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viernes, 27 de diciembre de 2024

Dossier bibliotecas fantasma

 I

Biblioteca fantasma

Las bibliotecas fantasma (del inglés shadow libraries, traducido literalmente como 'bibliotecas en la sombra') son bases de datos en línea con contenidos disponibles sin restricciones que por lo general están ocultos o son de difícil acceso. Tales contenidos pueden ser inaccesibles por diversas razones, como son el uso de muros de pago, de gestores de derechos digitales o de otras barreras a la accesibilidad puestas por sus propietarios originales.1​ Las bibliotecas fantasma normalmente contienen información textual como libros electrónicos aunque también pueden incluir otros medios de comunicación digitales, como software, música o películas. Las bibliotecas fantasma son un ejemplo ubicuo de infracción de derechos de autor a gran escala.

Ejemplos de bibliotecas fantasma incluyen Library Genesis, Z-Library y Sci-Hub, las cuales son las bibliotecas fantasma con textos académicos y literarios más populares.

Otros ejemplos son Scorser, una biblioteca de partituras musicales,​ Memory of the World, una red de bibliotecas fantasma mantenidas de manera independiente, y La Pirateca, una biblioteca con textos en español.

Motivaciones

Una de las principales motivaciones detrás de las bibliotecas fantasma es la de facilitar la diseminación de contenido académico, sobre todo de artículos científicos y de libros. El acceso a la literatura académica se ha encarecido de manera dramática en los últimos años, especialmente los costos de libros y de artículos. El término crisis de las publicaciones seriadas ha surgido para describir esta tendencia reciente en el aumento de los costos.

Este encarecimiento de los costos y, con ello, el aumento en la inaccesibilidad de la literatura académica también ha dado lugar a un movimiento político internacional a favor de la liberación o de la disminución de los costos del conocimiento académico, conocido como el movimiento del acceso abierto. Este movimiento busca el establecimiento de revistas de acceso abierto o de repositorios con acceso gratuito a revistas publicadas en otros lugares. Sin embargo, muchas de estas revistas solicitan el pago de una cuota para la publicación de artículos, lo que disuade a las personas académicas de publicar con acceso abierto.

Otra motivación para la creación de bibliotecas fantasma es el respaldo tácito de semejantes esfuerzos por parte de varias personas en la academia. Rara vez las editoriales dan una compensación económica a las personas académicas, sin importar que su trabajo sea publicado en revistas de acceso abierto o en revistas con un modelo de publicación comercial. Por este motivo, no hay mucho incentivo en desconocer o rechazar el esfuerzo de las bibliotecas fantasma. Además, estas bibliotecas incrementan en gran medida el factor de impacto de los textos que hacen disponibles: según un estudio de la Universidad Cornell, los artículos en Sci-Hub se citan 1.72 veces más en revistas de calidad similar en comparación a los artículos que no están disponibles ahí.

Estado legal

Casi todo el contenido hospedado por las bibliotecas fantasma está disponible sin el consentimiento de los propietarios originales del material. Esto hace que la mayoría de las bibliotecas fantasma sean ilegales; no obstante, como los investigadores no están obligados a revelar sus medios de acceso, no es posible el monitoreo del uso ilegal de los artículos académicos.

El estado legal sobre el enlazamiento a las bibliotecas fantasma es indeterminado. En la actualidad no hay consenso entre las autoridades legales en Estados Unidos o en Europa sobre si la publicidad de bibliotecas fantasma es una ofensa criminal. Hasta el momento no hay casos resueltos que determinen si las personas académicas tienen permitido proveer enlaces a bibliotecas fantasma, aunque las amenazas de acciones legales por parte de editoriales académicas sobre este asunto se han presentado en incidentes aislados.

Aunque la mayoría de las personas académicas no han sido penalizadas por distribuir su trabajo de manera independiente y gratuita (obviándose la necesidad de las bibliotecas fantasma), existen reportes de amenazas de acciones legales por parte de editoriales académicas.

Véase también

Manifiesto por la guerrilla del acceso abierto, Library Genesis, Acceso abierto, Sci-Hub, Infracción de derechos de autor

II

Library Genesis o LibGen es un motor de búsqueda que permite el libre acceso a artículos científicos y libros (la mayor parte son académicos y, en menor proporción, de ficción). Posee contenido libre en formatos PDF, EPUB, MOBI, DJVU, etc., accesible en portales de numerosas editoriales académicas, como Oxford UP, Cambridge UP, Elsevier ScienceDirect, Springer, etc.

Historia

Library Genesis tiene sus raíces en la cultura clandestina e ilegal del samizdat en la Unión Soviética. En una sociedad en la que el acceso a la imprenta estaba estrictamente controlado por una férrea censura, los intelectuales disidentes copiaban a mano y volvían a mecanografiar manuscritos para su circulación secreta. Esta práctica se legalizó bajo el mandato del Secretario General soviético Mijail Gorbachov en la década de 1980, y se expandió muy rápidamente en una época en la que había ordenadores de sobremesa y escáneres asequibles, y presupuestos de investigación muy reducidos.

Los voluntarios se trasladaron a la red informática rusa («RuNet») en los años 90, que se inundó de cientos de miles de contribuciones descoordinadas. Los bibliotecarios se volvieron especialmente activos, utilizando contraseñas de acceso prestadas para descargar copias de artículos científicos y académicos de fuentes de Internet occidentales, y luego subirlas a RuNet.

A principios del siglo XXI, los esfuerzos se coordinaron y se integraron en un sistema masivo conocido como Library Genesis, o LibGen, en torno a 2008,4​5​6​ que posteriormente absorbió los contenidos de «library.nu» y se convirtió en su sucesor funcional tras su cierre por acciones legales en 2012. En 2014, su catálogo duplicaba en contenido al de library.nu, con 1,2 millones de registros.​ A 28 de julio de 2019, Library Genesis afirma tener más de 2,4 millones de libros de no ficción, 80 millones de artículos de revistas científicas, 2 millones de archivos de cómics, 2,2 millones de libros de ficción y 0,4 millones de números de revistas.

Problemas legales

Litigios

En 2015, Library Genesis se vio envuelta en un pleito legal con Elsevier, que la acusaba de infringir los derechos de autor y de conceder libre acceso a artículos y libros. En respuesta, los administradores acusaron a Elsevier de obtener la mayor parte de sus beneficios de investigaciones financiadas con fondos públicos que deberían ser de libre acceso para todos, ya que las pagan los contribuyentes.

A finales de octubre de 2015, la Corte de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York ordenó el cierre de LibGen y la suspensión del uso del nombre de dominio (libgen.org), pese a lo cual el sitio es accesible a través de dominios alternativos.

País de alojamiento

LibGen está registrado tanto en Rusia como en los Países Bajos, por lo que no está clara la jurisdicción apropiada para emprender acciones legales.

Bloqueos

LibGen está bloqueado por varios ISP en el Reino Unido,​ pero se afirma que tales bloqueos basados en DNS hacen poco para disuadir el acceso.​ También está bloqueado por ISP en Francia,15​ Alemania,16​ Grecia,17​ Italia,18​ Bélgica (que redirige a la página de bloqueo de la Policía Federal Belga),19​ y Rusia (en noviembre de 2018). El 23 de marzo de 2024, se ha informado que la lista de bloqueo de sitios piratas holandeses ahora incluye Anna's Archive y Library Genesis, basándose en una solicitud de BREIN, un grupo antipiratería local.

Uso

Hasta finales de 2014, Sci-Hub, que ofrece acceso gratuito a millones de artículos de investigación y libros, utilizaba LibGen como almacén. Los documentos solicitados por los usuarios se pedían a LibGen y se servían desde allí si estaban disponibles; de lo contrario, se obtenían por otros medios y luego se almacenaban en LibGen.

En 2019, archivistas y activistas de la libertad de información lanzaron un proyecto para sembrar y alojar mejor los volcados de datos de LibGen. El portavoz y coordinador del proyecto 'santuario' describió el esfuerzo como una forma de una «tarjeta de biblioteca permanente para el mundo» e informó que la respuesta ha sido «abrumadoramente positiva de todos».​ En 2020, el proyecto lanzó una biblioteca digital peer-to-peer de contenido en Sci-Hub y Library Genesis usando IPFS.

Véase también

Categoría:Bibliotecas fantasmas, Manifiesto por la Guerrilla del Acceso Abierto

 III

 La Pirateca, el polémico colectivo ilegal para descargar libros gratis

Las librerías que expresaron su apoyo a la página ‘pirata’ han sido denunciadas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial

Carolina Mejía

México - 09 feb 2023 - 11:15 CET

Para hallar La Pirateca es necesario tener experiencia buscando PDFs en Internet. Las redes sociales del proyecto han sido suspendidas y no cuentan con un vocero conocido. Aun así, la página de este colectivo circula de boca en boca entre quienes buscan descargar libros gratis en Internet y recientemente, se ha convertido en el foco de una discusión sobre los límites entre los derechos de autor y el libre acceso a la cultura en México.

El sitio web cuenta con un acervo de libros seleccionados por los curadores anónimos del proyecto. Bajo el lema de “los libros no se roban, se expropian”, en este sitio se pueden encontrar textos de filosofía, narrativa, música y más a disposición para descargar gratuitamente, en su gran mayoría violando la legislación vigente sobre derechos de autor, que prohíbe la reproducción de contenidos sin permiso del titular de derechos.

Librería Impronta informó a través de un comunicado que en junio de 2022 recibió una inspección de autoridades del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (Impi) y la aplicación de medidas cautelares debido a que contaban en el local con una alcancía para recaudar fondos para La Pirateca. Simultáneamente, se llevaban a cabo revisiones en otros negocios literarios que se habían sumado a la recaudación de dinero para el proyecto anónimo.

El debate en torno a la existencia de La Pirateca ha movido a defensores de derechos digitales, editoriales, abogados en materia de derechos de autor, librerías y autores, tanto a favor como en contra. Mientras sigue desarrollándose la pugna entre la legalidad y la piratería, lectores como Gisela Muñoz agradecen la existencia de La Pirateca porque gracias a páginas como esta, dicen, ha logrado hacer crecer su cultura lectora aún desde la periferia y con recursos económicos limitados.

IV

Archivo de Anna  / Anna's Archive

Información general

Dominio es.annas-archive.org

El Archivo de Anna (del inglés Anna's Archive) es un metabuscador en línea gratuito y sin ánimo de lucro de bibliotecas fantasma que proporciona acceso a una colección de libros, creado por un equipo de archivistas anónimos (conocidos como Anna o el equipo Pirate Library Mirror, abreviado como PiLiMi),​ y publicado en respuesta directa a los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, con la ayuda formal de The Publishers Association y Authors Guild, para cerrar el sitio web de Z-Library en noviembre de 2022.

En este sentido, el equipo del Archivo de Anna afirma proporcionar acceso a los metadatos de los materiales de Open Library, ser una copia de seguridad de las bibliotecas fantasma Library Genesis y Z-Library, presentar información sobre ISBN, no almacenar materiales protegidos por derechos de autor en su sitio web y solo indexar metadatos que ya están disponibles públicamente.11​6​9​12​13​14​ Anna's Archive señala que su sitio web, un proyecto sin ánimo de lucro, acepta donaciones para cubrir gastos (alojamiento, nombres de dominio, desarrollo y relacionados).

Descripción

El Archivo de Anna señala que «la información quiere ser libre» y que los miembros del equipo creen firmemente en la libre circulación de información y en la preservación del conocimiento y la cultura. Según el sitio web, el Archivo de Anna (motor de búsqueda de bibliotecas: libros, periódicos, cómics, revistas) es un «proyecto que tiene como objetivo catalogar todos los libros existentes, agregando datos de diversas fuentes... [y para] seguir el progreso de la humanidad para hacer que todos estos libros estén fácilmente disponibles en formato digital, a través de "bibliotecas fantasma"». El equipo también señaló: «Estamos en el otro extremo del espectro [de Z-Library y afines]; siendo muy cuidadosos de no dejar ningún rastro y tenemos una fuerte seguridad operativa».19​6​9​​ Según el sitio: «Difunde la palabra sobre el Archivo de Anna en Twitter, Reddit, Tiktok, Instagram, en la cafetería o librería de tu barrio o donde quiera que vayas. No creemos en el control sobre la información— si nos tiran la página apareceremos de nuevo en otro lugar, ya que nuestro código y datos son de fuente abierta».​

Sitio Web

El código y los datos de Anna's Archive son completamente de código abierto. La organización preserva su colección de manera masiva utilizando torrents para hacer que el sitio sea resistente a fallos. Tiene un sistema de descargas de archivos de dos niveles, en el que las descargas de alta velocidad solo están disponibles para usuarios con una membresía activa (donadores), mientras que los no miembros deben usar las opciones más lentas, donde tienen que verificar su navegador para evitar la extracción de datos.

Historia

Anna's Archive fue fundada por el Pirate Library Mirror, un equipo de archivistas anónimos, en respuesta directa a los esfuerzos de las fuerzas del orden para cerrar Z-Library en 2022.

El 3 de octubre de 2023, se informó que Anna's Archive había extraído datos de WorldCat, la base de datos de metadatos de libros más grande del mundo. Anna's Archive dice que la extracción "marca un hito importante en el mapeo de todos los libros del mundo" y que les permite "trabajar en hacer una lista de tareas pendientes de todos los libros que aún necesitan ser preservados"25​. En respuesta a la extracción, Anna's Archive fue demandada el 12 de enero de 2024 por OCLC, uno de los mantenedores de WorldCat26​. OCLC afirma que la extracción fue el resultado de ciberataques en sus servidores y que Anna's Archive permite la descarga pública de los datos extraídos. El único demandado nombrado en la demanda niega cualquier implicación con Anna's Archive o en el hackeo de WorldCat​.

El 4 de noviembre de 2023, Anna informó en su blog que habían adquirido una copia de DuXiu, una base de datos de libros chinos escaneados​. Los datos fueron liberados sin restricciones el 16 de junio de 2024.

En enero de 2024, Anna's Archive fue bloqueada en Italia debido a una denuncia de derechos de autor por parte de la Asociación Italiana de Editores. En marzo de 2024, Anna's Archive fue bloqueada por algunos proveedores de servicios de Internet en los Países Bajos a petición de BREIN, un grupo antipiratería.

El 1 de julio de 2024, el espejo .org comenzó a redirigir al espejo .gs. El 11 de julio de 2024, Anna informó en su subreddit que el espejo .gs no estaba funcionando, y que se usara el espejo .se o el nuevo espejo .li en su lugar; el espejo .org también dejó de redirigir.

V

La Pirateca: escanear libros como un gesto de amor

La Pirateca pone en debate la vigencia del derecho de autor frente al derecho al acceso a la cultura y al conocimiento en el mundo digital.

Por: Karina Feliciano

Fecha de publicación: 21 noviembre, 2021

No mide más de 30 centímetros de alto. Se trata de un objeto tubular, de color negro y construido con un material similar a la fibra de vidrio. De la parte superior se despliega una mirilla, como un periscopio que mira hacia la superficie de la mesa.

–Nos costó como mil quinientos pesos. Lo compramos en internet, en indiegogo.

Hay cinco personas sentadas alrededor de la mesa. Quien habla ahora es una mujer joven, de edad indefinida y que prefiere no hacer pública su identidad.  Basta con decir que ella, junto a otro muchacho también presente, forma parte de La Pirateca: una comunidad anónima que, bajo el lema de “Los libros no se roban, ¡se expropian!”, mantiene una página de internet donde pueden descargarse decenas de libros gratuitamente.

La Pirateca aceptó reunirse con Corriente Alterna en esta cantina del Centro Histórico con la condición de que sus nombres no sean revelados y con la advertencia de que La Pirateca, además, no es un colectivo sino “una red sin integrantes fijos ni organización clara”.

–Tampoco tenemos una “sede” –dice él y señala, después, el objeto tubular al centro de la mesa–. Este es un escáner muy ligero y fácilmente transportable. Un día está en mi casa, otro día está en casa de un amigo en Iztapalapa: va rolando de mano en mano.

Con este método, en apenas un par de años, La Pirateca ha digitalizado más de un centenar de libros de editoriales como Caja Negra, Sexto Piso, Pepitas de Calabaza, Acantilado, Impronta, Almadía, Antílope, Penguin Random House, Dharma Books, Anagrama, Tusquets, Akal y Fondo de Cultura Económica.  Y, aunque no es el único proyecto dedicado a escanear y liberar libros en la red, La Pirateca ha cobrado cierta fama: muchos de los libros que expropian suelen ser caros, a veces inconseguibles o sumamente codiciados.

Su catálogo,  dicen, parte de una “curaduría de la amistad”. Deciden compartir libros por esta vía no sólo por el deseo de cuestionar las políticas editoriales o los derechos de autor; su propósito es mucho más sencillo: compartir libros que los han afectado –libros capaces de generar afectos–, tejer lazos y relaciones de cariño a través de la lectura. 

Pero no todo el mundo está conforme con sus acciones.

El derecho del lector

Ocurrió a principios de 2021, en febrero. La Pirateca anunció en Twitter sus intenciones de digitalizar Poesía reunida e inédita, del autor sonorense Abigael Bohórquez (1936-1995), para “liberarlo” en su página. No tardaron en recibir mensajes, peticiones amables para que se evitaran “problemas legales”, amenazas de demandas.

https://twitter.com/la_pirateca/status/1357172820640337923

A pesar de las advertencias, publicaron el libro para descarga gratuita. 

–Estábamos advertidos de que podría ser un problema, pero no había de otra. Sentimos que no nos dejaron opción.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), en México seis de cada diez personas mayores de edad y alfabetizadas tienen la costumbre de leer.  De estas, sólo 43% consume libros, de los cuales 69.9% son gratuitos; 42.56% lee por entretenimiento, 25.14% por “trabajo o estudio” y 18.52% por “cultura general”. Esto de acuerdo al Módulo sobre lectura (MOLEC) del INEGI para febrero de 2021.

Por si esto fuera poco, la Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo de Medios Digitales y Lectura entre Jóvenes Mexicanos, levantada por IBBY México en 2019, registra que sólo 25% de sus encuestados leía poesía. 

Pese a ello, la “liberación” del poemario de Abigael Bohórquez desató un intenso debate en redes sociales. Poco se discutía sobre alternativas para incrementar el número de lectores de poesía; se trataba de poner en duda la legitimidad de sitios como La Pirateca o de revisar la vigencia y alcance de los derechos de autor.

A la polémica se sumó un elemento más: Poesía reunida e inédita, de Abigael Bohórquez, fue una obra patrocinada en 2016 por el Instituto Sonorense de Cultura (ISC).

–Yo creo que [la digitalización y difusión gratuita de libros editados con recursos públicos] no afecta económicamente a los autores: el Estado ya les pagó.

Quien habla es Hermes Ceniceros, propietario de Pequebú Librería, un lugar especializado en autores sonorenses que comenzó en 2020 con la venta en línea y, más tarde, se trasladó a un espacio físico ubicado en Casa Madrid, en Hermosillo, Sonora. 

–En este caso, yo no veo un problema –agrega–. Estos libros, tanto digitales como físicos, se hacen con el dinero de la gente: por eso deben ser accesibles.

Los derechos del autor… y del editor

Pero no todos piensan igual. José Antonio Gebara Saldívar, abogado de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), dice que el autor o titular de una obra, sin importar si ésta se realizó con patrocinio público o privado, debe tener derecho a publicarla por sí mismo o a través de terceros autorizados. Decidir su forma de distribución es, también, su derecho; incluso hacerlo gratuitamente, si así lo decide.

El problema empieza cuando alguien más publica una obra sin autorización. Esto puede interpretarse como una violación a los derechos de autor, que incluyen el de decidir las condiciones de publicación. Violar esta prerrogativa, insiste Gebara Saldívar, genera responsabilidades calificadas por ley como “reproducción ilegal de obra”. 

–Que una obra se reproduzca de forma ilegal tiene como consecuencia que el autor no reciba regalías –dice. 

Gabriela Jáuregui, escritora, poeta y editora mexicana, considera “falso” este argumento. En febrero de 2021, cuando La Pirateca subió a su sitio Tsunami 1 y Tsunami 2 (antologías de ensayos de autoras feministas latinoamericanas, ambas compiladas por ella), “se sintió como una rockstar”, bromea. 

–Que tu libro circule libremente en PDF quiere decir que algo hiciste bien: hay gente que quiere leerte y se tomó la molestia de digitalizar tu libro o buscar el PDF y lanzarlo al “estrellato del piratismo”.

Esta emoción fue compartida por las otras autoras que participaron en las antologías, quienes también compartieron el enlace de descarga. Esta acción sólo les trajo beneficios. “Ya se reeditó el Tsunami 2. La primera vez se publicaron cuatro mil ejemplares y vamos por otros tantos. Esto en pandemia y con el PDF circulando libremente, ¡imagínate!”. 

Como cofundadora del colectivo editorial Surplus Ediciones, Jáuregui ha notado que los libros que más se venden y reeditan son los que circulan libremente.

–Uno de nuestros libros más exitosos es Antígona González, de la poeta Sara Uribe. Ese libro estuvo en descarga libre desde el primer día –dice–. A Sara le va bien porque recibe regalías y, además, ese dinero se va a grupos de búsqueda de personas desaparecidas. Siendo una editorial independiente hay suficiente para que la editorial reciba ganancias, el libro se reedite y, además, se distribuya a esta causa.

Pero el abogado Guebara Saldívar insiste en que estas prácticas desestimulan la producción literaria, lo cual afecta a la sociedad entera.

–Además, una cosa es la obra [el texto] y otra los derechos editoriales: el diseño de portada, la formación y maquetación de las páginas, también generan derechos conexos a favor del editor. 

Gebara no es el único opositor a que las obras literarias fluyan gratuitamente por internet. Quetzalli de la Concha, gerente legal y de derecho de autor de Penguin Random House, durante la mesa redonda “Piratería editorial”, de la XLII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería de 2021, describió a proyectos como La Pirateca como mecanismos comerciales, diseñados para monetizar espacios publicitarios e, incluso, para robar los datos personales de los usuarios de internet y después venderlos a terceros.

El afecto y la “ética pirata”

Una computadora está encendida 24 horas al día en algún lugar del mundo. Se trata de un equipo especial: no todas las máquinas logran mantenerse todo el tiempo encendidas, recibiendo y transmitiendo información. Permanecer conectada a toda hora le permite compartir todos los archivos que resguarda con cualquiera que los necesite, gracias a una “red de descarga descentralizada”: la Red Torrent, como le llaman quienes entienden de estos temas.  

–Yo crecí fuera del sistema escolarizado  –confiesa una de las piratecas presentes en la cantina–. Mi madre quería que estudiara en casa y así lo hice hasta la prepa. No tenía escuela pero tenía internet. Ligarme a la comunidad Torrent, compartir películas, libros o software sin restricción alguna, fue fundamental para mi propia formación: yo defiendo que cualquier persona tenga ese derecho. 

Además de no pagarle a Netflix, Spotify o Amazon, se trata de escapar de la lógica de los algoritmos que dictan cuáles contenidos deberías ver o qué información está disponible en línea y cuál no. 

Buena parte de quienes participan en la Red Torrent –explica la otra pirateca presente–, se consideran a sí mismos “guardianes”. Personas responsables de preservar conocimiento: libros, música, películas, software en forma de archivos descargables. Para lograr su objetivo invierten en equipo que pueda descargar y compartir archivos de forma continua sin importar las fallas en el servicio de internet o los cortes de energía. 

–En las comunidades de Torrent la retribución no es económica. Se felicita a alguien por haber compartido algún material que necesitabas y conseguiste ahí, o porque el sitio de descarga es muy amigable. Pertenecer implica trabajar de forma no remunerada o, mejor dicho, nuestra remuneración no es económica.

La Pirateca trabaja, además, con un “Sistema de Archivos Interplanetario”: IPFS (InterPlanetary File System, por sus siglas en inglés). Con este método, cada archivo que se comparte se reparte en distintos equipos: si una computadora falla, el resto puede compartirlo de manera efectiva.

–Yo comencé a escanear mis libros por una razón sencilla: tiendo a subrayar mucho, a rayar el papel… –cuenta el joven pirateca–. Pero quería conservarlos intactos en algún lugar. Así que escanear y luego compartir era un gesto muy sencillo. ¡No sabía que eso era ilegal! Yo conocía el mundo a través de internet. Fue hasta la preparatoria que comencé a tomar conciencia de que la realidad se dividía en polos: lo legal y lo ilegal, por ejemplo. Pero el mundo no es necesariamente así.

La Pirateca, por cierto, no alberga publicidad en su sitio. Sus integrantes aseguran que ni siquiera llevan un registro del número de descargas de cada uno de los libros que mantienen en línea. Acumular datos personales no les es posible y, además, lo consideran una traición a la “ética pirata” que privilegia el anonimato como una de sus herramientas.

Eso sí: para poder pagar por los equipos necesarios y mantener los servidores funcionando, La Pirateca recibe donaciones que transparenta en su propia página. También ha establecido alianzas con algunas librerías y negocios locales de la Ciudad de México como El Desastre, La Comezón, Impronta Casa Editora y Cafeleería, donde han instalado alcancías físicas para recibir aportaciones voluntarias.

“Nos pareció algo hermoso”

Disruptiva. Así califica Hermes Ceniceros la obra poética de Abigael Bohórquez. Por eso, al enterarse de la polémica sobre la reproducción no autorizada de su poemario, el librero y gestor cultural tuvo una idea: anunció que aquellas personas que llegaran a Pequebú Librería con la versión digital del libro obtendrían 40% de descuento en la compra de un ejemplar impreso.

Las ventas del libro aumentaron 200%. 

Ceniceros aprovechó, además, para promocionar otras obras y permitió a las y los lectores de Bohórquez tomar una postura en defensa de los ejemplares impresos.

–La gente que iba y compraba el libro con ese descuento veía ese acto como una proclama: “No nos vamos a dejar”. Hacían el paro, compraban uno o dos libros más, aunque no tuvieran descuento.

La obra de Bohórquez había sido editada con recursos públicos, recuerda Ceniceros. Pero, incluso, para las personas de Sonora resulta difícil obtener sus libros: antes de que La Pirateca liberara sus textos, Bohórquez contaba con poca promoción en las librerías. Conseguir un libro suyo, en otras partes del país, era todavía más complicado.

De acuerdo con datos del Sistema de Información Cultural (SIC) de la Secretaría de Cultura federal, actualmente hay en México una biblioteca pública por cada 16, 883 habitantes. En el caso de Sonora, una por cada 20 mil habitantes. 

Para acceder a un libro físico en Sonora, explica Ceniceros, las personas tienen que ir a ciudades grandes: Hermosillo, Cajeme o Nogales. En los pueblos pequeños no hay librerías ni bibliotecas; y, si las hay, su catálogo es pobre y desactualizado. 

–Ahí es donde te das cuenta que quienes juzgan proyectos como La Pirateca lo hacen desde la ciudad, desde una esfera en donde ellos sí tienen muchas formas de acceder a muchos libros.

La digitalización de la obra de Bohórquez renovó el debate sobre los derechos de autor pero también el derecho de la sociedad a acceder a literatura inspirada en ella. Esta contradicción se agrava con la narrativa de comunidades marginadas o víctimas de la violencia. ¿Por qué las y los autores –en conjunto con editores y empresas editoriales públicas o privadas– pueden usar el dolor de una comunidad con fines literarios sin devolver nada a cambio?

–Empezamos a enviar muchos libros a todo el país gracias a ese escándalo –cuenta Ceniceros–. Gente que había bajado el libro y decía: “De todos modos, yo lo quiero impreso”. 

No sólo eso. A partir del escándalo, cientos de lectores comenzaron a replicar los poemas de Bohórquez: recitaron versos frente a la cámara y desbordaron Twitter con capturas de pantalla de sus poemas. De ser un poeta con poca difusión, el sonorense se convirtió pronto en un símbolo por el derecho a la libre difusión de contenidos. 

–Nunca lo esperamos –dice La Pirateca–. Sentimos que mucha gente, de verdad, descubrió o redescubrió a Abigael. Nos pareció algo hermoso.

El derecho al conocimiento. Pero no sólo se trata de literatura.

Gabriela tiene 24 años. Estudia la maestría en neurofarmacología y terapéutica experimental en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional. 

Desde que era estudiante de licenciatura recurre a artículos y libros digitalizados de descarga libre, pues su elevado costo los vuelve restrictivos y en la biblioteca de la Universidad Autónoma Metropolitana –donde inició sus estudios superiores– los libros disponibles no eran suficientes para todo el estudiantado. Esta práctica –recurrir a material digitalizado– la mantiene hasta el día de hoy.

Para que sus estudiantes accedan a publicaciones especializadas, comenta Gabriela, el Cinvestav adquiere suscripciones. Sin embargo, ella ingresó a la maestría en un momento especial: la pandemia. Tener acceso a libros y revistas resultaba imposible en este contexto. De hecho, durante más de un año y medio ni siquiera tuvo la oportunidad de recibir su credencial de estudiante a causa del confinamiento. Le resultaba imposible, incluso, ingresar a las bases de datos de manera remota.

Para ella, la descarga gratuita de contenidos –digitalizados con o sin autorización de sus autores y casas editoriales– no es cuestión de principios éticos. Tampoco representa una idea disruptiva o un posicionamiento político. Para Gabriela, en muchos casos, esta es la única opción para acceder a cierta información.

Además, piensa que la digitalización y difusión gratuita de contenidos por medios digitales resuelve otro problema: la dificultad de los autores para acercarse a los públicos. Especialmente en el campo científico, explica, la única posibilidad que tienen muchos autores de exponer sus planteamientos es pagando por su publicación en revistas especializadas.

–Hay revistas que aceptan tu artículo, pero tienes que pagar: es muchísimo dinero. Se lucra mucho con la publicación científica. Yo estoy a favor de páginas como Sci-Hub. 

Sci-Hub es un repositorio digital con millones de artículos científicos de descarga libre creado en 2011 por Alexandra Elbakyanr, una desarrolladora y neurocientífica de Kazakistán que ha enfrentado juicios millonarios contra las grandes editoriales científicas de Estados Unidos.

No sólo se trata de actividades ilegales. Los entusiastas de proyectos como Sci-Hub, Pirate-Bay, Library Genesis, Z-Library, quienes participan de la Red Torrent o mantienen decenas de grupos de Facebook o los bots de Telegram que rastrean y comparten “pdf” gratuitos, insisten en que la batalla es por democratizar la información, el arte, la literatura, la ciencia. Que el conocimiento no sea sólo una mercancía.   

“Yo sé que hay gente que no puede pagarse un libro. Y quién soy yo, o mis editores, para prohibirle leerlo. Al contrario, lo que más quisiera es que alguien así lo lea”, subraya Gabriela Jáuregui.

Quién gana, quién pierde

–Nosotros intentamos crear un escáner similar, pero no es tan sencillo.

Quien habla se hace llamar @hacklib, un integrante del Rancho Electrónico, colectivo de la Ciudad de México dedicado a promover el hacktivismo –o activismo digital– como una forma de organización y de autonomía. Como les integrantes de La Pirateca, es un entusiasta de la digitalización de libros y la gestión de bibliotecas digitales independientes.

 –El problema no es tanto el aparato –señala el escáner tubular de La Pirateca, todavía en el centro de la mesa de una cantina–. Teníamos que conseguir los planos de un modelo anterior para mandar a cortar la madera, aprender a armarlo, hackear dos cámaras viejitas, hacer las conexiones necesarias. Pero lo más difícil es la programación, el software: nadie ha liberado el código, hay que partir de cero. Lograr que se detecten bien las letras, que se aplane la página, que quede bonito pues… no es sencillo. 

Los críticos de la cultura del intercambio libre, aquellos que no dudan en calificar de crimen el acto de compartir contenidos sin autorización de autores y editores, pronostican que estas prácticas generarán la extinción de los autores. Sin embargo la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del INEGI, revela que no existe tal migración de consumidores de libros físicos al universo digital.

La ENDUTIH 2019 indica que, ese año, 56.4% de la población contaba con conexión a internet y 47.3% lo utilizaba para leer libros, revistas y periódicos. Los datos del INEGI para febrero de 2021 arrojan que 72% de la población consumidora de libros lo hace de forma física y sólo 21.47% de forma digital.

Los libros que difunde La Pirateca suelen resultar inaccesibles por disponibilidad o precio, pero tienen algo más en común: son títulos amados por les integrantes de La Pirateca, quienes defienden que el acto de compartir una lectura no debería obedecer sólo a las reglas de un intercambio comercial.

Por eso, insisten, quienes condenan a los proyectos que difunden contenidos gratuitamente lo hacen por un juicio “moral”, más que lógico. Se les atribuye acciones hostiles y violencia contra los autores, cuando en el fondo ayudan a que su obra sea leída –incluso a que se venda más– a través del cariñoso acto de compartir, como quien presta un libro a una persona querida.

“Nuestra curaduría es el afecto”, precisa una de las piratecas y explica que, gracias a eso, el proyecto funciona como una red de amigues que colaboran de manera permanente o esporádica.

Hoy, la comunidad está integrada por personas expertas en tecnología, leyes, filosofía y literatura.

–A veces nos dicen: “Tú, Pirateca, estás haciendo que tal autor no pueda vivir de su escritura”. Cuando la gente escucha eso, piensa: “¡Claro!”. Pero ¿de dónde vienen esos argumentos y qué intereses representan? Los proyectos de cultura libre poseemos un potencial político: se mete a la ecuación de la lectura un factor que no existía. Que también puedan leer quienes no pueden pagar por hacerlo.

VI

Z-Library

Dominio z-library.sk

(el sitio original)

go-to-library.sk

(app para descargar)

Z-Library (abreviado como z-lib, anteriormente BookFinder) es un proyecto de biblioteca fantasma de intercambio de archivos con acceso a libros de interés general, artículos de revistas académicas y textos académicos.

Se originó como un espejo de Library Genesis, y la mayoría de sus libros proceden de esta. Sin embargo, algunos de ellos son subidos directamente a este sitio por usuarios individuales y no están incluidos en la colección de Library Genesis.

Las personas también pueden contribuir al repositorio del sitio web para hacer que la literatura sea accesible para tantas personas como sea posible.

En octubre de 2021, el ahora desaparecido servicio Alexa Traffic Rank clasificó a Z-Library como el sitio web 8182 más activo.

Al 1 de octubre de 2022, Z-Library declaró que poseía más de 11 291 325 libros y 84 837 643 artículos.

Según la página del proyecto para artículos académicos, afirma ser «la biblioteca de libros electrónicos más grande del mundo», así como «la tienda de artículos científicos más grande del mundo». Z-Library también se describe a sí misma como una organización sin fines de lucro sostenida por donaciones.

En noviembre de 2022, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con el FBI estadounidense, incautó muchos nombres de dominio de Z-Library.

El Servicio Postal de Inspección de los Estados Unidos (USPIS) también apareció en el aviso de incautación, pero según la agencia, esto fue un error.

Debido a las incautaciones de los dominios, el acceso a Z-Library quedó fuertemente reducido, pero la biblioteca siguió disponible a través de la red Tor, y desde 2024 volvió a ser accesible a través de internet.

Historia

El pie de página del proyecto contiene la frase "Libros electrónicos gratuitos desde 2009" ("Free ebooks since 2009").

A mediados de 2015, The Publishers Association, una organización del Reino Unido, intentó promulgar bloqueos a nivel de proveedor de servicios de Internet en Z-Library.

A fines de 2015, la editorial Elsevier presentó una solicitud judicial exitosa que ordenaba al registrador de bookfi.org confiscar el dominio de internet del sitio. ​Bookfi.org, booksc.org y b-ok.org se incluyeron en el informe de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos de 2017 sobre mercados notorios.

Los dominios de Z-Library se bloquearon temporalmente en 2021 después de un aviso de DMCA emitido por Harvard Business Publishing. Las suspensiones de dominio se levantaron más tarde. ​El sitio web fue prohibido en la India en agosto de 2022, luego de una orden judicial del tribunal de distrito de Tis Hazari, luego de una demanda que afirmaba que Z-Library estaba violando los derechos de autor de diez libros (relacionados con temas de derecho fiscal y corporativo). ​Se ordenó a los proveedores de servicios de Internet en India que bloquearan el sitio. La decisión de bloquear Z-Library y otras bibliotecas sombra ha sido criticada por algunos autores, estudiantes, académicos y activistas por la libertad de información de la India.

En septiembre de 2022, se anunció que el Syndicat National de l’Édition (en Francia) logró una impugnación legal del sitio web, habiendo presentado una queja contra unos doscientos dominios y sitios espejo asociados con él. La decisión fue tomada por el Tribunal Judiciaire de Paris (Tribunal Judicial de París). Se ordenó a los proveedores de servicios de internet en Francia que bloquearan los dominios.

En octubre de 2022, TikTok bloqueó los hashtags relacionados con Z-Library después de que ganó popularidad allí y el Sindicato de Autores (Authors Guild) presentó una queja ante el Representante Comercial de los Estados Unidos. El 3 de noviembre de 2022, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el FBI incautaron muchos de los nombres de dominio de Z-Library en respuesta a una orden judicial. A partir del 4 de noviembre de 2022, el personal de Z-Library solo ha notado un problema de alojamiento; el servicio oculto del sitio web en la red Tor aún era accesible.

A pesar de todo, la librería Z-Library se ha intentado reubicar hacia nuevos dominios. ​Debido a esto, el FBI continuó confiscando dominios web relacionados con Z-Library: en mayo de 2023 fueron confiscados varios dominios relacionados con los servidores de inicio de sesión de la biblioteca, ​y en noviembre de 2023 se incautaron más dominios relacionados con la biblioteca con ayuda de autoridades austríacas. ​En enero de 2024 algunas de las principales casas editoriales, como Penguin Random House y HarperCollins, han reportado a Google miles de dominios de Z-Library para ocultarlos de cualquier búsqueda en la web.

Funcionalidad

A diferencia de Library Genesis y Sci-Hub, no se sabe mucho sobre Z-Library en términos de su operación, administración, estado comercial y declaración de misión. En particular, Z-Library no abre su base de datos completa al público, aunque esta fue duplicada por archivistas en 2022.

En un esfuerzo por evitar la inclusión en la lista negra de dominios (a menudo por proveedores de Internet a nivel de DNS de acuerdo con los procedimientos legales),27​28​Z-Library utiliza una página de inicio en un dominio fácil de recordar. La página de inicio no contiene ningún contenido infractor, sino que enumera muchos dominios espejo que funcionan para diferentes regiones. Estos dominios se pueden cambiar y no es necesario que sean tan fáciles de recordar; por ejemplo, algunos incluyen números.29​

Z-Library Team afirma tener servidores en Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Malasia, Panamá, Rusia y Estados Unidos, y el tamaño de su base de datos supera los 220 TB.

Herramientas

Z-Library da a sus usuarios la función de generar colecciones personales de libros que pueden compartir. La función permite que se puedan crear listas temáticas o de géneros literarios. Cuando se crea una lista, los usuarios pueden agregar más títulos y también tiene una opción de búsqueda.

Los bibliotecarios y Z-Library

Los bibliotecarios se han mantenido en gran parte en silencio profesionalmente sobre Z-Library. Una excepción es Mikael Böök, activista bibliotecario, autor del ensayo Herding the wind: a journey to the strange world of the e-library in the autumn of the year 2020. Böök conecta el propósito de Z-Library con las cinco leyes de la biblioteconomía de S. R. Ranganathan. También señala a Michael S. Hart, inventor del libro electrónico y fundador del Proyecto Gutenberg como precursor de la Z-Library. Böök aborda cuestiones de derechos de autor, el caso de libros de Wu Ming, y los roles de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

Clausura del sitio

El 4 de noviembre de 2022, la United States Postal Inspection Service, una organización del Gobierno estadounidense encargada de actuar ante el fraude en su sistema postal, procedió a clausurar el sitio web.

El 11 de febrero de 2023, Z-Library habilitó de nuevo el dominio para iniciar sesión, en el que ahora permite entrar a la página web a través de dominios personalizados, según se afirma en una entrada en su blog.

Dominios fraudulentos

Algunos dominios ajenos a Z-Library han intentado repetidas veces suplantar su sitio, incluso en esta página de Wikipedia. Usan para ello nombres de dominio parecidos, y un diseño idéntico. La finalidad de estos sitios es conseguir nombres de usuario y contraseñas de los usuarios para probarlos en otros servicios, incluso bancarios, y obtener beneficio con ello. Entre los dominios fraudulentos están, según manifiesta la propia Z-Library en su página de inicio, z-lib.io, z-lib.id, z-lib.is, y zlibrary.to.

Véase también

ICanHazPDF

JSTOR

Sci-Hub

Enlaces externos

https://z-library.sk/ (el sitio original).

https://go-to-library.sk/ (aplicación para descargar).

lunes, 30 de septiembre de 2024

¿Por qué el cerebro prefiere los libros en papel?

De Pedro Pizarro, en Quora, y, a su vez, tomado de Ivonne María Valdez en Tribuna Económica, 2024:

 ¿Por qué el cerebro prefiere los libros en papel?

Porque el cerebro humano es capaz de percibir un texto en su totalidad, como si se tratara de una especie de paisaje físico. Y es que cuando leemos, no solo estamos recreando un mundo con las palabras del relato, sino que construimos una representación mental del mismo texto.

Al pasar las páginas de un libro de papel, realizamos una actividad similar a dejar una huella tras otra por un sendero, hay un ritmo, una cadencia y un registro visible en el transcurrir de las hojas impresas.

La prestigiosa revista Scientific American publicó un artículo con el que se busca dar una explicación a esta paradoja: en la época de la hiperconectividad, cuando cada vez tenemos más equipos que nos permiten leer con mayor facilidad y contamos con acceso a bibliotecas enteras en formato electrónico, muchos siguen prefiriendo al formado de papel.

El libro tradicional, la revista, el diario, siguen siendo los favoritos del público en general. Aunque resulte difícil de creer, siendo que los formatos digitales nos abren las puertas a muchas libertades.

Papel versus píxeles Muchos trabajos hablan de que en pantalla se lee más lentamente y, además, se recuerda menos. Hay “fisicabilidad” en la lectura, dice Maryanne Wolf de la Universidad de Tufts. Las personas necesitan sentir el papel al leer, el cerebro lo pide inconscientemente.

Nosotros no hemos nacido con circuitos cerebrales dedicados a la lectura, porque la escritura se inventó hace relativamente poco tiempo en nuestra evolución: alrededor de cuatro milenios antes de Cristo.

En la niñez, el cerebro improvisa nuevos circuitos para leer y para ello usa parte de otros dedicados al habla, a cuya habilidad se suma la coordinación motora y la visión.

El cerebro comienza a reconocer las letras con base en líneas curvas y espacios y utiliza procesos táctiles que requieren los ojos y las manos. Los circuitos de lectura de los niños de 5 años muestran actividad cuando practican la escritura a mano, pero no cuando se escriben las letras en un teclado.

Más allá de tratar a las letras individuales como objetos físicos, el cerebro humano puede percibir un texto en su totalidad como una especie de paisaje físico. Cuando leemos, construimos una representación mental del texto.

La naturaleza exacta de tales representaciones permanece clara, pero algunos investigadores creen que son similares a un mapa mental que creamos de un terreno, como montañas y ciudades, y de espacios físicos de interior, tales como departamentos y oficinas.

En paralelo, en la mayoría de los casos, los libros de papel tienen una topografía más evidente que el texto en pantalla. Un libro de papel abierto presenta dos dominios claramente definidos: páginas de izquierda y derecha y un total de ocho esquinas en las que uno se orienta.

Al pasar las páginas de un libro de papel se realiza una actividad similar a dejar una huella tras otra por un sendero, hay un ritmo y un registro visible del transcurrir de las hojas. Todas estas características permiten formar un mapa mental, coherente, del texto.

En contraste, la mayoría de los dispositivos digitales interfieren con la navegación intuitiva de un texto y a pesar de que los e-readers (libros electrónicos) y tabletas replican el modelo de páginas, estas son efímeras. Una vez leídas, esas páginas se desvanecen.

“La sensación implícita de dónde usted está en un libro físico se vuelve más importante de lo que creíamos”, dice el artículo de la Scientific American.

También pone en cuestión que los fabricantes de libros electrónicos hayan pensado lo suficiente sobre cómo es posible visualizar dónde está el lector en un libro.

En un trabajo sobre comprensión de texto, al comparar alumnos que leyeron en papel con otros que leyeron un texto en versión PDF en la pantalla, se concluyó que los primeros tuvieron mejor rendimiento.

Otros investigadores están de acuerdo con que la lectura basada en pantallas puede empeorar la comprensión, ya que es mentalmente más exigente e incluso físicamente más cansadora que la lectura en papel.

La tinta electrónica refleja la luz ambiental al igual que la tinta de un libro de papel, pero las pantallas de ordenadores, teléfonos inteligentes y tabletas hacen brillar la luz directamente en los rostros de las personas y la lectura puede causar fatiga visual, dolores de cabeza y visión borrosa.

En un experimento realizado por Erik Wästlund, de la Universidad de Karlstad en Suecia, las personas que tomaron una prueba de lectura comprensiva en un equipo electrónico obtuvieron calificaciones más bajas e informaron mayores niveles de estrés y cansancio que las personas que completaron en papel.

Las investigaciones más recientes sugieren que la sustitución del papel por pantallas a una edad temprana tiene desventajas. En 2012, un estudio en el Joan Ganz Cooney Center en la ciudad de Nueva York reclutó 32 parejas de padres e hijos de 3 a 6 años de edad.

Los niños recordaron más detalles de las historias que leyeron en el papel, pese a que las digitales estaban complementadas con animaciones interactivas, videos y juegos, que en realidad desviaban la atención lejos de la narrativa.

Como resultado de un trabajo que involucró el seguimiento de una encuesta de 1.226 padres, se informó que, al leer juntos, la mayoría de ellos y sus niños prefirieron libros impresos sobre los libros electrónicos.

Al leer los libros de papel a sus niños de 3 a 5 años de edad, los niños podían relatar la historia de nuevo a sus padres, pero al leer un libro electrónico con efectos de sonido, los padres con frecuencia tuvieron que interrumpir su lectura para pedir al niño que dejara de jugar con los botones y recuperara la concentración en la narración. Tales distracciones finalmente impidieron comprender incluso la esencia de las historias.

Muchas personas aseguran que cuando realmente quieren centrarse en un texto, lo leen en papel. Por ejemplo, en una encuesta realizada en 2011 entre estudiantes de posgrado en la Universidad Nacional de Taiwán, la mayoría aseguró que navegaba algunos párrafos de un artículo en línea antes de imprimir todo el texto para una lectura más a fondo.

Y en una encuesta realizada en 2003 en la Universidad Nacional Autónoma de México, cerca del 80 por ciento de los 687 estudiantes dijo preferir leer el texto impreso.

Encuestas e informes sobre los consumidores sugieren que los aspectos sensoriales de la lectura en papel importan a la gente más de lo que cabría suponer: la sensación de papel y tinta; la opción de suavizar o doblar una página con los dedos, el sonido distintivo de pasar una página, la posibilidad de subrayar, de detenerse y tomar nota, hacen que se elija más el papel.

Para compensar este déficit sensorial, muchos diseñadores digitales tratan de hacer que la experiencia de los lectores electrónicos –en inglés, e-reader– esté tan cerca de la lectura en formato de papel como sea posible.

La composición de la tinta electrónica se asemeja a la química típica de la tinta, y el diseño sencillo de la pantalla del Kindle (una marca de libro electrónico) se parece mucho a una página en un libro de papel. Sin embargo, estos esfuerzos –que fueron replicados por su competidora Apple iBooks– hasta ahora tienen más efectos estéticos que prácticos.

El desplazamiento vertical puede no ser la forma ideal de navegar un texto tan largo y denso como en los libros de muchas páginas, pero medios como el New York Times, el Washington Post y ESPN crearon atractivos artículos, altamente visuales, que no pueden aparecer en la impresión, ya que combinan texto con películas y archivos de sonido.

Es probable que el organismo de los nuevos nativos digitales cree otras redes neuronales que les permitan preferir lo electrónico al papel, pero mientras tanto, hoy el resto de la población sigue prefiriendo el contacto con las históricas hojas.

lunes, 8 de abril de 2024

Michel Desmurget, Por qué leer libros es tan importante para desarrollar la inteligencia de nuestros hijos

Michel Desmurget, "Por qué leer libros es tan importante para cultivar la inteligencia de nuestros hijos", en El País, 7 de abril de 2024:

Las pantallas recreativas minan el desarrollo de los jóvenes: leer es la única forma de desarrollar un lenguaje avanzado que permita construir algún pensamiento complejo

Sometidos al yugo adictivo de las omnipresentes pantallas recreativas (películas, series de televisión, videojuegos, redes sociales...), nuestros hijos leen cada vez menos y, por tanto, cada vez peor, porque, como demuestran decenas de estudios, la capacidad lectora depende directamente del tiempo de práctica. En España, según las últimas evaluaciones internacionales Pisa, el 75% de los alumnos de 13 años de secundaria no pasan del nivel “básico”, que como mucho les permite comprender enunciados sencillos y explícitos; el 51% tienen incluso un nivel “bajo” y dificultades con los textos más básicos. Solo el 5% de los lectores son “avanzados”, capaces de identificar y resumir las ideas implícitas en un texto no trivial. Estas cifras son comparables a la media de la OCDE. Desde 2015, los alumnos españoles de secundaria han perdido un año de aprendizaje. Esto significa que los jóvenes de 13 años en 2022 tenían el mismo nivel que sus homólogos de 12 años siete años antes.

Muchos observadores parecen satisfechos con esta evolución, alegando que hay que avanzar con los tiempos y que los niños de hoy simplemente aprenden “de otra manera”. Mientras que en tiempos pasados se utilizaba la palabra escrita, en el mundo moderno se recurre a los medios audiovisuales. Por desgracia, este argumento pasa por alto las características específicas de la palabra escrita. En primer lugar, está el lenguaje. El libro está desprovisto de contexto. Solo tiene palabras como soporte. La imagen (o el vídeo) de un paisaje, de un objeto, de una emoción, de una escena de la vida, etcétera, habla por sí sola, por así decirlo, al menos en parte. El libro tiene que describirlo todo. Esto explica por qué, por término medio, la complejidad léxica y gramatical de los corpus textuales es mucho mayor que la de los corpus orales. Amplios estudios de contenido han demostrado que hay más riqueza lingüística en un álbum de preescolar (el más sencillo de los libros) que en todos los corpus orales corrientes: discusiones entre adultos cultos o adultos y niños, películas, series, dibujos animados, programas de televisión... Esto significa que la exposición a la palabra escrita es la única manera de desarrollar un lenguaje avanzado, sin el cual no puede construirse ningún pensamiento complejo.

A menudo, oigo decir que las generaciones más jóvenes nunca han leído tanto, gracias a internet. Lamentablemente, la afirmación es engañosa. Entre los jóvenes de 8 a 18 años, la lectura digital representa entre el 2% y el 3% del tiempo de pantalla, mientras que las actividades audiovisuales (películas, series, vídeos, etcétera) suponen entre el 40% y el 50%. Además, este tiempo de lectura incluye muy pocos libros y muchos contenidos lingüística y conceptualmente pobres. En definitiva, el tiempo de lectura en internet (redes sociales, blogs, correos electrónicos y todo lo demás) y, más en general, el tiempo total de pantalla recreativa están negativamente correlacionados con las competencias lingüísticas y la capacidad de lectura de los niños. Lo mismo ocurre con los conocimientos. Cuanto más leen los niños y los adolescentes, más amplia es su cultura general, en relación con los niños de entornos socioeconómicos comparables que están expuestos a contenidos audiovisuales (películas, series, entre otros). Los niños que leen tienen muchas más probabilidades de saber, por ejemplo, qué es un carburador o un tipo de interés; de decir que Japón fue aliado de Alemania y no de Estados Unidos durante la II Guerra Mundial, y de afirmar que hay más musulmanes que judíos en el planeta.

En España la diferencia de competencias entre el 25% más aventajado y el 25% menos aventajado en secundaria es de cuatro años de aprendizaje

Además de estas repercusiones culturales y lingüísticas, existen beneficios documentados en cuanto a coeficiente intelectual, concentración, imaginación, creatividad, capacidad de síntesis y de expresión (tanto oral como escrita). En otras palabras, mientras que las pantallas recreativas minan concienzudamente el desarrollo de nuestros hijos, la lectura construye meticulosamente su inteligencia. Pero eso no es todo. La lectura de novelas también estructura fuertemente nuestras habilidades emocionales y sociales. Si veo a Don Quijote en la televisión, no tengo acceso a la complejidad de sus pensamientos. En cambio, cuando leo la novela, me meto literalmente en la cabeza del personaje y puedo comprender el funcionamiento interno de sus pensamientos y acciones. Mejor aún, puedo experimentar estos últimos. Los investigadores se refieren a la lectura como un auténtico “simulador emocional”, en el sentido de que las situaciones vividas realmente y las experimentadas literariamente activan los mismos circuitos cerebrales. Cuando busco el significado de la palabra traición en un diccionario, entiendo intelectualmente lo que significa; pero cuando leo Madame Bovary, no solo lo entiendo, sino que experimento la traición desde el punto de vista tanto del traidor como del traicionado. Penetro en los mecanismos subyacentes y siento los estados emocionales asociados. Al final, los lectores de ficción tienen una mayor empatía y capacidad para comprender a los demás y a sí mismos.

En última instancia, todos estos beneficios influyen enormemente en la trayectoria educativa y profesional de los niños. El impacto es significativo tanto a nivel individual como colectivo. Numerosos estudios demuestran que el desarrollo económico de un país, el número de patentes desarrolladas y su PIB están estrechamente relacionados con los resultados educativos. Se trata de una cuestión crucial en un contexto de creciente competencia internacional, sobre todo si tenemos en cuenta, en vista de las evaluaciones Pisa ya mencionadas, que las diferencias de rendimiento, no solo en lectura, sino también en matemáticas, son cada vez mayores entre las naciones de la OCDE y los países asiáticos.

A menudo oigo que los más jóvenes nunca han leído tanto gracias a internet. Por desgracia, la lectura digital es un 3% de su tiempo de pantalla

Por supuesto, podemos vivir sin la lectura. No es esa la cuestión. Lo importante es que entonces perdemos una parte esencial de nuestra humanidad. No es casualidad que los libros hayan sido el blanco de tiranos de todo tipo desde el principio de los tiempos. Los nazis quemaron más de 100 millones de libros y, como ha demostrado el filólogo Victor Klemperer, se embarcaron en un proceso de empobrecimiento del lenguaje digno de la neolengua de Orwell en 1984. Hitler decía que la literatura era veneno para el pueblo. En Un mundo feliz, de Huxley, solo una pequeña casta posee aún las herramientas del pensamiento y del lenguaje. El resto está compuesto por técnicos celosos, formateados para adaptarse con la mayor precisión a las necesidades económicas, atiborrados de entretenimientos absurdos, privados de las herramientas fundamentales de la inteligencia y felices con una servidumbre que ya ni siquiera son capaces de percibir. La lectura es el antídoto más seguro contra esta pesadilla porque, a través de su efecto en el desarrollo intelectual, emocional y social de nuestros hijos, dibuja el camino más seguro hacia la emancipación. Como dijo Ray Bradbury, autor de la novela futurista Fahrenheit 451: “No hay que quemar libros para destruir una cultura. Basta con conseguir que la gente deje de leerlos”.

Ante este desastre incipiente, muchos culpan a la escuela. Sin embargo, el entorno familiar desempeña en esto un papel esencial, sobre todo a través de la lectura compartida, que es la única manera de que los niños adquieran progresivamente el lenguaje avanzado de la palabra escrita y, en última instancia, una vez adquiridas las bases de la descodificación, lean por sí mismos. Esto no quiere decir que la escuela sea ineficaz. Lo que significa es que el tiempo escolar disponible y el número de niños por profesor no permiten un trabajo óptimo. Todos los estudios demuestran que, en lo que respecta a la lengua y la lectura, la escuela no con­sigue compensar las desigualdades sociales. En España, según los datos procedentes de Pisa, la diferencia de competencias entre el cuarto más aventajado y el menos aventajado de los alumnos de secundaria representa cuatro años de aprendizaje. Es una diferencia descomunal. El problema solo puede resolverse mediante una acción focalizada, temprana y masiva dirigida a los niños menos favorecidos. También necesitamos un amplio programa de información para los padres, sobre todo para los desfavorecidos. Cuando explicamos a estos últimos la importancia de hablar con sus hijos, de leerles cuentos desde muy pequeños, de llevarlos a la biblioteca, los efectos en el lenguaje, el desarrollo cognitivo, la concentración o el vínculo familiar son considerables. Todo es cuestión de voluntad política. Los costes ocasionados se verían ampliamente compensados por el ahorro posterior (logopedia, fracaso escolar, etcétera).

Este es un texto escrito para Ideas por Michel Desmurget (Francia, 1965), neurocientífico, al hilo del lanzamiento de su último libro, Más libros y menos pantallas. Cómo acabar con los cretinos digitales, de la editorial Península.

sábado, 16 de marzo de 2024

Se ha descubierto en el Tibet una biblioteca secreta, emparedada, sobre budismo tibetano, con obras de hace mil años.

"Monasterio Sakya, la biblioteca de oro del budismo tibetano", Rodrigo Lastreto, 2 de marzo de 2021

Allí encontraron 84.000 sutras y pergaminos escritos a mano en tibetano, sánscrito, chino y mongol; y que cuentan la historia del Tíbet a través del prisma de la filosofía, la ópera, la poesía, la medicina y la geología, entre otras disciplinas.  

Cuando en el año 2003 se encontraron más de 84.000 rollos tras una pared de 60 metros de largo y 10 de alto en el templo budista del monasterio de Sakya nadie podía creerlo. Era una enorme biblioteca de más de 84.000 rollos de escrituras budistas, obras de literatura, filosofía, astronomía y otras ciencias que habían permanecido ocultas e intactas durante cientos de años en el principal santuario sagrado de la secta Sakyapa, una de las últimas sectas de viejas escuelas no reformada de origen indio. Estábamos en presencia de la biblioteca de oro del budismo tibetano.

Estas maravillas se hallaron escondidas detrás de una pared de 600 metros cuadrados en el gran salón de rezos, en una habitación fría, oscura y, sin embargo, extremadamente notable. Allí se encontró una única estantería que albergaba alrededor de 84.000 sutras y pergaminos escritos a mano en tibetano, sánscrito, chino y mongol; y que cuentan la historia del Tíbet a través del prisma de la filosofía, la ópera, la poesía, la medicina y la geología, entre otras disciplinas. Los ejemplares más antiguos tienen más de 1.000 años y cuenta la leyenda que esta estantería podría sostener todo el monasterio por sí sola incluso si los otros muros se derrumbaran.

El Monasterio Sakya (también conocido como Pel Sakya; “Tierra Blanca”) es un monasterio budista situado a 25 km al sureste de un puente que está a unos 127 km al oeste de Shigatse en la carretera a Tingri en el Tíbet; así que llegar allí no es fácil (pero sin duda que valdría la pena el esfuerzo). Es la sede de la escuela Sakya (o Sakyapa) de budismo tibetano y fue fundado en 1073 por Konchok Gyelpo. Después del levantamiento de Lhasa del 10 de marzo de 1959 para proteger al 14º Dalai Lama del Ejército de Liberación del Pueblo Chino Comunista, la mayoría de los monjes del Monasterio Sakya se vieron obligados a irse. Dice Dawa Norbu (politólogo y Profesor de Estudios Asiáticos): “Anteriormente había unos quinientos monjes en el Gran Monasterio Sakya, pero a finales de 1959 sólo quedaban 36 monjes ancianos”. La mayoría de los edificios del monasterio están en ruinas , porque fueron destruidos durante la Revolución Cultural.

Todos los libros de la biblioteca sobrevivieron ilesos a la Revolución Cultural comunista en la última década del gobierno de Mao Zedong de 1966 a 1976 (aunque la mayoría de los monjes del monasterio se vieron obligados a irse) ya que la entrada estuvo sellada y sin tocar durante varios cientos de años. En la actualidad, los textos todavía están siendo descifrados por científicos de la Academia Tibetana de Ciencias Sociales.

Los libros están envueltos parcialmente en pañuelos de seda. Solo el clima frío, a una altitud de 4.280 metros, protege las obras de la descomposición. Pero un libro muy especial se guarda en una vitrina: contiene las enseñanzas de Buda, así como los registros de su vida. El libro tiene 700 años y unas dimensiones impresionantes: dos metros de largo, un metro de ancho y ochenta centímetros de grosor. Por lo tanto, sus páginas deben pasarse con ocho personas. También se necesitan ocho personas para llevarlo ya que es considerado el libro budista más grande del mundo con un peso asombroso de 500 kg. Y todas sus páginas están escritas a mano con letra dorada.

lunes, 7 de agosto de 2023

¿Qué libros ya no existen en el mundo?

 ¿Qué libros ya no existen en el mundo?

1.Los que se inventan escritores de ficción como Lovecraft y seguidores.

2.Los que desaparecieron por las escasas copias que existían de ellos

3.Los que se destruyeron en diversos bibliocaustos desde que el primer emperador de China empezó la costumbre.

4.Los que perecieron en expurgos de bibliotecas o resquebrajó y quemó la lignina ácida de su papel.

5.Aquellos que exponían materias tan vergonzosas, secretas, peligrosas o esotéricas que quien los leía luego los quemaba.

,6. Los que eran tan malos, aburridos o breves o eran de material tan deleznable y degradable que se leían y se tiraban a la basuras.

7.Los que se comieron los xilófagos.

8. Los que se escondieron tanto que ya nadie sabe donde están.

9. Los que están tan mal catalogados que nunca han sido identificados correctamente y por tanto no han sido retirados de una biblioteca y leídos.

10. Los que aguardan en algún sótano de una casa abandonada mientras los devoran las ratas y el olvido o los que cuyo papel sirve para ser reciclado en otro libro.

11.Algunos que escribieron los hebreos y cita la Biblia, u hombres y mujeres que nunca salieron de casa y nunca importaron a nadie, de modo que sus herederos tiraron sus obras a la basura o las dieron al trapero.

12. Aquellos que reseñaban Stanislaw Lem o Borges.

13. Los libros que consultamos en las estanterías de los sueños

14. Los del cementerio de los libros olvidados de Ruiz Zafón.

15. Los que fueron censurados tan a fondo por el Index librorum prohibitorum que ya no queda ni un renglón.

16. Los que por carecer de título, autor o partes y muchas páginas esenciales ni siquiera sabemos nombrar y están reducidos a los harapos de unos cortos fragmentos, citas o escuetos epítomes.

17. Los que están escritos en una lengua desaparecida, desconocida o con una clave indescifrable, o se encuentran en la Biblioteca de Babel de Borges.

18. Los que hay en los llamados '"infiernos" de las bibliotecas y en los archivos secretos del Vaticano.

19. Los que quemó Pepe Carvalho.

20. Los que no salvó del olvido el gran libro de Fernando Báez.

21. Los manuscritos únicos que quemaban los escritores y artistas bohemios de Henri Murger a la fuerza para calentarse del frío en su ático-buhardilla parisino expuesto a los cuatro vientos.

22. Los que fueron tan refundidos, adaptados, resumidos, ampliados, corregidos, interpolados, deturpados, traducidos, censurados, reelaborados y reescritos en la India, China y Egipto que ya nadie sabe quién o quiénes los escribieron, donde empiezan o acaban, qué les sobra o falta y de qué trataban al menos en algunas de sus versiones.

23. Las caras ediciones únicas y manuscritos robados que no pueden enseñarse por razones obvias o que poseen coleccionistas chalados como algunos que yo me sé.

24. Los que perecieron en Bagdad, Alejandría y Córdoba.

25. Los borradores que se quemaron en la torre china de Changshá.

26. Los que rechazan todas las editoriales.

27. Los que no llegaron a publicar los heterónimos de Fernando Pessoa.

28. Todo aquel que alguien escribió para sí mismo.

29. Aquellos a los que se cambió el título y ya nadie sabe identificar.

30. Los que Cervantes dijo que quería escribir en la dedicatoria del Persiles, poco antes de morir: Las semanas del jardín, el Bernardo, la Segunda parte de la Galatea.

31. Las copias únicas de piezas teatrales que se quemaron en el teatro del Globo, en Londres.

martes, 1 de agosto de 2023

Consejos a escritores de Ray Bradbury

Una hora de escritura es tónica

Bradbury abogó por una dosis diaria de escritura como una cura contra los males y las penas de la vida cotidiana, un tónico que tiene el potencial de energizar todo lo que experimentamos. En los artículos recopilados para su libro de 1990 El zen en el arte de escribir y en conferencias dadas a lo largo de su vida, compartió el poder benéfico de la palabra escrita. Porque el acto de escribir no necesita ser tratado como una tarea, ni debe ser el dominio de solo un grupo elegido.

Siga leyendo y escriba con la voz de Bradbury como guía. Que sus ideas sobre el valor de la escritura lo lleven a través de una oración, un párrafo y tal vez incluso una historia corta, pero, lo que es más importante, a través de su vida más allá de la página.

Zen en el arte de escribir — extracto del Prefacio. ¿Qué nos enseña la escritura?

Ante todo, nos recuerda que estamos vivos y que es un don y un privilegio, no un derecho. Debemos ganarnos la vida una vez que nos ha sido otorgada. La vida pide recompensas porque nos ha favorecido con animación.

Así que mientras nuestro arte no puede, como quisiéramos, salvarnos de las guerras, las privaciones, la envidia, la codicia, la vejez o la muerte, puede revitalizarnos en medio de todo.

En segundo lugar, escribir es sobrevivir. Cualquier arte, cualquier buen trabajo, por supuesto, es eso.

No escribir, para muchos de nosotros, es morir.

Debemos tomar las armas todos los días, tal vez sabiendo que la batalla no se puede ganar por completo, pero debemos luchar, aunque solo sea un combate suave. El menor esfuerzo por ganar significa, al final de cada día, una especie de victoria. Recuerda a ese pianista que decía que si no practicaba todos los días lo sabría, si no practicaba dos días, los críticos lo sabrían, después de tres días, su público lo sabría.

Una variación de esto es cierto para los escritores. No es que tu estilo, sea lo que sea, perdería forma en esos pocos días. Pero lo que pasaría es que el mundo te alcanzaría y trataría de enfermarte.

Si no escribieras todos los días, los venenos se acumularían y comenzarías a morir, o actuar como un loco, o ambas cosas.

Porque la escritura permite las recetas adecuadas de la verdad, la vida, la realidad, ya que puedes comer, beber y digerir sin hiperventilar y revolcarte como un pez muerto en tu cama.

He aprendido, en mis viajes, que si dejo pasar un día sin escribir, me inquieto. Dos días y estoy temblando. Tres y sospecho locura. Cuatro y yo bien podría ser un cerdo, sufriendo el flujo en un revolcadero. La escritura de una hora es tónica. Estoy de pie, corriendo en círculos y gritando por un par de polainas limpias.

De modo que, de una forma u otra, es de lo que se trata este libro. Tomar tu pizca de arsénico todas las mañanas para poder sobrevivir hasta el atardecer. Otro pellizco al atardecer para que sobrevivas hasta el amanecer. . .

Ahora es tu turno.

¡Que haya palabras, muchas de ellas!

Bradbury, el hombre de muchas palabras, historias, libros e ideas, ofrece algunos consejos inspiradores y prácticos para impulsar su práctica diaria de escritura. Estos son algunos de los consejos de Ray interpretados por Colin Marshall en openculture.com

Creo que eventualmente la cantidad contribuirá a la calidad. . . . La cantidad da experiencia. Sólo de la experiencia puede surgir la calidad.

Comience corto. No empiece a escribir novelas, toman demasiado tiempo, "escriba un montón de cuentos", dijo. Date tiempo para mejorar; con cada semana y mes, verás mejorar tus historias. Afirma que simplemente no es posible escribir 52 malas historias seguidas.

Simplemente escriba cualquier cosa vieja que se le venga a la cabeza. Recomendó la "asociación de palabras" para romper cualquier bloqueo creativo, ya que "no sabes lo que hay en ti hasta que lo pruebas".

Haz una lista de diez cosas que amas y diez cosas que odias. Luego escribe sobre los primeros y “mata” a los segundos, también escribiendo sobre ellos. Haz lo mismo con tus miedos.

Vive en la biblioteca. Aléjese de su computadora y expóngase a nuevos libros con frecuencia. Hay numerosos mundos por descubrir más allá de tu pantalla.

Escribir no es un asunto serio.

Escribe con alegría. Si una historia comienza a sentirse como un trabajo, deséchela y comience una que no lo haga.

Examine las historias cortas de "calidad". Sugirió leer obras de Roald Dahl, Guy de Maupassant, Nigel Kneale y John Collier. Acude a historias con metáforas; ¡Sorprendentemente, consideró que las últimas historias del New Yorker carecían de este departamento!

Lea, mucho, pero seleccione sabiamente. Lectura completa recomendada por Bradbury para la hora de acostarse: un cuento, un poema (especialmente Pope, Shakespeare y Frost) y un ensayo. Por supuesto, no cualquier ensayo. Deben provenir de una diversidad de campos, incluida la arqueología, la zoología, la biología, la filosofía, la política y la literatura.

No  te alejes de lo que eres, el material dentro de ti que te hace individual y, por lo tanto, indispensable para los demás.

Aprende de los grandes, pero sé tú mismo. Aprende de tus escritores favoritos, en lugar de imitarlos. Bradbury también imitó inicialmente a HG Wells, Jules Verne, Arthur Conan Doyle y L. Frank Baum antes de desarrollar su propio estilo único.

Enamórate de las películas. Preferiblemente viejas.

Desarrolle un fuerte sistema de apoyo. ¿Tiene amigos que se burlan de sus ambiciones literarias? El consejo de Bradbury: “Despídalos” sin demora. El objetivo es que solo una persona se acerque y te diga: "Te amo por lo que haces". O, en su defecto, estás buscando a alguien que venga y te diga: “No estás loco como dice la gente”.

Cuando la gente me pregunta de dónde saco mis ideas, me río. Qué extraño, estamos tan ocupados mirando hacia afuera, para encontrar formas y medios, que nos olvidamos de mirar hacia adentro.

Lista de raros de Javier Memba

Lista de 75 escritores raros y frikis (o, como él dice, malditos, heterodoxos y alucinados) tomada de El Mundo. Todos los entretenidos artículos correspondientes escritos por el cinéfilo periodista Javier Memba (un especialista en ello, o en el ello, para ser (im-) precisos) sobre estos autores y sus obras pueden leerse en este enlaceNo halagaron opiniones (2014), es su último libro, un recorrido por la literatura maldita, heterodoxa y alucinada

Louis-Ferdinand Céline (I)

Howard Phillips Lovecraft (II)

Jean Genet (III)

Yukio Mishima (IV)

Emilio Carrere (V)

Boris Vian (VI)

Algernon Blackwood (VII)

Alejandro Sawa (VIII)

François Villon (IX)

Neal Cassady (X)

Julio Verne (XI)

Arthur Machen (XII)

Marqués de Sade (XIII)

Rutebeuf (XIV)

Leopoldo María Panero (XV)

Malcolm Lowry (XVI)

Guy de Maupassant (XVII)

Eduardo Haro Ibars (XVIII)

Remigio Vega Armentero (XIX)

Andrés Carranque de Ríos (XX)

Cecco Angiolieri (XXI)

Arthur Rimbaud (XXII)

Hölderlin (XXIII)

Antonin Artaud (XXIV)

Robert Ervin Howard (XXV)

Luis Cernuda (XXVI)

Philip K. Dick (XXVII)

August Strindberg (XXVIII)

Pierre Drieu La Rochelle (XXIX)

Edgar Allan Poe (XXX)

Charles Baudelaire (XXXI)

Alfred Jarry (XXXII)

Paul Verlaine (XXXIII)

William S. Burroughs (XXXIV)

Joseph-Pétrus Borel (XXXV)

Horacio Quiroga (XXXVI)

Bram Stoker (XXXVII)

Julio Herrera y Reissig (XXXVIII)

Carson McCullers (XXXIX)

H.P. Blavatsky (XL)

Anne Radcliffe (XLI)

John Polidori (XLII)

Percy Bysshe Shelley (XLIII)

Raymond Radiguet (XLIV)

Djuna Barnes (XLV)

Chester Himes (XLVI)

Anaïs Nin (XLVII)

Flannery O'Connor (XLVIII)

Hunter Stockton Thompson (XLIX)

Jaime Gil de Biedma(L)

William Hope Hodgson (LI)

Maurice Sachs (LII)

Sheridan Le Fanu (LIII)

Charles Robert Maturin (LIV)

Mary Wollstoncraft Shelley (LV)

André Breton (LVI)

Kurt Siodmak (LVII)

Blaise Cendrards (LVIII)

H. G. Wells (LIX)

Jean Cocteau (LX)

Pierre Boulle (LXI)

Jack London (LXII)

Oscar Wilde (LXIII)

Francis Scott Fitzgerald (LXIV)

Charles Bukowski (LXV)

William Gibson (LXVI)

Thomas de Quincey (LXVII)

Dylan Thomas(LXVIII)

Paul Bowles (LXIX)

Guillaume Apollinaire (LXX)

Aphra Behn (LXXI)

Jan Potocki (LXXII)

Mijail Bakunin (LXXIII)

Samuel Butler(LXXIV)

Leo Ferré (y LXXV)

sábado, 13 de mayo de 2023

Lectura definitoria

“Si no te gusta un libro, no lo leas; si no te gusta leer, no lo hagas. La lectura no es una moda, es una forma de felicidad y no debe obligarse a alguien a ser feliz”

Jorge Luis Borges 

jueves, 3 de junio de 2021

Beneficios de la lectura

De Fabrizio Bossio en Quora:

 ¿Por qué leer libros te hace una mejor persona, según la ciencia? 

La ciencia ha demostrado una y otra vez que leer no solo es un buen entretenimiento, sino que puede hacerte más inteligente, brindarte un mejor recuerdo e incluso ayudarte a vivir más tiempo. Estas son solo algunas de las formas en que la lectura puede mejorar tu vida según la ciencia.

1. Te hace más inteligente: Investigadores de la Universidad de Edimburgo y el King’s College de Londres probaron 1.890 pares de gemelos cinco veces entre los 7 y los 16 años para evaluar su capacidad de lectura y su coeficiente intelectual.

Encontraron que el gemelo con mayor capacidad de lectura también tenía mayor capacidad verbal y no verbal. El roce constante con las palabras, percibirlas, sentirlas y evocarlas es un ejercicio que difícilmente se puede igualar solo memorizando datos. Cuando lo que leemos nos atrapa y nos interesa, parece que nuestra inteligencia se activa y se tonifica como un músculo, haciéndonos más hábiles en mentalmente.

2. Te hace más creativo. Investigaciones en la Universidad de Toronto encuentran que las personas que leen ficción de cuentos cortos tienden a ser más abiertos que sus compañeros que no aman la ficción.

Experimentaron una necesidad mucho menor de «cierre cognitivo», lo que facilita el procesamiento de la información en general y la creatividad inspiradora. Estos resultados no son de extrañar, al leer, las personas expanden sus horizontes, descubren perspectivas diferentes a la suya, nuevas maneras de ver el mundo que los hacen ampliar su bagaje cultural, imaginación y creatividad para enfrentar retos en la vida.

3. Te hace más feliz. Investigadores de la Universidad de Liverpool encuestaron a 4.164 adultos y encontraron que los lectores autoidentificados informaron estar menos estresados, menos deprimidos y con mayor autoestima y capacidad para enfrentar los desafíos.

Cuando se comparan con los no lectores en el grupo, también tienden a tener más amigos cercanos y un mayor sentido de apego a su comunidad, y conocimiento de los problemas sociales y la diversidad cultural.

4. Te quita el estrés. Un estudio realizado en el año 2009 por la Universidad de Sussex demostró que la lectura puede reducir el estrés hasta en un 68 por ciento. También funciona más rápido que otras actividades calmantes, como salir a caminar o escuchar música.

Los investigadores creen que esto se debe a que la lectura requiere concentración, relaja la mente y alivia las tensiones en los músculos y el corazón.

La influencia de la lectura a lo largo de nuestras vidas es positiva desde muchos aspectos, y tal como lo señalan las investigaciones, mientras más temprano nos involucremos en el mundo de la lectura, mucho mayor será nuestro desarrollo como personas.

Y es que cuanto más lees, más sabes. Cuanto más sepas, más verás cuánto no sabías antes de leer para aprender lo que sabes ahora. Cuanto más veas lo que no sabías, más abierta mantendrás tu mente para aprender más cuando leas más. Cada nueva percepción y cambio de opinión trae consigo no solo la lección aprendida, sino también la lección de que si cambias de opinión una vez, algo podría cambiarla nuevamente.

Si deseas conocer más beneficios e investigaciones sobre la lectura puedes visitar Beneficios de la lectura probados científicamente.

viernes, 2 de abril de 2021

El sentido de la lectura

 

He leído muchos libros pero olvidé la mayoría de ellos. ¿Cuál es el propósito de la lectura entonces?

Había una vez un gran maestro quien tenía muchos estudiantes.

Una vez uno de los estudiantes vino donde él y le preguntó "He leído montones de libros pero he olvidado la mayoría de ellos. ¿Cuál es el propósito de leer?".

El maestro no le dio una respuesta en ese momento.

Después de unos días el maestro le dio a ese estudiante un tamiz el cual estaba sucio y en una muy mala condición como se muestra en la imagen.

El maestro le pidió al estudiante que fuese a buscar agua de un río cercano en este tamiz.

Al estudiante no le gustó la idea pero no pudo rehusarse a su maestro.

Fue al río, llenó el tamiz en el río e inició su viaje de regreso.

A unos cuantos pies de caminar, todo el agua en el tamiz se derramó a través de los hoyos.

Entonces de nuevo fue al río y llenó el tamiz.

Hizo esto todo el día pero no pudo cumplir la tarea asignada por su maestro.

Regresó a donde el maestro con una cara triste y dijo "Soy incapaz de recoger agua con este tamiz. He fallado."

Su maestro le sonrió.

¡No! No fallaste.

Mira el tamiz.

Se había puesto como nuevo. Se limpió cuando estabas intentando recoger agua.

El maestro entonces explicó el verdadero motivo detrás de esta tarea.

Dijo "La última vez me preguntaste cuál es el propósito de leer si no recuerdas lo que leíste. Ahora toma este ejemplo del tamiz.

Tamiz = Mente

Agua = Conocimiento

Río = Libro

¡Incluso si no puedes recordarlo está bien!

Pero leer definitivamente hará que tu mente se agilice.

El leer tiene un profundo impacto en tu mente, cerebro.

Ayuda a ser una mejor versión de ti mismo.

Esto es un proceso inconsciente.

La historia termina aquí.

He leído cientos de libros hasta la fecha.

No recuerdo todas las cosas de ellos.

Pero ciertamente sé que soy más inteligente que antes y por ende, seguiré leyendo.

domingo, 14 de marzo de 2021

Excerpta de respuestas a para qué sirve la literatura tomadas de Quora

 ¿Sigues alguna serie de televisión? ¿Te gustan las películas? Todos esos son ejemplos de literatura.

Mucha gente cree que la literatura son sólo libros, y la verdad es que no es cierto. Ningún programa de televisión, ninguna película surge sin literatura, esto es, sin un guion escrito.

Algunas telenovelas tienen diálogos malísimos, y también algunas series de televisión. Son pésima literatura. Pero algunos son chispeantes, bien estructurados, con la lógica propia del género. Hay películas que de veras que sus diálogos son malísimos.

Pero hay joyas literarias fílmicas o televisivas que no se clasifican como tales a pesar de que su guion es genial.

Esos programas y películas nacieron del teatro, arte que llevaba ya siglos si no es que milenios de practicarse, en especial en Grecia. Hasta cierto punto es un arma de control ideológico para la cultura.

Así que la literatura está más que viva, y hoy se ha trasmutado en lo que se llama "contenido" para blogs, páginas web, Facebook, YouTube, Instagram, Quora, etc.

Algunos debates en esos sitios son verdaderas obras del arte literario: hay gente que le pone alma y corazón a sus escritos.

Esto se está extendiendo a los juegos de mesa y de video. Hace poco vi un juego de mesa muy bien escrito, poético, bien estructurado, y he encontrado ejemplos sobre todo en los juegos de rol. Éstos son buenos ejemplos de lo que podríamos llamar literatura efímera: se olvidan en el momento en que ocurren, son únicos. Es fascinante participar en ellos como entretenimiento, y si se da, como literatura filosófica. Es toda una experiencia.

Un buen blog va a tener buena literatura.

Nos olvidamos que la literatura tiene un substrato doble: la lingüística y gramática, y la retórica (que puede estudiarse lingüísticamente). Que nos puede enseñar a escribir de manera tal que persuada a nuestro lector con respecto a alguna idea, y hasta, pragmáticamente, a comprar algo. Es fundamental para la educación de los niños.

Sin la literatura simplemente nadie podría vender nada, te puede parecer increíble, pero sirve para eso, entre otras cosas. Ha formado civilizaciones enteras, les ha dado una narrativa coherente, ha sido el sustrato fundamental de las diversas religiones, es el elemento básico para nuestro avance cultural.

Además es divertido leer.

La literatura tiene una importancia enorme para la civilización. De ella depende que nos podamos comunicar siendo miembros de ella. Nos enseña idiomas, nos enseña a entender otras culturas, aun en traducciones.

De paso nos enseña historias, nos hace soñar, nos divierte, angustia, aterroriza, y nos hace vivir vidas paralelas, ilusiones sin duda. Nos vuelve más humanos y a veces más espirituales.

La literatura es el arte en sí que conforma los sueños de una civilización. Sin ella, jamás habríamos avanzado hasta donde estamos. Homero, Víctor Hugo, Cervantes, Molière, Shakespeare, por nombrar sólo a algunos, nos moldearon de alguna manera u otra y todavía podemos adquirir filosofía y sabiduría de sus escritos, después de tanto tiempo.

Sin la literatura no existiríamos ni como cultura ni como civilización. Habríamos desaparecido hace milenios

La literatura es un arte que se presenta escrito.

Primero, la escritura permite la transmisión atemporal de ideas. Permite echar un vistazo a las mentes de gente con la que no te cruzarías normalmente por la calle. Enriquecerá tu mundo interior con nuevos conocimientos y nuevos puntos de vista.

Segundo, es un arte. No sólo transmite los datos fríos y calculados como en una noticia periodística. Transmite emociones y experiencias. El conocimiento de experiencias ajenas y la posibilidad de contemplar la propia reacción ante esas experiencias. “Vivir un millón de vidas”, decía un viejo anuncio.

Tercero, es divertido. La técnica literaria permite muchos juegos, giros inesperados, sutilezas y ambigüedades que a veces, un lector poco experimentado puede pasar por alto.

De acuerdo con las respuestas que han dado los compañeros. Añado otra perspectiva del asunto, histórica. Aclaro que, por mis competencias, en un primer momento hablo del mundo occidental u oriental cercano, no de las grandes culturas asiáticas, africanas o americanas. En Occidente la literatura surge con la obra de Homero, que va a constituir la base de la cultura griega. Esta expresión de Homero como educador de Grecia, que ya se encuentra en Platón, República 10.606e, no quiere decir solamente que el sistema educativo griego se basaba en la memorización de los poemas homéricos y en el estudio de todas sus características. Para entender en profundidad lo que significa que Homero es el educador de Grecia y, con ello, de todo Occidente, hay que tener presente que los poemas homéricos, la Ilíada y la Odisea, son las primeras composiciones importantes –y casi que absolutamente, salvo algunas inscripciones– escritas con el actual sistema alfabético de una letra por un fonema, lo que constituye un perfeccionamiento decisivo del silabario que los griegos habían recibido de los fenicios. Nótese que entender por primera vez la lengua escrita como una composición de un número bastante limitado de signos, veinticuatro en el caso del griego, trajo consigo una revolución de la que nos seguimos beneficiando. En primer lugar, por la facilidad de aprender a escribir y la universalidad en el leer, ya que por primera vez dejó de ser necesario conocer una lengua para leer un texto escrito en esa lengua, como ocurría con los silabarios y los ideogramas. Esto, por supuesto, no es conocer la lengua, pero sí es un primer paso decisivo hacia su aprendizaje. Más importante que ello, sin embargo, es el hecho de que a partir de esto, los griegos estuvieron en posición de comenzar a entender los hechos del mundo de un modo analítico. Les resultó ahora claro que las cosas materiales deben de estar compuestas de principios más elementales a partir de cuya composición, según ciertas reglas, se forman todas las cosas. A lo largo de la historia hubo estancamientos y desvíos de este principio comprensivo, pero nunca se perdió del todo y constituye la base del conocimiento y la investigación moderna y contemporánea. Esto al nivel de los elementos de la escritura. Pero desde la perspectiva del contenido, los poemas homéricos indicaron también una revolución decisiva. En efecto, la obra de Homero no es el simple relato de acontecimientos acaecidos, sino que en ella los acontecimientos se ponen al servicio de una idea constructiva del poema, la cólera de Aquiles en la Ilíada, el regreso de Odiseo en la Odisea. A partir de esta idea central el poeta articula el paso del tiempo, los caracteres de los personajes y los eventos acaecidos, con lo cual crea una realidad que no existía en el mundo empírico y que ayuda a entenderlo. La literatura ofrece, entonces, la primera idea verdaderamente eficaz de la comprensión del mundo mediante la construcción de un modelo interpretativo. Esta idea va a extenderse después a otras áreas del quehacer humano, como la medicina, la historia, la filosofía y la geometría, entre los griegos, y luego, con tiempo, a todas las áreas de la actividad humana, pero sigue estando viva en las grandes construcciones literarias y sigue siendo uno de los medios más poderosos de comprensión de la realidad

Si quieres una respuesta objetiva, primero habría que decir qué es la literatura, lo que ha sido un problema durante un buen tiempo. Creo que a diferencia de las ciencias, sería erróneo buscarle un objetivo pragmático a la literatura. Simplemente, como toda manifestación artística, ha de ser contemplada. En algunos casos, la contemplación de la literatura y del arte puede ampliar nuestro horizonte estético, en otros casos nuestro horizonte moral, en otros casos nuestra percepción de las condiciones socioculturales de un período y un lugar, etc., pero no existe una regla fija que nos de un propósito general, pues todo texto literario es diferente y pareciera no haber un rasgo común que los encierre a todos. Diría, sin temor a equivocarme, que sirve para el deleite.

Para nutrir el alma y la mente, despertar la imaginación, adquirir nuevas percepciones del mundo, de la vida y de los otros. La literatura es un puente entre tus pensamientos y los pensamientos de alguien más. Un instrumento para la soledad, una compañía que depende de tus elecciones y no de la sociedad. Para perderte del ruido del mundo, para extasiarte, llenarte o vaciarte, simplemente para hacerte sentir frágil y humano. Para estar contigo por un rato.

Primero y antes que nada: sirve para disfrutarla.

Además y por fortuna, sirve para expandir el horizonte de tu realidad.

La literatura, al conservar y reinventar la experiencia humana, te permite darte cuenta de todo lo que es posible vivir, porque lo que le ha sucedido a uno, le puede suceder a todos

Nietzsche en el origen de la tragedia viene a patear el tablero de Aristóteles y dice que la función de la tragedia, es decir del teatro griego que es literatura, no es disipar energías negativas, como pensaba lo catártico de la tragedia Aristóteles, sino para volver más recargado, energizado y como en lo más profundo y misterioso de la vida, está el dolor, la muerte y la contienda.

La literatura nos saca de nosotros mismos para permitirnos ver el mundo desde “los otros”.

Nos proporciona el punto de vista de otras personas sobre la realidad, lo que nos permite ampliar nuestra percepción sobre la misma y nos permite conocernos mejor a nosotros mismos