El Mundo, 24 febrero 2022, "Un "accidente" científico registra la primera 'grabación' de un cerebro moribundo".
La vida pasa efectivamente ante nuestros ojos antes de morir: descubren que el cerebro desata un "recuerdo de la vida" antes de la muerte
La vida pasa ante tus ojos antes de morir. La poética frase podría cobrar sentido científico tras un descubrimiento accidental. Un grupo de neurocientíficos estonios grabó "por casualidad" una importante descarga de recuerdos en el cerebro de un hombre a punto de morir.
El equipo del doctor Raúl Vicente, de la Universidad de Tartu, en Estonia, sometían a un electroencefalograma a un paciente, de 87 años y enfermo de epilepsia, para estudiar las convulsiones y poder ajustar el tratamiento. Durante la prueba, el paciente sufrió un infarto y murió, de forma que sus últimas señales cerebrales quedaron grabadas. Es la primera vez que se registra la actividad de un cerebro humano en el momento del fallecimiento.
"Medimos 900 segundos de actividad cerebral alrededor del momento de la muerte y establecimos un enfoque específico para investigar qué sucedió en los 30 segundos antes y después de que el corazón dejara de latir", explica el Dr. Ajmal Zemmar, neurocirujano de la Universidad de Louisville, en EEUU, coautor del estudio que se publica en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.
"Justo antes y después de que el corazón dejara de funcionar, vimos cambios en una banda específica de oscilaciones neuronales, las llamadas oscilaciones gamma, pero también en otras, como las oscilaciones delta, theta, alfa y beta", afirma. Estas ondas cerebrales son patrones de actividad cerebral, y estas oscilaciones se producen en relación con funciones cognitivas, como la concentración, el sueño, la meditación, la recuperación de la memoria, el procesamiento de la información y la percepción consciente, pero también a las asociadas con los recuerdos, explica la revista.
"A través de la generación de oscilaciones involucradas en la recuperación de la memoria, el cerebro puede estar reproduciendo un último recuerdo de eventos importantes de la vida justo antes de morir, similar a los reportados en las experiencias cercanas a la muerte", sugiere Zemmar. "Estos hallazgos desafían nuestra comprensión de cuándo termina exactamente la vida y generan importantes preguntas posteriores, como las relacionadas con la donación de órganos".
"Como neurocirujano, a veces me enfrento a pérdidas. Es indescriptiblemente difícil dar la noticia de la muerte a familiares angustiados", asegura el médico. "Algo que podemos aprender de esta investigación es que, aunque nuestros seres queridos tienen los ojos cerrados y están listos para dejarnos descansar, sus cerebros pueden estar reproduciendo algunos de los mejores momentos que vivieron en sus vidas".
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