La escena donde el astronauta de Interstelar dice aquello de "unos milímetros de aluminio y detrás está el vacío, nada que no nos mate en unos segundos" recuerda a la cita de esa especie de gato de Schrödinger, el filósofo y uno de los siete sabios de la antigua Grecia, Anacarsis el Escita, donde observa un barco que navega y le pregunta a alguien qué grosor tiene el casco de un barco. Al oír la repuesta de que unos pocos centímetros de madera, el sabio concluye: "Entonces hay tres tipos de personas, las vivas, las muertas, y las que van por el mar, porque alguien cuya vida depende de pocos centímetros de madera no está viva ni muerta". Pero pónganse en el lugar de un griego ignorante: quien ha vivido cosas (costumbres, hechos, fenómenos, objetos, personas, vidas, animales) extrañas en tierras peligrosas, que cuenta al poder volver y que no hay manera de creer o no creer, es que (no) ha estado vivo ni muerto.
Tiene un paralelo con Band of Brothers, cuando el soldado Blithe, uno que está medio traumatizado / deprimido / paralizado por todo lo que está pasando, habla con Speirs, un superior, quien le dice: "¿Sabe por qué se esconde Vd.? Porque tiene esperanza. Pero cuanto antes asuma que ya estamos todos muertos, mejor".
Y con una película bélica de Raoul Walsh, Objetivo Birmania, con Errol Flynn, en la que uno de los comandos paracaidistas que van a saltar a la jungla le pregunta a Errol qué pasará si el paracaídas no se abre. Y le contesta: "Entonces serás el primero en llegar."
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