lunes, 14 de agosto de 2017

Los curas republicanos fusilados, reprimidos, encarcelados o desterrados por la derecha

I

Rafael Guerrero , "Los archivos de la Iglesia impiden investigar la represión contra los curas republicanos", en Público, 24/06/2014:

Los curas republicanos fueron doblemente represaliados por cometer el pecado mortal de demostrar que era compatible ser católico y republicano y que, tratándose de sacerdotes, era incluso más cristiano comprometerse con los más pobres y con la democracia que con los golpistas. Y es que estos no tuvieron piedad con ellos, que sufrieron los mismos castigos que el resto de quienes resistieron a la rebelión: muerte, cárcel y exilio. Pero tampoco tuvo misericordia con ellos la jerarquía católica española, que aliada con Franco, no les perdonó la osadía de desmarcarse de la cruzada que bendijo decenas de miles de fusilamientos.

Cierto es que fueron minoría en el redil eclesial y que fueron muchísimos menos que los aproximadamente siete mil religiosos que fueron víctimas mortales de la violencia anticlerical en la retaguardia republicana que se desató como reacción al golpe militar de julio de 1936. Pero existieron, pese a que también sobre ellos se haya levantado una doble losa de silencio y de olvido.

Los historiadores indagan ahora para rescatar del olvido a estos religiosos, dejando que aflore una verdad bastante incómoda para la Iglesia española. Dos libros de reciente aparición profundizan en este asunto: Por lealtad a la República, una biografía del canónico de Córdoba Gallegos Rocafull y Otra Iglesia, un compendio de biografías de una decena de 'curas rojos'.

Del mismo modo que se conocen con detalle los datos cuantitativos y cualitativos de los religiosos asesinados en la retaguardia republicana, será muy difícil saber con precisión quiénes y cuántos curas fueron represaliados por su actitud crítica ante el golpe militar y a la cruzada declarada por el episcopado español.

De hecho la historiadora y profesora de la Universidad de Málaga Encarnación Barranquero lamenta no haber podido consultar el expediente personal en el Seminario del cura malagueño Francisco Fernández González, que fue fusilado con 41 años en las tapias del viejo cementerio de San Rafael, donde este año se ha erigido un monumento en memoria de los miles de fusilados tras la toma de la ciudad y enterrados en la segunda área de fosas comunes más grande de Europa después de Sebrenica, en la antigua Yugoslavia.

Este cura pagó cara la osadía de su compromiso social en las parroquias de Almogía y Mijas, su posterior decisión de dar clases como maestro, su pertenencia al comité que depuró a docentes de derechas y, especialmente, su decisión de 'casarse por lo libertario' ya durante la guerra. Francisco Fernández fue detenido días después de la caída de Málaga, sometido a un consejo de guerra y condenado a muerte. 'De nada le sirvió reivindicar con insistencia en la cárcel su condición de cura, ni encargar que le trajeran una sotana, ni firmar sus cartas siempre con su nombre y el añadido de presbítero', dice Barranquero, que reconstruyó su biografía recurriendo a otras fuentes no eclesiásticas como 'los expedientes de represión, de preso y de responsabilidades políticas'.

Los archivos de la Iglesia siguen cerrados a cal y canto a los investigadores como norma general, salvo que se trate de buscar argumentos para beatificaciones masivas de 'mártires religiosos', que han sido muy criticadas por solventes investigadores como el monje benedictino Hilari Raguer. El historiador sevillano José María García Márquez ha intentado en un par de ocasiones, incluso a través de dos sacerdotes, acceder al expediente de un cura que fue fusilado durante el verano del 36 por Queipo de Llano sin que se sepa la fecha exacta de su muerte, 'porque no está inscrito en el Registro Civil, ni se puede entrar en el archivo de la Curia para consultar su expediente'. Se trata de Antonio Sáez Morón, que fue capellán del hospital de San Lázaro y miembro de la Hermandad de la Macarena, después de haber sido ayudante en la parroquia del pueblo de Herrera. 'Dispongo de testimonios sobre el asesinato de este cura, que protestó ante Queipo por cómo enterraban vivos a muchos fusilados en la tapia del cementerio, pero no puedo cotejar la versión de los testigos con la documentación de su expediente. Se da la paradoja de que puedes consultar el expediente de un ferroviario, de un funcionario, de un maestro, pero no el de un cura', se lamenta García Márquez, que junto al también investigador Francisco Espinosa, acaba de publicar Por la religión y la patria, sobre el papel que jugó la Iglesia católica como apoyo del bando franquista en la Guerra Civil española.

El cura republicano Juan García Morales.

Los 16 curas vascos fusilados no fueron los únicos que ordenó matar Franco por oponerse a sus planes totalitarios, sino que hubo otros por España, como Matías Usero en Galicia y los dos antes referidos en Andalucía, sin que se descarte que aparezcan más según avancen las investigaciones. Entretanto, todo parece indicar que fueron más los que lograron huir de la represión e instalarse en el exilio, como sucedió con el gaditano José Manuel Gallegos Rocafull, un hombre de una cultura vastísima que alcanzó el doctorado en Filosofía y Teología y que llegó a ser canónigo de la catedral de Córdoba. Su biógrafo, el investigador egabrense José Luís Casas sí que pudo consultar su expediente en el obispado cordobés, así como las actas del Cabildo de la Catedral del que formó parte y su ficha en el seminario de Sevilla. 'He tenido suerte y me considero afortunado', reconoce Casas, quien destaca que el referido cabildo llegó a hacerle recientemente un homenaje en sesión interna, 'pero aunque no haya sido público, ha tenido un reconocimiento interno de los canónigos'.

Gallegos Rocafull era un intelectual de gran proyección incluso fuera de España que durante la República daba clase de Filosofía en la Universidad de Madrid y fue candidato a las elecciones de 1931, sin que obtuviera escaño. Durante la Guerra Civil, fue enviado a Bruselas para hacer campaña junto a otro cura, Leocadio Lobo, a favor de la República entre los católicos europeos y allí en la Casa de España dejó clara su posición política frente a la jerarquía episcopal entregada a la causa golpista: 'Os lo diré de una vez por todas, abierta y sinceramente: he elegido al pueblo', dijo públicamente. 'Gallegos basó su decisión en un argumento religioso, convencido de que Cristo habría estado al lado del pueblo, si se le hubiera planteado una situación similar', asevera José Luis Casas.

Gallegos mantuvo su enfrentamiento, incluso públicamente y por escrito, con la jerarquía católica franquista a la que acusó de complicidad con la represión, por lo que el entonces cardenal primado Gomá le aplicó la suspensión a divinis, por lo que no pudo volver a oficiar misa en su exilio mexicano hasta que renunció a la canongía de Córdoba en los años 50. Quid pro quo, que dirían los clásicos. Hasta su muerte, en México se dedicó a la docencia universitaria y 'sus sermones de alto contenido social se hicieron tan famosos que hasta el poeta Altolaguirre comentó tras asistir a una misa: he estado a punto de convertirme otra vez cuando lo he escuchado', comenta José Luís Casas.

Otros dos curas andaluces que murieron exiliados aparecen en el libro Otra Iglesia sobre los sacerdotes que se mantuvieron fieles a la democracia republicana. Uno fue el almeriense Hugo Moreno, que al trasladarse a Madrid cambió su nombre por el de Juan García Morales y se puso al servicio de la República, escribiendo infinidad de artículos en los principales periódicos y convirtiéndose en incansable azote del clero antirrepublicano. Podría decirse que fue un cura periodista y propagandista, más populista y con menos profundidad ideológica que otros, que murió en Francia en 1946, olvidado como tantísimos exiliados.

El otro sacerdote andaluz -en este caso granadino de adopción- tuvo una gran proyección política, ya que pese a ostentar el cargo de deán de la Catedral de Granada, llegó a ser diputado a Cortes por el Partido Radical Socialista en la primera legislatura republicana de 1931, lo que le granjeó la suspensión a divinis y la excomunión por parte de la jerarquía católica. Trató a García Lorca y fue amigo del dirigente socialista y ministro Fernando de los Ríos. Se llamaba Luis López-Dóriga y murió en México en 1962. Sus restos han reposado durante muchos años olvidados, junto a los de Gallegos Rocafull, en el panteón español.

No fue fácil la vida de los curas republicanos, cuyo compromiso político y social fue reprimido por la Iglesia española incluso antes del golpe militar de julio de 1936. Después, conforme avanzaba la contienda, la Iglesia acentuó su repudio contra ellos y el franquismo volcó sobre ellos todas sus iras represivas.

Como hemos visto, estos curas republicanos no eran analfabetos con sotana ciegos por la fe y sin criterio. Eran intelectuales muy conscientes del papel teórico de la Iglesia ante las desigualdades y el conflicto social de la España de los años treinta, que sustentaban su base doctrinal en la encíclica Rerum Novarum de León XIII, a finales del siglo XIX, uno de los principales pilares de la doctrina social de la Iglesia.

La eliminación de estos elementos díscolos facilitaría el desarrollo del nacionalcatolicismo, dando cobertura a la dictadura, y no sería hasta el tardofranquismo y la Transición cuando la doctrina social de la Iglesia volvería a tomar cuerpo en los curas obreros con la comprensión tolerante de la cúpula episcopal presidida por el cardenal Tarancón. Pero esa es otra historia

II

"Hugo Moreno López, el sacerdote republicano", en Nueva Tribuna, 27 de noviembre de 2015:

El historiador Antonio César Moreno nos acerca a la figura de este clérigo que se significó por su marcado anticlericalismo y su lucha contra las desigualdades sociales.

“Anticlericalismo y crítica social: el sacerdote republicano Hugo Moreno López (1883-1946)", escrito por Antonio César Moreno Cantano, analiza la vida, obra y actividad pública del sacerdote almeriense Hugo Moreno López.

Desde muy joven, y al amparo de la encíclica de León XIII Rerum Novarum, estuvo muy vinculado con el catolicismo social, mediante la participación en diarios locales de este signo como La Independencia o Bonifacio. Hombre de sentido común, con el que ganó el premio al mejor semanario católico social.

Igualmente, participó en las misiones del padre Francisco de Paula Tarín en Almería, lo que le llevó a conocer de primera mano la cruda realidad social y económica de esta provincia, despertando en su interior la defensa de los más desfavorecidos frente a los abusos de clases acomodadas.

En 1917 se trasladó a Madrid –con el apoyo y visto bueno de su obispado-, dando comienzo a una brillante carrera literaria y cultural en destacados medios impresos de la capital como Cervantes (dirigida por el almeriense Francisco Villaespesa), La Voluntad o La Esfera, donde profundizó en el estudio de los grandes ascetas y místicos de la España del Siglo de Oro.

Gracias a estos textos entró en contacto con un gran número de escritores modernistas, como Azorín, Baroja…, que le hicieron convivir –desde la faceta literaria- con el anticlericalismo (en un primer momento mediante la crítica de la falta de formación de la clase sacerdotal y la apelación a la caridad y humildad de los predicadores españoles de la Edad Moderna).

Este bagaje cultural junto su experiencia previa en Almería eclosionaron cuando en 1927 la diócesis de Madrid le retiró las licencias ministeriales y le obligó a regresar a su provincia de nacimiento. Lejos de acatar esta medida, Hugo Moreno permaneció en la capital y con la llegada de la Segunda República en 1931 se presentó públicamente bajo el pseudónimo de Juan García Morales, un personaje marcadamente anticlerical y promotor de una profunda reforma que acabase con las desigualdades sociales. Sus numerosos artículos en el diario Heraldo de Madrid así como sus variadas obras (El Cristo Rojo, por ejemplo), son identificativos de esta actitud. Su estrecha colaboración con las autoridades republicanas le llevó a enfrentarse decididamente, durante el tiempo de la Guerra Civil, al concepto de Cruzada que promovía la jerarquía eclesiástica española y el bando franquista.

En 1939 se exilió en Francia, donde conoció la pobreza, la enfermedad y la prisión (en 1941 fue internado en el campo de Gurs). En 1946, murió en el más completo de los anonimatos. Este texto pretende rescatar su memoria del olvido y dar a conocer su figura a las nuevas generaciones nacidas ya en libertad.

Cazarabet conversa con Antonio César García Cantero:

Antonio, ¿cómo es que te fijas en este personaje para realizar esta monografía?

Antonio César Moreno Cantano | Me “encontré” con él por casualidad, la verdad. Estaba leyendo hace unos años un largo informe, publicado en la revista Analecta Sacra Tarraconensia, sobre la visión que el Vaticano tenía de la Segunda República en España. Me llamó la atención un apartado sobre propaganda en el que se señalaba como “comunistas” las obras del sacerdote “rojo” Juan García Morales. A partir de ahí, y gracias a la ayuda inicial de la investigadora Marisa Tezanos, empecé a profundizar en su apasionante y azarosa trayectoria pública.

Un personaje, éste, siempre vinculado a los más desvalidos, a los necesitados y desde la crítica social…

Su base ideológica fue la encíclica Rerum Novarum, del pontífice León XIII. Allí se pusieron los fundamentos del catolicismo social, que promovía una mejora de las condiciones económicas y laborales de las clases más desfavorecidas, para poner así freno a los peligros derivados del liberalismo.

Todo esto le ocasionó no pocos problemas, ya desde su tierra natal. ¿Cómo lo ves?

Desde muy joven tuvo una fuerte conciencia social. Su infancia estuvo marcada por la pobreza. Al entrar en el seminario se destacó en el estudio de los grandes predicadores y ascetas de la Edad Moderna, que reivindicaban una vida de austeridad y acercamiento a los más necesitados. Desde diarios como La Independencia o Bonifacio plasmó estos ideales con un lenguaje ácido y crítico hacia la burguesía, los grandes terratenientes… Pese a todo, el obispado de Almería lo veía con buenos ojos y tenía muy buenas referencias de su actividad pastoral y periodística.

ESPAÑA. II REPÚBLICA ESPAÑOLA. JUAN GARCIA MORALES. MADRID, HACIA 1932.- El sacerdote español Hugo Moreno López, columnista de ¿Por qué la Diócesis de Almería lo envía a Madrid?

Pidió marcharse voluntariamente a la capital en 1917, argumentando que dicho desplazamiento era indispensable para cuidar de su hermano Néstor, que supuestamente se encontraba gravemente enfermo. Sin embargo, estamos convencidos que este traslado también obedecía a su deseo de intentar prosperar económica y socialmente en un ambiento como el madrileño.

Allí entra en contacto, otra vez, con los más desvalidos, los más desfavorecidos, pero, a la vez, con círculos de intelectuales, entre ellos Azorín y Pío Baroja…

En Madrid pronto adquirió fama como escritor en importante medios intelectuales como Cervantes, La Voluntad, La Esfera, etc., donde pudo conocer a una gran cantidad de personajes relacionados con el modernismo literario. Se dedicó a profundizar en la vida de determinados religiosos caracterizados por su defensa de los más pobres y por ser críticos con los excesos de la jerarquía eclesiástica.

¿Qué destacarías de sus años en Madrid antes de la proclamación de la II República?

Sin duda, las decenas de artículos que publicó en La Esfera, donde puso el énfasis en la vida religiosa, cultura y artística de España durante la Edad Moderna. Fue en esa época donde forjó su red de contactos públicos que en años venideros le convertirían en una figura de primera relevancia en el panorama público de la República.

¿Qué pasa con este clérigo, en Madrid, cómo afectan sus acciones en la Iglesia y su sino, para que con diez años pase a que le retiren las licencias ministeriales y le obliguen a regresar a su provincia de nacimiento? Pero no regresa, ¿qué hace, de qué vive y cómo se las arregla en la capital del Estado?

En el año 1927 el obispado de Madrid le retira las licencias ministeriales, es decir, el permiso temporal que le permitía residir fuera de su diócesis natal, Almería. Es normal que después de 10 años las autoridades religiosas de la capital considerasen como inválido el argumento que esgrimía sobre la supuesta enfermedad de su hermano. Para Hugo Moreno regresar a su tierra de origen significaba volver al ostracismo y penalidades de una vida en provincia, adscrito a una pequeña parroquia y alejado de cualquier posibilidad de ascenso social. Por esa razón –es una hipótesis- se negó a regresar y quedó en una especie de vacío jurídico dentro del derecho canónico, ya que seguía siendo sacerdote pero no podía oficiar misa en Madrid. Fue a partir de ese momento cuando se debió gestar en su mente el deseo de aparecer en los medios públicos como un religioso anticlerical, defensor de los trabajadores. La Segunda República le brindaría la oportunidad para hacerlo.

Fue cuando llega la II República cuando se presenta públicamente bajo el pseudónimo de Juan García Morales, un personaje marcadamente ya anticlerical. ¿Es lo vivido, el ver tanta miseria y tanta injusticia lo que lo convierte en anticlerical?

Sin  duda, así como su formación intelectual y experiencias de adolescencia, donde llegó a participar en las misiones populares del Padre Tarín en las zonas más humildes y abandonadas de Almería. Con respecto a la segunda cuestión, con su pluma no se recató en atacar en los términos más vehementes a los grandes jerarcas eclesiásticos y políticos del país, en especial al líder de la CEDA, Gil Robles, con palabras como “el clero tiene puestas sus esperanzas en él. Los ricos lo banquetean de lo lindo; lo congestionan a fuerza de comilonas”. Y eran precisamente estos grupos los que apoyaban sus medidas:

¿En qué momento, tanto humano como de actividad social e intelectual, le pilla a nuestro protagonista el alzamiento rebelde de los militares? Y ¿cómo transcurren sus actividades, humanas, sociales y reivindicativas durante este período de tiempo?

A lo largo de 1936 participó en numerosos mítines vinculados a Izquierda Republicana, reclamando la unidad de las fuerzas de izquierda para desbancar del poder a la CEDA y sus socios. El triunfo del Frente Popular fue recogido por él con palabras como “Dios no ha oído… porque en nuestras cortas oraciones no pedíamos otra más que el triunfo de la causa del pueblo, la reconquista de  la República del 14 de abril” (Heraldo de Madrid, 18 de febrero de 1936). Tras el inicio de la Guerra Civil se mostró como uno de los más activos propagandistas contra el concepto de Cruzada enarbolado por la Iglesia que apoyó el golpe de Estado. Sus discursos radiofónicos (desde el Ministerio de la Guerra, la Radio del Partido Comunista o frente a los militares en Leganés); sus discursos para el Socorro Rojo Internacional; o sus escritos en títulos como España Heroica o Religión y Fascismo. Queman, Roban y Asesinan… en tu nombre, eran un claro testimonio de ello.

Se exilia a Francia, en 1939 donde vive todo lo malo: la pobreza, la enfermedad, el internamiento en el Campo de Gurs. ¿Qué has podido recoger de esos días en aquellas condiciones?

Antes de ser internado en el Campo de Gurs, por presiones franquistas y por la nueva legislación de Vichy, trabajó en diversas colonias infantiles francesas. Gracias al testimonio de un familiar lejano, Francisco García Hernández, así como el acceso a los archivos franceses he podido reconstruir este duro episodio de su vida. Durante dicho internamiento vivió el aislamiento, el desencanto con las autoridades republicanas, la ceguera… Cuando fue liberado no paró de sufrir la persecución policial, ya que se le consideraba un “elemento incómodo”. La muerte de su anciana madre, Pura, lo sumió en una profunda depresión que agravó su ya debilitada salud física y mental.

Vive también la Segunda Guerra Mundial aunque muere en 1946 en el más completo anonimato. ¿Qué nos puedes contar sobre esta última etapa de su vida?


En el último año de su vida vagó de un lugar a otro de Francia (Lourdes, Libourne…) buscando la paz entre sus amigos y conocidos. Como otros tantos exiliados, contemplaba el fin de la guerra como la fecha definitiva para la caída del régimen franquista, pero no fue así. Murió en 1946, en una pequeña ceremonia donde los símbolos republicanos fueron su última compañía. Su tumba, por desgracia, aún no ha podido ser localizada. Con esta investigación queremos brindarle el homenaje que, esperemos, algún día le trasladen las instituciones democráticas españolas. No en vano su causa fue la de la libertad.

domingo, 13 de agosto de 2017

Reportaje sobre Castilla-.La Mancha en El Mundo, hoy



El anclaje cultural de sus comarcas contrasta con la desvertebración de una autonomía alumbrada en 1978. Hoy, es un nudo de comunicaciones y una potencia agrícola, pero también una de las regiones con menor renta.

Los cartelones de Castilla-La Mancha que lucen en todas las carreteras de Sigüenza y Jadraque, en el friso de las dos Castillas, han sido pintarrajeados para eliminar La Mancha y dejar sólo Castilla. También en estas veredas, la instalación de un rótulo en la A-2, en el límite entre Madrid y Castilla-La Mancha, con el eslogan Bienvenidos a la tierra del Quijote levantó sarpullidos. Sin embargo, en Campo de Criptana, a 350 kilómetros de la Sierra Norte de Guadalajara, todo rezuma un espíritu manchego y quijotesco. En las calles, en las tiendas de souvenirs, en los bares, en los molinos convertidos en un todo a cien para turistas asiáticos. Y hasta en el añil de sus fachadas frente al recio sillar de las casonas de piedra serranas. Esta dicotomía es la que configura la base de la personalidad de Castilla-La Mancha. Castellana es Guadalajara entera y parte de Toledo y Cuenca. Manchegas son Albacete, Ciudad Real y el sur conquense y toledano. Casi un millar de municipios en las cinco provincias. Apenas dos millones de habitantes en un territorio que supone más del 15% de la superficie española. Una región inventada al abrigo del Título VIII de la Constitución, cuando se puso en marcha el café para todos de las autonomías. Pero también un enclave incrustado en el sustrato del acervo español («hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor»).

Basta pasear por Zocodover, el centro neurálgico de Toledo, o por cualquier pueblo en fiestas para comprobar la apoteosis de la bandera de España. En Castilla-La Mancha la enseña nacional no sólo no se esconde, sino que se agita como parte de una identidad que en las llanuras manchegas se mezcla con un habla («moza, zagal, azaite, enantes, apechusque») exportada a todo el país gracias a Muchachada Nui y José Mota. Raúl del Pozo, conquense de Mariana, apostilla: «Castilla no es una región, sino un sueño, un lenguaje para toda la tierra». Los castellanomanchegos (89,2%) son, después de los extremeños y los madrileños, los ciudadanos del país que más se identifican con España, según diversas encuestas. El desapego por las instituciones de autogobierno es tal que en algunas provincias, cuando la gente acude a la sede del Gobierno autonómico no dice «tengo que ir a la Junta», sino que recurre a la metonimia: «Tengo que ir a Castilla-La Mancha». «Esta autonomía es una construcción política que sigue deshilachada. Se decidió desligar a Guadalajara de Madrid y a Albacete, de Murcia. La Universidad de Castilla-La Mancha no llega a toda la región porque el campus de Guadalajara pertenece a la Universidad de Alcalá. No hay una opinión pública fuerte y la televisión regional se dedica a la propaganda y al folclore», explica Isidro Sánchez, ex director del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.

A su juicio, ni durante la Transición existía una conciencia regional ni tampoco la hay ahora. «Los sectores conservadores, especialmente la Iglesia, han tenido siempre mucho peso, y José Bono se agarró a banderas medioambientales, como la defensa de las Hoces del Cabriel o Cabañeros, para utilizar el autonomismo de forma demagógica. Incluso la presencia del Quijote, que es apabullante, se enfoca de manera pueblerina: no interesa su dimensión internacional», añade Sánchez.Bono fue el icono político de Castilla-La Mancha durante tres décadas en las que ejerció de virrey. El PSOE ha gobernado esta región desde las primeras autonómicas en 1983, salvo la efímera legislatura de Cospedal y el breve lapso de preautonomía, cuando ejercieron de presidentes dos dirigentes de UCD: Antonio Fernández-Galiano y Gonzalo Payo. Éste último fue relevado por Jesús Fuentes, histórico militante del PSOE toledano. «La denominación condiciona la estructura política y territorial. La Mancha es la comarca que une a casi toda la región excepto a Guadalajara. Al final, Castilla-La Mancha nació por un acuerdo entre partidos», admite. «El PSOE identificó a Bono con Castilla-La Mancha, pero manteniendo el espíritu españolista. Aunque eso no signifique defender el centralismo». Alfonso González-Calero, hacedor de la cultura castellanomanchega desde la Biblioteca Regional y desde varios puestos institucionales, fundó Almud Ediciones, la única editorial privada de carácter regional: «Siempre he dicho que Castilla-La Mancha es autónoma pero no es comunidad. No tiene apenas rasgos de identidad comunes. No hay más que ver la españolidad, que anida en casi todos los habitantes de la región, y la falta de un sentimiento autonomista, aunque sí existe una fuerte personalidad cultural en las distintas comarcas que componen la región».

La Mancha, el Señorío molinés, la Manchuela, los Montes de Toledo,la Jara, el campo de Calatrava. «Tierras trágicas», en el decir de Unamuno. Topónimos que reverberan en el cimbreo universal del español. Cervantes creó la tradición: «Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento». El Arcipreste de Hita moldeó el medievo con su Libro de Buen Amor. Y Cela desbrozó una comarca, convertida luego en un paquete turístico. «La Alcarria es un hermoso país al que la gente no le da la gana de ir», pergeñó el Nóbel en su primer Viaje a la Alcarria (1948). Cuatro décadas después escribió un segundo, cuando ya le sobraban 40 años y 40 kilos, y entonces consignó que «a la gente ya le va dando la gana de ir». Ahora ya no hay dudas de ello. El turismo supone más del 11% del PIB de Castilla-La Mancha y se ha consolidado como uno de sus pulmones económicos. Pero el futuro se tambalea por un tejido productivo débil. La renta per cápita es la penúltima en la lista de comunidades autónomas. Los dos principales corredores industriales, dentro del radio de acción de Madrid, son los del Henares, en Guadalajara; y la Sagra, en Toledo. Talavera de la Reina, en cambio, languidece tras el crack de la construcción. Y en Cuenca se sigue debatiendo sobre la conveniencia del almacén nuclear.La agroalimentación tira del carro. El olor a taninos -y a queso de Albacete, y a miel de Peñalver, y a azafrán de Consuegra, y a ajos de Las Pedroñeras- impregna un terruño que produce el 50% de los vinos españoles.

La cooperativa Virgen de las Viñas se ubica en Tomelloso (Ciudad Real) y es, con 21.000 hectáreas, la más grande de Europa. Su presidente, Rafael Torres, refuta el tópico de la baja calidad de los tintos manchegos: «Se hace mucho vino porque hay un viñedo enorme. La vid es la esencia de esta tierra y nuestra producción tiene cada vez más prestigio, dentro y fuera del país». Pero no todo el monte es viticultura. Azorín pergeñó en Una hora de España que el sustento de la patria son los labradores: «No es grata la vida en el campo». El conquense José María Fresneda, secretario regional de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) e histórico del campo manchego, sostiene que «no se ha hecho pedagogía social. Nos caparon el debate y se centró sólo en la petición política para asumir competencias. No se ha hecho un trabajo para identificar a la persona con su territorio. De hecho, seguimos sin tener claro el concepto de región».Para el historiador guadalajareño Juan Pablo Calero, Castilla-La Mancha sigue siendo «una de las comunidades más desdibujadas del país y un territorio desconocido». Y añade: «hay dos regiones diferentes y a veces enfrentadas: una urbana, que engloba a Ciudad Real, las ciudades de Albacete y Talavera y los cinturones de Toledo y Guadalajara; y otra rural, apegada al pasado, donde aún tienen mucho peso las tradiciones y los convencionalismos».

El escritor Jesús del Campo anota en Castilla y otras islas: «Es como si aquí sonaran con otro timbre ecos graves de decadencia que se desparraman sobre el paisaje, y lo inundan de sombras crepusculares de espadachines vencidos». En la meseta sur, el sentimiento de agravio hacia el Estado no se vuelca tanto en la malla de comunicaciones -todas las capitales están comunicadas por AVE, aunque los trenes de media distancia palidecen-, como en dos cuestiones en las que esta tierra sigue sintiéndose como la criada de Madrid. Por un lado, la despoblación: según el INE, Castilla-La Mancha podría perder el 6,8% de su censo a lo largo de los próximos 15 años. Y en algunas comarcas, como la Serranía de Guadalajara o la Tierra de Molina, su densidad demográfica es inferior a la de Laponia. «Se han hecho muchas infraestructuras pero para pasar de largo, no para quedarse a vivir. Las zonas despobladas están estancadas o en regresión», puntualiza el escritor José Luis Muñoz, fundador de la editorial Olcades, de Cuenca. La otra herida por la que supura Castilla-La Mancha es el agua. La sangría del Tajo, maltratado por los trasvases y la sequía, ha secado los pantanos de la cabecera (Entrepeñas y Buendía), que apenas cubren el 11% de su capacidad; y ha laminado el río a su paso por Toledo y Talavera. Francisco Pérez Torrecilla, primer edil de Sacedón y presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, que agrupa a 22 pueblos en los que viven 9.000 vecinos, enfatiza: «Se llevan el agua que no sobra y encima nos tachan de insolidarios. Esto es lo que más quema». «La gestión del Tajo en el último medio siglo ha creado un desierto demográfico. Por eso hay tanta resignación, que luego se traduce en rabia», subraya Miguel Ángel Sánchez, portavoz de la Plataforma en Defensa del Tajo y el Alberche. Javier del Río, alcalde de la localidad de Pareja, sentencia: «Somos conformistas porque somos pocos habitantes y no se ven muchas salidas».

sábado, 12 de agosto de 2017

Los tres grupos de presión negacionista del cambio climático

Paul Krugman "El ‘eje del mal’ del cambio climático", en El País, 13-VIII-2017:

Los republicanos coinciden con Trump en querer destruir al planeta

“No es su imaginación: los veranos son más calurosos”. Eso decía recientemente un titular de The New York Times, resaltando un análisis estadístico década a década, efectuado por el experto climático James Hansen. “La mayoría de los veranos”, concluía el análisis, “son ahora calurosos o extremadamente calurosos en comparación con los de mediados del siglo XX”.

¿Y dice algo nuevo? A estas alturas, las pruebas de que se está produciendo un calentamiento del planeta causado por los humanos se vuelven cada vez más abrumadoras, y las creíbles hipótesis acerca del futuro –episodios climatológicos extremos, aumento del nivel del mar, sequías, etcétera– dan cada vez más miedo. En un mundo racional, la toma de medidas urgentes para limitar el cambio climático sería la prioridad política más acuciante para cualquier gobierno.

Pero, claro, el Gobierno estadounidense está ahora controlado por un partido en el que la negación del cambio climático –rechazar no solo las pruebas científicas sino también la evidente experiencia vivida y oponerse ferozmente a cualquier intento de ralentizar la tendencia– se ha convertido en sello distintivo de la identidad tribal.

Digámoslo así: los republicanos no parecen capaces de revocar la reforma sanitaria del presidente Obama, y las recriminaciones entre los líderes del Senado y el tuitero en jefe acaparan los titulares. Pero el Partido Republicano está completamente unido en este proyecto de destruir la civilización, y avanza satisfactoriamente hacia ese objetivo.

¿De dónde procede la negación del cambio climático?

Que quede claro que los expertos no siempre tienen razón: incluso un consenso científico abrumador ha resultado en ocasiones erróneo. Y si alguien ofrece una crítica de buena fe a las opiniones convencionales, haciendo un esfuerzo serio por llegar a la verdad, merece que se le escuche.

Pero lo que es evidente para cualquiera que siga el debate sobre el clima es que prácticamente ninguno de los escépticos intenta realmente llegar a la verdad. No soy científico del clima, pero sí reconozco los argumentos falsos, y no me viene a la mente ningún escéptico del cambio climático destacado que no dé sus razones claramente de mala fe.

Piensen, por ejemplo, en todos aquellos que aprovecharon el hecho de que 1998 fue un año inusualmente caluroso para afirmar que el calentamiento del planeta se paró hace 20 años, como si un día de mayo irrazonablemente caluroso probase que el verano es un mito. O en todos los que han utilizado citas de investigadores sobre el clima sacadas de contexto como prueba de que se trata de una enorme conspiración científica. O ya puestos, en quienes citan la “incertidumbre” como razón para no hacer nada, cuando debería ser evidente que los riesgos de que se produzca un cambio climático más rápido de lo esperado si hacemos demasiado poco superan a los riesgos de hacer demasiado si el cambio es más lento de lo previsto.

Pero ¿a qué se debe esta epidemia de mala fe? La respuesta, diría yo, es que hay de hecho tres grupos implicados, una especie de eje del mal climático.

En primer lugar, como es obvio, el sector de los combustibles fósiles –piensen en los hermanos Koch– movido por un interés económico evidente en seguir vendiendo energía sucia. Y la industria, siguiendo la misma senda bien trillada que otros grupos sectoriales emplearon para suscitar dudas acerca de los peligros del tabaco, de la lluvia ácida, del agujero de ozono y demás, ha bañado sistemáticamente en dinero a grupos de análisis y científicos dispuestos a sembrar dudas sobre el cambio climático. Si investigamos, descubriremos que muchos –quizá la mayoría– de los escritores que se proponen sembrar dudas sobre el calentamiento planetario han recibido fondos del sector de los combustibles fósiles.

Así y todo, los intereses mercenarios de las empresas de combustibles fósiles no son los únicos responsables. También está la ideología. Una parte influyente del espectro político estadounidense –piensen en las tribunas de opinión de The Wall Street Journal– se opone a cualquier forma de normativa económica estatal; es seguidor de la doctrina reaganiana de que el Estado siempre es el problema, nunca la solución.

Esas personas siempre han tenido un problema con la contaminación: cuando las acciones individuales no reglamentadas imponen costes a otros, es difícil ver cómo se puede evitar el apoyar alguna forma de intervención estatal. Y el cambio climático es la madre de todas las cuestiones de contaminación.

Algunos conservadores están dispuestos a afrontar esta realidad y apoyan una intervención para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero respetuosa con el mercado. Pero demasiados de ellos prefieren simplemente negar la existencia del problema: si los hechos entran en conflicto con su ideología, niegan los hechos.

Por último, hay unos cuantos intelectuales públicos –menos importantes que los plutócratas y los ideólogos, pero en mi opinión más bochornosos– que adoptan una pose de escepticismo frente al cambio climático por puro ego. En efecto, dicen: “¡Miradme! ¡Soy listo! ¡Me gusta llevar la contraria! ¡Os mostraré lo listo que soy negando el consenso científico!” Y por mera pose, están dispuestos a empujarnos más hacia la catástrofe.

Y esto me devuelve a la actual coyuntura política. Ahora mismo los progresistas se sienten mejor de lo que esperaban hace unos meses: Donald Trump y sus amigos-enemigos en el Congreso están logrando mucho menos de lo que esperaban, y de lo que sus adversarios temían. Pero eso no cambia el hecho de que el eje del mal climático ejerce ahora un firme control sobre la política estadounidense, y de que tal vez el mundo nunca logre recuperarse.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía.

© The New York Times Company, 2017.

Molina, el infiltrado

Molina, que se representa a sí mismo superordinariamente bien, ha consultado con lo que le hace de conciencia (que no con las bases, a las que solo acude para dirimir idioteces) y se ha elevado el sueldo actual y el futuro, siguiendo la costumbre del pepoe siguefranquista. Al menos los de Ciudadanos te lo dicen claro: "Si no nos corrompemos, que sea por sueldos que merezcan el gozo". Así que Molina es peor que un joseantoniano de Ciudadanos y no solo igual a un psetero o un pepillete. Es más, se ha creado un "puesto" poltrón caro e inútil para su mismismo donde podrá dedicarse todo el ratón a lamerse las prebendas y a regocijarse por su conseguido jubileo.

Y Molina, aunque se limpie el pompis diciendo que dona ese dinero a la caja común de Podemos, excusa a la que suelen agarrarse los que agarran, no es ya decente ni harina de este costal. En el futuro, si no lo echan, alegará su "experiencia" para seguir siendo caballero mangante. Ya es un infiltrado de la corrupción, un corrupto más, simplemente. Se comienza así y se termina limpiando discos duros. Bastaría que él, y otros como él, no hayan condenado la ya certificada dictadura de Venezuela, donde reina no la izquierda honesta que hay, por ejemplo, en el indio estado de Kerala, sino la corrupción y la venalidad, al igual que en España, donde todavía nos queda un resto de vergüenza hidalga que hay que cultivar como si nos fuera la vida en ello. Pero Molina y compañeros mangantes (por algo provienen de una institución antidemocrática como la universidad, que en el caso de España es doblemente antidemocrática por herencia otra vez heredada) tampoco gastan vergüenza, aunque sí nuestro dinero común. Ahora se lavarán la careta con otras cosas que hagan con nuestros dineros, pero también se apropiarán de un tanto por ciento variable, desde el tres por ciento nacionalista (que algunos llaman siete) al pitufeo y fraude generalizado y autopistas peperas o los cursos y asesorías y corruptelas y sueldazos del socialismo, así como cementos y bancarismos varios, en que participan y pecan todos.

Decía hace unas columnas que hay gente como Enric Marto, al que le gustaba hacerse pasar por prisionero en el campo de concentración de Mathausen, o como Tania Head, la cual se hizo pasar por víctima del 11 de septiembre, que son como una gran mayoría de políticos: infiltrados del propio provecho que se hacen pasar por aquellos que realmente han sufrido. Otros son, por ejemplo, Barreditas y Page, joyitas del socialdiseño pijo. Por no hablar de los que ni siquiera se toman la molestia y saquean simplemente, siguiendo la secular tradición del bandolerismo estatal español: Cospediosa y Rayer, por poner ejemplo de los que no dan ejemplo.

Habrá que ver si UP tiene mecanismos para regenerarse y para autolimpiarse democráticamente (o no, como siempre) de casos como estos que ya empiezan a ser generales o normas. Si no lo hacen, recibirán el castigo creciente de una deserción de gentes y de votos, como ya se ha empezado a ver con la dimisión reciente del Consejo Ciudadano de Podemos (de cuya noticia, por cierto, se han suprimido los nombres... Qué curioso ¿no?)

La ética y la justicia (que no la ley, que es algo diferente) tienen que ser lo primero, y aun lo único, en un partido que se diga heredero del 15-M. Ay, cuánto se echa de menos un Corbin en España.  

viernes, 11 de agosto de 2017

Paro e inteligencia artificial

Jorge G. García, "Futuro. “El MIT trabaja con escenarios de hasta un 80% de desempleo mundial” El País, 11-VIII-2017:

Amador Menéndez, investigador y divulgador científico analiza en ‘Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas’ las claves de la revolución tecnológica y los retos venideros para la humanidad

Amador Menéndez (San Pedro de Nora, Asturias; 1969) no entendería su vida sin la ciencia y la tecnología. Doctor en química, colabora con el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y ahora es investigador en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias, divulgador científico y amante de la energía solar como motor de la sostenibilidad de la Tierra. A todo esto se le suman sus dotes como escritor, con las que ganó el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2017 por el libro Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas. Menéndez es un entusiasta de lo disruptivo. De todo aquello que pueda transformar la sociedad tal y como la conocemos hoy en día. Hilvana un argumento tras otro, siempre tratando de que quien le escucha comprenda que no habla de ciencia ficción. “Hace ocho años mis amigos me miraban raro cuando les hablaba del coche autónomo… y fíjate ahora. Vivimos un siglo en el que el tiempo es exponencial y todo va a una velocidad de vértigo”, explica en esta entrevista telefónica.

¿Qué es lo más disruptivo que conoce?

De lo más disruptivo en tecnología es la biónica. Antiguamente, al amputar o perder un miembro se ponía una prótesis rígida, generalmente de cerámica. Ahora, puedes poner prótesis controladas con tu cerebro. Lo que era un sueño de ciencia ficción es una realidad.

¿Y cómo funcionan?

Al mover el brazo o la pierna, las órdenes viajan del cerebro a la prótesis. Se unen las extremidades con cables y por ahí viaja la información. Hugh Herr, un científico que perdió las piernas en la montaña, se las diseñó él mismo y fue el primero. Son inteligentes. Tienen hasta un mecanismo hidráulico para corregir la pisada cuando detectan irregularidades en el suelo. El salto es que hay directamente una comunicación entre el hombre y la máquina.

¿Cree que la inteligencia artificial va a sobrepasar al ser humano?

Hay escenarios futuristas, como Matrix o Terminator, en los que se nos muestra a un robot inteligente capaz de diseñar otras máquinas más inteligentes que al final digan que para qué quieren al ser humano. Incluso gurús como Stephen Hawking o Elon Musk lo defienden. Yo creo que esto no llegará.

Deep Blue ganó a Gary Kasparov…

Eso es cierto, pero ya hablamos de una inteligencia artificial estrecha. Una dedicada a un dominio específico como el de jugar al ajedrez. El coche autónomo de Google es lo mismo: solo sabe conducir. El sueño de la tecnología es crear una inteligencia artificial general, en la que un robot emule y supere al ser humano en cualquier actividad intelectual. De esto, sinceramente, estamos muy lejos. Habrá avances en la reducida, pero no tanto en la otra.

Cooperación entre máquinas y seres humanos

“El MIT trabaja con escenarios de hasta un 80% de desempleo mundial”

Ante el temor de que la inteligencia artificial extermine al ser humano, Amador Menéndez se muestra crítico y bastante escéptico. Bajo ningún pretexto considera que los robots vayan a apoderarse de la humanidad. No obstante, comparte la visión de que una superinteligencia, en la que interaccionen múltiples agentes, puede permitir que se desarrollen máquinas desconocidas hoy en día por la sociedad. Plantea el ejemplo de las hormigas. Tal y como explica, son seres mínimamente inteligentes, pero cuando funcionan como una colonia, sí lo son.

“Yo planteo que en esta era de la interconectividad, gracias en parte a Internet, podemos imaginar millones de seres humanos y máquinas trabajando juntos. De ahí podría emerger una superinteligencia, una inteligencia colectiva mucho mayor que la de humanos y máquinas”, concluye.

¿La robótica favorecerá el aumento del desempleo?

Creo que sí. En el MIT llegamos a trabajar con escenarios en los que valorábamos un 80% de desempleo mundial. El ser humano tendrá que desempeñar profesiones muy creativas. Al final, todo lo que sea un algoritmo, puede desempeñarlo una máquina. La creatividad es algo intrínseco al ser humano y eso los robots no lo tienen.

¿Y no se puede revertir ese escenario del 80% de parados?

Es una cuestión principalmente económica y política. Lo ideal sería disponer de una renta básica universal. Ante esta situación, parece que habrá poca gente trabajando y el resto tendrá que ganarse la vida aunque sea con un subsidio. La duda es de dónde se podrá sacar todo ese dinero para pagar la ayuda. Hemos vivido transiciones en la humanidad, como con la era industrial. Las máquinas nos desplazaron hacia lo intelectual y no tanto lo manual. En la cadena de valores ganamos. Si este cambio ahora es intelectual, como por ejemplo a la hora de conducir un coche, ¿hacia dónde nos podremos desplazar?

Trabaja en la creación de nanomateriales y dispositivos para mejorar la eficiencia de la energía solar. ¿Se desaprovecha el potencial que tiene?

El sol es una de las energías renovables más prometedoras. Con una hora de sol se podría abastecer a toda la humanidad durante un año si fuéramos capaces de captar toda la energía, sin dejar escapar un rayo. Hoy en día, solo representa el 1% del consumo energético mundial.

¿Se debe a razones tecnológicas o de otro tipo?

Hay un campo muy grande para los emprendedores en el sector de las energías verdes y la tecnología. Aún así, existen obstáculos políticos y económicos que impiden que penetren con fuerza en los diferentes países. El petróleo sigue estando a la cabeza y es una energía protegida.

¿Resulta muy complejo convertir las investigaciones científicas en un producto?

En Europa se habla del valle de la muerte porque siempre es complicado pasar de una investigación en un laboratorio o universidad al mercado. No lo hacemos bien. En la mayoría de casos, se quedan publicadas en un artículo y punto. Sería mejor fijarse en Estados Unidos. Allí lo hacen mucho mejor.

¿A qué se refiere con que lo hacen mucho mejor?

En el MIT me di cuenta de que es necesario apostar por proyectos de alto riesgo. Una empresa innovadora ha de tener este riesgo. En España se es más conservador y menos disruptivo. Al MIT llegó un chico joven un día que había creado un prototipo de electricidad inalámbrica y ahora su idea saldrá en breves al mercado. Esto es lo que genera valor añadido y lo que permitirá cambiar el mundo.

¿Existe una burbuja tecnológica?

La tecnología es fuente de poder y riqueza. Y también una fuente de oportunidades. Los modelos de negocio están cambiando radicalmente. La mayor empresa de coches, Uber, no los tiene en propiedad. La mayor tienda de productos, Alibaba, no tiene locales físicos. Ponen en contacto directamente a consumidores con proveedores. ¿Alguien pensaba que esto iba a ser así hace un siglo? Son nuevos modelos de negocio que ofrece el mundo digital y la tecnología.

Entrevista al psiquiatra Rojas Marcos

Íñigo Domínguez, “La felicidad en Europa está mal vista”. En El País, 11 de agosto de 2017:

El psiquiatra defiende que el optimismo es la mejor herramienta contra el discurso del miedo

No es fácil empezar a entrevistar a Luis Rojas Marcos (Sevilla, 1943), porque sobre todo le gusta escuchar y entrevista él al periodista, preocupándose por cómo le va la vida. Es un humanista, interesado en la felicidad de los demás, y optimista convencido. Psiquiatra de fama internacional y autor de numerosos libros, puso en marcha en Nueva York en 1987 una iniciativa revolucionaria, el proyecto Help. Fue el primer servicio para atender a personas que vivían en la calle con enfermedades mentales. Este plan, importado luego a muchas ciudades, ha cumplido 30 años, y la Fundación Mapfre le ha otorgado su premio a la mejor iniciativa en promoción de la salud. Ahora dirige una organización médica sin ánimo de lucro, con 3.500 facultativos, en 6 hospitales públicos y 10 cárceles.

Usted fue un inmigrante, ¿cómo lo recuerda?

La cuestión es si ahora, con los mensajes, puedes llegar a obsesionarte y no hablar con los demás

Yo quería salir de aquí, era un niño con problemas de inquietud, me metía en líos, el colegio me iba mal. Cuando terminé la carrera vino un médico americano. Allí buscaban médicos, y era un examen muy fácil. Me fui, sin saber dónde iba. Entré en un hospital en Long Island, yo no hablaba inglés, y la medicina que sabía era historia de la medicina, no había puesto una inyección en mi vida. Pensé que me echaban. Pero recuerdo el cambio: aquí hacer una pregunta te costaba la autoestima de un mes. Te decían: “qué chorrada de pregunta”. Allí podías preguntar la chorrada que quisieras, aprendí a preguntar. Era un estilo de aceptación. Estados Unidos te exigía, pero te aceptaba.

Eso parece que está cambiando con Trump.

Hay más intolerancia, pero allí las oportunidades te persiguen, te salen cosas, y eso todavía es así. La intolerancia va más dirigida a inmigrantes de formación menor. Pero si vienes de Europa o Asia, en mi campo, el médico, no hay problema de trabajo. Yo tengo ahora casi 100 vacantes.

¿Cómo ve el recorte de Trump del sistema sanitario?

El intento de Obama fue fundamental. La salud allí es una industria, no un derecho. En Nueva York es la que más empleo da, directa o indirectamente. Es uno de los problemas indiscutibles de Estados Unidos. Hay seguro para el pobre y los mayores de 65 años, y la obligación de atender a cualquier persona en urgencias. Por eso nadie se muere en la calle. Pero si tienes un problema diabético, te ingresan y luego solo tienes una semana de insulina. Luego es cara y te lo paga el seguro, si lo tienes. ¿Y por qué no cambiar a un seguro universal? Las farmacéuticas están en contra, el Estado no negocia con los laboratorios, es mercado libre. Los médicos ganan el doble o el triple que en Europa, no digamos la industria farmacéutica. Es un negocio que es difícil de cambiar. Nos preocupa Trump, claro.

Una pregunta frívola: ¿tiene una explicación psiquiátrica para Trump?

Hombre, hay que tener cuidado con esto. No tiene síntomas de enfermedad mental, depresión, no tiene nada. Ahora bien, se puede juzgar su personalidad: es impulsivo, no se apoya en el consejo de otros, no escucha, piensa que lo que él cree es lo correcto y es la verdad. Se considera a sí mismo un éxito. Sumas todo eso y ves lo que dice.

Ha trabajado mucho con inmigrantes. ¿Qué piensa de cómo se está portando Europa?

En los noventa me invitaron a visitar un hospital, asistí a una operación y recuerdo la visión de que cada uno era de una raza: la paciente era afroamericana, el cirujano era blanco, el anestesista era oriental, la enfermera era hispana… Toda una mezcla, pero estaban haciendo juntos una cosa, curar a esta señora. En Europa, que siempre ha tenido aceptación, tengo miedo de que se cree una tendencia al rechazo de otras culturas.

El miedo es una sensación cada vez más presente. A un atentado, al inmigrante, a lo que es malo para la salud… Usted es un gran defensor del optimismo. ¿Somos más asustadizos, nos falta contexto?

La felicidad en Europa está mal vista, como ingenuidad o ignorancia. En Estados Unidos, no: vas a una reunión, preguntas a alguien y dice que está feliz, tal cual. Aquí la cultura es la queja. Que no se nos note si somos optimistas o felices. Yo siempre hago un experimento en mis charlas, pregunto al público, no si son felices, sino si están satisfechos con la vida, no hoy, sino en general. De cero al diez. De media suele salir un siete, un ocho. Luego pregunto: ¿y al mundo qué le dais? Mucho menos, está muy mal. Pero es que yo voy a otros países, a ese mundo, y se dan un ocho, y a vosotros, un cuatro. El ser humano es optimista, tiene esperanza. Casi todos estamos programados para el optimismo. Las tasas de suicidio no aumentan, en Estados Unidos, en Europa, siempre es un 8 o 9 por 100.000.

También sostiene que hablar es bueno, alarga la vida, verbalizar lo que te pasa. ¿Es aplicable a las redes sociales? Hay más expresividad que nunca, aunque no es personal.

Es una revolución. Sabemos que hablar es bueno para el corazón, está estudiado, o hablar con uno mismo. Poner palabras a lo que sientes y decirlas, pero de verdad, moviendo la boca. La comunicación es siempre positiva, la cuestión es si ahora, con los mensajes, puedes llegar a obsesionarte y no hablar con los demás. Una adicción a una forma que en sí no es negativa. Es tentador demonizar las redes sociales, sobre todo quienes no las usan, pero no creo que sean negativas. Antes de darle un matiz destructivo, patológico, hay que esperar, porque no pasó así con la televisión, el teléfono, el ordenador…

Después de tanto tiempo fuera, ¿cómo ve España?

Muy bien. Me fui en 1968. Franco se muere y muchos pensaban que aquí acabábamos a tiros. Pero no. Fue un ejemplo inolvidable para mucha gente, no me imaginaba que España pudiera cambiar tanto, que se convirtiera en un país tan abierto, con una juventud tan tolerante, tan sana… No creo que en Europa haya un país mejor para vivir, pese a sus problemas. Tienes que ver a los españoles que salen fuera. Una vez me invitó el cónsul de Nueva York, que había reunido a los españoles censados en investigación. Pensé que serían 20, ¡y eran 500! Chicos y chicas geniales.

Cuanto más conozco a los hombres.

Hace tiempo que escribí que aquello de que "cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro" no era misantropía, sino bestialismo. Pues bien, acabo de leer que en Marruecos quince menores han contraído la rabia por practicar sexo con una burra

El hecho resulta tanto más repelente cuanto que ha sido protagonizado por menores. El animal fue sacrificado.

Cuanto más conozco a los hombres más ganas tengo de no ser nada.

Un conseguidor del corrupto Francisco Franco

Manuel Morales, "Rescatado de la basura el archivo de un testaferro de Franco", en El País, 11-VIII-2017:

Hallados en un contenedor de obra unos 20.000 documentos del abogado y notario Luis Gómez Sanz

Dentro de un contenedor de obra, en la céntrica calle de Serrano, en Madrid, a punto de desaparecer quizás para siempre, estaban tirados miles de documentos que, una vez estudiados ayudarán a desentrañar los manejos de un personaje del franquismo poco conocido. Parte del archivo de Luis Gómez Sanz (1913-1972), abogado nacido en Salamanca que trabajó para Franco, fue rescatado el pasado 20 de julio por José María Uría Fernández, coordinador del Centro Documental de la Fundación Anastasio de Gracia (Agfitel), vinculada al sindicato UGT.

"Estaba paseando y vi en un contenedor muchos papeles. El portero de la finca me dijo que eran de un piso que estaba en obras por una ampliación y que había más material que se habían llevado unos traperos para venderlo al peso", dice Uría Fernández a EL PAÍS. Cuando en la sede de la fundación comenzaron a ordenar lo rescatado se les alegraron los ojos. "Son unos 20.000 documentos y 74 libros. Todo lo pondremos más adelante a disposición de los investigadores a través del recién creado Fondo Luis Gómez Sanz", añade Uría. Entre las publicaciones literarias y jurídicas que guardaba Gómez Sanz sobresale una edición de 1749 de Diálogos, del humanista y filósofo Juan Luis Vives.

Gómez Sanz fue un notario, abogado del Estado, fiscal, fundador de la editorial Derecho Financiero y secretario del consejo de administración de Patrimonio Nacional durante la presidencia del Gobierno de Luis Carrero Blanco, informa Agfitel. Como recordó una esquela en el diario Abc en el primer aniversario de su muerte, falleció el 23 de julio de 1972, con 58 años. En el anuncio se informaba de la celebración en Madrid, Guipúzcoa y Vizcaya de "diversos sufragios aplicados por el eterno descanso de su alma".

El periodista y escritor Mariano Sánchez Soler, autor del libro Ricos por la guerra de España (editorial Raíces), sobre la oligarquía franquista, asegura que Gómez Sanz "estuvo vinculado al valenciano José María Sanchiz Sancho, secretario particular de Franco". Sanchiz Sancho estaba casado con Enriqueta Bordiu, tía del marqués de Villaverde, el esposo de la hija de Franco. Sanchiz Sancho y Gómez Sanz "actuaban de testaferros" para crear sociedades pantalla que "figuraban como propietarias de, por ejemplo, fincas, compradas por los Franco, como la de Valdefuentes, en Arroyomolinos (Madrid), pero de las que no aparecía su nombre como dueños". Gómez Sanz "estuvo en momentos cruciales en el núcleo alrededor de la familia del dictador".

"Era un conseguidor jurídico, alguien muy importante para las familias que mandaban en el franquismo", señala la historiadora y archivera María José Turrión. "Está presente en todas esas corrupciones en torno a Franco, pero permaneció en la sombra. Es poco conocido porque apenas hay algo de documentación de él en el Palacio Real y en la Fundación Franco”, añade.

La fundación Agfitel ha clasificado en cinco bloques el material, depositado en 25 cajas de archivo, gracias a que el propio abogado "lo tenía bastante bien organizado", explica Uría. El primero es "Clientes del despacho", que incluye documentos relacionados con empresas "que ayudarán a saber cómo se formaron y evolucionaron", y personajes como el nazi Christoph Fiessler, "un destacado espía que se refugió en España tras la Segunda Guerra Mundial". En una carta del 6 de junio de 1957, Fiessler escribe a su "querido amigo" porque no va a poder acudir a una citación  judicial, pero que irán en su representación otras personas. También asoma en la documentación el príncipe vienés Pablo Metternich y Silva, con un borrador manuscrito de su solicitud de nacionalización como español dirigida a Franco, en 1947.

"Recomendaciones" incluye papeles con los muchos favores que le pedían a Gómez Sanz por sus contactos en las altas esferas. Hay unos 200 documentos de los 1.200 consignados: dar testimonio favorable de un opositor a notarías, o mediar ante empresas, como la de automoción Barreiros, para que la lista de espera de los coches Dodge se acelerase. Más modesta fue la solicitud de una mujer de Cáceres que, tras haber hablado con la madre del abogado, le requiere que medie para una plaza de maestra que no ha podido conseguir. La mujer asegura estar dispuesta a hacer a Gómez Sanz un regalo de hasta 25.000 pesetas de la época si le ayuda.

"Abogacía del Estado" y "Procesos Judiciales" son otros apartados de este archivo. Por último, en el bloque "Particular" llaman la atención dos retratos de la boda de los padres de Gómez Sanz, realizados por el prestigioso fotógrafo salmantino Venancio Gombau, el que tomó la histórica foto de Miguel de Unamuno saliendo del Paraninfo de la Universidad de Salamanca, de la que era rector, el 12 de octubre de 1936, rodeado de falangistas con el brazo en alto. De la esposa de Gómez Sanz, María Aurelia Múgica, licenciada en Derecho, se han recuperado sus ejercicios manuscritos para acceder al título de maestra, fechados en 1928. Múgica falleció el 20 de mayo de 1997, como señaló otra esquela en el Abc. Y como curiosidad, hay papeles sobre cómo quería Gómez Sanz que unos arquitectos reformases su biblioteca, para que se pareciese a la de Felipe II en el Escorial. Otra reforma es la que ahora ha sacado a la luz el archivo personal de este oscuro conseguidor de Franco.

Preguntas trampa de entrevistas de trabajo

Jesús de las Casas, "Las 10 preguntas que le sacarán de quicio en una entrevista de trabajo. ¿Tiene una entrevista de trabajo? Vaya pesando el Empire State", El Mundo, 10-VIII-2017:

Superar una entrevista cara a cara es un requisito imprescindible para ser contratado y, para conseguirlo, se debe responder con nota a cuestiones que pretenden poner contra las cuerdas al candidato.

Las empresas buscan profesionales asertivos, que sean capaces de mantener la compostura bajo presión y con habilidad para trabajar en equipo. Por ese motivo es muy habitual que, en los procesos de selección, los reclutadores traten de someter a situaciones incómodas a los candidatos para probar sus aptitudes.

Las preguntas que pueden resultar más difíciles de contestar son aquellas que exigen al profesional rebuscar en su pasado, hablar de sus errores con franqueza y revelar aspectos personales. Además, muchas compañías acostumbran a introducir cuestiones aparentemente sin sentido, para comprobar la reacción de los candidatos ante una situación inesperada.

Las más complicadas:
1. ¿Cuáles son sus debilidades?

A nadie le gusta reconocer sus defectos, pero negarlos es un error. La mejor forma de responder es centrarse en una de las debilidades de menor importancia, que no interfiera demasiado en la capacidad para hacer el trabajo. Es importante mostrar autocrítica y conocimiento de uno mismo, por lo que otra buena opción es hablar de aspectos que antes eran puntos débiles pero en los que se ha trabajado para mejorar.

2. ¿Por qué dejó su anterior trabajo?

En este caso, hay que tener especial cuidado a la hora de contestar. Sean cuales sean las razones para abandonar ese empleo, nunca se debe hablar mal de otro jefe u otra empresa porque da una impresión de deslealtad y poca profesionalidad. La clave es centrarse en el futuro, mostrándose optimista y ambicioso de cara a los retos del futuro.

3. ¿Por qué le interesa este puesto?

Aquí entra en juego el trabajo de preparación previo a la entrevista. Conocer la cultura y actividad de la empresa es básico para responder bien a esta cuestión, para encajar las habilidades y la experiencia que se tiene, además de ser honesto con las propias motivaciones.

4. ¿Por qué deberíamos contratarle?

Lo más importante es centrarse en lo que uno puede aportar a la empresa y no al revés. Es una buena oportunidad para mencionar las propias cualidades y destacarlas como razones convincentes para ser contratado.

5. ¿Cuál es su mayor fracaso profesional?

La forma más recomendable de enfrentarse a esta pregunta no es tratar de esquivarla, sino elegir una situación negativa real, evitar un exceso de dramatismo y, sobre todo, enfocarse en el aprendizaje que se obtuvo de esa experiencia.

Las más desconcertantes:
1. ¿Se considera cazador o recolector?

Esencialmente, se trata de una cuestión que busca evaluar el nivel de liderazgo del profesional. Ha sido introducida por Dell en sus procesos de selección.

2. ¿Qué tres cosas llevaría a una isla desierta?

Esta pregunta, planteada por Yahoo, no tiene una respuesta correcta o incorrecta. Algunas empresas prefieren el pragmatismo, pero otras quizá busquen a profesionales con un perfil más creativo y que piensen de forma diferente.

3. ¿Qué haría si fuese uno de los supervivientes de un accidente de avión?

Planteada por AirBnb, sirve para comprobar cómo piensa un candidato en situaciones de emergencia. Las posibles réplicas van desde buscar al resto de pasajeros, en referencia al trabajo en equipo, o registrar la zona para hallar recursos.

4. ¿Cómo descargaría un 747 lleno de caramelos?

La respuesta no es sencilla ni inmediata. El objetivo es calibrar la capacidad de gestión del aspirante, que puede aprovechar para interesarse por el presupuesto, la maquinaria a disposición, etcétera.

5. ¿Cómo metería a una jirafa en una nevera?

Evalúa la habilidad para cambiar de contexto y examinar las opciones con creatividad. Se debe tener en cuenta que influyen aspectos como el tamaño de la nevera o el estado del animal.

jueves, 10 de agosto de 2017

Entrevista al juez de menores Emilio Calatayud, de Ciudad Real

Helena de la Casa Huertas, "El Juez Calatayud: «De un niño dictador, que hace lo que le da la gana, a los malos tratos hay un paso» El magistrado de menores de Granada comenta sus preocupaciones y la evolución de los delitos en los jóvenes a raíz de las nuevas tecnologías a ABC, en Abc, 9-VIII-2017:

Lo primero que hace el popular Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud nada más llegar a los juzgados es sentarse durante unos minutos en su despacho para reflexionar antes de empezar la jornada laboral. Una pequeña habitación llena de regalos de los niños del Centro de Menores «Tierras de Oria».

Calatayud es conocido por sus sentencias ejemplares a los menores de edad. Sus preferidas: obligar a aprobar la ESO y a aprender a leer, puesto que afirma que hay «mucho analfabeto». Sus 37 años de experencia le permiten saber los perfiles más frecuentes de los niños que comenten delitos aunque confiesa que, con la aparición de las nuevas tecnologías, están cambiando.

El ciudadrealeño, uno de los jueces más mediáticos de la justicia española, habla con ABC de su trayectoria profesional, de sus preocupaciones y de la evolución de los infracciones de los jóvenes.

¿Alguna vez le han llegado a su WhatsApp sus propios vídeos?

Sí, sí me han llegado vídeos, me hacen gracia porque son trozos de conferencias que la gente graba y luego los cuelga en la red. La verdad es que es una satisfacción que la gente los vea, pero como son charlas que vengo haciendo hace mucho tiempo, me sorprende la repercusión que tienen. Yo soy el primer sorprendido del éxito de esos WhatsApp.

¿Cómo quiere ser recordado?

Me gustaría que me recordasen como un buen padre, un buen amigo y como juez, que hizo lo que pudo para hacer su trabajo lo mejor que supo. Creo que hay ser buena persona tanto en el ámbito personal como profesional. No estaría mal: Hizo lo que pudo.

¿Le gustaría que siguieran su legado?

Yo no tengo legado, yo aplico la ley, hay muchos jueces que hacen exactamente lo mismo que yo, lo que pasa es que a veces les da miedo a hablar y yo cometí la ventaja o el inconveniente de hablar en su día y entonces han creado un personaje. Yo soy un producto de los medios. Cometí la imprudencia de hablar en un momento dado y han creado un personaje.
¿Ahora se arrepiente?

No, a lo mejor fue una equivocación pero no me arrepiento, a lo hecho pecho. En aquella época era conveniente decir en qué consistía la nueva justicia de menores, cómo funcionaba, quiénes éramos y ahora mismo se conoce gracias a esa época y me tocó a mí como podría haberle tocado a otro compañero.

¿En sus vacaciones ha recibido llamadas para seguir algún caso o aconsejar a algún joven?

El teléfono personal no lo doy pero cuando voy andando por algún lado se me suelen acercar. Ahora que he estado en Capileira (Alpujarra), algún padre o chaval que me ha visto ha venido a hablar conmigo. Por suerte o por desgracia con el Whatsapp me conoce mucha gente y se acercan si tienen alguna duda. Para mí es una satisfacción, mi trabajo es juez y lo comprendo. Procuro ir por sitios que más o menos estén tranquilos.

¿Cuáles son las consultas más frecuentes?

Qué puedo hacer con mi hijo, qué a haría con tal tema, o mi hijo está fumando porros o está abandonando la escuela, las malas compañías… Lo típico.

¿Cuál fue su primera sentencia?

El primer caso gordo que tuve fue en el año 1988, no había juicios ni nada, fueron dos hermanos, tenían 12 y 14 años, que mataron a su padre y lo emparedaron. Nos dimos cuenta que lo habían matado al cabo de los meses porque hicieron mal el tabique y en verano no veas cómo olía la vivienda, por eso nos dimos cuenta. Te impresiona cuando los autores tienen esa edad y a partir de entonces ya vi de todo. Ya he celebrado 36 o 37 juicios de asesinatos u homicidios de menores y he visto todo. Lo más desagradable es cuando las víctimas son pequeñas.

Ese fue el primer juicio gordo y de las primeras sentencias que dicté duras, claro era una privación de libertad gorda para esos dos chavales. En aquella época era internamiento y no había más, porque estaban empezando a funcionar los centros de internamiento con arreglo a la nueva ley, entonces después esa gente salió para adelante. Hace mucho que ya no sé nada de ellos.

¿Por qué pensó en esa opción en vez de las tradicionales sanciones?

La primera sentencia que puse fue en el año 1989-90 a un chaval que en un control de alcoholemia a la salida de una discoteca y lo pillaron. Este chaval no tuvo ningún accidente ni nada y cometió un delito de seguridad de tráfico, entonces yo pensé que mejor que encerrarlo, era que viese las consecuencias de conducir un ciclomotor bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Hablé con el Hospital de Traumatología para ver si podía enviar a chavales allí y lo mandé. Aunque lo primero que hice fue llamar a la Guardia Civil para decirles que me parecía muy bien que hiciesen controles pero lo que tenían que haber hecho era denunciar a la discoteca por vender alcohol a menores, que este menor iba a pagar pero ellos también.

En otro caso, hablé con un panadero amigo mío para que un chaval hiciese servicio de la comunidad en la panadería porque antes no había convenios, era por favores personales. Y el más conocido fue el de un chaval que mandé a aprender a leer, lo tenía encerrado pero era muy listo, muy listo, así que le dije que «en cuanto aprendas a leer y a escribir te suelto». Al mes salió.
El chaval era un fenómeno en robar en el Centro Comercial Continente los aparatos de vídeos que eran muy grandes y estando allí, me dijo una cosa que siempre me marcó: «Don Emilio por qué no me condena a aprender a leer, sé que voy a terminar en prisión y si usted me condena a leer y escribir me va a abrir una ventana a la libertad». Entonces siempre que puedo y me entero que un chaval no sabe leer, escribir o no tiene la ESO, lo condeno a que aprendan porque es verdad que la educación y la cultura abren una ventana a la libertad y a la felicidad.

En aquella época y lo sigo diciendo, entendía que había muchas formas de reparar el delito sin necesidad de la privación de libertad, en función del delito y circunstancias de cada uno de los chavales pues había que buscar evitar el internamiento si era lo mejor. Entonces empecé a poner medidas de esas, al principio no había nada y hablé con amigos, profesionales, poquito a poquito hasta que participó la administración y el ayuntamiento, así empezamos.

¿Cree que existe un problema de analfabetismo entre los jóvenes?

Hay mucho analfabeto y es la sentencia que más me duele poner, es obligar a un chaval a sacarse la ESO cuando estamos en un país en el que ese nivel de estudios es obligatorio. Es una vergüenza que los chavales abandonen la escuela con 14, 15 y 16 años y es una vergüenza que se aprueben los cursos por ministerio de la ley. Yo compruebo todos los días que hay mucho analfabeto y muchos que saben juntar las letras pero no saben lo que significan las letras juntas. Es una pena. Y me da pena que se aprueben los cursos por ley sin tener una formación. No comprendo cómo los políticos no se hacen un pacto por una ley educativa que dure una generación y no una legislatura, y que la misma se premie el esfuerzo y el trabajo duro.

¿Por qué existe este problema?

Los padres no tienen autoridad, se ha banalizado todo y no existe voluntad política de fomentar el esfuerzo, aquí se no están igualando por la ley del mínimo esfuerzo y no, nos hemos equivocado a nivel político.

¿Cree que sus sentencias rehabilitan de verdad a los jóvenes?

Hombre, se les da una oportunidad. El debate de la reinserción es que no puede haber ningún menor que pase por la justicia de menores y diga que no se le ha dado la posibilidad, otra cosa es que no la aproveche. Pero la verdad es que sale mucha gente para adelante porque le ley funciona y por una razón muy sencilla, el 80% de los chavales que nosotros juzgamos cometen delitos pero no son delincuentes. Todos hemos cometido tonterías, lo que pasa es que hoy en día todo son delitos.
De modo que ese 80% de los chavales nosotros lo único que hacemos es acompañarlos a madurar, la vida delictiva de un individuo comienza a los 12 años o 13, sube hasta los 18-20 y luego baja, entonces lo que hacemos es ayudarlos a madurar. Ese 80% de chavales salen para adelante. Luego tenemos un 10% que es carne de cañón, influye donde han nacido, circunstancias, genética o quiénes son tus padres. Y otro 10 por ciento que es trabajable y que depende del momento, la mitad sale para adelante.

Estamos evitando que el 85% de chavales que pasan por la justicia de menores acaben en la justicia de mayores. Son buena gente, cometen equivocaciones pero ya está. La diferencia es que muchos las cometemos pero no nos han pillado.

¿Quién comete un delito es un delincuente?

No, quien comete un delito o dos no es un delincuente. Gracias a Dios cometen equivocaciones que tienen perfil de delito pero no lo son. Ahora, eso sí, hay un 10% que tiene perfil de delincuente y son carne de cañón. Hay chavales que los ves y dices con este no hay nada que hacer. Es una pena pero así está el sistema.

¿Cuál es el caso del que se siente más orgulloso?

Muchos, normalmente son chavales que con el tiempo te saludan y te dan las gracias por haberlos condenado e incluso encerrado. Lo que más me satisface es cuando la condena es hacer la ESO y la aprueban, e incluso hacen una carrera o módulo de formación profesional y están trabajando.

Hace unos meses me encontré con un joven de unos treinta años que me paró por la calle. Lo condené a hacer una redacción de unos doscientos folios por las dos caras a mano porque llevaba varios robos y me dijo: «¿no se acuerda de mí? usted me condenó». Así que le pregunté cómo le iba y ahora es bombero. Que la gente te salude por la calle al cabo de los años es una satisfacción muy grande.

Desde sus inicios ¿ha observado una evolución en los delitos de los jóvenes?

Antes cuando yo empecé en el año 1987-1988 me llegaban muchos chavales de clase marginal y ahora gracias a Dios se han equiparado las clases sociales. En función del delito tenemos un perfil. Por ejemplo:

- Casos de maltratos de hijos a los padres: clase media-alta

- Ciberacoso: clase media-alta

- Acoso sexual: de todo tipo

- Robos: de todo tipo

Ya no hay distinción de clases sociales, aunque hay más casos de chicos 75% frente a chicas, el 25%, pero en violencia familiar y acoso escolar se equiparan. Eso sí, es verdad que la niña que sale dura, aunque es menos frecuente, es muy dura. Pata negra, eh porque son mucho más listas.

Las nuevas tecnologías están variando el perfil de los chavales, existe mucha incultura. Saben manejar los móviles pero no son conscientes de que al publicar una foto o un insulto, las consecuencias son muchísimo mayores a que cuando tú le dices a una persona que es un tal, que queda entre él y tú o un grupo de personas. Ahora queda entre 15.000 o 20.000 personas y los daños morales son tremendos.

¿Está empeorando esta situación?

La cosa va a peor porque, además, hay un tema que me preocupa mucho, la adicción a las nuevas tecnologías. Mayores y menores están muy enganchados al móvil, tablet, etc.. yo por ejemplo estoy llamando la atención a amigos míos. Yo soy fumador y nunca se me ha ocurrido darle a mi hijo un cigarro cuando tenía un año o dos años y estoy harto de ver a padres que están tomando una cerveza y para que el niño no les dé el coñazo les suelta un móvil o una tablet para que jueguen. Es lo mismo que si le das un cigarro y eso nos está creando muchos problemas de adicción al móvil y eso conlleva consigo consecuencia delictivas y de salud mental.

¿Cómo son los primeros indicios de un hijo maltratador?

Todo es cuestión de educación y respecto, cuando una criatura con 8 o 9 años empieza en la casa a hacer lo que le da la gana y si no lo consigue, empieza a dar golpes o gritar, ese niño al final si los padres no lo paran se puede convertir en un niño dictador, en el sheriff de la casa. De ahí a malos tratos hay un paso muy corto. Hay que volver al principio de autoridad de los padres y sobre todo el respecto.

¿Cómo afecta la separación de los padres a la actitud de los menores?

A veces los chavales lo pasan mal, incluso tienen comportamientos delictivos para llamar la atención sobre el matrimonio. Lo que sí se nota mucho es tanto la manipulación de los chavales como la manipulación de los cónyuges con el chaval para hacer la puñeta al otro cónyuge. Lo pasan mal y a veces tiene consecuencias, en ocasiones tenemos que quitarlos de en medio porque están con: «ahora estoy con mamá, porque me conviene ahora me voy con papá», y tenemos que meterlos en internados o pisos de convivencia. Lo triste es que no somos capaces todavía por mucha democracia de llevar separaciones amistosas.

Hemos notado que padre maltratador de su mujer que se separa, es frecuente que los chicos copien el comportamiento hacia la madre y su pareja. Estamos teniendo problemas entre parejillas de jóvenes, es problema de educación, son auténticos maltratadores por ambos lados. Han aumentado las denuncias. Las cuestiones de las parejas que hoy se quieren, luego se pegan, luego se acuestan, vuelven a odiarse, cuelgan fotos para hacerle la puñeta a la novia, hay mucho.

¿Hasta cuándo los hijos deben obedecer a sus padres?

Hasta que se mueran. No hay que obedecer, pero respetar siempre. Un padre educa hasta el mismo día que se muere. Siempre vas a querer más y respetar más a tus padres cuando eres padre, entonces se valora lo que han hecho aunque se hayan equivocado. El cariño hacia los padres va en aumento. Hay que respetarlos y seguir sus consejos, al menos pensarlos.

¿Hasta cuándo y en qué circunstancias cree que los padres deben mantener a los hijos?

Hasta que estén en condiciones de ser independientes pero siempre dentro de unos límites, es decir, no soy partidario del ni ni. Si yo tengo un chaval que se está esforzando, que está buscando trabajo, está estudiando, etc me parece muy bien que esté conmigo; pero ahora el tío que tiene su trabajo y está viviendo a mi costa no. O el tío que va a cenar y no quiere estudiar ni buscar trabajo y está viviendo a mi costa no. El sentido común.

¿Un joven de 18 años hoy día se puede considerar que realmente es adulto?

Son muy inmaduros pero la ley es la ley y dice que es mayor de edad a los 18 años. Entonces son mayores de edad para lo bueno y para lo malo, así que les digo tú mismo, tú verás. Objetivamente son más niños que hace unos años pero hay que poner unos límites. Son más inmaduros que antes porque no se han educado en responsabilidad. Ahora mismo son más guapos, más altos, pero más inmaduros, porque no se les ha dado las responsabilidades. Con 18 son niños todavía.

¿Qué opina cuando ve a un grupo de jóvenes sentados y cada uno está utilizando sus respectivos móviles?

No están disfrutando de la reunión, están con otros colegas. Son tontos cada cosa tiene su momento. Ya empieza a existir hoteles que prohíben el uso de los móviles, gracias a Dios. Hay que disfrutar del momento.

A pesar de los años, el Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, sigue manteniendo su actitud de bonachón, dicharachero, campechano y cercano. Así es el uno de los magistrados más mediáticos de la justicia española.

Pasa los días en su pequeño despacho, en el que guarda como si fuera un tesoro todos los regalos que le hacen cada año los niños del Centro de Menores «Tierras de Oria», coincidiendo con el día de su cumpleaños y con la celebración de la lotería de Navidad. Un busto de él mismo hecho de cerámica, es uno de los presentes que más relucen en su particular morada. Este es el lugar al que acude cada mañana y en el que se toma unos minutos de reflexión antes de empezar su jornada laboral y condenar a los menores con sus sentencias ejemplares. La que más le gusta: obligar a los menores a sacarse la ESO. Una imagen que es recordada a todos los que recorren los pasillos del juzgado antes de encontrarse con la puerta del magistrado. Dos carocas, unas caricaturas populares que se exhiben durante la Feria de Corpus de Granada, en las que aparece el juez con unos divertidos mensajes aludiendo a sus sentencias mientras corta el pelo a uno de los menores o les enseña a aprender a leer.

Calatayud, el cuarto de siete hermanos, nació en Ciudad Real en 1955 y fue un «chico muy normal que hacía las gamberradas propias de la edad y mal estudiante». Su paso por el colegio no fue muy alentador, suspendió ocho en quinto de Bachillerato y su padre lo envío con 13 años al internado de San José de Campillos (Málaga). Dos meses «muy duros» en los que solamente vio el sol, una hora y media en todo el verano porque eran las fiestas del pueblo. Lo único que hacía allí: «estudiar y fumar a escondidas». Una táctica de su padre que le valió para aprobar en septiembre.

Una alegría que solamente duró unos meses pues al curso siguiente volvió a suspender cuatro. Momento en el que su padre le hizo la pregunta definitiva. «Estudias o trabajas, tú verás». Desde entonces, decidió que su objetivo era «hacer unas oposiciones para tener un sueldo fijo» y así lo hizo, aunque asegura que nunca ha sido «un buen estudiante», pero se ha juntado con «buena gente». Estudió ICADE, una carrera que combinaba derecho y empresariales, pero no sabía a lo que quería dedicarse, «la vocación es para los frailes». Al final tras ejercer en Canarias y Granada, se especializó como juez de menores.

Una trayectoria que gracias a sus 37 años de experiencia, sus sentencias rehabilitadoras y sus ocho publicaciones, le han llevado a convertirse en unos de los jueces más conocidos.