Los cinco arrepentimientos más comunes antes de morir, según Enrique Rojas
Hablar sobre la muerte suele ser incómodo, pero el psiquiatra Enrique Rojas destaca la importancia de reflexionar sobre los arrepentimientos más comunes que las personas experimentan al final de sus vidas. A lo largo de décadas de trabajo con pacientes en cuidados paliativos, Rojas ha identificado cinco grandes arrepentimientos que, según él, son universales y ofrecen valiosas lecciones sobre el sentido de la vida.
1. Haber trabajado demasiado
Uno de los arrepentimientos más frecuentes es haber dedicado demasiado tiempo al trabajo, sacrificando momentos valiosos con seres queridos o tiempo para uno mismo. Según Rojas, muchas personas llegan a lamentar haber puesto el trabajo como prioridad, dejando de lado la vida personal, lo cual genera una sensación de pérdida irrecuperable.
Este arrepentimiento destaca la importancia de encontrar un equilibrio entre la vida profesional y personal. Vivir inmersos en una rutina de obligaciones laborales puede alejarnos de lo que realmente importa: nuestras relaciones y bienestar emocional.
2. Darle importancia a cosas triviales
El segundo gran arrepentimiento es haber otorgado demasiada importancia a asuntos que, con el tiempo, se revelaron como irrelevantes. Rojas lo llama "justicia de juicio": la habilidad de evaluar con claridad qué merece nuestra preocupación y qué no. Preocuparnos por aspectos triviales, como problemas cotidianos menores, puede apartarnos de lo esencial.
Las personas en el lecho de muerte lamentan haber permitido que esas preocupaciones nublaran su juicio, restando energía a disfrutar de momentos valiosos.
3. No haber disfrutado más de la vida
El tercer arrepentimiento recurrente es no haber disfrutado lo suficiente de la vida. En la vorágine del día a día, es fácil olvidarse de disfrutar los pequeños placeres que hacen la vida significativa. Para muchos, esto incluye no haber viajado más, no haber aprovechado el tiempo con los amigos o no haber hecho lo que realmente les apasionaba.
Este arrepentimiento subraya la necesidad de hacer pausas y permitirnos disfrutar del presente en lugar de vivir constantemente enfocados en lo que "debemos" hacer.
4. No haber sido uno mismo
Otro arrepentimiento común es no haber sido fiel a uno mismo. Muchas personas sienten que vivieron según las expectativas de los demás: familiares, amigos o compañeros de trabajo. No haber seguido sus propios deseos o metas, por temor a ser juzgados o no encajar, es algo que atormenta a muchos en sus últimos días.
Rojas recalca la importancia de ser auténticos y seguir un camino propio, en lugar de uno impuesto por las expectativas ajenas.
5. No haber encontrado respuestas a las grandes preguntas
Finalmente, el último gran arrepentimiento es no haber dedicado tiempo a reflexionar sobre los grandes interrogantes de la vida. Preguntas como el propósito de la vida, el sentido de la existencia o la trascendencia personal, a menudo se relegan durante la juventud y adultez, pero en el ocaso de la vida adquieren una importancia crucial.
La falta de respuestas a estos cuestionamientos puede generar una sensación de vacío. Rojas invita a explorar estos temas a lo largo de la vida, para llegar al final con una mayor paz interior.
Reflexiones finales
La muerte, aunque un tema tabú, ofrece valiosas lecciones sobre cómo debemos vivir. Los arrepentimientos más comunes de las personas en el lecho de muerte nos invitan a revisar nuestras prioridades, equilibrar nuestra vida laboral, disfrutar del presente, ser auténticos y buscar respuestas profundas. Estas reflexiones nos permiten vivir de manera más consciente y plena, evitando que esos arrepentimientos nos acompañen al final del camino
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