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lunes, 7 de agosto de 2017

Carreras exigentes y exigidas pero sin salidas

Olga R. Sanmartín, "Carreras que exigen notas altas pero no ofrecen salidas laborales", en El País, 7 de agosto de 2017:

Cuando el estudiante universitario Francisco Jiménez estrenó su mayoría de edad, en 2011, la burbuja inmobiliaria hacía tiempo que había reventado. Los arquitectos habían pasado de ser esos tipos altivos con trajes negros carísimos a convertirse en humillados buscadores de empleo que, si tenían suerte, se sacaban algo de dinero haciendo valoraciones catastrales, inspecciones técnicas y otras tareas por debajo de su cualificación. Aun así, Francisco Jiménez se empeñó en matricularse en Arquitectura. Había sacado un 12,2 en Selectividad y podía haber entrado en Medicina, en Ingeniería o en lo que quisiera. Pero su sueño desde pequeño era ser arquitecto y la escasa empleabilidad de esta carrera no logró disuadirle. "Lo hago por vocación pura y dura. Tuve claro desde el principio que nunca iba a alcanzar el rol clásico del arquitecto, pero es que ahora mismo nada te garantiza un trabajo y cada vez un título es menos garante de cualquier cosa", explica este murciano de 24 años que, además de estar terminando Arquitectura, preside la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup).Se pone como ejemplo de "una titulación con mucha dificultad y pocas salidas laborales", pero lo dice con orgullo. Está contento con lo que hace. Sostiene que cada vez hay más universitarios que siguen la llamada de la vocación, incluso aunque se les cierren las puertas del mercado laboral. Piensan que, ante las incertidumbres futuras de este caótico mundo líquido en el que ya nada es como era, hay que dejarse llevar por el corazón y no por la cabeza.Las notas de corte de las universidades españolas para el próximo curso 2017/2018 dan cuenta de un buen número de grados con unas exigencias de acceso altísimas -porque tienen una gran demanda estudiantil- que ofrecen, en cambio, bajas cuotas de inserción laboral.Es el caso de Arquitectura. Según las cifras del Ministerio de Educación (las últimas disponibles), sólo el 44% de los que estudiaron esta carrera estaba afiliado a la Seguridad Social en 2014. De los que trabajaban, uno de cada cuatro lo hacía por debajo de su nivel formativo. Apenas el 6% estaba instalado por cuenta propia. Y, a pesar de este negro panorama, la nota de corte para entrar el curso que viene en la Universidad Politécnica de Madrid es un 9,2. Pasa igual en Periodismo -piden un 11,79 en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, pese al 42% de paro-; en Bellas Artes -con un 60% de desempleados, la nota de corte es un 9,54 en la Universidad de Málaga-, o en Psicología: con un 40% de paro y la mitad de los estudiantes sin trabajar en lo suyo, la Universidad de Oviedo exige una nota de 9,2, más que en la cotizada Ingeniería Informática del Sotfware, que exige un 8. En Comunicación Audiovisual, Sociología,Ciencias Políticas, Traducción, Criminología, Biología o algunas filologías se dan circunstancias parecidas: muchos estudiantes las demandan pese a sus elevados índices de paro, mientras faltan candidatos cualificados para realizar otras profesiones. "Los estudiantes están eligiendo las carreras que más les gustan, independientemente de que le vean una salida laboral inmediata", corrobora el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), Segundo Píriz. "Los universitarios ya no van a encontrar un puesto de trabajo que sea idéntico al grado que han estudiado y es muy difícil aconsejar un título que asegure un empleo", recalca.Es la misma opinión que expresan Carmen Romero, estudiante del último curso de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, y Gorka Martín, que va a pasar a 5º de Relaciones Laborales en la Universidad de Granada. Ambos cuentan, sin mostrar ningún signo de arrepentimiento, que escogieron su carrera "por gusto, no por tener un trabajo". ¿Sus padres no trataron de persuadirles? "Mi padre me dijo: 'Estudia lo que quieras, que trabajarás en lo que puedas'", responde tajante Carmen.¿Son conscientes los estudiantes de dónde se meten cuando hacen estas elecciones tan temerarias? ¿Es sensato decirles que se dejen llevar y estudien lo que les gusta? ¿Hasta qué punto los alumnos deben elegir lo que más les apetece o aquello en lo que hay más salidas? Benito Arruñada, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Pompeu Fabra, es bastante crítico con esta idea de que los jóvenes tienen que cumplir su sueño a toda costa. "Estamos entrenando a gente incapaz de hacer algo que no sea estrictamente placentero", sostiene. Su tesis es que, a los 17 o 18 años, los críos "no son conscientes de las consecuencias de sus decisiones" y eligen carreras en las que "invierten menos de lo necesario para alcanzar el nivel de vida al que aspiran" porque "no han sido educados para posponer la gratificación". "Primero, no saben realmente lo que les gusta, algunos eligen la carrera por las series de televisión. Segundo, no saben valorar las consecuencias de lo que creen que les gusta. Y tercero, incluso aunque sepan lo que les gusta, es cuestionable que tengan que estudiar lo que les gusta", expresa. Y recuerda que, "mientras que subvencionamos por igual la educación que hoy sirve más bien para disfrutar y aquella que sí produce valor social, el gravamen fiscal sólo pesa sobre esta última, sobre la educación socialmente productiva"."Hay un riesgo muy grande en escoger algo únicamente por el criterio utilitario", discrepa Màrius Martínez, profesor de Orientación Profesional en la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, que relata que conoce a un buen número de estudiantes que se apuntaron a unas carreras simplemente porque les dijeron que tenían salidas y las dejaron a la mitad. Un 22% de los estudiantes abandona la carrera durante el primer año. Martínez reconoce, eso sí, que "abusamos del gustar" y que "hay que tener cuidado con pensar que lo primero que te gusta es lo que ya va a ser". "Hay un punto intermedio que incluye la importancia relativa del esfuerzo y la importancia relativa de que las cosas te gusten. Tener información laboral sobre las salidas laborales es importante, pero no puede ser el único criterio. Lo importante es que sea una elección informada". ¿Y cómo se llega a esa elección informada? ¿Qué tal funcionan los departamentos de orientación profesional de los institutos? "Muchos alumnos llegan a los estudios superiores con muy mala orientación y entonces aparecen muchas deserciones", opina Martínez. "Conviven unas prácticas muy distintas y algunas son horribles. Por ejemplo, hay centros que orientan únicamente respecto a la formación que ofrecen. Otros que esperan hasta 2º de Bachillerato para dar cuatro charlas, cuando se debe hacer orientación desde principios de la ESO. También se desorienta a los alumnos cuando el profesor no imparte bien su clase de Matemáticas".

lunes, 7 de marzo de 2016

El fin de la titulitis


El perfil digital más demandado es el de programador Java. 

Algunas empresas tecnológicas han decidido que ya no es imprescindible tener un título universitario para ser contratado como programador. Desde lugares como Silicon Valley, la cuna de los negocios de alta tecnología en California, llegan historias de compañías que no miran ni una sola línea del currículum para abrir sus puertas a nuevos empleados. En lugar de eso, les sientan frente a un ordenador y les piden que demuestren lo que saben hacer.

La tendencia ha llegado a España y muchas empresas tecnológicas han dejado de lado los títulos de los candidatos para valorar in situ su capacidad de superar retos relacionados con la programación. “Las entrevistas ya no las hacen los departamentos de recursos humanos, sino técnicos que evalúan la capacidad de reacción y de resolución de problemas reales”, explica Luz Garrido, responsable del programa Talentum Empleo de Telefónica, en el que participan otras 68 empresas tecnológicas nacionales.

Garrido asegura que algunos departamentos de su empresa, como el de I+D o el de Educación Digital, ya están contratando siguiendo esa pauta. “El objetivo es romper con la titulitis y detectar talento”, añade. Las empresas evolucionan a mayor velocidad que los centros educativos y el hecho de contar con una titulación universitaria ya no es sinónimo de estar a la altura de lo que demanda el mercado, al menos en lo que respecta a las habilidades tecnológicas.

En el año 2020, el déficit de expertos en tecnología será de 800.000 personas, según previsiones de la Comisión Europea. "En España se calcula que podría alcanzar los 140.000", señala Luis Miguel Olivas, responsable del programa de empleabilidad de la Fundación Telefónica, cuyo plan es formar hasta 5.000 jóvenes al año.

A Andrea Güezmes, licenciada en Arquitectura de 28 años, de poco le ha valido el año de experiencia en un estudio de Versalles o el máster que cursó en restauración de patrimonio. Lleva más de doce meses en paro y todas las ofertas de empleo relacionadas con arquitectura requieren conocimientos específicos de desarrollo web. Hace tres meses su carrera dio un giro; fue seleccionada por el programa Empleo Digital de la Fundación Telefónica para participar en un curso de cuatro meses de Liferay, un lenguaje de programación web en pleno auge dentro de las compañías tecnológicas.

OFERTA DE EMPLEOS TIC

En 2015, se ofertaron un total de 9.232 puestos en España. 

- Puestos más demandados:

1. 42% analista programador Java.

2. 35% programador Java.

3. 23% consultor business intelligence.

- Años de experiencia:

1. 56% entre 5 y 10 años de experiencia

2. 23% Primer empleo

3. 21% Entre 2 y 5 años de experiencia

- Regiones con más vacantes:

1. Madrid

2. Cataluña

3. Anadalucía

Datos extraídos de la web especializada ticjobs.es

"Ahora la arquitectura es digital. Cada mes lanzan nuevos programas y hay que entender el lenguaje de programación para poder seguir el ritmo. Si no eres autodidacta, las empresas no te contratan", cuenta Güezmes. 

El pasado noviembre la Fundación Telefónica lanzó ese programa con el objetivo de ayudar a los desempleados de entre 18 y 35 años a formarse en las especialidades más demandadas por el sector digital. Un total de seis cursos (Java, Ruby on Rails, Php, Liferay, aplicaciones móviles y big data) de cuatro meses de duración, gratuitos e impartidos de forma presencial en Madrid. Por el momento, 75 jóvenes han pasado por las aulas. De ellos el 13% tienen un título de Formación Profesional, el 9% Bachillerato y el 5% la ESO. El resto (el 71%) tienen un título universitario.


La plataforma de búsqueda de empleo Jobandtalent es una de las compañías implicadas en el programa y se ha comprometido a contratar a cinco de los alumnos del curso de lenguaje de programación Ruby on Rails. "Muchos de nuestros trabajadores no terminaron la carrera. Además de la entrevista personal, los candidatos tienen que resolver un problema en 30 minutos y demostrar hasta qué nivel pilotan", explica Ana Gómez, responsable de recursos humanos de Jobandtalent.

Lucas Gómez, de 35 años, es la prueba de que un graduado en Ciencias Ambientales puede reconvertirse en programador sin pasar de nuevo por la Universidad. En 2014 se quedó en paro y decidió ponerse la pilas con la informática desde casa con cursos online gratuitos -conocidos como MOOC- ofrecidos por universidades estadounidenses como el Massachusetts Institute of Technology (MIT). "Desde pequeño me entusiasmaban los ordenadores, siempre ha sido algo vocacional, pero nunca pensé que las empresas fuesen a aceptar a alguien sin un título académico oficial", relata.

Hace cuatro meses se trasladó de Granada a Madrid para seguir el curso de Ruby on Rails de la Fundación Telefónica. "Han sido seis horas de clase al día y lo mejor ha sido el trabajo en equipo. Cuando te formas solo desde casa y cometes un error de código, no tienes a nadie que te ayude. Eso es vital para avanzar". Además de mejorar la técnica, Lucas asegura que ha recuperado la falta de autoestima que le había generado la situación de desempleo y el aislamiento. Ahora ya está listo para sentarse frente a un ordenador y demostrar lo que sabe hacer. res no terminaron la carrera. Además de la entrevista personal, los candidatos tienen que resolver un problema en 30 minutos y demostrar hasta qué nivel pilotan", explica Ana Gómez, responsable de recursos humanos de Jobandtalent.

Lucas Gómez, de 35 años, es la prueba de que un graduado en Ciencias Ambientales puede reconvertirse en programador sin pasar de nuevo por la Universidad. En 2014 se quedó en paro y decidió ponerse la pilas con la informática desde casa con cursos online gratuitos -conocidos como MOOC- ofrecidos por universidades estadounidenses como el Massachusetts Institute of Technology (MIT). "Desde pequeño me entusiasmaban los ordenadores, siempre ha sido algo vocacional, pero nunca pensé que las empresas fuesen a aceptar a alguien sin un título académico oficial", relata.

Hace cuatro meses se trasladó de Granada a Madrid para seguir el curso de Ruby on Rails de la Fundación Telefónica. "Han sido seis horas de clase al día y lo mejor ha sido el trabajo en equipo. Cuando te formas solo desde casa y cometes un error de código, no tienes a nadie que te ayude. Eso es vital para avanzar". Además de mejorar la técnica, Lucas asegura que ha recuperado la falta de autoestima que le había generado la situación de desempleo y el aislamiento. Ahora ya está listo para sentarse frente a un ordenador y demostrar lo que sabe hacer. 

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Titulaciones con más empleo

(Para mirar los cuadros de estadísticas, pinchad el enlace)

Pilar Álvarez, "Los titulados de la crisis con más empleo son médicos e ingenieros", en El País, 22-XII-2015:

Los graduados de 2010 de dos filologías, diplomatura en Navegación, Historia del Arte y Ciencias del Mar, son los que tienen menos trabajo, según el INE

Casi 200.000 universitarios salieron de las aulas en el año 2010, en la eclosión de la crisis y con el peor escenario posible. Algunos titulados, como médicos y distintos perfiles de ingenieros, sortearon los siguientes cuatros años con mucha mejor fortuna que otros, como filólogos, historiadores del arte o diplomados en navegación marítima. Apenas dos de cada cinco titulados han conseguido un contrato indefinido en este tiempo. El 7,9% no ha trabajado todavía.

El truco de los titulados con mejor situación es que se dedican a un empleo de futuro. Los ingenieros en Automática y Electrónica Industrial tienen un 0% de tasa de paro. “Son los que modernizan la industria, cada año salen al mercado muy pocos y además se trata de gente muy versátil. Les basta ver una cadena de producción para saber cómo mejorarla”, explica Carlos Conde, rector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

La primera radiografía del Instituto Nacional de Estadística (INE) que relaciona titulados y empleo, recién publicada, se ha centrado en los universitarios que salieron de las aulas en el fragor de la crisis (curso 2009-10) y revisa cómo les ha ido cuatro años después, con datos recabados entre finales de 2014 y principios de 2015. El macrotrabajo —con más de 30.000 entrevistas y cruce de datos de la seguridad social, universidades y el servicio público de empleo SEPE, entre otros— concluye que los que mejor han sobrevivido con este panorama son los ingenieros electrónicos, los ya citados en Automática y Electrónica Industrial y los licenciados en Medicina (ver cuadro).

En la parte baja de la tabla, con una tasa de empleo por debajo del 55%, están los licenciados en filologías francesa y árabe, los diplomados en navegación marítima, historiadores del arte y los que estudiaron ciencias del mar. Las tasas de paro más altas se concentran en la rama de Artes y Humanidades (28%). “Son los que han tendido a ocupar puestos en la Administración que con las crisis se han reducido, como las plazas de maestro”, sintetiza Juan José Dolado, catedrático del Instituto Universitario Europeo de Florencia.

En el curso 2009-2010 salieron de las universidades 197.535 personas con un título. “Son la cohorte más castigada, los que se pusieron a buscar trabajo cuando más empleo se destruía y menos se creaba”, reflexiona Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Solo el 43% de los que trabaja dispone de un contrato indefinido cuatro años después de licenciarse mientras que el 34% ha accedido a un contrato temporal. Uno de cada 10 sigue en prácticas como becario.

La peor parte se la llevan los más jóvenes. Los titulados con menos de 30 años, que son mayoría, tardan más tiempo en encontrar un empleo y en consolidarlo, según el INE. Casi un tercio (27,9%) emplearon más de un año en encontrar su primer trabajo, el 12,2% más de dos y el 7,9% aún no lo ha conseguido, aunque este último porcentaje incluye también a los que siguen en las aulas tras sacarse una primera titulación. “Son porcentajes muy altos sobre los que ya nos advierten otros estudios. En España tardamos mucho más que en otros países europeos en tener un empleo y, cuando lo conseguimos, accedemos a puestos precarios”, añade Felgueroso.

Este especialista recomienda a los futuros universitarios consultar el trabajo del INE antes de tomar una decisión vital para sus vidas. “Deben saber que puedes empezar como filólogo y acabar de otra cosa. No significa que lo que aprendes no sea útil, pero debes valorarlo antes de decidir”.  

miércoles, 12 de agosto de 2015

Estadillo de títulos de FP con más contratos en 2014


FP: Administrativo y auxiliar de enfermería, los títulos con más salidas

Pilar Álvarez, en El País, 12 AGO 2015:

FP: Administrativo y auxiliar de enfermería, los títulos con más salidas. El Ministerio de Educación elabora el primer mapa laboral de Formación Profesional

  
Nueve títulos de Formación Profesional (FP) de los 172 existentes en España concentran más de la mitad de los contratos que se hicieron a los graduados en estas enseñanzas en 2014. La mayoría corresponden al sector servicios. Esa es una de las conclusiones del primer mapa de inserción laboral centrado exclusivamente en titulados de FP, elaborado por el Ministerio de Educación. Gestión Administrativa, Cuidados Auxiliares de Enfermería y Administración y Finanzas son los ciclos formativos en los que se han cerrado más contratos laborales.

Este mapa sobre las salidas laborales de la FP elaborado por el ministerio, que sigue un patrón similar al que editaron sobre universitarios, pretende ayudar a “definir” nuevas políticas y ofrecer información “imprescindible” para que los alumnos elijan sus estudios. Más de 793.000 personas cursan FP en España. Según el nuevo informe del ministerio, al que ha tenido acceso EL PAÍS, los más contratados en 2014, además de los administrativos y auxiliares de enfermería, fueron los que estudiaron Educación Infantil, Electromecánica o Peluquería, entre otros.
 

Para más información, véase el enlace superior del título a la información original.

El informe no aclara si los titulados han sido contratados para desempeñar un trabajo acorde con sus estudios, aunque, dada la especialización, es probable que ocurra en mayor proporción que en el caso de estudios universitarios donde a un tercio de los titulados les sobra formación para el desempeño de su primer empleo, según distintos estudios. El trabajo subraya que “a pesar del momento de crisis en el que ha habido menores oportunidades de inserción laboral”, los contratos a alumnos de FP de grado medio y superior se incrementaron un 14% en 2014.


El documento cruza por primera vez datos del Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y estadísticas oficiales de Educación. En España hay 172 títulos pertenecientes a 26 familias profesionales. De ellos, 28 corresponden a la FP básica (con siete en tramitación); 55 al grado medio (cuatro en tramitación) y 89 al grado superior (12).

En grado medio, la mayoría de alumnos estudian ciclos relacionados con sanidad y administración y gestión. En grado superior, administración y gestión, servicios socioculturales a la comunidad y sanidad.

La previsión es facilitar la información en la web oficial del ministerio para su consulta, como ya se hizo con los datos de inserción laboral de los universitarios. “Esta información es imprescindible para que el alumnado pueda tomar decisiones fundamentadas sobre su carrera profesional”, abunda el informe.

Limitaciones

Los autores admiten “limitaciones” que esperan subsanar en ediciones posteriores. Por ejemplo, no incluye a los titulados que han acabado trabajando como autónomos ni los módulos de nueva implantación “sobre los cuales no existen datos de empleo”. En esos casos han suprimido las referencias. En la familia profesional de seguridad y medio ambiente, prosiguen, “no existen datos de ninguno de los títulos que comprende, por lo que no existe tampoco ficha de la familia profesional”. Con este informe, Educación busca “realizar un diagnóstico claro de la FP para definir adecuadamente sus políticas y planificar las líneas de actuación”.

En el curso 2014-2015 hubo:

34.728 alumnos en FP básica
346.423 alumnos en FP de grado medio
325.350 alumnos en FP de grado superior

La tabla expone cuatro datos:

a) El Ciclo formativo de grado medio y superior de que se trata
b) Posición
c) Número de contratos en el año
d) Porcentaje de contratos respecto al total de titulados

Gestión administrativa
1.ª
155.649
17,0 %

Cuidados auxiliares de enfermería
2.ª
115.761
12,6 %

Administración y finanzas
3.ª
98.913
10.8 %

Educación infantil
4.ª
30.001
3,3 %

Electromecánica de vehículos automóviles
5.ª
26.455
2,9 %

Peluquería y cosmética capilar
6.ª
23.691
2,6 %

Equipos electrónicos de consumo
7.ª
22.859
2,5 %

Desarrollo de aplicaciones multiplataforma
8.ª
16.123
1,8 %

Laboratorio clínico y biomédico
9.ª
15.294
1,7 %

Mecanizado
10.ª
14.436
1,6 %

Actividades comerciales
11.ª
14.147
1,5 %

Cocina y gastronomía
12.ª
13.776
1,5 %

Integración social
13.ª
13.338
1,5 %

Mantenimiento electrónico
14.ª
13.344
1,5 %

Administración de sistemas informáticos en red
15.ª
12.857
1,4 %

Proyectos de edificación
16.ª
12.451
1,4 %

Automoción
17.ª
11.748
1,3 %

Estética y belleza
18.ª
10.819
1,2 %

Soldadura y calderería
19.ª
10.265
1,1 %

Asistencia a la dirección
20.ª
9.834
1,1 %

jueves, 7 de mayo de 2015

Los estudios y carreras con menos paro



Manuel V. Gómez, "¿Cuáles son los estudios con menos paro? ¿Y los que más?" en El País, 7-V-2015:

Los matemáticos son el colectivo menos afectado por el desempleo (5,7%). El paro se dispara entre quienes solo tienen formación básica (30,9%)


Los matemáticos y los estadísticos son lo que menos sufren el alto paro que hay en España. Apenas un 5,7% de este colectivo está desocupado, según las variables de la submuestra de la encuesta de población activa divulgada el INE correspondiente a 2014. Tras ellos, el grupo de gente dedicado a los servicios de seguridad, cuya tasa de paro se sitúa en el 7,45%.

Ambos colectivos, catalogados por el INE según su nivel de formación, son los únicos que tienen una tasa de desempleo por debajo del 10%. A partir de ahí todos superan esta cota. Primero los que tienen formación en Derecho, con un 10,63%, y luego dos grupos vinculados a la sanidad: veterinarios (10,65%) y salud (12,18%).

El análisis de estas variables incide en una de las tendencias más observadas durante la crisis: los colectivos menos formados son los que más sufren el desempleo. Así el grupo que tiene una formación básica, sin más, tiene un paro del 30,89%, y en un grupo indefinido, que no tiene una formación definida, el porcentaje se dispara hasta el 39,25%.

La gran magnitud del colectivo con una formación básica, 23 millones de los 38 que analiza la EPA (16 años o más), explica que la tasa de paro media se sitúe en el 23,8%. La mayoría de colectivos segregados por formación tienen tasa de paro inferiores, solo quienes tienen formación vinculada con el ladrillo, como los arquitectos, superan este porcentaje (23,5%).

Del lado del empleo, la foto de 2014 es muy parecido. Los veterinarios son los que tiene una mayor tasa de empleo (porcentaje perteneciente al colectico con trabajo), un 80,48%. Tras ellos, aparecen los matemáticos con un 78,64% y los informáticos, un 76,95%.

Tampoco hay mucho cambios cuando se trata de la tasa de actividad (el porcentaje de gente de una sociedad que tiene empleo o lo busca). En este caso, son los informáticos quienes si sitúan en cabeza con el 90,43%, seguidos de veterinarios (90,07%) y quienes se dedican a la protección del medio ambiente (89,6%).

De nuevo quienes tienen una formación básica vuelven a situarse en la parte más baja de la tabla, con un 49,35%. Un poco por encima de ellos, los dedicados al transporte (68,03%) y a la seguridad (68,5%).

Los datos están extraídos de las llamadas variables de submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una de las novedades introducidas en los cambios metodológicos de la EPA en 2005 fue la utilización de una submuestra de la Encuesta, distribuida a lo largo de todo el año, con el fin de proporcionar información sobre variables de carácter estructural en media anual. Este sistema de encuesta extendida a una submuestra para cubrir una serie de variables adicionales a las investigadas cada trimestre, se denomina sistema de submuestra y las variables adicionales estructurales obtenidas, variables de submuestra.

Lo que se hace es proporcionar datos en promedio anual obtenidos a partir de una parte de la muestra de la Encuesta. El fichero de submuestra tiene un menor número de registros que los ficheros trimestrales de la EPA. Aproximadamente consta de 40.000 hogares entrevistados, frente a los 60.000 de la muestra trimestral.

martes, 5 de mayo de 2015

Trucos para mejorar el currículum escrito

El artículo original, con otros útiles enlaces, está aquí:

Lucía Vega, "Diez trucos (gratis) que te ayudarán a encontrar trabajo", en El País, 5 de mayo de 2015:

En un escenario laboral deprimido, la clave para tener éxito es diferenciarse de los demás

Más de cinco millones de personas están oficialmente en el paro. Una cifra aún más dolorosa porque detrás de su magnitud se esconden amigos, familiares o conocidos, cada uno con una historia y un proceso de superación. En un escenario laboral tan deprimido y con tanta competencia entre candidatos, la formación y la experiencia ya no suficientes por sí solas para encontrar empleo. La clave para tener éxito es diferenciarse de los demás. ¿Cómo? Armándose de paciencia y siguiendo unos consejos sencillos (y gratuitos) que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo.

1. Capta la atención con tu currículo
El currículo sigue siendo la piedra angular a la hora de buscar trabajo. Procura que sea breve y usa frases cortas y sencillas. Lo mejor sería negro sobre blanco, en formato PDF y con la información de contacto en cada página. Esto es lo que aconseja el jefe de recursos humanos de Google, Lazlo Bock, que publicó en su perfil de LinkedIn las claves que considera imprescindibles para redactar un CV de éxito. Bock sugiere que utilicemos una hoja cada 10 años de experiencia profesional y alerta que mentir —por ejemplo acerca del conocimiento de los idiomas— es un arma de doble filo porque tarde o temprano la empresa nos pillará. Además, aconseja que alguien de confianza revise nuestro CV, ya que las faltas ortográficas son razón automática para descartar al candidato. Para terminar, no debemos limitarnos a la simple descripción de las funciones que hemos desarrollado, sino incluir nuestros logros, como el haber aumentado las ventas de nuestro departamento o el número de contratos que firmó la empresa gracias a nuestro trabajo.

En el currículo, hay que utilizar una hoja cada 10 años de experiencia profesional
Una vez que el CV esté listo, la consultora Adecco sugiere que lo adaptemos a las expectativas de la empresa, y que preparemos currículos personalizados para cada compañía a la que decidamos enviarlo.

2. Cuida las redes sociales
Uses las redes sociales que uses, estas se convierten en tu escaparate: la mayoría de las empresas cuenta con una página propia en las plataformas online y hurga en los perfiles de los potenciales candidatos para encontrar información adicional. Según el informe Búsqueda de empleo y reputación digital en la era 3.0, elaborado por Adecco e Infoempleo, más del 73% de los profesionales de recursos humanos utiliza estas herramientas para reclutar talento.

Para tener éxito en tu búsqueda, empieza con crear un perfil profesional en las redes claves: LinkedIn es la mejor valorada tanto para empresas como para candidatos, pero Facebook y Twitter están ganando terreno. Utiliza una foto formal pero no demasiado seria y descríbete de manera original para destacar sin caer en la extravagancia. Mantén tus perfiles actualizados y agrega a amigos y conocidos, así como a empresas y profesionales que no conoces personalmente pero que encajan con tu perfil y tu búsqueda. Por último, ponte a interactuar: participa en conversaciones, comparte tus experiencias profesionales, publica tus logros. Más te expones, más visibilidad tendrás.

3. Escribe un ‘blog’ y crea reputación ‘online’
Escribir un blog es una oportunidad de darnos a conocer, crear un espacio que muestre lo que podemos llegar a hacer profesionalmente y que pueda marcar un plus en un proceso de selección. Para empezar, elige un tema que te apasione y escoge un dominio atractivo y fácil de recordar. Busca una plataforma gratuita, como por ejemplo wordpress.com, weebly.com o blog.com y publica posts por lo menos tres veces a la semana, acompañados por fotos e infografías —con herramientas gratuitas como por ejemplo canva.com o piktochart.com—. Crea listas de lo más leído y expresa tu opinión, ya que el objetivo es crear una marca personal que te distinga de los demás.

4. Amplía tu ‘networking’
El networking es un anglicismo que se refiere a mantener, conservar y ampliar la red de contactos profesionales. El libro Red de Contactos: Consejos, ideas y trucos para conseguir empleo en 2015, publicado por Infojobs, explica que la mayoría de las ofertas laborales están ocultas, es decir, no están publicadas en ningún sitio. Por eso, cuanta más gente sepa que estás buscando una oportunidad laboral, más fácil será conseguir tu objetivo.

Antes de empezar, debes de tener claro tu propósito para poder “venderte” de la mejor manera con todos los potenciales reclutadores. Elena Huerga, autora del libro Encuentra tu trabajo en 12+1 pasos. Siente una vocación, crea tu proyecto, aconseja que vayamos a tomar un café con dos profesionales distintos y generemos cinco contactos en las redes cada semana, tanto personales como profesionales. Para Bernard Marr, influencer y experto en Big Data, hay que presentarnos de manera profesional y atractiva sin caer en los típicos clichés como “orientado a los objetivos” o “motivado” y publicar un post en las redes todos los días —para luego reducir la frecuencia a dos veces por semana—, además de participar en los grupos de conversación relacionados con nuestro sector. Por otro lado, una opción gratuita para conocer gente nos la dan todos los eventos relacionados con nuestro sector, como charlas, conferencias, congresos y cursos, que a menudo son gratuitos o tienen un precio simbólico. En estas ocasiones, no te levantes y te vayas nada más salir, preocúpate por conocer al que tiene los mismos intereses que tú. Puedes obtener información muy valiosa sobre qué se mueve en tu zona.

5. Organiza una búsqueda multicanal
Enviar el currículo es el modo más tradicional de buscar empleo. Departamentos de recursos humanos de las empresas que nos interesen, consultoras como Randstad o Adecco, y portales como infojobs.net o monster.es serán nuestro primer objetivo. En otra liga se mueven las compañías de headhunting, como Korn Ferry International, que encontró a Pablo Isla para Inditex, o Alemany&Partners, empresas especializadas en perfiles muy específicos, principalmente para puestos directivos.

Por otro lado, habrá que dejar el currículo a la persona adecuada. Tanto si se entrega físicamente como si se envía por correo electrónico no vale dejarlo en la puerta de la empresa. Busca al responsable del área donde te gustaría trabajar, a través de tus contactos o de las redes. Esas son las manos en las que debe caer tu CV para aumentar tus posibilidades de éxito.

6. Mejora tu oratoria
Todos hablamos y nos comunicamos, pero la mayoría tenemos mucho margen de mejora, sobre todo a la hora de una entrevista de trabajo. Recuerda que los profesionales de recursos humanos privilegian respuestas cortas y precisas, no les gustan las expresiones rotundas, como “jamás” o “nunca”, ni las muletillas, que son señal inseguridad. Si crees que necesitas formarte sobre el tema, existen libros —como la Guía práctica de oratoria de Jürg Studer—, cursos y talleres ofrecidos por diferentes entidades —por ejemplo los de la Escuela Europea de Oratoria—, o vídeos en YouTube ya listos para ayudarte.

7. Prepara una entrevista estándar
En todas las entrevistas hay preguntas típicas. Ser obvio y previsible no nos beneficia, por eso se recomienda tener respuestas preparadas, sobre todo por si nos quedamos en blanco o los nervios nos impiden pensar con claridad. En el informe de la Fundación Adecco 15 consejos para buscar empleo, se recomienda documentarse sobre la empresa antes del gran día y preparar respuestas a preguntas clave como “¿por qué quieres trabajar aquí?”, “¿qué aportarías a la empresa?”, “¿por qué deberíamos elegirte?”. Lo mejor sería practicar ante algún amigo o familiar y repasar bien nuestro currículo para poder contestar rápido y seguro por si nos piden alguna aclaración sobre nuestra trayectoria laboral.

Durante la entrevista, cuida el lenguaje no verbal e intenta mirar siempre a los ojos el interlocutor
Durante la entrevista, habrá también que cuidar el lenguaje no verbal. Desde Adecco sugieren mirar siempre a los ojos, saludar con firmeza al dar la mano y evitar cerrar los puños, señal de nerviosismo. No habrá que gesticular demasiado, pero tampoco estar parado del todo, ya que daría una imagen antinatural. De la misma manera, hay que evitar tocarse el pelo a menudo y tendremos que entrar a la sala de la entrevista con la cabeza alta y los hombros rectos. Todos estos pequeños trucos transmitirán seguridad y confianza hacia nuestro interlocutor.

8. “Repasa” tus aficiones
Las referencias a libros, películas o música son algunos clásicos que pueden salir en una conversación. Aunque se trate de temas más frívolos, puede que los reclutadores te pregunten acerca de ellos para descifrar tu personalidad. Por eso, ten en mente qué quieres contestar y no mientas, para que no se lleven una imagen equivocada.

9. Sigue la actualidad
Consume actualidad en el formato que más te guste, pero entérate de lo que pasa. Te vendrá bien para entablar conversaciones donde dejar patente que estás enterado de lo que pasa, que tienes opiniones propias y juicios de valor. Por otra parte, infórmate sobre las noticias del sector donde te gustaría trabajar, ya que pueden darte pistas sobre adónde enviar tu currículo.

10. Prepara tu “uniforme” de entrevista
Cada trabajo tiene unos estándares a la hora de vestir y a la hora de acudir a una entrevista hay que tenerlos en cuenta. Informarte sobre lo que se requiere es importante: si optas a un puesto en una entidad bancaria seguramente acertarás con una vestimenta más formal, como un traje, mientras que si la entrevista es en una agencia de publicidad deberás optar por algo más relajado, pero nunca informal. La Fundación Adecco recomienda colores neutros y líneas sencillas, adonde la empresa pueda “pintar su propia identidad corporativa”.

domingo, 25 de enero de 2015

Para buscar trabajo. Carreras con más salidas profesionales

Administración y Dirección de Empresas e Ingeniería Técnica Industrial son las titulaciones que más salidas profesionales tienen. El sector servicios y la Comunidad de Madrid aglutinan la oferta laboral.
Estas son las carreras con las que conseguirás un trabajo.

Un 61,4% de las ofertas de empleo pide expresamente que los candidatos tengan una titulación universitaria. Son aquellos con Administración y Dirección de Empresas (ADE) y con Ingeniería Técnica Industrial los más demandados por el mercado laboral, según el V Informe Adecco Professional sobre carreras con más salidas profesionales. Aunque la experiencia internacional y el conocimiento de idiomas también son elementos que tienen en cuenta las empresas en la selección de los jóvenes, la formación parece decisiva cuando se trata de acceder al primer empleo.

LA DEMANDA

Los titulados universitarios han mejorado ligeramente (0,5 puntos porcentuales) su presencia respecto al año anterior, con lo que siguen liderando la oferta de empleo cualificado. En algunos casos, esta búsqueda se amplía a un abanico de titulaciones de un área concreta: más del 8% busca diplomados o ingenieros técnicos en general, sin especificar titulación; y un 12% solicita ser ingeniero, licenciado o poseer un grado universitario.

LAS CARRERAS

ADE vuelve a ser la carrera más requerida por las empresas, con el 4,5% de las ofertas, un incremento de tres décimas comparado con el año anterior. Esta cifra aumenta hasta el 7,3% si se tienen en cuenta sólo las ofertas en las que se demandan universitarios.

La mayor escalada la protagoniza la Ingeniería Técnica Industrial. Si en 2012 ocupaba la cuarta posición, el año pasado fue la segunda en orden de preferencia: del total de las ofertas analizadas, un 3,5% correspondió a estos ingenieros. Por detrás de estos titulados se encuentran los ingenieros industriales e informáticos, tercera y cuarta posición, respectivamente, en el ránking. Entre los licenciados que consolidan su puesto están los de Ciencias Empresariales, Economía y Derecho.

LAS TITULACIONES

Las áreas de conocimiento técnicas y jurídico-social ganan por goleada al resto de las titulaciones, por encima de ciencias y humanidades. Las dos primeras, con el 42,1% y el 38%, respectivamente, copan la demanda; lejos de ciencias, que ronda el 15%, y de humanidades, que representa en torno al 5%.
El mercado laboral aumenta su interés por Medicina, Química, Farmacia y Enfermería
Entre todos los graduados, el informe destaca a los ingenieros vinculados a las TIC: mantienen su escalada porcentual desde hace diez años, periodo en el que han pasado de recibir el 3,1% de las ofertas laborales al 13,6% actual. Las titulaciones relacionadas con el ámbito científico y sanitario se estabilizan en el 15,2% en 2013, el mismo porcentaje que en el ejercicio anterior. Destacan, eso sí, Medicina, Química, Farmacia y Enfermería como carreras de referencia, rompiéndose la tendencia descendiente que iniciaron en 2010.

LAS AUTONOMÍAS

Madrid, con el 21,7% de la oferta de empleo, es la comunidad autónoma que más demanda a profesionales titulados. En segundo lugar se encuentra Cataluña, que con el 19,3% aumenta casi un punto porcentual su aportación respecto a 2012, que aglutinaba el 18,5% de las ofertas. Los siguientes puestos los ocupan Andalucía (11%), País Vasco (9,7%) y Valencia (7,7%).

Tu primer sueldo...

¿Por vocación o por obligación? Hoy día son muchos los jóvenes que se enfrentan a este dilema antes de elegir carrera universitaria. Y no es para menos. El estéril mercado laboral ha puesto contra las cuerdas a muchos estudiantes que se ven en la obligación de decidir con la cabeza o con las tripas.
Según el último informe de Adecco sobre las carreras con más salidas profesionales, el sector servicios fue, en 2013, el que más ofertas de empleo para titulados aglutinó: el 8,2% del total. El área de informática e Internet engloba el 7,8% de las ofertas de empleo.

Según el estudio Los + Buscados 2014, elaborado por Adecco, el sector de ventas y márketing es uno de los que tira del mercado laboral y el key account manager en nuevas tecnologías puede llegar a cobrar entre los 40.000 y los 60.000 euros brutos anuales.

Ruta para acceder a tu nuevo empleo

- El currículo puede llegar a ser la llave a un trabajo. Cada CV debe estar adaptado al puesto y a la empresa para la que te postulas. Además, la creatividad cotiza al alza: cuanto más innovadora sea tu carta de presentación, más posibilidades tendrás de ser seleccionado.

- En la entrevista es esencial conocer bien el puesto que se ofrece y la empresa para la que se opta. Además, lo ideal es dar respuestas sinceras y mostrar entusiasmo por la oportunidad.

- Darse a conocer es tan importante como los conocimientos que tengas. Disponer de un título universitario puede ser papel mojado si no sabes cómo y con quién relacionarte. Hacer networking y pasearte por las ferias del sector que te interesa son una buena manera de crear una red de contactos que te abra las puertas del empleo.

- La marca personal será tu seña de identidad. Y tu huella digital es tan importante como la impresión que dejas en una conversación en persona. Cuidado con el uso que haces de las redes sociales.

domingo, 31 de marzo de 2013

Precarios


Juan Cruz, "El digno precario. Javier López Menacho repasa en un libro su insólita vida laboral. El periodista trabajó disfrazado de chocolatina o como encuestador de moteros". El País, 31 de marzo de 2013 

Ha sido chocolatina, galleta, sándwich... Ha cobrado por ello sueldos ínfimos. Lo contrataban empresas que a su vez contrataban con otras empresas que además habían contratado con otras... Ha sido un trabajador por cuenta ajena y lo sigue siendo, pero nunca le vio la cara al que lo empleaba de verdad.

Durante año y medio hizo todo eso Javier López Menacho en las calles de Barcelona. Es de Córdoba, sus padres viven en Jerez y ahora tiene 30 años. Es periodista, siempre quiso ser escritor. Ha sido precario “para pagar la habitación, que mide el ancho de mis manos, y para no pedir dinero a mi padre”. Así, como mascota, se presenta en el libro en el que cuenta su vida laboral. Yo, precario ha sido editado por Libros del Lince y ya su editor, Enrique Murillo, “que es como un padre”, le ha avisado de que se imprime una segunda edición.

Cuando salió el libro, su padre, que fue cura en Jerez hasta que se enamoró, lloró al teléfono. Ahora él no quiere hacer “un circo” de su historia; está “orgulloso” de haber llegado al editor, al prologuista (Manuel Rivas) y a la prensa por “caminos derechos, los que marcó Murillo”, y no en función “de ninguna artimaña” que no hubiera creído digna. Ese aspecto de muchacho noble y simpático, dicharachero y respetuoso, gana enseguida al que tiene delante. “Me decían que era simpático”, y por eso, “y porque hablaba andaluz”, le dieron algunos de los trabajos.

El primer trabajo precario fue en el metro. Tenía que controlar el fraude. Se sentaba en un escalón y apuntaba las veces que la gente se saltaba el controlador. Ocho horas al día. “Era para un estudio de mercado. Yo señalaba dónde defraudaba más la gente y allí ponían más guardias”. Era demasiado chico (1,70) para ser mascota, así que no lo quisieron como pollo de Gallina Blanca, pero pronto salvó esa dificultad gracias a su simpatía. “Ah, andaluz, vente”. No saber catalán también era un hándicap para ser encuestador, “pero me apunté a catalán, y con lo poco que supe salvé también ese escollo”.

Se pagó las clases con el paro, pero cuando este se acabó lo ayudaron sus padres. El padre es maestro jubilado, su madre sigue con sus labores. “Era un cura rojillo. Se enamoró de mi madre y se salió. Luego estudió Filosofía, hizo oposiciones, y así ha estado, de funcionario. Tiene mérito mi padre: siendo pobre, les dio carrera a los tres hijos: una chica, que es maestra interina, mi hermano y yo; somos mellizos. Mi hermano es el crítico más feroz que tengo. Es periodista, pero ahora diseña”.

El padre pensó que su hijo estaba siendo vejado: “Tú, dentro de una mascota”. “Yo me siento muy digno”, le contestó.

“El precario se acostumbra a lo precario”. El padre lo llamó un día. Sintió que su hijo estaba siendo vejado, “tú dentro de una mascota”. Le dijo que no, que yo me sentí dignísimo, “pero te parte el alma que tu padre llore. No, padre, le dije, yo me siento muy digno, y mañana seguiré de mascota, no se me caen los anillos”.

Fue encuestador. “Tenía que buscar a alguien que tuviera una moto de determinada marca, y si se sometía a la encuesta le daba 12 euros”. Otra vez él mismo sirvió como encuestado. De fragancias. De consumidor de tabaco. Pero no fumas. “Haces de todo”, dice. Le pagaban en bonos de 20 euros, y con eso iba acumulando para la comida, para la habitación... Ese rumbo lo llevó a ser chocolatina... “Llamé a la empresa que me podía contratar. Les hizo gracia que hablara andaluz. ‘Uy, qué gracioso’, me dijeron otra vez”... Cuando estuvo frente a su empleadora, esta le preguntó enseguida: “¿Parla català?”. “Me cogieron”. Pero si no habla catalán. “Bueno, los engañas un poquito, maquillas la realidad”.

Luego, como chocolatina, era el que más hablaba para llamar la atención de los consumidores. “Hablaba como Aznar, en chicano, hacía de oso Yogui, era Simpson... A los niños les molaba muchísimo que me enrollara así con ellos... Un niño, Marcos, se sintió tan seducido que se negó a reconocer que dentro de la chocolatina hubiera un hombre. Él creía que ahí dentro estaba cada uno de los personajes que yo le hiciera creer que había”.

En la empresa que le contrató para ser chocolatina fue donde tardaron siete meses en pagarle. “Me salté la cadena de mando, escribí una carta por correo electrónico a los verdaderos dueños de la cosa; se enfadaron conmigo y se acabó el curro”. En medio del paro, “un dinero que me debían de un trabajo anterior en Valencia me sirvió para ir tirando”. Luego surgió un trabajo, el de auditor de máquinas de tabaco. Dos euros por máquina, dieciocho bares el primer día. Tenía que avisar qué se consumía más, qué faltaba. “Me miraban muy mal en los bares”. A la salida de uno de ellos, un hombre quiso atracarlo, “a la luz del día, me dijo que me iba a rajar. Me dio miedo, salí corriendo. No volví a hacer ese trabajo”.

Hay gente que dice que leer el libro le ha dado esperanzas.

Luego fue promotor de “una famosa empresa de teléfonos”, sorteaba una bicicleta, y a aquellos que se prestaban a participar en el concurso “les regalaba un zumo de naranja”. En el tren, de Barcelona a Terrassa. “Me salía fatal, porque el tren subió de precio y yo tenía que pagarlo con los 4,50 euros que me pagaban a la hora... El tren valía siete euros ida y vuelta”.

Hasta que fue speaker de los partidos de la selección española en la Eurocopa. “Narraba los partidos en los cines, y a cada jugada importante tenía que anunciar un coche. Cincuenta euros la sesión. Como España ganó, gané bastante”.

No hizo esos trabajos para narrar su vida de precario. “Los hice para sentirme digno. Ahora creo que he escrito un libro digno. Y hay gente que dice que leerlo le ha dado esperanzas”. Sus maestros son Jordi Carrión (que le dejó ir gratis a sus clases de crónica), Hunter Thompson, Martín Caparrós, Rodrigo Fresán... Se sentó a firmar su primer autógrafo de escritor este último lunes en el café Gijón de Madrid. Antes había contado que su padre lloró, ahora de alegría, cuando el editor lo llamó para decirle que su hijo el precario ya iba por la segunda edición.

sábado, 1 de octubre de 2011

Información sobre qué se entiende por acoso laboral


El acoso y la mala organización empresarial

El Gobierno ha definido el acoso moral al trabajador de la Administración Pública en un nuevo protocolo. Constituye acoso cuando se da alguna de estas circunstancias:

- Dejar al trabajador de forma continuada sin ocupación efectiva, o incomunicado, sin causa alguna que lo justifique.

- Dictar órdenes de imposible cumplimiento con los medios que al trabajador se le asignan.

- Ocupación en tareas inútiles o que no tienen valor productivo.

- Adoptar acciones de represalia sobre los trabajadores que han planteado quejas, denuncias o demandas frente a la organización, o frente a los que han colaborado con los reclamantes.

- Insultar o menospreciar repetidamente a un trabajador.

- Reprenderlo reiteradamente delante de otras personas.

Una mala organización laboral puede estar relacionada con el acoso. Estas son algunas claves, según CC OO.

- La falta de definición de los objetivos, autonomía y responsabilidades en el ejercicio de nuestro trabajo y la falta de adecuación de la información que tenemos para hacerlo.

- El diseño de puestos de trabajo que implican un reducido o inexistente margen de decisión y autonomía respecto al contenido y a las condiciones de trabajo.

- La inseguridad en las condiciones de trabajo (temporalidad, distribución irregular de jornada, salario variable).

- La exigencia de hacer tareas que entran en conflicto con las normas y valores profesionales y personales.

- La competitividad como forma de relación entre compañeros frente a potenciar el apoyo y el refuerzo del trabajo.

- El diseño de puestos de trabajo aislados o que imposibilitan la relación con los compañeros.

- La ausencia de capacitación para gestionar personas y de preocupación por la salud y el bienestar en el trabajo de directivos, mandos intermedios y encargados también puede estar relacionada.

domingo, 16 de enero de 2011

Menos trabajo, menos parados


Raquel Villaécija "Cuando trabajar menos es rentable", en El Mundo, 16/01/2011 07:15

París.- Los gobernantes franceses acabaron el año alargando la vida laboral de los trabajadores y han empezado el nuevo queriendo prolongar también su jornada. Desde los socialistas hasta la derecha, pasando por los centristas, todos ellos inmersos en la batalla por las Presidenciales de 2012, quieren reconsiderar el número de horas que los ciudadanos pasan en la oficina.

Desde 1997, año en que se aprobó en Francia la ley que reducía la jornada laboral, se trabaja 35 horas semanales, aunque las sucesivas reformas introducidas posteriormente, sobre todo por el UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, han ido diluyendo esta conquista laboral. Ahora, en la práctica, se trabajan más horas, pero se pagan o se disfrutan luego como días libres. Los empleados públicos mantienen esa jornada corta.

A un lado del ring, los defensores de la jornada flexible alaban sus lindezas: crea empleo, impulsa la economía y mejora la calidad de vida de los trabajadores. Al otro lado, sus detractores le sacan los colores: frena la competitividad de las empresas y eleva los costes de las compañías.

Lo cierto es que el hecho de que los franceses pasen menos tiempo en la oficina ha permitido que otros muchos trabajen. Se calcula que desde 1997 hasta 2002 se han creado casi 400.000 empleos mientras que el paro pasó del 10,8 al 7,9%.

Según datos de Eurostat, la tasa de creación de empleo en este periodo fue un 50% más alta en Francia que en el resto de países europeos (2,5% por año, frente al 1,6% de media en Europa). Además, el PIB ha aumentado y el poder adquisitivo de nuestros vecinos ha pasado del 2,5 al 2,8%.

En términos de consumo, la ecuación es simple: a más tiempo libre y más dinero, más horas de ocio para gastar lo ganado. En este sentido, se han multiplicado las escapadas de fin de semana y el turismo interior ha crecido hasta el punto de que en el último lustro han abierto dos escuelas de turismo. Se calcula que, además del trabajo directo generado, se han creado unos 40.000 empleos más alrededor del sector del ocio y servicios.

Las empresas, sin embargo, critican el coste que supone pagar todas las horas extraordinarias a los empleados y dicen que frena su competitividad. Pero pasar menos horas frente al ordenador no significa necesariamente trabajar menos. Por el contrario, la productividad de los franceses se encuentra entre las más altas del mundo.

Los españoles, en cambio, nos situamos a la cola de la tabla europea en rendimiento y a la cabeza en horas de trabajo. Desperdiciamos más de 1.700 horas de vida en la oficina, mientras que nuestros vecinos sólo invierten 1.600. El balance no es nada alentador: curramos más, producimos poco y, encima, cobramos menos.

miércoles, 11 de agosto de 2010

España, el país de los hijos de papá


Ascensor social: fuera de servicio

La movilidad entre clases se ha estancado en España desde los años sesenta - El origen familiar es aún determinante y los cambios son de corto alcance

El País, RICCARDO IORI / JORGE BERÁSTEGUI 11/08/2010
Sergio acaba de cumplir 32 años. Cada mañana coge la bicicleta para llegar a su trabajo en la Universidad Centroeuropea, en Budapest. Es investigador, uno de los pocos que trabaja en Europa en el campo de la pobreza energética. Largo camino desde que terminó la carrera de Ciencias Ambientales en la Universidad de Alcalá. Pero más largo aún desde que su abuelo se marchara a trabajar en una fábrica de Baviera de gastarbeiter -como llamaban los alemanes a los jornaleros extranjeros- y su padre comenzara de ayudante de fontanero a los 14 años, mientras vivía en el Pozo del Tío Raimundo, un barrio madrileño de chabolas que acogió a muchos emigrantes que venían a buscarse la vida desde toda España.

Una sociedad abierta es aquella sociedad ideal en la que los orígenes de los padres no determinan el destino de sus hijos. La historia de Sergio podría ser un ejemplo del camino hacia este horizonte final. Pero la realidad es diferente. En España, las posibilidades de remontar de clase social son las mismas que durante la industrialización de los sesenta, según una reciente investigación de los sociólogos Ildefonso Marqués y Manuel Herrera, publicada en el último número de la revista del Centro de Investigaciones Sociológicas. Se trata del tercer gran estudio sobre la cuestión que se hace en el ámbito nacional y el primero que se centra en las generaciones que adquirieron su madurez laboral desde 1965 en adelante.

A pesar de los profundos cambios estructurales de las últimas décadas -paso de una sociedad agrícola a una industrial y luego a otra posindustrial- no hay un mayor grado de apertura: "Por supuesto que en la España de hoy en día hay un mayor número de directivos y funcionarios y menos campesinos y obreros que en la mitad del siglo XX. Pero, si en los ochenta había cuatro plazas de directivos, estas venían ocupadas por tres hijos de las élites y solo una por alguien de una clase más baja. Ahora hay ocho plazas y la relación es de seis a dos; en este sentido España es un país inmóvil, no ha aumentado la igualdad", explica Marqués.

En las antípodas de Sergio se encuentra Julián, que también tiene 32 años. Su padre dejó los abruptos barrancos de una zona agrícola de Tenerife para mudarse a La Laguna a buscar un futuro mejor. Ahí terminó de asalariado en una empresa de seguros y viviendo en uno de los barrios obreros de la ciudad. Julián, que acabó la secundaria, pasa ahora los días intentando lidiar con la crisis y trabajando de forma precaria en la compraventa de repuestos de coche. Su situación académica y laboral es muy similar a la de sus padres, como le ocurre al 32,9% de los españoles. "Si no tienes estudios universitarios no hay nada que hacer. Llevo trabajando desde los 16 años porque mis padres no podían pagarme nada y 15 años después las perspectivas son iguales o peores", según Julián.

El porcentaje de adultos que a los 30 años -la edad que los sociólogos consideran el principio de la madurez laboral- pertenece a una clase social diferente a la de sus progenitores es del 67,1 %. Los movimientos entre clases sí son frecuentes, pero no de largo recorrido y se producen en su mayoría entre clases limítrofes.

La situación en España se encuentra en el entorno de la media europea, según la European Social Survey sobre el periodo 2002-2006. Mejor que Italia o Portugal. Pero aún lejos de los países escandinavos o Gran Bretaña. En este último país, por ejemplo, la posibilidad de que el hijo de un obrero poco cualificado llegue a ser directivo es mayor que la que tiene el hijo de un trabajador español. "En España se produce un ejemplo marcado de lo que Max Weber llama cierre de clase. Las élites intentan mantener sus privilegios subiendo los requisitos para entrar en ellas", dice Marqués.

"Por mucho que estudies, los hijos de papá siempre lo tendrán más fácil. Ellos son los que pueden hacer una formación extra que les asegura un buen puesto. Para acceder a esto, nosotros tenemos que endeudarnos con un banco", afirma Carmen, madrileña de 26 años. En 2008 acabó la carrera de Filología Inglesa y desde entonces hace todo tipo de trabajos precarios. Su situación es un avance, si se piensa que sus padres empezaron a trabajar con 11 y 14 años y su abuela vivió parte de su vida en una cueva murciana con sus ocho hijos.

Con mucho esfuerzo, su madre ha conseguido llegar a ser administrativa, pero Carmen siente que hay un tapón social difícil de sortear. "La educación hace que la desigualdad no aumente, pero ella sola no puede disminuirla. Cuando hay una inflación de títulos universitarios, los representantes de las clases altas defienden su estatus mandando a sus hijos a MBAs [Master of Business Administration] o a estudiar al extranjero y los colocan gracias a su entorno social", señala Marqués.

Carmen es la mileurista paradigmática: joven universitaria que vive en una gran ciudad y cuyo salario mensual no supera los 1.000 euros. La pertenencia a una determinada clase social también influye en la configuración del mileurismo. "No es simplemente una cuestión de gente joven. Es sobre todo un problema de gente humilde", afirma José Saturnino Martínez, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna. Un estudio que presentó recientemente demuestra que entre los jóvenes de 25 y 35 años esta condición se da mucho menos en los universitarios tradicionales -varones hijos de universitarios- y más en los nuevos universitarios -mujeres y jóvenes de familias de bajo nivel de estudios-. En el primer caso, el porcentaje de mileuristas es del 26,1 %. En el de los varones hijos de no universitarios, del 42,3 %. En lo que se refiere a las mujeres, la diferencia es menor: 44,1% frente al 53,6%. "A las mujeres de orígenes populares, le pesan más sus orígenes, pero para las de clases altas, les pesa más el género", afirma Saturnino.

Para Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, el problema fundamental no es el entorno social sino el tipo de estudio que se elige: "Las carreras de Ingeniería y Medicina son frecuentadas más por hijos de las clases altas. La familia determina más el ingreso a la universidad, pero a la salida el título de estudio vale más que las diferencias de clase. Un médico hijo de obreros tiene en ese momento las mismas perspectivas cara al mundo laboral".

El estancamiento de la movilidad social coincide sin embargo con el desarrollo del Estado de bienestar en España. Para Ildefonso Marqués, la familia y ciertos mecanismos de la economía de mercado determinan más los movimientos entre clases que cualquier política equilibradora: "El único caso en el mundo occidental donde se ha producido una auténtica movilidad ha sido Suecia, sobre todo entre los años treinta y setenta del siglo pasado, aunque ahora se ha estancado. Pero para ello se necesitaron varias décadas de Gobierno socialdemócrata que permitieron a la cultura de lo público hacer brecha en la sociedad. En España, esta mentalidad está aún muy poco madura y ha sido cuestionada desde sectores liberales desde su nacimiento".

No se pueden negar, sin embargo, los beneficios de muchas de las políticas públicas que ha habido en España. Solo en el ámbito educativo, el número de titulados universitarios entre 25 y 35 años ha pasado de 812.000 en 1991 a casi dos millones en 2008. Para Saturnino, no hay que reducir todo a una lógica monetarista: "Aunque un título universitario no se traduzca en una mayor riqueza, sí garantiza el acceso a la educación, a la cultura e, incluso, a mejor calidad de vida y salud".

Una de las cuestiones más curiosas es que EE UU, donde el modelo de políticas distributivas públicas europeas se mira con recelo, mantiene tasas de movilidad muy similares. "La tierra de las oportunidades no lo es más que Europa", afirma Marqués. Pero también se puede ver de otra manera; la ética de la autorrealización individual, la mística de la eterna frontera estadounidense es tan imperfecta como el espíritu social que nutre el modelo europeo, pero cumple las mismas funciones.

Para el sociólogo Luis Moreno, profesor de investigación del CSIC, lo que caracteriza al modelo estadounidense de movilidad social son los acusados itinerarios de "arriba-abajo". Es decir, los individuos con movilidad ascendente se dan más que en el viejo continente, pero también se empobrecen con más rapidez cuando la movilidad es descendente. El modelo europeo ofrece una mayor seguridad contra los riesgos sociales a los ciudadanos con rentas bajas, situación posibilitada por sus sistemas redistributivos de progresividad fiscal.

¿Cómo facilitar la movilidad y aumentar la igualdad? Para Carabaña la educación sigue siendo el verdadero determinante: "Lo único que hay que hacer es seguir apostando por ayudas al estudio y facilitar el acceso al mundo universitario". Para Saturnino, sin embargo, es necesario también profundizar en las políticas redistributivas: "No solo basta con una educación pública, porque la escuela es un reflejo de las desigualdades que hay en la sociedad. Hay que ir más allá y universalizar cuestiones claves en el ascenso social como el acceso a los idiomas". También es importante una política distributiva equilibradora; según datos del OCDE de 2007, el total de los impuestos sobre el PIB es del 48,9% en Dinamarca y del 20,5% en México. En España es del 37,2%. "La cuestión es si queremos ser daneses o mexicanos", zanja Saturnino.

Desde Budapest, Sergio no cree que su éxito profesional se deba exclusivamente a una cuestión de esfuerzo personal. Los procesos sociales y políticos que ocurrieron en el Pozo de Tío Raimundo cambiaron la vida de su familia: la llegada en los años cincuenta del cura José María Llanos , que luego fundó la Escuela Profesional 1º de Mayo, permitió que mucha gente sin recursos pudiera estudiar. De ayudante de fontanero, su padre pasó a trabajar en una pequeña imprenta y consiguió sacarse allí el graduado escolar. "Gracias a eso, mi padre no fue albañil, sino trabajador cualificado y a largo plazo yo también he salido beneficiado", relata Sergio. Para él, lo que ocurrió en su barrio durante los años sesenta y setenta fue mucho más allá de lo económico: "La educación siempre fue fundamental. Pero además, se formó un capital social y cultural para que la gente tuviera un aprecio por todo lo que va más allá de lo material e inmediato".

"El padre Llanos llegó al Pozo siendo franquista y queriendo adoctrinar a la clase obrera. Y se fue de este mundo cristiano y comunista", cuenta Carlos Méndez, director de la Escuela 1º de Mayo. Alrededor de mil personas acuden hoy a este mítico centro, entre ellas 500 chavales de entre 12 y 16 años que cursan la secundaria y otras 500 personas en cursos de formación ocupacional para intentar salir del paro. Méndez es maestro industrial y dejó su puesto en la compañía de teléfonos Ericsson para volver a trabajar por el barrio. Según él, la movilidad entre clases que se produjo aquellos años en El Pozo hay que enmarcarla dentro de un contexto de transformación política que impulsó otras aspiraciones sociales. Ellos tuvieron "la suerte, si se puede llamar así" de nacer en una dictadura y vivir el cambio hacia la democracia. Hoy quizá, esas garantías que da el Estado de bienestar adormecen ese afán de conquista: "La búsqueda de los intereses personales tiene mucho más sentido cuando se expresa dentro de la lucha de los derechos colectivos".