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sábado, 15 de noviembre de 2025

Los 50 mejores libros españoles del último medio siglo, según El País.

 Los 50 mejores libros españoles del último medio siglo, en Babelia, suplemento cultural de El País, 15 - XI -2025:

Un jurado de 116 especialistas selecciona los títulos más relevantes desde la muerte del dictador en 1975

Este año, cuando se cumplen 50 años de la muerte de Franco, desde Babelia hemos planteado una reflexión colectiva sobre la cultura española desde 1975 hasta el presente. A principios de este 2025 ideamos el proyecto y diseñamos un primer jurado de expertos para que eligiesen los 50 mejores discos del último medio siglo: ganaron La leyenda del tiempo de Camarón de la Isla y El mal querer de Rosalía. En primavera fue el turno de las películas, con Arrebato de Iván Zulueta y La escopeta nacional de Luis García Berlanga a la cabeza. Y ahora, los libros. Cambian referentes a la vez que se modifican los gustos, hay libros que conservan el prestigio y autores que ganan centralidad. La sensibilidad actual es la clave para comprender la relación de la sociedad española con las letras de la democracia. Para los expertos, hoy los grandes nombres son Javier Marías, Carmen Martín Gaite, Rafael Chirbes y Javier Cercas:

1. Corazón tan blanco

Javier Marías

Anagrama, 1992. Reedición: Alfaguara, 2022. 352 páginas. 18,91 euros

Corazón tan blanco es probablemente la mejor novela de Javier Marías. Escrita, como dijo Rosa Montero al poco de publicarse, “en estado de gracia”, cuenta con una de esas tramas que escasean en la historia de la literatura, por lo redonda y rotunda, y porque se aborda desde una armonía entre contenido y continente, con una prosa hipnótica y rítmica que atrapa al lector desde su primera frase, que ya es legendaria: “No he querido saber, pero he sabido”. El relato se teje minuciosamente sin olvidar el lado negativo de la vida: cuál es el peso de lo que no se dice, cómo nos definen los secretos que nos rodean. A través de una reflexión sobre el conocimiento y la fragilidad humana, Marías construye un texto inquietante que, como ocurre con los verdaderos clásicos, plantea dilemas eternos. Marta Pérez-Carbonell

PDF: El poder ambiguo de las palabras. Crítica de Ignacio Echevarría (15/02/1992)

2. Crematorio

Rafael Chirbes

Anagrama, 2007. 424 páginas. 20,90 euros

Cuando Rafael Chirbes publicó Crematorio en 2007, España llevaba años celebrando como virtudes muchos de los vicios que él retrata en ese libro: la fiebre del ladrillo, el enriquecimiento exprés y la renuncia de la izquierda a la justicia social por la acción de un disolvente más corrosivo que cualquier idea: el dinero. Por entonces Chirbes vendía más en Alemania que en su propio país, donde era un aguafiestas al que, con todo, nadie podía negarle una penetración psicológica y una altura literaria poco comunes. La cima la alcanzó en Crematorio, novela total por la que desfilan con toda crudeza las tensiones familiares y la corrupción política, el sexo y la mafia rusa. Un año después de su salida, estalló la burbuja económica. Hoy se lee como el relato coral de una fiesta cuyo final conocemos bien, o sea, como una novela de terror. Javier Rodríguez Marcos

Retrato de los impostores. Crítica de J. Ernesto Ayala-Dip (27-10-2007)

3. El cuarto de atrás

Carmen Martín Gaite

Destino, 1978. Reedición: Siruela, 2025. 256 páginas. 14,90 euros

La novelística de Carmen Martín Gaite tiene que ver con el deseo de representar el devenir de la mujer española en la sociedad del siglo XX. El cuarto de atrás, Premio Nacional de Narrativa 1978, supone una bisagra que permite que la mirada cambie. De su mano, así como de una voz de la que tan solo conocemos la inicial, atravesamos la vastedad de la memoria de una mujer desde la guerra, la posguerra y la dictadura hasta la transición hacia la democracia. Todo ello tamizado por una imaginería pop en la que se alternan personajes de cine, Carmencita Franco, la isla de Bergai, la retransmisión de la muerte del dictador por televisión, así como un sinfín de fármacos ―en teoría para mantener y cuidar la línea― que las mujeres consumieron para sobrellevar todo aquello. Andrea Toribio

PDF: El escondite inglés. Crítica de Pedro Altares (16/07/1978)

4. Las personas del verbo

Jaime Gil de Biedma

Seix Barral, 1975. Reedición. Lumen, 2025. 240 páginas. 18,91 euros

La primera edición de este libro de libros, escritos y publicados en las dos décadas previas, marcó el final de una época —personal, política— y el inicio de otra. Ya desde el título se nos aparta de la confesión, se subraya la voluntad de situarnos ante una voz —la de un personaje, la de muchos— que actúa como testimonio de parte de un momento. Es una de las lecturas posibles de Las personas del verbo, indisociable de su ambición histórica, formal, íntima... Poeta de lo moral —o no: véanse los Diarios—, del deseo, del tiempo en varios tiempos, Gil de Biedma eligió la modernidad de los románticos ingleses, con su arquitectura —ideas, elementos— del monólogo dramático. Anduvo con Rilke, permaneció con Eliot y Auden. Entre los nuestros escogió a Machado y Cernuda. No dejó herederos. Elena Medel

5. Anatomía de un instante

Javier Cercas

Mondadori, 2009. Reedición: Random House, 2025. 280 páginas. 19,85 euros

El auténtico sortilegio de esta obra maestra consiste en exigirse íntimamente una dependencia estricta a los hechos averiguados de la trama del golpe del 23-F y aplicar a esa dependencia el talento de la manipulación literaria y estilística, musical en la reiteración calculada y en la especulación reflexiva. Casi nadie nos atrevimos en 2010 a llamar al libro novela, precisamente porque era una novela furiosamente experimental hasta el extremo de transmitir la conmoción de la mejor ficción a través de la subordinación a la materialidad factual de la historia. Ese había de ser un experimento imposible, o condenado al fracaso, pero resultó todo lo contrario. La genialidad está en haber dotado de la verdad más honda de la novela a un libro que se sometía deliberadamente a la exclusión de la ficción. Las mejores armas de un libro saturado de historia iban a ser estrictamente literarias, y ahí reside su verdad: la novela la da la forma. Jordi Gracia

Tres héroes de un instante. Crítica de Jordi Gracia (11-04-2009)

Heroicidad y resistencia. Reportaje de Alberto Manguel (26-12-2009)

6. Soldados de Salamina

Javier Cercas

Tusquets, 2001. Reedición: Random House, 2023. 208 páginas. 17,95 euros

Esta es una de esas insólitas novelas que conectan, sin proponérselo, con la frecuencia de onda a la que las sociedades emiten sus inquietudes más persistentes. El descontento de quienes creían que la transición a la democracia se había hecho a costa de quienes más lucharon por traerla, la convicción de muchos de que el exilio republicano no había sido reconocido ni desagraviado como requería, el dolor contenido de muchas familias que sabían o ignoraban en qué fosa yacían los huesos de sus padres y abuelos, todo ese gravoso volumen de olvido se hizo palpable con esta novela sobre un soldado republicano que prefirió no disparar a un fascista inerme cuando la derrota estaba consumada. Un héroe moral que siguió peleando contra el fascismo y cuya existencia va a descubrir, junto a la ética de la memoria histórica, el ficticio narrador posmoderno llamado, como el autor, Javier Cercas. Domingo Ródenas de Moya

PDF: Un relato real. Crítica de J. Ernesto Ayala-Dip (07/04/2001)

El sueño de los héroes. Artículo de Mario Vargas Llosa (03/09/2021)

7. El jinete polaco

Antonio Muñoz Molina

Seix Barral, 1991. Reedición: Seix Barral, 2016. 624 páginas. 22 euros

Contó Antonio Muñoz Molina que El jinete polaco aconteció como resultado de tres novelas distintas que fracasaron en sus bocetos. Influido por Faulkner y García Márquez, supo unir las tres ideas en un mismo universo poderoso, donde la imaginación y la memoria se mezclan con elegancia narrativa y precisión documental para ir descubriendo un riquísimo mosaico de personajes y ambientes por más de un siglo de la historia de España bajo el latido del paisaje de Mágina, una evocación ficticia de raíz andaluza. Premio Planeta en 1991 y Premio Nacional de Literatura en 1992, esta novela monumental es una cumbre del lenguaje español, gracias al discurso interno de una voz protagonista que embruja por su estilo bellamente sosegado, reflexivo, detallista y profundo, tan propio de un autor que ya se haría imprescindible. Fernando Navarro

PDF: En el baúl de los recuerdos. Crítica de Ignacio Echevarría (16/11/1991)

8. La verdad sobre el caso Savolta

Eduardo Mendoza

Seix Barral, 1975. Reedición: Seix Barral, 2025. 488 páginas. 22 euros

Este monumental collage narrativo sobre la Barcelona de principios del siglo XX hoy mantiene intacto su poder de atracción. Con él debutó Eduardo Mendoza, presagiando un nuevo tiempo para las letras españolas, una modernidad que se alejaba de la gris dictadura, pero entroncaba con la mejor tradición narrativa. La mezcla de materiales, textos y puntos de vista, o su incorporación de herramientas narrativas y estructurales cinematográficas, dan cuenta de su innovación radical. En sus páginas hay intriga, un muerto y un caso policial, hay humor, ternura, documentos, retrato de un caos, injusticias, violencia, parodia, sátira, folletín, pastiche, artículos de periódico y declaraciones a la policía. Es un prodigioso artefacto literario sobre la desaparición del dueño de una fábrica de armas que saca rédito de la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial. Y sí, ahí cabe todo. Andrea Aguilar

Una opinión sobre el caso Mendoza. Artículo de Juan García Hortelano (05/05/1976)

9. Claros del bosque

María Zambrano

Seix Barral, 1977. Reedición: Alianza, 2019. 192 páginas. 13,95 euros

Claros del bosque es una de las obras capitales de María Zambrano, donde su razón poética alcanza su expresión más radical. El libro explora el conocimiento que acontece fuera de los sistemas filosóficos, en esos “claros” —espacios de luz entre la espesura— donde el pensamiento se revela sin violencia conceptual. Zambrano construye una meditación fragmentaria que va del despertar a la palabra, pasando por el vacío, el centro, la belleza y la angustia. Pero no se trata de una regresión nostálgica hacia un origen perdido, sino de un alumbramiento mayéutico: dar a luz lo que ya habitaba en lo velado y no había llegado a la palabra. El claro no es refugio ni paraíso recuperado, sino un umbral donde habita de otra manera el pensamiento. La obra se despliega entre operaciones fenomenológicas (la visión, la llama, el abismo) y reflexiones sobre el lenguaje: la palabra perdida, la que se guarda, lo no dicho. El de Zambrano fue siempre un pensamiento que respetó la penumbra, tal vez porque sabía que hay cosas que solo se pueden ver de reojo, como el juego de luces de un bosque. Máriam Martínez-Bascuñán

10. Lectura fácil

Cristina Morales

Anagrama, 2018. 424 euros. 22,90 euros

Un piso tutelado de la Barceloneta convertido en laboratorio político. Nati, Patri, Marga y Àngels, etiquetadas como “discapacitadas intelectuales”, encarnan la trampa de los supuestos cuidados del Estado: la libertad se concede solo a cambio de obedecer. Desde esa prisión simbólica, la novela radiografía la diversidad funcional como absurda categoría administrativa, el control del cuerpo y la gestión biopolítica de las vidas ajenas (a través de una terrible historia de esterilización “por su bien”), la moral sexual que sigue castigando el deseo y la rebeldía como práctica política al alcance de cualquiera. Lo demuestran personajes de una lucidez radical, que resisten, okupan, se niegan a declarar y escriben sus vidas con sus propias reglas. En este medio siglo, ninguna novela ha explorado tan bien la hipocresía biempensante de la sociedad española. Por su audacia e insumisión, tanto en el fondo como en la forma, Morales representa una disidencia imprescindible en cualquier canon que se precie. Queremos más. Álex Vicente

Vida de las mujeres infames. Crítica de Carlos Pardo (07/01/2019)

11. El infinito en un junco

Irene Vallejo

Siruela, 2019. 472 páginas. 24,95 euros

El infinito en un junco rompe todos los esquemas de lo que se espera de un best seller: es un ensayo, sin personajes de culebrón y sin intriga de crímenes, amores y desamores que te atrape de principio a fin. El libro de Irene Vallejo, que aborda la historia universal de las letras, es la victoria de David contra Golliat, el triunfo imprevisible de la belleza literaria frente al perfil comercial. Pura justicia poética. Berna González Harbour

El libro, un invento asombroso. Crítica de Alberto Manguel (18/12/2019)

La cara oculta de ‘El infinito en un junco’. Artículo en EPS de Borja Hermoso (27/12/2020)

12. Vendrán más años malos y nos harán más ciegos

Rafael Sánchez Ferlosio

Destino, 1993

La noche antes de morir, Ferlosio habló con su amigo Tomás Pollán y recitó a Leopardi: “Y naufragar me es dulce en este mar”. Vendrán más años malos y nos harán más ciegos fue, según el propio Ferlosio, un libro de pecios. Un pecio es un fragmento de un barco que ha naufragado. Ferlosio escribió como murió: naufragando dulcemente. Pau Luque

Sánchez Ferlosio publica un libro de aforismos con sentimiento. Artículo de Xavier Moret (09/11/1993)

13. Tu rostro mañana

Javier Marías

Alfaguara, 2002 / 2004 / 2007. Reedición: Alfaguara, 768 páginas. 35,06 euros

Esta trilogía monumental de Javier Marías es probablemente su obra más ambiciosa y compleja. Hay algo hipnótico y casi agotador en su ritmo. La novela reflexiona obsesivamente sobre la traición, la lealtad, la violencia, la memoria, y sobre ese “rostro mañana” que nunca podemos anticipar del todo: quién seremos, qué haremos cuando llegue el momento moral crítico. Máriam Martínez-Bascuñán

La maldición de la palabra. Crítica de Rafael Conte (26/10/2002)

14. Los santos inocentes

Miguel Delibes

Planeta, 1981. Redición: Prólogo de Manuel Vilas. Destino, 2019. 168 páginas. 19,90 euros

Cristalización del universo seco e implacable de Delibes y también registro fósil de una España que ya no se olvidará gracias a obras como esta, Los santos inocentes radiografía un paisaje físico y moral de forma sublime. Y lo hace con el suficiente empaque literario para meter a sus Pacos, a sus señoritos, a sus Azarías y, evidentemente, a sus milanas bonitas, en el canon de lo mejor de la literatura española del siglo XX. Jorge Morla

15. Patria

Fernando Aramburu

Tusquets, 2016. 648 páginas. 22,90 euros

Quien lee esta novela jamás olvida que todo lo que se llama conflicto político es en realidad un drama personal (cuya baja más importante es el amor fraternal) y que el miedo huele a palometa frita. Fernando Aramburu tuvo la valentía de hacer con los bandos de la guerra vasca lo que nadie se ha atrevido con la civil española. Raquel Peláez

Patria voraz. Crítica de José-Carlos Mainer (02/09/2016)

16. Olvidado rey Gudú

Ana María Matute

Espasa, 1996. Reedición: Destino, 2018. 768 páginas. 24,90 euros

Este relato de fantasía medieval, que narra la historia del Reino de Olar, fue una gran sorpresa, a la que se subieron en masa los lectores pese a que Ana María Matute se había movido entre un realismo y la literatura infantil. Este novela río se convirtió en un éxito enorme y le dio una segunda vida literaria a la escritora. Recientemente reeditada, se mantiene tan viva como la primera vez que llegó a las librerías. Guillermo Altares

17. La ciudad de los prodigios

Eduardo Mendoza

Seix Barral, 1986. Reedición: Austral, 2022. 560 páginas. 13,95 euros

“El año en que Onofre Bouvila llegó a Barcelona la ciudad estaba en plena fiebre de renovación”. La primera frase de La ciudad de los prodigios resuena como uno de los grandes arranques de la literatura española, como la promesa, que se cumple, de que luego seguirá una novela fascinante y divertida, que mezcla la historia personal de un buscavidas con la odisea de una ciudad que iba cambiar con el mundo. Guillermo Altares

18. Mortal y rosa

Francisco Umbral

Destino, 1975. Reedición: Austral, 2025. 256 páginas. 10,95 euros

Por supuesto, este es un libro sobre un hijo que se muere, pero también es un cuerpo que desea y envejece, que se vuelca en la página obsesionado por estar vivo, entender la vida, dar vida. Demasiadas veces, Umbral pudo ser palabrería, pero otras muchas fue palabra (castellana) de verdad, sobre todo, aquí. Nadal Suau

19. El día del Watusi

Francisco Casavella

Mondadori (tres volúmenes), 2002 / 2002 / 2003. Reedición: Anagrama, 2016. 888 páginas. 29,90 euros

He aquí un clásico instantáneo de una novísima y aún poco reconocida era de la literatura española. Francisco Casavella, a la vez nuestro David Foster Wallace y nuestro Roberto Bolaño, corona ambiciosa y barrocamente en esta novela en tres partes una cima del posmodernismo mundial y radiografía el carácter apenas mutante de la inevitable picaresca (también y sobre todo política) de este país. Laura Fernández

Francisco Casavella: “El franquismo sigue”. Entrevista, por Javier Rodríguez Marcos (21/10/2002)

Un recorrido por España. Crítica de Ana María Moix (21/09/2002)

20. Nubosidad variable

Carmen Martín Gaite

Anagrama, 1992. Reedición: Anagrama, 2012 416 páginas. 21,90 euros

Dos amigas de infancia y juventud, Sofía y Mariana, y su reencuentro en la madurez es el hilo que teje esta novela epistolar sobre mujeres que crecieron en un mundo y saltaron a otro, sobre amores y convenciones, sobre éxito y expectativas. Esta novela, anterior al fenómeno de Elena Ferrante, fue igualmente un inmenso éxito y marcó un hito para su autora y sucesivas generaciones de lectores. Andrea Aguilar

21. En la orilla

Rafael Chirbes

Anagrama, 2013. 440 páginas. 19,90 euros

Se acabó la fiesta. Hay un pantano y la resaca de la corrupción. Está el dinero y su putrefacta destrucción. Está la muerte de las ilusiones y el alma roída de quienes las mataron. Está Shakespeare tras los PAI y un espejo de la España que descarrió. Es Galdós más Pindarello con el drama en gente de Pessoa. Qué falta nos hace Chirbes hoy. Paco Cerdà

La gran novela de la crisis en España. Entrista, por Javier Rodríguez Marcos (02/03/2013)

La podredumbre según Chirbes. Crítica de Fernando Valls (02/03/2013)

22. Los girasoles ciegos

Alberto Méndez

Anagrama, 2004. Reedición: Anagrama, 2024. 160 páginas. 18,90

Cuatro relatos de la posguerra española cargados de desolación y poesía, hijos de la derrota, humanidad frente al olvido. Un escritor agazapado que muere meses después de alumbrar su única obra, obra maestra, gloria post mortem. Un libro de palabra cálida, prosa serena y tempo lento; historias de trinchera, braña, checa y armario. Joseba Elola

23. La mala costumbre

Alana S. Portero

Seix Barral, 2023. 256 páginas. 19 euros

Cargada de belleza y rabia poderosa, la novela debut de la escritora y dramaturga no solo es un relato sobre esa España de los ochenta herida por la heroína, pero hipnotizada por la efervescencia de la clandestinidad y el ansia de libertad. Esa ficción haría historia al convertir, al fin, lo bastardo en canon literario. Noelia Ramírez

La mala costumbre’: las hermosas vencidas como referente. Crítica de Carlos Pardo (10/06/2023)

24. El otoño de las rosas

Francisco Brines

Renacimiento, 1986. 118 páginas

Collige, virgo, rosas. Epígono de la Generación del 27 y heredero de Cernuda, Brines es la luz del Mediterráneo en su conexión con los clásicos grecolatinos, es el deseo de los cuerpos jóvenes que se aman ante la fugacidad de la vida, es metafísica hecha poesía. La ética de un epicúreo y la estética de un formalista. Purificació Mascarell

25. Juegos de la edad tardía

Luis Landero

Tusquets, 1989. Reedición: Cátedra, 2018. 776 páginas. 22,50 euros

En 1989, Luis Landero sorprendió a todo el mundo con una novela extraordinariamente original, opera prima de su autor, titulada Los juegos de la edad tardía, Premio Nacional de Narrativa al año siguiente. El protagonista, Gregorio Olías, un hombre gris y aparentemente sin recursos alumbrará una fantasía tras otra, espoleado por Dacio Gil, al que solo conoce por teléfono. Todo empieza un 4 de octubre, nuestro Bloomsday. Anna Caballé

26. Romanticismo

Manuel Longares

Alfaguara, 2000. Galaxia Gutenberg, 2016. 552 páginas. 23,90 euros

Con suave ironía, con profundidad histórica y con gran precisión estilística, Manuel Longares recreó magistralmente la realidad del barrio de Salamanca en las postrimerías del franquismo. Aquellos personajes de buena familia que vivían como marqueses en el cogollito, con su mezquindad y su falsa alegría, aquellas profesoras de piano, aquellas hijas de la burguesía improductiva que sabían de memoria el camino a los comercios más selectos, absorben a través de las fragilidades de sus privilegios la atención del lector de manera irresistible. Use Lahoz

27. Mater Dolorosa

José Álvarez Junco

Taurus, 2001. 688 páginas. 24,61 euros

En Mater Dolorosa, José Álvarez Junco explora la construcción de las ideas y del universo simbólico destinados a sostener el proyecto de esa nación nueva que surgía tras romper en la Guerra de la Independencia con la monarquía católica, y revela los conflictos que se produjeron sobre qué era España aun contexto de continua inestabilidad. José Andrés Rojo

28. Bartleby y compañía

Enrique Vila-Matas

Anagrama, 2000. Reedición: Seix Barral, 2015. 200 páginas. 17 euros

“Preferiría no hacerlo”, decía el Bartleby de Melville. En Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas, se habla de esos escritores que un día dejan de escribir, como Juan Rulfo, Arthur Rimbaud o J.D. Salinger. Una muestra pura del gusto del autor por el juego y la obsesión metaliteraria. Sergio C. Fanjul

29. Un amor

Sara Mesa

Anagrama 2020. 192 páginas. 18,90 euros

Fenómeno de 2020, adaptada al cine por Isabel Coixet con guion de Laura Ferrero, Un amor es la novela del heterofatalismo del primer cuarto del siglo XXI. O cómo el desapego femenino hacia los hombres, vistos como la raíz del problema en la teoría, no impide que se sigan deseando con obsesión enfermiza, y sin esperanza, en la práctica. Noelia Ramírez

Sara Mesa: “Si no te sientes deseada, como mujer estás perdida”. Entrevista, por Laura Fernández

30. El temps de les cireres

Montserrat Roig

Edicions 62, 1977 (en catalán). Argos Vergara, 1979 (en castellano). Reedición: Traducción de Gemma Deza Guil. Consonni, 2024. 258 páginas. 22,50 euros

“La ciudad la llevamos dentro”, afirma Natàlia Miralpeix, la protagonista de El temps de les cireres. Tras doce años de exilio voluntario, regresa a casa dos días después de la ejecución de Puig Antich. A partir de ese retorno y del reencuentro de tres generaciones barcelonesas, Montserrat Roig traza una de las mejores radiografías de las hipocresías que corroen la ciudad en transformación de la posguerra. Carlota Rubio

31. Todas las almas

Javier Marías

Anagrama, 1989. Reedición: Alfaguara, 2021. 264 páginas. 17,95 euros

Una estancia en Oxford; la naturaleza de la observación, de la ambigüedad y los secretos; el lenguaje como herramienta de conocimiento, pero también de confusión y traición. Melancólica y desternillante, Todas las almas es una de las novelas emblemáticas de Marías y una pieza clave de su mundo literario, que se prolongaría en Negra espalda del tiempo y en la trilogía Tu rostro mañana.

32. Historias de las dos Españas

Santos Julià

Taurus, 2004. Reedición: Taurus, 2015. 624 páginas. 23, 65 euros

Santos Juliá dibuja en Historias de las dos Españas el mapa de los relatos que los intelectuales de un territorio diverso armaron desde principios del siglo XIX hasta mediados del XX sobre una nueva nación que fue padeciendo quiebras y conflictos y derrotas que provocaron enconadas y desgarradoras disputas sobre cuál era su verdadera identidad. José Andrés Rojo

33. Galíndez

Manuel Vázquez Montalbán

Anagrama, 1990. Reedición: Anagrama, 2018. 436 páginas. 22,90 euros

Un híbrido de estilos y géneros que arrastra al lector por una historia fascinante de vida y muerte. Una investigación de una biografía y de los límites de la novela. Un uso de la segunda persona como nunca se ha visto en español. Una joya de la literatura que permanecerá en el tiempo. Juan Carlos Galindo

34. El cuento de nunca acabar

Carmen Martín Gaite

Trieste, 1983. Reedición: Siruela, 2014. 336 páginas. 22,90 euros

Aunque la fecha de publicación diga 1983, debería decir en realidad 1963-1983 porque cuajó en este libro formidable la vida reflexiva e íntima de Martín Gaite sobre contarse y contarnos, fragmentario, confesional, valiente y errabundo. El libro nació del descubrimiento de atreverse a extraviarse y sumergirse así definitivamente en el ensayo de plena madurez. Jordi Gracia

35. Obabakoak

Bernardo Atxaga

Erein, 1988 (en euskera). Xórdica, 1989 (en castellano). Reedición: Traducción de Chusep Raúl Usón. Xórdica, 2022. 456 páginas. 24 euros

Bernardo Atxaga creó su mundo literario en Obaba, un mundo escrito en euskera, donde se encontraron, a través de los 26 relatos, independientes pero interconectados, como en una novela coral, lo cotidiano y la fantasía, la memoria y el símbolo, lo rural y lo onírico (cuando lo rural no vivía un revival), en una especie de realismo mágico norteño. Sergio C. Fanjul

36. La Edad de Plata

José-Carlos Mainer

Los Libros de la Frontera, 1975. Reedición: Taurus, 2025. 544 páginas. 23,65 euros

La ciudad democrática se fundamentó sobre libros como este clásico. Llegó a las librerías en marzo de 1975 y no solo tuvo la virtud de proponer una etiqueta para describir un período aún no conceptualizado (de 1902 a 1939), sino que hizo una interpretación pionera y completa del ciclo de modernización cultural más valioso de la España moderna. Jordi Amat

37. La lluvia amarilla

Julio Llamazares

Seix Barral, 1989. Reedición: Seix Barral, 2024. 208 páginas. 19,50 euros

La identidad de un país puede alojarse en un paisaje ceremonial. Lluvia amarilla, novela de Julio Llamazares de 1988, ejemplifica la crueldad y la desolación silenciada tras ceder desde lo individual ante el olvido colectivo. Andrea Toribio

38. Usos amorosos de la postguerra española

Carmen Martín Gaite

Anagrama, 1987. Reedición: Anagrama, 2023. 240 páginas. 12,90 euros

Relacionado de forma directa con otras dos maravillas, Usos amorosos del dieciocho en España y El cuarto de atrás, este ensayo es sobre todo un retrato de la autarquía franquista y sus consecuencias sobre los cuerpos y las psiques de las mujeres (y en última instancia, los hombres) que la padecieron. Salen monjas, y decepcionan. Nadal Suau.

39. Habitaciones separadas

Luis García Montero

Visor, 1994. Reedición: Visor, 2019. 84 páginas. 12 euros

Hay poetas en los que sobrenada una rara mansedumbre lírica, y eso sucede con Luis García Montero: el arpegio no es nunca exaltado ni exultante sino tímido, tibio y veraz, como si el dedo fuese siguiendo el perfil de las cosas amadas y desamadas sin perder tensión, sin incurrir en el melodrama vicioso y dejando en el aire el aleteo de la emoción, incluso física. Jordi Gracia

40. Las Armas y las Letras

Andrés Trapiello

Destino, 1994. Reedición: Destino, 2019. 664 páginas. 35 euros

La combinación de velocidad de escritura, estilo, instinto literario y valentía puso sobre la mesa la evidencia de que habíamos despreciado colectivamente la literatura fascista por fascista y no por ser mala literatura. Error. Las sucesivas ediciones han ido corrigiendo parte de la gracia originaria del libro, pero aquel primer acto de historiografía felizmente revisionista estará en la biografía más valiosa de Andrés Trapiello, y en el lado político, precisamente. Jordi Gracia

41. Camí de sirga

Jesús Moncada

Camí de sirga. Magrana, 1988 (en catalán). Anagrama, 1989 (en castellano). Reedición: Club Editor, 2025. 352 páginas. 21 euros (en catalán). Anagrama, 2025. 328 páginas. 20,90 euros (en castellano)

Camino de sirga cuenta la historia de Mequinenza, un pueblo de la Franja de Aragón, desde la Primera Guerra Mundial hasta su desaparición bajo las aguas de dos embalses en los años setenta. Es un poderoso fresco social que retrata el siglo XX con una prosa rica, precisa e irónica, juegos temporales heredados de la novela modernista y un puñado de personajes inolvidables. Daniel Gascón

42. Arrugas

Paco Roca

Astiberri, 2007. 104 páginas. 15 euros

Este tebeo —junto con María y yo, en el que Miguel Ángel Gallardo relata su relación con su hija con autismo—, supuso una revolución en el cómic nacional, algo parecido a lo que representó Maus en Estados Unidos. Paco Roca relata la historia del Alzheimer de su padre y cómo su memoria —y su mundo— se van volatilizando. Arrugas y María y yo abrieron caminos que el tebeo no ha dejado de transitar desde entonces. Guillermo Altares

43. Un día volveré

Juan Marsé

Plaza & Janés, 1982. Reedición: Lumen. 2009. 448 páginas. 19,95 euros

Con su aureola de western, esta novela retrata a un hombre que regresa a su barrio desde la cárcel para afrontar la disyuntiva entre venganza y paz. Aquí está todo Marsé, Barcelona, el cine, el lenguaje sintético, la derrota. Pero, además, en 1982 fue un libro bien sincronizado con el momento que atravesaba el país. Nadal Suau.

44. El corazón helado

Almudena Grandes

Tusquets, 2007 936 páginas. 25 euros

En 2007 se aprobó la Ley de Memoria Histórica, y llegó esta novela, la primera en la que Almudena Grandes fijó su mirada en la Guerra Civil. De este libro surgieron los Episodios de una Guerra Interminable: aquí están la autora que fue y la que sería, y así, la narradora arrebatadora y pasional de Malena es un nombre de tango se cruza con la que firmará El lector de Julio Verne. Andrea Aguilar

Novela de la restitución. Crítica de Jordi Gracia (17/02/2007)

45. Rabos de lagartija

Juan Marsé

Plaza y Janés, 2000. Reedición: Lumen 2024. 392 páginas. 19,85 euros

Recuerdo el asombro que produjo la perfecta adecuación entre el uso de un inverosímil narrador intrauterino (un guiño al Tristram Shandy) y el mundo de tristísima realidad de la posguerra que presentaba: Víctor cuenta la historia trenzada de su hermano David, del joven homosexual Paulino y del inspector Galván enamorado de la madre embarazada. Una masterclass de técnica narrativa y sensibilidad. Domingo Ródenas de Moya

46. Antagonía

Luis Goytisolo

Seix Barral, 1973 / 1976 / 1979 / 1981. Reedición: Anagrama, 2023. 1.120 páginas. 29,90 euros

Novela panóptica y arborescente sobre la casta intelectual (catalana) durante el franquismo que se publicó en cuatro entregas (la primera en México): Recuento (1973), Los verdes de mayo hasta el mar (1976), La cólera de Aquiles (1978) y Teoría del conocimiento (1981). Los veinte años de elaboración que le costó a Luis Goytisolo se tradujeron en una novela de arquitectura especular que es encierra un laboratorio de técnicas y estilo. Domingo Ródenas de Moya

47. La escala de los mapas

Belén Gopegui

Anagrama, 1993. Reedición: Random House, 2023. 208 páginas. 15,10 euros

La primera novela de Gopegui nos acerca al geógrafo Sergio Prim y a sus conflictos emocionales con su idolatrada Brezo Varela y su amor inesperado: una historia de amor topográfico en la que el espacio físico se equipara al emocional, y donde, con declarado lirismo, se miden las distancias y los huecos entre las personas, los refugios y los mapas interiores, el miedo a ser amado. Sergio C. Fanjul

48. El entusiasmo

Remedios Zafra

Anagrama, 2017. 264 páginas. 20,90 euros

La mirada subterránea a inquietudes latentes pero no aún patentes es parte del mejor mérito del ensayo de reflexión e intervención, y El entusiasmo hizo eso: escuchar primero a la intimidad de la autora y meterse después con una vibrante mezcla de narración, autobiografía y especulación en el corazón de la autoexplotación alegre, cautiva y disparatada. Jordi Gracia

Un ensayo sobre la precariedad de los creadores en la Red, premio Anagrama. Artículo de Carles Geli (27/09/2017)

49. Herrumbrosas lanzas

Juan Benet

Alfaguara, 1983 / 1985 / 1986. Reedición: DeBolsillo, 2009. 720 páginas. 17,05 euros

El objeto de este suntuoso ciclo novelístico (tres entregas, 1983, 1985 y 1986, divididas en diez libros, más dos esbozados e inconclusos) es la Guerra Civil en el espacio mítico Región. La prosa portentosa de Benet al servicio del placer de contar maniobras militares y una densa trama de vidas sombrías. Con el aliento de los historiadores de la antigüedad, Benet salió en busca de nuevos lectores. Domingo Ródenas de Moya

50. Fragmentos de un libro futuro

José Ángel Valente

Círculo de Lectores / Galaxia Gutenberg, 2000. Reedición: Galaxia Gutenberg, 2019. 128 páginas. 12 euros

Elegíaco e hímnico, con la palabra al límite del decir, José Ángel Valente gesta en Fragmentos de un libro futuro el poemario que mejor le define como hombre y como poeta, en el que apresa, y expresa, toda la vida y toda la muerte: “El tiempo es como el mar. Nos va gastando hasta que somos transparentes”. Noemí Montetes-Mairal

domingo, 28 de septiembre de 2025

Las cincuenta mejores obras de la literatura universal según un algoritmo.

 Como siempre, el algoritmo falla numéricamente en favor de la literatura anglosajona. Solo hay tres obras en español, y dos de ellas hispanoamericanas. Cuatro la literatura en francés. Incluso peor está el alemán, con dos, pero no como el italiano y el árabe, con una cada una. En cambio, cinco rusas hay. Y solo ocho mujeres. En griego antiguo los dos consabidos y en latín uno. A los portugueses, nórdicos, chinos, japoneses y eslavos no rusos que les den. Por otra parte, Dante tenía que estar antes que Fitzgerald, y Hemingway solo por sus cuentos. Virginia Woolf, Nabokov y George Eliot están muy sobrevalorados y no debían ni figurar. Y faltan o están muy escasamente representados algunos géneros como el ensayo, el teatro y la lírica. Y algunos autores (Dickens, Joyce, Tolstoy, Dostoievski, Woolf, Faulkner...) aparecen dos veces. Etcétera. Es mi parecer sobre este algoritmo.

1. Proust, Marcel – A la busca del tiempo perdido

2. Joyce, James - Ulises

3. Cervantes, Miguel de – Don Quijote

4. García Márquez, Gabriel – Cien años de soledad

5. Fitzgerald, F. Scott – El gran Gatsby

6. Melville, Herman – Moby Dick

7. Tolstoy, León – Guerra y paz

8. Shakespeare, William - Hamlet

9. Homero - La Odisea

10. Flaubert, Gustave – Madame Bovary

11. Alighieri, Dante – La Divina Comedia

12. Nabokov, Vladimir - Lolita

13. Dostoyevski, Fiódor – Los hermanos Karamazov

14. Dostoyevski, Fiódor – Crimen y castigo

15. Brontë, Emily – Cumbres borrascosas

16. Salinger, J. D. – El guardián entre el centeno

17. Austen, Jane – Orgullo y prejuicio

18. Twain, Mark – Las aventuras de Huckleberry Finn

19. Tolstoy, León – Ana Karenina

20. Carroll, Lewis – Alicia en el país de las maravillas

21. Homero – La Iliada

22. Woolf, Virginia – En el faro

23. Heller, Joseph – Trampa 22

24. Conrad, Joseph – El corazón de las tinieblas

25. Faulkner, William – El sonido y la furia

26. Orwell, George - 1984

27. Dickens, Charles – Grandes esperanzas

28. India/Irán/Iraq/Egipto – Las mil y una noches

29. Steinbeck, John – Los racimos de la ira

30. Faulkner, William – ¡Absalom, Absalom!

31. Ellison, Ralph – El hombre invisible

32. Lee, Harper – Matar a un ruiseñor

33. Kafka, Franz – El proceso

34. Stendhal – Rojo y negro

35. Eliot, George – Middlemarch

36. Swift, Jonathan – Los viajes de Gulliver

37. Morrison, Toni - Beloved / Encantada

38. Woolf, Virginia – La señora Dalloway

39. Chéjov, Anton – Cuentos

40. Camus, Albert - El extraño

41. Brontë, Charlotte – Jane Eyre

42. Virgilio – La Eneida

43. Borges, Jorge Luis – Cuentos completos

44. Hemingway, Ernest – Fiesta

45. Dickens, Charles – David Copperfield

46. Sterne, Laurence - Tristram Shandy

47. Whitman, Walt – Hojas de hierba

48. Mann, Thomas – La montaña mágica

49. Joyce, James – Retrato del artista adolescente

50. Rushdie, Salman – Hijos de medianoche

lunes, 25 de agosto de 2025

Canon de la literatura alemana

 Es muy ignorada la caudalosa literatura en alemán, pero es muy rica y llena de tesoros. La antología más famosa la anunció el crítico Marcel Reich-Ranicki en 2001 bajo el título Canon de obras legibles en lengua alemana. Las cinco partes de la colección fueron publicadas anualmente desde 2002 por Insel Verlag: 1. Novelas (2002), 2. Relatos (2003), 3. Dramas (2004), 4. Poemas (2005) y 5. Ensayos (2006). Es una antología llena de sorpresas, pero contiene algunos errores insalvables: por ejemplo, la ausencia de Angelus Silesius, Patrick Süskind, Rüdiger Safranski, Karl Ove Knausgård etc., y es discutible la inclusión de algunos como el infumable Heinrich Böll, Günter Grass, Franz GrillParzer y otros.

 Descripción general

Hasta el siglo XVII

El Cantar de los Nibelungos

Walther von der Vogelweide: Poemas

Martín Lutero: Biblia (extractos)

Andreas Gryphius: Poemas

Christian Hofmann von Hofmannswaldau: Poemas

Siglo XVIII

Johann Christian Günther : Poemas

Gotthold Ephraim Lessing : Minna von Barnhelm ; Dramaturgia de Hamburgo (extractos); Natán el Sabio

Johann Wolfgang von Goethe : Las penas del joven Werther ; Afinidades electivas ; Fausto I ; De mi vida: poesía y verdad (extractos); Poemas

Friedrich Schiller : Intriga y amor o María Estuardo ; El teatro como institución moral (fragmentos); Don Carlos ; Sobre la poesía ingenua y sentimental (fragmentos); Wallenstein ; Baladas

Siglo XIX

Johann Peter Hebel : Cofre del tesoro de un amigo de la familia renana (por elección propia)

Friedrich Hölderlin : Hiperión o el ermitaño en Grecia (fragmentos); Poemas

Novalis : Poemas

Friedrich von Schlegel : Ensayística

ETA Hoffmann : Los hermanos Serapion (fragmentos)

Heinrich von Kleist : La marquesa de O….; Michael Kohlhaas ; Príncipe Federico de Homburg ; Cuentos (por elección del propio autor)

Clemens Brentano : Poemas

Adelbert von Chamisso : La milagrosa historia de Peter Schlemihl

Joseph Baron von Eichendorff : poemas

Ferdinand Raimund : El derrochador

August Graf von Platen : Poemas

Annette von Droste-Hülshoff : La haya judía ; Poemas

Heinrich Heine : Poemas; Prosa (de su propia elección)

Eduard Mörike : Poemas

Georg Büchner : La muerte de Danton ; Woyzeck ; Lenz

Theodor Storm : Historias (de tu propia elección)

Gottfried Keller : Historias (de su propia elección)

Theodor Fontane : Schach von Wuthenow ; Doña Jenny Treibel  o  Der Stechlin ; Effi Briest

Friedrich Nietzsche : Ensayística

Siglo XX

Arthur Schnitzler : Reigen ; teniente Güstl ; Profesor Bernhardi

Gerhart Hauptmann : Las ratas

Frank Wedekind : El despertar de la primavera

Stefan George : Poemas

Else Lasker-Schüler : Poemas

Heinrich Mann : Profesor Unrat

Christian Morgenstern : Poemas

Hugo von Hofmannsthal : El difícil

Karl Kraus : Ensayos

Thomas Mann : Los Buddenbrook ; Tonio Kröger ; Tristán ; Muerte en Venecia ; Mario y el mago ; Ensayos

Rainer Maria Rilke : Poemas

Hermann Hesse : Bajo la rueda

Carl Sternheim : El esnob

Robert Walser : Jakob von Gunten ; Historias

Alfred Döblin : El asesinato de un botón de oro ; Berlín Alexanderplatz

Robert Musil : Las confusiones del joven Törless ; Tonka

Franz Kafka : El proceso ; La metamorfosis ; Informe a una academia ; En la colonia penitenciaria ; Un artista del hambre

Gottfried Benn : Poemas

Georg Heym : Poemas

Georg Trakl : Poemas

Kurt Tucholsky : Feuilletons

Joseph Roth : La marcha Radetzky ; La leyenda del santo bebedor ; El jefe de estación Fallmerayer ; Historias

Bertolt Brecht : Madre Coraje y sus hijos ; Vida de Galileo ; Historias del calendario (de su propia elección); Poemas

Erich Kästner : Poemas

Anna Seghers : La séptima cruz ; La excursión de las chicas muertas

Ödön von Horváth : Casimir y Karoline

Peter Huchel : Poemas

Wolfgang Koeppen : Palomas en la hierba

Günter Eich : Poemas

Max Frisch : Diario (extractos); Homo faber ; Biedermann y los pirómanos ; Montauk

Arno Schmidt : Los Reubicados ; Paisaje Marino con Pocahontas

Peter Weiss : La persecución y el asesinato de Jean Paul Marat, representada por la compañía teatral del Hospicio de Charenton bajo la dirección del Sr. de Sade.

Heinrich Böll : El hombre de los cuchillos ; Caminante, ¿vienes a Spa… ?; El silencio recogido del doctor Murke

Paul Celan : Poemas

Friedrich Dürrenmatt : El colapso

Ernst Jandl : Poemas

Ingeborg Bachmann : Poemas

Günter Grass : El tambor de hojalata (fragmentos); El gato y el ratón

Peter Rühmkorf : Poemas

Hans Magnus Enzensberger : Poemas

Thomas Bernhard : La xilografía ; El sobrino de Wittgenstein: una amistad

Uwe Johnson : Especulaciones sobre Jacob (extractos)

Sarah Kirsch : Poemas

Wolf Biermann : Poemas

Jurek Becker : Jacob el mentiroso

Robert Gernhardt : Poemas


Novelas (2002)

Johann Wolfgang von Goethe, Las penas del joven Werther

Robert Musil, Las confusiones del alumno Törless

Johann Wolfgang von Goethe, Afinidades electivas

Franz Kafka, El proceso

ETA Hoffmann, Los elixires del diablo

Alfred Döblin, Berlin Alexanderplatz

Gottfried Keller, Henry el Verde

José Roth, Marcha Radetzky

Teodor Fontane, Sra. Jenny Treibel

Anna Seghers, La Séptima Cruz

Teodor Fontane, Effi Briest

Heimito von Doderer, La escalera del Strudlhof

Thomas Mann, Buddenbrooks

Wolfgang Köppen, Palomas en la hierba

Thomas Mann, La montaña mágica

Günter Grass, El tambor de hojalata

Heinrich Mann, Profesor Unrat

Max Frisch, Montauk

Hermann Hesse, Bajo la rueda

Thomas Bernhard, Explotación forestal.


Relatos y novelas cortas, 2003. 


Johann Wolfgang von Goethe

Adalbert Stifter

Martin Buber,

Bertolt Brecht

Siegfried Lenz

Friedrich Schiller

Georg Büchner

Robert Walser

Elisabeth Langgässer

Martin Walser

Johann Peter Hebel

Theodor Storm

Alfred Döblin

Anna Seghers

Günter Grass

Jean Paul Gottfried Keller

Robert Musil

Hans Erich Nossack

Günter Kunert

Ludwig Tieck

Theodor Fontane

Stefan Zweig

Marie Luise Kaschnitz

Christa Wolf

E. T. A. Hoffmann

Conrad Ferdinand Meyer

Ernst Weiß

Marieluise Fleißer

Thomas Bernhard

Heinrich von Kleist

Marie von Ebner-Eschenbach

Franz Kafka

Elias Canetti

Gabriele Wohmann

Clemens Brentano

Ferdinand von Saar

Lion Feuchtwanger

Wolfgang Koeppen

Adolf Muschg

Adelbert von Chamisso

Eduard von Keyserling

Egon Erwin Kisch

Max Frisch

Uwe Johnson

Jacob y Arthur Schnitzler

Ernst Bloch

Arno Schmidt

Ulrich Plenzdorf

Wilhelm Grimm

Gerhart Hauptmann

Gustav Sack

Peter Weiss

Peter Bichsel

Joseph von Eichendorff

Frank Wedekind

Gottfried Benn

Wolfgang Hildesheimer

Hans Joachim Schädlich

Franz Grillparzer

Heinrich Mann

Georg Heym

Heinrich Böll

Jurek Becker

Annette von Droste-Hülshoff

Jakob Wassermann

Kurt Tucholsky

Wolfdietrich Schnurre

Hermann Burger

Jeremias Gotthelf

Hugo von Hofmannsthal

Franz Werfel

Friedrich Dürrenmatt

Peter Handke

Heinrich Heine

Thomas Mann

Joseph Roth

Wolfgang Borchert

Christoph Hein

Wilhelm Hauff

Rainer Maria Rilke

Heimito von Doderer

Ilse Aichinger

Botho Strauß

Eduard Mörike

Hermann Hesse

Carl Zuckmayer

Franz Fühmann

Christoph Ransmayr


Teatro (2004)


Biedermann y los pirómanos ( Max Frisch )

La muerte de Danton ( Georg Büchner )

Käthchen von Heilbronn ( Heinrich von Kleist )

El rey alpino y el misántropo ( Ferdinand Raimund )

La misión ( Heiner Müller )

La visita de la anciana ( Friedrich Dürrenmatt )

El difícil ( Hugo von Hofmannsthal )

El snob ( Carl Sternheim )

El talismán ( Johann Nestroy )

El Loco y la Muerte ( Hugo von Hofmannsthal )

La jarra rota ( Heinrich von Kleist )

La ópera de los tres peniques ( Bertolt Brecht )

El poder del hábito ( Thomas Bernhard )

Las ratas ( Gerhart Hauptmann )

Los ladrones ( Friedrich Schiller )

La persecución y asesinato de Jean Paul Marat retratada por el grupo de actores del hospicio de Charenton bajo la dirección del Sr. de Sade ( Peter Weiss )

Don Carlos ( Friedrich Schiller )

Egmont ( Johann Wolfgang Goethe )

Una conversación en la casa Stein sobre el ausente Sr. von Goethe ( Peter Hacks )

Emilia Galotti ( Gotthold Ephraim Lessing )

Fausto I ( Johann Wolfgang Goethe )

El despertar de la primavera ( Frank Wedekind )

Historias de los bosques de Viena ( Ödön von Horváth )

Grandes y pequeños ( Botho Strauß )

Ifigenia en Tauris ( Johann Wolfgang Goethe )

Intriga y amor ( Friedrich Schiller )

Kasimir y Karoline ( Ödön von Horváth )

Vida de Galileo ( Bertolt Brecht )

Coqueteo ( Arthur Schnitzler )

María Magdalena ( Friedrich Hebbel )

María Estuardo ( Friedrich Schiller )

Madre Coraje y sus hijos ( Bertolt Brecht )

Natán el Sabio ( Gotthold Ephraim Lessing )

Príncipe Federico de Homburg ( Heinrich von Kleist )

Profesor Bernhardi ( Arthur Schnitzler )

Danza circular ( Arthur Schnitzler )

Broma, sátira, ironía y un significado más profundo ( Christian Dietrich Grabbe )

Torquato Tasso ( Johann Wolfgang Goethe )

Antes del atardecer ( Gerhart Hauptmann )

Wallenstein ( Friedrich Schiller )

Guillermo Tell ( Friedrich Schiller )

Woyzeck ( Georg Büchner )


jueves, 8 de mayo de 2025

Catálogo universal de títulos breves

 Un gran archivo digital para registrar la literatura europea de los primeros 250 años de la imprenta, en El País, Armando Quesada Webb, San José (Costa Rica) -02 de mayo de 2025:

El 'Catálogo Universal de Títulos Breves', creado en la universidad escocesa St. Andrews, recopila la información bibliográfica de 1,6 millones de libros publicados entre 1450 y 1700

El historiador galés Andrew Pettegree, de 67 años, ha dedicado casi tres décadas de su carrera a una tarea que sabe que no podrá terminar. En 1997, junto a un pequeño grupo de académicos, Pettegree comenzó un catálogo bibliográfico de los libros religiosos franceses de la etapa temprana de la imprenta de Gutenberg . Aquel primer proyecto lo llevó a lo que hoy es el Catálogo Universal de Títulos Breves (USTC, por sus siglas en inglés), con el que Pettegree y su equipo de la Facultad de Historia de la Universidad de St. Andrews (Escocia) aspiran a registrador de toda la literatura publicada entre 1450 y 1700 en Europa.

"No somos los primeros en tener una gran base de datos, pero todos los demás suelen estar incompletos o dedicados a un solo corpus nacional de obras. Con el USTC, si te interesan los libros de cocina, puedes obtener directamente una lista de todos los libros de cocina publicados antes de 1700 en cinco segundos", explica el historiador por videollamada a EL PAÍS, en referencia al portal web abierto con el que cuenta el catálogo desde 2011.

El USTC pone a disposición de los usuarios la información bibliográfica, ubicación de copias y ediciones digitales (si las hay) de 1,6 millones de libros, para un total de seis millones de ediciones. Esto gracias a la colaboración de más de 10.000 bibliotecas, librerías, museos y archivos de todo el mundo en donde los académicos han podido rastrear las publicaciones de eso 250 años. Esto incluye 164.000 libros perdidos , es decir, obras de las que hay registro, pero no existe ninguna copia.

“Todos nuestros registros pueden buscarse por autor, fecha, palabra clave, título, lengua, tema, lugar o país de publicación”, señala Petegree. El sitio web del USTC recibe unas 3.000 visitas al mes, y se ha convertido, según su director, en una “herramienta fundamental para todos los estudiosos de la historia, la literatura, la política, la teología, la historia de la ciencia o la medicina interesados ​​en los primeros libros impresos”.

Trabajo manual y un equipo pequeño

Pettegree actualmente codirige el USTC junto a Arthur der Weduwen, historiador holandés de 32 años y experto en la historia del libro. Juntos han publicado obras como The Library: A Fragile History (La biblioteca: Una historia frágil) y The Bookshop of the World (La librería del mundo).

Según cuenta Der Weduwen durante la misma llamada, el método con el que trabajan consiste en catalogar cada título de acuerdo a sus autores, la información de su impresión, el tamaño, la paginación y el número de edición, entre otros datos básicos. Terminada esta fase, Der Weduwen sube los datos al archivo y añade la descripción, la cantidad de copias conocidas, las referencias bibliográficas y la disponibilidad de copias digitales, “Así, pieza a pieza, vamos mejorando nuestro catálogo”, apunta.

Der Weduwen incide en que se trata principalmente de trabajo “manual”. "Tenemos grupos de datos que nos suministran las bibliotecas o que hemos extraído de catálogos, que asignamos a silos regionales o nacionales. Así, todos los libros británicos van juntos, todos los libros franceses van juntos y todos los libros españoles van juntos", indica.

Actualmente, en el USTC cuentan con un equipo de 10 personas que trabajan tiempo completo o parcial, pero durante cada semestre en St. Andrews reciben investigadores o estudiantes que “aportan a la mejora o crecimiento de los datos”. “Lo hermoso del proyecto es que necesitamos diferentes habilidades y gente que sepa italiano, francés, alemán u holandés, de modo que es un grupo diverso que comparte un interés por la historia y los libros”, dice Pettegree. Tanto el británico como Der Weduwen consideran que el USTC, a pesar de ser un proyecto de humanidades, funciona “como un laboratorio científico”.

“Demasiado ambicioso”

Pettegree cuenta que, desde un inicio, el proyecto del catálogo les pareció “demasiado ambicioso” a algunos de sus colegas. En los primeros días, el objetivo era recolectar literatura religiosa en Francia para entender cómo el protestantismo había perdido fuerza ante el catolicismo, pero se convirtió en una “bola de nieve” que poco a poco fue a abarcar más países y abandonó el enfoque religioso.

El historiador británico comenta que un aspecto particularmente controvertido del USTC ha sido la inclusión de los libros perdidos, pero que el equipo hace estos registros “sobre una base de evidencia empírica”. "Existe esta noción de que si no puedes ver algo, entonces no puedes juzgarlo científicamente. Nosotros no estamos de acuerdo y pensamos que se puede inferir razonablemente la existencia de un libro si la evidencia lo sugiere", manifiesta Pettegree. El académico opina que, si se ignoraran los libros perdidos, se caería en “una visión parcial de la sociedad literaria del pasado”, ya que los ejemplares que suelen sobrevivir son solo los más leídos o consultados.

Para el fundador y codirector, el USTC eventualmente ha obtenido aceptación porque estaban haciendo algo “que no se había intentado antes en la historia del libro”. Pettegree dice sentirse “orgulloso” de que “cualquiera que tenga un ordenador en cualquier parte del mundo” pueda acceder a una base de datos tan extensa y de no haber necesitado “los recursos de Harvard, Yale, Oxford o Cambridge” para lograrlo.

Der Weduwen añade que el equipo recibe constantemente correos tanto de académicos como de coleccionistas de libros, bibliotecarios y vendedores que buscan información de alguna obra o edición. “Lo que hacemos no está destinado únicamente a un público académico”, aclara. "Si quieres entender el pasado, una de las mejores formas de hacerlo es acudiendo a lo que la gente escribía sobre sí misma y sobre su sociedad. Eso forma parte de la cultura del USTC. Y creo también que por eso tiene tanto éxito", asegura.

Tanto Der Weduwen como Pettegree, sin embargo, son conscientes de que siempre habrá más trabajo por hacer. El objetivo a corto plazo es registrar dos millones de copias adicionales que han obtenido de bibliotecas alrededor del mundo. Los académicos estiman que completarán esta etapa del proyecto en la primavera del próximo año.

Pettegree apunta que, incluso con la delimitación temporal actual, lo único a lo que pueden aspirar es que el USTC llegue “lo más cerca posible de su finalización”. La decisión de expandir el proyecto más allá de los actuales 250 años recaerá en su colega, codirector y más que probable heredero: “Creo que abarcar el siglo XVIII sería demasiado ambicioso, pero la decisión la tomará Arthur cuando yo me haya jubilado, si es que le apetece ser el historiador más grandioso del mundo”.

martes, 29 de abril de 2025

Edgar Allan Poe, el genio que no creía en el genio

 Edgar Allan Poe: el “mal ciudadano” que puso la literatura patas arriba, en El País, por Sergio C. Fanjul, 29 de abril de 2025:

El creador del relato moderno siempre está presente, pero ahora varias publicaciones lo reivindican: una nueva traducción de sus cuentos, ediciones ilustradas, una biografía y su inclusión en una antología de poesía gótica.

“ Edgar Allan Poe puso patas para arriba toda la literatura”, escribe Mariana Enríquez. Las tres letras de su apellido remiten inmediatamente a lo siniestro: Poe es gente enterrada viva, lánguidas mujeres que vuelven de la muerte, mansiones que se derrumban o cuervos que atormentan con la palabra nevermore. Horrores que, muchas veces, más que con lo sobrenatural, los fantasmas o los dioses cósmicos, tienen que ver con los miedos que rodean el umbral del Más Allá o los propios demonios interiores. El escritor de Boston, donde nació en 1809, es considerado, como señala Enríquez, creador del relato moderno, pero también maestro del horror, primer delineante del género policial y hasta de la ciencia ficción. Brilló en la poesía y sus ensayos no tuvieron pocos seguidores. Sin Poe no habría habido HP Lovecraft, Arthur Conan Doyle o Stephen King. Y su impacto ha sido fuerte en la cultura popular: por ejemplo, recientemente la serie de Netflix La caída de la Casa Usher (Mike Flanagan, 2023) se recuperó para la pantalla contemporánea de su oscuro universo.

Su biografía maldita acompaña a la perfección a su figura y le procuró mala reputación en su país, donde se le demostró un mal ciudadano. Algunos de sus hitos biográficos son el abandono de su padre, la muerte de su madre por tuberculosis cuando aún era un niño, su acogida (nunca adopción) por la familia Allan, su alcoholismo, su matrimonio con su prima pequeña, de trece años, que también falleció de tuberculosis o su temprana muerte a los 40, en Baltimore, también rodeada de misterio. Fue hallado delirando en la calle, el 3 de octubre de 1849, vestido con ropa que no era suya. Agonizó en el hospital hasta fallecer cuatro días después, no se sabe si víctima del alcohol, del veneno, la rabia o la sífilis. “Esa turbulencia e inestabilidad está sobre todo en sus cuentos de horror, pero no de modo transparente”, opina Enriquez, “no escribe sobre lo que le ocurría, sino cómo sentía toda esa angustia”.

Poe siempre está ahí, pero ahora lo está más, cuando coinciden en los anaqueles varias novedades en torno a su figura. Por un lado, los Cuentos completos que publica Páginas de Espuma y que cuenta con un ejército de artífices: la edición de Jorge Volpi y Fernando Iwasaki, la nueva traducción de Rafael Accorinti, los prólogos generales de Enriquez y Patricia Esteban y las ilustraciones de Arturo Garrido. Y, por si fuera poco, otros 69 prólogos para cada uno de los 69 relatos por otros 69 autores: Juan Gabriel Vásquez, Espido Freire, Manuel Vilas o Txani Rodríguez.

Por otro, La razón de la oscuridad de la noche. Edgar Allan Poe y cómo se forjó la ciencia en Estados Unidos (Anagrama), de John Tresch, con traducción de Damià Alou, una detallada biografía del autor donde los conocidos hitos biográficos se entretejen con el incipiente desarrollo científico estadounidense de la época. Además, la inclusión de Poe en la antología Amores eternos. Poesía gótica (Alba), junto con otros autores como los románticos ingleses (Blake, Wordsworth, Coleridge, Keats, Byron y el matrimonio Shelley), las hermanas Brönte o Yeats. Y, por último, la editorial Minotauro lanza nuevas ediciones de los relatos La caída de la Casa Usher y La verdad sobre el caso del señor Valdemar, ilustradas por Ismael Pinteño

“Poe está siempre presente, pero más en esta época particularmente marcada por el miedo: el miedo al cambio climático oa la inteligencia artificial, el miedo a figuras como Trump o Musk (podrían ser personajes de Poe), el miedo, en general, al futuro”, dice Jorge Volpi. “Eso hace que su obra pueda tener una resonancia política mayor”. A continuación, algunos mimbres que se extraen el oscuro cesto de Poe.

Poe y las mujeres muertas

“La muerte de una mujer hermosa es, sin cuestionamientos, el tópico más poético del mundo”, escribió Poe en su ensayo sobre escritura Filosofía de la composición, de 1846. Los dos prólogos de Enriquez y Esteban a los Cuentos completos, como es signo de estos tiempos, adoptan la perspectiva de género que no tenían los prologuistas de la edición anterior (20 años atrás, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes). Ambas autoras tienen palabras para esa querencia de Poe por las mujeres muertas. En su obra, mujeres fallecidas regresan de la muerte para tomar el cuerpo de otros o bendecir la nueva vida de su amado, el cuerpo de otros es profanado en su tumba o es causante de la desgracia familiar. “La muerta fantasmal y hermosa, la moribunda enamorada es su personaje más recurrente”, escribe Enríquez.

Mujeres muertas protagonizan cuentos como Ligeia, Eleonora, Morella o Berenice, y tienen papeles importantes en otros como La caída de la Casa Usher o El retrato ovalado. Quizás tenga que ver con las muertes prematuras de la madre y la esposa del autor, aventura Patricia Esteban: "Las lívidas muchachas de Poe nacían condenadas a la enfermedad ya una dolorosa lucidez en lo que concernía al propio destino. Ellas nos confirmaron que la muerte dura más que la vida y que resulta que el regreso desde ese lugar del que no se vuelve se antoja siempre aterrador, por más que serán retornen las personas a las que más se ha amado".

La traducción

“Los escritores del género fantástico emplean las palabras, que parecen inofensivas, para conseguir lo imposible o para destruir lo indestructible”, dice el traductor Rafael Accorinti. El gran valedor de Poe en Europa durante el siglo XIX fue el francés Charles Baudelaire, que tradujo abundantemente su obra. In English Poe fue traducido por Ramón Gómez de la Serna, Rafael Cansinos Assens o Jorge Luis Borges con Adolfo Bioy Casares. Pero su gran traductor fue Julio Cortázar, que vertió todos sus cuentos (se encuentran en la edición de Alianza Editorial) y escribió mucho sobre el autor. Es decir, Poe ha tenido traductores de gran altura literaria (y, en el caso de Cortázar, también físico). “Pero todos los clásicos merecen una traducción contemporánea”, dice Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma. Accorinti evitó frecuentar traducciones anteriores, para no contaminarse, aunque investigó mucho para llevar a cabo la titánica tarea: “Era necesario, Poe escribía con una Biblia al lado y manuales de demonología, cada línea tiene profundo significado”, dice. “Mi labor ha sido renovar el embrujo de Poe para los lectores contemporáneos”.

La poesía

En la antología Amores eternos. Poesía gótica (Alba) se recopilan poemas de Poe junto con los románticos ingleses y otros autores. “Para los lectores de Poe la poesía es el corazón de su obra, el laboratorio de ideas y de inspiración”, dice Gonzalo Torné, traductor de la antología junto con Xandru Fernández y José C. Vales. ¿Qué ideas? "El amor más allá de la muerte, el presentimiento funesto, la irrupción de un pasado ominoso que en la poesía aparecen en un tono más romántico y menos truculento que en los cuentos, una atmósfera de amenaza más que una trama de terror. También es una fragua de símbolos como el cuervo, la biblioteca llena de saberes peligrosos, las enamoradas pálidas, etc."

Entre los poemas más famosos de Poe están El cuervo o Annabel Lee, una historia que, por cierto, fue motivo de la canción de Radio Futura que descubrió la obra de Poe a Patricia Esteban (el tremendo video fue estrenado en La bola de cristal) y que en la actualidad da nombre a otra banda de punk pop español. Annabel Lee, una vez más, habla de una mujer muerta “enterrada en un sepulcro en aquel reino junto al mar”. El imaginario del gótico (bosques sombríos, niebla, castillos decadentes, las estrechas relaciones entre el amor y la muerte) se generó en buena medida en los poemas de los románticos ingleses y sus predecesores, que aquí se ofrecen, con Poe como “maestro indiscutido del género”.

La ciencia

En los tiempos de Poe Estados Unidos no era una potencia como en la actualidad, sino que más bien trataba de encontrar su lugar en un panorama científico dominado por los países europeos: incluso había controversia en torno a la importancia que debía tener la ciencia en aquel país. Poe estuvo muy interesado en los rápidos avances científicos de la época y en su ensayo Eureka desarrolló su propia teoría cosmológica. De la relación de Poe con la incipiente ciencia estadounidense da cuenta John Tresch en su nueva biografía. “Este libro devuelve la cosmología de Poe a su lugar, en la cima de su vida y pensamiento, y muestra su obra como una expresión singular de las tumultuosas ideas y pasiones de su época, completamente ligadas a la aparición de la ciencia moderna”, escribe el autor. Al fin y al cabo, la naturaleza era entonces un oscuro misterio a desentrañar, como los que Poe abordaba en su literatura.

Poe hoy

Quizás el hecho de que Edgar Allan Poe falleciera con apenas 40 años haga que su mirada sea atractiva para lectores jóvenes de cualquier época, opina Fernando Iwasaki , y es cierto que es común acercarse al bostoniano como una lectura de juventud. “Poe escribe cuando la construcción del amor, la generosidad, la bondad, la amabilidad está llegando a un punto de oscuridad, cuando la literatura empieza a girar, a partir del XIX, hacia lo oscuro, lo siniestro, lo terrorífico, lo inquietante”, dice el autor peruano.

Hoy el género del terror forma parte del entretenimiento mainstream , se frecuenta en series Netflix, se eleva intelectualmente en películas como Heredarity, Midsommar o It follow, o se populariza a través del género exitoso del true crime. Aunque en su época Iwasaki vivió la lectura de Poe como algo menos apacible: el acceso a un mundo maldito y marginal. "Los jóvenes tienen ahora una relación diferente con el mal, han mamado desde niños lo oscuro y lo inquietante. Cuando yo leí a Poe, a los 14 años, en Lima, sentí que era un autor en los márgenes, ahora el mal ya ocupa un lugar importante en el mainstream y hasta forma parte del discurso político".

viernes, 18 de abril de 2025

Definición del bestseller

 La fórmula secreta del 'best seller' en español, en Babelia, suplemento de El País, por Puerto Berna González, 19 de abril de 2025:

La capacidad de crear un imaginario colectivo que se conecta con los lectores define a los buenos superventas. El éxito de autores como María Dueñas, Julia Navarro, Ildefonso Falcones, Lorenzo Silva o Dolores Redondo demuestra que el fenómeno sigue su curso con el apoyo imparable del público y pese al desdén de la crítica. Escritores, editores, libreros y académicos diseccionan las claves

¿Escritores menores, ignorados, denostados? ¿O amados, buscados y envidiados? ¿Grandes figuras de las letras o meros artesanos de un formato repetido que poco tiene que ver con la alta creación? Los autores de best sellers, libros que consiguen grandes ventas muy rápidamente, viven en la esquizofrenia de una inercia que se ha repetido en la historia: adorados por el gran público, máquinas de fabricar lectores y combustible para la gran industria del libro, son también despreciados por la crítica o la academia por un estilo menos arriesgado que prioriza lo comercial. O por prejuicio. ¿Envidia, recelo, superioridad moral de autores más literarios que los miran por encima del hombro? ¿O justicia literaria de la mano del lector? ¿Hay alguien que tenga razón en todo esto? Sea como sea, la fórmula del best seller sigue siendo el secreto mejor guardado, como un pez que uno intentara atrapar con los dedos en el mar.

“Algunos libros se convierten en superventas y otros no, es un misterio que muchas veces he preguntado a los libreros sin que nadie me dé una respuesta”, confiesa Julia Navarro, ella misma autora superventas de libros sólidos y bien documentados como el reciente El niño que perdió la guerra (Plaza y Janés), una trama de calidad que hunde sus patas en las guerras que azotaron España y la URSS en el siglo XX, una ficción muy solvente realidad sostenida en la pura. "Pero es la magia de los libros, ese factor que hace que algunos lleguen al corazón de los lectores y otros no. Lo demás es una actitud soberbia de quienes creen que solo ellos entienden qué es bueno y qué merece la pena, como si lo que fuera alabado por la mayoría no lo mereciera".

Ese choque entre el gusto masivo y la supuesta virtud de lo minoritario atraviesa el debate, pero se rompe cuando la calidad y la cantidad van de la mano y se esfuma esa falsa incompatibilidad: ensayos como El infinito en un junco, de Irene Vallejo, historias históricas o de aventuras como El nombre de la rosa, de Umberto Eco, El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas, Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar o Yo, Claudio, de Robert Graves, otros puramente literarias como las obras de García Márquez, Vargas Llosa, Dickens, Dostoievski o de género como las de Agatha Christie y Conan Doyle han vendido ristras de millones y han hecho cima. Y han logrado algo tan codiciado como pasar al imaginario popular, piedra de toque para calibrar el verdadero valor de un best seller.

"Bajo esa etiqueta colocamos demasiadas cosas y dudo de que sea un género en sí mismo. En realidad, es una expectativa y un resultado", resume Toni Hill, él mismo autor superventas con El verano de los juguetes muertos y hoy editor en Grijalbo, uno de los sellos más comerciales de Penguin. "Como best sellers se agrupan libros muy distintos en la realidad. Entre 50 sombras de Grey y La catedral del mar o entre George Martin y María Dueñas es difícil encontrar ingredientes comunes, pero todos ellos logran que sus obras trasciendan al grupo al que van dirigidos". Y he aquí los ejemplos de ese elemento común: Stieg Larsson consiguió que todos leyéramos novela negra nórdica con la serie que comenzó Los hombres que no amaban a las mujeres; Ildefonso Falcones atrajo a muchos más lectores que los de novela histórica con La catedral del mar; y el Juego de tronos de Martin creó un universo que trascendió masivamente el público del género fantástico. Todos ellos permanecen y se traban en la memoria y la cultura colectiva, el mérito seguramente más difícil de lograr. Su distintivo.

Sergio Vila-Sanjuán ha estudiado a fondo el fenómeno y lo ha puesto negro sobre blanco en Código Best Seller (Alianza), libro de 2011 que sigue siendo un referente en la materia. El periodista de La Vanguardia propone diferenciar entre los “grandes, genuinos, que abren tendencia, y los que se apuntan al carro”. "La caballa del tío Tom, Lo que el viento se llevó, El padrino, Parque Jurásico, Los cipreses creen en Dios, La sombra del viento o Alatriste son libros que representan un universo original, no copiado, genuino. Sus autores han creado ese mundo en general a partir de su propia experiencia", asegura Vila-Sanjuán. “Mario Puzzo, italoamericano, conoció el mundo de la mafia y volcó vivencias que no eran impostadas; Stieg Larsson era periodista económico y también traspasó a sus libros experiencias vitales importantes; David McCloskey (Estación Damasco, Moscú X, en Salamandra) cuenta su universo porque ha estado en la CIA; y hoy no puedes entender el imaginario de los últimos 40 años de EEUU sin Stephen King, él ha inspirado una imagen a través de la cual la sociedad americana se entiende a sí misma. Después, cada uno tiene sus imitadores que se colocan en esa órbita y siguen”.

En España, la foto de esos creadores de universos propios capaces de enganchar a un gran público que antes carecía de ellos incluye a Dolores Redondo, que encontró en lo misterioso del Valle del Baztán el alimento de conexión; Lorenzo Silva, padre literario de una pareja de guardias civiles cuando era imposible imaginarles como héroes; María Dueñas e Ildefonso Falcones, capaces de recrear episodios históricos con una verosimilitud y personajes de gran solvencia; Arturo Pérez Reverte, versátil imaginador de muchos mundos atrayentes; Roberto Santiago, imán del lector infantil y joven de su serie Los Futbolísimos; o Elísabet Benavent, que ha atrapado a millones de lectores adictos al romanticismo.

¿Y cómo lo hacen? ¿Cuál es la fórmula, los ingredientes? He ahí el secreto mejor guardado, el enigma que podría atravesar una buena novela de misterio sin que nadie garantice que pueda atrapar al asesino en cuestión, la fórmula en sí. Define los ingredientes José Antonio Cordón, profesor de Industria Editorial de la Universidad de Salamanca: “Una lectura fluida, agradable, con un nivel de vocabulario, una complejidad léxica y una exigencia de nivel medio; una trama in crescendo; una evolución de los personajes; un conflicto, a ser posible sentimental; el cliffhanger, que cada capítulo acabe con expectativas hacia la conclusión; y una adaptación al conjunto de valores existentes en la sociedad del momento, aunque se sitúen en otro tiempo”. Pero, alto ahí, que nadie se crea que esto garantiza nada porque, como dice Toni Hill, “si existiera una fórmula, las editoriales publicarían varios al año y nunca vemos los que se propusieron como cuentos y no resultaron”.

"¿La literatura comercial está denostada? No me quita el sueño. No espero la palmadita en la espalda de la crítica", dice Elísabet Benavent

Lo explican ellos: "Yo procuro ofrecer al lector obras con mucha tensión, con pasiones, con amor, con venganza, dentro de un escenario histórico, e intento ser sencillo. Las tramas tienen que ser accesibles y que no confunden a los lectores", cuenta Ildefonso Falcones, que acaba de publicar En el amor y en la guerra (Grijalbo), la tercera entrega de La catedral del mar. "Y estoy encantado de que mis novelas gusten a un gran número de gente. Vargas Llosa ha vendido muchísimo, sus novelas son grandes best sellers y nadie puede considerar que no sea literario, pero él es excepción. En esa elección, yo prefiero ser comercial, intentar satisfacer y entretener al lector. No pretendo enseñarle nada". Quien haya seguido la saga sabe bien lo que se encontrará en la nueva entrega: luchas, conquistas, tropiezos y amores en un entorno medieval recreado a la medida de nuestro entretenimiento.

Santiago Posteguillo, premio Planeta con Yo Julia y autor de exitosas novelas sobre la Antigua Roma, considera absurda la identificación de lo que es popular con lo malo y lo que no es popular con lo bueno. "Lo importante es que la obra esté bien escrita, que emocione -de eso va la literatura- y que pueda conducir a la reflexión. Eso es lo que yo intento hacer con mis obras. Dentro del género histórico, yo trato de entretener. Si además consigue que nos emocionemos, que el lector salga de mis novelas habiendo aprendido historia y reflexionando sobre errores que ojalá no repitamos, mucho mejor. Pero lo hago desde el entretenimiento. Prodesse et delectare, enseñar y deleitar es lo que trato".

Para María Oruña, figura ascendente desde Puerto escondido (Destino) hasta su reciente El albatros negro (Plaza y Janés), “los libros son espejos del público y de lo que le interesa, reflejos del tiempo”. Ella defiende lo híbrido que se abre paso en la dicotomía entre calidad y cantidad, entre literario y comercial: "Yo creo que escribo literatura de calidad y un trabajo sólido. ¿Es comercial? Estupendo, porque me va a permitir vivir de ello y pagar las facturas. ¿La fórmula? Yo pongo mucha historia y mucha carga antropológica porque me gusta la ciencia y quiero entender qué pintamos aquí, por qué hacemos lo que hacemos". El albatros negro navega —en sentido figurado y real— rumbo a un pasado sumergido ante las costas gallegas con pluma de calidad y una mezcla de género policial, histórico y de aventuras que funciona.

María Dueñas, la gran estrella del best seller hoy en España, que cabalga sobre grandes cifras desde El tiempo entre costuras y que acaba de publicar Por si un día volvemos (Planeta), define su estilo: “Mi literatura es una narrativa clásica, una novela clásica que no tiene interés en un tratamiento absolutamente rompedor de la técnica literaria y que varía en cada título en el universo que construye”. Su nueva novela es hipnótica, capaz de recrear un lugar y un momento histórico (Orán, hace un siglo) a partir de héroes y personajes que podrían ser de hoy y de siempre. "¿La fórmula? Que cautive a los lectores porque hay un conflicto, un universo desconocido, porque los personajes te seducen, por la razón que sea, pero la clave es cautivarlos y para ello hay mil formas: desde el espionaje y los contubernios internacionales de los americanos a que te atrapa Elena Ferrante a partir de lo que pasa en un barrio del Nápoles de la posguerra italiana. La clave es que quieras volver a casa para seguir leyendo".

Seguir leyendo es la clave, tan cierto como el prejuicio que generan los best sellers en la crítica especializada, en la prensa e incluso entre los libreros más comprometidos con la calidad menos pudiente. David Viñas, profesor de Teoría de la Literatura en la Universidad de Barcelona y autor de El enigma best seller (Ariel), subraya que la propia maquinaria de promoción y las estrategias comerciales que acompañan estos libros conllevan “daños colaterales porque en la crítica oficial de los suplementos se activa de forma natural un prejuicio. Aquí la cantidad queda automáticamente asociada a la mediocridad”. A partir de ahí es difícil, asegura, “superar al prejuicio para advertir que sí hay best sellers de calidad, aunque no son la mayoría”.

"Mis libros aportan que se activa la lectura, que se mueve la industria editorial. Contribuyo a un emporio editorial en el que otros libros de menor trayectoria puedan ser publicados", dice María Dueñas

Paz Gil, dueña de la librería santanderina Gil, premio Zenda y premio de la Federación de Gremios de Editores de España a la mejor librería del año, reconoce que no les hace mucho caso porque los sellos editoriales ya lo mueven, ya hacen tanta publicidad, información y tanto ruido alrededor que no lo necesitan. "No es que lo rechace, pero no lo cuido desde la librería. Lo que intento es poner a su lado un libro un poco más literario. Me preocupa la cantidad de merchandising que mandan con cartones y más cartones, es un gasto inútil, no tienes ni espacio ni ganas de promocionarlo", lamenta.

José Antonio Cordón, profesor de Industria Editorial de la Universidad de Salamanca, distingue entre los que vienen reconocidos ya como éxitos de ventas por distintos canales de comunicación y los que surgen desde la boca oreja, los no previstos, que no obedecen a lógicas comerciales sino a otra lógica, como El infinito en un junco. “A partir de ahí se convierten en un lugar compartido para millas de personas, logran una aceptación colectiva y tienen impacto porque han roto la barrera del circuito comercial”. Cordón también subraya cómo se convierte en sustrato fundamental para generaciones enteras, como logró Harry Potter o El señor de los anillos, trascendiendo edades y colectivos y convirtiéndose en vivencia y referente cultural colectivo.

Esa aportación es importante, pero también lo es la más obvia: las ventas, decenas de millas, cientos de millas, a veces millones en todo el mundo. "Mis libros aportan que se activa la lectura, que se mueve la industria editorial, que se expanda la novela en el mundo. Contribuyo a un emporio editorial en el que otros libros de menor trayectoria puedan ser publicados. Objetivamente puedo colaborar y aportar", asegura María Dueñas. Ella es una de las más críticas con la prensa especializada que ignora la existencia de sus libros. "Hazme una crítica negativa y yo la soporto. Pero ni siquiera la hacen. Asume que, por el hecho de vender mucho, por estar publicado por Planeta y tener una aceptación masiva por parte sobre todo de mujeres está penalizada y desdeñada. Es un sesgo incomprensible", asegura la autora, acostumbrada a llenar páginas de periódicos cuando llega a Argentina, por ejemplo, mientras lamenta que Babelia no se hace eco de sus libros. “El pueblo soberano decide qué lee y por qué lee”, asegura Elísabet Benavent. "¿La literatura comercial está denostada? Sí, pero no me quita el sueño. Lo importante es que la gente adquiera el hábito y en sus gustos nadie debería meterse. Yo no espero la palmadita en la espalda de la crítica".

Ildefonso Falcones cree que hay “rencillas e incompatibilidades por parte de autores que no alcanzan esas ventas y reaccionan con esa autodefensa”. Posteguillo asegura que el error está en identificar lo popular, lo que gusta a mucha gente, como significativo de que es malo y recuerda autores que han sido muy populares en su tiempo y excelentes a la vez, como Lope de Vega o Shakespeare.

El profesor Viñas describe cómo algunos autores se molestan porque el capital económico logrado con sus libros no tiene nada que ver con el capital simbólico que no se mide con dinero o fama, sino con un prestigio que solo pueden conceder los expertos, los de la tribu. "Está claro que los agentes con poder de consagración en el mundo literario consideran que los best sellers son cuerpos extraños y habría que expulsarlos. Son los 'mercaderes en el templo de la literatura', en palabras de Germán Gullón".

Esos “mercaderes en el templo” nos traen estos días barcos hundidos en la costa gallega con sus misterios (Oruña), cortes medievales (Falcones) o emigrados del protectorado francés de Argel (Dueñas) como antes nos trajeron espadachines, romanos a diestro y siniestro y un impulso exorbitado a la imaginación. Y a la industria. A disfrutarlo. Y, como escribió Murakami, quien quiera competir, que salte al ring y lo intente.

viernes, 14 de marzo de 2025

Hill Museum and Manuscript Library. La biblioteca de los libros amenazados.

 El monje que rescata miles de manuscritos en los lugares más peligrosos del mundo: "Confían en mí porque soy un hombre de fe", en El Mundo, por Jorge Benítez, 13-III-2025:

El enlace a la biblioteca es este: HMML.

Columba Stewart salva libros amenazados por la guerra, el integrismo y el expolio en los escenarios más peligrosos del planeta usando la más alta tecnología. Dirige la Hill Museum & Manuscript Library, una entidad sin ánimo de lucro que desde hace décadas cataloga y escanea libros en riesgo de desaparición

Cuando el ISIS inició su expansión por Oriente Medio, sembrando el terror en nombre de su califato e imponiendo su versión de la sharia, un estadounidense se infiltró tanto en Irak como en Siria con una misión heroica: rescatar de la hoguera purificadora de los integristas decenas de libros centenarios. No era un agente secreto, ni un contrabandista ni un mercenario. Tampoco tenía cargo diplomático alguno. Se trataba de un simple monje llamado Columba Stewart.

El hermano de la orden de los benedictinos se jugó el pellejo en tierra hostil. Consiguió regatear la caza del Estado Islámico y salvaguardar un importante patrimonio que estaba en peligro. Lo hizo como representante de la Hill Museum & Manuscript Library (HMML), una organización sin ánimo de lucro que, desde hace 60 años, fotografía, cataloga y brinda acceso a las copias de manuscritos amenazados por la guerra y el expolio.

Esta institución liderada por Stewart, con sede en el campus de la Abadía y la Universidad de Saint John en Collegeville (Minnesota), cuenta en la actualidad con un fondo de 500.000 textos digitalizados, el mayor del mundo. Incluye códices cotizadísimos en copto, latín y arameo, así como documentos de pocas páginas sobre la vida de nuestros ancestros. Esta labor ha sido realizada durante décadas con las distintas técnicas de archivística vigentes en cada periodo: desde la microfilmación de los primeros manuscritos rescatados hasta el escaneo informático más sofisticado.

Pero la tecnología no lo es todo. El factor humano sigue siendo indispensable. De ahí que Columba Stewart sea considerado el Indiana Jones de los manuscritos: un erudito aventurero capaz de esquivar el peligro con tal de preservar una reliquia bibliófila para las generaciones venideras.

«A lo largo de estos años hemos creado una especie de mapa del conocimiento que confirma que en la Edad Media había un enorme intercambio cultural de libros. Una conexión extraordinaria entre el cristianismo, el islam y la cultura de África occidental», dice Stewart, de 67 años, por videollamada. «Queremos que esa conexión perviva y la potenciamos en los países y comunidades que sufren de falta de recursos y se enfrentan a grandes dificultades para proteger su patrimonio».

Nacido en Texas, fue bautizado con el nombre de Columba en honor a un santo irlandés del siglo VI. Tiene la cabeza rasurada, jersey negro de cuello alto y gafas de metal. Aunque hace poco pidió un permiso a la Abadía para abandonar la vida monástica mantiene su cargo de director ejecutivo del Hill Museum and Manuscript Library.

«Nosotros ni siquiera tocamos los libros, formamos a la población local que los posee y les facilitamos el equipo de reproducción», explica. «Les pagamos por cada imagen. Es lo contrario al modelo tradicional en el que el occidental aparecía y se llevaba el manuscrito a su país con el supuesto fin de protegerlo. Nosotros les ayudamos sin coger los libros y ellos nos permiten colgar las imágenes en una plataforma de internet y catalogarlos. Si por alguna razón algún manuscrito desapareciera, garantizamos la pervivencia de su contenido con una copia de seguridad».

Resumir el trabajo de Stewart resulta complicado. No se encarga de los asuntos técnicos, que delega en los miembros de su equipo, sino que ejerce de negociador en jefe. En cierta forma es un cónsul de los libros que viaja por el mundo con una valija que guarda la memoria escrita de los seres humanos. Es alguien que empezó su trayectoria protectora salvando manuscritos de los cristianos primitivos en Oriente Medio, que impulsó el escaneo de joyas de la Biblioteca de Sarajevo -gravemente dañada durante la Guerra de los Balcanes- y que estimuló proyectos de conservación de distintas colecciones de Tombuctú, en Mali, en peligro cuando en 2012 los yihadistas la ocuparon.

Este hombre viene de la escuela diplomática más curtida de la historia: la eclesiástica. Stewart se fogueó siendo monje en el diálogo ecuménico entre católicos y ortodoxos y ha intervenido con regularidad en las conversaciones sobre la protección de las bibliotecas de los distintos grupos religiosos que conviven en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Una experiencia en el arte de la negociación con la que soñaría cualquier político y empresario. Hablamos de un personaje que ha mediado en Nepal en el rescate de textos budistas y que, en India, ayuda a la minoría musulmana a proteger su legado cultural, amenazado por el nacionalismo hindú del primer ministro Narendra Modi.

La idea de conformar esta gran biblioteca de manuscritos surgió en 1964 en los monasterios benedictinos de Austria. Tras los estragos de la Segunda Guerra Mundial y ante el miedo a un conflicto nuclear durante la Guerra Fría, la orden decidió fotografiar las páginas de sus libros para preservarlos en un gigantesco archivo en caso de catástrofe. Una idea que terminaron exportando a zonas de conflicto, como fue el caso de la Etiopía de los años 70, con el fin de proteger su legado de libros sacros. Desde entonces la HMML, que se financia con fundaciones y donaciones, ha ido extendiéndose por distintos continentes.

-¿Cómo viaja por un mundo en llamas un antiguo monje con un pasaporte tan odiado en muchos de sus destinos como el americano?

-Cuando estaba en el monasterio, interactuaba con otros monasterios en Irak o Siria y eso me facilitaba las cosas. Lo que aprendí pronto es que tu confesión no es importante. A la gente con la que hablaba lo que le importaba era que yo fuera un hombre de fe. Es cierto que mi pasaporte en algunos sitios no es bienvenido, pero para eso hay trucos...

-¿Cuáles?

-No comportarte como un americano (sonríe). Primero, escuchar. Segundo, mostrar respeto. Y tercero, tomarse el tiempo necesario para conocer a tu interlocutor. No puedes usar el típico estilo americano con estas personas, ese que consiste en mandar, ser ruidoso y cerrar un trato a toda prisa con un apretón de manos. Con ellos tienes que ir a tomar un café o un té en repetidas ocasiones y construir una relación real. Demostrar que pueden confiar en ti y que tú no buscas ningún rédito comercial. Con quienes trato se dan cuenta enseguida de que soy un hombre sincero sin afán de lucro. Voy con las manos abiertas.

Este Indiana Jones de los manuscritos, aparte de ser una persona valiente, está sobradamente cualificado para su trabajo. Antes de ingresar en el monasterio se licenció cum laude en Historia y Literatura en la Universidad de Harvard. Luego obtuvo una maestría en Estudios Religiosos en Yale y un doctorado en Teología por Oxford.

«Muchos de los libros perseguidos están escondidos: son protegidos con devoción y nunca se los enseñarán a los extranjeros. De ahí que sea es un privilegio poder disfrutarlos digitalmente», dice.

Por ello Stewart garantiza una copia de seguridad a quienes confían en él para ceder el visionado de sus obras para mitigar el impacto de muchas tragedias que ha vivido. «En Irak una colección extraordinaria fue destruida y hay otras muy valiosas que fueron evacuadas de Siria al Líbano y que no sé todavía si han sobrevivido», admite.

Karen Armstrong, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2017 y una eminencia en el estudio de los textos sagrados, describe que las Escrituras, sea cual sea la tradición religiosa, a menudo se emplean selectivamente para suscribir opiniones arbitrarias. En El arte perdido de las Escrituras (Paidós, 2019) sostiene que la lectura sesgada que hace que los radicales usen el Corán para justificar el terrorismo, la Torá para negar a los palestinos el derecho a vivir en la tierra de Israel y la Biblia para condenar la homosexualidad es un fenómeno relativamente reciente. Durante cientos de años estos textos fueron vistos como herramientas espirituales que conectaban al individuo con lo divino. Eran interpretados como fluidos y adaptables, no como un conjunto de reglas arcaicas vinculantes.

Este aperturismo del saber humano es lo que persigue Stewart con su labor. Por eso el trabajo recolector de su biblioteca de manuscritos, que comenzó con el rescate de libros cristianos, se ha ido extendiendo a otros credos, además de a obras seculares.

Su radio de acción ha crecido. Y también los peligros.

«Estuve en apuros en Tombuctú cuando nos pilló un fuego cruzado de un ataque yihadista al centro de comunicaciones de la ONU. Nos escondimos en la habitación del hotel y oímos helicópteros disparando con ametralladoras. El principal temor, además de las balas, era ser secuestrado por estos grupos, porque su estrategia consiste en mantenerte preso durante varios años y así aumentar el precio del rescate. Por suerte, fuimos evacuados por unos cascos azules suecos. En Mosul sí que viví una experiencia aterradora, porque estuve cerca del fuego de mortero y de los bombardeos aéreos. En esa zona de guerra, me encontré con iglesias destruidas, bibliotecas quemadas y población desplazada de sus casas. He vuelto en varias ocasiones».

En Irak se forjó la colaboración de Stewart con el arzobispo de Mosul, con el que recorrió la llanura de Nínive para escapar de la toma por el Daesh de ese territorio. «Es un hombre telegénico y con carisma con el que me comunicaba en francés», recuerda con simpatía. Esas travesías por los orígenes de la civilización en Oriente Próximo, por las piedras en las que nacieron las primeras formas de escritura, han dejado una profunda huella en el estadounidense. «Hablamos de culturas de una extraordinaria profundidad», afirma.

Así es la diplomacia monástica de Columba Stewart. Su modus operandi es el respeto, la paciencia y la resolución de problemas.

La cultura ha estado bajo sospecha desde tiempos inmemoriales. Persecuciones políticas o religiosas, además de las malas condiciones de conservación, han impedido que muchas obras capitales no lleguen hasta nosotros. Hoy distintas iniciativas intentan evitar esta amnesia, a veces provocada, a veces accidental.

La protección del Fondo Kati, que cuenta con financiación española, es una de ellas. Se trata de la biblioteca de Ali ben Ziyad al-Kati, un musulmán que se exilió de Toledo en 1467 para instalarse en Tombuctú con su colección de 12.000 manuscritos en hebreo, castellano y árabe. Estos libros fueron conservados por sus descendientes durante más de cinco siglos. Pero, como bien conoce Stewart, su heredero actual tuvo que recurrir a la ayuda internacional para salvarla en 2012 de los fanáticos religiosos y los rebeldes tuaregs.

Otra muy interesante, mucho más moderna, pero con un enorme significado en estos tiempos de cancelación, es la biblioteca Dawit Isaak, dedicada a la libertad de expresión y con sede en la ciudad sueca de Malmö. Es la primera y única colección internacional de literatura prohibida a disposición del público con libros cuyos autores han sido censurados, encarcelados o, en el peor de los casos, asesinados.

«Su nombre está dedicado al reportero sueco-eritreo encarcelado ilegalmente por las autoridades de Eritrea por su labor informativa y la defensa de la libertad de expresión», explica su bibliotecario, Jens Zingmark, que reconoce que el fondo del centro supera ya los 3.000 libros. «En el interior de cada libro ponemos una nota que explica en pocas palabras qué le ha pasado al autor o al libro, cuándo fue censurado, dónde y por qué».

Todo libro amenazado tiene una historia. Y necesita un ángel de la guarda. Quizás por eso, Columba Stewart considera que el afán de proteger la propia memoria cultural o religiosa es un impulso humano universal.

Para entenderlo basta leer una conferencia que impartió en 2019 sobre el francés Pedro El Venerable, un abad benedictino de Cluny del siglo XII que viajó hasta Toledo tiempo después de que la ciudad fuera reconquistada a los musulmanes por las tropas cristianas de Alfonso VI. A su llegada, este religioso encargó a distintos eruditos árabes la traducción al latín de los textos islámicos más importantes, incluido el Corán. Pedro adoptó, según Stewart, el principio humanista que dice que «para comprender a la gente de otra cultura, con creencias diferentes, debemos escucharlos con su propia voz, aprender su idioma, leer y comprender sus textos».

En esa intervención académica, Columba vistió el hábito benedictino -compuesto por un alba negra y un escapulario-, pero hizo referencia a los nuevos tiempos: «La tradición benedictina de preservar el pensamiento humano para el mundo contemporáneo requiere de un vestuario más versátil, adaptado al desierto de Tombuctú, al entorno de combate de Mosul o al entorno secular de la academia moderna».

En cierta forma, el hábito no hace el monje, que en el siglo XXI se mueve en vaqueros y cazadora caqui si hace falta.

-¿Cuando regresaba de la guerra cómo metabolizaba de repente el paso a una vida espiritual y académica?

-Metabolizar... Me gusta que haya usado esa palabra. Por supuesto, tuve que procesar lo sucedido en Tombuctú. Cuando vuelvo de viaje me doy cuenta de lo privilegiada que es mi vida en Estados Unidos, donde el mayor problema es pensar si tienes que cambiar la alfombra del salón. ¿Me entiende? Todo son problemas ridículos. Me imagino la situación de Gaza, donde teníamos un proyecto que la guerra canceló y pienso en cómo volvió a empezar todo de nuevo. Hace más de 80 años ustedes en España tuvieron una terrible Guerra Civil y también se vivió una Guerra Mundial en gran parte del planeta. Ya apenas queda gente que conoció en primera persona estos traumas. Le pongo el ejemplo de mi país. Han pasado 160 años desde la Guerra de Secesión y, por supuesto, no hay memoria viva de esa tragedia. Puede que actualmente tengamos huracanes e incendios, pero no nos hacemos a la idea de lo que sufre la gente en una guerra.

El trabajo que hace Stewart es una especie de póliza de seguros para los propietarios de los manuscritos, que saben que su contenido se conservará incluso en caso de pérdida o deterioro. Como se ha podido comprobar en muchas ocasiones, estas copias sirven de prueba de propiedad en caso de robo y su catalogación dificulta el millonario tráfico ilegal de manuscritos. Además, los dueños de los tesoros han aprendido que su apertura al mundo y la investigación académica revalorizan estos bienes.

Sin embargo, el valor económico no es importante para este antiguo monje. «Escaneamos todo», dice Stewart. «Lo que puede ser interesante para una comunidad en 2025 puede que en 2125 no lo sea, y viceversa. Esto es como el arte: cada época tiene sus gustos, que van y vienen».

Es la devoción por el testimonio escrito de este hombre que ya ha conseguido que en la HMML ya existan 100.000 manuscritos a disposición de los investigadores en una plataforma con una base de datos que permite buscar por país, lengua, autor, características y género. Cada semana se incluyen nuevos archivos.

«Hay manuscritos que puede que no sean hermosos, pero que pueden tener un valor que todavía desconocemos», cuenta. «Pienso que cada texto escrito hace siglos exigía un notable esfuerzo entonces, fuera económico -por los notables costes de la tinta y el papel- y de tiempo. Así que considero que hay que protegerlo a toda costa, ya que quien lo escribió se esforzó mucho y lo consideró importante».