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jueves, 1 de febrero de 2018

La disciplina mejora los resultados mejor que la ratio por aula

I

OLGA R. SANMARTÍN 1 FEB. 2018 11:15

Éstos son los retos de la educación en España

Ni el tamaño de la clase, ni el número de ordenadores por aula, ni siquiera las actividades extraescolares influyen en la mejora de los resultados de los alumnos españoles en desventaja socioeconómica. A cambio afecta -y en muy elevada proporción- el clima de disciplina que se alcanza en el aula. Lo dice un estudio que ha publicado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a partir de los datos del último informe PISA.La investigación, a la que ha tenido acceso EL MUNDO, partía del hecho de que los estudiantes de las familias más pobres tienden a obtener muy bajos resultados en las pruebas de Matemáticas, Comprensión Lectora y Ciencias que se realizan a los alumnos de 15 años de 70 países. ¿Qué factores les ayudarían a sacar notas más elevadas?La OCDE ha observado que muchos países -entre ellos España- han mejorado sus resultados en la última década. La proporción de estudiantes españoles en desventaja socioeconómica que han desafiado a su destino y, a pesar de todas las dificultades, han alcanzado el nivel 3 (el intermedio) en PISA ha subido del 17% registrado en 2006 a un 25% en 2015. Incrementos muy grandes se han registrado también en Alemania, Portugal o Japón. Este tipo de alumnado prolifera, según el ránking de la OCDE, en los países asiáticos y Canadá, pero escasea en Turquía, México o Chile. ¿Por qué?Los investigadores han hallado que el 30% de la mejora de estos resultados se explica por un buen clima disciplinario. Estos alumnos a los que llama «resilientes» «acuden a escuelas con un clima escolar positivo donde los estudiantes y profesores trabajan juntos en un entorno ordenado donde no se llega tarde ni se falta a clase». A cambio, los recursos materiales sólo explican un 10% de la variación, según detalla el analista de la OCDE Francesco Avvisati, uno de los autores del estudio.
Ni el tamaño del aula ni las extraescolares influyen en el éxito escolar
En España, añade, no se ha encontrado correlación entre el tamaño del aula y los resultados obtenidos. Tampoco afectan las extraescolares impartidas ni la cantidad de ordenadores que se pongan en clase. Si influyen, para bien, que los profesores no sean interinos y tengan un proyecto continuado en la escuela y que los directores tengan capacidad de liderazgo. ¿Por qué los estudiantes españoles más necesitados han mejorado tanto? Avvisati responde que «el número de alumnos que han perdido días de clase o han llegado tarde se ha reducido de forma significativa entre 2012 y 2015».«Cuando hay poca disciplina en el aula y los profesores no tienen suficientes habilidades para gestionarlo, los estudiantes pierden las oportunidades de aprendizaje que necesitan. De cada hora de clase, por ejemplo, sólo una fracción de tiempo es dedicada realmente al aprendizaje. Después de unos años, esas diferencias pueden crear una brecha sustancial entre los estudiantes. Los alumnos en desventaja no tienen recursos para compensar esta pérdida», explica Avvisati.Las conclusiones de la OCDE van en la misma línea de un estudio publicado recientemente por Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, que dice que el esfuerzo, la autodisciplina o el autocontrol son las claves del éxito. López Rupérez recuerda el trabajo realizado por Aletta Grisay en 64 escuelas de Bélgica en el que se constató que el alumnado en desventaja social obtenía buenas notas sobre todo en los centros que actuaban «con mano de hierro en guante de seda», con profesores exigentes en sus expectativas. «Esos niños que, por sus circunstancias familiares, son los que más necesitan de la escuela, no pueden ser abandonados por la institución a sus propias posibilidades. Necesitan ser guiados, encuadrados, controlados firmemente en su trabajo escolar».Se pierde el 20% de la clase poniendo ordenLos profesores españoles de Secundaria aseguran que pierden más del 20% del tiempo de cada sesión tratando de poner orden en el aula. Los alumnos no atienden a sus indicaciones. Hay ruido y falta de orden. Los estudiantes no pueden trabajar bien y no se ponen a la tarea hasta 10 minutos después de comenzada la clase, que ahora dura sólo 45 minutos.Éste es uno de los grandes problemas de la escuela española, más allá del debate sobre la Religión o la titularidad de los centros educativos. En la media de otros países el caos y la falta de atención son menores, aunque también preocupantes: el 13% del tiempo de clase se malgasta intentando que los alumnos dejen de armar alboroto.Los datos proceden del informe TALIS 2013 y los cita el analista de la OCDE Francisco Avvisati, que dice que mantener la disciplina es lo que más les cuesta a los profesores novatos. Por eso no es casual que el estudio encuentre que los resultados de los alumnos desfavorecidos mejoran en aquellas escuelas donde los profesores llevan más tiempo y hay pocos interinos.¿Qué pueden hacer las autoridades educativas? «Los educadores, los líderes de las escuelas y los encargados de las políticas educativas pueden mejorar el clima escolar con desarrollo profesional para los profesores que les ayude a hacer un uso más efectivo de las horas lectivas».«Tener profesores experimentados y motivados es más importante que tener una clase con pocos alumnos. En algunos países, de hecho, las escuelas con aulas de tamaño reducido terminan atrayendo a un elevado porcentaje de profesores inexpertos y poco cualificados», recalca el autor del trabajo titulado ¿Qué pueden hacer las escuelas y los países para ayudar a los alumnos desfavorecidos a tener éxito en PISA?Añade que, en el caso concreto de España, también el ambiente escolar es mejor en «escuelas que tienen pocos profesores con contratos fijos y más experiencia».Avvisati plantea, asimismo, «intervenciones que ayuden a construir una relación más fuerte y sincera con los padres y los niños». Cita el caso de varias escuelas francesas ubicadas en barrios desfavorecidos que han empezado a organizar encuentros informales con las familias. «Ha servido para reducir los malos comportamientos y mejorar el clima de la clase, no sólo entre los alumnos sino también entre los padres que participaron en las charlas».

II

PACTO EDUCATIVO
Los 10 puntos que la escuela pública quiere incluir en el pacto educativo
Una plataforma de familias, profesores y alumnos fija como líneas rojas para respaldar el acuerdo recuperar 8.000 millones en cuatro años y acabar con la LOMCE

PILAR ÁLVAREZ El País, Madrid 1 FEB 2018 - 13:06 CET
En un decálogo de cinco páginas que han titulado La educación que queremos. La Plataforma Estatal por la Escuela Pública, —integrada por representantes de alumnos, padres y profesores— ha redactado su propia propuesta para el Pacto de Estado por la educación que los grupos políticos acaban de empezar a negociar en el Congreso de los Diputados con un guion de 15 puntos. Reivindican que, sin ellos, podrá ser un acuerdo político pero no un pacto que cuente con la sociedad.

Los integrantes de la plataforma aseguran que quieren participar de la negociación en marcha, por lo que enviarán su propio guion a los grupos parlamentarios y pedirán reunirse con ellos. Irán con dos líneas rojas que ha resumido este jueves el secretario de Enseñanza de CC OO, Paco García. En primer lugar, no respaldarán un acuerdo que mantenga la actual ley educativa, la LOMCE . “El secretario de Estado [de Educación, Marcial Marín] ha dicho ‘no haremos tabla rasa del pasado”, ha explicado. “Pero nosotros queremos hacer tabla rasa de la LOMCE”.

Y en segundo lugar, la financiación. En este punto, para el que los partidos han puesto ya propuestas encima de la mesa, reclaman que se recuperen los niveles de inversión previos a la crisis. Es decir, recuperar 8.000 millones de gasto educativo [el que aportan todas las administraciones] que se han recortado desde 2009. “Sin un compromiso de revertir los recortes y recuperar en cuatro años niveles de inversión educativa de 2009 no hay pacto educativo posible”, añade García. Los representantes de la plataforma que han presentado el documento —estaban presentes miembros de la confederación de padres CEAPA, del Frente de Estudiantes, y de los sindicatos UGT y CC OO y STES— rechazan propuestas como la que ha lanzado el PSOE en la subcomisión que negocia el pacto, que supone llegar al 5% del PIB en 2025.

“Queremos incidir y participar en la negociación y no un informe del Consejo Escolar del Estado" donde el Gobierno tiene mayoría, ha añadido Maribel Loranca (UGT), en relación al trabajo encargado por el ministerio a este órgano consultivo en el que ellos están representados pero donde no tienen la última palabra. “Ya está bien de oírles decir el profesorado es el fundamento se hace todo para el profesorado sin el profesorado”, según la representante sindical. “Estamos hartos de ver que dicen que los alumnos son la parte mollar del sistema pero no se habla con los estudiantes”, añade Loranca, que pide a los grupos parlamentarios de la oposición “hacer valer que el PP está en minoría”. “Exigimos que se den pasos seguros y con una velocidad que se pueda constatar ya, con un calendario marcado”, ha pedido por su parte Voro Benavente, del sindicato STES.

“Con el tiempo que llevan y el poco caso que se nos hace el pacto social va a ser imposible a estas alturas”, ha asegurado la presidenta de la confederación de familias CEAPA, Leticia Cardenal. Su confederación -mayoritaria en la escuela pública- y la Concapa, la más representativa de la concertada. Han reclamado “un punto 16” del guion con el que trabajan los parlamentarios “que incluya la participación de las familias”.

 Estos son, en síntesis, los 10 puntos incluidos en el decálogo:

“La educación básica debe entender como finalidades que los alumnos sean capaces de ser críticos”.

La educación es un derecho fundamental y universal que debe ser garantizado por los poderes públicos.

La garantía de la equidad y la inclusión como valores transversales.

La promoción de la igualdad. Escolarización mixta que promueva la igualdad de las personas

La garantía de una educación laica. “ninguna creencia religiosa como adoctrinamiento”, ha resumido la representante del Frente de Estudiantes, Eva García.

La exigencia de una escuela democrática y participativa

LA construcción de un currículo alternativo “que introduzca nuevas metodologías de innovación y aprendizaje cooperativo”.

El reconocimiento y valoración del profesorado, “con un imprescindible apoyo a este sector que evite la precariedad”.

Una inversión sostenida en el tiempo “que suponga recuperar el 5% del PIB en esta legislatura y el compromiso de alcanzar un 7% a medio plazo”.

La estabilidad en políticas educativas.

martes, 20 de junio de 2017

La educación que piden los empresarios

I (Los comentarios críticos de los lectores, más abajo)

Olga R. San Martín, "EDUCACIÓN. Las reformas que nos quedan por hacer. Así es la educación que piden los empresarios", El Mundo, 20 - VI- 2017:

La CEOE denuncia que el actual sistema educativo español "no está preparado" para responder a los retos de la globalización.

«El sistema educativo español, en sus niveles tanto universitarios como no universitarios, no está suficientemente preparado en el momento presente para asumir con posibilidades de éxito los desafíos del futuro». Lo advierten con contundencia los empresarios, que no ven que en las aulas se esté respondiendo adecuadamente al proceso acelerado de cambios sobre el que se asienta la llamada cuarta revolución industrial. La CEOE suele ser muy discreta al hacer valoraciones educativas, pero esta vez ha roto su silencio para desgranar en un libro los males que, en su opinión, acechan a la escuela y a la universidad. Cinco son los grandes déficits que señalan: la «mediocridad» de los resultados; la «ineficiencia» del gasto educativo; la «brecha» entre la formación y empleo; la «lentitud» de la respuesta política, y las «deficiencias» de las leyes. La educación importa. El libro blanco de los empresarios españoles se hizo público hace unos días con la intención no tanto de criticar, como de aportar soluciones. La patronal plantea 10 cambios que, asegura, corregirán los citados déficits: 

1. FORTALECER AL DOCENTE

En España, un profesor bueno, por mucho que le ponga empeño, gana lo mismo que uno malo. El salario inicial no está mal en relación al de otros países de la OCDE, pero al final de su carrera gana prácticamente lo mismo que al empezar. No hay recompensas a quien se esfuerza y por eso están desmotivados. Los mejores abandonan ante otras ofertas más atractivas. La patronal propone establecer un sistema de incentivos tanto retributivos como de promoción vinculado a la rendición de cuentas. También plantea instaurar un MIR similar al de los médicos, una idea que aprueban todos los partidos. Lo explica Francisco López Rupérez, ex presidente del Consejo Escolar del Estado y director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela: «Con este tipo de reforma se lograría añadir eficiencia a los procesos, al hacer que la selección fuera previa a la formación de posgrado y no al contrario, como sucede; incrementaría la calidad de los profesionales, tanto del sector público como del privado; y contribuiría a fortalecer la profesión».

 2. «MODERNIZAR» EL CURRÍCULO El plan de estudios diseñado por el PP en su Lomce es «exagerado» en su «grado de detalle» y está anticuado, dice la CEOE. Se necesita una «modernización» y «reducir» sus contenidos, de modo que tengan más presencia las enseñanzas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el emprendimiento o la robótica, recuperando el peso que han perdido las Humanidades en los últimos años y potenciando la enseñanza del inglés. 

3. MÁS AUTONOMÍA A LOS CENTROS

España es el quinto país con menos autonomía escolar, dice la OCDE, que ha comprobado que los resultados de los alumnos mejoran si se deja que las escuelas tengan margen para tomar sus propias decisiones. La Lomce, en teoría, iba a dar más autonomía, pero no ha sido así. Los empresarios plantean repararlo y, de paso, profesionalizar el liderazgo de los directores.

4. AYUDA A LA PRIVADA 

La patronal defiende el derecho de los padres a llevar a sus hijos a colegios de su elección, recogido en el artículo 27 de la Constitución. Para ello propone actualizar el sistema de conciertos, aplicar el bono escolar en el primer ciclo de Infantil (de cero a tres años) e introducir la desgravación fiscal para aquellas familias que quieran ir a centros privados en las etapas obligatorias (de seis a 16 años). «Estas familias están siendo discriminadas en el ejercicio de un derecho fundamental -el de la libre elección de centro-, pues para hacerlo posible han de pagar por duplicado ese servicio esencial: a través del recibo del colegio y mediante sus impuestos», argumenta. 

5. EVALUAR

El Gobierno ha paralizado las reválidas tal y como las concibió inicialmente, pero los empresarios insisten en que hay que evaluar porque «lo que no se evalúa se devalúa». Para ello plantean una prueba en Primaria y otra en la ESO, sin valor académico, pero que sirvan de diagnóstico. Debe tener un carácter censal y homogéneo en todas las autonomías, porque si no, no se puede comparar, advierten tirando de las orejas al ministro Íñigo Méndez de Vigo, que ha puesto unas reválidas light que en cada región se hacen de una forma. «España es uno de los pocos países de nuestro entorno que no cuenta con un sistema organizado de evaluaciones», explica Xavier Gisbert, presidente de la asociación Enseñanza Bilingüe. «Las evaluaciones nacionales externas tienen la gran ventaja de fijar unos estándares comunes, homogeneizar el sistema educativo y disminuir las diferencias territoriales». Gisbert, que fue director general de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación durante el Gobierno del PP, lamenta que «la Lomce haya desperdiciado una ocasión de oro» para establecer estas pruebas. 

6. MÁS RELACIÓN CON LA EMPRESA

La CEOE reclama que el empresariado tenga más protagonismo en la gobernanza ejecutiva de la formación, hasta el punto de que pueda participar en la definición de los currículos de grado y posgrado.

7. MÁS INNOVACIÓN

El libro recuerda que España tiene un «retraso comparativo» en los indicadores relevantes para la economía del conocimiento. Quiere que tanto los alumnos como los profesores reciban la debida instrucción de las tecnologías digitales y se familiarice a los centros de los procesos de innovación que hayan sido efectivos.

8. MEJOR TRANSICIÓN AL EMPLEO

La OCDE denuncia «un retraso notable» en la implementación de la FP dual y advierte del «mayúsculo desajuste» que se observa entre oferta (por ejemplo, en Artes y Humanidades) y la demanda (en las ingenierías). Propone garantizar alternativas formativas para evitar el abandono escolar temprano(el segundo más alto de la UE), promover la «excelencia», crear un programa nacional de orientación profesional e impulsar la FP. 

9. MARCO COMÚN EN TODA ESPAÑA

No discuten el Estado de las Autonomías, donde la educación está transferida a las comunidades, pero sí plantean establecer un nuevo sistema de financiación autonómica vinculado a la calidad de los resultados que implique que aquellas comunidades con mejores notas puedan tener recursos adicionales.

10. UN ACUERDO SOCIAL Y POLÍTICO

Para que el pacto de Estado que se está negociando en las Cortes llegue a buen término, la patronal recomienda esquivar los enfoques ideológicos, asumir los consensos básicos ya establecidos y tomar en consideración las evidencias más sólidas disponibles.

II

El criterio de la CEOE sobre la educación se resume así: queremos unos asalariados con muchas habilidades y pocos conocimientos, a los que seguiremos pagando unos sueldos indignos. El modelo que le interesa a la CEOE es el asalariado-robot:Grandes habilidades para el trabajo, nulo pensamiento crítico.

Los empresarios quieren que el sistema educativo se transforme exclusivamente en una máquina de crear esclavillos para ellos, desde el trabajador de más bajo nivel hasta el ingeniero-esclavo fino. No les interesa la cultura general ni un ciudadano con criterio y que piense por sí mismos, solo consumidores compulsivos y trabajadores que dediquen toda su vida a "la empresa".

La educación en la escuela española es un despropósito, enseñar batallitas generales con sus suegras incluidas es de juzgado de guardia, es increíble la cantidad de información de cuestiones que jamas van a necesitar los chicos y es increíble que en el siglo 21 estemos igual, a los chicos no les enseña absolutamente nada sobre las herramientas que van a necesitar para defenderse en la vida, salen de la escuela sin saber nada de nada de lo que se le presenta cuando están fuera, no saben lo que es una factura, ni lo que son los intereses bancarios, ni como esta estructurado el estado, ni las mas minimas leyes importantes, ni de derechos ni obligaciones, ni que es una empresa donde tendrán que ganarse la vida, NADA DE NADA, YO PONDRIA UNA ASIGNATURA DE CULTURA GENERAL, OTRA DE MATEMATICAS Y LENGUA Y LO DEMAS SOLO CONOCIMIENTOS QUE VAYAN A NECESITAR

La inversión privada, que en España es inexistente o casi....Porque las empresas que invierten en I+D en España suelen ser delegaciones de empresas de otros países.

La izquierda española sigue atacascada en la Guerra de Clases y obsesionada con la Guerra Civilla. La LOGSE destruyó las generaciones de jóvenes españoles. No hay nada que hacer ya.

Estamos ante una nueva revolución industrial, pero hoy es tecnológica. En la primera con las máquinas de vapor y motores y en esta con los robots y tecnología, se consigue fabricar más con menos horas de trabajo. En la primera el Gran Capital, por temor a revoluciones, tuvo que permitir que se avanzase en conquistas sociales (8 horas, vacaciones pagadas, no trabajar los niños, etc.) repartiendo en parte los beneficios entre la masa obrera, en esta que vivimos ahora, el temor a las revoluciones no existe, se ha comprobado que dominando los medios de comunicación se puede adormecer al pueblo, con lo cual el Gran Capital (hoy *mercados*) va a degüello y lo beneficios del progreso no solo es para él, sino que se siente con fuerzas (por falta dela unidad de los trabajadores) para que se vuelvan a perder los beneficios logrados con tanta sangre, sudor y lágrimas. Lo único que me consuela es que si somos todos pobres, a ver a quien le venden sus productos? Continua

Claro que hay demasiados titulados, pero habría menos en paro si las empresas contrataran más para la I+D, cosa que en España, excepto las grandes empresas, no es práctica habitual. Por otra parte ¿como se decide quien va a FP y quién a la universidad? Esa es la cuestión.


No me gusta la CEOE. Sin embargo como el problema es, básicamente político, aplaudo que se quejen. Otros se han quejado antes. Pero va a ser muy difícil que se arregle en un país con las competencias educativas transferidas a la comunidades autónomas. Conviene pues que todo los estamentos manifiesten que este es un problema de primera magnitud.

Al igual que sucede en el resto de la sociedad, en la escuela el conocimiento se consume pero no se construye. Unas de las principales críticas que pueden hacerse a la educación actual es que es excesivamente académica y poco significativa para los que aprenden. Se teoriza mucho y se hace muy poco. No se da respuesta a preguntas del estilo ¿qué puedo hacer con lo que sé? o ¿qué necesito aprender para hacer tal cosa? http://www.otraspoliticas.com​/educacion​/el-movimiento-maker

Pues claro que la situación está fatal y hay un paro tremendo. No discuto eso. Estudiar FP no es garantía de nada pero siendo universitario creo hay más competencia todavía para conseguir algún trabajo acorde a lo que ha estudiado uno. Tú mismo me estás diciendo que esa persona que estudió biológicas no conseguía trabajo de lo suyo y que si consiguió trabajo, fue de prácticas en FP no? Si en vez de estudiar esa carrera hubiese estudiado directamente FP pues a lo mejor habría conseguido antes ese trabajo en prácticas en FP y le habría ido mejor. En todo caso le habrá servido para encantar trabajo en el extranjero. Cual es sino la alternativa, ser un nini?

Suena muy bonito eso que Vd. dice. Pero si algo observo en las nuevas generaciones es que no tienen capacidad crítica. Asumen un partido político, un medio de comunicación... y las ideas que allí lanzan, sin crítica. Sin crítica los jóvenes catalanes, por ejemplo, asumen esa historia inventada en los despachos, sin crítica los 15M asumen las ideas atrasadas de Podemos, sin crítica se asume a los liberales donde el mercado lo regula todo (menos su zona de confort, claro), sin crítica a las políticas pijiprogres que interfieren en la vida particular del individuo. Los peligros vienen de la CEOE, pero tb de sindicatos, partidos, grandes empresas supranacionales.... en fin. Si empleasen menos tiempo en series TV, en facebook, y en videojuegos quizás tuviesen la atención centrada en la reflexión y por tanto aumentaría la capacidad crítica. El pan y circo de toda la vida con formato digital.

jueves, 18 de mayo de 2017

Adoctrinamiento ideológico en la enseñanza elemental de Cataluña

Tras examinar una serie de libros de texto en uso en Cataluña, se ha llegado a las siguientes conclusiones (el enlace al informe completo se encuentra aquí aquí). Más abajo recojo como se manipula en la prensa catalana la noticia misma

I

1. Se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España.
2. No cita el concepto de "Provincia" o no lo prioriza sobre el de "Comarca".
3. Prioriza término "Estado español" sobre el término "España".
4. No resalta que la Constitución está por encima del Estatut.
5. Se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno) y no los de España.
6. Se presenta a Cataluña y a España, como si fueran dos naciones diferentes.
7. Se presentan mapas en los que Cataluña se destaca en color distinto como si fuera un estado independiente.
8. Se introduce la idea de que los íberos ya eran catalanes.
9. Se dice que los romanos invadieron Cataluña, como si ya existiera Cataluña en aquella época.
10. Se utiliza el término "Corona catalanoaragonesa" en vez de "Reino de Aragón", que es lo que realmente existía.
11. Se hace creer que la Cataluña inicial también comprendia Aragón.
12. Se le otorga a Cataluña la categoría de Reino.
13. En lugar de decir Carlos I de España se dice Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón (¿No existe España?).
14. No se cita que Cataluña no negoció con América porque no contribuyó al viaje de Colón.
15. No se presenta la guerra de "els Segadors" como la consecuencia de no querer contribuir a formar el ejercito.
16. Se habla del bandolerismo catalán, sin hacer una condena explícita del mismo.
17. Victimismo por el decreto de "Nueva Planta", sin citar que Cataluña apoyó al otro aspirante al Reino.
18. Se presenta la Guerra de Sucesión como una guerra contra Cataluña, en vez de guerra entre dos aspirantes.
19. Se presenta la declaración de Macià del Estatut o/y de Companys del Estado Catalán como un hecho positivo.
20. En la Segunda República se presenta a la derecha como mala y a la izquierda como buena.
21. Se relaciona independencia de excolonias con las Bases de Manresa y luego con el Estatuto de Autonomía.
22. Se hace pensar que antes del franquismo, en Cataluña todo el mundo hablaba en catalán y nadie en castellano.
23. Se dice que la lengua propia de Cataluña sólo es el catalán y no también el castellano.
24. Se presenta a Cataluña sin ninguna referencia a España, ni a la lengua española.
25. No se hace ninguna referencia a la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes de España.
26. Se habla del Parlament y del President del Govern y no del Congreso, del Rey y del Gobierno de España.
27. Se ridiculiza la práctica religiosa, como algopropio de actitudes supersticiosas.
28. Se critica al Tribunal Constitucional y no se enseña que las leyes se han de cumplir aunque no gusten.
29. Se presenta a Catalunya dentro de la UE, sin hacer referencia a que ello es consecuencia de ser parte de España.
30. Se dice que Barcelona es la capital de Cataluña, al igual que Paris lo es de Francia.
31. Predominan las citas a un determinado partido político actual, ignorando los demás.
32. Se utiliza el término "comunidad" en lugar de "sociedad", para reforzar la unidad colectiva identitaria.
33. Se dice que Cataluña y País Vasco se sienten naciones, como si todos sus habitantes lo pensaran.
34. Se presenta el uniformismo catalán (catalanidad) como bueno y el español (españolidad) como malo.
35. Se presenta el sentimiento nacionalista catalán como bueno y el español como malo.

II

Jesús García Calero, "Manipulación de los libros de texto: Mejor la historia basada en hechos reales", en Abc, 17/05/2017:

Prestigiosos académicos analizan el problema de la historia regionalizada en los libros de texto de Educación Secundaria.

Los historiadores se rebelan ante la realidad política de un fracaso cultivado durante décadas y que se proyecta hacia el futuro. Son, sin lugar a dudas, quienes más saben, y por eso se duelen por las versiones sesgadas del pasado que antes compartíamos.

Carmen Iglesias se muestra consternada cuando le mentamos el problema. La directora de la Real Academia de Historia cree que no es posible políticamente arreglar la situación, «sería necesario un pacto de Estado que no puede lograrse ni para la educación en general». Por eso «resulta desolador ver generaciones educadas en la falsedad, en tergiversaciones graves», aunque recuerda que «el franquismo también intentó dar una versión de la historia de España que muchos no nos creímos». Así que cabe cierta esperanza. Para Carmen Iglesias, publicar e investigar, porque «la historia no es solo un relato, hay límites objetivos de fuentes y procedimiento». En la RAH siguen dando la batalla: «Como decía Julián Marías, que por mí no quede».

Fernando García de Cortázar es tal vez el mayor divulgador de la historia de España y autor del libro de bachillerato de Anaya. Todo procede, para él «del error de la Transición de Suarez, que luego nadie pondría empeño en reparar: entregar a las Comunidades Autónomas la palanca ideológica de la historia, renunciando el Estado al principal instrumento de formación de ciudadanos».

El resultado es evidente: «Un sistema educativo aparentemente neutro dejó de hacer ciudadanos españoles para hacer catalanes, vascos, andaluces, valencianos, gallegos... en ocasiones a costa de convertir en antagónicas dichas identidades. Y siempre con la gigantesca manipulacion de los libros de texto, a mayor gloria de la Consejería de Educación, encargada de supervisarlos. Lo regional ocupa ahora el espacio que ocupaba lo nacional en el siglo XIX y no retrocede ante la leyenda, la trivialidad o el error con tal de que estos sirvan para afirmar una identidad autonómica diferenciada». «Cada comunidad -añade- tiene su bestia negra sacrificada en el altar de la región: el conde-duque de Olivares y Felipe V, en Cataluña y Valencia; Fernando III el Santo, en una versión andalusí de la Historia; Espartero y Cánovas, en una versión vasquista…» Y añade: Isabel la Católica y Felipe II no suelen salir bien parados, sobre todo el Rey Prudente en Aragón por la ejecución de su héroe Lanuza. A los Reyes Católicos atribuyen «la doma y castración del reino de Galicia».

García de Cortázar pone otro dedo en otra llaga, fundamental: «¿Y quien pondera hoy con justicia la labor cultural de España en América?

A Manuel Lucena, especializado en historia global, investigador del CSIC, le parece «una cuestión grave que muestra la irrelevancia del proceso educativo reglado. En los países más innovadores no existe esta degradación», explica. Con el fin de mejorar la situación, «la armonización curricular es la respuesta obvia, junto al sentido común. Pero todo empieza por apoyar a los profesores en su trabajo en las aulas y en fomentar su consideración social».

Lucena no tiene duda en cómo se vilipendia a figuras sin respetar los hechos. «Va por temporadas, pero sin duda uno de los preferidos es Cristóbal Colón, con quien los indigenistas de izquierda la han tomado últimamente, siguiendo la doctrina peronista de la que proceden». Por último, propondría «educar en los valores humanistas y globales de siempre a la sociedad española. Tuvimos grandes empresarios que en origen fueron humildes emigrantes, maestras y monjas que ayudaron al prójimo, exploradores e inventores. Necesitamos una épica de lo cotidiano que apoye la autoestima, antídoto contra el populismo. La historia (verdadera) es maestra de vida», dice.


Para Ricardo García Cárcel, catedrático de la UAB, el problema viene de hace veinte años en Cataluña. En ese tiempo, «la incidencia del poder político tanto en la época de CiU, o el Tripartito, y por supuesto ahora mucho más, ha logrado construir una historia de España “ad hoc” al servicio de los intereses de los nacionalistas catalanes». Está basada, según el historiador, en tres patas: un discurso épico que adorna el malogrado imperio mediterráneo, la Cataluña medieval... Un victimismo que la convierte en sujeto paciente de las agresiones del mundo castellano desde el Compromiso de Caspe (1412) que mete a los Trastámara en la Corona de Aragón, pasando por el Rey Fernando, la guerra de los Segadores, la guerra de Secesión, que es el ombligo, y la Cataluña feliz y virginal presuntamente desflorada por los Borbones y arrastrada a la marginalidad... Hasta convertir la Guerra Civil en una confrontación de España contra Cataluña. Todo sirve al esencialismo, los valores catalanes por encima de todo. Lamenta García Cárcel que no hay un discurso alternativo y propone «leer otros libros fieles a los hechos. Descubrirán que Casanova fue un heroe a la fuerza que denostaba lo ocurrido en 1713», señala.

III

La noticia en La Vanguardia se recoge en tres noticias sin enlaces al informe, solo para contradecirla así:

A) 

18/05/2017 20:27 

Barcelona, 18 may (EFE).- El presidente del sindicato AMES, Antonio Jimeno, ha declarado hoy que los libros de texto de los alumnos catalanes de Primaria "hablan de Cataluña como si fuera un país independiente como otro cualquiera".

El sindicato que preside ha hecho público hoy un informe en el que denuncia el "adoctrinamiento" y los "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos" en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años.

En declaraciones a Efe Televisión, Jimeno ha asegurado que estos libros transmiten una visión de Cataluña "que no es real", y que en ellos, ha añadido, "se habla de España de forma negativa, en términos de confrontación".

Por ese motivo, según el presidente de AMES, "los alumnos catalanes no pueden adquirir la identidad de sentirse españoles, pero sí únicamente la catalana".

El informe de AMES alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

Estas afirmaciones se apoyan en ejemplos como que en los libros "se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España", no se cita el concepto de "provincia" o no se prioriza sobre el de "comarca", y se da prioridad al término "Estado español" sobre el término "España".


Otros ejemplos son que en los libros de texto catalanes no se resalta que la Constitución está por encima del Estatut, y se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno), pero no los de España.

B)

Sindicato USTEC-STEs denuncia falsedades en informe AMES de libros de texto: 18/05/2017

El sindicato de la enseñanza USTEC-STEs ha denunciado hoy "la falsedad de las premisas y afirmaciones" del informe que ha hecho público el sindicato de profesores AMES en el que denuncia "adoctrinamiento" en los libros de texto de Primaria que se utilizan en las escuelas catalanas.

USTEC-STEs han señalado que AMES se caracteriza "por unas actitudes de un agresivo nacionalismo español" y le han exigido "una disculpa a todo el profesorado ofendido por la difamación que supone la acusación de adoctrinamiento".

Consideran "perversas las finalidades del informe de AMES: crear una policía del pensamiento, un rígido control curricular y la voluntad de represión contra la disidencia propia de las dictaduras o de 'democracias' como la turca".

El informe de AMES señala que hay "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos" en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de las siete principales editoriales que se distribuyen en Cataluña.

El documento alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir, que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

En este sentido, USTEC-STEs ha asegurado que "las quejas que se perciben en el informe, solo demuestran la nostalgia por los libros de texto del franquismo, que efectivamente adoctrinaban en la religión del nacionalismo español", puesto que tratan de reivindicar "una versión teleológica y triunfalista de la historia de España, que en el mundo de la historiografía actual está más que desfasada".


El documento de AMES, según USTEC-STEs, "contiene afirmaciones discutibles que tienen como finalidad generar una polémica inexistente en el seno de la educación catalana, con el fin de inflamar a los medios españoles y a los partidos anticatalanes para generar la enésima ofensiva contra el proceso de autodeterminación que se está desarrollando de manera pacífica y tranquila". EFE

C)

Govern ve "malicia y descontexualización" en informe AMES de libros de texto 18/05/2017 

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Antoni Llobet, ha afirmado que hay "malicia y descontextualización" en el informe del sindicato de profesores AMES sobre el supuesto "adoctrinamiento" en los libros de texto de Primaria que se utilizan en las escuelas catalanas.

Llobet ha manifestado su "desconcierto" por la petición del secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, a la Alta Inspección del Estado de un informe para comprobar la veracidad del informe hecho público por AMES.

El sindicato catalán de profesores Acció per a la Millora de l'Ensenyament Secundari (AMES) ha elaborado un informe, a partir de 19 textos de "Conocimiento del medio" de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años, en el que denuncia "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos".

El documento alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir, que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat ha asegurado que se ha enterado de la petición del secretario de Estado de Educación "a través de los medios de comunicación, que por desgracia es una costumbre ya habitual", y ha añadido: "Si esta costumbre es la que continúa vigente y esta es la primera decisión del Ministerio fruto de los trabajos de la subcomisión del Pacto Educativo, mal comienza el Pacto Educativo".

"Es evidente que el Ministerio de Educación hace una reacción a partir de titulares y de cuestiones que ha visto estas últimas horas; es una lástima porque las administraciones públicas tenemos que estar para serenar los ánimos y para que en los centros educativos se trabaje con el máximo de tranquilidad", ha precisado Llobet.

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat ha destacado hoy, en rueda de prensa, que "si hablamos pedagógicamente, no haríamos este ruido ni este tremendismo, pero si hablamos ideológica y políticamente, evidentemente hacemos ruido y tremendismo".

Ha añadido que en el Departamento de Enseñanza catalán ya están "acostumbrados a que se quiera hacer ruido con este tema de vez en cuando", ya que, según el secretario de Políticas Educativas, no es normal que alguien se escandalice porque en los libros de texto "se hable fundamentalmente de los elementos más cercanos al alumno, porque seguro que pasa en cualquier lugar del mundo".

El secretario ha remarcado que "se debe confiar en la profesionalidad de los docentes, que saben qué material están escogiendo, y en la de los editores de los libros de texto".


En este sentido, la editorial catalana Cruïlla ha asegurado esta tarde en un comunicado que "todos los libros de texto de su catálogo siguen estrictamente la legislación vigente y se adaptan al cien por cien al currículum escolar establecido por la conselleria de Enseñanza de la Generalitat". EFE

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Por qué la enseñanza en Castilla-León es la mejor de España

Mónica Ceberio, "El secreto de una escuela de pueblo. Castilla y León, con los mejores resultados en PISA, tiene a la mitad del alumnado de infantil y primaria en colegios rurales. La fórmula: pocos niños, edades mezcladas y maestros cercanos", en El País 28 DIC 2016:

Samuel tiene cinco años y es un lince. Lee, escribe, sabe contar… Dice que le gustan mucho más las minúsculas que las mayúsculas, dónde va a parar. Y explica, muy serio con su babi azul, que la Constitución está llena de derechos y deberes, que se lo han dicho hace unos días. A su lado, Marcos, de tres años, pide en pie cantar el toro enamorado de la luna. Dicho y hecho. Son las 9.30 de la mañana y Samuel y Marcos están en asamblea junto a 13 niños más en la única clase de la escuela infantil de Villaverde de Íscar, un pueblo segoviano de 623 habitantes.



El colegio de primaria está en la calle de al lado. Tiene dos clases: una con 10 niños de seis, siete y ocho años y otra con 12 de nueve, diez y 11. Hay pocos chavales en el pueblo y hay que mezclarlos. La escuela pertenece al Centro Rural Agrupado Retama. Son seis colegios pequeños de localidades cercanas que comparten equipo directivo y varios profesores itinerantes.



La mayoría son auténticos activistas de la escuela rural; maestros vocacionales en permanente formación y convencidos de que esta forma de enseñar ofrece muchas ventajas. “Es complicado, pero apasionante”, dice Rosa García, especialista en audición y lenguaje y secretaria de Retama. “Hace falta mucha imaginación para ir adaptándose a las necesidades cambiantes de estas escuelas”. Ella, exalumna de un colegio rural, da apoyo a los niños que lo necesitan y, como el resto de los itinerantes, lleva el maletero del coche a reventar con material que traslada de un centro a otro.



Castilla y León ha obtenido unos fabulosos resultados en el último informe PISA, similares a los de Singapur, Finlandia, Japón o Canadá, y los mejores de España. El examen internacional evalúa a chavales de 15 años, ya en el instituto, pero en esta comunidad la mitad de esos alumnos han llegado a la ESO procedentes de una escuela rural. El 68% de los centros públicos de infantil y primaria están ubicados en localidades con menos de 10.000 habitantes. Son 453 centros que atienden al 48% del alumnado. De ellos, 194 son centros rurales agrupados, como Retama, que incluyen a 631 colegios pequeños como el de Villaverde de Íscar. Así se favorece la escolarización de los niños en su pueblo, aunque sean pocos, y se evita que recorran cada día largas distancias. De los 2.248 municipios de la región, 1.975 tienen menos de 1.000 habitantes.



Clases casi particulares



Estos coles permiten una forma de funcionar diferente. La profesora de Samuel y Marcos se llama Alicia Polo. Lleva 26 años trabajando como maestra, y cuatro meses en esta escuela rural. “Aquí, al ser tan pocos, la atención que podemos darles los profesores es muy individualizada", dice. "Si a uno le cuestan las matemáticas, puedo trabajarlas con él y atajar el problema desde el principio, algo que en una clase grande es mucho más difícil. Es una forma de enseñar muy enriquecedora para todos".



"Mezclar niños de distintas edades, además, hace que se comporten como una gran familia”, añade. “Son grupos compactos. Los niños mayores ayudan a los pequeños y aprenden los unos de los otros a través del trabajo cooperativo. Hay niños de cuatro años que se ponen a leer porque han visto hacerlo a los de cinco. Cuando hace falta, se separan. Después de la asamblea, Samuel y el resto de niños de cinco y cuatro años van a clase de lectoescritura con Nuria, la maestra de apoyo, mientras los pequeños de tres se quedan con Alicia dibujando.



Allá donde preguntes, todos los niños dicen que les gusta la mezcla de edades. Los mayores dicen que cuidan a los pequeños y estos, que les encanta estar con los grandes. La clase de primero, segundo y tercero de primaria de Villaverde de Íscar tiene la pizarra dividida en tres partes para que cada curso sepa las tareas que le corresponden. Durante las lecciones, las profesoras se van acercando por grupos explicando la lección a cada curso mientras los otros hacen algún trabajo. Dicen que para los docentes la fórmula tiene su complicación cuando se enfrentan por primera vez a ella, pero que una vez se organizan, las clases funcionan.



Aprender de la experiencia directa



En algunos aspectos, lo que se hace en estos coles por pura necesidad recuerda a la metodología que proponen caros centros privados de educación Montessori o Waldorf de las grandes ciudades: mezclar niños de distintas edades, pocos chavales en cada clase (de 5 a 15 en Retama, muy lejos de los 25 o 28 que puede haber en una clase del centro de Madrid), una gran implicación de las familias, muchas actividades al aire libre, aprender a través de la experiencia directa...



Porque, aunque las nuevas tecnologías han llegado en forma de pizarras digitales, grupos de Whastapp o aulas virtuales para los maestros, estas escuelas no han perdido la relación con la naturaleza, tan importante en los primeros años de la vida. Samuel y sus compañeros salen cada recreo con sus carretillas, cubos y palas, sin miedo a ensuciarse, a un arenero enorme muy distinto de los patios carcelarios de algunos colegios de ciudad. Eduardo Álvarez, jefe de estudios de Retama y tutor en Vallelado, a 16 kilómetros de Villaverde, aprovechó que muchos padres se dedican a la ganadería para explicar la reproducción a través del parto en directo de una oveja. Las clases de lectura las hacen muchas veces en el monte. Y, en otro de los centros de Retama, en Mata de Cuéllar –con solo dos clases y 15 niños en total-, el profesor de educación física se lleva a los chavales de excursión en bicicleta a explorar los alrededores.



Pieza clave del sistema



El consejero regional de Educación, Fernando Rey, asegura que las escuelas rurales son una apuesta y una pieza clave del éxito del sistema, que ha situado a la comunidad, la más extensa y con mayor dispersión geográfica de España, como la primera en ciencias y en comprensión lectora y la segunda en matemáticas en el informe PISA. La región lleva desde 2003 por encima de los resultados de la OCDE, pero en la última evaluación ha mejorado 23 puntos en comprensión lectora y 17 en ciencias.



Curiosamente, no es la más rica ni la que más invierte en educación, y tiene un porcentaje mayor de padres con un nivel educativo bajo o medio-bajo (el 22%) que otras regiones peor situadas en este informe como País Vasco, Navarra, Madrid, Cantabria, Cataluña o Aragón. A diferencia de lo que ocurrió en otros lugares, la comunidad decidió durante los años de crisis no cerrar escuelas rurales (se mantienen cuando hay un mínimo de cuatro niños) y mantener la red.



Estos colegios, a priori, parten de algunas desventajas. Por sus propias características, suelen tener más carencias de instalaciones y materiales que los de ciudad. En Retama, por ejemplo, necesitan el mismo material que los demás colegios... pero multiplicado por sus seis centros. Poco a poco se va resolviendo y ahora ya tienen pizarras digitales en todos. Además, por el reducido número de niños, es más difícil que haya variedad de actividades extraescolares. Cuando llega la hora de ir al instituto, a los chavales a veces les cuesta salir del núcleo casi familiar que es la primaria. Y, por otro lado, hay también mucho profesor interino que dificulta la continuidad del proyecto educativo. Es algo que ocurre también en las ciudades, pero aquí es aún más importante la coordinación.



Frente a las dificultades, los maestros agudizan el ingenio. “Tratamos de rentabilizar los recursos al máximo, materiales y personales, y coordinarnos de forma presencial y a distancia aprovechando las nuevas tecnologías: aulas virtuales, grupos de Whatsapp, foros...”, explica Verónica Cubero, directora de Retama y profesora de Inglés. “Y estamos en constante formación con cursos on line y presenciales”. La comunidad tiene siete centros rurales de innovación educativa dedicados a apoyar la enseñanza en este ámbito.



Relación con las familias



“La relación con las familias es cercana y fluida”, asegura Eduardo Álvarez, el jefe de estudios. “Aquí conoces al niño, a los padres, a los abuelos, sabes lo que el niño hace fuera del cole". "Familias y profesores vamos todos a una y los chavales lo ven", añade la directora. "Hay un respeto por el maestro. El colegio es una institución fundamental para el desarrollo del pueblo, y la mayoría de la gente quiere colaborar. Si la familia apoya al cole y el cole a la familia, todo va bien”. Ella tuvo la oportunidad de cambiar a un colegio más grande situado además en la localidad en la que vive, Cuéllar, pero decidió quedarse. “Esta forma de enseñar engancha”, asegura.



Mónica Porteros lleva a su hija de siete años al centro de Mata de Cuéllar, y su hijo de 14, que ahora está en el instituto, estudió toda la primaria en el colegio. “Todo es muy cercano”, asegura mientras su hija atiende a la profesora de música. “Luego a los niños les cuesta ir al instituto porque aquí han sido muy felices y han estado arropados. El pueblo, además, cobra vida con el colegio”. Las dos mellizas de 10 años de Estíbaliz Calle estudian en Villaverde de Íscar desde los tres años. Su madre valora especialmente el trato personalizado y el tiempo que les dedican los profesores. “Y los niños, al estar mezclados, se acostumbran a esperar, a que no les van a poder dedicar toda la clase a ellos. Aprenden a aprovechar cada explicación”.



Hablando con familias y profesores, una cosa queda clara: lo importante que es tener maestros motivados y ratios reducidas. Los profesores tienen que innovar a la fuerza a la hora de enseñar para adaptarse a las necesidades de escuelas que cambian mucho de año en año dependiendo de los niños que vayan naciendo en el pueblo. A los políticos les piden sobre todo una cosa: un pacto por la Educación que acabe con tanta reforma educativa que empantana en burocracia a los colegios y les aleja de lo realmente importante.



Sergio Sanz estudia 4º de la ESO en Íscar. Es un alumno brillante, hijo de un ama de casa y un albañil, que estudió infantil y primaria en las aulas de Villaverde. De esos años recuerda sobre todo el compañerismo, que por las tardes seguían jugando juntos en el parque, lo atentos que estaban siempre los profesores, lo divertidas que eran algunas clases… En el instituto no ha tenido ningún problema y el director de su centro asegura que llegó con un nivel muy bueno del centro rural agrupado ¿Lo que menos le gustaba del cole? “No sé. He sido bastante feliz. Estábamos todos bien”.



Samuel, el niño de cinco años al que le gustan las minúsculas, desde luego parece feliz. Está leyendo la palabra "pala" en el ordenador mientras su profesora intenta que sean otros quienes respondan. "Tú espera un poco, Samuel, que ya te lo sabes todo", le dice. Él intenta morderse la lengua, pero no puede resistirse ante las palabras nuevas que van apareciendo.

martes, 5 de enero de 2016

Entrevista al juez de menores ciudarrealeño Emilio Calatayud

Varios textos escogidos sobre o de Emilio Caltatayud:

I

Eduardo Azumendi  "No hay condena más dura para un menor delincuente que sacarse la ESO", en El Diario Norte.es de San Sebastián, 27/07/2014:

El juez de menores, Emilio Calatayud, advierte de que España vive bajo el síndrome de ‘la joven democracia’, en la que los padres no se atreven a decir que no a sus hijos y donde resulta difícil ponerles límites. “El exceso de modernidad democrática perjudica que los menores se conciencien de sus deberes y responsabilidades”.

Emilio Calatayud es el juez de menores de España con más años en el cargo y con las sentencias más aleccionadoras. Su principio es que se puede reparar el daño causado sin llegar al internamiento, aunque cuando ha sido necesario lo ha ordenado. "Encierras a un menor con 16 años que se cree muy duro y que a lo mejor hasta ha cometido un delito de adulto y en la soledad de la noche y de su celda solo oyes el llanto de un niño". Titular del juzgado de menores de Granada, donde ha hecho su carrera, este manchego (Ciudad Real, 1956) ha juzgado a más de 16.000 menores, de los que 29 habían cometido un asesinato. Y es desde esa experiencia desde la que asegura que el "80% de los menores que cometen algún delito no son delincuentes". La libertad de la edad y de no aspirar a seguir subiendo en el escalafón judicial permite a Calatayud criticar sin reparos la “hipocresía de la sociedad” que hace una cruzada para que se no fume, pero que se muestra ciega “ante los estragos que el botellón provoca entre los menores”. Y en esa línea, arremete contra los principales partidos, el PSOE y el PP, a los que culpa de que España sea “el país más tonto y bruto de Europa. Y lo grave es que a los políticos les interesa que se así para poder manejarlo mejor”. Calatayud, quien ha participado en los cursos de verano organizados por la UPV en San Sebastián impartiendo una conferencia sobre padres desesperados con hijos adolescentes, asegura que  “no hay condena más dura para un menor delincuente que sacarse la ESO”.

¿Se pueden reparar los delitos de menores sin quitarles la libertad?

Se puede y se debe. No todas las personas que cometen un delito son delincuentes. Todos hemos cometido algún delito en nuestra vida, desde conducir con una copa de más, hasta comprar falsificaciones de ropa o bajar música y películas de forma ilegal, defraudar a Hacienda….El 80% de los chavales que cometen delitos no son delincuentes. Lo único que se merecen son uno o dos escarmientos y hay muchas formas de reparar el delito sin privación de libertad. Encierras a un menor con 16 años que se cree muy duro y que a lo mejor hasta ha cometido un delito de adulto y en la soledad de la noche y de su celda, sin nadie de su grupo, solo oyes el llanto de un niño.

En sus sentencias siempre opta por aleccionar más que por castigar.

Ese es el espíritu de la ley, pero eso no quita para que tengamos que condenar a internamientos. Soy el juez de menores más viejo de España, he juzgado a más de 16.000 menores, entre ellos 29 por asesinato. Hay varias alternativas al internamiento, como los trabajos en beneficio de la comunidad, la libertad vigilada….Lo que queremos es acompañar al menor a que madure. La vida delictiva del 80% de los que juzgo comienza a los 13 años y a los 19 baja por una ley natural, porque en realidad no son delincuentes. Y luego tenemos un 10% que es carne de cañón, que va a ser chorizo sí o sí y luego queda otro 10% que es trabajable dependiendo del momento, de los profesionales, de la suerte….Con la actual Ley de Menores estamos consiguiendo que en torno al 85% de los menores no termine en la justicia de adultos.

Usted da una importancia fundamental a la educación en sus sentencias.

Somos el país más tonto y bruto de Europa. Y lo grave es que a los políticos les interesa que se así para poder manejarlo mejor. No hay un pacto o una ley de Educación que dure una generación. Cada vez que ha aprobado una ley el PSOE cuando estaba en el Gobierno hemos ido a más tontos. Todos los años condeno a una media de 20 chavales a aprender a leer. La sentencia más dura para un menor que comete delitos es condenarle a sacarse el graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), a leer, que es de las que más aplico. Yo les digo: ‘Vas a estudiar, por lo civil o lo criminal, pero vas a estudiar’. ¿Cómo es posible que me encuentre con menores de 15 años en segundo de ESO y que cuando les mando leer un artículo me dicen que no saben leer? En la escuela les van pasando de curso. Somos los más brutos de Europa.

¿Cree que nos encontramos en una sociedad hipócrita, donde todo es para el menor, pero sin el menor?

Desde luego que no existe afán de legislar para proteger al menor. Resulta que se prohíbe fumar, pero no pasa nada viendo como los menores se emborrachan haciendo botellón.. Yo desde luego prohibiría la práctica del botellón, pero para menores y mayores. Que se beba en los bares y en las terrazas. El botellón se ha institucionalizado. Son complejos de joven democracia, que no sabe decir que no. Como les pasa a algunos padres a la hora de imponer autoridad a sus hijos. Suena como algo de lo que hay que rehuir, pero solo son prejuicios absurdos. La autoridad suena a autoritarismo, a dictadura…Pero la autoridad emana de la familia. Si un menor no respeta a sus padres, mucho menos lo hará con sus maestros.

Hay generaciones que pasan de ser esclavos de sus padres a ver como otras son esclavos de sus hijos

Antes era más fácil ser padre. Llegó la transición, aparecieron los psicólogos y todo se basa en qué hay que argumentar, ser amigo de tus hijos y todo así.  ¿Amigo de tus hijos? Yo de mis hijos soy padre. Si me convierto en su amigo y no actúo como padre les dejo huérfanos. Cuando yo era pequeño y me ponían sopa para comer o la comía o al comía. Si no me esperaba para la merienda o la cena. No había más. Ahora, en la etapa de los padres postconstitucionales si mi niño no come sopa será por algún motivo, por alguna razón extraña, pero nunca es porque no le gusta. Así que al final se le ponen unos filetes. Los padres tienen que educar sin complejos, ahora están encogidos. Si un hijo se convierte en un tirano, al final tiene todas las papeletas para convertirse en un chorizo, en un delincuente.

¿La delincuencia de menores ha bajado?

Sí. Y lo ha hecho por tres motivos. Los niños han vuelto a la escuela, que algunos abandonaron por espejismos laborales; hay más control en la unidad familiar, ya que con eso del paro uno de los dos progenitores está más tiempo en casa; y, además, es que ya no hay víctimas por la calle. El otro día juzgué a un chaval que le había robado el bolso a una viejecita por el método del tirón. ¿Sabe lo que había dentro del bolso? Pues su gato muerto que lo llevaba a enterrar. Lo que sí ha crecido y de manera preocupante es la violencia familiar, la de hijos hacia los padres.

Los hijos tienen obligaciones, pero parece que los padres no se las hacen ver.

El artículo 155 del Código Civil así lo recoge. Los hijos deben obedecer a sus padres y respetarlos mientras convivan con ellos, al menos hasta los 18 años. Se trata de un deber legal y moral. Y a partir de los 18 años pues puerta. Nadie me puede condenar por echar a un hijo que ni quiere estudiar ni trabajar y hace la vida imposible en la casa. El exceso de modernidad democrática perjudica que los menores se conciencien de sus deberes y responsabilidades.

¿Muchos padres tapan lo que ocurre con sus hijos menores hasta que el ambiente es insostenible?

Cuando el menor está empezando a cometer hechos delictivos, injurias, lesiones, daños y está convirtiendo la vida familiar en un infierno es cuando estamos ante un menor que debe ser denunciado. Los padres tapan mucho porque denunciar a un hijo es muy duro, pero cuando ese comportamiento del menor está degradando el ambiente familiar hay que denunciarlo. Eso sí, siempre hechos delictivos. Otro consejo que doy es que el matrimonio esté de acuerdo. Y si están separados, el que no tiene la custodia que no moleste. ¿Qué ocurre? Pues que muchos padres están tapando lo que ocurre durante un año o dos y cuando el menor cumple los 18 años ya no puedes de denunciarle porque entras en la justicia de adultos. Mi recomendación es echar de casa a ese chaval porque pueden buscar la ruina a la familia o los padres a él. Por eso lo que hay denunciar el comportamiento cuando es menor.

¿Cuándo un padre entiende que su hijo está cometiendo un delito en casa siendo un menor?

La fuga del hogar no es delito, no ir a clase no es delito. ¿Cómo se obliga a un niño de 14 años a ir al colegio si no le da la gana? Lo que son delitos son insultos, amenazas, golpes, coacciones, tortura psicológica. Cuando ese comportamiento convierte la vida familiar en un infierno es cuando hay que denunciar.

Cada vez más niñas ejercen violencia sobre los padres. ¿Por qué?

Las niñas cometen el 25% de los delitos normales, pero cuando se trata de violencia de hijos a padres estamos en un 45% de niñas. Están copiando lo malo de los niños y cuando son adolescentes tienen muchos problemas. Es el delito típico en el que se equiparan niños y niñas. Es mucho más complicado trabajar con una chica dura que con un chico duro.

¿Un sopapo a tiempo puede tener valor pedagógico?

Confundir un cachete con un caso de malostratos es una barbaridad. El problema del cachete es que hay que darlo en el momento justo con la intensidad adecuada. La sociedad ha cambiado. Me acuerdo cuando mi hijo era pequeño y tenía cuatro años lo llevaba al hospital con una brecha en la cabeza y lo atendían sin problema. Pero ahora los padres son sospechosos de haberlo empujado por la escalera. ¿Dónde ha quedado el sentido común? Socialmente existe una presunción de culpabilidad de los padres. No hay término medio.

Hay países donde incluso se ha recuperado el cachete en las escuelas como valor educativo.

Efectivamente. Si mi padre viviese en la época actual posiblemente estarái condenado a cadena perpetua. Yo ‘cobraba’ todos los días y para nada estoy traumatizado. Más de una que me ha dado mi padre estaba bien dada.

¿Se pueden negociar las normas, pero no los límites?

Hay que saber decir que no. Llega un momento en el que te tienes que imponer como padre y cuando el chico tenga 18 años puerta. Tenemos los complejos de joven democracia, que nos da miedo decir que no. Hay un momento en que hay que decir que no a los hijos y es porque lo dice su padre. Y no hay más.

¿Era más sencillo educar a los hijos en generaciones anteriores?

Es posible que nuestros padres tuvieran menos formación y, sin embargo, ha salido buena gente. Yo siempre digo: tengo 58 años, no he mamado la democracia y nuestra generación tiene complejos porque como hemos estado teóricamente sometidos con la dictadura, cuando nos hemos liberado nos hemos ido al otro lado. En cambio, mi hijo, que tiene 28 años, sí ha mamado la democracia y tiene las ideas más claras. Creo que mi hijo va a tener la posibilidad de educar a sus hijos sin los complejos que hemos tenido nosotros.

II

Emilio Morales, "Decálogo de Emilio Calatayud para hacer de tu hijo un delincuente" en Sur de Málaga, 20 de mayo 2015:

El conocido juez de menores visitó Málaga por motivo del 50 aniversario del colegio El Limonar y dejó una irónica guía para malcriar a los jóvenes

"No se puede ser colega de los hijos. Se tiene que ser padre". El conocido juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, visitó ayer Málaga con motivo del 50 aniversario del colegio El Limonar. Entre todos sus apuntes, hubo uno que llamó mucho la atención a los presentes, que fue el del decálogo que leyó para "Hacer de tu hijo un delincuente". Con mucha ironía, el juez expresa lo que hay que hacer para que las cosas salgan mal a la hora de educar a los jóvenes.

1. Dadle todo cuanto desee, así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.

2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.

3. No le déis ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!

4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado. Primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.

5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.

6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.

7. Padre y madre, discutid delante de él, así se irá acostumbrando. Ycuando la familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.

8. Dadle todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, basta con pedir.

9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse,…¡De otro modo podría acabar siendo un frustrado!

10. Dadle siempre la razón: son los profesores, la gente, las leyes… Quienes la tienen tomada con él.

"Y cuando su hijo sea ya un delincuente, proclamad que nunca pudisteis hacer nada por él".


Por otro lado, también dio su opinión sobre la situación en los colegios. Cree que se debe volver a respetar más al maestro - a él le sigue gustando llamarlos así - , o que la expulsión es un recurso que debería suprimirse y ser cambiada por otras vías. También se mojó con los móviles, a los que califica de "droga" para la juventud, y que no deberían caer en sus manos hasta los 14 años.

domingo, 25 de octubre de 2015

Luis García Montero en Ciudad Real

De El Crisol:

El IES Atenea ha dado inicio esta tarde a las actividades organizadas con motivo del 25 aniversario de su fundación. Y lo ha hecho a través de la palabra del poeta, profesor y político Luis García-Montero, que ha profundizado en la importancia de la educación para la sociedad y de las humanidades para la educación.

garcia-montero ateneaIIEl acto celebrado en el pabellón ferial, ha contado con la presencia del presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, el director general de Planificación Educativa, Antonio Serrano, en representación de la Junta, y varios concejales del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ciudad Real.

“Queremos dar relevancia al 25 Aniversario y aprovecharlo para que los alumnos reciban formación en diferentes ámbitos“, explicaba la directora del centro, Ana Trillo, que ha sido la encargada de abrir el acto haciendo un breve recorrido por la historia y los valores que han caracterizado al Atenea.

El poeta granadino, que antes de la conferencia ha impartido un taller de poesía a un grupo de alumnos del centro, destacaba la relevancia de una formación que tenga como base las artes y las humanidades para que “la gente utilice con conciencia humana la técnica y la ciencia”. “Me parecen muy tontos los humanistas que desprecian la ciencia, pero también me parece una torpeza despreciar las humanidades”, añadía.

garcia-montero ateneaLa educación como pilar básico de la sociedad democrática ha sido otra de las ideas que ha defendido García-Montero durante su intervención. “Desde que se inventó el contrato social como base de la sociedad democrática ha sido indispensable acompañarlo con el contrato pedagógico. Si no formamos a los ciudadanos para que se responsabilicen de su sociedad no puede haber sociedad democrática”.

Una relevancia que choca con la situación que se vive en nuestro país donde sigue sin existir un consenso básico sobre el modelo educativo. “Creo que un pacto por la educación es imprescindible“, comentaba el poeta granadino, recordando no obstante que “el máximo responsable de esto es el PP”.

“Cuando todos los otros partidos, los sindicatos, las asociaciones y los representantes de estudiantes se han puesto de acuerdo para aprobar una ley, el PP ha roto la unidad. Y cuando ha estado en el Gobierno se ha empeñado en aprobar su ley particular sin el respaldo de los demás sectores de la educación”, ha dicho García-Montero, señalando que será uno de los principales retos para la próxima legislatura conseguir un pacto por la educación que incluya a todos.

Al concluir la conferencia, los asistentes han podido visitar las nuevas instalaciones de la biblioteca del centro, cuya ampliación ha sido inaugurada por el propio Luis García-Montero.

Las actividades para celebrar este 25 Aniversario del IES Atenea continuarán durante el resto del año, manteniendo como en esta ocasión algún tipo de conexión con el distintos ámbitos educativos.

martes, 25 de agosto de 2015

Ensayo sobre el teatro en La Mancha o de autor manchego en el siglo XVIII

A lo largo del siglo XVIII las representaciones teatrales (públicas, pues también las hubo privadas) en La Mancha (1) afrontan las mismas dificultades por los ataques de los moralistas que habían sufrido en el siglo XVI y XVII. (2) Existía una depauperada red de corralones o “patios” de comedias para compañías itinerantes, titiriteros y otros artistas de variedades, pero estos locales, que ejercían con frecuencia funciones distintas, raramente se restauraban o reemplazaban por modernos coliseos techados. (3)

El teatro tenía que superar, además, dos clases de censura previa: una, gubernativa o civil, la detentaban el juez protector de teatros y el corregidor de cada lugar, quienes solían delegar en un censor o fiscal de comedias a sueldo de los ayuntamientos (en Madrid, desde una real orden de 1753, la Sala de Alcaldes la encomendó a la Junta de teatros). 

La otra, eclesiástica, estaba a cargo de la vicarías provinciales. Por otra parte, algunos predicadores influyentes lograban predicando a lo Savonarola que se cerrasen los teatros, y así durante el reinado del muy piadoso Fernando VI (a quien, sin embargo, le gustaba este género de entretenimientos) la prohibición fue casi total. A estos respectos pueden citarse un escandaloso caso de Cuenca (4) o uno que yo mismo he sido el primero en desempolvar en Toledo (5). Pero las prohibiciones se dan no solo por este motivo, sino también por epidemias o lutos en la familia real, por más que estas disposiciones, siempre temporales, sean burladas con frecuencia y de muy distintas maneras. A fin de siglo Carlos IV levanta todas las prohibiciones con una Providencia general para que todo el pueblo pueda tener teatro… (junio de 1792); de esta regulación solo se libraron durante el calendario escolar las ciudades que disfrutaban de universidad, para que no se distrajesen los estudiantes: Sigüenza, Toledo, Almagro.

A estos intentos reguladores se sumó otro distinto motivado por el desprecio al teatro de sesgo barroco, aún popular, por parte de ilustrados y neoclásicos, en particular las comedias de santos y de magia; estos lograron prohibir los autos sacramentales en 1765, introdujeron con dificultad un teatro “moderno” a la francesa, la llamada “tragedia arandina” (por el Conde de Aranda, su impulsor), refundieron con el molde de las unidades bastantes piezas barrocas famosas, situaron como fiscales censores de comedias a destacados neoclásicos y esbozaron asimismo diversos proyectos para reformar el teatro popular de desigual éxito y alcance. Por otra parte, fue también un hecho importante para la mejor valoración de las piezas dramáticas el hecho de que a partir de 1780 se suprimiera el entremés entre la primera y la segunda jornada y solo se dejara el sainete entre la segunda y tercera.

El marco físico de los escenarios evoluciona también desde los vetustos corrales de comedias a los modernos coliseos, sobre todo en las ciudades más importantes (Toledo). Estos ámbitos cerrados facilitaron la renovación y evolución del teatro musical, en el que nacen nuevos géneros –melólogo, tonadilla escénica, zarzuela, ópera–; a este respecto hay notables contribuciones de compositores manchegos. (6) Pero, aunque la ópera italiana domina, existen intentos de crear un teatro musical autóctono; por ejemplo un “drama heroico” excepcional en dos actos como Glaura y Cariolano (compuesto en 1791 y representado e impreso en 1792) del conquense Ignacio García Malo ofrece un “ensayo en nuestro tiempo de la grande Ópera seria italiana” y, con música de José Lidón (1748-1827) y libreto inspirado en los cantos vigésimo y vigésimo octavo del libro II.º de La Araucana (1594) de Alonso de Ercilla, albergó el propósito de

“Demostrar que nuestra lengua es capaz de las modulaciones de la música y que podemos aspirar con el tiempo a formar un Teatro Lírico, imitando a los italianos, como han procurado hacerlo los franceses, no obstante que su lenguaje ni es tan numeroso ni armonioso como el nuestro”.

Junto a otras tentativas menos conscientes, es la primera vez que se pretende, por desgracia sin demasiadas consecuencias, como tampoco las posteriores del siglo XIX. (7) Por demás, siguen reponiéndose obras más o menos adaptadas del siglo XVII, aunque el público menos educado, que sigue aficionado a los toros a pesar de las razones del ilustrado ciudarrealeño Manuel Núñez de Arenas en el “Discurso contra la perniciosa costumbre de correr toros” inserto en el Memorial Literario, (8) prefiere los géneros teatrales del último barroco, cuyo elemento común es la espectacularidad: “comedias de magia” que agitan la imaginación con sus vistosas mutaciones escénicas (sustos, desapariciones, vuelos, estatuas vivas, autómatas…), como Marta la Romarantina, del manchego José de Cañizares, la obra más representada en España en el siglo XVIII, o “comedias heroicas” como La defensa de La Coruña, de Valladares, en que vistosos uniformes, armaduras, desfiles y batallas enardecen el patriotismo; o incluso comedias devotas con pecadores abominables, formidables milagros y penitencias terribles, como la del poeta toledano José Lobera y Mendieta La muger más penitente, y espanto de charidad, la venerable hermana Mariana de Jesús, hija de la venerable orden tercera de penitencia de nuestro santo padre San Francisco de la ciudad de Toledo, cuyo título aterrorizaba al folletinista Enrique Pérez Escrich. (9)

Por el otro lado, en el ámbito cómico, el gusto de la mayoría se decanta por el entremés, ahora evolucionado con elementos costumbristas y denominado sainete. Crean escuela en este género Ramón de la Cruz y Juan Ignacio González del Castillo, pero La Mancha, que dio a una de las cumbres del entremés en Luis Quiñones de Benavente, ve en el siglo XVIII muy pocos testimonios de este género; el mejor sainetista es, sin duda, José de Cañizares y Suárez de Toledo, (Madrid, 1675 – íd., 1750) dramaturgo posbarroco de padres almagreños e indudable origen converso; lo sigue a mucha distancia Francisco Benegasi y Luján. (Arenas de San Pedro, 1656 – Milán, 1746) e hijo. Aparte hay que mencionar al “sainetista ilustrado” Cándido M.ª Trigueros. En la estela del último barroco encontramos a no pocos dramaturgos manchegos y del archivo del gran crítico teatral ciudarrealeño Elías Gómez Picazo (Ciudad Real, 1917 – Madrid, 1997), completado por su hijo Manuel Gómez García, podemos extraer algunas noticias de ellos (10) a las que sumaré muchas otras. Estos autores son, junto a los ya citados, Eusebio Vela, José Lobera y Mendieta y Eugenio Gerardo Lobo.

Al lado de este teatro, el más exitoso y frecuente, contrasta otro de inspiración más selecta y moralizadora, escrito por ilustrados bajo la estética del neoclasicismo y moldeado por los preceptos aristotélicos de las tres unidades, a las que se añade una cuarta, la unidad de estilo francesa. Adopta la forma “pura” de la tragedia, mientras que en cuanto a la comedia se abre camino la “comedia de carácter”, presagiando la burguesa y la larmoyante (lacrimosa o sentimental) de Nivelle de la Chausée, si bien la primera poseía ya raíces autóctonas en la comedia de figurón, como Luzán supo advertir; la diferencia es que el figurón no incardina personajes universales, sino locales, tipos regionales inadaptados y envanecidos de alcurnia como el asturiano o, el vasco, o incluso, por oposición, el paleto madrileño. 

Curiosamente, el teatro de la época (que no la narrativa ni la sátira) no incluye un figurón manchego… Porque era el modelo de todos los demás: Don Quijote, interpetado como alguien engreído en su alcurnia hidalga y más pobre que las ratas a partir de una muy exitosa comedia carnavalesca de tres ingenios El hidalgo de la Mancha, de Juan de Matos Fragoso, Juan Bautista Diamante y Juan Vélez de Guevara, (11) de la también comedia carnavalesca Don Quijote de Calderón, hoy perdida, o en el entremés El hidalgo de Olías (1661) de Juan de Zabaleta. Solo he encontrado dos casos de figurón manchego que, separadamente del precedente cervantino, puedan citarse en el siglo XVIII como ejemplo de mero costumbrismo: El manchego en Madrid o El amigo más a tiempo, sainete manuscrito de José Concha censurado por Santos Díez González el 9 de enero de 1791, impreso al parecer el año siguiente, y El manchego en la Corte (1792), sainete de Eugenio Morales que se reimprimió anónimo más tarde (Madrid, 1833). (12) Mi distinguida y docta amiga, la toledana Olga Fernández, ha estudiado esta obra de Concha, cuyo argumento es el siguiente.

Dos manchegos, Juan y su sobrino Ceferino, llegan a Madrid y “enseguida rechazan los usos de la Corte, tanto los externos (confusión y agitación en las calles, gran número de tiendas y vendedores, gentes apresuradas que los atropellan, ruidos, etc.) como los de las costumbres sociales. Asisten a fiestas y saraos donde alternan con gentes vanas e hipócritas y Concha aprovecha para censurar los males del siglo: cortejo, frivolidad femenina, afectación de cultura, poder del dinero, etc. El protagonista, Ceferino, se muestra como un observador censor y en ningún momento encontramos burla de su posible tosquedad o ignorancia, que no exhibe nunca. "Es evidente que el autor se pone de parte del antes risible lugareño y eso supone que el público estaba ya preparado para mirar de forma diferente al figurón rústico de la comedia”. (13)

En cuanto al segundo, que cito por la edición de 1833, que contiene ligeras variantes, me basta copiar la carta de su madre que lee el protagonista, un palurdo miguelturreño (“en mi pueblo no había buenos modales y los han llevado los forasteros”) que viene a vender azafrán a Madrid y choca con la autoridad. Esta carta llamó la atención de otro manchego, el escritor, periodista y dramaturgo Félix Mejía, pues la refundió con más rasgos dialectales en uno de sus artículos de 1841:

Hijo mío Crisóstomo, celebraré que mis aquellos te hallen como estuvieres: yo estoy y no estoy, porque semos y no semos: sabrás en primer lugar, y mejorando lo presente, como el día después del martes, que es el lunes, á la Campana de la oración, en buena hora lo diga, y salvo sea el lugar, salí á misa de parida en la carreta del tío Jusepe, y tu tía Catalina la resultó una vomitadura estantinal, de forma que no se murió, pero después se fué á el otro mundo; y como murió sin testar, han hecho ya un gargajo de papeles, que me quedé espiritada de verlos: pongo en tu noticia, como tu hermana Beatricilla, en la casa que servía ya no es doncella, pues la han pasado á Ama de llaves, y se casará con el que ha de ser su marido. Tu hermano Gil tuvo unas palabras con el buey del barbero, porque se entró en el sembrado, y anduvieron á diente. Tu Agüelo se murió istantinamente, le quebró la tinaja del agua, y se levantó un aire que llamaban buracán. Neculasillo está muy adelantado en la Mamática, y ha salido de los Dominativos, y se encajó en el Susucorda, y para la pepinada que viene se ordenará de pistola. Ya te escrito tres con esta y no me has respondido sino á dos. Miguelturra, a 15 del corriente del año en que estamos. Tu madre que te quiere como si te hubiera parido, la Camándula, hijo mío Crisóstomo Berrugo. (14)

Menos ajustada al presunto realismo de un pueblo presentado como embrutecido y analfabeto, es la interpretación dieciochesco-quijotesca de un Quijote petulante o “gilipollas”, diríamos hoy, definida por los diccionarios académicos de la época y por Forner, (15) que convenía más al protagonista degradado de la Segunda parte de Avellaneda y es consecuencia de los Quijotes de comedia del XVII, como el toledano Lorenzo Salpurrias de la comedia de figurón La encantada Melisendra y Piscator de Toledo (1738) de Tomás de Añorbe y Corregel, obsesionado por encontrar un tesoro escondido en la ciudad, chifladura que responde a la famosa leyenda de la Cueva de Hércules y que, en el caso del ridículo protagonista, se contamina con fábulas de encantamientos propias de Don Quijote.

Creo yo que el prototipo de Quijote bufonesco o figurón quijotesco se explica como visión socializada del tópico miles gloriosus y reflejo de una cierta idea de decadencia. Al respecto es bien penetrante el juicio de René Andioc: “La idea que se forman en el siglo XVIII del quixotismo es la de la hidalguía ridícula, o, mejor aún, la de la nobleza según el hombre del pueblo”. (16) Las tensiones sociales tardan en aflorar al teatro dieciochesco superando el anticuado tema del “mestizaje social” de comedias seiscentistas como El galán de la Membrilla de Lope o La villana de la Sagra de Tirso de Molina, por mencionar piezas y autores relacionados con La Mancha. El barón, de Moratín, estrenada en 1803, y su ligeramente distinta zarzuela de mismo título y autor, bastante anterior, ambientadas ambas en Illescas y claramente derivadas del primer drama social de la literatura española, Los menestrales, del orgaceño Trigueros, presenta una visión ya burguesa y, por así decir, realista: Mónica es una labradora manchega pechera que ha heredado al enviudar y se siente zaherida por los privilegios de la nobleza femenina del lugar, que le resultan intolerables: a ella la llaman tía, no doña, (el tratamiento de “don” se daba a los hidalgos) como a las “señoronas” ostentosas que no dejan de exhibir jactancia vana y poseen sitio reservado y preferente en la iglesia. Moratín enfoca esta tensión social desde el defecto moral del orgullo, la ambición y la vanidad más que desde la virtud cardinal de la justicia, según lo que llama Andioc, en su modélico estudio de esta pieza, “filosofía de la conformidad”. De esta manera, Mónica recibe la importante lección de haberse engañado con un falso barón de origen urbano cuyo propósito era quedarse con su dinero con el pretexto de matrimoniar con su hija, (17) burlando sus deseos de ascenso social.

Históricamente, cupo al Conde de Aranda impulsar las tragedias clasicistas de imitación francesa en lo que se vino a llamar “tragedia arandina”, y animó a una serie de autores a traducir, arreglar y componer obras de este tipo entre 1766 y 1773, cuando presidía el Consejo de Castilla. (18) Y, si bien este teatro culto solo logró triunfar entre la nobleza y la alta burguesía urbana, es en él donde encontramos más autores manchegos destacados: Juan y Cándido María Trigueros, Ignacio García Malo, Antonio Marqués y Espejo y José Fernández Villaverde. Sin embargo, les había precedido otro grupo menos conocido de autores manchegos (los hermanos Jerónimo y Miguel Benavente, Juan Girón Buedo, Benito Antonio de Céspedes, Antonio Gabaldón) agrupados en el Real Seminario de Nobles de Madrid, donde estos jesuitas manchegos elaboraron piezas que, formadas al principio bajo el molde de la comedia mitológica calderoniana, añadían a esta una función instructiva, educadora y moral ya plenamente ilustrada y un estilo apenas culterano, fuera de que tradujeron y estrenaron también no pocas tragedias neoclásicas italianas y francesas. 

Muchas de estas piezas fueron representadas ante el propio rey Fernando VI, lo que refleja la importancia que se daba a la promoción de este teatro clasicista desde instancias oficiales al menos para la nobleza, ya que el pueblo se mostraba más remiso a esta moda. Fuera de esto, y al margen de ambas corrientes, pero afín a la primera, todavía se daba la tendencia de reestrenar clásicos manchegos del seiscientos, sobre todo adaptaciones del toledano F.º de Rojas Zorrilla, como la realizada por Tomás Sebastián y Latre de la espectacular Progne y Filomena, (19) o del manchego de adopción Tirso de Molina, aunque ya el dramaturgo toledano Trigueros adaptaba algunas lopianas a la preceptiva neoclásica, y con mucho éxito, como La moza de cántaro, que estuvo 14 días en cartel en Madrid con 6.309 reales de media cada uno, o el Sancho Ortiz de las Roelas, (20) sobre La Estrella de Sevilla atribuida al Fénix, que lo estuvo ocho con 6.953 reales de recaudación de media entre 1802 y 1803.

El grupo posbarroco está encabezado por el dramaturgo más fecundo, cotizado y famoso de la primera mitad del siglo XVIII en España, José de Cañizares y Suárez de Toledo. Aunque nació en Madrid en 1676, sus dos padres eran manchegos naturales de Almagro: José de Cañizares y Gerónima Suárez de Toledo y La Cavallería, al menos esta última de indudable estirpe conversa por su segundo apellido, como sacó a relucir su envidioso rival Juan Pedro Maruján. Todavía hay mucha oscuridad en lo que se refiere a los orígenes de Cañizares: ¿tuvo algún parentesco Cañizares con Francisco Cañizares, autor de una curiosa mixtura de comedia de guapos y santos, El dichoso bandolero, fr. Pedro de Mazara, capuchino, Madrid: Manuel Meléndez, 1671? ¿Con el José de Cañizares homólogo al que están dedicadas las comedias de Agustín Moreto, quizá su padre? Tampoco sabemos nada de la primera mujer del comediógrafo, Gertrudis Galán, (21) a cuya memoria es posible dedicara el poeta sus comedias sobre santa Gertrudis. El caso es que sus padres se establecieron en Madrid y allí nació el escritor, (22) de vocación dramática tempranísima: a los trece años compuso ya su primera pieza, una refundición de otra del también precoz Lope de Vega: Las cuentas del Gran Capitán, protagonizada por el legendario y forzudo capitán Diego García de Paredes y no tanto por el famoso Gonzalo Fernández de Córdoba. De esos años es también su publicación más antigua, un poema cortesano: Al lamentable suceso de la muerte de la Reyna Madre (Madrid, 1686). 

Aunque había emprendido la carrera militar y alcanzó el grado de teniente de caballería de coraceros (1711), su temprano éxito como comediógrafo en los corrales lo llevó a retirarse del ejército bajo la protección del duque de Osuna y trabajó para él como contable en su palacio, creando además alguna pieza que otra para representaciones privadas. Sin embargo, siguió sacando comedias de las musas y estrenó 46 piezas solo en los corrales madrileños entre 1706 y 1719, según J.  Varey y Ch. Davis. (23) Además le consiguieron el puesto de fiscal o censor de comedias de Madrid, cargo que ejerció cuarenta y cinco años, desde que sustituyó a Lanini en 1702 hasta 1747, tres años antes de su muerte. El cargo estaba magramente retribuido con 100 ducados al año (1100 reales de vellón), pero el comediante estaba muy cercano a la familia real y se beneficiaba ayudando a montar los espectáculos palaciegos del dramaturgo oficial de la Corte, su amigo Antonio de Zamora, con quien colaboró además componiendo obras al alimón y piezas para los intermedios. Incluso siguió a los Reyes cuando fueron a Sevilla y allí estuvo un tiempo escribiendo comedias y ganándose la envidia de Maruján. También viajó alguna vez a Barcelona, aunque esto está menos documentado. El favor real le fue renovado en 1736 al ser nombrado Compositor de Letras Sagradas de la Real Capilla (1736), algo que venía realizando ya puntualmente desde 1700 más o menos y estaba más retribuido que la censura de comedias (200 ducados anuales). Su vinculación áulica lo llevó también a componer numerosos poemas de circunstancias: Pompa funeral y reales exequias en la muerte de los Príncipes delfines de Francia (1711), España llorosa sobre la funesta pira el augusto mausoleo y regio túmulo… (1711), Serenata a los reales desposorios de don Carlos de Borbón y doña María Amalia de Sajonia (1738)… De su primer matrimonio con Gertrudis Galán no queda sino una mención en los documentos exhumados por el albaceteño de Tobarra Cristóbal Pérez Pastor; hay más información del segundo, contraído con la viuda Lorenza Álvarez de Losada Osorio y Redín, de quien tuvo dos hijos, José y Gerónima. El matrimonio tuvo sus altibajos, pues se le achaca una aventurilla con la actriz cómica Rosa Rodríguez, “la Galleguita”, algo que sabemos también por el libelo que su ya citado rival sevillano, Maruján, escribió contra él: las cuarenta décimas del Ovillo en que se devanan las quebradizas especies, que la maraña de unos perniciosos, erroneos ovillejos, quiso enrredar la maliciosa emulacion de rudos copleros para, desvanecer el hilo de oro, que brilla en los aplausos de un conocido ingenio, sin lugar, sin imprenta, sin año, pero 1743, donde también lo acusa de multiplagiario y “muy narigudo”, esto es, de ascendencia judaica. Tras muchos éxitos teatrales, sobre todo en el género de las comedias de magia, de figurón y las zarzuelas y dominar los teatros durante medio siglo, falleció en Madrid en 1750 y está enterrado en el convento dominico del Rosario.

Sus obra es muy numerosa, aunque menos fecunda que la de los ingenios del XVII; también muy variada en géneros y estilos. Contamos con un centenar escaso de títulos si se suma el teatro breve, aunque destacó como maestro indiscutible de las imaginativas y espectaculares comedias de magia, de las desternillantes piezas de figurón y de los libretos de zarzuela, que él denominaba “dramas armónicos” o “melodramas”. También sobresale su escasa obra menor (sainetes, fines de fiesta, loas…) en que se muestra muy ocurrente.

Como última gran figura de la escena madrileña y censor de comedias de la Corte durante cuarenta y cinco años impidió la renovación del teatro que tímidamente habían propuesto los clasicistas (aunque Luzán alabó sus piezas de figurón al asociarlas a las “comedias de carácter” de Molière), si bien él mismo había intentado renovarlo sin convicción ni éxito (El sacrificio de Ifigenia). Sus contemporáneos se dieron cuenta también de esta obstrucción y denunciarlo en el libelo de 1743 (junto con sus líos de faldas y sus plagios) le valió a Maruján una condena de destierro a África que luego fue revocada.

La virtud esencial de Cañizares es su gran imaginación y variedad. Luce especialmente en comedias de magia como El asombro de Francia, Marta la Romarantina (sobre la historia real de la pseudoendemoniada Marthe Brossier en el siglo XVI; fue la comedia más representada en España en el siglo XVIII; sus dos primeras partes las compuso Cañizares; la tercera -1770- es de Domingo M.ª Ripoll Fernández de Urueña, y la cuarta -1774-, de Manuel Hidalgo, por no hablar de la Marta abandonada -1762- de Ramón de la Cruz o la Marta imaginaria de José Concha o la Marta aparente -1779- de José López de Sedano); fueron también popularísimas El asombro de Jerez, Juana la Rabicortona, El anillo de Giges (tres partes) o Juan de Espina en Madrid; (dos partes).

Refundió piezas de Lope de Vega, Jiménez de Enciso y Pedro Calderón, entre otros; adaptó temas de Cervantes en La más ilustre fregona y Pedro de Urdemalas; y el Buscón de Quevedo en su La vida del gran tacaño; tradujo libremente, “españolizándolas”, las tragedias Ifigenia de Racine y Temístocles de Metastasio; dio forma a una última y definitiva versión del teatro áureo mezclando elementos lopescos (libertad, casticismo, amplitud de fuentes) y de Calderón de la Barca (metateatralidad, reducción de polimetría, ruptura de barreras entre espectador y actor, escenografía desbordante, simetrías retóricas), pero colmando su texto de reminiscencias y tópicos rodados. 

No es un poeta lírico tan excelso e inspirado como Lope, ni tan grandioso, trascendente y razonador como Calderón, pero brilla como un buen e ingenioso dialogista (el “diálogo chisposo”, que apreció Moratín hijo) y posee una vis cómica desternillante y una imaginación que luce en sus comedias de magia (la maravillosa escena de Marta rodeada de pájaros que hablan, por ejemplo) que invitan a interpretaciones psicoanalíticas muy modernas; sobre todo, intentó volver a la raíz popular del teatro áureo sin renunciar a introducir novedades para contemporizar con los ansiosos de modernidad: la nueva comedia de magia, una escenografía más espectacular, una mayor participación de la música en la escena (no en vano uno de sus trabajos mejor remunerados era el de compositor de letras para música). Como no se preocupó de hacer una edición completa de sus obras, hay algunos problemas de atribución y muchas han quedado impresas sueltas o manuscritas. Cultivó todos los géneros dramáticos en boga: comedias de santos, de magia, heroicas o históricas, de figurón, de capa y espada, zarzuelas y todas las formas del teatro breve.

En la comedia heroica se encuentra muy a gusto, pues no en vano su primera vocación fue la militar. Revisó temas históricos ya tratados en el teatro, pero también desarrolló otros nuevos, siempre con la necesaria y rentable espectacularidad escénica (caballos, armaduras, desfiles, armas...):  Carlos V sobre Túnez (1730), Las cuentas del Gran Capitán; El pleito de Hernán Cortés con Pánfilo de Narváez (1716), La heroica Antona García, El rey don Enrique III llamado el Enfermo, A un tiempo rey y vasallo, La banda de Castilla y duelo contra sí mismo (1727)… Obtuvo gran fama con tres obras en las que los sucesos históricos se mezclan con las aventuras: El pastelero de Madrigal (1706), El falso nuncio de Portugal y El picarillo en España, señor de la Gran Canaria

Esta última ridiculiza aspectos negativos de la sociedad de su tiempo uniendo comicidad y tono moralista. Su protagonista es Federico de Bracamonte, hijo del descubridor de las islas Canarias, quien tiene que ocultar su identidad y vivir en la corte castellana disfrazado de pícaro. Estimado por los reyes y su valido don Álvaro de Luna por su ingenio y atractivo personal, se descubre su verdadera identidad, recupera el señorío de las Canarias y consigue el amor de la dama que pretendía; tras muchas representaciones fue llevada a la imprenta (Madrid, 1747). 

En Yo me entiendo y Dios me entiende, ambientada durante el fratricidio de Montiel, el loco personaje de don Cosme, representa en su adocenamiento todo lo periclitado y antiguo de la comedia del Siglo de Oro.

En la comedia de santos (propicia a lo sentimental y milagrero de la devoción popular, pero también espectacular por la posibilidad de incluir milagros) innovó incluyendo números musicales. Son títulos de este grupo: A un tiempo monja y casada, Santa Francisca Romana (1719), Lo que vale ser devoto de San Antonio de Padua, La más amada de Cristo Santa Gertrudis la Magna, Santa Catalina, virgen, mártir y doctora (1730)... De tema mitológico son Amor aumenta el valor, fiesta real para los desposorios del Príncipe de Asturias en 1728, Amor es todo invención, Júpiter y Anfitrión, melodrama… 

El estilo de Cañizares, en cuanto a métrica, prosigue la reducción de la polimetría lopesca iniciada por Calderón: domina el romance, seguido de la redondilla y la silva. Alterna un diálogo muy cuidado con pasajes culteranos que reproducen imágenes y metáforas trilladas de la retórica barroca y la simbología calderoniana de los cuatro elementos, no sin conciencia autoparódica, por cierto. En cuanto a sus comedias de figurón, es un buen resumen este que hizo Ramón Mesonero Romanos:

Nadie rayó tan alto, pues ni Calderón en Don Toribio Cuadrillos, ni Moreto en El lindo don Diego, ni Rojas en Don Lucas del Cigarral, ni el mismo Zamora en El hechizado, ofrecen á nuestros ojos una figura tan epigramática, tan cómica, tan viva, tan chistosa como El dómine Lucas, el infatuado hidalgo montañés que lleva á un desafío su árbol genealógico para que le sirva de escudo y que expone sencillamente de esta manera las condiciones de su alcurnia: 

DON LUCAS: Yo en la montaña / tengo una bonita hacienda, / a Dios gracias, que un abuelo / (mi deudo por línea recta) / fundó ciento y dos mil años / antes que Cristo naciera. 
DON ANTONIO: ¡Antiguo blasón! 
DON LUCAS: Dejome / con calidad esta renta / de que entre a gozarla yo / desde el día en que me muera. 
DON ENRIQUE: ¿Desde que os muráis? Pues muerto, / ¿de qué os sirve? 
DON LUCAS: Tengan cuenta, / pues ¿cómo queréis que mande / que viva un hombre con ella / si es hacienda de montaña, / que hincha, pero no sustenta? 
DON ENRIQUE: Pues ¿cuánto es? 
DON LUCAS: Doce ducados, / y tiene un censo de treinta. / El caso es que mi nobleza, / tan antigua que a diez millas / huele a lo rancio que apesta, / no permite que me entregue / todo entero a quien no sepa / que es mujer tan recatada, / tan mirada, tan atenta, / tan noble y tantarantán... 
DON ENRIQUE: ¿Qué es “tantarantán”? 
DON LUCAS: Discreta; / Frase con que yo me explico / dando a entender que quisiera / mujer que no se asustara / de cajas ni de trompetas… 

Y prosigue así durante toda la comedia desplegando su carácter infatuado, malicioso y necio, admirablemente puesto en juego con el de la tonta dona Melchora y el tío abogado que enamora en términos de proceso. Otros muchos personajes del género caricato o de figurón excitan la continua risa y la simpatía del público en las comedias de Cañizares. Su don Laín de Los hechizos de amor, el don Lorenzo de El mas bobo sabe más, el don Policarpo de La ilustre fregona, el don Cosme de Yo me entiendo y Dios me entiende y El barón del Pinel en la comedia de su título, el de Pablos en La vida del gran Tacaño y el de Bracamonte en El picarillo en España y otros muchos caracteres ingeniosamente desenvueltos por Cañizares con una espontaneidad y gracia cómica que solo puede compararse a la de nuestro contemporáneo el fecundo autor de El pelo de la dehesa, hace lamentar que tan abundoso y natural ingenio malgastase sus fuerzas en imitaciones de escuelas y de estilos que ya habían caducado, y en las que, por muy buenas que fueran, nada superior quedaba por hacer. (24) 

En cuanto a su contribución principal, las comedias de magia, Cañizares practicaba en sus textos la distinción entre magia blanca o natural y magia negra, a fin de no toparse con la Inquisición, pese a lo cual con frecuencia se le echaron encima los predicadores. Pudo incluir en ellas todas las nuevas aportaciones escenográficas de los tramoyistas. Además incorporaba el ilusionismo, los efectos de la física recreativa, algunos rudimentarios autómatas o “estatuas vivas”, el uso de los valores maravillosos de la naturaleza (plantas, minerales, animales). El teatro “mágico” de Cañizares empleaba aún la heterogénea estructura barroca mezclando en imbroglio a la acción principal una o más secundarias. 

El éxito clamoroso de estas imaginativas piezas propició segundas, terceras y aun cuartas partes; todavía se reestrenaban en el siglo XIX (Mesonero Romanos, en su edición de siete piezas de Cañizares para su Dramaturgos posteriores a Lope de Vega, afirma que contempló algunas de ellas en su infancia). Por orden cronológico son Don Juan de Espina en Madrid (o en su patria) (1714) y su segunda parte Don Juan de Espina en Milán (1715), cuyo protagonista es un extraño sacerdote madrileño de tiempos de Felipe IV, coleccionista de objetos raros, aficionado a la música y con fama de mago. Se mezclan sucesos reales con otros inventados, pero la primera está mejor construida y el público debió gozar con la presencia de autómatas.

La segunda es más monótona. La historia del pastor Giges que llega a ser rey de Lidia con la ayuda de un anillo que confiere la invisibilidad se recoge en las dos partes de El anillo de Giges, y el mágico rey de Lidia (también titulada Ser rey y pastor a un tiempo). La sugestión mágica de las apariciones, desapariciones y movimientos inexplicables de objetos causó sensación. Pero, aunque Cañizares se esfuerza por crear un contexto de época para la historia antigua, se ve forzado a incurrir en anacronismos de vestimenta, costumbres y personajes típicos. El mayor éxito lo obtuvo Cañizares cuando cambió de “mágicos” a “mágicas”. El 7 de noviembre de 1716 estrenaba en el corral del Príncipe de la capital El asombro de Francia, Marta la Romarantina. Se recoge en ella la historia de Marthe Brossier, conocida mujer francesa que había sido poseída por el demonio a fines del siglo XVI. La presencia de este personaje ambiguo y temible por sus poderes mágicos (y su saber: le “encanta” la lectura, algo que la tradición no ve bien en una mujer), a quien ayuda un demonio disfrazado de genio y que debe sus poderes a la maldición de su madre antes de morir, regenerada al final gracias a su arrepentimiento, entusiasmó al público. Se convierte además en Cañizares en un auténtico espectáculo en el que no faltan autómatas, mutaciones, vuelos y, por supuesto, efectos cómicos que la teología permitía pasar como prodigios de magia blanca o natural. El escritor madrileño hizo una segunda parte con este tema para el Carnaval de 1740, pero el éxito fue tal que se continuó por otros autores hasta cinco partes, en las que se añadieron ciertos elementos truculentos (cárceles, ejecuciones) o exóticos. Repitió Cañizares con el personaje femenino de la maga en El asombro de Jerez, Juana la Rabicortona, estrenada en octubre de 1741 por la compañía de Palomino. Como en la anterior, el elemento musical es muy importante, de tal modo que convierte a la obra casi en zarzuela. Ahora, el escenario español de Jerez permite al autor presentar animados cuadros de costumbres, pero la historia central gira en torno a esta equívoca mujer, Juana, educada por unos gitanos siendo niña, con poderes mágicos e incluso perseguida por hechicera. Misterios, mutaciones, elementos burlescos, vuelven a repetirse en una comedia que intenta recoger los ingredientes que halagan el gusto del público para convertirla en una obra lúdica.

Un éxito semejante alcanzó Cañizares con las comedias de figurón que llegó a su perfección; mezcla lo burlesco con lo didáctico y fueron aceptadas incluso por la crítica clasicista, salvando los errores de ruptura de las unidades y el exceso de humor. Son obras críticas, llenas de exageraciones para acentuar la comicidad. El figurón adquiere en este autor nuevas dimensiones, pues aunque mantiene ideas y lenguaje extravagantes, varía su moral y su capacidad crítica. No es sólo un tipo literario, sino el resultado de la observación de personajes que le rodean. Hay varias comedias pertenecientes a este grupo: Abogar por su ofensor y Barón del Pinel (1715), El honor da entendimiento y el más bobo sabe más (1715), De comedia no se trate, allá va ese disparate, de tono burlesco, Si una vez llega a querer, la más firme es la mujer (1723), Dios los cría y ellos se juntan, La boba discreta, estrenada en el corral del Príncipe con música de Francisco Coradini en 1733... La más famosa de todas es El dómine Lucas, que apenas se inspira en la comedia homónima de Lope de Vega. Critica en esta obra el falso orgullo nobiliario y las estúpidas creencias en los duendes, que convierten al protagonista en alguien manejable, prototipo de la “ranciedad”.

Los estudiosos han destacado la probada habilidad de Cañizares en la redacción de libretos para zarzuela, piezas a las que el autor denomina en otros lugares “melodrama” o “drama armónico”. Compuso unas cuarenta, la mayor parte de las cuales trata sobre asuntos mitológicos, aunque dramatizó igualmente vidas de santos y motivos históricos. Son títulos destacados: A cual mejor confesada y confesor, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, Accis y Galatea, estrenada en el teatro cortesano del Buen Retiro el 19 de diciembre de 1708 para celebrar el cumpleaños del rey, Amando bien no se ofenderá un desdén, Eurotas y Diana (1721), Las amazonas de España (1720, Buen Retiro), Angélica y Medoro, Con amor no hay libertad, melodrama armónico para el Carnaval de 1731 en el corral de la Cruz, Cuerdo delirio de amor (1733) y De los encantos de amor la música es el mayor (1725), representada por la compañía de Francisco Landoño en el corral del Príncipe. Con motivo de la transformación de este teatro en coliseo cubierto, en 1745 se representó la zarzuela de Cañizares titulada Cautelas contra cautelas o El rapto de Ganimedes, con música de José de Nebra, uno de los músicos que más colaboró con él en sus zarzuelas. Ésta debió de ser la última gran obra que el autor escribió. Transforma el mitio homoerótico en una historia humana en la que inserta una variada serie de aventuras galantes, amor y celos con grandes efectos escenográficos.

El teatro breve de Cañizares no pasa de la veintena de títulos. Introducciones o loas (Loa para la compañía de José Prado del año de 1719), mojigangas (Alejandro Magno, El antojo de la gallega), entremeses (Bartolo Tarasca, sin duda de los mejores; El caballo, La cuenta del gallego), sainetes (La estatua de Prometeo), bailes (Baile de empezar, El reloj de repetición), fines de fiesta (El vizcaíno en Madrid).

Aunque Cañizares pensaba que el teatro de su época debía renovarse, defendió la existencia de escritores creativos que, aunque se fundasen en la realidad, no se sometieran a normas clasicistas castrantes y, aunque criticó en escena los convecionalismos que él mismo usaba, prefirió seguir el gusto del público. La crítica de su siglo se le mostró dividida; a Luzán y a Forner le gustaban sus figurones, pero Huerta y Maruján lo acusaron de entrar a saco en las obras de Lope. Moratín hijo hizo algunas reseñas de sus obras que aparecen en los apéndices a sus Obras completas: allí se ve que apreciaba algunas de sus ideas dramáticas y sus diálogos. En el XIX lo alabaron Alberto Lista y Mesonero.

Eusebio Vela García (Toledo, 1688 - Veracruz, 1737) (25) fue un actor, empresario teatral y dramaturgo de escuela calderoniana; durante un largo tiempo se creyó que había nacido en México, pero ahora se sabe que era de Toledo. Hijo del cómico Juan Vela, se crió en Tudela y marchó a México en 1712 con su hermano el actor José Vela y Manuel de Rojas para formar allí una compañía que arrendó el Coliseo de la capital del virreinato, dependiente del Real Hospital de Indios, hasta el año 1736. Se conserva una rica documentación sobre sus actividades teatrales, pero de las catorce comedias que se le atribuyen solo han subsistido cuatro: El apostolado en Indias y martirio de un cacique, que elogia a Hernán Cortés, a Santiago apóstol y a los frailes franciscanos y su lucha contra la paganía indígena; Si el amor excede el arte, ni amor ni arte a la prudencia, donde se aborda el tema de Telémaco en la isla de Calipso, narrado en la Odisea de Homero; La pérdida de España por una mujer, en el que aborda el tema del último de los godos, Rodrigo, y su rapto de Florinda, hija del conde don Julián, (26) y El menor de los menores, San Francisco de Asís. Se han perdido las tres partes de La conquista de México, El héroe mayor del mundo, Alejandro Magno y El asturiano en las Indias entre otras. (27) Conocía bien la “carpintería” teatral, por lo que su teatro es abundante en efectos escénicos. Por ejemplo, en la primera de las comedias citadas aparecen batallas, terremotos y dragones:

(Tocan, y vanse. Sube el Demonio de debajo del tablado por la boca de un dragón, y echará fuego por ella)

DEMONIO:

¡Oh, tú, vestiglo horrendo, forma impía, / triforme estatua de la idolatría! / ¡Vomita de un bostezo de tu centro / al soberbio Luzbel que ha estado dentro / tantos tiempos oculto, / dando espíritu a tan horrible bulto; / que ya salgo a la tierra / a trabar en los hombres fiera guerra…!


Como es natural, este gran sentido de la espectacularidad hizo muy popular al dramaturgo, empresario y actor manchego. Si el amor excede al arte…. se escenificó en ocasión del cumpleaños del rey (19-XII-1729) y en 1730; era, junto con la movida Apostolado en las Indias..., una de las favoritas de los virreyes.

Francisco Benegasi y Luján (Arenas de San Pedro, 1656- Milán, 1742) (28) fue el tercer nieto de Vivaldo Benegasi, embajador de Génova en la corte de Felipe II, y su sangre noble le granjeó, con solo diez años, el título de caballero calatravo entre otros. Fue regidor perpetuo de Loja y tuvo un hijo de Ana de Peralta, José Joaquín, que fue tan buen escritor como él y nos dejó una semblanza del padre en que destaca su carácter generoso y derrochador, hasta el punto de que dejó a la familia en la ruina por pródigo; fue además buen jinete y un excelente músico. (29) Según nos cuenta don Ignacio de Loyola, marqués de Olmeda, celebraba en su casa una academia poética dos días por semana a la que asistían Zamora y Cañizares. (30)

Como poeta no supera la medianía, pero el teatro menor que nos ha dejado, tres entremeses y unos cuantos bailes, asume con malicia y donaire preocupaciones educativas ilustradas que derivan de su lectura de Feijoo, fundamentalmente el ataque a las supersticiones (31) y a los hidalgos vagos, engreídos y figurones: El zahorí, Los enjugadores y El reloj (1722). Más a colación con sus habilidades musicales son sus bailes: en El amor relojero hace formar un reloj con el cuerpo de los actores que solo canta la una, porque “no permiten las damas / a los galanes, / si con un dan no empiezan, / que a más se pasen”. Otros bien graciosos son La fuente del desengaño, El letrado (que termina con un cumbé), El retrato vivo o La familia de amor. (32) Herrera Navarro afirma que colaboró una vez con Cañizares, en el entremés El amor ollero de Alcorcón (1708) y escribió una comedia La dama muda, ambas manuscritas en la BN. (33)

En cuanto a otras facetas del arte escénico, cabe citar al actor José Espejo (Mota del Cuervo, 1720 – Madrid, 1797), quien desde los veintiocho años recorrió toda la escala cómica interpretando gran variedad de papeles, aunque destacó en los cómicos, para al fin interpretar a barbas y vejetes. Estrenó Las labradoras de Murcia, El peregrino en su patria (1769) y El licenciado Farfulla (1776). Se jubiló el mismo año de su muerte y fue nombrado varias veces por sus compañeros mayordomo de la Cofradía de la Novena, integrada por actores; en su capilla fue sepultado. También, por supuesto, hay que nombrar a Juan Ladvenant o Lavenán (Almagro, 1717 - 1782), de origen francés y padre de la famosa actriz María Ladvenant que consiguió que los actores aceptaran al fin hacer papeles de estética neoclásica interpretándolos ella misma (34). Juan Ladvenant no fue solo un buen segundo galán (“singular en imitar a los franceses”, escribe el Memorial Literario) (35) sino un tonadillero o cantante solvente que se retiró de la escena en 1782, el mismo año en que murió, y fundó una larga dinastía de actores. Escribió una obra: De Toledo es corona el nombre mesmo, elogio drammático… (s. c., s. i., 1766; hay otra ed. de Valladolid: Tomás de Santander, s. a.), una loa estrenada en el mismo “Coliseo de Toledo” e interpretada por caracteres alegóricos (Juan Ladvenant es Agradecimiento) cuya inicial forma al principio el anagrama conjunto TOLEDO VIVA. El juego de ingenio y las caudalosas notas en latín y romance que porta la edición muestran que el barroco tardío aún persistía a inicios del tercio postrero del XVIII. (36) Por demás, tanto Espejo como Ladvenant fueron miembros de la compañía de José de la Parra.

De Alonso Antonio Cuadrado Fernández de Anduaga se sabe bien poco; su vida se desenvolvió en la segunda mitad del siglo XVIII y fue teniente cuadrillero mayor de la Santa Hermandad de Toledo, pero es un autor murciano, nacido en Mula. Se consagró sobre todo al género de la comedia heroica, en el que destacan sus piezas El valor de las mujeres y triunfo de las murcianas de las lunas africanas (1787) y, con Lorenzo Daniel, (que, según Aguilar Piñal, 1984, t. III, es pseudónimo suyo), La toma de San Felipe por las armas españolas (1782). Algunas composiciones poéticas suyas se incluyen en la colección Época feliz de España (1784) que conmemoraba el feliz parto de la Princesa de Asturias. (37)

Antonio Biruega (o Viruega) Zelaya (o Celaya) era natural de Brihuega, según J. Diges y M. Sagredo (Biografías… p. 146) y escribió en el segundo cuarto del siglo XVIII tres piezas que han quedado manuscritas: el auto El más dichoso portal, la comedia La mejor reina del norte y nuevo sol de Hungría, que le atribuye Paz y Meliá (Catálogo… I, p. 351 y 445), y El premio de la limosna o el tirano limosnero; todas están en la BN.

Natural y vecino de Toledo, según F.º Aguilar Piñal, era Julián Calvo Salcedo, quien introdujo una loa, Cortes de Naturaleza celebradas en Toledo, en el manuscrito Devidos elogios, majestuosos aplausos, con que la augusta Imperial Toledo proclamó a… Sr. D. Carlos Tercero…. En los días 14, 15 y 16 de septiembre de este presente año de 1759… finalizándose con una loa… El actor Tomás Manuel Carretero Martín, (Moral de Calatrava, 1725 – Madrid, ¿1771?), fue de condición hidalga (su familia era oriunda de Pozáldez, Valladolid). Sus padres fueron el almagreño Manuel José Carretero y la moraleña Magdalena Martín de Bernal y tuvo un hijo, Juan Carretero de la Calle (Madrid, c. 1760 – íd., 1829) (38) que triunfó como actor profesional y adaptador de comedias en los teatros de Madrid, llegando a competir en partidarios con el mismísimo Isidoro Máiquez y a representar Romeo y Julieta de Shakespeare con Rita Luna, entre otras obras.

El padre compuso solo una comedia, El más heroico valor y temido valenciano (1746) que se conserva manuscrita en la Biblioteca Nacional de Madrid. Las obras de su hijo (según Díaz de Escovar muy buen poeta) están sin recoger.  Juan de Bolea Alvarado, de quien no se sabe ni siquiera su lugar de nacimiento, es conocido por diversos poemas de circunstancias y una Égloga narrativa sobre la entrada de Felipe V en Madrid en 1701; en 1708, empleado por el IV Duque de Uceda, escribió en Puebla de Montalbán unos Avisos históricos, geográficos, políticos y morales… sacados de varios autores que han quedado manuscritos; se le deben las comedias Ciencias impiden traiciones y La patrona de las Musas y Discípulo de San Pablo, manuscrito este original fechado en 1704 según Herrera.

En cuanto a piezas ambientadas en tierras manchegas, fuera de la famosísima Raquel del extremeño Vicente García de la Huerta, hay que mencionar al principal seguidor y competidor de Ramón de la Cruz en Madrid, Sebastián Vázquez, famoso como tonadillero y sainetero cuya mejor obra fue, sin duda, Los buenos consejos y función de Illescas, estrenada en el coliseo del Príncipe el 29 de julio de 1776. Reproduce el mundo taurino con mayor realismo que Cruz en La fiesta de los novillos (1768) y añade, para mayor espectáculo y peligro, un novillo de carne y hueso, dos mulas y toreros profesionales como actores, así como una escenografía bizarra, adecuada para la ocasión.

El grupo jesuita manchego de dramaturgos en Madrid, que soy el primero en citar como un todo, se formó dentro de la muy numerosa congregación de la provincia ignaciana de Toledo que enseñaba en el Seminario de Nobles antes de ser expulsada a Italia. Desarrolló un importante trabajo en divulgar el gusto por la tragedia neoclásica entre la nobleza castellana ya con anterioridad a las iniciativas en el mismo sentido del enemigo de su orden, el Conde de Aranda. La mayoría eran amigos del conquense Lorenzo Hervás; el traductor de Alfieri y Maffei Antonio Gabaldón amistó con él cuando este pasó por Murica. Hervás ha sido quien conservó su recuerdo por medio de su Biblioteca jesuítico-española (1759-1799), tan primorosamente editada por Antonio Astorgano (Madrid, 2007). De no ser por Hervás –y por Astorgano– no hubiéramos podido tener noticia de estos autores y obras sino por la base de datos del CATEH, pues la mayoría de las bibliografías conocidas los excluye por haber publicado gran parte de su obra en Italia.

Uno de los más importantes fue el neoclásico traductor de poesía y teatro Benito Antonio de Céspedes (Casasimarro, 1726 – Cesena, 1787), amigo del preceptista Ignacio de Luzán, quien había admirado mucho su tragedia Manlio. Ingresó en la Compañía en 1738 y se ordenó sacerdote en 1758. Enseñó humanidades en el colegio de Talavera y en el Seminario de Nobles de Madrid, filosofía en el colegio de Toledo y Teología en los de Toledo, Alcalá y Murcia. En el fatídico año de 1767 era maestro de moral y prefecto en el Colegio Imperial de Madrid. Céspedes tradujo del italiano la obra teatral y lírica entera de Pietro Trapassi, más conocido por la forma de su apellido en griego, Metastasio. El teatro, en tres volúmenes, se conserva manuscrito en la Biblioteca Pública de Toledo. Igualmente trasladó al español las Tragedias del jesuita Giovanni Granelli, que representó en el Real Seminario de Nobles con ayuda de los estudiantes, y nada menos que la Merope del conde Scipione Maffei. También contamos con traducciones suyas no dramáticas del francés, como una Vida del soberano pontífice Clemente XI  (Madrid: Ibarra, 1753) y ciertas obras de medicina. Juan Girón Buedo (cuyo nombre aparece a veces con los apellidos trastocados), nació en Buenache en 1702 y murió en Forli en 1773. Su comedia La rosa de Alexandría, santa Eugenia, se imprimió dos veces, en 1735 y 1743, y también compuso una “zarzuela nueva”: Vencer y ser vencido. Anteros y Cupido (1735).

Dos hermanos jesuitas, Jerónimo y Miguel Benavente, cultivaron también el teatro con singular fortuna. El primero nació en Santa Cruz de los Cáñamos, provincia de C. Real, en 1720, aunque Jerónimo Herrera Navarro (que no conocía la obra de Hervás) afirmó que fue en Villanueva de los Infantes y en 1721, (39) y falleció en Italia alrededor de 1788, enloquecido por las muchas penalidades sufridas, según cuenta Hervás. Sacerdote en 1754, fue profesor de poética y retórica del Real Seminario de Nobles de Madrid y escribió para sus alumnos unas Institutiones rhetoricae... del todo neoclásicas (Madrid: Ibarra, s. a., pero 1756); Hervás destaca su La ciencia triunfante. Drama alegórico representado a los reyes nuestros señores don Fernando el Sexto y doña María Bárbara, por algunos de los caballeros seminaristas del Real Seminario de Nobles de Madrid, publicada anónima en 1751; entre los dos actos de esta obra se representó además el intermedio El rapto de Ganímedes, que no nombra Hervás, impreso también junto a la obra mayor (Madrid, Oficina de la Viuda de Manuel Fernández, s. a., pero 1751). He encontrado, además, otra pieza, el drama en tres actos, con música, Las glorias del Parnaso… (Madrid: Manuel Fernández, s. a.), representada con éxito tan grande ante Fernando VI el 17-IX-1747, que el monarca les dijo a sus nobles actores que les concedería lo que pidiesen; el tema es el rescate de Andrómeda por Perseo, con interpretación alegórica educativa para la juventud. (40) Por mi cuenta he encontrado también otras obras poéticas de don Jerónimo, (41) entre ellas una égloga de calidad lírica excepcional, “La nimpha del Manzanares, ficción poética” (1754), que me ha hecho lamentar no conocer más sobre este interesante autor. Empieza así:

O vi, o me parecía,
que de Júpiter sumo en los altares
reverentes sus votos ofrecía
la Nimpha que preside al Manzanares.
Si así no fue, ser pudo; y no me empeño
en si fue realidad o si fue sueño...

En esta atmósfera indecisa y garcilasiana se desempeña todo el poema, leído ante la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que era socio honorario. Ciertamente don Jerónimo poseía una sensibilidad y una elegancia poco comunes y no es de extrañar que, sometido a la calamidad del exilio, un hombre de sensibilidad tan exquisita terminara por perder el juicio. Tal vez pensando en él Moratín hijo escribió en su Epistolario que la mejor poesía española se podía leer en las memorias de la Real Academia de San Fernando, donde entre otros puede hallarse este poema. Su hermano pequeño, Miguel Benavente, que lo cuidó en sus últimos días, fue hombre al parecer muy popular y profesor de matemáticas (íd., 1727 – Forli, 1793). Estaba  tan versado en arquitectura que tradujo y amplió notablemente un manual sobre la disciplina; este mérito le sirvió para ingresar en la Real Academia de San Fernando y, según Hervás, publicó anónima La tragedia de Tomás Moro, representada en el Seminario de Nobles de Madrid ante el rey Fernando VI; sin embargo, no figura en el Catálogo del Antiguo Teatro Escolar Hispánico (CATEH) ni Uriarte la ha visto. (42)

Es extraño que Hervás no nombre al jesuita conquense Eusebio Cañas (Henarejos, 1714 – Ademuz, 1801); debe ser porque no estuvo en la provincia de Toledo, sino que estudió en el seminario de Segorbe y fue profesor junto al padre Tomás Serrano en el Seminario de Nobles de San Pablo de Valencia desde 1745. Lo nombraron rector de los colegios de Alicante y Orihuela. Tras la expulsión se instaló en Bolonia, en el círculo de su amigo el también jesuita Manuel Lassala, muy protegido por la aristocracia boloñesa. Tradujo al español el teatro lírico que este escribió en italiano: los melólogos o “escenas líricas” Dido abandonada, quizá inspirada en la obra homónima de Metastasio, El misántropo y Partida de Eneas; la tragedia Ormisinda (sobre la hija de Pelayo, que habría que comparar con la Hormesinda de Moratín padre) y el famoso melólogo Pigmalion con que Rousseau fundó el género. (43) Contra Jerónimo Herrera, Justo Pastor Fuster cree que era de Ademuz, sin citar documento ni año alguno, y que no murió en 1801 en Ademuz, sino en 1809 y en Italia: “Vuelto a España, estuvo en Segorbe en casa de un sobrino suyo canónigo de aquella iglesia, hasta que por nueva orden volvió a salir y murió en Italia por los años 1809.” (44)

Es figura más importante Cándido María Trigueros (Orgaz, 1736 – Madrid, 1798), (45) de antigua estirpe manchega y con parientes altos funcionarios en el Palacio Real. Se educó en Madrid y Córdoba y vivió treinta años en Carmona (Sevilla), donde gozaba de un beneficio eclesiástico (se ordenó de menores). Luego se trasladó a Sevilla y por fin a Madrid, donde trabajó como bibliotecario de los Reales Estudios de San Isidro. Fue amigo de Jovellanos, de Juan Nepomuceno González de León y de los hermanos Pablo y Gracia Olavide (aquel, un famoso ilustrado limeño que emprendió la colonización de Sierra Morena y padeció la última embestida de la Inquisición, fecundo novelista y traductor de piezas teatrales; esta, poetisa y traductora dramática fallecida aún muy joven), entre otros entre los que cabe señalar a un autor que no cesa de revalorizarse e interesar a la crítica últimamente, Donato de Arenzana, autor de La caída de Luzbel, un epilio miltoniano (Sevilla, 1786), y de la imitación satírica cervantina Vida y empressas literarias del ingeniosissimo caballero don Quixote de la Manchuela, (Sevilla, Gerónimo de Castilla, 1767), que no se desarrola en La Manchuela conquense-albaceteña, sino en la andaluza comarca giennense de La Manchuela, al este de Mancha Real.

Trigueros era miembro de la Academia Sevillana de Buenas Letras y de su Sociedad Económica de Amigos del País y pertenecía además a la tertulia de Olavide en la capital hispalense; en Madrid fue nombrado miembro de la Real Academia de la Historia. Pero en la Corte fue mal acogido y muy criticado (Forner y Meléndez por un lado e Iriarte y Moratín por otro), en parte por creerse inventor del verso alejandrino (que él llamaba pentámetro) cuando ya había publicado Tomás Antonio Sánchez los poemas más importantes del mester de Clerecía y se conocía el soneto barroco de Pedro Espinosa en este verso, pero también por la superchería de haber hecho pasar un volumen suyo de poemas como escrito por un poeta imaginario del XVII, por ser un epigrafista algo falsario y, más en el fondo, por la envidia que suscitaba su extraño éxito como dramaturgo neoclásico o refundidor a lo neoclásico de dramas de Lope, algo que nunca habían compartido sus envidiosos compañeros en este propósito. Por ejemplo, su tragedia Necepsis (1763), que fue la primera escrita por él y se ambientaba en Egipto, sin añadido de entremeses y sainetes, consiguió mantenerse varios días hasta recaudar nada menos que setenta mil reales (4080 reales por sesión en 17 días), (46) cautivando al público con su profunda emotividad y su escenografía exótica. La protagonizaba la hija del actor almagreño Juan Ladvenant, la famosa María Ladvenant, sin duda alguna la actriz y tonadillera más bella y famosa de su tiempo, (47) constituyendo uno de los grandes y escasos triunfos de la tragedia neoclásica española… el mismo año en que fracasaban la Lucrecia de Moratín padre y la Jahel de Sedano.

La vocación teatral de Trigueros le venía por su padre Juan de Trigueros, gran aficionado a las tragedias de Jean Racine y traductor en prosa del Britannicus (1752) bajo el pseudónimo de Saturio Iguren (su versión fue luego versificada por Tomás Sebastián y Latre en 1764).

Trigueros hijo poseía amplios conocimientos y aficiones eruditas con que contribuyó a la epigrafía y la numismática y acumuló una de las mejores bibliotecas multilingües de su tiempo en España. Llegó a ser en sus últimos días un hebraísta solvente, autor de una atinada tesis sobre el origen púnico del vocablo “España” (48), si bien su reputación en este campo se resintió por haber tenido amistades poco recomendables, como la del falsario Juan José Heydeck; lo que mejor se le dio fue, sin duda, el teatro, a pesar de sus otras facetas como poeta, narrador y crítico, nada desdeñables. Mucha de su abundante obra se ha perdido o extraviado (algunas “comedias lastimosas”, como él llamaba a las larmoyantes o lagrimeras, como El atormentador de sí mismo, quizá inspirada en la obra homónima de Terencio, El delincuente generoso y también La delicada, El criticón, El teatro cómico, Trampalantrán y La sevillana, fuera de numerosas piezas en un acto cuyo título no se conserva), pero lo que queda, una veintena larga, basta para juzgar el gran papel que desempeñó en nuestras letras, de los primeros en cuanto a la creación de la tragedia neoclásica. Así, se han conservado copias de Los Theseides (1775), La Electra (1781) e Ifigenia en Aulide (1788) versiones más o menos libres de originales franceses y alemanes: Los Theseides del Codro del Barón de Cronegk; Electra, de Crébillon e Ifigenia en Aulide de Racine; son originales Los baccanasles o Ciane de Syracusa (1767), cuyo tema extrajo de Plutarco e interesante porque utiliza fielmente el coro griego, y El Czar Pedro III de las Rusias. En Cyane la acción consiste, afirma Trigueros en su carta-prólogo, en “el descubrimiento y castigo de un delincuente condenado a muerte por un oráculo, en consecuencia de haber sido agresor de un delito enorme, que es causa de que perezca Syracusa”. Sigue las tres unidades y lo único que le reprocharían en su tiempo sería haber incluido un incesto y un suicidio, de lo cual se defiende el autor (49). Originales eran también Alcestis y Scipión en Cartagena, y quizá Hipólito y Polissena, todas perdidas. En el teatro, tras el madrugador intento de Luzán, intentó naturalizar la comédie larmoyante francesa junto con su amigo Jovellanos, autor en este género de El delincuente honrado, con obras tan interesantes como Los ilustres salteadores (1774) o, en prosa, Cándida o La hija sobrina, más tarde conocida como El precipitado (impresa en Madrid: Manuel Nicolás Vázquez, 1785, pero compuesta en 1773, corregida en 1774 y representada en el coliseo de los Caños del Peral en marzo de 1802) (50). El título de esta segunda  responde al carácter arrebatado del protagonista, Amato, absolutamente enajenado por la pasión que siente por Cándida, una jovencita cristiana que ha sido rescatada del poder de los turcos que la secuestraron. Este sentimiento trastorna no ya su juicio, sino sus impulsos éticos y morales y lo lleva a intentar el suicidio cuando averigua que ella y él son hermanos; el drama termina felizmente cuando se demuestra que no es así.

En este drama resultan modernas la concepción del matrimonio, que no es impuesto por los padres, sino por libre elección, así como la irreligiosidad del protagonista, que no duda en condenarse al optar por el suicidio. Existen, además, sus siempre presentes notas de crítica social y costumbrismo. Los menestrales (Madrid: Sancha, 1784) ganó ex aequo con Las bodas de Camacho de Meléndez el premio del Ayuntamiento de Madrid en 1784 para festejar el Tratado de Versalles y se trata de una crítica ilustrada del afán de ascenso social de los trabajadores manuales, representados por un sastre adinerado que intenta casar a su hija con un supuesto noble, en realidad estafador, cuando ella ama en realidad a un honesto y trabajador plebeyo. La tesis que defiende es que la verdadera nobleza reside en el trabajo, no en el status social, algo que en ese tiempo pregonaban Cadalso en sus Cartas marruecas y Arroyal en sus Odas y Sátiras y solo encontrábamos insinuado en el Peribáñez de Lope y en el Alcalde de Zalamea de Calderón. Moratín hijo retomó este tema luego en su pieza El barón (1803).

Jovellanos dio cuentas a Trigueros del estreno de Los menestrales y de Las bodas de Camacho de Meléndez en Madrid en una carta (10-VII-1784):

La comedia… ya corre muy bien impresa, aunque algo se han descuidado en la puntuación… La suerte de ambas en el teatro no ha podido ser peor. Han sido diabólicamente estropeadas. No se puede dar una representación más fría. Solo el papel de Pitanzos ha sido decentemente ejecutado por Mariano Querol y tal cual el de Rafa por el Mayorito; pero todos los demás se han salido del cuadro o no han hecho más que necedades. Sobre todo el Alcalde de Corte, cuyas finas y oportunas ironías son como el alma del drama, descubren toda la ridiculez de los tres caracteres, tan bellos y bien contrastados como son el de Cortines, el de Pitanzos y el de Rafa, y finalmente animan la acción, amenizan el diálogo y el principal mérito de esta pieza; este papel, digo, se encargó a un borrachón de Satanás que, diciendo sus versos sin énfasis, sin armonía y sin el menor sentido, hizo un efecto enteramente contrario y, en mi opinión, llenó de hielo y desaliento a todos los demás… (51)

La pieza resulta importante por ser una de las primeras de temática puramente social, pero Trigueros ya poseía bastante experiencia como traductor y compositor de tragedias: anteriormente había escrito la polémica El Viting (1767), ambientada en China para despistar suspicacias, estratagema habitual para esquivar la censura que ya había empleado Voltaire y se hizo tan común que la siguieron utilizando Forner en su menipea Los gramáticos y todavía en la prensa del primer tercio del XIX (por ejemplo, en los artículos de El Zurriago, redactado en su mayor parte por el ciudadrealeño Félix Mejía). El motivo es que incluye una conjura contra el emperador y una defensa del tiranicidio, por lo cual no se pudo representar. (52)

No son ya los tiempos de Lope: en el teatro ilustrado del siglo XVIII, al contrario que en el áureo, la lealtad del súbdito ya no es incondicional, precisamente lo contrario de lo que refleja en otra de sus piezas, la refundición de La Estrella de Sevilla (atribuida a Lope) que Trigueros tituló Sancho Ortiz. Que sus ideas son muy distintas y el monarca no es libre de responsabilidad (algo que contradecía incluso una supuesta constitución liberal como la de 1812) es algo que sigue sosteniendo en su tragedia original El Czar Pedro III de las Rusias, donde son temas principales los celos y la legitimidad del poder; en ella se incluye una valiente defensa de una monarquía regulada contra el despotismo de los reyes:

Los reyes solo son reyes / cuando Dios quiere y el reino. / Y si lo que jura el rey / cuando le entregan el cetro / a sus vasallos no cumple, / no están obligados ellos / a cumplir lo que juraron, / faltando solo con esto / el pacto del homenaje / que humildes le prometieron.  

Trigueros era reticente a que se publicasen algunos de sus manuscritos, porque conocía que le podían traer problemas. La tragedia Egilona (1768) se centra en la desgracia de la desconocida viuda del rey visigodo don Rodrigo, obligada a casarse con Abdelaziz, primer emir de Al-Ándalus e hijo de su conquistador, el moro Muza; por fines dramáticos, Trigueros desajusta conscientemente la verdad histórica, puesto que Egilona se había convertido al islamismo. En El cerco de Tarifa (1768) escenifica la famosa elección de Guzmán el Bueno que fue también tema de muchas otras tragedias y melólogos.

Trigueros también se mostró rompedor al introducir dos innovadoras “comedias de carácter”. La primera, El mísero y el pedante, por otro nombre El tacaño (1763), escrita en verso, muestra, inspirándose en Molière, a un Gil avaro y a un Blas pedante; la segunda, Juan de Buen Alma, o El gazmoño, fue representada en 1768 y adaptaba el Tartufo de Molière a los superficiales e hipócritas excesos piadosos de los sevillanos, pero de forma tan libérrima que el propio autor la consideraba obra original. Como al propio Molière, le reportó problemas con la autoridad, en este caso la Inquisición, por su sátira de la falsa devoción, pese a lo cual se volvió a representar, pero corregida, en Sevilla los años 1775, 1776 y 1778. La carta prólogo a Domingo Morico que antepuso a esta obra puede considerarse como el manifiesto teatral de Trigueros, quien se muestra horaciano y neoclásico en su sometimiento a la preceptiva: unidades de acción, tiempo, lugar y estilo, y horaciano al utilizar cinco actos y apegarse a la pintar del natural, como por otra parte también aconsejaba Molière:

La pintura de la vida civil y común pertenece a la comedia. No sale de ella el presente drama, y si esta pintura de la vida común debe dirigirse a descubrir, retratar, ridiculizar y castigar algún vicio que sea digno de ser arrancado del comercio civil, no habrá quizá comedia alguna que más propiamente cumpla su objeto. El vicio de la hipocresía es tan común y tan detestable […] Solo escribo para quien conoce el buen gusto y la literatura.

Don Amador o El indiscreto (1767) es una traducción de L'Indiscret de Voltaire en romance octosílabo, adaptada a las costumbres españolas. Convirtió el larguísimo acto único original de veintiuna escenas en tres actos de diez, once y ocho cada uno, complicando la trama y añadiendo algunas. Agregó un interesante prólogo dirigido a Gracia Olavide sobre el fin de la comedia, que ha de ser “escuela de virtudes”, en este caso de la discreción, un defecto muy español.

La comedia tiene por objeto principal reprender, retratar y hacer ridícula aquella clase de vicios que solo pueden arrancarse de en medio de la sociedad, haciendo con sus pinturas y sátiras, que mueven la risa, que los que tienen aquel defecto sean mofados y escarnecidos por el resto de los hombres.

Por demás, Trigueros destacó también como crítico del teatro popular en su póstumo Teatro español burlesco o Quijote de los teatros, cum notis variorum (Madrid: Imp. Villalpando, 1802) del que hay edición moderna por M.ª José Sánchez de León (Salamanca, 2001), donde bajo la forma de la autobiografía de un sanchopancino zapatero analfabeto, pero crítico e impresor de comedias vulgares, llamado Crispín Caramillo, “pues esta es gracia que Dios me ha hecho, y no hay cosa ninguna en que yo no sepa hablar y entender, como el más pintado, y sé también murmurar de cuanto se escribe”, pasa revista irónica a todos los defectos del teatro popular tan criticado por los ilustrados. (53) Lo cierto es que el propio Trigueros destacó como adaptador de comedias áureas de Lope de Vega (La moza de cántaro, El anzuelo de Fenisa, La esclava de su galán y una versión burlesca de El caballero de Olmedo), y su éxito mayor fue, sin duda, la refundición (“arreglo”, escribe él) que hizo de la ya citada y anónima (entonces se consideraba de Lope) La Estrella de Sevilla (en la versión corta de la “suelta”) bajo el nuevo título de Sancho Ortiz de las Roelas, representada póstuma (ya había tenido un tropezón con la censura en 1788) el 22 de enero de 1800 en el teatro de la Cruz y todavía reestrenada con éxito en el tercio central del siglo XIX, en que fue de nuevo refundida por Hartzenbusch. (54) Plantea el problema de la legitimidad del monarca (“No sé si es injusto el rey; / es obedecerle ley…” I, 7); pero a un liberal como el ciudadrealeño Mejía no terminaba de convencerle ver a un cortesano humillar increíblemente sus pasiones solo por salvaguardar el decoro de un rey abominable, como entonces se mostraba el propio Fernando VII; en la figura del personaje central se juzgaba, ni más ni menos, que al despotismo ilustrado, pues resulta significativo que solo apareciera impreso el Sancho Ortiz al tiempo de la reacción de los “Persas” (Madrid: Imprenta de Vega y Compañía, 1814).

La Necepsis, o Buena esposa y mejor hija tiene por tema la magnanimidad del monarca y la piedad filial. Su protagonista es Necepsis, hija del faraón Tetmosis que se debate entre el amor a su padre y a su amante Amenofis cuando el primero, advertido por un oráculo de que morirá a manos de Amenofis, Príncipe heredero de Tebas, ordena a su hija que lo mate y este, enterado del plan, decide adelantarse y asesinar al faraón; en medio de este dilema, Necepsis se opone a uno y a otro y se ofrece como víctima propiciatoria a ambos: se sacrifica a su amante porque la vida “nadie la pierde mejor / que en defensa de su rey” y a su padre porque el amor no admite rival: “Amenofis muera, pero / muera Necepsis con él”. El final, sin embargo, no es trágico: Tetmosis renuncia a la corona a favor de su hija, quien se casa con Amenofis.

La obra, ayudada por sus escenografías, por la interpretación de María Ladvenant y or el final feliz, fue uno de los grandes éxitos de la tragedia neoclásica española. El cerco de Tarifa o Los Guzmanes dramatiza en romance heroico el famoso episodio de Guzmán el Bueno; la carta-prólogo está fechada en 1768 y por ella nos enteramos de que el tema se lo propuso el Duque de Medina-Sidonia a través de Olavide; que, además, le preocupaba la unidad de acción al poner en escena dos protagonistas, hijo y padre, y una historia de amor secundaria como concesión al vulgo, si bien entendía que la acción era única. El tema era exigente: lo habían tratado ya Vélez de Guevara, Hoz y Mota y Zamora; poco después lo tratarían Valladares, Enrique Ramos, Iriarte y el tan aborrecido por Trigueros Luis Moncín. Pero se reprentó muchos años después, a fines de 1776, en Sevilla. La tragedia sustituye el concepto medieval del honor, y el renacentista de fama, por el ilustrado del bien común, pasando el drama al plano político y social y, como indica F.º Sánchez-Blanco, “superando la finalidad de exaltación nobiliaria que tenía el mito en el teatro anterior”, poniéndose en vanguardia del intento de renovación de la tragedia arandina. (55) Por último, se han conservado seis de las numerosas piezas de teatro menor que compuso (Cada loco con su tema, El poeta cómico, La comedia casera, El muerto resucitado, El sueño de bulto y El pleito del cuerno). Desde un punto de vista meramente teatral, el sainete más interesante es El sueño de bulto (1776), porque en él tiene la audacia escenográfica de usar la linterna mágica o tutilimundi proyectando imágenes sobre los actores de forma que los personajes puedan interactuar con sus sueños uniendo realidad y fantasía.

El helenista y escritor conquense Ignacio García Malo, al que ya traté como importante novelista en otro lugar, usó los pseudónimos de Mariano de Anaya y Gil Cano y Moya y produjo las tragedias Doña María Pacheco, mujer de Padilla (estrenada en el teatro de la Cruz el 7 de septiembre de 1789) y Enrico, duque de Cumberland (1786); también escribió la comedia El inocente usurpador, representada en el teatro del Príncipe en 1791 y la ópera El valor y clemencia española en América, del mismo año. Fue protegido por grandes y poderosos personajes como el cardenal Sentmenat, y desempeñó buenos y bien remunerados puestos en la Biblioteca Real, la Real Capilla, y en la Junta Central. Estaba, pues, en el lado favorecido de la sociedad estamental.

Doña María Pacheco, mujer de Padilla (Madrid, 1788), ha sido ejemplarmente editada y estudiada por Guillermo Carnero. Trata sobre un episodio crucial de la historia manchega: la rebelión de los Comuneros y la resistencia ulterior de sus sucesores, en la persona de la viuda de Padilla, quien, asentada en Toledo, defendió a ultranza la ciudad tras la derrota de Villalar y lo que quedaba de las libertades castellanas frente al absolutismo del emperador. La mística histórica que los liberales empezaron a fraguar entonces en torno a los Comuneros llegó incluso a que se exhumaran los restos de Juan de Padilla por parte de El Empecinado en 1821 y a crear una sociedad secreta durante el Trienio Constitucional llamada Confederación de Caballeros Comuneros o Hijos de Padilla, a la cual pertenecieron liberales exaltados como el periodista, dramaturgo e historiador ciudarrealeño Félix Mejía o F.º Romero Alpuente, inspirando además poemas, narraciones y tragedias del posterior Romanticismo español como La viuda de Padilla (1814) de Francisco Martínez de la Rosa. (56)

Ha sido muy debatido por la crítica si ha de considerarse liberal o conservadora; (57) a mi juicio ya solamente esto es una prueba de su muy rico significado. Así, quienes sostienen que su tesis es conservadora (condena la rebelión contra el rey), tienen en contra el hecho de que se prohibiera en 1801 por evocar demasiado a las claras los hechos de la Revolución Francesa, y se autorizara sin embargo cuando invadieron los franceses. Los escritos políticos de García Malo, covachuelista junto a su amigo Manuel José Quintana en la Junta Central, señalan claramente que García Malo desconfiaba del pueblo y se inclinaba al liberalismo moderado; le atraía la libertad, pero los desafueros del populacho contra cualquier clase de poder legítimo o no desagradaban e inquietaban profundamente a su espíritu burgués; como Goethe, prefería la injusticia al desorden. Por eso el final de la obra, con la muerte y retractación de la heroína (contra la fidelidad histórica), no se ha de entender como una componenda que hubiera escrito para poder representar la obra sin miedo a que la censura la prohibiera, y no queda afectado el sentido radical del liberalismo exaltado que queda bien apuntado en el personaje secundario de la criada y confidente de María Pacheco, Matilde, mucho más extremo que el de la protagonista.

El personaje central, la citada María Pacheco, hija del virrey de Granada, primer marqués de Mondéjar y segundo conde de Tendilla, es sin duda sugestivo y está bien delineado; fue hermana mayor del gran poeta y prosista Diego Hurtado de Mendoza, a quien se atribuye con mucho fundamento el Lazarillo de Tormes; este le escribió un a famosa octava de epitafio cuando murió en el exilio portugués:

Si preguntas mi nombre, fue María;
si mi tierra, Granada; mi apellido,
de Pacheco y Mendoza, conocido
el uno y otro más que el claro día;
si mi vida, seguir a mi marido;
mi muerte, en la opinión que él sostenía.
España te dirá mi cualidad,
que nunca niega España la verdad.

La obra empieza abruptamente, in medias res, con las angustiosas preguntas que hace Pedro López, padre de Padilla, al mensajero Sosa por su hijo; al leer la carta que le entrega, compuesta por su hijo al pie mismo del cadalso, acrece aún más el dramatismo; debe además dar la noticia a María Pacheco, la cual sufre no solo por la muerte de su marido, sino como madre por el honor de su hijo, que será infamado como descendiente de un traidor y no de un justiciero; por eso se propone vindicar a su marido resistiendo a la desesperada en Toledo. El pueblo la apoya, pero el padre de Padilla desconfía de él cuando el criado Sosa le cuenta los desórdenes a que da lugar la defensa:

Señor, toda Toledo conmovida
e incitada del llanto y de los ruegos
de vuestra infeliz hija, sale ahora
de extraer del sagrado de los templos
el oro, plata, ropas y riquezas
que sirvieron de culto y ornamento,
y con tal gritería el pueblo insano
reitera la promesa y juramento
de defender la patria, que los niños,
las mujeres, los mozos, y los viejos,
"¡viva, viva la Liga y sus secuaces!"
y "¡muera el enemigo!" van diciendo.

Esto altera a López, temeroso padre de Padilla, pues su sentido del orden se ve subvertido por el levantamiento de la muchedumbre popular y su enfrentamiento con el poder religioso:

¡Ay de mí! ¡Qué es lo que hablas! ¡Qué he escuchado!
Me horrorizo al oír tal sacrilegio
impropio del carácter de cristianos
y digno del enojo de los Cielos.
¿No fue este pueblo mismo el que otras veces
se opuso contra el moro con denuedo
por defender la Ley de Jesucristo,
porque no cometiesen en los templos
irreverencia alguna, y porque fuese
sola la fe adorada en nuestros reinos?
¿Pues cómo es éste tan inicuo,
que hoy profana el respeto de los templos
y extrae de los altares y sagrarios
todas cuantas alhajas hay en ellos?
¿Aun en mi edad caduca me faltaba
el ver contra la fe tal vituperio?
¡Oh Cielo! ¿Para cuándo son tus rayos
que no castigas a este infame pueblo? 

María Pacheco oscila entre la presión antipopular que representa el padre de Padilla y el frenesí revolucionario de su criada y confidente Matilde, quien lo declara así en un aparte:

Si el hado favorece mis designios
he de hacer con valor y con empeño
a fuerza de incesantes sugestiones
y de instancias, de súplicas y ruegos
que vengue esta mujer tantas injurias
como toda la España está sufriendo,
y que la Liga se conserve y dure
ya que la causa fue de su fomento.

Sin duda el corazón del autor no está aliado con el pueblo. Pero es ese vaivén, la tensión entre el reaccionario López y la revolucionaria Matilde en que se debate la protagonista, la que constituye el nudo y conflicto dramático de la obra. Toledo sufre el asedio de Haro y es arrestada a traición por este. Su hermano, Mondéjar, a favor de Haro pero a fin de cuentas de la sangre de María, sufre pensando que la lleguen a ejecutar; además, “en pandillas las gentes de Toledo / van pidiendo furiosas la cabeza / de esa pobre mujer”, pues el pueblo es voluble y tornadizo. María termina huyendo y muere (en lo que se violenta la verdad histórica, pues falleció en el exilio), aunque no sin cantar la palinodia:

Ya lo conozco,
ya todos mis errores os confieso.
Las viles persuasiones de Matilde
las miro con horror y las detesto.
Sé que oponerme al rey es mi delito,
de los más execrables, y protervos,
que merecen la pena más horrenda
aquellos que profanan su respeto,
porque a los soberanos como a dioses
es preciso que todos veneremos.
Por tanto, arrepentida de mis culpas,
hago solemne, y firme juramento
de lealtad al rey, y a todos pido
que obedezcan sus leyes y preceptos.
¡Oh quién vivir pudiera para darle
de mi obediencia ciega algún ejemplo…!

Se siguen las tres unidades, incluso la cuarta, la de estilo, pues está compuesta en romance heroico, como era habitual desde el estreno de La Raquel de Vicente García de la Huerta.

Del muy afrancesado abate caraceño Antonio Marqués Espejo Gómez e Isern (Gárgoles de Abajo, 1762 – 1830), pedagogo y escritor, (58) hay aún mucho que investigar. Era hijo del abogado y mayordomo de rentas del duodécimo Duque del Infantado y fue este noble quien protegió y alentó toda su carrera, sosteniéndola con una pensión que luego corrió a cuenta del Rey a petición del Duque. Algo ayuda a aclarar su trayectoria temprana que publicara una Relación de los títulos, méritos, grados, ejercicios literarios y actos positivos (Alcalá, 1785); por ella se sabe que fue colegial de San Ildefonso, obtuvo el grado de maestro en Filosofía y estudió luego Teología. En 1783 se trasladó a la Universidad de Valencia, donde se doctoró y formó parte de su claustro; tomó órdenes mayores y opositó dos veces a la cátedra de Filosofía. Fue luego colector de las Recogidas en Madrid y en 1828 aparece como beneficiado titular de la parroquia de Alberique (Gerona). Allí se publicaron sus últimas obras.

Espejo fue ante todo un hombre de letras. Cultivó todos los géneros literarios, pero su obra más abundante es la teatral. Incluso quiso hacerse editor pidiendo licencia para reimprimir La Galatea y el Viaje del Parnaso de Cervantes en 1802. No solo es uno de los padres de la utopía española con su El viaje de un filósofo a Selenópolis, corte desconocida de los habitantes de la Tierra (1804), una adaptación casi original de Le voyageur philosophe dans un pays inconnu aux habitants de la Terre (1761) de Daniel Villeneuve, sino que compuso las novelas históricas (según Ferreras) Memorias de Blanca Capello, gran duquesa de Toscana (1803), gran novela sobre la amante del duque de la Toscana Cosme de Medici, junto al cual fue envenenada, que toma los datos del Nouveau dictionnaire historique, pero quizá demasiado digresiva y orientada a moralizar sobre los efectos funestos de la pasión, y Anastasia o la recompensa de la hospitalidad (1826). Publicó asimismo una selección temática en dos volúmenes de los ensayos de Feijoo, el Diccionario feijoniano (1802); reunió el volumen de versos Desahogos líricos de Celio… (1802); despotricó contra los franceses, que tanto admiraba, sin embargo, en su Higiene politica de la España, o medicina preservativa de los males morales con que la contagia La Francia (1808); proyectó imprimir un periódico educativo destinado al sexo femenino (Lyceo del Bello Sexo), otro general (El Plausible) y, soy el primero en decirlo, un Almanak Literario… en 1803; (59) compiló una Retórica epistolar (1803), su obra más reimpresa a lo largo de todo el siglo XIX, y compuso un manual de oratoria, El perfecto orador o principios de elocuencia sagrada (1793) con ejemplos ante todo franceses; tradujo, también del francés, los Recreos morales de J. M. Hekel (1803) y una Historia de los naufragios (1803-4) de Jean-Louis-Hubert Simon Deperthes, de la que hay manuscrita una Continuación, (60); del idioma inglés tradujo una Colección de viajes modernos en cinco volúmenes (1807) cuyo autor original es John Adams.

Marqués destaca como compilador, pero cultivó en especial el teatro, donde alcanzó bastante éxito con piezas originales como Las víctimas del libertinaje (1802) o una dramatización en tres actos y verso de la famosa novela de Samuel Richardson (Miss Clara Harlowe, 1804). También con el drama en prosa El aguador de París (1802), adaptación de la ópera francesa de Bouilly Les deux journées (1799), representada en los Caños del Peral, repuesta y reimpresa varias veces más. Otras obras son Matilde de Orleim (1803), drama en prosa en cinco actos y La filantropía o La reparación de un delito (1812; hay impresión de 1819), también en prosa. Retomó su carrera dramática años después estrenando y publicando el drama en prosa en tres actos La recompensa del arrepentimiento (1823) y Amor y virtud a un  tiempo y Los compadres codiciosos, ambas piezas de 1826. El teatro de Marqués se estrenó en Madrid y Valencia. Sigue las reglas y es entretenido, de intención siempre moralizante; pinta bien los caracteres y utiliza casi siempre el molde genérico de la comedia lacrimosa burguesa, ya introducido por Trigueros.

El poeta, actor y empresario teatral Juan Ladvenant (o Lavenán) (Almagro, 1717 - 1782), padre de la famosa actriz y tonadillera María Ladvenant y Quirante (o Quiralte), era por su apellido de origen francés y con su hermano Isidoro se dedicó primero a la interpretación. Casado con la actriz madrileña María Quirante, de rancia familia farandulera, todos sus hijos fueron actores de escasa fortuna salvo la citada y famosísima María, quien quizá tuvo hijos del Marqués de Mora. Fue un reputado galán segundo y cantante que en su vejez pasó a los papeles de barba. Como cantante era "de medio carácter y singular en imitar a los franceses", según el Memorial Literario de septiembre de 1787. Fue autor de una loa, De Toledo es corona el nombre mesmo. Elogio drammatico, que a la misma muy Noble, y muy Leal, é Imperial Ciudad de Toledo para con el empezar a servirla la Compañia Comica, formada á su obsequio, dedica su autor Juan Ladvenant, (sin lugar ni imprenta, 1766), cuyo único ejemplar se encuentra en la Biblioteca Universitaria de Oviedo. Las iniciales de los personajes alegóricos de la misma forman el acrónimo TOLEDO VIVA, pero su valor poético es deleznable.

José Villaverde Fernández (Ciudad Real, 1763 - Salamanca, 1825) fue un dramaturgo manchego de la Ilustración del que se conservan algunas obras en su tiempo interesantes y que conocieron bastante éxito, mereciendo ser citadas por Moratín hijo. Es difícil saber qué haya de cierto en algunos detalles biográficos bastante pintorescos que aporta Bartolomé José Gallardo en su Ensayo, pero, habida cuenta de que Gallardo estuvo por esa época en Salamanca, creo deben ser ciertos y he podido confirmar además algún detalle. Al parecer estudió humanidades en Ciudad Real, pero un conflicto escolar lo llevó a escapar de su familia y enrolarse en el ejército; después pasó a Salamanca, donde se casó con la hija de un zapatero, Isabel Arroyo; para conseguir la mano de esta señorita de su padre este le exigió que trabajase como “artesano de obra prima”. Aficionado a la lectura de poetas e historiadores, escribió varias piezas dramáticas: La maldad aun entre infieles halla castigos crueles o Zoraida reina de Túnez, estrenada el 15 de diciembre de 1792 e impresa al año siguiente en Alcalá de Henares por I. López; aún tuvo esta obra una segunda edición en 1795; (61) El herrero de Ciudad Real, impresa en Salamanca por el taller propiedad de María Josefa Rico Villoria, por los impresores Vega y Rodríguez, sin año, pero 1793; Alfonso VIII en Alarcos (Salamanca: impr. de Santa Cruz, por don F.ª de Tóxar, 1794); existe una crítica publicada en el Memorial Literario, agosto de 1794), (62) donde se denomina a esta pieza tragicomedia y se observa que el autor obedece las unidades de tiempo y lugar:

“Hay una acción principal y, a pesar del título, la heroína del drama es Sancha, quien resiste con fidelidad, constancia y valor a Boabdín. Con la principal acción tienen conexión las demás; el enlace es muy natural y el fin o desenlace, correspondiente; los caracteres de los actores propios, y bien pintados. La locución y el estilo son adaptados al asunto y a las personas que hablan: es elegante, suave y muy natural, sin pomposas descripciones, ni afectación en las frases o palabras".

Su primera obra, sin embargo, parece ser El bastardo de Suecia (Salamanca, 1791), representada el 3 de febrero de 1792, muy singular por no incluir papel femenino alguno. Escribió también una comedia, El médico supuesto, que fue representada el 1 de julio de 1791, así como loas y entremeses para representaciones caseras que se han perdido. (63) El teatro de José Villaverde es entretenido y maneja bien la carpintería teatral y la acción. Su lenguaje es castizo, pero pasado por el tamiz idealizado del Neoclasicismo.

Pedro de Silva, hijo segundo de Pedro Artal de Silva, Marqués de Santa Cruz, y de María Cayetana Sarmiento de Sotomayor, marquesa de Arcicollar (Madrid, 1742 - Aranjuez, 1808) se educó en el Real Seminario de Nobles, donde muy posiblemente adquirió el gusto por el teatro neoclásico; académico de Bellas artes en 1766, se le eligió académico de la lengua 1771. Hizo la carrera militar y en 1776 ya era mariscal de campo; pero se retiró al seminario de Orihuela para hacerse sacerdote, donde hizo una gran amistad con el canónigo liberal Joaquín Lorenzo Villanueva; (64) se licenció y doctoró y fue capellán mayor del monasterio de la Encarnación en Madrid y bibliotecario mayor del Rey hasta que Fernando VII lo eligió en 1808 para Patriarca de las Indias, Limosnero mayor, Vicario general de los ejércitos y Canciller de la orden de Carlos III. Después fue vocal de la Junta Central hasta que murió en 1808. Era hermano del Marqués de Santa Cruz, director de la Real Academia; tradujo dos tragedias de Racine con el pseudónimo don Joseph Cumplido, La Andrómaca. Por otro título, Al amor de madre no hay afecto que le iguales, Barcelona: Carlos Gibert y Tutó impresor y librero, s. a., muy reimpresa, a veces con el título de Astianacte, y Fedra, dedicada al Conde de Aranda, manuscrita en la BN. También vertió del francés, por orden del Cardenal Lorenzana, la Introducción a la vida devota, de Francisco de Sales (1793), aunque Quevedo ya lo había hecho, imprimiendo su versión en 1634.

Un caso aparte lo constituye no solo el teatro de Cervantes, sino el de tema cervantino y quijotesco. Blas Nasarre editó todo el teatro del Alcalaíno en 1749, incluyendo los entremeses. El caprichoso Huerta, en los dieciocho volúmenes de su Teatro Hespañol (sic), lo excluyó, sin duda por envidia de Nasarre o por singularizarse, algo que indican ya sus mismas costumbres ortográficas; más fortuna tuvieron otras obras: La Galatea se reimprimió tres veces, el Persiles ocho, las Novelas ejemplares nueve, el Viaje del Parnaso dos y Don Quijote, al menos, en treinta y siete ocasiones, varias de ellas en imprentas de manchegos como Sancha o Martín. (65) En cuanto a las imitaciones teatrales cervantinas, muy pocas van más allá de la medianía; sin embargo, el siglo se abre con una notable, pero la única que no proviene del Quijote, sino de una novela ejemplar: el manchego José de Cañizares se inspira en La ilustre fregona para su comedia de figurón La más ilustre fregona, representada en la Corte en 1740 (y luego en Valencia, Barcelona y Sevilla), aunque según el manuscrito de la misma que hay en la BN ya estaba compuesta en 1709. En 1750 fue representada en Madrid la comedia en tres actos El Alcides de La Mancha y famoso Don Quijote, del madrileño Rafael Bustos Molina, de quien poco se sabe; escenifica los sucesos en la venta y las aventuras de Cardenio, Dorotea, etc. Se publicó en Valencia y Madrid. En 1768 Ramón de la Cruz estrenó una zarzuela heroica, Briseida, en cuyo entreacto incluyó el sainete Don Quijote, hoy perdido; pero ambas piezas pasaron sin pena ni gloria y un crítico del momento, Mauricio Montenegro, escribió que se interpretó "con tanta frialdad en el teatro, que fue menester dejarla por lo mucho que desagradó a todos desde el primer día”. Esto le valió al autor, poco acostumbrado a los fracasos, toda una serie de rechiflas: en 1769 apareció un opúsculo titulado Saynete nuevo: apelación, que hacen los poetas del Quijote juicioso, al Quijote saynetero, compuesto por Manuel del Pozo. En tomo a 1770, Antonio Valladares y Sotomayor compuso su Comedia nueva jocoseria en dos actos Las bodas de Camacho. Así mismo, una zarzuela cómica del mismo título y autor pero adaptada por Leandro Ontala y Maqueda a la forma musical, fue representada en Madrid, en 1776 con poco éxito. Como fue enviada a censura en 1772, debía estar ya compuesta en ese año. Poco hay que apreciar en ambas obras: Don Quijote y Sancho son tratados como unos locos ridículos a quienes el padre de Quiteria desea echar del lugar. En 1784 Juan Meléndez Valdés recibe un premio por su comedia Las bodas de Camacho el Rico (ex aequo con Los menestrales de Trigueros), que se estrena ese mismo año en el coliseo del Príncipe; el jurista salmantino Pedro Benito Gómez Labrador estrena también en tal año la titulada El amor hace milagros, inspirada en el mismo pasaje. La primera fue un fracaso estrepitoso que apartó para siempre a Meléndez de la escena; la del salmantino, por el contrario, tiene algún éxito a causa del parlanchín criado de Basilio, Ginesillo, cuyo valor cómico sostuvo la pieza en cartel. Dos años más tarde, en 1786, José Pisón y Vargas en su Rutzvanscandt, o Quijote trágico, en realidad una tragedia burlesca, se imagina a un emperador de China que se halla casado al final de la obra con su abuela y mata sin saberlo a sus dos hijos; todos los personajes mueren al final en un combate. Es en realidad una sátira de la "tragediomanía" heroica de entonces al estilo del Manolo de Cruz y Don Quijote no aparece como personaje; usa el nombre del personaje cervantino y lo que significó como critica de los libros de caballerias para criticar a las malas tragedias de su tiempo. Cándido M.ª Trigueros hizo lo mismo con su sátira en prosa Quijote de los teatros; es una de tantas obras correctoras de costumbres o criticas de la sociedad que tanto abundaron en la centuria dieciochesca. En la colección Sedó hay un sainete anónimo, Las caperuzas de Sancho (Salamanca: F.º de Tóxar, sin año, pero 1776); han quedado manuscritas unas Aventuras de don Quijote y religión andantesca que escenifica la historia de Luscinda, Dorotea, Fernando y Cardenio. Sin año hay también una comedia pastoral en cinco actos, Las bodas de Camacho, donde Don Quijote es tratado como prototipo de la sensatez y el desinterés, mientras que Sancho se muestra pícaro e interesado: «el cimiento más seguro de la tierra es el dorado», dice en una ocasión. Otros muchos sainetes anónimos hay, entre los que destaca Sancho Panza en la ínsula, quizá de Gaspar Zavala, editado en fecha moderna por Luciano García Lorenzo. (66)

En cuanto a la crítica teatral, hay que mencionar como los autores manchegos más importantes, en primer lugar, al daimieleño Pedro Estala Ribera, autor no solo de prólogos y ediciones de nuestra poesía clásica, sino de dos importantes disertaciones, Discurso sobre la tragedia y Discurso sobre la comedia, que preceden a sus traducciones respectivas de Edipo tirano de Sófocles y El Pluto, de Aristófanes. Casimiro Gómez Ortega compuso también una extensa crítica del amo de los teatros de Madrid, Ramón de la Cruz, bajo el pseudónimo de Joseph Sánchez, “natural de Filipinas”: Examen imparcial de la zarzuela, intitulada, Las labradoras de Murcia, e incidentemente de todas las obras del mismo autor, con algunas reflexiones conducentes al restablecimiento del Theatro (Madrid: Pantaleón Aznar, 1769) y el anónimo autor de la Carta crítica de un vecino de Guadalaxara sobre la comedia El sí de las niñas, por Inarco Celenio, y las dos Odas de Quintana y Arriaza, sobre el combate naval de Cabo Trafalgar... con la censura y respuesta a ella (1807). 

El Examen imparcial… de Gómez Ortega se presenta como traducido del tagalo y expone una conversación entre un tal Sancho, devotísimo de Cruz, un abate hipercrítico y un abogado más contemporizador. El abate, que lleva la voz de Gómez, es un digno representante del Siglo de las Luces en penetración, frialdad y racionalismo, hasta el punto que llega a impacientar a Sancho:

Para proceder, señores, con algún méthodo, daré principio a mi discurso examinando el artificio o trama de la pieza, a que aplicaré las más essenciales reglas para que conozcamos su conformidad o dissonancia con ellas: recorreré los principales caracteres de los interlocutores, advirtiendo la igualdad o inconsequencia respeto de sí mismos; notaré los passages de perniciosa moral y, últimamente, apuntaré por mayor la impropiedad de las expressiones, la irregularidad de los pensamientos, la dureza y demás defectos de la versificación y del lenguage: y todo esto me esforzaré a hacerlo usando casi fiempre de la razón natural solamente, evitando en lo possible la repetición de lo que ya hubiesse dicho… (p. 20)

En la estructura del opúsculo se distinguen claramente tres partes; en la primera se enumeran y citan toda suerte de defectos concretos de la obra mencionada en medio del activo diálogo que entablan estos citados personajes; en la segunda, más doctrinal, el abate expone las reglas del arte dramático según la interpretación neoclásica apenas puntualizado por el abogado; por último, se esboza una reforma del teatro en Madrid.

En efecto, al principio reseña todo tipo de atentados contra el buen gusto y la verosimilitud, señala innumerables versos flojos, disparates e imprecisiones léxicas y reprocha las demasías retóricas citando incluso a Longinos en griego y sin traducir “para mayor claridad”, como decía el famoso personaje de La comedia nueva de Molratín. Se apercibe, sin embargo, que los ejemplos dignos de imitación son todos grecolatinos y no aparecen apenas citados los franceses o italianos, señal de nacionalismo que tengo por preciso señalar. Sancho pierde la paciencia y casi tira de la espada, pero el abogado intercede y lo apacigua. Entonces el abate expone su motivación: quería desvanecer “un phantasma con que procuran aterrar los vulgares a los hombres de letras haciendo odioso el nombre de crítica, que substancialmente no significa otra cosa que el juicio que se forma de qualquiera assunto de resultas de un examen que se supone imparcial" y comienza su disertación, de sesgo denotadamente neoclásico: “Las reglas del arte dramática son verdaderamente unas observaciones fundadas en el conocimiento del corazón humano y de la impressión que hacen en él los objetos externos, inspiradas por la misma Naturaleza y dirigidas a lograr con más facilidad el fin que se propone el Poeta de instruir y recrear honestamente al auditorio” (p. 21). Ramón de la Cruz, además, fuera de respetar apenas estas reglas, se copia a sí mismo:

Los personages, el argumento, la trama, los caracteres y, en una palabra, todo el drama es siempre uno mismo, de forma que las piezas de este autor parecen vaciadas sobre un propio molde, sin otra variedad que la de haber mudado los nombres de los interlocutores. Cotejen Vds. la zarzuela de Las segadoras de Vallecas con esta de Las labradoras de Murcia y hallarán en ambas un capataz, un amo enamoradizo, una criada gazmoña, un criado tamado, otro simple y cuerdo a un mismo tiempo, una carta que suple la falta del ingenio del autor para el desenredo; en una palabra, copiados el argumento, los caracteres, la moral y hasta los defectos y sucios equivoquillos (p. 38)

Por último, resume en 23 puntos un proyecto de reforma del teatro en que aparece el motivo real de queja de Gómez o, más bien, los autores a los que representa y a los que alguna vez alude como “amigos suyos”: Cruz controla todas las representaciones escénicas de Madrid y está a favor de los actores que rechazan las novedades neoclásicas y los intentos por introducirlas. Entre otras cosas, desea volver al estado en que estaban las comedias hacía 14 años y, además, que los actores ni el “poetiquío” seleccionen las obras para representar o las corrijan, tanto y más cuando muchas veces las rechazan, pero las copian secretamente y las reescriben, como ocurrió con Hacer que hacemos, de Tomás de Iriarte, que fue “robada” y adaptada por Cruz en su sainete El fachenda. Esa selección debe ser hecha por la Real Academia Española y los dramaturgos deben dirigir los ensayos. Es más, propone una Academia Real de Poesía donde puedan los ingenios someter a crítica sus obras. Además los teatros de la Corte deben arrendarse. Las obras no necesariamente de ser nuevas: en el Renacimiento castellano las hay admirables: las Nises de Jerónimo Bermúdez, la Elisa Dido de Cristóbal de Virués… Las compañías de teatro musical han de ser independientes de las que ejerzan el hablado, para poder profesionalizarse y aumentar la calidad de la representación. Y para realizar todo eso, lo único que se necesita es “que lo mande quien puede”.