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martes, 25 de febrero de 2025

La simulación virtual de la muerte, usada para relajar la ansiedad.

 David Glowacki, físico: “La idea de vivir 500 años me asusta más que la muerte”, en El País, Daniel Mediavilla, 25 feb 2025:

Un proyecto de la Universidad de Santiago de Compostela utiliza la realidad virtual para recrear experiencias cercanas a la muerte en personas con enfermedades mortales

Alrededor de un 5% de la población ha tenido una experiencia cercana a la muerte. Personas que sufren accidentes, paros cardíacos o cirugías que se complican y finalmente sobreviven suelen recordar momentos en los que caminaban hacia una luz, veían su cuerpo desde fuera o recuerdan a personas que les llamaban desde el más allá. Con mucha frecuencia, la experiencia les cambia la forma de ver la vida y reduce su ansiedad ante la muerte.

Así lo recuerda David Glowacki, investigador del Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes de la Universidad de Santiago de Compostela (CITIUS), que hace casi dos décadas tuvo su propio escarceo con la muerte. En 2006, haciendo senderismo, sufrió una caída de 30 metros que le fracturó varias vértebras, la cadera y le provocó una contusión torácica que encharcó sus pulmones. Mientras aguardaba al helicóptero de rescate, notaba cómo con cada respiración se llenaban de sangre y pensó que aquello era el fin.

Hecho trizas, recuerda cómo su consciencia se separó de su cuerpo y cómo su cuerpo se convertía en una luz que aumentaba y disminuía de intensidad al ritmo de su respiración. Sobrevivió y dejó de temerle a la muerte. Ahora, este doctor en física molecular estadounidense ha decidido utilizar la realidad virtual para ayudar a que pacientes en peligro mortal sientan la misma liberación que él sintió. Su proyecto NUMADELIC contará con 900.000 euros en tres años proporcionados por la Tiny Blue Dot Foundation de EE UU para recrear con realidad virtual su experiencia cercana a la muerte, algo que ya ha hecho con éxito con la experiencia de tomar drogas psicodélicas con fines terapéuticos.

Alva Noë, filósofo de la mente: “Ante las preguntas más fundamentales, la ciencia guarda silencio”

Pregunta. ¿Cómo comenzó este proyecto?

Respuesta. Hay muchas investigaciones que muestran que las personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte presentan niveles significativamente reducidos de ansiedad y depresión cuando piensan en la muerte. Suelen hablar de una sensación trascendental de paz y aceptación de los ciclos naturales de la existencia y, a menudo, describen la sensación de que, a pesar del fin del cuerpo físico, hay una parte de su conciencia que continuará de alguna manera. Puedes creer que esto es una locura, muchas personas lo creen, pero esta observación sugiere que si tuviéramos una forma de simular una experiencia cercana a la muerte, tal vez eso podría ayudar a reducir el miedo y la ansiedad que las personas sienten en relación con la muerte.

Ha habido varios médicos, psicólogos y psiquiatras que han estado investigando el uso de drogas psicodélicas para simular una experiencia cercana a la muerte. Gran parte de esa investigación ha demostrado que los psicodélicos también ayudan a disminuir el miedo a la muerte y la ansiedad que provoca. Sin embargo, los psicodélicos son complicados porque no son legales en todas partes. Además, si alguien tiene un diagnóstico como el cáncer, a menudo ya está tomando varios medicamentos y no es recomendable añadir más.

P. Parece difícil recrear con realidad virtual algo tan intenso como tener una experiencia cercana a la muerte o tomar hongos alucinógenos

R. En un artículo de 2022 demostramos que es posible recrear los efectos de las drogas psicodélicas en personas mediante experiencias de realidad virtual en grupo, al menos en la forma en que los participantes dicen que recuerdan esa experiencia. Cuando alguien toma una droga psicodélica, se la administran, la ingiere y luego tiene una experiencia. Y después de esa experiencia, le hacen muchas preguntas sobre lo que sintió y luego comparan sus respuestas con otros tipos de experiencias. Cuando hicimos esta investigación con realidad virtual, demostramos que obtuvimos los mismos resultados en esas mediciones que las personas a las que se les administró psilocibina y LSD en un contexto clínico. Nos sorprendió mucho.

Tener esa vivencia con realidad virtual no es lo mismo que tomar setas o ácido, ni tener una experiencia cercana a la muerte. Sin embargo, los efectos en cómo las personas recuerdan y hablan de la experiencia después son casi los mismos. Gran parte del trabajo de nuestro laboratorio se centra en lograr que las personas entren en un estado mental donde sean receptivas a esta nueva forma de percibir.

P. ¿Las creencias personales influyen en el efecto de la terapia?

R. Vamos a estudiar eso como parte de este proyecto, pero lo primero que diría es que, casi con total seguridad, las perspectivas de las personas estarán influenciadas por sus creencias. Sin embargo, hay ideas que comparten muchas tradiciones religiosas, como que hay una realidad física y, al mismo tiempo, una realidad espiritual o energética. Para mí, que hice mi doctorado en física computacional, donde estudié mecánica cuántica, lo que encuentro realmente interesante es que la mecánica cuántica es una teoría que nos dice que los objetos físicos y materiales, tal como los imaginamos, en realidad pueden describirse como ondas energéticas, así que, incluso desde un punto de vista científico, en uno de los modelos más fundamentales de la física, tenemos una descripción de la realidad que abarca estos dos dominios.

Lo que percibimos con nuestros ojos es la realidad material y física. Pero la física trabaja con una realidad energética que es más difusa, más deslocalizada. Cuando hablamos de este trabajo con las personas, no lo presentamos como algo sobre espiritualidad, auras o conceptos esotéricos. Más bien, les decimos: “Mira, independientemente de lo que creas, del sistema de creencias que tengas, el modelo más importante que tenemos en la física teórica nos dice que nuestra esencia es, en realidad, una esencia energética. Pero no la percibimos con nuestros ojos. Para ver ese mundo energético, necesitamos instrumentos muy específicos. Y la física, junto con muchas ramas de la ciencia, nos proporciona esos instrumentos. Pero el hecho de que seamos seres de energía continua, en constante comunicación e interacción con nuestro entorno, es una realidad científica.”

Parte de la efectividad de lo que hemos hecho radica en que hemos adoptado un enfoque que no resulta controvertido para la mayoría de las personas. La mecánica cuántica no es un tema polémico. Simplemente decimos: “Existe una realidad y existe otra realidad, y te vamos a ofrecer una forma de imaginar esa otra realidad.”

P. ¿Esta técnica no podría ser útil para personas sanas, para reducir la ansiedad ante la muerte?

R. Creo que todo el mundo necesita reflexionar sobre estas cosas, no solo quienes tienen un diagnóstico terminal, pero muchas personas, cuando están sanas, no creen que necesiten pensar en ello. Cuando alguien recibe un diagnóstico de cáncer, sabe que tiene que empezar a reflexionar sobre estas cuestiones.

Necesitamos una conversación cultural sobre lo que significa vivir y lo que significa morir. Tenemos todas estas herramientas científicas avanzadas, pero muchas personas no tienen un lenguaje para hablar de la muerte. No tienen buenas maneras de pensar en ella. Vivimos en una cultura que valora la existencia por encima de todo. Tenemos un sistema de salud que intenta mantener a las personas con vida tanto como sea posible y, al mismo tiempo, hace como que la muerte no existe.

Estamos en un punto de nuestra evolución tecnológica en el que nuestros métodos para extender la vida han tenido tanto éxito que casi hemos olvidado la realidad de la muerte. Y necesitamos recordarla de nuevo. Este proyecto es parte de una conversación cultural más amplia.

P. ¿Qué opina de los proyectos transhumanistas, que quieren ampliar la esperanza de vida en siglos o, incluso, hacernos inmortales?

R. La idea de vivir 500 años me asusta más que la muerte, quizá porque tuve esta experiencia cercana a la muerte y fue tan agradable. No tengo sentimientos muy fuertes sobre el transhumanismo, aunque mucha gente en Silicon Valley está obsesionada con vivir durante mucho tiempo.

P. ¿Cree que su experiencia cercana a la muerte fue real o pudo ser solo una alucinación? Porque no hay forma de averiguarlo científicamente.

R. Hay ejemplos de personas que han estado clínicamente muertas durante cinco o diez minutos y han vuelto a la vida, sin señales cerebrales ni cardíacas. Y hay muchas preguntas: ¿son experiencias reales o solo alucinaciones por la falta de oxígeno en el cerebro? Para mí, la experiencia fue bastante real, pero ahora, obviamente, estoy vivo y hablando contigo. Así que, ¿morí? Tal vez por un momento. Pero normalmente pensamos en la muerte como un estado del que no puedes regresar. Así que, si nuestra definición de muerte es la pérdida irreversible de la identidad en una forma reconocible, supongo que no morí, porque las personas aún pueden reconocer mi patrón en esta vida.

Lo interesante para mí, si lo miro desde una perspectiva puramente perceptual, es que las visiones y la fenomenología de mi experiencia tienen mucho en común con las experiencias con drogas psicodélicas y con otras experiencias cercanas a la muerte. Lo que experimenté no es algo que solo me haya sucedido a mí. Muchas personas han pasado por algo similar.

Creo que, si soy práctico, el resultado de esta experiencia es que ahora tengo muy poco miedo a la muerte en mi vida diaria. Podemos debatir si realmente morí o si eso es lo que realmente es la muerte, pero, si el objetivo es reducir la ansiedad y la depresión, ¿a quién le importa? No tengo miedo a la muerte y muchas personas que han tenido esta experiencia ya no le temen a la muerte. Eso es algo positivo. Científicamente, es una pregunta muy interesante, pero desde una perspectiva práctica, si lo que queremos es ayudar a las personas a lidiar con su miedo, es una cuestión irrelevante. Intentemos brindar a las personas la oportunidad de profundizar en esa experiencia. Esa es la lógica detrás de este proyecto.

P. Que haya experiencias comunes no significa que lo que se vea es real o que eso pruebe que hay vida después de la muerte. Para los científicos, es muy difícil evitar esas preguntas. Tal vez algunos dirían lo mismo sobre la religión: fue muy reconfortante para muchas personas, pero la ciencia cuestionó y debilitó, incidiendo en los hechos, muchas creencias que eran útiles para la gente.

R. Hay muchos científicos que quieren explicar la experiencia cercana a la muerte de otra manera. Pero hay algo importante que entender sobre la ciencia. La ciencia trata de explicar fenómenos utilizando otro nivel de análisis. La ciencia es una herramienta para explicar el mundo, y yo soy científico, pero entiendo la ciencia como un método, siempre toma una cosa y lo explica en términos de otra. Y así sigue, capa tras capa, cada vez con niveles más pequeños y detallados de explicación.

Entonces, por supuesto que la ciencia va a intentar explicar una experiencia cercana a la muerte en esos términos. Pero también hay una limitación en la ciencia. Si seguimos descomponiendo y descomponiendo la realidad, en algún momento llegamos a la gran pregunta: ¿de dónde viene todo? Y esa es una pregunta que la ciencia nunca podrá responder, porque la ciencia solo puede estudiar cosas que ocurren una y otra vez, millones de veces. Los experimentos requieren repetibilidad. Pero hasta donde sabemos, la existencia de la conciencia y del universo mismo es un evento único.

Todo el milagro de la existencia está completamente fuera del alcance del método científico. Y debemos entender eso como científicos. Por eso creo que muchas personas dentro de la ciencia quieren desacreditar la religión. Pero la religión y las tradiciones espirituales han intentado responder esa pregunta. Están diciendo: “Bueno, no podemos explicar de dónde vino todo, pero aun así necesitamos saber, necesitamos un sentido de propósito, necesitamos un sentido de ética, necesitamos una forma de comprendernos a nosotros mismos en relación con todo lo demás”. Porque la ciencia no puede darnos esas cosas. Y necesitamos esas cosas para vivir vidas sanas y productivas, y para disfrutar del mundo natural. Necesitamos otras maneras de relacionarnos con la realidad, más allá de ofrecer solo explicaciones mecánicas de causa y efecto.

Es importante reconocer las limitaciones de la ciencia, pero podemos adoptar un enfoque científico para estudiar estas experiencias. Podemos inducir experiencias cercanas a la muerte en personas, observar los resultados, mejorarlos y seguir trabajando con ellas. Pero no estoy seguro de que la ciencia alguna vez pueda decir algo definitivo sobre estas experiencias, simplemente por definición. Porque si alguien muere de verdad, lingüísticamente significa que nunca podrás volver a hablar con esa persona. Así que, ¿cómo podríamos hacer un estudio científico? Es imposible.

Creo que lo que hace que el estudio de la muerte sea tan incómodo para la ciencia es que representa un límite. Es el punto en el que los límites del método científico se encuentran con los misterios de la existencia. La ciencia llega hasta un punto, y el misterio de la existencia comienza justo después. La muerte es uno de esos puntos de intersección. Eso es lo fascinante. Necesitamos ser más filosóficos sobre lo que realmente es la ciencia como método. Me encanta la ciencia, es poderosa, ha mejorado nuestras vidas. Pero tampoco puede resolver absolutamente todos nuestros problemas. Tiene límites y fronteras, y necesitamos otras formas de pensar sobre el mundo que nos ayuden cuando la ciencia llega a esos límites.

lunes, 6 de enero de 2025

Los que van por el mar

 La escena donde el astronauta de Interstelar dice aquello de "unos milímetros de aluminio y detrás está el vacío, nada que no nos mate en unos segundos" recuerda a la cita de esa especie de gato de Schrödinger, el filósofo y uno de los siete sabios de la antigua Grecia, Anacarsis el Escita, donde observa un barco que navega y le pregunta a alguien qué grosor tiene el casco de un barco. Al oír la repuesta de que unos pocos centímetros de madera, el sabio concluye: "Entonces hay tres tipos de personas, las vivas, las muertas, y las que van por el mar, porque alguien cuya vida depende de pocos centímetros de madera no está viva ni muerta". Pero pónganse en el lugar de un griego ignorante: quien por ser viajero como el propio Anacarsis ha vivido cosas (costumbres, hechos, fenómenos, objetos, personas, vidas, animales) extrañas en tierras peligrosas, que al regresar después de muchos años y cambiado cuenta a los que nunca se han movido, de forma que estos no tienen manera de creerlo o no, es que (no) ha estado ni entre los vivos ni entre los muertos. Su rostro, como dice la Epopeya de Gilgamesh, "es el de quien viene de lejos". 

Tiene un paralelo con Band of Brothers, cuando el soldado Blithe, uno que está medio traumatizado / deprimido / paralizado por todo lo que está pasando, habla con Speirs, un superior, quien le dice: "¿Sabe por qué se esconde Vd.? Porque tiene esperanza. Pero cuanto antes asuma que ya estamos todos muertos, mejor".

Y con una película bélica de Raoul Walsh, Objetivo Birmania, con Errol Flynn, en la que uno de los comandos paracaidistas que van a saltar a la jungla le pregunta a Errol qué pasaría si el paracaídas no se abre. Y le contesta: "Serás el primero en llegar." 

lunes, 9 de diciembre de 2024

Jean Cocteau, El gesto de la muerte

 El gesto de la muerte

Jean Cocteau

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:

-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:

-Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?

-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán.

FIN

Un teólogo en la muerte, Swedenborg

 Un teólogo en la muerte

Minicuento

Manuel Swedenborg

Los ángeles me comunicaron que cuando falleció Melanchton le fue suministrada en el otro mundo una casa ilusoriamente igual a la que había tenido en la tierra. (A casi todos los recién venidos a la eternidad les ocurre lo mismo y por eso creen que no han muerto.) Los objetos domésticos eran iguales: la mesa, el escritorio con sus cajones, la biblioteca. En cuanto Melanchton se despertó en ese domicilio, reanudó sus tareas literarias como si no fuera un cadáver y escribió durante unos días sobre la justificación por la fe. Como era su costumbre, no dijo una palabra sobre la caridad. Los ángeles notaron esa omisión y mandaron personas a interrogarlo. Melanchton les dijo:

-He demostrado irrefutablemente que el alma puede prescindir de la caridad y que para ingresar en el cielo basta la fe.

Esas cosas las decía con soberbia y no sabía que ya estaba muerto y que su lugar no era el cielo. Cuando los ángeles oyeron este discurso, lo abandonaron. A las pocas semanas, los muebles empezaron a afantasmarse hasta ser invisibles, salvo el sillón, la mesa, las hojas de papel y el tintero. Además, las paredes del aposento se mancharon de cal, y el piso, de un barniz amarillo. Su misma ropa ya era mucho más ordinaria. Seguía, sin embargo, escribiendo, pero como persistía en la negación de la caridad, lo trasladaron a un taller subterráneo, donde había otros teólogos como él. Ahí estuvo unos días y empezó a dudar de su tesis y le permitieron volver. Su ropa era de cuero sin curtir, pero trató de imaginarse que lo anterior había sido una mera alucinación y prosiguió elevando la fe y denigrando la caridad. Un atardecer, sintió frío. Entonces recorrió la casa y comprobó que los demás aposentos ya no correspondían a los de su habitación en la tierra. Alguno contenía instrumentos desconocidos; otro se había achicado tanto que era imposible entrar; otro no había cambiado, pero sus ventanas y puertas daban a grandes médanos. La pieza del fondo estaba llena de personas que lo adoraban y que le repetían que ningún teólogo era tan sapiente como él. Esa adoración le agradó, pero como alguna de esas personas no tenía cara y otras parecían muertas, acabó por aborrecerlas y desconfiar. Entonces determinó escribir un elogio de la caridad, pero las páginas escritas hoy aparecían mañana borradas. Eso le aconteció porque las componía sin convicción.

Recibía muchas visitas de gente recién muerta, pero sentía vergüenza de mostrarse en un alojamiento tan sórdido. Para hacerles creer que estaba en el cielo, se arregló con un brujo de los de la pieza del fondo, y este los engañaba con simulacros de esplendor y de serenidad. Apenas las visitas se retiraban reaparecían la pobreza y la cal, y a veces un poco antes.

Las últimas noticias de Melanchton dicen que el brujo y uno de los hombres sin cara lo llevaron hacia los médanos y que ahora es como un sirviente de los demonios.

FIN

lunes, 30 de septiembre de 2024

Actividad del cerebro los últimos 7 minutos de la vida y poco antes, dos artículos

Dos artículos recientes:

I

 Paula Gonçalves, "¿Qué actividad muestra nuestro cerebro en los últimos 7 minutos de nuestra vida?" en Meteored Portugal, 30/08/2024: 

¿Qué actividad muestra nuestro cerebro en los últimos 7 minutos de nuestra vida? Esto dicen unos científicos de Canadá. Según diversas fuentes, incluso después de declarar muerta a una persona, su actividad cerebral sigue activa durante otros 7 minutos. ¿Es esto cierto? Según algunos científicos, los últimos 7 minutos de nuestro cerebro sugieren que la vida pasa realmente ante nuestros ojos.

Según un grupo de profesionales médicos de una unidad de cuidados intensivos en Canadá, la actividad cerebral de un paciente continuó durante siete minutos después de que se apagara su sistema de soporte vital.

Informan que las ondas cerebrales continuaron como si la persona estuviera durmiendo, incluso después de que los médicos la declararan clínicamente muerta. Los investigadores también han descubierto que cada paciente puede tener una experiencia muy diferente con la muerte.

El Dr. Sam Parnia, que ha estudiado la conciencia post mortem y examinado casos de paro cardíaco en Europa y Estados Unidos, dice en un artículo publicado en Science Times que el siguiente paso es descubrir formas de monitorear el cerebro cuando está "cerca de la muerte", mejorar la calidad de la reanimación y prevenir mejor el daño cerebral después de que el corazón se reinicie.

"Me sentí como si estuviera en una gran cueva oscura y vi algo de luz al final. Los profesionales de la salud dicen que es una condición médica hasta que el suministro de sangre deje de llegar a los ojos, usted experimentará este tipo de alucinaciones. Es normal para todos los seres humanos." Relato de un paciente que casi pierde la vida tras pasar un periodo en coma.

Los investigadores también observaron el cerebro durante siete minutos para determinar cuánto oxígeno entra cuando la corteza se "conecta" nuevamente y cómo la experiencia se vincula con el funcionamiento real del cerebro. Después de la muerte, observaron la misma actividad en la corteza cerebral y otras áreas del cuerpo del paciente.

La conciencia de una persona puede funcionar incluso después de que su corazón haya dejado de latir

Según Parnia, las personas que han sobrevivido a un paro cardíaco pueden volver a morir mientras están muertas y son devueltas a la vida. Esto significa que un cadáver puede mantenerse en estado de conciencia, incluso si el cerebro solo funciona durante un corto tiempo. Como resultado, es posible que incluso escuchen al personal médico declararlos muertos.

El hecho de que existan pruebas que sugieran que el fallecido pudo haber sido declarado muerto por sus propios médicos es aún más sorprendente. El estudio muestra que las personas que sobreviven a un paro cardíaco pueden volver a la vida después de morir.

Pero ¿qué pasa en los últimos 7 minutos?

Rajalakshmi Tevar desglosó los últimos siete minutos, sugiriendo lo que sucede en el cerebro en cada minuto. Según ella, el primer minuto es una fase cálida y acogedora, en la que recordamos nuestro nacimiento, el hospital, nuestra madre y nuestro padre. El cerebro registra cada evento que ve.

El segundo minuto está dedicado a algunos de los momentos más felices, recuerdos de la infancia, con amigos y familiares. El tercero está dedicado a los compañeros más cercanos y las experiencias amorosas. Del primero al último amor. Cada uno de los recuerdos, el primer beso, los primeros abrazos.

El cuarto minuto trae de vuelta los momentos solitarios y tristes, cuando la mayoría de las personas involucradas en los primeros tres minutos se van. Nos quedan todos los recuerdos de tristeza cuando nos sentimos completamente solos.

El quinto minuto es supuestamente un flashback de los momentos sorprendentes de la vida de la persona, y el sexto está asociado con el juicio, con todos los recuerdos de la vida. En este punto se cree que una persona se juzga a sí misma, si realmente ha vivido una vida buena o mala, si ha hecho buenas o malas acciones hacia los demás. El individuo juzga su carácter y la forma en que interactuó con las personas en su vida.

El último minuto sigue siendo misterioso, impredecible. Incluso aquellos que han tenido experiencias cercanas a la muerte no tienen un recuerdo claro de este minuto, nadie ha podido recordar ningún recuerdo en el último momento.

Sin embargo, cuando los científicos investigaron el cerebro, descubrieron algo fascinante. Todas las sustancias químicas del cerebro, como la dopamina, la melatonina y la serotonina, corrían y creaban energía total. Pero aun así, no podían entender por qué sucedía esto.

Según los investigadores, estos 7 minutos son como volver a vivir nuestra vida entera. Es solo una vida pequeña, y todos lo sentiremos algún día, porque la muerte es inevitable.

II

Mariela de Diego, "¿Qué sucede cuando nos morimos? Lo que la ciencia sabe hasta hoy", en Meteorred Argentina, 4 - IX- 2022:

Todos nos vamos a morir. Y a diferencia de otros seres vivos, nosotros lo sabemos. Es un saber que genera angustia y muchos interrogantes. La ciencia busca respuestas y algunos hallazgos –por suerte- no son tan aterradores cómo pensábamos.

La pregunta por la muerte, por el instante final, preocupa al hombre desde el inicio de sus días y durante miles de años la filosofía, el arte y la religión intentaron responder y representar lo que ocurre en el momento en que pasamos de la vida a la muerte.

Por supuesto, la ciencia moderna también va detrás de esas grandes incógnitas. Hoy sabemos que en general, al momento de morir, todos perdemos los sentidos en el mismo orden: primero dejamos de sentir hambre y sed, luego perdemos la capacidad de hablar y después la visión. Los últimos sentidos en apagarse son la audición y el tacto, por eso muchas personas, aunque parezcan estar inconscientes, aún pueden escuchar y sentir lo que sucede a su alrededor en los últimos momentos.

Al momento de morir, todos perdemos los sentidos en el mismo orden: primero dejamos de sentir hambre y sed, luego perdemos la capacidad de hablar y después la visión.

Pero además, con el avance de la tecnología de imágenes, la investigación científica puede conocer con mucha precisión lo que sucede en el cuerpo y en cerebro en el momento que nos vamos de la vida. Y, sorprendentemente, algunos estudios dan cuenta de que no sería una experiencia aterradora. Más bien todo lo contrario.

La enseñanza de las ratas y la psicodelia

En una investigación de la Universidad de Michigan en 2013, se descubrió que las ratas tienen un aumento de la actividad cerebral luego de experimentar la muerte “física”. Y que las ondas gamma del cerebro se presentan más sincronizadas que en el estado normal de vigilia. De aquí se dedujo que, entre la muerte clínica y la muerte cerebral, las ratas pueden experimentar “algo”. Las siguientes preguntas quedaron planteadas: ¿qué es ese algo?, ¿sucede lo mismo en los humanos?

El neurocientífico Chris Timmerman, del Imperial College de Londres, encabezó una investigación en la que se compararon dos experiencias a primera vista diferentes. La hipótesis fue que puede haber similitudes entre lo que sucede en nuestro cerebro al morir y los efectos en la conciencia inducidos por sustancias psicodélicas, o DMT (Dimetiltriptamina), que provoca efectos alucinógenos.

Para el estudio, se compararon los reportes de personas que estuvieron clínicamente muertas por algunos momentos y luego regresaron a la vida. A esto se le llama “Experiencia Cercana a la Muerte” o NDE por sus siglas en inglés.

Línea Mortal

En la película Línea Mortal un grupo de estudiantes de medicina experimenta con el pasaje de la vida a la muerte.

Por otro lado, a un grupo de voluntarios se le suministró DMT, que produce efectos en las funciones cerebrales como la percepción y la cognición. Durante el experimento se midió su actividad cerebral y cuando regresaron a la realidad, se les pidió que describieran la experiencia usando la misma herramienta de verificación que se usa para evaluar las experiencias cercanas a la muerte.

Y ahora viene lo más interesante, ambas experiencias son idénticas.

Tanto unos como otros, describen el momento como una sensación de paz, un estado de unidad con los otros y con el mundo, un estado de trascendencia en el tiempo y el espacio.

La actividad cerebral detectada en los escáneres también resultó llamativa. El líder de la investigación dijo: "Lo que sabemos ahora es que parece haber un aumento de la actividad eléctrica. Esas ondas gamma parecen ser muy pronunciadas y pueden ser responsables de las experiencias cercanas a la muerte.” Es decir que, de acuerdo a este estudio, la experiencia cercana a la muerte resultaría ser sorprendentemente similar a los efectos de un poderoso alucinógeno.

Las preguntas aún están abiertas, pero la ciencia es obstinada. "Es muy interesante lo que está sucediendo en estos días con los escáneres cerebrales y cómo podemos descifrar lo que está pasando en el cerebro. Hay escaneos que se realizan en personas en los que puedes reproducir, si están viendo una película, qué tipo de película están viendo”, explicó Timmerman.

Si alguna vez la humanidad se preguntó cómo se sentiría volar, o poner un pie en la Luna, es probable que pronto el pasaje de la vida a la muerte también deje de ser un misterio. Ojalá. Así por fin, quizá ya no sea tan angustiante saber que nos iremos.

Los cinco arrepentimientos más comunes antes de morir, según Enrique Rojas

 Los cinco arrepentimientos más comunes antes de morir, según Enrique Rojas

Hablar sobre la muerte suele ser incómodo, pero el psiquiatra Enrique Rojas destaca la importancia de reflexionar sobre los arrepentimientos más comunes que las personas experimentan al final de sus vidas. A lo largo de décadas de trabajo con pacientes en cuidados paliativos, Rojas ha identificado cinco grandes arrepentimientos que, según él, son universales y ofrecen valiosas lecciones sobre el sentido de la vida.

1. Haber trabajado demasiado

Uno de los arrepentimientos más frecuentes es haber dedicado demasiado tiempo al trabajo, sacrificando momentos valiosos con seres queridos o tiempo para uno mismo. Según Rojas, muchas personas llegan a lamentar haber puesto el trabajo como prioridad, dejando de lado la vida personal, lo cual genera una sensación de pérdida irrecuperable.

Este arrepentimiento destaca la importancia de encontrar un equilibrio entre la vida profesional y personal. Vivir inmersos en una rutina de obligaciones laborales puede alejarnos de lo que realmente importa: nuestras relaciones y bienestar emocional.

2. Darle importancia a cosas triviales

El segundo gran arrepentimiento es haber otorgado demasiada importancia a asuntos que, con el tiempo, se revelaron como irrelevantes. Rojas lo llama "justicia de juicio": la habilidad de evaluar con claridad qué merece nuestra preocupación y qué no. Preocuparnos por aspectos triviales, como problemas cotidianos menores, puede apartarnos de lo esencial.

Las personas en el lecho de muerte lamentan haber permitido que esas preocupaciones nublaran su juicio, restando energía a disfrutar de momentos valiosos.

3. No haber disfrutado más de la vida

El tercer arrepentimiento recurrente es no haber disfrutado lo suficiente de la vida. En la vorágine del día a día, es fácil olvidarse de disfrutar los pequeños placeres que hacen la vida significativa. Para muchos, esto incluye no haber viajado más, no haber aprovechado el tiempo con los amigos o no haber hecho lo que realmente les apasionaba.

Este arrepentimiento subraya la necesidad de hacer pausas y permitirnos disfrutar del presente en lugar de vivir constantemente enfocados en lo que "debemos" hacer.

4. No haber sido uno mismo

Otro arrepentimiento común es no haber sido fiel a uno mismo. Muchas personas sienten que vivieron según las expectativas de los demás: familiares, amigos o compañeros de trabajo. No haber seguido sus propios deseos o metas, por temor a ser juzgados o no encajar, es algo que atormenta a muchos en sus últimos días.

Rojas recalca la importancia de ser auténticos y seguir un camino propio, en lugar de uno impuesto por las expectativas ajenas.

5. No haber encontrado respuestas a las grandes preguntas

Finalmente, el último gran arrepentimiento es no haber dedicado tiempo a reflexionar sobre los grandes interrogantes de la vida. Preguntas como el propósito de la vida, el sentido de la existencia o la trascendencia personal, a menudo se relegan durante la juventud y adultez, pero en el ocaso de la vida adquieren una importancia crucial.

La falta de respuestas a estos cuestionamientos puede generar una sensación de vacío. Rojas invita a explorar estos temas a lo largo de la vida, para llegar al final con una mayor paz interior.

Reflexiones finales

La muerte, aunque un tema tabú, ofrece valiosas lecciones sobre cómo debemos vivir. Los arrepentimientos más comunes de las personas en el lecho de muerte nos invitan a revisar nuestras prioridades, equilibrar nuestra vida laboral, disfrutar del presente, ser auténticos y buscar respuestas profundas. Estas reflexiones nos permiten vivir de manera más consciente y plena, evitando que esos arrepentimientos nos acompañen al final del camino

lunes, 26 de febrero de 2024

Nuevo concepto sobre la muerte

Considero que la muerte es un agujero negro, pues "en el fondo" son la misma cosa: los datos de nuestra vida, como los de cualquier cosa, se estiran al llegar al fin del tiempo y quedan almacenados como una estructura holográfica en el horizonte de sucesos.

sábado, 24 de febrero de 2024

Necrosis

Así describen en Quora la muerte los ateos, pero no comparto que no haya otra vida tras la muerte. Como Cervantes, pienso que el ser humano que no tiene esperanza no es un ser humano, es... un muerto andante:

I

Después de tomar mi último aliento, mis neuronas cerebrales se dispararán en una explosión de actividad.

Los científicos no están seguros exactamente por qué, pero lo han visto suceder.

Probablemente alucinaré un poco cuando mi conciencia se desvanezca.

Mi sentido del oído, supuestamente, será el último en desaparecer.

Y luego, la nada.

Todo lo que era "yo" se ha ido y terminó para siempre.

No lo sabré, así como no sabía nada antes de que fuera concebido.

Mi cuerpo se enfriará y comenzará el proceso de descomposición, detenido, probablemente, por refrigeración.

Seré incinerado y mis cenizas esparcidas si se cumplen mis deseos.

Mi familia y amigos sobrevivientes se afligirán, pero dentro de unos 50 años, seré completamente olvidado, como es natural.

El mundo continuará sin mí.

Mis cenizas y fragmentos de huesos serán absorbidos por la tierra.

Se convertirán en flores y árboles.

Mis átomos serán absorbidos en semillas y polen, y alimentaré a las aves e insectos que alimentarán a los pequeños mamíferos.

Seré parte de la cadena interminable de reciclaje de materia que es el universo.

Un día, el sol se expandirá y quemará la vida de este planeta.

El universo mismo terminará.

Mi carbono podría formar parte del próximo Big Bang a medida que el ciclo comience de nuevo.

II

En el momento de la muerte, el cerebro tiene una oleada de actividad ya que su último oxígeno se agota, y luego se oscurece.

Las hormonas que regulan las funciones corporales dejan de ser secretadas por el cerebro, y aunque algunas funciones físicas continúan durante unos minutos, finalmente todas las funciones humanas se detienen y comienza el proceso posterior a la muerte.

En primer lugar, al morir, todos los músculos se relajan.

Se necesita quemar oxígeno para obtener energía para mantenerte tenso, sin O2, sin tensión.

Esto incluye los esfínteres del cuerpo, por lo que la muerte a menudo causa defecación e incontinencia.

Ahora, solo porque el cuerpo está médicamente MUERTO, no significa que todo lo esté.

Algunas células continúan quemando la energía restante, lo que contribuye a lo que sucede después de que morimos.

Sin mencionar los 100 billones de bacterias que viven en nuestros intestinos, en nuestra piel y en otros lugares.

Han estado con nosotros toda nuestra vida ... no hay razón para detenerse ahora.

Algor mortis, o el escalofrío de la muerte, comienza inmediatamente después de la muerte.

En promedio, un cuerpo humano pierde 1.5 grados (.83 C) por hora hasta que alcanza la temperatura ambiente.

Sin un latido cardíaco, la sangre y los fluidos comienzan el proceso de lividez, sucumbiendo a la gravedad y acumulándose en los puntos más bajos del cuerpo.

En las personas de piel clara, la sangre acumulada es visible fuera del cuerpo como un azul violáceo oscuro, ¡y después de dos horas se coagula!

Así es como los especialistas forenses pueden saber si un cuerpo ha sido movido.

Dentro de tres a seis horas, el rigor mortis se establece, tensando los músculos nuevamente.

Después de la muerte, el calcio inunda los músculos y se une con proteínas que controlan la contracción muscular.

Esta unión incontrolada hace que los músculos se tensen durante 24 a 48 horas.

Los ojos se nublarán durante este tiempo, especialmente si se dejan abiertos.

Y una vez que se establece el rigor, se quedan atrapados de esa manera por un tiempo, ¿así que todo ese asunto de cierre en las películas?

Es posible siempre y cuando llegue a ellos rápidamente.

Aunque es posible que no tenga que hacerlo, porque según un estudio publicado en el Indian Journal of Palliative Care, ¡el 63 por ciento de las personas cerró completamente los ojos al morir!

Estás muerto y comienza la descomposición.

Sus células están muertas y comienzan a descomponerse.

En este caso, la muerte celular ocurre debido a la necrosis.

Es desordenado, y sin circulación, el cuerpo no puede limpiar la célula muerta.

A medida que el dióxido de carbono se acumula y el pH de los tejidos aumenta, las células se debilitan y, finalmente, sus membranas se rompen, liberando su interior en el tejido circundante.

Las enzimas en ese fluido causan daños, ampollas y cambios de color, esto continúa por un tiempo ... Al segundo o tercer día se inicia la putrefacción.

El oxígeno ha sido agotado por los microorganismos naturales en nuestros sistemas respiratorio y gastrointestinal, y han comenzado a extenderse a otras secciones del cuerpo.

Por ejemplo: las enzimas en el páncreas hacen que se digiera, y las bacterias intestinales AMAN eso, por lo que también lo comen, lo que le da al abdomen un color verdoso.

El gas comienza a acumularse, forzando a los no digeribles como las heces; fuera del cuerpo.

Esto es cuando el olor es simplemente ... más que horrible.

Lo he olido, no quieres.

Dos productos químicos de aminas orgánicas: la putrescina y la cadaverina se crean durante esta interacción, y finalmente llega a los vasos sanguíneos.

Imagine una carretera post-apocalíptica ... usando eso, llegan al resto del cuerpo y exudan causando un orrible olor a podredumbre.

Finalmente, la necrosis y el trabajo de las bacterias cambian el verdor a púrpura y luego a NEGRO.

El olor hace que más insectos vengan a poner huevos e invadan el cuerpo.

Una mosca voladora puede poner 300 huevos que eclosionarán en un solo día.

¡Sus larvas eclosionarán y comerán tejidos cercanos durante una semana como gusanos antes de transformarse en una mosca!

Durante la próxima semana, los gusanos y las bacterias abren agujeros en el cuerpo, liberando el gas (y el olor) aún más.

¡Estos gusanos pueden consumir el 60 por ciento de un cuerpo en solo una semana!

Pero aún queda mucho por hacer, esta fue solo la primera SEMANA.

A continuación, comienza la fermentación butírica y los órganos y tejidos comienzan a secarse y encerarse, ¡como una momia!

Los tejidos están siendo digeridos lentamente por MÁS bacterias, insectos, protozoos y hongos.

Esta etapa lleva mucho tiempo, tal vez tanto como un año o más en temperaturas moderadas.

Una vez que los líquidos están casi secos, comienza la descomposición.

Los tejidos y órganos blandos se secan y se consumen, pero los huesos, el cabello, el cartílago y los subproductos pegajosos de las etapas anteriores todavía están presentes.

Esto es cuando una variedad de escarabajos y moscas se mueven en cada especie buscando comer parte de lo que queda.

En los años siguientes, las plantas y los animales se comerán el esqueleto y eventualmente ... polvo a polvo.

Se fue para siempre.

III

“Polvo eres y en polvo te convertirás”. Polvo de estrellas somos y en polvo de estrellas nos convertiremos.

No hay consciencia sin un ser vivo consciente. La consciencia es un estado fisiológico de los seres vivos. La consciencia es la capacidad de reconocerse, constatarse propiamente ante el entorno.

No tenemos consciencia de nosotros mismos hasta que nacemos, de hecho ha de pasar algún tiempo desde que nacemos para que tengamos consciencia de nosotros mismos.

Si no hemos tenido consciencia antes de nacer, ¿por qué la vamos a tener después de morir?

Tras haber estado en coma, por un trauma cerebral o cualquier otra lesión cerebral reversible, por ejemplo, durante un paro cardíaco que ha sido reanimado con éxito; nadie tiene consciencia durante ese estado. Nadie recuerda nada, salvo la famosa luz al final del túnel, pero esas visiones también las tenemos durante nuestros sueños, cuando hay actividad cerebral. Nadie que no haya sido reanimado con éxito, nos ha podido contar esa famosa visión de la luz al final del túnel. Nadie ha vuelto a la vida después de la muerte. Nadie nos ha contado nada después de estar efectivamente muerto.

Como soy atea, y a nosotros los ateos va dirigida la pregunta, no tengo por qué hablar de los dioses, ni de las religiones, ni de las ideas religiosas, ni de la vida después de la muerte. Eso queda para los que no son ateos.

Que les hagan a ellos la pregunta: No ateos, ¿qué crees que pasa cuando morimos?

Sin actividad cerebral no hay consciencia. Los donantes de órganos para el trasplante, son personas en estado de muerte cerebral, es decir, que son personas en las que se ha constatado que no tienen actividad cerebral.

Tras morir, nuestros órganos comienzan a descomponerse y a pudrirse. El primer órgano que lo hace es el cerebro, sino no podrían recuperarse otros órganos para el trasplante.

Pocas horas después de la muerte comienzan a ser inviables todos los órganos de nuestro cuerpo. El cerebro sólo puede recuperarse íntegramente, tras un paro cardíaco y una reanimación eficaz, unos treinta minutos después de ocurrido el paro cardíaco, a veces puede resistir algo más, hasta una hora, en casos de hipotermia (temperatura baja).

A veces pueden recuperarse los latidos cardíacos y toda la actividad orgánica, menos la cerebral. Es decir conseguimos recuperar todo el cuerpo menos el cerebro, es lo que se conoce como estado vegetativo. Tras una reanimación cardiopulmonar exitosa puede que sólo tengamos un vegetal. Una maceta.

Si hemos aceptado que sin cerebro no hay consciencia. Que sólo somos una especie más de las que pueblan nuestro planeta Tierra. Que la Tierra es un planeta más de los muchos que hay en nuestro Sistema Solar. Que nuestro Sol es sólo una estrella más entre los millones de estrellas de la Vía Láctea. Que la Vía Láctea es sólo una galaxia más entre los millones de galaxias de nuestro Universo.

Si hemos aceptado que todas las estrellas nacen y mueren. Que cuando muere una estrella se crean todos los átomos, a partir del hidrógeno, átomo que constituye la casi totalidad de la masa de una estrella. Es decir, que cuando las estrellas mueren se crean todos los demás átomos que componen nuestros cuerpos.

Hemos de aceptar que somos polvo de estrellas. Que seguiremos el curso de nuestro Universo, pero sin ser conscientes de nada. Estaremos tan vivos como una piedra, ni siquiera llegaremos al nivel de maceta.

lunes, 12 de febrero de 2024

La muerte material

Curiosidades sobre la muerte física:

Tras la decapitación, la cabeza humana permanece consciente durante unos 20 segundos.

El aire fresco es bueno para el cuerpo muerto, ya que se descompone en el aire dos veces más rápido que en el agua y ocho veces más rápido que enterrado en el suelo.

El cuerpo se descompone sobre todo de dentro afuera. Son las enzimas digestivas las que empiezan el trabajo y descomponen nuestros cuerpos: comienzan tres días después de la muerte.

La muerte trabaja a destajo: aproximadamente 6375 personas mueren cada hora; eso es alrededor de 153.000 personas por día.

Cuando uno nace, llora; cuando muere, el último sentido que se pierde es el sentido del oído: lo último que oímos suele ser el llanto de los demás, si es que hemos merecido la pena.

No se muere de "vejez", sólo de enfermedades de la vejez. Ahora piensa en lo que sucede cuando tratamos de evitar todas las enfermedades; tal vez por eso la naturaleza inventa nuevas enfermedades.

Los hombres sufren una erección con el ahorcamiento. 

En algunos casos las reacciones químicas en los cuerpos desarrollan una cera que puede preservar los restos: por eso se preservaron muchos esqueletos de la Edad de Piedra.

Los científicos forenses pueden determinar el momento de la muerte observando la estadística y evolución cronológica de los "bichos" dentro del cadáver.

Las uñas no crecen más después de la muerte, aunque sí nos lo parece, porque la piel de las uñas se encoge.

Más de 7.000 personas al año mueren a causa de la mala letra de los médicos. Esto conduce a confusión de medicamentos o sobredosis. Es bueno que las recetas se impriman hoy.

Las personas zurdas mueren unos 3 años antes que las personas diestras. Nadie sabe por qué.

martes, 19 de septiembre de 2023

Entrevista al Dr. Raymond J. Moody sobre la muerte

Entrevista de Sara Vazquez a Raymond J. Moody, "Psiquiatra, filósofo, médico y especialista en experiencias cercanas a la muerte", La Opinión de A Coruña, 2- XI-2011:

Raymond Moody: "Pitágoras aseguraba recordar ocho de sus vidas pasadas". "Cuando alguien tiene una experiencia cercana a la muerte, siente que está volviendo a la realidad y esta realidad que ahora conocemos, en comparación con la otra, les parece el sueño"

 -¿Cómo cambian las personas al vivir experiencias cercanas a la muerte?

-La gente siente que el propósito original, primigenio, de la vida es aprender a amar. También se convencen de que lo que llamamos muerte es una transición hacia otra realidad.

-¿En todos los casos que ha estudiado la gente regresa de una muerte clínica con recuerdos así o no todos viven estas sensaciones?

-Algunos se acuerdan y otros no. Es curioso que no sabemos por qué hay gente que se acuerda y otra que no. No tiene nada que ver con la edad del paciente, porque gente muy joven y gente muy mayor tiene esas experiencias; tampoco con una enfermedad o herida concreta que les lleve a ese estado; tampoco si eran religiosos o no. Después de muchos años de investigación por muchos doctores en todo el mundo, todavía no hemos sido capaces de identificar por qué algunos sí tienen estas experiencias y otros no.

-¿Las sensaciones y visiones están condicionadas por factores culturales o religiosos?

-Eso es lo que uno piensa de forma abstracta, pero en realidad parece que no. Hay gente que experimenta estos fenómenos en China, Japón, África, en toda Europa y Norteamérica. Y allá donde voy, la narración que hacen es la misma. En todas las culturas dicen que les resulta muy difícil explicarlo con palabras, así que toman prestada terminología de su propia cultura, de su propia religión. Aun así, dicen que lo que narran no es adecuado. Incluso gente con muchos estudios dice que todo es más de lo que se puede explicar con palabras.

-Entonces, ¿no toda la gente que experimenta esto es religiosa?

-No. Tenemos muchos, muchos, muchísimos pacientes que antes de tener esta experiencia no tenían ningún tipo de creencia religiosa.

-¿Y después, sí?

-Sí. Después, la gente vuelve con la convicción de que la vida existe después de la muerte. Aquellos que antes de esta experiencia eran religiosos dicen que han aprendido que no hay ninguna religión particular que tenga ningún monopolio al respecto. Que después de esto sienten que la denominación religiosa o una ideología concreta no tiene ninguna importancia.

-¿Usted es religioso?

-No, no per se. Yo no nací en una familia religiosa, pero a pesar de eso, a lo largo de mi vida, he llegado a aceptar que existe un dios, pero no por creencias religiosas, sino llamémosle una maduración personal de mi proceso de crecimiento. Pero para mí la noción de dios no se conecta con ninguna religión en concreto.

-¿Qué similitudes hay entre estas experiencias y soñar?

-Un montón. De hecho, como todos sabemos, cuando la gente se despierta por la mañana y vuelve a la consciencia, sienten que están volviendo a la realidad. En contraste, los sueños parecen muy poco reales e incoherentes. Pero, cuando alguien tiene una experiencia cercana a la muerte, siente que está volviendo a la realidad. Desde su punto de vista, esta realidad que ahora conocemos en comparación con la otra les parece el sueño. Dicen que el estado de consciencia en el que se entra parece hiperreal en comparación con este. Más real y más coherente que la realidad diaria de nuestro estado de vigilia. En Occidente, Platón ya habló de esto. Decía que el mundo de después de la vida es más real que el mundo real; que, después de esa experiencia, esto parece irreal comparado con aquello.

-Usted creó un instituto para estudiar el contacto con muertos mediante cristalomancia.

-Plutarco o Heródoto los describen en su obra, y Sócrates y muchos de los filósofos antiguos se supone que trabajaban en estos oráculos. Los científicos pensábamos que era o leyenda o fraude. Pero en los años 70, encontraron e hicieron excavaciones en el más famoso de los oráculos y con base en los hallazgos arqueológicos y a antiguos documentos griegos, yo fui capaz de recrear la estructura de cómo funcionaba aquello. Pedí a mis alumnos de Psiquiatría que se graduaban y a mis colegas médicos que participasen en el experimento. Y descubrimos que la gente tenía experiencias vívidas tridimensionales y casi apariciones vivas de los muertos.

-¿No puede ser autosugestión o imaginación?

-¿Qué es imaginación? Para mi gran sorpresa, la gente que tiene esta experiencia lo narra como un suceso real. Esto no prueba que lo sea, pero es bastante sorprendente que así es como la gente lo siente. Aunque las preguntas de si es real o es imaginación probablemente están más allá de la determinación real de la lógica.

-Conoce a gente que afirma haber vivido otras vidas.

-Sí. De nuevo tengo que remontarme a la Filosofía antigua. Pitágoras y Platón eran reencarnacionistas. Pitágoras afirmaba recordar ocho de sus vidas pasadas. Yo creo que es un mito que la reencarnación viene importada de las culturas orientales; lleva en la cultura occidental desde los primeros tiempos. Muchos de los grandes filósofos, incluyendo al gran escéptico, David Hume, en el siglo XVIII, dicen que la única posibilidad coherente de que exista la vida después de la muerte era la posibilidad de volver a nacer en otro cuerpo. Pero por supuesto hay otras teorías.

-¿Es posible diferenciar a un médium de un impostor?

-La gente debe tener mucho cuidado. Sí, hay técnicas de mentalistas que pueden convencerte de que saben cosas de ti que no pueden saber. Pero aparte de trucos, creo que hay individuos que parecen tener un talento extraordinario. De hecho, sabemos que hay niños que nacen con este talento, que afirman hablar con espíritus y ver ángeles. Y para los padres son niños felices, totalmente normales psicológicamente.

-¿Existen los ángeles?

-No tengo ni idea.

-Pero sí hay gente a la que usted da credibilidad que dice haberlos visto. Y a fantasmas.

-Sí. Y muchos estudios médicos han mostrado que un porcentaje alto de gente que ha perdido a un ser querido ha tenido apariciones de sus seres queridos. Y en Psiquiatría esto lo vemos totalmente normal, es parte de un ser humano y algo que nos conecta con la antigüedad. Y solo resulta chocante que la gente aún considera esto algo muy personal y de lo que no se habla abiertamente por si les juzgan mal.

martes, 12 de septiembre de 2023

Un viaje sin prisa

De Anahí Michel, en Quora:

Cuentan que un taxista de Nueva York llegó a la dirección desde la que habían solicitado sus servicios y tocó el claxon. Después de esperar unos minutos volvió a tocar el claxon. Como esa iba a ser la última carrera de su turno, pensó en marcharse, pero en su lugar, estacionó el automóvil y caminó hacia la puerta y llamó... "Un minuto", respondió una frágil voz de anciana. El taxista oyó algo que se arrastraba a través de la puerta. Después de una larga pausa, la puerta se abrió. Una pequeña mujer de unos 90 años estaba de pie ante el taxista. Llevaba un vestido estampado y un sombrero con un pequeño velo, como alguien sacado de las películas de los años 40. A su lado había una pequeña maleta de nailon. El apartamento parecía que no había sido habitado durante años. Los muebles estaban cubiertos con sábanas. No había relojes en las paredes, ningún trasto ni utensilio en los mostradores. En el rincón había una caja de cartón llena de fotos y cristalería."¿Sería tan amable de llevarme la maleta al coche?", dijo. El taxista llevó la maleta al taxi y regresó para ayudar a la anciana. Ella se agarró a su brazo y lentamente caminaron hacia la acera. La anciana no paraba de agradecer la amabilidad del taxista. "No es nada", le dijo, "Solo intento tratar a mis clientes del modo en que me gustaría que trataran a mi madre"."Oh, usted es un buen muchacho", dijo ella. Cuando se metieron en el taxi, ella le dio una dirección y entonces le preguntó al taxista: "¿Le importaría llevarme por el centro?""No es el camino más corto", respondió rápidamente el taxista."Oh, no me importa", dijo ella, "No tengo ninguna prisa. Voy de camino a un Asilo". El taxista miró por el retrovisor. Los ojos de la anciana brillaban. "No me queda familia ninguna", prosiguió con una suave voz. "El médico dice que no me queda mucho tiempo." El taxista extendió el brazo lentamente y paró el taxímetro."¿Qué ruta quiere que tome?", preguntó. Durante las siguientes dos horas, dieron vueltas por la ciudad. Ella le enseñó al taxista el edificio donde años atrás había trabajado de ascensorista. Pasaron por el barrio donde ella y su esposo había vivido de recién casados. La anciana le hizo parar frente a un almacén de muebles que una vez había sido un salón de baile en el que ella había bailado de joven. Algunas veces, la anciana le pedía que aminorara la marcha enfrente de algún edificio o esquina en concreto y se sentaba mirando fijamente en la oscuridad sin decir nada. Cuando el primer esbozo de los rayos de sol aparecían por el horizonte, ella dijo de repente: "Estoy cansada. Vámonos ya". El taxista condujo en silencio hacia la dirección que ella le había dado. Era un edificio bajo, como un pequeño sanatorio, con un camino de entrada que pasaba por debajo de un pórtico. Dos camilleros salieron tan pronto como pararon. Eran solícitos y resueltos, observando cada movimiento de ella. Debían de haber estado esperándola... El taxista abrió el maletero y llevó la maletita hasta la puerta. La mujer ya estaba sentada en una silla de ruedas."¿Qué le debo?", preguntó buscando en el monedero."Nada", dijo el taxista." Por favor, tiene que ganarse la vida", respondió ella."Hay más clientes", respondió el taxista. Casi sin pensar, el taxista se inclinó y le dio un abrazo. Ella se abrazó a él fuertemente."Usted ha dado a una vieja un pequeño momento de alegría", dijo ella. "Gracias". El taxista caminó hacia la tenue luz de la mañana... Detrás de él se cerró una puerta. Fue el sonido del cierre de una vida. El taxista no recogió ningún cliente más en aquel turno. Condujo sin dirección alguna, sumido en sus pensamientos. Durante el resto de aquel día, apenas pudo hablar. ¿Qué hubiera ocurrido si a aquella señora le hubiese tocado un taxista furioso o impaciente por terminar el turno? ¿Qué hubiera ocurrido si él se hubiera negado a hacer la carrera o si solo hubiese tocado el claxon una vez y se hubiera marchado? Entonces pensó que no había hecho nada más importante que aquello en su vida.

Estamos condicionados a pensar que nuestras vidas giran alrededor de grandes momentos. Pero los grandes momentos muchas veces nos pillan desprevenidos y por sorpresa, envueltos maravillosamente en lo que otras personas considerarían un momento sin importancia.

jueves, 24 de febrero de 2022

Grabada la transición neurológica a la muerte. Se descubre que recordar pasajes de la vida es real.

El Mundo, 24 febrero 2022, "Un "accidente" científico registra la primera 'grabación' de un cerebro moribundo".

 La vida pasa efectivamente ante nuestros ojos antes de morir: descubren que el cerebro desata un "recuerdo de la vida" antes de la muerte

La vida pasa ante tus ojos antes de morir. La poética frase podría cobrar sentido científico tras un descubrimiento accidental. Un grupo de neurocientíficos estonios grabó "por casualidad" una importante descarga de recuerdos en el cerebro de un hombre a punto de morir.

El equipo del doctor Raúl Vicente, de la Universidad de Tartu, en Estonia, sometían a un electroencefalograma a un paciente, de 87 años y enfermo de epilepsia, para estudiar las convulsiones y poder ajustar el tratamiento. Durante la prueba, el paciente sufrió un infarto y murió, de forma que sus últimas señales cerebrales quedaron grabadas. Es la primera vez que se registra la actividad de un cerebro humano en el momento del fallecimiento.

"Medimos 900 segundos de actividad cerebral alrededor del momento de la muerte y establecimos un enfoque específico para investigar qué sucedió en los 30 segundos antes y después de que el corazón dejara de latir", explica el Dr. Ajmal Zemmar, neurocirujano de la Universidad de Louisville, en EEUU, coautor del estudio que se publica en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.

"Justo antes y después de que el corazón dejara de funcionar, vimos cambios en una banda específica de oscilaciones neuronales, las llamadas oscilaciones gamma, pero también en otras, como las oscilaciones delta, theta, alfa y beta", afirma. Estas ondas cerebrales son patrones de actividad cerebral, y estas oscilaciones se producen en relación con funciones cognitivas, como la concentración, el sueño, la meditación, la recuperación de la memoria, el procesamiento de la información y la percepción consciente, pero también a las asociadas con los recuerdos, explica la revista.

"A través de la generación de oscilaciones involucradas en la recuperación de la memoria, el cerebro puede estar reproduciendo un último recuerdo de eventos importantes de la vida justo antes de morir, similar a los reportados en las experiencias cercanas a la muerte", sugiere Zemmar. "Estos hallazgos desafían nuestra comprensión de cuándo termina exactamente la vida y generan importantes preguntas posteriores, como las relacionadas con la donación de órganos".

"Como neurocirujano, a veces me enfrento a pérdidas. Es indescriptiblemente difícil dar la noticia de la muerte a familiares angustiados", asegura el médico. "Algo que podemos aprender de esta investigación es que, aunque nuestros seres queridos tienen los ojos cerrados y están listos para dejarnos descansar, sus cerebros pueden estar reproduciendo algunos de los mejores momentos que vivieron en sus vidas".

sábado, 25 de septiembre de 2021

La desaparición falsamente accidental del agotado creador del manga Chin Chan, Yoshito Usui.

El misterio todavía rodea la muerte del creador del manga y anime Shinchan

3 de octubre de 2009

La muerte de Yoshito Usui, de 51 años, creador del manga y anime Shin-chan, ha dejado a mucha gente atónita. Un amigo de mucho tiempo, al comentar su trágica muerte inesperada, dijo: “La última vez que lo vi fue en primavera. No nos habíamos visto en un tiempo. Era un hombre de pocas palabras pero buen oyente, siempre observador y buscando ideas para utilizar en su trabajo. Por eso me asombró oírle decir que ya no quería trabajar, que ya no tenía nada sobre lo que escribir. Parecía emocionalmente agotado... Cuando escuché la noticia de su desaparición, honestamente tuve este mal presentimiento ".

El cuerpo del escritor fue encontrado una semana después de que se reportara su desaparición el 19 de septiembre, bajo el acantilado de una montaña que limita con Gumma y Nagano.

Un portavoz de Futabasha, el editor de la serie de manga, dijo que Usui debe haberse caído accidentalmente debido a la cámara digital encontrada en la escena, cuya última imagen fue el fondo del acantilado.

Sin embargo, sigue siendo cuestionable si la desgracia fue realmente un accidente. Varias personas habían notado un cambio en el comportamiento de Usui. Un vecino dijo: “Fue al día siguiente de su desaparición. Pasé por su casa y escuché la voz de una mujer de mediana edad que debió estar hablando con alguien por teléfono. La escuché decir: '¡Qué voy a hacer si se suicidó!' Parecía que estaba al borde de una crisis nerviosa ".

El mismo día, la esposa de Usui había acudido a la policía para manifestar que a sus familiares y parientes les preocupaba que su desaparición no fuera un accidente, sino que posiblemente indicara un suicidio.

Una fuente de la editorial dijo que el escritor, que solía ir a bucear y pescar con amigos relacionados con el trabajo, había detenido toda esa recreación en los últimos años. Otro conocido también notó cómo se había vuelto introvertido durante los últimos 2 o 3 años, lo que preocupó a muchos que conocían a Usui. El también escritor Sumishi Alan comenta que la naturaleza cómica del manga de Usui ha cambiado desde 2007, incorporando temas más serios como el terrorismo, el alcoholismo y los deseos de muerte. Refiriéndose a algunos episodios de Shin-can, Alan dice que sintió que Usui estaba bajo estrés emocional.

Que Usui era devoto de los testigos de Jehová es un hecho bien conocido. Cuando el escritor compró una parcela grande en Kasukabe en 1994, hizo construir una iglesia junto a su casa. Tanto él como su esposa dedicaron su tiempo al proselitismo mediante visitas de puerta en puerta y distribución de publicaciones de la iglesia.

Según la fuente de Futabasha, Usui era conocido en la industria por leer el Nuevo Testamento durante 20 minutos completos en cada reunión con su editor. Si bien no era necesariamente agresivo, algunas personas se sorprendieron cuando Usui les dio una copia de la Biblia como regalo. Pero su devoción a la fe parecía haber disminuido hace unos tres años, como lo notó el amigo antes mencionado. Fue aproximadamente al mismo tiempo que Usui comenzó a sufrir severos dolores de espalda, lo que limitó sus actividades.

Un psicoterapeuta clínico especula que la condición del escritor puede explicarse por la menopausia masculina, donde el desequilibrio hormonal puede desencadenar insomnio, fatiga crónica, depresión e incluso deseos suicidas. "Siempre que el escritor estuviera sufriendo de depresión, es concebible que eligiera deliberadamente ir a un lugar peligroso, tanto si tenía la intención de suicidarse como si no".

Los pensamientos que pasaron por la mente del escritor mientras estaba en la cima del acantilado nunca se sabrán

viernes, 10 de septiembre de 2021

Muerte psicogénica

De Jesús Ordosgoitty:

¿Cuál es la forma más extraña de morir? La más extraña y sobre todo la más depresiva en mi opinión, sería la muerte psicogénica. Aunque hay pocos casos, son completamente reales.

La persona que fallece a causa de una muerte psicogénica, es una persona que abandono toda esperanza de vivir una vida fructífera y feliz, esto es causado a menudo por un shock traumático tan fuerte que la persona no se recupera jamás, y junto a una sensación de desesperanza acaba muriendo, usualmente a las semanas de haber pasado por la experiencia traumática.

Para darme a entender mejor, la carga emocional es tan fuerte que la persona simplemente se rinde, no es un suicidio, por que el sujeto no toma parte activamente en quitarse la vida, simplemente deja de luchar.

Un ejemplo de esto sería el caso que dio a conocer Walter Cannon, la persona que investigó por primera vez estas extrañas muertes, en el que una mujer indígena sin querer comió una fruta que provenía de un lugar "tabú", una zona prohibida en su creencia, en menos de 24 horas la mujer había muerto, a pesar de que su salud estaba bien hasta el preciso momento que supo, que la fruta provenía de un lugar "prohibido".

Sin duda es un tema que con todo el respeto hacia los fallecidos, es interesante, por lo menos de discutir e investigar.

domingo, 4 de julio de 2021

Diálogo de un desesperado con su alma

Este es El diálogo de un desesperado con su ánima (Ba; el alma tras la muerte, no antes; los egipcios tenían varios componentes en el espíritu: Ib (el corazón), Ka (la fuerza vital), Ba (el ánima tras la muerte), Aj (fuerza espiritual), Ren (el nombre / la identidad) y Sheut (la sombra).

He tomado la traducción de un texto bilingüe obra de Juan de la Torre Suárez, aquí. Yo me he limitado a adaptar el texto a una forma más legible y literaria, respetando su significado.A mí me parece algo así como un auto sacramental calderoniano dentro del paganismo cruzado con los monólogos de Job.

Abrí la boca para mi ánima y respondí a lo que dijo: Hoy me es demasiado duro que no quiera mi ánima hablarme. Es, incluso, mayor que una exageración y como ignorarme. 

Que por ello no se vaya mi alma, y me atienda... No estará en su mano [1] que huya el día de las angustias. Mirad, mi ánima me extravía, [pero] no la escucho arrastrándome a la muerte antes de que yo vaya a ella, arrojándome al fuego para consumirme [...]

Que me juzgue Thot, el pacificador de los dioses. Que me defienda [2] Jonsu, el escriba de la justicia. Que Ra escuche mis palabras, el comandante de la barca sagrada.

[...] Es agradable que rechacen los dioses los secretos de mi cuerpo. Lo que me respondió mi ánima: ‘No eres un hombre de verdad, eres de verdad un viviente. ¿Qué te beneficia? ¿Que estés preocupado por la vida, como posesor de riquezas?’. Respondí: ‘No me iré mientras esa está en la tierra’.

[...] Pero tus posesiones están muertas, por más que tu identidad (nombre) esté vivo. Él es un lugar de reposo que atrae el corazón. Una morada es el Occidente [...]

Si mi alma me escucha [...] y está de acuerdo su pensamiento conmigo, entonces será afortunada. Haré [5] que alcance el Occidente, como aquel que en su pirámide atendió [6] a un superviviente a su entierro [...]

Si me empujas a la muerte de esta forma, no encontrarás lugar en que puedas posarte [7] en el Occidente. Sé paciente, mi ánima, mi hermana, [espera] hasta que exista [8] mi heredero, quien hará ofrendas y [las] colocará sobre la tumba el día del entierro y él preparará el féretro de la necrópolis’.

Me abrió mi ánima su boca y respondió a lo que dije: ‘Si piensas en el entierro, es una tristeza; es lo que atrae el llanto y vuelve miserable a un hombre; es lo que, al ser arrojado, aparta a un hombre de su casa sobre la colina [primigenia]. No ascenderás a las alturas para que puedas ver [9] a Ra.

¡Oh, quienes edifican con piedras de granito, quienes construyen las pirámides hermosas mediante trabajos hermosos, cuando se convierten los constructores en dioses, su ofrenda de piedras es destruida del mismo modo que los débiles que mueren en la orilla por carecer de sucesor. 

La inundación capturó sus restos y del mismo modo el Sol, y les hablan los peces de las dos márgenes del agua. Escúchame, mira: es bueno escuchar para la gente. Sigue el día felizmente, y olvida la preocupación’  [...] 

Abrí mi boca a mi ánima, y respondí a lo que dijo: ‘Mira, apesta mi nombre, mira, más que el olor de los buitres calvos en un día de la estación de ‘shemu’, cuando el cielo está caliente [...]

Mira: apesta mi nombre, mira, más que el de una mujer esclava calumniada [10] por un hombre.

Mira: mi nombre apesta, mira, más que el del niño robusto al que se infama achacándole que es propiedad de su enemigo [...]

¿A quién hablar hoy? Los hermanos son malvados; los amigos de hoy, no aman.

¿A quién hablar hoy? Son avaros los corazones. Cualquiera toma posesión de los bienes de su prójimo [...]

¿A quién hablar hoy? Se encuentra satisfacción [11] en el mal, y lo bueno se entierra [12] en cualquier lugar.

¿A quién hablar hoy? Quien hacía encolerizar a un hombre por sus malas acciones, hoy hace reír a todos, aun siendo perniciosa su maldad. [...]

¿A quién hablar hoy? El malhechor es un íntimo, y el hermano que con él se ayuntaba [13] se ha convertido en un enemigo.

¿A quién hablar hoy? Nadie quiere recordar el pasado, y nadie quiere ayudar a quien obra en este tiempo [...]

¿A quién hablar hoy? Los rostros se ocultaron y todos están con la cabeza más gacha [14] que su vecino.

¿A quién hablar hoy? Los corazones son avariciosos, y no hay uno de hombre en que se pueda confiar [15] .

¿A quién hablar hoy? No hay hombres justos, y la tierra se abandonó a quienes hicieron el mal  [...]

¿A quien hablar hoy? Estoy agobiado cargando penurias por carecer de un amigo íntimo. 

¿A quién hablar hoy? La maldad vaga [16] por la tierra y no tiene fin. 

La muerte está en mi cara en el día de hoy, como en el enfermo que cura [17], como salir al exterior tras una reclusión.

La muerte está en mi cara hoy como del olor la mirra, como sentarse bajo un toldo un día de viento.

La muerte está en mi cara hoy como la fragancia los lotos, como sentarse en los bancos de arena de la tierra embriagada.

La muerte está en mi cara hoy como un camino accidentado (?), como la vuelta de un hombre desde una expedición a su [18] casa.

La muerte está en mi cara hoy como la claridad el cielo, como el hombre que descubre estar en el umbral que ignoró.

La muerte está en mi cara hoy, como un hombre que ansía ver su casa tras pasar años sin número capturado en reclusión.

Será, en verdad, quién allí está como un dios vivo castigando el crimen del malhechor [19].

Será, en verdad, quien allí está colocado en la barca sagrada repartiendo sus alimentos a los templos.

Será, en verdad, quien allí está como un sabio y no es rechazado en la apelación de Ra cuando hable’.

Lo que me dijo mi alma: ‘Coloca los lamentos en un gancho, ¡oh mi camarada, mi hermano! Debes hacer ofrenda sobre el incensario y romper con la vida; del mismo modo, debes decir: “Deséame aquí”, después de haber rechazado el Occidente.

Pero, cuando se desee que alcances el Occidente, que alcancen tus miembros la tierra, me posaré después que te hayas cansado y entonces haremos juntos morada’.

Significa que acabó, desde su principio hasta su final: es como lo que fue encontrado en el libro.


NOTAS

[1]’No será capaz de’ hacer algo.

[2]Observad como el complemento directo pronominal se realiza en este verbo a través de la preposición Hr.

[3]En la transcripción de Faulkner, R.O. leemos nDm xsf nTrw StAw

[4]Tomado de Faulkner, R.O.

[5]Enfática (‘Como aquel que está en su pirámide ...’).

[6]Forma relativa perfectiva con pronombre resumptivo.

[7]Forma relativa prospectiva con pronombre resumptivo.

[8]Forma sDmt.f tras preposición.

[9]Forma verbal subjuntiva.

[10]Participio pasivo con pronombre resumptivo.

[11]Hemos considerado una forma sDm.f pasiva impersonal, pero no hay nada que nos descarte el uso de un sustantivo (‘La satisfacción está en el mal’).

[12]’Colocar a tierra’ es ‘abandonar’.

[13]Participio imperfectivo pasivo con pronombre resumptivo.

[14]’Están más abatidos que ...’.

[15]Forma relativa prospectiva con pronombre resumptivo.

[16]Observad que el complemento directo es aparente, porque el verbo es intransitivo (‘vagar por’).

[17]Parece dar mejor sentido que ‘como la curación de un enfermo’ que es la traducción literal.

[18]Observad el sufijo en plural. Es posible que aquí ‘hombre’ sea una generalización ‘hombres’.

[19]Lit.: ‘de quien lo hace’.

sábado, 26 de junio de 2021

Las cinco cosas de que se arrepiente la gente antes de morir

Dice Albert Camus  en su Calígula que "los hombres mueren y no son felices".  Pues una enfermera australiana les preguntó a sus enfermos terminales de qué se arrepentían no haber hecho antes de morir; y todos contestaban los mismo. 

La enfermera australiana Bronnie Ware trabajó durante décadas en lo que hoy se conoce como cuidados paliativos dedicándose a los pacientes con enfermedades terminales. Esto le permitió analizar de qué se arrepienten las personas antes de morir.

Ware comenzó escribiendo un artículo que finalmente se convirtió en el libro The Tope Regrets of the Dying, que en español sería algo como Los 5 principales remordimientos de los moribundos.

Así logró identificar cinco cosas que las personas más desearían cambiar si tuvieran la oportunidad de volver a vivir y decidió compartirlas para que quienes estén a tiempo lo tengan en cuenta.

Hacer lo que uno desea y no lo que los otros quieren que hagas

La autora sostiene que uno de los reproches más comunes es que al mirar hacia atrás muchas personas se dan cuenta que le quedaron sueños por cumplir por decisiones mal tomadas o por seguir los consejos de otros.

Esto les provoca una gran frustración. Es por esto que Ware aconseja que hagan lo que quieran, bajo su propia voluntad. Entonces las personas tendrán una cosa menos de qué arrepentirse.

Trabajar demasiado

Otra cosa de la que muchos se arrepienten es de haber trabajado demasiado. El exceso de trabajo provoca un desequilibrio con el disfrute de la vida.

Según la autora, este motivo era más habitual entre los varones que llegaban a lamentar profundamente haber pasado la mayor parte de su vida en la rutina laboral antes que con su familia o incluso solos, pero disfrutando.

Expresar los sentimientos

Aunque podría parecer de otra época, la enfermera destacó que “Mucha gente reprime sus sentimientos para mantenerse en paz con los demás”. Como resultado, estas personas se conforman y nunca llegan a convertirse en lo que verdaderamente son capaces de hacer.

A la vez destaca que este tipo de actitudes favorecer la aparición de enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento.

Es por esto que recomienda que no se guarden sus sentimientos.

Dedicar más tiempo a los amigos

Bronnie sostiene que no pasar suficiente tiempo con las amistades también es un motivo recurrente de arrepentimiento. Es notable la cantidad de personas que extrañan a sus amigos en la etapa final de la vida.

No haber sido más feliz

También muchas personas se arrepienten de no haberse permitido ser más felices. Es un deseo común y la enfermera sostiene que muchos no se dan cuenta hasta el final de que la felicidad es una lección y se quedan trabados en viejos patrones y hábitos.

Además señala que el miedo al cambio los lleva a fingir ante otras personas y hasta se engañan a sí mismos con que son felices.

domingo, 24 de mayo de 2020

Solución final en Egipto para 15 millones de perros: uno por cada siete habitantes

Ferrán Barber, "Los egipcios buscan una "solución final" para sacar de las calles a 15 millones de perros", en Público, 23/05/2020
  
Cortados en rodajas; destrozados a machetazos o a golpes de garrote; envenenados con estricnina o asesinados con cartuchos. Así es la vida de muchos canes en la tierra de los faraones. Una parlamentaria propuso vendérselos como carne a los filipinos. Ni es final, ni es solución.

Una turba de jóvenes destrozó un perro a cuchilladas la víspera de la pasada Nochebuena en el distrito cairota de Al-Matariya. Antes de que el vídeo se retirara de Youtube se convirtió en viral, y su historia se paseó por los tabloides europeos como ejemplo de brutalidad oriental junto a algunas fotos aterradoras del animal literalmente sajado en transversal como un lomo de merluza dentro de un tuk-tuk egipcio, la versión motorizada de un ricksaw. Solo un día después, la policía detuvo y arrestó a los salvajes por torturar y asesinar al perro. Lo mataron de ese modo -argumentaron- porque había acabado con la vida de una cabra. Ojo por ojo, perro por cabra.

No era la primera vez que sucedía un incidente semejante. En 2015, tres hombres de la gobernación de Qaliubeya -Shubra Al-Jaima- fueron condenados a tres años de prisión por atar un perro llamado Alex a una farola y degollarlo. Un tribunal de El Cairo redujo algo después la pena. También la atrocidad fue grabada y difundida por las redes. Semanas antes, una perra a la que alguien arrojó ácido salvó la vida por los pelos y en mayo de ese mismo año, se supo de una hembra y sus cachorros asesinados a golpes de garrote remachado con clavos. Lo que indignó a la gente en un país donde se asesinan millares de perros cada año no fue la muerte de los animales, sino el modo completamente sádico en el que se ensañaron con las criaturas. El hecho de que exhibieran sus actos de barbarie aún los hizo más obscenos.

Con certeza, la policía y los jueces no hubieran intervenido si las muertes de Alex y el perro de la calle Al Jaima no hubieran sido registradas y posteriormente divulgadas, levantando una densa polvareda de ira internacional que apuntaba, en efecto, hacia los bárbaros que habían martirizado a los animales, pero también hacia el Gobierno y la sociedad que toleraban actos semejantes y hacia las instituciones islámicas que les venían dando amparo con indulgentes fatwas que sirven de coartadas para esos actos de crueldad. Con el Islam no se bromea en los países de la Sharia. Una poeta llamada Fatima Naoot fue condenada a tres años de cárcel en 2016 por ofensas a la religión tras criticar en Facebook el asesinato de animales durante el Eid o Festival del sacrificio.

La manera en que cada día se asesinan estos perros sin hogar egipcios es tan atroz que las protectoras de animales se niegan a menudo a divulgar algunas de las fotos con las que los turistas llenan sus buzones de correo. "No todos los egipcios somos unos brutos ignorantes ni actuamos de ese modo", nos dice un funcionario en un salón de té situado junto al Ramses Hilton. Es cierto. A menos de cien metros de nosotros, un par de muchachos dan de comer a unos cachorros acurrucados bajo la carcasa de un viejo automóvil mientras dos bandas rivales de canes se enfrentan por el territorio ante la mirada indolente del resto de los clientes del salón. A los fumadores de narguile les intriga más nuestro interés que la trifulca de los perros y sus intentos por intimidar a sus adversarios. Lo que se halla en disputa es la basura de un mercadillo popular que alguien desparramó entre los escombros.

Su aniquilación masiva ha provocado el retorno de los lobos, las hienas o plagas de víboras
Hay quince millones de perros callejeros en Egipto y resulta de algún modo fascinante ver el modo en que han hallado su nicho en la metrópolis como basureros carroñeros. Están por todas partes, a millares. Hay jaurías pajareando en los aledaños de la esfinge de Gizeh y en los barrios residenciales de las clases más acomodadas, exactamente igual que en esos asentamientos informales de chabolas a los que los egipcios llaman "ashwiyats" y donde viven dos tercios de los parias.

Se podría decir que están por debajo de los humanos en la cabeza trófica, pero por encima de las ratas, cuyas poblaciones mantienen a menudo bajo control. En algunas zonas del desierto, su aniquilación masiva ha provocado el retorno de los lobos, las hienas o verdaderas plagas de víboras cornudas (Cerastes cerastes).

Siempre han estado allí hasta donde alcanza la memoria histórica. Es muy probable que fueran ya domesticados en las eras predinásticas del Antiguo Egipto. Lo que es seguro es que, al igual que los gatos, se hallaban bien considerados en los tiempos de los faraones, mucho antes de que el Ejército de Alá extendiera sus prejuicios por el norte de África. Algunos egipcios de la Antigüedad hacían mención a sus canes en los textos mortuorios, lo que demuestra la intensidad del vínculo con los humanos que se había creado.

Tampoco es la primera vez en que la disparatada densidad de población canina de Egipto les hace colisionar con los primates. En uno de sus libros, Juan Cole explica que las tropas francesas de Napoleón llegaron a sentirse tan exasperadas por los ladridos nocturnos de las jaurías que un comandante en jefe ordenó su ejecución en masa, lo que le tomó a la soldadesca dos noches enteras. La decisión no solo fue cruel, sino absolutamente estúpida, porque la masacre privó a El Cairo de sus más diligentes basureros y llenó de cadáveres en putrefacción las calles de la gran ciudad, lo que las tornó aún más insalubres.

Los asesinatos en masa no han cesado desde entonces y aunque son muchas las ciudades y las gobernaciones que han ensayado diferentes variantes de la solución final canina, la población de perros continúa aumentando. Ni es final, ni es solución. El problema, colosal, no ha dejado de crecer. En Egipto hay un perro callejero por cada siete humanos, lo que a su vez ha provocado -nadie duda acerca de ello- una verdadera crisis que amenaza la salud pública y, eventualmente, la seguridad de las personas.

Que el grueso de los perros no muestren habitualmente conductas agresivas no significa en ningún caso que no puedan actuar de un modo violento, especialmente cuando se les hostiga o sufren alguna clase de trastorno de conducta provocado por la rabia. Al igual que en América Latina, esa variante canina de la encefalitis viral es endémica en Egipto, aunque la verdadera extensión de la enfermedad es exagerada de forma deliberada para reforzar los prejuicios religiosos que estigmatizan a los cánidos. Ni en el Islam ni en el judaísmo rabínico se les tiene en gran estima.

En Egipto hay un perro callejero por cada siete humanos

Estos animales son, de forma simultánea, las víctimas de brutales campañas de exterminio y el origen de un problema singular de superpoblación. En Egipto viven la mitad de perros callejeros que en la India, pero su población humana es de una treceava parte. Uno de cada catorce perros sin hogar del mundo habitan junto al río Nilo. No es, como acostumbra a convenirse, una bomba de relojería, porque el artefacto ya ha estallado.

Un funcionario del Ministerio de Sanidad citado por el Egypt Independent aseguraba hace dos meses que su departamento registró 482.200 casos de mordeduras de animales tan solo en 2018, y 303.000 de ellos se atribuían a los canes. Durante ese mismo año, se produjeron 32 casos de contagio de rabia, frente a los 65 del año precedente. Entre 2014 y 2017, un millón trescientas mil personas fueron mordidas en Egipto, y 231 de ellas fallecieron, como consecuencia de ello.

Son muchos los egipcios que dicen sentirse intimidados o simplemente repelidos por los perros así que las autoridades del país han respondido organizando campañas masivas de exterminio. Los abaten a disparos o, más frecuentemente, mediante el uso de venenos como la citrinina -una micotoxina- o, lo que es peor, mediante estricnina, importada de manera ilegal y sembrada a menudo sin control en el interior de cebos que se arrojan en los parques y otros espacios públicos. Niños, basureros, jardineros han terminado envenenados. Son la víctimas colaterales del canicidio egipcio.

En 2017, la Prensa local informó de que al menos 17.000 perros callejeros fueron fulminados de ese modo en el sur de El Cairo, en respuesta a las denuncias de molestias del vecindario de Beni Sueif. Los vídeos de los funcionarios del gobierno descerrajando cartuchazos de postas a sangre fría a confiados animales o de los canes agonizantes sufriendo convulsiones sobre las aceras y destrozados por el dolor en sus postreros estertores incendiaron las redes europeas. Ese mismo año, la Gobernación del Mar Rojo ofrecía cerca de seis euros por capturar cinco perros callejeros y llevarlos a la autoridad veterinaria para ser exterminados. Los propios funcionarios dieron alas de esta forma a la barbarie.

Un año después, en octubre de 2018, el Ministerio de Agricultura puso en marcha un plan sistemático de exterminio para desembarazarse de los perros con veneno. Las autoridades veterinarias argumentaban que el Estado no podía permitirse los 32 dólares por perro en los que estimaba el coste de implementar un plan basado en un protocolo "más civilizado" de actuación. Esto es, capturar, esterilizar, vacunar y volver a liberar. Envenenar a un animal apenas cuesta algunos céntimos.

Es un problema que se percibe como casi irresoluble en un país paupérrimo y ultracorrupto, regido por una dictadura que, al igual que el Gobierno precedente, es incapaz siquiera de disimular las formas más obscenas de miseria humana. El PIB per capita de un egipcio es de apenas 2.200 euros y se necesitarían al menos 435 millones para aplicar el protocolo de esterilización por el que abogan las protectoras europeas y locales. ¿De dónde va a salir ese dinero? De la manga de políticos corruptos que dirigen el país no parece muy probable y los occidentales son más proclives a indignarse en las redes y a insertar emoticonos que a donar dinero a las organizaciones que trabajan sobre el terreno.

Tras los perros, las serpientes

Así las cosas, tal solo en Albehera, cerca de Alejandría, se asesinaron 18.000 perros, lo que allanó el camino al retorno de las serpientes. Otros 14.000 murieron en los aledaños de la ciudad de Janka. La lista de caídos para "limpiar las calles" es casi tan escabrosamente extensa como indecentes son las fotos que documentaron sus asesinatos. Aquí y allá, la prensa local glosaba las cifras de los animales chapucera y brutalmente aniquilados mediante todos los procedimientos y todos los venenos –legales o no– a su alcance. Sulfatos, estricnina, disparos de cartuchos... Pero la población de canes no ha dejado de crecer.

Una perra acostumbra a traer al mundo dos veces al año una camada de entre seis y diez cachorros. Una y otra vez las protectoras egipcias de animales han tratado sin éxito de persuadir a las autoridades de que asesinar los animales no reduciría la población de perros. El resultado de décadas de planes de exterminio es ninguno. Su número no ha dejado nunca de crecer. El dinero. Ese siempre es el problema. ¿Quién pagaría la factura?

Así que mientras se debatía acerca del procedimiento más viable y apropiado para acabar con la superpoblación de perros, a una diputada egipcia se le ocurrió una idea genial: capturarlos y venderlos como carne a los surcoreanos o los chinos. A la parlamentaria Margaret Azed le cuadraban las cuentas. Le parecía mucho más piadoso concentrarlos en granjas y engordarlos, para después sacrificarlos y vendérselos a los asiáticos a razón de 25 céntimos de euro por perro que dejarlos malvivir entre las basuras de los "ashwiyats" de El Cairo o Alejandría o en las márgenes de las aldeas del desierto.

Además -argumentaba-, el erario público egipcio podría obtener de esta manera una nada desdeñable nueva fuente de divisas. La propuesta hubiera parecido una simple extravagancia. Pero es obvio que la alternativa fue, cuando menos, seriamente considerada y contestada. El Middle East Eye llegó a acusar al Gobierno del país de aprobar una licencia para exportar a Asia 2.400 gatos y 1.700 perros. Un portavoz del Ministerio de Agricultura lo desmintió de manera inmediata el 28 de noviembre de 2018, claro que es complicado, por no decir que imposible, averiguar qué hay de cierto en un país sujeto a una férrea censura donde sus gobernantes acaban siempre encenagados en desmentidos y contradicciones. Azed no fue la única parlamentaria que propuso vender la carne de los perros. Un alto funcionario de la Autoridad Veterinaria, Jaled Fouda, propuso venderlos a los filipinos. Como a las tropas de Napoleón, le irritaban los ladridos nocturnos de las jaurías.

Frente a ese estado de opinión, y frente a la miseria moral de las alternativas que son capaces de parir algunos funcionarios egipcios, se han fortalecido durante los últimos años algunas asociaciones protectoras de animales que abogan por los perros, claro que su importancia y su capacidad para influir en la sociedad es insignificante cuando se las compara, por ejemplo, con la Casa de las Fatuas, un organismo presidido por el gran muftí de Egipto que, siguiendo las órdenes de Dios, se pronuncia acerca de qué es no correcto, con arreglo a la ley islámica.

En 2007, ésta llegó a emitir un pronunciamiento en el que afirmaba que era legítimo matar a los perros cuando dañan a la gente. En su definición de 'daños' se incluía la intimidación mediante ladridos, así que, definitivamente, era un cheque en blanco de Mahoma para empujar el canicidio. Acabar con ellos era, a su juicio, la opción más adecuada, en oposición a quienes alentaban las adopciones o cualquier otra manifestación de la piedad humana. La avalancha de críticas internacionales adquirió tal relevancia que, con el paso de los años, han rebajado el tono, y ahora ponen el acento en la misericordia de Alá. En septiembre del pasado año, una fatua aseguraba que la caridad hacia las criaturas es el principio básico y enviar a los perros a los refugios o adoptarlos, la solución que tendría que ser prioritariamente considerada. Su saliva sigue siendo sucia y contaminante.

Y en Egipto, entre tanto, se continúa matando perros a cañonazos. Se discute, por ejemplo, acerca de un modo de diezmarlos, cuando nadie ha sido capaz hasta la fecha ni siquiera de resolver el problema de la basura que se acumula por las calles, su principal fuente de sustento, y el caldo primordial de los vectores que provocan las enfermedades. El código penal contempla penas de prisión para los maltratadores de animales, pero no define ese maltrato, ni considera las campañas de exterminio dignas de inclusión en el listado de barbaries. Claro que, ¿por qué habría de respetar a los perros callejeros un Gobierno que no respeta ni a los niños?

miércoles, 3 de enero de 2018

No importa el sufrimiento ajeno

Logan Paul graba un vídeo polémico de un hombre ahorcado en un bosque de Japón, El País, 3 de enero de 2017:

El 'youtuber', que avisó en Twitter antes de acabar 2017 que subiría a Internet la publicación “más loca y real”, se disculpó públicamente y borró el contenido poco después de su emisión 

El estadounidense Logan Paul, con quince millones de usuarios en Youtube y cerca de los cuatro millones en Twitter, quería mostrar a su comunidad de seguidores "el vídeo más loco y más real nunca antes compartido en sus canales". El anuncio premonitorio, en forma de tuit, que publicó el pasado 31 de diciembre no dejó indiferente a nadie. Ese mismo día, el youtuber subió a Internet una grabación en la que aparecía junto a tres amigos paseando por el bosque japonés de Aokigahara, más conocido como el "bosque de los suicidios", ubicado en la base del monte Fuji. En las imágenes se aprecia cómo Paul, cámara en mano, descubre a lo lejos a un hombre ahorcado de un árbol. La grabación continúa entre mofas y burlas mientras el youtuber reitera que "es el momento más real que jamás ha grabado". El contenido fue retirado por Paul tan solo 48 horas después de su emisión tras las críticas recibidas en redes sociales por el tono irrespetuoso de las imágenes.

El estadounidense, de 22 años y natural de Ohio con residencia en Los Ángeles, se vio forzado a pedir disculpas en Twitter reconociendo que "era la primera vez que le ocurría una situación de este tipo" y haciendo hincapié en que "él también podía cometer errores". Paul recordó que su intención no fue "ganar más visitas" sino "buscar el lado positivo y no causar una ola de negatividad". Y añadió: "Mi propósito ha sido crear una conciencia en torno al suicidio y la prevención del mismo". La problemática del suicidio en Japón sigue vigente en un país en el que murieron por esta causa más de 25.000 personas en 2014. En Aokigahara, entre 50 y 100 personas se quitan la vida cada año.

El revuelo de su acción provocó airadas protestas de una gran cantidad de internautas, incluso tras sus disculpas públicas. La filmación, en la que el grupo encabezado por el joven youtuber pasa de la estupefacción inicial a las risas a escasos metros del cadáver con comentarios del tipo: "¿estás vivo? ¿nos estás jodiendo?", no ayudó tampoco a mejorar el tono frívolo y poco ético con el que muchos usuarios calificaron el vídeo. "Creo que él es demasiado estúpido para que su cerebro sea capaz de empatizar", escribió una usuaria en Twitter. Otro, con los ánimos más exacerbados, aseguraba: ¡Cómo te atreves! Me das asco. No puedo creer que tantos jóvenes te admiren. Muy triste. Espero que este último vídeo los haya despertado. Eres pura basura. El suicidio no es una broma". Algunos, ni siquiera se creyeron su perdón: "La disculpa de Paul contiene la frase "tengo visitas".

Sus propios compañeros de profesión, youtubers tan afamados como PewDiePie con 58 millones de seguidores en la red social de vídeos por excelencia, también han vertido críticas a raíz de la emisión del contenido. Según el medio británico Daily Mail, el canal de Youtube de Logan fue el primero en alcanzar el millón de suscriptores en la historia de la red social. Algunos de sus vídeos, publicados cada día, rebasan los 20 millones de visitas. Según la revista Forbes, el estadounidense Paul ha ganado 150.000 dólares por sus publicaciones en Facebook y 80.000 por sus contenidos en Instagram.