor control gubernamental, y la mayoría de personas en EEUU, desafortunadamente, no están los suficientemente bien informadas como para darse cuenta de que se beneficiarían de Obamacare. En mi país hay mucha gente, la mayoría, que cree que un estado fuerte es por definición un mal estado. Ya lo decía Reagan: “el gobierno no es la solución, es el problema”.

lunes, 22 de junio de 2020

Breve historia de la esclavitud en España

Julio Tovar, "Breve historia de la esclavitud en España", en Público, 21-VI-2020


“¡Ay!, cuando amaso yo,
sabrosito sale el pan.
¡Ay!, panadero soy
y esclavo del catalán!”

Canto popular cubano recogido en ABELLÓ I GÜELL, T., La resposta catalana a la crisi i la pèrdua colonial de 1898, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1998, pp. 171

Los viejos maniseros solían cantar una copla y que todavía se recuerda en las calles viejas de la Habana: 

“¡Desde el fondo de un barranco.
Grita un negro con afán:
¡Dios mío, quién fuera blanco,
Aunque fuera catalán”.

Los versos, memoria de los años de esclavitud en Cuba y que ya se difundían en 1870 en la metrópoli, han sido interpretados de múltiples maneras: recordaban tanto el pasado esclavista de gran parte de la burguesía catalana como también, y esta era la interpretación del escritor Alejo Carpentier, cierta conmiseración de los afrocubanos por la laboriosidad de los catalanes allí.

Cuba fue, así, ya desde su primera colonización el “gran pecado esclavista” de España como potencia imperial. En ese sentido, Bartolomé de Las Casas pudo instigar las Leyes Nuevas… en 1542, que protegían a los indios y que resultan uno de los grandes hallazgos humanísticos de la tradición hispana, pero este Estado Imperial no tuvo la misma consideración con los afrocubanos que comenzaban a llenar por centenas las plantaciones del caribe conquistado. 

La esclavitud en España, antes del dominio americano, se remonta a los primeros tratantes portugueses de esclavos en ciudades comerciales como Sevilla. Portugal fue la avanzadilla, la “pionera en la esclavitud atlántica” según historiadores, que tomaría España como ejemplo. A pesar de todo, los números de esclavos en Cuba, el principal nodo de importación de mano de obra esclava, no superarían los 1.000 en 1544. El volumen en comparación con Portugal, que en aquel tiempo superaba los 50.000 esclavos, era mínimo y la gran explotación económica se centraría en el continente americano y los metales preciosos. 

Todo cambia en el siglo XVIII: el monopolio de los borbones se trastoca con la conquista de la Habana en 1762 por el Reino Unido. La dominación, que duró solo un año, “abrió la isla al comercio de esclavos africanos” y aumentó cada mes en al menos 4.000 esclavos la mano de obra no emancipada. Aunque los ingenios azucareros, clave en la revitalización económica de la colonia, se databan de antes, pronto empezarán a crecer en número y con ello la importación de mano de obra africana. Entre el año 1763 y 1792, 70.000 africanos llegaron como mano de obra de una burguesía floreciente, que vivía del azúcar, y comenzaba a tener influencia peninsular. Su felicidad debida a la trata pronto comenzaría a nublarse: con la emancipación de los esclavos franceses en Haití en 1794, la libertad comenzaría a ser un ideal de futuro para los miles de negros cubanos. 

Haití, la dictadura negra y las revueltas cubanas

En julio de 1792 la Asamblea Nacional Francesa recibe una carta de los jefes de la revuelta en su posesión de la isla La Española. Es una carta de emancipación, valiente, donde los nuevos dominadores de su colonia caribeña afirman:

“Todos somos negros, es verdad, pero decidnos, caballeros, vosotros que sois tan juiciosos, ¿cuál es la ley que dice el hombre negro debe pertenecer como propiedad al blanco?”

Dividida en dos zonas, una española y francesa, será en la última donde se establezca un sistema de plantaciones de éxito. Ésta será emancipada en plena revolución francesa el 4 de abril de 1792. La ejecución del Rey en la metrópoli, un año después, desembocó en el conflicto total allí agravado por la abolición de la esclavitud ya en 1794. Las potencias enemigas, España e Inglaterra, intentaron arrebatar la colonia aprovechando este caos.

Toussaint L’Ouverture será el dique a estas ambiciones: haitiano emancipado que traicionó a su antiguo aliado, la corona española, pasó a ser la fuerza determinante en la isla. Su victoria sobre los ingleses, en 1798, no pacificó el territorio, sino que inició una oleada de escabechinas entre negros, blancos y mulatos. Aunque L’Ouverture pudo controlar débilmente la isla ya para 1800, fusilando incluso a los suyos, la Francia de Napoleón no reconoció la independencia e invadió con éxito el territorio. El corso reinstauró la esclavitud, encarceló a L’Ouverture, pero no pudo dominar la situación. Poco después, en 1804, Jean-Jacques Dessalines, un subalterno de L’Ouverture, pudo establecer un estado independiente a costa de la masacre de casi todos los colonos blancos que quedaban en la isla (se da el número de 5.000 asesinatos). 

Estos muertos y la desastrosa evolución política posterior de Haití, donde su tejido productivo se desbarató, fueron claves para reforzar la institución de la esclavitud en la cercana isla de Cuba. La historiadora cubana Ada Ferrer recuerda cómo la colonia española creó una leyenda luctuosa a través de los testimonios orales de los supervivientes de “lo que sucedió en Haití”. En contrapartida, la caída económica de la antigua colonia francesa potenció la economía cubana, convirtiéndose en una pieza codiciada por el resto de potencias por su creciente producción azucarera. Así, la primera línea de ferrocarril en España uniría La Habana y Bejucal tan pronto como en 1837; la metrópoli tardaría más de diez años en tener vías férreas entre Barcelona y Mataró.

Las revueltas en Cuba comenzaron tan pronto como en 1795, dirigidas por esclavos liberados, aunque la más importante sería criolla y dirigida por Joaquín Infante en 1809. La metrópoli pudo controlar todas las conspiraciones, una de las pocas colonias que no se escapó al poder imperial español, aunque sufrió revueltas de esclavos dirigidas casi siempre por mulatos en la zona oriental. La represión por los gobiernos liberales fue brutal y en 1844 alcanzó su auge con el fusilamiento de 78 insurrectos luego de una “supuesta”conspiración para masacrar a los blancos e instigar mil fechorías. Los negros, a decir de la investigadora Martha Silvia Escalona Sánchez, comenzarían a ser “la representación del mal” para la conservadora burguesía habanera. Muy pronto la caída de la reina Isabel II, en septiembre de 1868, cambiaría todo.

La democracia llega a España…pero no a Cuba

Todo el hemiciclo está expectante, todos esperan el gran discurso, el que busca redimir a los negros y fijar la posición de los republicanos en el debate sobre la esclavitud. Don Emilio Castelar y Ripoll, así, sube a la tribuna, toma sus acostumbrados vasos de agua con azúcar y declama un discurso memorable: 

“¿Creéis que hay en el mundo algo más horrible, algo más espantoso, más abominable que el negrero? El monstruo marino que pasa bajo la quilla de su barco, el tiburón que le sigue husmeando la carne, tiene más conciencia que aquel hombre. Llega a la costa, coge su alijo, lo encierra, aglomerándolo, embutiéndolo en el vientre de aquel horroroso barco, ataúd flotante de gentes vivas. Cuando un crucero le persigue, aligera su carga, arrojando la mitad al océano. Bajo los chasquidos del látigo se unen los ayes de las almas con las inmundicias de los cuerpos. El negrero les muerde las carnes con la fusta, y el recuerdo de la patria ausente, la nostalgia, les muerde con el dolor de los corazones”.

Su proclama acaba, así, con una invocación a toda la cámara, apelando a sus profundos sentimientos cristianos:

“¡Hijos de este siglo, este siglo os reclama que lo hagáis más grande que el siglo XV, el primero de la Historia moderna con sus descubrimientos, y más grande que el siglo XVIII, el último de la Historia moderna, con sus revoluciones! ¡Levantaos, legisladores españoles, y haced del siglo XIX, vosotros que podéis poner su cúspide, el siglo de la redención definitiva y total de todos los esclavos!”

Es el 20 de junio de 1870 y la esclavitud solo sobrevive ya en las colonias hispanas, protegida por asociaciones como los centros hispano-ultramarinos. Estos centros, que albergan a los políticos reaccionarios y conservadores, consideran la trata institución imposible de abolir por el “temor” a la pérdida de la colonia y acusan a los republicanos federales, partidarios de la abolición total, de “mantener relaciones con los rebeldes”, según el análisis de la trabajadora del CSIC Inés Roldán de Montaud.

España es, desde 1869, una monarquía democrática por sufragio universal masculino, con una fuerte oposición republicana y varias colonias con regímenes relativos de servidumbre. Es en Cuba, como hemos visto, donde la esclavitud es un problema social, y para ello se han hecho decenas de reglamentos buscando controlar a cualquier población emancipada. Castelar da la cifra de 300.00 esclavos en Cuba y 700.000 libres, dando una cifra inferior a los 100.000 no emancipados para Puerto Rico. Segismundo Moret, Ministro de Ultramar, en su respuesta al gran orador fue paternalista y, para los ojos actuales, inmoral ya que habló del“saludo amistoso” entre el viejo esclavo y el dueño de la plantación

El gobierno progresista, con todo, aprobó una ley de “libertad de vientres” en junio de 1870 que liberaba a los hijos de los esclavos, aun dejando este tema sin resolver del todo en plena monarquía democrática. El historiador social José Antonio Piqueras especula si esa “libertad de vientres” y algunos manejos del general Prim en Cuba, en plena guerra de los diez años, pudieron instigar su asesinato en diciembre de 1870. Los debates, a pesar de todo, seguirían en los últimos años de la efímera monarquía democrática de Amadeo I de Saboya y al comienzo de la Primera República. Esta última pudo abolir el 22 de marzo de 1873 la esclavitud en Puerto Rico, aunque no consiguió hacerlo en el caso de Cuba. Una victoria para las sociedades abolicionistas, sin duda, pero quizá incompleta. La abolición total tardaría todavía más de diez años en llegar y la República no viviría para verla.

La Restauración y el fin de las cadenas

El 3 de enero de 1874 llegó el “termidor” de la república española: el golpe del artillero Manuel Pavía ante el cese de Emilio Castelar en la presidencia. Esto comenzaría esa extraña república pretoriana, dirigida por Serrano, y que finalizaría con la vuelta sin apenas resistencia de Alfonso XII y los borbones gracias al pronunciamiento del general Martínez Campos a finales de ese año. Volvía, en la tradición pendular de España, el régimen conservador, aunque con ciertos matices e inspirado por ese diputado alfonsino que defendió siempre los intereses de los tratantes en Cuba: Antonio Cánovas del Castillo.

Cánovas conocía el problema cubano, fue ministro de ultramar en 1866, y había intentado suprimir la trata y “controlar” la esclavitud. Ahora bien, nunca se hizo ilusiones por la emancipación rápida y defendía un gradualismo en su extinción. De nuevo, el temor a un “nuevo Haití” paralizaba a las elites en la isla, que financiaban muchas de ellas el todavía débil sistema de la Restauración (el militar Manuel Villacampa realizó un pronunciamiento republicano en 1886). Mientras tanto, ya desde 1868, las autoridades hispanas fomentaron la inmigración de españoles a la colonia ante el temor de una revuelta por una mayoría demográfica negra.

La paz de Zanjón, que acababa la guerra permanente en Cuba en 1878, consiguió un compromiso por parte de Martínez Campos de abolir la esclavitud, pero el debate tardó unos años más y solo pudo concretarse en febrero de 1880. Rebecca Scott da el número de 25.000 esclavos liberados en Cuba, un número menor y aceptable para la metrópoli. El régimen canovista, eso sí, hizo subsistir un “patronato” por el cual la población negra permaneció atada a sus antiguos propietarios como “pago” de una compensación, según la interpretación del investigador Luis Miguel García Mora. Lo cierto es que, desde 1886, con el fin del patronato, se ponía fin a cualquier relación esclavista sin salario, siguiendo los criterios del filósofo Antonio Escohotadoen su perspicaz análisis de la esclavitud.

Es probable que esta emancipación llegara demasiado tarde: el malestar de los negros liberados, el cuantioso capital estadounidense a favor de la independencia y la torpe política de la Restauración llevaron a una nueva guerra en Cuba, la definitiva, a finales del siglo XIX. El periodista francés Charles Benoist recogió la declaración del Cánovas anciano, ya desesperado por un conflicto que no podía resolver, en las que afirma que “los negros de África, de importación” solo entendían la fuerza. No viviría para ver lo más temido para él: la conquista y tutelaje de Cuba por parte de EE.UU. en 1898. 

En estos últimos años la burguesía catalana va a obtener sustanciosos capitales de la trata de esclavos y este patronato. El historiador económico barcelonés Jordi Maluquer de Motes recuerda cómo uno de los círculos hispano-ultramarinos más importantes era el de Barcelona:  son los viejos apellidos Goytisolo, Sampa, Xifré o Vidal-Quadras que dominaron la trata y crearon esa imagen no especialmente feliz del catalán entre los afrocubanos. En 2018, como expiación de estas culpas, la alcaldesa Ada Colau retiró la estatua al barcelonés Marqués de Comillas, Antonio López y López, que había sido tratante de esclavos en sus plantaciones. Este hombre, que había sido casi todo en la España de la Restauración, pasaba a ser una persona non-grata: los tiempos habían cambiado.

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BIBLIOGRAFÍA

CASTELAR, E., La abolición de la esclavitud, Barcelona, Linkgua, 2013

ELORZA, A., HERNÁNDEZ SANDOICA, ELENA., La guerra de Cuba (1895 - 1898), Madrid, Alianza, 1998

FERRER, A., Freedom's Mirror: Cuba and Haiti in the Age of Revolution, Cambridge, Cambridge University Press, 2014

GOTT, R., Cuba: A New History, Londres, Yale University Press, 2004

ISRAEL, J., The Enlightenment that Failed: Ideas, Revolution, and Democratic Defeat, 1748-1830, Londres, University Press, 2019

JAMES, C.L.R., The Black Jacobins: Toussaint L'ouverture and the San Domingo Revolution, Londres, Penguin Books, 2001

ROLDÁN DE MONTAUD, I., La Restauración en Cuba: el fracaso de un proceso reformista, Madrid, CSIC, 2000

SMARTT BELL, M., Toussaint Louverture, Nueva York, Vintage Books, 2008

VV.AA., Esclavitud y derechos humanos: la lucha por la libertad del negro en el siglo XIX, Madrid, CSIC, 1990

VV.AA., La administración de Cuba en los siglos XVIII y XIX, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2017

VV.AA., Slavery in the Development of the Americas, Cambridge, Cambridge University Press, 2004

VV.AA., The Cuban Slave Market, 1790-1880, Cambridge, Cambridge University Press, 1995

domingo, 14 de junio de 2020

Pensamientos ajenos sobre pobreza y corrupción

"Va a dejar de haber pobreza cuando dejen de robar, va a haber instituciones cuando dejen de mentir.“ —  Elisa Carrió política argentina 1956

"No hay otra alianza con Dios que No mentir, No robar y No votar contra los pobres.“,  Elisa Carrió política argentina 1956

"Si a vos los de arriba te enseñan a robar, vos vas a robar; si te enseñan a mentir, vas a mentir. ¿Qué hacer con un poder que miente y roba todos los días? ¿Qué puede hacer una maestra y cómo les explica a los chicos que no deben mentir porque sino sus vidas van a ser difíciles, si el chico ve la vida exitosa de los que roban y mienten? Tenemos que tomar esa decisión“ —  Elisa Carrió, 1956

"Era un poco como robar. Era exactamente como robar. Era de hecho, robar. Pero no había ninguna ley que lo prohibiera porque nadie sabía que el crimen existía, ¿y acaso se podía llamar robo cuando nadie echaba de menos lo robado? ¿Y acaso era robar si se robaba a unos ladrones? En cualquier caso, toda propiedad es un robo, salvo la mía" —  Terry Pratchett, 1948

Impresiones sobre Ciudad Real (1873) en plena I.ª República del economista Modesto Fernández y González

El economista, escritor y periodista gallego Modesto Fernández y González (1838-1897), menos conocido que sus hermanos el filólogo Francisco Fernández y González (1833-1917)  y el novelista Manuel Fernández y González (1821-1888),​ si es verdad que eran sus hermanos, era primo del abuelo del escritor Camilo José Cela y redactó un grueso y ameno libro de viajes donde habla, y no poco, de La Mancha ciudarrealeña en 1873: Portugal contemporáneo: de Madrid a Oporto pasando por Lisboa: diario de un caminante (Madrid: Imprenta y fundición de Tello, 1874). Este libro es importante porque el ojo economista del autor, bien educado para inspeccionar las virtudes y carencias del terreno, ofrece una buena descripción y análisis de la Ciudad Real del último tercio del siglo XIX; también suministra no pocos detalles sobre los monumentos históricos y artísticos. ​ 

En sus obras usó además los seudónimos de "Camilo de Cela", que inspiró a su emparentado premio Nobel, "Fernán González" y "Julio de Osera". Fue delegado de Hacienda de Madrid, académico de la Matritense de Jurisprudencia y Legislación, vicepresidente de la Asociación de Escritores y Artistas, presidente del Fomento de las Artes y caballero de la Legión de Honor; se hizo famoso este prerregeracionista con la frase "menos doctores y más industriales". En el texto que cuidadosamente he editado más abajo, (y lo habría editado mejor si dispusiera de más tiempo) es de notar su análisis de la industria del encaje en Almagro, de la minería de Almagro y de lo que supuso la Revolución de mejora para Ciudad Real, entre otros curiosos detalles (por ejemplo, la velada alusión al carácter carlista de la región). 

Alcázar de San Juan, 3 de Abril de 1873. 

Al salir de Aranjuez volví á la estación. Allí he visto en algunos coches un aviso que decia en gruesos caracteres Lisboa

— ¿Qué significa esto? pregunté. 

— Muy sencillo, me respondieron. Los viajeros de primera clase que se trasladan de Madrid á Lisboa tienen el derecho de conservar el mismo wagón hasta la capital del reino lusitano. Este derecho es una gran comodidad, pues se evitan cuatro trasbordos en otras tantas estaciones; Alcázar de San Juan, Ciudad-Real, Badajoz y Entronçamento. 

— ¿Y los viajeros de segunda y tercera clase? 

— Esos tienen que someterse á las variaciones de las empresas, pues cada trasbordo supone un nuevo dueño ó  administrador de la línea férrea. Los coches de una empresa no recorren el trayecto de otra, si se exceptúan los de primera clase, que gozan del privilegio exclusivo de los hombres de fortuna. 

Después de agradecer estas explicaciones, tanto más necesarias cuanto menos se haya viajado, y de ocupar el asiento impuesto por ni bolsillo y reconocido por mi voluntad, el tren correo, único que enlaza con todas las líneas, se puso en marcha hacia Alcázar de San Juan. 

Las horas trascurrían como minutos; la noche era apacible y serena; á un lado y otro del camino empezaban á divisarse las llanuras de la Mancha. 

¡Alcázar! anuncian los pregoneros de la estación, y el nombre del pueblo se repite en todos los coches. 

Los viajeros se confunden con otros viajeros. Andalucía, Extremadura, Valencia y Portugal, facilitan á la estación de Alcázar diariamente y por breves momentos una masa flotante de gentes, que circulan de aqui para allá, de la fonda al café, y del café al templo de Baco. 

Es un cuadro animadísimo el que presenta la antesala del hotel, que por cierto tiene por techumbre el firmamento; allí aparecen, en exposición continua y relevándose de hora en hora, tipos, caracteres y costumbres españolas de una pureza extraordinaria. El escritor y el artista encuentran en aquellos cuadros mucho que estudiar y no poco que aprender. 

Los viajeros pedian con solícito afán una jícara de chocolate ó una taza de café; algunos, aunque pocos, preferían el té ó chá portugués, y un servidor de Vds. estaba al aire libre, preocupado con una idea. 

Recordaba el que estas lineas escribe que la villa de Alcázar de San Juan, una de las más importantes de Ciudad-Real, y en la que fundó Carlos III el mayorazgo infantazgo para su hijo segundo, pretendió en algunas ocasiones la gloria, que gloria seria para todos los pueblos, de haber dado cuna y pila bautismal á un español  insigne, a quien las naciones reconocen por Miguel de Cervantes Saavedra. Pero Alcalá de Henares, ciudad predilecta del Cardenal Jiménez de Cisneros, puede enorgullecerse con el hecho, en general aceptado, de que en su recinto ha visto la luz primera el ingenio peregrino que, andando los siglos, todavía admira el mundo. 


IV 


Almagro, 4 de Abril de 1873. 

Larga extension de terreno hemos atravesado.  Ni un  momento he podido olvidar las hazañas de Sancho y los batanes que tan crueles sustos le prodigaron. Daimiel y Almagro, Miguelturra, son páginas constantemente abiertas del Quijote y al detenerse en sus relaciones, la memoria y la inteligencia se fijan en aquella obra maestra de la literatura española. 

Almagro reúne, no ya el recuerdo del Caballero de la triste figura, sino una industria importantísima, la de encajes y blondas, que compiten con iguales artículos de procedencia extranjera. 

Desde 1396 en que se inició esta industria y hasta los primeros años del reinado de Doña Isabel la fabricación fué en aumento á causa de ser considerable el consumo, así en Europa como ea América. Los operarios eran muchos, las ganancias no eran menores. Las madres acostumbraban á sus hijas, sin distinción de clases, á la confección de esta delicada labor. 

Hay una época, la de 1836 á 1845, en que la fabricacion llegó á su mayor apogeo. Una sola casa tenia á su servició 14.000 operarios, distribuidos entre el Moral de Calatrava, Miguelturra, Bolaños, Granátula, Daimiel, Carrion, Ciudad-Real y otras poblaciones. Ya en 1850, la industria declinaba. Dos casas destinadas á la venta de encajes, compraban los productos á las operarias, á cambio de dinero unas veces y de géneros catalanes otras. Estas trasformaciones y la competencia extranjera hicieron que 
en el dia solo puedan contarse 6.000 personas, que vivan del trabajo de la fabricacion. 

Aquellos riquísimos encajes y aquellas finísimas blondas que antes eran codiciadas en el comercio, no se producen hoy en tan considerable cantidad, ya por falta de pedidos, ya por exceso de precio, ya por exigencia de la moda. Ahora las encajeras ofrecen puntillas de hilo, bien hechas, excelentemente fabricadas, que las toman y las revenden los mercaderes ambulantes. 

Esta industria, en sus mejores tiempos, ofrecía pingües y saneados rendimientos. Cuando el jornal de los obreros del campo alcanzaba solo cuatro reales, sus mujeres é hijas obtenían sin fatiga y sin esfuerzo diez ó doce, según la agilidad de cada una, habiéndose dado el caso, y no único, de que muchas niñas recibiesen de salario tantos reales al dia como años tenían de edad. 

Así se comprende, que en el mayor apogeo de la industria de encajes, las mujeres fuesen tan requeridas de amores para el santo lazo del matrimonio. El haber del jornalero en el extenso término de Almagro era corto; el producto de la fabricación de las encajeras era sabido. 

De aquí que todos solicitasen á estas femeninas industrialas y virtuosas por el trabajo, honradas por la educación; pues al mismo tiempo que recibían por compañera una esposa, digna de la familia y de sus hijos, ingresaba en casa una renta segura para las necesidades del matrimonio.

El trabajo ha sido en todos tiempos fuente de virtud. 

Almagro es la capital del campo de Calatrava, donde reside el gobernador eclesiástico de la orden. Y al llegar aquí, puesto que cito á las órdenes militares, séame permitido evocar los recuerdos de la historia y las lecciones de la infancia. 

Las órdenes militares han perdido su importancia pasada; hasta el gobierno de la nación las ha declarado disueltas. Nadie intentará renovar sus hazañas, sus heroicas empresas, sus inmensos servicios al grito de Dios ley y patria; pero pecaría de ingrato y antipatriota quien negase á aquellas asociaciones espíritu aventurero, amor nacional é hidalguía castellana. 

Nuestras tradiciones populares son las mismas tradiciones; nuestros recuerdos históricos son sus propios recuerdos; nuestras glorias españolas son sus propias glorias. ¡Ahí los guerreros de la orden de Santiago en todas partes estaban y en todas prodigaban su sangre y sus tesoros! La cruz del Redentor del mundo era la enseña que les animaba al combate, á la lucha y á la muerte. Los guerreros de Calatrava contaban el número de mártires por el de sus valientes, y sus castillos fueron testigos mudos
de proezas innumerables: los asociados de Alcántara, Montesa y San Juan, inspirados por la fé, yalerosos por la guerra, admiradores de su engrandecimiento, reconocidos á la fortuna de sus laureles, servian lealmente á la religión y á la patria. 

Llegó un momento en que tales asociaciones fueron un poder dentro de otro poder, un estado dentro de otro estado, una nación dentro de otra nación. Tenían estas órdenes autoridad civil, autoridad religiosa y autoridad militar. ¿Qué eran, si no, los grandes Maestres de las mismas? ¿Eran por ventura otra cosa que pequeños reyes, dueños de la autoridad soberana, el primero entre los primeros atributos del poder supremo? ¿No gozaban y dispensaban la jurisdicción civil y la jurisdicción criminal? ¿No resolvían las cuestiones judiciales y sentenciaban los procesos de sus asociados? 

Pero este poder casi soberano que ejercían, delegado de la Corona, como que á esta se hallaban las maestranzas incorporadas, fué necesario, absolutamente necesario en aquellos tiempos turbulentos de guerras y de conquistas, de espíritu religioso y de entusiasmo patriótico. 

Los servicios que prestaron, los mártires que inmortalizaron su nombre, el afán de guerrear que llevaban á todas partes, la pasión religiosa que presidia á todos sus actos, bien merece que se recuerde al pisar esta tierra ennoblecida con la sangre de tantos hijos y con el resuelto esfuerzo de tantos valientes. 

Abandonemos la villa de Almagro, dejando al lado de la estación un convenio magnifico, casi en ruinas, como sucede con la mayor parte de las obras artísticas de España. 

Ciudad-Real, 5 de Abril de 1873. 

En la estación de Alcázar despedimos á los viajeros de Alicante y Valencia; en la de Manzanares a los de Andalucía, y previa la detención en los puntos intermedios, el tren siguió á todo correr de la máquina, porque no hay pendientes, desniveles ni curvas en un terreno de suyo llano y espacioso, hasta llegar á Ciudad-Real. 

Era el amanecer. 

Se oia el canto de los pajarillos y se observaba á la simple vista el numero de árboles en donde estaban escondidos. La Mancha es un país rico, produce lo necesario á la vida, y hasta exporta lo sobrante con notables rendimientos. Sus hijos, que son hijos de España, reúnen todas las cualidades de los buenos ciudadanos; afables en el trato, trabajadores en el campo y en el taller, hacendosos en sus viviendas, bravos en el ejército y honrados con la fé de sus mayores. Pero se advierte en ellos cierta rivalidad con la vegetación, pues existen muy contados árboles, y los que se plantan, desaparecen en los primeros meses. Las preocupaciones pueden mucho; la conveniencia puede más todavía. La conveniencia exi- 
ge que el arbolado aumente, para que las lluvias sean periódicas y eviten la propagación de epidemias y enfermedades. Todos los pueblos siguen este sistema, y aunque la Mancha no tenga aguas abundantes para el riego, fácil es sostener y propagar con solo el cuidado y la perseverancia, la plantación de especies arbóreas, tan necesarias á la salud. 

Llegamos ya á Ciudad-Real. 

Comparado el pueblo de ahora con el de antes se observa una trasformacion beneficiosa. E1 camino de hierro avivó el deseo de reformas. 

Al penetrar en Ciudad-Real, se ofrece á la vista un espectáculo agradable. Las murallas, las almenas, las casas, simétricamente colocadas y de trecho en trecho recogidas al abrigo de los templos católicos, llaman la atención del espectador y del viajero. Sobre todo, las antiguas defensas de la plaza, que eran las murallas, en gran parte destruidas hoy, y las torres, en su mayoría echadas por el suelo, reconcentran el entendimiento en el esplendor de antes y en el abatimiento de ahora. 

Para ingresar en la ciudad, tenemos á nuestra disposición siete puertas, que se conocen con otros tantos 
nombres propios. Ciruela, Alarcos, Carmen, Granada, Santa María, Mata y Toledo, pues la de Calatrava pertenece ya á la historia. Algunas de estas entradas conservan todavía, á pesar de tantos vandalismos artísticos y de tantas profanaciones históricas, la fisonomía de tiempos pasados, y recuerdan el nombre inmortal de Carlos I; la de Toledo, notable para el.anticuario por sus esbeltos arcos, por su delicada fábrica, por las torres que le sirven de vigilantes, por su grande ojiva y sobre todo por el gusto arquitectónico que revela, permanece en pié para examen de los inteligentes; y la de Ciruela, que se halla inmediata á la estación del ferro-carril y acaba de ser restaurada á conciencia por la generación 
contemporánea, tiene el privilegio de reflejar en ella todas las miradas. 

Fijémonos en esta última puerta. Existia al Sur de la ciudad un arco de medio punto, carcomido por el tiempo é inaccesible al paso de las gentes, que la linea férrea hizo necesario su habilitación para llegar directamente,  y sin inútiles rodeos, al centro de la misma. 

Es preciso confesar que la restauración fué hecha con inteligencia y sin mengua del arte. Un arquitecto peritísimo, D. Cirilo Vara, propuso que se colocasen dos torreones, unidos por un lienzo de pared, y en el que se ostentasen gallardas almenas. En el centro debia figurar un arco de gusto gótico. En efecto, la obra se llevó á feliz término por iniciativa del entonces gobernador civil Sr. Cisneros, y el viajero puede contemplar una fortificación guerrera de agradable aspecto y de general conveniencia. 

Ahora que la reforma está hecha, ahora que las gentes transitan sin dificultad; ahora que los vehículos entran y salen según el antojo de sus conductores, parece el trabajo sencillo y la obra producto de escasos esfuerzos. Ha costado, por el contrario, no pocas vigilias y grandes sacrificios. 

El proyecto llegó á su término, y la Puerta de Ciruela, que ofrece un ancho de 10 metros por 11 de altura, que su ornamentación corresponde al género arquitectónico, que hasta el más insignificante detalle, fué previsto y realizado, es el adorno más completo que podía ofrecer la ciudad favorita de Alfonso el Sabio á los viajeros, ya por la proximidad al desembarque del ferro-carril, ya 
por el sitio en que está colocada. 

Ciudad-Real es un conjunto desordenado de obras antiguas y de obras modernas, de recuerdos históricos y de trabajos presentes. 

Como obra de otras generaciones , sobresale el. templo de Nuestra Señora del Prado. Admira ver aquella sola nave, tan alta, tan esbelta, tan espaciosa, que rivaliza en magnificencia con los demás templos de España. Es posible que no haya otro que le exceda; pues cuenta 50 metros de longitud y 47 de latitud. Las dos bóvedas interiores, que recuerdan los primeros años del siglo xvi, el retablo, las esculturas de los apóstoles, la torre elevadísima, todo está primorosamente hecho y con arte dirigido. Domina en la construcción el gusto gótico. 

Allí se encuentran dentro del templo los estandartes que sirven para las proclamaciones de los Reyes, del  mismo modo que en la Basílica de Atocha, custodiada por los inválidos del ejército, ondean para perpetuo recuerdo y para eterna enseñanza los trofeos y las banderas ganadas por los españoles en los campos de batalla ó en los combates navales. 

Otras dos parroquias á más de la de Santa María del Prado, existen en Ciudad-Real. Tiene la de San Pedro Apóstol y la de Santiago; esta última, la más antigua de todas, pero también la más maltratada por impericia de los restauradores y revocadores. Aquella techumbre, que priva al templo de su primitivo carácter, no está en armonía con el resto del templo, con las tres naves, con las anchas ojivas y con el retablo que adorna la Casa de Dios. 

La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, es antigua: ofrece á la vista tres naves espaciosas, un coro, obra del siglo xvi; un altar dedicado á la virgen de la Guía, modelo de estilo churrigueresco; grandes columnas; hermosísimas gradas para llegar al presbiterio, y un retablo de escayola, tanto más notable, cuanto que fué hecho por un hijo de la ciudad, por el Sr. López Donaire, nada menos que en 1863, es decir, hace pocos años. 

Tres puertas dan ingreso al templo , las tres de construcción antigua y distintas en el orden arquitectónico. Las murallas y las puertas revelan el espíritu guerrero de pasadas edades; los conventos y las iglesias, la piedad de nuestros mayores. 

Ya hemos dicho el estado de las primeras, ya hemos indicado los templos; solo falta recordar los conventos, el de Carmelitas y el de Dominicas , que cuentan por centenares los años de existencia. Y de esta suerte completamos todo lo antiguo, todo lo que legaron nuestros ascendientes en fuerza de sacrificios por la religión y por la patria. 

En contraposición á las obras antiguas , ofrece el sistema constitucional las obras modernas. Aquellas se destinaban á la oración, á la caridad y al recogimiento; estas se aplican á las artes , á la enseñanza , á la ciencia, á la industria y al dolor. Templos , hospitales y monasterios constituían las primeras ; fábricas, talleres, escuelas, institutos, hospicios , casas de socorro , constituyen las segundas. 

Entre las construcciones recientes figura la Gasa Consistorial, terminada en 1869. E1 edificio es suntuoso por fuera y admirablemente distribuido por dentro. Una esbelta y graciosa escalera, adornada con estatuas, convida el ingreso al palacio popular. 

El salón de sesiones puede enorgullecer á una capital de tercer orden , y aun de segundo y de primero: 13 metros de largo por 6 de ancho, á más de las pilastras, capiteles , balaustrada y trabajo artístico, base de la ornamentación: hé aquí lo que ofrece la sala destinada á las conferencias de los concejales de Ciudad-Real. 

La parte exterior, reúne á la sencillez la elegancia. El frente á la plaza es un trabajo digno de examen minucioso, descollando las armas de la ciudad, las de Castilla, la lápida de la Constitución, las estatuas representativas de la Justicia y la Prudencia, la Industria y la Agricultura, las ventanas centrales y la torre, y sobresaliendo entre la parte constructora de la obra , la tan conocida y apreciada piedra de Novelda. 

La Plaza Mayor, ó sea de la Constitución, es de forma irregular. Viene ya de tiempo de Fernando VI, de aquel diligente monarca que fomentó la marina, construyó el Jardín Botánico de Madrid, estableció el Observatorio astronómico, protegió á los hombres de saber, auxilió á la industria y al comercio, creó la Academia de Bellas Artes, y firmó un tratado de paz , el de Aquisgrán, en 1748. La plaza es un trapecio de 4.000 metros cuadrados, y fué objeto de reparaciones importantísimas en 1860, sin detrimento del arte y en honor de la belleza. 

El género que domina en las construcciones particulares, es el greco-romano, destacándose el piso principal por sus adornos, por sus ventanas, por sus pilastras y por sus capiteles. 

En el centro de la plaza se levanta una fuente erigida á la memoria de Hernán Pérez del Pulgar el de las Hazañas y hijo de Ciudad-Real, que debe servir de base á la estatua de tan insigne guerrero. Allí, en el propio pedestal y mirando al Ayuntamiento, aparece en letras de oro y en elegante lápida de mármol, la siguiente inscripción: 

HERNÁN PÉREZ DEL PULGAR 
EL DE LAS HAZAÑAS 
NACIÓ EN CIUDAD -REAL EN 1454 
Y MURIÓ EN GRANADA EN 1534. 
LA CIUDAD NATAL CONSAGRA 
ESTA MEMORIA AL SEÑOR DE LOS 
MOLINOS DE TREMECÉN, 
AL HÉROE DE ALHAMA, DEL SALAR, 
DE GUADIX, DE SALOBREÑA, 
DE GRANADA Y DE MONDÉJAR. 

Los pueblos que recuerdan las virtudes, la inteligencia ó el valor de sus hijos predilectos, merecen el aplauso de la historia y los plácemes de las generaciones contemporáneas. Honrar la memoria de los grandes hombres es honrarse á si mismo la patria, es honrarse á si mismo el pueblo que les vio nacer. 

Ciudad-Real se enorgullece con Alfonso de Soto, jurisconsulto [no, es de Ciudad Rodrigo]; Juan de Molina, historiador; Alonso de Céspedes, guerrero; Fernán Gómez, médico y literato, hijos todos de esta población. 

Continuando las obras y restauraciones modernas, ya públicas, ya particulares, debemos mencionar el cuartel de caballería, fundado á fines del siglo anterior para casa de misericordia por el cardenal arzobispo de Toledo, señor Lorenzana, y convertido más tarde en alojamiento de la fuerza armada. El edificio es cómodo, espacioso, bien situado, perfectamente restaurado y propio para tres ó cuatro regimientos. 

El Hospicio provincial, reformado en todas sus partes, ofrece grandes departamentos; el Instituto, tiene aulas y colegio de internos con absoluta separación, y el Hospital civil, extramuros de la ciudad, ostenta salas ventiladas é higiénicas. 

Como edificios particulares sobresalen los palacios de Barrenengoa y Almagro, y como paseos, el de la Libertad, inmediato á la puerta de Calatrava, que fué un tiempo interminable serie de lagunas, causa permanente y ocasional de enfermedades para el barrio de Santiago, y hoy es una planicie agradable y una larga extensión de terreno bien dispuesto para la gente de á pié. 

E1 tiempo era limitado, pero suficiente á recorrer todas las calles y visitar todos los edificios públicos. El aspecto que presenta esta capital revela grandes mejoras realizadas en los últimos años, y un deseo vehemente de llegar en breve término á la altura de otras ciudades, superiores en importancia política, aunque no en riqueza y recuerdos históricos. 

VI 

Argamasilla de Alba, 7 de Abril de 1873. 

En la estación de Alcázar despedimos á los viajeros de Alicante y Valencia, quedando únicamente en nuestra compañía hasta Manzanares los que se dirigían á las fértiles y hermosas provincias andaluzas. 

Pocos españoles habrá que al oir el nombre de este pueblo y al fijarse en la estación de Argamasilla de Alba, no recuerden al punto aquellas palabras que repiten los niños y pronuncian los ancianos: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme» Cervantes no quiso acordarse de Argamasilla, sin duda para que todas las villas y lugares de la Mancha le ahijasen, y sin embargo, le dio alto renombre é imperecedera fama. Aquí pasó luengos dias y menguadas noches, y en este pueblo hubo de habitar por ajeno mandato una humilde casa, donde toda incomodidad tiene su asiento. 

Todos saben de memoria que en Argamasilla de Alba concibió y escribió Cervantes la más ingeniosa fábula de los tiempos pasados y presentes; todos saben que Argamasilla sirvió de prisión al escritor, al soldado y al diplomático, abrumado por tanta miseria y tantos sufrimientos, pero rico de nobleza, de bravura y de inteligencia. 

¿Quién, que no reniegue del nombre español, pasa por este pueblo y no dedica algunas horas á visitar la prisión de Cervantes? 

¡Ah! Un impulso de la propia conciencia y una resolucion espontánea de la voluntad, me obligó á detenerme aquí un día. ¡Veinte y cuatro horas que trascurrieron en veinte y cuatro segundos! Una, dos, tres, hasta diez veces, recorrí de arriba abajo y de abajo arriba la casa de Medrano. Pero ¿qué es la casa de Medrano? La tradición popular trasmitida de padres á hijos designa á esta casa como la que sirvió de cárcel á Cervantes. 

Ese edificio fué comprado por el Estado en 1862, á petición del entonces gobernador de la provincia de Ciudad-Real y conocido literato D. Enrique de Cisneros. No se limitó á la compra el esfuerzo de la nación para honrar al primer prosista español, sino que fué restaurada con esmero y se conserva con diligente cuidado, por iniciativa y aun generosidad pecuniaria de D. Sebastian Gabriel de Borbon, grande aficionado á las artes y á las letras patrias. En el interior de la casa se ve un cuadro que recuerda á las gentes el nombre del literato que allí pasó amarguras sin cuento, y el titulo del libro que constituye su propia gloría y la del país que le vio nacer. 

El impresor D. Manuel Rivadeneyra, muerto ya para desgracia de la España literaria, pero á quien sucede honradamente por títulos de honor, con nobleza adquiridos, su propio hijo, se propuso dar á la estampa el libro Don Quijote de la Mancha en el mismo sitio y lugar en que lo escribió su autor. Asi sucedió en efecto. Empresa en que el Sr. Rivadeneyra tomaba parte, podia darse por terminada en su ejecución. La Biblioteca de Autores Españoles denuncia una obra 'colosal y un amor patrio á toda prueba. La publicación del Quijote en Argamasilla de Alba, compuesto por cajistas llevados de Madrid, é impreso en máquinas de procedencia nacional, revela el propósito de coadyuvar á la obra de agradecimiento que debe la nación española al Manco de Lepanto. 

Es decir, que España adquirió la casa , el ex-infante D. Sebastian la restauró, y Rivadeneyra hizo una edición especial del Quijote y de otras obras del autor, que andan en manos literarias y se ven en las bibliotecas de los hombres de estudio. 

Más ha hecho la generación moderna por la memoria de Cervantes que sus propios contemporáneos. En nombre de todos los españoles, la Academia de la Lengua le tributa solemnes honras fúnebres en Madrid, llevando la palabra de Dios un obispo de la cristiandad ; la casa en que vivió Cervantes en la capital de España, es conocida por una lápida que la municipalidad ha hecho colocar; su calle lleva su propio apellido; aparece en estatua frente al palacio de las Cortes , y hasta el estudio de humanidades á que asistía en la calle de la Villa, llama la atención del transeúnte. 

Salgamos del pueblo inmortalizado por Cervantes, para visitar los alrededores. Ante nuestra vista se descubren inmensos campos y llanuras; á un lado está el Toboso; al otro, términos de riquísimas villas ; en todas partes aparecen las señales que fotografía D. Quijote en su inimitable cuadro de la vida y de los hombres. 

El corazón se ensancha y el patriotismo tiene legítimo desahogo corriendo por estas tierras, que traen á la mente recuerdos imperecederos. 

Rindamos un tributo de admiración al insigne escritor que ha gozado del raro privilegio de que sus obras se tradujesen á todos los idiomas, y de que por su nombre y por su fama constituya el ornamento de las letras castellanas. 

VII

Puertollano, 8 de Abril de 1873. 

En este pueblo existen unos baños, cuya nombradía llega á todas partes y cuya eficacia para ciertas dolencias es altamente provechosa. Larga caravana de enfermos se dirige á Puertollano desde el 15 de Junio á igual dia de Setiembre, que es la temporada abierta al público. Otros baños se encuentran á corta distancia de estos, los hervideros de Fuensanta y los del Villar. 

Asi como Puertollano tiene estación y los viajeros se detienen en el pueblo, sin molestias, los de Fuensanta exigen que se salve un trayecto desde Ciudad-Real en ómnibus, y los del Villar que se ande una hora en tartana desde la estación de la Cañada. Asi y todo, la concurrencia es numerosa y los beneficios de las aguas abundantes á la salud. 

En Fuensanta predominan las mujeres, asi como en Los Baños y en Puertollano pagan su contingente en gran mayoría los hombres. Aquellas aguas minerales son acidulas y ferruginosas, mientras que estas se acercan más á las carbónicas. Las enfermedades de la piel predominan en las primeras, y las de estómago y reumáticas ofrecen asiduo entretenimiento á las segundas. La temperatura de estas aguas es la siguiente : 

Hervidero de Fuensanta. 17° y 25º Reaumur. 

Puertollano 13º idem. 

Observo que me entrometo en asuntos facultativos, como si fuera escritor médico español, y tan competente en aguas minerales como D. Marcial Taboada, D. Anastasio García López ó el respetable Sr. Rubio, por desgracia perdido ya para la patria y para la ciencia. 


VIII

Almadén, 9 de Abril de 1873. 

Al oir la palabra Almadén el amor patrio se enorgullece. Criaderos de esa clase, tan primorosamente ofrecidos por la naturaleza y con tal abundancia prodigados, no existen en otro país de la tierra. 

Aquellos criaderos, que celebran y envidiaa todas las naciones; aquellas masas de mineral incalculables é inacabables; aquellas galerías, más dignas de atención por los trabajos de la naturaleza que por los esfuerzos de los hombres, lisonjean, y pueden lisonjear, el orgullo español, Y, sin embargo, contrasta la riqueza de las minas con la administración de las mismas. 

Todos creen al llegar á la estación de Almadén que están ya en las minas. Engaño manifiesto. El viajero tiene que recorrer ocho kilómetros antes de penetrar en el establecimiento, pero ocho kilómetros de un camino fatal, inaccesible á los carruajes y solo practicable en buen tiempo á la gente de á pié. El que tenga deseos de visitar aquel prodigio de la naturaleza, quédese en la estación anterior, Almadenejos, y desde allí podrá seguir, no muy cómodo, un camino vecinal recientemente construido. Maravilla al viajero que las minas de Almadén no tengan vias de comunicación, ni una mala carretera, ni siquiera un ferro-carril servido por fuerza animal. ¡Cosas de España! 

El Sr. Rodríguez Pinilla, que fué director general de Propiedades, se lamentó en documentos oficiales de este abandono. Dios quiera que su voz no se pierda en el espacio. 

Es verdad que existe una linea férrea entre España y Portugal; pero este camino de hierro, aunque pasa por las inmediaciones de Almadén y una de sus estaciones está bautizada con su nombre, deja subsistentes las mismas dificultades para los viajeros y para los trasportes. 

Las minas de azogue de Almadén , cuya explotación data de tiempo de los romanos, que en el siglo xvi fueron arrendadas á los condes Fúcares y que volvieron al pleno dominio del Estado en 1616, se hallaban dotadas al fin del siglo pasado de los aparatos más adelantados en aquel tiempo. Se montó una máquina de extracción de minerales movida por ocho caballerías, otra de vapor de 40 caballos que salió de los talleres del inmortal Watt y se aplicó al desagüe, y una grúa para mover grandes pesos y colocarlos desde el mismo pozo de extracción en las carretas con que se hacia y se hace aun hoy el tras-
porte. 

E1 gobierno entonces quiso dotar esta preciosa finca de todos los mejores elementos mecánicos que podían mejorar la explotación, y Almadén puede vanagloriarse hoy de poseer y ver marchar todavía, después de ochenta años, una de las máquinas de Watt más antiguas que sustituyeron á las de Newcomen para hacer el desagüe de las minas. 

Pero si en aquella época se dedicaron algunas sumas á mejorar los sistemas primitivos con aparatos nuevos, desdé entonces hasta estos últimos años, nadie habia querido escuchar los ayes y reclamaciones de los ingenieros en demanda de progreso para aquellas minas. Setenta años habian trascurrido desde las innovaciones allí introducidas; el siglo xix estaba recorriendo su segunda mitad, Y el Estado, dueño de las minas, veia impasible hacer la extracción con muías, el trasporte en carretas de bueyes, subir y bajar á los obreros por escaleras de mano á 300 metros de profundidad, gastando sus fuerzas y su vida inútilmente, como si el yapor no existiera, como si la mecánica no hubiera hecho progreso alguno 
en estos setenta últimos años, como si no hubiera medios de economizar las fuerzas alargando la vida, del obrero que baja á los subterráneos. Tampoco se pensaba en que estos obreros, condenados á respirar una atmósfera envenenada, podian experimentar un grande alivio introduciéndoles aire del exterior con que vivir; se limitaban los medios de ventilación á dejar obrar el desequilibrio de la atmósfera sobre las bocas que comunican las díferentes galerías con el exterior , y cuando más se encendía alguna leña en el verano en uno de ellos para activar un poco la corriente natural. 

Pero afortunadamente todo ha cambiado en aquellas minas en estos últimos años, gracias á los recursos votados por las Cortes Constituyentes á propuesta del ministro de Hacienda, D. Laureano Figuerola. Con estos recursos han podido comprarse en los talleres de Bélgica máquinas modernas, que obedecen á un plan completo de instalación, estudiado y desarrollado por uno de los ingenieros del Cuerpo de Minas más competentes y respetables, el Sr. Monasterio, comisionado para este objeto por el gobierno. 

Algunas de estas máquinas están ya funcionando con brillante éxito, y los obreros que bajan y suben de los subterráneos en tres minutos, sin fatiga alguna, y que respiran en ellos un aire puro y fresco, que introduce un ventilador, bendicen la mano bienhechora que tanto bien les proporciona. Más de 40.000 [¿?, quizá diez mil] obreros van ya movidos por este aparato de locomoción vertical, y cada dia produce más entusiasmo este cambio, que no solo ahorra un tiempo precioso, sino que aumenta la vida de aquellos economizando sus fuerzas. Baste decir, que cada ascensión ahorra una hora y otro tanto la bajada, de modo que los, 40. 000 obreros trasportados representan una economía de 80.000 horas, que equivalen á cerca de diez años por un obrero. 

Las nuevas máquinas de Almadén no tienen por objeto principal, ni aumentar la producción, ni ahorrar,
brazos, ni buscar otras grandes economías: no conviene arrojar al mercado más mercurio que el que demandan las necesidades de las diferentes industrias que viven de él, si hemos de conservar el monopolio, y por consiguiente el precio que hoy tiene, ni puede dejarse de sostener una población que ha vivido siempre de las minas, y allí ha perdido sus hijos y ve consumir las fuerzas de los que sobreviven: se trata de una cuestión más alta y humanitaria en su esencia, por más que, realizada como se espera y ya empieza á sentirse, la economía y facilidad en todos los servicios han de ser un hecho evidente ; pero estas mejoras tienden á crear obreros más fuertes, y salvarles en cuanto es posible de los efectos nocivos de la atmósfera mercurial en que se ven envueltos de continuo.
 
Sabiéndoles y bajándoles con comodidad en breves instantes, sin hacer esfuerzo alguno, ni sus poros se abrirán al empezar el trabaja, como sucedía no há poco, ni sus fuerzas se gastarán elevando su cuerpo mil veces en cada entrada por escaleras de mano: una vez en la superficie, sin apercibirse apenas de ello, van al lado de su familia tranquilos y descansados, sin más fatiga que la que produce la faena á que cada uno se dedica. 

Seria muy largo hacer una relación detallada y minuciosa de todas las nuevas máquinas que deben cambiar ya, en poco tiempo, completamente la faz de aquel establecimiento industrial ; pero daremos brevísima reseña de las principales. 

En el pozo San Miguel, que antes era solo de ventilación, se ha montado una máquina horizontal de 20 caballos de fuerza, con la cual se hace el servicio de extracción de minerales, mientras se monta otra de 40 caballos en el pozo maestro de San Teodoro; se ha hecho el de subida y bajada de obreros, se verifica el desagüe con cubas guiadas, y actúa un ventilador aspirante, que introduce en las minas 8 metros cúbicos de aire en cada segundo. Esta máquina funciona ya, y extrae diez toneladas de mineral por hora. 

Sobre el pozo San Aquilino se ha levantado un lujoso edificio que cubre no solo una linda máquina vertical de 30 caballos de fuerza, sino el departamento de las calderas, tres en número, oficinas de los ingenieros, oficiales de minas y empleados administrativos , salón de planos y otras dependencias importantes. El techo del cuerpo principal de este edificio está formado por una bóveda de 
chapa de hierro galvanizado. La máquina está funcionando para subir y bajar los obreros, por medio de espaciosas jaulas, guiadas, provistas de para-caídas del sistema Sibotté, en las que entran de cada vez 16 obreros, aunque son susceptibles de recibir hasta 22. El castillete sobre el que están montadas las poleas, que reciben un cable plano de pita de Manila, está formado por vigas y traviesas de hierro que dan al conjunto una extraordinaria solidez, y un aire esbelto, poco común en esta clase de aparatos. 

Hay además montado y servido por otra máquina vertical de 12 caballos, un taller completo de reparaciones, contornos, cepillos, fraguas, taladros, sierra mecánica y demás mecanismos de esta clase de dependencias. 

Se está recortando el pozo maestro llamado de San Teodoro y cuyas dimensiones de los tres primeros pisos son escasas para los nuevos aparatos, y á él está destinada otra maquinado 40 caballos, de tracción directa, auxiliada para la expansión por otra de seis y un freno de vapor. De este pozo partirá un plano automotor de medio kilómetro de longitud, por el que serán conducidos los minerales en wagones directamente de la mina á los hornos. Este plano empieza por un puente montado sobre columnas de hierro, media por un  ferro-carril en firme y termina por un viaducto de 100 metros, en dos tramos, 
montado sobre pilas metálicas del sistema de celosías. A continuación de él se halla el taller de preparaciones mecánicas de los minerales, donde han de ser clasificados por riquezas y tamaños, siendo movidos los aparatos por una máquina de 20 caballos horizontal, del sistema Gorliss, construida en la fábrica de Mr. Bede de Verviers (Bélgica). 

Prepáranse asimismo, entre otras mejoras, un sistema de señales telegráficas y una serie de tubos metálicos, por los que ha de correr el mercurio desde los hornos al almacén, cayendo en unas pilas de fundición cerradas, de invención del Sr. Monasterio, mediante las que el obrero, ni estará expuesto á los vapores mercuriales, ni tiene que ocuparse en llevar el azogue á la balanza sino cuando va á envasarse. Un indicador marca el azogue que contienen estas pilas por medio de una escala, y puede de ellas sacarse á voluntad en la cantidad que se desea, como se saca de un tonel otro liquido cualquiera. 

Terminamos estos apuntes manifestando que el estatablecimiento de Almadén, antes tan atrasado, será dentro de poco, no solo un establecimiento industrial á la altura del primero de este género, sino una escuela de mecánica para todo el que quiera estudiar los diferentes sistemas modernos, de distribución del vapor, expansión, calderas, cambios de movimiento y construcción sencilla y de gran gasto. Hoy puede ya mostrarse á los extranjeros con orgullo, sin avergonzarse ni bajar los ojos, como sucedía no há mucho, cuando atraídos de la fama de estas minas, venian las personas curiosas á visitarlas. El descender á aquellas obras grandiosas del interior, antes tan molesto, es hoy un paseo agradable; y en los snbterráneos, ya no se oye, sino rara vez, el chirrido de las carretillas de mano que arrastraban el mineral al pozo de extracción, regado por el sudor del carrero; están las galerías principales cruzadas de vías férreas, por las que se deslizan con facilidad y sin grande esfuerzo, pequeños wagones de hierro de la cabida de 400 kilogramos. 

Muchos ingenieros trataron de realizar los progresos de la ciencia; las Memorias son luminosas, sus indicaciones acertadas, sus economías dignas de estudio, y sin embargo, trascurrió el tiempo hasta que la necesidad hizo obligatorio lo que demandaban de consuno la humanidad y el impuesto.. 

Por eso dice el Sr. Pinilla en su Memoria que la explotación y beneficio de las minas de azogue de Almadén cuestan al Estado el 66 por 400 de su producto. A buen seguro que no llegan, ni con mucho, á esa cifra, los gastos de las minas de igual clase en Austria y en California. 

¿Qué remedio urge poner en práctica para evitar el mal? 

Ante todo, y sobre todo, enlazar la via férrea de Badajoz con el establecimiento-minero por medio de un ferro-carril, ya movido por el vapor, ya por fuerza animal, llámase camino de hierro ó califíquesele de tranvia. La cuestión está en construir la legua y media que separa á la mina de Almadén de la estación de su propio titulo. En ello ganarían el Tesoro y la industria nacional. 

Los demás medios que indica el Sr. Pinilla, recomiendan los ingenieros y exige la ciencia, se relacionan con los procedimientos de beneficio, empleo de máquiñas, conducción de minerales y establecimiento de laboratorios. En estos últimos años van gastados en mejoras positivas, que se traducirán en mayores productos y más saneados ingresos en el presupuesto, cinco millones de reales. ¡Gracias á Dios que algo empezamos á realizar por nuestro propio bien!  Que la parte facultativa intervenga más, dijo un alto funcionario; que la administracion dirija menos, hé aquí una gran verdad. Que los gastos sean muchos, importa poco; lo que importa es que los rendimientos correspondan á los sacrificios del país. 

Por lo demás, es digno de visitarse el establecimiento. 

La curiosidad y la inteligencia tienen ancho campo en donde espaciarse. Los hospitales, las escuelas, los criaderos de cinabrio y de mercurio, las galerías, la dehesa, cuanto ha producido la naturaleza y el hombre, pero sobre todo la primera, llaman la atención del viajero y le obligan á nuevas visitas y á más detenidos estudios. 

IX

Almorchón, 11 de Abril de 1873 

Ínterin almuerzan los viajeros en barraca, provisionalmente colocada á la derecha de la vía, continuemos nuestros apuntes, por si de algo sirven á los lectores de ambas naciones peninsulares. 

Al abandonar con tristeza el establecimiento minero de Almadén, volvimos al camino de hierro para seguir la linea de Lisboa. La provincia de Ciudad-Real iba quedando atrás, presentándose ante la vista una de las más ricas de Extremadura. En el tránsito se veía el valle de la Alcudia, posesión real un tiempo, hoy de la nación, de inmenso valor y de valiosos productos.