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martes, 22 de agosto de 2023

Palabras largas

Una de las palabras más largas en alemán:

Grundstücksverkehrsgenehmigungszuständigkeitsübertragungsverordnung

que significa:

Reglamento de Transferencia de Competencias para la Aprobación de Transacciones Inmobiliarias.

martes, 14 de septiembre de 2021

El buen valenciano

"En valencià a la bona persona se li diu bo, però si es passa de bo se li diu 'bobo'" (Realmente se le dice "baubau". Era la época franquista y el valenciano estaba algo contaminado)

martes, 3 de agosto de 2021

Léxico desconocido para cosas normales sin nombre

¿Cuáles son algunas cosas que vemos a diario pero que no sabemos los nombres?

Tenesmo rectal

Es esa sensación cuando estás defecando de que no has terminado. También se describe como la sensación de la necesidad de defecar no efectuada.

Mondegreen

Es esa falla auditiva que hace que entiendas mal una palabra o una parte de esta durante una canción.

Vagitus

Es el llanto de un recién nacido.

Casorio

Se dice de manera un poco despectiva, cuando alguien se casa de una manera poco lujosa. Es decir, es un casamiento mal concertado.

Crencha

Es la raya que se forma en la cabeza cuando el cabello se separa con un peinado.

Fosfenos

Son esas luces que aparecen cuando te rascas los ojos fuertemente o por mucho tiempo.

Mawashi

Se le conoce como "Mawashi" a los cinturones de los luchadores de Sumo.

Virgulilla

Es ese signo que está encima de la "ñ".

Estepicursor

Es la planta que pasa rodando por el desierto o por lugares poco concurridos, por mal nombre rascacoños.

Giste

Es la deliciosa espuma de la cerveza. lo que algunos dicen como la mejor parte.

Ginecomastia

Es el término médico para referirse a lo que popularmente se dice “senos de hombre”.

Dysania

Es el estado en el te levantas por la mañana esa letargia y pereza que sientes es dysania, ahora sabes el nombre.

Turnomático

El dispensador automático del que se extraen los números.

Telson

La cola de los crustáceos.

Jeme

Se conoce como jeme a la distancia que existe entre el dedo pulgar y el dedo índice. Usado comúnmente como unidad de medida no reconocida.

Tahalí

Es el nombre que recibe la cinta con la que se sujeta la guitarra o el bajo eléctrico al hombro.

Diastema

Es el nombre que se le da al espacio entre los dientes.

Lúnula

Se le llama así a la parte blanca en forma semilunar de la raíz de las uñas.

Petricor

Ese característico olor a "lluvia y humedad".

Ampelmännchen

Es la figura que aparece en los semáforos, el nombre se originó en Alemania.

Herrete o Acetato

Es el cabo que se le pone al final de los cordones de los zapatos, suele ser plástico, metal u hojalata.

Chisguete

El acto de tomar un trago de vino.

Filtrum

El surco que tenemos entre la nariz y los labios

martes, 30 de marzo de 2021

Génesis de las palabrotas

 'Con dos huevos', un diccionario de expresiones castizas

Luis Herrero ha entrevistado a la filóloga Héloïse Guerrier, coautora del libro Con dos huevos, un diccionario de expresiones castizas.

esRadio 2014-06-09

Luis Herrero ha entrevistado a la filóloga Héloïse Guerrier, coautora del libro Con dos huevos, un diccionario de expresiones castizas

Héloíse Guerrier, coautora del diccionario de expresiones castizas Con dos huevos ha explicado En Casa de Herrero algunas de las expresiones con las que cuenta su obra. Así, ha afirmado que lo que le llevó a escribir este libro fue la sorpresa que le provocaron las expresiones que se emplean en España. "Me hacían mucha gracia y las iba apuntando, de aquí salió la idea de este libro", explicó.

En primer lugar se ha referido a la expresión que da título al texto, "con dos huevos", explicando que "abarcan muchos significados" y que pese a que no ha encontrado un "origen concreto se asocian a los atributos masculinos, a valentía y a valores positivos", a diferencia de expresiones en las que se emplean los atributos femeninos como "es un coñazo" en las que los "valores son negativos". En este sentido, ha aclarado que “el libro no pretende decir que el lenguaje español es machista” sino que “tiene mucha relación con el sexo y la comida".

Héloïse Guerrier también ha explicado el origen de la expresión "me cago en la leche", comentando que hace referencia "a la leche materna" y que en realidad proviene de "me cago en la leche que mamaste", así como "me cago en la mar viene de la virgen María". Respecto al dicho "el coño de la Bernarda", ha señalado que "sale en muchas fuentes" pero que la mayoría la "ubican a Bernarda en Granada" y se trata de "una santera que cuando tocaban su sexo tenían más suerte, buenas cosechas, salud…”. Además, ha comentado que fue “una leyenda que levanto revuelo en la iglesia” y que se dice que “al desenterrarla vieron su sexo era lo único que quedaba intacto”.

En cuanto a "montar un pollo" ha aclarado que "pollo no tiene que ver con el volátil sino con poyo, que viene del pedestal en el que el orador daba un discurso en el que podían salir polémicas…". Al mismo tiempo, la filóloga ha explicado que el origen de "manda huevos" no viene de esa palabra sino de que "viene de la expresión latina mandat opus que significa la necesidad obliga".

Para terminar, Héloïse Guerrier ha señalado que las expresiones que no han incluido en el libro responden a que "era muy difícil de plasmarlas a modo de ilustración", para lo que se ha referido a "verdades como templos", afirmando que "la verdad no se puede dibujar". "Lo que me interesó mucho es la interpretación del ilustrador en el libro, me gusta el contraste entre el texto y las imágenes", destacó.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Palabras alemanas sin traducción al español

DIEZ PALABRAS DEL ALEMÁN
IMPRESCINDIBLES PARA EL IDIOMA ESPAÑOL

Un indudable caso de “Verschlimmbesserung” | Woman destroys Elias Garcia Martinez fresco in botched restoratio | Foto: © picture alliance - dpa / Centro De Estudios Borjanos
Puede que el español debiera incorporar a su vocabulario un puñado de palabras de la lengua de Goethe. He aquí una humilde propuesta.

El diccionario español tiene censadas 80.000 palabras, una barbaridad (con perdón) si tenemos en cuenta que el usuario medio apenas usa entre 500 y 1.000 en un día inspirado. Entonces, ¿por qué creemos que el castellano debería incorporar unas cuantas palabras del teutón? Pues, por ejemplo, para poder expresar sucintamente “ese peso que se gana cuando comes demasiado por estar preocupado”. El maldito Kummerspeck, que nos ha vuelto a frustrar la operación bikini.

NEIDBAU

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Construcción de envidia”.

¿Por qué es necesaria?

Si la envidia es, como dicen, el pecado capital del español, nuestra lengua está pidiendo a gritos un “Neidbau”, palabro que designa ese “edificio construido con el único propósito de molestar de algún modo al vecino”: ese balcón que tapa las vistas al vecino de acá, ese cobertizo que deja en sombra la piscina de aquel otro... ¡la imaginación es el límite!


BACKPFEIFENGESICHT

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“cara de bofetada”

¿Por qué es necesaria?

A cualquiera le ha sucedido alguna vez. Al cruzarse un desconocido y, aunque uno es de natural pacífico, se siente un impulso irrefrenable de arrearle una galleta con la mano abierta. Pues no es culpa se nadie cuando uno se encuentra frente a un ejemplar de “Backpfeifengesicht”. Y es que van provocando.


TORSCHLUSSPANIK

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Pánico a la puerta cerrada”.

¿Por qué es necesaria?

Sí, en español hay una palabra que define el “pánico a una puerta cerrada”: claustrofobia. Pero el significado real de “Torschlusspanik” es “pánico a que disminuyan las oportunidades a medida que se envejece”. Alguien uqe ha cumplido los cuarenta y tiene dos dedos de frente seguro que ya ha sentido el cosquilleo del Torschlusspanik.


KLOBRILLE

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Gafas del váter”.

¿Por qué es necesaria?

¿Cómo no se le ocurrió antes a Quevedo? La tapa del váter (la de sentarse) es claramente un “monóculo”. Por si fuera poco, sólo tiene aforo para un “culo”, lo cual refuerza y legitima la metáfora. ¡Klobrille ya!
¿GUSANO DE OÍDO? EL ALEMÁN VIENE AL RESCATE DEL ESPAÑOL
OHRWURM

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Gusano de oído”

¿Por qué es necesaria?

Llega el verano, y con él las moscas, los guiris con sandalias y calcetines y las insufribles canciones del verano. Que un pueblo que lleva cuatro décadas sufriendo a Georgie Dann no tenga una palabra para definir esa “canción o melodia pegadiza que no te puedes sacar de la cabeza” es un atraso. El español necesita “gusano de oído” ASAP.
80.000 PALABRAS PARECEN MUCHAS, PERO ¿CÓMO DESCRIBIR EN ESPAÑOL “EL REGOCIJO QUE SENTIMOS AL VER FRACASAR A ALGUIEN”?
SCHADENFREUDE

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Alegría del mal ajeno”.

¿Por qué es necesaria?

El motivo subyacente para importar esta palabra es exactamente el mismo que nos hizo apropiarnos de “Neidbau”. Achtung: “Regocijo que se siente al ver a alguien fracasar, sufrir o hacerse daño”. Lo que viene siendo empatía al revés. Si el español no necesita este término que venga Dios y lo vea.


WALDEINSAMKEIT

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Soledad del bosque”.

¿Por qué es necesaria?

Soledad del Bosque podría pasar por la hija de Vicente del Bosque, la reliquia a los mandos de la selección española de fútbol. Pero no, se refiere más bien a esa sensación de estar solo en el bosque y conectar con la Naturaleza. No vamos a luchar a brazo partido por incorporar Waldeinsamkeit a la RAE, pero ahí queda eso.


KUMMERSPECK

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Tocino de la pena”

¿Por qué es necesaria?

No todos los kilos son iguales. Esos kilos que se ganan tras unas vacaciones en tu pueblo, con pantagruélicas cenas generosamente regadas de vino, traslucen lozanía en la figura. Y luego está el “Kummerspeck”, “ese peso que se gana cuando uno come demasiado por estar triste”. Cualquier parecido con los anteriores es pura coincidencia.


VERSCHLIMMBESSERUNG

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Mejora mala”

¿Por qué es necesaria?

En castellano hay una frase muy recurrente que dice “ha sido peor el remedio que la enfermedad”. El alemán, más sintético y tajante, utiliza una sola palabra que significa “mejora que empeora las cosas”.


TREPPENWITZ

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Ingenio de la escalera”.

¿Por qué es necesaria?

Esto sí que te ha pasado a ti, no lo niegues: estás en una cena con los amigos o tal vez en una cita, intentando camelarte a esa chica-chico que te gusta, y se te ocurre una réplica graciosa diez minutos después del momento. Acabas de ser víctima del “ingenio de la escalera”, amigo.


FREIZEITSTRESS

¿Cuál sería la traducción literal al español?

“Estrés de tiempo libre”.

¿Por qué es necesaria?

Solemos imaginar las vacaciones como un remanso de paz, repleto de ese tiempo que nos suele faltar durante el resto del año. Sin embargo, con el solaz veraniego también llegan infinidad de planes, que nos obligan a decidirnos por planes, a cual más divertido. Los alemanes lo tienen claro: somos víctimas del “Freizeitstress’, el estrés del tiempo libre.

¡Por favor, escribidnos qué palabras alemanas consideráis que faltan en español!

lunes, 21 de mayo de 2018

Arabismos inusitados en español

Antonio Pita, "Que si quieres arroz, Catalina y otros arabismos en español", en El País, 20 de mayo de 2018:

Federico Corriente repasa en su discurso de ingreso en la RAE el origen de frases de uso común

Federico Corriente lee su discurso de ingreso en la RAE. CARLOS ROSILLO VÍDEO: EFE
Con frecuencia se asume que el castellano es una lengua llena de arabismos, herencia de ocho siglos de presencia musulmana en la Península. El doctor en Filología Semítica Federico Corriente ingresó este domingo en la RAE con un discurso que dedicó a desmontar mitos y señalar la realidad sobre estas palabras: no llegan a 2.000 (sin contar topónimos) y varias son insultos, expresiones o términos soeces, transmitidos por mudéjares y moriscos, que suenan raro en español precisamente por provenir de otra lengua.

"Ningún experto está libre de ese minutillo de trance etimológico, alegre y confiado en que nos parece lógico y razonable lo que luego se demostrará que era ligereza y disparate", recordaba Corriente (Granada, 1940), al ocupar la silla K, que estaba vacante desde el fallecimiento de Ana María Matute en 2014.

Es el ejemplo de "ojalá", considerada una evolución de "law šá lláh" (“si Dios quisiera”) hasta que Corriente encontró en un diccionario neopersa un "viejo y olvidado arabismo": lā awḥaša llāh ("Dios no nos prive”).

El nuevo académico subrayó que la inmensa mayoría de arabismos en español no provienen de la versión clásica de la lengua (aquella que se lee y escribe igual en cualquier parte del mundo, independientemente de la variante dialectal que se hable en ese país), sino de los dialectos andalusíes. "Fueron mayormente introducidos por la inmigración de mozárabes cristianos, pero bilingües o incluso arabófonos exclusivos, a los reinos cristianos septentrionales, donde su superioridad técnica y científica les ofrecía un futuro mejor que seguir vegetando como 'clientes' tolerados y tributarios en tierras del Islam". A estas se unieron más tarde neologismos de obras científicas traducidas y otras palabras, algunas por las relaciones comerciales o coloniales con países mediterráneos.

Corriente distinguió tres tipos de arabismos en español: los de registro alto, medio y bajo. Entre los segundos destacó un calco curioso: el uso extendido en zonas de Aragón de amante, en vez de querido, por influencia del andalusí ḥabíbi, una de las palabras árabes más conocidas. "No puede extrañar demasiado en valles como el del Jalón, donde una densa población morisca fue cristianizada y romanizada lenta y pacíficamente durante varios siglos", explicó.

Buena parte del discurso estuvo centrado en los arabismos "de registro bajo o ínfimo", como interjecciones, voces obscenas o blasfemias "a menudo omitidas por los diccionarios más recatados". En algunos casos, su significado en árabe andalusí no era tan ofensivo, pero acabaron sonando peor "por parecido fonético con otras voces romances y por su procedencia de sectores inferiores de la sociedad, tales como las nodrizas y arrieros moriscos".

Droga, por ejemplo, viene del árabe hispánico ḥaṭrúka (literalmente 'charlatanería'); faltriquera, de ḥaṭrikáyra (lugar para bagatelas) y andrajo, de ḥaṭráč (necio, pelagatos). Todas, explicó Corriente, derivan de ḥaṭr, la pronunciación andalusí de una raíz que significa parloteo o cháchara. Por eso, algunas de esas voces tienen que ver con algo falso, pretencioso o inútil, y así llegaron también a dialectos del norte de África, probablemente de mano de emigrantes andalusíes.

En otros casos se trata de refranes o dichos con una literalidad extraña en castellano, precisamente porque lo que tenía sentido era una expresión andalusí fonéticamente similar. Corriente citó varias hipótesis, como que Tiríd ‘ala rrús, aqṭá‘ lína, “la frase que se preguntaba a la esposa que se casaba por segunda vez” acabó convertida en “que si quieres arroz, Catalina”. En árabe, las palabras arroz y esposo suenan parecido.

El académico también defendió que a troche y moche procede de tuǧíb ma waǧáb (“ponga las condiciones que ponga [la esposa para acceder al divorcio])”; a trancas y barrancas, de atrakkán barrámka (“busca un rincón con la yegua para defenderte de varios atacantes simultáneos)”, dormir la mona de múna (“provisión”, de vino en este caso) y nana, nanita, de nám, nám, nám ínta (“duerme, duerme, duérmete tú”), posiblemente vinculada a que muchos señores e hidalgos cristianos emplearon niñeras moriscas tras la Reconquista.

“Pueden aparecer, sobre todo a partir de la Edad Moderna, palabras cuya etimología más creíble sea árabe andalusí, por el hecho históricamente innegable de que andalusíes de diversas comunidades, mudéjares y moriscos, en particular de ciertos oficios, se mezclaron íntimamente con cristianos nuevos y viejos y les transmitieron un buen número de frases y palabras particularmente expresivas, y a menudo de registro ínfimo”, explicó.

La entrada de algunos términos en el castellano nos da pistas de la sociedad de la época. Corriente recordó el “número considerable de voces, nombres de juegos o términos usados en ellos que parecen implicar que la adusta sociedad cristiana anterior a la conquista islámica jugaba poco”. Han quedado algunas que pronunciamos desde la infancia sin entender su origen: ra, ra, ra (“mira, mira, mira”) o alabí alabá alabín bombá, que es “una mezcla de árabe y romance” que significa “jugadores, venga ya, el juego va bien”.

Aunque centrado en los aspectos lingüísticos, el discurso de Corriente incluyó alguna alusión crítica a la actitud histórica de Occidente hacia el mundo árabe-musulmán, como haber "ignorado o minusvalorado largo tiempo" las "posibilidades conflictivas del salafismo fundamentalista" por "no querer saber de estos países sino que allí había (...) más o menos, el clásico trinomio de petróleo, colonización y cipayos".

ALMERÍA, LA NOVIA DESVELADA
El académico también habló de los "falsos orígenes" atribuidos a nombres geográficos hispánicos de étimo árabe. Almería, por ejemplo, viene del andalusí almaríyya “desvelada, por la novia que se quita el velo en la boda”. Nada tiene que ver con el mar, sino con un impuesto, llamado igual que la urbe, que pagaban las bodas mudéjares. Murcia es probable que sea un adjetivo favorecedor (mursíyya, “bien asentada”), como los que recibieron El Cairo (“la victoriosa”) o Medina Azahara (“la ciudad floreciente). "A la recíproca y en error, aún hay quien mantiene la hipótesis del origen árabe del nombre de Madrid", que derivaría del romance Matrice y no de Mayrit, precisó.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Se actualiza el diccionario de la RAE

Jesús Mantilla, "La RAE admite mariposear, postureo, acoso escolar, pasada, clic, buenismo... La Academia introduce y revisa más de 3.000 términos en la edición digital de su ‘Diccionario de la Lengua Española’", El País, 20 DIC 2017

A partir de ahora, cada año, por diciembre, la Real Academia Española (RAE) hará un nuevo balance. Los términos que se vayan incorporando mes a mes a lo largo de las comisiones y las sesiones serán incluidos en la edición digital de su Diccionario de la Lengua Española. En 2017 han sido más de 3.000 las novedades y las revisiones. De enmiendas y adiciones, tal y cómo las denominan los académicos. Darío Villanueva, director de la RAE, está presentando las novedades este miércoles, acompañado de Paz Battaner, responsable de la coordinación del Diccionario.

Entre las palabras destacan algunas ya conocidas, como posverdad. El preponderante termino estrella en la era de los nuevos populismos no ha tardado en ser aceptado por los académicos. Las cuestiones políticas o religiosas han copado algunos debates este año y los debates sobre la definición de posverdad han sido intensos para cuadrarlo. Estas son algunas palabras introducidas o acepciones modificadas po orden alfabético:

acoso. … [Adición de forma compleja]. ‖ acoso escolar. m.En centros de enseñanza, acoso que uno o varios alumnos ejercen sobre otro con el fin de denigrarlo y vejarlo ante los demás.

amusia. [Adición de artículo]. f. Med. Incapacidad de reconocer o reproducir tonos o ritmos musicales.

aporofobia. [Adición de artículo]. (Del gr. ἄπορος áporos 'pobre' y -fobia). f. cult. Fobia a las personas pobres o desfavorecidas.

“Vivimos una auténtica invasión de anglicismos. Sobre todo en el mundo publicitario y comercial. Es algo indiscriminado”, afirma Darío Villanueva

asana. [Adición de artículo]. (Del sánscr. āsana, de la raíz ās- 'sentarse'). m. En ciertos tipos de yoga, postura corporal.

ataché. [Adición de artículo]. (Del fr. attaché; en acep. 2, del ingl. amer. attaché, y este acort. del ingl. attaché case; literalmente 'maletín de agregado'). m. y f. 1. agregado (‖ funcionario diplomático). ○ m. 2. Maletín para llevar documentos.

audiolibro. [Adición de artículo]. (De audio- y libro). m. Grabación sonora del texto de un libro.

bombín. … [Adición de acepción]. ‖ 2. Bomba pequeña para hinchar las ruedas de una bicicleta.

bombín. … [Adición de acepción]. ‖ 3. Esp. Pieza de una cerradura que se mueve cuando se introduce y se gira la llave.

británico, ca. … [Adición de acepción]. ‖ 4. Dicho del humor: Caracterizado por la ironía fina y el sarcasmo disimulado atribuidos a los británicos.

británico, ca. … [Adición de acepción]. ‖ 5. Dicho de la puntualidad: Rigurosa, exacta.

buenismo. [Adición de artículo]. m. Actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia. U. m. en sent. despect.

chakra. [Adición de artículo]. (Tb. chacra ♦ Voz sánscr., que significa 'círculo' o 'disco'). m. En el hinduismo y algunas filosofías orientales, cada uno de los centros de energía del cuerpo humano que rigen las funciones orgánicas, psíquicas y emotivas.

chicano, na. … adj. 1. [Enmienda de acepción]. Dicho de una persona: Que es de origen mexicano y vive en los Estados Unidos de América, especialmente en las áreas fronterizas con México. U. t. c. s.

chusmear. [Adición de artículo]. intr. 1. coloq. Arg., Par. y Ur. Hablar con indiscreción o malicia de alguien o de sus asuntos. ¿Otra vez están chusmeando sobre los vecinos? ‖ 2. coloq. Arg., Hond., Par. y Ur. Husmear, fisgar, curiosear. Estuve chusmeando un poco en la habitación. U. t. c. tr. Se puso a chusmear mi ropa en el armario. ○ tr. 3. coloq. Arg., Par. y Ur. Contar algo con indiscreción o malicia. Le chusmeó todo lo sucedido.

comadrear. intr. [Enmienda de 1.ª acepción]. coloq. Chismear, murmurar.

cracker. [Adición de artículo]. m. y f. Inform. pirata informático.

desalador, ra. [Adición de artículo]. adj. 1. Que desala1. ● f. 2. desalinizadora.

espadón1. … [Adición de acepción]. ‖ 2. coloq. Militar golpista.

fair play. [Adición de artículo]. (Voz ingl.). m. Juego limpio.

hacker. … [Adición de acepción]. m. y f. … ‖ 2. Inform. Persona experta en el manejo de computadoras, que se ocupa de la seguridad de los sistemas y de desarrollar técnicas de mejora.

halal. [Adición de artículo]. (Del ár. ḥalāl 'permitido, no contrario a la ley'). adj. 1. Dicho de la carne: Procedente de un animal sacrificado según los ritos prescritos por el Corán. ‖ 2. Dicho de un menú, de un producto alimenticio, etc.: Que no está elaborado con carne de cerdo ni con carne no halal y que no contiene alcohol ni conservantes. ‖ 3. Dicho de un establecimiento: Que vende o sirve productos halal.

hijo, ja. … [Adición de forma compleja]. ‖ hijo, ja de machepa. m. y f. R. Dom. Persona pobre y de familia humilde.

holter. [Adición de artículo]. (Voz ingl.). m. 1. Med. Prueba diagnóstica en la que un dispositivo registra en un monitor durante varias horas la actividad del corazón de un paciente por medio de electrodos colocados en su torso. ‖ 2. Med. monitor Holter. ‖ 3. Med. Gráfico resultante de un holter (‖ prueba).

hummus. [Adición de artículo]. (Tb. humus. ♦ Del ár. hummus 'garbanzo'). m. Pasta de garbanzos, típica de la cocina árabe, aderezada generalmente con aceite de oliva, zumo de limón, crema de sésamo y ajo.

machismo. … [Adición de acepción]. ‖ 2. Forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón. En la designación de directivos de la empresa hay un claro machismo.

macho1. … ‖ 6. [Enmienda de acepción]. Hombre en que supuestamente se hacen patentes las características consideradas propias de su sexo, especialmente la fuerza y la valentía. U. t. c. adj. Se cree muy macho. U. t. en sent. despect.

mariposear. … [Adición de acepción]. ‖ 3. Andar o vagar de un lugar a otro cambiando de objeto de interés o sin propósito establecido.

pasada. … [Adición de acepción]. ‖ 10. coloq. Esp. Cosa exagerada, extraordinaria, fuera de lo normal. U. en sent. ponder. Mira ese avión, ¡qué pasada! Qué pasada DE fiesta.

pasada. … [Adición de forma compleja]. ‖ una pasada. loc. adv.coloq. Esp. Mucho o muy. Me dolía una pasada. Es una pasada DE bonito.

patético, ca. … adj. [Enmienda de acepción]. Que conmueve profundamente o causa un gran dolor o tristeza.

patético, ca. … [Adición de acepción]. ‖ 2. Penoso, lamentable o ridículo.

perro, rra. … [Adición de forma compleja]. ‖ perro faldero. m. coloq. Persona que acompaña a otra de manera asidua y servil. U. m. en dim.

pinchar. … intr. … ‖11. [Adición de acepción]. clicar. Pinchar en la ventana. U. t. c. tr. Pinche este icono.

pinqui. [Adición de artículo]. (Tb. pinky. ¨ De Pikys®, marca reg.). m. Esp. Prenda femenina que cubre la planta, el talón y los dedos del pie, y que se pone para proteger este del calzado.

porro4. [Adición de artículo]. m. 1. Música y canto originarios de la costa norte de Colombia, con influencia de los ritmos africanos. ‖ 2. Baile que se ejecuta al compás del porro.

postureo. [Adición de artículo]. m. coloq. Esp. Actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción.

posverdad. [Adición de artículo]. (De pos- y verdad, trad. del ingl. post-truth). f. Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad.

saga2. … [Adición de acepción]. ‖ 3. Estirpe familiar.

saltear. … [Adición de acepción]. ‖ 8. coloq. Arg., El Salv., Méx. y Par. saltar (‖ omitir).

sexo. m. [...] ‖ sexo débil. m. [Enmienda de acepción de forma compleja]. Conjunto de las mujeres. U. con intención despect. o discriminatoria. … ‖ sexo fuerte. m. [Enmienda de acepción de forma compleja]. Conjunto de los varones. U. en sent. irón.

sharía. [Adición de artículo]. (Tb. sharia. ♦ Del ár. šarī'a 'camino'). f. Ley religiosa islámica reguladora de todos los aspectos públicos y privados de la vida, y cuyo seguimiento se considera que conduce a la salvación.

subjetivo, va. … [Adición de acepción]. ‖ 3. Cinem. Que adopta la perspectiva de un personaje. Plano subjetivo, cámara subjetiva.

táper. [Adición de artículo]. (De Tupperware®, marca reg.). m. Recipiente de plástico con cierre hermético, que se usa para guardar o llevar alimentos.

travelín. [Enmienda de lema]. trávelin.

vallenato. [Adición de artículo]. m. 1. Música y canto originarios de la región caribeña de Colombia, normalmente con acompañamiento del acordeón. ‖ 2. Baile que se ejecuta al ritmo del vallenato.

La RAE ha dedicado más tiempo a las cuestiones de género. La incorporación en los últimos años de académicas al pleno ha contribuido a poner al día algunos desfases. Si no como novedades, sí como advertencias de uso. Es el caso de la expresión sexo débil. “A partir de ahora, quedará catalogado como término ofensivo. Los que vayan a utilizarlo tras consultar el Diccionario verán que se califica como discriminatorio. Debemos estar sensibilizados ante las cambios de valoración de ciertas expresiones y prevenir a los usuarios sobre las connotaciones”, asegura Inés Fernández-Ordoñez, que se sienta en el sillón P mayúscula de la RAE.

En ese sentido, también, en la descripción de cada entrada habrá novedades. Para los oficios, en vez de hombre que se dedica a, se sustituirá por persona que se dedica a… Las marcas de uso también deben resaltarse, a juicio de Manuel Gutiérrez Aragón (sillón F). “Un sistema más detallado que advierta si algunos son peyorativos u ofensivos y que no parezca que se trata de la cosa más normal, en ciertos casos, me parece importante”.

Darío Villanueva asegura que en la próxima edición impresa, el sistema de marcas quedará mucho más resaltado. Pero para eso habrá que esperar algún tiempo aún, sin que haya fecha prevista. La última publicación en papel es de 2014 y aunque pasaron 13 años desde la anterior, para la siguiente, “acortaremos el plazo”, comenta el director.

No se atreve a dar fecha. En la RAE son varios los que se plantean si realmente tiene utilidad una edición más, que haría la número 24 desde su creación. “De hecho, esta revisión anual, podríamos considerarla una nueva edición del diccionario”, cree Pedro Álvarez de Miranda (sillón Q). Lo que se vaya decidiendo, quedará volcado en internet para las consultas a nivel global. La planta del actual diccionario, así todo, es digital.

Otro de los temas que más preocupan a Villanueva es el de los barbarismos anglosajones. “Vivimos una auténtica invasión. Sobre todo en el mundo publicitario y comercial. Es algo indiscriminado”, afirma. Entre los anuncios que se hagan hoy por parte de Villanueva incluirá una lista de estos usos peligrosos para el español.

Álvarez de Miranda, por el contrario, es de los que no se escandalizan por los anglicismos. “Tenemos un número aceptable de los mismos. En el siglo XVIII existieron los mismos temores respecto al francés y no pasó nada”, comenta. Una vez que se acepta un término que se deriva directamente del inglés, queda incluido y se zanjan las discusiones. Pero para los más delicados o levantan más reservas, Álvarez de Miranda propone que se utilice el Diccionario Panhispánico de Dudas. “La primera edición es de 2005. Va siendo hora de que la actualicemos”.

sábado, 3 de junio de 2017

Palabras creadas por error

Poco después de la publicación del tuit, covfefe fue incluido en Urban Dictionary, web que recopila la jerga popular angloparlante. El blog oficial del diccionario Oxford publicó una entrada explicando que, aunque seguían "intentando elaborar una deficinición adecuada" para covfefe, muchas palabras de las que habían llegado a su diccionario lo habían hecho por errores como este. "En España también ocurre", explica por teléfono a Verne Juan Romeu, lingüista y editor en la Real Academia Española. "Hay palabras que, por un fallo de pronunciación o escritura, empiezan a utilizarse deformadas y acaban imponiéndose por presión social". 

En su libro Lo que el español esconde: todo lo que no sabes que estás diciendo cuando hablas, Romeu habla de algunos de esos covfefes españoles que se utilizan de forma común y son fruto de errores tipográficos o de pronunciación. Ha seleccionado algunos para Verne:

Zenit

Tal y como explica su entrada en la RAE, esta palabra se ha acabado imponiendo por una confunsión entre dos letras. Es una forma errónea de Zemt, en la que la "m" acabó siento interpretada como "ni".

Cerrojo

El caso de cerrojo es lo que se conoce como etimología popular, una palabra que ha cambiado su forma para parecerse a su significado. Lo correcto era verrojo (todavía en la RAE) pero, como sirve para cerrar, acabó utilizándose como cerrojo. Lo mismo ocurre con las muy populares mondarina (que viene de mandarina y monda) o esparatrapo (de esparadrapo y trapo), aunque éstas no aparecen en el diccionario.

Pizarra

Según el lingüista Joan Corominas, la palabra pizarra proviene del vasco lapizarra. Al pasar al español se confundió el "la" inicial de la palabra con el artículo "la", quedando como "la pizarra" cuando lo correcto hubiera sido "la lapizarra". Ocurre lo mismo con "atril", que originalmente era "latril", y con el vulgarismo incluido en la RAE "andalias", que proviene de sandalias. 

Moratón

Mucha gente duda sobre cuál es la forma correcta de llamar a un cardenal en la piel, si moratón o moretón. La correcta es moretón pero, al igual que ocurre con cerrojo, el parecido con la palabra morado ha hecho que se popularice la forma moratón, que también aparece en el diccionario.

Pokémon

Las reglas de acentuación en español dicen que las palabras llanas llevan tilde si no acaban en "n" ni "s". ¿Por qué entonces ponemos una tilde a pokémon y hacemos el plural como pokémones? Por una mala interpretación de una tilde inglesa. Aunque en inglés es raro ver una tilde, se utilizan para saber que la letra "e" se pronuncia. Por ejemplo, la bebida sake se escribe "saké" para dar a entender que se pronuncia sake y no séik. La tilde en pokémon indica que se pronuncia pókemon. Justo al contrario que en España. No está en la RAE pero la Fundéu se pronunció sobre ella.

Apacible

El diccionario de la RAE todavía conserva –aunque como adjetivos en desuso– la forma correcta de apacible, aplacible, y su antónimo, desaplacible. La palabra proviene de "placer". Romeu indica que probablemente perdió la letra "l" por la influencia de la palabra "paz".

Astérix y Obélix

Otro caso ajeno a la RAE pero ilustrativo. Con los personajes de Goscinny y Uderzo ocurre algo similar a lo que sucede con Pokémon, aunque en este caso no por una tilde inglesa sino francesa. Esa tilde indica que la "e" se pronuncia de una manera determinada, pero no que el acento recaiga en esa sílaba. La pronunciación correcta sería Asteríx y Obelíx.

Busilis

La RAE, a veces, es cruel en sus explicaciones. En la del origen de busilis recoge literalmente que proviene "de la expresión latina in diēbus illis (en aquellos días), mal separada por un ignorante que dijo no entender qué significaba el busillis". El error cambió, por tanto, tanto la forma de escribir la frase como su significado: ahora, busilis se utiliza para expresar dónde está la dificultad de algo.

Élite

A la tilde de esta la palabra le ocurre lo mismo que a la de Astérix y Obélix: es un acento tónico del frances, que no indica que la palabra sea esdrújula. De hecho, en el diccionario se conserva también la forma llana elite, sin acento.

martes, 9 de mayo de 2017

Los modismos lingüísticos de ayer y de ahora. Dossier


A

l loro, que esto mola

Álex
I
II
I

Álex Grijelmo, "Al loro, que esto mola", en El País Semanal, 30-X-2016:

Retrato de cómo hemos cambiado a través de cuatro decenios de lenguaje coloquial en España.

CASÍ NADIE dice ya “¡ábate ése!” ni “¡chipén!”, expresiones conocidas en la España de principios del siglo XX. El lugar de la primera (formada con el imperativo del verbo “abarse”) ha sido ocupado por “¡ojo con ése!“, “¡cuidado con aquél!”; y el espacio de la segunda acoge hoy a “guay” (a veces del Paraguay). Del mismo modo, el “haiga” de otro tiempo se convirtió en un “buga”; y la “gachí” de antaño es hoy un “pibón”. Ahora los tacos se oyen incluso en los medios informativos, y no son reserva expresiva de los varones, pero antes cualquier sorpresa animaba a exclamar “cáspita”, “córcholis” o “caramba” para no decir “carajo” (término considerado entonces malsonante, más que ahora).

El lenguaje familiar y jergal de los españoles en estos 40 años de vida de El País Semanal ha ido incorporando dichos y vocablos muy expresivos, que han subido y han bajado en el uso pero que ya nunca se irán, del mismo modo que (por muy olvidados que parezcan) tampoco morirán sus antecesores.

EL LENGUAJE FAMILIAR Y JERGAL DE LOS ESPAÑOLES EN ESTOS 40 AÑOS DE VIDA DE EL PAÍS SEMANAL HA IDO INCORPORANDO DICHOS Y VOCABLOS MUY EXPRESIVOS

A veces un neologismo sirve para que los integrantes de un grupo se reconozcan entre sí, de tal modo que nadie puede pertenecer a determinada tribu si no usa el lenguaje que en ella se ha establecido tácitamente. Después, el término resultará gracioso o adecuado en otras colectividades, que lo adoptan como signo de modernidad.
Los años setenta y ochenta alumbraron una eclosión de vocablos, a menudo salidos del hampa, que dieron por vez primera el salto al lenguaje general y a los medios de comunicación, antes muy mojigatos.
Uno de los términos que más triunfaron llegó al lenguaje general desde el cheli (“jerga con elementos castizos, marginales y contraculturales”), y tiene valor de aviso: “¡Al loro!”. En otras épocas la prevención consistía en estar “al arma” (se supone que de ahí viene el término que une las dos palabras), pero con “al loro” se trataba de aguzar los sentidos y no la munición. Según Mariano Hormigos (Frases, timos y decires, Ediciones La Librería), en cheli se llamaba “loro” a la radio; y “estar al loro” significa en un principio hallarse informado, atento a las noticias; de lo cual se derivará el nuevo sentido figurado de permanecer en alerta para avisar a los demás si se atisbase un peligro.
La lengua y las jergas de los gitanos han aportado muchos de esos modismos, alentados por su prestigio como términos que denotaban una pertenencia alternativa. Del caló procedía, por ejemplo, “fetén” (1984: “auténtico”, “verdadero”); o “chungo” (1992: “feo”); y también es un gitanismo “pinrel” (pie) , incorporado por la Academia en 1936 y que se extendió mucho más en la segunda mitad del siglo XX gracias a la ayuda inestimable del humorista Forges; por ejemplo, en la expresión “le cantan los pinreles” (hermana de “le cantan los alerones”, en este caso para nombrar los sobacos).
Poco antes de aparecer EL PAÍS (1976), los chavales de los barrios de Madrid habían reforzado el ya mencionado “chipén” diciendo “cachipén” o “rechipén” (“esto es cachipén de la cobais”, “esa actriz está rechipén”), alargamientos que derivaron incluso en “chipendilerendi”: un anuncio televisivo de los años ochenta decía “me lo paso chipendilerendi con la familia Mickey”.

LA LENGUA Y LAS JERGAS DE LOS GITANOS HAN APORTADO MUCHOS DE ESOS MODISMOS

El “chipén” originario también procedía del caló; y significaba “así es” o “en verdad”, pero luego tomó el camino de lo ponderativo para expresar un elogio: “extraordinario”, “fuera de lo común”. Pero como tantos otros términos de gran éxito en el lenguaje coloquial, su uso se fue diluyendo. En su lugar surgieron “chachi” y el ya mencionado “guay”: “Esta cerveza está chachi”, “qué fiesta tan guay”. Y como signo de aprobación se recuperó el viejo “dabuten” (antiguamente “de buten”). Sin olvidar el nuevo valor adverbial de “teta” en esa misma familia elogiosa: “Lo pasamos teta”.
El término “mogollón” amplía en esa época su viejo sentido (“gorrón”) para significar en el lenguaje coloquial “mucha cantidad”; y cualquier exceso (bueno o malo) invitaba a exclamar “¡qué demasiao!”. Precisamente con esta expresión tituló Joaquín Sabina una canción escrita a finales de los años setenta en memoria del mediático delincuente El Jaro y llena de modismos de entonces: “darle al canuto cantidad” (fumar mucha marihuana), “pasas del rollo de vivir”, “el vino que has mercao”, “la pasma va pisándote el talón”, “te pegaron seis tiros descarao”, “pero antes de palmarla se te oyó decir ‘¡qué demasiao!, de esta me sacan en televisión”…

No siempre se trataba de palabras nuevas. A menudo se actualizaban algunas en desuso o que se habían circunscrito a ámbitos tribales. En esa canción de Sabina se observa por ejemplo el uso jergal de “mercar”, un verbo reactivado en la época como equivalente de “comprar” pero que ya Covarrubias registraba en 1611 con ese mismo significado. Y otro tanto sucedió con “chupa”, voz empleada durante los ochenta en el lenguaje de las tribus urbanas para designar la cazadora de cuero. Esta palabra tan moderna gozaba sin embargo de rancio abolengo, pues en otro tiempo nombró la chaquetilla del dómine (o maestro), generalmente raída y descuidada, lo que originó el antiquísimo dicho de “ponerle a uno como chupa de dómine”.

EL “CHIPÉN” ORIGINARIO TAMBIÉN PROCEDÍA DEL CALÓ; Y SIGNIFICABA “ASÍ ES” O “EN VERDAD”

En los años setenta se decía entre los jóvenes que tener relaciones sexuales no era pecado, sino milagro. Después, eso pasó a ser simplemente algo difícil en general; y más tarde tal dificultad se reduciría a hacer el amor en un Simca 1000. “Enrollarse” solamente significaba hablar mucho y sin fundamento, pero ese verbo nombró luego el acto de mantener relaciones sexuales, generalmente sin mucho compromiso.

Sobrevivió sin embargo aquel viejo sentido de “enrollarse” y de “rollo” (algo aburrido), y hasta se inventó la expresión “no te enrolles, Charles Boyes” (tal vez en memoria del actor francés Charles Boyer), pariente de otras rimadas como “dónde vas con el cabás”, “no te enteras, Contreras”, “OK, MacKey”, “me piro, vampiro”, “la cagaste, Burt Lancaster”, “qué nivel, Maribel” o “a mamarla a Parla”.

Muy a menudo los inventos se relacionaron con el lenguaje delincuencial, en un fenómeno que sirvió para blanquear palabras que anduvieron siempre envueltas en problemas. Así, en los años sesenta se llamó “guripa” a cualquier persona encargada de mantener el orden, de nuevo acudiendo a la cantera del caló (el diccionario de María Moliner es el primero en acuñar este término). Pero después llegaron sustitutos como “los grises” (por el color del uniforme), “la madera” (cuando la vestimenta se hizo marrón, ya con la democracia), “la pasma”, “la bofia” o “los picoletos” (guardias civiles).

Al mismo tiempo, en el mundo de la droga aparecen “chutarse” (pincharse), “yonqui” (drogadicto de heroína), “canuto”, “porro” (cigarro de marihuana), “mono” (síndrome de abstinencia), “camello” (traficante), “maría” (marihuana)…

Los jóvenes salían en los años sesenta de cuchipanda, y después de merendada, chocolatada o tortillada, antecedentes ingenuos del “botellón” actual. En las discotecas se “movía el esqueleto”, y los que presumían de coche se buscaban carreteras en las que “tumbar la aguja”. El antiguamente llamado “guasón” se convirtió luego en “un quedón”; el “playboy” se rebajó a “ligón” y el “piscolabis” ascendió a “aperitivo”. Y el hombre mayor al que un muchacho decidía despreciar podía ser descalificado como un “jebo” (uso regional norteño), luego un “sandio” y más tarde un “carroza”.
Algunos de esos adolescentes ponían sus grandes aparatos de radio portátiles a todo volumen por la calle para que los demás supieran qué música les gustaba. Y por eso empezó a decirse “no hay parto sin dolor ni hortera sin transistor”.

SE INVENTÓ LA EXPRESIÓN “NO TE ENROLLES, CHARLES BOYER”, PARIENTE DE OTRAS RIMADAS COMO “DÓNDE VAS CON EL CABÁS” O “ME PIRO, VAMPIRO”

Cuando apareció El País Semanal, televisión, como madre, no había más que una (ahora hay más de una televisión y también puede haber más de una madre). Por tanto, su influencia abarcaba todo. La publicidad televisada desarrolló así una gran habilidad para inocular sus lemas en las conversaciones, aprovechando dichos populares o recreándolos. Si alguien debía mostrarse amable, ponía “una sonrisa Profident”, y si algo se estropeaba se conocía la solución: “el remedio, pegamento Imedio”. También triunfaron otros dichos, aplicados con tino a cada caso: “¿Qué me dices? Que te fagorices” (frigoríficos Fagor); “a mí plin, yo duermo en Pikolín” (colchones); “hola, Radiola” (transistores), “Avon llama” (cosméticos).

Y Los Picapiedra no sólo extendieron en los años sesenta la errónea idea de que el hombre primitivo coexistió con los dinosaurios, sino que inocularon en muchos novios el cariñoso apelativo “cuchicuchi”. Los años de la movida, en cambio, no hicieron muchas concesiones a lo cursi, y tomaron como letra fetiche la k (“okupas”, “kultura”, “Vallekas”…) como símbolo de transgresión.
Todas las décadas de estos 40 años han hecho sus aportaciones al lenguaje coloquial (imposible abarcarlas aquí). Tal vez un hilo conductor atraviesa todos estos fenómenos, especialmente en los años setenta y ochenta: se crearon o recrearon palabras y expresiones mediante los recursos propios del idioma español y de variedades lingüísticas muy próximas físicamente (el cheli, el caló, las jergas). Apenas se rozan los anglicismos. Por el contrario, quizás la mayor parte de la riqueza léxica aportada por la lengua coloquial en estos años se ha construido por abajo: desde las cárceles, la marginación, las tribus urbanas, las pandillas, la contracultura. Entre la gente más creativa y más contestataria, parecía que eso molaba


II

Karelia Vázquez, "Diccionario abreviado" El País, 30-X-2016:

Las costumbres, el uso en las redes sociales, la globalización y las series de televisión también imponen su ley en el lenguaje más actual.


AUTOBOMBO (sustantivo). Alude a la acción de hablar  y elogiarse a uno mismo  en la vida analógica o en la digital. Práctica frecuente  en las redes sociales.

“COMO SI NO HUBIERA UN  MAÑANA”. Frase que indica  que una acción se puede  alargar en un tiempo futuro difícil de definir.

CUÑADO (sustantivo). Persona que no tiene necesariamente que ser el hermano de tu pareja, pero que adopta una actitud condescendiente hacia  el resto de la humanidad, está de vuelta de todo y sabe quién mató a JFK.

FAIL también Epic fail (sustantivo). Alude a un fallo clamoroso, total, público y notorio. Pronúnciese con énfasis y alargando el sonido de las vocales.

FOFISANO (sustantivo). Sujeto con sobrepeso pero cuyo estilo de vida e indicadores médicos son compatibles con un buen estado de salud.

FOLLAMIGO (sustantivo). Pareja sexual ocasional y, sin embargo, amigo.

GUASAPEAR (verbo) 1. Acción de enviar mensajes por whatsapp. 2. Mantener una conversación exclusiva a través de esta aplicación. Un verbo que resume el auge de la mensajería instantánea global y que incluye mantener conversaciones simultáneas en grupos o compartir vídeos, fotos y grabaciones de audio.

FOLLAMIGO (SUSTANTIVO). PAREJA SEXUAL OCASIONAL Y, SIN EMBARGO, AMIGO.
GOOGLEAR (verbo). Acción de hacer una búsqueda en Google. También empleado para referirse a hacer una rápida investigación antes de una entrevista de trabajo o de una primera cita.

“HACER LA COBRA”. Movimiento que implica una torsión de la columna para poner distancia con alguien. Rechazo sexual.

“HACER UN NEXT”. Pasar a otro asunto. Pasar página.

“HASTA NUNKI”. Despedida definitiva y sarcástica.

HOLI (interjección). Diminutivo de “hola”.

JUERNES (sustantivo). Cuarto día de la semana en los que el espíritu del viernes se apodera del personal que sale y bebe como si al día siguiente fuera sábado.

“ME RENTA” (también se dice en spanglish “merents”). Indica conveniencia, “me sale a cuenta”.

MILENIAL (sustantivo). Generación nacida entre los años ochenta y los primeros 2000. También, milénicos.

MORDOR (sustantivo). Lugar alejado, perdido y mal comunicado. Término tomado de El Señor de los Anillos, lugar donde habitaban orcos y humanos.

NINI (sustantivo). Sujeto que ni estudia ni trabaja, se usa también para referirse a una generación.

PERREAR (verbo). Tomado del reggaeton, alude a un modo de bailar que implica el movimiento de caderas, pelvis y glúteos simulando (o no) el roce con la pareja de baile. Pronúnciese en modo imperativo.

NINI (SUSTANTIVO). SUJETO QUE NI ESTUDIA NI TRABAJA, SE USA TAMBIÉN PARA REFERIRSE A UNA GENERACIÓN.
PETAR (verbo). Úsese con el complemento directo y acompañado por el adverbio fuertemente. “Petarlo fuertemente” es el máximo grado de éxito que se puede conseguir por unidad de tiempo.

POSTUREO (sustantivo). Impostura, adopción de ciertos hábitos, poses y actitudes más por apariencia que por convicción. Surge en el ámbito de las redes sociales.

PUTIVUELTA (sustantivo). Recorrido que se hace en una discoteca, bar o fiesta popular con el propósito de calibrar el ambiente con objetivos de apareamiento.

“¡QUÉ COMA!”. Alude al estado de ebriedad, equivale al clásico “¡menuda borrachera!”.

RANDOM (adjetivo). Se emplea para designar a gente sin rasgo digno de reseñar, la gente del montón, el relleno.

SPOILER (sustantivo). Hacer un spoiler es uno de los pecados capitales de la época. Se refiere a desvelar detalles importantes de la trama de una serie de televisión.

TODÓLOGO (sustantivo). Tertuliano de la radio y la televisión con capacidad para opinar hoy sobre el Ibex 35 y mañana sobre la física de partículas.

TROLEAR (verbo). Acosar e insultar en Internet de modo sostenido.

VIEJUNO (adjetivo). Con apariencia rancia y envejecida. Puede ser despectivo o todo lo contrario. Un bar viejuno puede molar.

“ZAS EN TODA LA BOCA”. La frase tomada de Peter Griffin de la serie Padre de familia se emplea en tiempo real y con vehemencia cuando a una persona se le ha dado un buen corte.

sábado, 15 de abril de 2017

El nombre hebreo de España

Antonio Pita, "El traductor que convirtió Sefarad en España", en El País, 14-IV-2017:

La traslación al arameo de la palabra, que aparece una sola vez en la Biblia, dio origen a la confusión

¿Quién no conoce el nombre de España en hebreo: Sefarad? Remite a un pasado multicultural que cada vez genera mayor interés, como prueban las visitas a la Red de Juderías y la próxima apertura de un museo judío en Cuéllar (Segovia), posiblemente el próximo mes, y de otro en Lucena (Córdoba) antes de 2018. Hoy, la palabra da nombre a millones de judíos, los sefardíes, descendientes de los expulsados en 1492 y que estos días optan a la nacionalidad española.

Lo más probable, sin embargo, es que originalmente Sefarad no fuese España. Es decir, que la identificación entre ambas palabras provenga de un simple error, licencia o reinterpretación en una prestigiosa traducción bíblica efectuada hace dos milenios, según coinciden la mayoría de investigadores sobre el tema. Con el paso de los siglos, el cambio ha acabado convertido en una realidad sin vuelta atrás.

Lo que no se dice de Sefarad

Sefarad es lo que los lingüistas llaman un hápax legómenon, una palabra que solo aparece una vez en una lengua, autor o texto. En este caso, en la Biblia. Lo hace en Abdías, una profecía sobre un castigo divino que conforma el libro más breve del Antiguo Testamento. Está escrito en hebreo en torno al siglo VI antes de Cristo y contiene la frase: "La multitud de los deportados de Israel ocupará Canaán hasta Sarepta y los deportados de Jerusalén que están en Sefarad ocuparán las ciudades del Neguev". La única pista, pues, es que un grupo de judíos había sido expulsado en el período neobabilónico a un lugar llamado Sefarad, cuya ubicación no especifica. "Era una práctica habitual en los reinos orientales tras una victoria militar: deportar, no a toda la población, pero sí a las élites", recuerda José Ramón Ayaso, profesor de Historia de Israel y del Pueblo Judío en la Universidad de Granada.

Siglos después, en el I de nuestra era y por motivos sobre los que los investigadores no se ponen de acuerdo, la palabra Sefarad (ספרד, en hebreo) fue traducida como Aspamia -uno de los nombres que los judíos daban entonces a la península Ibérica- en el Targum Jonathan, la traducción al arameo de una parte del Antiguo Testamento.

Ahí empezó todo. "El Targum Jonathan era como el texto canónico y lo utilizaba la diáspora judía", señala Ricardo Muñoz Solla, profesor de hebraismo hispánico en la Universidad de Salamanca. El uso entre los judíos de la palabra Sefarad para definir a la península Ibérica comenzó a aparecer en escritos de la famosa edad de oro del judaísmo andalusí, en la Edad Media. Cuando estaba en el extranjero, el filósofo cordobés Maimónides firmaba sus cartas con la coletilla "el sefardí". No obstante, el "uso masivo" del término "como elemento identitario" no se produjo hasta la expulsión de los judíos en el siglo XV, explica la novelista y especialista en estudios sefardíes del CSIC Paloma Díaz-Mas. "Sefarad es un término polisémico que va evolucionando con el tiempo, adaptándose a realidades políticas y geográficas cambiantes. Según el momento, se ha empleado como equivalente hebraico de Al Andalus (e Hispania) o bien de toda la península y, más modernamente, de España", precisa Javier Castaño, investigador de historia judía en el CSIC y director de la revista Sefarad entre 2006 y 2015.

El lugar más lejano de Jerusalén

¿Qué llevó al traductor a identificar Sefarad con España? Díaz-Mas cree que no se trata de un error, sino de una adaptación voluntaria como las que experimentaron otros términos de la Biblia. "Usa la palabra para reflejar el extremo del mundo conocido, el lugar más lejano de Jerusalén. Y eso era entonces la península Ibérica", señala. Una idea en la que abunda Ayaso: "Es absolutamente imposible que Sefarad fuese España porque en el siglo VI antes de Cristo los imperios de la zona no deportaban más lejos del Mediterráneo Oriental o de Próximo Oriente. Lo que pasa es que, cuando ya existe el Imperio Romano, el traductor piensa: ¿dónde sería lo más lejos para mandar a un deportado? Pues lo que se creía en aquella época: la península Ibérica".

En 2014, Mariona Vernet, investigadora Ramón y Cajal de la Universidad de Barcelona, publicó un artículo académico en el Journal of Semitic Studies de la Universidad de Oxford en el que sugiere que el traductor asoció la palabra Sefarad con las Hespérides, las ninfas de la mitología griega que habitaban un jardín en algún lugar al oeste y que el geógrafo Estrabón ubicó en Tartesos, en el sur de la península Ibérica. Aunque el término Hespérides no aparece en la literatura en hebreo de la época, sí lo hace en textos en griego de autores judíos, por lo que no es raro pensar que conociese la palabra Hespérides y le viniese a la cabeza al traducir Sefarad al arameo. "Las dos palabras tienen las mismas consonantes. Al traductor, con su bagaje de época alejandrina, la palabra debió de remitirle rápidamente, no tanto al concepto mitológico de las ninfas, como a la idea del extremo más occidental", explica hoy Vernet por teléfono.

Entonces, ¿dónde estaba en realidad la Sefarad bíblica? Hay basicamente cuatro hipótesis, pero la que genera mayor consenso académico es que se trataba de Sardis, una desaparecida ciudad en la actual Turquía. Sardis era la capital de Lidia, un imperio que existió en Asia Menor en el primer milenio antes de Cristo. En unas excavaciones allí se encontró una inscripción con el nombre de la ciudad en arameo: s-p-r-d, las mismas cuatro consonantes que en el texto bíblico en hebreo. En las lenguas semíticas, como el hebreo o el arameo, no se suelen escribir las vocales. Además, se han encontrado allí restos de una gran sinagoga del siglo II, lo que podría indicar la llegada de judíos a la zona siglos antes. Otras hipótesis sitúan Sefarad en lo que hoy es Libia o en el extinto imperio asiático de Media.

Pero a lo mejor Sefarad sí que era España. Lo defendió hace medio siglo el investigador estadounidense David Neiman en un artículo en el Journal of Near Eastern Studies. Su tesis era que los tirrenos, uno de los denominados "pueblos del mar", lograron llegar a la península Ibérica gracias al control que ejercían sobre el oeste del Mediterráneo desde sus bases en Italia, Cerdeña y Córcega. Allí, cerca de la actual Tarragona, establecieron un lugar mencionado por Estrabón como "Tierra de Esparta". Esparta, argumenta Neiman, bien podría ser una evolución de Sfarda. "Los judíos que se instalaron en España en tiempos del Imperio Romano estaban familiarizados con el país, especialmente con sus puertos (...) Por alguna razón aún desconocida, emplearon el nombre de una localidad en particular para designar a todo el país. No es un proceso excepcional: Asia recibe su nombre de una pequeña región de Anatolia y Grecia el suyo del asentamiento de Magna Graecia en Italia", defendía el investigador.

Pese a que no hay pruebas de presencia judía en la península Ibérica hasta época romana, la idea de que la Sefarad mencionada en el Antiguo Testamento se correspondía con España fue promovida por los propios judíos de la zona. Primero, como signo de distinción y para independizarse de Babilonia, otro gran centro de pensamiento hebreo de la época. "Insistían en la idea de que procedían de Jerusalén, de la casa del rey David, y por tanto de estratos más altos, con una mayor cultura", explica Ayaso. Luego, en los tiempos de persecución previos a la expulsión, para tratar de salvar la vida. El argumento era que, dado que sus descendientes ya residían en la península Ibérica antes del nacimiento de Jesús, no podían ser culpados de que éste fuese condenado a morir en la cruz, acusación colectiva que persiguió a los judíos hasta el Concilio Vaticano II (1962-1965), recuerda Muñoz Solla.

martes, 11 de abril de 2017

La palabra más difícil de pronunciar en español

Es una elección personal. Para mí se trata de ininteligibilidad.

sábado, 28 de enero de 2017

Entrevista a la lexicógrafa Paz Battaner

Jesús Ruiz Mantilla entrevista a la lexicógrafa Paz Battaner “El asunto del género no es el más importante". La lexicógrafa y académica de Lengua Española pronunciará este domingo su discurso de ingreso en la Academia, El País, 27 ENE 2017

Llega a la Real Academia Española (RAE) para despejar ambigüedades y agujeros negros en las definiciones. De hecho, el discurso de ingreso que Paz Battaner (Salamanca, 1938) pronunciará el domingo se titula Algunos pozos sin fondo en los diccionarios. La lexicógrafa, que fue catedrática de Lengua Española en la Pompeu Fabra, será contestada por Ignacio Bosque y sustituye la vacante en la silla s que dejó José Luis Pinillos. Le preocupa que la planta del instrumento lingüístico fundamental de la casa sea demasiado antigua, “más del siglo XVIII, en muchos aspectos, que del XXI”, dice. Es algo que considera muy grave. Por eso, su papel en esa transición revolucionaria que llevará definitivamente al próximo diccionario hacia la era digital será imprescindible.

Pregunta. El título de su discurso de ingreso asusta, con eso de los pozos negros. ¿Cuáles son?

Respuesta. Algunos, algunos. Bueno…, muchos.

P. ¿Y concretamente en el Diccionario de la RAE o en otros? ¿Hasta qué punto son graves?

R. En todos. Pero no es una cuestión de gravedad, sino de cómo se describen y explican los términos.

P. ¿Por ejemplo?

Los sustantivos  llamados abstractos son un problema para cualquier diccionario, pero yo los he tomado como un reto"
R. Los sustantivos que no tienen un referente físico, los llamados abstractos. Su significado se diluye y toma muchos matices. Esto es un problema para cualquier diccionario, pero en mi caso, lo he tomado como un reto.

P. ¿Habla entonces de la ambigüedad implícita en esos vocablos o de la falta de concreción a la hora de definirlos?

R. De su descripción. Hay casos en los que no sabes si hablan de cualidad o de estado. Son cosas muy diferentes. Dependiendo de su contexto toman formas camaleónicas.

P. ¿Y causan total confusión?

R. Total confusión, no. Siempre digo que los diccionarios llevan una cantidad de información enorme y muy valiosa. Es muy habitual que los consideremos como libros viejos, antiguos, dignos de esa oda que les dedica Pablo Neruda. Todos tienen su interés y albergan mucho conocimiento. Una información que antes resultaba difícil de recopilar. Ahora, no tanto gracias al mundo digital.

P. La RAE en estos tiempos es muy escrupulosa a la hora de incluir y diversificar a sus miembros. Procura que entren expertos de varios campos precisamente para clarificar y concretar lo máximo posible. Aun así, ¿persisten gravemente las inconcreciones?

Para mucha gente, el DRAE es una memoria de la identidad y les molesta no verse reflejados rigurosamente"
R. Hay mucho que no se puede apreciar, detalles que se escapan. Insisto en que más que concretar, basta con describir. Los diccionarios hoy, más que los antiguos, que eran de comprensión, son de producción. Como todo el mundo utiliza la escritura como modo de comunicación diario, en ese sentido, han cambiado a lo que llamamos diccionarios de uso. De ahí el gran acierto de María Moliner con el suyo. Antes bastaban para leer un texto, ya no. Los necesitamos para escribir.

P. A esto se une la complejidad del tiempo que vivimos. Activa alertas sensibles y polémicas como las que tienen que ver con los asuntos de género. Resulta un tema muy sensible hoy entre los académicos. ¿Cuál es su posición?

R. No es el tema más importante, a mi juicio. En el informe que elaboró Ignacio Bosque quedó perfectamente reflejada la posición. El Diccionario debe describir cómo usa la gente las palabras. No ir por delante. Es cierto y no está mal que en vez de hombre, en general, se utilice el término persona para referirse al género humano. Hay gente que le duele esto. Yo creo que se debe utilizar el masculino incluyente en la mayoría de los casos porque lo demás lleva a inconsistencias muy grandes y a discursos reiterativos que no ayudan a mejorar la presencia de las mujeres en la sociedad.

P. Le aviso de que este asunto levanta ampollas entre sus nuevos compañeros.

R. Lo sé, lo sé, pero en el diccionario hay otro tipo de temas igual de hirientes o peores que no las levantan. Por ejemplo, el término curiosidad…

P. ¿Qué le pasa?

Debemos definir los términos desde el presente sin caer en lo que se hacía ayer"
R. Pues que en la edición de 1992 estaba definida como un defecto. Deseo de saber que lleva a alguien a lo que no le concierne o incluso vicio que lleva a inquirir sobre lo que no llega a importarle, como una falta. Ya está corregido, pero, imagínese… Asuntos que resultan políticamente incorrectos. Aun a costa de que eso también se haya convertido hoy en una inquisición. También se da en términos como astucia, prudencia…

P. ¿Hace falta pues una puesta al día urgente?

R. Un trabajo de definir los términos desde el presente sin caer en lo que se hacía ayer.

P. ¿Ayer es cuándo para usted?

R. Pues en muchos casos 1726, año en que se creó esta casa. Para mucha gente, el Diccionario de la RAE es una memoria de la identidad y les molesta no verse reflejados rigurosamente. Hablamos de revisar términos del día a día, los de ir a la compra, no tanto tecnicismos. A veces se dejan las cosas como se han hecho siempre por inercia y también se ha pecado mucho de aplicar parches, no transformaciones necesarias. Existe una matriz antigua y aunque se han producido muchos esfuerzos por mejorarla. La planta del diccionario actual, en el fondo, es muy del siglo XVIII.

P. Pues entonces el problema es grave, porque de lo que se trata, según explican sus compañeros, es de cambiarla para ponerse al día en la era digital.

R. Es muy grave, sí. Y hacen falta muchos cambios. Por otra parte, debemos conservar la información existente sobre el vocabulario. Tiene su razón de ser. Sobre todo en el léxico, no tanto en la gramática. La lengua está en constante movimiento y la información es abrumadora. Aun así debemos de tratar de captarla. Más en un diccionario que se puede ir actualizando en red y no tiene por qué quedar aprisionado en un volumen.

P. Su trabajo en la RAE en ese sentido, entendemos, va a ser muy concreto. ¿Por donde empezaría a transformar la planta del Diccionario?

R. Yo vengo con ganas de trabajar en lo que pueda ser de utilidad, en lo que les valga. El trabajo ya está empezado y bien en muchos sentidos. Pero, por ejemplo, adecuaría el desorden de las acepciones. Lo organizaría entre acepciones y subacepciones, como muchos otros diccionarios ya hacen. Le dará mucha racionalidad al uso. Eso ayudará también a los usuarios. Manejar un diccionario requiere práctica y formación que debe salir de primaria y secundaria. Yo he sido profesora de secundaria y me apasionó la experiencia. En esos niveles es donde realmente se pueden adquirir las bases para dominar el uso de estos instrumentos.