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lunes, 7 de agosto de 2017

Carreras exigentes y exigidas pero sin salidas

Olga R. Sanmartín, "Carreras que exigen notas altas pero no ofrecen salidas laborales", en El País, 7 de agosto de 2017:

Cuando el estudiante universitario Francisco Jiménez estrenó su mayoría de edad, en 2011, la burbuja inmobiliaria hacía tiempo que había reventado. Los arquitectos habían pasado de ser esos tipos altivos con trajes negros carísimos a convertirse en humillados buscadores de empleo que, si tenían suerte, se sacaban algo de dinero haciendo valoraciones catastrales, inspecciones técnicas y otras tareas por debajo de su cualificación. Aun así, Francisco Jiménez se empeñó en matricularse en Arquitectura. Había sacado un 12,2 en Selectividad y podía haber entrado en Medicina, en Ingeniería o en lo que quisiera. Pero su sueño desde pequeño era ser arquitecto y la escasa empleabilidad de esta carrera no logró disuadirle. "Lo hago por vocación pura y dura. Tuve claro desde el principio que nunca iba a alcanzar el rol clásico del arquitecto, pero es que ahora mismo nada te garantiza un trabajo y cada vez un título es menos garante de cualquier cosa", explica este murciano de 24 años que, además de estar terminando Arquitectura, preside la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup).Se pone como ejemplo de "una titulación con mucha dificultad y pocas salidas laborales", pero lo dice con orgullo. Está contento con lo que hace. Sostiene que cada vez hay más universitarios que siguen la llamada de la vocación, incluso aunque se les cierren las puertas del mercado laboral. Piensan que, ante las incertidumbres futuras de este caótico mundo líquido en el que ya nada es como era, hay que dejarse llevar por el corazón y no por la cabeza.Las notas de corte de las universidades españolas para el próximo curso 2017/2018 dan cuenta de un buen número de grados con unas exigencias de acceso altísimas -porque tienen una gran demanda estudiantil- que ofrecen, en cambio, bajas cuotas de inserción laboral.Es el caso de Arquitectura. Según las cifras del Ministerio de Educación (las últimas disponibles), sólo el 44% de los que estudiaron esta carrera estaba afiliado a la Seguridad Social en 2014. De los que trabajaban, uno de cada cuatro lo hacía por debajo de su nivel formativo. Apenas el 6% estaba instalado por cuenta propia. Y, a pesar de este negro panorama, la nota de corte para entrar el curso que viene en la Universidad Politécnica de Madrid es un 9,2. Pasa igual en Periodismo -piden un 11,79 en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, pese al 42% de paro-; en Bellas Artes -con un 60% de desempleados, la nota de corte es un 9,54 en la Universidad de Málaga-, o en Psicología: con un 40% de paro y la mitad de los estudiantes sin trabajar en lo suyo, la Universidad de Oviedo exige una nota de 9,2, más que en la cotizada Ingeniería Informática del Sotfware, que exige un 8. En Comunicación Audiovisual, Sociología,Ciencias Políticas, Traducción, Criminología, Biología o algunas filologías se dan circunstancias parecidas: muchos estudiantes las demandan pese a sus elevados índices de paro, mientras faltan candidatos cualificados para realizar otras profesiones. "Los estudiantes están eligiendo las carreras que más les gustan, independientemente de que le vean una salida laboral inmediata", corrobora el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), Segundo Píriz. "Los universitarios ya no van a encontrar un puesto de trabajo que sea idéntico al grado que han estudiado y es muy difícil aconsejar un título que asegure un empleo", recalca.Es la misma opinión que expresan Carmen Romero, estudiante del último curso de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, y Gorka Martín, que va a pasar a 5º de Relaciones Laborales en la Universidad de Granada. Ambos cuentan, sin mostrar ningún signo de arrepentimiento, que escogieron su carrera "por gusto, no por tener un trabajo". ¿Sus padres no trataron de persuadirles? "Mi padre me dijo: 'Estudia lo que quieras, que trabajarás en lo que puedas'", responde tajante Carmen.¿Son conscientes los estudiantes de dónde se meten cuando hacen estas elecciones tan temerarias? ¿Es sensato decirles que se dejen llevar y estudien lo que les gusta? ¿Hasta qué punto los alumnos deben elegir lo que más les apetece o aquello en lo que hay más salidas? Benito Arruñada, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Pompeu Fabra, es bastante crítico con esta idea de que los jóvenes tienen que cumplir su sueño a toda costa. "Estamos entrenando a gente incapaz de hacer algo que no sea estrictamente placentero", sostiene. Su tesis es que, a los 17 o 18 años, los críos "no son conscientes de las consecuencias de sus decisiones" y eligen carreras en las que "invierten menos de lo necesario para alcanzar el nivel de vida al que aspiran" porque "no han sido educados para posponer la gratificación". "Primero, no saben realmente lo que les gusta, algunos eligen la carrera por las series de televisión. Segundo, no saben valorar las consecuencias de lo que creen que les gusta. Y tercero, incluso aunque sepan lo que les gusta, es cuestionable que tengan que estudiar lo que les gusta", expresa. Y recuerda que, "mientras que subvencionamos por igual la educación que hoy sirve más bien para disfrutar y aquella que sí produce valor social, el gravamen fiscal sólo pesa sobre esta última, sobre la educación socialmente productiva"."Hay un riesgo muy grande en escoger algo únicamente por el criterio utilitario", discrepa Màrius Martínez, profesor de Orientación Profesional en la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, que relata que conoce a un buen número de estudiantes que se apuntaron a unas carreras simplemente porque les dijeron que tenían salidas y las dejaron a la mitad. Un 22% de los estudiantes abandona la carrera durante el primer año. Martínez reconoce, eso sí, que "abusamos del gustar" y que "hay que tener cuidado con pensar que lo primero que te gusta es lo que ya va a ser". "Hay un punto intermedio que incluye la importancia relativa del esfuerzo y la importancia relativa de que las cosas te gusten. Tener información laboral sobre las salidas laborales es importante, pero no puede ser el único criterio. Lo importante es que sea una elección informada". ¿Y cómo se llega a esa elección informada? ¿Qué tal funcionan los departamentos de orientación profesional de los institutos? "Muchos alumnos llegan a los estudios superiores con muy mala orientación y entonces aparecen muchas deserciones", opina Martínez. "Conviven unas prácticas muy distintas y algunas son horribles. Por ejemplo, hay centros que orientan únicamente respecto a la formación que ofrecen. Otros que esperan hasta 2º de Bachillerato para dar cuatro charlas, cuando se debe hacer orientación desde principios de la ESO. También se desorienta a los alumnos cuando el profesor no imparte bien su clase de Matemáticas".

viernes, 14 de julio de 2017

Entrevista a Inger Enkvist

Ana Torres Menárquez entrevista a Inger Enkvist  “Hay que recuperar la disciplina y la autoridad en la escuela”, en El País, 13-VII-2017:

La exasesora en educación del Gobierno sueco Inger Enkvist se posiciona en contra de las nuevas metodologías educativas

No es fácil encontrar una opinión como la de Inger Enkvist (Värmland, 1947). Mientras la mayoría de los gurús educativos abogan por terminar con las filas de pupitres, con los formatos de clase encorsetados y por dar más libertad a los alumnos dentro del aula, Enkvist, exasesora del Ministerio de Educación sueco, cree que hay que recuperar la disciplina y la autoridad de los docentes en las clases. “Los niños tienen que desarrollar hábitos sistemáticos de trabajo y para eso necesitan que un adulto les guíe. Aprender requiere esfuerzo y si se deja a los alumnos elegir, simplemente no sucede”.

Catedrática de Español en la Universidad de Lund (Suecia), Enkvist comenzó su carrera educativa como profesora de Secundaria y durante más de treinta años se ha dedicado a estudiar y comparar los sistemas educativos de diferentes países del mundo. Además de la publicación de libros como La buena y la mala educación (Encuentro, 2011), ha publicado más de 250 artículos sobre educación.

Enkvist compareció el pasado marzo en la comisión de Educación del Congreso de los Diputados para aportar su visión sobre el modelo educativo en España, del que echa en falta motivación por parte del profesorado y una reformulación de los grados en Maestro en Educación Infantil y Primaria -nombre de la carrera de Magisterio tras el Plan Bolonia- para intentar captar a los mejores estudiantes. 

Pregunta. Las nuevas corrientes de innovación educativa reclaman un papel más activo por parte de los alumnos. Acabar con las clases magistrales y crear metodologías que impliquen acción por parte del estudiante. ¿Por qué se opone a ese modelo?

Respuesta. La nueva pedagogía promueve la antiescuela. Los colegios se crearon con el objetivo de que los alumnos aprendieran lo que la sociedad había decidido que era útil. ¿Cuál es el propósito de la escuela si el estudiante decide lo que quiere hacer? Estas corrientes quieren enfatizar al máximo la libertad del alumno, cuando éste lo que necesita es una enseñanza sistemática y muy estructurada, sobre todo si tenemos en cuenta los problemas de distracción de los niños. Si no se aprende en Primaria a ser ordenado y a aceptar la autoridad del maestro, es difícil que se haga más tarde. El alumno no siempre va a estar motivado para aprender. Hace falta esfuerzo.

P. En su libro cuestiona la creencia de que todos los niños quieren aprender y, por lo tanto, es una buena opción dejar que tomen la iniciativa y aprendan solos. ¿Cuáles son sus argumentos en contra?

R. Esto nunca ha sido así. Es una idea romántica que viene de Rousseau; dar por hecho que el ser humano es inocente, bien intencionado y bueno. Un niño puede concentrarse en una tarea por iniciativa propia, pero normalmente será en el juego. Aprender a leer y escribir o matemáticas básicas requiere trabajo y nadie se siente llamado a dedicar un esfuerzo tan grande a asimilar una materia tan complicada. Se necesita apoyo, estímulos y algún tipo de recompensa, como la sonrisa de un profesor o la felicitación de los padres.  

P. ¿Qué se debería recuperar del antiguo modelo de educación?

R. Tener claro que el profesor organiza el trabajo del aula. Si los alumnos planifican su propio trabajo se hace muy complicado que obtengan buenos resultados y eso desmotiva al profesor, que no quiere responsabilizarse de algo que no funciona. Estas metodologías están alejando de las aulas a los profesores más competentes. Ya no se considera beneficioso que el adulto transmita sus conocimientos a los alumnos y se fomenta que los jóvenes se interesen por las materias siguiendo su propio ritmo. En un ambiente así no es posible enseñar porque no existe la confianza necesaria en la figura del profesor. Vivir en lo inmediato sin exigencias es todo lo contrario a la buena educación. 

P. Usted ha calificado el autoaprendizaje como contraproducente. Pero una vez que finaliza la formación obligatoria y los estudiantes consiguen un trabajo, el mercado laboral cambia rápido y se pueden ver obligados a reciclarse y cambiar de profesión. ¿No cree que es buena idea enseñarles desde pequeños a tomar la iniciativa en el aprendizaje?

R. Esa es la gran falacia de la nueva pedagogía. Los niños tienen que aprender contenidos, y no el llamado aprender a aprender. Solo con decir a los alumnos que tomen decisiones no van a saber hacerlo. Pongo un ejemplo. El Gobierno sueco ofrece cursos de formación para adultos y su desesperación llega cuando solo se apuntan ciudadanos con un perfil educativo alto. Les interesa y lo encuentran útil y por eso tienen ánimos para empezar. Si uno aprende un contenido, piensa que es capaz y que en el futuro podrá volver a hacerlo. ¿Quién es más adaptable y más flexible al perder un trabajo? El que ya tiene una base de conocimientos, el que cuenta con más recursos interiores y eso lo proporciona la educación. Cuanta más autodisciplina, más posibilidades tienes por delante y menos desesperado te sentirás ante una situación límite.

P. Hay un gran debate en cuanto a la utilidad de los exámenes. Algunos expertos defienden que en la vida adulta no se dan ese tipo de pruebas y que lo importante es haber desarrollado habilidades para adaptarse a diferentes entornos.

R. Esa es la visión de alguien que no sabe cómo funciona el mundo de los niños. En la vida adulta, todos tenemos fechas tope, momentos de entregar un texto y esto se aprende en la escuela. Con los exámenes el niño aprende a responsabilizarse y entiende que no presentarse a una prueba tiene consecuencias; no lo repetirán para él. Si no cumplimos con nuestras obligaciones en la vida adulta, pronto nos veremos descartados de los ambientes profesionales. Los exámenes ayudan a desarrollar hábitos sistemáticos de trabajo. 

P. ¿Por qué cree que el modelo actual de escuela no permite que nadie destaque?

R. El colegio no es neutro, no todos van a aprender igual. En las aulas se dan unos desequilibrios enormes en un mismo grupo, puede haber hasta seis años de diferencia intelectual entre los alumnos. La escuela debería mantener a los niños con diferentes capacidades juntos hasta los once años y a partir de ahí ofrecer diferentes niveles para las asignaturas más complejas. En algunas escuelas públicas de Alemania se hace. Para los que no lo entiendan pongo un ejemplo. Imagina meter en una misma clase a 30 adultos con niveles socioculturales e intereses totalmente dispares y pretender que aprendan juntos. Eso es lo que estamos pidiendo a nuestros hijos. En menos de una semana habría una rebelión. 

P. La escuela mata la creatividad, según el pedagogo británico Ken Robinson.

R. Lo más sencillo es pensar en un músico de jazz. Parece que está improvisando, jugando. ¿Cómo puede hacerlo? Sabe 500 melodías de memoria y usa trozos de esas piezas de forma elegante. Lo ha repetido tantas veces que parece que lo hace sin esfuerzo. La teoría es necesaria para que surja la creatividad. 

P. Si hablamos de los contenidos que se aprenden en la escuela. ¿Cree que habría que modernizarlos?

R. Una profesora española me contó que uno de sus alumnos le dijo en clase que para qué le serviría estudiar a Unamuno, que qué aplicación práctica podía tener. Necesitamos conocer la situación de nuestro país, saber de dónde venimos. Con Unamuno se aprende un modelo de reacción, que no tiene porqué adoptarse, pero conocerla te ayuda a elaborar tu propia forma de ver el mundo.

COMENTARIOS (algunos; para verlos todos -casi mil-, pinchar en el enlace inicial)

Estoy de acuerdo con esta señora: no hay aprendizaje que no necesite esfuerzo, creer que todo se aprende por motivación y porque te apetece, es magnificar una observación de la pedagogía y es que cuanto más te guste lo que aprendes, más fácil te resulta y la motivación es que te guste. No se puede motivar a todos para que hagan siempre lo que les guste. Habrá cosas que no les gusten y tengan escasa motivación, por ejemplo las matemáticas, la historia...Se fuerzan algunos aprendizajes. siempre se ha hecho así. si aprendes a escribir, la posición correcta es la que te indica el maestro, no la que más te guste. Parece que está de moda mucha tontuna el fácil, fácil, a un click. y no hay aprendizaje sin esfuerzo y en algunos casos hasta con sufrimiento. La autodisciplina será tu mejor aliada en situaciones difíciles. Estoy convencida de que hay que aprender a hacer frente a las dificultades y que la autodisciplina y el estudio son buenas escuelas que te van a ayudar mucho luego en la vida

Tranquiliza, que, de vez en cuando, haya alguien con la cabeza sobre los hombros y nos diga las verdades sobre nuestra condición. A contracorriente de las mil y una versiones (cada vez más babosas), de la fantasía rousseauniana, hay una mujer con la lucidez, la convicción y el valor necesarios para decirnos que estamos en Babia. Gracias, señora Enkvist.

"Todos los expertos". Vaya, ¿Y quiénes son esos "expertos"? ¿Los que pontifican desde las cátedras sin haber pisado un aula de Primaria o de Secundaria en su vida? ¿Y cómo se mide la "motivación" de una persona? Hablemos en serio: si no fuera precisamente por la motivación de muchos (no todos, claro) de los profesores, la enseñanza aún estaría peor de lo que está, no le digo más.

Niños consentidos, niños sobreprotegidos. En parte el problema viene por ahí (desde luego no todo, ni mucho menos). Un número muy significativo de los chicos tiene una falta de autocontrol preocupante. Desconoce donde están los límites en un contexto como una clase. No es que sean más vagos que lo fuimos anteriores generaciones, es que muchos no toleran la disciplina más esencial y además están convencidos de que pueden reclamarlo todo y exigir casi cualquier cosa. Lo que no se puede hacer es plegar la pedagogía y la dinámica del aula a este tipo de comportamientos. Hace falta una reflexión seria sobre la educación EN CASA, sobre las obligaciones de los chicos y la necesidad de que desarrollen un sentido de la responsabilidad.

Es algo que se maneja de forma interna normalmente en las universidades, y no suele trascender mucho. Bueno voy al grano, cuando se confunde instrucción con educación puedes tener consecuencias bastante graves. Finlandia es un país excelente en instrucción pero muy malo en educación http://cort.as/rsHN (las élites manejan mucho esos datos, y prefieren que sus hijos sean educados y no instruidos).

Pero este es otro tema, cuando preguntas a los jóvenes de este país una gran mayoría quiere ser funcionario. Los no funcionarios critican a los funcionarios pero les gustaría ser funcionario. Pero dónde está el secreto?: Aprobar una oposición. No hace falta vocación, solo aprobar una oposición de las más duras en relación con su contraprestación. Memorizar y memorizar temarios que te van a servir de bien poco para que puedas dar clase, pues en el aula te vas a encontrar con otra realidad. Además gran parte del tiempo se va en rellenar formularios, programaciones, memorias, tutorizar a los alumnos, reuniones de departamento, de coordinación pedagógica, de tutores, claustros, entrevistas con padres, resolver problemas de disciplina, preparar y corregir exámenes, calificar, evaluar, atender revisiones y reclamaciones de exámenes, hacer de orientador, facilitador, psicólogo, cursos de formación, investigación e innovación educativa...Ah, se me olvidaba... y preparar tus clases día a día, para estar en buenas condiciones y que te salga una buena clase, que es la mayor de las satisfacciones.

Sí, sí, eso enriquece muchísimo. Tener en clase a unos cuantos alumnos que no quieren hacer nada y, de hecho, no lo hacen sino que interrumpen a los demás, cortan el ritmo de la clase y del trabajo de los otros, perjudican a los demás... Todo eso enriquece una barbaridad, vamos. Y en cuanto a lo de las etiquetas, también... Si un alumno no realiza ningún tipo de tarea y se lo haces ver, ¿le estás etiquetando?

Sin ir más lejos, creo que un tal Froilán no estaría nada de acuerdo con lo que dice esta señora.

Lo suscribo completa e incondicionalmente. La actual escuela es catastrófica. El punto que señala sobre la recompensa por el esfuerzo me parece tan lógica. Bueno, es que todo lo que dice. Los niños BUSCAN la estructura y la seguridad que esta les da para en el futuro no sentirse desorientados cuando cambien de entorno académico, al ir a la universidad, y después de entorno laboral. La vida es simple y llanamente así. Escuelas como Waldorf o Montessori se basan en unos preceptos que no cuadran con las exigencias del mundo actual, nos guste o no. Dejarles a la buena de Dios es una reminiscencia de aquel horrible y pernicioso método educativo antiautoritario de los 70. Me alegro que esta mujer no se corte.


Es curioso que todos los expertos destacan la falta de motivación de los maestros y profesores funcionarios españoles como uno de los males de la educación y sin embargo estos se yerguen como adalides de la calidad de la enseñanza siempre y cuando tengan más derechos laborales y no se les toque el sueldo, porque si no se desmotivan (claro entraron en el cuerpo de maestros/profesores por sus condiciones laborales no porque les guste la profesión. Ahora cuando conoces a uno de los nuevos profesores y les preguntas a qué se dedican que dicen directamente que son funcionarios, la profesión en sí ya da igual) La carrera de magisterio y el máster de secundaria son un cachondeo. Compañeros de la carrera que estudiaban para maestro se quejaban de que tenían que estudiar temarios de 20 páginas, casi la misma carga de trabajo que tiene un alumno de bachillerato. Los procedimientos administrativos en los centros matan las ganas de los pocos docentes que sí tienen vocación y los sindicatos terminan de crear un ambiente de eterna queja e insatisfacción. Como verán en todo esto los niños cuentan muy poco.

Hoy en día la enseñanza está secuestrada por burócratas y expertos que no han pisado un aula en su vida y no saben lo que es dar clase y estar al pie del cañón día a día. Estos son los que legislan sin tener en cuenta la opinión de los profesores que son los que conocen la realidad en las aulas. La administración educativa tiene una auténtica obsesión por las estadísticas del llamado "fracaso escolar". Todo está dirigido a maquillar dicho indicador, que hay que bajar nivel se baja y se iguala por abajo, que hay que dar todo tipo de facilidades y oportunidades al alumno indolente, que no se esfuerza y trabaja en detrimento del alumno que quiere aprender, pues no pasa nada. Piensan que al final a las familias lo único que les interesa es que su hijo apruebe, no que aprenda, Es una auténtica estafa social, un engaño, pero son votos cautivos en las próximas elecciones. El aprendizaje se produce cuando uno quiere aprender no cuando alguien quiere enseñar. Y para ello hay que crear las condiciones óptimas para el aprendizaje y lanzar un mensaje honesto a las familias: Sin esfuerzo no hay recompensa.

Llevamos demasiados años de anarcopedagogos y sabemos por los resultados que esas ocurrencias pedagógicas ,didácticas y de objetivos son un nada vacío ,ya lo han pagado de por vida ,varias generaciones de alumnos de la pública. En defensa de esta ,hay que cambiar el paradigma ,es necesaria una revolución hacia pedagogías más clásicas.

que haya que decir estas obviedades !! la escuela a día de hoy es un absoluto desastre gracias a la nueva pedagogía y a unas familias a las que se les debería haber esterilizado!!!!!!!!!!!!!!

si, por ahí iba, por la JA, que ha adoptado la medida de pasar de un ciclo a otro con dos asignaturas pendientes ¿Pendientes de qué?.
La indolencia, la holgazanería, el mínimo esfuerzo se ha dado en todas las generaciones, pero ésta de la que hablábamos es la más significativa, y mi teoría va por culpar a los papás que son los que tienen, al final, la responsabilidad sobre sus retoños.


"En la vida adulta, todos tenemos fechas tope, momentos de entregar un texto y esto se aprende en la escuela. Con los exámenes el niño aprende a responsabilizarse y entiende que no presentarse a una prueba tiene consecuencias; no lo repetirán para él". Totalmente de acuerdo. Entiendo que quien tenga una vida fácil y regalada pueda discrepar con lo dicho por la entrevistada.

martes, 11 de julio de 2017

Froilán tripitió segundo de la ESO pero ya está en la universidad. El truco del almendruco

"El 'truco' de Froilán para pasar de 'tripitir' 2º de la ESO a la universidad en apenas dos años. Irá a un centro universitario en Madrid de 18.000 euros el curso.", en Huffington Post, 11-VII-2017:

El hijo varón de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, quien tuvo que repetir tres veces 2º de la ESO —dos de ellas en España y otra en la academia militar Culver de Estados Unidos—, ha logrado aprobar los cinco cursos que le quedaban —tres de la la ESO y dos de bachillerato— para acceder a la universidad en apenas dos años gracias al sistema estadounidense —según informa LaSexta—.

De este modo, Froilán ha podido convalidar sus estudios en España y acceder a la universidad. Concretamente, comenzará sus estudios universitarios en Administración y Dirección de Empresas (ADE) en el CIS The College for International Studies, una universidad internacional ubicada en el centro de Madrid.

¿El secreto? La educación secundaria en EE UU consta de dos etapas —la Middle School o la Junior High School es la primera y la High school es la final. En ese punto, los alumnos pueden elegir entre la universidad o el college, obteniendo el bachillerato que conocemos en España.

El centro elegido por Froilán para estudiar en Madrid, que le da acceso a las principales universidades de EE UU, costará 18.000 euros por curso —según informa El Mundo—

lunes, 26 de junio de 2017

El móvil es patógeno para los niños pequeños


La atención es la ventana a través de la cual el cerebro se asoma al mundo que le rodea. Cuando el niño nace, apenas es capaz de dirigir su interés hacia el mundo exterior. Inicialmente sólo presta atención a sus propias sensaciones llorando cuando tiene hambre, sueño, frío o se siente solo. Poco a poco comienza a fijarla en el pezón de la madre que destaca como una forma más oscura en el horizonte. A partir de ahí comienza un largo viaje en el que el niño va aprendiendo que atender ciertos estímulos conlleva una serie de beneficios.

Quítale el móvil al niño El smartphone, un arma de distracción masiva
A las pocas semanas el niño reconoce con facilidad objetos que emiten ruido o se mueven; por eso los sonajeros captan su interés. Los padres hacen todo tipo de carantoñas con juguetes o con las manos para dirigir su atención, de ahí los cinco lobitos. Pero también comienzan, de manera instintiva a ayudarle a fijarla en estímulos inmóviles. Primero un árbol que mece sus hojas con suavidad, luego una foto en la que sale junto a su mamá y, más adelante, un cuento en el que casi no pasa nada.

Así, el niño comienza a desarrollar una habilidad tremendamente compleja, que es la de controlar la propia atención y dirigirla no sólo a aquellos estímulos que se mueven, sino también a aquellos que están más quietos o son más aburridos. De esta forma crecerá siendo capaz de atender a su profesor, aunque el compañero de al lado esté haciendo el tonto. Aprenderá a abstraerse con el libro que lee, aunque una mosca lo sobrevuele, y llegará a ser capaz de concentrarse al volante, a pesar de que la carretera sea una larga recta y su cerebro esté cansado.

Dominar la atención y ser capaz de eliminar otros estímulos que intentan distraernos es una habilidad que ofrece múltiples ventajas. Nos permite concentrarnos en lo que realmente queremos o deseamos, detectar detalles y matices que otros pasan por alto, aprender idiomas con más facilidad, persistir en nuestras metas hasta alcanzarlas o reducir los niveles de estrés.

Los padres pasan menos tiempo con los hijos y esto parece interferir en el desarrollo del autocontrol

Desde hace años vivimos un auténtico auge de un diagnóstico que provoca sufrimiento entre los más pequeños: el trastorno por déficit de atención (TDA). Desde los años setenta hasta 2010, el número de niños diagnosticados en Estados Unidos se multiplicó por siete. Desde 2000 hasta 2012, el número de recetas expedidas en Reino Unido para tratar este trastorno cognitivo se multiplicó por cuatro. Los factores que han provocado esta alza son muchos y complejos. Por una parte, la sensibilización de los pediatras ha hecho que se detecten con más eficacia. Por otra, la posibilidad de diagnosticarlo a partir de los tres años (en lugar de a los seis años) ha sido otro motivo para el aumento de la prevalencia.

Sin embargo, también hay otras razones que son más difíciles de entender. La más preocupante de todas ellas es el sobrediagnóstico: los expertos más alarmistas estiman que como mucho un 4% de la población infantil podría sufrir este trastorno y, sin embargo, la realidad es que un 10% de los niños en nuestro país tomarán medicación para el TDA en algún momento de su vida escolar.

Las razones que llevan al sobrediagnóstico parecen ser muchas. Los padres pasan menos tiempo con los hijos y esto parece interferir en el desarrollo de habilidades como el autocontrol o la capacidad para sobrellevar la frustración. Los colegios tienen menos paciencia con los alumnos difíciles o que no están tan motivados para aprender, en muchos casos presionados por los resultados académicos de la escuela en su conjunto.

Los móviles se usan para distraerles mientras se terminan la papilla, pero así no aprenden a concentrarse

También nos encontramos con la intrusión de las nuevas tecnologías en el cerebro en desarrollo de nuestros hijos. Desde los años ochenta sabemos que más tiempo frente al televisor se traduce en menos paciencia y autocontrol, peor desarrollo madurativo de la atención y mayores tasas de fracaso escolar. La razón es muy sencilla, cuando el niño juega, dibuja o interacciona con sus padres o hermanos, su cerebro debe dirigir la atención voluntariamente a aquellos estímulos o personas con los que interacciona. Cuando se sienta frente al televisor es la tele la que atrapa el interés del niño y hace todo el trabajo.

Por eso nos gusta ver la tele y engancharnos al móvil, no porque estimulen nuestro cerebro, sino porque nos entretienen, nos relajan. Hoy, los dispositivos móviles se utilizan para distraer al niño cuando se tiene que concentrar en terminar una papilla. Para entretener al niño cuando tiene que esperar en el pediatra. Para despistar al niño cuando tiene que esforzarse en ponerse el pijama al final del día. Con este tipo de estrategias parece sensato que el cerebro aprenda que cada vez que tiene que esforzarse, concentrarse o esperar quieto…, tiene permiso para distraerse.

Sin lugar a dudas estamos educando niños menos pacientes, menos atentos y con menor capacidad de esfuerzo, reflejo de una generación de padres menos pacientes y que damos menos valor a hacer las cosas despacio.

Todo ello lleva a que muchos niños sean llevados a un especialista que observa en él todos los síntomas necesarios para el diagnóstico: poco autocontrol, distracción o falta de motivación. En el caso de muchos niños el diagnóstico y el tratamiento son acertados. Para muchos otros, creemos, el trastorno por déficit de atención es un estigma de una sociedad que va demasiado deprisa para educar despacio.

Algunos niños, con ayuda de sus padres, profesores o terapeutas van desarrollando habilidades cognitivas como un mayor autocontrol o paciencia que permiten reducir y compensar las dificultades atencionales. A medida que se hacen mayores suelen preferir y encajar bien en trabajos que les permiten moverse y hacer cosas diversas a lo largo del día.

Pero pueden seguir existiendo desafíos en la vida cotidiana. Muchos los encuentran cuando tienen sus propios hijos y la paciencia, el orden o la organización vuelve a ser un elemento adaptativo fundamental. Algunos adultos con dificultades de atención no experimentan ninguna dificultad en su vida cotidiana, otros se regulan gracias a la medicación y un tercer grupo sufre muchas de estas dificultades pero no tiene ni idea de que el origen esté en una alteración de sus procesos atencionales y ejecutivos, ni conoce cómo compensarlos.

Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, es autor de ‘El cerebro del niño explicado a los padres’.

martes, 20 de junio de 2017

El método más eficaz para aprender Matemáticas es el Singapur

Pilar Álvarez , "El método más eficaz para enseñar matemáticas ya está en España", en El País, 19-VI-2017:

El profesor Yeap descubre a docentes españoles los secretos del modelo que ha convertido a Singapur en el 'número uno' en esta asignatura

Sujeta un triángulo de papel en la mano. Uno amarillo, similar a las decenas de triangulitos de distintos tamaños repartidos por las mesas. Yeap Ban Har, extremadamente amable y sonriente, se mueve por el aula con la figura geométrica en alto y pronunciando despacio en inglés. La premisa que deberán discutir la próxima media hora es cómo demostrar manipulando a su antojo este pedacito de papel que la suma de los ángulos de un triángulo suma 180 grados.

En cada mesa, papelitos, figuras, reglas de colores y grupos de alumnos que discuten en voz baja y ojean el ejercicio. Los 27 participantes que revisan geometría que se aprende a los 10 años son todos adultos. El señor Yeap (Ban Har es nombre y Yeap es apellido) ha viajado de Singapur a la Facultad de Económicas de la madrileña Universidad de Alcalá de Henares, ubicada en un edificio histórico en la cuna de Cervantes, para que maestros, futuros profesores y editores desaprendan las matemáticas y las aprendan de nuevo.

Su mentor durante cinco días es este hombre menudo de 49 años, que parece mucho más joven, y que recorre el mundo desde hace más de una década gracias a las matemáticas: “He estado en todos los continentes menos en la Antártida”.

Enseña el llamado método Singapur. Su país se puso las pilas con las matemáticas hace más de 30 años. En 1992 generalizaron en las escuelas —allí son todas públicas— este método para que sus alumnos afronten las mates sin miedo y ahora encabezan todos los rankings internacionales.

“Todo aprendizaje empieza de una manera concreta, luego pictórica y por último abstracta”, explica. También aplica la teoría de la espiral, que supone intentar llegar al mismo sitio por distintos caminos, sin repetir ni memorizar una única vía como hacen en las aulas de medio mundo. Hay alumnos que han cortado los ángulos y los han unido, otros los calculan con un medidor, otros los doblan… “¿Qué método es mejor? ¿Cuál peor?”, pregunta el profesor en voz alta. “Saber esto no es muy importante. Lo fundamental es que los chicos cojan el hábito de llegar a conclusiones a través de evidencias”.

¿Por qué, en general, cuestan tanto las matemáticas? “Implican razonar y pensar, y eso es algo que se salta en España. Aquí insistimos mucho en hacer cuentas aburridas y aprender las cosas sin entenderlas y de memoria. Es una inercia del sistema educativo”, razona Pedro Ramos, profesor titular de la Facultad de Educación de la Universidad e impulsor de estas jornadas, que esperan repetir anualmente en el Aula de Matemáticas Aplicadas que han creado con la editorial SM, responsable de los manuales de texto, y que el curso que viene llevarán a 20 colegios españoles.

Yeap Ban Har es una celebridad modesta: “Me llaman experto, pero cualquier profesor de Singapur puede considerarse así porque nos entrenan y lo usamos cada día”. La apuesta de Singapur fue agrupar las teorías de grandes educadores y pedagogos occidentales (Jerome Bruner, Richard Skemps, Zoltan Dienes) y convertirlo en un asunto de Estado.

Los resultados se ven en el informe TIMSS (Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias, en sus siglas en inglés), una conocida prueba internacional de matemáticas para alumnos de 10 años. Los de Singapur, en primer puesto, obtuvieron en la última edición 618 puntos de un máximo de 625. La convención es que cada curso equivale a 59 puntos. Así que los españoles, con 505, irían dos cursos por detrás.

Ese informe también deja al descubierto la brecha de género, al menos en España, donde los alumnos varones obtienen mejores resultados. El profesor niega que sean mejores en matemáticas. “Es un mito”, dice en mitad de la clase. En su país, asegura, no hay diferencia entre alumnos y alumnas. “No hay ninguna razón para que lo hagan mejor, nada que tenga que ver con el cerebro o la biología. Es solo una cuestión de oportunidades y mentalidad”.

La educación que piden los empresarios

I (Los comentarios críticos de los lectores, más abajo)

Olga R. San Martín, "EDUCACIÓN. Las reformas que nos quedan por hacer. Así es la educación que piden los empresarios", El Mundo, 20 - VI- 2017:

La CEOE denuncia que el actual sistema educativo español "no está preparado" para responder a los retos de la globalización.

«El sistema educativo español, en sus niveles tanto universitarios como no universitarios, no está suficientemente preparado en el momento presente para asumir con posibilidades de éxito los desafíos del futuro». Lo advierten con contundencia los empresarios, que no ven que en las aulas se esté respondiendo adecuadamente al proceso acelerado de cambios sobre el que se asienta la llamada cuarta revolución industrial. La CEOE suele ser muy discreta al hacer valoraciones educativas, pero esta vez ha roto su silencio para desgranar en un libro los males que, en su opinión, acechan a la escuela y a la universidad. Cinco son los grandes déficits que señalan: la «mediocridad» de los resultados; la «ineficiencia» del gasto educativo; la «brecha» entre la formación y empleo; la «lentitud» de la respuesta política, y las «deficiencias» de las leyes. La educación importa. El libro blanco de los empresarios españoles se hizo público hace unos días con la intención no tanto de criticar, como de aportar soluciones. La patronal plantea 10 cambios que, asegura, corregirán los citados déficits: 

1. FORTALECER AL DOCENTE

En España, un profesor bueno, por mucho que le ponga empeño, gana lo mismo que uno malo. El salario inicial no está mal en relación al de otros países de la OCDE, pero al final de su carrera gana prácticamente lo mismo que al empezar. No hay recompensas a quien se esfuerza y por eso están desmotivados. Los mejores abandonan ante otras ofertas más atractivas. La patronal propone establecer un sistema de incentivos tanto retributivos como de promoción vinculado a la rendición de cuentas. También plantea instaurar un MIR similar al de los médicos, una idea que aprueban todos los partidos. Lo explica Francisco López Rupérez, ex presidente del Consejo Escolar del Estado y director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela: «Con este tipo de reforma se lograría añadir eficiencia a los procesos, al hacer que la selección fuera previa a la formación de posgrado y no al contrario, como sucede; incrementaría la calidad de los profesionales, tanto del sector público como del privado; y contribuiría a fortalecer la profesión».

 2. «MODERNIZAR» EL CURRÍCULO El plan de estudios diseñado por el PP en su Lomce es «exagerado» en su «grado de detalle» y está anticuado, dice la CEOE. Se necesita una «modernización» y «reducir» sus contenidos, de modo que tengan más presencia las enseñanzas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el emprendimiento o la robótica, recuperando el peso que han perdido las Humanidades en los últimos años y potenciando la enseñanza del inglés. 

3. MÁS AUTONOMÍA A LOS CENTROS

España es el quinto país con menos autonomía escolar, dice la OCDE, que ha comprobado que los resultados de los alumnos mejoran si se deja que las escuelas tengan margen para tomar sus propias decisiones. La Lomce, en teoría, iba a dar más autonomía, pero no ha sido así. Los empresarios plantean repararlo y, de paso, profesionalizar el liderazgo de los directores.

4. AYUDA A LA PRIVADA 

La patronal defiende el derecho de los padres a llevar a sus hijos a colegios de su elección, recogido en el artículo 27 de la Constitución. Para ello propone actualizar el sistema de conciertos, aplicar el bono escolar en el primer ciclo de Infantil (de cero a tres años) e introducir la desgravación fiscal para aquellas familias que quieran ir a centros privados en las etapas obligatorias (de seis a 16 años). «Estas familias están siendo discriminadas en el ejercicio de un derecho fundamental -el de la libre elección de centro-, pues para hacerlo posible han de pagar por duplicado ese servicio esencial: a través del recibo del colegio y mediante sus impuestos», argumenta. 

5. EVALUAR

El Gobierno ha paralizado las reválidas tal y como las concibió inicialmente, pero los empresarios insisten en que hay que evaluar porque «lo que no se evalúa se devalúa». Para ello plantean una prueba en Primaria y otra en la ESO, sin valor académico, pero que sirvan de diagnóstico. Debe tener un carácter censal y homogéneo en todas las autonomías, porque si no, no se puede comparar, advierten tirando de las orejas al ministro Íñigo Méndez de Vigo, que ha puesto unas reválidas light que en cada región se hacen de una forma. «España es uno de los pocos países de nuestro entorno que no cuenta con un sistema organizado de evaluaciones», explica Xavier Gisbert, presidente de la asociación Enseñanza Bilingüe. «Las evaluaciones nacionales externas tienen la gran ventaja de fijar unos estándares comunes, homogeneizar el sistema educativo y disminuir las diferencias territoriales». Gisbert, que fue director general de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación durante el Gobierno del PP, lamenta que «la Lomce haya desperdiciado una ocasión de oro» para establecer estas pruebas. 

6. MÁS RELACIÓN CON LA EMPRESA

La CEOE reclama que el empresariado tenga más protagonismo en la gobernanza ejecutiva de la formación, hasta el punto de que pueda participar en la definición de los currículos de grado y posgrado.

7. MÁS INNOVACIÓN

El libro recuerda que España tiene un «retraso comparativo» en los indicadores relevantes para la economía del conocimiento. Quiere que tanto los alumnos como los profesores reciban la debida instrucción de las tecnologías digitales y se familiarice a los centros de los procesos de innovación que hayan sido efectivos.

8. MEJOR TRANSICIÓN AL EMPLEO

La OCDE denuncia «un retraso notable» en la implementación de la FP dual y advierte del «mayúsculo desajuste» que se observa entre oferta (por ejemplo, en Artes y Humanidades) y la demanda (en las ingenierías). Propone garantizar alternativas formativas para evitar el abandono escolar temprano(el segundo más alto de la UE), promover la «excelencia», crear un programa nacional de orientación profesional e impulsar la FP. 

9. MARCO COMÚN EN TODA ESPAÑA

No discuten el Estado de las Autonomías, donde la educación está transferida a las comunidades, pero sí plantean establecer un nuevo sistema de financiación autonómica vinculado a la calidad de los resultados que implique que aquellas comunidades con mejores notas puedan tener recursos adicionales.

10. UN ACUERDO SOCIAL Y POLÍTICO

Para que el pacto de Estado que se está negociando en las Cortes llegue a buen término, la patronal recomienda esquivar los enfoques ideológicos, asumir los consensos básicos ya establecidos y tomar en consideración las evidencias más sólidas disponibles.

II

El criterio de la CEOE sobre la educación se resume así: queremos unos asalariados con muchas habilidades y pocos conocimientos, a los que seguiremos pagando unos sueldos indignos. El modelo que le interesa a la CEOE es el asalariado-robot:Grandes habilidades para el trabajo, nulo pensamiento crítico.

Los empresarios quieren que el sistema educativo se transforme exclusivamente en una máquina de crear esclavillos para ellos, desde el trabajador de más bajo nivel hasta el ingeniero-esclavo fino. No les interesa la cultura general ni un ciudadano con criterio y que piense por sí mismos, solo consumidores compulsivos y trabajadores que dediquen toda su vida a "la empresa".

La educación en la escuela española es un despropósito, enseñar batallitas generales con sus suegras incluidas es de juzgado de guardia, es increíble la cantidad de información de cuestiones que jamas van a necesitar los chicos y es increíble que en el siglo 21 estemos igual, a los chicos no les enseña absolutamente nada sobre las herramientas que van a necesitar para defenderse en la vida, salen de la escuela sin saber nada de nada de lo que se le presenta cuando están fuera, no saben lo que es una factura, ni lo que son los intereses bancarios, ni como esta estructurado el estado, ni las mas minimas leyes importantes, ni de derechos ni obligaciones, ni que es una empresa donde tendrán que ganarse la vida, NADA DE NADA, YO PONDRIA UNA ASIGNATURA DE CULTURA GENERAL, OTRA DE MATEMATICAS Y LENGUA Y LO DEMAS SOLO CONOCIMIENTOS QUE VAYAN A NECESITAR

La inversión privada, que en España es inexistente o casi....Porque las empresas que invierten en I+D en España suelen ser delegaciones de empresas de otros países.

La izquierda española sigue atacascada en la Guerra de Clases y obsesionada con la Guerra Civilla. La LOGSE destruyó las generaciones de jóvenes españoles. No hay nada que hacer ya.

Estamos ante una nueva revolución industrial, pero hoy es tecnológica. En la primera con las máquinas de vapor y motores y en esta con los robots y tecnología, se consigue fabricar más con menos horas de trabajo. En la primera el Gran Capital, por temor a revoluciones, tuvo que permitir que se avanzase en conquistas sociales (8 horas, vacaciones pagadas, no trabajar los niños, etc.) repartiendo en parte los beneficios entre la masa obrera, en esta que vivimos ahora, el temor a las revoluciones no existe, se ha comprobado que dominando los medios de comunicación se puede adormecer al pueblo, con lo cual el Gran Capital (hoy *mercados*) va a degüello y lo beneficios del progreso no solo es para él, sino que se siente con fuerzas (por falta dela unidad de los trabajadores) para que se vuelvan a perder los beneficios logrados con tanta sangre, sudor y lágrimas. Lo único que me consuela es que si somos todos pobres, a ver a quien le venden sus productos? Continua

Claro que hay demasiados titulados, pero habría menos en paro si las empresas contrataran más para la I+D, cosa que en España, excepto las grandes empresas, no es práctica habitual. Por otra parte ¿como se decide quien va a FP y quién a la universidad? Esa es la cuestión.


No me gusta la CEOE. Sin embargo como el problema es, básicamente político, aplaudo que se quejen. Otros se han quejado antes. Pero va a ser muy difícil que se arregle en un país con las competencias educativas transferidas a la comunidades autónomas. Conviene pues que todo los estamentos manifiesten que este es un problema de primera magnitud.

Al igual que sucede en el resto de la sociedad, en la escuela el conocimiento se consume pero no se construye. Unas de las principales críticas que pueden hacerse a la educación actual es que es excesivamente académica y poco significativa para los que aprenden. Se teoriza mucho y se hace muy poco. No se da respuesta a preguntas del estilo ¿qué puedo hacer con lo que sé? o ¿qué necesito aprender para hacer tal cosa? http://www.otraspoliticas.com​/educacion​/el-movimiento-maker

Pues claro que la situación está fatal y hay un paro tremendo. No discuto eso. Estudiar FP no es garantía de nada pero siendo universitario creo hay más competencia todavía para conseguir algún trabajo acorde a lo que ha estudiado uno. Tú mismo me estás diciendo que esa persona que estudió biológicas no conseguía trabajo de lo suyo y que si consiguió trabajo, fue de prácticas en FP no? Si en vez de estudiar esa carrera hubiese estudiado directamente FP pues a lo mejor habría conseguido antes ese trabajo en prácticas en FP y le habría ido mejor. En todo caso le habrá servido para encantar trabajo en el extranjero. Cual es sino la alternativa, ser un nini?

Suena muy bonito eso que Vd. dice. Pero si algo observo en las nuevas generaciones es que no tienen capacidad crítica. Asumen un partido político, un medio de comunicación... y las ideas que allí lanzan, sin crítica. Sin crítica los jóvenes catalanes, por ejemplo, asumen esa historia inventada en los despachos, sin crítica los 15M asumen las ideas atrasadas de Podemos, sin crítica se asume a los liberales donde el mercado lo regula todo (menos su zona de confort, claro), sin crítica a las políticas pijiprogres que interfieren en la vida particular del individuo. Los peligros vienen de la CEOE, pero tb de sindicatos, partidos, grandes empresas supranacionales.... en fin. Si empleasen menos tiempo en series TV, en facebook, y en videojuegos quizás tuviesen la atención centrada en la reflexión y por tanto aumentaría la capacidad crítica. El pan y circo de toda la vida con formato digital.

Enfermedades de la inteligencia


Entre el 10% y el 15% de la población presenta altas capacidades, pero sólo el 3% de los superdotados son identificados correctamente

Muchos acaban suspendiendo y mostrando problemas de concentración, integración y relación con su entorno.

Alejandro era el típico empollón. Era uno de esos chavales que ya desde niños despuntan en clase y llevan cada trimestre a su casa unas notas repletas de matrículas de honor. Sus propios profesores alucinaban con sus altísimas capacidades intelectuales, tanto es así que comenzaron a preguntarse si aquel crío tímido y curioso no sería un superdotado. Tenía 14 años cuando, desde el departamento de orientación de Colegio Arcadia -un centro concertado de Villanueva de la Cañada, en la Comunidad de Madrid-, se pusieron en contacto con sus padres y les propusieron someter al niño a algunas pruebas para determinar si era o no un superdotado. Los padres aceptaron. Alejandro realizó varios tests, y el resultado arrojó lo que sus maestros ya se olían: que tenía un coeficiente intelectual privilegiado, por encima de 130, muy superior al 100 de la media. A partir de entonces, Alejandro entró en el programa especial de enriquecimiento educativo para alumnos con altas capacidades que la Comunidad de Madrid realiza desde el curso 1999/2000 en colaboración con la Fundación CEIM. «Fue increíble, estupendo. El programa se desarrollaba un sábado de cada dos en un instituto público con profesores de todas las ramas del saber. No sólo profundizábamos en los contenidos que habíamos estudiado en clase, sino que además hacíamos talleres muy prácticos en los que, casi como si fuera un juego, trasladábamos todos esos conocimientos a la vida cotidiana», recuerda Alejandro Hernández, quien ahora tiene 19 años, estudia Ingeniería Biomédica en la universidad pública Carlos III y ha sacado en el primer cuatrimestre una nota media de 9,4. «Hicimos, por ejemplo, un taller en el que tomamos fotos y luego las revelamos nosotros mismos junto con químicos que nos explicaban el proceso. Y otro de diseño en tres dimensiones que me gustó mucho».La de Alejandro es una historia con final feliz. Pero la suya también constituye una rara excepción. La educación pública en España, salvo honrosos casos aislados, no está hecha para los chavales superdotados.

Para empezar, la mayoría de los superdotados pasan por la vida sin saber que lo son, desperdiciándose el inmenso talento que llevan dentro. Según autores como Renzulli, Gagné, Pfeiffer o Tourón, entre el 10% y 15% de la población presenta altas capacidades. Pero, según admite el propio Ministerio de Educación, sólo el 3% de estos niños superdotados es identificado como tal. Una cifra que desde las asociaciones incluso rebajan.«Los datos muestran que en España se está fallando en el proceso de identificación de los niños con altas capacidades», señala Alicia Rodríguez, presidenta de la AEST, la Asociación Española de Superdotados y con Talento. Otro tanto opina Maite Garnica, autora de ¿Cómo reconocer a un niño superdotado? (Libros Cúpula) y directora de CES Superdotados, un centro privado especializado en niños con altas capacidades: «El problema de base es justo ese: que se diagnostican muy pocos de todos los niños superdotados que existen». Lo mismo piensa Gema Peribáñez, de la Fundación CEIM: «El principal reto sigue siendo la identificación temprana de los alumnos con altas capacidades para poder atender cuanto antes sus necesidades educativas».Y eso es sólo el principio. No es extraño que muchos de los niños con altas capacidades, al no recibir una educación adaptada a sus necesidades, acaben suspendiendo y mostrando problemas emocionales. «No atender a un menor con altas capacidades desde temprana edad produce en ellos un gran sentido de frustración, frustración que genera una incapacidad para desarrollarse equilibradamente, acabando en un 70% de fracaso escolar en la ESO. Y eso no es lo más importante, pues la parte cognitiva es algo que pueden desarrollar con posterioridad, pero también su desarrollo social y emocional se ven afectados», cuenta Alicia Rodríguez. Muchos se aburrenLo que ocurre es que muchos de estos niños se aburren soberanamente en clase y se pasan el día pensando en las musarañas. El sistema educativo diseña sus contenidos pensando en las capacidades medias, y estos chavales están muy por encima de la media, así que es perfectamente comprensible que para un buen número de ellos ir a clase resulte profundamente tedioso. Lo frecuente es que, durante la Educación Primaria, muchos de estos críos aprueben los primeros cursos con la gorra. Pero, precisamente por eso, es habitual que no desarrollen la cultura del esfuerzo, simplemente porque no lo necesitan, así que no tienen hábito de estudio. Y eso hace que en la Educación Secundaria muchos suspendan a lo grande, llegando incluso a repetir curso, algunos hasta dos veces. «Ser superdotado no equivale a tener un expediente brillante, ya que estos niños pueden presentar dificultades de concentración e incluso de integración y relación con su entorno. Por eso, si no se identifica a tiempo, pueden sufrir fracaso escolar e incluso llegar al abandono temprano de la vida académica», observa Gema Peribáñez, de la Fundación CEIM, cuyo programa para niños con altas capacidades pretende evitar estas situaciones (mucho más frecuentes de lo que se pudiera pensar) y potenciar su talento a través de medidas específicas de atención educativa.Hay casos absolutamente sangrantes. «Hay muchos niños superdotados que han sido medicados durante años contra el trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) porque no fueron identificados como alumnos con altas capacidades. Y hay otros muchos con depresión, trastornos de ansiedad, bulimia...», sostiene Alicia Rodríguez. «Por desconocimiento de los padres, muchos de estos niños están en terapias por años o de por vida, sin saber que, mientras no cambie su entorno, todo continuará igual». Aunque también hay otro grupo: el de aquellos que, como Alejandro, siempre han llevado a su casa notazas de quitar el hipo. «Aunque el colegio no está hecho para sus necesidades, son niños que se automotivan y tienen un rendimiento académico excepcional», explica Maite Garnica.Agravio comparativoPero son la excepción. Los expertos coinciden: la escuela pública española no trata como se merecen a los niños con altas capacidades. «El sistema educativo público dedica más recursos y tiempo a los niños que están por debajo de la media que a los que están por encima. La inteligencia tendría que estar mucho más valorada: estos niños con altas capacidades podrían aportar grandes cosas a la sociedad, podrían, por ejemplo, encontrar el día de mañana la solución a la crisis», asegura la directora de CES Superdotados. «Se están produciendo agravios comparativos en relación con otros estudiantes o colectivos con necesidades especiales», apuntala la presidenta de la AEST.En España existen leyes, órdenes, reales decretos, protocolos y sentencias del Tribunal Superior de Justicia que apoyan y reconocen las necesidades educativas de los niños con altas capacidades. Sin embargo no todos los centros educativos ponen esa normativa en práctica; a veces por falta de voluntad, otras por falta de recursos económicos o humanos...«Los padres estamos en indefensión absoluta ante los colegios y lo único que podemos hacer es confiar en tener suerte para dar con buenos orientadores, con buenos docentes, con que funcione bien el departamento de inspección», se lamenta Alicia Rodríguez.Cuando en un colegio público se detecta un niño que podría tener altas capacidades (algo que ya hemos visto que ocurre en un porcentaje minúsculo de los casos) , el profesorado se pone en contacto con el equipo de orientación educativa y psicopedagógica de la comunidad autónoma a la que pertenezca la escuela en cuestión. Desde ese departamento, si ven que hay indicios de un posible caso de altas capacidades, se contacta con los padres del chaval y se les propone hacerle una serie de pruebas para salir de dudas y valorar si el niño es o no superdotado. Si el resultado es que lo es, hay dos opciones: adaptar los contenidos curriculares a sus necesidades o bien acelerarle de curso, subirle de clase. Esta última opción no la recomiendan la mayoría de los expertos, porque el desarrollo emocional de estos menores no suele ser parejo a su desarrollo intelectual y compartir aula con chavales mayores que ellos les puede ocasionar problemas. Pero lo de adaptar el currículo a sus necesidades es algo que tampoco se suele hacer.Programas pilotoAlgunas comunidades autónomas tienen proyectos pilotos, eso sí, para el enriquecimiento curricular de estos niños. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, tiene desde hace 17 años un programa extraescolar para alumnos con altas capacidades, el PEAC, en el que participan niños superdotados dos sábados al mes. Es un programa pionero que comenzó con 157 alumnos, cifra que ha ido creciendo año tras año hasta alcanzar en el presente curso más de 1.700 alumnos de entre seis y 18 años de Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato de centros docentes de la Comunidad de Madrid. Este es el programa que siguió Alejandro Hernández.Dicho programa se desarrolla en colaboración con la Fundación CEIM, es de carácter voluntario y gratuito, se lleva a cabo fuera del horario escolar y no sustituye en ningún modo al currículo oficial, sino que lo complementa y enriquece, proporcionando a los alumnos oportunidades de profundización en diferentes áreas del saber a través de la experimentación, investigación y creación, implementándose mediante variadas estrategias metodológicas. «El problema es que, en lugar de adaptar el currículo académico a ellos, que sería lo óptimo, estos niños con altas capacidades tienen que hacer más trabajos en el aula y horas extraescolares», se queja Alicia Rodríguez. Por no hablar de otra problema: «En ese programa aún no se ha podido dar cabida a todos los alumnos, sólo a la mitad de los niños valorados por sus equipos como superdotados», añade.Los especialistas están de acuerdo en que lo ideal es que estos niños con altas capacidades fueran, en primer lugar, identificados y que la enseñanza se adaptará a ellos. «Necesitan una metodología de aprendizaje cooperativo, aprender a base de proyectos en grupo. La metodología y currículo deberían ser más abiertos, para evitarles caer en la apatía. En España se utiliza una metodología muy tradicional, se les machaca, por ejemplo, mucho con que tienen que tener los cuadernos limpios y una buena letra. La educación tradicional pone techos a estos alumnos y los desmotiva. Y todo se tendría que conjugar con un programa de desarrollo de su inteligencia emocional», sueña Maite Garnica.La cantinela general entre los expertos es que estos chavales deberían ser atendidos en su jornada escolar, respetándose sus modelos de aprendizajes, sus ritmos, sus necesidades de ampliar horizontes. «No hablamos sólo de programas, hablamos de normativas y de leyes que sean de obligado cumplimiento, donde todo transcurra con una normalidad y no haciendo a los padres realizar el via crucis que ahora llevan a cabo por todas las administraciones, a la suerte de quién les toque», denuncia Alicia Rodríguez.Desde AEST, la organización que preside, lo que le piden al Ministerio de Educación entre otras cosas es la creación de un equipo de referencia en altas capacidades al que puedan acudir los alumnos para que, a petición tanto de maestros y profesores como de padres, pueda valorarse si el niño en cuestión es superdotado, así como adaptaciones curriculares, seguimiento y flexibilización para estos alumnos y formación obligatoria de todo el profesorado en esta cuestión por cuenta del Ministerio de Educación.

sábado, 17 de junio de 2017

La educación y el calor

"Locomía, o cómo la educación le importa un pimiento a la sociedad", en Huffington Post,  17/06/2017, por Pablo Poó Gallardo Profesor de Lengua castellana y Literatura en la ESO:

Una de las unidades de medida más útiles para evidenciar la distancia que separa a nuestra clase política de los problemas de los ciudadanos es la del grado de barbaridad de sus declaraciones: a mayores barbaridades, mayor distancia.

Y es que proponer como solución al calor sofocante que estamos padeciendo en muchos centros educativos públicos la elaboración artesanal de abanicos de papel es una barbaridad. Bueno, una barbaridad y más cosas que no se deben escribir en un artículo.

El miércoles 14, de la quinta clase solo pudimos impartir media hora. El resto lo pasamos en un espacio de sombra que hay en el patio donde corre bastante aire (caliente, eso sí, pero más frescos que en la clase estábamos). Justo antes de bajar les comenté a los alumnos las declaraciones del consejero de Sanidad de Madrid, Jesús Sánchez: es increíble la riqueza léxica de impropios que poseen mis alumnos.

El jueves 15, un alumno ha llevado a clase un termómetro con el que pudimos comprobar que la temperatura en el aula a las 14:05 era de 31º, diez menos que en el exterior, que ya es algo. Y es que la provincia de Córdoba, en plena ola de calor, no perdona.

Lo importante es que los problemas de verdad del sistema educativo, ese que forma a los futuros ciudadanos de un país, les importan a nuestra sociedad.
Pero allí estábamos con nuestros abanicos de papel, con las tapas de los cuadernos o con lo que cada uno pillase a mano porque, por desgracia, en nuestro centro el aire acondicionado no funciona. En cada clase tenemos, de adorno, la típica bomba de frío – calor que pueden tener ustedes en sus dormitorios, pero con la diferencia, ya les digo, de que no funcionan: o no enfrían, o emiten un aire de olor desagradable o, si los ponemos todas las aulas, saltan los automáticos y se va la luz.

La situación es divertida en ese momento: ¿qué aula, de aquellas en las que funciona, se queda sin aire? Les aseguro que no les gustaría ser el profesor de esa hora.

Pero, reconozcámoslo, esto les importa (a ustedes) más bien poco. La situación de los centros educativos solo la conocemos los que acudimos a ellos a diario, tanto para trabajar como para recibir clases. El resto no sabe ni explicar con mediano acierto el sistema de calificación que empleamos actualmente.

El tema educativo solo interesa durante una etapa de la vida muy concreta: cuando tienen hijos en edad escolar. Y eso con suerte de que sean de esas familias que van al centro a interesarse por la evolución académica de sus "criaturas", como diría la consejera de Sanidad valenciana (en serio, ¿no hay otras personas para elegir de consejeros?), porque la mayoría de ustedes solo acuden a los centros educativos a por las notas. Eso sí, saben perfectamente que los docentes vivimos como marajás.

Una muestra: la CEAPA, a estas alturas de la historia, no ha dedicado ni un mísero tuit al asunto de la ola de calor en los centros públicos. Eso sí, su campaña contra los deberes fue propagada a los cuatro vientos. En parte se entiende: pocos deberes podrá hacer un alumno con lipotimia.

Pero antes, ¿verdad?, cuando ustedes estudiaban, eran cuarenta en la clase, y no tenían aires acondicionados y, en invierno, hasta se llevaban en latas ascuas encendidas para calentarse y no pasaba nada. Pero sí pasa: pasa que eso era hace treinta años y que, desde entonces, hemos evolucionado (entiéndase: hemos ido a mejor) o, al menos, habríamos debido hacerlo. Si nos congratulamos de que hace tres décadas las cosas iban mejor que ahora es que vamos como los cangrejos. Y, además, antes existía un concepto que, actualmente, está en franco (sin mayúscula) retroceso: el respeto al profesorado.

Lo importante del asunto no es que un consejero de lo que sea de una comunidad autónoma cualquiera haya dicho que, si pasamos calor en las aulas, nos hagamos abanicos de papel; que se meta sus abanicos por donde le quepan. Lo importante es que los problemas de verdad del sistema educativo, ese que forma a los futuros ciudadanos de un país, les importan a nuestra sociedad lo mismo que un mísero trozo de papel doblado en franjas paralelas unas cuantas veces.

domingo, 11 de junio de 2017

El síndrome del profesor quemado

(En este artículo se ofrece una versión ridícula y muy superficial del problema, pero al menos lo aborda)

Cristina Galafate, "Estrés y ansiedad entre los docentes", El Mundo, hoy:

Más de la mitad del profesorado vive con tensión los conflictos y no puede desarrollar su tarea con normalidad. La fotografía subida de tono del profesor J. R. B. estuvo circulando por grupos de WhatsApp y redes sociales durante varios días hasta que llegó a empapelar las paredes del instituto donde el protagonista daba clase. Nunca se supo quién fue responsable de colgarla, pero gran parte del alumnado e incluso algunos padres ya incorporados a las nuevas tecnologías contribuyeron a su difusión. La situación en los siguientes meses en el instituto madrileño fue tan insostenible que J. R. B. fue dado de baja y después se procedió a su traslado.

Según el Defensor del Profesor, Jesús Niño, los casos de 'ciberacoso' han aumentado un 10% en el último curso y son los más numerosos, junto a las faltas de respeto y los problemas de conducta en las aulas. El insulto, la amenaza y la intimidación cuentan además con la pantalla del ordenador, la tableta o el teléfono móvil como sofisticado estilete ofensivo. 

El coordinador nacional de este servicio creado por el sindicato ANPE (Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza) en 2005 recuerda, por ejemplo, los 'e-mails' en tono amenazador del padre de un alumno a un compañero que pidió la ayuda del organismo por vía telefónica: «He recibido una respuesta incluso peor que la anterior. En 20 años de profesión nunca me había pasado nada parecido. (...) ¿Puedo llevar los correos a la Policía?».

«Las Tecnologías de la Información y la Comunicación son las herramientas que se han utilizado, en ciertas situaciones, para generar el resto de problemas. En un 19% de los sucesos atendidos se señalaban las redes sociales como herramienta de acoso y agresión», indica Niño. 

Lo que antes se circunscribía al ámbito educativo y se situaba en un espacio y tiempo determinados se extiende a cualquier lugar y momento del día. «Ahora el docente puede estar fuera de su horario lectivo, lejos de su lugar de trabajo y, sin embargo, continuar siendo víctima de vejaciones», asevera Niño.

Aunque esta tipología aumenta en Educación Primaria, es especialmente significativa en la ESO y, en ocasiones, se hace difícil el control del uso de la tecnología en las aulas. Sin duda, opina el Defensor del Profesor, la figura del docente ha perdido autoridad. 

«Conviene recordar el cambio social en relación con el papel de la escuela, que ha pasado de ser un lugar de aprendizaje respetado a un espacio donde se manifiestan insatisfacciones y controversias. Ambos aspectos producen en el profesorado un notable desgaste, contribuyendo a la aparición de ciertas alteraciones emocionales, como la ansiedad o la depresión».

Más de la mitad del profesorado vive con tensión los conflictos y prácticamente un tercio no puede desarrollar su tarea con normalidad, recoge ANPE en su último informe.

Datos y cifras aparte y al margen de la intensidad y gravedad de las agresiones, Jesús Niño califica el hecho de que estos acontecimientos se estén produciendo como «grave». Elevados picos de ansiedad y estrés, un sentimiento de baja realización personal, agotamiento emocional, trato distante con los alumnos y descenso del estado de ánimo son algunas de las señales del 'profesor quemado', indica David Lanzas, psicólogo de Álava Reyes.

«Siempre que haya violencia, habrá que denunciarlo a los responsables del centro para que se tomen las medidas oportunas. Quizá necesitemos aprender estrategias para manejar las problemáticas por las que estamos pasando. Tanto para disponer de ellas como para efectuar una buena evaluación de las alternativas y un análisis de consecuencias ajustado, sería bueno acudir a terapia».

En otro centro se ha abierto expediente a un alumno de 4º de la ESO que ha colgado un vídeo en internet ridiculizando a dos docentes. Mientras se decide el castigo, pasan los días y estas profesoras deben lidiar con el alumno sin que el muchacho haya visto las consecuencias de su conducta. «No se debe entrar a dialogar en el momento de ira o pico de violencia, ya que en este momento la emoción está disparada y no atendemos a razones; además, el alumno puede ponerse a la defensiva y aumentar la violencia».

sábado, 10 de junio de 2017

Qué hacer para que los niños adquieran inquietudes

Beatgriz G. Portalatín, "¿Qué hacer para que tus hijos tengan inquietudes?", en El Mundo, 10-VI-2017:

Los niños de entre cuatro y siete años ven más de dos horas de tele al día. Para adquirir el hábito de la lectura es clave que padres e hijos lean juntos.

"No tengo talentos especiales", decía Albert Einstein, "pero sí soy profundamente curioso". Si algo tenía claro el genio es que, en la vida, "lo importante es no dejar de hacerse preguntas". La curiosidad es algo innato desde que nacemos y nada mejor que la infancia para descubrirla y para fomentar las ganas y la ilusión por hacer cosas, evitando pasarse el día entero sentados delante de una pantalla. Pero ese afán por estar activos se ha de desarrollar principalmente dentro del propio hogar. Por ello, es de gran ayuda que los padres sepan qué pueden leer sus hijos o qué actividades son más positivas para que crezcan en un ambiente favorable a la cultura, receptivos al saber y abiertos al mundo. Que sean ciudadanos responsables y personas con empatía hacia la sociedad en la que les toca vivir. Sin duda, uno de los hábitos más positivos es la lectura, la piedra angular de todo aprendizaje. Tal es así que desde el Ministerio de Educación se quiere dar más peso a esta actividad en el currículo y para ello se estudia aumentar el tiempo dedicado a las leer en el horario escolar. "Leer es sobre todo divertido, nos transporta a infinitos momentos y lugares, nos presenta a personajes de lo más variopinto que nos hacen vivir experiencias, por lo que amplía nuestro mundo y fomenta la empatía, nos abre la mente y nos enseña. Sin darnos cuenta, leyendo adquirimos conocimientos y capacidades que van desde hechos y datos hasta destreza lingüística, expresiva y comunicativa. Además, leer mejora la concentración, la creatividad, la curiosidad y la memoria", asegura a EL MUNDO Mariola Lorente, licenciada en Filosofía e investigadora de la Universidad de Padres. Estar en contacto con libros desde bebés es algo imprescindible, señala. "La experiencia de leer a los hijos un rato cada día es realmente enriquecedora y no tiene por qué terminar cuando ya leen solos. Además de introducir el hábito, es un momento íntimo, compartido y especial, que genera un vínculo muy bonito entre padres e hijos", mantiene esta experta.En España, el 35% de los padres realiza lectura compartida con sus hijos, según recogen los datos del reciente Barómetro CICLIP, realizado por la Asociación Española de Comprensión Lectora. El dato es muy bajo ya que, según señala Rafael Villalón, coordinador del estudio, "hay que dedicar 10 minutos al día a leer de forma compartida, lo que supone tan sólo el 1% del tiempo de los padres". Del mismo modo es aconsejable que "los progenitores visiten con sus hijos bibliotecas y librerías, al menos una vez por semana y sobre todo, que les regalen lectura: el libro debe convertirse en un regalo y no en una obligación".Pero, sin duda, lo más importante para que los niños se familiaricen con la lectura es que lo vean hacer en su propia casa, es decir que vean a sus padres leyendo, incluso se dice que los niños que tienen una biblioteca en casa tendrán un mayor acercamiento y gusto por los libros.Aventuras y risasLas editoriales tienen una gran variedad de títulos infanto-juveniles para que los niños puedan elegir el que más les guste en cada momento. Lo esencial es darle libertad de elección, según la edad y los gustos: "No hay consejos únicos, cada niño es diferente", indica Villalón. Por ejemplo, una opción muy buena para aquellos que están empezando a leer o para los que tienen más recelo a la lectura, son los cómics. Según el Barómetro CICLIP, las temáticas favoritas de los niños son las de aventuras (75%); humor (29%), viajes/naturaleza (28%) y misterio/espionaje (26%). Les siguen las relacionadas con ciencia-ficción (15%), deporte y salud (10%), románticos (6%) y terror (3%).

Las tres fases de la lectura de apoyo

De 0 a seis años. Equiparar la lectura como un juego. Su cerebro es como una esponja, por ello es clave leer con ellos mirando las ilustraciones y analizar las emociones de los personajes, pronunciar las palabras en voz alta para que las repita, etc.

De siete a 12 años. Ayudarles a afianzar las habilidades lectoras que adquieren en el colegio. El hábito se fomenta en casa, por eso es importante no abandonarlos. Si tiene dificultades y no le acompañamos, se frustrará, lo dejará y verá la lectura como algo tedioso.

A partir de los 12. Incorporar la lectura como un hobby. Los niños deben leer lo que les gusta y acorde con su realidad. Los padres pueden asesorar, pero no imponer. Si un adolescente lee, tendrá mayor criterio.

"La literatura infantil y juvenil en España goza en estos momentos de una excelente forma física", asegura Antonio Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España. Y así lo muestran los datos de 2015 de esta federación. La literatura infantil y juvenil facturó 258,82 millones de euros, lo que supone un 11,5% del total de la facturación del sector editorial; y en cuanto al formato digital, la facturación fue de 6,07 millones de euros (5,3% de la facturación total del sector). "Los padres tienen un gran abanico de calidad para poder elegir lo mejor y lo que más les guste a sus hijos", afirma Ávila.Una buena manera de motivar a los pequeños es llevarles a actividades de ocio compartidas relacionadas con la lectura. Diversión en grupo Acudir a festivales musicales, conciertos y teatros, actividades de cuentacuentos, danza, ballet... Llevarles a las ferias del libro locales de sus ciudades para que vean la cantidad de libros que hay, a los autores firmando; que ellos puedan elegir la actividad que desean hacer... Hay infinidad de actividades en las que los niños pueden disfrutar y aprender a la vez y descubrir un mundo lleno de posibilidades que les abra la mente. "Los niños aprenden el valor de compartir, de divertirse en grupo, conectan con su entorno, con la naturaleza y con la vida real, y no como ocurre con las pantallas, que sólo consiguen aislarles", afirma Lucía Galán, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional (Alicante) y autora del blog Lucía, mi Pediatra. Pero sin duda, "la mejor forma de motivar a los pequeños hacia estas actividades es simple: llevarlos", asegura Lorente: "Tenemos que acabar con esa falsa idea de que los niños se aburren en esos sitios. No hace falta infantilizar para gustar. De hecho, hay un montón de actividades no propiamente infantiles que pueden practicar: ciencia, poesía, arquitectura, música, fotografía, filosofía para niños...Una sencilla búsqueda en la red nos dará pistas sobre la oferta de nuestra localidad".No hay que olvidar que "todos los niños son curiosos y les encanta aprender. Estas cualidades son un tesoro, y en casa tenemos la oportunidad de alimentarlas de un modo relajado y divertido, sin presiones de notas", añade la investigadora. Del mismo modo, para que los niños se impliquen en estas actividades, es clave que los padres den ejemplo. "Que los vean leer en casa, escuchar música, cantar, bailar o hablar del último libro con el que están. Los niños lo escuchan todo. Si los padres ponemos música, leemos y realizamos actividades culturales, copiarán esos patrones y serán adultos no solamente más cultos sino también más empáticos y emocionales, que es de lo que se trata", explica Lucía Galán.¿Cuántas horas de tele pueden ver?Uno de los temas que más preocupa a los padres es la influencia de la televisión. Pero hoy en día es inevitable que los niños la vean y, además, que les guste, por tanto, ante esta realidad. lo mejor es hacer un uso responsable y sacar lo bueno que la pequeña pantalla puede dar a los niños. "Hoy en día hay una gran cantidad de canales infantiles que los padres pueden elegir según la edad del niño. Lo importante es que el contenido sea adaptado a su edad", asegura Alejandro Perales, asesor técnico de la Asociación de Usuarios de la Comunicación. Esta selección es especialmente vital cuando se trata de programas dirigidos al aprendizaje, indica. Otro consejo que puede ser muy útil para aquellos pequeños que están aprendiendo a leer o a escribir y así fomentar en ellos la comprensión lectora es "activar los subtítulos de los dibujos animados, como se hace habitualmente en algunos países como Finlandia", señala Villalón. La clave es no abusar de la televisión: "Lo ideal es que no la vean más de una hora al día entre semana, y no más de dos o tres horas los sábados y domingos", recomienda Perales. En este sentido, este experto recuerda que la televisión no es la única pantalla a la que están expuestos los niños y que el tiempo dedicado a móviles, tabletas u ordenadores no computa por separado.En niños menores de dos años los pediatras directamente desaconsejan el uso de cualquier tipo de pantalla. "La Asociación Americana de Pediatría recomienda la no exposición a ningún tipo de pantalla hasta los dos años de vida y en los más mayores no más de dos horas al día. En general, cuanto menos mejor", señala Galán, quien subraya que, como padres, es importante "seleccionar los contenidos para que no haya violencia, agresividad o un lenguaje no apto para sus edades".Para ello, es preciso recalcar dos cosas fundamentales que "son todavía una asignatura pendiente", señala Perales. En primer lugar y según explica el experto, sería preciso un etiquetado correcto de los programas que dejase muy claro cuál es la orientación por edad y cuál es el tipo de contenido, como ocurre por ejemplo con los videojuegos, que tienen una calificación por edad y además te dicen qué tipo de contenidos hay. Y, en segundo lugar, respetar los horarios: "Hay ciertos programas dirigidos a niños que se emiten a partir de las 22 horas. Eso es una llamada para que los pequeños vean la tele por la noche, lo que es malo para su salud. Además, así están más expuestos a encontrarse y poder ver contenidos de adultos, por ejemplo al hacer zapping durante los anuncios", recalcan desde la Asociación de Usuarios de la Comunicación.

martes, 6 de junio de 2017

Félix de Azúa y la igualdad

"En España se puede pasar la ESO con suspensos. Establecer diferencias entre buenos y malos estudiantes sería reaccionario. Solo en el deporte, religión oficial (muy retrógrada) de la democracia de masas, se permite aún la desigualdad". Félix de Azúa, hoy.

El texto entero es este:

Casi toda la vida moderna se ha construido sobre tres quimeras: las de la libertad, la igualdad y la fraternidad humanas, propuestas por los alucinados franceses de 1791 y aceptadas como las Tablas de la Ley. Cualquiera que se oponga a una de ellas será lapidado, de modo que se las combate con disimulo. Por supuesto, los comunistas y los fascistas odian la libertad. Usan la palabra, pero para destruirla. La fraternidad me parece a mí que nunca ha tenido la menor relevancia sobre sociedad alguna. La igualdad, en cambio, presenta una carrera avasalladora. Es el único principio de la modernidad que ha funcionado a la perfección y en todos los terrenos.

Los efectos del monopolio de la igualdad han sido como los que traen fenómenos físicos de gran envergadura. Los terremotos, tifones, volcanes, cambios climáticos, producen escasas variaciones comparadas con las mutaciones que ha traído la igualdad. La igualdad se ha aplicado a todos y cada uno de los espacios sociales, incluidos aquellos en los que carece de sentido. Así, por ejemplo, en España se puede pasar la ESO con suspensos. Establecer diferencias entre buenos y malos estudiantes sería reaccionario. Solo en el deporte, religión oficial (muy retrógrada) de la democracia de masas, se permite aún la desigualdad.

Hacía mucho que no pisaba Londres. Quizás 20 años. Es asombroso ver en qué se ha convertido el centro histórico, Trafalgar, Soho, Covent Garden, Picadilly… Las masas lo han devorado como termitas. Aún peor, Oxford St., una de las avenidas más soberbias de Europa, es ahora un zoco peatonal y populachero. Así será la Gran Vía de Carmena si vence el mandato igualitario. ¡Qué curioso destino! La igualdad es el Atila de las ciudades imperiales.