Las cuatro cualidades que originan éxito en el dilema del prisionero, según el famoso experimento informático del politólogo Robert Axel Rod:
1. Bondad. No eres el primero en no cooperar, puedes no cooperar, pero solo como contraataque
2. No ser rencoroso, esto es, indulgencia. Ser implacable a la larga no funciona.
3. Ser vengativo y reactivo, no ser pusilánime. No hay que ser pusilánime.
4. Ser claro.
La teoría de juegos no es infantil: es un dilema a vida o muerte, la guerra o la paz, como en la guerra fría.
En el dilema del prisionero, no hay una sola mejor actitud, porque eso depende de las demás.
Las estrategias malas perecen en seguida, pero la mejor de las estrategias malas puede tener éxito a la corta, pero fracasará inevitablemente a largo plazo.
Al egoísmo le va mucho mejor cooperando. En la vida ganar no significa que el otro pierda; somos demasiados, no es un dilema entre dos.
El error inesperado, o la percepción equivocada, es lo más peligroso del juego. Diálogo y revisión, lo mejor.
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