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miércoles, 12 de noviembre de 2025

Jueza Colombo aclara por fin dónde estuvo Mazón, con muchísimas pruebas, vídeos y testimonios.

 ["Preservativo usado como prueba. Mazón y Vilaplana delatados ante la jueza", transcrito y corregido desde un vídeo del portal "Zona política" en YouTube:] 

[En una tertulia de televisión no, desde luego] Es la sala dos del juzgado de instrucción de Valencia con taquírafos, micrófonos y una tensión que corta el aire como cuchillo en mantequilla. Maribel llega con su melena perfectamente peinada. Traje chaqueta negro, el luto por la credibilidad, dirían algunos, y una carpeta bajo el brazo que parece más escudo que documentación. Pero la jueza no está para postureo. 

Señora Vilaplana, cuéntenos exactamente qué ocurrió el 29 de octubre entre las 7:15 y las 8:15.

Silencio. Un silencio que pesa toneladas. Y ahí, amigos, es cuando el testimonio se desmorona como castillo de naipes en tormenta. Maribel empieza con la versión oficial. 

Me quedé en el coche trabajando, enviando correos, preparando la crónica para el día siguiente.

¿Correos? La jueza pide los metadatos. Lows de conexión. Nada. Capturas de pantalla. Silencio. Otra vez. El portátil, ese que supuestamente usó en el parking nunca aparece. Se lo llevó la corriente, dirá después su abogado con cara de póker. Pero en Valencia nadie se traga esa, porque el parking, ese testigo de hormigón, tiene cámaras. Cámaras que la generalidad o casualidad dice que no funcionan ese día. No funcionan. Justo el día en que el presidente y su periodista favorita desaparecen una hora. Vamos, que hasta un niño de primaria levanta la ceja. Pero la jueza no se queda en el parking. Pide el ticket del restaurante, ese papelito inocente que ahora es dinamita. Y ahí está. Mazón paga a las 7:1. 2 minutos después, según el GPS del coche oficial, que sí funciona porque la tecnología es caprichosa, el vehículo se mueve, pero no hacia el CECOPI. Se mueve 400 m. 400 m. que en Google Maps te llevan directo a la calle Colón, al portal 27, al ático que alquila una sociedad pantalla llamada Inversiones Mediterráneo 2020 SL. Casualidad. El propietario, un empresario amigo de la infancia de Mazón, dice que no recuerda quién alquiló el piso ese día. 

Pero el portero, ese hombre que ve pasar la vida desde su garita, sí que recuerda: un señor con traje y una señora rubia subieron en el ascensor sobre las 7:20 y bajaron a las 8:05. Él salió primero, ella 5 minutos después. Testimonio firmado, grabado y ahora en el sumario. Y aquí viene el sarcasmo que nos merecemos. "Trabajo" en un ático con vistas al Turia, sofás de diseño y una botella de albariño que, según el portero, la señora pidió que subieran del súper. Porque sí, hay ticket de supermercado, 7:45: una botella de Martín Codax, dos copas de cristal y, atención, ¡un paquete de preservativos! Preservativos en una "reunión de trabajo". Claro, porque nada indica tanto análisis político como un dúrex en la mesita. La jueza, con esa cara de "esto es oro puro", incluye el ticket en la causa. Y Mazón, desde su despacho en el Palacio, tuitea sobre fake news y acoso político, pero el tweet ese que borra las pocas horas ya está capturado, porque Internet no perdona, y menos cuando huele a hipocresía. 

El PSPV, liderado por ese lobo viejo llamado José Muñoz, no pierde el tiempo. Presentan una querella ampliada, no solo negligencia, sino prevaricación, omisión del deber de socorro y, agárrense, malversación de caudales públicos. ¿Por qué malversación? Porque el coche oficial, ese Audi A8 blindado que pagamos todos, no estaba en el CECOPI, estaba en la puerta del ático. El chófer, un mozo de escuadra reciclado, declara bajo presión. "Eso sí que el presidente me pidió que esperara en doble fila, que era una reunión rápida, rápida." Una hora, una hora en la que, según el registro del CECOPI, Mazón no aparece hasta las 8:17 y llega, repito, cambiado de ropa, camisa azul nueva, americana gris y, detalle que duele, sin la corbata que llevaba en la comida. ¿Dónde está la corbata? En el ático, colgada en el perchero, según el portero. Foto incluida, porque el hombre, listo él, sacó el móvil antes de que llegara la policía. Y Maribel, ay, Maribel, su testimonio, ese que iba a ser su salvación, se convierte en su tumba. Porque cuando la jueza le pregunta:

¿Entró usted en el inmueble de la calle Colón 27?

Ella balbucea:

No recuerdo.

No recuerda. Con la precisión quirúrgica con la que escribe sus columnas, ¿no recuerda si subió a un ático con el President? La jueza, con esa paciencia de santa, le enseña la foto del portero. Maribel palidece. Su abogado pide un receso, pero el daño está hecho. El testimonio no solo delata a Mazón, la delata a ella, porque ahora, cada vez que aparezca en televisión, alguien sacará el pantallazo, "la periodista que mintió bajo juramento". Su credibilidad, esa que construyó durante años en tertulias y columnas, se hunde más rápido que Paiporta bajo el agua. Pero no nos quedemos en el drama personal, que esto es política de la grande, porque el PP nacional, ese que dirige Feijóo desde Génova, está en pánico.

Mazón era su joya en el Levante, el que iba a ser el ariete contra el sanchismo en la Comunidad Valenciana. Y ahora, ¿qué? llamadas a medianoche, reuniones de crisis y un comunicado que dice, "Confíamos en la justicia", pero suena sálvese quien pueda, porque si Mazón cae arrastra a medio partido, a los concejales que callaron, a los diputados que miraron para otro lado, a los empresarios que pagaron las campañas con sobres bajo la mesa y el PSOE oliendo la sangre prepara la moción de censura. No hoy, no mañana, pero en otoño, cuando el juicio esté en marcha y las encuestas huelan a derrota. Y nosotros, los de a pie, los que pagamos los platos rotos, nos quedamos con la pregunta del millón. ¿Cuánto vale una hora de placer cuando hay vidas en juego? Porque esa hora, esa hora entre las 7:15 y las 8:15, no es solo una minutada. Es el símbolo de una clase política desconectada que vive en burbujas de cristal mientras el pueblo se ahoga. Sarcástico, ¿verdad? como si la Dana hubiera sido el castigo divino por tanto cinismo. Pero no, amigos, no es Dios, es la justicia humana, lenta pero implacable, la que está llamando a la puerta. 

Y, ahora sí, entramos en el juicio propiamente dicho. Ese circo con togas donde la verdad se disfraza de tecnicismos y los abogados bailan sobre la cuerda floja de la credibilidad. Es 12 de junio de 2025. Valencia amanece con un calor pegajoso que parece presagio de tormenta judicial. El Palacio de Justicia, edificio gris que huele a café barato y papeles viejos, está tomado por periodistas curiosos y un puñado de vecinos de Paiporta con camisetas negras que rezan justicia para los 218. Sí, 218, porque la cifra oficial ya subió y nadie cree que se quede ahí.

Mazón llega en su coche oficial, todavía lo tiene. Privilegios de cargo, escoltado por dos mozos que miran al suelo como si el asfalto les debiera dinero. Lleva traje azul marino, corbata roja, la misma que perdió en el ático, pero nueva, claro. Y esa sonrisa tensa que los políticos ensayan frente al espejo cuando saben que la foto va a doler. La sala está llena hasta la bandera. La jueza Tobarra preside con esa calma de quien ha visto de todo, desde narcos hasta alcaldes corruptos. A su derecha, el fiscal Javier Blasco, un valenciano de pura cepa que habla despacio, pero corta como navaja. A la izquierda, el abogado de Mazón, Cayetano García, el mismo que declaró como testigo y ahora defiende al jefe. Conflicto de intereses. Gritan desde la acusación popular, pero la jueza lo permite por ahora. Y en el banquillo de los acusados, no solo Mazón, también su jefe de gabinete, Miguel Barrachina, y la propia Maribel Vilaplana, citada como testigo, pero con el olor a imputada flotando en el aire. El fiscal abre fuego. 

Señor Mazón, ¿puede explicar por qué su coche oficial estuvo estacionado frente al portal 27 de la calle Colón entre las 7:23 y las 8:07 del 29 de octubre? 

Silencio. Mazón carraspea, mira a su abogado, que asiente como muñeco de feria. 

Era una reunión de trabajo con la señora Vilaplana para coordinar la comunicación de crisis.

"Comunicación de crisis". En un ático alquilado por horas. El fiscal saca la bomba. ¿Una grabación? Sí, grabación. El portero, ese héroe anónimo llamado José María Sanchiz, instaló una cámara oculta en el descansillo del ático después de que un vecino se quejara de ruidos extraños. 

Y ahí está, en blanco y negro, pero nítido como una puñalada. Mazón y Vilaplana, entrando a las 7:24, él con la mano en la cintura de ella, ella riendo con esa risa que no sale en las tertulias. Cierran la puerta. Hay cámara en el interior del ascensor. Sí, también la pidieron. Los muestra besándose. Besándose. No un beso en la mejilla de despedida. Un beso de los que duran, de los que dejan huellas de carmín en la camisa. La sala estalla. Periodistas corren al pasillo, móviles en alto, whatsappendo. Mazón palidece. Su abogado pide suspensión por falta de garantías. Denegada. La jueza, con esa voz que no admite réplica:

Señor García, si su cliente mintió en su primera declaración, eso es falso testimonio. Continuemos.

Y continúa. El fiscal proyecta el ticket del supermercado, botella de albariño, preservativos, jamón ibérico.

¿Parte del kit de comunicación de crisis? 

Pregunta, con esa ironía que duele. Mazón balbucea:

La señora Vilaplana compró eso para su casa. Yo no lo vi.

Pero el portero declara: 

El presidente pagó en efectivo 68,40 céntimos y se guardó el ticket en el bolsillo.

Ticket que, oh sorpresa, aparece en el registro del Palau en una caja fuerte que la Guardia Civil abrió con orden judicial. Huellas dactilares de Mazón en el ticket. ADN de Vilaplana en la copa encontrada en el fregadero del ático. ADN en la copa y en la sábana que el portero guardó por si acaso. Y aquí, amigos, es cuando el sarcasmo se vuelve trágico, porque mientras ellos brindaban con albariño en Paiporta, una madre llamaba al 112 once veces: once. La última a las 7:47. No hubo respuesta. El CECOPI estaba vacío. Mazón llegó a las 8:17 con el pelo húmedo, ducha en el ático y olor a colonia cara. El fiscal lee el atestado.

A las 7:55, el caudal del barranco de Chiva ya había roto el puente de la CB36. A las 8:1, el agua entraba en las casas de la calle mayor de Paiporta. A las 8:05, Mazón y Vilaplana salían del ático. 

El timíng es cruel, cruel como la realidad. Vilaplana declara a continuación. Entra con gafas oscuras en sala cerrada, detalle de diva en apuros y un pañuelo en la mano. Llora, "lágrimas de cocodrilo", dicen algunos. La jueza:

Señora Vilaplana, ¿mantuvo relaciones sexuales con el señor Mazón el 29 de octubre. 

Silencio. Su abogado objeta:

Irrelevante.

La jueza:

Relevante para determinar si hubo ocultación de pruebas y falso testimonio.

Vilaplana, entre hipos:

Fue un momento de debilidad...

La sala vuelve a estallar. El fiscal:

¿Un momento que duró 41 minutos exactos según el reloj del ascensor?

Ella asiente. Asiente, y con ese gesto se lleva por delante no solo su carrera, sino la última esperanza de Mazón de salir indemne, porque ahora viene la parte técnica, la que duele en el bolsillo. El fiscal presenta un informe pericial:

El coche oficial recorrió 1,2 km de más ese día. 1,2 km que en gasolina y chófer cuestan 42 € públicos. Pero no es eso, es el tiempo. El tiempo que Mazón no estuvo donde debía. 

El modelo matemático. Sí, hay matemáticas en esto. Calcula que si hubiera estado en el CECOPI a las 7:15, la alerta roja se habría activado 22 minutos antes. 22 minutos que, según los bomberos, habrían salvado 27 vidas. 27. El fiscal lo dice despacio:

27 personas podrían estar vivas si el presidente hubiera estado en su puesto en vez de en un ático. 

Mazón se hunde en el asiento. Su mujer en la primera fila se levanta y se va sin mirar atrás. Y el PP, ay, el PP de Feijoo tuitea confianza plena en la justicia, pero en Génova ya preparan el relevo. Isabel Bonig, la eterna aspirante, afila cuchillos. Vox, con ese cinismo que les caracteriza, pide dimisión por decencia. hasta Ciudadanos, que ya es un recuerdo, saca comunicado. Y en la calle las manifestaciones, no solo en Valencia, en Madrid frente a Génepistas se ríen. Al menos nuestros escándalos son en catalán. Sarcasmo global, pero la joya de la corona llega al final de la sesión. El chófer, ese mozo que esperaba en doble fila declara por videoconferencia desde un lugar secreto, testigo protegido, nada menos:

El presidente me dijo: "Espérame aquí, es una reunión rápida." Subí al ático a las 7:45 porque necesitaba el baño. Los oí, los oí dentro. Ella gemía. Él decía: "Rápido, que tengo que ir al CECOPI." 

La sala se congela. El chófer sigue:

Bajé corriendo. A las 8:05, el President salió con la camisa desabrochada. Me dijo: "Ni una palabra, o te vas a la calle".

Silencio. Un silencio que pesa más que todas las mentiras. La jueza levanta la sesión. Mazón sale custodiado, pero esta vez los mozos miran al frente. En la puerta una anciana de Paiporta le escupe. Literalmente. Las cámaras lo graban. Viral en minutos y nosotros desde zona política te lo contamos sin filtros. Esto no es solo un hacer, es la prueba de que el poder corrompe y cuando corrompe en el peor momento mata. Y ahora entramos en la recta final del juicio, la fase de pruebas, las defensas que se desmoronan como azulejos viejos y el momento en que la jueza Tobarra deja de ser una magistrada y se convierte en la conciencia de una región entera. Es 25 de junio de 2025. El calor valenciano es asfixiante y la sala huele a sudor nervioso, café frío y papel impreso. 

El fiscal Blasco ha traído un camión de pruebas, 47 folios de atestado, 18 vídeos, 112 fotografías, nueve informes periciales y la guinda, un pendrive con la reconstrucción 3D del ático hecha por la unidad central operativa de la Guardia Civil. Sí, amigos, la U.O., esos que desmantelan tramas de corrupción, como quien pela una naranja, han recreado el escenario del delito con láser y drones. El modelo se proyecta en la pantalla gigante de la sala, el sofá, la mesa, la botella de albariño a medio terminar, la sábana arrugada en el suelo del dormitorio y en el centro dos siluetas humanas generadas por IA, una de 1,78 m., Mazón, y otra de 1,65, Vilaplana. La silueta masculina aparece sin corbata, la femenina con el pelo suelto. La sala contiene la respiración. El abogado de Mazón, Cayetano García, intenta el último cartucho:

Señoría, esto es un montaje. La reconstrucción viola la intimidad.

La jueza, con esa calma que precede a la tormenta:

La intimidad no ampara la negligencia criminal. Letrado. Siguiente prueba. 

Y la siguiente es demoledora. El informe telefónico. El móvil personal de Amazon que la Generalitad juró que no existía aparece en el sumario gracias a un requerimiento a Telefónica. Geolocalización precisa. A las 7:26 está en el ático. A las 7:31 recibe una llamada del delegado del gobierno que dura 11 segundos. Mazón cuelga. A las 7:33. Otra llamada. Esta vez del jefe de bomberos. 8 segundos. Cuelga. A las 7:35. Mensaje de WhatsApp de su mujer:

¿Dónde estás? El agua sube. 

Respuesta de Mazón:

En reunión. Llego tarde. 

Emoji de beso. Emoji de beso. Mientras Paiporta se ahoga. El fiscal lee el mensaje en voz alta y la sala estalla murmullos. Una madre de las víctimas se levanta.

¡Asesino!

La jueza pide orden, pero sus ojos brillan. Hasta ella está al borde, y entonces llega el turno de los peritos. El hidrólogo forense, un catedrático de la Politécnica que parece sacado de un documental de La Dos, presenta un modelo matemático que hace palidecer a los abogados:

Si la alerta roja se hubiera activado a las 7:15, hora en que el señor Mazón salió del restaurante, habríamos ganado 38 minutos de margen. Con 38 minutos se activan los protocolos de evacuación preventiva en Paiporta, Alda y Venetuser. Con evacuación se salvan 41 vidas según simulación Montecarlo con 10.000 iteraciones. 

41. El número queda flotando. El perito sigue:

Cada minuto de retraso incrementó la mortalidad en un 1,7%.

Mazón se agarra la cabeza. Su jefe de gabinete, Barrachina, que está a su lado, empieza a sudar como si estuviera en una sauna. Porque el modelo también culpa a la cadena de mando. El CECOPI estaba descoordinado porque el presidente no estaba. El jefe de gabinete recibió la alerta a las 6:57 y no la escaló. Barrachina balbucea esperaba instrucciones del President. Instrucciones que llegaron a las 8:17 cuando ya era tarde. Pero la joya llega con el informe psicológico. Sí, psicológico. La acusación popular liderada por la Asociación de Víctimas de la Dana contrata a una psiquiatra forense que analiza el patrón de conducta de Mazón. Conclusión: 

Trastorno narcisista de la personalidad con rasgos de grandiosidad y falta de empatía. Prioriza la gratificación inmediata sexual, en este caso sobre la responsabilidad colectiva.

El informe cita el DSM5 y compara el caso con líderes históricos que colapsaron bajo presión. El abogado de Mazón objeta:

Esto es un linchamiento. 

La jueza:

Es prueba pericial admitida. Continúe.

Y continúa. La psiquiatra proyecta un gráfico. 

En los 41 minutos del ático, Mazón recibió 27 llamadas institucionales. Ninguna contestada. En cambio, envió tres mensajes a Vilaplana: "Estás preciosa", "rápido, que tengo que irme" y "mañana repetimos".

Mañana. Mientras el barro se tragaba a niños enteros. Y entonces el golpe de gracia, la declaración de la limpiadora del ático. Una mujer paraguaya, madre de tres hijos, que limpia pisos por horas. Entra con la cabeza alta, sin miedo:

Yo llegué a las 8:30. El señor y la señora ya se habían ido. Encontré la sábana en el suelo manchada, la botella vacía y en el baño, el preservativo usado en la papelera. Lo tiré, pero guardé la bolsa por si acaso. La tengo en casa. 

La bolsa, la bolsa de basura con el preservativo. ADN confirmado, Mazón y Vilaplana. La sala se viene abajo. Periodistas corren. El hashtag "almohadillapreservativogate" es tendencia mundial en 11 minutos. Feijóo en Madrid cancela una rueda de prensa. Ayuso tuitea: "Confiemos en la justicia", y borra el tweet. A los 4 minutos el PP entra en shock. Vilaplana, que declara por última vez, se derrumba:

Sí, tuvimos relaciones. Sí, sabía que era el peor momento. Pero él insistió. Dijo que solo serían veinte minutos, que después iría al CECOPI. Yo, yo le creí. 

Lágrimas, esta vez reales. El fiscal:

¿Sabía usted que mientras estaba en ese ático 41 personas murieron por falta de alerta? 

Vilaplana asiente:

Ahora lo sé.

La jueza anota: "El silencio es ensordecedor". Y afuera la calle hierve. Miles de personas frente al palacio de justicia. Pancartas: 41 minutos, 41 vidas. Mazón dimisión. Vilaplana cómplice. La policía forma un cordón, pero no hay violencia: solo dolor. Dolor organizado. Las madres de Paiporta llevan fotos de sus hijos... 

lunes, 8 de septiembre de 2025

Principios de guerra psicológica

 Yuri Bezmenov, periodista que estuvo al frente de la desinformación por parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, expone los principios psicosociológicos de manipulación política que actualmente atontan a las masas. El texto está transcrito por mi parte desde la entrevista que hizo en 1984 con G. Edward Griffin:

El énfasis principal de la KGB no está en el área de la inteligencia en absoluto. Según mi opinión, y la de muchos desertores de mi calibre, solo alrededor del 15 % del tiempo, dinero y recursos humanos se dedica al espionaje como tal; el otro 85 % es un proceso lento que llamamos "subversión ideológica" o "medidas activas" en el lenguaje de la KGB, o "guerra psicológica".

Básicamente significa cambiar la percepción de la realidad de cada estadounidense hasta tal punto que, a pesar de la abundancia de información, nadie sea capaz de llegar a conclusiones sensatas en interés de defenderse a sí mismo, a su familia, a su comunidad y a su país.

Es un gran proceso de lavado de cerebro, que avanza muy lentamente y se divide en cuatro etapas fundamentales.

1. La primera es la "Desmoralización". Toma entre 15 y 20 años desmoralizar a una nación. ¿Por qué tantos años? Porque este es el número mínimo de años necesarios para educar a una generación de estudiantes en el país enemigo, expuestos a la ideología del enemigo. En otras palabras, la ideología marxista-leninista se introduce en las mentes blandas de al menos tres generaciones de estudiantes estadounidenses sin ser cuestionada o contrarrestada por los valores básicos del americanismo, el patriotismo estadounidense. ¿El resultado? El resultado lo puedes ver: la mayoría de la gente que se graduó en los sesenta, desertores escolares o intelectuales a medio formar, ahora ocupan puestos de poder en el gobierno, la administración pública, los negocios, los medios de comunicación y el sistema educativo. Están ahí y no puedes deshacerte de ellos. Están contaminados, están programados para pensar y reaccionar a ciertos estímulos en un patrón determinado. No puedes cambiar sus mentes, incluso si los expones a información auténtica, incluso si pruebas que lo blanco es blanco y lo negro es negro, incluso así no puedes cambiar la percepción básica ni la lógica de su comportamiento. En otras palabras, en estas personas el proceso de desmoralización es completo y es irreversible. Para librar a la sociedad de estas personas necesitarías otros 20 o 15 años para educar a una nueva generación con mentalidad patriótica y sentido común que actúe en favor y en interés de la sociedad de los Estados Unidos.

Y esas personas que han sido programadas y, como dices, ya están en posiciones de poder y son favorables a una apertura con el concepto soviético, ¿son precisamente las que serían marcadas para el exterminio en este país?

La mayoría, sí. Simplemente porque el choque psicológico que experimentarán cuando vean en el futuro lo que realmente significa en la práctica esa "bella sociedad" de igualdad y justicia social, obviamente les llevará a rebelarse. Serán personas muy infelices y frustradas, y el régimen marxista-leninista no tolera a este tipo de gente. Obviamente se unirán a las filas de los disidentes. A diferencia de los EE. UU. actuales, no habrá lugar para la disidencia en la futura América marxista-leninista. El proceso de desmoralización en los Estados Unidos ya está prácticamente completo. En los últimos 25 años, de hecho, ya está cumplido en exceso, porque la desmoralización ha alcanzado áreas que ni siquiera el camarada Andrópov y todos sus expertos soñaban lograr un éxito tan tremendo. Y la mayoría han sido obra de estadounidenses contra estadounidenses, gracias a la falta de estándares morales. Como mencioné antes, la exposición a la información verdadera ya no importa. Una persona desmoralizada es incapaz de evaluar información veraz. Los hechos no significan nada para ella. Aunque lo bombardees con información, con pruebas auténticas, con documentos, con fotografías. aunque lo lleves por la fuerza a la Unión Soviética y le muestres un campo de concentración, se negará a creerlo, hasta que reciba una patada en su culo gordo. Cuando una bota militar le destroce sus pelotas, entonces entenderá, pero no antes. Esa es la tragedia de la desmoralización. Básicamente, América está atascada con la desmoralización, a menos que... Incluso si se empieza ahora mismo, en este instante, a educar a una generación de estadounidenses, aún tomaría entre 15 y 20 años revertir la percepción ideológica de la realidad hacia la normalidad y el patriotismo.

2. La siguiente etapa es la "Desestabilización". En esta parte al subversor no le importan tus ideas ni tus patrones de consumo, que comas comida basura y engordes ya no importa. En esta etapa, que dura de 2 a 5 años para desestabilizar a una nación, lo que importa es lo esencial: Economía, Relaciones Exteriores y Sistemas de Defensa. Y se puede ver claramente que en algunas áreas tan sensibles como la Defensa y la Economía, la influencia de las ideas marxistas-leninistas en los EE. UU. es absolutamente increíble. Jamás habría creído, hace 14 años, cuando llegué a esta parte del mundo, que el proceso avanzaría tan rápido.

3. La siguiente etapa, por supuesto, es la "Crisis". Puede tomar solo hasta 6 semanas llevar a un país al borde de la crisis. Se puede ver ahora mismo, en Centroamérica. Y, después de la crisis, con un cambio violento de poder, de estructura y de economía, viene el llamado periodo de 

4. "Normalización". Puede durar indefinidamente. Normalización es una expresión cínica tomada de la propaganda soviética. Cuando los tanques soviéticos entraron en Checoslovaquia en 1968, el camarada Brezhnev dijo: "Ahora la situación en la hermana Checoslovaquia está normalizada". Esto es lo que pasará en los EE. UU. si se permite que todos esos idiotas lleven al país a la crisis, prometiendo a la gente todo tipo de beneficios y un Paraíso en la Tierra. Desestabilizando su economía, eliminando el principio de la competencia, del libre mercado, e imponiendo un gobierno del Gran Hermano en Washington D. C. con dictadores "benevolentes" como Walter Mondale que prometerán muchas cosas sin importar si son realizables o no, irán a Moscú a besar el culo de una nueva generación de asesinos soviéticos. No importa. Crearán falsas ilusiones de que la situación está bajo control.

La situación no está bajo control. La situación está asquerosamente fuera de control. La mayoría de los políticos americanos, medios de comunicación y el sistema educativo entrenan a otra generación de personas que piensan que viven en tiempos de paz. Falso. EE. UU. está en estado de guerra. Una guerra total no declarada contra los principios básicos y los fundamentos de este sistema. Y el iniciador de esta guerra no es el camarada Andrópov, por supuesto. Es el sistema. Por ridículo que suene, es el sistema comunista mundial. O la conspiración comunista mundial. Si asusto o no a algunas personas, me importa un pimiento. Si no estás asustado ya, nada podrá asustarte.

domingo, 13 de abril de 2025

Prensa turca e israelí en ladino o judeoespañol

 El bustan judeoespañol, en JotDown, por Berta Ares Yáñez

Aterricé en el aeropuerto de Ben Gurion una madrugada de julio de 1996. Había recibido una Beca MAEC para estudiar en la Universidad de Tel Aviv y desarrollar un proyecto de investigación. Este consistía en bucear en diferentes archivos del país para establecer una relación de la prensa en judeoespañol, y luego analizar la función que una parte determinada de esta prensa había desempeñado durante la creación del Estado. En aquel entonces, este país todavía no tenía medio siglo de existencia.

Lo que más me llamó la atención nada más llegar fue el afán absoluto de expresión que se vivía en sus calles, donde todo se discutía y matizaba. Cualquier tema de actualidad era causa de debate en el que cada cual marcaba su línea ideológica. Prueba de ello eran las innumerables pancartas expuestas en los comercios y en los balcones de las casas, o las pegatinas que se exhibían en todo tipo de vehículos, en los cascos de moto o en las carpetas de los universitarios. Antes de Twitter, pancartas y pegatinas eran los soportes ideales para el eslogan. 

Cuando llegué, el país estaba de luto. Isaac Rabin había sido asesinado hacía apenas unos meses por un ultranacionalista opuesto al proceso de paz y a los Acuerdos de Oslo. A su entierro había acudido Bill Clinton, quien en su discurso de despedida acabó con un «Shalom, jaber» (Adiós y paz, amigo). Esta frase se convirtió en el eslogan mayoritario de los pacifistas y de los que querían mantener vivo el proceso de paz. A esta consigna le siguieron «Jaber, ata jaser» (Amigo, haces falta) y «Jaber, ani zojer (Amigo, yo recuerdo). Algunos recortaban las frases y hacían collage con las pegatinas: «Shalom, ata jaser» (Paz, haces falta). 

Tras estos eslóganes iniciales hubo muchos más, que cada uno argüía desde su posición ideológica. Los tres más claros eran el izquierdista «Un pueblo fuerte hace la paz», el conservador «Paz, con prudencia», y el ortodoxo «Una generación de arrepentimiento traerá la paz». Al final, todo derivaba en dos modelos de redención: el laico «Una generación entera pide la paz», y el ortodoxo «Generaciones enteras solicitan al Mesías». Se temía entonces la existencia de una guerra civil, y las instituciones colgaban carteles en los que se leía «Opiniones diferentes sí, guerra de hermanos no».

También los problemas caseros se aireaban en pegatinas y pancartas. La compañía nacional de autobuses Eged —creada en su día por fuerzas sindicales y a cuyo volante estaban, al menos así me dijeron, curtidos soldados— expresaba sus desacuerdos con el entonces presidente Benjamin Netanyahu, a quien todos llaman «Bibi»: «Bibi no respeta pactos», «Eged en tu camino, Bibi en el camino que no».

Pegatinas de izquierda a derecha: Shalom, jaber (paz, amigo), Shalom, ata jaser (paz, haces falta), Dor shalem doresh shalom (una generación entera pide la paz).

Como ahora sucede con las redes sociales, entonces las consignas avivaban debates que parecían inaplazables, pero que tarde o temprano se desvanecían sin pena ni gloria. Veinticinco años después, el proyecto de paz está completamente abandonado, dejado a la lógica del capitalismo.

La diversidad de opciones e ideologías existentes antes de la fundación de Israel como Estado moderno en 1948 también es mucho mayor de lo que cabe suponerse en la actualidad. Es algo evidente cuando se lee la prensa de la época, en la que también se observa la continua metamorfosis que experimenta el país —y las variaciones de voto en las urnas— a medida que llegan diferentes oleadas de inmigrantes judíos, especialmente desde la creación del Estado y hasta finales de los noventa, tras la caída del muro de Berlín. 

Llegan de Alemania, Polonia, Rusia, Ucrania, Rumanía, Grecia, Bulgaria, Yemen, Etiopía, Argentina, México, Irak, Marruecos, Francia, Estados Unidos, y un largo etcétera de países. A modo de ejemplo diré que durante mi estancia allí, la televisión pública subtitulaba simultáneamente en los dos idiomas oficiales, el hebreo y el árabe, pero también en ruso, cuya población era entonces mayoritaria.

He escrito inmigrante y es un error llamarlo así. El término adecuado es olé (en masculino; olá, en femenino; olím, masculino plural; olot, femenino plural), pues no es un movimiento migratorio al uso, sino una aspiración sionista. Significa «el que sube a Israel». 

Si sumamos a la necesidad de expresión y comunicación, la diversidad ideológica existente, podemos comprender la abundantísima cantidad de publicaciones periódicas surgidas durante los años de fundación del Estado.  

Sin embargo, cuando empecé mi trabajo no existía una bibliografía que las reuniera, más allá del extraordinario trabajo que entonces desarrollaba el centro asociado a la Universidad de Tel Aviv, el Institute for the Study of Jewish Press; pero no tenían casi referencias de la prensa sefardí. 

Seguí buscando, pues sabía que miembros de la comunidad judía expulsada de Sefarad habían sido los encargados de introducir la imprenta en tierras del Imperio otomano. Contaba al menos con la referencia del primer periódico en ladino del que entonces había constancia: el Shaare Mizrah, fundado en 1845 por Raphael Uziel.

El Big-Bang de mi investigación, por así llamarlo —meses después de búsqueda de diarios en la Biblioteca Nacional y otros centros culturales, sin apenas éxito—, tuvo lugar cuando me lancé de lleno a investigar los archivos del Ben-Zvi Institute. Allí había un montón de información dispersa sobre publicaciones periódicas en judeoespañol y también ejemplares físicos procedentes de diversos lugares de la diáspora sefardí: especialmente de Bulgaria, de Nueva York, de la antigua Yugoslavia y de los territorios que formaban o estuvieron sometidos al Imperio otomano, como Salónica (Grecia), Estambul e Izmir (Turquía), y también de territorios de la llamada Erez Israel, especialmente en Jerusalén. 

Los periódicos impresos en Estambul a veces llevaban el nombre de la ciudad en españolico «Istambul», pero tampoco era raro encontrarlos con el topónimo «Costa», que es como los sefardíes de origen griego se referían a la antigua Constantinopla.  

Una vez hallado y ordenado el material, delimité la investigación a las publicaciones distribuidas en Israel y a un país de diáspora, el elegido fue Turquía. En total, analicé una veintena. Explicaré brevemente lo que hallé. Dividiré mi exposición en dos partes: una primera parte dedicada a la descripción de la prensa en judeoespañol distribuida en Turquía, y una segunda parte dedicada a la descripción de la prensa en judeoespañol distribuida en Israel. 

Esta segunda parte tiene como colofón un aliciente especial: está traducida al judeoespañol por el académico de la RAE en Israel Moshe Shaul, una de las personas vivas que mejor conocen y más ha cuidado este tesoro lingüístico.

La gran pegatina reza: «No tenemos en quien apoyarnos, sólo en nuestro Padre que está en los cielos».

Los medios en Turquía: del drama de la guerra mundial a la asimilación

Una publicación será clave en la historia de la comunidad sefardí que decide no emigrar y prefiere quedarse en Turquía durante el delicadísimo periodo que comprende la Segunda Guerra Mundial y la posguerra: La Boz de Türkiye. 

Bajo la dirección de Albert Cohen, esta publicación periódica de frecuencia quincenal comienza a publicarse el 1 de agosto de 1939, y de forma ininterrumpida hasta su cierre en 1949. Con sede en Estambul, mantuvo diversas corresponsalías y tuvo acceso a información internacional de calidad procedente de fuentes sobre el terreno, a través de la Agencia Telegráfica Judía —de la que el director de esta publicación era representante en Turquía— y de la Overseas News Agency, ambas dirigidas por Jacob Landau. 

Esta publicación hace un repaso del estado de los judíos en diferentes lugares en los que el nazismo se ensaña. El que expongo a continuación es un fragmento del suplemento especial titulado «Israel en el Galouth» (Israel en la diáspora), publicado el 15 de febrero de 1944:

La aniada 1943 fue un anio de destruccion y de ruinas, de muerte y de exterminacion. Miles y milarias de nuestros hermanos fueron hundidos en mares de miserias, angustias y matansas, cienes de comunidades judias fueron enteramente destruidas; cienes de miles de seres humanos fueron integrados en manos de persecutores sin que sus hermanos en los paises liberos puedan hacer nada por salvarlos. El Judaismo en Europa ocupada fue enteramente destruido. Esta destruccion fue el mas grande golpe dado a nuestra nacion en el mundo entero. La entera elita de sus hijos y de sus aglomeraciones, las mas mejores intelligencias, las mas grandes fuerzas creaderas del Judaismo Occidental, fueron atemados. En algunos paises los Judios fueron literalmente atemados fisicamente; en otros paises, ellos fueron deportados, exilados y matados. La mas grande parte de los exilados murieron en los wagones, otros no yegaron mismo a la frontera, siendo ellos fueron torturados y asasinados. Los jovenes fueron tomados a los travajos forsados, en fabricas o en fraguas, de fortificaciones en la Francia o en el fronte oriental. Los que no pueden travajar fueron matados sin otra forma de proceso

La Boz de Türkiye desempeñó una función esencial para la seguridad de las comunidades judías en la todavía joven república turca, inmersa en un intenso proceso nacionalista y cuya posición durante la guerra fue inicialmente de neutralidad, luego de relaciones diplomáticas con la Alemania nazi y finalmente su posición se decantó por los aliados. 

Esta publicación desempeñará un papel de mediador y portavoz entre el Estado, la sociedad turca y las comunidades judías dispersas por el país. Con un estilo sencillo y claro, el contenido se distribuye entre noticias y reportajes sobre las comunidades judías asentadas a lo largo y ancho del planeta. Al igual que se hace eco de las principales noticias sociales y políticas de carácter mundial, tampoco descuidan el contenido dedicado a la tradición. 

Sin embargo, el movimiento nacionalista de la joven república no ve con buenos ojos estas actividades cosmopolitas y de singularidad cultural. De hecho, durante estos años se prohíbe a la ciudadanía mantener cualquier actividad independiente o asociación afiliada al extranjero. 

Algunos miembros de la comunidad judía tienen que enfrentarse a acusaciones de otros ciudadanos. Comienza a extenderse el rumor de que los judíos «mantienen una postura de indiferencia ante los hechos del país». Se les critica que empleen el judeoespañol en detrimento del turco. En este difícil contexto, el equipo editorial decide poner en marcha una campaña de difusión con un doble mensaje: 

El primero es: «Somos turcos, hablemos el turco». Tratan de mentalizar a sus lectores de que en la calle solo deben hablar turco, incluso entre ellos. Les avisan que no deben auto marginarse ni diferenciarse hablando otras lenguas. 

El segundo mensaje es: «Formamos parte del pueblo judío». A través del contenido se fomenta el sentido de pertenencia a esta comunidad milenaria y se sugiere que se hable judeoespañol en casa.

Entre los colaboradores de La Boz de Türkiye destacan Abraham Galante —un reputado escritor y periodista admirado por Atatürk—, quien defendió la lealtad de las autoridades judías como elemento indispensable en la construcción del Estado turco; y Abraham Elmaleh, quien años después será dirigente de la comunidad sefardí en Jerusalén.

Como señalé, esta publicación da cuenta de lo que acontece en el mundo. Tiene a sus lectores bien informados. El tono no es sensacionalista, sino que procura el análisis reposado. La situación de los judíos en Europa se agrava de día en día, por tanto, la situación es muy delicada. 

Se hacen eco de las noticias trágicas relativas a la guerra en Europa, pero también de las procedentes de Palestina, muchas de las cuales dan cuenta del desarrollo social y comercial del yishuv (asentamiento en Eretz Israel). 

El periódico hace una amplia cobertura de la guerra y de la dramática situación de sus correligionarios. Parecen llegar a casi todos los rincones. Veamos, por ejemplo, lo que escriben sobre los judíos en Finlandia, en una noticia de mayo de 1944: 

La situacion de los Judios resfuidos en Finlandia se amejoro considerablemente desde el trocamiento del governo en Marso ultimo segun un raporto de stokcholm. Algunos resfuidos que se topaban en un campo de concentracion en una isla del golfo de Finlandia, mientras la perioda del gobernamiento precedente, fueron transferados en ariendas agricoles en Tavastland. El campo fue serrado a precipio del autonio y los Judios fueron autorisados a establecerse en dos communas de la region onde ellos se topavan en mesura de ganar su vida, independientemente de los reglamientos del servicio del Travajo. Los resfuidos judios en cuenta de 117, fueron autorisados desde el mez de Deciembre a vivir en no importa cuala partida del pais onde los extranjeros tienen la permision de morar sin restricciones

Peores noticias, noticias fatales, llegan de la vecina Salónica. Al leer el fragmento que destacaré a continuación, no puedo sino preguntarme si Hannah Arendt estaba informada del proceso que había tenido lugar en Grecia, quince años antes de que ella misma atendiera el juicio de Eichmann para escribir su artículo en The New Yorker en 1963, y que tantas pesadumbres le acarreó. Quizá ella no, pero sí los lectores de La Boz de Türkiye, quienes debieron de leer con una enorme tristeza la crónica del corresponsal Baruch Schiby con fecha 1 de octubre de 1946. Se titula, «El judaísmo exterminado en Grecia. Un proceso histórico». Algunos fragmentos:

Los evenementos de Palestina no permitieron a la prensa Judia mundiala de prestar toda la atencion querida a un proceso unico en la historia del pueblo judio que se desarrollo en el empesijo de este mez en Salonique. Se trata del proceso de los Judios que se avian metido al servicio de los Allemanes mientras la ocupacion nazi. Vital Hasson, Leon Simon (Tipouz), Jacques Alabala, Edgar Cugue, etc y que servieron el enemigo mortal de nuestro pueblo con mas ardor que los mas feroces S.S. […] La prensa greiga locala entendio toda la importansa historica del proceso. Es por cualo antes y despues de este, los journales de Salonico le consacraron colonas entereras. La “Makedonia”, el mas grande journal de la Maccedonia, le consacro mismo medias paginas enteras. […] Fue establecido en el tribunal que si los acusados no se uvieren metido al servicio de los nazis de la manera que ellos lo hicieron, la mitad o al menos 20.000 judios de Salonica pudieren ser salvados. Los acusados provocaron dunque la muerte gracias a sus sola actividad de estos 20.000 Judios

A diferencia de la prensa escrita en hebreo que entonces se publica en Palestina, La Boz de Türkiye no participa activamente de la teoría de que el yishub o asentamiento en Eretz Israel —«Tierra de Israel» en relación al territorio israelita bíblico— podría ejercer una presión moral sobre las naciones del mundo para salvar a la judería europea durante la guerra. También hay una especie de silencio administrativo en torno a temas candentes como los actos de violencia cometidos por algunos correligionarios bajo el mandato británico o las medidas políticas tomadas por los mandatarios contra la inmigración que llegaba a Palestina. 

No hicieron suyo el eslogan entonces extendido «Inmigración, defensa y asentamiento»; pero tampoco descuidaban la necesidad de consejo que podrían necesitar los conciudadanos que tenían el deseo de «subir» a Eretz Israel.

Escribían con mucha diplomacia y cuidado para mantener las relaciones con su país anfitrión, Turquía; para «cimentar la unión y predicar la harmonía», como ellos mismos señalan entre sus objetivos. Y podemos decir que lo lograron. Hacia finales de la década de los cuarenta, y gracias a las buenas relaciones que la comunidad ha ido forjando con las autoridades turcas, puede observarse una mayor apertura en materia de libertad de expresión que a su vez provocará una verdadera explosión de publicaciones en ladino. Precisamente, esta nueva oleada de publicaciones acabará arrinconando a La Boz de Türkiye, que deja de publicarse en 1949.

La primera publicación en aparecer fue Atikva (1947), cuyo nombre de cabecera en hebreo significa «Esperanza», como el himno nacional de Israel, y es el primer periódico judeoespañol distribuido en Turquía esencialmente sionista. Su director, Sabetay Leon, emigrará a Israel en 1949, donde se incorpora al partido presidido por Ben Gurión (Mapai). Le sigue Salom (1948), fundado por Abraham Leon, que todavía se publicaba cincuenta años más tarde. Otras cabeceras son Sabat (1947) reconvertido tres años más tarde en La Vara (1950), ambos bajo la dirección de Mose Benbassat, de carácter laico y modernizador. 

Otro semanal político e independiente es La Luz (1950), creado bajo la dirección de Eliezer Menda y Robert Balli. Luego, ambos se separan y el primero funda La Vera Luz (1953), y el segundo La luz de Turkiya (1953). Ambos se describen como continuadores de La Luz para adjudicarse a sus lectores. 

La Vera Luz es un periódico conservador, dirigido por el talmudista Eliezer Menda. El gran Rabinato, la comunidad, las noticias que llegan de la creación del Estado de Israel y la política internacional son los temas que definen el carácter del periódico, cuyo interés principal es el de contener al máximo el deseo de asimilación de los correligionarios que quedaban en Turquía. Por otro lado, La luz de Turkiya se apoya más en sostenes comerciales y sus noticias son más variadas, con especial atención a las informaciones que llegan de Israel. Su línea editorial se apoya prácticamente en su totalidad en la cuestión del antisemitismo. 

Finalmente, otros dos periódicos son: La Boz (1952), que tuvo una breve duración y reducida plantilla; lo dirigía M. Levi-Belman, un periodista mordaz que utilizaba este medio para criticar las decisiones tomadas por los dirigentes de la comunidad. Y El Tiempo (1957) del ortodoxo Levi Belman: conservador, antisionista, crítico con la gestión de la comunidad y observante estricto de la ley, denuncia toda reforma o ápice de liberalismo ante una comunidad que a sus ojos se torna abiertamente laica y asimilada.

«Opiniones diferentes sí, guerra de hermanos no»

(la pegatina del gato que alguien puso encima dice así: (¡Hay un gato nuevo en la ciudad! Y la verdad, tanto Tel Aviv como Jerusalén eran ciudades muy gatunas).

Los medios en Israel. La forja de un Estado

Buena parte de los periódicos en judeoespañol que se publican en Israel durante la Creación del Estado son dirigidos por y para sefardíes recién llegados de Turquía. Tres ejemplos de periódicos, independientes pero efímeros, son La Boz de Israel, La Boz de Jerusalaim y La Unión. Otros recibieron ayudas de grupos políticos con los que simpatizaban, así sucede con Libertad, afín al partido Herut; y El Avenir, Deretcho al Buto y Faktos afines al Mapai, los dos últimos explícitamente propagandísticos. Dos periódicos de mayor duración fueron apoyados parcialmente por partidos políticos: La Verdad, por el centrista General Zionists, y El Tiempo, por Mapai. 

El denominador común de estas publicaciones es el de facilitar a la vez que influir en el proceso de absorción de los inmigrantes (olím) sefardíes en Israel, al proporcionar la máxima información sobre su nueva patria, incluidas las explicaciones de problemas tan complejos que enfrenta el nuevo país como la internacionalización de Jerusalén, la educación secular en clara confrontación con la religiosa, las diferencias no superadas entre askenazis y sefardíes, y el contexto político en el Oriente Medio.

El periódico que gozó de un mayor protagonismo en la orientación de esta comunidad inmigrante fue El Avenir, subvencionado por Mapai o Partido de los Trabajadores de la Tierra de Israel, que lideraba Ben Gurion. Este periódico se publica, además de en ladino, en otros cinco idiomas simultáneamente: yidis, francés, húngaro, búlgaro y rumano.

Su oponente fue La Verdad, un periódico crítico con la administración laborista, especialmente con el sistema de favoritismo, amiguismo y clientelismo que, señalan, campaba en la política. El término empleado, de origen ruso, y que se ha incorporado al hebreo para describir esta práctica es «proteksia».  

Este extendido uso de la «proteksia» —el libro Israel: Pluralism and Conflict del sociólogo Sammy Smooha trata esta cuestión—, desmoralizó a un buen número de inmigrantes hasta el punto de que hubo quien regresó a su país de origen, o cambió la dirección de su migración hacia Estados Unidos. El hecho de que judíos decidan «bajar» de Israel, es decir, irse del país y abandonar la idea del yishuv es una preocupación constante del nuevo Estado, desde entonces y todavía hoy.

Como en toda la prensa mundial, pero quizá con mayor importancia en un contexto de continuo conflicto bélico como el que viven los israelíes al arrancar su Estado, las columnas de humor y las novelas por entregas o folletín, fuente la primera de catarsis y la segunda de evasión, son decisivas. 

Solo el periódico Libertad —afín al partido Herut, procedente del movimiento paramilitar Irgun—prescinde del humor: mecanografiado y con grapas, austero, sin fotografías, este semanal dirigido expresamente a los inmigrantes recién llegados a Israel busca minar el trabajo del partido en el gobierno y suele incidir en el aumento de discriminación sobre los sefardíes en todos los ámbitos de la vida política, profesional y cotidiana.

El partido en el poder subvenciona otras publicaciones menores, también en judeoespañol y también dirigidas al olé procedente de Turquía: Deretcho al buto, que significa «directo al grano», aparece en 1959, y Faktos en 1961. Ambas tienen muy buena calidad de impresión y son gratuitas. Con ellas pretenden hacer sordina para las voces críticas.  

Pero lo mejor es reproducir el texto resumen de mi investigación y que el erudito Moshe Shaul tradujo al judeoespañol para su publicación en 1998 en Aki Yerushalayim, la más importante revista cultural en ladino, que se editó en papel desde 1979 a 2016. Valga a modo de resumen y conclusión. Espero que disfruten del color y musicalidad de este precioso lenguaje.

La prensa en djudeo-espanyol. La kreasion del estado de israel 

Kuando el eskritor espanyol Miguel de Unamuno oyo avlar por primera vez de la existensia del djudeo-espanyol, el se maraviyo al deskuvrir ke esta lengua pudo mantenerse biva, malgrado la falta de kontakto fiziko de los djudios sefaradis kon Espanya. El yego a la konkluzion ke una lengua ke proviene del rekuerdo i de la nostaljia devia poseder una ermozura espesiala i romantika. Otra konkluzion suya, aun ke yerrada, fue ke el djudeo-espanyol meresia ser alavado por no ser uzado para la redaksion de periodikos. 

El se yerro siendo ke ya avia desdel siglo XIX una muchidumbre de periodikos en djudeo-espanyol, publikados en Saloniko, Estambol, Izmir, Sofia i Viena i mas tadre en New York i Tel Aviv, por dar algunos eshemplos solo. No en vano fueron los ekspulsados de Espanya i Portugal los ke yevaron la imprimeria al Imperio Otomano. Eyos fueron tambien los primeros en este imperio a imprimir livros, aun ke al prinsipio sovresalieron los djeneros rabinikos i relijiozos i es solo en el siglo 19 ke se empeso a publikar romanes i livros de otros djeneros literarios ansi ke periodikos tambien en djudeo-espanyol. Desde su prinsipio la prensa djudeo-espanyola okupo un lugar importante en la vida kulturala de los sefaradis, sigun lo prova el echo ke en Saloniko onde los sefaradis resivian edukasion i kultura en fransez, italiano i alman, la lektura del djudeo-espanyol era embezada solamente para poder meldar los jurnales i algunas orasiones en ladino. 

Es posible ke kon la prensa eskrita, el djudeo-espanyol se alesho del kamino romantiko imajinado por Unamuno a kaminos mas pragmatikos, ma esta fue una eleksion de los ke no kijeron enmudeser frente a la istoria. Ansi fue despues del establesimiento del Estado de Israel onde de 1948 i asta los anyos 60, uvo a lo menos una diezena de periodikos redaktados enteramente en djudeo-espanyol, kon karakteres latinos, organizados i redaktados en sus mayoria por jurnalistas i colaboradores de orijin turko. 

Algunas de estas publikasiones partieron de inisiativas privadas i se mantuvieron independientes, del punto de vista politiko i ekonomiko, de kualker partido. Ansi fue kon «La Boz de Israel» (1949) i «La Boz de Yerushalayim» (1953-1954). Otras publikasiones fueron finansadas por partidos politikos i redaktadas i dirijidas por sus miembros. De este modo nasio el jurnal «Libertad» (1950) del partido Herut enkavesado por Menahem Bejín, i los ke eran finansados por el MAPAI, enkavesado por David Ben Gurion: «El Avenir» (1949- 1950), «Deretcho al Buto» (1959) i «Faktos» (1961). Djuntos kon esto los dos periodikos kon mas grande tiraje i durasion eskojeron el kamino de en medio: no fueron prensa de partido aun ke eran partidistas; no estuvieron finansados yenamente por sus partidos ma resivieron de eyos ayudo ekonomiko. Estos son: «La Verdad» (1950-kontinua en 1965) ke apoyava la politika de lo Sionistas Jenerales i «El Tiempo» (1950-1967) ke fue todo el tiempo portavoz de la politika del Mapai, el partido socialista al poder. 

Al marjen de los argumentos kontra i en favor de una prensa en djudeoespanyol o en otra lengua afuera del ebreo –tema sovre el kual uvo una fuerte polemika en los primeros anyos despues de la kreasion del Estado- se puede afirmar kon yena seguridad ke la prensa dirijida a los sefaradis, i mas konkretamente a los orijinarios de Turkia, a la fin de los anyos 40 i durante toda la dekada de los 50, kumplio una importante funksion, esensiala para la buena marcha del paiz: ayudar al ole (imigrante) a integrarse en su mueva vida en Israel. Komo? Ofresiendo kursos de ebreo, dando a konoser al ole el programa sionista, manteniendolo informado sovre todo tema de interes a la vida en Israel, i aziendolo partisipar en los diversos debates politikos ansi ke en los prinsipales akontesimientos ke tenian lugar adientro i afuera de las frontieras de Israel. 

Komo prensa dedikada a la formasion i integrasion del ole, eya no kijo i no pudo tener una influensa direkta en la politika nasionala. Ma los jurnales djudeo-espanyoles reflektaron en sus pajinas los prinsipales debates ke tuvieron lugar al seno del publiko israeli, ofresiendo a sus lektores diferentes pozisiones i opsiones politikas. Eyos denunsiaron tambien a traves de sus pajinas las difikultades ke enfrentavan a los olim, para ke el governo i los lideres politikos tengan yena konosensia de la situasion a traves de la prensa. De este modo, fueron munchas las linyas dedikadas a la internasionalizasion o no de Yerushalayim, a la edukasion laika o relijioza en las eskolas, a las diferensias entre eshkenazis y sefaradis, a la politika internasionala, sovre todo en el Oriente Medio, i fundamentalmente a los problemas atados al yishuv i al aresentamiento de los imigrantes en el nuevo estado. 

Es interesante sinyalar las diferentes pozisiones de los dos prinsipales periodikos: «El Tiempo», dirijido por Yitshak Ben Rubi, i «La Verdad», dirijido por Yitshak Yaesh. Los dos se preokuparon enormemente de elevar el moral de los olim i fasilitarles sus integrasion sosial: ma mientres ke «El Tiempo» apoyo siempre la politika del governo dirijido por Ben Gurion, «La Verdad» adopto kontinualmente una pozision de kritika enverso esta politika. Uvo entonses en la prensa opiniones diferentes i mizmo kontrarias i no solo un uniko punto de vista, lo ke kreo una situasion de rikeza komunikativa i ekspresiva. 

El premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, apuntava ultimamente ke la fleksibilidad de la lengua espanyola desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Ke diria el gran eskritor kolombiano frente a la rikeza i fleksibilidad del djudeo-espanyol en su larga trajektoria? Ke diria del karakter umano ke esta lengua estuvo dezvelopando? El djudeo-espanyol no enmudesio en Israel sino ke al kontrario: si en un primer momento esta prensa kumplio una importante funksion sosiala, formando i ayudando a los olim, sin pedrer el karakter periodistiko propio, al pasar los anyos esta prensa se esta konvertiendo ademas, en un dokumento istoriko de imenso valor. No solo porke en eyos se arekojeron para siempre los artikolos i las opiniones de tantos jurnalistas i kolaboradores, ke las muevas jenerasiones podran meldar, sino tambien porke en eyos se reflektan los akontesimientos de kada dia en la konstruksion del Estado de Israel.

Notas

(1) En farsi, la lengua de los persas, «bustan» hace referencia al huerto doméstico, compuesto por árboles frutales y hierbas aromáticas. Una importante obra de teatro en judeoespañol representada en las últimas décadas en el Teatro Nacional de Israel con gran éxito se titula Bustan sefaradí, del escritor y político Yitzjak Nabon, y recrea los años treinta del pasado siglo en uno de los barrios sefardíes de Jerusalén.

(2) Publicado originalmente en «AKI YERUSHALAYIM» Revista Kulturala DjudeoEspanyola, Anyo 19, 1998, nº57, pp.27-29.

lunes, 27 de enero de 2025

La deriva de Fernando Savater

 ‘Fernando Savater, la deriva de un intelectual’, de Justo Serna: los derroteros del pensador, Jordi Gracia

en El País 8 ene 2025:

Alejado de la biografía razonada el ensayo sobre el filósofo que fundó Basta Ya traza un recorrido errático, caprichoso y asistemático por su obra.

Que a Fernando Savater el siglo XXI se le atragantó es una verdad inconcusa que comparte la inmensa mayoría de los lectores que lo descubrieron a lo largo de su misma existencia, mientras leían con ansia desatada y concernida sus libros de los años setenta y los innumerables artículos de El País. El galope tendido de su prosa (nunca mejor dicho, dada su afición a las carreras de caballos) y la desacomplejada mezcla de humor, sarcasmo, fiereza, imaginación y estilo no tuvo rival nunca durante… no sé, ¿treinta años? El polemista que incautamente creyó poder discutir con él algún punto de vista, una disidencia, un aquel o un acullá, salió muy mohíno por la irreverencia y la frescura de una prosa sin culpa: medio chiste o una cita esquinada e incisiva servían para despachar al discrepante con una risotada escandalosa.

Toda esa magia, o casi toda, se desparramó por libros de lectura lujuriosa y felizmente disolvente, fuese cuando se inmiscuía en las lecturas de su adolescencia y juventud con una pieza maestra como La infancia recuperada, fuese cuando se ponía más serio y sin renunciar al humor defendía la ética combativa de una democracia militante en La tarea del héroe o, más serio todavía, en Ética como amor propio, sin dejar tampoco de alentar posiciones fuertes en términos sociales y morales que desatascaban muchos de los corredores íntimos de una sociedad que había crecido bajo la ley del miedo al qué dirán y proclive a mejor callar, simplemente.

Pero todo eso se fue acabando, un poco como le pasó a Ortega y Gasset, que es el único hermano de sangre a su altura a lo largo del siglo XX (si Unamuno hubiera sido un poco más joven, habría sido el tercer hermano de sangre: algo tiene él mismo de machihembrado de los dos). No hay ninguno más a su altura —ni en sentido horizontal ni vertical—. Los años veinte y treinta estropearon a Ortega —lo apagaron a la sombra del amor propio herido y en el fuego del resentimiento— como la primera década del siglo fue hundiendo a Savater en un ciclo de confrontación desolada por los tiempos que corren… Lo que el joven Savater hubiese hecho con los escritos del Savater de la última década y pico es de no saber, o no saber cómo salir del atolladero. Lo que no ha perdido Savater es desparpajo, y ese es también un alivio para quienes lo hemos querido locamente y hoy nos tiene contritos y pesarosos. Si mantiene el desparpajo es que la alegría circula todavía por las tuberías frágiles de la edad, aunque el rumbo de colisión con la realidad pueda haberlo estozado ya contra ella. Pero al menos seguirá haciéndolo con unas risas, como el correcaminos de los dibujos animados.

Estas melancólicas cogitaciones provienen de la lectura de un ensayo de Justo Serna que reproduce más o menos el mismo recorrido que acabo de simplificar pero no es en absoluto la biografía analítica y razonada que pide un autor de su envergadura. La mezcla de la voz de hoy —decepcionada y desengañada— con la del comentarista de los libros y actividades de Savater en los últimos veinte años no acaba de armonizarse, propende en exceso a la divagación, la digresión innecesaria y la especulación inconclusa. La revisión de su obra es por fuerza caprichosa y asistemática, errática demasiadas veces, y le hubiese convenido una poda más radical de los materiales procedentes de su antiguo blog, aunque sí clava alguna de las citas ajenas que ilustran algo de lo que le pasa a Savater en los últimos años, y una de su amantísimo Borges sobre morirse bien, “sin demasiado ahínco de quejumbre”.

En realidad, lo que provoca el ensayo de Serna es alentar todavía de forma más rotunda la urgencia de que un animal joven —preferiblemente de 30 años, por decir algo— asuma como urgencia vital la lectura íntegra de su obra —desde la filia abertzale original hasta el compadreo reaccionario de hoy— de este pensandor hiperactivo y a menudo desaforado. El capítulo que reconstruya la peripecia que arranca con el coraje de fundar y liderar Basta ya, enfrentarse a ETA a cara descubierta, surfear moralmente la amenaza de linchamiento y el puro asesinato sin dejar de hablar y escribir, será de los más difíciles, pero también quizá el que ayude a entender la deriva de la última década larga de un pensador que fue insustituible y ha dejado de serlo. No es la política la que estropea a las personas necesariamente, a veces sí y a veces no (aunque a él no le ayudó desde luego el despliegue de sus incansables recursos en favor de perfiles saturados de rencor como Rosa Díez al frente de UPD, o de sectarismo morboso y ultramontano como Ayuso y su fiel Miguel Ángel Rodríguez, por quienes pidió el voto Savater desde estas mismas páginas en 2021).

Savater fue una víctima superviviente a la extorsión de ETA, y luego ya tuvo las energías disminuidas o maltratadas para afrontar con alegría y lucidez dos nuevas trincheras inesperadas y demasiado correosas: la escalada del independentismo y la emergencia de Podemos. Contra ninguna de las dos tuvo ya ni la imaginación moral ni la fantasía intelectual para combatirlas sin incurrir en la pura negación del principio analítico de realidad. ¿Secuela de su lucha contra el terrorismo? Puede ser. En todo caso, ese futuro libro que imagino habrá de ofrecer la razón —las razones— por las que Savater sigue siendo el primer escritor de ideas y el primer ensayista de la España que cuajó la democracia…. y luego la abandonó a su suerte, o ella le abandonó a él.

martes, 31 de diciembre de 2024

Alice Munro y el hombre del saco. Elvira Lindo.

 Alice Munro y el hombre del saco. Elvira Lindo, 31 dic 2024.

Lo terrible del abuso sexual a menores es siempre el silencio que se genera a su alrededor, todos los que saben y callan

Una de esas singulares mañanas del Madrid vacío de agosto tomamos café. Somos amigas desde mucho antes de que ella me contara el abuso que durante años sufrió de niña a manos de su padrastro. Eso significa que nuestra amistad no se cimienta sobre ese hecho pavoroso, sino por pura complicidad. No soy su terapeuta, no puedo salvarla, incluso en ocasiones me ha resultado difícil escuchar. Es necesario decirlo porque aunque ahora pareciera haber un consenso sobre el beneficio de la escucha no siempre es fácil. Recuerdo las palabras de la terapeuta Mariela Michelena al respecto: “Incluso quienes estamos entrenados para sumergirnos en la sordidez debemos asomar la cabeza de vez en cuando para tomar aire”. En algún momento de la conversación sale el nombre de Alice Munro, cómo no. Cuántas veces hemos diseccionado sus relatos como si los personajes fueran de carne y hueso. Las dos hemos usado sus cuentos de una u otra manera como material literario o terapéutico. Mi amiga me confiesa que ha leído lo aparecido en prensa solo por encima. Lo terrible, siempre dice, es el silencio que se genera en torno al abuso. Cuando la víctima encuentra a alguien que salga en su defensa esa herida puede aliviarse, pero la realidad nos dice que una mayoría de los menores abusados temen ser avergonzados, culpados u observados como si hubiera algo monstruoso en su corazón. No, me dice, no podré seguir trabajando con sus textos. Inevitablemente, la figura de su madre se funde con la de Munro: mujeres que, conocedoras de la agresión, siguen compartiendo el lecho con el violador de la hija. Antes de entrar en la historia, vayamos con un dato esclarecedor que nos dejó este año un estudio australiano de alto nivel con casi 60.000 participantes: entre el 20% y el 40% de los trastornos mentales podría erradicarse si se atajara el maltrato infantil.

Cuando en julio apareció en el Toronto Star el testimonio de Andrea Skinner, hija pequeña de Munro, sobre la complicidad de su madre con el agresor que la violó desde los nueve años, en España, adiestrados como estamos a la gresca, nos lanzamos a opinar como si se tratara de tomar partido. Desde quien condenaba su obra hasta quien eximía a la escritora de toda responsabilidad; desde quien temía su cancelación hasta quien tachaba de puritanismo que sus cuentos sean leídos hoy de otra manera. Pero lo interesante es que en estos meses en distintos medios, del Toronto Star a The New York Times, han ido apareciendo ensayos magníficos que nos permiten conocer la historia de los Munro, algo que bien pudiera servirnos, si leemos serenamente, para adoptar nuevas perspectivas sobre un asunto del que sabemos poco y opinamos mucho. El último trabajo, escrito por Rachel Aviv, cronista que incide en asuntos de salud mental, es un riguroso ensayo publicado en The New Yorker que ojalá se convierta en un libro.

Los hechos referidos comienzan en 1976, cuando la pequeña Andrea pasa las vacaciones con su madre y Gerald Fremlin, hombretón atractivo a la antigua usanza, tan divertido como propenso a la ira, seductor y aficionado a las bromas sexuales, que comparte sin rubor con una niña a la que hace sentirse cómplice. A pesar de la extrañeza que se palpa en el ambiente, Munro deja a Fremlin al cuidado de la pequeña y ahí comienza una serie de agresiones que duran hasta la adolescencia de Andrea. De vuelta a la casa del padre, la pequeña cuenta el secreto a su hermanastro, este a la madrastra y la madrastra al padre, Jim Munro, que impone el silencio por considerar que la criatura puede haber mentido. El silencio se rompe en 1992. Andrea tiene 26 años cuando se lo cuenta por escrito a su madre porque no se atreve a decírselo en persona. Alice Munro abandona entonces el hogar conyugal y reacciona ante su hija victimizándose, como si se enfrentara a una infidelidad. En esos primeros momentos de desesperación, Munro le confiesa a su hija que ya había tenido noticias de agresiones a otras niñas, pero lo que a Andrea la deja sin aliento es que su madre alberga desde hace tiempo la sospecha de que Fremlin pudiera ser el autor de la violación y asesinato de Lynne Harper, una niña cuyo crimen, sucedido en 1959, sigue sin resolverse. Como respuesta a la confesión de Andrea, Fremlin escribe varias cartas a los padres culpando a la niña de haberlo seducido y amenazando con hacer públicas fotos de la pequeña en poses provocativas.

“Me he enterado demasiado tarde”, se excusa Munro, “y lo sigo queriendo”. Vuelve entonces con su pareja, y los Munro harán como tantas familias: fingir que nada ocurrió. A Andrea le ocurre como a muchas víctimas de abuso: siente que es ella la que ha perturbado la convivencia y acepta ese pacto hasta que en 2002, ante el nacimiento de sus gemelos, se aviva en ella el trauma que nunca ha dejado de estar latente. Le dice a su madre que no permitirá que los niños estén cerca del individuo, y Munro replica lo inconveniente que es para ella hacerle una visita ya que no sabe conducir. Esa dependencia misteriosa de una mujer tan dotada intelectualmente como Alice Munro nos revela lo complejo de una personalidad que en la ficción muestra un férreo control del argumento y en la vida real se declara torpe e incapaz. Será la última vez que hablen.

En 2005, Andrea lee cómo su madre elogia al padrastro en una entrevista y decide reunir las cartas autoinculpatorias del agresor y entregarlas en comisaría. Cuando la policía se presenta en casa de Fremlin, Munro tacha a su hija de mentirosa. Pero eso no evita que Fremlin deba presentarse ante el juez. Dado que Andrea no tiene interés en que vaya a la cárcel se llega a un acuerdo: dos años de libertad condicional y una donación a un centro de víctimas de abuso sexual. Fremlin estimará esta compensación en 10.000 dólares. Aunque por las salas del juzgado deambula la prensa, nada aparece en los periódicos. Andrea se descorazona. Tiene claro que a nadie le parece buena idea que el nombre de la gran escritora sea manchado por un asunto tan turbio. Alice y Gerald siguen unidos. Una secta de dos, según las hijas.

Conforme se ha ido reconstruyendo la historia de este monstruoso silencio aparecen testimonios de quienes lo sabían, y resultan ser muchas las personas que estaban al tanto: editores, periodistas, agentes, escritoras, policías, jueces, familia. Así que el marido de una gloria nacional es condenado a no acercarse a menores de 14 años y todo se reduce a un cuchicheo social que protege al agresor y a quien le da cobijo. Mientras que en la realidad hay un extremo control sobre este secreto vergonzoso, en los cuentos de Alice Munro van desfilando criaturas violadas, madres negligentes, rivalidades entre mujeres maduras y niñas por el amor de un hombre grosero, similar al modelo real. Son muchos los relatos, magistrales sin duda, que pueden ser leídos con esta perspectiva. Open Secrets sería un gran ejemplo.

Me cuenta el psiquiatra Guillermo Lahera que algunas personas con deterioro cognitivo, especialmente las que han vivido controlando de manera más neurótica su presencia social, se muestran en los primeros momentos de la enfermedad propensas a la desinhibición. Así parece que ocurrió con Munro, cuando en primera fase del alzhéimer le dijo a su hija Jenny: “¡Qué cruel por mi parte no librarme de él”. O “yo no quería a ese pedófilo”. Pero lo que ella no se atrevió a resolver, por dependencia insana, por proteger una reputación duramente lograda o por las dos cosas a la vez, lo han hecho sus hijas, arropando a la hermana herida. Nunca se curará la rabia de Andrea hacia su madre. El hombre del saco que fue Gremlin escribió a Jenny, la mediana: “Tu madre será una pirada, pero es una gran escritora”. En esos términos groseros hablaba de Munro el hombre que ella se empeñó en proteger.

viernes, 17 de julio de 2020

El lenguaje ya perdido de Forges

Un vocabulario particular que ya es de todos

“Bocata”, “tocata”, “firloyo” o “tontolculo”. El humorista dominaba toda una técnica de formación de 

ÁLEX GRIJELMO, 22 FEB 2018

Antonio Fraguas, Forges, construyó un vocabulario propio que millones de españoles han hecho suyo. Y la Academia también. Por ejemplo, hoy en día se puede oír la palabra “bocata” en cualquier bar, tanto en la voz del cliente como en la del camarero, y después verificar su significado en el Diccionario, porque ahí figura desde 1983.

En esa entrada se aclara que este término se formó mediante un acortamiento de “bocadillo” y la adición del “sufijo jergal” –ata, y que equivale en el lenguaje coloquial precisamente a “bocadillo (pieza de pan abierta)”. Esta nueva función como sufijo jergal se la inventó Forges, y quizás se pueda añadir pronto a la lista de las otras cinco posibilidades y significados que el Diccionario reconoce al sufijo -ata para formar palabras nuevas en las que tal partícula se añade a una raíz (como sucede por ejemplo en “caminata” o “perorata”; además de otros términos con variación de género: “novata”, “niñato”…). Antonio Fraguas aplicó este sufijo más allá de la norma prevista, para ensancharla.

La Nueva Gramática de la Academia (2010) sí define esa aportación de Forges, aunque no lo cite como autor. Y señala que –ata es un sufijo que “construye nombres y adjetivos a partir de formas normalmente acortadas de bases nominales, adjetivales y, en menor medida, verbales”. En efecto, con esa misma construcción nacieron “sociata”, “cubata”, “tocata”...

 Un vocabulario particular que ya es de todos

FORGES

¿Añade algo “bocata” respecto a “bocadillo”? Puede que sí: el bocata es quizás más personal, más cercano; más de pandilla. Más plural que singular. Igual que el tocata respecto del tocadiscos. Y además, “bocata” ha producido ya un derivado: bocatería (o establecimiento donde se venden bocatas).

La estructura jergal le permitió además al humorista suprimir la preposición que vincula el pan con lo que va dentro. Así, por ejemplo, uno de sus personajes desesperados aparecía dispuesto a comerse “un bocata cerillas”.

Forges construyó gran parte de su vocabulario identificativo a partir de los recursos propios del idioma español (especialmente los sufijos), y también inventó términos que no tienen origen conocido. He aquí una posible clasificación de su léxico particular.

Palabras creadas por sufijación. Es decir, términos que se forman con la adición de un sufijo a la raíz. A la ya citada “bocata” se añaden “drogata”, “sociata”, “ordenata”, “cubata”, “jubilata”, “segurata”, “tocata”…

De ellas, ya han entrado en el Diccionario “cubata”, “bocata”, “drogata” y “tocata”, como alternativas coloquiales de “cubalibre”, “bocadillo”, “drogadicto” y “tocadiscos”. Sin embargo, no todas son obra de Forges, según contó él mismo a este periódico en 2014: “Bocata’ sí que lo inventé yo, y ‘tocata’ también. Pero ‘cubata’ y ‘segurata’ no”.

Más mérito aún, entonces: descubrió un camino de sufijaciones (las “sufijaciones jergales” según la Academia) que estaba inexplorado.

Y no terminaron ahí sus “forgendros” (o engendros de Forges). También acudió al sufijo latino –érrimus, que conformó en aquella lengua adjetivos superlativos como misérrimus, celebérrimus o acérrimus. El castellano adoptaría exactamente 11 de aquellos superlativos latinos (entre otros los tres citados), que consideramos cultismos y entre los que figuran también “libérrimo”, “paupérrimo” o “pulquérrimo”. Todos ellos los heredamos por tanto directamente de la lengua de Roma, y a nadie se le había ocurrido crear palabras en español con esas piezas. Hasta que Forges empezó a escribir y decir “estupendérrimo”, “tontérrimo”, “estupidérrimo” o “modernérrimo”. De momento no han llegado al Diccionario, pero quién sabe.

Forges también acudió al sufijo –amen para sus creaciones. Este morfema articula en español palabras en las que se deduce un significado colectivo de lo que menciona la raíz. Así tenemos “velamen” (conjunto de velas), “pelamen” (el conjunto del pelo) o “maderamen” (conjunto de maderas que entran en una obra). Forges identificó probablemente el sentido de abundancia y generosidad que se ocultaba en esos términos y formó por analogía palabras como “muslamen” o “porramen”. Y definió concretamente “muslamen” como “atributos femeninos determinantes”; y “porramen”, como “conjunto de porros fumados por un grupo parlamentario, necesarios para votar afirmativamente determinados proyectos de ley propios, curiosamente infumables” (El libro de los 50 años de Forges. Espasa, 2014).

Curiosamente, la primera aparición de su personaje llamado Blasillo (en el diario Informaciones, en los años setenta) incluye una palabra forgiana creada mediante sufijo. En esa viñeta, un niño le cuenta a un hombre con aspecto muy rural: “Padre, el Blasillo está diciendo malsonancias coyunturales”.

 Los jóvenes amigos Blasillo y Cosme filosofando (1984-1994)
Los jóvenes amigos Blasillo y Cosme filosofando (1984-1994) FORGES
“Malsonancia” no entrará en el Diccionario hasta 1984, mucho después de que la usara Antonio Fraguas.

Por su parte, el sufijo –oide le sirvió para formar un adjetivo (“afanoide”), que muestra una certera intuición. Ese morfema, según la Academia, “añade matiz despectivo en adjetivos derivados de otros adjetivos”; y pone como ejemplo “feminoide”. En el caso de Forges, un “afanoide” suele ser un concejal de Urbanismo.

Estos sufijos forgianos superaron todas las épocas de la obra del humorista, y también los hallamos en dibujos recientes. En ellos encontramos por ejemplo la palabra “gurtélidos”, en la que se establece una analogía con los nombres científicos que designan familias o especies animales (mustélidos, anélidos, camélidos...). En este caso, se designa una especie de bípedos asociados a la trama Gürtel.

Inglesismos. No los llamaremos “anglicismos” porque no lo son ni lo quieren ser. Antes al contrario: muchos anglicismos se usan por complejo de inferioridad (al creer que mencionar algo por su nombre en inglés es más prestigioso), y Forges se reía precisamente de eso. Hacía decir a sus personajes (a partir de los adjetivos en inglés terminados en –able; o sea: -éibol) palabras como “formidéibol” o “inaguantéibol”, además de “incrédibol”. ¿Por qué? “En mi época escolar”, explicó Fraguas, “todos estudiábamos francés. La clase media española estudiaba francés. Pero llegaron los superpijos y se pusieron a estudiar inglés. Y entonces yo le tomo el pelo de esa forma a ese estrato social, porque empezaban a decir palabras en inglés sin saber a veces ni qué estaban diciendo”.

En conversaciones familiares o de amigos, o en el lenguaje coloquial español, se suelen formar palabras así, inspiradas por Forges: “Es acojonéibol”, “esto fue impreviséibol”.

También inventó Fraguas los inglesismos “cuñading” (soportar a un cuñado) o “ejcuerning” (deporte de riesgo); y el francesismo “jilipoyuá”, de sencilla traducción para cualquier español.

Aféresis. La aféresis (del griego afaíresis, quitar) consiste en la supresión de algún sonido al principio de un vocablo. El Diccionario introdujo en 1884 los ejemplos de “norabuena” por “enhorabuena” y “Colás” por “Nicolás” (si bien en 1950 suprimió este segundo caso, quizás porque ya se entendía con el primero).

Forges captó en el habla popular esas aféresis que resultan graciosas y castizas, y en ocasiones les añadía un segundo término, fusionado: “Gensanta”, “mosanda”, “nefecto”, “sactamente”, “sodicen”, “soparece”, “sovaser”, “cachis la mar”, “gnífico”; a veces con la supresión de fonemas en el medio de la cadena de palabras: “tontolculo”.

Casi siempre se deducía un tono de sabihondez en el personaje que las pronunciaba. Pero eso no alcanzaba a la Blasa cuando decía “jomío”.

Interjecciones. El vocabulario propio de Antonio Fraguas incluyó además muchas interjecciones, algunas de las cuales podrían encajar en el capítulo anterior. Exclamaciones con aféresis son por ejemplo “¡sórdenes!” o “¡dremía!”, como también “¡vadiós!”. Y, por supuesto, “cielo santo”, que terminó en “¡losanto!”.

A ellas se unen otras populares, como “¡velay!”, una contracción de “velo ahí” que el Diccionario registra como interjección poco usada y que define así: “Úsase para dar por cierto o asegurar lo que se dice, a veces con resignación o indiferencia”.

“Velay” ya andaba por los diccionarios de principios del siglo XX, pero la Academia no la incorpora hasta 1984.

Además de aplicar su buen oído a la lengua coloquial y rural, Forges hizo pronunciar a sus dibujos exclamaciones inventadas por él, como “¡reconjoñeta!” o “¡recojonostiójonos!”.

Lenguaje popular. Algunos de los vocablos usados por Antonio Fraguas se hallaban desde hacía decenios en el habla popular, y acabaron aceptados luego por la Academia; quién sabe si con el impulso lejano del dibujante. Las palabras jergales pasaron a menudo por sus viñetas, como el muy usado “se está de buten” (“excelente, estupendo”). Él lo puso, por ejemplo, en boca de un náufrago ciertamente optimista.

El original dibujante también popularizó el elogio “maciza”, que llega al Diccionario en 1984 (“persona de carnes duras y consistentes”) después de que Forges se lo adjudicara mucho antes a las exuberantes mujeres de algunos de sus dibujos; y en ese mismo año se incorporan “maromo” (individuo, tío, fulano, novio), y además otro término del léxico forgiano: “chorbo” (“persona cuyo nombre o condición se ignoran o no se quieren decir”), de donde él formará “chorberío” –nuevamente con la técnica de la sufijación–; para definirlo, curiosamente, como “conjunto de maromos”.

Neologismos sonoros. La genialidad y la imaginación de Antonio Fraguas se plasmaron además en palabras inventadas por él, generalmente a base de combinar sonidos que bien podían sugerir lo nombrado. En esta categoría pueden encuadrarse las ya mencionadas exclamaciones “¡reconjoñeta!” y “¡recojonostiójonos!”. Y también el verbo “esnafrarse”.

El propio Fraguas contó el nacimiento de este neologismo, que la Academia no ha incorporado… aún. “La etimología de ‘esnafrarse’ es que íbamos mi amigo Antonio y yo en una bicicleta, y se nos soltó el manillar. Yo le grité: ‘¡Tírate!’, pero no se tiró. Yo me tiré, pero él se pegó una chufa contra una pared. Y entonces dije: ‘Se ha esnafrado’. Me salió así. Mucho tiempo después me enteré de que en gallego existe esnafrarse, que equivale a escarallarse. Pero mi padre, que era gallego, no hablaba nunca en gallego, y jamás le había oído esa palabra”.

Bueno, “escarallarse” tampoco está en el Diccionario de la Lengua Española, pero después de lo relatado se puede deducir bien qué significa.

Otros inventos geniales de Forges son “firloyo”, definido por él como “conjunto mecánico incomprensible”, o “firulillo”, palabra que designa un “dispositivo mecánico o electrónico, de función desconocida en el mecanismo en cuestión” (El libro de los 50 años de Forges, 2014).

La misma creatividad onomatopéyica alumbró los términos “esborcio” (construcción electrónica compleja e inadecuada), “esforciar” (romper, estropear) o “jodiente” (diente que molesta con mucho dolor).

Nombres propios. Además de los ya conocidos Blasillo, Mariano, Concha, Blasa, Romerales… Forges inventó personajes con nombre propio adaptado, mediante juegos de palabras que partían de una cierta realidad. Así, el gran portero internacional de los años ochenta Luis Miguel Arconada tuvo su personaje opuesto en Arcomanta; y el arquero Andoni Zubizarreta inspiró a su vez a Subimaleta (“el portentoso guardameta”). A los dos se les añadió el Inéfito Feliú, “esforzado atleta, primo de Subimaleta”, que siempre salía estrepitosamente derrotado. También creó Fraguas la televisión Torrenicasso (por aquel entonces, CNN+ se hallaba en Torre Picasso), en otra parodia onomástica.

Los escasos ejemplos aquí referidos (escasos en comparación con la extensión de su obra y de su vocabulario) dan idea del interés que siempre suscitó el lenguaje para el entrañable humorista.

Ese cariño por las palabras se plasmaba además en una notoria obsesión por el correcto uso del español (detestaba, por ejemplo, el galicismo “poner en valor”). Forges conocía con profundidad su lengua, y gracias a eso fue capaz de gastarle al genio del idioma unas bromas que, lejos de incomodarle por atentar contra sus viejos criterios, le habrán hecho reír a carcajada

jueves, 28 de mayo de 2020

Inédito de Antonio Rodríguez García Vao

Es este un poema desconocido de Antonio Rodríguez García-Vao (1863-1886), el famoso abogado, escritor y periodista librepensador de Manzanares amigo de Emilio Castelar y del joven Unamuno, asesinado en Madrid el 19 de diciembre de 1886. Se publicó en La voz de Peñaranda núm. 152 (17-III-1881) y escapó a las dos ediciones de sus poesías completas, Ecos de un pensamiento libre, 1885, por parte de Demófilo, el editor más sometido a lawfare de su época por las cuatro paginas de La Domicales del Librepensamiento que dirigía. Se trata del esbozo de un prequijote del siglo XVI:

¡QUÉ LOCO TAN SABIO!


    Ya partió; no se le alcanza
y verle fuera delirio;
lleva en su cuerpo el martirio
y en el alma la esperanza
    A medida que el avanza
va aumentando el sufrimiento,
va resistiendo el tormento;
luchando su mente a solas,
    ni se cuida de las olas
ni percibe el raudo viento.
Se va en los ignotos mares
internando poco a poco
    aquel genio o aquel loco
lleno de duda y pesares.
Pensamientos a millares
que inundan su fantasía
    riñen batalla bravía
en su cerebro fecundo.
¿Quién contiene en calma el mundo
de ideas que Dios le envía?
    ¡Cómo navegan ligeros,
viento y mar desafïando,
atrevidos anhelando
ver de un mundo los linderos!
    ¡Qué gigantes y qué fieros
y qué soberbios se ostentan
genio y mar! Su ira acrecientan,
el genio un mundo buscando
    y un mundo la mar negando
su tenacidad aumentan.
La borrasca bramadora
no intimida al navegante,
    que aquel corazón gigante
no encuentra valla opresora.
Aunque vacila, no ignora,
mas con la duda pelea.
    Aunque el rayo centellea
y ronco retumba el trueno,
firme, tranquilo, sereno,
nada perturba su idea.
    En el firmamento escrito
cree ver el feliz arcano,
pues su genio soberano
profundiza el infinito.
    De su gran conciencia el grito
le da firmeza y valor,
y sufre con el ardor
de los grandes corazones
    las terribles maldiciones
del marino aterrador.
Porque, en peligro creyendo
sus vidas, cerca la muerte,
    maldicen la infausta suerte
amenazas dirigiendo.
El ánimo decayendo
va de aquella gente osada;
    creen la empresa desgraciada
y a Colón un ignorante.
Este, “paciencia, adelante”,
dice con voz apagada.
    Y solicita implorando,
entre dudas y agonías,
tres días solo, tres días,
para seguir explorando,
    el marinero jurando,
pues recela de su suerte,
el viento soplando el mar,
las naves surcando el mar,
    Colón sin desesperar,
aunque le cerca la muerte.
El océano proceloso,
tempestad amenazando,
    aquel cielo horrorizando
imponente y tenebroso;
y aquel genio portentoso
que a cielo y mar desafía.
    Abismos son que a porfía
quieren mostrar su fiereza;
y del genio la grandeza,
¿Cederá con cobardía?
    No cedió, díganlo España
y del turbio mar las olas,
las conquistas españolas,
en aquella tierra extraña;
    dígalo quien nunca engaña,
el astro siempre brillante,
ese Sol siempre radiante
para mi patria esplendente,
    pues solo besó su frente
esta Nación arrogante.
Y en tan venturoso día,
el sabio al mundo asombraba;
    antes loco le llamaba,
y del loco se reía.
¡siempre igual la suerte impía!
Colón fue un genio fecundo
    porque nos buscó otro mundo;
si no le hubiera encontrado,
por loco hubiera quedado,
por el loco más profundo.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

José Francés, creador de un semanario en Ciudad Real (1898)

José Francés (1883-1964) fue uno de los más importantes críticos de arte y escritores del país antes de la Guerra Incivil; lo que no se sabe es que anduvo escribiendo e imprimiendo un periódico en Ciudad Real con su amigo, el futuro musicólogo José Subirá. Ambos estudiaron (como el novelista Gabriel Miró, entre otros) en el Instituto Santa María de Alarcos. Estas noticias que les voy a comunicar proceden en su mayor parte de una magnífica tesis de 2002 dirigida por Francisco Calvo Serraller que solo ahora se ha divulgado. Su autora es M.ª Piedad Villalba Salvador.

José Francés andaba rodando por todo el imperio colonial español con su familia a causa de la profesión funcionarial de su padre homónimo, quien por cierto también se dio al periodismo y reunió sus artículos en Galeradas (1898). Estuvieron en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y, ya en España, el joven y su única hermana estudiaron en León, Ciudad Real y Oviedo, donde el futuro escritor se graduó en el año 1900. 

Su vinculación con esta ciudad manchega, antes villa, venía de lejos, ya que su abuelo Jacinto Banqueri Roldán fue secretario y gobernador civil interino de Ciudad Real precisamente en la época en que vivieron allí, para volver a ser secretario después. Este personaje dejó un recuerdo pintoresco, ya que hubo una serie de tumultos y se vio obligado a firmar un bando que le hizo famoso al prohibir a los ciudadrealeños salir a la calle con lanzas y garrotes... Lo cuenta uno de sus descendientes, Alberto Francés, que fue entrevistado por María Piedad. En cuanto al futuro escritor, ganó su primera peseta en Ciudad Real, entre 1897 y 1898, con el periodismo:

Tenía yo catorce años y cursaba el último año de Bachillerato en el Instituto de Ciudad Real. Escribía versos, cuentos patrióticos y dibujaba caricaturas. Todo en secreto, claro es. Pero, como no me resignaba a que permanecieran inéditas mis audacias precoces, fundé con otros cuantos  compañeros de clase y novillerías –más de lo último que de lo primero– un periódico titulado Calínez. Los gastos de composición y tirada no eran muchos. Con seis pesetas de gelatina y cola de pescado, dos latas para contener la pasta y el administrador, que se copiaba todo el original literario de la redacción, conseguíamos lanzar cada sábado cien ejemplares. Yo era el director y el dibujante, y le confieso a usted que me enorgullecía más de lo segundo que de lo primero. 

El periódico tuvo gran aceptación. Las suscripciones aumentaban. Tuvimos que adquirir una segunda “rotativa” de hojadelata, glicerina y cola de pescado… Incluso tuvimos anuncios y yo empecé a dibujar las tapas para encuadernar una novela de Balzac que publicábamos en un folletín. Al liquidar el primer mes repartimos ganancias y nos correspondió a cada uno de los propietarios y redactores siete pesetas. En ellas está, pues, incluida mi primera peseta

La proximidad de los exámenes obligó a suspender la publicación de Calínez para reanudarla en el otoño “con grandes reformas”, como dicen todos los periódicos fracasados, con el pudor de su desaparición definitiva. Calinez no volvió a publicarse; pero yo no me desanimé por ello. Quería ser caricaturista a toda costa. Y tres años después me presenté en la redacción de Vida Galante con una cartera de dibujos. Zamacois no fue aquella tarde... (José Francés, 1922)

El que sería gran crítico de arte de La Esfera quería ser entonces solamente un caricaturista, pero terminó convirtiéndose, de la mano de Eduardo Zamacois, en uno de los maestros del relato corto en la Edad de Plata y en un crítico de arte eminente por méritos propios. Por entonces escribió su primera pieza teatral, La intención basta, firmada a fines de 1899 y que no "intentó" siquiera estrenar. En realidad, Calínez era una imitación de un efímero semanario satírico de cuatro páginas que imprimió ocho números en Madrid entre 1898 y 1899, Calínez, impulsado por el gran cervantista Francisco Navarro Ledesma, pero dirigido por José de Roure Mesquiriz; tomaba su título de un personaje cómico habitual en el semanario cómico Gedeón, habitualmente secuestrado por sus críticas. En su versión manchega, de la que no conozco testimonios, firmaba Francés las caricaturas con el sobrenombre de Córcholis. Por entonces era un chico muy revoltoso; Andrés González Blanco lo retrata así:

Me parecía un mozalbete republicano con visos de ácrata, que hablaba mal de todo el mundo, que adoraba a Blasco Ibáñez como un supremo dios del Arte, que colaboraba en La Vida Galante y que silbaba en las calles tortuosas de las capitales de provincia cuando pasaban las procesiones de Semana Santa. ("Prólogo" a J. Francés, Miedo, 1907)

¡Vaya si era ácrata el muchacho! Ya lo veremos. En el instituto se topó con otro inquieto aspirante a escritor,  José Subirá, quien andando el tiempo sería académico como él y uno de sus mejores amigos. Lo refiere el propio José  Subirá en "Mi amigo Pepe Francés" (1964), una semblanza que escribió con motivo de su fallecimiento:

Nos conocimos en Ciudad Real. Éramos compañeros de aulas y de estudios en aquel antiguo convento mercedario que tuvo destinos civiles tras la desamortización y que en nuestra infancia y juventud albergó un Instituto de Segunda Enseñanza inolvidable.

"Un instituto de segunda enseñanza inolvidable". Caray. Cuántas cosas se perdieron con la guerra. Pero don José continúa su narración:

Allí él y yo habíamos incubado idealismos inconcretos e hicimos los primeros pinitos de índole artística: él emborronando cuartillas blancas y yo trazando notas sobre el papel pautado. Entonces había estallado el conflicto de Melilla produciendo sensibles pérdidas el Ejército Español, siendo una de las víctimas el general Margallo. Pepe Francés encendió al punto los ánimos de la grey estudiantil, organizó una manifestación callejera, formada por chicos de diez a quince o dieciséis años y en nombre de todos elevó ante las autoridades su voz indignada por obra de la tropelía marroquí. Al hablar en público allí por primera vez, poniendo acentos exaltados y conmovedores, inició así una carrera de conferenciante que tanto prestigio le había de dar al defender causas nobles con objetividad suma por amor a la verdad y a la belleza...

El Margallo ese era un general, bisabuelo del político pepero, principal motivo de la I.ª Guerra del Rif o "Guerra de Margallo" (1893-1894) al provocar a los integristas islámicos construyendo una fortaleza militar en un lugar de Melilla santo para ellos. Sin embargo, José Subirá, que ya tenía sus años, recuerda mal, ya que eso pasó antes de su estancia en Ciudad Real. Seguramente junta unos recuerdos con otros. 

No acabó José Francés su relación con Ciudad Real pese a vivir tan poco tiempo en ella; ofreció en su Casino una conferencia en 1922: El paisaje en la moderna pintura española. No en vano el pintor manchego Ángel Andrade, seguramente promotor de esa visita, era un experto en este género.