Odio las drogas. Sobre todo las que me afectan a mí mismo, como son el café, las medicinas, la política, la televisión o el deporte. El té, no; me despabila insuperablemente, me pone de buen humor y no me quita tanto el sueño; es más, me proporciona sueños interesantes y vistosos. En cuanto a las drogas que afectan a los demás, como son el alcohol, el tabaco, la codicia, el chismorreo y el chocolate, creo que todo el mundo las odia también.
Ah, las drogas que se venden en discotecas... esas no son drogas, son sólo estupidez.
Aunque no tiene nada que ver, te dejo este link dada la actualidad del tema, por si te puede interesar
ResponderEliminarhttp://www.elfactormagia.blogspot.com
y gracias por el post!