Páginas

lunes, 22 de diciembre de 2008

Horacio

No soy un peritus iber, pero Horacio me agrada. Es lo clásico en su punto justo. Prueba de ello es que haya llegado a ser una cantera de tópicos literarios. De sus poemas ruedan esas monedas acuñadas: (Odas, 11.8): Carpe diem quam minimum credula postero "Aprovecha el día, no confíes en mañana", para indicar la brevedad, la incertidumbre del futuro y la necesidad de gozar del momento presente; aurea mediocritas, “medianía de oro”, que recoge el adagio "in medio stat virtus" y pretende recordar que todos los extremos son peligrosos; "post equitem sedet atra cura", “las inquietudes funestas cabalgan a la grupa del corcel”, para manifestar que por muy veloces que corramos, las tristes preocupaciones no nos abandonarán; "beatus ille qui procul negotiis"; “afortunado aquél que alejado de los negocios”; pulvis et umbra sumus, “polvo y sombra somos”, para recordar la voracidad del tiempo destructor de todas las cosas y la insignificancia de los mortales; Musa vetat mori, “la Musa nos impide morir”; non omnis moriar, “no moriré por completo”, porque la poesía y la literatura pueden hacernos inmortales, miscere utile dulci, mezclar lo útil con lo dulce, ut pictura poesis, como la pintura es la poesía etcétera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario