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lunes, 7 de noviembre de 2022
jueves, 19 de agosto de 2021
Raúl Pozas: Jung es pseudociencia
¿Las ideas de Carl Jung han caído en igual desprestigio que las de Freud, o algo se salva?
Raul Pozas, psicólogo y neurólogo, en Quora, el 2 de diciembre de 2019
En general, no veras en una universidad prestigiosa cursos sobre Jung (salvo como fenómeno histórico).
Su obra se basa en general en elucubraciones e ideas ambiguas… no obstante cuando da conceptos definidos claramente se puede comprobar que son falsos.
Por ejemplo: Postula que existe un "inconsciente colectivo" y por ello todos los mitos son los mismos en todas las culturas y "surgen instantaneamente". Pues bien, ni surgen en todos los sitios, ni surgen a la vez, ni son iguales. Desarrollo la idea:
El psicoanalista Carl Gustav Jung a través de su teoría de los “arquetipos” (1, 2) postuló más allá de una mente individual una mente universal e inconsciente que llamó el “inconsciente colectivo” donde estaría guardada la experiencia de la humanidad de forma inconsciente y que se transmitiría hereditariamente. No se trata sólo de que en nuestros genes este codificado todo un conjunto de información útil (desde la que nos lleva a escapar de depredadores hasta la que nos lleva a conseguir comida o sexo) sino que estamos postulando una entidad más allá de lo material, inconsciente y que sólo se manifiesta en sueños o en los mitos y que se crea a la vez en las mentes humanas en un proceso que denomina “sincronicidad”. Una de las pruebas en que se apoya es precisamente la existencia de mitos similares en culturas muy distantes que en su opinión no pueden ser mera transmisión de narraciones, sino construcciones surgidas sincrónicamente y fruto de ese inconsciente colectivo.
La teoría, salta por los aires ante los modernos análisis genéticos de los mitos, que nos muestran como el mito surge en un lugar, se trasmite por los desplazamientos humanos y varía según las necesidades de esos humanos.
El análisis filogenético desarrollado por Julien d´Huy (3) pretende explicar cómo y por qué evolucionan los mitos, usando para ello los refinamientos estadísticos por ordenador. El trabajo requiere tres pasos:
i) Buscar un mito común en varias culturas. Por ejemplo el mito de la Caza Cósmica (4), cuya versión más conocida en Occidente es el siguiente: La diosa Artemisa exige castidad a las ninfas, entre ellas la más hermosa, la ninfa Calixto. Pero Zeus la seduce y tienen un hijo, Arcas. Artemisa enfurecida convierte a Calixto en una Osa que está a punto de ser cazada por su propio hijo Arcas. Afortunadamente Zeus llega a tiempo y resuelve la situación convirtiendo a ambos en constelaciones. Calixto es la Osa Mayor y Arcas la Osa menor.
Este mito aparece en múltiples lugares:
- Los iroqueses del noroeste de USA hablan de tres cazadores persiguiendo a una osa que sube a una montaña y salta al cielo.
- Los chukchi de Siberia hablan de la constelación de Orión como un cazador que persigue un reno.
- Las tribus ugrofinesas de Siberia hablan de un uapití (especie de ciervo) que toma la forma de la Osa menor.
- Existiendo muchas variantes del mito.
ii) Subdividir el mito en “mitemas” es decir en elementos básicos repetidos.
Por ejemplo:
- Una mujer que rompe un tabú (como romper el voto de castidad)
- Un personaje divino que frena a un cazador (como Zeus frenando a Arcas)
- Un dios transforma a un animal en constelación (como Calixto en la diosa mayor)
Y observar en que versiones se encuentran presentes o ausentes cada mitema.
iii) Posteriormente se realiza un análisis estadístico completo de modo que se observen:
- Las semejanzas y diferencias.
- La evolución histórica y geográfica del mito.
D´Huy partió de un análisis en 2012 con 18 versiones del mito y 44 mitemas, que fue ampliada en 2013 para incluir 47 versiones distintas y 93 mitemas. Así mismo realiza un análisis similar de otros mitos como el mito de Polifemo (5) conocido en Occidente por la versión de la Odisea donde narra cómo Ulises emborracha a un malvado cíclope y escapa junto a sus compañeros de la cueva en que estaban confinados bajo el cuerpo de unas ovejas; o el de Pigmalión (6) donde un artista crea una estatua tan perfecta que se enamora de ella y esta cobra vida.
1. La primera observación es que los mitos no aparecen en todas las culturas como debería ser si el inconsciente colectivo fuera algo común de la humanidad. Por ejemplo el mito de la caza cósmica no existe en Nueva Guinea o Indonesia y sólo excepcionalmente en Australia (lo que podría indicar adicción moderna al acervo de mitos). Sin embargo hay versiones similares del mito a ambos lados del estrecho de Bering anteriores a los 13.000 años que hace se cerró el paso del estrecho.
2. La segunda observación es que se producen ramas evolutivas del mito. Hay una serie de ramas que tienen ciertos mitemas comunes que están ausentes en otras ramas. Por ejemplo, en la caza cósmica la constelación del carro está en la raíz del árbol y aparece en todas las versiones del mito, mientras que la constelación de Orión sólo aparece en algunas ramas del mito como los chukchi siberianos, o los sami de Laponia (que tienen versiones parecidas del mito también en otros aspectos) pero no aparece en otras versiones del mito que evolucionan por otras ramas (desde en versiones de los vascos hasta en las narraciones griegas clásicas).
Igualmente en el mito de Polifemo, observamos un primer patrón migratorio en el Paleolítico por Europa y Norteamérica y un segundo patrón migratorio en el neolítico siguiendo la expansión ganadera.
3. Cuando observamos la evolución biológica de las especies comprobamos que en determinados momentos avanza muy lentamente y en otros, especialmente en casos de cambio de las condiciones del entorno (ya sea natural o debidas a la migración del grupo humano) cambia rápidamente (lo que se llama evolución pautada). Los mitos, tienen las mismas propiedades. Pueden ser muy estables y pueden variar rápidamente, especialmente por las migraciones humanas.
El mito de Polifemo es similar por ejemplo en las narraciones griegas y los Barra de Madagascar, siendo versiones del mito original de los bereberes del Sahara de hace 3.000 o 4.000 años. Sin embargo una emigración humana de hace 2.000 años desde el noreste de África hacia el sur del continente llevo consigo el mito que fue siendo modificado y adaptado durante esta migración.
4. Igualmente, observamos adaptaciones del mito a las costumbres y hábitos de los humanos. La más obvia el animal que en Siberia puede ser un reno, pasará seguramente en África a ser otro tipo de animal similar (por ejemplo un búfalo).
CONCLUSIONES:
El análisis genético muestra que los mitos no surgen de un supuesto saber colectivo inconsciente, ni de ninguna entidad inmaterial, sino que surgen en determinados lugares y épocas; y van desarrollándose en diversas versiones cada una con diferente recorrido de modo que en ciertas zonas son alcanzadas por unas versión del mito, otras zonas por otras versiones y algunas zonas no llegan a ser alcanzadas por ninguna versión.
1) Jung, Carl Gustav (2002). Obra Completa volumen 9/I: Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-525-5.
(2) Robertson, Robin (2014). Arquetipos junguianos. Jung, Gödel y la historia de los arquetipos. Barcelona: Ediciones Obelisco)
(3) D'HUY, Julien. A phylogenetic approach of mythology and its archaeological consequences. Rock Art Research, 2013, vol. 30, no 1, p. 115-118.
(4) D'HUY, Julien. A Cosmic Hunt in the Berber sky:: a phylogenetic reconstruction of Palaeolithic mythology. Les Cahiers de l'AARS, 2013, no 15, p. 93-106.
(5) D'HUY, Julien. Le conte-type de Polyphème: essai de reconstitution phylogénétique. Mythologie française, 2012, no 248, p. 47-59.
(6) D'Huy, J. (2012). Le motif de Pygmalion: origine afrasienne et diffusion en Afrique. Sahara: preistoria e storia del Sahara prehistory and history of the Sahara préhistoire et histoire du Sahara, 23, 49-58).
COMENTARIOS:
Gabriela Pérez
18 de abril
No había leído sobre D'huy, lo buscaré para adentrarme más, pero creo que se está malinterpretado.
No es que exista una mente colectiva… Es Más bien que al igual que los demás seres vivos respondemos a ciertos a estimulos externos, así como el pajaro sabe que danza bailar para acoetejas a su pareja o crear su nido, el camaleón sabe matizar su piel para camuflajearse a un medio ambiente, las aves saben cuando migrar según la estación del año y no lo hacen solas… Los seres humanos al nacer y nos ponen el pecho succionamos… Ese saber hacer dependiendo a que estímulos, tal como lo comenta D'HUY es genético, pero hay una psique que todo lo procesa, las percepciones que tenemos como especie humana son diferentes a las percepciones que pueden tener los pájaros o los perros, estamos configurados de manera distinta, sin embargo como especies traemos dentro de sí, todo el potencial para ser un ser humano…
Los arquetipos son la persepcion que tenemos de los diferentes estímulos externos, y al observar de forma empírica funcionan igual en todos los seres humanos de todas las eras.
El hecho de que le llamen pseudociencia es porque lamentablemente estamos condenados a conocer nuestra psique de manera empírica.
Todo absolutamente todo experimento esta condicionado a la persepcion del observante, es decir la psique… Y No existen dos psiques iguales, para la Psicología (el estudio del alma) nuestros métodos humanos de medición, el mismo método científico queda corto. Pues todo existe dentro de la psique, fuera de ella no se sabe…
Los arquetipos y el inconsciente colectivo son un esfuerzo de tratar de identificar aquellos impulsos que nos hace seres humanos y nuestra conexión al medio, las fuerzas que nos condicionan y como actúan sobre nosotros, y es inevitablemente indemostrable con nuestros métodos al ser estos una herramienta del consiente, el inconsciente es algo que no conocemos y cualquier hipótesis se agradece.
Cualquier científico que se dedique al estudio del alma o la psique como quieran llamarle se topar a con este problema…
Raul Pozas, 27 de abril
1. Jung (1, 2) Postula muchas cosas ambiguas y mal definidas. Pero si hace algunas afirmaciones contrastables.
Jung postula que existe una mente colectiva, una mente que no es un “instinto automático” (como los pájaros), sino donde de algún modo estén incluidos los conocimientos de los humanos (no solo los impulsos que dieron lugar a una impronta genética). Una de sus afirmaciones es que por ello, los mitos en todas las culturas son iguales:
-No por transmisión de una cultura a otra.
-No por tratarse de instintos programados genéticamente.
Sino por ser auténticos contenidos en el acervo común del conocimiento humano. Y esto es algo comprobable. ¿Es veraz?
Pues no. Los mitos no están en todas las culturas y en las que están se deben a mera transmisión oral. Lo cual muestra que se equivocó Jung.
(1) Jung, Carl Gustav (2002). Obra Completa volumen 9/I: Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-525-5.
(2) Robertson, Robin (2014). Arquetipos junguianos. Jung, Gödel y la historia de los arquetipos. Barcelona: Ediciones Obelisco)
2. Igualmente los experimentos que buscan la existencia de una hipotética alma (que fuera algo distinto del cerebro), también son múltiples los estudios:
Sam Parnia, dirigio el proyecto AWARE donde una investigación por fervorosos creyentes en más de 2.000 pacientes con Experiencias Cercanas a la Muerte en 15 hospitales donde intentó verificar si efectivamente había almas que salían del cuerpot poniendo unas fotos que tendrían que ver estas almas (Tiene un libro de divulgación en castellano1 y que tiene algún artículo2 detallando su experimento). En ellos describe el método experimental usado y confiesa que no tuvieron un solo resultado positivo. Diré de paso que, como no usaron el doble ciego, estuvo a punto de producirse un falso positivo, pero que se demostró que no era factible (e incluso me pareció muy burdo que el resultado fuera tomado como un posible positivo; algo solo explicable por el deseo ferviente de los investigadores de encontrar resultados positivos). También sé que alguna otra persona como Penny Sartori hizo un experimento similar con muchos menos medios; aunque con la misma intención y con el mismo resultado: ninguna evidencia. Sé que estaba en marcha un proyecto AWARE2, pero hasta donde sé, pensaba limitarse a recolectar casuística extraña, pero no a repetir este u otro diseño experimental comprobable y reproducible por otros investigadores. Por si te interesa el tema, se de otros estudios sobre la sensación de salir fuera del cuerpo:
Olaf Blanke 3 descubrió que al estimular nuestro cerebro en el giro angular, producía la sensación de “estar fuera del cuerpo”. Blanke estimuló a diversas personas en diversas partes del cerebro consiguiendo efectos diversos. Por ejemplo, una mujer de 43 años al ser estimulada en lóbulo parietal, tenía la sensación de salir y flotar 2 m. sobre suelo; mientras que por ejemplo otra mujer de 22 años al ser estimulada en la zona temporal-parietal sensación de una presencia sombría detrás. Lo mismo encuentra por ejemplo De Ridder 4 de la Universidad de Antwerpe en el año 2007. Al ser estimulada en el giro angular una mujer de 63 años aquejada de tinnitus (ruido persistente en el oído) afirmó que salía de su cuerpo y durante unos 15-21 segundos se desplazaba unas 20 pulgadas (cerca de medio metro) detrás de su cuerpo hacia la izquierda con independencia de si estaba de pie o acostada. Observaron que la actividad aumentaba en dos áreas cerebrales durante las experiencias extracorpóreas: un área de contacto entre el giro angular y giro supramarginal (relacionada con la integración de estímulos visuales, táctiles, auditivos…) y en la sección posterior de la corteza temporal superior (zona relacionada con la autopercepción).
Jason Braithwaite5 muestra como los errores en la percepción del espacio por la mente pueden llevar a sensaciones de “estar fuera del cuerpo”, típico en casos de poco oxígeno en el cerebro, como pilotos de aviones que tras muchas acrobacias describían su percepción de estar “fuera de la cabina”. Diversos experimentos muestran cómo podemos engañar a nuestro sentido de la orientación y sentirnos fuera del cuerpo. Arvid Guterstam 6,7,8 del Instituto Karolinska (Suecia) descubre que colocando gafas donde se veía a uno mismo por la espalda, se generaba la sensación de estar fuera del cuerpo e incluso de que ese cuerpo no podía ser el nuestro. O por el contrario colocando una mano de goma se podía percibir que nuestro cuerpo tenía una mano de más. Ehrsson9 usando unas gafas especiales que proyectaban lo que veía un maniquí, genera alucinaciones como estar en el cuerpo del maniquí.
Andra M. Smith y Claude Messierwerw10 incluso investigaron con una mujer que podía producir a voluntad la sensación de estar fuera del cuerpo. Comprobaron que la corteza visual estaba casi carente de actividad (es decir que no veía) pero notaron una gran activación en las zonas asociadas a la representación propia en el espacio, en especial, el área motora suplementaria izquierda y circunvoluciones temporales superior supramarginal y posterior, las dos últimas junto con la unión temporal parietal se han asociado con experiencias extracorporales. Es decir, que la interpretación que imaginaba su cerebro sustituía a la información que aportarían sus ojos. Y, por supuesto, no podía ver cosas que sólo se pudieran haber visto si efectivamente saliera de su cuerpo. Es decir, que era una alucinación la sensación de estar fuera del cuerpo.
Blackmore11 señala que un 50% de consumidores de marihuana, tienen en algún momento la sensación de estar fuera del cuerpo, mientras por ejemplo sólo el 18% de los habitantes de Islandia tenían esta sensación, por lo que parece que cerebros alterados por drogas son más “receptivos” a estas experiencias.
En conclusión la sensación de estar fuera del cuerpo se produce por una desorientación espacial que podemos provocar tanto por estimulación del cerebro, como mediante diversas formas de engañar a los sentidos que son el resultado de una falla transitoria para integrar la información visual, táctil, propioceptiva y vestibular que converge en la unión temporoparietal, especialmente en el lado derecho del cerebro.
1 Sam PARNIA (2014) Resurrecciones: La ciencia que está borrando la frontera entre la vida y la muerte. Madrid: La Esfera de los Libros, S.L.
2 PARNIA, Sam, et al. AWARE—AWAreness during REsuscitation—A prospective study. Resuscitation, 2014, vol. 85, no 12, p. 1799-1805.
3 Blanke,O. , Ortigue, S., Landis, T., & Seeck, M. (2002). Neuropsychology: Stimulating illusory own-body perceptions. Nature, 419(6904), 269-270.
4 DE RIDDER, Dirk, et al. Visualizing out-of-body experience in the brain. New England Journal of Medicine, 2007, vol. 357, no 18, p. 1829-1833.
5 Braithwaite, J. J., Samson, D., Apperly, I., Broglia, E., & Hulleman, J. (2011). Cognitive correlates of the spontaneous out-of-body experience (OBE) in the psychologically normal population: Evidence for an increased role of temporal-lobe instability, body-distortion processing, and impairments in own-body transformations. Cortex, 47(7), 839-853.
6 GUTERSTAM, Arvid; EHRSSON, H. Henrik. Disowning one’s seen real body during an out-of-body illusion. Consciousness and cognition, 2012, vol. 21, no 2, p. 1037-1042.
7 GUTERSTAM, Arvid, et al. Posterior cingulate cortex integrates the senses of self-location and body ownership. Current Biology, 2015, vol. 25, no 11, p. 1416-1425.
8 GUTERSTAM, Arvid; PETKOVA, Valeria I.; EHRSSON, H. Henrik. The illusion of owning a third arm. PloS one, 2011, vol. 6, no 2, p. e17208.
9 EHRSSON, H. Henrik. The experimental induction of out-of-body experiences. Science, 2007, vol. 317, no 5841, p. 1048-1048.
10 SMITH, Andra M.; MESSIER, Claude. Voluntary out-of-body experience: an fMRI study. Frontiers in human neuroscience, 2014, vol. 8.)
11 Blackmore S. Near-death experiences: In or out of the body. Skeptical Inquirer 1991; 16:34-45
Juan Antonio Gómez Gutiérrez, 29 de noviembre de 2019
En absoluto.
Freud tuvo su momento, pero su representación del subsconciente es de orientación netamernte patológica. Complejos y arquetipos. Freud representa la psicología psiquiátrica. El psicoanálisis como prueba objetiva o fotografía psíquica del paciente. Las represiones, miedos, fobias y traumas del paciente, por sí mismo expresadas.
Jung es diferente. Jung es la antisiquiatría. Jung es sincronicidad. Jung es I Ching.
Mauricio Cohen Salama, 30 de noviembre de 2019
Tanto Freud como Jung tienen planteos e ideas valiosos, que pueden servir de guía o inspiración para los psicólogos de nuestros días. Lo que no se salva es el método especulativo que utilizaban para sacar conclusiones, que los llevó a hacer una gran cantidad de afirmaciones sin fundamento. Hoy es necesario formular una hipótesis y ponerla a prueba después en experimentos replicables por otros.
Xavier Perez-Pons, autor de "Almas Gemelas a la Luz de la Sabiduría Antigua", 29 de noviembre de 2019
Carl Jung era el discípulo de Freud de mente más abierta y, en consecuencia, estudió numerosos fenómenos que los psicoanalistas ortodoxos desdeñaban, desde el avistamiento de platillos volantes, pasando por las coincidencias improbables (sincronicidades, como él las bautizó) hasta el descubrimiento del inconsciente colectivo que, según él, explicaba las similitudes entre las creencias y patrones (bautizados por él con el nombre de arquetipos) de las culturas ancestrales más diversas. Los arquetipos explican también determinados símbolos, por ejemplo los de las cartas del Tarot, o determinados sueños recurrentes en individuos de todos los continentes. También prestó atención a los fenómenos paranormales y manifestó su creencia en la supervivencia tras la muerte. Las ideas de Jung influenciaron a numerosos pensadores y antropólogos, y son vigentes aún hoy en día.
Roberto Mandeur, 28 de noviembre de 2019
Para mí hay una frase de Jung que me ha ayudado a entender mejor esta vida: todo tiene significado.
Raul Lilloy, 1 de mayo
Freud es seudociencia, Lacan es seudociencia mas elaborada y oscura y Jung es directamente magia.
viernes, 15 de mayo de 2020
Peer Gynt. El mito nórdico de la procastinación
viernes, 14 de julio de 2017
El mito de la violencia redentora, por Walter Wink
lunes, 28 de septiembre de 2015
Saer, Deudas con el Quijote
viernes, 22 de octubre de 2010
Mitos del capitalismo
lunes, 17 de mayo de 2010
El mito de Titono
Por lo visto Titono es en origen un antiguo dios de la aurora. El carácter lenticular de las gotas sobre la hierba provoca también un curioso fenómeno óptico, el llamado Espectro de Bröken o Halo de Cellini (Benvenuto Cellini lo describe en su Vida, -uno de los libros que hay que realmente hay que leer, según Wilde- atribuyéndolo a un favor sobrenatural concedido tras su penitencia/prisión en el Castillo de San Angelo). Consiste en un nimbo o halo resplandeciente que rodeaba su sombra (y, por extensión, cualquier sombra humana o no) al contemplar el amanecer. Hace poco se descubrieron unos versos de Safo sobre el mito. La traducción de Carlos García Gual , autor de un pesadísimo libro sobre Epicuro, pero también de otros más interesantes que reciclan interminablemente la materia artúrica, es esta:
Vosotras cuidad, hijas, de los dones hermosos de las Musas
de fragante regazo, y de la vibrante lira compañera del canto.
Pero mi piel que antes fue tan suave la sometió ya la vejez
y blancos se han vuelto mis negros cabellos de antaño.
Pesado se ha hecho mi ánimo, y no me sostienen las rodillas
que otro tiempo fueron tan ágiles como corzas en la danza.
De eso me lamento día tras día, pero ¿qué puedo hacer?
Cuando se es humano, no es posible dejar de envejecer.
De Titono, en efecto, contaban que la Aurora de brazos de rosa,
inflamada de amor, lo raptó para llevarlo al confín de la tierra
porque era bello y joven. Mas de igual modo a él con el tiempo
lo atrapó la grisácea vejez, aun teniendo una esposa divina.
Carlos García Gual en un artículo traduce otros textos griegos sobre Titono y la vejez aquí.
lunes, 24 de diciembre de 2007
Anomia
Rafael Granero Chulbi - Barcelona -
El País 24/12/2007
Durkheim advirtió que el mercado, el exceso de oferta (clave para el capital) y las relaciones fabriles (en la sociedad de finales del XIX a inicios del XX) provocarían la anomia social (en tanto que desaparición de un determinado nomos o ley: la ley moral). Anomia determinada tanto por una sobreabundancia de la oferta de bienes de consumo (que sólo persiste en tanto que el capital infla artificialmente el deseo de consumo para su propio beneficio) como por una destrucción de las regulaciones sociales anteriores a la modernidad.
En este incisivo y certero análisis, cuya verdad está más allá de cualquier duda, se apoyan de alguna manera todas las teorías sobre la revitalización de las religiones y de las ofertas míticas estilo new age. Igualmente, Julián Casanovas (El País, 21-12-07) remite a una cierta crisis de la Modernidad Ilustrada ("... el descrédito de las utopías políticas") tal revitalización, convirtiendo tal reaparición en una suerte de recidiva, cuando no es más que síntoma -al que por su inapelable gravedad también deberemos tener en cuenta y tratar- de un mal estructural trágicamente más oneroso. La gravedad de lo que hoy acontece estriba en que la anomia ha dejado de ser un mero producto de una determinada cultura social y económica, como lo fue a inicios del siglo pasado, para pasar a ser la estrategia básica de una derivación de esa cultura (la cultura del llamado capitalismo impaciente, en palabras de Richard Sennet: desregulación es su leitmotiv, su concepto insignia) y que la utiliza para su violenta imposición urbi et orbi.
Ya no es que si actuamos de una determinada manera caeremos en la anomia, es que si no nos convertimos voluntariamente en anómicos seremos excluidos de la sociedad capitalista, de toda ella. La racionalidad de la Modernidad Ilustrada buscaba la autonomía (aquel que se dicta las leyes) del ser humano contra la heteronomía (aquel que se rige por leyes de otro) dictada por la Religión y el Mito. Hoy, y ante la contradicción que la racionalidad de la cultura del capitalismo impaciente genera en un ser social y político, como lo es persona por naturaleza, por la doble imposibilidad de dejar de serlo y de poder habitar otra cultura, hay que estar extremadamente formado e instruido en el humanismo para no ser seducido por la religión o el mito. Irónicamente, estudiar sólo ciencias nos puede arrojar en los brazos de los enemigos de la Modernidad.