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sábado, 30 de noviembre de 2024

El mito anglosajón de la coexistencia feliz el día de Acción de Gracias

Alonso Martínez, "Día de Acción de Gracias, ‘Thanksgiving’ y los nativos americanos: una historia complicada", en El País, 28-XI-2024.

Para muchos nativos, Acción de Gracias es un día de luto y protesta, por lo que han desarrollado sus propios eventos para esa fecha

Hay un cuento común que los estudiantes estadounidenses escuchan sobre la primera celebración de Thanksgiving: un grupo de nativos americanos amistosos dio la bienvenida a los peregrinos al continente, les enseñó cómo vivir y se sentó a cenar con ellos. Sin embargo, David Silverman, experto en la historia de esta población, afirma que esta historia de Acción de Gracias es un mito. En primer lugar, casi nunca se identifica a la tribu implicada y, según el mito, “entregan América a los blancos para que puedan crear una gran nación dedicada a la libertad, las oportunidades y el cristianismo para que el resto del mundo se beneficie. Se trata de nativos que ceden al colonialismo”, sostiene Silverman en su libro This Land Is Their Land, o Esta tierra es su tierra. La verdad es otra.

Los colonos, conocidos como peregrinos, llegaron en 1620 a lo que hoy es Plymouth, Massachussets, que había sido abandonado por la mayoría de los nativos Patuxet debido a un brote de enfermedad. Tras un duro invierno que cobró la vida de la mitad de los colonos —que no pudieron adaptarse a la tierra—, el último Patuxet superviviente, Tisquantum (también conocido como Squanto), ayudó a los peregrinos enseñándoles a pescar anguilas y a cultivar maíz. Sirvió de intérprete hasta que sucumbió a la misma enfermedad que acabó con su tribu. El líder de la tribu de los Wampanoag, Massasoit, que también vivía en los alrededores, proporcionó alimentos a los colonos durante el difícil primer invierno.

Los peregrinos celebraron su primera cosecha en 1621, probablemente entre el 21 de septiembre y el 11 de noviembre, con 50 pasajeros del Mayflower (el barco en el que llegaron a América desde Inglaterra) y 90 nativos americanos. Este banquete —que fue preparado por las mujeres peregrinas y los sirvientes— inicialmente no se identificó como Acción de Gracias, pero inspiro la celebración que hoy día se lleva a cabo el cuarto jueves del mes de noviembre.

Según algunos relatos, aquella primera cosecha estaba destinada a los peregrinos, pero los nativos americanos se unieron a la fiesta tras oír los disparos de celebración y aportaron sus propios alimentos. Sin embargo, Paula Peters, historiadora de los Mashpee Wampanoag de Cape Cod (Massachusetts), sostuvo lo siguiente en una entrevista con The Guardian: “Los Wampanoag no estaban invitados”. Señala relatos de colonos que dicen que los peregrinos (también llamados separatistas) celebraban su primera cosecha mientras disparaban sus mosquetes, lo que provocó que “90 Wampanoag llegaran para la guerra”. Sin embargo, tras saber que no iban a enfrentarse en una batalla, “se quedaron para una comida tensa y diplomática que pudo o no incluir pavo”.

A pesar de la festividad, la relación entre ambas sociedades se deterioró más tarde y culminó en una de las guerras “más horribles de las que se tiene registro”, la Guerra del Rey Felipe, según Silverman. En los años siguientes, los colonos cometieron masacres contra tribus nativas como los Pequot, y también asaltaron tumbas Wampanoag y les robaron comida para sobrevivir durante sus primeros años en el continente. Esta es la razón por la que los nativos americanos no ven Thanksgiving como una celebración, sino como un día de luto, para recordar lo que algunos llaman el genocidio de las tribus nativas en América.

Día Nacional de Luto

El Día Nacional de Luto es una manifestación anual que pretende educar al público sobre los nativos americanos en Estados Unidos y disipar los mitos que rodean la historia de Acción de Gracias en Estados Unidos, así como concienciar sobre las luchas a las que se enfrentan las tribus nativas americanas.

En 1970, la Commonwealth de Massachusetts organizó una celebración conmemorativa de Acción de Gracias con motivo del 350 aniversario del desembarco del Mayflower. Los organizadores invitaron a Frank “Wamsutta” James, líder de la tribu Wampanoag de Gay Head y presidente de la Liga India Oriental Federada, a hablar en el acto. Sin embargo, tras revisar su discurso, le informaron de que no le permitirían pronunciarlo tal y como estaba escrito, y le proporcionaron otro redactado por su equipo de relaciones públicas.

James, en cambio, dio su discurso en Cole’s Hill, en Plymouth, Massachusetts, junto a una estatua de Massasoit Sachem (también conocido como Ousamequin), que era el líder de los Wampanoag a la llegada de los peregrinos y que formó una alianza con los colonos en la colonia de Plymouth. Allí describió la perspectiva de los nativos americanos sobre las celebraciones de Acción de Gracias. El discurso incluía la siguiente declaración: 

Hemos perdido nuestro país. Nuestras tierras han caído en manos del agresor. Hemos permitido que el hombre blanco nos mantenga de rodillas. Lo que ha ocurrido no puede cambiarse, pero hoy debemos trabajar por una América más humana, una América más india, donde los hombres y la naturaleza vuelvan a ser importantes; donde prevalezcan los valores indios del honor, la verdad y la fraternidad (...) Ahora, 350 años después es el comienzo de una nueva determinación para el americano original: el indio americano”.

National Day Of Mourning

Tras el acontecimiento, se colocó una placa en Cole’s Hill, en Plymouth, con el siguiente mensaje:

 “Desde 1970, los nativos americanos se reúnen a mediodía en Cole’s Hill, en Plymouth, para conmemorar un Día Nacional de Luto en la festividad estadounidense de Acción de Gracias. Muchos nativos americanos no celebran la llegada de los peregrinos y otros colonos europeos. Para ellos, el Día de Acción de Gracias es un recordatorio del genocidio de millones de su pueblo, el robo de sus tierras y el asalto implacable a su cultura. Los participantes en el Día Nacional de Luto rinden homenaje a los antepasados nativos y a la lucha de los pueblos indígenas por sobrevivir en la actualidad. Es un día de recuerdo y conexión espiritual, así como de protesta contra el racismo y la opresión que siguen sufriendo los indígenas estadounidenses”.

Este acontecimiento anual está organizado por los Indios Americanos Unidos de Nueva Inglaterra.

Unthanksgiving Day (Día de No Acción de Gracias)

La Ceremonia del Amanecer de los Pueblos Indígenas, también conocida como Unthanksgiving Day, es un acto que se celebra en la isla de Alcatraz, en la bahía de San Francisco. Se conmemora el mismo día que Acción de Gracias y el Día Nacional de Luto desde 1975 para recordar un acto de protesta celebrado en 1969, en el que el Alcatraz-Red Power Movement, un movimiento social liderado por jóvenes nativos americanos, ocupó la isla.

En 1969, los miembros nativos americanos del Movimiento Alcatraz-Red Power, que formaban parte del grupo Indios de Todas las Tribus (IAT, por sus siglas en inglés), ocuparon la isla de Alcatraz basándose en el Tratado de Fort Laramie de 1868, que asignaba tierras excedentes del Gobierno a los nativos americanos. La ocupación duró 19 meses, desde el 20 de noviembre de 1969 hasta el 11 de junio de 1971, cuando el Gobierno puso fin a la misma por la fuerza. Esto inspiró las protestas del Movimiento Indio Americano (AIM). Miembros del AIM pintaron de rojo Plymouth Rock durante una protesta por Acción de Gracias en 1970, lo que llevó a la instauración del Día Nacional de Luto. El acto está organizado por el Consejo Internacional de Tratados Indios.

sábado, 16 de marzo de 2024

El genocidio de Bengala cometido por Winston Churchill

I

David Solís, "El genocidio de Bengala que los ingleses provocaron y del que nadie habla", Cultura Colectiva, 31 de marzo de 2017 [Las terribles imágenes del mismo en este enlace, así como el artículo]:

“El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”. “Mejorar es cambiar; ser perfecto es cambiar a menudo”. “La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra nos pueden matar una vez; en política, muchas veces”. Al leer estas frases, pertenecientes a Winston Churchill, ex primer ministro británico en dos periodos (1940-45 y 1951-55), uno pensaría que este hombre era un optimista, un gran líder y un hombre de mucho carisma. Sin embargo, la historia nos dice que detrás de esta fachada luminosa se encuentra una oscura verdad: Churchill llevó a cabo una estrategia económica y militar en Bengala, India, durante la Segunda Guerra Mundial, que provocó una hambruna que terminó matando a millones de personas. Este tema no es recurrente en los libros de historia ni es recordado como un hecho controversial. Sin embargo, vale la pena hacer una revisión del mismo para dar a conocer uno de los hechos más crueles y lamentables de la historia mundial.

Sobre todo, lo que provocó esta hambruna fue la decisión de Churchill de hacer llegar la mayoría de granos y víveres a sus soldados hasta Oriente Medio y Egipto, donde se hallaban defendiendo el Canal de Suez de los ejércitos de Italia y Alemania, dejando de lado a la población civil, la cual se quedó prácticamente sin alimento. Además el gobierno inglés decidió adueñarse de todo medio de transporte que pudiera llevar alimento a las comunidades de Bengala, tales como camiones, autos, motocicletas y hasta elefantes de carga. Aunado a ello, los dirigentes ingleses se adueñaron de diversos campos de cultivo de arroz para convertirlos en pistas de aterrizaje.

Las protestas ante tamaña injusticia no se hicieron esperar por parte de la población civil y grupos políticos molestos ante esta decisión que estaba matando a la población. Las revueltas fueron aplastadas por los soldados ingleses de manera violenta, provocando la detención de más de 60 mil personas y la ejecución de unas 2 mil 500. Pacifistas como Mahatma Gandhi luchaban porque la población obtuviera no solo la independencia de Inglaterra, sino los alimentos necesarios para su sobrevivencia.

Los víveres no solo eran destinados a los frentes de guerra, sino que otra parte iba directamente a Inglaterra para alimentar a la población de las grandes ciudades. Se estaba provocando en Bengala una hambruna de proporciones colosales. Churchill, cruel y déspota, dijo sobre esta situación y los indios que eran una raza débil que se había reproducido en exceso y que ahora tenía que pagar las consecuencias de verse en la escasez por su sobrepoblación. Y añadió: “las peores personas del mundo después de los alemanes son los indios”.

El Secretario de Estado, Leo Amery, pensaba, al igual que Churchill, que los indios eran una raza condenada de antemano y que la prioridad del gobierno inglés debía centrarse en apoyar por completo a sus soldados en la lucha que sostenían. Así fue como la cadena de hambruna fue en aumento: las pequeñas poblaciones fueron las primeras en padecer los rigores de la escasez, la cual llegó de manera trágica hasta los asentamientos más grandes. Por semana se registraban alrededor de 10 mil muertes y los cadáveres podían verse a simple vista en las banquetas sin que nadie pudiera evitarlo. Familias enteras morían en el interior de sus hogares y los niños eran los más propensos a fallecer de forma más rápida.

Algunas familias llegaban al extremo de sacrificar a los más pequeños o los más ancianos para que los demás pudieran tener más posibilidades de obtener alimento. Los perros incluso sufrieron por esta escasez, sembrando las calles con sus cadáveres. Hubo intentos desesperados por obtener algo de alimento: las mujeres comenzaron a prostituirse en las calles, las familias vendían a sus hijas a familias pudientes como sirvientas con tal de que pudieran sobrevivir, muchas familias pusieron a la venta sus hogares o escasas pertenencias. Era una desesperación trágica la que se veía en Bengala y en otras ciudades grandes como Calcuta, Howrah, Midnapur, Faridpur o Barisal.

La alta proliferación de cadáveres en las calles comenzó a causar enfermedades como el cólera, tifus o disentería. Algunos cuerpos eran arrojados a los ríos para que la corriente los llevara hasta el mar.

Sin embargo, esta situación no podía pasar desapercibida durante más tiempo: el periódico Statesman fue el primero en percatarse y denunciar el acontecimiento. Otro personaje que fue vital para que el mundo se enterara de lo que estaba pasando en la India fue el fotógrafo Ian Stephens, quien se dedicó a recorrer las calles de Bengala sacando imágenes de la tragedia que se vivía en la ciudad.

El suceso fue aprovechado por los rivales de los ingleses para denunciar a nivel internacional lo que estos hacían y justificando de esa manera la guerra contra ellos. No quedó más remedio a los altos mandatarios ingleses que comenzar la repartición de víveres a Bengala, más por la presión mediática que por iniciativa propia. Algunos países como Australia y los Estados Unidos, además de algunas naciones latinas, enviaron alimentos a la India como una ayuda ante la desesperada situación de sus habitantes. Fue en 1944 cuando la situación comenzó a estabilizarse en favor de la población india.

Más de 3 millones de personas murieron en Bengala, India, debido a esta terrible situación. Se trata de uno de los crímenes en contra de la humanidad más terribles y deshonestos de que se tenga memoria. Jamás será válido atentar en contra de la vida de millones solo por ganar guerras inútiles y despiadadas que dejan una huella imborrable en la humanidad.

II

Artículo de la Wikipedia española sobre la Hambruna de Bengala en 1943.