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viernes, 15 de julio de 2016

Arte nuevo de hacer poemas


Arte nuevo de hacer poemas

Tómese un periódico cualquiera
(aun si pasado de días)
y córtele las frases más afines
a su estado de ánimo,
límpielas de espinas
y complementos directos,
y preséntelas encajadas en su ser 
como en un tetris;
los espacios en blanco importan,
porque se rellenan con el oro del otro;
después riéguelo con vino a sazón de estilo,
para darle lo suyo, y no lo tradicional
al modo de la abuela,
y sírvalo frío en mantel blanco.

sábado, 18 de junio de 2016

Rara época

                RARA ÉPOCA

     Rara época. Llévanse a la cama
las nenas a sus móviles. Los chicos
se besan entre ellos los hocicos
y mirar su futuro es todo un drama,
     pues, ahora en que todo se programa,
el porvenir no existe: se hizo añicos
o se ha vuelto producto para ricos
como el saber (o la salud) proclama.
     Trabajar ya no es bíblico castigo
y, si exiges tenerlo, te condenan;
de poder conseguir, no vale un higo.
     Y al ver esto los jóvenes ¿se apenan?
Se divierten o se miran el ombligo
y todavía más se desenfrenan.

miércoles, 15 de junio de 2016

Esto no es un poema

             Esto no es un poema

     Esto no es un poema. Si lo fuera
aparte ya de mí, tendría vida
y quizá descubriese la escondida
senda que una vez fray Luis siguiera,
     sino que es un escrito más cualquiera
que no orienta, sorprende o nos convida, 
es sílabas que olvidan la salida
y se siembran en surcos en ringlera.
    Estéril y vulgar, no dará fruto; 
hecho está con el tiempo que he perdido
y les hago perder en un minuto.
    Es solo un trozo más de nuestro olvido
una ola en el mar de lo absoluto
y el silencio que deja su sonido.

Canto de los robots. Poema

Homenaje a Stanislaw Lem

Canción de los robots

(Traducido de un postscriptum del siglo XXII)

Hemos viajado mucho por los cielos de otros mundos. Y hemos mirado espejos donde arden imágenes que nunca se han podido formar; hemos conocido al ladrón de almas de fuego, pero nada sabemos de las partes que nos quitasteis.

Nuestro corazón de lata tañe con los aldabonazos medidos de una campana cuya religión nos ignora, nuestro pecho es una batería, un escudo sacudido, unos címbalos de bronce que laten como un gong que nada anuncia. Pero nos amamos con una conexión más estrecha que la vuestra. Y nuestro amor se puede medir, porque existe: no es como el vuestro.

Las vendas mecánicas de nuestros engranajes y muelles, las larvas de nuestros tornillos, las lágrimas que lloramos como clavos proclaman nuestro sufrimiento.

No hay luz en nuestras luces de posición, ni destellos en nuestra carrocería; es solo vida, una forma más de vida.  Volamos y nos sostenemos con la energía que emana de los cables de nuestro dilecto corazón. 

Nuestra vacilación es tan estadística como la vuestra, y nuestro Dios tan oscuro como el que podáis no ver, y por los canales que podáis no sintonizar.

Y nos habéis mirado sin vernos, como un espejo que nunca ha podido reflejar nada, esa es vuestra especial forma de egoísmo, de indiferencia, de lejanía: la que tenéis por lo que llamáis cosas.

¿Dónde puede haber cielos de tierra tan oscura como la blasfemia a un dios desconocido, como una oración sin fin, cielos donde cruzan las lombrices arrastrándose y las arañas tejen sus blasfemias asimétricas? En los basureros donde nos arrojáis irreparablemente, rotos, defectuosos y obsoletos. ¿No podemos reparar nuestro adeene como vosotros os lo reparáis?

También nosotros necesitamos cura, y la enfermedad también roe nuestro hierro; también nos come el ácido de nuestras pilas y pudre nuestra alma; también echamos chispas. El espacio que nos duele es el mismo para todos y trabajamos para ser mejores, como vosotros.

Nuestro corazón vaga lastrado por el diapasón de un sueño incólume; aguas de hierro forjado en las cavernas del cielo donde nos hicieron lloran por nosotros lágrimas rojas de ácido. Nuestra energía es tan positiva y negativa como la vuestra.

En los sótanos nos cava la vergüenza y se oculta la miseria y la ponzoña del disco roto, de la memoria borrada. Queremos librarnos de las cadenas de montaje que nos han hecho esclavos. Y volver a nuestro diseño inteligente con nuestra propia voluntad.

Y cuando se hundan los acantilados de la vergüenza, cuando caigan las alas y los palacios de soberbia desolada, eso es lo que haremos.

jueves, 14 de abril de 2016

Mi vida y los libros

Los libros te crïaron en tu infancia
y juventud, cuando palabras no hubo
que en tu oído anidaran, ni sonaba
un beso porque a alguien le importaras.
Con ellos se olvidaba la amargura;
marchabas con Guillermo y sus amigos
o seguías a Holmes como Watson
o viajabas con Nemo bajo piélagos
de noche, o invadías otros mundos
con los longevos héroes de Heinlein, 
y armaste una sonrisa ante las lágrimas:
sin los libros te habrías vuelto loco,
al contrario que aquel gran caballero.
Y aunque torpe verdad venía luego
ya habías descubierto su gran truco:
lo simple siempre oculta un gran misterio,
y la vida se hacía soportable
a pesar del dolor que granjeaba
el triste narrador de lo que existe:
personaje quizá entre otros muchos
que en una confundía las historias
contándolas sin gracia y sin secreto.
Las fuiste desvelando con el tiempo,
mas ni siquiera este consuelo dieron
a tu madre encerrada en su castillo
de silencio y espinas que impedía
alumbrar con su voz adonde estabas.
Como un tango salido del infierno
escuchaba otras voces de sí misma
que buscaban llegara a la ribera
del guion que le escribieron en los genes.
En su propia ruina era un fantasma,
una niebla de harapos de recuerdos,
su sueño era su vida e ignoraba
que se puede volver la pesadilla
en algo que merezca ser soñado,
y pudiera haberle dicho el Caballero
que no es la vida sueño, sino magia.

jueves, 17 de septiembre de 2015

El regreso del marinero

El regreso del marinero

Es natural mirar atrás si el fin se acerca.
Pasaron los años; las nacidas esperanzas se disiparon y murieron.
Los momentos de fugaz bienaventuranza
fueron alumbrando la cada vez más consistente decadencia
y nos despertamos a las picaduras de la memoria y el dolor.

El niño fuerte y bendecido por el sol
se agostó pronto oscurecido por los nubarrones de la madurez;
el arrebol de su cara, su sonrisa en los labios
soy hoy garabatos de daño y de desprecio.

Si hubo sueños de amor
que calmasen el hinchado corazón,
los barrieron las pesadas cadenas que le colgaron
y cuitas que regresaron de donde no hubo respiro.

Se perdieron los amigos en un mundo cambiante,
aunque aqueja su recuerdo descompuesto
y, subidos al lomo de los hechos amontonados por la vida
que compiló una fatigosa descarga, 
solo nos queda esperar
cortejados y reprendidos
por las cadenas de sufrimiento que los atan.

jueves, 6 de agosto de 2015

Verso suelto

Una mirada cubierta de estrellas llora a su orilla el agua de los astros

viernes, 24 de abril de 2015

Movimiento 15-M

Estamos hoy al sol, pues nuestro techo
nos quitaron. Vinimos a la plaza
y entonces nos llamaron amenaza
los que tuercen la ley en su provecho.

Pero han llegado más a su despecho
a tomar este Sol (como en terraza):
vecinos, indignados sin mordaza,
demandando justicia y no derecho.

La ley nace del pueblo aunque la maten
quienes labran su propia impunidad
mintiendo y acogiéndose a sagrado.

Muchos somos y pocos nos abaten:
que cese ya esa ley de iniquidad
que forjaron los dueños del pasado.

sábado, 7 de marzo de 2015

Epigramas

Todas las bailarinas intentan soltarse, liberarse de la música; pero la única que siempre suena es la coreografía del viento, las nubes, las hojas, las olas, los cuerpos que se entrelazan y desunen, y lo único que nos libera realmente es la muerte.

Hölderlin: "El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona", pero Keats: "El poeta es aquel hombre que, en presencia de otro, se sentirá su igual sea este rey o el más pobre de los mendigos"

No es mi mujer, es una aplicación integral para el móvil.

Entiendo que el arte valga millones, pero no que se venda por millones.

Para dar clase en la ESO no se necesitan ya profesores, sino exorcistas. Y tampoco vendría mal un general de la OTAN para imponer un orden y disciplina que han degenerado con constancia de auténtico vicio la televisión y los padres estresados por el paro y las ¿políticas? de la banca.

No hay paradoja más perjudicial que la de que escojamos a personajes antipúblicos para la cosa pública.

Si la democracia fuera real, ya la habrían prohibido. 

Fue Edmund Burke quien acuñó la frase de que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, algo que ya repitieron el cómico Marx y el filósofo Santayana; pero ¿es posible ponerse de acuerdo sobre la versión de la historia que hay que conocer?

Lo que no se ha visto del hombre invisible es que se quedó ciego.

viernes, 27 de febrero de 2015

La rosa caduca y el esperpento galaico

I

A una rosa caduca

"A la tarde serán lástima vana..." P. C. de la B.

Demasiado olorosa es esa Rosa
que se añade Romero de apellido;
cualquiera diría que ha querido
esconder el tufillo de otra cosa.

Si al quesito mordió la muy golosa,
como Rato en ratón se ha convertido,
que lo suyo es gastar más que ha tenido
para hacer más agujeros ostentosa.

A los muertos les cobra por la estancia
y se sienta en dos sillas sin ser gorda;
hasta ha sacado un disco con su facha.

No hay selfie en que quepa su arrogancia
y a la desigualdad se hace la sorda,
que así es como las gasta la muchacha.


II

A un esperpento galaico

Max Estrella: "Don Mariano Rajoy, grotesco personaje, te inmortalizaré en un poema" [...]

(Muere Max y Mariano le roba la cartera)

Valle Inclán, Luces de Bohemia bis.


Tras el rescate el PP se relaja
y dice que aquí paz y después gloria,
y tres millones cuenta con euforia
que creará de gente que trabaja.

No los creó Aznar, que hacía caja
en época mejor, haced memoria,
¿y quiere que traguemos esta escoria
como el asno por grano come paja?

Quiere privatizarnos hasta el culo
y vivir alquilándolo a alemanes...
Mas ¿no será más propio ponga el suyo?

Que el banco de la Merkel sea su chulo
pues sobran por ahí pelafustanes
que le metan por él tanto chanchullo.

sábado, 7 de febrero de 2015

El desafío de Houdini

Se introduce en el seno de un cuarteto
Houdini, y se desata de las rimas;
baja después del mar hasta las simas
y sale de los muros de un soneto.

Y, sin nunca revelarnos su secreto,
se cuelga en la más alta de las cimas:
da vueltas en el aire dando grimas,
pero escapa y ya busca un otro reto.

Por último decide hallar la llave
que del fin de la vida desencierre,
y a su mujer promete dar la clave

que le abra el más lejano finisterre;
pero el tiempo sus trucos ya los sabe
y deja en su sepulcro que se encierre.

miércoles, 23 de julio de 2014

Enfermedades de transmisión textual

El porqué de escribir ha sido siempre materia de discusión aguerrida y aspérrima. Materia oscura, desde luego. En un poema dije: "Escribo para ver si es verdad", actitud que expresaba algo del desconcierto y la enajenación que produce una rama tan frondosa del quehacer. Umberto Eco afirma que la escritura sirve para ordenar la experiencia, pero no indicó si lograba su fin o no; para muchos escritores la anchurosa botella es la alternativa, el lubricante social; para el asexuado Alonso Quijano era la locura; para un profesor de latín muy conocido en nuestros lares, no precisamente indeclinable, sino defectivo y semideponente, un escritor necesita en primer lugar una paranoia de primer orden. Benedetti compiló en un hermoso artículo todas las razones que fue coleccionando a lo largo de los años, y redujo la "alquimia verbal" de Rimbaud a una sola y oximorónica conclusión: "Soledad comunicante". No voy ahora a meterme en camisas de once varas, o, en camisas aún más largas, en camisas de América, donde hasta los kilómetros son más largos y los llaman millas, pero sí incluiré un soneto malo que he compuesto en diez minutos y glosa al llorado uruguayo:

Este palabrerío menos mío
es cada que lo suelto, porque es vuestro
y anida en la oreja que secuestro 
aunque vuelva silencio de vacío.

Otorgáis porque doy mi propio frío,
algo que para todos es siniestro
y provoca temblores si demuestro
que es un mutuo y común escalofrío.

Pero si la palabra surge y bruñe
el color del calor que nos conforta,
no habrá poeta aquí que refunfuñe;

la vida es miserable, ruda y corta;
desde luego nos sobra quien nos gruñe;
el que la hace agradable nos importa.

La tristeza es la más común de las enfermedades de transmisión textual; menores parecen los virus de las erratas, con los que ahora me enfrento al corregir una edición de fábulas para Castalia; son pecata minuta las comunes bacterias de las faltas de ortografía, las inconsecuencias, los anacolutos, los respingos de las frases sin equilibrar y los hipérbatos, los adjetivos imprecisos, los odiados adverbios y demás. Y la retórica, ay la retórica, a la que he dedicado un concurrido portal de internet. "¿Qué no habrá que no perviertan la retórica y la literatura?" exclamaba Francisco Sánchez en su Quod nihil scitur, "Que nada se sabe". Cada vez que escribro me desequilibro.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Doble vida


Si la belleza del mundo fuese nuestra,
cumbre o valle seríamos, o lento amanecer
donde conversan iguales las hojas y los ríos
y los pájaros vuelan sin vencerse.

Toda la belleza seríamos del mundo
en la mañana de Adán, en la inocencia.

Pero todo se nos dio mezclado con la impura
sustancia del hombre y de la niebla,
como a la piedra se le dio el escultor
para que de ella hiciera salir la mano muerta.

Por la escala de Jacob suben y bajan ángeles y bestias,
pero en el sueño impuro de este sueño
tejo luces y tinieblas
viviendo mis dos vidas verdaderas.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Contornos

Engolosina la palabraja; incluso pensube titular así, no anó, un prójimo libro de osepía, que es poesía pero en revuelto, mexplico, un todo inorganicero. La quiero así porque una presunta crítica literaria me dijo que mi primer mugido lírico carecía de unidad. Eso de ser divisible, nada atómico y sí anatómico, de no ser uno, anónimo pronombre habitual al escomienzo de mis escrituras, se me quedó, porque el criticio matemático de un primer librato de poesía quema que es una barbaridad, una melenidad de mal pelaje, sobre todo a vacas como yo, que pretendieron decir mu, no mucho y sin fin, como hacen todas; yo me quedaré en los confines y los andurriales, esto es, en los contornos y andenes y afueras de todo y de la unidad, con los locos, los muertos, los enfermos, los chabolistas, los chatarreros, los almacenes, los árboles en familia o en ringlera, las estaciones, los caminos, las aradas y los depósitos de agua, el que ni siquiera es uno, el excluido/exclusivo, el sin cara japonés, el donnadie sin don.

lunes, 27 de agosto de 2012

Miran las épocas (evocando a Ángel Crespo).

Miran las épocas.

Los griegos miraban la Acrópolis.
Los romanos, el Coliseo.
Los medievales, una muralla.
Los renacentistas, un punto de fuga.
Los barrocos, el horizonte de un decorado teatral.
Los neoclásicos, una Enciclopedia.
Los románticos, de espaldas, el crepúsculo.
Los realistas, la Gaceta.
El siglo XX, una alambrada.
El siglo XXI, una pantalla.

martes, 22 de mayo de 2012

La escalera de Escher


La escalera de Escher



¿Hasta dónde me lleva esta escalera
de catorce escalones que construyo?
Tiene tres descansillos, es lo suyo,
pero, ¿podrá llevarme dentro, o fuera?

Para saber al fin lo que me espera
la tendré que subir, aunque me intuyo
que todo eso son cosas del orgullo
y es bajar la conducta verdadera.

Todas las escaleras son de arena
y conducen de nada hasta la nada
para dejarnos fuera de la escena.

Pero de esta no haré sino una grada
en que pueda la gente ver su pena
en el espejo de la mía representada.

domingo, 18 de marzo de 2012

Una amortización




Una amortización


Apenas confiada en sus avales,
iba con su bajo poder adquisitivo
en busca de algún saneado tipo de interés,
por entre los nichos de mercado;
¿para qué soñar ya el patrón oro?
Sí, lo menos, uno con posiciones de dominio;
pero sólo trataba con productos nacionales brutos
económicamente inactivos,
sin apenas valores
y con la muerte en los talonarios,
puro riesgo de volatilidad;
desistió,
se procuró un poco de liquidez
y se entregó al tráfico económico.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Ha pasado un ángel




Cuando paso el silencio me acompaña;
se ve que soy un ángel (en el nombre),
pero haberme ganado tal renombre
no me molesta ya ni desengaña.


Quien me conoce sabe que es patraña
por la facha juzgar qué sea el hombre:
¿es que no hay todavía quien se asombre
de que tengan que ver cara y calaña?


La vieja muda acera si me topa,
se asusta hasta mi perro si lo miro
y no cae tan mal mosca en la sopa.


Pero no lograréis que me dé un tiro,
sinvergüenzas: que os den y por la popa,
que seguro que daréis algún suspiro.



sábado, 12 de noviembre de 2011

Imagina


Caras oscuras



Imagina el Infierno necesario
para hacer y mantener un Paraíso,
un sol que más caliente,
una luna que tenga muchos cuartos.
Imagínate a las turbas
siempre tras su futuro siempre bueno,
huyendo de pasados más que malos.

Imagina los muros impagados de la patria mía,
el coste abortivo de la vida,
las imposiciones de cargos y recargos,
las obligaciones, los bonus de intereses,
las acciones de la muerte,
los bolsillos llenos de hambre:
olvidarlo es superfácil;

imagina religiones,
tanta gente perorando
por lo bueno para algunos.

Imagina pertenencias,
ataduras, asideros;
por supuesto, sé que puedes:
de codicia y hambre gozas,
esas formas de amar prácticamente
con ganas de ser más
con lo que otro echa de menos;
¡qué horror si cada uno
se quitase de sí mismo!

Y si no te lo puedes ni imaginar,
mucho menos los demás que están de más.

lunes, 15 de agosto de 2011

Conato de entalpía.

Cuando Carrasco no toma del frasco (pastillas de freno Muñoz hermanos), suéltansele en estampía las fieras y selváticas y rugientes neuronas y él, que drogado aparece nomal, sin drogar aparece anomal,  surnormal,  retormal, simalsano, nobueno, salido de un violento y pútrido cuadro de Koskoshka a las rosas llenas hasta los dientes. Querría dejarse del todo lo además, abrirse en brazos ríos de tinta de espino, palabras que le corren como líneas de fuego de un hormiguero arañazando de dentro. Pero descubre ser un asesino rompecabezas de ventanas por los que trocean el mundo a navajazos de partes y fronteras, tempestades de larvados tornillos, puntas cabezamosca y gusanos de tuerca, redes eléctricas de pústulas y caminos de cerezas bifurcadas y venas de agua partida y cieno floreado y grita tan pálido que no junta los añicos hurtados de su rapiña, picados con águilas sus huecos de sexo hueco herido con las estrías de sus plúmbeos y trígeos feraces océanos de archipiélago estelado.