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domingo, 13 de abril de 2025

Prensa turca e israelí en ladino o judeoespañol

 El bustan judeoespañol, en JotDown, por Berta Ares Yáñez

Aterricé en el aeropuerto de Ben Gurion una madrugada de julio de 1996. Había recibido una Beca MAEC para estudiar en la Universidad de Tel Aviv y desarrollar un proyecto de investigación. Este consistía en bucear en diferentes archivos del país para establecer una relación de la prensa en judeoespañol, y luego analizar la función que una parte determinada de esta prensa había desempeñado durante la creación del Estado. En aquel entonces, este país todavía no tenía medio siglo de existencia.

Lo que más me llamó la atención nada más llegar fue el afán absoluto de expresión que se vivía en sus calles, donde todo se discutía y matizaba. Cualquier tema de actualidad era causa de debate en el que cada cual marcaba su línea ideológica. Prueba de ello eran las innumerables pancartas expuestas en los comercios y en los balcones de las casas, o las pegatinas que se exhibían en todo tipo de vehículos, en los cascos de moto o en las carpetas de los universitarios. Antes de Twitter, pancartas y pegatinas eran los soportes ideales para el eslogan. 

Cuando llegué, el país estaba de luto. Isaac Rabin había sido asesinado hacía apenas unos meses por un ultranacionalista opuesto al proceso de paz y a los Acuerdos de Oslo. A su entierro había acudido Bill Clinton, quien en su discurso de despedida acabó con un «Shalom, jaber» (Adiós y paz, amigo). Esta frase se convirtió en el eslogan mayoritario de los pacifistas y de los que querían mantener vivo el proceso de paz. A esta consigna le siguieron «Jaber, ata jaser» (Amigo, haces falta) y «Jaber, ani zojer (Amigo, yo recuerdo). Algunos recortaban las frases y hacían collage con las pegatinas: «Shalom, ata jaser» (Paz, haces falta). 

Tras estos eslóganes iniciales hubo muchos más, que cada uno argüía desde su posición ideológica. Los tres más claros eran el izquierdista «Un pueblo fuerte hace la paz», el conservador «Paz, con prudencia», y el ortodoxo «Una generación de arrepentimiento traerá la paz». Al final, todo derivaba en dos modelos de redención: el laico «Una generación entera pide la paz», y el ortodoxo «Generaciones enteras solicitan al Mesías». Se temía entonces la existencia de una guerra civil, y las instituciones colgaban carteles en los que se leía «Opiniones diferentes sí, guerra de hermanos no».

También los problemas caseros se aireaban en pegatinas y pancartas. La compañía nacional de autobuses Eged —creada en su día por fuerzas sindicales y a cuyo volante estaban, al menos así me dijeron, curtidos soldados— expresaba sus desacuerdos con el entonces presidente Benjamin Netanyahu, a quien todos llaman «Bibi»: «Bibi no respeta pactos», «Eged en tu camino, Bibi en el camino que no».

Pegatinas de izquierda a derecha: Shalom, jaber (paz, amigo), Shalom, ata jaser (paz, haces falta), Dor shalem doresh shalom (una generación entera pide la paz).

Como ahora sucede con las redes sociales, entonces las consignas avivaban debates que parecían inaplazables, pero que tarde o temprano se desvanecían sin pena ni gloria. Veinticinco años después, el proyecto de paz está completamente abandonado, dejado a la lógica del capitalismo.

La diversidad de opciones e ideologías existentes antes de la fundación de Israel como Estado moderno en 1948 también es mucho mayor de lo que cabe suponerse en la actualidad. Es algo evidente cuando se lee la prensa de la época, en la que también se observa la continua metamorfosis que experimenta el país —y las variaciones de voto en las urnas— a medida que llegan diferentes oleadas de inmigrantes judíos, especialmente desde la creación del Estado y hasta finales de los noventa, tras la caída del muro de Berlín. 

Llegan de Alemania, Polonia, Rusia, Ucrania, Rumanía, Grecia, Bulgaria, Yemen, Etiopía, Argentina, México, Irak, Marruecos, Francia, Estados Unidos, y un largo etcétera de países. A modo de ejemplo diré que durante mi estancia allí, la televisión pública subtitulaba simultáneamente en los dos idiomas oficiales, el hebreo y el árabe, pero también en ruso, cuya población era entonces mayoritaria.

He escrito inmigrante y es un error llamarlo así. El término adecuado es olé (en masculino; olá, en femenino; olím, masculino plural; olot, femenino plural), pues no es un movimiento migratorio al uso, sino una aspiración sionista. Significa «el que sube a Israel». 

Si sumamos a la necesidad de expresión y comunicación, la diversidad ideológica existente, podemos comprender la abundantísima cantidad de publicaciones periódicas surgidas durante los años de fundación del Estado.  

Sin embargo, cuando empecé mi trabajo no existía una bibliografía que las reuniera, más allá del extraordinario trabajo que entonces desarrollaba el centro asociado a la Universidad de Tel Aviv, el Institute for the Study of Jewish Press; pero no tenían casi referencias de la prensa sefardí. 

Seguí buscando, pues sabía que miembros de la comunidad judía expulsada de Sefarad habían sido los encargados de introducir la imprenta en tierras del Imperio otomano. Contaba al menos con la referencia del primer periódico en ladino del que entonces había constancia: el Shaare Mizrah, fundado en 1845 por Raphael Uziel.

El Big-Bang de mi investigación, por así llamarlo —meses después de búsqueda de diarios en la Biblioteca Nacional y otros centros culturales, sin apenas éxito—, tuvo lugar cuando me lancé de lleno a investigar los archivos del Ben-Zvi Institute. Allí había un montón de información dispersa sobre publicaciones periódicas en judeoespañol y también ejemplares físicos procedentes de diversos lugares de la diáspora sefardí: especialmente de Bulgaria, de Nueva York, de la antigua Yugoslavia y de los territorios que formaban o estuvieron sometidos al Imperio otomano, como Salónica (Grecia), Estambul e Izmir (Turquía), y también de territorios de la llamada Erez Israel, especialmente en Jerusalén. 

Los periódicos impresos en Estambul a veces llevaban el nombre de la ciudad en españolico «Istambul», pero tampoco era raro encontrarlos con el topónimo «Costa», que es como los sefardíes de origen griego se referían a la antigua Constantinopla.  

Una vez hallado y ordenado el material, delimité la investigación a las publicaciones distribuidas en Israel y a un país de diáspora, el elegido fue Turquía. En total, analicé una veintena. Explicaré brevemente lo que hallé. Dividiré mi exposición en dos partes: una primera parte dedicada a la descripción de la prensa en judeoespañol distribuida en Turquía, y una segunda parte dedicada a la descripción de la prensa en judeoespañol distribuida en Israel. 

Esta segunda parte tiene como colofón un aliciente especial: está traducida al judeoespañol por el académico de la RAE en Israel Moshe Shaul, una de las personas vivas que mejor conocen y más ha cuidado este tesoro lingüístico.

La gran pegatina reza: «No tenemos en quien apoyarnos, sólo en nuestro Padre que está en los cielos».

Los medios en Turquía: del drama de la guerra mundial a la asimilación

Una publicación será clave en la historia de la comunidad sefardí que decide no emigrar y prefiere quedarse en Turquía durante el delicadísimo periodo que comprende la Segunda Guerra Mundial y la posguerra: La Boz de Türkiye. 

Bajo la dirección de Albert Cohen, esta publicación periódica de frecuencia quincenal comienza a publicarse el 1 de agosto de 1939, y de forma ininterrumpida hasta su cierre en 1949. Con sede en Estambul, mantuvo diversas corresponsalías y tuvo acceso a información internacional de calidad procedente de fuentes sobre el terreno, a través de la Agencia Telegráfica Judía —de la que el director de esta publicación era representante en Turquía— y de la Overseas News Agency, ambas dirigidas por Jacob Landau. 

Esta publicación hace un repaso del estado de los judíos en diferentes lugares en los que el nazismo se ensaña. El que expongo a continuación es un fragmento del suplemento especial titulado «Israel en el Galouth» (Israel en la diáspora), publicado el 15 de febrero de 1944:

La aniada 1943 fue un anio de destruccion y de ruinas, de muerte y de exterminacion. Miles y milarias de nuestros hermanos fueron hundidos en mares de miserias, angustias y matansas, cienes de comunidades judias fueron enteramente destruidas; cienes de miles de seres humanos fueron integrados en manos de persecutores sin que sus hermanos en los paises liberos puedan hacer nada por salvarlos. El Judaismo en Europa ocupada fue enteramente destruido. Esta destruccion fue el mas grande golpe dado a nuestra nacion en el mundo entero. La entera elita de sus hijos y de sus aglomeraciones, las mas mejores intelligencias, las mas grandes fuerzas creaderas del Judaismo Occidental, fueron atemados. En algunos paises los Judios fueron literalmente atemados fisicamente; en otros paises, ellos fueron deportados, exilados y matados. La mas grande parte de los exilados murieron en los wagones, otros no yegaron mismo a la frontera, siendo ellos fueron torturados y asasinados. Los jovenes fueron tomados a los travajos forsados, en fabricas o en fraguas, de fortificaciones en la Francia o en el fronte oriental. Los que no pueden travajar fueron matados sin otra forma de proceso

La Boz de Türkiye desempeñó una función esencial para la seguridad de las comunidades judías en la todavía joven república turca, inmersa en un intenso proceso nacionalista y cuya posición durante la guerra fue inicialmente de neutralidad, luego de relaciones diplomáticas con la Alemania nazi y finalmente su posición se decantó por los aliados. 

Esta publicación desempeñará un papel de mediador y portavoz entre el Estado, la sociedad turca y las comunidades judías dispersas por el país. Con un estilo sencillo y claro, el contenido se distribuye entre noticias y reportajes sobre las comunidades judías asentadas a lo largo y ancho del planeta. Al igual que se hace eco de las principales noticias sociales y políticas de carácter mundial, tampoco descuidan el contenido dedicado a la tradición. 

Sin embargo, el movimiento nacionalista de la joven república no ve con buenos ojos estas actividades cosmopolitas y de singularidad cultural. De hecho, durante estos años se prohíbe a la ciudadanía mantener cualquier actividad independiente o asociación afiliada al extranjero. 

Algunos miembros de la comunidad judía tienen que enfrentarse a acusaciones de otros ciudadanos. Comienza a extenderse el rumor de que los judíos «mantienen una postura de indiferencia ante los hechos del país». Se les critica que empleen el judeoespañol en detrimento del turco. En este difícil contexto, el equipo editorial decide poner en marcha una campaña de difusión con un doble mensaje: 

El primero es: «Somos turcos, hablemos el turco». Tratan de mentalizar a sus lectores de que en la calle solo deben hablar turco, incluso entre ellos. Les avisan que no deben auto marginarse ni diferenciarse hablando otras lenguas. 

El segundo mensaje es: «Formamos parte del pueblo judío». A través del contenido se fomenta el sentido de pertenencia a esta comunidad milenaria y se sugiere que se hable judeoespañol en casa.

Entre los colaboradores de La Boz de Türkiye destacan Abraham Galante —un reputado escritor y periodista admirado por Atatürk—, quien defendió la lealtad de las autoridades judías como elemento indispensable en la construcción del Estado turco; y Abraham Elmaleh, quien años después será dirigente de la comunidad sefardí en Jerusalén.

Como señalé, esta publicación da cuenta de lo que acontece en el mundo. Tiene a sus lectores bien informados. El tono no es sensacionalista, sino que procura el análisis reposado. La situación de los judíos en Europa se agrava de día en día, por tanto, la situación es muy delicada. 

Se hacen eco de las noticias trágicas relativas a la guerra en Europa, pero también de las procedentes de Palestina, muchas de las cuales dan cuenta del desarrollo social y comercial del yishuv (asentamiento en Eretz Israel). 

El periódico hace una amplia cobertura de la guerra y de la dramática situación de sus correligionarios. Parecen llegar a casi todos los rincones. Veamos, por ejemplo, lo que escriben sobre los judíos en Finlandia, en una noticia de mayo de 1944: 

La situacion de los Judios resfuidos en Finlandia se amejoro considerablemente desde el trocamiento del governo en Marso ultimo segun un raporto de stokcholm. Algunos resfuidos que se topaban en un campo de concentracion en una isla del golfo de Finlandia, mientras la perioda del gobernamiento precedente, fueron transferados en ariendas agricoles en Tavastland. El campo fue serrado a precipio del autonio y los Judios fueron autorisados a establecerse en dos communas de la region onde ellos se topavan en mesura de ganar su vida, independientemente de los reglamientos del servicio del Travajo. Los resfuidos judios en cuenta de 117, fueron autorisados desde el mez de Deciembre a vivir en no importa cuala partida del pais onde los extranjeros tienen la permision de morar sin restricciones

Peores noticias, noticias fatales, llegan de la vecina Salónica. Al leer el fragmento que destacaré a continuación, no puedo sino preguntarme si Hannah Arendt estaba informada del proceso que había tenido lugar en Grecia, quince años antes de que ella misma atendiera el juicio de Eichmann para escribir su artículo en The New Yorker en 1963, y que tantas pesadumbres le acarreó. Quizá ella no, pero sí los lectores de La Boz de Türkiye, quienes debieron de leer con una enorme tristeza la crónica del corresponsal Baruch Schiby con fecha 1 de octubre de 1946. Se titula, «El judaísmo exterminado en Grecia. Un proceso histórico». Algunos fragmentos:

Los evenementos de Palestina no permitieron a la prensa Judia mundiala de prestar toda la atencion querida a un proceso unico en la historia del pueblo judio que se desarrollo en el empesijo de este mez en Salonique. Se trata del proceso de los Judios que se avian metido al servicio de los Allemanes mientras la ocupacion nazi. Vital Hasson, Leon Simon (Tipouz), Jacques Alabala, Edgar Cugue, etc y que servieron el enemigo mortal de nuestro pueblo con mas ardor que los mas feroces S.S. […] La prensa greiga locala entendio toda la importansa historica del proceso. Es por cualo antes y despues de este, los journales de Salonico le consacraron colonas entereras. La “Makedonia”, el mas grande journal de la Maccedonia, le consacro mismo medias paginas enteras. […] Fue establecido en el tribunal que si los acusados no se uvieren metido al servicio de los nazis de la manera que ellos lo hicieron, la mitad o al menos 20.000 judios de Salonica pudieren ser salvados. Los acusados provocaron dunque la muerte gracias a sus sola actividad de estos 20.000 Judios

A diferencia de la prensa escrita en hebreo que entonces se publica en Palestina, La Boz de Türkiye no participa activamente de la teoría de que el yishub o asentamiento en Eretz Israel —«Tierra de Israel» en relación al territorio israelita bíblico— podría ejercer una presión moral sobre las naciones del mundo para salvar a la judería europea durante la guerra. También hay una especie de silencio administrativo en torno a temas candentes como los actos de violencia cometidos por algunos correligionarios bajo el mandato británico o las medidas políticas tomadas por los mandatarios contra la inmigración que llegaba a Palestina. 

No hicieron suyo el eslogan entonces extendido «Inmigración, defensa y asentamiento»; pero tampoco descuidaban la necesidad de consejo que podrían necesitar los conciudadanos que tenían el deseo de «subir» a Eretz Israel.

Escribían con mucha diplomacia y cuidado para mantener las relaciones con su país anfitrión, Turquía; para «cimentar la unión y predicar la harmonía», como ellos mismos señalan entre sus objetivos. Y podemos decir que lo lograron. Hacia finales de la década de los cuarenta, y gracias a las buenas relaciones que la comunidad ha ido forjando con las autoridades turcas, puede observarse una mayor apertura en materia de libertad de expresión que a su vez provocará una verdadera explosión de publicaciones en ladino. Precisamente, esta nueva oleada de publicaciones acabará arrinconando a La Boz de Türkiye, que deja de publicarse en 1949.

La primera publicación en aparecer fue Atikva (1947), cuyo nombre de cabecera en hebreo significa «Esperanza», como el himno nacional de Israel, y es el primer periódico judeoespañol distribuido en Turquía esencialmente sionista. Su director, Sabetay Leon, emigrará a Israel en 1949, donde se incorpora al partido presidido por Ben Gurión (Mapai). Le sigue Salom (1948), fundado por Abraham Leon, que todavía se publicaba cincuenta años más tarde. Otras cabeceras son Sabat (1947) reconvertido tres años más tarde en La Vara (1950), ambos bajo la dirección de Mose Benbassat, de carácter laico y modernizador. 

Otro semanal político e independiente es La Luz (1950), creado bajo la dirección de Eliezer Menda y Robert Balli. Luego, ambos se separan y el primero funda La Vera Luz (1953), y el segundo La luz de Turkiya (1953). Ambos se describen como continuadores de La Luz para adjudicarse a sus lectores. 

La Vera Luz es un periódico conservador, dirigido por el talmudista Eliezer Menda. El gran Rabinato, la comunidad, las noticias que llegan de la creación del Estado de Israel y la política internacional son los temas que definen el carácter del periódico, cuyo interés principal es el de contener al máximo el deseo de asimilación de los correligionarios que quedaban en Turquía. Por otro lado, La luz de Turkiya se apoya más en sostenes comerciales y sus noticias son más variadas, con especial atención a las informaciones que llegan de Israel. Su línea editorial se apoya prácticamente en su totalidad en la cuestión del antisemitismo. 

Finalmente, otros dos periódicos son: La Boz (1952), que tuvo una breve duración y reducida plantilla; lo dirigía M. Levi-Belman, un periodista mordaz que utilizaba este medio para criticar las decisiones tomadas por los dirigentes de la comunidad. Y El Tiempo (1957) del ortodoxo Levi Belman: conservador, antisionista, crítico con la gestión de la comunidad y observante estricto de la ley, denuncia toda reforma o ápice de liberalismo ante una comunidad que a sus ojos se torna abiertamente laica y asimilada.

«Opiniones diferentes sí, guerra de hermanos no»

(la pegatina del gato que alguien puso encima dice así: (¡Hay un gato nuevo en la ciudad! Y la verdad, tanto Tel Aviv como Jerusalén eran ciudades muy gatunas).

Los medios en Israel. La forja de un Estado

Buena parte de los periódicos en judeoespañol que se publican en Israel durante la Creación del Estado son dirigidos por y para sefardíes recién llegados de Turquía. Tres ejemplos de periódicos, independientes pero efímeros, son La Boz de Israel, La Boz de Jerusalaim y La Unión. Otros recibieron ayudas de grupos políticos con los que simpatizaban, así sucede con Libertad, afín al partido Herut; y El Avenir, Deretcho al Buto y Faktos afines al Mapai, los dos últimos explícitamente propagandísticos. Dos periódicos de mayor duración fueron apoyados parcialmente por partidos políticos: La Verdad, por el centrista General Zionists, y El Tiempo, por Mapai. 

El denominador común de estas publicaciones es el de facilitar a la vez que influir en el proceso de absorción de los inmigrantes (olím) sefardíes en Israel, al proporcionar la máxima información sobre su nueva patria, incluidas las explicaciones de problemas tan complejos que enfrenta el nuevo país como la internacionalización de Jerusalén, la educación secular en clara confrontación con la religiosa, las diferencias no superadas entre askenazis y sefardíes, y el contexto político en el Oriente Medio.

El periódico que gozó de un mayor protagonismo en la orientación de esta comunidad inmigrante fue El Avenir, subvencionado por Mapai o Partido de los Trabajadores de la Tierra de Israel, que lideraba Ben Gurion. Este periódico se publica, además de en ladino, en otros cinco idiomas simultáneamente: yidis, francés, húngaro, búlgaro y rumano.

Su oponente fue La Verdad, un periódico crítico con la administración laborista, especialmente con el sistema de favoritismo, amiguismo y clientelismo que, señalan, campaba en la política. El término empleado, de origen ruso, y que se ha incorporado al hebreo para describir esta práctica es «proteksia».  

Este extendido uso de la «proteksia» —el libro Israel: Pluralism and Conflict del sociólogo Sammy Smooha trata esta cuestión—, desmoralizó a un buen número de inmigrantes hasta el punto de que hubo quien regresó a su país de origen, o cambió la dirección de su migración hacia Estados Unidos. El hecho de que judíos decidan «bajar» de Israel, es decir, irse del país y abandonar la idea del yishuv es una preocupación constante del nuevo Estado, desde entonces y todavía hoy.

Como en toda la prensa mundial, pero quizá con mayor importancia en un contexto de continuo conflicto bélico como el que viven los israelíes al arrancar su Estado, las columnas de humor y las novelas por entregas o folletín, fuente la primera de catarsis y la segunda de evasión, son decisivas. 

Solo el periódico Libertad —afín al partido Herut, procedente del movimiento paramilitar Irgun—prescinde del humor: mecanografiado y con grapas, austero, sin fotografías, este semanal dirigido expresamente a los inmigrantes recién llegados a Israel busca minar el trabajo del partido en el gobierno y suele incidir en el aumento de discriminación sobre los sefardíes en todos los ámbitos de la vida política, profesional y cotidiana.

El partido en el poder subvenciona otras publicaciones menores, también en judeoespañol y también dirigidas al olé procedente de Turquía: Deretcho al buto, que significa «directo al grano», aparece en 1959, y Faktos en 1961. Ambas tienen muy buena calidad de impresión y son gratuitas. Con ellas pretenden hacer sordina para las voces críticas.  

Pero lo mejor es reproducir el texto resumen de mi investigación y que el erudito Moshe Shaul tradujo al judeoespañol para su publicación en 1998 en Aki Yerushalayim, la más importante revista cultural en ladino, que se editó en papel desde 1979 a 2016. Valga a modo de resumen y conclusión. Espero que disfruten del color y musicalidad de este precioso lenguaje.

La prensa en djudeo-espanyol. La kreasion del estado de israel 

Kuando el eskritor espanyol Miguel de Unamuno oyo avlar por primera vez de la existensia del djudeo-espanyol, el se maraviyo al deskuvrir ke esta lengua pudo mantenerse biva, malgrado la falta de kontakto fiziko de los djudios sefaradis kon Espanya. El yego a la konkluzion ke una lengua ke proviene del rekuerdo i de la nostaljia devia poseder una ermozura espesiala i romantika. Otra konkluzion suya, aun ke yerrada, fue ke el djudeo-espanyol meresia ser alavado por no ser uzado para la redaksion de periodikos. 

El se yerro siendo ke ya avia desdel siglo XIX una muchidumbre de periodikos en djudeo-espanyol, publikados en Saloniko, Estambol, Izmir, Sofia i Viena i mas tadre en New York i Tel Aviv, por dar algunos eshemplos solo. No en vano fueron los ekspulsados de Espanya i Portugal los ke yevaron la imprimeria al Imperio Otomano. Eyos fueron tambien los primeros en este imperio a imprimir livros, aun ke al prinsipio sovresalieron los djeneros rabinikos i relijiozos i es solo en el siglo 19 ke se empeso a publikar romanes i livros de otros djeneros literarios ansi ke periodikos tambien en djudeo-espanyol. Desde su prinsipio la prensa djudeo-espanyola okupo un lugar importante en la vida kulturala de los sefaradis, sigun lo prova el echo ke en Saloniko onde los sefaradis resivian edukasion i kultura en fransez, italiano i alman, la lektura del djudeo-espanyol era embezada solamente para poder meldar los jurnales i algunas orasiones en ladino. 

Es posible ke kon la prensa eskrita, el djudeo-espanyol se alesho del kamino romantiko imajinado por Unamuno a kaminos mas pragmatikos, ma esta fue una eleksion de los ke no kijeron enmudeser frente a la istoria. Ansi fue despues del establesimiento del Estado de Israel onde de 1948 i asta los anyos 60, uvo a lo menos una diezena de periodikos redaktados enteramente en djudeo-espanyol, kon karakteres latinos, organizados i redaktados en sus mayoria por jurnalistas i colaboradores de orijin turko. 

Algunas de estas publikasiones partieron de inisiativas privadas i se mantuvieron independientes, del punto de vista politiko i ekonomiko, de kualker partido. Ansi fue kon «La Boz de Israel» (1949) i «La Boz de Yerushalayim» (1953-1954). Otras publikasiones fueron finansadas por partidos politikos i redaktadas i dirijidas por sus miembros. De este modo nasio el jurnal «Libertad» (1950) del partido Herut enkavesado por Menahem Bejín, i los ke eran finansados por el MAPAI, enkavesado por David Ben Gurion: «El Avenir» (1949- 1950), «Deretcho al Buto» (1959) i «Faktos» (1961). Djuntos kon esto los dos periodikos kon mas grande tiraje i durasion eskojeron el kamino de en medio: no fueron prensa de partido aun ke eran partidistas; no estuvieron finansados yenamente por sus partidos ma resivieron de eyos ayudo ekonomiko. Estos son: «La Verdad» (1950-kontinua en 1965) ke apoyava la politika de lo Sionistas Jenerales i «El Tiempo» (1950-1967) ke fue todo el tiempo portavoz de la politika del Mapai, el partido socialista al poder. 

Al marjen de los argumentos kontra i en favor de una prensa en djudeoespanyol o en otra lengua afuera del ebreo –tema sovre el kual uvo una fuerte polemika en los primeros anyos despues de la kreasion del Estado- se puede afirmar kon yena seguridad ke la prensa dirijida a los sefaradis, i mas konkretamente a los orijinarios de Turkia, a la fin de los anyos 40 i durante toda la dekada de los 50, kumplio una importante funksion, esensiala para la buena marcha del paiz: ayudar al ole (imigrante) a integrarse en su mueva vida en Israel. Komo? Ofresiendo kursos de ebreo, dando a konoser al ole el programa sionista, manteniendolo informado sovre todo tema de interes a la vida en Israel, i aziendolo partisipar en los diversos debates politikos ansi ke en los prinsipales akontesimientos ke tenian lugar adientro i afuera de las frontieras de Israel. 

Komo prensa dedikada a la formasion i integrasion del ole, eya no kijo i no pudo tener una influensa direkta en la politika nasionala. Ma los jurnales djudeo-espanyoles reflektaron en sus pajinas los prinsipales debates ke tuvieron lugar al seno del publiko israeli, ofresiendo a sus lektores diferentes pozisiones i opsiones politikas. Eyos denunsiaron tambien a traves de sus pajinas las difikultades ke enfrentavan a los olim, para ke el governo i los lideres politikos tengan yena konosensia de la situasion a traves de la prensa. De este modo, fueron munchas las linyas dedikadas a la internasionalizasion o no de Yerushalayim, a la edukasion laika o relijioza en las eskolas, a las diferensias entre eshkenazis y sefaradis, a la politika internasionala, sovre todo en el Oriente Medio, i fundamentalmente a los problemas atados al yishuv i al aresentamiento de los imigrantes en el nuevo estado. 

Es interesante sinyalar las diferentes pozisiones de los dos prinsipales periodikos: «El Tiempo», dirijido por Yitshak Ben Rubi, i «La Verdad», dirijido por Yitshak Yaesh. Los dos se preokuparon enormemente de elevar el moral de los olim i fasilitarles sus integrasion sosial: ma mientres ke «El Tiempo» apoyo siempre la politika del governo dirijido por Ben Gurion, «La Verdad» adopto kontinualmente una pozision de kritika enverso esta politika. Uvo entonses en la prensa opiniones diferentes i mizmo kontrarias i no solo un uniko punto de vista, lo ke kreo una situasion de rikeza komunikativa i ekspresiva. 

El premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, apuntava ultimamente ke la fleksibilidad de la lengua espanyola desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Ke diria el gran eskritor kolombiano frente a la rikeza i fleksibilidad del djudeo-espanyol en su larga trajektoria? Ke diria del karakter umano ke esta lengua estuvo dezvelopando? El djudeo-espanyol no enmudesio en Israel sino ke al kontrario: si en un primer momento esta prensa kumplio una importante funksion sosiala, formando i ayudando a los olim, sin pedrer el karakter periodistiko propio, al pasar los anyos esta prensa se esta konvertiendo ademas, en un dokumento istoriko de imenso valor. No solo porke en eyos se arekojeron para siempre los artikolos i las opiniones de tantos jurnalistas i kolaboradores, ke las muevas jenerasiones podran meldar, sino tambien porke en eyos se reflektan los akontesimientos de kada dia en la konstruksion del Estado de Israel.

Notas

(1) En farsi, la lengua de los persas, «bustan» hace referencia al huerto doméstico, compuesto por árboles frutales y hierbas aromáticas. Una importante obra de teatro en judeoespañol representada en las últimas décadas en el Teatro Nacional de Israel con gran éxito se titula Bustan sefaradí, del escritor y político Yitzjak Nabon, y recrea los años treinta del pasado siglo en uno de los barrios sefardíes de Jerusalén.

(2) Publicado originalmente en «AKI YERUSHALAYIM» Revista Kulturala DjudeoEspanyola, Anyo 19, 1998, nº57, pp.27-29.

La poesía de las locuciones idiomáticas

 La poesía de las locuciones idiomáticas, en JotDown, por Juan Bonilla:

He escrito en Google, convenientemente encerrada entre comillas, la frase «la poesía de las locuciones idiomáticas» y no hay ninguna entrada, así que esa es la primera razón para titular este texto así, aun teniendo en cuenta el inconveniente de que no sabe uno qué cosa sea la poesía —desde luego ninguna de las definiciones del Diccionario dice nada que nos sirva sobre ella— y, si tuviera que jugar a definirla, terminaría recurriendo a la socorrida ocurrencia de san Agustín cuando quiso hablar de qué cosa era el tiempo: «Si me preguntan por ella, no sé lo que es; si no me preguntan, sí lo sé». 

En efecto, por dejarse llevar por la vaguedad, tiene uno aprendido que poesía es una presencia —o una sustancia, o incluso, si se quiere rebajar su misterio y dotarla de materialidad, un ingrediente, como el humor, que a veces beatifica ciertos momentos y a veces no viene a cuento— que se reconoce cuando la tiene uno ante sí (y ese tenerla ante sí puede acontecer en una película o también en un espectáculo callejero, claro, aunque, raramente, en un libro de poemas), pero que, una vez difuminada, no hay modo de encogerla para que quepa en una definición satisfactoria. No aceptará uno en ningún caso que la poesía sea solo un género literario ni, colmo de los horrores, «idealidad, lirismo, cualidad que suscita un hondo sentimiento de belleza, manifiesta o no por medio del lenguaje». Todas las acepciones que juntan nuestros académicos en el Diccionario de la lengua española apenas ofrecen una cartografía muy elemental de la polisemia que extiende el concepto.

La parte final de la definición mentada deja claro que la poesía no es solo un arte verbal, ni los poemas, los únicos vehículos para trasladarla desde un emisor hasta un receptor. Se da a entender que tanta poesía puede encontrarse en un campo de fútbol como en el último premio Loewe: como la belleza, como la fotogenia, como el miedo, la poesía puede estar en cualquier parte, sin que para alzarla y producirla como sensación sea necesario el lenguaje. Pero, para no complicarnos mucho la vida, quedémonos en aquella zona de la poesía —o de lo poético— que solo se produce como caso del lenguaje. Aquella que a Juan de Mairena le hizo pedirle a un alumno que pusiera en lenguaje poético la frase burocrática y pedante: «Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa», y que el alumno, para procurarse su sobresaliente, tradujo como «lo que pasa en la calle». Importa decir que Antonio Machado nos previene contra la tentación de considerar el lenguaje poético como un lenguaje especializado —como pueda serlo el lenguaje científico, o sea, un lenguaje que solo a los entendidos es capaz de decirles algo, incluso de conmoverlos, pues seguro que conmueve E = √[(mc²)²+(pc)²] a quien comprenda lo que se está expresando, lo que desvela esa sucesión de signos que a la inmensa mayoría será incapaz de tocarle una fibra—. Machado trataba de salvar a la poesía de los especialistas, librarla del gueto y del pedestal. La poesía se hace con las palabras habituales, no necesita subirse al trono del lenguaje especializado —no es un lenguaje especializado por mucho que la propia Academia hable de un lenguaje poético y lo utilice para definir algunas palabras como níveo, de la que se nos entera que «en lenguaje poético, relativo a la nieve», sin que se sepa si ahí lenguaje poético puede sustituirse simplemente por bonito—. 

Lo que caracteriza a un lenguaje especializado, gremial, es que pretende dejar fuera a quien no pertenezca al gremio, y haber sido tomada como un lenguaje especializado le ha hecho más daño a la poesía que la infinidad de malos poemas que se han escrito. Unas veces se la tomaba como una simple modalidad del acertijo, que consistía en que el poeta, mediante metáfora, expresaba una cosa supliéndola por otra: «Su luna de pergamino / Preciosa tocando viene…», donde luna de pergamino es pandereta, y sanseacabó el misterio. Otras veces se jugaba a la falsa hondura: es decir, para expresar lo inexpresable no cabía más remedio que producir artefactos incomprensibles.

Las únicas metáforas eficaces son aquellas que no se pueden intercambiar por un objeto cualquiera, es decir, las que se emplean porque no queda más remedio, porque no hay otra forma de decir lo que se quiere decir, porque aquello que se expresa es abstracto y no produciría la menor emoción si se pronunciara con una abstracción que necesita de la figuración para al menos susurrar algo, pintar una estampa. «La noche es interminable cuando se apoya en los enfermos / y hay barcos que solo buscan ser mirados para poder hundirse tranquilos». (Pongo este ejemplo porque me suspendieron un examen una vez por decir que no tenía ni idea de qué querían significar esos versos, pero me figuraba que daban cuenta de una angustia muy grande que aquejaba al poeta y en cualquier caso lo había expresado tan bien que no los iba a olvidar en mi vida. Me pusieron un cero, yo creo que muy injustamente. En mi instituto no se valoraba la sinceridad). En ninguna parte ha demostrado nadie que, en su momento oportuno, colocado en su sitio y después de una serie de recursos retóricos empleados para causar un efecto determinado, «me cago en tu puta madre» no sea muchísimo más poético que «las ondas del azur que conducen a la aurora». 

Todo esto venía a cuento de las locuciones idiomáticas, que son expresiones fijas formadas por palabras que pierden el significado que tienen fuera de esas locuciones. Así, en la locución «Cogerlo con las manos en la masa», ninguna de las palabras que la componen tiene un significado literal (a no ser que se presente uno en una tahona a las cinco de la mañana buscando al panadero, claro) y la locución ha servido para señalar el momento en que se descubre a alguien cometiendo lo que sea —mayormente un delito, pero también puede ser un adulterio, en cuyo caso creo que coger, manos y masa estarían cerca de su significado literal—. Irse por las ramas, bailar con la más fea, subirse por las paredes, con la soga al cuello…, el español abunda en estas locuciones, algunas de las cuales tienen claramente fijada su partida de nacimiento. «Estar a la cuarta pregunta» es de raíz jurídica, pues para fichar a los detenidos se les preguntaba nombre, edad, profesión y rentas, y evitaban la última de las preguntas para no ser embargados; «tirar la toalla» procede del boxeo, pues un entrenador arroja una toalla al ring para indicar que su púgil se rinde; «entrar a saco», evidentemente, se relaciona con la costumbre militar de saquear los poblados conquistados, para lo cual los jefes permitían a sus soldados que metieran en un saco todo lo que se les antojara llevarse.

Otras muchas esperan a que su etimólogo nos saque de dudas. No hay un diccionario de locuciones idiomáticas que indague en el nacimiento de cada una, y los que hay —o los que yo he llegado a ver, como el meritorio pero insuficiente Diccionario de locuciones idiomáticas del español actual, de Inmaculada Penadés— tienen el indiscutible valor de apilar locuciones y explicarlas, pero no van más allá. Está el Diccionario fraseológico documentado del español actual, de Manuel Seco, Olga Andrés y Gabino Ramos, que espiga locuciones y modismos del Diccionario de la lengua española. Otros muchos se dedican más bien a traducir a otros idiomas las locuciones que se listan, buscando las equivalencias oportunas. Creo que es un trabajo que está por hacer. En cualquier caso, hoy mismo vemos nacer locuciones que quizá consigan nadar el tiempo y colarse en la lengua futura —por ejemplo, «pasar pantalla», que al parecer es de las pocas cosas valiosas que ha producido el procés independentista—, aunque con la lengua nunca se sabe qué expresiones perdurarán y cuáles necesitarán de filólogo que en nota a pie de página nos aclare su sentido y deduzca su procedencia.

La mayoría de las locuciones, por expresivas que resulten y hasta graciosas —en Perú, para quien está un poco trastornado se dice «le falta un jugador»—, no son más que formulaciones idóneas que aprovechan lo que sea —las broncas tabernarias donde se desenvainaban armas para dar con «entre la espada y la pared», o el derecho de pernada que permitía al señor feudal pasar la primera noche con la recién casada, y, para expresarlo, colocaba una cornamenta de ciervo en la puerta del nuevo matrimonio, de donde viene «poner los cuernos», aunque esta locución también puede tener su origen en la mitología griega, cuando Pasifae, entregada al rey Minos, mantuvo amores con un toro blanco para parir al Minotauro—. A veces, su rotundidad no esconde su misteriosa genialidad: «quedarse con alguien», con el significado de engañarlo. «Me dijo que me daban el premio seguro y se quedó conmigo». ¡Se quedó conmigo, no como en el «Me quedo contigo» de Los Chunguitos!

No es de extrañar que algunos estudiantes extranjeros quieran tirarse por la ventana cuando tratan de entender algunas de las expresiones de nuestro idioma (se ha viralizado un vídeo en el que un norteamericano «se hace la picha un lío» a causa del modo que tenemos en español de referirnos a la temperatura; le resulta incomprensible que utilicemos el verbo tener para el frío o el calor, pero también el verbo ser, el verbo estar y el verbo hacer). Aunque de vez en cuando, como por otra parte es condición de la poesía —como es condición de toda cumbre ser excepcional, pues, si todo fuera cumbre, la cumbre entera sería llano—, se produce, no se sabe ni cuándo ni cómo ni por qué, algún hallazgo eminentemente poético. Álvarez de Miranda llama a la locución «voy a irme yendo», que tan a menudo se utiliza para avisar de que uno se queda donde está, pero se acerca la hora de marcharse, «pequeño prodigio», cosa que sin duda es: utiliza tres veces seguidas el verbo ir para en el fondo sugerir que, de momento, nos quedamos. Parece una definición de «estar vivos», como si quienquiera que fuese el primero que la empleó hubiese sabido condensar así lo que hacemos todos de continuo: un ir irse yendo. «La muerte me desgasta, incesante», decía Borges. Si yo pusiera ese verso en un examen y me encontrara con un alumno que me dijese «aquí el poeta nos dice que va a irse yendo», le pondría un diez irremediable. De ahí que tenga uno por casos de auténtica poesía popular —de hecho, las muestras más breves y compactas de poesía popular de las que se tiene noticia— algunas locuciones idiomáticas a las que no les echamos cuenta por haberse camuflado en el lenguaje ordinario. 

Cumpliendo la elocuente regla de la poesía popular, esas locuciones, además, no tienen autor ni propietario: al revés que el dinero público, que, según aseguraba aquella mandataria, no era de nadie, la poesía popular es de todos, tan de todos es que ha ido variando conforme pasaban las generaciones y admite todo tipo de intervenciones. No hay premio mayor para un poeta que conseguir colar unos versos en ese caudal. La última vez que escuché la maravillosa copla de Manuel Machado: «Tu calle ya no es tu calle, / que es una calle cualquiera, / camino de cualquier parte», quien la decía la variaba: «Mi calle ya no es mi calle. / Es una calle cualquiera, / camino de cualquier parte», transformando el poema de desamor en un poema sobre la identidad. En otra ocasión oí a alguien citar malamente el verso del Eclesiastés: «No hay nada nuevo bajo el sol» como «No hay nada viejo bajo el sol», mejorándolo claramente, pues, si el primero nos dice que ya todo ha pasado y, en consecuencia, estamos constantemente condenados a la repetición, el segundo celebra que nunca ha pasado nada, que el mundo está constantemente naciendo y, por tanto, todo es nuevo siempre. (Tanto lo mejoraba que, sin saberlo, estaba citando un verso de Borges: «No hay nada antiguo bajo el sol», que a su vez versionaba el verso de alguien que he olvidado).

Alguien tuvo que ser el primero en decir cada una de las locuciones idiomáticas que enriquecen nuestra lengua —y enloquecen a los extranjeros que tratan de aprenderla—, otros debieron ser los primeros en repetirlas, nos han llegado vueltas ya lenguaje sedimentado, pero basta detener un momento la atención en ellas para apreciar el resplandor de la poesía que guardan. «Quitar las tapaderas del sentido», por ejemplo, se utiliza en Andalucía occidental para decir de algo que es espectacular o inolvidable: «Este arroz quita las tapaderas del sentido» o bien «Milena Sidorova quita las tapaderas del sentido» (es curioso que en esta zona del mundo se utilice tan a menudo la negación para agigantar la afirmación, el «por supuesto que sí» se dice «no ni ná», pero de algo que «quita las tapaderas del sentido» se dice también que «no se puede aguantar», o sea, lo que la expresión niega es en realidad una afirmación categórica, se expresa justo lo contrario de lo que se dice: no solo se puede aguantar sino que da mucho gusto aguantarlo). La imagen es portentosa, pues el sentido acumula en su singular todos los sentidos —el arroz, no solo el gusto; la danza de Sidorova, no solo la vista— y queda encerrado en algún utensilio cuya tapadera impide que se nos derrame con frecuencia y solo lo excepcional logre obrar el milagro, de donde se diría que sentido está cerca ahí de conceptos más altos, quizá alma. Lo que parece evidente es que quien fuera el primero en utilizarla o los primeros en repetirla para colarla en el caudal del habla común estaban, aun sin ser conscientes de ello, realizando una operación puramente poética, como también quien, con una capacidad de síntesis que ignoran todos los filósofos, fue capaz de dar con la fórmula «haciendo tiempo» para expresar la espera. Basta fijarse un poco en ella para quedar cegados por su resplandor poético. ¡Hacer tiempo!, como si eso fuese posible, como si vivir no consistiera precisamente en que el tiempo nos vaya deshaciendo. Está además la maravilla de utilizar una expresión que ya tiene un significado propio —«Hace tiempo que no voy al fútbol»— para agigantarla con otro completamente distinto.

No voy a multiplicar ejemplos. Bastaría con citar alguno más: «estar sembrado», «ganarse la vida» o «buscarse la vida» —que hasta se sustantivó en buscavidas, que, aunque parezca el nombre de una profesión dedicada a salvar gente en peligro, como socorrista o bombero, no lo es—. Lo importante, al fin y al cabo, es aquello de Nietzsche: «Prestad atención». Ahí está todo el secreto. Basta prestar atención, detenerse ante algunas locuciones idiomáticas de nuestra lengua que utilizamos corrientemente, observar cómo están compuestas, preguntarse cómo nacieron, cómo sería la criatura a la que se le ocurrió y en qué circunstancias, cómo se fue extendiendo, enlazando unas generaciones con otras, para ver que, de vez en cuando, de manera excepcional por supuesto, como le corresponde por ley a la poesía, en algunas de ellas, las menos sin duda, crece la esencia de lo que no sabemos definir pero sí sabemos que es radiantemente poético si lleva razón Francisco Rico —y lleva razón en su imponente Tratado general de literatura, que consta de la friolera de cuatro páginas— y «todo poema es un objeto verbal forjado para extenderse en la memoria».

El extenso léxico meteorológico del español

 El léxico meteorológico del español, en JotDown, por Francisco J. Tapiador:

El español que hablamos en Castilla es tan amplio que cuenta con un vocabulario meteorológico propio; uno que pocas personas manejan ya, sobre todo en las ciudades. Aparte del conocido localismo de «nublo» por «nublado» (que usó Tirso de Molina), hay un centenar largo de palabras que convendría recordar, no solo porque son parte de nuestro patrimonio cultural, sino porque son bellísimas. Algunas son deformaciones vulgares (como atronar por tronar), pero hay también términos precisos, nacidos de que los hablantes han matizado un fenómeno tras su observación habitual en la naturaleza. 

Hay elecciones que traslucen mucha finura. Es el caso de cencío, que es como se llama al viento húmedo que proviene no de cualquier lugar, sino de una masa de agua, como un río o una laguna. No aparece así en el diccionario de la RAE, pero su uso está documentado en la literatura y figura en el Diccionario del Castellano Tradicional, que adelanto que recoge casi todas las palabras que voy a tratar en esta pieza. El cencío es parecido al relente, pero relente se usa más para cuando es de noche. 

Aneblarse (o anieblarse) es —se puede deducir— cubrirse de niebla. Sucede como con atronar, que es una variante surgida del nivel socioeconómico de los hablantes (marcas «diastráticas» en lingüística). Si la niebla se congela, cencella y cae una cencellada, que es algo muy bonito de ver, sobre todo en las noches de luna llena, porque parece que cae despacio un fino polvo de diamante. Barbazar es llover cuando la humedad relativa es muy alta y hay condensación. A la lluvia o a la niebla meona (o resmeona, que también se dice), se le dice también barciona. La raíz de ambas palabra es barba, porque en esos días en que hay tanta humedad que se supone que se condensa en los pelos de la cara. A la niebla meona en Burgos y Palencia se le llama carama, o caramada si es un poco más intensa y se pega a las plantas. No confundir con la escarcha, que es sólida. En Zamora, a lo mismo, a la barciona, se le llama cenceño. Estas son formas «diatópicas», es decir, variantes por el origen geográfico de los hablantes. 

El cielo aborregado es el que tiene esos cúmulos de buen tiempo. Luego, cuando hay nubes tipo estrato, de poco espesor, se habla de celaje, que es una palabra preciosa, al introducir en el ámbito celeste la palabra encaje. El término evoca un encaje de nubes en el cielo. 

Hay más de una decena de palabras para referirse a los cielos nublados, amaneceres o atardeceres, algunas de las cuales son más conocidas, como arrebol, esas nubes rojas que aparecen en el horizonte debidas a la dispersión de Rayleigh. Luego está un cielo amarañado, cuando hay nubes generadas por ondas de montaña (esas nubes que son como rodillos, largas y paralelas, alternando con claros). A los rodillos, individualmente, se las llama maraños. Si el sol se pone entre nubes a eso en castellano se le llama contrapantojo, aunque esa palabra no estén el diccionario de la RAE. Hay otra palabra para lo mismo: entrebarda (o entrebardo), pero desconozco (no he encontrado) la diferencia de matiz entre ambas.

Cuando el sol se oculta tras las nubes, el nombre depende de si se le ve con posibilidades de volver a aparecer, o no. En el último caso se dice que se arruga. Si no que tenemos un candilazo (cuando logra salir). Un anublajo es un grupo pequeño y compacto de nubes. Un cielo nocturno cubierto por nubes blancas se dice que está amartinado. El aguasol es cuando está cayendo un chubasco pero hay sol. Llover con sol, vaya. 

A veces se lee que hay lenguas, como la japonesa o la inuit («esquimal» para la generación X), que disponen un montón de palabras para la nieve, mientras que nosotros solo tenemos unas pocas. En realidad, hay una cantidad notable, solo que no las usamos. Hay una palabra para copo de nieve que casi nadie usa: falampo. También están falepa, falispa, farrapera, faliscosa o farrapo para referirse a diferentes formas de nevar. Cada palabra tiene sus matices: la falispa es nieve muy fina en ráfagas, mientras que la farrapera es nieve que es casi agua, y faliscosa la nieve que no se pega. Naturalmente esas efes en su origen fueron haches que se aspiraron, y como a mí halispa me suena mil veces mejor y es más evocadora y étima que falispa, la uso en el ámbito en el que puedo inventar palabras: la literatura. Otra palabra en el ámbito de los copos de nieve es povisa, que se refiere a una nieve tan fina como la ceniza. 

Hay más. Dependiendo de cómo caiga la nieve, se le llama de una u otra manera. Así, cuando cae poca nieve pero con viento fuerte, se dice que cellisca, o que cirria. Si la nieve es poca, de copos pequeños, cisquea o zurrusquea. Si cae con agua, es aguanieve. Si el aguanieve va con viento, entonces es también cellisca. Nevar con copos gruesos y lentos es trapear. Al montoncito de nieve que se acumula frente a una puerta o ventana se le llama vero. A la nieve caída que es plana y resbala se le llama nidio. Cuando la nieve se derrite, decimos que blandea, o que se amorosa, que es una arrebatadora expresión pronominal. A la humedad generada por el rocío se le llama de forma parecida, amorío, también quizá porque el agua es un recurso escaso en Castilla y recibirla al amanecer del cielo, una bendición. Y cuando, al fundirse la nieve, se ve la tierra debajo, se dije que terrece o terreña

Hay un caso especial y muy interesante. Se trata de la palabra aguachona, la nieve blanda o con mucha agua. Resulta que hay un término inglés, muy usado por los que nos dedicamos al estudio de la atmósfera, que es «graupel». Se suele decir que no tiene traducción al español, sin saber que aguachona es la palabra perfecta (y así la he usado en mis libros de física). A lo contrario, la nieve seca, muy fina, en polvo, se le llama espelde. Si es superfina, meros cristales de hielo, se le llama aspesura o asperura

Los carámbanos de hielo, por su parte, también exhiben un despliegue léxico notable. Son localismos, pero nada impide usarlos: asador, churro, pinganillo, cirrión, chupitel, cirio, chuzo, candelita (o candelito), caramelo, cerrión, calamoco, o chupito. Hay muchas palabras donde elegir para evitar sonsonetes o buscar efectos rítmicos o musicales en la prosa. E incluso pueden servir para introducir ambiguedades si así lo desea el escritor, puesto que calambrón puede ser un carámbano o la escarcha

Llover tiene varios sinónimos, como abrocar, brocar, brucar o embrocar. Cada uno de ellos se refiere a un tipo concreto de forma de llover en un sitio. La razada es la lluvia fina que cae lentamente. Chuciar es llover poco, pero con gotas frías. Lo de las gotas frías o cálidas es una realidad física, y depende de si la lluvia es convectiva o estratiforme (también hay, por cierto, lágrimas cálidas y frías, como se lee en La Ilíada). Burrifero es lluvia leve y breve, mezclada con viento. Aguamarina es llovizna. Otra variante del chirimiri, sirimiri, orbayo o calabobos es, en Castilla, bernizo. Barciar es llover de esa manera, con poca intensidad, al igual que aguarrada o aguarradilla. Barbaza o barbuza es cuando llueve así, poco, y además está nublado y el ambiente húmedo (también vienen de barba). Orbayo, por cierto, se usa en Castilla no solo para lluvia ligera sino también para el rocío. 

Atizar es llover con fuerza. Barrumbada un chaparrón fuerte (uno débil y corto, un borrasco). Zamarra es una lluvia torrencial, de llover a cántaros (e.g. Zamarramala, pueblo de Segovia), lo que también se conoce como andaluviar (deformación probable de «diluviar»). Zaraza, muy parecido a zamarra, es una granizada intensa. Si no es fuerte, es zarazo, en masculino. Al granizo también se le llama cantaleo (o predisco / pedrisco, que es una palabra más habitual). Apedrear es granizar, pero esta es evidente. A los relámpagos (las descargas eléctricas entre nubes; los rayos son entre las nubes y el suelo) se les ha llamado en toda la vida en Castilla culebrillas o culebrinas.

Tenemos también palabras para cuando el agua de lluvia salpica: chaspingar o enchaguazar. Si forma burbujas al caer, hace foroles o forolas. Si la burbuja es pequeña, se les llama gargulito o gorgorito (más común). Cuando el agua escurre de los tejados tras la nieve, se dice que esculla. Si un río o un regato se congela, se engaza.

Al aire frío se le llama ris (la expresión «hace un ris…» es de uso corriente para indicar que hace mucho frío). El viento (aire en movimiento) frío tiene variantes sobre la misma idea: baruje, baruji, beruje, biruje o biruji. Las dos últimas palabras se aplican al frío aunque no haga viento (son por tanto sinónimas de ris). El viento que ruge, bufa. Algarazo es lluvia con viento. Cuando te refugias de una tormenta, te agarimas. Cuando deja de llover, albancia. El sol que calienta el cuerpo, caldea

A la helada con mucha escarcha (o engrama) se le llama helada blanca. Si no genera escarcha, helada negra (que es más destructiva para las plantas). Una helada fuerte es una garama, sardinera, carama, garduña, jabarda, carpanta, pelona o peluca. Si una helada sigue a otra anterior se dice que es una empalmada. Si la escarcha tiene forma de ramas, se dice encaramada o ligada. La notable cantidad de palabras para la escarcha es natural en un clima continenal como el castellano, en cuyos inviernos es habitual. Hay incluso una palabra para la escarcha en las ramas de los árboles: cerceñada. Hay palabras para escarcha o rocío, sin distinguir entre ambos, como pruina o rosada.

Arbayada ha quedado como sinónimo de rocío, al menos en Zamora, en la frontera con Portugal (es, de hecho, un lusismo). Los sinónimos son estupendos para no tener que repetirse al escribir, pero es que esta palabra, quizá de raíz árabe, es bonita, aunque bayada sea «blanco» en aquel idioma (el término sería más apropiado, quizá, para la escarcha). 

Estas palabras ya no se escuchan en el habla corriente, al menos en las ciudades, pero forman parte de la cultura española y son un patrimonio que enriquece a la prosa y a la poesía. Son bonitas y muchas de ellas también eúfonicas; suenan bien. La posibilidad de encapsular en una sola palabra un concepto o una ristra de palabras, como sucede con cencío, aporta precisión y economía al lenguaje. Dos valores amenazados, pero a proteger. Este léxico es patrimonio inmaterial de la humanidad. 

La etimología tiene mucho que decir al respecto de estas palabras. Así por ejemplo, la raíz nebh- (nube; la bh es un fonema labial, de efe griega, la ϕ) del indoeuropeo nos ha dejado «niebla» y «nimbo» (un tipo de nube). En sánscrito la idea de nube, de nebuloso, de niebla, derivó en nábhas; a nabah en avéstico, nem en irlandés antiguo, nef en córnico, nebul en alto alemán antiguo, nifol en anglosajón, nebo en eslavo antiguo eclesiástico, y nebis en hetita. En latín nebula, naturalmente, y de ahí a nuestras nube y niebla. Al estudio de las nubes se le llama nefología y no nebulología, por algo.

Seguro que el lector conocen muchas otras palabras usadas para referirse a los fenómenos meteorológicos y los meteoros, algunas de las cuales serán locales, o incluso propias de familias concretas. Miguel Delibes empleó unas cuentas en sus obras. Son riqueza, y que sigan vivas depende de que los escritores las empleemos en periódicos, revistas culturales, novelas, ensayos y poemas, pero también de que las usemos más en la vida corriente. No olvidemos la cantidad de palabras castellanas y manchegas que han llegado a nosotros gracias a que Cervantes las recogió (o acuñó) en su Quijote

Usar estas palabras no es, en absoluto, viejuno. Todo lo contrario. Nada más vanguardista y necesario que los escritores erosionando poco a poco la gramática, siguiendo el feliz símil de Ortega. Mediante ese proceso, el viento se irá llevando los estratos blandos que el tiempo ha ido dejando sobre el lenguaje, dejándonos la roca viva sobre la que asienta, que no es otra que la estructura de la comunicación humana en un medio concreto.

Adenda

En el primer borrador de este artículo escribí «No sé cuántas palabras habrá en japonés para la familia léxica de la nieve, pero en español también tenemos una cuantas». Luego me di cuenta de que vivo en el 2025, y que no tengo por qué regodearme en mi ignorancia ni siquiera por motivos retóricos, así que me puse a buscar. Me ahorraré los ideogramas que, aunque preciosos, no podrían ocultar que, por más que sean de origen chino (el sistema de escritura kanji, que junto con el hiranaga y el katakana permiten crear palabras en japonés), yo no sé japonés y mi chino es básico. 

Por lo que parece, la palabra nieve en japonés se traslitera como yuki. El ideograma es el mismo que en chino, 雪 (xuě). El graupel es koriyuki. Se puede fantasear con que es otra palabra y que por eso la cultura japonesa es más fina que la nuestra en la apreciación estética de los cielos, pero koriyuki es un compuesto de kori, hielo, y yuki, nieve. Nosotros tenemos «aguanieve», y podríamos tener hielonieve, pero la lengua fue por otro sitio y en vez de un término que suena al vocabulario C de la neolengua orweliana, acabamos con aguachona, mucho más bonito. Otros ideogramas que parecen conceptos nuevos, pero que son compuestos de yuki, son: yukidaruma, yukigassen, yukiguni, yuki-no-kessho, yukiusagi, yuki-onna, yukidoke-mizu. Respectivamente, muñeco de nieve, pelea de bolas de nieve, país de nevadas (una región concreta de Japón), cristales de nieve, montón de nieve, mujer de la nieve (personaje tan folclórico como la niña de la curva), y amorosarse (el agua de deshielo). Luego está konayuki, que es nieve en polvo. Es decir, la halispa que decía arriba. La nieve fresca se dice shinsetsu, pero el kanji, de dos caracteres, incluye al de nieve y significa, literalmente, nueva-nieve. No nos constaría nada inventar neonieve, pero ya tenemos espelde. Otra palabra japonesa, más en la línea del castellano de crear palabras diferentes en vez de compuestos, es mizore, que es la llovizna helada y que tiene la connotación poética de atmósfera melancólica. Es nuestra cencella, en realidad. Otras palabras con el kanji que remiten a la nieve son nadare (avalancha), sekkei (paisaje nevado), y yumifumi (caminar por la nieve).

Para concluir, no es que no tengamos palabras en español para los matices y cosas de la nieve y en general del tiempo. Tenemos muchas, pero no las usamos. Delibes buscaba encontrar la palabra exacta para describir cada cosa del mundo. Ese es el espíritu. De hecho, vero es un término más preciso que yukiusagi, montón de nieve (literalmente, nieve-conejo, por la forma). Nuestro vero se refiere específicamente al montoncito delante de puertas y ventanas, aunque nada impide que lo podamos aplicar, por extensión, a cualquier otro

sábado, 12 de abril de 2025

Anglicismos de Puerto de Santa María

 En la Bahía de Cádiz en el marco del Jerez en el propio Puerto de Santa María existen una serie de corrientes lingüísticas que han influido en el habla local por mor del mundo del negocio marítimo y de las bodegas. La frase inglesa look and do it, es decir estar vigilante estar atento: estar al liquindói

Viene de los muelles, de estar vigilando la carga para que ningún gañán o marinero distrajera mercancía que debía llegar a su destino correctamente. Aunque otros lo traducen por mira y hazlo

Briján. Aunque la frase concretamente el contexto sería sabe más que Briján. Hay dos teorías de quién era el tal Briján / Brian. Que era un arquitecto inglés que vino a construir alguna de las bodegas del Puerto de Santa María y sabía mucho de ecuaciones y fórmulas y otra la de un dependiente de una tienda de ultramarinos que engañaba con el peso y el paisanaje se guiñaba y decía que había que estar atento porque iba a engañar con el peso.

El candié es una bebida reconstituyente que se le daba a los niños como un aporte extra de energía. Viene de Candy and eggs, azúcar y huevo. Con vino dulce o moscatel una yema de huevo y azúcar servía para darle a los niños cuando salían del baño en la playa o para abrir las ganas de comer. 

Dar el jele, es decir, hello. Saludar.

Chiribitas está compuesta de dos bebidas inglesas sherry and bitter, una mezcla que lo hacían los ingleses, de donde viene y que cuando se emborrachaban echaban chiribitas por los ojos. 

Chumino o chomino. Cuando los ingleses llegaban a nuestros muelles para hacer la carga y descarga de mercancías, las prostitutas se apresuraban al puerto para mostrar su mercancía y ofrecer su servicio. Los marineros ingleses querían ver esa mercancía y la forma de decirlo en su idioma era show me now es decir enséñamelo ahora ante lo cual las prostitutas levantaban su falda y mostraban esa mercancía que ha quedado como una forma coloquial en esta zona de llamar al órgano sexual femenino.

Guachisnái? Esta es la forma de llamar a un extranjero porque el extranjero, habitualmente inglés, solía preguntar What is your name?, es decir, cuál es tu nombre y el que hacía esa

Guachiman, el watchman o vigilante. Otra vez volvemos al mundo de los muelles y de las bodegas: la mercancía era depositada en los muelles y había un vigilante, un watchman que era la persona que se dedicaba también a controlar a estar al liquindoi.

Jersey, así llamamos en el puerto de Santa María a los chalecos de lana con manga larga.

lunes, 24 de marzo de 2025

Toponimia propicia

 Toponimia divertida, para publicistas de hoy, en El País, por Álex Grijelmo, 19 mar 2025:

Los nombres de lugares dan pistas. No se deberían desperdiciar sus ideas favorables, ni desdeñar las negativas.

Qué poco se explota el valor económico de los nombres de algunos pueblos, aldeas y pedanías. Los congresos y exposiciones suponen un gran foco de visitantes, y por ello cientos de municipios se han afanado en la construcción de rumbosos recintos que puedan acoger tales actos. Sin embargo, muchos desaprovechan la divertida fuerza evocadora de sus topónimos, que serviría para atraer a importantes colectividades empresariales, gremiales, sociales o científicas. Es raro que las agencias de publicidad de hoy en día, con sus facilones juegos de palabras habituales, no le hayan sacado rendimiento a eso.

Por ejemplo, circulaba yo hace poco en coche por Calvarrasa y me preguntaba por qué no se ha celebrado allí, con gran concurrencia, un congreso de peluqueros, ahora que se rapa tanta gente. Claro que ese pueblo salmantino habría de competir con Capileira (Granada) y Barbosa (Portugal). A ver cuál de ellos se decide antes.

Los profesionales de la oftalmología o de la óptica se sentirían muy atraídos si fueran convocados a una convención nacional en Buenavista (Salamanca). Ningún lugar podría resultar más adecuado para una exposición-homenaje a Paco de Lucía que la cántabra Entrambasaguas, ahora que la familia del guitarrista ha recuperado la propiedad de su más famosa composición. Y para un gran encuentro de fabricantes de audífonos qué mejor localidad que Colmenar de Oreja, en Madrid.

A su vez, unas jornadas demoscópicas sobre los indecisos encontrarían su emplazamiento ideal en algún punto situado entre las localidades madrileñas de Pinto y Valdemoro. Y el pueblo vallisoletano llamado Wamba haría bien en promover seminarios de los fabricantes de zapatillas deportivas. Por otro lado, no puede haber espacio más idóneo para un congreso de sexología o de inseminaciones que el lugar salmantino denominado Pajuelas, muy pertinente para la siembra de lo que fuere menester.

No entiendo cómo Pelayos de la Presa (Madrid) no ha sido visto por los asesores de comunicación de Instituciones Penitenciarias como predestinado para albergar una cárcel de mujeres. Igual que el paraje abulense de El Castañar parece el espacio más a propósito donde reunirse y analizar los batacazos relacionados con la Bolsa o con otros accidentes. Y ya están perdiendo tiempo las autoridades de La Muela (Zaragoza) y los publicistas que las asesoren para organizar allí una asamblea de odontólogos. Eso es más obvio aún que la idea de instalar una fábrica de lencería en la ciudad lusa de Braga. A su vez, para una conferencia de sismología no habrá mejor sitio que el pueblo toledano llamado Tembleque.

Se hace raro que ninguna organización sindical haya celebrado todavía un congreso en el monasterio de Las Huelgas (Burgos). Y yo mismo, si tuviera que promover un centro especializado en estudiar el perfil político de Donald Trump, pensaría de inmediato en el parque segoviano de La Boca del Asno, no sé por qué.

Seguro que Elon Musk, siempre tan avispado —más que nada por lo molesto—, sí está pensando en lanzar un ingenio espacial desde el pueblo abulense de Orbita.

Publicitarios: valoren el poder comunicativo del topónimo que da pistas sobre el sitio que nombra. Políticos: no desperdicien las alusiones favorables, ¡pero tampoco desdeñen las negativas! Por esto mismo hace muchos años que me pregunto a quién se le ocurriría construir el aeropuerto de Valladolid en un lugar llamado Villanubla.

Sobre si la Lingüística puede considerarse neurociencia

 ¿Debería la lingüística tender a integrarse en las ciencias biológicas o, por el contrario, permanecer entre las mal llamadas ciencias sociales? ¿La lingüística es una ciencia social o formal?

David Sánchez

Formal seguro que no, porque la lingüística está sujeta a validación empírica (a diferencia de la lógica y las matemáticas, que sí son ciencias formales). Tradicionalmente se consideró la lingüística como una ciencia social porque se suponía que era un fenómeno socialmente construido. Pero tanto Noam Chomsky como su revolucionaria perspectiva convencieron a muchos de que la lingüística era más bien una rama de la psicología (que no es una ciencia puramente social, por estar ligada también a factores naturales) o la biología (que sí es una ciencia natural). En realidad, estoy de acuerdo con Chomsky, aunque tal vez yo consideraría que la lingüística depende más de la ciencia cognitiva y la teoría de la información. 

Sencillamente, la estructura y evolución de las lenguas es un fenómeno natural, no planificado, donde la conciencia de los propios hablantes no desempeña ningún papel (a diferencia de las otras ciencias sociales). De hecho, un hablante nativo sabe usar su lengua pero muchas explicaciones de por qué su lengua es como es le son desconocidas; la sabe usar, pero no tiene idea de los porqués. Las lenguas surgieron en la evolución humana, por tanto; en cierto modo, deben ser tratadas como parte del desarrollo biológico que llevó a tener la capacidad de hablar y cambiar mensajes lingüísticamente relevantes (aquí, lo que opinen los hablantes vuelve a ser intrascendente).

Bueno, no he leído todo lo que dijo Chomnsky, sino la parte donde enredó a muchos universitarios a investigar la gramática generadora universal. Eso solo ya lo califico yo de disparate, debido a que el lenguaje se adquiere por un proceso de aprendizaje. Y, aunque no soy lingüista, entiendo que dos lenguas a grandes distancias del planeta no deben tener casi nada en común entre sí.

Por otra parte, Chomsky escribió un artículo poniendo a parir al conductista Skinner en relación con un libro que postulaba el origen del lenguaje desde un punto de vista psicológico.

Yo no creo que un idioma indoeuropeo tenga analogías remotas con el los idiomas siníticos. Y estoy hablando sin saber una palabra sobre los idiomas siníticos. Solo me fundo en una intuición elemental. Considero que las lenguas se aprenden, de una parte; y, de otra, que las lenguas derivan por sí solas.

Y, si crees que estoy equivocado, lo podemos debatir. Tienes a tu favor los estudios que has hecho de lingüística; yo solo me inspiro en el condicionamiento operativo.

Bueno, Chomsky dice que el input que reciben los niños pequeños es demasiado enrevesado y caótico para que pudieran aprenderlo porque sí; por otra parte, un chimpancé bebé al que se le hable muy clarito NO aprende a hablar nunca, ni siquiera a entender la mayor parte de lo que escucha, así que debe ser que el bebé humano trae algo precableado que le permite aprender una lengua [a mí me parece un buen argumento]. No se excluye el aprendizaje, pero, igual que un ordenador sacado de fábrica, el cableado está preparado para que le cargues los datos.

Chomsky no anuló a Skinner; simplemente ridiculizó las afirmaciones más exageradas del conductismo skinneriano. Eso no supone decir que las lenguas no se aprendan: efectivamente se aprenden, pero el cerebro tiene que venir bien (algunos niños, desgraciadamente, por su condición, no llegan a hablar nunca, señal de que hay algo más).

Históricamente (y léxicamente) el indoeuropeo no parece tener conexión demostrable con el sinítico, pero estructuralmente vamos a que sí. Cualquier lingüista acaba dándose cuenta de que todas las lenguas, a pesar de la diversidad de sonidos y léxico, parecen tener mucho en común en su arquitectura sintáctica.

Si te refieres a que cualquier lengua tenga verbos, sujetos nombres y partículas conectivas, no tiene nada de raro. Una vez que una lengua surge, se va desarrollando y evolucionando para hacerse más útil.

Pero, tal como presentó el argumento Chomsky, él hablaba de una gramática universal o genética. Y eso me pareció una chifladura.

Pero la comparación del chimpancé con el hombre solo es una comparación de grado. Los primates, en concreto los chimpancés, tienen un lenguaje y se ha estudiado. Y ocurre que cuando los chimpancés están distantes como unos cientos de kilómetros sus lenguas han derivado y no son compatibles.

Existe una pregunta que se contestó referido a los macacos japoneses. Un americano de Texas se llevó cierto número de macacos a su rancho. Los macacos aprendieron por sí solos a refrescarse del tórrido calor de Texas en unos charcos que les proporcionó el dueño del rancho. Cuando se observó más de cerca se dieron cuenta que los macacos tenían señales fonéticas para dar la alarma ante la presencia de las serpientes de cascabel. Y, como en Japón no hay serpientes de cascabel, se planearon la pregunta ¿esa señal de alarma es genética?

Se grabaron las señales de alarma por serpiente con un aparato de alta fidelidad y se fueron a Japón para ver si los macacos respondían genéticamente a esa señal concreta. Pues no respondían al sonido como si fuera una alarma genéticamente determinada en su mente.

Si uno sabe lo suficiente de condicionamiento operativo u operante, puede comprender cómo es que los primates tienen cierto grado de lenguaje. Y no solo los primates, incluso algunos perros llegan a conocer ciertas palabras que usamos. Son pocas, claro, porque no nos hemos propuesto incrementar ese lenguaje. La gente que ha estudiado a los delfines afirma (yo no estoy seguro) que estos manejan un lenguaje de pitidos que usan en sus estrategias de caza, la cual suele hacerse en grupos.

Si lees un artículo de Skinner o el libro donde se comenta el origen del lenguaje y cómo se aprende, no tienes ningún problema para entender que un perro conozca varias palabras. Las ovejas tal vez no aprendan palabras humanas, pero aprenden signos y sonidos que les indican que es la hora de comer maíz o recogerse. Se trata de reforzadores condicionados. Y esto es lo bastante corriente en el mundo animal como para que todos los animales con cierto desarrollo cerebral aprendan algunas de estas asociaciones. Puedes llamar a las ovejas con un silbido, o con una campana. Si han aprendido para que sirve la señal, acudirán a tu llamada. Si en lugar de silbar, dieras gritos, aprenderían igualmente el significado. Solo tienes que estudiar cómo se condiciona la conducta de una rata o de una paloma. Es muy sencillo.

Y, claro, es evidente o lo parece que el ser humano es el animal que tiene más desarrollada una memoria para el lenguaje. Lo que no tenemos es una gramática generacional o innata que decía Chomsky, sino una facilidad extraordinaria para memorizar un lenguaje, un lenguaje típico humano. Los sordos aprenden un lenguaje de signos con brazos, manos, dedos y gestos, por ejemplo.

La Gramática Universal (GU) es algo más complejo que el que todas las lenguas tengan cosas tipo verbos, nombres, adposiciones, adverbios… Se refiere en gran medida a la arquitectura básica de los sintagmas y ciertas relaciones sintácticas que parecen universales y no son nada triviales.

Lo que dice Chomsky es que los niños nacen equipados con una manera desarrollar una gramática, fijando parámetros de lo que el llama GU (que no es una gramática tan concreta como la gramática del inglés o el italiano); esto ha ocasionado muchas confusiones. De hecho a mí también me pareció una chifladura hasta que entendí bien de qué se trataba.

Los chimpancés son capaces de cierto pensamiento; de hecho, cuando se les enseña lengua de señas son capaces de aprender varios centenares y hacerse entender, pero… “hablan” por asociación de ideas; sutilezas como el orden sintáctico se les suelen escapar: en inglés es totalmente diferente stone wall que wall stone; ningún chimpancé parece haber pillado bien esa diferencia.

Efectivamente, algunas especies animales tienen un proto-lenguaje (usualmente un conjunto de señales, que es institintivo). Las abejas tienen un lenguaje complejo para expresar la orientación respecto al Sol y la distancia a la que hay comida; ese lenguaje por ejemplo ES innato, no necesitan aprenderlo. Y por eso la idea de que los seres humanos tienen una capacidad innata para prestar atención a ciertos detalles de la lengua que hablan sus padres y aprender como funcionan, no es tan absurda. En último término, es la razón por la cual los niños usualmente aprenden a hablar y los chimpancés no aprenden a hablar como humanos aunque sean criados como un bebé humano [en los autistas profundos algo está mal en su interés por socializar y por eso tampoco prestan atención al lenguaje humano de sus progenitores].

Comparto tu asombro. La primera vez que leí esas ideas me causaron la misma impresión que a ti, sencillamente porque se explican de forma torticera, simplificada y hasta mentirosa. Pero si lees lo que el propio Chomsky quiere decir y reflexionas 2 o 3 años sobre ello, al final acaba pareciendo bastante razonable (al menos, así me pasó a mí).

Leopoldo Perdomo

Bueno, ¿qué parte de aprender el lenguaje por simple imitación no puedes comprender? Si lo aprendes por imitación da igual la gramática que tenga. Memorizas los modelos y para qué se usan y en qué circunstancias. Y eso lleva mucho tiempo realmente, pues la memoria no se establece de modo tan simple. Se requieren miles de repeticiones para iniciar la construcción de un lenguaje. Yo no veo qué es lo que se gana postulando que la mente tiene un mecanismo especial innato, aparte de memorizar lo que oye aplicado a ciertas circunstancias. Y el ejemplo del autista, aparte de lo complejo que resulta dilucidar las causas intrínsecas de sus problemas para aprender, se podría explicar como un problema para memorizar. Hasta los niños corrientes y molientes tienen problemas para memorizar la lengua, según se deduce por la variedad de resultados que vemos en los test clásicos de inteligencia. Si el test de inteligencia mide el lenguaje, las diferencias en el test se podrían explicar tan lindamente por las diferencias en la experiencia que han tenido. Si dejas de lado por un momento el lenguaje, y piensas en los niños que tocan el piano, podrás ver para niños de cinco a diez años, unas grandes diferencias en el modo en que tocan. Y los que lo tocan mejor son aquellos que tienen más experiencia con el piano, y que empezaron antes. Pero, sobre todo, cuenta mucho que al niño le hayan inyectado o no cierta negatividad a las peticiones. Debido a un error muy corriente, la mayoría de los niños presentan un grado variable de negatividad que se manifiesta incluso hasta para llamarlos a comer. Luego, un niño que haya adquirido un grado de más alto que “muy leve” de negatividad, no podrás siquiera iniciarlo en la idea de tocar el piano. Te va a decir que no automáticamente. La negatividad se suele ir incrementando con los años, hasta llegar a cierto nivel. Y esto puede explicar las diferencias más notables entre los niños. Por ejemplo, mi nieta siempre se ha negado a la idea de aprender a tocar el piano. No quiere ni acercarse a él. Le compraron uno de juguete y tampoco lo usa para nada. Me he dado cuenta con mi nieta de que ha quedado totalmente bajo el control de su madre, que además tiene una paciencia muy limitada, y, sin darse cuenta, va reforzando la negatividad de la niña cada vez más. 

Bueno, si no entiendes como funcionan los reforzadores no entenderás lo que te estoy contando, cómo es que se condiciona la negatividad. Antes de ayer, por ejemplo, traté de iniciar a la niña en un juego de contar. Solo se trataba de que repitiera lo que yo decía: cien, dos cientos, tres cientos, etc. Le habían comprado una caja registradora con monedas y billetes de cartón. Simplemente, se negó a jugar a eso. Lo que creo que ocurre es que la madre se puso muy celosa hace como un año o más, por la influencia que yo tenía con la niña. Al verme llegaba corriendo desesperada, porque yo era muy reforzador. La reacción de su madre fue llevarla mucho con su familia que tiene un rancho de hermanas. De modo que la influencia potencial que yo podría haber tenido se ha evaporado. Se ha quedado como una niña con un grado medio de negatividad. De otra parte, le han comprado una gran cantidad de juguetes y no consigue enfocar su atención en algo concreto. Se pasa demasiado tiempo en la guardería, desde las nueve de la mañana a las cinco de la tarde. Y cuando no está en la guardería está jugando con los primos. Será una niña de inteligencia promedio, aunque ahora parece adelantada en el lenguaje. 

Ayer vi un video del niño pianista Evan Le, que ya tiene algo más de 7 años. Ya toca cosas muy adelantadas para su edad, y hasta lo han entrenado un poco para que pueda responder a las preguntas de una entrevista. Bueno, al ver a ese niño respondiendo, ¿adivinas el trabajo que le costó aprender a responder a las preguntas típicas de una entrevista para la tele? Es decir, las cosas se aprenden, pero eso requiere su tiempo. No existe ningún mecanismo automático por el que se aprenda nada a gran velocidad. Si aprendes un asunto de tipo A que sea complejo, tendrás problemas para aprender otras cosas de tipo B o C. Quiero decir que no se memoriza a la primera y con facilidad cualquier cosa. Pero una vez que se construyen los muebles dentro del cerebro para el desempeño de cierta conducta, como tocar el piano, jugar al ajedrez, al golf, hablar idiomas extranjeros, resolver puzles de matemáticas etc, todo eso parece que se aprendió de modo muy fácil. Y parece muy sencillo seguir aprendiendo. Todo esto se debe a que se ha construido un mobiliario para ello en el cerebro. Si no te gusta la palabra mobiliario, igual te parece mejor decir que el niño ha adquirido un conjunto de respuestas condicionadas para ciertos asuntos de la clase A, B, o C. Ahora, si crees que eres capaz de explicarme qué maravilla descubrió Chomsky sobre la Gramática Universal te agradecería que me la expongas. Qué cosa cuenta Chomsky que no se puede explicar por el condicionamiento operante. Digamos que esto viene a cuento si es que Chomsky pudo explicar algo que es puramente genético y tiene relación con la gramática o el lenguaje. Bueno, supongo que la memoria parece innata, tanto para los humanos como para muchos animales. 

Que podamos explicar como se instala la memoria en el cerebro sería una gran cosa. Pero creo que eso queda fuera de la inteligencia de Chomsky, y en general fuera de la inteligencia de los seres humanos. No digo que no exista una conducta genética. Chupar del pezón es una conducta genética. Copular también es genético, y si no has visto nunca cómo se hace lo descubres automáticamente sin enseñanza alguna. Tragar cuando comemos algo es genético, y tragar agua cuando bebemos también. Negarse a tragar algo que no está molido también es genético. Cerrar los ojos ante una repentina luz intensa, o cerrar los ojos cuando sientes que llega un viento con polvo a los ojos. Todo esto es conducta innata o respondente. Pero la mayor parte de la conducta humana resulta de un proceso imitativo y un condicionamiento. A esto se le llama conducta operante. La imitación es un proceso inicial pero son las consecuencias de la imitación lo que permite anclar el asunto a la memoria. Y se requiere una gran número de repeticiones para que los elementos de una conducta queden anclados en la memoria. 

Hay un famoso experimento: el del gato de Thorndike. Este hombre trató de averiguar cuánto tardaba un gato en activar cierto mecanismo para salir de una jaula. Y sucedió que cuantas más veces quedaba el gato atrapado en la jaula menos tiempo tardaba en recordar el modo de conseguir salir de la jaula.

Carlos García Wegener

Espero también el Programa Minimalista. Es el último desarrollo y el que se emplea actualmente en los estudios lingüísticos de corte chomskyano.

Rafael Andrés Hoyos Stefanell

Jamas me había hecho tal pregunta. Creo que la gramática es un indicativo de esto, pues es la estructura en donde todo lo demás descansa. Y es parte de todos los lenguajes que existen. ¿Me equivoco, David?

David Sánchez

Pues sí hasta donde sabemos todas las lenguas tienen una gramática, todas las lenguas tienen pronombres, todas las lenguas tienen la función referencial (nombres), todas las lenguas tienen la función predicativa (verbos), etc, etc, etc.

Carlos García Wegener

La lingüística moderna tiene una muy sólida base empírica. Es curioso, pero quien, precisamente, se inventó esa tontería de que es una rama de la tontolog… o sea, de la psicología, fue Chomsky; pero, al mismo tiempo, quizás no de forma totalmente voluntaria al principio, impulsó una investigación empírica de tal calibre como jamás antes se había conocido dentro de la lingüística.

Me refiero, sobre todo, como sabe cualquier lingüista, a los extensísimos estudios empíricos sobre la adquisición de lenguaje. Una simple búsqueda con los términos "language acquisition" en el Academic Google da una idea de la envergadura de la investigación que se ha realizado en unas pocas décadas.

El hecho de centrarse en la adquisición no es casual, puesto que la lingüística chomskiana generativo -transformacional parte del supuesto de que existen en todas las lenguas naturales unos principios innatos, comunes a todas ellas y que no admiten más variación que la de la fijación, durante la ontogenia (adquisición) de ciertos valores parametrizados (Principles and Parameters Approach).

Yo diría que no puede negarse de ningún modo que el estudio de la adquisición del lenguaje por parte de los niños es absolutamente empírico. Para salir de dudas, existen muy numerosas monografías publicadas.

El siguiente paso es, y se ha avanzado bastante en ese sentido, el de comprobar las similitudes y diferencias entre las distintas lenguas naturales, tanto en su estructura final como en su adquisición.

Evidentemente, si se toman la gramática tradicional o la lingüística funcional como referencia, el panorama es muy distinto. Sólo que el estructuralismo nació en el siglo XIX y estamos en el XXI.

Y, yendo a la objeción, ¿podría conocer una sola contribución útil de la psicología a la lingüística? Porque, después de pasarme años leyendo, no encontré ni una. La mayor majadería que leí en ese sentido fue la resurrección del cadáver del conductismo de la mano de Puaget y otros genios similares y posteriores (Churchland, por ejemplo). No existe nada parecido a "facultades encapsuladas" en el neocórtex, como sabe cualquiera que sepa algo de neurobiología.

miércoles, 19 de marzo de 2025

Los 10105 términos ofensivos o peyorativos del español

 Eso revela un chatbot que los ha recolectado. Fue nuestro José Antonio Marina quien descubrió que la denigración es léxicamente más abundante que el elogio en todas las lenguas. Pero ese tremendo diez por ciento no sé si obliga a pensar que en español, por aquello del cainismo, se da por extremo.

domingo, 2 de marzo de 2025

Madrileñismos

 Laísmo generalizado, yeísmo y elisión generalizada de la ese implosiva. Se aspira como una velar dura, como Ejque por "Es que...", aunque es más suave que en manchego. Puede aparecer la merienda de sílabas, "síncopa" en tecnicismo de metaplasmos, aunque menos que en andalú o granaíno cerrao. 

Muchas expresiones son herencia de la movida de los 80'; pero la más fuerte estilística deriva en particular de la fama de gongorinas e ingeniosas que tenían las majas madrileñas desde el siglo XVII, las llamadas hembrilatinas de Quevedo, una forma de hablar pedante que se escabecha en una especie de castizo cultivulgar, el cheli, por lo cual Carlos Arniches las pintaba, ya en el siglo XX, con un cómico lenguaje redicho y de sílaba recortada en sus Sainetes. En  general, el madrileño mira con simpatía las hablas meridionales y rechaza o parodia las norteñas.

Madrí o Madriz

Mola, mola mazo, está mazo guapo

Telepi= Telepizza

Macas= McDonald’s 

Burrikín= Burger King

También se dice Sol en lugar de Puerta de Sol

Plazacas, Plazacastilla por Plaza de Castilla, Plazaspaña, Plazajpaña, Plajpaña por Plaza de España; Retiro y no jardines del Buen Retiro, conde Casal y no Conde de Casal. Kelicampo por Casa de campo (y por las quelis, que son las quelimpian). Fuenca (Fuencarral), La Conce (Barrio de la Concepción), La Elipa flipa, CuatroCa (Cuatro Caminos).

Coletilla  al  hablar "Ya te digo"

Rentar por gustar, cutrelux por cutre, desfasar por divertirse al máximo, fuera de lo normal. Qué desfaseCómo desfasamos ayer.

Flipao, no te rayes, to guapo, colega, piba, mal, buen rollo, to niquel... "No te rayes, loco, que está to wapo". Meter ficha a alguien es tirarle los tejos.

Cayetano, cani / choni (barriobajero, hortera, macarra, vulgar de modales, apariencia y expresión, en masculino y en femenino). El bro, el rústico tronco opuesto al elaborado y cuadrangular madero.

Chiste por calambur ¿Rivas ya llegó a Madrí?, por lo de... Rivas Va Cía Madrí

El parque de las Siete tetas. Otra ingeniosidad por metáfora

Onomatopeya:  "Tsss!!!". Jolines tío, eso mola mogollón, pero qué guay

Un madrileño con ocho abuelos nacidos en Madrid es un gato,"d'aquí de Madrí", quizá por el Motín de los gatos. Barrio del Pilar es el barrio de la Pili.

El vaso mini no es mini, mini significa grande y caro 

Tener presunto, qué triste jope, estar en cero coma (en poco tiempo, deprisa), playa Madrí, gañán, wu por cierto...

Lugares según el nombre de la parada de metro: se puede pasar de estar en Sevilla a estar en Legazpi o en Cuzco en un momento, o en Ciu (Ciudad Universitaria). Se llama teletransportación cuántica.

"Si te digo mi verdad", "qué me estás contáiner". 

Plaza de los cubos = Plaza de España

''A saco Paco''... de la zona sur de Madrid, hacer algo con mucha intensidad.

Mola pila, de manual, está níquel, me renta, tron, mazo guapo, pilotar...

El mejor diccionario de madrileñismos es El tocho cheli. Diccionario de jergas, germanías y jeringonzas. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 1993.

Son casi cuatrocientas páginas de extraordinario rigor, teniendo en cuenta que su autor es el cantante madrileño punk Ramoncín (o José Ramón Julio Márquez Martínez). De verdad, es increíble la sensibilidad lingüística de este tipo y la riqueza de que hace gala este libro; lo elogiaron Umbral, Campmany y Luis Carandell.Y cuenta al menos con dos ediciones, la segunda, por supuesto, ampliada: El nuevo tocho cheli. Diccionario de jergas. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 1996. Gracias a él se pueden desenredar oraciones como «Después de dar un nazareno, el nefelo salió de naja y se escapó con la nabiza, que se había operado de las napias con los napos que el timador le había pasado por nalgar con él» o "Los maderos acudieron a la manfla para buscar a un manteca que había mullado a varias lumis"

Sesquipedalismo al lado de acortamientos: Hipermegasuperguay, hipersupermegabonito.

Empleo de recursos humorísticos, entre los que destacan las rimas absurdas: la polla con cebolla, la polla de Troya, estar más pedo que Alfredo, más a gusto que un arbusto, feliz como una perdiz, gay sin ley, ser un pipa de La Elipa, un truño como un puño… 

O la deformación de ciertas palabras y fórmulas de la lengua: ya ves truz (por ya ves tú), cómo andamios (por cómo andamos)… 

Uso del sufijo -i como infantilizador, una especie de género afectivo (v. chati, besis, guapi, holi, oki) que se emplean para dar un tono más cariñoso y familiar a la conversación. 

Queli ‘casa’ o bien quelimpia, limpiadora; buga ‘coche’, sobre ‘cama’, bul o bulla ‘culo’, abrirse ‘irse’… O amigovio, amigovia, follamigo, follamiga. Un belieber. (Se pronuncia belíber) es un fan de algún cantante pop. Fofisano / gordibuena.

 Dar la brasa loc. verbal sinónima más o menos de dar el sobo, dar la chapa, dar la turra, dar la vara, dar la charla, dar la barrila, dar la paliza, dar la tabarra, dar la lata.

Venga, adiós. Yonquilata: cerveza en bote de medio litro. Gepeto: careto.

 Sí ¿o qué? Fórmula que realmente no es una pregunta, sino una petición de confirmación. Algo parecido a estas otras: ¿A que sí?, ¿Verdad que sí?, Sí, ¿verdad? Hacer un simpa. loc. verbal. Irse de un bar sin pagar. Ya te vale. Es una fórmula para condenar de manera suave y hasta cariñosa algo que ha hecho el interpelado. Una reconvención blanda. Ni Clifford, ni Peter (que suena ni Píter), ni Perry: nadie. 

Estar pa chóped, estar hecho polvo. Heterobásico / heterobásica, estar echao a la antigua en cuestiones de macho y hembra. Un parraque o un jari es un soponcio físico, un desmayo o así. La patata es el corazón: me ha llegao a la patata. Perjudicado es borracho, pero hoy se prefiere estar más pedo que Alfredo. Perrear, perreo es bailar o bailar guarramente agarrado. El puto intensificador: da puto asco. Es puto asqueroso. También se usa mucho como adverbio y este uso es muy interesante, por lo anómalo del orden de la construcción, y muy identificador de esta generación. Me puto flipa, Me puto encanta. Estar Mórtimer, muy cansado. Pipa: tonto o tonta. Otp. (Pronunciado como sigla). f. Pareja que es perfecta a ojos de los demás. El uso más frecuente es Son otp. La sigla es inglesa: one true pairing. outfit. (Pronunciado autfit). m. Conjunto de vestir, vestimenta. Qué mal le queda ese outfit. 

Lo siguiente. adj. Es un intensificador de un adjetivo que se acaba de negar para hacer una gradación. Tonto, no: lo siguiente. Swag. (Pronunciado suag). Estilo, elegancia en el vestir, al moverse, o de toda la persona.

Madrileñismos caducados, viejunos o carrozas:

Algo está bien, sin verbo: Gente bien, demasié, piruli, guay, guapa o [está] dabuten, chachi o wapo

Mucho: Cantidubi; hoy sería mazo

Para coger el teléfono: Digamelón

Adiós: Me piro vampiro, Hasta luego Maricarmen, Me abro, Hasta luego, Lucas.

No: Nasti de plasti, Nanay de la China, Sí por los cojones

Sí: Yes very well fandango, Doy fe, Efectiviwonder, Anda que no ni na, No ni na, Chachi piruli.

Tranquilo: Echa el freno, Madaleno o Macareno

La gente: La basca, hoy la peña

Meterse en la cama: Meterse en el sobre, Irse al cine de las sábanas blancas, Ir al submarino.

Estar empanado o espeso: No te enteras, Contreras.

Echar gasolina: Echar caldo

Mear: Echar un río, Ir a la mezquita de Alí Benimea

Defecar: Plantar un pino

Tener apretón: Tengo a Hamilton en la pole, Voy a enseñar a Obama la Casa Blanca.

Dinero: Lana.

Sol: Lorenzo. "Cómo pega el Lorenzo". "Cuando se acuesta Lorenzo se levanta Catalina".

Luna: Catalina.

¿De verdad?: ¿Sí o qué?

No le des tantas vueltas: No te rayes.

Llegaré tarde: Estoy llegando.

Puede ser, pero aún no lo sé: Ya si eso ya.

Ser molesto: Ser más pesao que una vaca en brazos. 

Estar elegante: Tener el guapo subido.

Acción realizada con intensidad, a tope: A Cholón

Compartir a medias: A pachas

Jefe: Baranda.

PadresBatos

Coche: Buga

Descaro o atrevimiento: Canteo

Un gorrón, un  aprovechado de los demás: Catacaldos

Algo superior o excelente: Chipén

Cazadora o chaqueta: Chupa

Persona de las clases populares de Madrid cuando se visten con el traje tradicional durante San Isidro: Chulapo, Chulapa

Expresión que califica algo "bien" o increíble: Dabuten, debuten, debuti, dabuti.

Irse o marcharse: Abrirse, darse el piro

Hacer algo rápidamente: En cero coma

Permanecer atento: Estar al Loro

Bueno, estupendo o excelente: Fetén

Persona que es falsa o no merece confianza: Ful

GarbanzosGabrieles

Chicas (gitanismo): Gachís, gachises

Bares de copas: Garitos

Comprar marihuana o droga: Pillar

Calzoncillos: Gayumbos

Policía: Guindillas, maderos

Cara: Jeta

Casa: Keli

Yo (gitanismo): Menda o mi menda.

Vaso grande: Mini.

Funcionarios de prisiones: Voceras.

Novicio en la cárcel: Pringao o gualdrapa.

Preso peligroso o de los que mandan: Kie.

Borrachera: Moco.

Problema: Movida.

Nariz o narices: Napia o napias.

Gorra: Parpusa.

Cacahuetes: Panchitos.

Dinero: Parné (gitanismo), tela, guita, lana o pasta.

Reloj: Peluco

Coger un taxi: Pillar un teki

Cama: Piltra

Pies (gitanismo): Pinreles

Dientes: Piños

Tonto: Pipa. Una pipa o hierro también es la forma de llamar a una pistola.

Loco: Pirao.

Darse cuenta, enterarse: Pisparse.

Viejo: Pureta.

Años: Tacos.

Ladrón: Rata, randa.

Ser tacaño: Ser más agarrado que un chotis; o ser devoto de la Virgen del puño.

Ser calzonazos: Ser un Bragas

Ser alguien que reclama la atención: Ser un Notas o un Quedado

Dormir: Sobar

Cárcel: Talego, saco, costal.

Colilla: Tova

Conocido que fue al mismo colegio que tú, amigo: Colega

Conocido: Tío.

Otros: Hola caracola, Hola radiola, Chao pescao. Qué nivel Maribel, Menda lerenda, ¿De qué vas, bitter kas? Ostras Pedrín, que tiran con balín, Menos mal que nos queda Portugal, Pues yavestruz, Alucino por un tubo de colores, Estás que te sales minerales, Pero qué me estás contáiner, En fin, Serafín; Más perdido que un pulpo en un garaje, Más peligro que una piraña en un bidé, Que yo no soy housero, que yo soy bakala, Toma Geroma pastillas de goma, Equilicuá, Pin pan pum bocadillo de atún, Tengo un hambre que da calambre, A la cola pepsicola, ¿Dónde vas calamar?, ¿Pero tú de qué vas, plexiglás, -¿Qué ha pasao? -Que un borrico se ha ahorcao, -¿Adónde va Vicente? -Donde va la gente, Pa lo que me queda en el convento, me c... dentro, Sereno, moreno, No seas Membrillo, Te mola mi gramola, Aquí andamios, No te enrolles Charles Bóyer / Miguel Bóyer, Me quedo sobao, Es un tarrilla (viejo), Laurel, A mí plin, Con esas cabinas, Impajaritablemente...

Bibliografía

"Voces y expresiones del argot juvenil madrileño actual", por Elena Cianca Aguilar y Emilio Gavilanes Franco (16 de enero de 2018), en Círculo de Lingüística Aplicada a la Comunicación.

Martín Benito, "Diccionario chulapo: Chipén, cheli, catacaldos, piltra... las 50 palabras para moverse por San Isidro" en La Razón, 17 - V - 2024.