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jueves, 31 de octubre de 2024

Jurado número dos, de Clint Eastwood

Luis Martínez, "Jurado Nº 2. Un eterno Clint Eastwood sin edad y sin piedad (****)", en El Mundo, 30 - X - 2024:

El más que longevo director completa una de sus películas más calladamente turbias de su filmografía

Cuenta Cicerón en su tratado sobre la vejez que Platón murió a los 81 y que la muerte le sorprendió en plena redacción de su último libro; que Isócrates escribió a los 94 'Panatenaicos' ("Y se sabe que vivió un quinquenio más") y que su maestro Leontino Gorgias cumplió los 107 y cuando le preguntaron por qué quería seguir viviendo, contestó: "No tengo nada que reprochar a la vejez". Uno se imagina a Clint Eastwood y sus 94 irreprochables años delante de su último trabajo y no queda otra que rendirse. No está claro que 'Jurado Nº 2' sea su última película, pero si así fuera, pocos adioses tan perfectos, tan vitales y tan ajenos a su condición de despedida.

'Jurado Nº 2' insiste en buena medida en el núcleo de una filmografía y hasta una vida obsesionadas las dos por las heridas de la culpa, por el sentido de la justicia y por los muchos inconvenientes de la vida en común. El director de 'Sin perdón', 'Mystic River' y 'Million Dollar Baby' (todas obras mayores) retoma ese cauce oculto de un cine en el que el más furioso de los libertarios convive con el más cabal de los moralistas. A distancia de esa obsesión reciente por los esforzados héroes anónimos, se diría que el cineasta vuelve a lo mejor de sí no tanto para purgar penas o hacer balance como para simplemente recordarse y recordarnos que, a veces, el mejor cine descansa en un simple plano detenido sobre una mirada que huye, un gesto furtivo que delata o nada más que una duda.

La película remite a los grandes dramas judiciales a puerta cerrada. La memoria del cine transparente y efectivo del Sidney Lumet de '12 hombres sin piedad' respira en cada secuencia con una certeza muy cerca de todos los abismos. La historia se antoja tan improbable como cautivadora. Y muy turbia. Un hombre es elegido como miembro del jurado popular en el juicio de un homicidio (o quizá asesinato) del que él, que no el acusado, es en verdad culpable. Lo que sigue es una deliberación cerca de la eternidad sea en el interior de la sala de, precisamente, deliberaciones como en lo más hondo de una conciencia que arde. Confesar e inmolarse en un acto de verdad que también lo es de justicia, o callar y dejar que la vida siga su curso. En verdad, todo es más complejo. El protagonista también es inocente (todo no fue más que un error, un accidente), pero no tiene forma de demostrarlo. Es decir, si se descubre ante todos, da lo mismo sus razones, pierde él y pierde la verdad. Y si se mantiene en silencio, pierde un inocente y pierde la justicia. ¿Puede ser acaso distinta la justicia de la verdad? ¿Dónde queda aquel célebre aforismo de que la justicia es la verdad en acción? Y así.

'Jurado Nº 2' avanza por la pantalla con cada plano en su sitio de la mano de una estructura dispuesta en espiral tan absorbente como reveladora, tan eficaz como libre de adornos. El perfecto trabajo tanto de Nicholas Hoult, en el papel del miembro del jurado a brazo partido contra su destino y su culpa, como de la siempre renacida Toni Collette, en la piel de una despiadada fiscal, puntúan cada tragedia diminuta con una profundidad a la altura de su transparencia. Lo profundo está en la superficie. Eastwood vuelve a su cine de fraseos largos, de escenas únicamente pendientes del peso de las miradas, de ambigüedades perfectamente calculadas y de un raro clasicismo que, de repente, se antoja casi vanguardista. Y todo ello arropado por un coro de voces (J. K. Simmons, Kiefer Sutherland o Cedric Yarbrough) que no solo ofrecen relieve y hondura, sino que acaban por configurar el escenario de un espejo que delata: ellos somos nosotros.

El resultado es una película que también es una prueba de vida. Definitivamente, en la vejez de Eastwood caben todas las juventudes del mundo.

Dirección: Clint Eastwood. Intérpretes: Nicholas Hoult, Toni Collette, J. K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina. Duración: 117 minutos. Nacionalidad: Estados Unidos.

sábado, 19 de octubre de 2024

La felicidad, jajá

 Anónimo de Internet: 

Un profesor le dio un globo a cada estudiante que tuvo que inflarlo, escribir su nombre en él y tirarlo en el pasillo. El profesor entonces mezcló todos los globos. A los estudiantes se les dio 5 minutos para encontrar su propio globo. A pesar de una agitada búsqueda, nadie encontró su globo. En ese momento, el profesor les dijo a los estudiantes que tomaran el primer globo que encontraran y se lo entregaran a la persona cuyo nombre estaba escrito en él. En 5 minutos cada uno tenía su propio globo.

El profesor dijo a los estudiantes: Estos globos son como “la felicidad”, nunca la encontraremos si todo el mundo está buscando la suya, pero si nos preocupamos por la felicidad de los demás... también encontraremos la nuestra.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Deberes humanos

 Los plutócratas poseen más derechos que deberes y los menesterosos más deberes que derechos. Por eso los pobres son los primeros en sufrir los errores de los poderosos, mientras que a los poderosos estos nunca los alcanzan, y por esto deberían merecer más respeto y cortesía que estos, de quien hablan siempre las bocas más grandes, el mainstream, y no como suele hacerse despreciando a los pobres. Ningún rico ha hecho ÉL SOLO su fortuna; su trabajo es hacer trabajar a los demás para extraerles la plusvalía. Incluso según Balzac, en el origen de toda gran fortuna hay un crimen. Desde antiguo (egipcios, hebreos, griegos, romanos) se han propuesto obligaciones o deberes emanados de la costumbre y el derecho natural que han inspirado las legislaciones y la ética y que contienen preceptos comunes para todo tiempo y lugar. También existe una más reciente Carta universal de los deberes y obligaciones de las personas (véase la Wikipedia) pero el problema es: hasta donde podemos coincidir en definir qué es un ser humano (hay quien prefiere hablar de personas o individuos, conceptos jurídicamente distintos) y los límites de la palabra universal).


Estas son las formulaciones


A. La confesión negativa del Libro de los muertos egipcio:


No he causado sufrimiento a los hombres.


No he empleado la violencia con mis parientes.


No he sustituido la Injusticia a la Justicia.


No he frecuentado a los malos.


No he cometido crímenes.


No he hecho trabajar en mi provecho con exceso.


No he intrigado por ambición.


No he maltratado a mis servidores.


No he blasfemado de los dioses.


No he privado al indigente de su subsistencia.


No he cometido actos execrados por los dioses.


No he permitido que un servidor fuese maltratado por su amo.


No he hecho sufrir a otro.


No he provocado el hambre.


No he hecho llorar a los hombres, mis semejantes.


No he matado ni ordenado matar.


No he provocado enfermedades entre los hombres.


No he sustraído las ofrendas de los templos.


No he robado los panes de los dioses.


No me he apoderado de las ofrendas destinadas a los Espíritus santificados.


No he cometido acciones vergonzosas en el recinto sacrosanto de los templos.


No he disminuido la porción de las ofrendas.


No he tratado de aumentar mis dominios empleando medios ilícitos, ni de usurpar los campos de otro.


No he manipulado los pesos de la balanza ni su astil.


No he quitado la leche de la boca del niño.


No me he apoderado del ganado en los prados.


No he cogido con lazo las aves destinadas a los dioses.


No he pescado peces con cadáveres de peces.


No he obstruido las aguas cuando debían correr.


No he deshecho las presas puestas al paso de las aguas corrientes.


No he apagado la llama de un fuego que debía de arder.


No he violado las reglas de las ofrendas de carne.


No me he apoderado del ganado perteneciente a los templos de los dioses.


No he impedido a un dios el manifestarse.


¡Soy puro! ¡Soy puro! ¡Soy puro! ………"


B) Hebreos (los Diez mandamientos dados por Yahvé al hermano del faraón hereje Akenatón, Tutmosis, esto es, Tut-Moisés:


Los Diez Mandamientos


(Exodo 20 – Biblia Reina-Valera 1960)


Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Yahvé tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.


No tendrás dioses ajenos delante de mí.


No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.


No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.


No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.


Acuérdate del día de reposo para santificarlo.


Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.


Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.


Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.


No matarás.


No cometerás adulterio.


No hurtarás.


No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.


No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


C) Griegos: los diez mandamientos de Solón de Atenas:


Ten por más fiel la nobleza de carácter que el juramento.

No mientas.

Aplícate a cosas útiles.

No te apresures a elegir tus amigos.

Manda cuando hubieres ya aprendido a obedecer.

No aconsejes lo más agradable, sino lo mejor.

Toma por guía la razón.

No te familiarices con los malos.

Venera a los dioses.

Honra a los padres.

Texto original:


​καλοκἀγαθίαν ὅρκου πιστοτέραν ἔχε.


Μὴ ψεύδου.


Τὰ σπουδαῖα μελέτα.


Φίλους μὴ ταχὺ κτῶ·


οὓς δ' ἂν κτήσῃ μὴ ἀποδοκίμαζε.


Ἄρχε πρῶτον μαθὼν ἄρχεσθαι.


Συμβούλευε μὴ τὰ ἥδιστα, ἀλλὰ τὰ ἄριστα.


Νοῦν ἡγεμόνα ποιοῦ.


Μὴ κακοῖς ὁμίλει.


θεοὺς τίμα


γονέας αἰδοῦ


D) Los romanos:


honeste vivere


alterum non laedere


suum cuique tribuere


Vivir honestamente, no perjudicar a otro, dar a cada uno lo suyo.


E) Otras más modernas.


Durante los primeros tiempos de la Revolución Francesa se redactaron los que se creyeron primeros Derechos del hombre (Constitución de 1789); y los recogidos en las Enmiendas a la Constitución de los EE. UU. de Norteamérica, si bien ya en África, y en concreto en un lugar tan ajetreado últimamente como Mali, un gobernante llamado Sundiata Keita ya los había formulado más de quinientos años antes en una constitución llamada en su lengua Kurukan Fuga, o Carta del Mandén (1235).


La Kurukan Fuga es de intención universal: se dirige a "las doce partes del mundo" y está redactada en verso (una prosa que ha hecho gimnasia) para ser mejor memorizada. Suprime la esclavitud y proclama los siguientes derechos y deberes:


"Toda vida es una vida"


"El daño requiere reparación"


"Practica la ayuda mutua"


"Cuida de la patria"


"Elimina la servidumbre y el hambre"


"Que cesen los tormentos de la guerra"


"Cada quien es libre de decir, de hacer y de ver"


Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano francés en 1789:


1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común.


2. La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.


3. La fuente de toda soberanía reside esencialmente en la nación; ningún individuo, ni ninguna corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.


4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás. El ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el disfrute de los mismos derechos. Estos límites solo pueden ser determinados por la ley.


5. La ley solo puede prohibir las acciones que son perjudiciales a la sociedad. Lo que no está prohibido por la ley no puede ser impedido. Nadie puede verse obligado a aquello que la ley no ordena.


6. La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual para todos, sea para proteger o para castigar. Siendo todos los ciudadanos iguales ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos.


7. Ningún hombre puede ser acusado, arrestado y mantenido en confinamiento, excepto en los casos determinados por la ley, y de acuerdo con las formas por esta prescritas. Todo aquel que promueva, solicite, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser castigado, y todo ciudadano requerido o aprendido por virtud de la ley debe obedecer inmediatamente, y se hace culpable si ofrece resistencia.


8. La ley no debe imponer otras penas que aquellas que son estrictas y evidentemente necesarias; y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley promulgada con anterioridad a la ofensa y legalmente aplicada.


9. Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido declarado convicto. Si se estima que su arresto es indispensable, cualquier rigor mayor del indispensable para asegurar su persona ha de ser severamente reprimido por la ley.


10. Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aún por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley.


11. Puesto que la libre comunicación de los pensamientos y opiniones es uno de los más valiosos derechos del hombre, todo ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, excepto cuando tenga que responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.


12. Siendo necesaria una fuerza pública para garantizar los derechos del hombre y del ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio de la comunidad, y no para el provecho particular de las personas a las que ha sido confiada.


13. Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los gastos de administración, una contribución común, esta debe ser distribuida equitativamente entre los ciudadanos, de acuerdo con sus facultades.


14. Todo ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por su representante, a constatar la necesidad de la contribución pública, a consentirla libremente, a comprobar su adjudicación y a determinar su cuantía, su modo de amillaramiento, su recaudación y su duración.


15. La sociedad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su administración.


16. Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la separación de poderes determinada, no tiene constitución.


17. Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá ser privado de él, excepto cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exige de manera evidente, y a la condición de una indemnización previa y justa.


Las 27 Enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos. Las primeras diez enmiendas fueron ratificadas simultáneamente y son conocidas como la Carta de Derechos.


Primera Libertad de culto, de expresión, de prensa, petición y de reunión.


Segunda Derecho a poseer y portar armas.


Tercera Alojamiento de soldados en casa privada en tiempos de paz.


Cuarta Interdicción de registros e incautaciones irrazonables, es necesaria una orden de registro para buscar personas o bienes.


Quinta Derecho a un debido y rápido proceso; judicial y a no autoincriminarse.


Sexta Derechos del acusado.


Séptima Derecho a un juicio ante jurado en los casos civiles.


Octava Fianzas y multas excesivas; castigos crueles e inusuales


Novena Protege derechos no enumerados en Constitución.


Décima Poderes reservados para los estados o para el pueblo.


Undécima Inmunidad de los estados ante demandas judiciales extranjeras.


Duodécima Revisión del proceso de las elecciones presidenciales.


Decimotercera Abolición de la esclavitud.


Decimocuarta Ciudadanía, debido proceso estatal, igual protección.


Decimoquinta Sufragio racial.


Decimosexta Impuestos federales sobre los ingresos.


Decimoséptima Elecciones directas para el Senado de los Estados Unidos


Decimoctava Ley seca, que prohibía la producción y venta de alcohol. (Derogada por la 21ª enmienda)


Decimonovena Sufragio femenino


Vigésima Inicio del período del congreso (3 de enero) y del presidente (20 de enero)


Vigesimoprimera Derogación de la Decimoctava Enmienda; se permite que cada estado o localidad establezca leyes secas.


Vigesimosegunda Limitación de la elección del presidente a dos períodos.


Vigesimotercera Representación de Washington D. C. en el colegio electoral.


Vigesimocuarta Prohibición de condicionar el voto al pago de impuestos de capitación o cualquier otro impuesto.


Vigesimoquinta Incapacidades presidenciales


Vigesimosexta Se baja el mínimo para el sufragio universal a la edad de 18 años.


Vigesimoséptima La variación de la remuneración de los miembros del congreso.


F) Carta de los deberes y las obligaciones de las personas de 2017


Veamos ahora las cincuenta cláusulas y los 23 deberes y obligaciones, muchas de ellos también derechos (tanto de primera como de segunda generación, como los derivados de la constitución de Weimar) de la persona tal y como se han redactado en 2017:


Nos fue propuesta una Declaración Universal de los Derechos Humanos y con eso creíamos que lo teníamos todo, sin darnos cuenta de que ningún derecho podrá subsistir sin la simetría de los deberes que le corresponden. El primer deber será exigir que esos derechos sean no sólo reconocidos sino también respetados y satisfechos. No es de esperar que los Gobiernos realicen en los próximos cincuenta años lo que no han hecho en estos que conmemoramos. Tomemos entonces, nosotros, ciudadanos comunes, la palabra y la iniciativa. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes. Tal vez así el mundo comience a ser un poco mejor. Preámbulo Considerando que los derechos humanos son la mayor conquista jurídica y social de nuestro tiempo para garantizar la dignidad de todas las personas sin distinción alguna de sus condiciones individuales, sociales o culturales, Considerando la necesidad de reconocer la emergencia de nuevos derechos así como de realizar una lectura actualizada, intergeneracional, relacional y solidaria de los mismos que enfatice debidamente su función social, Reiterando que los principales obligados al cumplimiento de los derechos humanos son los Estados nacionales y los organismos internacionales y regionales, Subrayando la importancia de que todos los individuos y las organizaciones cumplan también con tales derechos.


Declaración Universal de Deberes Humanos


Atendiendo a las crecientes desigualdades y violaciones a los derechos humanos y a las dificultades de alcanzar las metas planteadas para lograr el desarrollo armónico de la humanidad en su conjunto,


Entendiendo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos dispone en su artículo 29 que todas las personas deben cumplir con sus deberes jurídicos respecto a sus comunidades,


Asumiendo que en el cumplimiento de los deberes jurídicos no se agotan las posibilidades de alcanzar el pleno desarrollo de las personas, siendo las obligaciones éticas igualmente indispensables para el sostenimiento de las instituciones democráticas y el Estado de derecho,


Admitiendo la necesidad de que la totalidad de los individuos y organizaciones sociales en que éstos decidan participar deben cumplir sus deberes jurídicos y obligaciones éticas, sin que en ningún caso su incumplimiento pueda servir de pretexto para que el Estado se exima de sus propias obligaciones,


Reconociendo que las personas y los distintos actores sociales pueden tener por su poder, capacidad o función social, diferentes grados de responsabilidad en su contribución a las condiciones de garantía del disfrute de derechos por parte de todos.


Declaramos:


1. Todas las personas tenemos el deber de cumplir y exigir el cumplimiento de los derechos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el resto de instrumentos nacionales e internacionales y las obligaciones necesarias para garantizarlos con efectividad.


2 Todas las personas tenemos el deber y la obligación de un ejercicio solidario y no abusivo de los derechos y del disfrute responsable de los bienes y servicios.


3 Todas la personas, y en especial las organizaciones sociales, económicas y culturales, tenemos el deber y la obligación de no discriminar y de exigir que se combata la discriminación por motivo de raza, color, sexo, edad, género, identidad y orientación sexual, idioma, religión, opinión política o ideología, origen nacional, étnico o social, discapacidad, propiedad, nacimiento u otros motivos similares.


4. Todas las personas tenemos la obligación y el deber de respetar y exigir que se respete la vida y la integridad física, psíquica y moral de las personas.


5. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones sociales y culturales, tenemos el deber, la obligación y la responsabilidad de no participar ni condonar prácticas de desaparición forzosa, esclavitud, trata de niños y adultos, tortura, tratos inhumanos, crueles y degradantes, violencia de género, explotación infantil y trabajo forzoso.


6. Todas las personas, organizaciones económico empresariales, organizaciones sociales y culturales, entidades religiosas y centros educativos, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir que se respete la identidad, autonomía e indemnidad sexual de las personas, menores y adultos.


7. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de no participar ni condonar las prácticas de abusos y violencia sexual, esclavitud sexual, trata de personas con fines de prostitución y explotación pornográfica. seis


8. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto de la autonomía corporal y la vida privada y familiar de las personas.


9. Todas las personas y entidades religiosas tenemos el deber y la obligación de respetar las distintas formas de relación que cada quien elija libremente.


10. Todas las personas, organizaciones sociales, económicas y culturales y, en especial, las autoridades eclesiásticas y creyentes, medios de comunicación, centros educativos, organizaciones económico empresariales y empleadores, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto a la libertad ideológica y religiosa de las personas y de no incitar al odio y a la discriminación.


11. Todos los practicantes, creyentes y seguidores de cualquier ideología y religión tenemos el deber y la obligación de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales en sus prácticas o manifestaciones.


12. Todas las personas y organizaciones, en especial los medios de comunicación, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto a la libertad de expresión e información y de contribuir al acceso de todos los grupos y colectivos a los mismos con pleno respeto al pluralismo.


13. Todas las personas tenemos, en la medida de nuestras condiciones y posibilidades, el deber y la obligación de informarnos y participar responsablemente en los asuntos públicos.


14. Todas las personas y los medios de comunicación, incluidos los participantes de redes sociales, tenemos el deber y la obligación de velar por la veracidad de la información transmitida, por la salvaguardia de la intimidad y respetabilidad de las personas y por el uso responsable del ciberespacio.


15. Todas las personas y los medios de comunicación, incluidos los participantes de redes sociales, tenemos el deber y la obligación de no incitar a la violencia o discriminación.


16. Todas las personas tenemos el deber y la obligación, dentro de nuestras condiciones y posibilidades, de participar responsablemente en los asuntos públicos y en la toma de decisiones colectivas.


17. Todas las personas, y en particular las organizaciones económico empresariales, los partidos políticos y demás organizaciones sociales, económicas y culturales, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto de las reglas de financiación de las campañas electorales y de los partidos políticos.


18. Todos los partidos y organizaciones políticas tienen el deber y la obligación de contribuir a la Declaración Universal de Deberes Humanos articulación democrática de la sociedad, a la integración de la representación política, con especial atención al objetivo de la paridad de género.


19. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de exigir educación gratuita de acceso universal y la responsabilidad de instruirse aprovechando debidamente los recursos educativos.


20. Los padres o tutores y centros educativos tienen el deber y la obligación de educar sin incurrir en discriminación de tipo alguno.


21.. Las instituciones académicas y educativas y los docentes tienen el deber y la obligación de promover y desarrollar la conciencia de los derechos humanos, la democracia, la paz, el pluralismo, la igualdad de género y el respeto a las distintas formas de diversidad y al medio ambiente.


23. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto a la cultura y lenguas propias y ajenas, así como a la memoria colectiva de los pueblos y su patrimonio cultural material e inmaterial y de transmitir ese patrimonio común a las generaciones futuras.


24. Las organizaciones económico empresariales tienen el deber y la obligación de respetar los recursos naturales de los que dependen las prácticas culturales de los pueblos indígenas y otros grupos autóctonos.


25. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de proteger la biodiversidad y de respetar y fomentar la multiculturalidad.


26. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar la creación cultural y las producciones científicas, literarias o artísticas y de velar por el respeto de los derechos morales y materiales de los autores y creadores.


27. Los investigadores, científicos, centros de investigación y las empresas y demás organizaciones sociales, económicas y culturales tienen el deber y la obligación de promover el conocimiento, el desarrollo y la innovación científica y tecnológica responsable en beneficio de la humanidad, y de proceder de conformidad con las mejores prácticas éticas.


28. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de prevenir enfermedades y contagios, así como de hacer un uso racional y responsable de los servicios de salud.


29. Todas las empresas y empleadores tienen el deber y la obligación de velar por las condiciones salubres del trabajo.


30. Todas las personas tenemos el deber de exigir prestaciones de salud de carácter gratuito y universal así como la regulación adecuada de los precios de los medicamentos.


31. Todas las empresas farmacéuticas y médicas tienen el deber y la obligación de compartir conocimiento científico y técnico y de fijar los precios de los medicamentos de forma que no se impida el acceso de la población a condiciones básicas de salud.


32. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones sociales y culturales, tenemos el deber y la obligación de distribuir equitativamente los alimentos y de no desperdiciarlos a fin de erradicar el hambre.


33. Todas las personas y empresas dondequiera que ubiquen la sede de su actividad, tenemos el deber y la obligación de promover y de exigir un trabajo en condiciones dignas y seguras, Declaración Universal de Deberes Humanos con una retribución justa, no discriminatoria y con pleno respeto a la prohibición del trabajo infantil.


34. Los empleadores tienen el deber y la obligación de garantizar la igualdad de oportunidades y la no discriminación en el empleo, de respetar el derecho de los trabajadores a organizarse colectivamente y a la libertad sindical, de promover el pleno empleo y el acceso de los jóvenes al trabajo y de proporcionar medidas de acomodo razonable a las personas con discapacidades y necesidades específicas.


35. Los empleadores tienen el deber y la obligación de contribuir al sistema de seguridad social.


36. Los empresarios tienen el deber y la obligación de respetar y promover el cumplimiento de los derechos humanos dentro de sus esferas de influencia y, en especial, de abstenerse de formas de explotación humana.


37. Todas las personas tenemos el deber de desempeñar nuestro trabajo y profesión con sujeción a los respectivos códigos deontológicos.


38. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar el derecho a la propiedad individual y colectiva.


39. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de aceptar los límites que imponga la función social de la propiedad.


40. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar la libertad de movimientos y de exigir que se vele por los derechos de los migrantes, solicitantes de asilo y refugio.


41. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de hospitalidad para con los migrantes, refugiados y asilados, así como de exigir la contribución al desarrollo y la paz de los países de origen o proveniencia.


42. Todas las personas y organizaciones económico empresariales tenemos el deber y la obligación de conservar y exigir el cuidado del medio ambiente y la protección de la biodiversidad para el disfrute de las generaciones presentes y futuras, haciendo un uso racional y eficiente de las energías y recursos naturales y garantizando el desarrollo sostenible.


43. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto del hábitat y formas y condiciones de vida de los animales no humanos, así como de abstenerse de cualquier forma de crueldad en la producción de alimentos. diecinueve En reconocimiento de la interdependencia humana, todos, sin distinción de sexo, tenemos el deber y la obligación de contribuir al cuidado de personas dependientes, vulnerables y en situación de vulnerabilidad, así como la obligación de exigir prestaciones públicas que contribuyan al desarrollo de la especie humana.


44. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones sociales y culturales, tenemos la obligación de contribuir al sostenimiento del gasto público y a la reducción de la desigualdad de forma proporcional, progresiva y suficiente para garantizar Declaración Universal de Deberes Humanos la satisfacción de los derechos, y en particular los sociales, culturales, económicos y ambientales.


45. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones de todo tipo, tenemos el deber y la obligación y exigir a las autoridades que luchen contra la evasión fiscal.


46. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de velar por el cumplimiento de las normas del orden jurídico nacional e internacional y de acatamiento de la autoridad legítima.


47. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de contribuir y exigir la buena gobernanza, la erradicación de la corrupción y la impunidad.


48. Todas las personas y organizaciones económico empresariales tenemos el deber y la obligación de colaborar con la administración de justicia y la persecución de la criminalidad nacional e internacional.


49. Todas las personas y organizaciones tenemos el deber y la obligación de contribuir a la resolución pacífica de los conflictos y a la paz, en particular las empresas productoras y comercializadoras de armas y municiones.


50. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de contribuir a la defensa de los intereses fundamentales de su comunidad y de no permitir el reclutamiento y participación de menores.

domingo, 8 de septiembre de 2024

La justicia de la vida

Víctor Hugo, autor de Los miserables: "Cuando tenía catorce años robé un trozo de pan para poder comer, me metieron en el calabozo y me dieron pan gratis durante seis meses. Esa es la justicia de la vida"

domingo, 5 de mayo de 2024

Los griegos y la educación en valores

LOS GRIEGOS y la educación en valores

Antonio Ramón Navarrete Orecera, Úbeda, julio de 2002:  

En nuestro intento de revalorizar el mundo clásico y detectar su influencia a lo largo de los siglos, presentamos ahora un nuevo trabajo, que más tiene que ver con el texto que con la imagen, nuestro último objeto de estudio. Del arte hemos pasado a la palabra, esta vez para tratar de contribuir en un tema que tan presente está en todos los objetivos pedagógicos: la educación en valores. Nadie duda hoy, desde teóricos[1] hasta profesionales de la enseñanza, de que los valores deben presidir la escuela y de que éstos se pueden enseñar, como decía Sócrates respecto a la virtud. Pero, igualmente, estaremos de acuerdo en que nunca como ahora se están dando tantos contravalores en ella (violencia, indisciplina, desidia, falta de respeto...), por no extendernos a la sociedad. No afirmamos que una vuelta a los clásicos resuelva el problema, pero sí que nos pueden proporcionar un material precioso en nuestro propósito educativo de formar al joven y de darle algunas pautas útiles para su vida pública y privada. Y parece que esta potencialidad de los clásicos ha pasado desapercibida a nuestras autoridades legislativas[2].

Si con la mitología veíamos que era una fuente inagotable de valores para artistas y clientes[3] –y aún sigue siéndolo[4], con la literatura clásica, que hace del hombre su centro de mira, se amplia, como es lógico, mucho más esta dimensión. A falta de una antología de textos que recoja esta sabiduría antigua, el mismo grupo de profesores que trabajamos en La Cultura Clásica a través de imágenes nos propusimos revisar practicamente toda la literatura griega[5], desde Homero al siglo IV[6], buscando aquellas ideas o pensamientos que se ajustasen a nuestro objetivo. A este imperativo de contenido se unía otro: el de la brevedad, si queríamos ser efectivos[7]. En esto coincidiríamos con un diccionario al uso de citas o frases célebres, tanto general como específico[8], pero no nos hemos limitado a las frases que la tradición ha sancionado como famosas, sino que hemos ampliado nuestro campo de acción todo lo que nuestras exigencias de contenido y extensión lo han permitido. Toda selección implica un riesgo de subjetividad y seguro que no es la misma la que hizo Demetrio de Falero en el siglo III a.C. que la que podamos hacer ahora nosotros a principios del siglo XXI.

En una primera versión del trabajo (Úbeda, 1995, inédito) el material obtenido fue amplísimo, tanto en temas (145) como en frases (662 pp.). Para esta ocasión se imponía una segunda selección, que se ajustara, sobre todo, a la clasificación de valores que proponen los manuales especializados. Y creo que la obra colectiva Educación en valores. Diseño de un eje transversal (ed. Narcea, Madrid, 1995)[9], podría servirnos bien de pauta. Aquí se categorizan diez valores: vitales, de producción, noéticos, afectivos, sociales, estéticos, de desarrollo, éticos, trascendentes y temporales; cada uno, a su vez, se subdivide en otros, que hemos tratado de adaptar a nuestros epígrafes. En esta primera entrega nos limitaremos a los cuatro primeros, que recogen aproximadamente un 30% de la información total, dejando el resto para una segunda.

Este material podría ser utilizado en la clase, sirviendo de base al alumno para el análisis y la reflexión; la disposición de los autores en orden cronológico permite seguir cómodamente la evolución del pensamiento griego. Como ejercicio, en cada apartado se podrían distinguir los distintos matices y agruparlos como las acepciones de un diccionario; por ejemplo, en el tema de la amistad, que es uno de los más amplios, cabrían distribuciones como ésta: 1) definición, 2) superior a la riqueza, 3) concesión paulatina, 4) exigencia de vida social, 5) “díme con quien andas y te dirá quién eres”, 6) comparación con un hermano, 7) exigencia de hechos mas que de palabras, 8) al amigo verdadero se le conoce en la desgracia, 9) piedra de toque para distinguirlos, 10) comunidad de bienes, 11) similitud de caracteres, 12) bondad, 13) sinceridad y 14) el amigo es otro yo. En fin, la comparación con los refranes españoles sería muy ilustrativa para comprobar la pervivencia de éste u otros conceptos: de la amistad, en concreto, el Refranero general ideológico español de Martínez Kleiser (ed. Hernando, Madrid, 1993), el más completo en nuestro idioma, aporta 650 refranes (pp. 32-39), clasificados también temáticamente[10].

I. VALORES VITALES

1. Vida sana:

-Tener salud es lo mejor para un mortal,

lo segundo es haber nacido hermoso por naturaleza,

lo tercero ser rico sin engaños,

y lo cuarto gozar de la juventud con los amigos

(Escolios de lírica, fr. PMG 890)


-Pido primero la salud, luego el bienestar, en tercer lugar estar alegre, y por último no deber nada a nadie (Filem., fr. 163 Kock).


-Lo mejor es tener salud, lo segundo ser hermoso y lo tercera adquirir riquezas sin fraude (Plat., Gorg. 451e).


-La salud es más digna de preferencia que el placer (Arist., Ret. I 7, 1363b38).


-De nada servirían todos los bienes de la vida con sólo que faltase la salud (Luc., Sobre una falta..., 11).


-Conténtate con vivir sano y feliz (Epict., Plát. III 24, 118).


-La resistencia del cuerpo es mejor que la belleza (Esopo, La golondrina...229).


-Todas las enfermedades del hombre nacen de los manjares que sirven de alimento.


(Heród., Hist. II 77).


-Sueño, insomnio: cuando ambos se producen más de lo adecuado, es mala señal. (Hipócr., Afor. II 3).


-Cuando se toma una alimentación mayor de la adecuada a la constitución física, eso produce una enfermedad (Hipócr., Afor. II 17).


-Todo exceso es enemigo de la naturaleza. En cambio actuar poco a poco es norma segura, especialmente pasar de una cosa a otra (Hipócr., Afor. II 51).


-Si quieres saber si una mujer está embarazada, cuando vaya a acostarse sin cenar, dale miel disuelta para que la beba. Si tiene un retortijón por el vientre, está embarazada; si no lo tiene, no lo está (Hipócr., Afor. V 41).


-Si una mujer lleva en su vientre un varón, tiene buen color; si lleva una hembra, mal color (Hipócr., Afor. V 42).


-La blandura es buena, la dureza mala (Hipócr., Afor. V 67).


-Es preciso que el enfermo oponga resistencia a la enfermedad junto con el médico. (Hipócr., Epid. I 11).


-No hay en la vida nada mejor que la salud (Menand., Sent. 562).


-La salud y la inteligencia son bienes en la vida (Menand., Sent. 779).


  2.   Vida deportista:


-No hay gloria mayor para el hombre mientras vive que lo que hace con sus pies o con sus manos (Hom., Od. VIII 147).


-No es la misma la meta de la deliberación que la meta de la carrera (Sóf., fr. 856).


-No puede el ser humano mantenerse sano sólo comiendo, sino que tiene además que practicar ejercicios (Hipócr., Sobre la dieta 2).


-Un ejercicio del alma es para los seres humanos la reflexión (Hipócr., Epid. V 5).


-Ejercicios físicos, comidas, bebidas, sueño, relaciones sexuales: moderadamente. (Hipócr., Epid. VI 2).


-Los jóvenes más bellos son los que actúan en el pentatlón (Arist., Ret. I 5, 1361b10).


-Ejercítate en la gimnasia corporal, pero no en la que tiende a la fuerza, sino en la que busca la salud (Isócr., Dem. 14).   


3. Paz:


-Nadie es tan necio que prefiera la guerra a la paz: en ésta los hijos entierran a sus padres, y en aquélla los padres a los hijos (Heród., Hist. I 87).


-Es propio de hombres prudentes conservar la paz si no son ultrajados, y de hombres valerosos, trocar la paz en guerra al serlo (Tucíd., Hist. I 120).


-No quebrantan la paz los que se defienden, sino los que atacan los primeros (Tucíd., Hist. I 123).


-No resolvemos las guerras, sino que las aplazamos (Arist., Ret. III 10, 1411b15).


-Aunque son muchos los males inherentes a la naturaleza de los hombres, nosotros mismos hemos añadido más de los necesarios al haber hecho guerras y revueltas entre nosotros (Isócr., Paneg. 167).


-Parece que las ciudades y sus territorios son de quienes los han adquirido con justicia y legalidad, mas, en realidad, son de los que se ejercitan más en la guerra y pueden vencer en los combates a sus enemigos (Isócr., Panat. 46).


-Es mucho más hermoso conquistar el afecto de las ciudades que sus murallas (Isócr., Carta II 21).


-Verdaderamente están en paz sólo los que muestran que no necesitan vivir totalmente en paz (E. Aríst., Panat. 197).


4. Sueño:


-De Zeus también procede el sueño (Hom., Il. I 63).


- El mucho dormir es dañino (Hom., Od. XV 394).


-El sueño hace olvidar lo bueno y lo malo cuando cubre los párpados (Hom., Od. XX 85).


-Muerte es cuantas cosas vemos al despertar, sueño cuantas vemos al dormir (Herácl., 656 (22 B 21) [Clem., Strom. III 21] 


-Intenso es el sueño al sol del mediodía (Sóf., Filoct. 857).


-Suelen rondarnos en sueños las imágenes de lo que pensamos de día (Heród., Hist. VII 16).


-Descanso de todos los males es el sueño (Menand., Sent. 76).


-El sueño es cura de toda enfermedad (Menand., Sent. 783).


-Lo único que los dioses nos dieron gratis es el sueño (Plut., Moralia 166b).


-No seas rico en sueños y sientas hambre al despertar (Luc., El sueño 1).


-No acojas al sueño en tus delicados ojos hasta hacer, por tres veces, un recorrido por tus actos del día: ¿en qué he delinquido?, ¿qué acto he realizado?, ¿qué obligación he incumplido? (Pitágoras en Porf., Vida de Pit. 40).


4. Placer:


-Porque ni llorando remediaré nada y nada pondré peor dándome al placer y al regocijo (Arquíl., fr. 8)


-Ten decisión para obsequiarte a ti mismo con las cosas placenteras hasta el fin de la vida (Sem., El. fr. 1).


-Cuando algo exige esfuerzo, mayor es el placer que le sigue (Pínd., Nem. VII 74).


-La mejor manera que tiene el hombre de conducir su vida es estar lo más posible de buen ánimo y apenarse lo menos posible (Demócr.,  fr. 743).


-Ningún placer ha de aprobarse si no es conveniente (Demócr., fr. 798).


-Los placeres más esporádicos son los que más hacen gozar (Demócr., fr. 801).


-El sensato debe reunir los placeres. Y son tres los que, al menos, poseen la virtud que verdaderamente es útil a la vida: beber, comer y disfrutar de Afrodita. Y a todas las demás cosas hay que llamarlas añadiduras (Alexis, fr. 271).


-Evita el placer que trae detrás un daño (Alexis, fr. 296; cf. Menand., Sent 806).


-Uno disfruta comiendo, otro durmiendo (Menand., Sent. 75).


-El hombre dominado por los placeres de los sentidos es enteramente incapaz de cualquier virtud (Jenof., Memor. IV 5).


-¡Qué cosa más extraña, amigos, parece eso que los hombres llaman placer! ¡Cuán sorprendentemente está unido a lo que semeja su contrario: el dolor! (Plat., Fed. 60b).


-Sentir placer no es ser feliz, ni sentir dolor ser desgraciado; por consiguiente, resulta el placer distinto del bien (Plat., Gorg. 497a).


-Busca las distracciones que gozan de buena fama; pues el placer con el bien es lo mejor, sin él, lo peor (Isócr., Dem. 16).


-Al que se dedica a la molicie y ama los placeres hasta la saciedad, pronto las penas se unen a los placeres (Isócr., Dem. 46).


-La fuerza de los placeres es algo incontrolable, rebelde y necesitado de freno (Plut., Moralia 12b) 


-Todas las cosas que viven y ven el mismo sol que nosotros son esclavas del placer (Plut., Moralia 21c).


-Come, bebe y haz el amor, lo demás es nada (Plut., Moralia 336c).


-El placer consiste, ante todo, en la relajación total de la carne y, después, en el no tener el espíritu abrumado de barullo y confusión (Luc., Sobre los que están a sueldo 8).


-El placer que entra por los oídos se llama encanto y el que se produce a través de la vista, fascinación (Porf., Sobre la abst. III 22, 4).


II. VALORES  DE  PRODUCCIÓN

4. Riqueza:


-No ganes nunca ilícitamente, ganancia mal adquirida equivale a desgracia (Hes., Trab. 352).


-El dinero es la vida para los desgraciados mortales (Hes., Trab. 686).


-Si alguien encerrara en una casa mucho oro, unos pocos higos y dos o tres personas, vería cuán superiores al oro son los higos (ANAN., fr. 2).


-Nadie llega a la mansión de Hades con todas sus riquezas (Sol., fr. 14).


-Las riquezas traen a los hombres la locura (Teogn., El. I 230).


-En la pobreza se conoce al hombre vil y al que es mucho mejor (Teogn., El. I 393).


-Todo el mundo honra al rico y desprecia al pobre (Teogn. El. I 621).


-Cuanto más se desea, más se pierde lo que se tiene (Demócr., fr. 1061).


-Los avaros tienen el destino de las abejas: trabajan como si su vida fuese eterna (Demócr., fr. 1064).


-El ahorro y la privación son beneficiosos, pero también gastar en la ocasión apropiada (Demócr., fr. 1066).


-Si no deseas muchas cosas, lo poco te parecerá mucho (Demócr., fr. 1121).


-Ninguna institución ha surgido peor para los hombres que el dinero (Sóf., Antíg. 295).


-Mejor es obtener pérdida que mala ganancia (Sóf., fr. 807).


-El oro puede más entre los mortales que diez mil palabras (Euríp.,  Med. 964).


-Produce la misma alegría gozar de grandes riquezas que poseer poco pero con agrado (Euríp., Ión 647).


-Lo sufiente para la vida le basta a los sensatos (Euríp., Fen. 554).


-No estamos acostumbrados a dar: sólo nos gusta recibir (Aristóf. Asamb.) -De los bienes pon a la riqueza el último; pues es el más inconstante de los que poseemos (Alexis, fr. 282).


-Hay que tener el alma rica; pero estos bienes son apariencia externa, el tapiz de la vida (Alexis, fr. 309).


-Nadie honrado se ha enriquecido deprisa (Menand., El adulador 46).


-No desprecies tú a nadie por su pobreza (Menand., Sent. 209).


-Aborrezco al pobre que hace regalos al rico (Menand., Sent. 475.).


-Soportar la pobreza no está al alcance de cualquier hombre, sino del sabio (Menand., Sent. 633).


-Ningún mortal muere llevándose sus riquezas (Menand., Sent. 87).


-La riqueza puede hacer también personas generosas (Menand. Sent. 182).


-Acuérdate, si eres rico, de ayudar a los pobres (Menand., Sent. 478).


-Un bribón con dinero es un mal insoportable (Menand., Sent. 492).


-El arma más importante entre los hombres es el dinero (Menand., Sent. 612).  -El poseer riquezas no causa tanta satisfacción como pena el perderlos (Jenof., Cirop VIII 2, 23).


-Los hombres no tienen sus riquezas ni la pobreza en sus casas sino en sus almas (Jenof., Banq. IV; cf. Luc., Epigramas 19).


-No sólo se hacen más ricos los que acrecientan los bienes que ya poseen, sino también los que reducen los gastos (Arist., Ret. I 4, 1359b29).


-Los nuevos ricos molestan más que los que son de antiguo y por familia (Arist., Ret. II 9, 1387a19).


-Desprecia a los que se afanan por el dinero, y no pueden gozar de lo que tienen; pues a ellos les ocurre lo mismo que si uno compra un buen caballo sin saber montar bien (Isócr., Dem. 28).


-Aprecia tu fortuna actual por dos cosas: porque puedes pagar una multa y ayudar a un amigo que esté en mala situación (Isócr., Dem. 29).


-Acepto mejor una pobreza justa que una riqueza injusta (Isócr. Dem. 38).


-La grandeza está no en la posesión de bienes sino en su uso (Plut., Moralia 337d).


-¿Qué importan el oro y la plata, que en nada difieren de los guijarros que se encuentran en las playas? (Luc., El pescador 78).


-Un hombre rico, si tiene que comer solo, es un pobre (Luc., Sobre el parásito 58).


-No tengas por riqueza lo que se almacena, pues ¿en qué es mejor eso que arena reunida de cualquier parte? (Filóstr., Vida de Apolonio V 36).


-Cada hombre es dueño tan sólo del suelo que pisa (Arr., Anábasis VII 1, 6).


-Los bienes, fuera no los busquéis; en vosotros mismos buscarlos, si no, no los hallaréis. (Epict., Plat. IV 3, 11).


4. Trabajo:


-El alfarero al alfarero detesta y el carpintero al carpintero, y el mendigo al mendigo detesta y el juglar al juglar (Hes., Trab. 25).


-Los dioses y los hombres se indignan contra el que vive sin hacer nada (Hes., Trab. 302).


-El trabajo no es ningún oprobio, el oprobio es no trabajar (Hes., Trab. 308).


-No dejes nada para mañana ni para pasado mañana (Hes., Trab. 410).


-Y ni un solo momento se te pase sin hacer algo (Hip., fr. 64).


-A quienes nada intentan, silencio y anonimato (Pínd., Ístm. III/IV 48).


-Antes de la acción hay que hacer planes (Esq., Ag. 1359).


-El obrar por encima de nuestras posibilidades no tiene ningún sentido (Sóf., Antig. 67).


-No tiene sentido mantener una discusión entre dos acerca de una cosa justa, sino apresurarse a su ejecución (Sóf., Elec. 467).


-Nada sale sin esfuerzo (Sóf., Elec. 945).


-No aspiramos a hacer nuestra vida gloriosa con palabras, sino más bien con hechos (Sóf., Ed. Col. 1144; cf. Euríp. Ifig. Táur. 794)..


-Y si cualquier trabajo uno lo comienza con buen pie, también los momentos últimos lo lógico es que sean de ese modo (Sóf., fr. 831).


-Ningún gandul, por más que tenga siempre a los dioses en su boca, podrá reunir el sustento sin esfuerzo (Euríp., Elec. 80).


-Si al trabajo le añade un salario, se dobla el gusto que pongas en la tarea (Euríp., Reso 163).


-Todo lo que se busca acaba por descubrirse, si no te retiras antes ni evitas la dificultad (Alexis, fr. 30).


-Sábete bien esto: en cualquier asunto lo más eficaz es ser oportuno (Menand., El misántropo I 127).


-No me parece que sea agradable vivir bien gracias a los esfuerzos ajenos, sino con lo que uno mismo ha reunido (Menand., El misántropo V 338).


-Todo es por naturaleza fácil de decir, pero de hacer, no todo. Pues no son los mismos el trabajo y el sudor de antes de hablar que los de antes de obrar (Demóst., Proemio 45, 3).


-Toda nuestra vida está distribuida entre el trabajo y el descanso. El descanso es el condimento de los trabajos (Plut., Moralia 9c).


-Si uno comienza bien cualquier trabajo es natural también que consiga un final parecido (Plut., Moralia 16a).


-Cuando tengo tiempo libre, trabajo más (Plut., Moralia 99c).


-Las obras se reflejan en las palabras como en un espejo (Plut., Moralia 345f).


-Si se suprimieran a los hombres de acción, no existirían los de letras (Plut., Moralia 545c).


-Si se empieza bien, ya está hecha la mitad (Luc., El sueño 3).


-Todo hombre bueno debe trabajar (Luc., Apología 14).


-Además de pedir ayuda a los dioses, debemos contar con nuestra propia acción (Esop., El naúfrago y Atenea 30).


-Cuando hacen falta brazos la ayuda de las palabras no sirve para nada (Esop., La víbora y la hidra 90).


III.  VALORES NOÉTICOS


4. Verdad:


-No producen fruto las falsas palabras (Sóf., fr. 834).


-Donde es preciso mentir, mintamos (Heród., Hist. III 72).


-La verdad prevalece siempre (Sóf., Antíg. 1195).


-La opinión, sábetelo, domina a la verdad (Sóf., fr. 86).


-Ten ánimo. Diciendo la verdad no te derrumbarás nunca (Sóf. Fr. 588)..


-“Mienten mucho los poetas” (refrán en Arist.,  Met I 2, 983a3).


-Cada cosa tiene verdad en la medida en que tiene ser (Arist. Met. II 1, 993b30).


-Es propio del filósofo investigar la verdad (Arist., Met. IV 2, 1004b16).


-Uno no cree necesariamente todas las cosas que dice (Arist., Met. IV 3, 1005b25).


-Los que están forzados no dicen menos mentiras que verdades (Arist., Ret. I 15, 1377a4).


-Debe de hacerse todo de manera que a nadie se le oculte; porque puedes taparlo de momento, pero luego quedará a la vista (Isócr., Dem. 17).


-No hay ciencia que no se apoye en la verdad (Plut., Moralia 233b).


-El lenguaje de la verdad es simple, llano y sin afectación (Plut., Moralia 62c).


-El deber del juez es el del orador: decir la verdad (E. Aríst., Contra Platón II 9, 439).


-Sólo a la verdad se le deben ofrecer sacrificios si uno va a dedicarse a escribir historia, y debe desentenderse de todo lo demás (Luc., Cómo debe..., 39).


-La verdad no es totalmente grata a los oídos de quienes la escuchan, sino que su estima se ve muy superada por la falsedad (Luc., Hermótimo 51).


-El saber quien es el que dice la verdad es cuestión no de una fracción de día sino de muchos días (Luc., Hermótimo 56).


-Los mentirosos alardean más cuando no tienen quien los desmientan (Esop., La zorra y el mono, 14).


-Los mentirosos sólo ganan una cosa: no tener crédito aun cuando digan la verdad (Esop., El pastor bromista, 210).


4. Sabiduría:


-Ninguna cosa mejor que la inteligencia posee el hombre en sí mismo; y ninguna          más funesta que la falta de ella (Teogn., El. I 631).


-Los trastornos del espítu también afectan al sabio (Pínd., Olímp. VII 31).


-Saber es arduo (Pínd., Olímp. IX 107).


-No es justo preferir la fuerza a la verdadera sabiduría (Jenófan., fr. 2).


-Hay que ser sabio para poder reconocer al sabio (Jenófan., 447 (21 A 1)).


-Mucha erudición no enseña comprensión (Herácl., 674 (22 B 40).


-Ni el arte ni la sabiduría son cosas accesibles para quien nada ha aprendido (Leuc. O Demócr., fr. 713).


-La medicina cura las enfermedades del cuerpo, mientras que la sabiduría libera al alma de pasiones (Demócr., fr. 862).


-Por el dolor a la sabiduría (Esq., Ag. 179).


-Presumir y saber no es lo mismo (Esq., 1369).


-Nada más provechoso pueden recibir los hombres que el buen juicio y la mente sabia (Sóf., Elec. 1015).


-Sabio es quien se mantiene sereno en el momento oportuno (Euríp., Supl. 509).


-El ser sabio y venerar a los dioses es lo mejor. Creo que eso mismo es la más sabia adquisición que pueden administrar los mortales (Euríp.,  Bac. 1150).


-De un sabio es obligado aprender algo sabio (Euríp., Reso 207).


-Odio al sabio que no es sabio para sí mismo (Euríp., fr. 905).


-El “conócete a ti mismo” es el fruto de una profunda reflexión (Menand., Las bebedoras de cicuta, fr. 1 Est. “Égl.” III 21, 2).


-La justicia y todas las demás virtudes son sabiduría (Jenof., Memor. III 9).


-No son el oro y la plata los que hacen a los hombres mejores, sino las sentencias de los sabios las que enriquecen en virtud a los que las adquieren (Jenof., Memor. IV 2).


-Que cada hombre se disponga por todos sus medios a lograr esto: el mayor saber posible (Plat., Eutid. 282a).


-Quien dispone del saber no necesita por añadidura del éxito (Plat., Eutid. 282d).


-Lo que no sé tampoco creo saberlo (Plat., Apol. 21d).


-No hay peor percance que le pueda a uno suceder que el de tomar odio a los razonamientos (Plat., Fed. 89d).


-El saber es una de las cosas más valiosas y dignas de estima (Arist., Acerca del alma I 1, 420a).


-Todos los hombres desean por naturaleza saber (Arist., Met. I 1, 980a).


-El sabio lo sabe todo en la medida de lo posible, sin tener la ciencia de cada cosa en particular (Arist., I 2, 982a9).


-No debe el sabio recibir órdenes, sino darlas (Arist. Met I 2, 982a18).


-El conocimiento más difícil para los hombres es el de las cosas más universales (Arist., Met. I 2, 982a24).


-El que aprende está haciéndose sabio (Arist., Met. II 2, 994a29).


-La ciencia siempres es universal (Arist., Met. III 6, 1003a15).


-Si ni siquiera los dioses lo saben todo, menos aun los hombres (Arist., Ret. II 23, 1397b13).


-Preocúpate de todo lo que se refiere a la vida, pero sobre todo ejercita tu inteligencia (Isócr., Dem. 40).


-Si los atletas duplicaran su fuerza no resultaría mayor beneficio para los demás, pero de un solo hombre inteligente se beneficiarían todos los que quisieran participar de su pensamiento (Isócr., Paneg. 2).


-Considera sabios a los que hablan de sí mismos con mesura, saben manejarse en la vida normal y tratar con los hombres, que no se trastornan en los vaivenes de la vida, sino que saben soportar bien y con moderación tanto las desgracias como las prosperidades (Isócr., Nic. 39).


-No es vergonzoso que aprenda el que no sabe (Menand., Sent. 561).


-No hay posesión más preciosa que la sabiduría (Menand., Sent. 565).


-La sabiduría es también aprender lo que no sabes (Menand., Sent. 706).


-Los sabios ocultan sus desgracias privadas (Menand., Sent. 719).


-Conviene, ante todo, ejercitar y adiestrar la memoria, porque es como el depósito del saber (Ps-Plut., Sob. Educ.).


-Solamente la inteligencia se rejuvenece con los años, y el tiempo, que todo lo arrebata, añade a la vejez sabiduría (Ps-Plut., Sob. Educ.).


-Complacer a la multitud es desagradar a los sabios (Ps-Plut., Sob. Educ.).


-El no irritarse es cosa propia, ciertamente, de un hombre sabio (Ps-Plut., Sob. Educ.).


-La sencillez es maestra de la sabiduría y maestra de la verdad (Filóstr., Vida de Apolonio VI 10).


-Sólo hay un bien, que es la sabiduría, y sólo un mal, que es la ignorancia (Sócrates en Dióg. Laerc., Vidas II 5, 11).


-Sócrates decía que nada sabía excepto esto mismo: que nada sabía (Dióg. Laerc., Vidas II 5, 12).


-El saber es para los jóvenes templanza, para los viejos consuelo, para los pobres riqueza y para los ricos ornato (Diógenes en Dióg. Laerc., Vidas VI 2, 37).


-Las ciencias tienen las raíces amargas, pero dulces los frutos (Zenón en Dióg. Laerc., Vidas V 1,8).


-El adorno de la inteligencia es mejor que la belleza temporal (Esop., La zorra y el leopardo, 12).


IV.  VALORES AFECTIVOS

4. Vida familiar:


-Es cosa buena con mujer unirse en amor (Hom., Il. XXIV 130).


-Seguro que no hay nada más bello y mejor que cuando un hombre y una mujer gobiernan la casa con el mismo parecer (Hom., Od. VI 182; cf. Plut., Moralia 139d).


-¡Qué bueno es que a un hombre muerto le quede un hijo!  (Hom., Od. III 196).


-Nada hay mejor para un hombre que tomar a una mujer buena, ni, por el contrario, peor que una mala (Hes., Trab. 702; cf, Sem., fr. 7, Teogn., El I 1225).


-La separación de niños y padres es el mayor de los delitos (Pitág., 257 [Jámbl., V.P. IX 45-50]).


-La prudencia del padre es el mejor ejemplo para el hijo (Demócr., fr. 807).


-Quien tiene suerte con su yerno, encontró un hijo; quien no tiene suerte, perdió también a su hija (Demócr., fr. 808).


-La educación de los hijos es algo inseguro: el éxito se alcanza en medio de grandes luchas y peligros. El fracaso es el más doloroso de todos (Demócr., fr. 809).  -Los hijos son la voz que salva a los padres de la muerte (Esq., Coéf.).


-Boda con un igual es siempre lo mejor (Esq., Prom. Enc., 891; cf. Euríp., Elec. 1097, Reso 168)).


-Para la madre los hijos son anclas de su vida (Sóf., fr. 685).


-Donde los padres son dominados por los hijos, ésa no es ciudad de hombres sensatos (Sóf. fr. 936).


-¿Qué es más importante para un padre que lo que viene de los hijos? (Sóf., Antíg. 704).


-No se consigue odiar a los que has engendrado, ni aun sufriendo males por ellos (Sóf., Elec. 771).


-Lo más piadoso es que las deshonras familiares sólo las vean y escuchen los que forman la familia (Sóf.,  Ed. Rey 1431).


-Todo es querido a un padre (Sóf.,  Ed. Col. 1108).


-Cosa admirable es el parentesco, y en las desgracias no hay nada mejor que un amigo familiar tuyo (Euríp., Andr. 985).


-El trato entre parientes es un bálsamo no desdeñable para el corazón (Euríp., Troy. 52).


-No es la belleza, mujer, sino las virtudes las que gustan a los maridos (Euríp., Andr. 209).


-Debe el hombre sabio alimentar en su hogar a una mujer buena y dócil o no casarse (Euríp., Ifig. Ául. 750).


-Tremenda cosa es el ser madre; e infunde a todas un gran hechizo de amor que impulsa a sufrirlo todo por los hijos (Euríp., Ifig. Ául. 917).


-Es terrible que entre hermanos haya discusiones y peleas, cuando incurren en el odio (Euríp., Ifig. Ául. 337).


-Es natural que el esposo de una mala mujer se haga malo (Euríp., Or. 737).


-Es un miserable el hijo que no asiste a su vez a quienes lo engendraron. Esta es la más hermosa asistencia recíproca; pues quien da, recoge de sus propios hijos lo que él da a sus padres (Euríp., Supl. 361).


-Para un padre anciano nada hay más dulce que una hija. Las almas de los hijos son más grandes, pero menos dulces para las caricias (Euríp., Supl. 1102).


-Me repugna una vida sin hijos y reprocho a quien le place. Viva yo con modestos haberes pero unida a una existencia de hijos robustos (Euríp., Ión 487).


-Afirmo que los mortales que por completo carecen de la experiencia de lo que son los hijos, por no haberlos engendrado, aventajan en felicidad a los que sí han engendrado (Euríp., Med. 1090).


-Los padres que viven en trato con sus hijos no son responsables, si son sensatos y sabios, de los descarríos de sus propios hijos (Jenof., Memor. I 2).


-De sí mismo se cuida el que vela por su hermano (Jenof., Cirop. VIII 7, 15).


-Sería una vergüenza que las pinturas reprodujeran la belleza de los seres vivos y los hijos, en cambio, no imitasen a los buenos padres (Isócr., Dem. 11) -Sé con tus padres tal como desearías que fueran contigo tus propios hijos (Isócr., Dem. 14).


-Es fácil encontrarse quienes tomen parte en la prosperidad, pero asociarse a la adversidad sólo quieren las esposas perfectas (Arist., Económ. III 1, [142] 14).


-Honra primero a la divinidad y en segundo lugar a tus padres (Menand., Sent. 322; cf. 113, 331, 525, 526).


-Un buen padre no se encoleriza con su hijo (Menand., Sent. 635; cf. 314).


-Padre es el que ha criado, y no el padre que ha engendrado (Menand., Sent. 647).


-Para un hijo el mayor bien es un padre sensato (Menand., Sent. 778).


-Tener hijos es un dolor voluntariamente buscado (Menand., Sent. 70).


-Dichoso quien ha tenido suerte con sus hijos (Menand., Sent. 489).


-El más fuerte vínculo de amor es la procreación de hijos (Menand., Sent. 809).


-El matrimonio es para los hombres un mal deseado (Menand., Sent. 159).


-Cuando te hayas hecho viejo, no te cases con una joven (Menand., Sent. 168).


-Piensa al casarte que eres un esclavo de por vida (Menand., Sent. 529).


-La mayoría de las mujeres hacen esto: disputan y se enfadan con los maridos que las quieren privar por la fuerza del lujo y del despilfarro (Plut., Moralia 139d).


-No conviene que la mujer tenga amigos particulares, sin que disfrute con los de su marido juntamente con él (Plut., Moralia 140e).


-Es justo que el hombre gobierne a la mujer, no como un señor sobre sus posesiones, sino como el alma al cuerpo, compartiendo con ella sus sentimientos y uniéndose a ella con afecto (Plut.,  Moralia 142e).


-Las mujeres sensatas cuando los maridos están airados y dan voces, ellas se mantienen tranquilas (Plut., Moralia 143c).


-Parece que las madres quieren más a los hijos en la idea de que ellos las pueden ayudar, y los padres a las hijas, porque piensan que ellas necesitan de su auxilio (Plut., Moralia 143b).


-El bien que hicieres a tus padres, espéralo de tus hijos (Tales de Mileto en Dióg. Laerc., Vidas I 12).


-La naturaleza impone a los padres amar a sus hijos más que a los hijos amar a sus padres (Luc.,  El desheredado 18).


-Las cigüeñas atienden con amorosa solicitud a sus padres cuando éstos son viejos. No es una ley humana la que exhorta a estas aves a hacer esto, sino que la causa de su conducta es la Naturaleza (Claud. El., Hist. Anim. III 23).


4. Amor:


-Lo bello nos es amado y lo que no es bello no nos es amado (Teog., El. I 17).


-Nadie ha de amar a quien a nadie ama (Demócr., fr. 935).


-Quien con Eros se enfrenta de cerca, como un púgil, no razona con cordura (Sóf, Traq. 441).


-La divina Afrodita de todo se burla invencible (Sóf., Antíg. 800).


-La pasión en medio de las desgracias no es oportuna (Sóf., Ed. Col. 592).


-Todo el mundo se ama a sí mismo más que a nadie (Euríp., Med. 86).


-Los amores, cuando con mucha desmesura se presentan, ni buena fama ni virtud reportan a los hombres (Euríp., Med. 628; cf. Hip. 254).


-No está bien que un hombre tenga las riendas de dos mujeres (Euríp., Andr. 174).


-No es amante el que no ama siempre (Euríp., Troy. 1051; cf. Arist., Ret II 21, 1394b16, Ét. Eud. VII 2, 1235b21).


-Quien ama siempre desea oir el relato de las desgracias del ser amado (Euríp., Hel. 764).


-Corre entre los sofistas el dicho de que no vuela el dios Eros, sino los que están enamorados (Alexis, fr. 20).


-No hay para los hombres ningún otro pedagogo más preocupado que el amor (Alexis, fr. 290).


-No tiene más fuerza que el amor ni el mismo Zeus, que reina sobre los dioses del cielo (Menand.,  El genio tutelar fr. 2 Est. Eglo. IV 20a, 21).


-Igual que uno sin experimentar la sed no podría disfrutar de la bebida, así también el que no experimenta amor tampoco disfruta de los placeres del amor más agradables (Jenof., Hier. I 30).


-Se goza de un modo muy distinto de los placeres carnales si van acompañados del amor (Jenof., Hier. I 29).


-Agradables son las miradas recíprocas de una amor correspondido (Jenof., Hier. I 35).


-Realmente cuando es visto por su amada, todo hombre se vuelve mejor y no dice ni hace ninguna grosería e incorrección por temor de que lo vea (Jenof., Caza XII 20).


-El amor del alma aventaja inmensamente al amor del cuerpo (Jenof., Banq. VIII).


-La afección del alma no produce saciedad (Jenof., Banq. VIII).


-De las criaturas bellas los hombres se enamoran de unas y de otras no, y uno de una, otro de otra (Jenof., Cirop. V 1, 10).


-Las personas hermosas no obligan a nadie a enamorarse de ellas (Jenof., Cirop. V 1,14).


-Tan sólo podría alcanzar la felicidad nuestra especie si lleváramos el amor a su término de perfección y cada uno consiguiera el amado que le corresponde remontándose a su primitiva naturaleza (Plat., Banq. 193b).


-En general, todo deseo de las cosas buenas y de ser feliz es amor (Plat., Banq. 205c).


-Los enamorados se arrepienten de los beneficios que hacen, tan pronto como cesan en su deseo (Plat., Fedr. 231a).


-Los mismos enamorados reconocen que están más locos que cuerdos (Plat., Fedr. 231c).


-Juramento de amor no tiene castigo (Plat., Banq. 183b).


-Conviene amar, no como dicen, sino como si se fuera a amar siempre, porque otra cosa es propia de un traidor (Arist., Ret I 11, 1371a21).


-El verdadero amante ama como si fuera a amar siempre (Arist., Ret. II 21, 1395a32).


-No desees que no te quieran en la vida (Menand., Sent. 89).


-El hambre o la falta de dinero acaban con el amor (Menand., Sent. 228).


-La ira de los que aman tiene fuerza durante poco tiempo (Menand., Sent. 600).


-El amor por los cuerpos es la perdición del alma (Menand., Sent. 851).


-El amor, a menudo, hace parecer bello lo que no lo es (Teócr., Id. VI).


-Nada excede al amor en dulzura, ni la miel en la boca (Nóside, fr. 64 [Antología Palatina]).


-El ardiente amor de los recién casados, que se enciende por la hermosura de los cuerpos, no es duradero ni constante a menos que esté sujeto a la razón (Plut., Moralia 138f).


-Si odiamos a los que nos aman, ¿qué haremos a los que nos odian? (Plut., Moralia 189c).


-El Amor es diestro en favorecer la audacia y la innovación en todo (Plut., Moralia 622c).


-La bolsa de los enamorados está atada con hoja de puerro (Plut., Moralia 622d).


-El enamorarse es semejante al emborracharse, pues hace a los hombres ardientes y relajados (Plut., Moralia 622d).


-Las miradas de los hermosos prenden fuego en las almas de los enamoradizos (Plut., Moralia 681c).


-El amor se ciega ante lo amado ( Plut., Moralia 48e).


-El amor reprendido atormenta más (Plut., Moralia 71a).


-Nadie que ama se deja con gusto ser abandonado (Plut., Moralia 95d).


-El gran amor suele ser a veces causa de odio (Plut., Catón 37).


-Para el amor todo es posible (Luc., Encomio 14).


-Hasta los jóvenes cuando se enamoran no hay uno que conserve la sensatez (Filóstr., Vidas I 21).


-La tristeza, la ira y las otras pasiones se suelen confesar y, sin embargo, el amor se oculta por recato (Apiano, Hist. Rom. XI 59).


-El amor es ocupación de desocupados (Diógenes en Dióg. Laerc., Vidas VI 2, 23).


4. Alegría/pena:


-Es cosa mala sufrir siempre sin descanso (Hom., Od. XIX 120).


-A los mortales junto a un bien dos penas reparten los inmortales (Pínd., Pít. III 81; cf. Euríp., Supl. 197).


-No hay nadie que del dolor una parte no se lleve, ni lo habrá (Pínd., Pít. V 54).


-La pena continua se hace más ligera a medida que nos acostumbramos (Demócr. Fr. 1078).


-Todas las penas son más agradables que la tranquilidad cuando se alcanza aquello por lo cual uno se empeñó, o se sabe que se lo ha de alcanzar (Demócr. , fr. 1080).


-Expulsa mediante la razón la tristeza que se adueña del alma adormecida (Demócr., fr. 1127).


-Los hombres han de arrostrar sus penas, si los dioses se las envian (Esq., Pers. 293).


-Ningún dolor alcanza a los muertos (Sóf., Ed. Col. 956).


-A los hombres les es forzoso soportar las fortunas que los dioses les asignan (Sóf., Filoct. 1316).


-De fatiga pasada ninguna cuenta se tiene (Sóf., fr. 375).


-Ningún dolor hay cual la larga vida (Sóf., fr. 556).


-Dolorosa es toda la vida de los hombres, y no existe tregua para la fatiga (Euríp., Hip. 189).


-Es necesidad que los hombres sufran (Euríp., Hip 206).


-El recibir noticias de males, incluso ajenos, produce dolor a los mortales (Euríp., El. 289).


-El dolor no surge de las cosas agradables de que uno es privado sin haberlas probado, sino por aquello que le es arrebatado cuando estaba acostumbrado a ello (Tucíd., Hist. II 44).


-Mis desgracias, aunque amargas, se han tornado enseñanza (Heród., Hist. I 207).


-Lo que une es la comunidad de alegrías y penas (Plat., Rep. V 462b).


-Todos los hombres tienen el mejor recuerdo de quienes les trataron bien en las desgracias (Isócr., Fil. 37).


-Los grandes padecimientos pasan brevemente y los que duran carecen de fuerza (Plut., Moralia 36b).


-El mejor remedio contra el dolor es la razón (Plut., Moralia 103f).


-La tristeza tiene como los árboles sus frutos: las lágrimas (Plut., Moralia 105f)..


-La tristeza es un obstáculo para reflexionar acerca de un acontecimiento y para arreglar los asuntos propios (Plut., Moralia 112e).


-Considerar nuestro dolor como algo sin fin es propio de una insensatez extrema (Plut., Moralia 114e).


-Para quien hace algo grande es el sufrimiento pago (Arrian., Anábasis VI 13, 5).


-Toda dificultad en los hombres nace por lo exterior (Epict., Plát. IV 10, 1).


-En muchas ocasiones las desgracias se convierten en lecciones para las personas sensatas (Esop., El pastor y el mar 207).


4. Vida feliz:


-El mismo Zeus Olímpico reparte la felicidad entre los hombres tanto a nobles como a plebeyos, según quiere a cada uno (Hom., Od. VI 188).


-Ningún hombre hay feliz, sino que desgraciados son cuantos mortales contemplan el sol (Sol., fr. 15; cf. Mimn. 2, 15, Teogn. El. I 165, Sem. fr. 5).


-Lo más doloroso es conocer la felicidad y estar por fuerza apartado de ella (Pínd., Pít. IV 288; cf. Euríp., Her. 1291).


-Si alguna felicidad se da entre los hombres, sin esfuerzo no aparece (Pínd., Pít. XII 28).


-La felicidad no reside en el ganado ni en el oro (Demócr., fr. 738).


-Es dichoso quien tiene buen ánimo con patrimonio moderado; es desdichado quien tiene mal ánimo con mucho dinero (Demócr., fr. 1123).


-La cordura es con mucho el primer paso de la felicidad (Sóf., Antíg. 1349).


-Ningún mortal puede considerar a nadie feliz con la mira puesta en el último día, hasta que llegue al término de su vida sin haber sufrido nada doloroso (Sóf., Ed. Rey1530).


-Entre los mortales no hay ningún hombre feliz. Cuando la prosperidad fluye copiosamente, alguno podrá ser más afortunado que otro, pero feliz no (Euríp., Med. 1229; cf. Andr. 100, Supl 270, Troy. 510, Menand. El escudo III 406).


-El más feliz es aquél a quien de día en día no le ocurre ningún mal (Euríp., Héc. 624).


-Quien puede estar contento y no lo doblega desgracia alguna, ha conseguido la felicidad (Euríp., El. 1358).


-También la aflicción de los mortales tiene un término y el soplo del viento no siempre es violento. Los que son felices no lo son hasta el final, pues todas las cosas se ceden el sitio mutuamente (Euríp., Her. 102).


-Lo muy inesperado es fuente de mayor gozo, si ocurre algo que uno quiere (Arist.,  Ret II 2, 1379a26).


-Pues sin la divinidad ningún mortal es feliz (Menand., Sent. 344).


-Es necesario que los que quieran ser felices pasen muchas fatigas (Menand., Sent. 463).


-Una vida agradable y feliz no se asienta en causas externas (Plut., Moralia 100c).


-Es feliz y dichosa la ciudad en la que rara vez se oye pronunciar: esto es mío y eso no es mío (Plut., Moralia 140d).


-La suerte común de los hombres es no ser feliz en todas las cosas (Plut., Moralia 167e; cf. Plut. Moralia 103a).


4. Amistad:


-No es inferior a un hermano el amigo que tiene pensamientos discretos (Hom., Od. VIII 585).


-Al que te brinde su amistad invítalo a comer, y al enemigo recházalo (Hes., Trab. 342).


-Cuenta con un tesoro quien cuenta con buen vecino (Hes., Trab. 347).


-Aprecia al amigo y acude a quien acuda a ti (Hes., Trab. 354).


-Jamás trates a un amigo como a un  hermano (Hes., Trab., 708).


-Un mercenario es amigo mientras lucha (Arquíl., fr. 13).


-Pocos amigos encontrarás que te resulten seguros en situaciones de peligro (Teogn., El. I 79).


-No seas mi amigo de palabra, y tengas tus pensamientos y tu corazón puestos en otra parte (Teogn., El. I 87).


-El que tiene una lengua y dos corazones es un compañero peligroso, cuya enemistad es preferible a su amistad (Teogn., El. I 91).


-Si uno te alaba durante el tiempo que está ante tu vista, pero cuando se va de tu lado habla mal de ti, ese compañero tuyo no es un buen amigo (Teogn., El. I 93).


-Son muchos los amigos para la bebida y la comida, pero para un asunto serio, muchos menos (Teogn., El. I 115).


-Nadie quiere ser amigo de aquel a quien sucede una desgracia (Teogn., El. I 299).


-Jamás pierdas un amigo por un pequeño pretexto, prestando oído a una mala calumnia (Teogn., El. I 323).


-Junto a la crátera son muchos los amigos, pero en un asunto importante, muchos menos (Teogn., El. I 643).


-Ojalá fuera posible, abriendo el pecho para ver cuál es cada uno, contemplando su pensamiento luego y cerrando después, considerar ya a un hombre amigo sin engaño (Escolios de lírica, PMG 889).


-Sé amigo de los buenos y mantente lejos de los malos, sabedor de que escasa gratitud hay en los hombres viles (Escolios de lírica, PMG 897).


-Amigo es lo que alegra, quienquiera que sea el que alegra (Fragmentos anónimos de lírica griega, PMG 1042).


-En múltiples ocasiones necesitamos a los amigos; sobre todo, en los sufrimientos, pero también el deleite busca poner sus ojos en un ser fiel (Pínd., Nem. VIII 42).


-Se queda sin estima el hombre privado de sus seres queridos. Pocos entre los mortales en la adversidad son los amigos fieles, dispuestos a compartir tu pena (Pínd.,  Nem. X 78).


-Las cosas de los amigos son comunes y la amistad es igualdad (Pitág., 324 [Timeo, fr. 13b J]; cf. Arist., Ét. Nicóm, VIII 9, 1159b; Plat., Lisis 207c; Euríp., Andr. 376, ...).


-Es más fácil cuidarse de un varón enemigo que de un varón amigo (Alcmeón, 432 (24 B 5) [Clem. Strom. V 16]).


-Son amigos no todos los parientes, sino los que están de acuerdo con nosotros sobre lo que es conveniente (Demócr., fr. 806).


-La similitud en los puntos de vista origina la amistad (Demócr., fr. 816).


-Muchos son los que parecen ser amigos sin serlo; muchos, por el contrario, son los que no lo parecen y lo son (Demócr., fr. 817).


-Vivir carece de valor para quien no tiene siquiera un buen amigo (Demócr., fr. 818).


-Es intratable quien no conserva durante mucho tiempo a los amigos ya adquiridos (Demócr. fr. 819).


-Muchos son los que vuelven la espalda a sus amigos cuando éstos, de la opulencia, caen en la pobreza (Demócr., fr. 820).


-Cuando la suerte nos acompaña, encontrar un amigo es cosa fácil; pero, en el infortunio, es dificilísimo (Demócr., fr. 821).


-Los gruñones no están hechos para la amistad (Demócr., fr. 822).


-Para la mayor parte de los hombres no es de fiar el puerto de la amistad (Sóf., Áyax 683).


-Del hombre al que le va mal los amigos están lejos (Sóf., fr. 733).


-¡Ay, haría falta que los mortales poseyeran una clara piedra de toque sobre sus amigos, y un exacto conocimiento de sus corazones: quién es el verdadero y quién el falso amigo! (Euríp., Hip. 922).


- Me repugna que los amigos dejen envejecer el agradecimiento; me repugna quien quiere gozar de lo bueno, mas no navegar en la misma nave del amigo que sufre infortunio (Euríp., Her. 1224).


-Prefiero tener como amigo a un tonto, pero bueno, que a uno inteligente, pero malo (Euríp., Ión 835).


-El hombre bueno, aunque habite una tierra lejana y jamás le haya visto con mis ojos, es amigo mío (Euríp., fr. 902 Nauck).


-¡Ten éxito! Nada son los amigos, si uno cae en la desgracia (Euríp., Fen. 403).


-Cuando un amigo irritado contra un amigo se encuentra en un lugar, que intercambie con las suyas sus miradas. Eso es sólo lo que hay que atender, y no guardar memoria de los daños del pasado (Euríp., Fen. 461).


-Los amigos deben sufrir en común con los amigos (Euríp., Ifig. Ául. 408).


-De nombre, pues y no de hecho, son los amigos que no son amigos en las desdichas (Euríp., Or. 455).


-Los amigos deben en las adversidades auxiliar a los amigos. Cuando el destino es favorable, ¿qué necesidad hay de amigos? (Euríp., Or. 666).


-La vacilación para los amigos es un gran mal (Euríp., Or. 794).


-Cuando un hombre se identifica con nuestro carácter, aunque sea un extraño, resulta ser mejor como amigo que diez mil parientes consanguíneos (Euríp., Or. 805).


-No hay nada mejor que un amigo claro, ni la riqueza ni la tiranía; y es algo absurdo preferirla más que a un amigo noble (Euríp., Or. 1155).


-Me repugnan los amigos que prestan tarde su ayuda (Euríp., Reso 333).


-Conozco que es más precioso que todos los tesoros el amigo discreto y que nos quiere bien (Heród., Hist. V 24).


-La amistad es un bien muy grande y grato para los hombres (Jenof.,  Hier. III 3).


-Buen principio es de amistad el haber nacido de los mismos padres (Jenof., Memor. II 3).


-Que no es obra fácil hacer un amigo contra su voluntad (Jenof., Memor. II 6).


-Vale mucho más la pena adquirir rebaños de amigos que rebaños de ovejas, bueyes o cabras (Jenof., Memor. III 11).


-¿Qué hay más justo que defenderse  más hermoso que ayudar a los amigos? (Jenof., Cirop. I 1, 5-14).


-Si llegas a ser entendido, todos serán amigos, todos te serán próximos, porque tú, a tu vez, serás provechoso y bueno (Plat., Lisias 210d).


-El que no es capaz de convivencia tampoco lo es de amistad (Plat., Gorg. 507e).


-Cuando los hombres son amigos, ninguna necesidad hay de justicia, pero, aun siendo justos, sí necesitan de la amistad, y parece que son los justos los que son más capaces de amistad (Arist., Ét. a Nic. 1155a).


-El adulador es un amigo en posición inferior o un hombre que finge (Arist., Ét. a Nic. 1159a).


-No debe hacerse a nadie amigo contra su voluntad (Árist., Ét. a Nic. 1163a).


-La amistad basada en el carácter es por su naturaleza permanente (Arist., Ét. a Nic. 1164a).


-La benevolencia es el principio de la amistad, así como el placer visual lo es del amor (Arist., Ét. a Nic. 1167a).


-Hay tres especies de amistad: según la virtud, según la utilidad y según el placer (Arist., Ét. Eudem. 1239a).


-El que tiene muchos amigos no tiene ninguno (Arist., Ét. Eudem. 1245b20).


-Amigo se define como aquel que pone en práctica por causa de otro lo que juzga que es bueno para ese otro (Arist., Ret I 5, 1361b35).


-El amor a los amigos al afán de riqueza (Arist., Ret. I 7, 1364b2).


-Las cosas no son iguales para el que siente amistad, que para el que experimenta odio (Arist., Ret. II 1, 1377b32).


-Es amigo el que ama y es, a su vez, amado (Arist., Ret. II 4, 1381a3).


-Son amigos aquellos que tienen por buenas o malas las mismas cosas (Arist., Ret II 4, 1381a8).


-Es forzoso querer para los amigos lo mismo que para uno (Arist., Ret. II 4, 1381a9).


-Ante los amigos no se siente vergüenza (Arist., Ret. II 4, 1381b31).


-No hagas amistad con nadie antes de comprobar cómo se ha comportado con amigos anteriores; espera, empero, que él sea contigo cual ha sido con aquellos (Isócr., Dem. 24; cf. Esop., El cabrero 6).


-Concede tu amistad poco a poco, pero cuando la concedas, intenta que dure. Porque tan vergonzoso es no tener ningún amigo como cambiar frecuentemente de camaradas (Isócr., Dem. 24).


-Pon a prueba a tus amigos a través del infortunio que hay en la vida y de la participación en peligros; porque al oro lo probamos con el fuego, y a los amigos los conocemos en las desgracias (Isócr., Dem. 25).


-Servirás a tus amigos de la mejor manera si no aguardas a que te supliquen, sino que les ayudas espontáneamente en el momento oportuno (Isócr., Dem. 25).


-Acoge como camaradas no sólo a los que sienten pena con tus desgracias, sino también a los que no envidian tu buena suerte; porque muchos acompañan en su aflicción a los que les va mal, pero los envidian cuando las cosas les salen bien (Isócr., Dem.26).


-Acuérdate de tus amigos ausentes en presencia de los que están, para que se den cuenta de que no los tendrás en poco cuando ellos no están (Isócr., Dem. 26).


-Si aceptas amigos que te dan gusto en las malas acciones, no tendrás en tu vida junto a ti a los que, aborreciéndolas, tienden a ser mejores (Isócr., Dem. 30).


-No hagas favores con displicencia, como les pasa a muchos; los hacen, pero sirven a sus amigos de mala gana (Isócr., Dem. 31).


-Si quieres granjearte la amistad de algunos, di algo bueno de ellos ante personas que se lo cuenten; porque el comienzo de la amistad es la alabanza y el reproche el de la enemistad (Isócr., Dem. 33).


-La mayoría de los hombres... frecuentan a los amigos que comparten sus faltas, pero no a los que les reprenden (Isócr., Dem. 45).


-¡Qué agradable es un amigo del mismo carácter! (Menand., La trasquilada, fr. 1).


-La elección de personas de igual parecer produce armonía en la vida (Menand., El sicionio fr. 6).


-A cuantos son capaces de mirar a la cara a los amigos, incluso cuando les hacen una faena, los he considerado más valientes que a los que se miden con sus enemigos (Menand., papiro de Ghôran 2, 127).


-¿Qué mayor bien que los amigos tenemos en la vida? (Menand., papiro de Ghôran 2, 136).


-Es injusto afligir voluntariamente a los amigos (Menand., Sent. 11).


-Del hombre que no tiene éxito se alejan los amigos (Menand., Sent. 34; 71).


-Me alegro cuando a todos mis amigos les va bien (Menand., Sent. 47).


-Honra a tus padres y haz bien a tus amigos (Menand., Sent. 162).


-Entre los amigos debe haber fidelidad, no palabras (Menand., Sent 175).


-Reconcilia, no enfrentes a los amigos que discuten (Menand., Sent. 184; 472).


-En la necesidad es mejor un amigo que el dinero (Memand., Sent. 214).


-Haz el bien a tus amigos en las desgracias (Menad., Sent. 219; 800).


-Si tenemos dinero, tendremos amigos (Menand., Sent. 238).


-Los buenos amigos son un refugio para todos (Menand., Sent. 261).


-Desea honrar a tus amigos igual que a la divinidad (Menand., Sent. 357).


-Considera propios los éxitos y las desdichas de los amigos (Menand., Sent. 370).


-Sé equitativo al juzgar a los amigos y los que no lo son (Menand., Sent. 373).


-La ocasión pone a prueba a los amigos, como el fuego al oro (Menand., Sent 385).


-Es hermoso no cometer falta alguna contra los amigos (Menand., Sent. 390).


-Es un hermoso espectáculo un amigo al que le va bien (Menand., Sent. 407).


-Los amigos malos producen mal fruto (Menand., Sent. 412).


-Si te amas demasiado a ti mismo no tendrás un amigo (Menand., Sent. 431).


-Médico del dolor es el amigo fiel (Menand., Sent. 456).


-No rehúyas a un amigo que se encuentra abatido entre males (Menand., Sent. 467) -Dichoso quien ha encontrado un amigo noble (Menand., Sent. 471).


-Considera hermanos a los amigos verdaderos (Menand., Sent. 523).


-Considera comunes todos los pesares de los amigos (Menand., Sent. 534).


-Pues cuando un amigo comparte los esfuerzos de los amigos, se esfuerza por sí mismo (Menand., Sent. 803; cf. 804) -Considérate rico si tienes muchos amigos (Menand., Sent. 541).


-Intenta soportar la ira del compañero y del amigo (Menand., Sent. 604).


-No tengas por amigo a un hombre malvado (Menand., Sent. 638; cf. 66, 634, 696).


-Muchos son amigos de las mesas, no de los amigos (Menand., Sent. 682).


-A los hombres el dinero les encuentra amigos (Menad., Sent. 733; cf. 247).


-Todos los hombres son amigos de quienes son afortunados (Menand., Sent. 754).


-Lucha con fuerza por ti mismo y por un amigo (Menand., Sent. 791).


-Hay que esforzarse por una mujer y por un amigo (Menand., Sent. 796).


-Haz el elogio de tus amigos mejor que de ti mismo (Menand., Sent 807).


-No receles en las desgracias de un amigo fiel (Menand., Sent. 817).


-No es amigo un amigo que necesita al amigo (Menand. Sent. 820).


-La separación de los amigos es una manera de poner a prueba la amistad (Menand., Sent. 834).


-Por el infortunio es probado quien tiene muchos amigos (Plut., Moralia 230b).


-Hay que conseguir para uno la estima de todos, pero ganar la amistad de los buenos (Plut., Moralia 659f).


-Para las dificultades no llamamos a todos, sino a los adecuados en cada ocasión (Plut., Moralia 679c).


-Es penosa la experiencia de amigos que no son amigos en el momento en el que uno los necesita (Plut., Moralia 49d).


-La alabanza, en su tiempo oportuno, no es menos apropiada a la amistad que el reproche (Plut., Moralia 50b).


-La amistad es la cosa más agradable de todas y ninguna otra alegra más (Plut., Moralia 51a).


-Un amigo es más necesario que el fuego y el agua (Plut., Moralia 51b).


-Lo que sobre todo mantiene el principio de amistad es la semejanza de ocupaciones y costumbres y en general el alegrarse con las mismas cosas (Plut., Moralia 51b).


-No necesito un amigo que se cambie y asienta conmigo (pues mi sombra hace mejor esas cosas), sino que diga la verdad conmigo y que me ayude a decidir (Plut., Moralia 53b).


-Para amigos de verdad, no existe emulación entre ellos, ni envidia, sino que, si participa igual o menos del éxito, lo sufren sin molestias y con moderación (Plut., Moralia 54c).


-Conviene que el amigo cause tristeza, si con ello es útil, pero no conviene destruir la amistad causando tristeza (Plut., Moralia 55c).


-No es deseable conocer con los amigos las cosas vergonzosas (Plut., Moralia 64c).


-Muchas cosas las percibe mejor el enemigo que el amigo (Plut., Moralia 90a).


-Nada hay más digno y más hermoso que mantener la calma ante un enemigo que nos injuria (Plut., Moralia 90d).


-Hacer bien a un amigo no es tan hermoso como es vergonzoso cuando lo necesita. Es bueno también el desaprovechar tomar venganza del enemigo, cuando se ofrece la oportunidad (Plut., Moralia 90e).


-Todo hombre debe considerar un bien prodigioso el tener la sombra de un amigo (Plut., Moralia 94d).


-Es difícil e incómodo huir o escapar de una amistad desagradable (Plut., Moralia 94d).


-No conviene acoger fácilmente ni unirse en amistad con los que uno se encuentra casualmente, ni amar a los que buscan nuestra amistad, sino buscar a los que son dignos de nuestra amistad (Plut., Moralia 94d).


-El disfrute de la amistad es el trato íntimo (Plut., Moralia 94f).


-Es necesario que el que usa muchos amigos para las cosas que necesita debe ayudar, a cambio, a muchos cuando lo necesiten (Plut., Moralia 95e).


-El hacer uso de muchos amigos lleva consigo el servir también a muchos (Plut., Moralia 95e).


-El principio de la amistad se origina a través de la igualdad (Plut., Moralia 96d).


-La amistad busca un carácter estable, sólido y constante en un solo lugar y trato. Por ello, el amigo fiel es raro y difícil de encontrar (Plut., Moralia 97b).


-Es necesario desconfiar de los enemigos incluso en las cosas creíbles, y creer a los amigos incluso en las increíbles (Plut., Moralia 160e).


-Si son comunes los bienes de los amigos, con mayor razón los amigos de los amigos deben ser comunes (Plut., Moralia 490e).


-Nos debemos acordar de los amigos ausentes tanto como de los presentes (Tales de Mileto en Dióg. Laerc., Vidas I 12).


-No hagas amigos de presto, ni dejes los que ya hubieres hecho (Solón en Dióg. Laerc., Vidas II 12).


-Es cosa maravillosa que siendo fácil a cualquiera decir los bienes que posee, no puede decir ninguno los amigos que tiene (Sócrates en Dióg. Laerc., Vidas II 5, 11).


-Amigos son los que en las prosperidades acuden siendo llamados, y en las calamidades sin serlo (Demetrio de Falero en Dióg. Laerc., Vidas V 5, 4).


-Debemos alargar las manos a los amigos con los dedos extendidos, no doblados (Diógenes el Cínico en Dióg. Laerc., Vidas VI 2, 5).


-Entre los amigos todas las cosas son comunes (Pitágoras en Dióg. Laerc., Vidas VIII 1, 6).


-El amigo es la réplica de uno mismo (Pitágoras en Porf., Vida de Pit. 33).


-Los que violan la amistad, aunque puedan rehuir el castigo de los que han sido ofendidos, por su propia debilidad, sin embargo, no escapan al menos al castigo divino (Esop., El águila y la zorra 1).


-Algunas personas, por protegerse contra sus enemigos, vienen a caer sin darse cuenta en amigos que resultan mucho peores que sus enemigos (Esop., El alción 25).


-Debemos rehuir la amistad de aquellos cuya disposición es ambigua (Esop., El hombre y el sátiro 35).


-Las desgracias prueban a los amigos de verdad (Esop., Los caminantes 65).


-Los que no obtienen parte en las situaciones afortunadas tampoco los amigos fieles en las desgracias (Esop., Los caminantes 67).


-Cada uno es considerado tal como los compañeros con los que relaciona (Esop., El hombre que compró un burro 237).


-Ni el combate ni la amistad admiten excusas (Prov. II 45).


-Sin ser invitados van los amigos a casa de los amigos (Prov. II 46).


-Hierve la olla, vive la amistad (Prov. IV 12).


Desprecios indirectos:


-¿Qué caga una mierda?


Notas:


[1] Además de las obras clásicas de González Lucini (Temas transversales y educación en valores, Anaya, Madrid, 1994) o Victoria Camps (Los valores de la educación, Anaya, Madrid 1994), recientemente puede consultarse Formación integral de adolescentes de Valentín Martín-Otero (ed. Fundamentos, Madrid, 2000). Dentro del programa Sócrates se ha puesto en marcha un proyecto de educación en valores, titulado “Más allá de las palabras”, en el participan centros educativos de España (tres de Jaén), Grecia, Irlanda del Norte y República de Irlanda; a través de su página web, http//averroes.cec.junta-andalucia.es/vertie, se puede contactar y colaborar. Se recurre a algunos mitos griegos, como los doce trabajos de Hércules, que el alumno ha de actualizar.

[2] Desde el campo de la filosofía se han hecho algunas aportaciones, como La sabiduría antigua de Giovanni Reale (Herder, Barcelona, 1996) o Más Platón y menos prozac de Lou Marinoff (Ediciones B, Madrid, 2000).

[3] La monarquía y la nobleza, sobre todo, se hacían rodear en sus palacios de las imágenes de aquellos dioses y héroes con los que más se identificaban.

[4] Recientemente los escultores cordobeses Juan Zafra y Jacinto Lara han realizado una exposición en la Diputación Provincial de Córdoba, durante los meses de abril y mayo de 1999, titulada De la desaparición de los héroes, que plantea la falta de valores y modelos de la sociedad actual, que crea héroes sólo de temporada; por lo que proponen una vuelta a los mitológicos, siete en total: Perseo, Prometeo, Heracles, Teseo, Ícaro, Orfeo y Antígona. Las imágenes, de barro simulando bronce, son de gran belleza.

[5] Nos repartimos el trabajo del siguiente modo: A. Araque Romero: Plutarco (Vidas paralelas), Dión de Prusa, Oráculos caldeos, Numenio de Apamea; E. Bonilla Hidalgo: Heródoto, Tucídides, Aristófanes, Memamdro, Apiano; A. Chica Aceituno: Bucólicos, lírica coral, elegía, yambo, Píndaro, Calímaco; J.I. Fernández González: Homero; F. García Torres: Alceo, Safo, Anacreonte, Platón; G. González Rus (Sexto Empírico, Plotino); F. Gutiérrez Díaz: Presocráticos, Eurípides; M.C. León Garrido: Jenofonte, Arriano; L. Margüenda León: Plutarco (Moralia); A. Martín Chivite: Epicteto; A.R. Navarrete Orcera: Tratados hipocráticos, Demóstenes, Alexis, Antifonte, Andócides, Herodas, Pseudo Calístenes, Claudio Eliano, Elio Arístides, Filóstrato, Heráclito, Herodiano, Porfirio, Los gnósticos, Juliano; F. Ortega Díaz: Hesíodo, Platón, Lapidario órfico, Polieno; M-J. Pastor Morales: Isócrates, Esopo; P. Pérez Aguilera: Esquilo, Luciano, Marco Aurelio; M. Pérez Camacho: Sófocles (fragmentos); J.C. Pérez Ogáyar: Hesíodo, Píndaro, Sófocles, Aristóteles, Papiros mágicos; M. Vallejo Valenzuela: Platón. JC. Pérez Ogáyar y yo mismo nos encargamos de informatizar los datos. Hemos operado con traducciones españolas, aprovechando las buenas ediciones existentes, como la Biblioteca Clásica Gredos; pero sólo con lo publicado hasta 1994, en que terminó este trabajo. Para esta ocasión he incluido algunas obras más.

[6] Los autores de la Iglesia requerirían una selección particular.

[7] Hacia cierta tendencia hacia lo breve en la narrativa actual, tal vez condicionada por nuestro acelerado ritmo de vida. A esto se refiere Adolfo Bioy Casares cuando dice: “escribir breve es un homenaje a la civilización”.

[8] En los diccionarios de citas generales observamos una destacada presencia  de los autores griegos y latinos, aunque sin precisión de obra y pasaje; de los griegos he realizado una pequeña estadística en seis manuales: Diccionario ilustrado de frases célebres y citas literarias de Vicente Vega (Gustavo Gili, Barcelona, 1966), Frases célebres de F. Claudet Yarza (Distribuciones Mateos, Madrid, 1988), Diccionario de axiomas, juicios y reflexiones de Jorge Sintes (Sintes, Barcelona, 1991), Diccionario de citas científicas de Alan L. Mackay (Ediciones de la Torre, CSIC, Madrid, 1992; al autor lo animó en esta tarea su profesor de clásicas), Diccionario de citas de W. Castañares/J.L. González (Noesis, Madrid, 1993) y Diccionario de citas célebres de L. Señor González (Espasa Calpe, Madrid, 1998); las citas fueron respectivamente: 94, 164, 197, 48, 131 y 271 y los autores más citados: Aristóteles (39), Plutarco (35), Pitágoras (25), Marco Aurelio (21), Epicteto (17), Heráclito (169, Platón (16), Sófocles (11), Menandro (9), Hipócrates (8), Eurípides (7). De sentencias griegas y latinas tenemos un diccionario específico, Dizionario delle Sentenze Latine e Greche, de Renzo Tosi (ed. Rizzoli, Milán, 1991), muy recomendable por bilingüe y por la calidad de sus comentarios. En español disponemos también de un buen diccionario de sentencias latinas bilingüe: Aurea Dicta. Dichos y proverbios del mundo clásico, Crítica, Barcelona, 1987 (selección Eduard Valentí y prólogo de Tierno Galván) y de la recopilación de Erasmo de Rotterdam: Apotegmas de sabiduría antigua (ed. De Miguel Money, 1998). De proverbios, en concreto, ya los griegos hicieron sus propias colecciones; véase la traducción y estudio preliminar de Rosa Mª Mariño Sánchez-Elvira y Fernando García Romero Proverbios griegos. Sentencias de Menandro, Biblioteca Clásica Gredos 272, Madrid, 1999. Y de autores particulares la editorial Península está publicando últimamente algunas selecciones: Catón.Dichos (Barcelona, 1996; bilingüe; ed. de Jordi Cornudella), Ética para cada día (sobre Cicerón; Barcelona, 2000; ed. De María Morrás).

[9] Obtuvo el primer premio Poveda de experiencias educativas.

[10] La revista Paremia, que se publica anualmente desde 1993, pretende ser un foro para los temas sentenciosos de todas las literaturas. De la amistad, en concreto, tiene “De los amigos y la amistad en la filosofía popular española”, Paremia 6: 1997, Madrid, 601-4. Para la amistad, en general, en el mundo clásico v. Frienship in the Classical World de David Konstan (Cambridge University Press 1997; escrita por cuestiones de philía en Salamanca), que incluye una exhaustiva bibliografía.