domingo, 14 de marzo de 2021

Libros tristes

De Ana Belén Ruiz, argentina, en Quora:

Uno de los libros más hermosos que leí en mi vida, pero en su momento me llenó de tristeza. Leyéndolo de grande, recién pude apreciar el mensaje esperanzador, pero siempre te deja el sabor amargo por el tema que toca: la muerte: “El enigma y el Espejo” de Jostein Gaarder

Este libro trata básicamente sobre la aceptación con tranquilidad de la muerte, y cuenta la historia de una niña, Cecilia, que tiene una enfermedad grave y vive aparatada del exterior, postrada en su cama. Vive un poco amargada al ver que ya no puede hacer las cosas que hacia antes, que no se cura, y que depende de su familia todo el tiempo. En parte esta un poco enfadada con Dios, con el mundo, ya que no acepta ni concibe que este enfermar una niña tan joven, y lo paga con su familia y los que le rodean. Recibe tratamiento médico en casa y muy controlado, pero no mejora. Su familia la apoya en todo momento, y aunque siempre están pendientes de ella, son los primeros que van aceptando que va a morir.

Un día recibe la inesperada visita de Ariel, que dice ser su ángel de la guarda. Al principio se muestra escéptica, pero solo hasta que delante de ella hace cosas impensables para el ser humano. Ariel y Cecilia mantienen conversaciones durante casi todo el libro, explicándose el uno al otro lo que es ser espíritu, y los que es ser humano, los secretos de la creación y la concepción de lo que es ser un ángel y ser humano a la vista del Dios Padre. Ariel le habla también de dos mundos: el mundo terrenal, y el mundo del otro lado del espejo, el espiritual.

Y no agrego más porque vale la pena leerlo

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Schul, un médico, en Quora:

Dos libros rusos que leí últimamente

Israël Metter La quinta esquina

Vassily Grossman, Vida y destino

El primero es cortito, pero profundo y poético. Es una autobiografía. Tiene una manera de contar su vida en la Unión Soviética, además de un gran amor, como jamás había leído antes. Lo leí dos veces.

La quinta esquina es la esquina inexistente de una habitación cuadrada con la cual los interrogadores de la KGB hacían enloquecer a los prisioneros.

El segundo es considerado por los rusos el Guerra y Paz del siglo XX y retrata las aventuras de un matemático bajo Stalin y la Segunda Guerra Mundial en Rusia. Es admirable.

Lo trate de leer durante años y no le entraba hasta que cuando mi padre falleció, como ya no lograba leer literatura menor, necesite algo grande. Me devore el libro en francés y luego lo volví a leer en español. Un coloso de la literatura universal.

Bueno, a los doce años llore a moco limpio con el Principito, y sin duda hubo otros. Ah si: el libro Sans Famille  de Hector Mallot. Y creo que todos los Jack London me desgarraron.

Otro que me hizo llorar fue La Storia de Elsa Morante. Contiene la más bella descripción de un perro que jamás halla leído. También lo leí dos veces.

De Ferdinand Céline, Viaje al fondo de la noche: no es triste sino que es tan pero tan pesimista que te deja una sensación amarga. Es para mí una de las mejores novelas del siglo XX.

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Gabi Gamboa, en Quora:

Voces de Chernóbil de Svetlana Alexievich. Esta no es la historia de que pasó el fatídico 26 de abril de 1986, de eso, como lo dice la misma Svetlana, ya hay muchos otros libros. Este es el relato de después. La historia de los “sobrevivientes”. Acá, aunque se habla de la muerte (¿y cómo no hacerlo?), el protagonismo lo tienen las emociones de cada uno de los entrevistados -viudas, liquidadores, madres, niños, campesinos, ingenieros- su culpa, amor, miedo y aceptación. Su desesperanza.

“Un niño de siete años. Cáncer de tiroides. Quise distraerlo con bromas. El chico se giró cara a la pared: «Sobre todo no me diga que no me moriré. Porque sé que me voy a morir».”

Es imposible leer este libro sin que se te fracture, no el corazón, sino el alma. Cada entrevista es tan dolorosa que tienes que hacer pausas para poder soportarlo. Es una tristeza tan profunda que no lloras, es peor: sientes que te mueres un poco.

Son personas relatando como sus vidas comunes se convirtieron en tragedia. Como lo que alguna vez fue esperanza se convirtió en desgracia.

“Hubo un tiempo en que envidiaba a los héroes. A los que habían participado en los grandes acontecimientos. A los que habían vivido épocas de ruptura, momentos cruciales de la historia. Soñaba [...] Pero ahora pienso de otro modo; no quiero convertirme en historia, no quiero vivir una época histórica como la de ahora.”

Un testimonio que me ha afectado tan profundamente (más de lo que creía posible), que no estoy segura de recomendarlo. Tal vez, solo si te sientes preparado para no volver a ser el mismo.

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Memoria por correspondencia (2012), de Emma Reyes. Un libro brutal que, en forma de cartas, cuenta el drama de la narradora y su hermana en los años 1920, en una Bogotá asquerosa y clasista, en la que los niños de origen humilde eran considerados estorbos, casi meros animales. Son 23 cartas que Reyes envía a un antiguo ministro e intelectual, a quien trató cuando ella vivía en París y él era embajador en ese país.

Protectora de artistas, escritores y de cuanto colombiano varado visitaba la Ciudad Luz durante los años 50 y 60 del siglo pasado, de Emma Reyes se sabía muy poco. Era pintora, pero la crítica vanguardista no la valoraba. Eso no le impidió viajar por México y otros países latinoamericanos donde fue reconocida en cenáculos cercanos al realismo socialista y al arte muralista.

¿Cuál había sido su vida antes de ser la famosa anfitriona parisina? Las cartas lo cuentan de una manera desgarradora (no quiero adelantar más para no hacer perder el interés a los posibles lectores). Hace poco leí un comentario del libro que hicieron en Facebook dos editores ecuatorianos y que sintetiza muy bien el valor de esta obra.

El libro lo leímos con mi pareja durante tres sábados, en la tarde. Al comienzo yo leía en voz alta, pero pronto el dolor de lo que leía me alteraba emocionalmente de tal modo, que empecé a llorar. Mi novia siguió leyendo despacio, oralmente, afectada también pero con la voz firme para seguir la narración; entre tanto yo maldecía a todos los hijos de p… que le habían hecho daño a Emma y a su hermana Helena, incluida la madre de las niñas, los padrastros, monjas, cura y adultos ruines que culpaban de su desgracia a las niñas por ser hijas “naturales” (extramatrimoniales, sin padre conocido).

Es un libro crudo, que toca, que hace saltar de ira, pero que tiene en medio de la crueldad momentos breves de gran dulzura, que dan fuerza para seguir leyendo, para creer que es posible lo humano en medio de lo inhumano: que la fuerza de creer en la esperanza, la rebeldía para superar el presente en situaciones límite, salva, empuja a la libertad.

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Angela Brown, en Quora:

Watership Down (La colina de Watership) de Richard Adams.

"Hazel ha vivido mucho tiempo, mucho más de lo que los conejos viven. Una mañana fría de marzo...."

Lo leí de niña y el final me mató. Me pareció sumamente triste y me hizo sentir todo lo trágico de la transitoriedad de la vida, del mundo, de absolutamente todo. El tiempo todo lo devora, irrevocable, irremediablemente; todo se convierte en meras memorias y éstas se pierden en el olvido. En aquel momento experimenté esta mezcla de tristesa, nostalgia y melancolía por todo lo perdido en el tiempo, por lo efímero que todas las cosas. Lo recuerdo hasta hoy, y es un sentimiento que de vez en cuando vuelve, se queda un ratito y se va...

“Time is a sort of river of passing events, and strong is its current; no sooner is a thing brought to sight than it is swept by and another takes its place, and this too will be swept away.” Marco Aurelio

PD: Este libro lo leí de niña; no tengo ni idea como lo percibiría leyéndlo de adulta, igual es horrible. Pero no lo voy a saber ya que no lo volveré a leer. Otro de mis libros favoritos de niña que leí incluso varias veces por lo mucho que me gustaba fue The Call of the Wild de Jack London (también me producía nostalgia)... y este sí que lo volví a leer de adulta y ya no me hizo tanta gracia. Lo despojé de una buena parte de la magia que tenía para mí y la verdad es que me arrepiento. No debería haberlo vuelto a leer. Las memorias de la niñez deben quedarse ahí...en la memoria :)

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Juanan Nuevo, escritor, en Quora:

Hay un montón de autores cuya producción es principalmente melancólica. Por ejemplo Camus con El extranjero y El mito de Sísifo podría optar a ese título, con permiso de Faulkner (El ruido y la furia, v.gr.), Marsé (Si te dicen que caí), Houllebecq, Delibes, Cela, Rulfo, Laforet, etc. En un tono sombrío, las obras de Céline, Vonnegut o Baricco elevan el poso de tristeza a tema principal. Algunas son obras maestras, y no hemos empezado con los poetas. Si la pregunta pidiera los cinco autores de las obras más tristes tendríamos un problema a la hora de elegir.

Ahora: sólo pide el más triste y eso es fácil. Antonio Lobo Antunes y cualquiera de sus novelas. Lobo Antunes (Lisboa, 1942) sólo podía ser portugués: la idea que recorre toda su obra como tema central es la pérdida, la añoranza y la inevitabilidad de la decadencia, lo que aproximadamente define la saudade.

Este sentimiento, en el que se recrea toda la cultura de un país a la que le gusta identificarse con el tópico de disfrutar de la tristeza, es inseparable de Pessoa, sobre todo del Libro del desasosiego, pero sólo Lobo Antunes, con sus relatos de la descolonización, llenos de horrores y decadencia lo usa como principal argamasa de su creación.

Si no hablas portugués, en la traducción se pierde una buena parte del ritmo. Aún así, por ejemplo, para empezar a disfrutar de una buena dosis de tristeza, te recomiendo escuchar esto mientras lees, por ejemplo, El orden natural de las cosas.


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David Sánchez, en Quora:

No me gusta leer libros tristes, no los buscaría, pero a veces cae en mis manos un libro triste [sólo te das cuenta si un libro es triste cuando lo lees]. El que recuerdo me ocasionó más angustia y congoja fue: México bárbaro (el artículo de Wikipedia da un excelente resumen, capítulo a capítulo que es bastante recomendable).

El libro fue escrito por el periodista estadounidense John Kenneth Turner, en 1909, donde resumía su trabajo de periodismo de investigación en México. Turner había pasado tiempo en México investigando los abusos de la dictadura de Porfirio Díaz, describe como el ejército mexicano capturaba, torturaba y vendía personas para trabajar en haciendas bajo condiciones de franca esclavitud (nominalmente en México no existía la esclavitud, pero varios generales se hicieron millonarios con el tráfico de hombres y mujeres, especialmente indígenas yaqui y de otras etnias).

A veces leo cosas que pasan en México y me pregunto si de alguna manera siempre ha habido un grupo de gente desalmada que se las ha apañado para perpetuar el horror acongojante sobre el que leí en México Bárbaro. Según sé en hacia los años 1960 muchas mexicanos tenían ese libro como lectura recomendada, creo que nunca debió dejar de ser lectura recomendada, y creo que actualmente casi nadie lee ese libro ya.


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La Antología del cuento triste, elaborada por Augusto Monterroso y Bárbara Jacobs: “La vida es triste. Si es verdad que en un buen cuento se concentra toda la vida, y si la vida es triste, un buen cuento será siempre un cuento triste”.

También La balada del café triste, de Carson McCullers. Un fragmento: “Ante todo, el amor es una experiencia compartida por dos personas, pero esto no quiere decir que la experiencia sea la misma para las dos personas interesadas. Hay el amante y el amado, pero estos dos proceden de regiones distintas. Muchas veces la persona amada es sólo un estímulo para todo el amor dormido que se ha ido acumulando desde hace tiempo en el corazón del amante. Y de un modo u otro todo amante lo sabe. Siente en su alma que su amor es algo solitario. Conoce una nueva y extraña soledad, y este conocimiento le hace sufrir. Así que el amante apenas puede hacer una cosa: cobijar su amor en su corazón lo mejor posible; debe crearse un mundo interior completamente nuevo, un mundo intenso y extraño, completo en sí mismo. Y hay que añadir que este amante no tiene que ser necesariamente un joven que esté ahorrando para comprar un anillo de boda: este amante puede ser hombre, mujer, niño; en efecto, cualquier criatura humana sobre esta tierra. Pues bien, el amado también puede pertenecer a cualquier categoría. La persona más estrafalaria puede ser un estímulo para el amor. Un hombre puede ser un bisabuelo chocho y seguir amando a una muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw dos décadas atrás. Un predicador puede amar a una mujer de la vida. El amado puede ser traicionero, astuto o tener malas costumbres. Sí, y el amante puede verlo tan claramente como los demás, pero sin que ello afecte en absoluto la evolución de su amor. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor turbulento, extravagante y hermoso como los lirios venenosos de la ciénaga. Un buen hombre puede ser el estímulo para un amor violento y degradado, y un loco tartamudo puede despertar en el alma de alguien un cariño tierno y sencillo. Por lo tanto, el valor y la calidad del amor están determinados únicamente por el propio amante. Por este motivo, la mayoría de nosotros preferimos amar que ser amados. Casi todo el mundo quiere ser el amante. Y la verdad a secas es que de un modo profundamente secreto, la condición de ser amado es, para muchos, intolerable. El amado teme y odia al amante, y con toda la razón. Pues el amante está tratando continuamente de desnudar al amado. El amante implora cualquier posible relación con el amado, incluso si esta experiencia sólo puede causarle dolor…


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Jaqueline Alexia Prado Prado, en Quora:

Los que en este momento se me ocurren son:

La tregua de Mario Benedetti.- trata sobre un señor de 50 años que, mediante entradas en su diario, va describiendo su vida, y nos enteramos así que perdió a su esposa hace muchos años, tiene tres hijos adultos y no le ve mucho sentido a la vida. Sin embargo, con el tiempo se enamora de una practicante en su trabajo, de 23 años, y empieza a tener muchas dudas existenciales, por su lealtad a su difunta esposa, por la diferencia de edad, por lo que pensarán sus hijos, etc. Es triste tanto en el sentido de que tiene una perspectiva de la vida muy desesperanzada, como en su final.

Del amor y otros demonios de Gabriel García Márquez.- basta decir que es una tragedia en todos sus aspectos, pero además da una mezcla y rabia saber que todos los problemas que habían pudieron haber sido evitados por una suerte diferente, circunstancias diferentes, y una mentalidad menos cerrada y paranoica por parte de algunos personajes.

1984 de George Orwell.- es un libro que, por las dimensiones que abarca, uno ya se imagina hacia qué dirección irá. Pero aun así, la historia logra matar la esperanza de una forma abrumadora, que hace que uno no pueda más que resignarse a ver cómo todo empeora.


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Luis Lozano, escritor, en Quora:

La pregunta es interesante por su finalidad. Hubo un tiempo que pensé que los buenos libros y las buenas películas tenían que ser irremediablemente tristes. Craso error.

No recuerdo un libro con residuo de tristeza, sin embargo, Ana Karenina, Crimen y Castigo, Viaje al fin de la noche, El Desbarrancadero, Bajo el volcán, Trilce, son libros que podrían entristecer al lector. Pero en muchos casos creo que depende de la circunstancia en que sean leídos, sin embargo, cualquier sugerencia hace del juico demasiado subjetivo.

Para mí es mas fácil identificar películas tristes, incluso discos. Pero remiten nuevamente a la pura experiencia personal.

Parece que todo libro “triste” guarda también una alegría, que es dejarse cautivar y sentirse movido. Si bien no todo libro bueno debiera entristecer, sí debería calar, poner en crisis (quebrar), incluso fraccionar de alegría, melancolía o enojo, no solo de tristeza, de ahí mi confusión inicial.

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Nación Prozac de Elizabeth Wurtzel es el libro más triste y angustiante que he leído en mi vida. Es una autobiografía de quien sufrió depresión y ansiedad durante su juventud en los años 90. Su autora falleció hace poco de cáncer.

"A veces desgarrador, a veces cómico, indulgente consigo mismo, consciente de sí mismo, Nación Prozac posee el candor crudo de los ensayos de Joan Didion, el irritante exhibicionismo emocional de Sylvia Plath en La campana de cristal y el humor oscuro de una canción de Bob Dylan", escribió el mismo mes Michiko Kakutani, la afamada excrítica literaria de The New York Times.

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Oswaldo Goite, Quora:

Uno que encontré muy triste fue Vidas Oscuras” de José Rafael Pocaterra. Es una historia sobre una relación amorosa entre una chica del campo, hasta cierto punto inocente e ingenua y su primo, un caraqueño aficionado a la vida disipada y la bohemia. La historia transcurre en la Caracas de finales del siglo XIX.

Por lo otro, me llama la atención que Vivian Schul traiga a colación en su respuesta un libro de Vasili Grossman. A mi me pareció particularmente triste, no el que ella señala (no lo he leído aún) sino otra obra del mismo autor: Todo fluye. Libro terrible, si, pero muy recomendado.

Acabo de terminar de leer Los perros hambrientos de Ciro Alegría. Libro conmovedor y triste donde los haya. Sin desmerecer los que ya había señalado, es menester agregarlo a la selección

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Ojo de gato de Margaret Atwood

El libro trata de uno de los temas, que considero, menos explorados en la literatura: la infancia y sus consecuencias. No me refiero a las infancias felices, alegres, sino a las infancias con la dureza y egoísmo de los niños, con su determinación y forma tan fácil de lastimar a otros niños.

Ojo de gato trata sobre una artista, Elaine, que regresa a su ciudad natal para una exhibición en una galería mientras examina su vida, y como sus inseguridades y traumas, provienen de la niñez, una época que tantos consideran como gloriosa e inocente, pero no lo es para todos.

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Karhiann González,

Anand Nagar (La ciudad de la alegría) de Dominique Lapierre.

Invita a reflexionar y recordar que tu realidad está mejor que la de otros. Muestra la vida entre chabolas de la India, el sistema de mafias, explotación humana, las influencias religiosas impregnadas de ignorancia, el amor humilde y desinteresado de un padre entre tanto infortunio.

Su veracidad lo hace rico en drama, su cruda y radical trama eriza los sentidos. Es mi favorito. Quizás no es Cisnes Salvajes o Ana Karenina de el gran Tolstói, pero es muy triste ya que persiste en la actualidad.

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Enrique Pareja, 

Yo encontré tristísimo (o, más bien, amargo y sobrecogedor) La sombra del ciprés es alargada, gran libro del grandísimo Miguel Delibes. Tiene ya unos años, y de hecho fue su primera novela: Premio Nadal en 1947, publicada en 1948.

Lo recomiendo fervientemente. No sólo por la novela en sí, sino también por la maestría, la belleza y la precisión quirúrgica con la que (como siempre) maneja Delibes el idioma castellano. No en vano, y repito, ha sido uno de los muy, muy grandes.


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El árbol generoso de Shel Silverstein. Es un libro infantil.

La verdad es que siempre lo he leído en versión original, “The Giving Tree”. Solía leérselo a mis pequeños estudiantes, pero siempre terminaba llorando, sin excepción. Los pobres niños lloraban también, no sé si por el contenido del libro o de verme llorar a mí.

Así que hace años dejé de leérselo a mis estudiantes . Lo sigo teniendo en casa y a veces lo leo con mi hijo y lloramos juntos.


Las penas del joven Werther

Eleni el triste amor de una madre, basado en una historia real dela guerra en Grecia. Lo escribió su hijo un periodista norteamericano (nacionalizado) después del terrible episodio vivido por su Madre.

El viejo y el mar de Ernest Hemingway, la historia de un pescador sin suerte que un día sale al mar y pesca un gran pez espada, después de 3 días de lucha consigue matarlo y en su regreso a la costa el pez es devorado por tiburones y finalmente regresa solo con el esqueleto.

“Arrancad las semillas, fusilad a los niños”

Unos muchachos japoneses de un reformatorio huyen durante la segunda guerra mundial a una aldea. A pesar de los horrores de la guerra tratarán de recuperar su infancia, pero al horror precede el horror y la impiedad de sus compatriotas. Me recuerda mucho a La tumba de las luciérnagas.

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Elizabeth Cerón, Profesor

Tendría que decir El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince o Johnny empuñó su fusil de Dalton Trumbo: ambos hablan tanto desde la realidad como desde la ficción de la guerra, el conflicto y sus funestas consecuencias.

También me puso a llorar mucho El gato que venía del cielo de Takashi Hiraide, pero no precisamente por lo ‘triste’ (bueno, al final sí fue tristísimo), sino por la belleza de la narración.

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Carlos Maldonado Villaverde,

Tuve que leer todas las respuestas para darme cuenta de que variaban porque nadie ha leído todos los libros. En mi limitada bibliografía, el libro más triste e impactante es la Oración del 9 de febrero, donde Alfonso Reyes habla sobre su padre, el General Bernardo Reyes.

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Mags Sutton, 

Hay una autora interesante de los anos 1880–1943. Ella era una lesbiana, muy abierto, y sufría mucho por su sexualidad en aquellos tiempos. Se llamaba Radcliffe Hall, sus libros están escrito en un Ingles muy bonito. Para mi su libro mas triste es Adams Breed, que es la vida de un camarero, desilusionado con su vida, y sufre un trastorno mental. Es el único libro que me a hecho de llorar!

Las orquídeas rojas de Shanghai, sin duda. Es un libro que me dejó triste muchos días. Se lo dejé a mi hermana y cuando lo leyó me dijo que no volviera a recomendarle un libro tan triste porque le había hecho llorar mucho….y es que su relato penetra en el alma y te encoge. No apto para personas muy sensibles.

Mortal y rosa, de Francisco Umbral, es un sobrecogedor monólogo íntimo sobre la muerte de un hijo

Ampliación del campo de batalla, de Michel Houellebecq. No lo calificaría como un libro triste sino más bien deprimente. Recuerdo que cuando lo acabé de leer sentí un vacío, como si ya nada tuviera sentido. Lo recomiendo ampliamente, tanto al libro como al autor.

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Otros propuestos:

Paula de Isabel Allende

El principito

El Diario de Ana Frank

Flores en el ático

Hachiko

Las cenizas de Ángela de Frank McCourt

Humillados y Ofendidos. F. Dostoyevski.

Leopardi

Celine

“Nudo de víboras” de François Mauriac

Mi planta de naranja lima de Vasconcelos

Marianela de Galdós

Escribir un buen libro

Tomado de A. J. Kohler en Quora:

¿Cómo puedo escribir un buen libro?

En primer lugar, empezando a escribir. Uno tiene que empezar para acabar algo.

En segundo lugar, una vez que termines, tíralo a la basura, de verdad. La creencia de que el primer intento será incluso algo legible es cuanto menos utópica. Si tú crees eso, pídele a un par de amigos que lo lean (amigos que sean honestos contigo, no habrán muchos de esos).

En tercer lugar, sigue escribiendo. Si solo tienes una historia en ti, eres un tipo sin suerte. Lo más probable es que, una vez que has escrito una historia, otras vengan detrás.

En cuarto lugar, no tengas piedad a la hora de editar y reescribir. Todo el mundo tiene una historia que contar, muchos de ellos podrán escribirla y unos cuantos lo harán de verdad. El problema es que la mayoría escupen historias y (a juzgar por lo que edito) nunca revisan lo escrito con ojo crítico. Trabaja y vuelve sobre ello hasta que sea algo legible, convincente y que de verdad cuente la historia que tenías en mente.

En quinto lugar, la parte divertida: intentar que te publiquen. Envíalo a todos los agentes que se manejen en el género. Cuando el tercero de ellos, que por suerte responda, te rechace, entonces empieza con editoriales independientes. Si de verdad es algo decente, alguna de ellas lo publicará.

Luego tienes que hacer que otra persona lo edite, ver que el editor hace una portada que no te gusta demasiado y comenzar a comercializarla.

Hazme caso. He estado ahí, hecho eso, me publicaron tres libros (ejemplo: No Other Choice). No escribo porque tenga la ilusión de escribir la Gran Novela Americana (me encantaría, pero en serio...). Escribo porque tengo que hacerlo. Cuando una historia viene a mí, tengo que escribirla. Luego viene otra. Y así.

Excerpta de respuestas a para qué sirve la literatura tomadas de Quora

 ¿Sigues alguna serie de televisión? ¿Te gustan las películas? Todos esos son ejemplos de literatura.

Mucha gente cree que la literatura son sólo libros, y la verdad es que no es cierto. Ningún programa de televisión, ninguna película surge sin literatura, esto es, sin un guion escrito.

Algunas telenovelas tienen diálogos malísimos, y también algunas series de televisión. Son pésima literatura. Pero algunos son chispeantes, bien estructurados, con la lógica propia del género. Hay películas que de veras que sus diálogos son malísimos.

Pero hay joyas literarias fílmicas o televisivas que no se clasifican como tales a pesar de que su guion es genial.

Esos programas y películas nacieron del teatro, arte que llevaba ya siglos si no es que milenios de practicarse, en especial en Grecia. Hasta cierto punto es un arma de control ideológico para la cultura.

Así que la literatura está más que viva, y hoy se ha trasmutado en lo que se llama "contenido" para blogs, páginas web, Facebook, YouTube, Instagram, Quora, etc.

Algunos debates en esos sitios son verdaderas obras del arte literario: hay gente que le pone alma y corazón a sus escritos.

Esto se está extendiendo a los juegos de mesa y de video. Hace poco vi un juego de mesa muy bien escrito, poético, bien estructurado, y he encontrado ejemplos sobre todo en los juegos de rol. Éstos son buenos ejemplos de lo que podríamos llamar literatura efímera: se olvidan en el momento en que ocurren, son únicos. Es fascinante participar en ellos como entretenimiento, y si se da, como literatura filosófica. Es toda una experiencia.

Un buen blog va a tener buena literatura.

Nos olvidamos que la literatura tiene un substrato doble: la lingüística y gramática, y la retórica (que puede estudiarse lingüísticamente). Que nos puede enseñar a escribir de manera tal que persuada a nuestro lector con respecto a alguna idea, y hasta, pragmáticamente, a comprar algo. Es fundamental para la educación de los niños.

Sin la literatura simplemente nadie podría vender nada, te puede parecer increíble, pero sirve para eso, entre otras cosas. Ha formado civilizaciones enteras, les ha dado una narrativa coherente, ha sido el sustrato fundamental de las diversas religiones, es el elemento básico para nuestro avance cultural.

Además es divertido leer.

La literatura tiene una importancia enorme para la civilización. De ella depende que nos podamos comunicar siendo miembros de ella. Nos enseña idiomas, nos enseña a entender otras culturas, aun en traducciones.

De paso nos enseña historias, nos hace soñar, nos divierte, angustia, aterroriza, y nos hace vivir vidas paralelas, ilusiones sin duda. Nos vuelve más humanos y a veces más espirituales.

La literatura es el arte en sí que conforma los sueños de una civilización. Sin ella, jamás habríamos avanzado hasta donde estamos. Homero, Víctor Hugo, Cervantes, Molière, Shakespeare, por nombrar sólo a algunos, nos moldearon de alguna manera u otra y todavía podemos adquirir filosofía y sabiduría de sus escritos, después de tanto tiempo.

Sin la literatura no existiríamos ni como cultura ni como civilización. Habríamos desaparecido hace milenios

La literatura es un arte que se presenta escrito.

Primero, la escritura permite la transmisión atemporal de ideas. Permite echar un vistazo a las mentes de gente con la que no te cruzarías normalmente por la calle. Enriquecerá tu mundo interior con nuevos conocimientos y nuevos puntos de vista.

Segundo, es un arte. No sólo transmite los datos fríos y calculados como en una noticia periodística. Transmite emociones y experiencias. El conocimiento de experiencias ajenas y la posibilidad de contemplar la propia reacción ante esas experiencias. “Vivir un millón de vidas”, decía un viejo anuncio.

Tercero, es divertido. La técnica literaria permite muchos juegos, giros inesperados, sutilezas y ambigüedades que a veces, un lector poco experimentado puede pasar por alto.

De acuerdo con las respuestas que han dado los compañeros. Añado otra perspectiva del asunto, histórica. Aclaro que, por mis competencias, en un primer momento hablo del mundo occidental u oriental cercano, no de las grandes culturas asiáticas, africanas o americanas. En Occidente la literatura surge con la obra de Homero, que va a constituir la base de la cultura griega. Esta expresión de Homero como educador de Grecia, que ya se encuentra en Platón, República 10.606e, no quiere decir solamente que el sistema educativo griego se basaba en la memorización de los poemas homéricos y en el estudio de todas sus características. Para entender en profundidad lo que significa que Homero es el educador de Grecia y, con ello, de todo Occidente, hay que tener presente que los poemas homéricos, la Ilíada y la Odisea, son las primeras composiciones importantes –y casi que absolutamente, salvo algunas inscripciones– escritas con el actual sistema alfabético de una letra por un fonema, lo que constituye un perfeccionamiento decisivo del silabario que los griegos habían recibido de los fenicios. Nótese que entender por primera vez la lengua escrita como una composición de un número bastante limitado de signos, veinticuatro en el caso del griego, trajo consigo una revolución de la que nos seguimos beneficiando. En primer lugar, por la facilidad de aprender a escribir y la universalidad en el leer, ya que por primera vez dejó de ser necesario conocer una lengua para leer un texto escrito en esa lengua, como ocurría con los silabarios y los ideogramas. Esto, por supuesto, no es conocer la lengua, pero sí es un primer paso decisivo hacia su aprendizaje. Más importante que ello, sin embargo, es el hecho de que a partir de esto, los griegos estuvieron en posición de comenzar a entender los hechos del mundo de un modo analítico. Les resultó ahora claro que las cosas materiales deben de estar compuestas de principios más elementales a partir de cuya composición, según ciertas reglas, se forman todas las cosas. A lo largo de la historia hubo estancamientos y desvíos de este principio comprensivo, pero nunca se perdió del todo y constituye la base del conocimiento y la investigación moderna y contemporánea. Esto al nivel de los elementos de la escritura. Pero desde la perspectiva del contenido, los poemas homéricos indicaron también una revolución decisiva. En efecto, la obra de Homero no es el simple relato de acontecimientos acaecidos, sino que en ella los acontecimientos se ponen al servicio de una idea constructiva del poema, la cólera de Aquiles en la Ilíada, el regreso de Odiseo en la Odisea. A partir de esta idea central el poeta articula el paso del tiempo, los caracteres de los personajes y los eventos acaecidos, con lo cual crea una realidad que no existía en el mundo empírico y que ayuda a entenderlo. La literatura ofrece, entonces, la primera idea verdaderamente eficaz de la comprensión del mundo mediante la construcción de un modelo interpretativo. Esta idea va a extenderse después a otras áreas del quehacer humano, como la medicina, la historia, la filosofía y la geometría, entre los griegos, y luego, con tiempo, a todas las áreas de la actividad humana, pero sigue estando viva en las grandes construcciones literarias y sigue siendo uno de los medios más poderosos de comprensión de la realidad

Si quieres una respuesta objetiva, primero habría que decir qué es la literatura, lo que ha sido un problema durante un buen tiempo. Creo que a diferencia de las ciencias, sería erróneo buscarle un objetivo pragmático a la literatura. Simplemente, como toda manifestación artística, ha de ser contemplada. En algunos casos, la contemplación de la literatura y del arte puede ampliar nuestro horizonte estético, en otros casos nuestro horizonte moral, en otros casos nuestra percepción de las condiciones socioculturales de un período y un lugar, etc., pero no existe una regla fija que nos de un propósito general, pues todo texto literario es diferente y pareciera no haber un rasgo común que los encierre a todos. Diría, sin temor a equivocarme, que sirve para el deleite.

Para nutrir el alma y la mente, despertar la imaginación, adquirir nuevas percepciones del mundo, de la vida y de los otros. La literatura es un puente entre tus pensamientos y los pensamientos de alguien más. Un instrumento para la soledad, una compañía que depende de tus elecciones y no de la sociedad. Para perderte del ruido del mundo, para extasiarte, llenarte o vaciarte, simplemente para hacerte sentir frágil y humano. Para estar contigo por un rato.

Primero y antes que nada: sirve para disfrutarla.

Además y por fortuna, sirve para expandir el horizonte de tu realidad.

La literatura, al conservar y reinventar la experiencia humana, te permite darte cuenta de todo lo que es posible vivir, porque lo que le ha sucedido a uno, le puede suceder a todos

Nietzsche en el origen de la tragedia viene a patear el tablero de Aristóteles y dice que la función de la tragedia, es decir del teatro griego que es literatura, no es disipar energías negativas, como pensaba lo catártico de la tragedia Aristóteles, sino para volver más recargado, energizado y como en lo más profundo y misterioso de la vida, está el dolor, la muerte y la contienda.

La literatura nos saca de nosotros mismos para permitirnos ver el mundo desde “los otros”.

Nos proporciona el punto de vista de otras personas sobre la realidad, lo que nos permite ampliar nuestra percepción sobre la misma y nos permite conocernos mejor a nosotros mismos

viernes, 5 de marzo de 2021

Técnicas de estudio

 Saliba Faddoul

·Quora, 3 de mayo de 2019

Ha estudiado en Universidad de Harvard (Graduado en el 2019)

¿Cómo estudian los estudiantes inteligentes?

Primer perdón a mi nivel de preparatoria española.

Así que no soy un genio, pero obtuve casi todas las calificaciones académicas en UC Berkeley y logré tomar más de 20 unidades por semestre y obtener mi título en dos años. Doy crédito a mi habilidad para hacer esto a mis hábitos y técnicas de estudio ... Aquí están…Espero que estos puedan ayudarte.

1. Llegue a su lugar de estudio a una hora determinada. Así que esto es algo obvio, pero no puedes estudiar si estás en el medio de un gimnasio de baloncesto o algo así. Sin embargo, al mismo tiempo, he descubierto que si por lo general veo televisión a las 5:00 p. M., Entonces realmente no tengo ganas de estudiar en ese momento. Para combatir esto, he aprendido que si estudio a la misma hora todos los días, estoy más inclinado a hacer las cosas bien porque sé que después tengo X, Y y Z que debo hacer.

2. No dediques todo tu tiempo al estudio. Descubrí que si me paso un día entero estudiando, salgo de la habitación, solo para olvidar todo lo que he aprendido. En cambio me gusta estudiar por un rato, luego hacer otra cosa.

Hora de divertirse. Por lo tanto, hacer algo más involucra el tiempo de amigos, la televisión o simplemente divertirse. Descubrí que cuanto más me divierto y hago las cosas que me gustan después de estudiar, más probabilidades tengo de recordar las cosas que miré antes.

3. No CRAM. Un poco de matemáticas, un poco de ciencia y luego un poco de biología es lo que encontré que funciona mejor para mí. Cada vez que me siento y estudio el mismo tema, capítulo tras capítulo, veo que estoy mezclando las cosas. Específicamente con las matemáticas, de repente, todos los problemas parecen necesitar la misma fórmula, o la última fórmula que vi es la que creo que debería aplicarse a las otras. Alternativamente, he encontrado que si hago un capítulo de matemáticas, un capítulo de ciencias y luego un capítulo de historia, recuerdo cada capítulo mucho más.

4. Tarjetas Flash. Ok, las tarjetas de memoria son como el todopoderoso en mi opinión. Puedes ponerte a prueba, ves todo lo que necesitas en un espacio establecido. También me parece que escribirlos es una forma asombrosa de visualizar lo que estás estudiando. (No son mis tarjetas de memoria a continuación ... pero estas son las que parecen mías la mayoría de las veces, también pueden ser trozos de papel si quieres ser barato).

5. Notas sobre un MP3. Así que descubro que aprendo mejor al escuchar las cosas que me leen. Entonces, por esta razón, tomo mis notas todos los días después de clase y comienzo a grabarme a mí mismo leyéndolos. Entonces creo una lista de reproducción de iTunes con todas mis notas en ellas. Los escucho cuando hago tareas domésticas, camino a clase, trabajo, cuando estoy en el gimnasio y en cualquier momento cuando tengo ganas de revisar. También tiene una revisión asombrosa (generalmente corta) de todo el semestre en su teléfono.

6. Tu teléfono necesita un cajón. Menos un consejo de estudio más un consejo de vida. Así que mi teléfono es perfecto para todo, pero no puedo resistir las notificaciones. Ya sea que lo apague o lo ponga en algún lugar, no oirá el zumbido.

Bien, estos son los consejos que me ayudaron a tomar más de 20 unidades por semestre en Berkeley y obtener mi título en dos años a los 20. Espero que puedan ayudarlo a convertirse en un mejor estudiante también.

martes, 2 de marzo de 2021

Enrique San Francisco

 Quique San Francisco, Pablo Motos y aquella noche de Xbox y cervezas

ESTHER MUCIENTES, 2 marzo 2021 - 11:29

Quique San Francisco y Pablo Motos eran mucho más que amigos. Pocas veces alguno de los dos habló de lo que realmente significaba el uno para el otro. Anoche, Pablo Motos despidió a Quique San Francisco con el mejor de los homenajes que le podía dar, con la risa

"I've got you under my skin / I have got you, deep in the heart of me...". Siempre que Quique San Francisco iba a El Hormiguero siempre sonaba Frank Sinatra y su I've got you under my skin. Anoche no iba a ser diferente, anoche sonó incluso más alto. Sólo faltó una cosa anoche en El Hormiguero, una cerveza fría y en vaso como las que se bebía Quique San Francisco. Pablo Motos no podía comenzar el programa ni terminarlo sin dedicarle el mejor homenaje que se le podía hacer a su más que amigo Quique San Francisco. El presentador aguantó las lágrimas, hizo de tripas corazón y dejó que fueran los recuerdos y las risas los que dieran el último adiós de El Hormiguero al hombre que "me ensenó a ser libre".

Que Quique San Francisco y Pablo Motos se querían no era ningún secreto. La última vez que el actor estuvo como invitado en El Hormiguero, después de pullas y golpes -porque se las metían dobladas-, ninguno de los dos aguantó la contención del directo y se dijeron sin remilgos lo que se querían y lo que se necesitaban el uno al otro. Lo normal cuando estaban juntos y se sentaban frente a frente era pensar que Pablo Motos había sido más de una vez la tabla de salvación de Quique San Francisco. Seguro que lo fue, pero la realidad, la que mostró anoche Pablo Motos en su emocionante despedida fue que en verdad quien le había salvado más de una vez era Quique San Francisco a él.

LA "VIDA SALVAJE" QUE ELIGIÓ QUIQUE SAN FRANCISCO

"Me enseñó a estar en un escenario, a sobrevivir en Madrid, me enseñó a entender a los artistas y me enseñó hasta que extremo una persona puede ser libre. Tú puedes ir a trabajar, puedes tener un horario, puedes obedecer a tu jefe o no, si no te da la gana, pues no. Y a Enrique no le daba la gana. Y como era libre decidió vivir por el lado salvaje de la vida", arrancó Pablo Motos el programa. "Los que estábamos al lado de él nunca nos aburríamos. A veces no tenía dinero, a veces le quitaban la luz, a veces se metía en problemas, pero si le preguntabas cómo estaba siempre te decía, 'bien, yo siempre estoy bien'". Porque si alguien conocía a Quique San Francisco, porque si alguien sabía de esa vida "salvaje" de Quique San Francisco, porque si alguien la vivió en sus propias carnes, ese fue Pablo Motos. "Enrique siempre me decía que en los peores momentos siempre aparecía una buena persona para ayudarte. Un día me dijo, hay que conocer a mucha gente, tú necesitas un barco, yo sólo necesito a alguien que tenga un barco".

Pablo Motos y Quique San Francisco trabajaron mucho tiempo juntos. Teatro, televisión... Y siempre se entendieron, aunque, como desveló anoche el presentador, en más de una vez le hubiera "reventado a hostias". Contaba Pablo Motos anoche que durante una de las obras de teatro que representaron juntos, Quique San Francisco casi no llegó a la hora de representación. Cuando quedaban menos de 5 minutos para que la obra se tuviera que cancelar y Pablo Motos estaba ya a punto de salir al escenario para anunciar a los espectadores que se cancelaba y que se les devolvía el dinero, el actor apareció con toda su calma, se montó en el coche de la primera escena y cuando Pablo Motos se colocó en su lugar en el escenario, detrás del coche, como si estuviera empujándolo, Quique San Francisco se giró y le dijo: "No te preocupa lo que me ha pasado". Así era Quique San Francisco. Lo que hizo anoche Pablo Motos no fue sólo un homenaje a un amigo, fue la demostración de lo que es la amistad, al menos su amistad. Un en lo bueno y en lo malo, en lo malo y en lo peor, pero siempre contigo... "I've got you under my skin".

Fueron muchas las que Quique San Francisco le debió hacer a Pablo Motos, pero todas ellas sirvieron para lo que Pablo Motos dijo anoche, para "quererle". "Todos queríamos a Enrique porque nos hacía sentir debilidad por él", afirmó. Esa debilidad que sólo conseguía él como sólo sabía él. Como aquel día en que durante una representación a Quique San Francisco se le olvidó coger una cosa del escenario que daba pie a la siguiente escena y que desmontó la misma. Cuando la representación acabó, Pablo Motos fue como una fiera hacia él y cuando estaba a dos palmos de Quique San Francisco e iba a explotar, el actor extendió el brazo con el dedo en alto hacia Pablo Motos y le soltó muy serio... "¿Qué lección has aprendido hoy?". Pablo Motos se quedó roto, incapaz de reaccionar. "Hoy has aprendido que en el escenario no te puedes fiar de nadie". Quique San Francisco en estado puro. El genio jeta adorable al que era imposible desmontar porque siempre se te desmontaba él antes.

Aunque El Hormiguero de anoche tenía como invitado a C. Tangana, el auténtico protagonista de la noche fue sin duda Quique San Francisco. No sólo por el homenaje inicial de Pablo Motos recordando a su amigo, sino también por recordarle como le recordaron, en su máxima esplendor, en sus mejores momentos en el programa, con las mejores historias que no sólo Pablo Motos había compartido con él, sin casi todo el equipo. Historias de alguien que decidió vivir su vida como le dio la real gana, sin ataduras, sin contenciones. "Enrique era un genio y un sabio. Hubo una época en que quedaba casi todos los días en su casa para beber cervezas y jugar a la Xbox. Un día estábamos jugando y contando chistes, porque Quique San Francisco contaba los mejores chistes, mejores incluso que los que le escribíamos para El Club de la Comedia, y le dije: 'Quique, si tú trabajases...'. Y me contestó: 'No diga barbaridades'". Aquellas tardes de Xbox y cerveza, pero de cerveza bien fría y en vaso, nunca en botellín o en lata, porque entre las muchas teorías de Quique San Francisco sobre el lúpulo de los dioses estaba que si no se bebía la cerveza en vaso, engordaba, Pablo Motos y Quique San Francisco asentaron un vínculo que ya jamás se rompería.

LO QUE QUIQUE SAN FRANCISCO ENSEÑÓ A PABLO MOTOS

"Era el mejor. Enrique y yo casi nunca hablábamos en serio por él lo evitaba. Yo lo intentaba, pero nada", relató Pablo Motos. "Un día, que la estaba liando muchísimo contra sí mismo, le pregunté si no se daba cuenta de que eso iba a acabar fatal, y me contestó 'eso no pasará porque siempre que estás desesperado aparece una buena persona y te ayuda'. La casa de Enrique estaba siempre llena de gente, a veces muy dudosa y muy peligrosa, pero Enrique siempre me decía 'tienes que conocer a gente de todas partes. Yo no necesito tener un barco como tú, yo sólo necesito un amigo que tenga un barco'". Sin duda, de las mejores descripciones que se escucharan en esto días sobre cómo era la vida de Quique San Francisco. Y lo mejor es que cualquier otro lo hubiera hecho con tono de reproche o, tal vez, con ese tono paternalista de quien no lo ve bien. Pablo Motos no, Pablo Motos habló de su amigo contando cómo era su amigo y nada más. El cariño y el amor, sin más, sin necesidad de decir si esto o aquello, simplemente relatando quién era Quique San Francisco y cómo era vivir a su lado.

"El dinero tampoco era su fuerte. Una vez le dieron una indemnización muy grande por un accidente porque le atropellaron y le destrozaron la pierna y le dije 'ahora Quique, por favor, pagas las deudas, te organizas y guardas el dinero en el banco. Y me dijo: 'Pablo, si me pagan hoy 100 millones, mañana me voy a gastar 110'. Y su padre, que estaba al lado, le dijo, 'muy bien dicho, hijo'". Era la realidad de Quique San Francisco, la que él mismo contó en innumerables ocasiones. De hecho, en esa última entrevista en El Hormiguero, cuando Pablo Motos le preguntó por lo que hacía con el dinero, Quique San Francisco no dudó en responderle que cuando tenía dinero ya lo tenía invertido por todo lo que debía. Pero más que por lo debía, que también, por lo que para él era la vida. El carpe diem llevado a la máxima expresión. "¿Y si un día te vas? Como no sabes cuándo se va a acabar esto, mejor disfrutarlo ahora. Si yo supiera el día que me voy a morir os cagabais".

Pablo Motos le dio trabajo, Pablo Motos le acompañó en sus peores momentos, Pablo Motos, incluso, mandaba a su equipo a comprarle zapatos, Pablo Motos se pasó tardes y tardes, noches y noches, madrugadas y madrugadas, en la casa de Quique San Francisco bebiendo cerveza, jugando a la Xbox, contando chistes, escuhándole, pero sobre todo, aprendiendo a vivir de una manera que no para todos era comprensible. Sus amigos, como Pablo Motos, la podían aceptar o no, la podían entender o no, pero de lo que nunca renegó fue de quererle, de adorarle y, aunque pueda parecer al contrario, de agradecerle.

"Todos queríamos a Enrique. Delante de él jamás se cometía una injusticia. Le daba igual perder su trabajo o meterse en una pelea, pero nunca permitía una injusticia. Todo el que se ha cruzado con Enrique ha vivido una gran historia. Hoy se ha marchado con esa elegancia. Todos le recordaremos por su último papel, con su capa y su guadaña. Pero sabéis lo que más le gustaba a Enrique del mundo, divertirse. Y eso es lo que vamos a hacer hoy para honrarle". Pablo Motos tragó sonrisa, sostuvo las lágrimas para que no salieran, porque seguramente a su amigo no le hubiera gustado verle así. Hizo el programa, entrevistó a C. Tangana y los últimos 10 minutos de programa decidió honrarle como sólo se puede honrar a alguien como Quique San Francisco. Nada de lágrimas ni de lamentos "porque Quique San Francisco vivió como quería vivir. Y se ha ido y...". Le costó, le costó bastante a Pablo Motos hablar de él, de su amigo, despedirle. "Llevo todo el día raro, pero estoy contento". Como si Quique San Francisco siguiera ahí, como si Pablo Motos supiera, que lo sabía, que Quique San Francisco no querría gilipolleces, ni dramones, que Quique San Francisco querría verles sonreír.

-"Tú sabes que te quiero con locura"

-"Ya, ya lo sé. Y yo a ti, cabrón".

"I've got you under my skin / I have got you, deep in the heart of me / So deep in my heart that you're really a part of me / I've got you under my skin..."

lunes, 1 de marzo de 2021

Cómo reformar la democracia al estilo europeo (para cagalera de los políticos españoles)

Bernardo Gutiérrez "Ciudadanos elegidos al azar para reformar constituciones", Revista Contexto, 18 de julio de 2018:

La ‘Citizens Assembly’ es la responsable del referéndum que legalizó el aborto en Irlanda y de la nueva carta magna. Ante la crisis de la democracia representativa, los mecanismos de la ‘random democracy’ se abren paso .

El referéndum que legalizó el aborto en Irlanda no fue consecuencia de la actividad parlamentaria. Los partidos políticos tampoco tuvieron nada que ver. Más bien todo lo contrario: los bloques políticos fueron incapaces durante años de afrontar la legalización del aborto, que requería de una reforma constitucional. Los artífices del histórico proceso han sido los 99 ciudadanos elegidos al azar que conforman la Citizens’ Assembly. Y fue precisamente la incapacidad para entenderse entre los bloques políticos del Parlamento lo que llevó al Gobierno, configurado por los liberales del Fine Gael y los laboristas, a poner en marcha los mecanismos de la democracia por sorteo.

Los 99 ciudadanos fueron seleccionados por una empresa especializada en demoscopia, Red C, que recibió del Gobierno el encargo de encontrar una muestra representativa de la sociedad irlandesa. Y, tras aplicar los criterios de representatividad –género, edad, localización y clase social–, Red C conformó un dream team de ciudadanos de a pie con el cometido de realizar, ni más ni menos, la octava enmienda a la Constitución de Irlanda que regula el aborto. Tras una serie de encuentros presenciales, en los que las 99 personas de la Citizens’ Assembly deliberaron pros y contras del cambio constitucional, se llegó a un consenso: agregar una nueva subsección al Artículo 40 de la Constitución de Irlanda, el Artículo 40.3.3.

99 PERSONAS CORRIENTES CON LA MISIÓN DE REFORMAR UNA CONSTITUCIÓN, UNA SITUACIÓN QUE EVOCABA, EN CIERTO MODO, EL LEMA DE “SOMOS EL 99%” 

Y el resto es historia. Un referéndum con un resultado contundente: un 66.9% votó a favor de la enmienda que legalizó el aborto. En realidad, la Citizens’ Assembly de Irlanda tiene un antecedente: la Convención Constitucional. Creada el 1 de diciembre de 2012 para proponer cambios en la Constitución de Irlanda, la Convención Constitucional estaba compuesta por 100 miembros: 29 parlamentarios, 4 representantes de partidos políticos de Irlanda del Norte y 66 ciudadanos elegidos por sorteo. A pesar de que no existía un mecanismo vinculante entre la convención y el Gobierno, el plan discurrió mejor de lo pensado. Los encuentros deliberativos entre la ciudadanía resultaban más productivos y eficaces que las sesiones en el Parlamento, en las que nunca se conseguía avanzar en los temas más polémicos. Ciudadanos y ciudadanas que apenas cobraban las dietas correspondientes a los días de los encuentros llegaban a más acuerdos que los políticos profesionales. Y entonces, se produjo la primera sorpresa: el Gobierno aceptó la propuesta de la Convención Constitucional de convocar referéndum sobre el matrimonio gay. El amplio consenso que se dio en la Convención llevó al Gobierno irlandés a pensar que la sociedad no tenía tantos tabús como el Parlamento. El resultado del referéndum sobre el matrimonio gay asombró a todo el mundo: un 62% votó a favor. Y abrió el camino para una Citizens’ Assembly sin representantes de fuerzas políticas, compuesta exclusivamente por ciudadanos elegidos al azar. 99 personas corrientes con la misión de reformar una constitución, una situación que evocaba, en cierto modo, el lema de “Somos el 99%” de Occupy Wall Street. 

¿Qué se puede aprender del caso irlandés?

Tras el terremoto del Brexit, el escritor belga David Van Reybrouck publicó un texto que se hizo viral: Por qué las elecciones son malas para la democracia. En su artículo, David reivindicaba el sorteo como un mecanismo clave para la salud democrática del nuevo milenio: “La democracia florece al permitir que se escuche una diversidad de voces. Se trata de tener la misma voz, un derecho igual para determinar qué acción política se toma. Para mantener viva la democracia tendremos que aprender que la democracia no se puede reducir únicamente a votar”. Aparte de citar el caso irlandés, David hacía un repaso a experiencias basadas en el sorteo en países como Holanda, Bélgica, Australia o Estados Unidos. Y colocaba sobre la mesa el peso histórico del sorteo, un sistema tan viejo como la democracia, empleado en la antigua Atenas o en ciudades-estado como Florencia. Los jurados populares estadounidenses, sin ir más lejos, son supervivientes de la democracia por sorteo.

Ante la crisis de la democracia representativa, la random democracy vuelve a estar de moda. Cuando Bélgica estuvo bloqueada políticamente, sin gobierno, la ciudadanía acudió al rescate fundando el G1000, una cumbre ciudadana para dirigir propuestas políticas al Parlamento. Cuando los bloques ideológicos de Irlanda entraron en cortocircuito con los asuntos tabú para la moral católica, la ciudadanía se puso de acuerdo para legalizar el matrimonio gay y el aborto. En la Columbia Británica de Canadá, una Asamblea Ciudadana reformó la ley electoral. En Australia, ante la polarización de las fuerzas políticas ante los residuos nucleares, se creó el Jurado Ciudadano sobre Residuos Nucleares. Islandia realizó en 2010 una reforma constitucional profunda con una muestra compuesta de 950 personas seleccionadas de manera aleatoria empleando un sistema de cuotas.

¿Y en España? El G1000 de Madrid, la cumbre ciudadana organizada por el Ayuntamiento de Madrid en 2017, fue la primera acción con respaldo político en esta dirección. El Observatorio de la Ciudad de Madrid, cuyo funcionamiento todavía tiene que ser aprobado por el pleno del Ayuntamiento, está anclado también en el paradigma de la democracia por sorteo. El Observatorio estará formado por vecinos y vecinas elegidos por sorteo, en una muestra representativa de la población. Y tendrá cierto peso, en colaboración con expertos, en las políticas públicas de la ciudad.

LOS CASOS DE ÉXITO COMBINAN LOS MECANISMOS DEL SORTEO Y LA DEMOCRACIA DELIBERATIVA TEJIDA EN ENCUENTROS PRESENCIALES

La mayoría de los casos de éxito combinan los mecanismos del sorteo y la democracia deliberativa tejida en encuentros presenciales. Birgitta Jónsdóttir, una de las fundadoras del Partido Pirata de Islandia que empujó la reforma constitucional, destaca la importancia de los encuentros presenciales: “Cuando estás en el mismo espacio con personas, ocurre algo completamente diferente. Hay que dar voz a la gente y empoderar”. ¿Los encuentros políticos presenciales usando el sorteo ayudarán a romper las burbujas en las que se han convertido las redes sociales y las endogamias ideológicas?

En un país como España, en el que nunca se ha convocado al pueblo a un verdadero proceso constituyente, la Citizens’ Assembly de la católica Irlanda muestra un posible camino. Si los bloques políticos están enfrentados tras la crisis catalana, el sorteo y la democracia deliberativa podrían romper tabúes. Si la clase política no se pone de acuerdo para reformar la constitución de 1978, la ciudadanía podría encontrar consensos. Si un proceso constituyente es, a día de hoy, una utopía distante, una asamblea ciudadana elegida por sorteo sí podría ser efectiva para aterrizar la Carta Magna española en el nuevo milenio.

AUTOR:

Bernardo Gutiérrez es periodista, escritor e investigador. Ha cubierto América Latina como corresponsal durante más de una década. Es el autor de los libros Calle Amazonas (Altaïr), #24H (Dpr-Barcelona) y Pasado Mañana. Viaje a la España del cambio (Arpa Editores).

domingo, 28 de febrero de 2021

Los escritores más inteligentes

Los escritores más inteligentes según los expertos:

Johann Wolfgang von Goethe

Blaise Pascal

George Berkeley

Voltaire

Alexander Humboldt

Giacomo Leopardi

Francis Bacon

Jacobo Benigno Bossuet

Lord Byron

Thomas Chatterton

Nicolas de Condorcet

Charles Dickens

Desiderius Erasmus

Francois Fénelon

Edward Gibbon

Victor Hugo

David Hume

Michelangelo

John Stuart Mill

John Milton

Alfred de Musset

Alexander Pope

Madame de Staël

Torquato Tasso

Samuel Taylor Coleridge

Wilhelm von Humboldt

Ben Jonson

Thomas Macaulay

Robert Southey

Edmund Spenser

Lope de Vega

Pedro Calderón de la Barca

Benjamin Constant de Rebecque

Alexandre Dumas (padre)

Washington Irving

August von Kotzebue

Henry Longfellow

Pietro Metastasio

William Penn

Jean Racine

Ernest Renan

Alfred Tennyson

Christoph Martin Wieland

Joseph Addison

Pierre Bayle

Pierre Beaumarchais

Charlotte Brontë

Edmund Burke

Thomas Carlyle

Daniel Defoe

Denis Diderot

Benjamin Disraeli

Henry Fielding

Francesco Guicciardini

Francois Guizot

Heinrich Heine

Johann Gottfried Herder

Thomas Hobbes

Samuel Johnson

Friedrich Klopstock

Montesquieu

John Henry Newman

Walter Raleigh

William Robertson 

Charles Augustin Sainte-Beuve

Friedrich Schiller

Walter Scott

Richard Brinsley Sheridan

Emanuel Swedenborg

Ludwig Tieck

William Wordsworth

Vittorio Alfieri

Ludovico Ariosto

John Bunyan

François-René de Chateaubriand

Pierre Corneille

William Cowper

John Dryden

George Sand

George Eliot

Benjamín Franklin

Elizabeth Gaskell

Jacob Grimm

George Grote

Alfonso de Lamartine

Gotthold Ephraim Lessing

Molière

Madame de Sévigné

Adolphe Thiers

Honoré de Balzac

Pierre Jean de Béranger

Edward Bulwer-Lytton

Miguel de Cervantes

Ralph Waldo Emerson

Nathaniel Hawthorne

Jean de La Fontaine

Tomás Moro

William H. Prescott

Jonathan Swift

Robert Burns

Jean Jacques Rousseau

William Makepeace Thackeray

Hans Christian Andersen

Oliver Goldsmith

sábado, 20 de febrero de 2021

De la corrupción a la descomposición

La política que se hace en España se dirige más a los abundantes viejos que a los escasos jóvenes; por eso no pergeña siquiera un futuro para todos, sino solo para los primeros; no digo que un futuro mejor, sino un futuro solamente, que ahora no lo hay, y probablemente no lo habrá, en mucho tiempo, quiero creer ¡ojalá! que porque no sea posible. No en vano tras la Gran Recesión de 2008, consecuencia directa de las políticas antisociales de los neocon, adviene otra peor obra de la cabreada diosa Gea o Gaia.

Esta, o más bien aquella corrupta generación tapón ha dejado a la siguiente huérfana, parada, castrada, cargada con unas estructuras políticas infladas en que no se reconoce, y sin posibilidad de tener trabajo para formar familia o generar riqueza. 

Una educación degradada por la masificación y la acumulación de leyes ilegibles, inaplicables e ineficaces, que no logran integrar al alumno en el tejido productivo de la sociedad y que desmoralizan profundamente a quienes creen (todavía) que se puede hacer algo, ha vuelto irreversible lo que ya era una educación marmotesca orientada a la frustración y el fracaso. Los medios de comunicación de masas, la misma Internet, se han encanallado y encastillado en la ignorancia: ya no se educa en valores, sino en vicios corrosivos para la autoridad, fundamento mismo de la disciplina, del orden y de la voluntad. La memoria importa poco cuando los ejemplos más altos se olvidan de ser coherentes; la hipocresía hace de la memoria algo resbaladizo e inseguro, de usar y tirar. El alumno sale de la trituradora sin personalidad, sin fundamento para construir nada y solo con vicios. No se educa con proyectos: los conocimientos no se aprenden, se contagian de tan repetidos o se meten a martillazos, sin entenderlos. 



La hipocresía es algo general; nunca he visto en España que se ensalce a nadie, mientras que la detracción de los haters es algo público, que causa cohesión social, se fomenta (demasiado) y se ve bien: aumenta los índices de audiencia, mientras que el elogio y el ejemplo hacen mirar a otro lado o se escuchan mal. Solo hay que ver el destino que han sufrido los que han denunciado la corrupción: ni una sola buena acción queda sin su correspondiente castigo. Solo circula y se valora el mal; el elogio o el bien es algo tan aislante y poco comunicado que sin duda se debe guardar en las iglesias, en los bancos o en las colecciones de fósiles.

Sobre las cofradías que forma la hipocresía ya decía Moliére en su Tartufo, hostigado por las trabas que le ponía el partido devoto y su sociedad secreta, la Compagnie du Saint-Sacrement:

El vicio que está de moda viene a ser como una virtud. El mejor papel que se puede desempeñar en estos tiempos es el de hombre de bien. Y el profesar la hipocresía ofrece ventajas admirables. Es un arte cuya impostura se respeta siempre y, aunque se descubra, nadie se atreve a criticarla. Todos los otros vicios están expuestos a la censura y cada cual es libre de atacarlos abiertamente, pero la hipocresía es un vicio privilegiado que amordaza todas las bocas con su mano fuerte y goza en paz de la soberana impunidad [...] Por más que se sepan sus intrigas y se les conozca tal cual son, no dejan de disfrutar de la estima general. Con humillar de vez en cuando la cabeza, lanzar algún que otro suspiro de mortificación o poner los ojos en blanco, hallan perdonados todo desmán comisible. So techo tan favorable pretendo encontrar mi salvación, poniendo mis negocios a buen recaudo [...] Y, si por acaso viniera a ser descubierto, yo vería cómo, sin dar un paso, se interesaban por mí todos los cofrades y salían a defenderme contra quien fuere. En suma, este es el verdadero modo de hacer impune cuanto me apetezca: me convertiré en censor de las acciones ajenas; a todos juzgaré mal y solo tendré buena opinión de mí. [...] Hostigaré a mis enemigos: les acusaré de impíos [...] Así es como hay que aprovecharse de las flaquezas, así es como un hombre juicioso se acomoda a los vicios de su época

Los pocos e infortunados hijos que ha dejado esta malformada generación, víctima de los hipócritas taponadores, se han vuelto intransigentes, descreídos, iracundos, individualistas. Esta segunda y mermada generación no espera sino obstrucción y reacciona con odio y violencia, porque las razones han fallado ya demasiado tiempo; el arco parlamentario se irá fragmentado cada vez más y más, reflejando así la fundamental descomposición de la sociedad española actual. No en vano de la corrupción que no se cura se va a la muerte y a la descomposición. 

En África la televisión pinta una Europa gringolandesa y felicísima; los que de allí vienen a saborearla con muy poco se conforman: son consumidores de imágenes. A los europeos, sin embargo, ahítos de imágenes insustanciales y de consumismo (con su mismo potaje, con su misma camiseta, con su mismo sueldo escaso y troceado) la repetición de todo una y otra vez y de las exageraciones de la hiperburguesía ya les provoca el vómito violento de las pintadas, una resaca salvaje del mobiliario urbano y una general ofrenda de ladrillos a los magnilocuentes y encristalados altares del poder. 

Hemos esperado, yo al menos he esperado, mucho tiempo, no una revolución, sino una evolución social; pero, como esos últimos asqueados de los que estoy hablando, dueños solo de una insatisfacción que les conduce a la violencia, me he convencido de que es imposible mover el estado hacia el futuro; quienes pueden facilitarlo hasta se vendarán los ojos para no verlo y seguir con sus preseas y cauces trillados. Solo haber ingresado en la Unión Europea nos ha permitido sobrevivir a tantos juezastros, politicastros y milicientos truhanescos y sinvergüenzas.  

martes, 16 de febrero de 2021

Para entender a los adolescentes

De Lola Álvarez Romano, en "Sapos y princesas", El Mundo, hoy:

Claves para entender la adolescencia y ser un apoyo para nuestros hijos

Entender la adolescencia resulta, a menudo, muy complicado. Es una etapa mágica, de gran ebullición, de vigor, de cambio, de atrevimiento, en la que se vislumbra esa persona que va a ser en el futuro. Este período suele tener muy mala fama, casi siempre debido al ímpetu que lo caracteriza. Pero la realidad es que muchos de los contratiempos se pueden gestionar de una forma constructiva. Esto se consigue cuando los padres aprenden a comunicarse con sus hijos y a entender qué está ocurriendo con ellos.

Detrás de una conducta adolescente problemática casi siempre hay una inseguridad, un conflicto o una ansiedad. En ocasiones existen cuadros clínicos más preocupantes que tal vez el joven no sepa cómo resolver. Para empezar, hay que brindarles oportunidades de conocer otros entornos y dejarles espacio para poder explorar su identidad, siempre dentro de unos límites en los que tanto padres como hijos se sientan seguros.

Una etapa de cambios

Hay cosas que nos ayudan bastante a entender la adolescencia. Una de ellas es comprender que conlleva, por un lado, una transformación física muy repentina, externa y visible en su aspecto físico. Pero también una interna, a nivel hormonal y cerebral. Ello hace que ni siquiera el joven tenga mucho control de su propio cuerpo ni entienda del todo lo que le está ocurriendo.

Los padres, por su parte, están siguiendo su propio proceso. Necesitan acostumbrarse a ese cambio tan radical que a muchos todavía coge por sorpresa. Y es que, de repente, su hijito dócil ha desaparecido y en su lugar hay un individuo con el que les cuesta comunicarse. El paso del tiempo es inexorable y puede haber una resistencia a aceptar este hecho. No solo con relación al crecimiento de sus pequeños, sino a su propio envejecimiento.

Esta nueva situación crea sorpresa y ansiedad a todos los implicados. Por lo tanto, es fácil que, con tantas inseguridades por ambas partes, se produzcan desencuentros o conflictos. Estos ocurren de formas muy diversas. Algunos se manifiestan abiertamente, por ejemplo, cuando el joven tiene enfrentamientos con la autoridad de padres o profesores. Otros, por el contrario, se desarrollan de forma más oculta. Puede ser que empiece a consumir alcohol o drogas, a padecer trastornos alimentarios o, tal vez, a caer en una depresión.

Lo que de verdad importa

Resulta esencial ‘elegir las batallas’ con cuidado. Muchos de los enfrentamientos que se tienen con los hijos a menudo son por nimiedades o diferencias de opinión sin mayor trascendencia. Pero el adolescente suele manifestar su punto de vista con vehemencia y ello puede generar discusiones.

En caso de que esté tomando decisiones preocupantes de mayor envergadura, tal vez los padres tengan que intentar disuadirlo. Pero probablemente no valga la pena discutir con ellos por su corte de pelo o su atuendo. Sea cual sea la cuestión, todas ellas se han de abordar con serenidad (y si es posible, con humor). No obstante, es preciso distinguir una crisis transitoria de una situación crónica. Para resolver esta última se necesita recurrir a la asistencia profesional.

Hay que hablar mucho con ellos

Para entender la adolescencia lo fundamental es mantener una comunicación ágil entre padres e hijos. Estar abiertos a lo que se pueda presentar sin hacer demasiados aspavientos. Y ayudarles a identificar y a gestionar las situaciones en las que es posible que necesiten su apoyo.

De hecho, la comunicación fluida es extremadamente importante desde la infancia. Es bueno acostumbrarse a hablar con ellos de forma habitual. En los trayectos de coche, en la mesa, mientras ven una película juntos. Hablando de nada y de todo se van conociendo sus actitudes, sus puntos de vista, lo que le gusta y lo que no, sus planes de futuro, sus preocupaciones.

Cuanto más se conoce a los hijos, menos sorpresas desagradables habrá más adelante. En cuanto a ellos, tener padres accesibles y abiertos a escucharlos es la mayor ayuda posible. Aunque los progenitores no den siempre en el clavo, para los hijos es esencial saber que siempre están ahí, dispuestos a echarles una mano.

Los peligros que les acechan

1. La importancia de la imagen en las redes sociales

La actividad en redes ha agudizado muchas de las dificultades a las que se enfrentan hoy en día los adolescentes. La búsqueda incesante de likes puede afectar seriamente su autoestima. Estamos comprobando que el culto a la imagen está causando serios problemas entre los jóvenes, sobre todo entre las chicas.

2. El acceso a determinados contenidos

Además, Internet también es una fuente de acceso a material poco recomendable como la pornografía, perversiones de todo tipo, radicalización política, etc. Es posible que el adolescente no comparta esas ‘aficiones’ o hable de ellas con nadie de su entorno real. Si se relaciona con esos mundos en la soledad de su habitación, las consecuencias pueden ser muy nocivas para su desarrollo. Todavía carecen de la madurez psicológica para gestionar el vaivén emocional que les producen todos estos estímulos. Esto podría sumirles en una gran confusión y crearles ansiedad.

3. El consumo de drogas

Tampoco hay que olvidar que la inseguridad y la rebelión propia de esta etapa propicia el uso de sustancias tóxicas durante este periodo. Es común la normalización del uso de tabaco, alcohol y cannabis entre los adultos, incluidos los padres de muchos adolescentes. Esto crea una incongruencia cuando se intenta educar a los jóvenes sobre sus posibles efectos nocivos. Además, existe otro peligro añadido. Y es que, para obtener la droga corren el riesgo, además, de involucrarse en conductas poco deseables o delictivas.

Signos de alarma

Es importante estar atento a las ‘banderas rojas’ que pueden denotar una situación problemática para el adolescente. Hay un sinfín de señales de advertencia, a las que veces no se les da importancia, que suelen salir a la luz durante la consulta con un profesional. Estas son algunas de las más habituales:

Las conductas nuevas o inusuales

El hermetismo en alguien que antes se mostraba abierto

La actitud evasiva

Que salga sin saber a dónde va ni con quién se junta

Las bajadas en el rendimiento escolar

Hay quien lo considera ‘cosas de jóvenes’ y no sabe ver que puede ser algo preocupante. Lo fundamental es que haya un diálogo honesto al respecto entre padres e hijos, sean de la edad que sean. Mientras los canales de comunicación se mantengan abiertos, el riesgo siempre será mucho menor.

Si esto no es posible, tal vez sea el momento de recurrir a la ayuda de un profesional. El vínculo paternofilial es muy fuerte, si hay conflictos o desencuentros siempre podrán crearse otras oportunidades para enderezar las cosas. ¡Nunca hay que rendirse!

Lola Álvarez Romano

Pedagoga y psicoterapeuta de niños y adolescentes

jueves, 11 de febrero de 2021

El hundimiento del Hispánic

Cuando un iceberg hundió el Titánic, la única clase que pudo largarse de allí fue la primera; no estaba prevista otra cosa. Cuando el coronavirus nos hundió, los únicos que se vacunaron como el rayo fueron los militares de más alta graduación (unos cuantos quisieron pasarnos por el paredón hace poco), y, sin respetar el protocolo y mintiendo (faltando al octavo, que es su propio protocolo), un ex arzobispo, un par de obispos y un canónigo que sepamos, así como numerosos próceres de izquierda y derecha elegidos por listas cerradas, ya que son el pueblo elegido y por tanto mejores que nosotros y las leyes. Se consideran tan necesarios como el culo.

¿Soy un antiguo por considerar que los líderes de tan medievales instituciones deben dar ejemplo o hacerse el harakiri? Por lo menos dimitir, esa palabra antiputinesca, o irse fora, como el aforado y aforrado ex rey, que se ha ido a un soleado exilio informal por cuestiones de vergüenza y mentira. Si esto es el sálvese quien pueda, y no las mujeres y niños, víctimas de siempre, especialmente si son de escaso caudal, las armas deberían ser legales para reclamar nuestro derecho a la igualdad de trato, como en los Estados Unidos. Ahí, no en vano, llamaban al revólver Colt "el Empatador", y no precisamente por la empatía. Y aunque estoy contra las armas y contra cualquier tipo de violencia, las actitudes de algunas personas alérgicas a la ética y a la dimisión a veces me hacen preguntarme si por lo menos no podría permitirme la violencia mínima de asestarles un tartazo de cine mudo en los morros o toserles en la cara; lo cual no quiere decir que iría vestido de ciervo al Congreso, esa manada de venados y de venales. 

Las vacunas son pocas. Yo mismo, que pertenezco a un grupo de riesgo, no puedo tomar la que han comprado apresuradamente esos magníficos europeos, porque tengo más de cincuenta y cinco años. Si son pocas, es preciso hacer triaje y cola y aguardar turno. Algo a lo que no están acostumbrados aquellos impacientes a los que les gusta mandar en su provecho.

domingo, 24 de enero de 2021

Tres ediciones recientes de clásicos manchegos

Estamos de enhorabuena. De quejarnos por no tener ediciones recientes de clásicos manchegos del Siglo de Oro (no solo hay Quijote; sin ir más lejos, que se puede, está La Celestina), hemos pasado hace poco a tener nada menos que dos ediciones notables de El Bernardo del Carpio o Victoria de Roncesvalles (1624) del obispo valdepeñero Bernardo de Balbuena (2017 y 2020), quizá incitadas por el congreso internacional sobre Bernardo del Carpio de 2008, y otra también destacable del León prodigioso (1636), la gran novela bizantino-moral del toledano / talaverano Cosme Gómez Tejada de los Reyes, que inspiró El Críticon al mismísimo Baltasar Gracián, fraguada por Abraham Madroñal y Víctor Arizpe (2002 y 2018). Dos obras maestras de la historia de la literatura manchega y española.

Cualquiera que se haya entretenido en la materia (por ejemplo, los fanáticos de lo manchego) deben haberse dado cuenta de lo monumental que ha debido ser el esfuerzo; el Bernardo es un ambiciosísimo poema de 40.000 versos dividido en 24 libros de octavas reales, lleno de fantasía deslumbrante aunque de estructura sumamente difusa y con una erudición alusiva y laberíntica no solo en cuanto toca al canon de Ferrara (Mateo Boiardo y el Ariosto), sino en lo que toca a los resabios humanísticos de una imitatio ecléctica que toma a manos llenas de obras latinas y griegas. Incluso traduce directamente del griego a Homero, según María Rosa Lida de Malkiel. Sin duda, como expone Zulaica, se debe a una preceptiva neoaristotélica tassiana que pregona en la épica el ideal de la variedad en la unidad. Y, en efecto, el poema es tan rico en contenidos y lecturas alegóricas (incluye, por ejemplo, una condensada historia de España en su "Canto decimonono" y no pocas disquisiciones filosóficas, morales y geográficas) que desborda con mucho la calificación de un libro de caballerías en verso. El erudito dramaturgo Antonio Mira de Amescua, del que ya edité el prólogo que puso a su novela pastoril Siglo de oro en las selvas de Erifile, elogió el esfuerzo de su amigo valdepeñero escribiendo que "los españoles ingeniosos dados a la lección de poetas no tienen en su lengua poema como este". Y es así porque en su género incluso los extranjeros declaran que se halla al par de la La Araucana de Alonso de Ercilla, pero en otro siglo y estética.




La cuestión de la crítica textual era importante, porque el autor no pudo controlar el texto publicado como hubiera querido; y la complicaba aún más el reciente descubrimiento de un borrador autógrafo de la epopeya que la fundación Ramón Menéndez Pidal no ha querido cicateramente difundir, pero que habrá de ver la luz tarde o temprano. Se trata del texto que tenía dispuesto para la imprenta en 1609, fruto de un largo proceso de creación desde su misma juventud  que al marchar a América quedó sin estampar. Tal vez Cervantes, al ver que esta epopeya no se imprimía, tuvo la idea de escribir el Bernardo que menciona en la dedicatoria del Persiles (1616). Tal vez Balbuena lo conocía en persona: menciona en dos versos su pasado en Argel, a su hermana Magdalena e hija Isabel "las Cervantas", y a su famoso héroe en la epopeya:

Y el que de un jayán rey que hizo su esclavo / dos ciervas de oro a su cuartel traspuso / Cervantes descendiente de Cervino / las ganará de un nieto de Mambrino (Bernardo del Carpio... canto XIX, est. 209)

El caso es que el obispo valdepeñero rehízo después por completo en América la epopeya, que al final pudo imprimir a distancia en 1624, tan modificada, que puede considerarse de hecho una obra nueva.

La tarea era tan difícil que yo apenas creía que se hubiese hecho en forma definitiva, y así ha sido. Lo que sí ha hecho Zulaica y de forma excelente es sentar las bases de esa edición ideal fijando el segundo texto con una edición crítica comme il faut. Ambicioso como yo era de joven me había creído con fuerzas para hacer algo parecido si conseguía la ayuda de otros y había ido acumulando ediciones antiguas de la epopeya; incluso me hice con una fotocopia en Estados Unidos de la ya antigua e inédita tesis de Margaret Kidder (1937), que intentó con poca fortuna esa edición crítica, y tengo en mis estantes las decimonónicas de Manuel José Quintana (1808, 3 vols.), sobresaliente por ser la un hombre curtido en la edición de los clásicos al haber trabajado en las ediciones dieciochescas de nuestro erudito daimieleño Pedro Estala, y la de Cayetano Rosell, incluida en la BAE (1851), prácticamente ilegible por el tamaño fórmico y desvaído de la letra, lo que obligó a los talleres de Gaspar y Roig a realizar una edición más digna y legible a dos columnas al año siguiente (1852), ilustrada con 59 laboriosos grabados que yo al menos, hoy en día, considero correctos pero poco inspirados. La inencontrable edición de 1914, de la que vi un segundo tomo a la venta aquí en Ciudad Real, fue auspiciada pero no controlada por Menéndez Pelayo (que había fallecido de cirrosis hepática en 1912) y solo constó de 200 ejemplares a varias tintas, dos volúmenes en cuarto muy apetecibles para el bibliófilo, con seis láminas modernistas muy bellas de Antoni Saló.

Editio princeps de El Bernardo o Victoria de Roncesvalles (1624) de Bernardo de Balbuena

La edición en dos volúmenes de Martín Zulaica López (2017) es sin duda fundamental por ser la edición crítica que ha consultado más ejemplares; enumera y colaciona las variantes, incluso las de estado, de diecisiete ejemplares de la príncipe de 1624 y de cuatro ediciones modernas, aunque no aclara ni apaladina el texto, muy difícil de interpretar sin contexto y comento; además está estragada por las inevitables erratas. La argentina de la Universidad Nacional de Cuyo (2020), obra de Elena María Calderón de Cuervo y Tatiana Belén Cuello Privitera, es digital y le añade un glosario de personajes que sirve de algo para entender la obra, aunque en apéndice final. Sin embargo, esas glosas me parecen insuficientes, escasas e incluso algunas de ellas erróneas. Con todo, es de agradecer ese esfuerzo, que se pone a disposición de todo el mundo en este enlace.

Con todo esto se ha despejado ya el camino para la primera de las ediciones definitivas que Balbuena merece y acaso emprenda algún osado de la Universidad de Castilla-La Mancha; por demás resulta indignante ver que ninguna de estas ediciones mencione en sus bibliografías las contribuciones de Matías Barchino, autor de una importante edición del resto de los poemas de Balbuena en la Biblioteca de Autores Manchegos.




En cuanto al León prodigioso; apología moral, entretenida y provechosa a las buenas costumbres, trato virtuoso y política (1636, 1663, 1665, 1670, 1675, 1676 y 1732) de Cosme Gómez Tejada de los Reyes, obra clásica que faltaba impresa en nuestros tiempos pese a su importancia para nuestra historia cultural, realizada por Víctor Arizpe y Abraham Madroñal, filólogos más que solventes, se hallaba al principio en formato electrónico (Madrid: RAE, 2000) e incluso disponible en el CORDE (Corpus Diacrónico del Español); hoy ya no es accesible. Sin embargo, la Diputación de Toledo, orgullosa de su luenga tradición cultural, pidió una edición en papel a Madroñal y Arizpe y la imprimió en 2018. Ya es rara, así que consíganla cuanto antes, si pueden.

Pim van Lommel

Pim van Lommel ( Laren , 15 de marzo de 1943 ) es un cardiólogo , investigador y escritor holandés , que se hizo conocido por su libro Endless Awareness (2007) sobre experiencias cercanas a la muerte y por su estudio clínico a gran escala de las experiencias cercanas a la muerte publicado en 2002. apareció en la revista médica The Lancet . [1] Los resultados fueron noticia mundial.

Biografía 

Van Lommel asistió al gimnasium β en Hilversum , después de lo cual estudió medicina en la Universidad de Utrecht . Se especializó en cardiología y se graduó en 1971. De 1977 a 2003 trabajó como cardiólogo en el Hospital Rijnstate de Arnhem . Van Lommel ha escrito varios artículos científicos sobre temas de cardiología.

En 1986, Van Lommel leyó Back from the Death of George Ritchie , que no lo dejó ir, por lo que comenzó a investigar las experiencias cercanas a la muerte (ECM) en pacientes que sobrevivieron a un paro cardíaco. Publicó esta investigación en 2001 en la revista médica británica The Lancet . También ha escrito más de veinte artículos sobre este tema, así como varios capítulos de libros sobre este tema. En 2007 publicó el libro Endless Awareness - A Scientific Vision of the Near-Death Experience . Este libro ha sido traducido a varios idiomas y ya se han vendido más de cien mil ejemplares. [2] [3] Esto llevó el libro a la CPNB en 2007.-los diez primeros libros sobre 'cuerpo y mente'. [4]

Hoy, Van Lommel se encuentra activo como investigador y publicista, hablando sobre la relación entre la conciencia y el cerebro .

Investigación sobre experiencias cercanas a la muerte 

Pim van Lommel realizó el primer estudio a gran escala del fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte (ECM). [1] Antes de su investigación, Van Lommel, como la mayoría de sus colegas, creía que la conciencia solo puede producirse mediante la actividad cerebral. Con base en los resultados de la investigación de su estudio prospectivo, le quedó claro que esto no podía aplicarse a todos los aspectos, como las experiencias cercanas a la muerte.

Estudio longitudinal prospectivo holandés (Pim van Lommel) [1]

En 2001, el cardiólogo Pim van Lommel publicó los resultados de su estudio longitudinal prospectivo sobre experiencias cercanas a la muerte en la revista científica médica The Lancet . [1] Diez hospitales holandeses cooperaron en esta investigación. Se entrevistó a un total de 344 supervivientes después de un paro cardíaco, lo que lo convierte en el primer estudio prospectivo representativo (a gran escala) del fenómeno de las ECM. La duración total del estudio fue de ocho años.

Objeto y metodología

El objetivo de este estudio fue determinar, por un lado, cuántas ECM se notifican después de un paro cardíaco con reanimación y, por otro lado, determinar los cambios a largo plazo (durante un período de ocho años) de las personas con ECM en comparación con el grupo de control.

A todos los sobrevivientes se les pidió que completaran un cuestionario dentro de una semana de haber recuperado el conocimiento, seguido de una entrevista por parte de un investigador. Después de 2 años y después de 8 años, todos los pacientes fueron re-entrevistados con el objetivo de investigar si la ECM provocó un cambio en el grupo de control. [5] El grupo de control son todos los pacientes que también sufrieron un paro cardíaco pero no tuvieron una ECM.

Resultados

De los 344 pacientes, el 82% informó que no tenía una ECM (este es el grupo de control), mientras que el 18% (62 pacientes) sí la tuvo. De estos, el 12% (41 pacientes) tenían una ECM profunda (según la escala WCEI). Un paciente refirió recuerdos visuales durante un paro cardíaco. El personal de enfermería indicó que este paciente pudo brindar detalles visuales verificables y correctos del momento en que fue resucitado (y por lo tanto inconsciente). Durante la RCP, el paciente "vio" a la enfermera quitarse la dentadura postiza de la boca y colocarla en un carrito. Pudo describir todo tipo de detalles correctos sobre esto, explican los investigadores. [6]

El estudio longitudinal encontró que las personas que declararon tener una ECM experimentaron mayores cambios, en comparación con el grupo de control, en términos sociales, psicológicos, filosóficos y morales. Entonces, la experiencia tuvo un efecto positivo en su vida futura. [7]

El equipo de investigación informa que el diseño del estudio y los resultados muestran que las meras explicaciones físicas (como la deficiencia de oxígeno en el cerebro) no son suficientes porque solo el 18% informó una ECM. [8]

Marco explicativo

En su libro Endless Awareness , Van Lommel desarrolla su teoría sobre la relación entre el cerebro y la conciencia humana. [7] Según Van Lommel, la conciencia también puede tener lugar fuera del cuerpo; afirma que la conciencia es infinita y que el cuerpo limita y facilita la conciencia. Él indica que nuestros cerebros probablemente no son los productores de conciencia, sino los receptores de la conciencia infinita. Lo compara con una televisión o radio, donde se puede escuchar una estación, pero donde la transmisión también continúa cuando no se escucha. [9]

Otros estudios prospectivos sobre la ECM 

(Consulte Experiencia cercana a la muerte para obtener una descripción detallada de varios estudios clínicos de la ECM).

En estudios prospectivos, los pacientes se seleccionan en función de un evento médico objetivo, como un paro cardíaco. Todos los supervivientes de un paro cardíaco (con y sin ECM) se incluyen en el estudio, como fue el caso en el estudio prospectivo holandés de Van Lommel. Es sorprendente que todos los demás estudios prospectivos (incluidos los de Sam Parnia [10] [11] , Bruce Greyson [12] y Penny Sartori [13] ) arrojen los mismos resultados que el estudio de Van Lommel: entre el 10% y el 20% del los pacientes resucitados después de un paro cardíaco informan invariablemente de una experiencia cercana a la muerte. [14] El estudio AWAREde Sam Parnia muestra que las personas tienen diferentes tipos de recuerdos (emocionales, visuales y auditivos) de su paro cardíaco y reanimación. [10] [15] Las experiencias durante el paro cardíaco que se informan después, por lo tanto, no son solo sobre la vida después de la muerte. Por lo tanto, Parnia aboga por hablar de "eventos durante un paro cardíaco" además del controvertido término " experiencia cercana a la muerte ". Después de todo, no todos los recuerdos se relacionan con la muerte como sugiere el término "ECM".

Estudios de confiabilidad [16] [17] [18]

(Para obtener una descripción detallada de estos estudios de confiabilidad , consulte Experiencia cercana a la muerte ).

Según Van Lommel, varios estudios prospectivos muestran que los pacientes experimentan una experiencia cercana a la muerte como "más real que real". Por esta razón, es una experiencia que cambia la vida de las personas que experimentan una ECM. Debido a que los recuerdos después de situaciones que amenazan la vida (como un paro cardíaco) pueden dañarse o ser poco confiables, los investigadores han realizado varios estudios de los testimonios de personas que tuvieron una ECM a través de escáneres cerebrales y el uso del Cuestionario de características de la memoria (MCQ). El propósito de estas investigaciones es determinar si el testimonio de una ECM está compuesto o no. Tanto un estudio de Thonnard (2013) [17] , de Palmiera (2014) [18] como un estudio a gran escala de Moore y Greyson (2017) [16]los testimonios lo confirman: los recuerdos de una ECM se parecen más a recuerdos reales que a fabricaciones. De hecho, los pacientes experimentan su ECM como "más real que real".

Crítica de la teoría de Van Lommel 

Las críticas a Van Lommel no suelen ser tanto sobre los datos estadísticos de su investigación (la realidad de las ECM es ampliamente reconocida porque otros estudios [10] [11] [12] [13] también mencionan esto), sino sobre su teoría. que la conciencia humana puede seguir existiendo después de la muerte (según Van Lommel, la conciencia es "no local").

Crítica de Dick Swaab 

En el libro Wij zijn ons brein (2010), del neurobiólogo Dick Swaab , Swaab elogia la investigación de Van Lommel por hacer posible discutir y mapear las ECM, pero también indica que Van Lommel propone explicaciones en su libro que van en contra del conocimiento científico y Incluso parece ignorar algunas conclusiones de su propia investigación. Según Swaab, no sabe cómo refutar las explicaciones neurobiológicas , no proporciona una base científica para sus afirmaciones y toma prestados conceptos injustificados de la física cuántica . [19]Esto significa que las declaraciones de Van Lommel no pueden tomarse científicamente en serio y, contrariamente al subtítulo de su libro, su visión pertenece a la pseudociencia , dice Swaab. [20]

La prueba con los símbolos ocultos 

Se han hecho intentos en varios hospitales para reunir pruebas de haber abandonado el cuerpo durante una ECM. Los códigos (símbolos) se colocaron fuera de la vista en los armarios, pero ninguno de los pacientes que sintieron que habían abandonado sus cuerpos pudo decir qué había encima del armario. Aunque tanto el estudio de Van Lommel [1] como el estudio Aware de Sam Parnia [10] encontraron que los pacientes podían describir detalles visuales verificables durante un paro cardíaco, [15] hasta ahora ningún paciente podía percibir ninguno de los símbolos durante un paro cardíaco , como también señala Van Lommel. [21] La prueba de símbolos se realizó en el estudio de Van Lommel, el estudio Aware de Sam Parnia [10], un estudio americano de 2001 de Parnia [11] , un estudio inglés de Penny Sartori [13] . En ninguno de estos estudios, los pacientes que creían tener una ECM pudieron 'ver' estos símbolos, por lo que los recuerdos visuales no se pudieron verificar de acuerdo con este criterio objetivo hasta la fecha (septiembre de 2017).

sábado, 23 de enero de 2021

De Lou Reed, Sucia avenida / Dirty boulevard

Lou Reed, Sucia avenida.


"Dame tu hambre, tu cansancio o tu pobreza,

que me los pase por el culo",

es lo que dice la estatua de la Intolerancia.

"Tus pobres masas hacinadas" son apaleadas hasta morir

o terminan atontadas recorriendo la sucia avenida.


Pedro vive en las afueras del hotel Whilsire;

mira por una ventana sin cristal.

Las paredes son de cartón,

hojas de periódico el suelo.

Su padre lo golpea porque está cansado para mendigar.

Pedro tiene nueve hermanos y hermanas

que han crecido sometidos

(es difícil salir corriendo 

cuando te golpean con una percha en el culo).

Pedro sueña con crecer y matar al padre.

Pero hay una pequeña esperanza

y se marcha a recorrer la sucia avenida.


Declinación y caída de la inteligencia

Tomado de un autor anónimo:

El coeficiente intelectual medio de la población mundial, que desde la posguerra hasta finales de los años 90 siempre había aumentado, en los últimos veinte años está disminuyendo...

Parece que el nivel de inteligencia medida por las pruebas, disminuye en los países más desarrollados. Muchas pueden ser las causas de este fenómeno. Una de ellas podría ser el empobrecimiento del lenguaje. Y es que varios estudios demuestran la disminución del conocimiento léxico y el empobrecimiento de la lengua: no solo se trata de la reducción del vocabulario utilizado, sino también de las sutilezas lingüísticas que permiten elaborar y formular un pensamiento complejo.  Esto es lo que me emociona siempre al escuchar a Antonio.

La desaparición gradual de los tiempos (subjuntivo, imperfecto, formas compuestas del futuro, participio pasado) da lugar a un pensamiento casi siempre al presente, limitado en el momento: incapaz de proyecciones en el tiempo. La simplificación de los tutoriales, la desaparición de mayúsculas y la puntuación son ejemplos de ′′ golpes mortales ′′ a la precisión y variedad de la expresión. Solo un ejemplo: eliminar la palabra ′′ señorita ′′ (ya desueta) no solo significa renunciar a la estética de una palabra, sino también fomentar involuntariamente la idea de que entre una niña y una mujer no hay fases intermedias.

Menos palabras y menos verbos conjugados implican menos capacidad para expresar las emociones y menos posibilidades de elaborar un pensamiento. Los estudios han demostrado que parte de la violencia en la esfera pública y privada proviene directamente de la incapacidad de describir sus emociones a través de las palabras. Sin palabras para construir un razonamiento, el pensamiento complejo se hace imposible. Cuanto más pobre es el lenguaje, más desaparece el pensamiento. 

La historia es rica en ejemplos y muchos libros (Georges Orwell-1984; Ray Bradbury - Fahrenheit 451) han contado cómo todos los regímenes totalitarios han obstaculizado siempre el pensamiento, mediante una reducción del número y el sentido de las palabras. Si no existen pensamientos, no existen pensamientos críticos. Y no hay pensamiento sin palabras. ¿Cómo se puede construir un pensamiento hipotético-deductivo sin condicional? ¿Cómo se puede considerar el futuro sin una conjugación en el futuro? ¿Cómo es posible capturar una tormenta, una sucesión de elementos en el tiempo, ya sean pasados o futuros, y su duración relativa, sin una lengua que distingue entre lo que podría haber sido, lo que fue, lo que es, lo que podría Ser, y lo que será después de que lo que podría haber sucedido, realmente sucedió?.

Queridos padres y maestros: fomentemos  hablar, leer y escribir a nuestros hijos, a nuestros estudiantes. Enseñar y practicar el idioma en sus formas más diferentes. Aunque parezca complicado. Especialmente si es complicado. Porque en ese esfuerzo está la libertad. Quienes afirman la necesidad de simplificar la ortografía, abreviar, abolir los géneros, la puntuación, los tiempos, los matices, todo lo que crea complejidad, son los verdaderos artífices del empobrecimiento de la mente humana.