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miércoles, 26 de febrero de 2025

Dossier censura franquista

 Dossier sobre censura franquista.

Los 1.786 libros condenados al ‘infierno’ por Franco, en El País, Paco Cerdà, 22 feb 2025

Una investigación descubre las novelas y ensayos del Fondo Marxista que la dictadura prohibió y encerró en el depósito de la biblioteca central militar

Bajo el nombre de Fondo de Literatura Marxista han permanecido escondidos en el infierno de la biblioteca central del Ejército español casi 2.000 libros. Allí llevaban desde el comienzo de la dictadura franquista, cuando fueron requisados por las fuerzas del bando nacional en las bibliotecas de ateneos republicanos, sindicatos, partidos políticos, bibliotecas municipales y colecciones personales. Eran libros peligrosos, inmorales. Libros opuestos al Movimiento Nacional. “Lecturas disolventes” para las almas de aquella España nueva que se soñaba grande y libre.

Muchos otros libros habían sido quemados en piras de fuego de aroma inquisitorial —un bibliocausto todavía muy desconocido— o destruidos y luego convertidos en pasta de papel ante la escasez reinante. Sin embargo, estos 1.786 ejemplares fueron puestos a buen recaudo. Primero, custodiados en el cuartel general franquista de Salamanca. Después, encerrados en armarios metálicos del Archivo de la Guerra de Liberación, en los documentos relativos a la Zona Roja. Más adelante, en la secretaría de la biblioteca central militar. Y, finalmente, ocultos en sus depósitos, con la etiqueta “Reservado” y del todo invisibles desde aquel lejano 1939. Pero ahora, al fin, gracias al ensayo Libros en el ‘infierno’ (Silex Magnum), ya se sabe qué libros componían esta colección única en España. Y había mucho más que libros de Lenin, Bakunin, Koprotkin y Marx. Mucho más que el Balance del primer Plan quinquenal de Stalin o las loas al movimiento stajanovista de la URSS.

El fondo, investigado por Inocencia Soria y Fernando Torra —que han sido directores técnicos de la biblioteca Central Militar—, constituye una elocuente radiografía de las novelas que el franquismo quiso censurar; de los diseños artísticos de una vanguardia que la dictadura quería alejar; de las ideas emancipadoras y los movimientos revolucionarios que el nuevo régimen quiso invisibilizar. Y todo empieza con la literatura de ficción: casi 300 novelas que los autores de este ensayo van recorriendo casi una a una de un modo detectivesco.

Está Manhattan Transfer de John Dos Passos y El lobo estepario de Hermann Hesse. Está el pacifismo de Los generales mueren en la cama, del canadiense Charles Yale Harrison, un alegato de cómo la guerra mata a los soldados en las sucias trincheras y deja a los generales morir en la cama. Está también la utopía socialista de El año dos mil, donde el estadounidense Edward Bellamy presenta una sociedad con igualdad salarial y jubilaciones a los 45 años. Y está El frente de guerra femenino, de Adolf Arthur Kuhnert, dedicada al sufrimiento femenino en la retaguardia y a la lucha de las mujeres alemanas contra las miserias a las que abocan las mentiras de la patria.

A veces los textos son censurados por fijarse demasiado en lo social. Es el caso del alemán Kurt Münzer, que firmó con el seudónimo de Georg Fink su exitosa novela Tengo hambre para retratar al proletariado de los barrios pobres de Berlín, o el caso de Schkid: la república de los vagabundos, de Grigori Belyj y Leonid Panteleev, que trata de los miles de niños que mendigaban en las calles rusas y delinquían para sobrevivir.

En otras ocasiones, las tramas de estos libros prohibidos suben de voltaje y se centran en el terrorismo político, como sucede con las Memorias de un terrorista, de Boris Savinkov, traducida al español por Andreu Nin, o con las negras obras del escritor ruso Roman Borisovich Gul, que narra las historias reales de Yevno Azef, un agitador, terrorista y agente doble que usó la violencia y que su autor contaría en Savinkov (los lanzadores de bombas), Azef (los lanzadores de bombas), Azef, agente provocador y El terrorista Savinkov.

Este Fondo Marxista purgado por el franquismo es un viaje por las editoriales más avanzadas y activas de los años veinte y treinta en España. Sellos como Cenit, Zeus, Tierra y Libertad, Dédalo, Fénix, Morata, Gráfica Socialista, Ediciones Europa-América o Aguilar. También muestra el elenco de intelectuales y escritores de prestigio que traducían al español las novelas más exitosas de otros idiomas, como Francisco Ayala, Cipriano Rivas Cherif, César Vallejo, Wenceslao Roces, Tatiana Enco de Valero o Márgara Villegas. Pero este infierno marxista representa, especialmente, un recorrido visual por las portadas, las maquetaciones y las tipografías de aquella época de modernidad con sus principales exponentes.

El cartelista e ilustrador Ramón Puyol Román y sus cubiertas de trazos geométricos o puramente tipográficas. Josep Renau y su discurso renovador con un fotomontaje tan deudor del constructivismo ruso. El anarquista Manuel Monleón y su estilo realista. Gabriel García Maroto, ayer modernista y hoy vanguardista. El neocubismo de Manuel Ballester. El cartelista de vanguardia Manuel Benet. John Heartfield, inventor del fotomontaje político y tan próximo al dadaísmo. Santiago Pelegrín y sus influencias surrealistas o expresionistas inspiradas en el caricaturista George Grosz. El genio comprometido del comunista polaco Mariano Rawicz y su compatriota y tipógrafo Mauricio Amster, un adelantado en el diseño gráfico. Y el ilustrador anarquista Carles Fontserè. Y Ramón Gaya, y Alberto Sánchez, y Pompeyo Audivert y muchos otros artistas.

Todos ellos aportaban su talento para alumbrar títulos condenados a este infierno como La caballería roja de Isaac Babel o España, república de trabajadores, donde el periodista soviético Iliá Ehrenburg criticaba la tibieza con que la República española estaba afrontando el cambio social en una España de siervos y curas. También aparecen en esta colección de libros requisados Los rebeldes, primera obra de Sándor Márai en español, algunas novelas sociales del escritor rumano Panait Istrati, conocido como el Gorki de los Balcanes, la literatura de combate del sindicalista italiano Giovanni Germanetto en Memorias de un barbero, o La calle sin sol: novela de una huelga en el Japón, un best seller de Sunao Tokunaga que encumbró la literatura proletaria nipona de entreguerras.

En español destacan nueve títulos de Ramón J. Sender, el autor más censurado, y otros libros como Valor y Miedo, veinte historias de Arturo Barea con la Guerra Civil de fondo, o Los de ayer, donde Rafael Vidiella narra las peripecias del anarquista Bernabéu en el barrio chino de Barcelona en 1917. También por los bajos fondos de Barcelona se mueve Un film (3000 metres), con la escritura más experimental de Caterina Albert bajo el seudónimo de Víctor Català. De calado propagandístico es el Auca del nen català, antifeixista i humà, dibujada por Josep Obiol.

El apasionante recorrido que Inocencia Soria y Fernando Torra realizan por cada volumen los conducen también a los sellos, los exlibris y las dedicatorias que llevan casi quinientos libros. Hay una valiosa primera edición de Viento del pueblo, poesía en la guerra, de Miguel Hernández, con el sello del Socorro Rojo, y otros volúmenes con marcas de pertenencia a las Juventudes Libertarias, a hogares culturales, a bibliotecas de comandancias, batallones o compañías militares, o hasta a La Dona a la Reraguarda de Girona. Resulta entreñable leer marcas y mensajes en estos volúmenes que reflejan el orgullo que el movimiento obrero sentía por sus bibliotecas. Dos ejemplos: “Cuida el libro con el mismo cariño que el SRI te lo entrega”; “Los libros son fuente de saber. El Sindicato Nacional Ferroviario espera de tu cultura, trates bien este que pone en tus manos”.

Hay muchos libros dedicados a mano para personajes como Fernando de los Ríos, Margarita Nelken, Ramón J. Sender o Julián Zugazagoitia, lo cual permite rastrear el origen concreto del volumen. Dos ejemplos más: con la frase “A Don Francisco Largo Caballero, jefe admirable y esperanza del pueblo español en estas horas de heroica angustia, su amigo Pablo Suero” le dedica su obra España levanta el puño. O Emili Granier-Barrera, traductor de la primera edición catalana del Manifest del Partit Comunista, dedica el volumen al filósofo y pedagogo “Joaquim Xirau, exegeta subtil de Marx a Catalunya, amb la millor devoció amical”.

Aparte del castellano, en este Fondo de Literatura Marxista hay libros en francés (447), catalán (106), ruso (78), alemán (47), inglés (39), italiano (15) y un ejemplar en checo, en portugués, en danés y en árabe. Lo del libro árabe tiene su gracia. Los delirios censores del primer franquismo llevaron a condenar ese volumen en árabe titulado Propaganda roja, cuando en realidad documentaba la actuación de las tropas británicas en Palestina y Jerusalén en 1938. Era un rojo inofensivo, pero fue condenado a las llamas secas de este infierno militar.

Todas aquellas páginas vetadas habían estado, poco antes, al alcance de obreros y campesinos. Sin embargo, subrayan los autores, “el franquismo asumió con fervor el discurso de la jerarquía eclesiástica ultramontana y del conservadurismo más reaccionario sobre los libros y la cultura” y los apartó de las masas por el peligro que siempre entraña leer. Ya sea a Dostoievski, a John Reed o a Victor Serge. Ya sea Un patriota 100 por 100 del americano Upton Sinclair o La bolchevique enamorada de la soviética Alexandra Kollontai. Más de ochenta y cinco años durmieron secuestrados por el polvo y las tapas cerradas. Ahora, tras una temporada en el infierno, han vuelto a renacer.

II

Manual de la represión franquista para la destrucción de una cultura, en El País, Jordi Amat, 27 ene 2024:

Nueva documentación descubre cuál fue la actuación sistemática de la represión de la dictadura contra escritores y periodistas con argumentos políticos y morales y desmiente tópicos revisionistas

Si se tenía que llamar de nuevo a las puertas de la autoridad, se enviaba otra carta más. Desde finales de la década de los cuarenta, desde que Álvaro Retana recuperó la libertad, sus intentos fracasados con la censura de la dictadura franquista se contaban por decenas. En sus peticiones para poder editar había usado toda clase de descaradas estrategias y apenas habían servido de nada. Que si el autor del original era su hijo, que si el mismo texto ya se había publicado durante la dictadura de Primo de Rivera, que si no había nada de inmoral porque en el fondo buscaba la redención del lector mostrando el vicio, que si moralina, que si Franco, que la falsa y reiterada amenaza que le publicarían en América Latina. Y no, no autorizaban, pero él persistía.

Por entonces su popularidad ya solo era un sueño de hacía medio siglo, pero los recortes de prensa que guardaba de esa época dorada y los elogios de una crítica caducada seguían siendo el motor de una triste esperanza. En su día se había sentido como la primera celebrity gay de la cultura española, como un heredero de Oscar Wilde (así lo afirmaba él mismo). Mientras trabajaba como funcionario en el Tribunal de Cuentas, antes que lo depurasen durante la Segunda República, llegó a ganar 60.000 pesetas al año gracias a los más de cien libros que publicó. Nunca fue una cuestión de calidad, sino de popularidad: la fascinación por la variante turbia del sensacionalismo galante. Escribía novelas de quiosco que, entre el folletín y el morbo, exploraban territorios de moral y sexualidad heterodoxa. Hay sociedades que lo toleran y otras que lo reprimen.

La marginación de Retana en el franquismo, la que acaba de documentar José Martínez Rubio, es un espejo grotesco donde se refleja una perversidad mucho más peligrosa que la de los libros que la censura no le dejó publicar. Es el mundo que retrató Martínez de Pisón en la excelente Castillos de fuego. La homosexualidad estaba prohibida en la calle por ley y en el papel por una censura de moralización pervertida.

Todavía a finales de 1964, con 75 años, estaba desesperado. Volvió a escribir al Director General de Información. ¿Cómo podían prohibirle por tercera vez la obra La virtud de cristal si era una adaptación de Shakespeare? Y, como en otras ocasiones, hizo un informe sobre argumentos inmorales de obras que había visto representadas y que la censura sí había autorizado: “incesto de una madre y un hijo”, “otro incesto de dos hermanos”, “protagonista invertido”, “hermana, hermano y madre, enamorados de un profesor”, “adulterio, inversión sexual, etc” (La gata sobre el tejado de zinc), “prostitutas”, “amores y extravíos sexuales de una toxicómana, un tuberculoso y otro personaje igualmente tarado” (esta última era Largo viaje hacia la noche). En este caso logró lo que pretendía y doce años después del primer intento, lo consiguió.

Pero, a pesar de la revitalización del género del cuplé, que le permitió publicar de nuevo en prensa (con pseudónimo, claro), él ya estaba hundido. En su testamento diseñó la escenografía de su funeral. “Mi cadáver con el rostro cubierto por un pañuelo y envuelto el cuerpo en una sábana pues entre ellas pasé las mejores horas de mi vida”. Pero lo mejor sería el cartel que acompañaría al féretro: “A mis pies se colocará una cinta con los colores de la bandera española y un cartelito que diga: MIERDA PARA LOS QUE QUEDAN”.

Dura represión

“Debemos condenar y condenamos al procesado ÁLVARO RETANA Y RAMÍREZ DE ARELLANO, como autor de un delito de ADHESIÓN A LA REBELIÓN, con las circunstancias agravantes de perversidad y trascendencia de los hechos realizados, a la PENA DE MUERTE”. Así consta en la sentencia del procedimiento sumarísimo contra Retana dictada el 17 de agosto de 1939. El comodín de la rebelión, la obsesión enfermiza con la perversidad.

Había sido detenido cuatro meses antes por indicación del Marqués de Portago. Cárceles de Yeserías, Porlier, Conde Toreno, el Fuerte de San Cristóbal en Pamplona. El Consejo de Guerra que lo condenó, presidido por Pablo Alfaro Alfaro, no desaprovecho la oportunidad de señalar que se trataba de un “antiguo escritor pornógrafo”. La principal prueba en su contra había sido una carta que envió al jefe del SIM de Madrid durante la guerra civil. Se ofrecía para conservar en su casa material religioso incautado, por ejemplo una custodia que redecoraría con el retrato de una cupletista y tres rosas con los colores de la bandera republicana. Esa carta, en la que describía un sacrilegio entre infantil y mitómano, lo condenó. Pero dos meses después de haber sido sentenciado, la pena le fue conmutada: 30 años de reclusión. Finalmente el 18 de mayo de 1948, cuando ya estaba en libertad condicional, fue indultado. Empezó su lucha con la censura.

El franquismo contra Álvaro Retana tiene como base documental los 72 expedientes de censura que se conservan en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares. La información sobre la peripecia penal la ha obtenido estudiando expedientes conservados en el Archivo General e Histórico de Defensa. Documentación de este segundo archivo es la base de Las armas contra las letras de Juan A. Ríos Carratalá, que el 20 de febrero acudirá la vista previa por la demanda interpuesta contra él y otras personas por el hijo de Antonio Luis Baena Tocón, secretario judicial del Juzgado Especial de Prensa que instruyó el procedimiento contra el poeta Miguel Hernández: una amenaza preocupante a la investigación rigurosa sobre la España contemporánea.

El historiador en el archivo. Años pidiendo expedientes que se están catalogando desde hace más de dos décadas, horas y horas leyendo diligencias, providencias, indagatorias, testimonios, autos, actas, sentencias o actuaciones judiciales. Datos, procesos, reconstruir lo ocurrido. No ganar una batalla perdida. Explicar qué ocurrió. Es un trabajo que recupera los nombres de víctimas y victimarios. No es un legajo excepcional que aparece en el Rastro. Datos y un patrón. La mecánica de la máquina. Sistematizando este material de archivo, Carratalá ha compuesto un estudio durísimo sobre derrotados que también perdieron en las historias de la cultura. Entre la burocracia represiva emergen decenas de periodistas perdidos y escritores olvidados, plumillas o dibujantes que no tuvieron la oportunidad de exiliarse o que decidieron quedarse en España porque no tenían las manos manchadas de sangre. Pero la máquina represiva, metódica, les destrozó su vida profesional. Y algunos condenados a muerte fueron rápidamente ejecutados, después de procesos judiciales sin garantías de ningún tipo.

Aspectos de la máquina de destrucción cultural del franquismo ya han sido bien estudiados. Josep Benet fue pionero en la descripción del caso catalán al mostrar la meticulosidad del desmantelamiento integral de todo un sistema cultural . El clásico de Manuel Abellán Censura y creación literaria en España es de 1980. Para la depuración académica sigue siendo referencia El atroz desmoche de Jaume Claret. Pero no existía una monografía sobre la represión pura ejercida sobre escritores y periodistas. La mina del horror era y es ese Archivo General e Histórico de Defensa. Carratalá evidencia ahora cómo el franquismo fue implacable a la hora de usar los consejos de guerra como estrategia para acabar con la libertad de expresión y así, sobre el temor y la muerte, afianzar la dictadura.

Tres casos

Los vecinos del número 30 de la calle Ríos Rosas demostraron un coraje cívico poco frecuente en la inmediata postguerra. Ellos también ser destacados porque fueron justos a pesar del terror. Avalaron al vecino del segundo izquierda en un escrito colectivo que ratificaron en el juzgado. “En varias ocasiones impidió que en esta casa hubiese que lamentar el menor desmán o abuso, ni sufriéramos los firmantes la más mínima molestia, a pesar de conocer nuestro ideario derechista y de saber que, con regularidad, se venían celebrando actos y reuniones religiosas en uno o varios cuartos del inmueble”. Pero al Juzgado Militar de Prensa le interesaron poco estos testimonios porque el secretario instructor adscrito buscaba pruebas para inculpar en hemerotecas y archivos incautados. No tardó en encontrarlas para procesar al caricaturista José Robledano Torres.

Las actas de la Asociación Profesional de Periodistas, por ejemplo. El 18 de octubre de 1936 se reunieron y, ante la amenaza del avance de las tropas insurrectas en dirección a Madrid, se nombraron comisarios de guerra: uno de ellos era Robledano. Y Chaves Nogales, que estaba allí, sería uno de los dos reunidos que se encargarían de organizar la aportación de aquel comité de guerra al Ejército Popular. Pero es que Robledano, “de antiguas y exaltadas ideas marxistas”, había publicado 21 dibujos en Claridad, “órgano de prensa de Largo Caballero”. El testimonio de un alférez durante la instrucción era contundente: “su labor no puede menos de calificarse como la más violente y soez que se ha hecho en un diario de España”. Pena de muerte conmutada gracias a la actuación de su mujer, que se encargó de sacar de la cárcel los dibujos que pintó su marido.

Nadie se preocupó por la suerte de Javier Bueno. Su acelerado periplo judicial es la “crónica de un fusilamiento anunciado”. A los cuatro días del fin de la guerra, fue extraído de la delegación diplomática donde estaba refugiado. Ojo con este detalle. Es una violación del espacio de las embajadas que, contra lo dicho por el relato revisionista, no se produjo durante el período republicano, pero sí se normalizó en 1939. Luego apaleado. Luego lo llevaron a la prisión de Porlier. Como se le consideraba en parte autor intelectual de la Revolución de Asturias, en su caso no faltaron los informes del delegado falangista en Gijón o del comisario de Oviedo. “En toda su actuación periodística ha demostrado ser uno de los mayores enemigos de España y de los más incondicionales al servicio de Moscú”. Fue condenado a muerte por adhesión a la rebelión. Fue fusilado el 27 de septiembre de 1939. Su causa fue incautada y su familia tuvo que trasladarse a un garaje. Por aquellos días su mujer seguía encarcelada por haber contraído matrimonio civil con el director de Avance.

Aunque sufrió una tragedia, el poeta Germán Bleiberg, detenido por una delación, sobrevivió. Su delito era haber recogido firmas, a los dieciséis años y durante su veraneo en Aranjuez, contra el golpista general Sanjurjo. Fue detenido en mayo de 1939, un mes después del suicido de su padre. En la cárcel colaboró en actividades de reducción de penas, como otros poetas que escribieron versos ensalzando a Franco y pueden leerse en el volumen Musa redimida. Y en su caso, más allá de cómo despotricó contra él la portera de la finca donde vivía, seguro que ayudó el aval del príncipe del fascismo lírico Dionisio Ridruejo. El documento se conserva en el expediente de Bleiberg. “Certifico que conociendo dicha persona mi ideología y filiación falangista no rehuyó mi compañía en ningún caso, ni cometió acto alguno que revelase una intención de desagrado para lo que pudiéramos llamar la posición nacional”. Salió de la cárcel de Alcalá de Henares en 1943 y no tardó en marcharse de España.

Son solo tres casos, pero la suma de Las armas contra las letras evidencia que no hubo piedad para los derrotados. La guerra continuaba. No hacía falta que hubiesen cometido delitos de sangre. La legislación de la victoria también tuvo como propósito la destrucción física de una cultura.

El último cuplé

El primer libro que Álvaro Retana intentó que le autorizasen después de haber sido indultado fue La Fornarina y su tiempo. El tema era la vida teatral de principios de siglo, centrada en géneros de revista. La protagonista era uno de los fetiches del autor, la cupletista Consuelo Vello Cano. En la inmediata postguerra ese género popular, del que él mismo había sido letrista, tampoco gozaba de prestigio alguno. En una conferencia sobre la educación de la mujer, Pilar Primo de Rivera dijo ellas debían aprender a cantar romances, canciones regionales o cantos gregorianos y así ellas “desechen de sus casas los horribles cuplés de moda”. Retana lo intentó en 1948, 1949, 1955, 1960. No eran un problema los amores de Fornarina con un famoso periodista. Era la atmosfera. “El libro arrastra barro, pero un barro de homosexualismo y de invertidos que da miedo. NO DEBE PUBLICARSE”.

Esa era la idea que la máquina de destrucción cultural del franquismo tenía sobre Retana. No importaba lo que argumentaba en las cartas que mandaba en las autoridades, cuando redactaba recursos o incluso introducía diálogos en rescrituras ensalzando a Franco o incluso a la censura. Nada. “Me parece imposible poner en circulación una novela cuyos protagonistas son hetairas, invertidos y viciosos, como esta que nos ocupa, por lo cual propongo que NO SE AUTORICE”. Más. “¿Qué hay en la producción de Retana, y concretamente en esta obra, que vaya más allá de la repetición temosa de un lamentable desfile de tristes chulos desvalidos y prostitutas jubiladas, que en sus grotescos desvaríos se tratan de marqueses y de embajadores para engañar la pobretería que les aflige?”.

Otro recurso y otra carta y otra petición. Y más indignación. A otros, a pesar de su pasado (Pérez de Ayala, Jardiel Poncela, Carrere) o a pesar de la moral de sus novelas (vaya con la última de Zunzunegui), sí les dejaban publicar. Su suerte profesional, más que la literaria, solo cambió en parte tras el estreno de El último cuplé (1957) protagonizada por Sara Montiel. Aquel género musical, cuyo ambiente era su auténtico mundo, volvió a popularizarse gracias a la película y aquel hombre desahuciado por la historia empezó a vivir de los royalties de viejas canciones con su letra. Esa era su principal fuente de ingresos cuando murió en 1970. Con el pseudónimo “Carlos Fortuny” colaboraba en ABC como erudito de la cultura del cuplé e intentó que, ahora sí, se autorizasen algunos de sus libros de historia.

El 8 de septiembre de 1958 entregó a censura la antología comentada Medio siglo de cuplés firmada por “Carlos Fortuny”. Con supresiones parecía que sí iba a autorizarse. Dos informes así lo señalaban, pero en uno de los dos otro funcionario añadió un comentario con un lápiz rojo: “Todo esto es mugre”. Pidió que se hiciese la consulta con el jefe de sección. Conclusión: denegado.

El franquismo contra Álvaro Retana. Escdritos inéditos, José Martínez Rubio Renacimiento, 2024 404 páginas. 23,66 euros

José Martínez Rubio

El franquismo contra Álvaro Retana

Álvaro Retana, escritor galante y celebridad gay de principios de siglo XX, se convirtió en el emblema de una nueva modernidad literaria, tan provocadora como popular y tan liberadora como problemática. Fue un escritor audaz, rebelde, escandaloso, con una mirada en la que la homosexualidad, o la bisexualidad aparecían en un tono hedonista y celebratorio, alejado de condenas morales o análisis psicopatológicos. Ya en el franquismo, Álvaro Retana desapareció de un sistema literario controlado manu militari por la dictadura y fue lentamente olvidado por un público que no pudo escapar a la modulación cultural producida de manera sistemática por las instituciones del régimen, con su pacatería y su crueldad, con su mediocridad y su sectarismo. Este libro recupera la figura literaria de Álvaro Retana en los años más oscuros de su vida. Retana llegó a publicar 16 obras entre 1939 y 1970, año de su muerte. Sin embargo, el escritor entregó a la censura hasta 55 títulos distintos, la mayoría de los cuales no ha visto la luz todavía. Este trabajo analiza e interpreta el afán de un escritor por sobrevivir a la dictadura, a través de los 72 expedientes de censura en los que quedaron atrapados la mayor parte de sus escritos. Este libro supone un intento por completar la visión de un escritor oscurecido e invisibilizado por el franquismo.

Las armas contra las letras. Los consejos de guerra de periodistas y escritores (1939-1945), Juan A. Ríos Carratalá, Renacimiento, 2024, 416 páginas. 26,51 euros

Juan Antonio Ríos Carratalá

Las armas contra las letras

La Guerra Civil no terminó en 1939. El victorioso Ejército franquista protagonizó una represión que se cebó en colectivos como los periodistas, los escritores y los dibujantes republicanos. El ensayo analiza un conjunto representativo de los consejos de guerra seguidos contra quienes hicieron uso de la libertad de expresión y fueron condenados por el supuesto delito de rebelión militar. Los correspondientes sumarios muestran la voluntad de aniquilar al enemigo o buscar su muerte civil, así como el espanto de una farsa jurídica caracterizada por el cinismo y la mediocridad de unos vencedores ajenos a cualquier intento de reconciliación. La Ley de Memoria Democrática, del 20 de octubre de 2022, declaró estos consejos de guerra «ilegales e ilegítimos» y sus sentencias «ilegales y radicalmente nulas» (arts. 4 y 5). El ensayo ejemplifica las razones de esta calificación legal y evidencia que la relación entre las armas y las letras de aquella España no debe circunscribirse al período 1936-1939, pues la Victoria fue una nueva y cruel etapa de la guerra donde las armas franquistas buscaron la erradicación de las letras republicanas. «Los periodistas, junto con los políticos y los policías, fueron las 3 P de la más feroz represión franquista». Cristina Martínez, Información

jueves, 22 de agosto de 2024

Leyes mordaza y libertad de expresión, por Rowan Atkinson

[Traducción automática desde Youtube y revisión posterior por mí]: 

Mi punto de partida cuando se trata de considerar cualquier tema relacionado con la libertad de expresión es mi apasionada creencia de que la segunda cosa más preciada en la vida es el derecho a expresarse libremente. Creo que la cosa más preciada en la vida es la comida en tu boca y la tercera más preciada es un techo sobre tu cabeza; pero un elemento fijo para mí en el puesto número dos es la libre expresión, justo debajo de la necesidad de sostener la vida misma; eso se debe a que he disfrutado de la libre expresión en este país durante toda mi vida profesional y espero continuar haciéndolo personalmente. Sospecho que es muy poco probable que me arresten por cualquier ley que exista para contener la libertad de expresión, debido a la posición indudablemente privilegiada que se otorga a aquellos de alto perfil público, por lo que mis preocupaciones son menos por mí y más por aquellos más vulnerables debido a su perfil más bajo, como el hombre arrestado en Oxford por llamar gay a un caballo de la policía o el adolescente arrestado por llamar secta a la Iglesia de la Cienciología, o el dueño de un café arrestado por mostrar pasajes de la Biblia en una pantalla de televisión.

Cuando me enteré de algunos de estos delitos, y cargos más ridículos, recordé que había estado aquí antes en un contexto ficticio. Una vez hice un programa llamado Not the 9:00 news hace algunos años, e hicimos un sketch donde Griff Jones interpretaba al Constable Savage, un policía manifiestamente racista, oficial a quien yo, como comandante de su estación, estoy reprendiendo por arrestar a un hombre negro por toda una serie de cargos ridículos e inventados, cargos por los cuales Cable Savage arrestó al Sr. Winston Kadogo de 55 Mera Road: "Por caminar sobre las grietas del enlosado, por caminar por la acera con una camisa ruidosa en un área urbanizada durante las horas de oscuridad" y, uno de mis favoritos, "caminar por todos lados". También fue arrestado por orinar en un establecimiento público y mirarme de manera distraída. ¿Quién hubiera pensado que terminaría con una ley que permitiría que la vida imitara el arte? Así exactamente leí en alguna parte a un defensor del statu quo afirmando que el hecho de que el caso del caballo gay fue abandonado después de que el hombre arrestado se negó a pagar la multa y que el caso de la Cienciología también fue abandonado en algún momento durante el proceso judicial, fueron una prueba de que la ley estaba funcionando bien, ignorando el hecho de que la única razón por la que estos casos fueron abandonados fue por la publicidad que habían atraído. La policía sintió que el ridículo estaba a la vuelta de la esquina. Se esquinaron y retiraron sus acciones, pero ¿qué pasa con los miles de otros casos que no disfrutaron del oxígeno de la publicidad y que no fueron lo suficientemente ridículos como para atraer la atención de los medios, incluso en aquellas acciones que fueron retiradas? 

Las personas fueron arrestadas, interrogadas, llevadas a los tribunales y luego puestas en libertad. Sepan que no es una ley que funciona correctamente, que es una censura del tipo más intimidante que garantiza tener, como dice Lord Deer, un efecto paralizador sobre la libertad de expresión y la libre protesta. El comité conjunto del Parlamento sobre derechos humanos resumió, como ustedes tal vez conozcan, muy bien todo este tema, diciendo que arrestar a un manifestante por usar un discurso amenazante o abusivo puede, dependiendo de las circunstancias, ser una respuesta proporcionada. No creemos que el lenguaje o el comportamiento que es meramente insultante deba criminalizarse de esta manera; el problema claro con la prohibición del insulto es que demasiadas cosas pueden interpretarse como tal. La crítica es fácilmente interpretada como insulto por ciertas partes; la burla, fácilmente interpretada como insulto; el sarcasmo, la comparación desfavorable o simplemente declarar un punto de vista alternativo a la ortodoxia, puede interpretarse como insulto; y porque muchas cosas pueden interpretarse como insulto, no es sorprendente que tantas cosas hayan sido como lo muestran los ejemplos de los que hablé anteriormente, aunque la ley en discusión ha estado en el Libro de estatutos durante más de 25 años. 

Esto es indicativo de una cultura que se ha apoderado de los programas de sucesivos gobiernos que con la ambición razonable y bien intencionada de contener elementos desagradables en la sociedad han creado una sociedad de una naturaleza extraordinariamente autoritaria y controladora; eso es lo que se podría llamarse "la nueva intolerancia", un deseo nuevo, pero intenso, de amordazar las voces incómodas de la disidencia. 

"No soy intolerante", dice mucha gente que habla en voz baja, gente liberal, altamente educada: "Solo soy intolerante con la intolerancia" y la gente tiende a asentir sabiamente y decir: "Sí, palabras sabias, palabras sabias" y, sin embargo, si piensas en esta afirmación supuestamente indiscutible durante más de cinco segundos, te das cuenta de que lo único que defiende es la sustitución de un tipo de intolerancia por otro, lo que para mí no representa ningún tipo de progreso: prejuicios subyacentes, injusticias o resentimientos no se abordan arrestando a las personas, se abordan mediante los problemas que se ventilan, se discuten y se tratan preferiblemente fuera del proceso legal.

Para mí, la mejor manera de aumentar la resistencia de la sociedad al discurso insultante u ofensivo es permitir mucho más, como en la infancia las enfermedades que puedes resistir mejor se deben a los gérmenes a los que has estado expuesto. Necesitamos desarrollar nuestra inmunidad para tomar algo como ofensa, para que podamos lidiar con cuestiones que la justifican perfectamente La crítica puede aumentar nuestra prioridad. Debe tratarse con el mensaje, no con el mensajero, como dijo el presidente Obama al dirigirse a las Naciones Unidas solo hace aproximadamente un mes.

Esfuerzos loables para restringir el habla pueden convertirse en una herramienta para silenciar a los críticos u oprimir a las minorías; el arma más poderosa contra el odio del habla no es la represión, es más discurso, y eso es la esencia de mi tesis: más discurso si queremos una sociedad robusta. Necesitamos un diálogo más sólido, y eso debe incluir el derecho a insultar u ofender, y así conoces la libertad de ser inofensivo. No es ninguna libertad la derogación de esta palabra en esta cláusula, será solo un pequeño paso, pero espero que sea un paso crítico. Uno en lo que debería ser un plazo del más largo proyecto para pausar y rebobinar lentamente una cultura progresiva de censura: es una pequeña escaramuza en la batalla en mi opinión para lidiar con lo que sir Salman Rushdie llama el escándalo.

La industria se autoproclamó árbitro del bien público alentando a los medios de comunicación a la indignación, a la que la policía se siente sometida: una terrible presión para reaccionar. Un periódico llama a Scotland Yard, alguien ha dicho algo un poco insultante en Twitter sobre alguien que consideramos nacional. Atesora qué vas a hacer al respecto: la Policía entra en pánico y escrache alrededor y luego agarra la mayor parte inapropiada del artículo cinco de la Ley de orden público, esa parte con la que puedes arrestar a cualquiera por decir cualquier cosa que pueda ser interpretado por cualquier otra persona como insultante. Sabes que no parecen necesitar un verdadero víctima: solo necesitan hacer el juicio de que alguien podría haber sido ofendido si hubieran oído o leído lo que se ha dicho, el grado más ridículo de todas las tormentas que los rodean y los acechan. Los comentarios en Twitter y Facebook han aumentado. Algunas cosas interesantes sobre el libre discurso que todavía no hemos llegado aceptar. En primer lugar, todos tenemos asumir la responsabilidad de lo que decimos que es una muy buena lección para aprender; pero, en segundo lugar, hemos aprendido cómo lo terriblemente quisquilloso e intolerante de la sociedad se ha vuelto incluso de lo más suave el comentario adverso. La ley no debe ayudar ni instigar esta nueva intolerancia. La libertad de expresión solo puede verse afectada si la ley nos impide abordar sus consecuencias. Ofrezco mi esperanza y apoyo incondicional a la reforma, muchas gracias.


martes, 29 de agosto de 2017

La boda de Garzón y otras manipulaciones informativas

"Ya sabéis que en este país, pero en otros también, hay una derecha cavernícola que solo piensa en disparar al rojo. Hace unas semanas me criticaron por bañarme en una piscina, hace unos años por tener una bici y ahora por casarme. No pasa nada. Lo que les molesta es que la gente de izquierda pueda ser feliz y hacer vida normal. Eso con Franco no pasaba", critica. El líder de IU denuncia lo que ocurrió días antes de la ceremonia. "Durante varias semanas la prensa de derechas se hizo pasar por invitados de la boda para obtener información; otra se la inventaron -como el precio del menú, tres veces por encima del real-; e incluso el día de la boda se intentaron colar en el recinto en varias ocasiones. También nos amenazaron con boicotear la boda, y ya está convenientemente denunciado", advierte. "Por supuesto seguiré bañándome en piscinas y mares, yendo de viajes y organizando cuantas fiestas permita mi tiempo y economía personal. También me vestiré como me de la gana. En suma, haré lo que haría cualquiera. Pero lo más importante es que seguiré peleando contra los gürtel, sus jefes y su sistema. Por más que cavernícolas y voceros del régimen ladren", finaliza.

Por último, un tuitero consigue poner en ridículo a los que critican a boda:

La boda de Alberto Garzón la paga él.
La boda del rey la pagaste tú.
Pero critica a Garzón, no vaya a parecer que no eres gilipollas.

Otro caso: TVE se ha convertido este miércoles en objeto de duras críticas por su retransmisión de la comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados para hablar de la corrupción y la financiación ilegal del PP, porque cortó la intervención de Pablo Iglesias, de Unidos Podemos, para conectar con la Tomatina de Buñol. Otros canales no lo hicieron. Un internauta irónico dijo: "Muy decepcionado de que hayan conectado con la Tomatina mientras hablaba Pablo Iglesias. Siendo TVE, esperaba conectaran con Venezuela o Irán".

martes, 23 de mayo de 2017

Los perjuicios que causa la honradez en el periodismo si denuncia corrupción en los bancos

César G. Calero, "Santiago Pinetta, el héroe del periodismo que acabó de mendigo", en El Mundo, 22-V-2017:

En la estación Carlos Gardel del metro de Buenos Aires, con la frente marchita y la mente todavía luminosa, Santiago Pinetta, de 83 años, se acerca la mano a unos ojos afectados por cataratas para ver bien el billete que le acaba de dar un pasajero. Dos minutos después, una joven le ofrece un cafecito en un vaso de plástico. "La solidaridad de la gente es impresionante", comenta antes de relatar cómo cambió su vida tras la divulgación en 1994 de uno de los mayores escándalos de corrupción de Argentina: el caso IBM-Banco Nación. Una revelación que le costó cuatro atentados y una progresiva marginación profesional que le arrojó a la indigencia. Con una carrera periodística brillante en los principales medios de comunicación argentinos, a Pinetta le cambió la vida el descubrimiento de las irregularidades en la licitación realizada por el Banco Nación (la principal entidad financiera pública del país) para informatizar sus más de 500 sucursales. La multinacional IBM logró un jugoso contrato de 250 millones de dólares gracias, según la investigación de Pinetta, a las coimas (sobornos) millonarias que entregó a altos cargos del banco y a funcionarios del gobierno del peronista Carlos Menem. Pinetta fue avisado de los chanchullos en la concesión por una fuente interna del Banco Nación. Con todos los detalles a punto para armar su "noticia bomba", el reportero escribió un libro, La nación robada, que ninguna editorial quiso publicar. Tuvo que recaudar fondos entre sus amigos para que una imprenta modesta sacara a luz el libro. Ningún medio importante lo reseñó. Curiosamente, la mancha negra de la corrupción sólo obtuvo espacio en una revista llamada Humor. El periodista puso sus pruebas en manos de la Justicia y con el paso de los años varios funcionarios fueron procesados por fraude y condenados a penas reducidas. Ninguno de los implicados pisó nunca una cárcel. La Justicia recuperó sólo una pequeña parte de los 37 millones de dólares pagados en sobornos. Quien no levantaría cabeza nunca más fue el héroe de la historia."Los sicarios de IBM me hicieron cuatro atentados después de mis denuncias. Me dieron palizas, me atropelló un taxi y hasta me grabaron en el cuerpo las siglas IBM con un estilete", cuenta Pinetta a EL MUNDO en el pasillo de la estación Carlos Gardel, en el tanguero barrio del Abasto porteño.Hasta que se topó con el escándalo de IBM, Pinetta había vivido bien del periodismo. Viajó como enviado especial a medio mundo, publicó algunas exclusivas y escribió varios libros. Su suerte cambió en 1994 tras la publicación de La nación robada: "Los colegas no me daban trabajo; tuve que hipotecar un hermoso departamento para salir adelante. Luego sufrí un accidente cerebro vascular". Sin trabajo y a las puertas de la jubilación, Pinetta entró en un agujero negro del que todavía no ha logrado salir. Vive en un pequeño estudio en Buenos Aires que le alquila uno de sus nueve hijos vivos, y por las tardes se deja caer unas horas por el metro para extender la mano y llevarse unos pesos a casa. La exigua pensión de 6.000 pesos (unos 350 euros) no le alcanza para llegar a fin de mes. Sólo el gasto en medicamentos (padece una enfermedad coronaria, artrosis y cataratas) se lleva buena parte del presupuesto.

La Casa Rosada movió los hilos para despojarlo de los aportes a la Seguridad Social que había realizado durante años. Su futuro también estaba hipotecado.

Sus revelaciones no cayeron nada bien en los círculos de poder. La corrupción en el gobierno de Menem era moneda corriente. La Casa Rosada -denuncia Pinetta- movió los hilos para despojarlo de los aportes a la Seguridad Social que había realizado durante años. Su futuro también estaba hipotecado.

Hijo de un reconocido periodista y de una poetisa, Santiago Pinetta recibió de sus padres una educación exquisita. "La cultura que me dieron mis padres fue extraordinaria", comenta. Y se lanza a recitar extractos del Ricardo III de Shakespeare. "Hoy en día hemos perdido los valores de la educación y la cultura. Y sigue habiendo corrupción", se lamenta. A sus 83 años, Pinetta es consciente de que le queda poco tiempo para revertir su situación. Pese a los sinsabores que ha sufrido en las últimas dos décadas, asegura que no se arrepiente de haber revelado el escándalo de IBM-Banco Nación. "Gracias a mi investigación se salvó el banco más importante de Argentina. Yo sabía que cuando presentara el libro, aparecerían los sicarios de IBM. El propio fiscal encargado de la denuncia me dijo que no siguiera adelante, pero nunca me rendí. Con el tiempo, no me quedó más remedio que pedir la ayuda de la gente".

Hace unas semanas Pinetta fue "resucitado" públicamente al aparecer en un reportaje de televisión. Su caso volvió a ocupar algún espacio en los medios de comunicación. Tal vez por ello -cuenta el octogenario reportero- recibió hace unos días la llamada del actual presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, nombrado recientemente por el gobierno conservador de Mauricio Macri: "Espero que me den alguna compensación para que pueda vivir con dignidad". A finales de marzo recibió un homenaje en el Congreso por parte de los periodistas parlamentarios. En el metro de Carlos Gardel no hay nadie que le aplauda o le entregue diplomas. Muchos transeúntes apenas se fijan en ese viejo enjuto que mendiga unos pesos. Una sombra con un pasado de novela: "Estuve en el bombardeo de la Plaza de Mayo en el 55, en Indochina, en Hiroshima y Nagasaki... Todo para llegar a este triste final. Pero todavía tengo esperanzas. Soy príncipe y mendigo".

jueves, 18 de mayo de 2017

Adoctrinamiento ideológico en la enseñanza elemental de Cataluña

Tras examinar una serie de libros de texto en uso en Cataluña, se ha llegado a las siguientes conclusiones (el enlace al informe completo se encuentra aquí aquí). Más abajo recojo como se manipula en la prensa catalana la noticia misma

I

1. Se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España.
2. No cita el concepto de "Provincia" o no lo prioriza sobre el de "Comarca".
3. Prioriza término "Estado español" sobre el término "España".
4. No resalta que la Constitución está por encima del Estatut.
5. Se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno) y no los de España.
6. Se presenta a Cataluña y a España, como si fueran dos naciones diferentes.
7. Se presentan mapas en los que Cataluña se destaca en color distinto como si fuera un estado independiente.
8. Se introduce la idea de que los íberos ya eran catalanes.
9. Se dice que los romanos invadieron Cataluña, como si ya existiera Cataluña en aquella época.
10. Se utiliza el término "Corona catalanoaragonesa" en vez de "Reino de Aragón", que es lo que realmente existía.
11. Se hace creer que la Cataluña inicial también comprendia Aragón.
12. Se le otorga a Cataluña la categoría de Reino.
13. En lugar de decir Carlos I de España se dice Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón (¿No existe España?).
14. No se cita que Cataluña no negoció con América porque no contribuyó al viaje de Colón.
15. No se presenta la guerra de "els Segadors" como la consecuencia de no querer contribuir a formar el ejercito.
16. Se habla del bandolerismo catalán, sin hacer una condena explícita del mismo.
17. Victimismo por el decreto de "Nueva Planta", sin citar que Cataluña apoyó al otro aspirante al Reino.
18. Se presenta la Guerra de Sucesión como una guerra contra Cataluña, en vez de guerra entre dos aspirantes.
19. Se presenta la declaración de Macià del Estatut o/y de Companys del Estado Catalán como un hecho positivo.
20. En la Segunda República se presenta a la derecha como mala y a la izquierda como buena.
21. Se relaciona independencia de excolonias con las Bases de Manresa y luego con el Estatuto de Autonomía.
22. Se hace pensar que antes del franquismo, en Cataluña todo el mundo hablaba en catalán y nadie en castellano.
23. Se dice que la lengua propia de Cataluña sólo es el catalán y no también el castellano.
24. Se presenta a Cataluña sin ninguna referencia a España, ni a la lengua española.
25. No se hace ninguna referencia a la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes de España.
26. Se habla del Parlament y del President del Govern y no del Congreso, del Rey y del Gobierno de España.
27. Se ridiculiza la práctica religiosa, como algopropio de actitudes supersticiosas.
28. Se critica al Tribunal Constitucional y no se enseña que las leyes se han de cumplir aunque no gusten.
29. Se presenta a Catalunya dentro de la UE, sin hacer referencia a que ello es consecuencia de ser parte de España.
30. Se dice que Barcelona es la capital de Cataluña, al igual que Paris lo es de Francia.
31. Predominan las citas a un determinado partido político actual, ignorando los demás.
32. Se utiliza el término "comunidad" en lugar de "sociedad", para reforzar la unidad colectiva identitaria.
33. Se dice que Cataluña y País Vasco se sienten naciones, como si todos sus habitantes lo pensaran.
34. Se presenta el uniformismo catalán (catalanidad) como bueno y el español (españolidad) como malo.
35. Se presenta el sentimiento nacionalista catalán como bueno y el español como malo.

II

Jesús García Calero, "Manipulación de los libros de texto: Mejor la historia basada en hechos reales", en Abc, 17/05/2017:

Prestigiosos académicos analizan el problema de la historia regionalizada en los libros de texto de Educación Secundaria.

Los historiadores se rebelan ante la realidad política de un fracaso cultivado durante décadas y que se proyecta hacia el futuro. Son, sin lugar a dudas, quienes más saben, y por eso se duelen por las versiones sesgadas del pasado que antes compartíamos.

Carmen Iglesias se muestra consternada cuando le mentamos el problema. La directora de la Real Academia de Historia cree que no es posible políticamente arreglar la situación, «sería necesario un pacto de Estado que no puede lograrse ni para la educación en general». Por eso «resulta desolador ver generaciones educadas en la falsedad, en tergiversaciones graves», aunque recuerda que «el franquismo también intentó dar una versión de la historia de España que muchos no nos creímos». Así que cabe cierta esperanza. Para Carmen Iglesias, publicar e investigar, porque «la historia no es solo un relato, hay límites objetivos de fuentes y procedimiento». En la RAH siguen dando la batalla: «Como decía Julián Marías, que por mí no quede».

Fernando García de Cortázar es tal vez el mayor divulgador de la historia de España y autor del libro de bachillerato de Anaya. Todo procede, para él «del error de la Transición de Suarez, que luego nadie pondría empeño en reparar: entregar a las Comunidades Autónomas la palanca ideológica de la historia, renunciando el Estado al principal instrumento de formación de ciudadanos».

El resultado es evidente: «Un sistema educativo aparentemente neutro dejó de hacer ciudadanos españoles para hacer catalanes, vascos, andaluces, valencianos, gallegos... en ocasiones a costa de convertir en antagónicas dichas identidades. Y siempre con la gigantesca manipulacion de los libros de texto, a mayor gloria de la Consejería de Educación, encargada de supervisarlos. Lo regional ocupa ahora el espacio que ocupaba lo nacional en el siglo XIX y no retrocede ante la leyenda, la trivialidad o el error con tal de que estos sirvan para afirmar una identidad autonómica diferenciada». «Cada comunidad -añade- tiene su bestia negra sacrificada en el altar de la región: el conde-duque de Olivares y Felipe V, en Cataluña y Valencia; Fernando III el Santo, en una versión andalusí de la Historia; Espartero y Cánovas, en una versión vasquista…» Y añade: Isabel la Católica y Felipe II no suelen salir bien parados, sobre todo el Rey Prudente en Aragón por la ejecución de su héroe Lanuza. A los Reyes Católicos atribuyen «la doma y castración del reino de Galicia».

García de Cortázar pone otro dedo en otra llaga, fundamental: «¿Y quien pondera hoy con justicia la labor cultural de España en América?

A Manuel Lucena, especializado en historia global, investigador del CSIC, le parece «una cuestión grave que muestra la irrelevancia del proceso educativo reglado. En los países más innovadores no existe esta degradación», explica. Con el fin de mejorar la situación, «la armonización curricular es la respuesta obvia, junto al sentido común. Pero todo empieza por apoyar a los profesores en su trabajo en las aulas y en fomentar su consideración social».

Lucena no tiene duda en cómo se vilipendia a figuras sin respetar los hechos. «Va por temporadas, pero sin duda uno de los preferidos es Cristóbal Colón, con quien los indigenistas de izquierda la han tomado últimamente, siguiendo la doctrina peronista de la que proceden». Por último, propondría «educar en los valores humanistas y globales de siempre a la sociedad española. Tuvimos grandes empresarios que en origen fueron humildes emigrantes, maestras y monjas que ayudaron al prójimo, exploradores e inventores. Necesitamos una épica de lo cotidiano que apoye la autoestima, antídoto contra el populismo. La historia (verdadera) es maestra de vida», dice.


Para Ricardo García Cárcel, catedrático de la UAB, el problema viene de hace veinte años en Cataluña. En ese tiempo, «la incidencia del poder político tanto en la época de CiU, o el Tripartito, y por supuesto ahora mucho más, ha logrado construir una historia de España “ad hoc” al servicio de los intereses de los nacionalistas catalanes». Está basada, según el historiador, en tres patas: un discurso épico que adorna el malogrado imperio mediterráneo, la Cataluña medieval... Un victimismo que la convierte en sujeto paciente de las agresiones del mundo castellano desde el Compromiso de Caspe (1412) que mete a los Trastámara en la Corona de Aragón, pasando por el Rey Fernando, la guerra de los Segadores, la guerra de Secesión, que es el ombligo, y la Cataluña feliz y virginal presuntamente desflorada por los Borbones y arrastrada a la marginalidad... Hasta convertir la Guerra Civil en una confrontación de España contra Cataluña. Todo sirve al esencialismo, los valores catalanes por encima de todo. Lamenta García Cárcel que no hay un discurso alternativo y propone «leer otros libros fieles a los hechos. Descubrirán que Casanova fue un heroe a la fuerza que denostaba lo ocurrido en 1713», señala.

III

La noticia en La Vanguardia se recoge en tres noticias sin enlaces al informe, solo para contradecirla así:

A) 

18/05/2017 20:27 

Barcelona, 18 may (EFE).- El presidente del sindicato AMES, Antonio Jimeno, ha declarado hoy que los libros de texto de los alumnos catalanes de Primaria "hablan de Cataluña como si fuera un país independiente como otro cualquiera".

El sindicato que preside ha hecho público hoy un informe en el que denuncia el "adoctrinamiento" y los "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos" en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años.

En declaraciones a Efe Televisión, Jimeno ha asegurado que estos libros transmiten una visión de Cataluña "que no es real", y que en ellos, ha añadido, "se habla de España de forma negativa, en términos de confrontación".

Por ese motivo, según el presidente de AMES, "los alumnos catalanes no pueden adquirir la identidad de sentirse españoles, pero sí únicamente la catalana".

El informe de AMES alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

Estas afirmaciones se apoyan en ejemplos como que en los libros "se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España", no se cita el concepto de "provincia" o no se prioriza sobre el de "comarca", y se da prioridad al término "Estado español" sobre el término "España".


Otros ejemplos son que en los libros de texto catalanes no se resalta que la Constitución está por encima del Estatut, y se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno), pero no los de España.

B)

Sindicato USTEC-STEs denuncia falsedades en informe AMES de libros de texto: 18/05/2017

El sindicato de la enseñanza USTEC-STEs ha denunciado hoy "la falsedad de las premisas y afirmaciones" del informe que ha hecho público el sindicato de profesores AMES en el que denuncia "adoctrinamiento" en los libros de texto de Primaria que se utilizan en las escuelas catalanas.

USTEC-STEs han señalado que AMES se caracteriza "por unas actitudes de un agresivo nacionalismo español" y le han exigido "una disculpa a todo el profesorado ofendido por la difamación que supone la acusación de adoctrinamiento".

Consideran "perversas las finalidades del informe de AMES: crear una policía del pensamiento, un rígido control curricular y la voluntad de represión contra la disidencia propia de las dictaduras o de 'democracias' como la turca".

El informe de AMES señala que hay "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos" en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de las siete principales editoriales que se distribuyen en Cataluña.

El documento alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir, que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

En este sentido, USTEC-STEs ha asegurado que "las quejas que se perciben en el informe, solo demuestran la nostalgia por los libros de texto del franquismo, que efectivamente adoctrinaban en la religión del nacionalismo español", puesto que tratan de reivindicar "una versión teleológica y triunfalista de la historia de España, que en el mundo de la historiografía actual está más que desfasada".


El documento de AMES, según USTEC-STEs, "contiene afirmaciones discutibles que tienen como finalidad generar una polémica inexistente en el seno de la educación catalana, con el fin de inflamar a los medios españoles y a los partidos anticatalanes para generar la enésima ofensiva contra el proceso de autodeterminación que se está desarrollando de manera pacífica y tranquila". EFE

C)

Govern ve "malicia y descontexualización" en informe AMES de libros de texto 18/05/2017 

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Antoni Llobet, ha afirmado que hay "malicia y descontextualización" en el informe del sindicato de profesores AMES sobre el supuesto "adoctrinamiento" en los libros de texto de Primaria que se utilizan en las escuelas catalanas.

Llobet ha manifestado su "desconcierto" por la petición del secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, a la Alta Inspección del Estado de un informe para comprobar la veracidad del informe hecho público por AMES.

El sindicato catalán de profesores Acció per a la Millora de l'Ensenyament Secundari (AMES) ha elaborado un informe, a partir de 19 textos de "Conocimiento del medio" de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años, en el que denuncia "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos".

El documento alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir, que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat ha asegurado que se ha enterado de la petición del secretario de Estado de Educación "a través de los medios de comunicación, que por desgracia es una costumbre ya habitual", y ha añadido: "Si esta costumbre es la que continúa vigente y esta es la primera decisión del Ministerio fruto de los trabajos de la subcomisión del Pacto Educativo, mal comienza el Pacto Educativo".

"Es evidente que el Ministerio de Educación hace una reacción a partir de titulares y de cuestiones que ha visto estas últimas horas; es una lástima porque las administraciones públicas tenemos que estar para serenar los ánimos y para que en los centros educativos se trabaje con el máximo de tranquilidad", ha precisado Llobet.

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat ha destacado hoy, en rueda de prensa, que "si hablamos pedagógicamente, no haríamos este ruido ni este tremendismo, pero si hablamos ideológica y políticamente, evidentemente hacemos ruido y tremendismo".

Ha añadido que en el Departamento de Enseñanza catalán ya están "acostumbrados a que se quiera hacer ruido con este tema de vez en cuando", ya que, según el secretario de Políticas Educativas, no es normal que alguien se escandalice porque en los libros de texto "se hable fundamentalmente de los elementos más cercanos al alumno, porque seguro que pasa en cualquier lugar del mundo".

El secretario ha remarcado que "se debe confiar en la profesionalidad de los docentes, que saben qué material están escogiendo, y en la de los editores de los libros de texto".


En este sentido, la editorial catalana Cruïlla ha asegurado esta tarde en un comunicado que "todos los libros de texto de su catálogo siguen estrictamente la legislación vigente y se adaptan al cien por cien al currículum escolar establecido por la conselleria de Enseñanza de la Generalitat". EFE

miércoles, 12 de abril de 2017

DISOLUCIONES

Ahora que ETA se ha disuelto y se han quedado sin coco al que demonizar, tal vez disuelvan el otro coco, el MOVIMIENTO que ha matado unas mil veces más gente en España y cuyos descendentudos (y aprovechados subidos a su tren) siguen reinando en España con leyes ad hoc  (por ejemplo la Ley de Amnistía de 1977, denunciada por todo tipo de organismos internacionales de derechos humanos), guardadas por leguleyos y políticos afines opustúlico-romanos, desde que Harry Potter Suárez los convirtió con su varita mágica en demócratas. Porque ese tipo de crímenes no prescribe en el derecho internacional, ni siquiera en Europa (suponiendo estemos en ella, aunque nos hayan metido en ella los mismos que no socorrieron a la democracia española cuando los amigos de Hitler y Mussolini la ejecutaron aquí, por miedo al coco rojo, que tampoco era muy rosa, la verdad). Y, pues no van a devolver las propiedades saqueadas por el Movimiento (algo que ya expuso en su tragedia La Muralla, 1954, un hombre del régimen, pero íntegro, como Joaquín Calvo Sotelo), que al menos se sepa quiénes engordaron con ellas y se dé sepultura a los cien mil flacos muertos que quedan. ¿A alguien le da grima se sepa de qué asesinos desciende? ¿Les ofende la verdad? Para Quevedo tenía la consistencia del escupitajo: "Pues amarga la verdad / quiero echarla de mi boca", etc. ¡Bah!



Si feo fue lo de Paracuellos, donde fusilaron a dos mil personas, más lo fue el genocidio de Córdoba, donde los fascistas mataron a cuatro mil, 1689 de ellas sin identificar aún, desde el mismísimo 18 de julio de 1936, matanza silenciada por los enemigos de la memoria histórica. ¿No les extrañó que ese fuera la única ciudad importante ganada en elecciones por los "comunistas"? Pero los que murieron no fueron solo de izquierdas: los fascistas mataron también a todos los que murieron en la guerra de derechas cuando declararon una guerra tan estúpida como todas lo son. Muchos de la derecha moderada fueron al exilio, y todas esas muertes, las de izquierdas, de derechas y ambidextras, hay que imputarlas solamente a los fascistas (algunos de los cuales todavía se han atrevido a defenderlas en este periódico, teniendo a todos los periódicos pagados por sus amigos para hacerlo más y mejor), quienes, después de la guerra incluso, sin que se les pasara por la cabeza siquiera la palabra reconciliación, continuaron matando hasta que se les acabó la inercia.

Nos quitaron lo único que teníamos, una pobre y difícil democracia, para asegurar la convivencia común. Los militares, sus socios de viaje, la mayoría de la iglesia católica, los también uniformados por la Falange y el Carlismo. Y que no me digan que mataron (unos pocos, tan malos como ellos) al líder de la oposición; ETA mató a un jefe de gobierno y no pasó nada, porque el ejército seguía teniendo el poder, el único poder que sirve para ganar guerras, el militar. "Venceréis pero no convenceréis, venceréis porque tenéis la fuerza, pero no convenceréis porque os falta la razón". Y la llamaron "Guerra civil". Lo dijo un hombre sabio y valiente que se dio cuenta de que se había equivocado y que estuvo a punto de ser fusilado también. Lo dijo Unamuno. Pero ellos jamás se darán cuenta de eso y jamás tendrán la razón. Procurarán que se olvide, mentirán, mentirán una y otra vez, redactarán la historia a su manera y conveniencia, o recurrirán como suelen al silencio, a la negación, incluso a las armas otra vez, pero nunca, nunca les darán la razón: porque no es suya, simplemente. Pueden tener las armas y las balas, pueden tener la quijada de asno de Caín, pueden tener todo lo que han robado y saqueado, pero nada más.

domingo, 26 de marzo de 2017

Javier Marías, Qué no es una sociedad libre

Javier Marías, Qué no es una sociedad libre. El País, 26-III-2017:

Va siendo hora de que los españoles se den cuenta de que la democracia que tenemos desde hace cuarenta años está amenazada por demasiados flancos.

PERIÓDICAMENTE, UNO llega a la conclusión de que a buena parte de los españoles no les gustan la democracia ni las sociedades libres (o lo que se conoce como tales, inexactamente). Es más, les parecen un estorbo, un engorro, una atadura. Si bien se piensa, no tiene demasiado de extraño, dada nuestra trayectoria histórica y dado de dónde salimos hace unos cuarenta años. España sigue llena de admiradores de Franco, y lo peor es que los hay en casi todos los partidos, sean de derechas, de izquierdas, nacionalistas, o demagógicos y totalitarios (lo que ahora se llama benévolamente “populistas”). Unos dicen odiarlo, a Franco, pero no dejan de imitarlo y por lo tanto de admirarlo. Por no hablar de otras figuras, pasadas y actuales, que también se le parecen. Hoy descuellan Putin, Erdogan, Trump, Orbán, Szydla y Maduro, por ceñirnos a los que tienen el poder en sus manos

He dicho “buena parte de los españoles”. Los líderes son unos pocos, sin embargo. Pero a ellos hay que añadir a muchos de los militantes de los respectivos partidos y a no pocos de sus electores, que con sus votos los aplauden y procuran que manden. El número, así, crece insospechadamente. El PP sabemos hace mucho que es escasamente democrático: lo demuestra con creces cada vez que obtiene mayoría absoluta e impone leyes sin discutirlas con nadie y en contra de los ciudadanos. La ley mordaza y la conversión de TVE en una fábrica de propaganda (o, en su defecto, en una grotesca página de sucesos) son sólo un par de pruebas fehacientes. ERC, PDECat y la CUP son formaciones con vocación absolutista, dispuestas a dar golpes de Estado encubiertos y a imponer su voluntad sin mayoría a todos los catalanes: sus triquiñuelas y su uso de TV-3 y demás medios públicos superan la manipulación del PP, si ello es posible. De Bildu y similares no hablemos, nunca han ocultado sus simpatías por los métodos violentos para doblegar a quienes no están de acuerdo con ellos.

Ahora ha salido a la luz algo sabido hace tiempo por cuantos escribimos en prensa: la petición de amparo de la Asociación de la Prensa de Madrid ante los ataques e intimidaciones por parte de Podemos y sus acólitos orquestados. No sé si, como afirma la APM, provienen de sus dirigentes. Lo que es de sobra conocido es que, persona que critica a ese partido, persona objeto de difamación e insultos concertados en las redes sociales. Dejemos de lado a esos líderes, que han alegado no poder controlar a sus militantes más fanáticos. De los partidos también revela mucho su clase de militantes o forofos, porque de ellos saldrán los mandatarios y cargos futuros. Pero es que además Pablo Iglesias pone en cuestión la libertad de prensa “porque a la prensa nadie la ha elegido” (cito de memoria). Veamos. En una sociedad libre y democrática se eligen los gobernantes, nada más, y no se les extiende un cheque en blanco por ello. Sólo en las totalitarias (ya lo expresa la palabra) esos elegidos o golpistas, según el caso, invaden hasta el último rincón y lo regulan todo, sin permitir que nada escape a su vara. Se empieza por decidir quiénes pueden fundar un periódico o tener una emisora, después quiénes pueden escribir o hablar en ellos, más tarde quiénes pueden hacer películas o escribir novelas, y se acaba por señalar quiénes pueden abrir una tienda o un bar o sentarse en los bancos de los parques. Más o menos lo que hemos visto hacer en películas y series a las diferentes mafias, desde los Soprano hasta la Camorra, que, como recordarán sus espectadores, dan o niegan la venia hasta para limpiar la hojarasca de “sus” barrios. Que hay y ha habido Gobiernos que se comportan como mafias, tenemos cuantiosas muestras fuera de las ficciones. Eso sí, encima tratan de legitimarse porque “han sido elegidos” o “aclamados”. Como si eso bastara para actuar a su antojo y controlarlo todo. Los totalitarios se amparan a menudo en lo que llaman “democracia directa”, a base de consultas, referendos y plebiscitos. Del timo que esto supone numerosas veces, habrá que hablar otro día, con el ejemplo flagrante de los convocados por el Ayuntamiento de Madrid con un cinismo sonrojante y no muy distinto del de los regidores del PP anteriores. Del adversario ideológico también se aprende, cuando éste es hábil y queda impune. Lo mismo que han aprendido de Franco sus aventajados alumnos de Junts pel Sí: fue Franco quien inventó –en tiempos recientes y en nuestro territorio– que quien lo atacara a él atacaba a la patria.

Va siendo hora de que los españoles que sí quieren una sociedad libre y democrática, en la que no haya que mostrar adhesión para todo, se den cuenta de que la que hemos tenido durante los últimos cuarenta años (tan imperfecta y frustrante como quieran) está amenazada por demasiados flancos. Cruzarse de brazos supone allanarles el camino a los amenazantes. Ustedes verán qué hacen y qué votan, a la próxima. Ustedes verán si hacen algo, o no hacen nada.

martes, 3 de mayo de 2016

Fahrenheit 451

Es una de las películas más inquietantes que he visto, Fahrenheit 451 de François Truffaut, sobre una novela de Ray Bradbury. Hoy tendría más sentido hacerla que antes, porque la cultura audiovisual está aplastando a la escrita. La escena en la que la mujer se quema viva entre sus libros me conmocionó.

1. Avance, o, como se suele decir, trailer.
2. El discurso del jefe de bomberos.
3. Película pirateada completa. Véase especialmente a partir de 47 minutos 12 segundos. Es una escena que me impresionó y a la que pertenece la imagen de abajo. 

En El nombre de la rosa también se quema una biblioteca. Se oponen apocalípticos e integrados:

4. La risa y el segundo libro de la Poética de Aristóteles


5. Artículo mío sobre la quema de libros en la literatura.

domingo, 6 de marzo de 2016

El amor homoerótico entre Aleixandre y Bousoño y un poema censurado en La Razón

Incluyo un poema que se ha censurado de la edición en papel pero no en la versión digital; al respecto recuerdo un chiste medio medieval medio indecente que me contó Joaquín González Cuenca: "a Bousoño lo llamaban Bucéfalo" (el nombre del caballo de Alejandro Magno) "porque lo montaba el Alexandre". (El medieval Libro de Alexandre, primero de los poemas del mester de clerecía, narraba la vida de Alejandro Magno): 

Víctor Fernández, "Las cartas de amor de Vicente Aleixandre a Carlos Bousoño", en La Razón, 6-III-2016:

El escritor Emilio Calderón ha logrado reconstruir la relación que mantuvo Vicente Aleixandre con Carlos Bousoño, una de las principales revelaciones de la biografía, la más completa sobre el Nobel, que se publica en la próxima semana.

Vicente Aleixandre necesitaba amar y ser amado. Por eso decía que «amo con frenesí, con inmenso deseo de sacrificio, de dedicación, de dar mi sangre y mi vida». El contenido de su corazón incluso se filtró en buena parte de su producción literaria, hasta el punto de que su yo poético se fundía con su propio yo.

Todo eso queda patente en la biografía que Emilio Calderón ha escrito sobre el Premio Nobel de Literatura y que obtuvo el II Premio Stella Maris de Biografías y Memorias. «Vicente Aleixandre. La memoria de un hombre está en sus besos», que llega la próxima semana a las librerías, documenta la vida y la obra del autor de «Espadas como labios», siendo especialmente significativos los nuevos datos sobre sus relaciones sentimentales, algunas de ellas fundamentales para entender su producción literaria. Calderón, en una laboriosa investigación, acaba con varios tabúes sobre el escritor, entre ellos, su relación con Carlos Bousoño.

El biógrafo ha podido acceder a la correspondencia hasta ahora inédita que Aleixandre mantuvo con Carlos Bousoño. En ella para nada oculta el tono de lo que evidentemente era algo más que una amistad. Bousoño, quien falleció el pasado 24 de octubre a los 92 años, fue una de las principales relaciones sentimentales de Aleixandre, que debió iniciarse probablemente a principios de 1948, aunque ambos se conocían de años atrás.

La vecina de velintonia
La relación siempre fue conocida por aquellos que formaban parte del círculo más íntimo, del poeta, como Carmen Conde, que vivía en el piso de arriba de la mítica residencia de la calle Velintonia, la hoy abandonada casa de Aleixandre. Ella misma anotó este hecho en sus diarios personales el 16 de marzo de 1949. En estas agendas tampoco faltan los reproches hacia Aleixandre o la desconfianza hacia Bousoño, Carlitos para la escritora. Véase, por ejemplo, lo que escribió la académica el 8 de julio de 1950: «Cena en Mariano, con Vicente y Conchita. La comida de fin de curso que todos los años da Amanda [Junquera]. El padre de Carlitos viene y quiere que su hijo vaya con él a Europa, en coche..., y Vicente se prepara a que le lleven a él, o a ellos dos hermanos, también. –Lo de siempre: habilidad, economía, ¡y el chico en la mano!». Conde llegó incluso a sopesar la idea de dedicarle un libro a Aleixandre, proyecto del que solamente parece ser que escribió un índice. El capítulo número 10 debía titularse «Se define un muchacho: Carlos Bousoño».

Gil de Biedma, testigo
Carmen Conde no fue la única testigo de aquella relación. Uno de los grandes admiradores literarios de Aleixandre, Jaime Gil de Biedma, adelantó un día su visita al domicilio de Velintonia. Para su sorpresa, fue el mismísimo Bousoño quien abrió en albornoz la puerta.

Las cartas recogidas por Calderón nos ilustran que Bousoño, además de amante, fue el receptor de las confidencias de Aleixandre. En este sentido, se sabe que existen misivas en las que el autor de «La destrucción o el amor» le hace partícipe de otras relaciones. Es el caso, por ejemplo, de la que redacta el 7 de julio de 1945, desde Vistalegre, donde le habla de Clara, la «niña rubia» que inspiró «Historia del corazón»: «Porque a ti puedo hablarte de Clara. He sufrido un engaño, y es que creí que aquí sufriría menos del mal de ausencia [...]. Sufro tanto que resulta que estoy un poco enfermo». Ese tono contrasta con el del epistolario que mantiene en la misma época con su buen amigo José Luis Cano, a quien le afirma, en referencia a Clara, que «pienso cómo amé a la rubia, preciosa, bellísima niña cuyo nombre no he puesto aquí. Y tengo sin embargo conciencia de que amo más a mi tremendo amor de hoy. Amo como no amé nunca».

Porque Aleixandre se volcaba cuando amaba. Eso es algo que no puede evitar reprimir cuando se pone en contacto con Bousoño. Así lo demuestra el 24 de marzo de 1948 cuando le dice «Carlitines: qué gusto, voy a escribirte como me de la gana. Libertad: diosa mía. Acabo de recibir tu carta hermosa: dulce, alegre, fresca. Una pura delicia. Ah malísimo: lo que me has dicho [y cantado con tus versos]. Qué chispeante eres, chiquillo. [Borro eso, que era un piropo]. Da gusto decir eso: “piropo”. Me da la gana de decirlo. A Carlitos le digo eso, y mucho más. Porque es guapísimo [¡mentira!] y porque le adoro, y porque es mío y me lo como a amor. A AMOR, qué gusto escribirlo con todas sus letras, y no llamarlo filosofía ni eufemístico circunloquio que le estrujan a uno el alma y le hacen a uno polvo. Pues sí: Te Amo ¿Ves? Lo he dicho y no se ha hundido el firmamento. Soy feliz. Estoy como el nadador por el agua, por el cielo. Carlitos: vente conmigo y vámonos... “a Sevilla por amor”. A donde sea». En la misma carta, el poeta apunta «ay, cómo me desencadeno cuando te amo [que quiere decir a toda hora]».

Volviendo a Bousoño, de la correspondencia, como apunta Calderón en su ensayo, se sabe que le comentó a su amigo Francisco Brines que estaba formada por unas sesenta cartas de amor, pero nunca habían visto la luz hasta ahora. El biógrafo ha tenido acceso a algunos de estos documentos, hoy guardados entre los numerosísimos papeles que Bousoño atesoraba relacionados con el Premio Nobel, entre ellos, su archivo personal, el mismo que trató de vender en octubre de 2007 junto con su esposa Ruth Crespo por unos cinco millones de euros a la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga. Sin embargo, la sobrina y heredera del poeta, Amaya Aleixandre, reclamó el legado de su tío, llevando a los Bousoño a los tribunales. Finalmente, el Supremo sentenció en enero de 2014 que los papeles eran propiedad de quien los había tenido siempre. No se conoce cuál será el destino definitivo de todo este fondo, probablemente uno de los más importantes de la literatura española en manos privadas.

Algunas de las cartas
7 de julio de 1945. «Querido Carlitos, sólo recibir tus cartas y escribirte es mi alegría. Porque a ti puedo hablarte de Clara. He sufrido un engaño, y es que creí que aquí sufriría menos del mal de ausencia [...]. Sufro tanto que resulta que estoy un poco enfermo. No digiero, duermo mal y me he desmejorado. En Madrid tenía a José Luis, al menos, con quien me desahogaba; aquí estoy absolutamente solo y no puedo sacar mi alma un poco a [la luz]. Como consecuencia no duermo, y al mismo tiempo no tengo ganas de comer, y tampoco digiero. Mi hermana está preocupada conmigo. Pero tú no te preocupes conmigo, porque creo que lo físico pasará, aunque lo moral no pueda pasar hasta octubre».

«Te haré la cuartilla de biografía, y esa otra que quieres sobre Pasión de la tierra; de la biografía ya he empezado esta tarde y te la mandaré en mi próxima carta, que será enseguida. ¡Qué lástima no poder decir algunas cosas! En broma, se me ocurriría escribir: “de otros datos de mi vida íntima no existe, por el momento, documentación accesible. Hemos pretendido alguna declaración directa del poeta; pero éste nos ha remitido a las memorias que está escribiendo y que anuncia para después de su muerte. Cuando hemos insistido en solicitar algún adelanto sobre su contenido, se ha sonreído ofreciéndonos mostrarnos depositarios o testamentarios de sus papeles”. ¿Qué dirá la gente?».

Marzo 1948

«Otro día. Otro día hacia ti. Qué impaciente estoy. Esperándote te escribo. Qué bonito estás Carlitines. Qué guapo y dulce para mi amor. Has entrado en mi cuarto; es de noche, como cuando cenaste aquí y nos vinimos a esta habitación, y yo me acosté y tú sentado en el borde de la cama reclinaste tu cabeza de niño sobre mi pecho. ¿Te acuerdas? ¡Cómo nos mirábamos! Yo creo que fue el día más feliz de mi vida, aunque el día de nuestro desposorio fue aún más por ser el más sagrado. ¡Qué verdadera mística es el amor! ¿Te acuerdas de aquellas horas, en el cuarto, mirándonos, besándote, sonriéndonos, fundiéndonos?

«El amante, el amado [qué graciosa palabra] es entonces eso: pedazo de cielo arrojado a los brazos de su amor para su con-fusión y su gloria. [¿Quién sabe lo que es gloria, divinidad [sí, divinidad], si no sabe lo que es estar enamorado y tener para él al ser entero que nos enloquece? Yo sé que mi capacidad de amor es inmensa y toda se desencadena para mi Carlitos. Para mi chiquillo. Chiquillo mío, te amo. Te amo: qué hermoso decirlo así, libre, feraz, reidor, latidor. Agresor también [...]».

«Oye, Carlitines [qué precioso nombre, Carlitos, niño mío, mi amor, mi dicha, mi locura, mi único destino]. Te querré hasta la muerte. Tú, español mío, chiquillo mío, no te irás nunca. ¿Verdad que nunca? ¿Verdad que no nos separaremos jamás?»

«El otro día estaba yo arriba con [nombre ilegible] y Carmen y Amanda. Aquél me preguntó “¿Tienes algo en preparación?”. Y yo contesté “Un libro de poemas amorosos”. Amanda y Carmen supieron. Tienen gran curiosidad... pero ni me piden que les lea nada. Cuando lean el poema con pausa, dirán: “Malísimo Carlitos” que “no le ama”. Pero yo las tranquilizaría diciéndoles: “Me ama... y le amo. Nos amamos. Nos amaremos [...]”.»

Poema inédito sin fecha dirigido a Bousoño
Bésame en la boca, me dijo el faraón

y yo le di mi cuerpo de varón

Ah, malo,

es un palo,

me dije después.

Qué talle más duro:

es un puro

ciprés.

Un detalle: el beso

era tan mojado

que había que pedir un paraguas.

“¿Me quieres?”, me dijo.

“Hombre, como a un hijo

no hay inconveniente”.

“Pero entonces, fijo,

quiéreme Vicente.

Pero no le quise. Sólo le di por...

fin amablemente

gracias por su amor.

viernes, 22 de enero de 2016

Publicar noticias de violencia de género aumenta la violencia de género


Cuando de violencia de género se trata, el asesino no tiene intención de hacer daño a la mujer. Tiene intención de matarla. Ese es un elemento contrastado en los 30 casos de asesinatos de mujeres habidos en Cataluña entre 2006 y 2011 que ha estudiado Isabel Marzabal para elaborar su tesis doctoral (Los feminicidios de pareja: Análisis de los 30 casos de asesinatos sentenciados por la Audiencia de Barcelona (2006-2011). No hay un común denominador entre los asesinos, ni en la preparación de la muerte de su pareja, ni en el método empleado, si bien la autora del estudio atisba una influencia de las noticias que divulgan los medios de comunicación. “La probabilidad de un asesinato es 12 veces más elevada si han aparecido noticias de feminicidios en un intervalo de cuatro días y 24 veces más alta si esas noticias han aparecido en los 10 días anteriores”.

El estudio de los 30 asesinos (condenados en sentencia firme) revela que, en ninguno de los casos, hay un trastorno mental severo y solo en un 15% de los autores se diagnosticó con posterioridad al crimen un trastorno de la personalidad. El 57,1% tenía estudios primarios, el 38,1% estudios secundarios y el 4,8 % universitarios, así que la educación tampoco es un elemento esencial para dibujar un perfil estándar de un asesino de género. Es un hombre que vive con la obsesión de la mujer en la mente, en general casos que no se detectan antes. De hecho, tiene poco aprecio a su vida, la mayoría se entrega y alrededor de un 30% se suicida. Estos son los casos más alarmistas, el de alguien que decide “matar y matarme”, el que puede producir un daño extremo.

Isabel Marzábal es licenciada en Derecho y ha trabajado durante años como secretaria judicial en Barcelona. Vio pasar casos de maltratos, homicidios y asesinatos por su juzgado, ha trabajado también en juzgados de vigilancia penitenciaria, y decidió hacer una investigación que no se había hecho antes. “Me llamaba la atención si en la figura del asesino había elementos comunes, relativos a las personas o a los hechos”. Marzabal descartó para su estudio los casos que fueron sentenciados como homicidios y todos aquellos en los que el agresor terminó suicidándose. Marzabal pudo estudiar las sentencias y los perfiles de los asesinos, además de su situación penitenciaria. Pudo incluso acudir a algún juicio, pero no pudo entrevistarse con ninguno de ellos. Uno de los detalles que le llamó la atención fue el hecho de que la familia del agresor no siempre rompe totalmente su vinculación afectiva con él.

Paralelamente, analizó las informaciones que ofrecieron los medios de comunicación sobre esos 30 casos, a través de los archivos de los diarios EL PAÍS y La Vanguardia y del canal de televisión Tele 5. E hizo algo más, analizó todas las noticias de agresiones o muertes de mujeres que se divulgaron con anterioridad a cada uno de los casos analizados; estableció dos baremos, las noticias de muertes de mujeres desde cuatro días antes al asesinato y desde diez días antes para determinar si hubo algún efecto imitación. La conclusión a la que llega Marzabal es que sí se aprecia una imitación y un refuerzo de la idea de matar que ronda en la mente del asesino. Marzabal concluye que “hay similitud en las conductas de los agresores” y que “muchos asesinatos contiguos en el tiempo o en el lugar suelen tener similares características en su desarrollo”. Su conclusión va más lejos cuando añade: “Hay elementos en el tratamiento periodístico que pueden estar ayudando al asesino a considerar que el objetivo cumplido por un homicida anterior coincide con el suyo y, al mismo tiempo, pueden estar provocando que individuos con “tensión conductual alta” realicen la misma conducta en cuanto tienen conocimiento que otros la han puesto en práctica”. ¿Las informaciones producen un efecto imitación o un refuerzo de la idea de matar? “No son excluyentes”, responde la autora.

En el 92,1 % de las informaciones sobre asesinatos de género, nunca se cita las condenas que sufren los agresores

Marzabal descubre que, en el 92,1% de las informaciones sobre asesinatos de género, nunca se cita las condenas que sufren los agresores. Y ese es un dato que debería considerarse. “Por regla general, las informaciones abundan en datos de la víctima, incluso divulgan una foto suya, casi nunca del asesino. A veces se recrean en aspectos morbosos del crimen, aspectos todos ellos que terminan infundiendo miedo en las mujeres. Y, nunca o casi nunca”, concluye, “se citan las consecuencias”. Marzabal recomienda ofrecer el teléfono de asistencia a maltratadas en este tipo de informaciones y anima a que se divulguen las sentencias. Respecto a las condenas, un reciente estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) señala que las penas han ido en aumento: la media ha subido a 18 años y tres meses cuando en el estudio anterior (de 2012), el promedio de las condenas estaba en los 17 años. Sobre este punto, se aprecia en diversos estudios cómo los jueces son cada vez más severos con la violencia de género.

Cómo progresa la idea de matar a la pareja en la mente del asesino en un asunto por estudiar, que haría necesario algo así como un estudio forense de los casos. “Habría que remontarse muy atrás, estudiar la conducta del asesino con mucha anterioridad, a veces se pueden tener algunas señales en las visitas que hace la pareja al médico”, apunta Antonio Andrés Pueyo, criminólogo, psicólogo forense y director de la tesis. Pueyo asegura que las estadísticas de Sanidad son más fiables que las de Interior a la hora de calibrar los casos de maltrato de mujeres, e incluso los de asesinatos. “La Guardia Civil ha hecho algún intento de hacer un análisis forense, pero en realidad la investigación se limita a la instrucción del caso, que acaba con la detención y la condena del agresor”, señala Marzabal.

SUPRIMIR LA ATENUANTE DE LA CONFESIÓN

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) realiza periódicamente estudios sobre las sentencias de homicidio y asesinato en los casos de violencia de género. El primero data de 2008 y el más reciente es del 2014 (el séptimo) y analiza 50 sentencias del año 2011 en España, de las 44 se pueden calificar como de violencia de género y 6 de violencia doméstica. En esos 44 casos, el 93 % de las sentencias son condenatorias.

El estudio del CGPJ concluye que el 60 % de los agresores son españoles y que el 44,7 %, casi la mitad, tienen entre 46 y 65 años. En ninguno de los casos estudiados hay presencia de drogas y alcohol y los expertos del CGPJ concluyen que habría que reconsiderar “la circunstancia atenuante de la confesión, nacida con la finalidad de otorgar un tratamiento más favorable”. Los expertos opinan que habría que abordar “el estudio de su supresión o reconsideración en delitos con resultado de muerte”. Según los datos de este estudio, el 34 % de los agresores se entregan voluntariamente, el 27 % intentan suicidarse y solo un 18 % niegan los hechos en un primer momento.