Entrevista de Sara Vazquez a Raymond J. Moody, "Psiquiatra, filósofo, médico y especialista en experiencias cercanas a la muerte", La Opinión de A Coruña, 2- XI-2011:
Raymond Moody: "Pitágoras aseguraba recordar ocho de sus vidas pasadas". "Cuando alguien tiene una experiencia cercana a la muerte, siente que está volviendo a la realidad y esta realidad que ahora conocemos, en comparación con la otra, les parece el sueño"
-¿Cómo cambian las personas al vivir experiencias cercanas a la muerte?
-La gente siente que el propósito original, primigenio, de la vida es aprender a amar. También se convencen de que lo que llamamos muerte es una transición hacia otra realidad.
-¿En todos los casos que ha estudiado la gente regresa de una muerte clínica con recuerdos así o no todos viven estas sensaciones?
-Algunos se acuerdan y otros no. Es curioso que no sabemos por qué hay gente que se acuerda y otra que no. No tiene nada que ver con la edad del paciente, porque gente muy joven y gente muy mayor tiene esas experiencias; tampoco con una enfermedad o herida concreta que les lleve a ese estado; tampoco si eran religiosos o no. Después de muchos años de investigación por muchos doctores en todo el mundo, todavía no hemos sido capaces de identificar por qué algunos sí tienen estas experiencias y otros no.
-¿Las sensaciones y visiones están condicionadas por factores culturales o religiosos?
-Eso es lo que uno piensa de forma abstracta, pero en realidad parece que no. Hay gente que experimenta estos fenómenos en China, Japón, África, en toda Europa y Norteamérica. Y allá donde voy, la narración que hacen es la misma. En todas las culturas dicen que les resulta muy difícil explicarlo con palabras, así que toman prestada terminología de su propia cultura, de su propia religión. Aun así, dicen que lo que narran no es adecuado. Incluso gente con muchos estudios dice que todo es más de lo que se puede explicar con palabras.
-Entonces, ¿no toda la gente que experimenta esto es religiosa?
-No. Tenemos muchos, muchos, muchísimos pacientes que antes de tener esta experiencia no tenían ningún tipo de creencia religiosa.
-¿Y después, sí?
-Sí. Después, la gente vuelve con la convicción de que la vida existe después de la muerte. Aquellos que antes de esta experiencia eran religiosos dicen que han aprendido que no hay ninguna religión particular que tenga ningún monopolio al respecto. Que después de esto sienten que la denominación religiosa o una ideología concreta no tiene ninguna importancia.
-¿Usted es religioso?
-No, no per se. Yo no nací en una familia religiosa, pero a pesar de eso, a lo largo de mi vida, he llegado a aceptar que existe un dios, pero no por creencias religiosas, sino llamémosle una maduración personal de mi proceso de crecimiento. Pero para mí la noción de dios no se conecta con ninguna religión en concreto.
-¿Qué similitudes hay entre estas experiencias y soñar?
-Un montón. De hecho, como todos sabemos, cuando la gente se despierta por la mañana y vuelve a la consciencia, sienten que están volviendo a la realidad. En contraste, los sueños parecen muy poco reales e incoherentes. Pero, cuando alguien tiene una experiencia cercana a la muerte, siente que está volviendo a la realidad. Desde su punto de vista, esta realidad que ahora conocemos en comparación con la otra les parece el sueño. Dicen que el estado de consciencia en el que se entra parece hiperreal en comparación con este. Más real y más coherente que la realidad diaria de nuestro estado de vigilia. En Occidente, Platón ya habló de esto. Decía que el mundo de después de la vida es más real que el mundo real; que, después de esa experiencia, esto parece irreal comparado con aquello.
-Usted creó un instituto para estudiar el contacto con muertos mediante cristalomancia.
-Plutarco o Heródoto los describen en su obra, y Sócrates y muchos de los filósofos antiguos se supone que trabajaban en estos oráculos. Los científicos pensábamos que era o leyenda o fraude. Pero en los años 70, encontraron e hicieron excavaciones en el más famoso de los oráculos y con base en los hallazgos arqueológicos y a antiguos documentos griegos, yo fui capaz de recrear la estructura de cómo funcionaba aquello. Pedí a mis alumnos de Psiquiatría que se graduaban y a mis colegas médicos que participasen en el experimento. Y descubrimos que la gente tenía experiencias vívidas tridimensionales y casi apariciones vivas de los muertos.
-¿No puede ser autosugestión o imaginación?
-¿Qué es imaginación? Para mi gran sorpresa, la gente que tiene esta experiencia lo narra como un suceso real. Esto no prueba que lo sea, pero es bastante sorprendente que así es como la gente lo siente. Aunque las preguntas de si es real o es imaginación probablemente están más allá de la determinación real de la lógica.
-Conoce a gente que afirma haber vivido otras vidas.
-Sí. De nuevo tengo que remontarme a la Filosofía antigua. Pitágoras y Platón eran reencarnacionistas. Pitágoras afirmaba recordar ocho de sus vidas pasadas. Yo creo que es un mito que la reencarnación viene importada de las culturas orientales; lleva en la cultura occidental desde los primeros tiempos. Muchos de los grandes filósofos, incluyendo al gran escéptico, David Hume, en el siglo XVIII, dicen que la única posibilidad coherente de que exista la vida después de la muerte era la posibilidad de volver a nacer en otro cuerpo. Pero por supuesto hay otras teorías.
-¿Es posible diferenciar a un médium de un impostor?
-La gente debe tener mucho cuidado. Sí, hay técnicas de mentalistas que pueden convencerte de que saben cosas de ti que no pueden saber. Pero aparte de trucos, creo que hay individuos que parecen tener un talento extraordinario. De hecho, sabemos que hay niños que nacen con este talento, que afirman hablar con espíritus y ver ángeles. Y para los padres son niños felices, totalmente normales psicológicamente.
-¿Existen los ángeles?
-No tengo ni idea.
-Pero sí hay gente a la que usted da credibilidad que dice haberlos visto. Y a fantasmas.
-Sí. Y muchos estudios médicos han mostrado que un porcentaje alto de gente que ha perdido a un ser querido ha tenido apariciones de sus seres queridos. Y en Psiquiatría esto lo vemos totalmente normal, es parte de un ser humano y algo que nos conecta con la antigüedad. Y solo resulta chocante que la gente aún considera esto algo muy personal y de lo que no se habla abiertamente por si les juzgan mal.
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