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lunes, 7 de agosto de 2023

¿Cuál es el origen de la epidemia de mala ortografía actual?

¿Cuál es el origen de la epidemia de mala ortografía actual?

La cultura de la imagen y, con frecuencia, los irresponsables estados y autonomías por sus políticas. En España, por ejemplo, por las siete vacilantes reformas educativas con que cada gobierno castiga sucesivamente, creyéndose que puede mejorar algo que solo empeora un poco más y que no tiene ni idea de como atajar. Por ejemplo, una institución que pagamos todos, la RAE, debía ofrecer copias gratuitas de su ortografía tantas veces "re-reformada" y ya no radicalmente prescriptiva en la red o impresas, pero solo lo permite en la primera por párrafos sueltos, y el monstruoso mazacote que ha publicado con sus manías y "sugerencias" que dice consensuadas es ya para los simples entre los que me incluyo un auténtico horror. Le gusta el negocio, y prefiere hacer dinero a generar buenos y correctos escritores.

Ya no se practican la lectura en voz alta, la redacción, los dictados y la caligrafía. También se ha expulsado la literatura en los currículos, donde no para de encogerse el lugar que ocupaban las humanidades. Los profesores de latín, griego, historia y filosofía solo cuentan con una presencia testimonial. Y los de ciencias no suelen superar un nivel mínimo de ortografía en no pocas ocasiones.

Asimismo, pretender bilingüismo por un lado, mientras por el otro se ejerce una violenta inmersión en una sola de esas lenguas, provoca diglosias. Como los alumnos confunden en una dos ortografías y dos gramáticas, terminan sufriendo diglosias en una y otra lengua, y hablando y escribiendo mal las dos.

Es también nefasta la costumbre de dictar apuntes apresuradamente que se escriben de cualquier manera a causa de la premura y de que solo nosotros los vamos a leer. Deberían existir libros de texto baratos, para que eso no fuera necesario y pudiesen estudiar textos correctamente escritos; pero en esos libros de texto o manuales he visto con frecuencia tipografías horribles, párrafos ambiguos, mal escritos e insuficientes y escaso uso del párrafo largo, de sintaxis compleja y de largo alcance. Incluso mal puntuados. Tampoco sabían equilibrar las frases ni sostener un ritmo de expresión.

También tiene que ver la costumbre de escribir con indolencia y descuido en redvistas, bitácoras y redes sociales como esta. Y emplear correctores de ortografía automáticos de esos que, cuando se escribe Garcilaso, te corrigen a Gracilazo (así de mal están hechos) o con taquigrafías o estenografías telegráficas en chats, "guasaps" y mensajes chorras desde que se es niño o niñato, demasiado pronto echado a pastar en un teclado, cuando todavía no se sabe ni siquiera escribir en papel con lápiz, y aún menos con caligráfica letra inglesa. Quora mismo es testigo de todos esos errores por correcciones automatizadas simplificantes o conducta relajada y anónima.

Existe también el horrendo hábito de usar formularios para todo y tests o pruebas de preguntas cortas en vez de preguntas de ensayo, que exigen algo más que escoger entre sí y no o V y F.

Porque es general la actitud relajada y el descuido del lenguaje, no ya en la ortografía, sino al hablar, cometiendo faltas de ortología de las que se imitan casi siempre las de la ortografía.

Antiguamente los muchachos aprendían a leer correctamente por medio de historietas, de enciclopedias y de libros que había en todas las casas. Pero en las casas modernas ya no hay nada de eso, ni se siente la necesidad de proveerse de esos productos, porque su lugar lo ha tomado el ordenador y el iPod, instrumento este último que solo usa lenguaje oral, no el escrito, los llamados audiolibros. Con eso no se aprende ortografía.

El consumo de historietas ha pasado a ser sustituido por el de anime sin apenas lenguaje escrito. La crisis que experimenta la lectura se refleja en la ausente venta de tebeos o libros de historietas baratas, un instrumento que siempre se mostró muy eficaz para introducir a la lectura y la ortografía, como asimismo las novelillas de a duro de vaqueros o amoríos. Las revistillas de adolescentes están llenas de fotos y narcisismo, y los textos son escasos, cortos y pobres de léxico y sintaxis, muy surtidos de anglicismos innecesarios y horteras. Ahora se prefieren las carísimas novelas gráficas, los también onerosos álbumes en tapa dura y los videojuegos. Y el Estado no sufraga ni subvenciona, como hacía antes, colecciones populares de clásicos.

Otro motivo de esta especie de conspiración técnica, económica y social contra la lectura se debe también al hecho de que no existan planes de lectura en muchas escuelas e institutos.Tampoco hay bibliotecas de uso efectivo en las instalaciones educativas, o que abran por la tarde y en festivos, como tampoco, en los muertos pueblos de la España vacía, por la incuria de los ayuntamientos (que prefieren construir estadios y piscinas) y por la efervescencia de las presuntas sociedades "culturales" dónde esa cultura se restringe a fomentar el deporte y el fútbol local y llenar la panza con convites de gastronomía local. Por no hablar de los grupos de coros y danzas regionales para alegrar la memoria de las abuelas, etc. etc. etc.

Por último, en los periódicos en red se prefieren ahora las entrevistas en vídeo y habladas en vez de los artículos de fondo bien escritos. Si quieres leerlos te hacen pagar. De exagerarse esto en el futuro, solo aprenderán a escribir bien los pudientes.

En los comentarios escritos a cada noticia electrónica se ha permitido y permite publicar textos escritos poco menos que por analfabetos y no se desprecia la incultura y la insuficiencia formal porque se iguala siempre por lo bajo. El remedio: actuar desde arriba, no permitir grosería ni vulgaridad en forma alguna y fomentar la cultura de la corrección.

Aprender ortografía es necesario por una cuestión muy simple: no en vano los test o pruebas psicotécnicas incluyen una sección de preguntas ortográficas que sirve para barrer al 80 % de los que buscan un empleo. A los empresarios no les interesan empleados ágrafos y analfabetos funcionales que no prestan atención a puntos y comas y a la forma correcta y propiedad precisa de las palabras: por extensión, no prestarán atención alguna a otros detalles buenos para el negocio. Estos afásicos no leen habitualmente o no entienden lo que leen por su pereza en leer; no están habituados a usar un léxico rico, preciso y abstracto y son por esa falta de curiosidad incultos y descuidados, incapaces de redactar y comprender una carta, un impreso, un formulario o un manual técnico.

Así que, si queremos que nuestros alumnos encuentren trabajo, debemos exigirles la ortografía, en especial la de las siempre omitidas y resignadas tildes, y hacerles paladear las palabras por medio de dictados y la lectura en voz alta de textos literarios. Asimismo, la ortología, el léxico y la caligrafía han de ser asiduas.

lunes, 11 de mayo de 2020

La doble -CC-

Es una de las faltas de ortografía que más quebraderos de cabeza da a la gente. Pero existe una regla que funciona en la mayoría de los casos: ver si otros derivados de la misma raíz tiene -cc- o -ct-; si algún derivado de la dicha palabra posee -ct-, es que contiene dos cés. Por ejemplo, es sujeción porque tenemos sujetar y no sujectar, pero es calefacción porque tenemos calefactor.

Ejemplos:  Abstracción, adicción, aflicción; coacción; conducción; construcción; contracción; convicción; corrección; deducción; destrucción; dirección; elección; fracción; inducción; infracción; insurrección; inyección; (im) perfección; reacción; reducción; restricción; satisfacción. 

Porque existen las palabras: abstracto; adicto; aflictivo; coactivo; conductor; constructor; contractura; convicto; correcto; deductivo; destructor; director; electo; fractura; inductivo; infractor; inspector; instructor; insurrecto; inyectar; perfecto; reactor; reductivo; restrictivo; satisfactorio

Mal: inflacción; bien inflación
Mal: sujección, bien sujeción

Como está dicho, esa regla sirve en la mayoría de los casos. Sin embargo, hay algunas palabras que se escriben con -cc- pero no tienen derivados que contienen -ct-, porque la lengua no los posee. Aquí haré una lista con estas molestas palabras que son excepciones a la regla:

Cocción, decocción.
Distracción.
Fricción, friccionar.
Succión, succionar.
Transacción.
Refacción.
Deyección.
Astricción
Educción
Confección, confeccionar
Aducción
Aflicción
Rarefacción
Licuefacción
Micción
Jurisdicción
Reelección
Sustracción
Vivisección.
Resurrección
Resección.

Hay palabras con dos versiones, pero la RAE aconseja la primera:

Flácido y fláccido
Flacidez y flaccidez

martes, 16 de mayo de 2017

Deterioro de la ortografía, un signo de los tiempos

I

Adrien de Tricornot "Progresser en orthographe, c’est devenir meilleur dans toutes les matières", en Le Monde, 11-V-2017:

Une étude du CNRS menée auprès d’étudiants en économie et gestion montre que ceux qui améliorent leur « littératie » (maîtrise de la langue) progressent dans l’ensemble des disciplines, y compris scientifiques.

C’est désormais démontré : progresser dans la maîtrise de la langue française influe positivement sur les résultats universitaires des étudiants « dans les disciplines aussi bien littéraires que scientifiques ». Tel est en effet l’enseignement d’une étude menée sur les performances des étudiants en première année d’économie et gestion des universités Paris-Est-Marne-la-Vallée et Lille 1 entre 2011 et 2014, publiée en ce mois de mai 2017 dans sa version finalisée.

« Une bonne syntaxe, une bonne grammaire ou une bonne orthographe aident à bien comprendre l’énoncé d’un problème de mathématiques, comme elles aident à le résoudre », résume Yannick L’Horty, professeur des universités et coauteur de cette étude du CNRS intitulée : « Faut-il encourager les étudiants à améliorer leur orthographe ? ». « Le résultat est clair : l’amélioration de la maîtrise de la langue peut produire des effets sensibles sur les résultats et peut être un vecteur de lutte contre l’échec », explique-t-il.

Un échantillon de quelque 849 étudiants a participé à cette « expérience contrôlée », en étant d’abord informés en début d’année universitaire de la possibilité d’utiliser la plate-forme en ligne du Projet Voltaire pour améliorer leurs compétences orthographiques, et en les incitant à le faire. Ensuite, les étudiants ont été divisés en deux groupes tirés au sort : seulement la moitié d’entre eux a été fortement encouragée à utiliser le logiciel de perfectionnement en orthographe, grammaire et syntaxe, par des rappels réguliers de leurs enseignants sur l’importance d’une bonne maîtrise de la langue et en mettant en exergue que les notes obtenues sur la plate-forme seraient prises en compte pour l’évaluation finale.

Les étudiants les plus sensibilisés ont effectivement passé plus de temps que les autres sur la plate-forme, améliorant davantage leurs notes en « littératie » mais aussi dans les autres matières : leur moyenne générale est supérieure d’un demi-point à un point à celle des étudiants de l’autre groupe. « Le plus grand bénéfice est obtenu par ceux dont le niveau de départ était le plus faible », détaille Yannick L’Horty.

C’est la première fois que le lien entre la « littératie » et la réussite est étudié dans l’enseignement supérieur, le sujet ayant jusqu’alors été limité à l’école primaire et secondaire. Pour M. L’Horty, « cette étude montre qu’avec peu de moyens, on peut réutiliser des données pour produire des résultats intéressants sur d’autres questions liées à l’échec, comme par exemple l’orientation ».

II

Adrien de Tricornot, "Trop d’étudiants fâchés avec l’orthographe", en Le Monde, 23-IX-2015:

Face à la multiplication des fautes dans les copies de leurs élèves, universités et grandes écoles mettent en place des stages et des ateliers.

Les étudiants font de plus en plus de fautes dans leurs copies. Loïc Drouallière l’a démontré. Cet enseignant-chercheur à l’université de Toulon en expression-communication s’est en effet penché sur les copies d’examen d’étudiants en fin de première année de licence en sciences économiques dans une université parisienne. Le constat est sans appel : en presque vingt ans, la moyenne des fautes sur cent mots est passée de 2,73 % à 5,92 % en 2012.

Dans le livre qu’il vient de publier – Orthographe en chute, orthographe en chiffres. Deux expériences édifiantes (L’Harmattan, 274 pages, 20,99 euros), il raconte qu’il a envoyé 200 CV présentant les mêmes caractéristiques, l’un sans fautes, l’autre avec. Résultat : « Les prises de contact ont été de 60 % supérieures pour les CV sans fautes », indique-t-il. Loïc Drouallière a pris le taureau par les cornes : depuis 2006, il donne des cours d’orthographe et de grammaire à ses étudiants.
Orthographe, syntaxe, vocabulaire, grammaire… Universités et grandes écoles s’y sont mises. Face aux lacunes de ses étudiants, l’université de Bourgogne a créé, en 2013, un centre de pratique de l’écrit et de l’oral, et engagé un professeur agrégé de linguistique pour s’en occuper. « Comme toutes les universités et les grandes écoles, nous constatons depuis plusieurs années un manque de maîtrise de l’écrit et de l’oral et un besoin d’accompagnement pour les étudiants », explique Stéphanie Grayot-Dirx, professeure de droit privé et vice-présidente chargée de la réussite en licence.
Des permanences sans rendez-vous, des stages et des ateliers sont proposés sur inscription et sur la base du volontariat. « Obliger un jeune à suivre un cours est contre-productif », assure la vice-présidente. Néanmoins, ceux qui ont beaucoup de difficultés sont encouragés à y aller. Et ça marche. « Les ateliers et les stages sont pleins », se félicite Stéphanie Grayot-Dirx. L’université réfléchit même à valoriser le travail des étudiants en leur accordant des ECTS (ex-unité de valeur comptabilisée pour obtenir son diplôme).

Un module de langue française

Cette décision, Paris-Ouest-Nanterre l’a prise à la rentrée 2014. En s’appuyant sur les compétences linguistiques, l’université s’est dotée d’un module de langue française destiné à tous les étudiants de première année de licence (environ 7 000 étudiants). « L’objectif n’est pas seulement l’orthographe, mais aussi la grammaire, le choix du mot juste et la production d’écrits », souligne Christophe Bréchet, vice-président de la commission de la formation et de la vie universitaire.
Proposé au premier semestre, ce cours d’une heure trente sur douze semaines donne droit à 1,5 ECTS pour peu que l’étudiant réussisse l’examen final – un QCM pendant la session d’examen. Aux partiels de 2015, sur 4 526 présents à l’examen, 79 % ont eu une note supérieure ou égale à 10, alors que l’université attendait un taux de 58 %. La moyenne a atteint 11,5, les notes oscillaient entre 2 et 18.

Mauvais niveau ou simple laisser-aller ? Certes, de nombreux grammairiens estiment que la place consacrée à l’orthographe dans le primaire et le secondaire est insuffisante. Mais cela n’expliquerait pas tout. Anne Banny, professeure de lettres et doyenne de la faculté de lettres à l’Institut catholique de Paris, observe depuis des années un certain relâchement de la part des étudiants : « Ils maîtrisent les règles, mais estiment que l’essentiel est ailleurs. Ils ont un rapport différent à l’orthographe de celui de leurs parents. Sans compter que l’on a délégué le contrôle de la qualité de la langue à des outils automatiques. »

Le problème, souligne Anne Banny, c’est que relâcher la qualité d’écriture conduit à un relâchement lexical. Pour que les étudiants réagissent, elle enlève un point toutes les cinq fautes. Les étudiants sont prévenus. La pression fonctionne. « En début d’année, mes étudiants m’ont rendu un devoir fait à la maison, le plus mauvais a perdu sept points. Trois semaines plus tard, ils ont eu un devoir sur table, le plus mauvais n’a perdu qu’un point… »

Néanmoins, son établissement a développé en 2012 un module de perfectionnement en expression française, qui est suivi par une quinzaine d’étudiants volontaires de la faculté de lettres. « Nous réfléchissons à le rendre obligatoire pour ceux qui en ont vraiment besoin », dit-elle. Tous les autres passent, depuis la rentrée 2014, le test orthographique du Projet Voltaire – un service en ligne d’entraînement à l’orthographe qui peut conduire à une certification. Histoire de leur faire prendre conscience de leur niveau.

Apprentissage en ligne

Universités et écoles ont recours à ce type de plate-forme privée d’apprentissage en ligne. Le Projet Voltaire revendique l’utilisation de son service par une cinquantaine d’universités et un millier d’établissements du supérieur. Depuis sa création, en janvier 2010, la certification Voltaire a été obtenue par 40 000 étudiants, dont environ la moitié pour la seule année 2015. « Dans beaucoup de cas, c’est une note prise en compte pour la moyenne. Mais de plus en plus d’écoles d’ingénieurs exigent un score minimum pour l’obtention du diplôme », indique Pascal Hostachy, président fondateur de l’entreprise Woonoz et du Projet Voltaire. De fait, à l’Ecole catholique des arts et métiers de Lyon, obtenir un score de 500 points au moins sur 1 000, soit le niveau considéré comme professionnel, est une condition pour être diplômé de la filière généraliste.

A Montpellier Business School, avoir 500 sur 1 000 permet d’obtenir deux crédits sur les 60 nécessaires pour valider une année de master et quatre sur les trois premières années de scolarité. Outre les cours en ligne, des sessions d’orthographe et de grammaire sont organisées dans l’école pendant l’année. « L’adhésion des étudiants est très forte, et ils attendent que l’on s’occupe de cette question qui est très importante », témoigne Charlotte Reboud, responsable du module de préparation à la certification Voltaire.

Quelque 60 000 étudiants ont aussi déjà passé le test initial de la plate-forme Orthodidacte depuis 2010. « Un étudiant sur deux souffre de problèmes d’orthographe. 30 % de ceux que nous avons testés sont en grande difficulté et commettent des fautes très grossières », constate Michael Hiroux, cofondateur et président. L’importance redonnée à l’écrit dans les nouveaux programmes scolaires devrait faire remonter le niveau. En attendant, universités et grandes écoles se mobilisent.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Suspenden a más de la mitad de los aspirantes a bombero de Burgos por faltas de ortografía

"Suspenden a más de la mitad de los aspirantes a bombero de Burgos por faltas de ortografía", en Abc de Madrid, 30/01/2017 :

El jefe del Parque, presidente del tribunal de la oposición, ve «lamentables» los resultados de las pruebas, ya que «lo que se pedía es un nivel de ESO»

«El exclavo murió de axfisia alcoholizado sin fuerza de voluntad para estirpar de su vida tan esagerado vicio» («El esclavo murió de asfixia alcoholizado sin fuerza de voluntad para extirpar de su vida tan exagerado vicio»). Este es uno de los ejemplos del examen de ortografía que ha suspendido a 38 de los 62 aspirantes a ser bomberos del Ayuntamiento de Burgos. Según recoge el Diario de Burgos, se trataba de la primera prueba a la que se enfrentaban los candidatos a ocupar una de las ocho plazas ofertadas y en ella se valoraba el conocimiento de la ciudad, el callejero y la ortografía.

En concreto, el ejercicio de cinco horas estaba compuesto por cuatro pruebas principales, todas excluyentes: cultura general; correcto uso de la ortografía; problemas matemáticos relacionados con actuaciones habituales de los bomberos y prueba sobre el conocimiento de la ciudad y el callejero.

Según recoge el diario burgalés, todos los aspirantes superaron el test de la cultura general. Por contra, la prueba de ortografía fue donde más cayeron, hasta un total de 38. El jefe de Bomberos de Burgos, presidente del tribunal de la oposición, ha considerado «lamentable» este resultado, ya que «lo que se ha pedido es de un nivel de ESO». «Los problemas, el dictado y la cultura general no son específicos de bomberos, pero eso no quiere decir que no se pida un mínimo de cultura general o conocimientos» ha señalado.

Otros ejemplos del examen de ortografía

- «Saúl se hayaba en la cocina rellenando los ojaldres recién horneados, cuya receta había hechado en el olvido» («Saúl se hallaba en la cocina rellenando los hojaldres recién horneados, cuya receta había echado en el olvido»).

- «Participó en la rellerta y el mozo cayó al suelo hecho un obillo, esangüe, con las manos en el vientre, inerte» («Participó en la reyerta y el mozo cayó en el suelo hecho un ovillo exangüe, con las manos en el vientre, inerte»)

- «As de observar que la masa a absorvido la mayor parte de los ingredientes» («Has de observar que la masa ha absorbido la mayor parte de los ingredientes»)

lunes, 24 de octubre de 2016

Modelo de trabajo de ortografía

TRABAJO SOBRE ORTOGRAFÍA

Consiste en copiar las reglas de ortografía con al menos tres ejemplos de cada una de las reglas y sus apartados desde un libro apropiado (por ejemplo, Ortografía básica de la lengua española. Madrid: Real Academia Española, 2012).  También se puede descargar directamente de Internet. Por ejemplo en http://bibliotecas.cio.mx/ebooks/e0200.pdf  y en otros lugares.

Debe contener las siguientes secciones:

1. Reglas de acentuación.

-Reglas generales.

-Acentuación de diptongos y triptongos.

-Acentuación de palabras compuestas y de los adverbios en -mente.

-Acentuación de los monosílabos y excepciones: el / él, de / dé, te / té, se / sé, tu / tú,  mi / mí, si / sí , mas / más, que / qué, quien / quién, cual / cuál.

2. Reglas de uso y ejemplos de las letras B, V, H, G, J, C, Z, X, S, Ll, Y, R-RR. 

3.  Reglas de uso y ejemplos de las mayúsculas y las minúsculas.

4. Reglas de uso y ejemplos (bastará con uno) de los signos de puntuación coma, punto, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos.

5. Significado y usos de las palabras homónimas a / ha, ablando / hablando, abría / habría, acerbo / acervo, actitud / aptitud, agito / ajito, aprehender / aprender, as / has, ato / hato, atajo / hatajo, a ver / haber, bah / va, bacante / vacante, balido / valido / válido, balón / valón, bacía / vacía, baqueta / vaqueta, baca / vaca, bario / vario, basca / vasca, bascular / vascular, baya / vaya / valla, beta / veta, biga / viga, cava / caba, cabila / cavila, cayo / callo, cayado / callado, cansas / Kansas, grave / grabe, alado / halado, aré / haré, arte / harte, arroyo / arrollo, as / has, ay / hay /ahí, asta / hasta, avía / había, ayes / halles, bacilo / vacilo, balido / válido, barón / varón, base / vase, baso / vaso, basto / vasto, bate / vate, be / ve, bello / vello,  bestia / vestía, bienes / vienes, bobina / bovina, bota / vota, botar / votar, bote / vote, cabo / cavo, cabe / cave, calló / cayó, combino / convino, contexto / contesto, desecho / deshecho, ¡eh! / he / e, encima / enzima, echo-a / hecho-a, enebro / enhebro, errado / herrado, errar / herrar, ética / hética, espiar / expiar, esotérico / exotérico, espirar / expirar, estático / extático, estirpe / extirpe, orca / horca, gallo / gayo, gira / jira, gravar / grabar, a ver / haber, habito / hábito, hala / ala, haya / halla / aya, haría / aria, hice / ice,  hierba / hierva, hierro / yerro, hinca / inca, honda / onda, hoya / olla, huya / hulla, huno / uno, iba / iva, ingerir / injerir, izo / hizo,  laso / laxo, malla / maya, novel / Nobel, o / oh, ojear / hojear, ola / hola, ora / hora, poyo / pollo, kilo / quilo, puya / pulla,  rallar / rayar, rebelar / revelar, revólver / revolver, ribera / rivera, sabia / savia, saque / sake, sexo / seso, silba / silva, tubo / tuvo, uso / huso, vaya / valla. 

6. (Solo para hispanoamericanos y andaluces): abrazar / abrasar, as / has / haz, asar / azar / azahar, Asia / hacia, asesinar / acecinar, bazo / vaso, bazar / bazar, beses / veces, bracero / brasero, brasa / braza, cause / cauce, casa / caza, cazar / casar, cebo / sebo, cede / sede, ceda / seda, cesión / sesión, cegar / segar, cena / Sena, cenador / senador, cerrar / serrar, cesión / sesión, cien / sien, ciervo / siervo, cilicio / silicio, cima / sima, cita / sita, cocer / coser, concejo / consejo, corso / corzo, encima / enzima, encausar / encauzar, losa / loza, masa / maza, meza / mesa, poso /pozo, rasa / raza, rebosar / rebozar, sacarías / Zacarías, sueco / zueco, sumo / zumo / tasa / taza, vos / voz.

7. Diferencias entre porqué, porque, por qué y por que, y entre conque / con que / con qué.