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viernes, 27 de septiembre de 2024

Deberes humanos

 Los plutócratas poseen más derechos que deberes y los menesterosos más deberes que derechos. Por eso los pobres son los primeros en sufrir los errores de los poderosos, mientras que a los poderosos estos nunca los alcanzan, y por esto deberían merecer más respeto y cortesía que estos, de quien hablan siempre las bocas más grandes, el mainstream, y no como suele hacerse despreciando a los pobres. Ningún rico ha hecho ÉL SOLO su fortuna; su trabajo es hacer trabajar a los demás para extraerles la plusvalía. Incluso según Balzac, en el origen de toda gran fortuna hay un crimen. Desde antiguo (egipcios, hebreos, griegos, romanos) se han propuesto obligaciones o deberes emanados de la costumbre y el derecho natural que han inspirado las legislaciones y la ética y que contienen preceptos comunes para todo tiempo y lugar. También existe una más reciente Carta universal de los deberes y obligaciones de las personas (véase la Wikipedia) pero el problema es: hasta donde podemos coincidir en definir qué es un ser humano (hay quien prefiere hablar de personas o individuos, conceptos jurídicamente distintos) y los límites de la palabra universal).


Estas son las formulaciones


A. La confesión negativa del Libro de los muertos egipcio:


No he causado sufrimiento a los hombres.


No he empleado la violencia con mis parientes.


No he sustituido la Injusticia a la Justicia.


No he frecuentado a los malos.


No he cometido crímenes.


No he hecho trabajar en mi provecho con exceso.


No he intrigado por ambición.


No he maltratado a mis servidores.


No he blasfemado de los dioses.


No he privado al indigente de su subsistencia.


No he cometido actos execrados por los dioses.


No he permitido que un servidor fuese maltratado por su amo.


No he hecho sufrir a otro.


No he provocado el hambre.


No he hecho llorar a los hombres, mis semejantes.


No he matado ni ordenado matar.


No he provocado enfermedades entre los hombres.


No he sustraído las ofrendas de los templos.


No he robado los panes de los dioses.


No me he apoderado de las ofrendas destinadas a los Espíritus santificados.


No he cometido acciones vergonzosas en el recinto sacrosanto de los templos.


No he disminuido la porción de las ofrendas.


No he tratado de aumentar mis dominios empleando medios ilícitos, ni de usurpar los campos de otro.


No he manipulado los pesos de la balanza ni su astil.


No he quitado la leche de la boca del niño.


No me he apoderado del ganado en los prados.


No he cogido con lazo las aves destinadas a los dioses.


No he pescado peces con cadáveres de peces.


No he obstruido las aguas cuando debían correr.


No he deshecho las presas puestas al paso de las aguas corrientes.


No he apagado la llama de un fuego que debía de arder.


No he violado las reglas de las ofrendas de carne.


No me he apoderado del ganado perteneciente a los templos de los dioses.


No he impedido a un dios el manifestarse.


¡Soy puro! ¡Soy puro! ¡Soy puro! ………"


B) Hebreos (los Diez mandamientos dados por Yahvé al hermano del faraón hereje Akenatón, Tutmosis, esto es, Tut-Moisés:


Los Diez Mandamientos


(Exodo 20 – Biblia Reina-Valera 1960)


Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Yahvé tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.


No tendrás dioses ajenos delante de mí.


No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.


No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.


No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.


Acuérdate del día de reposo para santificarlo.


Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.


Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.


Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.


No matarás.


No cometerás adulterio.


No hurtarás.


No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.


No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


C) Griegos: los diez mandamientos de Solón de Atenas:


Ten por más fiel la nobleza de carácter que el juramento.

No mientas.

Aplícate a cosas útiles.

No te apresures a elegir tus amigos.

Manda cuando hubieres ya aprendido a obedecer.

No aconsejes lo más agradable, sino lo mejor.

Toma por guía la razón.

No te familiarices con los malos.

Venera a los dioses.

Honra a los padres.

Texto original:


​καλοκἀγαθίαν ὅρκου πιστοτέραν ἔχε.


Μὴ ψεύδου.


Τὰ σπουδαῖα μελέτα.


Φίλους μὴ ταχὺ κτῶ·


οὓς δ' ἂν κτήσῃ μὴ ἀποδοκίμαζε.


Ἄρχε πρῶτον μαθὼν ἄρχεσθαι.


Συμβούλευε μὴ τὰ ἥδιστα, ἀλλὰ τὰ ἄριστα.


Νοῦν ἡγεμόνα ποιοῦ.


Μὴ κακοῖς ὁμίλει.


θεοὺς τίμα


γονέας αἰδοῦ


D) Los romanos:


honeste vivere


alterum non laedere


suum cuique tribuere


Vivir honestamente, no perjudicar a otro, dar a cada uno lo suyo.


E) Otras más modernas.


Durante los primeros tiempos de la Revolución Francesa se redactaron los que se creyeron primeros Derechos del hombre (Constitución de 1789); y los recogidos en las Enmiendas a la Constitución de los EE. UU. de Norteamérica, si bien ya en África, y en concreto en un lugar tan ajetreado últimamente como Mali, un gobernante llamado Sundiata Keita ya los había formulado más de quinientos años antes en una constitución llamada en su lengua Kurukan Fuga, o Carta del Mandén (1235).


La Kurukan Fuga es de intención universal: se dirige a "las doce partes del mundo" y está redactada en verso (una prosa que ha hecho gimnasia) para ser mejor memorizada. Suprime la esclavitud y proclama los siguientes derechos y deberes:


"Toda vida es una vida"


"El daño requiere reparación"


"Practica la ayuda mutua"


"Cuida de la patria"


"Elimina la servidumbre y el hambre"


"Que cesen los tormentos de la guerra"


"Cada quien es libre de decir, de hacer y de ver"


Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano francés en 1789:


1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común.


2. La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.


3. La fuente de toda soberanía reside esencialmente en la nación; ningún individuo, ni ninguna corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.


4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás. El ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el disfrute de los mismos derechos. Estos límites solo pueden ser determinados por la ley.


5. La ley solo puede prohibir las acciones que son perjudiciales a la sociedad. Lo que no está prohibido por la ley no puede ser impedido. Nadie puede verse obligado a aquello que la ley no ordena.


6. La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual para todos, sea para proteger o para castigar. Siendo todos los ciudadanos iguales ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos.


7. Ningún hombre puede ser acusado, arrestado y mantenido en confinamiento, excepto en los casos determinados por la ley, y de acuerdo con las formas por esta prescritas. Todo aquel que promueva, solicite, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser castigado, y todo ciudadano requerido o aprendido por virtud de la ley debe obedecer inmediatamente, y se hace culpable si ofrece resistencia.


8. La ley no debe imponer otras penas que aquellas que son estrictas y evidentemente necesarias; y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley promulgada con anterioridad a la ofensa y legalmente aplicada.


9. Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido declarado convicto. Si se estima que su arresto es indispensable, cualquier rigor mayor del indispensable para asegurar su persona ha de ser severamente reprimido por la ley.


10. Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aún por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley.


11. Puesto que la libre comunicación de los pensamientos y opiniones es uno de los más valiosos derechos del hombre, todo ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, excepto cuando tenga que responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.


12. Siendo necesaria una fuerza pública para garantizar los derechos del hombre y del ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio de la comunidad, y no para el provecho particular de las personas a las que ha sido confiada.


13. Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los gastos de administración, una contribución común, esta debe ser distribuida equitativamente entre los ciudadanos, de acuerdo con sus facultades.


14. Todo ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por su representante, a constatar la necesidad de la contribución pública, a consentirla libremente, a comprobar su adjudicación y a determinar su cuantía, su modo de amillaramiento, su recaudación y su duración.


15. La sociedad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su administración.


16. Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la separación de poderes determinada, no tiene constitución.


17. Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá ser privado de él, excepto cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exige de manera evidente, y a la condición de una indemnización previa y justa.


Las 27 Enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos. Las primeras diez enmiendas fueron ratificadas simultáneamente y son conocidas como la Carta de Derechos.


Primera Libertad de culto, de expresión, de prensa, petición y de reunión.


Segunda Derecho a poseer y portar armas.


Tercera Alojamiento de soldados en casa privada en tiempos de paz.


Cuarta Interdicción de registros e incautaciones irrazonables, es necesaria una orden de registro para buscar personas o bienes.


Quinta Derecho a un debido y rápido proceso; judicial y a no autoincriminarse.


Sexta Derechos del acusado.


Séptima Derecho a un juicio ante jurado en los casos civiles.


Octava Fianzas y multas excesivas; castigos crueles e inusuales


Novena Protege derechos no enumerados en Constitución.


Décima Poderes reservados para los estados o para el pueblo.


Undécima Inmunidad de los estados ante demandas judiciales extranjeras.


Duodécima Revisión del proceso de las elecciones presidenciales.


Decimotercera Abolición de la esclavitud.


Decimocuarta Ciudadanía, debido proceso estatal, igual protección.


Decimoquinta Sufragio racial.


Decimosexta Impuestos federales sobre los ingresos.


Decimoséptima Elecciones directas para el Senado de los Estados Unidos


Decimoctava Ley seca, que prohibía la producción y venta de alcohol. (Derogada por la 21ª enmienda)


Decimonovena Sufragio femenino


Vigésima Inicio del período del congreso (3 de enero) y del presidente (20 de enero)


Vigesimoprimera Derogación de la Decimoctava Enmienda; se permite que cada estado o localidad establezca leyes secas.


Vigesimosegunda Limitación de la elección del presidente a dos períodos.


Vigesimotercera Representación de Washington D. C. en el colegio electoral.


Vigesimocuarta Prohibición de condicionar el voto al pago de impuestos de capitación o cualquier otro impuesto.


Vigesimoquinta Incapacidades presidenciales


Vigesimosexta Se baja el mínimo para el sufragio universal a la edad de 18 años.


Vigesimoséptima La variación de la remuneración de los miembros del congreso.


F) Carta de los deberes y las obligaciones de las personas de 2017


Veamos ahora las cincuenta cláusulas y los 23 deberes y obligaciones, muchas de ellos también derechos (tanto de primera como de segunda generación, como los derivados de la constitución de Weimar) de la persona tal y como se han redactado en 2017:


Nos fue propuesta una Declaración Universal de los Derechos Humanos y con eso creíamos que lo teníamos todo, sin darnos cuenta de que ningún derecho podrá subsistir sin la simetría de los deberes que le corresponden. El primer deber será exigir que esos derechos sean no sólo reconocidos sino también respetados y satisfechos. No es de esperar que los Gobiernos realicen en los próximos cincuenta años lo que no han hecho en estos que conmemoramos. Tomemos entonces, nosotros, ciudadanos comunes, la palabra y la iniciativa. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes. Tal vez así el mundo comience a ser un poco mejor. Preámbulo Considerando que los derechos humanos son la mayor conquista jurídica y social de nuestro tiempo para garantizar la dignidad de todas las personas sin distinción alguna de sus condiciones individuales, sociales o culturales, Considerando la necesidad de reconocer la emergencia de nuevos derechos así como de realizar una lectura actualizada, intergeneracional, relacional y solidaria de los mismos que enfatice debidamente su función social, Reiterando que los principales obligados al cumplimiento de los derechos humanos son los Estados nacionales y los organismos internacionales y regionales, Subrayando la importancia de que todos los individuos y las organizaciones cumplan también con tales derechos.


Declaración Universal de Deberes Humanos


Atendiendo a las crecientes desigualdades y violaciones a los derechos humanos y a las dificultades de alcanzar las metas planteadas para lograr el desarrollo armónico de la humanidad en su conjunto,


Entendiendo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos dispone en su artículo 29 que todas las personas deben cumplir con sus deberes jurídicos respecto a sus comunidades,


Asumiendo que en el cumplimiento de los deberes jurídicos no se agotan las posibilidades de alcanzar el pleno desarrollo de las personas, siendo las obligaciones éticas igualmente indispensables para el sostenimiento de las instituciones democráticas y el Estado de derecho,


Admitiendo la necesidad de que la totalidad de los individuos y organizaciones sociales en que éstos decidan participar deben cumplir sus deberes jurídicos y obligaciones éticas, sin que en ningún caso su incumplimiento pueda servir de pretexto para que el Estado se exima de sus propias obligaciones,


Reconociendo que las personas y los distintos actores sociales pueden tener por su poder, capacidad o función social, diferentes grados de responsabilidad en su contribución a las condiciones de garantía del disfrute de derechos por parte de todos.


Declaramos:


1. Todas las personas tenemos el deber de cumplir y exigir el cumplimiento de los derechos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el resto de instrumentos nacionales e internacionales y las obligaciones necesarias para garantizarlos con efectividad.


2 Todas las personas tenemos el deber y la obligación de un ejercicio solidario y no abusivo de los derechos y del disfrute responsable de los bienes y servicios.


3 Todas la personas, y en especial las organizaciones sociales, económicas y culturales, tenemos el deber y la obligación de no discriminar y de exigir que se combata la discriminación por motivo de raza, color, sexo, edad, género, identidad y orientación sexual, idioma, religión, opinión política o ideología, origen nacional, étnico o social, discapacidad, propiedad, nacimiento u otros motivos similares.


4. Todas las personas tenemos la obligación y el deber de respetar y exigir que se respete la vida y la integridad física, psíquica y moral de las personas.


5. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones sociales y culturales, tenemos el deber, la obligación y la responsabilidad de no participar ni condonar prácticas de desaparición forzosa, esclavitud, trata de niños y adultos, tortura, tratos inhumanos, crueles y degradantes, violencia de género, explotación infantil y trabajo forzoso.


6. Todas las personas, organizaciones económico empresariales, organizaciones sociales y culturales, entidades religiosas y centros educativos, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir que se respete la identidad, autonomía e indemnidad sexual de las personas, menores y adultos.


7. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de no participar ni condonar las prácticas de abusos y violencia sexual, esclavitud sexual, trata de personas con fines de prostitución y explotación pornográfica. seis


8. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto de la autonomía corporal y la vida privada y familiar de las personas.


9. Todas las personas y entidades religiosas tenemos el deber y la obligación de respetar las distintas formas de relación que cada quien elija libremente.


10. Todas las personas, organizaciones sociales, económicas y culturales y, en especial, las autoridades eclesiásticas y creyentes, medios de comunicación, centros educativos, organizaciones económico empresariales y empleadores, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto a la libertad ideológica y religiosa de las personas y de no incitar al odio y a la discriminación.


11. Todos los practicantes, creyentes y seguidores de cualquier ideología y religión tenemos el deber y la obligación de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales en sus prácticas o manifestaciones.


12. Todas las personas y organizaciones, en especial los medios de comunicación, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto a la libertad de expresión e información y de contribuir al acceso de todos los grupos y colectivos a los mismos con pleno respeto al pluralismo.


13. Todas las personas tenemos, en la medida de nuestras condiciones y posibilidades, el deber y la obligación de informarnos y participar responsablemente en los asuntos públicos.


14. Todas las personas y los medios de comunicación, incluidos los participantes de redes sociales, tenemos el deber y la obligación de velar por la veracidad de la información transmitida, por la salvaguardia de la intimidad y respetabilidad de las personas y por el uso responsable del ciberespacio.


15. Todas las personas y los medios de comunicación, incluidos los participantes de redes sociales, tenemos el deber y la obligación de no incitar a la violencia o discriminación.


16. Todas las personas tenemos el deber y la obligación, dentro de nuestras condiciones y posibilidades, de participar responsablemente en los asuntos públicos y en la toma de decisiones colectivas.


17. Todas las personas, y en particular las organizaciones económico empresariales, los partidos políticos y demás organizaciones sociales, económicas y culturales, tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto de las reglas de financiación de las campañas electorales y de los partidos políticos.


18. Todos los partidos y organizaciones políticas tienen el deber y la obligación de contribuir a la Declaración Universal de Deberes Humanos articulación democrática de la sociedad, a la integración de la representación política, con especial atención al objetivo de la paridad de género.


19. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de exigir educación gratuita de acceso universal y la responsabilidad de instruirse aprovechando debidamente los recursos educativos.


20. Los padres o tutores y centros educativos tienen el deber y la obligación de educar sin incurrir en discriminación de tipo alguno.


21.. Las instituciones académicas y educativas y los docentes tienen el deber y la obligación de promover y desarrollar la conciencia de los derechos humanos, la democracia, la paz, el pluralismo, la igualdad de género y el respeto a las distintas formas de diversidad y al medio ambiente.


23. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto a la cultura y lenguas propias y ajenas, así como a la memoria colectiva de los pueblos y su patrimonio cultural material e inmaterial y de transmitir ese patrimonio común a las generaciones futuras.


24. Las organizaciones económico empresariales tienen el deber y la obligación de respetar los recursos naturales de los que dependen las prácticas culturales de los pueblos indígenas y otros grupos autóctonos.


25. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de proteger la biodiversidad y de respetar y fomentar la multiculturalidad.


26. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar la creación cultural y las producciones científicas, literarias o artísticas y de velar por el respeto de los derechos morales y materiales de los autores y creadores.


27. Los investigadores, científicos, centros de investigación y las empresas y demás organizaciones sociales, económicas y culturales tienen el deber y la obligación de promover el conocimiento, el desarrollo y la innovación científica y tecnológica responsable en beneficio de la humanidad, y de proceder de conformidad con las mejores prácticas éticas.


28. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de prevenir enfermedades y contagios, así como de hacer un uso racional y responsable de los servicios de salud.


29. Todas las empresas y empleadores tienen el deber y la obligación de velar por las condiciones salubres del trabajo.


30. Todas las personas tenemos el deber de exigir prestaciones de salud de carácter gratuito y universal así como la regulación adecuada de los precios de los medicamentos.


31. Todas las empresas farmacéuticas y médicas tienen el deber y la obligación de compartir conocimiento científico y técnico y de fijar los precios de los medicamentos de forma que no se impida el acceso de la población a condiciones básicas de salud.


32. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones sociales y culturales, tenemos el deber y la obligación de distribuir equitativamente los alimentos y de no desperdiciarlos a fin de erradicar el hambre.


33. Todas las personas y empresas dondequiera que ubiquen la sede de su actividad, tenemos el deber y la obligación de promover y de exigir un trabajo en condiciones dignas y seguras, Declaración Universal de Deberes Humanos con una retribución justa, no discriminatoria y con pleno respeto a la prohibición del trabajo infantil.


34. Los empleadores tienen el deber y la obligación de garantizar la igualdad de oportunidades y la no discriminación en el empleo, de respetar el derecho de los trabajadores a organizarse colectivamente y a la libertad sindical, de promover el pleno empleo y el acceso de los jóvenes al trabajo y de proporcionar medidas de acomodo razonable a las personas con discapacidades y necesidades específicas.


35. Los empleadores tienen el deber y la obligación de contribuir al sistema de seguridad social.


36. Los empresarios tienen el deber y la obligación de respetar y promover el cumplimiento de los derechos humanos dentro de sus esferas de influencia y, en especial, de abstenerse de formas de explotación humana.


37. Todas las personas tenemos el deber de desempeñar nuestro trabajo y profesión con sujeción a los respectivos códigos deontológicos.


38. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar el derecho a la propiedad individual y colectiva.


39. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de aceptar los límites que imponga la función social de la propiedad.


40. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar la libertad de movimientos y de exigir que se vele por los derechos de los migrantes, solicitantes de asilo y refugio.


41. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de hospitalidad para con los migrantes, refugiados y asilados, así como de exigir la contribución al desarrollo y la paz de los países de origen o proveniencia.


42. Todas las personas y organizaciones económico empresariales tenemos el deber y la obligación de conservar y exigir el cuidado del medio ambiente y la protección de la biodiversidad para el disfrute de las generaciones presentes y futuras, haciendo un uso racional y eficiente de las energías y recursos naturales y garantizando el desarrollo sostenible.


43. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de respetar y exigir el respeto del hábitat y formas y condiciones de vida de los animales no humanos, así como de abstenerse de cualquier forma de crueldad en la producción de alimentos. diecinueve En reconocimiento de la interdependencia humana, todos, sin distinción de sexo, tenemos el deber y la obligación de contribuir al cuidado de personas dependientes, vulnerables y en situación de vulnerabilidad, así como la obligación de exigir prestaciones públicas que contribuyan al desarrollo de la especie humana.


44. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones sociales y culturales, tenemos la obligación de contribuir al sostenimiento del gasto público y a la reducción de la desigualdad de forma proporcional, progresiva y suficiente para garantizar Declaración Universal de Deberes Humanos la satisfacción de los derechos, y en particular los sociales, culturales, económicos y ambientales.


45. Todas las personas, organizaciones económico empresariales y organizaciones de todo tipo, tenemos el deber y la obligación y exigir a las autoridades que luchen contra la evasión fiscal.


46. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de velar por el cumplimiento de las normas del orden jurídico nacional e internacional y de acatamiento de la autoridad legítima.


47. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de contribuir y exigir la buena gobernanza, la erradicación de la corrupción y la impunidad.


48. Todas las personas y organizaciones económico empresariales tenemos el deber y la obligación de colaborar con la administración de justicia y la persecución de la criminalidad nacional e internacional.


49. Todas las personas y organizaciones tenemos el deber y la obligación de contribuir a la resolución pacífica de los conflictos y a la paz, en particular las empresas productoras y comercializadoras de armas y municiones.


50. Todas las personas tenemos el deber y la obligación de contribuir a la defensa de los intereses fundamentales de su comunidad y de no permitir el reclutamiento y participación de menores.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Harpo Marx

Harpo Marx fue una buena persona. Adoraba a los animales y a las personas, y adoptó a todos sus hijos y a cualquier perro callejero que se encontrase.  Nunca se divorció y ejerció su talento de cómico, músico y mimo ejercitando una imaginación desbordante. Su esposa, la actriz Susan Fleming, lo describió como un “arquitecto de lo impredecible”. Es una definición que no incorpora todo su talento como mero ser humano. Fue, no cabe duda, un ejemplo a imitar, casi un personaje sacado del futuro o de la misma fantasía impredecible dentro de la que vivía. Era natural que fuese amigo de Salvador Dalí, quien lo dibujó una vez. Y, siendo un cómico experto, fue la única persona que hizo llorar en toda su larga vida a Groucho Marx cuando murió. El amigo ideal de Dorothy Parker en la mesa redonda del Algonquin.






lunes, 7 de agosto de 2023

¿Qué libros ya no existen en el mundo?

 ¿Qué libros ya no existen en el mundo?

1.Los que se inventan escritores de ficción como Lovecraft y seguidores.

2.Los que desaparecieron por las escasas copias que existían de ellos

3.Los que se destruyeron en diversos bibliocaustos desde que el primer emperador de China empezó la costumbre.

4.Los que perecieron en expurgos de bibliotecas o resquebrajó y quemó la lignina ácida de su papel.

5.Aquellos que exponían materias tan vergonzosas, secretas, peligrosas o esotéricas que quien los leía luego los quemaba.

,6. Los que eran tan malos, aburridos o breves o eran de material tan deleznable y degradable que se leían y se tiraban a la basuras.

7.Los que se comieron los xilófagos.

8. Los que se escondieron tanto que ya nadie sabe donde están.

9. Los que están tan mal catalogados que nunca han sido identificados correctamente y por tanto no han sido retirados de una biblioteca y leídos.

10. Los que aguardan en algún sótano de una casa abandonada mientras los devoran las ratas y el olvido o los que cuyo papel sirve para ser reciclado en otro libro.

11.Algunos que escribieron los hebreos y cita la Biblia, u hombres y mujeres que nunca salieron de casa y nunca importaron a nadie, de modo que sus herederos tiraron sus obras a la basura o las dieron al trapero.

12. Aquellos que reseñaban Stanislaw Lem o Borges.

13. Los libros que consultamos en las estanterías de los sueños

14. Los del cementerio de los libros olvidados de Ruiz Zafón.

15. Los que fueron censurados tan a fondo por el Index librorum prohibitorum que ya no queda ni un renglón.

16. Los que por carecer de título, autor o partes y muchas páginas esenciales ni siquiera sabemos nombrar y están reducidos a los harapos de unos cortos fragmentos, citas o escuetos epítomes.

17. Los que están escritos en una lengua desaparecida, desconocida o con una clave indescifrable, o se encuentran en la Biblioteca de Babel de Borges.

18. Los que hay en los llamados '"infiernos" de las bibliotecas y en los archivos secretos del Vaticano.

19. Los que quemó Pepe Carvalho.

20. Los que no salvó del olvido el gran libro de Fernando Báez.

21. Los manuscritos únicos que quemaban los escritores y artistas bohemios de Henri Murger a la fuerza para calentarse del frío en su ático-buhardilla parisino expuesto a los cuatro vientos.

22. Los que fueron tan refundidos, adaptados, resumidos, ampliados, corregidos, interpolados, deturpados, traducidos, censurados, reelaborados y reescritos en la India, China y Egipto que ya nadie sabe quién o quiénes los escribieron, donde empiezan o acaban, qué les sobra o falta y de qué trataban al menos en algunas de sus versiones.

23. Las caras ediciones únicas y manuscritos robados que no pueden enseñarse por razones obvias o que poseen coleccionistas chalados como algunos que yo me sé.

24. Los que perecieron en Bagdad, Alejandría y Córdoba.

25. Los borradores que se quemaron en la torre china de Changshá.

26. Los que rechazan todas las editoriales.

27. Los que no llegaron a publicar los heterónimos de Fernando Pessoa.

28. Todo aquel que alguien escribió para sí mismo.

29. Aquellos a los que se cambió el título y ya nadie sabe identificar.

30. Los que Cervantes dijo que quería escribir en la dedicatoria del Persiles, poco antes de morir: Las semanas del jardín, el Bernardo, la Segunda parte de la Galatea.

31. Las copias únicas de piezas teatrales que se quemaron en el teatro del Globo, en Londres.

¿Cuál es el origen de la epidemia de mala ortografía actual?

¿Cuál es el origen de la epidemia de mala ortografía actual?

La cultura de la imagen y, con frecuencia, los irresponsables estados y autonomías por sus políticas. En España, por ejemplo, por las siete vacilantes reformas educativas con que cada gobierno castiga sucesivamente, creyéndose que puede mejorar algo que solo empeora un poco más y que no tiene ni idea de como atajar. Por ejemplo, una institución que pagamos todos, la RAE, debía ofrecer copias gratuitas de su ortografía tantas veces "re-reformada" y ya no radicalmente prescriptiva en la red o impresas, pero solo lo permite en la primera por párrafos sueltos, y el monstruoso mazacote que ha publicado con sus manías y "sugerencias" que dice consensuadas es ya para los simples entre los que me incluyo un auténtico horror. Le gusta el negocio, y prefiere hacer dinero a generar buenos y correctos escritores.

Ya no se practican la lectura en voz alta, la redacción, los dictados y la caligrafía. También se ha expulsado la literatura en los currículos, donde no para de encogerse el lugar que ocupaban las humanidades. Los profesores de latín, griego, historia y filosofía solo cuentan con una presencia testimonial. Y los de ciencias no suelen superar un nivel mínimo de ortografía en no pocas ocasiones.

Asimismo, pretender bilingüismo por un lado, mientras por el otro se ejerce una violenta inmersión en una sola de esas lenguas, provoca diglosias. Como los alumnos confunden en una dos ortografías y dos gramáticas, terminan sufriendo diglosias en una y otra lengua, y hablando y escribiendo mal las dos.

Es también nefasta la costumbre de dictar apuntes apresuradamente que se escriben de cualquier manera a causa de la premura y de que solo nosotros los vamos a leer. Deberían existir libros de texto baratos, para que eso no fuera necesario y pudiesen estudiar textos correctamente escritos; pero en esos libros de texto o manuales he visto con frecuencia tipografías horribles, párrafos ambiguos, mal escritos e insuficientes y escaso uso del párrafo largo, de sintaxis compleja y de largo alcance. Incluso mal puntuados. Tampoco sabían equilibrar las frases ni sostener un ritmo de expresión.

También tiene que ver la costumbre de escribir con indolencia y descuido en redvistas, bitácoras y redes sociales como esta. Y emplear correctores de ortografía automáticos de esos que, cuando se escribe Garcilaso, te corrigen a Gracilazo (así de mal están hechos) o con taquigrafías o estenografías telegráficas en chats, "guasaps" y mensajes chorras desde que se es niño o niñato, demasiado pronto echado a pastar en un teclado, cuando todavía no se sabe ni siquiera escribir en papel con lápiz, y aún menos con caligráfica letra inglesa. Quora mismo es testigo de todos esos errores por correcciones automatizadas simplificantes o conducta relajada y anónima.

Existe también el horrendo hábito de usar formularios para todo y tests o pruebas de preguntas cortas en vez de preguntas de ensayo, que exigen algo más que escoger entre sí y no o V y F.

Porque es general la actitud relajada y el descuido del lenguaje, no ya en la ortografía, sino al hablar, cometiendo faltas de ortología de las que se imitan casi siempre las de la ortografía.

Antiguamente los muchachos aprendían a leer correctamente por medio de historietas, de enciclopedias y de libros que había en todas las casas. Pero en las casas modernas ya no hay nada de eso, ni se siente la necesidad de proveerse de esos productos, porque su lugar lo ha tomado el ordenador y el iPod, instrumento este último que solo usa lenguaje oral, no el escrito, los llamados audiolibros. Con eso no se aprende ortografía.

El consumo de historietas ha pasado a ser sustituido por el de anime sin apenas lenguaje escrito. La crisis que experimenta la lectura se refleja en la ausente venta de tebeos o libros de historietas baratas, un instrumento que siempre se mostró muy eficaz para introducir a la lectura y la ortografía, como asimismo las novelillas de a duro de vaqueros o amoríos. Las revistillas de adolescentes están llenas de fotos y narcisismo, y los textos son escasos, cortos y pobres de léxico y sintaxis, muy surtidos de anglicismos innecesarios y horteras. Ahora se prefieren las carísimas novelas gráficas, los también onerosos álbumes en tapa dura y los videojuegos. Y el Estado no sufraga ni subvenciona, como hacía antes, colecciones populares de clásicos.

Otro motivo de esta especie de conspiración técnica, económica y social contra la lectura se debe también al hecho de que no existan planes de lectura en muchas escuelas e institutos.Tampoco hay bibliotecas de uso efectivo en las instalaciones educativas, o que abran por la tarde y en festivos, como tampoco, en los muertos pueblos de la España vacía, por la incuria de los ayuntamientos (que prefieren construir estadios y piscinas) y por la efervescencia de las presuntas sociedades "culturales" dónde esa cultura se restringe a fomentar el deporte y el fútbol local y llenar la panza con convites de gastronomía local. Por no hablar de los grupos de coros y danzas regionales para alegrar la memoria de las abuelas, etc. etc. etc.

Por último, en los periódicos en red se prefieren ahora las entrevistas en vídeo y habladas en vez de los artículos de fondo bien escritos. Si quieres leerlos te hacen pagar. De exagerarse esto en el futuro, solo aprenderán a escribir bien los pudientes.

En los comentarios escritos a cada noticia electrónica se ha permitido y permite publicar textos escritos poco menos que por analfabetos y no se desprecia la incultura y la insuficiencia formal porque se iguala siempre por lo bajo. El remedio: actuar desde arriba, no permitir grosería ni vulgaridad en forma alguna y fomentar la cultura de la corrección.

Aprender ortografía es necesario por una cuestión muy simple: no en vano los test o pruebas psicotécnicas incluyen una sección de preguntas ortográficas que sirve para barrer al 80 % de los que buscan un empleo. A los empresarios no les interesan empleados ágrafos y analfabetos funcionales que no prestan atención a puntos y comas y a la forma correcta y propiedad precisa de las palabras: por extensión, no prestarán atención alguna a otros detalles buenos para el negocio. Estos afásicos no leen habitualmente o no entienden lo que leen por su pereza en leer; no están habituados a usar un léxico rico, preciso y abstracto y son por esa falta de curiosidad incultos y descuidados, incapaces de redactar y comprender una carta, un impreso, un formulario o un manual técnico.

Así que, si queremos que nuestros alumnos encuentren trabajo, debemos exigirles la ortografía, en especial la de las siempre omitidas y resignadas tildes, y hacerles paladear las palabras por medio de dictados y la lectura en voz alta de textos literarios. Asimismo, la ortología, el léxico y la caligrafía han de ser asiduas.

miércoles, 26 de julio de 2023

Formas de no hacer nada

Cuando los alumnos iban a clase, algo poco frecuente hoy, cuando no los hay ni cunde el precepto de crecer y multiplicarse, su atención, dispersa por el TDAH que inoculan redes, pantallas y móviles como vacunación contra el viral saber, languidece a los veinte minutos. Y los chinos, marroquíes, ucranianos, rumanos, sirios, manchegos, churriegos, cabezones y la demás Babel que forma nuestra plural nación imbuida de vehicular lengua española empieza a generar conductas curiosas. 

En Oriente, por ejemplo, se permite dormir en el pupitre; los estadounidenses permiten incluso llevarse mantas, termos y almohadas a las bibliotecas, que no cierran por la noche. Yo he visto chicos depositando la panza en la mesa y mirando al suelo. Otros se ponen a planificar el fin de semana en voz alta o intercambian un caudaloso epistolario de notitas en lengua woynich, o ponen su mochila encima y delante, como parapeto de escarabajo pelotero contra el asalto de la cultura (estos siempre suspenden). Antaño, u otrora, que dicen los novelistas, en la época aquella de los tinteros y las plumas de acero, lo normal era la captura y descuartizamiento de moscas, empezando por arrancarles las alas y terminando con una disección sin anestesia realizada con la destornillada cuchilla de un sacapuntas y el bisturí de la sobredicha pluma. O se dejaba viva, tras un baño de tintero, para leer las líneas del destino que dibujaba su angustia sobre el inmaculado papel con marca de agua Galgo. Es lo que cuenta Ignacio Aldecoa, en uno de sus magistrales cuentos. Hoy, empero, como siguen diciendo los novelistas, estos chicos tan talibanes se han vuelto como Alá, el Clemente, el Misericordioso, y han abandonado tan mal vista clase de esparcimiento para, discretamente ya en casa, ofrecer una muerte rápida a las sucias infieles, achicharrando moscas en el microondas para que exploten haciendo flop como las palomitas. ¡Criaturas! 


Entre otras chuminadas (showmenowing), especímenes paridos e igualmente desquiciados tiraban de las trenzas a las alumnas cuando se instaló la coeducación (por entonces se estilaban trenzas, y no las mechas violáceas, los ombligos de aceituna o las faldas minimalistas, ni los piercings en el cerebro o aretes para poner cortinas), quemaban el pelo de las alumnas, incendiaban las papeleras, fumaban celtas o mecánicos a escondidas o, los interminables días en que había huelga de penenes / interinos, jugaban a simplezas como el cinquillo, la brisca, o el más racial burro; cuentan también que algunos, los brutos del fondo hacían… esas cosas que se hacían. Yo nunca vi nada. Pero, en capitán, en coronel e incluso en general todo era muy inocente. Hasta en el instituto masculino, donde había unos cacos expertos en robar vestuarios mientras los demás se drogaban con el fútbol.

Por demás, ya había entonces algunas parejas de hecho formadas por callados varones adolescentes que siempre se sentaban juntos y faltaban los mismos días. Al pasar lista los profesores, siempre decían lo mismo: "¿Y T...n? Contestábamos: "Está con V...a" - "¿Y V...a" -"Está con T...n". Y luego una risita. Algún Bin Laden tiraba aviones de papel que no conseguían derrumbar ningún orden establecido; tampoco lo hacían los tiroteos de tizas, la metralla de restos de gomas (todas venían de Milán), pelotillas de papel y rollos angulados como bumeranes, lanzados con gomas entre dos dedos; las peores heridas las infligía el feroz calibre de los tubos de bolígrafo o incluso el rústico y poderoso tirachinas. El bombardeo consistía en fétidas, pedradas y balonazos que rompían cristales previsoramente reemplazados por láminas de plástico. Por supuesto, siempre había formas de decorar el pupitre con declaraciones airadas, siglas, corazones manchados y dibujos obscenos o enfangatorios.

Cuando el estudio y la aplicación se evaporan de un aula, queda un poso de salvajismo urbanita; es como la erudición, cuyo sublimado deja un polvo de pedantería, estadillos, notas, numerillos, cursivas, citas, llamadas, cursivas cursis y negritas de colacao. Tierra, humo, polvo, sombra y nada. También la política se evapora y se queda en burocracia. Ya al salir de la escuela se percibe más descubierta esa brutal compresión del ánima juvenil: todos salen corriendo, chillando, saltando y tropezando en típico y aleatorio desorden.

Por supuesto, ha desaparecido ese corporativismo disciplinario que permitía que clases enteras fueran castigadas por la falta de un solo alumno. Ahora se exige incoar una especie de proceso judicial, cadena de custodia, apuntar la novedad en el correspondiente dossier de un archivo de expedientes criminales que todo instituto debe tener y llamar a sus representantes legales, quienes, a veces, son más peligrosos que los mismos reos.

Tengo que confesar que mis crímenes aún se hallan impunes. El peor, sin duda, es el secuestro de un libro que tenía que devolver a la Biblioteca Pública hace ya muchos días. Un sudor frío me recorre el espinazo, pues es indudable que seré excomulgado durante un tiempo no breve. Ni siquiera tendré abogado defensor que pueda rebajar mi pena, o canjearla por actividades sociales. En fin, después de todo, en verano no es preciso tener tiempo para no hacer nada.

sábado, 8 de julio de 2023

Hacinamiento

Si uno se pone a mirar el Universo termina pensando que está hecho para el asombro, como los fuegos artificiales. Dios es, después de todo y fuera de jardinero, un pirotécnico al que le gusta abrir rosas de sol, regar con fuentes de energía, desaguar con agujeros negros y diseñar redondos parterres de estrellas y florecillas varias, algunas de las cuales solo se abren una vez en la vida, como ciertos cometas. Es un artista que en vez de arte hace naturaleza, moldeando materia y tiempo con arena de átomos. Puede que incluso seamos un cuadro abandonado entre otros muchos más o menos acabados en su taller. También a Leonardo le costaba terminar sus obras.

Pero el fuego de este verano no tiene nada de divino: lo encendimos nosotros, y provoca más angustia que asombro. Quema como el Infierno, pero no es obra del divino Hacedor, sino del hombre con su basura gaseosa, que incluye el fétido aliento de su industria y sus máquinas, que respiran sin vida. Nuestro universo no está hecho para el asombro, sino para el fuego del consumo, que degrada y mata. La atareada industria nos deja sin resuello (o nos atufa, diría un manchego de pueblo, algo así como un amish que mirara cuándo y cómo va pintando la uva), destruye los jardines de Dios, mata desde las abejas a las ballenas y nos provoca una fiebre altísima, así como pesadillas repetitivas que son algo así como la televisión (telemierda de la 5 y sucedáneos) o Internet (vídeos y oídeos de pura necedad, que además mugrean la lengua escrita); van como locos y tan rápido que se acelera el pulso y no podemos asimilar ni comprender nada. Como si fuera peligroso, es decir, no comercial. El mundo está enfermo: pasa ya de los cuarenta grados. Y el trastorno es grave: puede morir. Incluso algunos médicos nos han desahuciado; dicen que no hay tiempo (van como locos) para soluciones ya, y, si la aniquilación nos perdona, ya solo podemos aspirar a sobrevivir menos, más peleados y con taras. 

Nos hemos cargado, dicen, el anticiclón de las Azores, que uno creía provisto por un lejano elfo llamado Mariano Medina, el meteorólogo que parecía un maestro nacional ante su pizarra y con una varita que causaba tormentas y desastres por todo el mapa. Las mujeres del tiempo más parecen ahora ángeles del Apocalipsis, aunque sus vestidos sean más estrechos que los de Beato de Liébana y las alas se las guarden para rascárselas como las gaviotas en alguna playa. 

Pues sí, vaya; nos gustaría ver amenazantes y húmedas nubes negras pintadas por Goya, nada de esa brujería blanca de Rowling. Pero es lo que hay: los almohadones lanudos de Heidi apenas arrebañados en el cielo, sin aprisco, pastoreados sin ganas por un viento feble como el hálito de un agónico, e incluso faltos de imaginación, sin rememorar otros contornos que los de una fatigosa tulpa, un egregor o una ideoplastia. Las caras de Bélmez tenían más mala leche y ya no hay quien se moleste en buscar una señal en el cielo o el aceite de palma en la larga y visigótica letra de hormiga de la lista de componentes.

Los memos y la memética se han reproducido tanto como las ratas del universo 25, el famoso y mil veces probado experimento del etólogo John Bumpass Calhoun sobre la conducta que genera el hacinamiento. Puso a seis ratones en un reciento con comida, diversión, agua y temperatura beneficiosas y los dejó reproducirse sin necesidades. El Paraíso ratuno fue poco a poco degenerando. Como la gente ahora: se pone a romper cosas, como en Francia, o se vuelve hikikomori de cuarto sin ventanas, como en Escoña. 

Apunta Calhoun los males de la prosperidad sin esfuerzo: peleas territoriales, traslados compulsivos y el nacimiento o nación del problema fundamental: muchos dejan de tener un papel en tan estrecha y apretada sociedad, no hay roles ni identidad para todos los individuos (nacionalismo).

Debido a este fenómeno, muchos de nosotros, marditoh roedoreh, nos mostramos apáticos, abúlicos, estólidos, pues no ocupamos un rol con sentido en este pegajoso mundo inmundo, lleno de la cacarienta basura acumulada por doscientos años de capitalismo. No tenemos utilidad. John B. Calhoun bautizó este fenómeno como hundimiento conductual.

Por supuesto que algunos ratones pretenden levantarnos la cosa con erecciones generales. Pero Luis Martínez Casasola, reseñando a Calhoun, dictamina como un Dios sombrío:

Las hembras del Universo 25 dejaron de tratar de reproducirse. Los machos, igualmente, se alejaban de los nidos y simplemente se iban a la zona del recinto donde se encontraba el alimento. Los conflictos vecinales eran constantes y era difícil encontrar algún ratón que no contase con alguna herida o cicatriz debido a una disputa territorial. Se observaron conductas sexuales anómalas. Había individuos que realizaban estos comportamientos de manera frenética, sin discriminación de sexos, para luego pasar a no realizar cópula alguna. Aparecieron las luchas intrafamiliares. Algunos de los ratones acabaron con la vida de sus crías. Otros expulsaban a miembros del nido. Incluso se llegaron a registrar comportamientos caníbales. Hay que decir que no todos los ratones tenían conductas violentas. Existía un grupo, al que Calhoun bautizó como “los guapos”, cuyo comportamiento se limitaba a conductas de higiene como atusarse el pelo, aparte de alimentarse y dormir, que es la única actividad a la que se reducía la conducta de todos los componentes de la colonia.

Media horita que acude por semana al trabajo del Conqueso de los diputados el guapo ratón congreguista nini Abascal, sociólogo por más tacha. Se alimenta del pánico que hay en el constreñido y estreñido Paraíso, especie de Forbidden planet del ahogamiento global. Calhoun curaba a los ratones enfermos, en fin, les proveía de todo. Muchos de los ratones solo se movían para comer, beber y moverse cuando otros miembros de la comunidad estaban dormidos; como ahora hacen muchos jóvenes. Así no tenían que dar explicaciones. Los machos mostraban desinterés y, en ocasiones, conductas agresivas hacia las hembras. Las hembras abandonaban a sus crías o las descuidaban. Pocos ratones sobrevivieron al destete; cada vez había menos embarazos, y ninguna cría sobrevivió. Todas las colonias Paraíso se extinguían.  Cuando un recinto ratuno se congestiona, exhiben los mismos síntomas de estrés, alienación, hostilidad, perversión sexual, incompetencia de los padres y violencia rabiosa que ahora encontramos en las megalópolis.

¿Y el fin? El universo colapsó, la infertilidad se hizo general, y ningún ratón de los tres mil que llegó a haber sobrevivió a dos años de que ese Paraíso se transformara en un Infierno. Calhoun repitió el experimento más de cien veces, y siempre fue igual: la utopía se volvió distopía. Como en la isla de Pascua, llena de caraduras.

viernes, 26 de mayo de 2023

El rostro de Diego de Almagro, una frase hecha y un pintor griego.

Cuando el conquistador español Diego de Almagro se presentó ante el emperador Carlos I, comentó entre lamentos que "el negocio de defender los intereses de la Corona le había costado un ojo de la cara". Y es que para él fue literalmente así.

Durante una expedición que organizó con Francisco Pizarro para hacerse con los territorios del suroccidente de Panamá, el conquistador perdió un ojo a consecuencia de una flecha disparada por un indígena en el asalto del Fortín del Cacique de las Piedras (septiembre de 1524), quedando tuerto para siempre. El descubridor de Chile dio tanta importancia a este hecho, que pronto la frase se difundió entre los soldados para designar una tarea peligrosa o algo muy complejo, manteniendo este mismo significado hasta nuestros días.

Siempre que se representa a Almagro en las artes es de lado: se evita el parche de su ojo imitando a Apeles, el famoso pintor de Alejandro Magno, también tuerto, que lo pintaba de perfil para, sin mentir ni adularlo, presentarle la mejor cara, mientras que otros pintores eran tan fieles a la verdad que mostraban su desagradable parche y otros eran tan halagüeños y lisonjeros que lo pintaban con los dos ojos sanos.

Este es gato, como decía Cervantes.

viernes, 23 de julio de 2021

Fermentación de la mala uva

Ocurre con la redacción de artículos que los mismos que te exigen verdad se ofenden si la declaras; no los atareados editores de nuestro fotónico papelucho, profesionales a prueba de todo, sino la gente sin discernimiento. ¿Qué le cabe entonces al juntaletras: ofender por sinceridad, o mentir por educación? El filo de la navaja, la pantalla traslúcida, el sonido bajo y confuso, las verdades a medias, las siluetas oscuras, las puertas entreabiertas.

Un suponer: el caso de la corrupción. Mutación vírica, o viral, que ya ha inficionado a cualquiera. Es término médico y surgió en el XIX contrapuesto a regeneración, otro tecnicismo del mismo campo que corrió la misma suerte. Enseguida los políticos lo usaron como metáfora para la curación de los males sociales y económicos (los políticos son incurables en España); es más, incluso Costa recomendó un cirujano de hierro para emprender esa tarea. Pero los médicos no se quejaron de un uso tan infeccioso, perdón, tan infecto de su lenguaje. Pues entonces van los políticos y dicen que el infecto es uno.

Hay que actualizarse: no se pueden emplear ya esas voces. En tiempos de pandemia, cuando hasta los antibióticos empiezan a ser inútiles y las vacunas flaquean, se ha generalizado tanto ese miasma tóxico que ya de ninguna manera cabe hablar de corrupción, sino de saprobiosis (microorganismos que se alimentan solo y exclusivamente de mierda) y de fermentación butírica, que es lo que sucede cuando la corrupción dura ya tanto que empiezan a acudir anélidos nacionalistas por el estilo del puigdemont, del abascal o del strongyloides stercoralis. Menudos meningococos. Acuden como las moscas ante la putrefacción de un sistema constitucional o de la mera falta de higiene democrática e inundan los lazaretos parlamentarios. Cuando se paraliza para siempre un proceso de actualización de las instituciones políticas (la democracia se cura con más democracia) es lo que pasa. Por ejemplo con los chusqueros tribunales españolitas, el supremacista y el constituloco.

Europa está igual, solo que en España, de siempre dictadura de envidiosos, que eso fueron los que se vistieron las sotanas, uniformes y demás chanfainas del alzamiento, es peor. Nos adelantamos a todo lo malo; a las guerras coloniales, incluso a la II Guerra Mundial. Por aquí ya estaba la Luftwaffe aniquilando familias enteras con bombas de fósforo o Mussolini, sacando pecho y violando mujeres cada día, como era su natural.

Fascistillas como Abasculo o Puchdemonio envenenan la convivencia dirigiendo la ceremonia expiatoria del impuro extranjero. ¿Pero qué es un extranjero? En muchas lenguas no se distingue de un extraño, pero en español sí. Conozco a un rumano muy inteligente que lleva treinta años en España; dice que, por tanto, ya no es ni rumano ni español, sino rumanoide. Cuán ironista y acertado. Una palabra cabal. Ningún extranjero acaba de encajar. Pero lo que hay que hacer es integrarlos, no echarlos. En una España empobrecida por siglos a causa de haber expulsado a judíos, protestantes, humanistas, científicos, moriscos, ilustrados, afrancesados, liberales, krausistas, demócratas, republicanos, socialistas etcétera, y después de haber abierto las puertas a regenerar la economía admitiendo a unos extranjeros llamados turistas, queremos volver a expulsar a los turistas de alpargata marroquíes, africanos, rumanos e ingleses, que vienen a quedarse y trabajar en lo que no queremos, o incluso a charnegos y maketos. Inversamente, en Cuba y en Venezuela ya se ha ido un tercio de la gente, y últimamente habanece en el Malecón.   

No procede sacar la gorda conclusión de que esto no lo arregla nadie; la materia prima del cambio es la voluntad general, expresa en leyes de sufragio suficientemente representativas y más que nada en el referéndum, que casi es imposible ejercer para nada que quiera el pueblo. Y en España hay una ley electoral deforme e infame; un sistema de iniciativa legislativa popular imposible y absurdo, unas instituciones que se bloquean unas a otras, listas cerradas, una constitución cerrada e inmodificable, partidos sin primarias, discriminación en las aulas y en los empleos autonómicos...

Reforma política ya: una constitución nueva, obra del pueblo con los procedimientos de control pertinentes, como en Chile. Y mirar al futuro, no al pasado. O nos hundiremos chocando con un iceberg.

sábado, 22 de mayo de 2021

La comodidad del Infierno

España tiene la tasa más alta de desempleo de jóvenes en Europa: el 40% hasta los 25 años. Mayor que Grecia (33%) o Italia (30%), donde también se desespera a la juventud. Y con un 16 % de paro general y expectativas aún peores, según la siniestra Ley de Okun

Muchos de estos parados no son sin embargo detenidos y marchan fuera, a Londres y otras grandes capitales de Europa que están llenas de camareros y cocineros españoles ya con  treinta años, muchos de ellos sobrecualificados (por no hablar de los científicos, que solo para el papeleo burocrático que necesitan para renovar su contrato gastan varios bolígrafos rellenando papeles). También huyen los talentosos: hace decenios que aquí no han sido vistas las oportunidades, de modo que si aparecen hay gente que ni siquiera las reconocería; dicen que en California, Australia, Georgia y China las han visto, pero yo hasta dudo que haya podido existir una quimera de ese tipo. En la estéril España donde Cernuda decía que "todo nace muerto, vive muerto y muere muerto" no crece nada, nada echa raíces, y mucho menos el futuro. Eso sí, tenemos la mayor cantidad de viejos que no trabajan, y de calidad premium.

La vivienda se comparte entre los jóvenes; en Madrid incluso se ha abierto un hotel de celdillas o cilindros. Ya más que escasa natalidad es extinción; incluso las cigüeñas están empezando a desaparecer. Al menos el gobierno europeo vela para que nuestros políticos no arrasen completamente el país.

Es habitual señalar Venezuela como víctima del comunismo; sin embargo nadie se acuerda de Argentina como víctima del capitalismo buitre, o Chile, donde son los ciudadanos los que escriben su constitución, como en Islandia. Ni de Kerala, la única provincia hindú que ha desterrado el analfabetismo y la pobreza gracias al socialismo comunalista democrático.  En Argentina están ahora como nosotros dentro de veinte años, si no nos espabilamos. ¿Que no hará el mainstream para conseguir deformarnos la conciencia y seguir destruyendo la materia natural y el espíritu civilizado? Las masas se han vuelto tan líquidas como denunciaba Zygmunt Bauman, e Internet nos ha vuelto sumamente nubosos, informes y mal informados.

Las naciones se han puesto de pie siempre con solo un combustible, la voluntad. ¿Cómo se desarrolla esta virtud? Por medio de elementos que no aparecen en nuestro sistema educativo ni en los programas más vistos y oídos de la TV y la radio (no menciono la prensa en papel porque ni siquiera existe ya): la constancia, el trabajo, la disciplina, el sacrificio y la esperanza. No hay pastilla que cure el mal que ya los ensayistas del 1898 llamaban abulia española, fruto de lo que Cernuda (otra vez) llamaba "vivir sin estar viviendo", una forma extrema de monacal estoicismo

Hay quien afirma que la voluntad no se entrena ni se mejora. Que no es como un músculo que se vuelve más resistente con la práctica. Un estudio afirma que las personas más exitosas no poseen una mayor fuerza de voluntad, sino que simplemente acomodan su entorno para no usarla. Si quieres dejar de comer galletas no las compres, si ya las tienes que te las escondan o tíralas. Y si no quieres usar tanto el móvil, ponlo muy lejos de tu alcance, no duermas con él.

Es que hay que tener en cuenta que la fuerza de voluntad es limitada y se agota. Cuando se trata de controlarla y administrarla para evitar defectos hay que tener en cuenta que la voluntad es a veces retrógrada o inversa: si uno está todo el tiempo diciéndose "que no" debe hacer algo, está ejerciendo tanta voluntad que gasta la que tenía para todo el día y acaba desmoronado haciendo todo lo que no debería hacer. Así que lo que funciona es planificar las cosas de tal modo que uno no tenga que decírselo: poner los medios y la inteligencia necesarias para no tener que ejercerla. Cambiar el "chip" de rutas y costumbres

Es lo mismo con la procastinación, el defecto con que Mariano José de Larra caracterizó a los españoles en Vuelva usted mañana.La voluntad se ahorra cuando uno trabaja en algo que le gusta: si no lo hace, volverá a su casa agotado y sin ganas de hacer lo que realmente desea. Pero, por desgracia, aquí, en España, ni siquiera nos dejan trabajar.

jueves, 1 de abril de 2021

Cómo están las cabezas.

 Algunos tienen mucho miedo a una revolución, y no digamos a una devolución. Por gracia o desgracia, la política en España es lo que es. Lo que definió el diplomático mexicano Marco Aurelio Almazán: "El arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa". 

Uno se pasa la vida rehaciendo el significado de palabras demasiado machacadas por la estupidez de los binarios, esos que solo ven bien y mal, Tom y Jerry, izquierda y derecha. No hay muchos con el poder de sintetizar textos o pensamientos complejos y mínimamente morales. No estará de más recordar que derechista es, simplemente, quien no quiere pagar impuestos sino quedárselos o evadirlos, apropiarse de todo lo público (sanidad, educación y un largo etcétera) o cuando menos degradarlo y subir los precios con sus acaparamientos y exclusiones monopolísticas de capitalismo buitre. Alguien, por ejemplo, como Maduro o Ayuso, esa que demoniza tanto a un partido que ha pagado las deudas de Madrid. 



Cada vez que habla sube el pan, y eso que los podemitas reproducen su lenguaje y los llaman criminales. Pero la verdad, si es eso lo que dicen nuestros jueces, es que el PP sí que es una asociación criminal, un cártel de corruptos cuya fuente se remonta a las más puercas pocilgas del régimen franquista, ataviados con nuevos ropajes. Los que quieren distribuir algo de equidad tienen mucho menos mierda atesorada que esos farsantes demostrados que pretenden aplastarlos con la Brunete fáctico-mediática.

Es lo que tiene bautizar como demonios a los otros: diviniza que no veas y, por consiguiente, le transforma a uno en un pontífice, incluso en alguien tan indiscutible como Dios, Ayuso o Maduro. Pero los cocos de verdad son ellos, los binarios, y se llevan a los adultos que duermen poco de tanto telele (ver tanta tele).

 No estará de más recordar lo que Antonio Escohotado ha llamado "la prueba del cinco": es imbécil para un opinólogo de secano hablar sobre economía, política y sociedad apoyándose (solamente) en un puñado de clichés anacrónicos, palabras que ya no significan nada y que son solo cinco duros coprolitos que expeler al otro: los términos "izquierda", "derecha", "extrema", "ultra" y "fascista", que manchan nada más tocarlos. No significan nada: no tienen sinónimos, como los pronombres, porque no tienen significado permanente alguno que pueda copiarse. "Que las palabras tengan sinónimos es la mejor demostración de que ninguna monopoliza el pensamiento o, si se prefiere, de que la inteligencia desborda siempre cualquier modalidad fija de expresión. Amor sugiere afecto, cariño, devoción; longitud evoca distancia, espacio, etcétera. Ningún término hay carente de análogos salvo para el afásico, alguien que por distintas causas –sobre todo traumatismos o una tara congénita- resulta incapaz de hablar y escribir creativamente... no logra participar en el aprendizaje paralelo de la lógica, o algo como un balazo afecta parte de su cerebro, y pasa de manejar digamos mil términos a solo diez o treinta y siete".

Todos estos investidos de premisas sin conclusiones deberían aprender que los instrumentos del conocimiento son la ignorancia y la duda. Pero ellos saben solo su librillo y no quieren saber más: aplican las mismas palabras a realidades distintas que reclaman el más notorio atributo de lo real: la complejidad. El diccionario de los enfermos de binarismo contiene solo dos palabras: y no; también esas que dice Escohotado. Y los menos graves además otra: quizá, qué duda cabe.

Qué estúpidos son los políticos. Todos son más cabezones que una testa olmeca. ¿A quién le importa quién va a ganar cuando todos van a perder? El mundo gasta medio billón de dólares cada año preparándose para guerras que no se atreven a pelear. Existe un culto a la ignorancia en todas partes que siempre ha prevalecido y que a veces incluso se impone al modo Spengler. La tensión del antiintelectualismo ha sido un hilo constante que se abre camino a través de nuestra vida política y cultural, alimentada por la falsa noción de que democracia significa que "mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento". Es precisa más psicología, más comprensión de la naturaleza humana, más preguntas, más Quora. Porque el único peligro real que existe es el hombre mismo. Él es el gran peligro. Y lamentablemente no nos damos cuenta de que su formación y constitución es la raíz de cualquier problema o cualquier solución. No sabemos nada del hombre, demasiado poco. Su psique debe ser estudiada porque somos el origen de todo mal que venga o pueda venir.

Cuando a uno le da por leer o escuchar a Antonio Escohotado se queda tan definitivamente pensativo, fumativo y admirativo que lo propondría como presidente de la República Española, a falta del impotente García-Tola o de los irreprochables pero finados Sampedro, Anguita o incluso Tierno Galván, todos ellos arrinconados por los poderes fácticos y amadísimos por nosotros los comunes. Incluso podría proponerse un presidente contratado de otro país, pongamos Suecia o Dinamarca, a despecho de nacionalistas descerebrados. Pero entonces se disipan las nubes lisérgicas y asoma la descarada y descarnada realidad: esto es una monarquía postfranquista de mierda y Escohotado, aunque aún lúcido y lucido, no anda para trotes.

Este filósofo padece muchos enemigos, casi tantos como la lógica y la cultura, y aunque muchos lo definen como un converso al liberalismo, le he visto catalogarse ahora como un socialdemócrata adicto al estudio (y a otras cosas, ejem). El liberalismo puro es predatorio y carece de ética y conciencia (su mismo padre, John Locke, defendía y promovía la esclavitud); es peor que la peste negra. Por eso Escohotado subtituló a sus Enemigos del comercio "una historia moral de la propiedad", aunque solo llegó a ponerlo en el tercer tomo de la obra.

El gran ancho de banda que ganó ampliando los umbrales de su curiosidad ("la puerta sin puerta", dirían los zen) le permitieron librarse de muchas ilusiones mentales y sentimentales. Los impuestos son necesarios para los desafortunados, los enfermos, los viejos y los científicos, ya que debe haber un Estado que vele por ellos y corrija las desviaciones salvajes de los buitres agiotistas que creen y fomentan la desigualdad de la ley y ante la ley y otros vicios emanados del sentido propio, ya que tanto carecemos del común. Es necesario, por ejemplo, para evitar la destrucción del planeta por parte del hombre (no precisamente por la caída del asteroide Tutatis sobre la cabeza de los galos, sino por el cambio climático, los agujeros en la atmósfera y el suelo, las pandemias y el colapso ya irremediable de los sistemas ecológicos), es necesario, digo, no precisamente nacionalizar, sino mundializar áreas que afectan al hombre en su conjunto: las industrias farmacéuticas, la medicina, la enseñanza. Ahora que de repente empiezan a aflorar las momias de los Alpes, los mamuts de Siberia y las mierdas del PP. Incluso podría descongelarse la cabeza de Trump. 

domingo, 21 de marzo de 2021

La edad y los relojes blandos

Hace poco la ciencia determinó que gran parte de los recuerdos es falsa o inducida por un entorno emocional o informativo insistente. Este deja una impronta o cascara mental que actúa a manera de escafandra a través de la cual la conciencia atisba apenas las cosas.

Esa estructura nos aísla. Censura los muchos matices del pasado y del presente, y el superego social y castrante nos oculta también muchas estampas de una incomparablemente rica realidad. Los cambios por los que atraviesa el espíritu determinan que la memoria esté en perpetua reconstrucción, por lo que se nos ofrece distorsionada y selectiva y, al final de la vida, si hay algo de fortuna, reducida a un esquema repetitivo e insuficiente; la cronología interior no es exacta y con frecuencia recordamos sin causalidad, o sensitivamente. Lo que hacía Proust, después de todo, era contar batallitas.

Por el contrario (o "por contra", que es más oral) los escasos recuerdos genuinos son obra de nuestra debilucha voluntad, una antorcha desorientada que vaga en la noche por el laberinto de las más oscuras provincias del cerebro, entre copias de copias de la realidad seleccionadas por algún barniz emocional que los agrupa y revisa con frecuencia. 

Estos recuerdos son distintos a los reflejos automáticos, memorias programadas por el aprendizaje, como conducir un coche o una bicicleta, o usar un teclado o la tabla de multiplicar. Apenas podemos reunir los recuerdos buenos en un armario de nuestra mente: no somos como Dante, quien, en la cumbre del monte Purgatorio, bebía de la fuente Eunoe, más selectiva que la del Leteo, para olvidar todo lo malo y recordar solo lo bueno antes de pasar a la cándida rosa del Paradiso, en la que cada pétalo es un alma.

Pero lo que se suele olvidar es que también los pensamientos pueden ser falsos y no genuinos. Al igual que los recuerdos y las emociones, las ideas se pueden falsificar, incluso las que venimos sosteniendo y asumiendo largo tiempo, porque nos han sido inculcados por los desvíos de una cultura centrípeta. Pueden intoxicar o deformar las ideas genuinas o reales o asentar prejuicios útiles para otros, aunque siempre terminen por prevalecer aquellos beneficiosos para la sociedad en su conjunto, siguiendo el camino trazado por la socialización de nuestra manada y la programación genética común de los instintos, lo que Dawkins llama el gen egoísta.

El subconsciente es muy mentiroso. Todas las noches nos cuenta cinco cuentos, no antes sino después de dormirnos, construidos con los impulsos frustrados de la mañana o con pedazos de memoria triturados para la ocasión. Si un hipnotizador nos obliga a llenar un vacío de la memoria, podrá contarnos la mentira más detallada y persuasiva que podamos "imaginar". La sombra de Jung tiene el poder de proyectar todo lo que rechazamos en esas historias.  El poder incluso de proyectar leyes, mitos, sociedades, costumbres ancestrales, dejando aparte la cuestión, nada baladí y que acaso no debe pasarse por alto, de si nacemos ya con recuerdos o con al menos una programación instintiva revisable y reversible.

Hay recuerdos inducidos a través de imágenes de televisión cientos de veces repetidas. Se implantan constructos artificiales falsos que vienen de otro sitio y de otras intenciones. Se implantan falsos recuerdos para apoyar falsas ideologías: despierten de su sueño ideológico, que es un sueño que produce monstruos. El vodka y el whisky son lo mismo porque producen los mismos efectos. Nos parece que hay ochenta clases de caramelos, pero solo los hay de limón, naranja, menta y pocos más. La cocacola y la pepsicola son uno y el mismo refresco. Y una sola son también todas las cadenas de hamburguesas, por más que haya que advertir que, si no eres uno de los comensales, eres parte del menú. Que lo digan sus trabajadores, que se ven sometidos a jornadas irregulares y extenuantes sin apoyo sindical porque los despiden.

El pasado común de la generación dominante está configurado por los años ochenta. Los tópicos de años anteriores ya no mueven molino. Incluso personajes de esa época ya no están para trotes. Joaquín Sabina es uno de los pocos movideños y pataliebres que han tenido la suerte de no disolverse en lo mucho que bebieron o se pusieron. Un actor tan desparramado y accidentado como Quique San Francisco, tan feo y pálido que dijo Lola Flores que "estaba sin cocer", tuvo que pagar su pato de mil y una birras jubilándose de la vida a los sesenta y cinco. "Hay que protegerse", dijo El hombre sin nombre, ese zurdo que ahora amenaza con cumplir los noventa y uno sin despeine. Que tenga cuidado de que no empiece a temblarle la mano izquierda, esa en la que tiene el magnum 45: es el primer síntoma del Parkinson. Nadie le va ya a alegrar los días.

Mucha gente nocturniega y de mecha corta acaba sumida en el infarto, la pancreatitis o el cáncer de pulmón. De día se sostienen apenas a fuer de cocaína, y su patética ilusión de vida es estar colgados de la nube, como Heidi. Hay que ser flemático y frío como los peces, aunque la vejez no garantice una vida aprovechada y con sentido. Especialmente para las mujeres de hace poco: muchas vivían cien años sin apenas salir de la cocina; para ellas esos cien años solo han durado un día, siempre el mismo con apenas variaciones. Irse al otro barrio es para ellas literalmente ir a otro mundo. Muchas de ellas no habrán ido nunca ni siquiera a Miguelturra. Las crisis han ido juntando a los viejos y a los jóvenes, pues ambos no tienen futuro y se mantienen en pie mutuamente.

Son necesarios los viejos para sostener a los jóvenes y viceversa. A ellos les cuesta mucho retener cualquier cosa: la dentadura, la pensión, la memoria, el oído, la vista, los hijos, las babas, la orina, la mierda y la vida. La gran mayoría acaba transformada en pellejos de desecho y desilusión. Como los jóvenes.

jueves, 11 de febrero de 2021

El hundimiento del Hispánic

Cuando un iceberg hundió el Titánic, la única clase que pudo largarse de allí fue la primera; no estaba prevista otra cosa. Cuando el coronavirus nos hundió, los únicos que se vacunaron como el rayo fueron los militares de más alta graduación (unos cuantos quisieron pasarnos por el paredón hace poco), y, sin respetar el protocolo y mintiendo (faltando al octavo, que es su propio protocolo), un ex arzobispo, un par de obispos y un canónigo que sepamos, así como numerosos próceres de izquierda y derecha elegidos por listas cerradas, ya que son el pueblo elegido y por tanto mejores que nosotros y las leyes. Se consideran tan necesarios como el culo.

¿Soy un antiguo por considerar que los líderes de tan medievales instituciones deben dar ejemplo o hacerse el harakiri? Por lo menos dimitir, esa palabra antiputinesca, o irse fora, como el aforado y aforrado ex rey, que se ha ido a un soleado exilio informal por cuestiones de vergüenza y mentira. Si esto es el sálvese quien pueda, y no las mujeres y niños, víctimas de siempre, especialmente si son de escaso caudal, las armas deberían ser legales para reclamar nuestro derecho a la igualdad de trato, como en los Estados Unidos. Ahí, no en vano, llamaban al revólver Colt "el Empatador", y no precisamente por la empatía. Y aunque estoy contra las armas y contra cualquier tipo de violencia, las actitudes de algunas personas alérgicas a la ética y a la dimisión a veces me hacen preguntarme si por lo menos no podría permitirme la violencia mínima de asestarles un tartazo de cine mudo en los morros o toserles en la cara; lo cual no quiere decir que iría vestido de ciervo al Congreso, esa manada de venados y de venales. 

Las vacunas son pocas. Yo mismo, que pertenezco a un grupo de riesgo, no puedo tomar la que han comprado apresuradamente esos magníficos europeos, porque tengo más de cincuenta y cinco años. Si son pocas, es preciso hacer triaje y cola y aguardar turno. Algo a lo que no están acostumbrados aquellos impacientes a los que les gusta mandar en su provecho.

domingo, 27 de diciembre de 2020

Las nuevas viejas ideas de Diego Medrano y Treviño

He leído algunos artículos del último número de los Cuadernos de Estudios Manchegos; no voy a hablar del mío, tan lleno de erratas y otras tachas, pero sí del de José María Barreda sobre el gran político ciudadrealeño (o ciudarrealeño) Diego Medrano y Treviño (1784-1853), porque creo poder completarlo en muchas cosas que me fueron apareciendo tangencialmente cuando investigaba a otro autor, hace ya bastantes años. 

Parte de ello ya lo había anticipado en mi Historia de la literatura manchega del siglo XIX. Me di cuenta de que Diego Medrano había escrito como colaborador un importante ensayo sobre política ("Del progreso", 1842) en la Revista de Madrid, en plena regencia del también manchego y "progresista" general Baldomero Espartero, que había sido ignorado en todas las bibliografías, y ahora mismo que he mirado más, con motivo de escribir este artículo, descubrí otros dos textos: un discurso de presentación cuando le dieron el cargo de jefe político de Castellón y otro artículo sobre derecho constitucional aparecido también en la Revista de Madrid. Para aliviarles la fatigosa búsqueda les tengo transcritos los dos artículos de la Revista de Madrid aquí, en mi blog, modernizando la ortografía y la prosodia, traduciendo algunas citas en italiano y aportando unas pocas notas, pues no tengo tiempo para trabajar más en estos textos. Sin duda Medrano fue algo más que un político "aprovechado", como era lo común en su época; era conservador, pero un conservador inteligente, que había asimilado sus lecturas (Condorcet, Bentham, Burke, Thiers) sintetizándolas en un grado tal que supo darse cuenta de que las necesidades más perentorias del país pasaban por un pragmatismo esencial, una visión moderada que reflejara la disposición de usar solo de lo que se tiene, pero con voluntad firme y sin pausa, de la que derivó la creación de un capital rural con una ley para generar las cajas de ahorro que actualmente se han destruido o sustituido por bancos, estos últimos sin interés social. Fue un político que hizo algo bueno. El regeneracionista miguelturreño Francisco Rivas Moreno, apóstol del cooperativismo, se hará eco de esta idea, que vio dar más fruto en otras regiones que en la suya. Leyendo a Medrano se da uno cuenta del sentido profundo que tiene la frase, en apariencia superficial, de "lo mejor es enemigo de lo bueno"; él prefiere lo bueno a lo mejor, que él identifica con los fanatismos y los sueños de utopía.

Una Constitución política sin leyes orgánicas que de ella emanen y la desenvuelvan es solamente una colección de preceptos aislados que de nada o casi de nada sirven, y aun no sin fundamento se puede todavía ir más lejos, porque si en la Constitución se fija una organización nueva de los poderes públicos y estos, sin embargo, en su ejercicio se han de sujetar en gran parte a reglas dictadas para otro sistema distinto o diametralmente opuesto, con precisión ha de resultar un desconcierto que constituya por lo menos un estado anómalo, que no es de libertad, ni de absolutismo, sino de una tercera especie incalificable como no se le titule de anarquía.

Aparecen en su ensayo "Del progreso" claramente esbozados los males que atacaban a España entonces; lo malo es que parece que ahora siguen siendo los mismos:

Los códigos que han de regir en toda la Monarquía, están en pensamiento y nada más o, por mejor decir, ni se piensa siquiera en su formación. A los gastos del Estado se debe contribuir en proporción de los haberes de cada uno, y faltan todos los elementos para lograrlo; y con el más impudente descaro son aliviados unos, sobrecargados otros, sin más regla que la opinión política de repartidores y contribuyentes. Los hechos más palpables y escandalosos demuestran la suerte que ha cabido y cabe a la seguridad individual, con tanta frecuencia menospreciada: no se respeta la propiedad, que sufre repetidos ataques impune o ligeramente castigados. Nada hay prevenido respecto a la forma y modo de hacer efectiva la responsabilidad de los Ministros, punto ciertamente difícil, quizá imposible; pero que al fin se debe procurar en cuanto sea dable aproximarse a la resolución del problema. Sobre la inviolabilidad del Trono y la de los Senadores y Diputados, sucesos recientes manifiestan con harta claridad el respeto que han merecido y pueden merecer en adelante. La inamovilidad de los jueces se ha establecido a voluntad de un Gobierno parcial y en beneficio de una miserable pandilla, que por asalto ocupó los puestos de la magistratura. La administración provincial y municipal se dirige por una ley monstruo que todos desaprueban, aunque muchos la han utilizado para escalar el poder, introducir el desorden más espantoso y desquiciar todas las reglas de buen Gobierno. [...] El establecimiento de las leyes indicadas debió ser instantáneo, porque sin ellas no puede decirse en realidad que el Gobierno representativo rige en España sino a medias, que es peor que si no rigiese, por la proximidad de la idea de no regir ninguno.

Si pues todo esto es cierto porque se apoya en hechos patentes, innegables ¿qué nos queda de la Constitución política de la Monarquía? ¿Qué del gobierno representativo? En suma, nada más que dos reuniones de hombres que se agrupan con intervalos en un verdadero campo de Agramante, para pasar el tiempo con sus eternos discursos y sus interpelaciones para satisfacer su ambición o particulares miras con sus coaliciones y rencillas, para entorpecer con sus enmiendas y con sus cuestiones previas o incidentales [...] No somos de los que nos horripilamos al oír el nombre de república: estamos persuadidos de que esta es una clase de gobierno como todas las demás, que según cada una de las otras tiene sus ventajas y sus contras, porque ventajas tiene también el absolutismo; pero creemos de buena fe y con la más profunda convicción que el Gobierno republicano ni es ni puede ser aplicable a la nación española, porque en ella no se reúnen, ni es posible reunir, las circunstancias o condiciones que hacen conveniente este sistema político; sin embargo, dígase también, en conciencia y con la mano puesta sobre el corazón, si el sistema vigente, supuesto el caso de que pueda llamarse sistema, con su Constitución no desenvuelta, con el desconcierto de todos los ramos de administración, con la preponderancia y casi independencia de las corporaciones provinciales y municipales, dígase, repetimos, si no es una verdadera república, o mejor, dígase si no es peor mil veces que una república, porque no es otra cosa que un completo estado de anarquía. 


La cita es larga, pero el pragmatismo de Diego Medrano, autor de un importante informe para la Sociedad Económica de Amigos del País de Ciudad Real, no se detiene, como hoy se suele hacer, y llega a conclusiones sobre qué debe hacerse:

Para hallar la verdad no hay más que un camino, y este no es, por cierto, el de las ilusiones: antes de corregir los defectos de una cosa cualquiera, bien sea en sí misma o en los accidentes que la acompañan, es indispensable conocerlos y aun decirlos. 

La condición más esencial de los gobiernos representativos, es la división de los tres poderes fuertes, independientes, únicos, con la marcha desembarazada y libre en el ejercicio de sus respectivas atribuciones: si más o menos abiertamente se pretende introducir otro, es preciso anonadarlo; si se observa que uno de los legítimos tiene su acción entorpecida porque los medios adoptados para desenvolverla le han quitado la fuerza que le corresponde, es necesario dársela instantáneamente, removiendo los obstáculos que perjudiquen su movimiento

La política tiene sus ritmos, pero el progreso no se debe dejar embotar:

La lentitud en su marcha es el carácter distintivo de los cuerpos numerosos: ella está considerada como la prenda más segura del acierto en las deliberaciones que de necesidad exigen la discusión detenida y el peso respectivo de las razones que se alegan en pro y en contra de los puntos que se ventilan; pero la lentitud tiene sus límites, que le ha de fijar una prudencia reflexiva para evitar el gravísimo inconveniente de entorpecer las resoluciones y concluir por no hacer nada; de esta regla exactísima se sigue otra, no menos cierta, cual es la de que, por la misma naturaleza de las cosas, dicta la razón que en los cuerpos numerosos se adopte y observe con rigor todo lo que contribuya a la brevedad sin perjuicio del acierto, pues precisamente lo contrario es lo que se hace en términos de que parece haber un tenaz empeño en dilatar las  discusiones, entorpecer los acuerdos y no acabar nunca; de modo que las leyes requeridas por las necesidades públicas, o no se dan, o cuando llegan a su fin son inoportunas o insuficientes por lo menos para reparar los inmensos males que su falta ocasionó; por esto una persona entendida dijo, no ha mucho tiempo, y no sin bastante fundamento, que los cuerpos legisladores podían ser buenos para muchas cosas; pero que no servían para hacer leyes. 



En los dos artículos, sin mencionarlo específicamente, polemiza con el diario que lideraba el progresismo, El Eco del Comercio, cuyo Suplemento satírico de ocho páginas redactó su paisano Félix Mejía desde el dieciséis de mayo de 1844 al cuatro de mayo de 1845. El primer artículo, Del progreso, se escribió contra el Partido Progresista en 1842 durante la regencia del también manchego general Espartero (del que se ha publicado ha poco una solvente biografía): 

¡Oh, y qué bien en un periódico asalariado o en un café de la Corte se llena la boca con expresiones retumbantes de que se progresa! ¿Por qué no van esos apóstoles de felicidad y ventura a recorrer los pueblos y ver sus necesidades y su postración, víctimas de continuas exacciones y en el mayor desconsuelo? ¿Por qué no van a verlos manejados por unos cuantos individuos regularmente de la hez, del cieno de que no debían haber salido nunca, erigidos en mandarines, déspotas que a mansalva vejan, oprimen, tiranizan y arruinan? Pero no se necesita recorrer todos los pueblos; con el ligero trabajo de examinar lo que sucede en uno solo, eso mismo con cortas diferencias acontece en los veinte mil y más que forman la nación

El ensayo "Del progreso" se publicó justo un año antes de que imprimiera sus ya conocidas Consideraciones sobre el estado económico moral de la provincia de Ciudad-Real, redactadas para su Sociedad Económica antes del 16 de junio de 1841 (institución que imprimió algo más de que no hay constancia salvo la que doy, pues recuerdo haber visto hojas de otro folleto desconocido que publicó, en algún archivo que ya soy incapaz de recordar).

El segundo, Observaciones sobre la verdadera inteligencia del art. 37 de la Constitución, se publicó en 1844, tras la caída de Espartero, acaso para polemizar con su coterráneo, compatricio o paisano, como quieran ustedes llamarlo, Félix Mejía, quien había descargado en el Suplemento a El Eco del Comercio toda su inteligencia y pasión en diversos artículos contra la entonces en escritura Constitución de 1845, auspiciada por el Espadón de Loja, el general Narváez, sobre todo contra el concepto de soberanía compartida (algo que, pese a quien pese, sigue existiendo soterrado en la Constitución actual, que no permite sino muy difícilmente cambiar la forma del estado). Se discute en el artículo cuál cámara, el Congreso o el Senado, debe prevalecer en caso de conflicto (en nuestro caso, tres cámaras, si se incluye al Tribunal Constitucional, del que tanto se abusa). Y por cierto que lo que dice en cuanto a la tramitación de los presupuestos generales del Estado tenía mucha aplicación al follón que se ha montado al respecto desde hace años y hasta hace bien poco:

Como nuestra administración pública no está organizada, ni probablemente lo estará en mucho tiempo, y, por otra parte, el examen de los presupuestos proporciona a los partidos un campo vasto de discusión en el cual pueden desplegar sus fuerzas y tocar todas las cuestiones de gobierno, es claro que los debates han de ser lentos; de lo que se sigue que aun cuando no está fijada la duración de las legislaturas, estas no pueden menos de tener un término racional y conforme a la misma naturaleza de los cuerpos colegisladores; y presentándose primero al Congreso de los diputados la ley de presupuestos, absorbe él mismo todo el tiempo en su examen y aprobación, de lo que resulta que el Senado se ve en la necesidad de pasar por ellos a ciegas y como por mera fórmula, exponiéndose a incurrir en la irregularidad de aprobar de este modo incidental y ligero cosas que anteriormente haya desaprobado con plena deliberación según que ya ha sucedido una vez y puede repetirse varias.

¡Cuánto hubieran podido haber aprendido nuestros políticos si hubieran leído los pensamientos, errores y desengaños de sus antepasados...! ¡Si hubieran leído...! Pero no se preocupen: esto se remediará con otra reforma educativa.