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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Reeditan la conocida Guía de la ciencia ficción de Miquel Barceló

Jacinto Antón, "¡Teletranspórtanos, Miquel!", en El País, 15-IX-2015:

El especialista en ciencia ficción Miquel Barceló publica su esperadísima nueva guía de lectura del género.

¡Por fin! 25 años después de su famosa e imprescindible guía de lectura de la ciencia ficción, el reconocido especialista en el género Miquel Barceló (Mataró, 1948) publica la ampliación y puesta al día de su libro. Con el ansiado manual en la mano a guisa de teletransportador a otros mundos le dan ganas a uno de parafrasear la orden del capitán Kirk al jefe ingeniero Scotty en Star Trek: "Beam us up!, Miquel", "¡súbenos a bordo, Miquel!".

Tan esperada entre los aficionados españoles como la nueva entrega de Star Wars o la adaptación de Ridley Scott de El marciano de Andy Weir, Ciencia ficción, nueva guía de lectura (Nova), subtitulado con humor digno de Douglas Adams Todo lo que usted siempre quiso saber sobre la ciencia ficción y, desgraciadamente, nunca se atrevió a preguntar ofrece una pormenorizada información sobre el género y un personalísimo canon de la mano maestra de un gran connoisseur.

Barceló es ingeniero aeronáutico, doctor en informática, diplomado en ingeniería nuclear y a la vez crítico, antologista, editor, traductor y autor de ciencia ficción (y dan ganas de añadir friki). Esas dos facetas que expresan perfectamente la secular dicotomía de la ciencia-ficción y hacen de Miquel Barceló un Sheldon crecidito y barbudo quedan patentes en la foto de contraportada en la que el sesudo científico se retrata empuñando convincentemente un sable láser y con aspecto de ir a cruzar acero —de luz— con Darth Maul o el conde Dooku. "Soy un vicioso de la ciencia ficción", confiesa. "Hace 55 años que la leo". Cuando lo dice se le pone cara de Palpatine, dispuesto a "extender el vicio" como el emperador la fuerza oscura en la galaxia.

Inevitablemente la guía es —y no rehúye serlo— polémica en su selección de los mejores títulos
La nueva guía, según explicó ayer su autor en un acto en la librería Laie de Barcelona en el que habló frente a un desconcertante —visto el tema— retrato de Shakespeare, es más subjetiva que la primera e incluye nuevas secciones, como la dedicada a los temas del género o a las series de novelas (Fundación, Dune, Pórtico…). En al apartado sobre la ciencia ficción en otros medios, que incluye cine, teatro, poesía, radio y televisión, ha añadido los juegos de tablero. Figuran también dos apéndices sobre "cómo escribir ciencia ficción" y el uso del género para la divulgación científica. El corazón del libro lo constituyen los aproximadamente cien títulos seleccionados por Barceló como los mejores. El autor ha hecho alguna trampilla: añade unos clásicos como La máquina del tiempo, de H. G Wells, fuera del centenar y luego una serie de "títulos raros" de su gusto más personal (Santiago, de Mike Resnick), y un par de fantasía, lo que le permite alargar de hecho la lista, que se ofrece de manera cronológica y se abre con Universo de locos, de Frederic Brown (1949), y se cierra con Anatema, de Neal Stephenson (2008) —más allá no está aún claro, sostiene, que va a ser canon—.

Inevitablemente la guía es —y no rehúye serlo— polémica en su selección de los mejores títulos. No incluye, por ejemplo, ninguna obra de Ballard. Y eso sí que algunos lo juzgarán anatema. Barceló, que tampoco valora especialmente a Philip K. Dick (como gran ucronía prefiere Pavana, de Keith Roberts, a El hombre en el castillo), recuerda que en su famoso libro Ciencia ficción, las cien mejores novelas, David Pringle no puso Fundación. "Era una época en que quedaba bien hablar mal de Asimov, que había reducido su registro semántico a tres mil palabras para que le pudiera leer todo el mundo, incluido un granjero de Kansas, lo que no le hace precisamente muy literario". Barceló aprovechó para recordar que el género tiene junto a plumas como la de Asimov las de grandes estilistas como Dan Simmons o Stephenson.

Entre las jugosas anécdotas que el autor explicó sobre el género estuvo la de que pudo adquirir los derechos de El juego de Ender que llevaba dos años sin comprador porque el célebre autor Norman Spinrad lo había criticado duramente señalando su aspecto oscuro de sueño de venganza cuasifascista.

El especialista destaca la aportación de las mujeres a la ciencia ficción en los últimos años
Miquel Barceló dijo que el retraso en la aparición del libro —un retraso que lo ha convertido en un mito y un motivo de bromas— se ha debido a su propia condición de editor de la colección en la que debía aparecer. Eso le ha hecho aplazar una y otra vez la publicación en aras de ofrecer en su lugar alguna novedad que le parecía imprescindible. Los 25 años transcurridos desde la primera versión han obligado a Barceló a un esfuerzo de puesta al día que ha provocado que caigan títulos, "con gran dolor de mi corazón". Simplemente no se puede añadir todo lo que ha pasado en ese tiempo en el género sin eliminar cosas que sí estaban antes.

El libro ha tenido que cambiar, señaló el autor, porque "yo he cambiado, la ciencia ficción ha cambiado y el lector ha cambiado". Él está más delgado y ya no juega tanto al bridge. ¿En qué ha cambiado la ciencia ficción? "Los temas de la ciencia ficción hoy están en todas partes, al alcance del gran público. Se ha hablado mucho de la muerte del género, en realidad lo que pasa es que se ha diluido en la realidad". Esa presencia de la ciencia ficción en la sociedad, constató, tiene que ver con el vertiginoso ritmo de cambio tecnológico. "Aún no tenemos el avisador de infartos que Arthur C. Clarke describía en Las fuentes del paraíso (1979), pero han llegado tantas cosas….". La aceleración tecnológica ha provocado, dijo, que muchos autores no se quieran arriesgar y publiquen obras sobre el near future, el futuro próximo, que es más fácil predecir sin meter estrepitosamente la pata, pues "el futuro lo carga el diablo". Los mundos cercanos son más fácilmente asumibles además para el lector no familiarizado con el género, al que le es difícil en cambio leer cosas como Justicia auxiliar, de Ann Leckie (2013) -con un universo en el que los seres humanos son solo apéndices de las Inteligencias Artificiales-, un título que el especialista recomienda especialmente.

Barceló criticó durante la presentación la serie de TVE El ministerio del tiempo, de la que dijo que "no hay color" cuando se la compara con clásicos del género que han abordado el tema, como La patrulla del tiempo, de Poul Anderson. "Se ve que los guionistas de televisión han leído poca ciencia ficción", apuntó. Hubo también alguna pulla para los autores de ciencia ficción españoles —”ni tantos ni tan buenos como algunos de ellos se creen”— y para Georges R. R. Martin, al que Barceló le reprocha abandonar la ciencia ficción para montar una fantasía, la de Juego de tronos, "con la guerra de las dos rosas (convertidas en siete reinos) y el Muro de Adriano". Recordó Barceló que Martin es un importantísimo autor de ciencia ficción con títulos señeros como Muerte de la luz e hizo votos por su pronta vuelta al género. En todo caso, como devoto de la popular serie de novelas y televisión, expresó su deseo de que "no mate al enano".

Para Barceló, la fantasía domina a la ciencia ficción y lo seguirá haciendo "porque es fácil de leer".

El especialista destacó la aportación de las mujeres a la ciencia ficción en los últimos años. "Me interesa muy especialmente lo que escriben las mujeres que inventan sociedades en las que las relaciones de género son muy distintas a las de la nuestra". Al respecto citó La bella durmiente de Sheri S. Tepper, versión en la que "la chica no se queda esperando al príncipe que la bese: despierta por ella misma, ¡y la que monta!". Recordó que la autora pasó 25 años trabajando en un centro de planificación familiar y salió de allí "hasta los ovarios". También han contribuido las autoras, dijo, a que las ciencias consideradas menos duras como la historia, la psicología o la sociología entren en la ciencia ficción junto a las tradicionales física o astronomía.

miércoles, 15 de julio de 2015

Bromas inglesas

"El Gobierno de Gales responde usando un lenguaje de Star Trek a una pregunta sobre ovnis", en The Huffington Post, 15/07/2015:

Si ya era rara la pregunta, más rara fue la respuesta. El diputado Tory Darren Millar del parlamento galés preguntó al Ministerio de Economía, Ciencia y Transporte sobre el avistamiento de ovnis (Objetos Volantes No Identificados) en el Aeropuerto de Cardiff y si el Gobierno tenía intención de llevar a cabo alguna investigación.

Según informa la BBC, la respuesta del Ministerio fue, como poco, curiosa:

“jang viDa je due luq. ach ghotvam'e' QI'yaH devolve qaS”
Si usted no lo ha entendido, no se preocupe. Se trata de una respuesta irónica del Ministerio galés, que decidió utilizar el lenguaje Klingon de la mítica serie de ficción Star Trek para responder al diputado.

El mensaje traducido dice lo siguiente:

"La ministra le responderá a su debido tiempo. Sin embargo, este no es un asunto descentralizado"
Millar tampoco se cortó a la hora de ironizar sobre la respuesta recibida por el Gobierno. "Siempre sospeché que los ministros laboristas procedían de otro planeta. Esta respuesta lo confirma".

jueves, 18 de junio de 2015

Entrevista con Alejo Cuervo, editor de Martin y dueño de la editorial Gigamesh

Jacinto Antón, entrevista con el editor de George R. R. Martin y dueño de la editorial Gigamesh, Alejo Cuervo, El País, 18-VI-2015:

“Es fantástico ser un friki con presupuesto ilimitado”. El librero celebra los 30 años de su establecimiento en pleno auge de 'Juego de tronos'

Alejo Cuervo cojea. No es a causa del disparo de una pistola láser ni porque le haya caído en el pie la colección completa de Canción de hielo y de fuego. Es que ha sufrido una infección en la extremidad. Eso no le amarga sin embargo esta gran semana en la que su librería, Gigamesh, el establecimiento de referencia en fantasía, ciencia ficción y terror (y en vicio y subcultura, como ha acuñado él), celebra 30 años. Desde el año pasado la librería, que nació en la barcelonesa ronda de Sant Pere —y alcanzó fama en toda la galaxia—se encuentra en el número 8 de la calle de Bailén de la ciudad en un local enorme y lleno de maravillas como una nave madre alienígena. El milagro se debe esencialmente a los beneficios obtenidos con la publicación de la serie de novelas de George R. R. Martin, cuyos derechos posee Cuervo —el apellido parecía predestinarlo a ese festín editorial—. El feliz librero, editor y autor (ha publicado una serie de textos propios, Exégesis), luce lo que parece una camiseta de promoción de un whisky hasta que te das cuenta de que la marca “Loch Cthulhu” es una broma lovecraftiana. Mira con esos ojos tan desconcertantemente azules que parece un personaje de Dune atiborrado de la especia melange.

Pregunta. ¿No piensa ir a Girona a ver si consigue plaza de extra para la sexta temporada de Juego de tronos?

Respuesta. Ya ves que estoy en baja forma. La verdad es que me gustaría.

P. Pues no será porque no tenga entrada...

R. No se, una cosa es Martin y otra la HBO.

P. Hombre, no le van a negar un cameo. ¿De qué le gustaría?

R. Soy muy pro Lannister. Creo que haría un buen Lannister.

P. Es cierto que tiene fama de puñetero.

P. Una vez Parris, la mujer de Martin, que me encontraba guapo, me regaló la camiseta oficial de los Targaryen, Dijo que me pegaba ser uno de ellos. Martin por su parte me dio la de los Lannister.

P. ¿Qué tal lleva el éxito el viejo Martin?

"Seguramente va mejor para la cabeza 'Yo, robot' que 'Madame Bovary"
R. Bien en algunos aspectos, mal en otros. En el social se siente muy cortado, con su popularidad ya no te puedes mover bien. En la parte positiva está que ahora se ha convertido en un friki con presupuesto ilimitado. Que es como me siento un poco yo. Él se ha comprado el cine al que iba de pequeño y proyecta lo que le gusta y cosas de los amigos. Y te puedes imaginar cómo ha mejorado su colección de miniaturas. Yo he cumplido mi capricho de tener una gran librería.

P. ¿Y como creador le ha afectado el éxito a Martin?

R. La densidad narrativa no es la misma de las primeras novelas. Pero las cosas son como son. Falta ver cómo acabará la serie. En todo caso, él es uno de los mejores constructores de finales de toda la literatura fantástica, así que ¡que se prepare el personal! Tiemblo de anticipàción.

P. ¿Qué ha ocurrido desde que abrieron en 1985?

R. ¿Aparte del auge del neoliberalismo? De todo. En resumen, para lo que nos ocupa: lo que era una rareza y un género menospreciado, el fantástico, ha dejado de serlo. De hecho todo el ocio que consumen los jóvenes es fantástico: juegos de ordenador, de tablero, lectura, series. Toda la ficción actual se nutre del fantástico.

P. ¿Y a qué achaca esa preminencia?

R. A la capacidad del género de prepararte para un mundo en contínuo y veloz cambio. En general, el fantástico te prepara más para la vida que el realismo.

R. No estará diciendo que es mejor leer Yo, robot que Madame Bovary.

R. ¿Tiene mejores valores Madame Bovary? Estéticamente quizá sí, ¿pero como aprendizaje? Seguramente te prepara más la cabeza Yo, robot, te invita a resolver problemas, Asimov en general te anima a usar el pensamiento lógico, la forma racional de enfrentarte a los problemas. La persona que lee fantasía y ciencia ficción está consumiendo asimismo cientos de metáforas. Se acostumbra a que haya muchos enfoques distintos de la realidad y no uno solo, incluso enfoques raros y contradictorios. Eso prepara mejor la cabeza que creer que hay una manera unívoca y correcta de entender el mundo.

P. Bueno, es verdad que Flaubert no habría imaginado la wikipedia y....

"¡Que se prepare el personal para el final de 'Canción de hierro y de fuego!"
R. Asimov lo hizo: es la Enciclopedia Galáctica de la saga de la Fundación.

P. Con esos gustos, ¿ha tenido que optar entre unas cosas y otras?

R. Leer siempre es elegir. la cultura es inabarcable, y cada vez más. El viejo sueño de leerlo todo está finiquitado hay que reconciliarse con eso, aceptarlo. Siempre te quedarán cosas por leer. Y aunque te sujetaras al canon, el canon cambia. Yo no he pretendido hacer ese esfuerzo inútil. Como lector soy muy unidereccional. He leído muy poco fuera del género. Y no me arrepiento. Cada vez doy más valor a la lectura por impulsos anárquicos. Si algo te gusta, agárrate a ello. Lo mejor en todo caso es dejarte recomendar por alguien en que confíes personalmente y olvidarte del canon.

P. Me da que se ha dejado Proust.

R. Sí, y todo lo habido y por haber. Mi formación además es de ciencias, no de letras. Curiosamente muchas cosas las conozco por sus versiones en el género: por ejemplo El lamento de Portno de Philip Roth, por Muero por dentro de Robert Silverberg. En realidad, los géneros no existen, existen las historias, Martin dice que los géneros son solo los ropajes de las historias.

P. Del fantástico, ¿que es lo que más le ha emocionado? Por recomendar.

R. Es un ejercicio que no me gusta mucho hacer. Pero mira, los finales de Muerte de la luz y Sueño del Fevre, de Martin. Y Casa del canto, de Orson Scott Card. Y de los clásicos, Theodore Sturgeon. Acabo de comprar los derechos de sus novelas completas y si va bien adquiriré los cuentos completos. Mi mayor sueño húmedo era de mayor ser como Paco Porrúa y publicar los cuentos de Sturgeon.

P. Porrúa, el editor de Minotauro y con cuyo nombre ha bautizado la sala de actos de la nueva Gigamesh, podía ser entrañable. A mí me regaló un juguete para mi hija porque una vez le dije que de adolescente leía a Ballard esperando a mi novia en la puerta del colegio, pero también podía ser un hombre difícil

R. Pero tenía razón. Minotauro ha sido lo mejor: es increíble la densidad de obras maestras de su catálogo.

P. Usted tiene 55 años, ¿nota una distancia insalvable con los jóvenes de ahora?

R. No creo que haya una brecha profunda con las nuevas generaciones y entre los frikis menos. Los frikis somos buenos padres. Nos gusta interactuar, frikizar a los hijos. Ahora está de moda disfrutar con los hijos de Hora de aventura, la serie de animación, yo fui fan de Chin Chan por mis hijos.

P. ¿Qué publica ahora en su editorial?

R. Desde el 15- M estoy más politizado. Recupero algunos títulos que tienen un sentimiento político más marcado: El jinete en la onda de choque, de John Brunner.

P. ¡El de Todos sobre Zanzibar!

R. Leyes de mercado, de Ricahard Morgan, una puesta al día de 1984. Morgan va a venir el año que viene a la Eurocom que se celebra en Barcelona. Tengo en preparación New model army de Adam Roberts, un 15-M bélico en el que un ejército británico se rinde ante un contingente de mercenarios contratados por los escoceses.

P. ¿Habrá leído Ada Colau Juego de tronos?

R. No lo sé. Desconozco si es friki, pero se maneja bien en las redes. La diferencia entre la nueva y la antigua política es que la segunda se estampa contra las redes, no tiene voz allí.

P. Es usted favorable a la independencia de Tatooine?

R. jajaja, personalmente no, soy favorable a la consulta y al derecho a decidir pero no soy independentista. De hecho me joden las fronteras y creo que la bastardización es en realidad la mejor manera de defender una cultura.

P. Corre el rumor de que lo van a nombrar presidente o papa de la república independiente del Triángulo Friki de Barcelona.

R. Seguro que no. Eso, Juan José Peña, el propietario de Kaburi, la vecina tienda de juegos de mesa.

30 años de vicio

J. A.

La nueva Gigamesh, con 30 años “de vicio y subcultura” a la espalda, tiene toda una sección, El túnel del tiempo, que va directa al corazón del fan. Allí te topas con los viejos libros que te marcaron como lector de género: Cita con Rama, de Clarke, en la edición de Ultramar de 1975, La ballena Dios de TJ Bass (Edaf, 1976), el Dune en Acervo (1975). Si añadimos que por ahí anda Lluís Salvador, que atendía en Look y vuelve a ser compañero de aventuras de Alejo, la emoción es total. “El éxito no nos ha cambiado”, dice el dueño, “nos ha dado medios para hacer lo mismo mejor”.
Le pregunto a Cuervo cuál ha sido el secreto de que haya podido conservar a Martin. “Primero porque él está muy contento con nuestra traducción y segundo porque la cantidad de contratos que suponía la serie con sus múltipes títulos y formatos la hacía difícil de manejar, y eso nos ha protegido”

viernes, 29 de junio de 2012

Philip K. Dick

Fue nadie menos y nadie más que Stanislaw Lem quien afirmó que en toda la historia de la Ficción Científica estadounidense sólo se había producido un auténtico genio: Philip K. Dick. Los demás escritores estadounidenses se molestaron, claro está, cuando añadió que los otros sólo eran un rebaño de escritorzuelos enanos. Y es así, salvo alguna que otra excepción como Bradbury, Asimov, Heinlein y Farmer. Pero sólo hay que leer algo de la obra de Dick y conocer toda la pasión que vertió en su vida y su obra, absolutamente indistinguibles una de la otra, para estar de acuerdo y ver que no era, no, como él mismo se definía, un "friki chiflado", sino un auténtico visionario; que tenía incluso algo de santo, un cierto don profético, lo demuestra el famoso episodio de la enfermedad de su hijo. Debería pasar a la historia de la literatura y ser estudiado como uno de los grandes autores del siglo XX, en ediciones comentadas y con notas a pie de página. Lo que actualmente pasa con Dick es parecido a lo que pasó en el XIX con Edgar Allan Poe: todo lo que se hace ahora en cine fantástico, narrativa de ficción científica etcétera deriva  de él ¿o no? De hecho, si uno creyera en esas cosas, sospecharía que Poe se reencarnó en Dick.