Las preposiciones compuestas son naturales en el español. Las más usadas son las dobles: "por entre", "para con", "de entre", "por sobre", "de a" etc. Por ejemplo: "de por sí", "de por vida", "tras de ti", "de a pie", "por de pronto", "Me preguntaron por a quién votaría", "Sufrió ataques que llegaron hasta a acusaciones de hereje / acusarlo de hereje"…
También las hay triples: " en contra de", "de por entre", "de por en medio". Su función es precisar y deslindar nociones, por lo cual ningún verbo rige (o selecciona) necesariamente preposiciones compuestas. Algunas preposiciones compuestas se usan incluso como adverbios ("en contra"; "por contra" = "por el contrario", galicismo). En la parte sur de Hispanoamérica se usa, por ejemplo, "de a poco" con el significado de "poco a poco", que es la forma empleada en España. Si solo se usa en el actual dialecto castellano del español "a por" es porque permite distinguir la causa de algo diferente, la búsqueda, que no se puede indicar si se usa solo "por": "Voy por Paco" (a causa de Paco o en lugar de Paco) no se distingue de "Voy por Paco" (a buscar a Paco). En español lo resolvemos de esta manera: Voy por Paco (a causa de o en lugar de) y Voy a por Paco (voy a buscar a Paco, exclusivamente).
Hay un trabajo interesante, pero solo liminar e incompleto (como él mismo declara) sobre estas construcciones de Ignacio Bosque. La gramática más moderna hoy piensa que las preposiciones son el núcleo verdadero de los sintagmas preposicionales. Otra investigación interesante sería buscar en el CORDE las primeras apariciones de esta y otras semejantes construcciones.
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