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lunes, 3 de julio de 2023

Epénticos reales

Martín Bianchi, "Historias ‘queer’ en palacio: de Pablo de Grecia, abuelo de Felipe VI, al infante Luis Fernando, primo de Alfonso XIII", en El País, 25 de febrero de 2023:

En todas las familias reales europeas ha habido gais, lesbianas y bisexuales. Sin embargo, casi ninguna monarquía se ha planteado qué haría si un heredero o heredera al trono fuera homosexual; Países Bajos es la excepción

El rey Pablo I de Grecia y su esposa, Federica de Hannover, junto a sus tres hijos: Constantino, Sofía e Irene, en los jardines del antiguo Palacio Real de Atenas, a mediados de los años cuarenta.

Plegarias atendidas, la escandalosa novela en clave que Truman Capote nunca llegó a acabar, no solo salpicó a la alta sociedad neoyorquina de los setenta, sino también a la realeza europea. En mayo de 1976, un año después de publicar en la revista Esquire dos capítulos en los que exponía las intimidades de sus amigas ricas y famosas, el autor de A sangre fría y Desayuno con diamantes desveló Monstruos perfectos, un tercer adelanto de la obra. “Capote ataca de nuevo. Más sobre el libro más comentado del año”, tituló la revista en portada. En ese extracto, el escritor estadounidense se atrevía a contar con nombres y apellidos reales un secreto a voces entre la aristocracia: la relación de juventud entre el príncipe Pablo de Grecia, padre de la reina Sofía y abuelo de Felipe VI, con Denham Denny Fouts, un gigoló americano al que Christopher Isherwood encumbró como el “prostituto más caro del mundo”, Cecil Beaton tachó de “ramera”, Jean Cocteau calificó de “mala influencia” y Gore Vidal definió como “un homme fatal”.

“En todas las dinastías europeas ha habido homosexuales y bisexuales. En el caso de los Borbones, esto está asumido desde tiempos de Luis XIV. El hermano pequeño del Rey Sol, Felipe de Orleans, era abiertamente gay. El tabú es una cosa de pequeñoburgués”, asegura el escritor y experto en realeza Ricardo Mateos Sáinz de Medrano en conversación con EL PAÍS. Sáinz de Medrano, autor de numerosas biografías reales como La familia de la reina Sofía (2004) o Las cuñadas de Isabel II: las infantas más raras que ha dado España (2022), hace un breve repaso de la historia reciente para demostrar que las monarquías están plagadas de romances queer: desde el idilio que mantuvo el rey Gustavo V de Suecia, bisabuelo del actual monarca sueco, con un hombre casado y más joven que él en la década de 1930, hasta el affaire del príncipe Jorge de Grecia con su propio tío, el príncipe Valdemar de Dinamarca, a comienzos del XX. Sin embargo, todas estas relaciones tuvieron lugar en una época en la que la homosexualidad era un delito, lo que alimentó el secretismo y la clandestinidad. Todavía hoy, las familias reales europeas se resisten a reivindicar ese pasado o a plantearse qué pasaría en el futuro si un heredero o heredera al trono se enamorara de una persona de su mismo sexo.

“La historia de Pablo de Grecia y Denny Fouts siempre fue pública y notoria entre la jet set y los miembros de las familias reales, pero Truman Capote fue el primero en contarla al gran público”, reconoce Sáinz de Medrano, que en su libro La familia de la reina Sofía también recoge este capítulo sentimental de la vida del abuelo del actual Felipe VI. Capote narró el vínculo entre el príncipe griego y el vividor profesional con su característica ironía y ese tono novelesco que le dio fama mundial. “Fue en Capri donde Denny le echó el ojo a un bisabuelo de 70 años que también era director de los Petróleos Holandeses y se fugó con él. Pero este caballero perdió a Denny en manos de la realeza, del príncipe Pablo, más tarde el rey Pablo de Grecia”, cuenta el escritor y periodista en Plegarias atendidas. “La edad del príncipe era mucho más próxima a la de Denny, y el cariño que sentían el uno por el otro estaba bastante equilibrado, tanto era así, que una vez, en Viena, fueron a hacerse el mismo tatuaje, una pequeña insignia azul encima del corazón, aunque no recuerdo lo que era o cuál era su significado. Tampoco recuerdo cómo terminó el asunto, excepto que el fin fue una disputa que se originó cuando Denny esnifó cocaína en el bar del hotel Beau Rivage de Lausana”.

El escritor estadounidense Arthur Vanderbilt ratificó esta historia en Best-kept boy in the world, la biografía de Fouts, publicada en 2014. Según Vanderbilt, el padre de la reina Sofía y el bon vivant americano se conocieron a finales de la década de 1920 en una fiesta en Tredegar House, la casa de campo galesa del aristócrata Evan Morgan. La relación contó con la complicidad de los Bright Young Things, un grupo intelectual y artístico compuesto por nobles como Evelyn Waugh, Stephen Tennant y Siegfried Sassoon. Gore Vidal definió aquel círculo como “el mundo glamuroso de los Mountbatten, donde todos eran bisexuales y se casaban”. Durante unos años, el príncipe y el gigoló mantuvieron un intenso intercambio epistolar —el futuro rey se dirigía al objeto de su afecto como “mi querido Denham” y firmaba todos sus telegramas “con amor, Paul”—. La relación se enfrió tras la boda del príncipe heleno, de 36 años, con Federica de Hannover, de 20 y nieta del último emperador alemán. Fouts encontró consuelo en el millonario coleccionista de arte Peter Watson. Según contó Capote al editor George Plimpton, “si Denny se hubiera acostado con Hitler, habría salvado al mundo de la II Guerra Mundial”.

Francisco de Asís de Borbón, marido de Isabel II, es el caso más destacado dentro de la familia real española. El historiador Pierre de Luz fue el primero en escribir sobre la supuesta bisexualidad del tatarabuelo del rey Juan Carlos en su biografía Isabel II, reina de España, publicada en 1936, cinco años después de la caída de la monarquía alfonsina. En ella, describe al consorte como “pequeño, delgado, de gesto amanerado, de voz atiplada y andares de muñeca mecánica”. El pueblo se refería a él con apodos despectivos y homófobos como “Doña Paquita”, “Paquita Natillas” o “Paquito Mariquito”. Según el libro de De Luz, cuando le dijeron a la monarca que tenía que casarse con su primo hermano, esta gritó, pataleó, lloró y amenazó: “Antes de casarme con Paquita, prefiero abdicar”. Se dieron el “sí, quiero” el 10 de octubre de 1846 y oficialmente tuvieron 12 hijos, aunque el matrimonio siempre fue objeto de mofas y sátiras. Poco antes de la Revolución de 1868, comenzaron a circular una serie de caricaturas que dejaban en evidencia las preferencias sexuales del rey (y las infidelidades de la reina). Tituladas Los Borbones en pelota y firmadas con el seudónimo SEM, algunos las atribuyeron a los hermanos Bécquer, aunque otros creen que son obra del humorista republicano Francisco Ortego.

Ricardo Mateos Sáinz de Medrano, que ahora está escribiendo una biografía de Francisco de Asís, confirma que el rey tuvo relaciones con otros hombres antes y después de la boda. “En Pamplona, todavía soltero, tuvo un secretario al que apartaron de su lado. Según las cartas, la familia decía que en esa relación ocurrían cosas que no procedían”, señala el escritor. “Pero su relación más importante fue con el aristócrata Antonio Ramos de Meneses, duque de Baños”, añade. Francisco de Asís y Meneses, que también estaba casado, convivieron durante mucho tiempo, incluso en el exilio, tras la revolución de 1868.

A comienzos del siglo XX, hubo otros dos ejemplos notorios en España: el de Francisco de Borbón y Borbón, duque de Marchena y primo de Alfonso XII, que murió en 1923 en una clínica psiquiátrica de París que realizaba tratamientos para, supuestamente, curar la homosexualidad; y el de Luis Fernando de Orleans y Borbón, primo de Alfonso XIII, al que se le retiró su título de infante por su condición sexual y su comportamiento “poco ejemplar”. “Luis Fernando fue el primer miembro de la familia real española abiertamente gay. Y el único”, apunta Eduardo Álvarez Bragado, autor de una biografía novelada del infante titulada El hijo de Eulalia. El Borbón rebelde se convirtió en un referente de la cultura queer de la época. Marcel Proust se habría inspirado en él para crear al personaje del barón Palamède de Guermantes en En busca del tiempo perdido, un aristócrata atormentado por su condición sexual.

“En esa época las cortes europeas ya aceptaban con bastante naturalidad la homosexualidad de sus miembros, pero no consentían que se hiciera ostentación de ello, que se hiciera público. El infante Luis Fernando cruzó esa línea”, asegura Álvarez Bragado. La prensa española e internacional de los años veinte del siglo pasado comenzó a cubrir las correrías del hijo de la infanta Eulalia. La muerte de uno de sus amantes en una juerga nocturna y su implicación en un caso de tráfico de drogas fueron las gotas que colmaron el vaso. En 1924, Alfonso XIII despojó a su primo de sus privilegios de infante y lo expulsó de la familia real. “Me retiras lo único que no puedes ordenar, pues nuestros títulos son inherentes a nuestras personas. He nacido y moriré infante de España, como tú has nacido y morirás rey de España, mucho tiempo después de que tus súbditos te den la patada en el culo que te mereces”, le habría dicho Luis Fernando al rey. “Lo condenaron al ostracismo hasta el final de sus días”, se lamenta Álvarez Bragado. Falleció en 1945 tras una operación de castración para extirparle el cáncer de testículos que padecía. Está enterrado en París, “donde nadie se acuerda de él”, dice su biógrafo.

En 2018, Lord Ivar Mountbatten, primo de la reina Isabel II de Inglaterra, se convirtió en el primer miembro de la dinastía Windsor en casarse con otro hombre. En 2021, el duque Francisco de Baviera, de 89 años, fue el primer jefe de una casa real europea, la de Wittelsbach, en posar de manera oficial con su pareja, Thomas Greinwald. La imagen, tomada por el artista holandés Erwin Olaf, dio la vuelta al mundo. Pero para Álvarez Bragado, la homosexualidad y la bisexualidad continúan siendo un tabú en la realeza. “Sigue sin hablarse del asunto, hasta el punto de que quienes tienen que acometer reformas legales no las quieren hacer. En España, donde el matrimonio igualitario es legal desde 2005, la Constitución y las leyes actuales que rigen el funcionamiento de la monarquía no contemplan la posibilidad de que un heredero o heredera al trono sea homosexual”, señala el escritor.

Este debate sí se ha abierto en Países Bajos, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal desde 2001. Un miembro del Parlamento preguntó en 2021 si la princesa Amalia de Orange, hija de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima y heredera al trono, podría casarse con otra mujer y seguir siendo la jefa del Estado. El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, contestó que no existe un obstáculo legal para que un rey o reina se case con una persona de su mismo sexo, aunque no aclaró cómo se resolvería la cuestión de la descendencia en una institución que se basa precisamente en la sucesión hereditaria, de padres a hijos. Rutte solo especificó que “debe quedar claro quiénes son los hijos en un matrimonio entre dos personas del mismo sexo”. Quizá ese sea el primer paso para que ningún príncipe o princesa queer tenga que volver a esconderse en un armario de palacio.

miércoles, 28 de junio de 2023

La demostrada ilegitimidad de los reyes de España desde fines del siglo XVIII

I

De Quora:

El 2 de Enero de 1819 fallecía la que fue Reina de España hasta 1.808, María Luisa de Parma, exiliada en Roma. Momentos antes de su muerte llamó a su confesor, Fray Juan de Almaraz, para confesarse y recibir la extrema unción. En esta última confesión, María Luisa, le hacía partícipe de algo inaudito: "Ninguno de mis hijos es de legítimo matrimonio". También le instó a que redactara un documento con esa declaración para que se hiciera público una vez que el confesor hubiera muerto.

Días más tarde, el clérigo redactó un documento que dejó guardado:

"Como confesor que he sido de la reina madre de España (q.e.p.d.) Doña María Luisa de Borbón. Juro imberbum sacerdotis como en su última confesión que hizo el 2 de enero de 1819 dijo que ninguno, ninguno de sus hijos e hijas, ninguno era del legítimo matrimonio; y así que la dinastía Borbón de España era concluida, lo que declaraba por cierto para descanso de su alma, y que el Señor la perdonase.

Lo que manifiesto por tanto amor que tengo a mi rey el señor don Fernando VII. Por quién tanto he padecido con su difunta madre. Si muero sin confesión, se le entregará a mi confesor cerrado como está, para descanso de mi alma.

Por todo lo dicho pongo de testigo a mi Redentor Jesús para que me perdone mi omisión".

La reina había dispuesto en su testamento una asignación de cuatro mil duros a Almaraz en compensación por todos los sacrificios realizados a lo largo de tantos años de exilio. El rey Fernando se negó a dársela. El clérigo se encontraba en una situación de pobreza extrema. Durante siete años estuvo reclamando la asignación pero nunca obtuvo respuesta. En 1826, agotada su paciencia, escribió al monarca para que cumpliese con la promesa. Tampoco recibió respuesta y fue entonces cuando pasó de las súplicas a las amenazas. Volvió a escribir al rey para advertirle lo que su madre le había revelado bajo secreto de confesión, algo que Fernando sospechaba y que a partir de ese momento confirmó. Así que pensó que debía callar para siempre al confesor. Tampoco estaba dispuesto a que el secreto pudiera trascender a la opinión pública si el confesor era entregado a los tribunales ordinarios. Por todo ello escribió al papa sin lograr nada.

Retrato de Fernando VII

Alguien aconsejó al rey traer a Almaraz a España por la fuerza. Mandó una expedición a bordo de la fragata Manzanares, que permaneció anclada en el puerto de Civitavecchia. El clérigo fue secuestrado por miembros de esa expedición acompañados por otros miembros de la santa sede en su casa de vía Condotti. Le fueron requisados todos sus bienes y todos los documentos hallados fueron entregados al rey en persona. Lo recluyeron en la bodega del buque y zarparon hacia el puerto de Barcelona, por haber tenido noticias de que el rey se encontraba allí. Fernando VII, al conocer el éxito de la operación, ordenó que lo condujeran de inmediato al castillo de Peñíscola. El jefe de la expedición, José Pérez Navarro, portaba una Real Orden para incomunicar al reo de por vida, exigiendo además que no debía figurar en ningún registro de la fortaleza.

Allí, en Peñíscola, fue encerrado Almaraz en la más oscura de las mazmorras, sin juicio, ni condena en firme, simplemente por petición del Rey y sin motivo conocido por las tropas que lo custodiaban. El fraile pasó 15 largos años en una mazmorra sin apenas luz, pisando con los pies descalzos una sustancia líquida formada por la mezcla de agua de mar, filtraciones, orines, heces y todo tipo de suciedad acumulada. Esta estancia dejó mella en la salud del monje que contrajo infinidad de enfermedades.

A la muerte del rey Fernando VII, el gobierno de la reina regente María Cristina, concedió una amnistía para toda clase de delitos políticos. María Cristina, es informada de la situación del reo y le concede el indulto real. Almaraz, murió a los pocos meses de quedar liberado, probablemente de tuberculosis, en noviembre de 1837. Tenía setenta años.

Este es el hecho más oscuro que conozco: privar a una persona de su libertad y contacto con el exterior por decisión de un poder absoluto, sin juicio. En cuanto a la genialidad se refiere a que es la descendencia de Maria Luisa la que sume a España en una serie de guerras civiles, las Guerras Carlistas, que además de enfrentar a los españoles incrementó la ruina del país.

Fuentes:

Esta historia fue desvelada por el periodista José María Zavala en su libro El secreto del Rey. En el archivo del Ministerio de Justicia se encontró con una carta escrita del confesor de María Luisa de Parma, fray Juan de Almaraz.

II

Mari Pau Domínguez, "María Luisa de Parma: la reina que pudo acabar con los Borbones", en ABC, 01/09/2018

Nieta del libertino rey Luis XV, recibió una educación moral en exceso permisiva fruto del cruce explosivo de las cortes de Italia y Francia. Antes de morir afirmó a su confesor que ninguno de sus hijos era de Carlos IV

María Luisa de Parma parecía predestinada al escándalo por cuna. Nieta del libertino rey francés Luis XV , madre de Fernando VII y abuela de Isabel II , recibió una educación moral en exceso permisiva fruto del cruce explosivo de las cortes de Parma (Italia) y Versalles (Francia).

Bastó que pusiera un pie en Madrid para que su suegro, el rey gobernante, Carlos III , desconfiara de ella al comprobar que no se cortaba en sus coqueteos con jóvenes nobles como el conde de Lancaster o el de Teba , entre otros muchos. Las veladas literarias que los entonces príncipes de Asturias organizaban en sus aposentos, más que por amor al arte, parecían convocarse para deleite, sin recato, de pasiones inconfesables de María Luisa. Hay quien dice que su esposo no se enteraba; otros, en cambio, aseguran que se limitaba a consentir, dado su carácter indolente y su falta de impulso en todo…

Años más tarde, el poeta romántico José de Espronceda la tildaría de «impura prostituta», mientras que el canónigo de Zaragoza y tutor del heredero, el futuro rey Fernando VII , la definió así: «María Luisa reunía una constitución ardiente y voluptuosa. A sus brillantes calidades exteriores juntaba un corazón naturalmente vicioso, incapaz de un verdadero cariño, un egoísmo extremado, una astucia refinada, una hipocresía y un disimulo increíbles, dominado por sus pasiones».

Su desenfreno sexual tuvo consecuencias. Llegó a sufrir casi tantos abortos como hijos tuvo. El elevado número de embarazos le pasó factura y padeció terribles problemas bucales que le hicieron perder los dientes. En una ocasión, durante su exilio en Francia invitados por Napoleón , después de que Josefina halagara su dentadura se la quitó y la puso sobre la mesa, orgullosa de que fuera postiza, lo que escandalizó a la esposa del emperador francés.

El amante Godoy

Poco antes de acceder al trono, tras más de veinte años siendo princesa, María Luisa conoció a un apuesto joven guardia de Corps de su escolta, un rubio extremeño de 21 años que cambiaría su vida. A él se le atribuye la paternidad de los últimos cuatro hijos de los reyes, porque fue en la cama donde se fraguaron sus fulgurantes éxitos profesionales. De mero capricho de la reina pasó a ser su consejero privado, después Caballero de la Orden de Santiago , Gran Cruz de Carlos III, duque con Grandeza de España, primer ministro y hasta recibió nada menos que el Toisón de Oro. Para él se creó el título de príncipe de la Paz. Acabó haciéndose con el control de la corte.

Formaban un trío que parecía indivisible. María Luisa se convirtió en reina coincidiendo prácticamente con la Revolución Francesa (1789), por lo que sorprendía su poca cabeza y que no le importara el daño que su promiscuo comportamiento estaba causando a la monarquía en España.

El embajador francés no se quedaba corto en sus consideraciones sobre la reina, de quien hablaba del «desorden de su vida desde hace treinta años. A los cincuenta años tiene unas pretensiones de coquetería que apenas serían perdonables en una mujer joven y bonita». Trazaba un perfil de pérfida y dominadora. «Ella es quien reina. Sacrificando siempre los intereses de la Monarquía a sus gustos y antojos más escandalosos, envilece y hace odioso el reinado de Carlos IV ».

A ella le daba igual. Se encaprichó con otro guardia de Corps, el criollo Manuel Mallo , con el que afirmaba acostarse a diario. En la corte se extendió la idea de que ambos disfrutaban con ciertas prácticas sadomasoquistas al encerrarse durante horas en las que se escuchaban gritos de éxtasis mezclados con ruidos de golpes y bofetadas.

¿Todos bastardos?

A punto de terminar el año 1818, enferma de pulmonía, vio cercana su muerte, que aconteció el 2 de enero del nuevo año, en Roma. Su fiel Godoy permaneció a su lado hasta el momento final. Tenía 67 años y se sentía sola, «vieja y estropeada, mis nervios me atormentan».

Pero en su lecho de muerte había ocurrido algo trascendente. María Luisa le soltó a su confesor una bomba que, de ser verdad, podría haber arrasado la monarquía borbónica venidera: «Ninguno de mis hijos lo es de Carlos IV, por lo que la dinastía Borbón se ha extinguido en España». Al parecer necesitó desahogarse para alcanzar el perdón del Señor y, así, su alma descansara en paz. El documento escrito de la confesión existe. Que sea verdad o no…, eso nunca lo sabremos.

Datos de interés

María Luisa de Borbón-Parma y Borbón (Parma, Italia, 9-XII-1751 / Roma, 2-I-1819). Esposa de Carlos IV; Princesa de Asturias, 1765-1788; Reina consorte, 1788-1808.

sábado, 9 de enero de 2021

Carta del rey Juan Carlos I al Sha en 1977 pidiéndole siete millones de dólares para el partido de Suárez

 La carta de Juan Carlos I al Sha de Persia el 22 de junio de 1977

Cándido Marquesán Millán

En Nueva Tribuna, 6 de enero de 2021:

Soy cada vez más consciente de las inmensas lagunas que tenemos los españoles sobre determinados comportamientos del Rey Emérito desde que accedió a la Jefatura del Estado, tras la muerte de Franco. De esos desconocimientos son responsables la política, la academia y los medios de comunicación.

Como señala el periodista Fernando Ramos en su artículo Los escándalos de la Corona española en la prensa digital y el futuro de la Monarquía. De la amnesia y silencio cómplice al tratamiento exhaustivo en los medios de 2012. Durante la transición política primero, y más tarde, a lo largo de su reinado, los medios de comunicación españoles, salvo contadas excepciones, se han autoadministrado sucesivamente una dosis de amnesia y otra de tolerancia o ignorancia o tratamiento benévolo de aquellos aspectos que afectaban al Rey, su casa y su familia, de modo que ese “pacto tácito” tuvo una vigencia inesperada. No pocas veces, tras aparecer determinadas informaciones en la prensa extranjera, los medios españoles se daban por enterados de asuntos relativos a nuestro jefe de Estado de los que daban cuenta con detalle periódicos de otros países de Europa y de los Estados Unidos.

La falta de debate que la sociedad española echa de menos sobre el dilema monarquía o república, se evidencia en la medida que los menores de 40 o 50 años se manifiestan despegados de una institución sobre la que sus padres no pudieron opinar. Pero lo que resulta especialmente perverso intelectualmente, es que se pretenda argüir que existió un verdadero debate acerca de la Constitución de 1978 en su aspecto esencial: la forma de Jefatura del Estado. En este sentido, conviene recordar que el instrumento que imposibilitó en su día ese necesario debate –que sigue pendiente- fue el Decreto-Ley de 1 de abril de 1977 (BOE: 12-4-1977, nº 87), sobre libertad de expresión, como nueva normativa sobre la materia que derogaba el artículo 2 de la Ley de Prensa, suprimía parcialmente el secuestro administrativo de publicaciones y grabaciones y reforzaba los mecanismos jurídicos para la persecución de los delitos de calumnia e injuria. El art. 3º. B) del citado Decreto establecía que la Administración podía decretar el secuestro administrativo cuando un impreso gráfico o sonoro contuviese noticias, comentarios o informaciones que fuesen contrarios a la unidad de España, constituyesen demérito o menoscabo de la Monarquía o que de cualquier forma atentase al prestigio institucional de las Fuerzas Armadas. Nadie podía predecir entonces la dirección de los acontecimientos, pero ante la amenaza de secuestro, muy pocos se arriesgaron a cuestionar la monarquía, proponer una profunda reforma del Ejército o fórmulas de articulación territorial del Estado fuera del marcado terreno para debatirlo. Aquel proceso derivó –algunos afirman que cautivados por la simpatía personal del monarca- en un tratamiento exquisito de las cosas del Rey. No habría de ser en los periódicos, sino en algunos libros donde fijarían su residencia las críticas o los comentarios más comprometidos.

Según Chomsky y Herman en la transmisión de mensajes simbólicos para el ciudadano de la calle, los medios, aparte de las funciones tradicionales (entretener, divertir e informar) inculcan valores y pautas de comportamiento para integrarse, y, por lo tanto, aceptan, las estructuras institucionales de la sociedad. Así pues, pueden convertirse en los mejores creadores de ese “imaginario monárquico” que se quiere imponer como un elemento casi natural, como parte del ecosistema de la sociedad moderna. Ese concepto de “Imaginario monárquico” es como una especie de sentimiento generalizado de aceptación sumisa de que hay personas, situaciones e instituciones que existen “per se”, sin que a los demás nos sea dado cuestionarlas. La monarquía es una de ellas, la más evidente, sin duda. Además de ser su representante, Juan Carlos I un dechado de perfección, por lo que todos los españoles de bien deberíamos estar profundamente agradecidos. Nos ha traído la democracia bajo el brazo.

También en la misma línea es el artículo de Adolfo Carratalá El tratamiento de la Monarquía española en las viñetas de los medios digitales. La actitud de los medios de comunicación españoles hacia la Monarquía ha recibido diferentes denominaciones, pero todas coinciden en apuntar a la sumisión de las principales empresas periodísticas ante la Corona: “pacto del olvido”, “silencio crítico”, “blindaje mediático”, “cordón sanitario” o “pacto de silencio”. El discurso hegemónico, producido y difundido por los medios, ha otorgado una cobertura privilegiada a la institución. Mediante ese pacto tácito de complicidad, prensa, radio y televisión se han sometido a un tratamiento que combinaba dosis de amnesia con otras de tolerancia, ignorancia y aproximación benévola a aquellos aspectos más sensibles vinculados con la Casa Real.

La Monarquía española forma parte, por lo tanto, de los principales tabúes de los periodistas españoles. La prensa se esforzó en representar a Juan Carlos I como “actor democratizador” y “héroe de la fundación del régimen democrático”, en un claro intento por silenciar el vínculo del rey con Franco y evitar, así, erosionar la figura del monarca. Esta tarea legitimadora no fue exclusiva de los redactores o de los fotógrafos. Incluso durante la transición, los humoristas adoptaron el mismo tono que los periodistas frente a la figura de Juan Carlos I”, que acabó siendo convertido “en un personaje estereotipado y simbólico para favorecer el flujo democrático”. Aquel tipo de tratamiento se asentó y consolidó alcanzando a la práctica totalidad del ecosistema comunicativo español, a excepción de “medios de comunicación menores, con escasa influencia, o de carácter irreverente y satírico”, como la revista El Jueves. Este semanario humorístico ha sido el principal reducto de crítica mordaz contra la Corona durante años. El semanario satírico El Cocodrilo fue secuestrado el 18 de noviembre de 1985 por el artículo “Cosas reales. Con el debido respeto, 10 años de borbonez”. Los medios comenzaron a romper este pacto de silencio cuando irrumpieron los escándalos del caso Urdangarín o la cacería del rey en Boswana. En los medios escritos el primero que inició su capacidad crítica hacia la Monarquía fue Público. Luego se sumaron muchos medios digitales, que han proliferado en el panorama informativo. Y cuando los escándalos de la Monarquía eran inocultables no tuvieron otra opción que sumarse los grandes medios. Eso sí, con diferencias. No es lo mismo El País que ABC. Hoy da la impresión que la mayoría de los medios tienen barra libre para atacar al Emérito, y así proteger a Felipe VI y a la institución monárquica. Lo que no deja de ser perverso es que muchos medios acusan a Unidas Podemos del descrédito de la institución monárquica. La monarquía se desacredita por sí misma.

***

Hecha esta digresión sobre el buen trato mediático a la monarquía hasta la segunda década del siglo XXI, quiero fijarme en un hecho paradigmático de este pacto de silencio, que es la carta dirigida por Juan Carlos I al Sha de Persia el 22 de junio de 1977 y que fue enviada desde la Zarzuela. He podido conocerla en la Tesis Doctoral de Luis Fernando Ramos Fernández Las limitaciones a la Libertad de Expresión, derivadas de la reinstauración de la Monarquía en España del 2014. La reproduzco y posteriormente haré un resumen del comentario extraído de la Tesis. Apareció en 1991 en la edición del diario de Asadollah Alam, ministro del Interior y Primer Ministro del Sha Reza Pahlevi.

Mi querido hermano: Para empezar, quisiera decirte cuán inmensamente agradecido estoy por que hayas enviado a tu sobrino, el príncipe Shahram, a verme, facilitándome así una respuesta rápida a mi petición en un momento difícil para mi país. Me gustaría a continuación informarte de la situación política en España y del desarrollo de la campaña de los partidos políticos, antes, durante y después de las elecciones. Cuarenta años de un régimen totalmente personal han hecho muchas cosas que son buenas para el país, pero al mismo tiempo dejaron a España con muy deficientes estructuras políticas, tanto como para suponer un enorme riesgo para el fortalecimiento de la monarquía. Después de los seis primeros meses de gobierno de Arias, que yo estuve igualmente obligado a heredar, en julio de 1976 designé a un hombre más joven, con menos compromisos, a quien yo conocía bien y que gozaba de mi plena confianza: Adolfo Suárez. Desde aquel momento prometí solemnemente seguir el camino de la democracia, esforzándome siempre en ir un paso por delante de los acontecimientos a fin de prevenir una situación como la de Portugal que podría resultar aún más nefasta en este país mío. La legalización de diversos partidos políticos les permitió participar libremente en la campaña electoral, elaborar su estrategia y emplear todos los medios de comunicación para su propaganda y la presentación de la imagen de sus líderes, al tiempo que se aseguraron un sólido soporte financiero. La derecha, asistida por la banca de España; el socialismo, por Willy Brandt, Venezuela y otros países socialistas europeos; los comunistas, por sus medios habituales. Entretanto, el presidente Suárez, a quien yo confié firmemente la responsabilidad del gobierno, pudo participar en la campaña electoral sólo en los últimos ocho días, privado de las ventajas y oportunidades que expliqué ya anteriormente y de las que se pudieron beneficiar los otros partidos políticos. A pesar de todo, solo, y con una organización apenas formada, financiado por préstamos a corto plazo de ciertos particulares, logró asegurar una victoria total y decisiva. Al mismo tiempo, sin embargo, el partido socialista obtuvo un porcentaje de votos más alto de lo esperado, lo que supone una seria amenaza para la seguridad del país y para la estabilidad de la monarquía, ya que fuentes fidedignas me han informado que su partido es marxista. Cierta parte del electorado no es consciente de ello y los votan en la creencia de que con el socialismo España recibirá ayuda de algunos grandes países europeos, como Alemania, o en su defecto de países como Venezuela, para la reactivación de la economía española. Por esa razón es imperativo que Adolfo Suárez reestructure y consolide la coalición política centrista, creando un partido político que sirva de soporte a la monarquía y a la estabilidad de España. Para lograrlo, el presidente Suárez claramente necesita más que nunca cualquier ayuda posible, ya sea de sus compañeros o de países amigos que buscan preservar la civilización occidental y las monarquías establecidas. Por esta razón, mi querido hermano, me tomo la libertad de pedir tu apoyo en nombre del partido político del presidente Suárez, ahora en difícil coyuntura; las elecciones municipales se celebrarán dentro de seis meses y será ahí más que nada donde pondremos nuestro futuro en la balanza. Por eso me tomo la libertad, con todos mis respetos, de someter a tu generosa consideración la posibilidad de conceder diez millones de dólares como tu contribución personal al fortalecimiento de la monarquía española. En caso de que mi petición merezca tu aprobación, me tomo la libertad de recomendar la visita a Teherán de mi amigo personal Alexis Mardas, que tomará nota de tus instrucciones. Con todo mi respeto y amistad. Tu hermano, JUAN CARLOS”.

Charles Powell en su biografía de Juan Carlos I un Rey para la democracia de 1995, recuerda que, a los pocos días de las elecciones, don Juan Carlos escribió una larga carta al Sha de Irán, a quien había visto en varias ocasiones desde su primera visita a Teherán en 1969, en la que pasa a revista a la situación política española. El autor sigue el relato que de este asunto hace el periodista e investigador Jesús Cacho en un libro anterior, de gran éxito, por cuanto descubría los entresijos del poder económico y mediático en España.

Según Powell, no parece que el papel de un rey constitucional sea intervenir de modo tan directo en política. La carta famosa comienza aludiendo al régimen del que Juan Carlos era heredero, y dando la sensación de que no tenía nada que ver con él -Ya trataron los medios de desvincularlo del régimen franquista-. No obstante, reconoce que los cuarenta años de régimen absolutamente personal hicieron mucho bien al país, pero al mismo tiempo privaron a España .de estructuras políticas, lo cual suponía enorme riesgo para el fortalecimiento de la monarquía. Para fortalecerla era preciso ayudar al partido de la “Reforma”, es decir a la UCD, mediante los adecuados apoyos económicos, entre reyes, que cerraran el paso a los socialistas y otros partidos de izquierda, y que por aquel entonces todavía se declaraban republicanos-Luego en el debate constitucional socialistas y comunistas aceptaron la monarquía-. El tono de la carta es patético, y llama la atención sobre los riesgos de que ganen los socialistas. Peligraría la monarquía y la estabilidad del país, ¿quién podría crear esa inestabilidad? Obviamente, los militares. Y los socialistas podían recibir ayudas de sus partidos hermanos. Era preciso apoyar a Suárez con diez millones de dólares.

Powell tiene que reconocer que de haberse conocido el contenido de esta carta en el verano de 1977, el prestigio y la autoridad del rey habrían resultado gravemente dañados, no sólo porque revelaba hasta qué punto estaba dispuesto a intervenir en favor de una opción política concreta sino debido al carácter no democrático del régimen iraní. No resulta fácil determinar en qué medida reflejaba esta carta la verdadera postura de don Juan Carlos ante el reciente proceso electoral. Al ir dirigida a un autócrata poco amigo de la democracia parlamentaria, el monarca español no tenía más remedio que exagerar la gravedad de la amenaza que podía suponer el PSOE para justificar la petición de ayuda, en parte porque los malos resultados del PCE no permitían azuzar el fantasma de un supuesto “peligro comunista”. No olvidemos que en aquel contexto, el poder, todo el poder del Estado estaba en manos de la UCD, con su red de gobernadores civiles con las capacidades de las que los dotara el franquismo, intactas. Y ahora, el refuerzo del Rey. La respuesta del Sha vino a decir que estudiaría el caso y respondería, pero no sabemos si el dinero finalmente llegó. Powell afirma que el aplazamiento de las elecciones municipales a 1979 causó gran alivio en la Zarzuela, donde estaba vivo el recuerdo de las de 1931 que provocaron la caída de la monarquía de Alfonso XIII.

domingo, 14 de junio de 2020

Impresiones sobre Ciudad Real (1873) en plena I.ª República del economista Modesto Fernández y González

El economista, escritor y periodista gallego Modesto Fernández y González (1838-1897), menos conocido que sus hermanos el filólogo Francisco Fernández y González (1833-1917)  y el novelista Manuel Fernández y González (1821-1888),​ si es verdad que eran sus hermanos, era primo del abuelo del escritor Camilo José Cela y redactó un grueso y ameno libro de viajes donde habla, y no poco, de La Mancha ciudarrealeña en 1873: Portugal contemporáneo: de Madrid a Oporto pasando por Lisboa: diario de un caminante (Madrid: Imprenta y fundición de Tello, 1874). Este libro es importante porque el ojo economista del autor, bien educado para inspeccionar las virtudes y carencias del terreno, ofrece una buena descripción y análisis de la Ciudad Real del último tercio del siglo XIX; también suministra no pocos detalles sobre los monumentos históricos y artísticos. ​ 

En sus obras usó además los seudónimos de "Camilo de Cela", que inspiró a su emparentado premio Nobel, "Fernán González" y "Julio de Osera". Fue delegado de Hacienda de Madrid, académico de la Matritense de Jurisprudencia y Legislación, vicepresidente de la Asociación de Escritores y Artistas, presidente del Fomento de las Artes y caballero de la Legión de Honor; se hizo famoso este prerregeracionista con la frase "menos doctores y más industriales". En el texto que cuidadosamente he editado más abajo, (y lo habría editado mejor si dispusiera de más tiempo) es de notar su análisis de la industria del encaje en Almagro, de la minería de Almagro y de lo que supuso la Revolución de mejora para Ciudad Real, entre otros curiosos detalles (por ejemplo, la velada alusión al carácter carlista de la región). 

Alcázar de San Juan, 3 de Abril de 1873. 

Al salir de Aranjuez volví á la estación. Allí he visto en algunos coches un aviso que decia en gruesos caracteres Lisboa

— ¿Qué significa esto? pregunté. 

— Muy sencillo, me respondieron. Los viajeros de primera clase que se trasladan de Madrid á Lisboa tienen el derecho de conservar el mismo wagón hasta la capital del reino lusitano. Este derecho es una gran comodidad, pues se evitan cuatro trasbordos en otras tantas estaciones; Alcázar de San Juan, Ciudad-Real, Badajoz y Entronçamento. 

— ¿Y los viajeros de segunda y tercera clase? 

— Esos tienen que someterse á las variaciones de las empresas, pues cada trasbordo supone un nuevo dueño ó  administrador de la línea férrea. Los coches de una empresa no recorren el trayecto de otra, si se exceptúan los de primera clase, que gozan del privilegio exclusivo de los hombres de fortuna. 

Después de agradecer estas explicaciones, tanto más necesarias cuanto menos se haya viajado, y de ocupar el asiento impuesto por ni bolsillo y reconocido por mi voluntad, el tren correo, único que enlaza con todas las líneas, se puso en marcha hacia Alcázar de San Juan. 

Las horas trascurrían como minutos; la noche era apacible y serena; á un lado y otro del camino empezaban á divisarse las llanuras de la Mancha. 

¡Alcázar! anuncian los pregoneros de la estación, y el nombre del pueblo se repite en todos los coches. 

Los viajeros se confunden con otros viajeros. Andalucía, Extremadura, Valencia y Portugal, facilitan á la estación de Alcázar diariamente y por breves momentos una masa flotante de gentes, que circulan de aqui para allá, de la fonda al café, y del café al templo de Baco. 

Es un cuadro animadísimo el que presenta la antesala del hotel, que por cierto tiene por techumbre el firmamento; allí aparecen, en exposición continua y relevándose de hora en hora, tipos, caracteres y costumbres españolas de una pureza extraordinaria. El escritor y el artista encuentran en aquellos cuadros mucho que estudiar y no poco que aprender. 

Los viajeros pedian con solícito afán una jícara de chocolate ó una taza de café; algunos, aunque pocos, preferían el té ó chá portugués, y un servidor de Vds. estaba al aire libre, preocupado con una idea. 

Recordaba el que estas lineas escribe que la villa de Alcázar de San Juan, una de las más importantes de Ciudad-Real, y en la que fundó Carlos III el mayorazgo infantazgo para su hijo segundo, pretendió en algunas ocasiones la gloria, que gloria seria para todos los pueblos, de haber dado cuna y pila bautismal á un español  insigne, a quien las naciones reconocen por Miguel de Cervantes Saavedra. Pero Alcalá de Henares, ciudad predilecta del Cardenal Jiménez de Cisneros, puede enorgullecerse con el hecho, en general aceptado, de que en su recinto ha visto la luz primera el ingenio peregrino que, andando los siglos, todavía admira el mundo. 


IV 


Almagro, 4 de Abril de 1873. 

Larga extension de terreno hemos atravesado.  Ni un  momento he podido olvidar las hazañas de Sancho y los batanes que tan crueles sustos le prodigaron. Daimiel y Almagro, Miguelturra, son páginas constantemente abiertas del Quijote y al detenerse en sus relaciones, la memoria y la inteligencia se fijan en aquella obra maestra de la literatura española. 

Almagro reúne, no ya el recuerdo del Caballero de la triste figura, sino una industria importantísima, la de encajes y blondas, que compiten con iguales artículos de procedencia extranjera. 

Desde 1396 en que se inició esta industria y hasta los primeros años del reinado de Doña Isabel la fabricación fué en aumento á causa de ser considerable el consumo, así en Europa como ea América. Los operarios eran muchos, las ganancias no eran menores. Las madres acostumbraban á sus hijas, sin distinción de clases, á la confección de esta delicada labor. 

Hay una época, la de 1836 á 1845, en que la fabricacion llegó á su mayor apogeo. Una sola casa tenia á su servició 14.000 operarios, distribuidos entre el Moral de Calatrava, Miguelturra, Bolaños, Granátula, Daimiel, Carrion, Ciudad-Real y otras poblaciones. Ya en 1850, la industria declinaba. Dos casas destinadas á la venta de encajes, compraban los productos á las operarias, á cambio de dinero unas veces y de géneros catalanes otras. Estas trasformaciones y la competencia extranjera hicieron que 
en el dia solo puedan contarse 6.000 personas, que vivan del trabajo de la fabricacion. 

Aquellos riquísimos encajes y aquellas finísimas blondas que antes eran codiciadas en el comercio, no se producen hoy en tan considerable cantidad, ya por falta de pedidos, ya por exceso de precio, ya por exigencia de la moda. Ahora las encajeras ofrecen puntillas de hilo, bien hechas, excelentemente fabricadas, que las toman y las revenden los mercaderes ambulantes. 

Esta industria, en sus mejores tiempos, ofrecía pingües y saneados rendimientos. Cuando el jornal de los obreros del campo alcanzaba solo cuatro reales, sus mujeres é hijas obtenían sin fatiga y sin esfuerzo diez ó doce, según la agilidad de cada una, habiéndose dado el caso, y no único, de que muchas niñas recibiesen de salario tantos reales al dia como años tenían de edad. 

Así se comprende, que en el mayor apogeo de la industria de encajes, las mujeres fuesen tan requeridas de amores para el santo lazo del matrimonio. El haber del jornalero en el extenso término de Almagro era corto; el producto de la fabricación de las encajeras era sabido. 

De aquí que todos solicitasen á estas femeninas industrialas y virtuosas por el trabajo, honradas por la educación; pues al mismo tiempo que recibían por compañera una esposa, digna de la familia y de sus hijos, ingresaba en casa una renta segura para las necesidades del matrimonio.

El trabajo ha sido en todos tiempos fuente de virtud. 

Almagro es la capital del campo de Calatrava, donde reside el gobernador eclesiástico de la orden. Y al llegar aquí, puesto que cito á las órdenes militares, séame permitido evocar los recuerdos de la historia y las lecciones de la infancia. 

Las órdenes militares han perdido su importancia pasada; hasta el gobierno de la nación las ha declarado disueltas. Nadie intentará renovar sus hazañas, sus heroicas empresas, sus inmensos servicios al grito de Dios ley y patria; pero pecaría de ingrato y antipatriota quien negase á aquellas asociaciones espíritu aventurero, amor nacional é hidalguía castellana. 

Nuestras tradiciones populares son las mismas tradiciones; nuestros recuerdos históricos son sus propios recuerdos; nuestras glorias españolas son sus propias glorias. ¡Ahí los guerreros de la orden de Santiago en todas partes estaban y en todas prodigaban su sangre y sus tesoros! La cruz del Redentor del mundo era la enseña que les animaba al combate, á la lucha y á la muerte. Los guerreros de Calatrava contaban el número de mártires por el de sus valientes, y sus castillos fueron testigos mudos
de proezas innumerables: los asociados de Alcántara, Montesa y San Juan, inspirados por la fé, yalerosos por la guerra, admiradores de su engrandecimiento, reconocidos á la fortuna de sus laureles, servian lealmente á la religión y á la patria. 

Llegó un momento en que tales asociaciones fueron un poder dentro de otro poder, un estado dentro de otro estado, una nación dentro de otra nación. Tenían estas órdenes autoridad civil, autoridad religiosa y autoridad militar. ¿Qué eran, si no, los grandes Maestres de las mismas? ¿Eran por ventura otra cosa que pequeños reyes, dueños de la autoridad soberana, el primero entre los primeros atributos del poder supremo? ¿No gozaban y dispensaban la jurisdicción civil y la jurisdicción criminal? ¿No resolvían las cuestiones judiciales y sentenciaban los procesos de sus asociados? 

Pero este poder casi soberano que ejercían, delegado de la Corona, como que á esta se hallaban las maestranzas incorporadas, fué necesario, absolutamente necesario en aquellos tiempos turbulentos de guerras y de conquistas, de espíritu religioso y de entusiasmo patriótico. 

Los servicios que prestaron, los mártires que inmortalizaron su nombre, el afán de guerrear que llevaban á todas partes, la pasión religiosa que presidia á todos sus actos, bien merece que se recuerde al pisar esta tierra ennoblecida con la sangre de tantos hijos y con el resuelto esfuerzo de tantos valientes. 

Abandonemos la villa de Almagro, dejando al lado de la estación un convenio magnifico, casi en ruinas, como sucede con la mayor parte de las obras artísticas de España. 

Ciudad-Real, 5 de Abril de 1873. 

En la estación de Alcázar despedimos á los viajeros de Alicante y Valencia; en la de Manzanares a los de Andalucía, y previa la detención en los puntos intermedios, el tren siguió á todo correr de la máquina, porque no hay pendientes, desniveles ni curvas en un terreno de suyo llano y espacioso, hasta llegar á Ciudad-Real. 

Era el amanecer. 

Se oia el canto de los pajarillos y se observaba á la simple vista el numero de árboles en donde estaban escondidos. La Mancha es un país rico, produce lo necesario á la vida, y hasta exporta lo sobrante con notables rendimientos. Sus hijos, que son hijos de España, reúnen todas las cualidades de los buenos ciudadanos; afables en el trato, trabajadores en el campo y en el taller, hacendosos en sus viviendas, bravos en el ejército y honrados con la fé de sus mayores. Pero se advierte en ellos cierta rivalidad con la vegetación, pues existen muy contados árboles, y los que se plantan, desaparecen en los primeros meses. Las preocupaciones pueden mucho; la conveniencia puede más todavía. La conveniencia exi- 
ge que el arbolado aumente, para que las lluvias sean periódicas y eviten la propagación de epidemias y enfermedades. Todos los pueblos siguen este sistema, y aunque la Mancha no tenga aguas abundantes para el riego, fácil es sostener y propagar con solo el cuidado y la perseverancia, la plantación de especies arbóreas, tan necesarias á la salud. 

Llegamos ya á Ciudad-Real. 

Comparado el pueblo de ahora con el de antes se observa una trasformacion beneficiosa. E1 camino de hierro avivó el deseo de reformas. 

Al penetrar en Ciudad-Real, se ofrece á la vista un espectáculo agradable. Las murallas, las almenas, las casas, simétricamente colocadas y de trecho en trecho recogidas al abrigo de los templos católicos, llaman la atención del espectador y del viajero. Sobre todo, las antiguas defensas de la plaza, que eran las murallas, en gran parte destruidas hoy, y las torres, en su mayoría echadas por el suelo, reconcentran el entendimiento en el esplendor de antes y en el abatimiento de ahora. 

Para ingresar en la ciudad, tenemos á nuestra disposición siete puertas, que se conocen con otros tantos 
nombres propios. Ciruela, Alarcos, Carmen, Granada, Santa María, Mata y Toledo, pues la de Calatrava pertenece ya á la historia. Algunas de estas entradas conservan todavía, á pesar de tantos vandalismos artísticos y de tantas profanaciones históricas, la fisonomía de tiempos pasados, y recuerdan el nombre inmortal de Carlos I; la de Toledo, notable para el.anticuario por sus esbeltos arcos, por su delicada fábrica, por las torres que le sirven de vigilantes, por su grande ojiva y sobre todo por el gusto arquitectónico que revela, permanece en pié para examen de los inteligentes; y la de Ciruela, que se halla inmediata á la estación del ferro-carril y acaba de ser restaurada á conciencia por la generación 
contemporánea, tiene el privilegio de reflejar en ella todas las miradas. 

Fijémonos en esta última puerta. Existia al Sur de la ciudad un arco de medio punto, carcomido por el tiempo é inaccesible al paso de las gentes, que la linea férrea hizo necesario su habilitación para llegar directamente,  y sin inútiles rodeos, al centro de la misma. 

Es preciso confesar que la restauración fué hecha con inteligencia y sin mengua del arte. Un arquitecto peritísimo, D. Cirilo Vara, propuso que se colocasen dos torreones, unidos por un lienzo de pared, y en el que se ostentasen gallardas almenas. En el centro debia figurar un arco de gusto gótico. En efecto, la obra se llevó á feliz término por iniciativa del entonces gobernador civil Sr. Cisneros, y el viajero puede contemplar una fortificación guerrera de agradable aspecto y de general conveniencia. 

Ahora que la reforma está hecha, ahora que las gentes transitan sin dificultad; ahora que los vehículos entran y salen según el antojo de sus conductores, parece el trabajo sencillo y la obra producto de escasos esfuerzos. Ha costado, por el contrario, no pocas vigilias y grandes sacrificios. 

El proyecto llegó á su término, y la Puerta de Ciruela, que ofrece un ancho de 10 metros por 11 de altura, que su ornamentación corresponde al género arquitectónico, que hasta el más insignificante detalle, fué previsto y realizado, es el adorno más completo que podía ofrecer la ciudad favorita de Alfonso el Sabio á los viajeros, ya por la proximidad al desembarque del ferro-carril, ya 
por el sitio en que está colocada. 

Ciudad-Real es un conjunto desordenado de obras antiguas y de obras modernas, de recuerdos históricos y de trabajos presentes. 

Como obra de otras generaciones , sobresale el. templo de Nuestra Señora del Prado. Admira ver aquella sola nave, tan alta, tan esbelta, tan espaciosa, que rivaliza en magnificencia con los demás templos de España. Es posible que no haya otro que le exceda; pues cuenta 50 metros de longitud y 47 de latitud. Las dos bóvedas interiores, que recuerdan los primeros años del siglo xvi, el retablo, las esculturas de los apóstoles, la torre elevadísima, todo está primorosamente hecho y con arte dirigido. Domina en la construcción el gusto gótico. 

Allí se encuentran dentro del templo los estandartes que sirven para las proclamaciones de los Reyes, del  mismo modo que en la Basílica de Atocha, custodiada por los inválidos del ejército, ondean para perpetuo recuerdo y para eterna enseñanza los trofeos y las banderas ganadas por los españoles en los campos de batalla ó en los combates navales. 

Otras dos parroquias á más de la de Santa María del Prado, existen en Ciudad-Real. Tiene la de San Pedro Apóstol y la de Santiago; esta última, la más antigua de todas, pero también la más maltratada por impericia de los restauradores y revocadores. Aquella techumbre, que priva al templo de su primitivo carácter, no está en armonía con el resto del templo, con las tres naves, con las anchas ojivas y con el retablo que adorna la Casa de Dios. 

La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, es antigua: ofrece á la vista tres naves espaciosas, un coro, obra del siglo xvi; un altar dedicado á la virgen de la Guía, modelo de estilo churrigueresco; grandes columnas; hermosísimas gradas para llegar al presbiterio, y un retablo de escayola, tanto más notable, cuanto que fué hecho por un hijo de la ciudad, por el Sr. López Donaire, nada menos que en 1863, es decir, hace pocos años. 

Tres puertas dan ingreso al templo , las tres de construcción antigua y distintas en el orden arquitectónico. Las murallas y las puertas revelan el espíritu guerrero de pasadas edades; los conventos y las iglesias, la piedad de nuestros mayores. 

Ya hemos dicho el estado de las primeras, ya hemos indicado los templos; solo falta recordar los conventos, el de Carmelitas y el de Dominicas , que cuentan por centenares los años de existencia. Y de esta suerte completamos todo lo antiguo, todo lo que legaron nuestros ascendientes en fuerza de sacrificios por la religión y por la patria. 

En contraposición á las obras antiguas , ofrece el sistema constitucional las obras modernas. Aquellas se destinaban á la oración, á la caridad y al recogimiento; estas se aplican á las artes , á la enseñanza , á la ciencia, á la industria y al dolor. Templos , hospitales y monasterios constituían las primeras ; fábricas, talleres, escuelas, institutos, hospicios , casas de socorro , constituyen las segundas. 

Entre las construcciones recientes figura la Gasa Consistorial, terminada en 1869. E1 edificio es suntuoso por fuera y admirablemente distribuido por dentro. Una esbelta y graciosa escalera, adornada con estatuas, convida el ingreso al palacio popular. 

El salón de sesiones puede enorgullecer á una capital de tercer orden , y aun de segundo y de primero: 13 metros de largo por 6 de ancho, á más de las pilastras, capiteles , balaustrada y trabajo artístico, base de la ornamentación: hé aquí lo que ofrece la sala destinada á las conferencias de los concejales de Ciudad-Real. 

La parte exterior, reúne á la sencillez la elegancia. El frente á la plaza es un trabajo digno de examen minucioso, descollando las armas de la ciudad, las de Castilla, la lápida de la Constitución, las estatuas representativas de la Justicia y la Prudencia, la Industria y la Agricultura, las ventanas centrales y la torre, y sobresaliendo entre la parte constructora de la obra , la tan conocida y apreciada piedra de Novelda. 

La Plaza Mayor, ó sea de la Constitución, es de forma irregular. Viene ya de tiempo de Fernando VI, de aquel diligente monarca que fomentó la marina, construyó el Jardín Botánico de Madrid, estableció el Observatorio astronómico, protegió á los hombres de saber, auxilió á la industria y al comercio, creó la Academia de Bellas Artes, y firmó un tratado de paz , el de Aquisgrán, en 1748. La plaza es un trapecio de 4.000 metros cuadrados, y fué objeto de reparaciones importantísimas en 1860, sin detrimento del arte y en honor de la belleza. 

El género que domina en las construcciones particulares, es el greco-romano, destacándose el piso principal por sus adornos, por sus ventanas, por sus pilastras y por sus capiteles. 

En el centro de la plaza se levanta una fuente erigida á la memoria de Hernán Pérez del Pulgar el de las Hazañas y hijo de Ciudad-Real, que debe servir de base á la estatua de tan insigne guerrero. Allí, en el propio pedestal y mirando al Ayuntamiento, aparece en letras de oro y en elegante lápida de mármol, la siguiente inscripción: 

HERNÁN PÉREZ DEL PULGAR 
EL DE LAS HAZAÑAS 
NACIÓ EN CIUDAD -REAL EN 1454 
Y MURIÓ EN GRANADA EN 1534. 
LA CIUDAD NATAL CONSAGRA 
ESTA MEMORIA AL SEÑOR DE LOS 
MOLINOS DE TREMECÉN, 
AL HÉROE DE ALHAMA, DEL SALAR, 
DE GUADIX, DE SALOBREÑA, 
DE GRANADA Y DE MONDÉJAR. 

Los pueblos que recuerdan las virtudes, la inteligencia ó el valor de sus hijos predilectos, merecen el aplauso de la historia y los plácemes de las generaciones contemporáneas. Honrar la memoria de los grandes hombres es honrarse á si mismo la patria, es honrarse á si mismo el pueblo que les vio nacer. 

Ciudad-Real se enorgullece con Alfonso de Soto, jurisconsulto [no, es de Ciudad Rodrigo]; Juan de Molina, historiador; Alonso de Céspedes, guerrero; Fernán Gómez, médico y literato, hijos todos de esta población. 

Continuando las obras y restauraciones modernas, ya públicas, ya particulares, debemos mencionar el cuartel de caballería, fundado á fines del siglo anterior para casa de misericordia por el cardenal arzobispo de Toledo, señor Lorenzana, y convertido más tarde en alojamiento de la fuerza armada. El edificio es cómodo, espacioso, bien situado, perfectamente restaurado y propio para tres ó cuatro regimientos. 

El Hospicio provincial, reformado en todas sus partes, ofrece grandes departamentos; el Instituto, tiene aulas y colegio de internos con absoluta separación, y el Hospital civil, extramuros de la ciudad, ostenta salas ventiladas é higiénicas. 

Como edificios particulares sobresalen los palacios de Barrenengoa y Almagro, y como paseos, el de la Libertad, inmediato á la puerta de Calatrava, que fué un tiempo interminable serie de lagunas, causa permanente y ocasional de enfermedades para el barrio de Santiago, y hoy es una planicie agradable y una larga extensión de terreno bien dispuesto para la gente de á pié. 

E1 tiempo era limitado, pero suficiente á recorrer todas las calles y visitar todos los edificios públicos. El aspecto que presenta esta capital revela grandes mejoras realizadas en los últimos años, y un deseo vehemente de llegar en breve término á la altura de otras ciudades, superiores en importancia política, aunque no en riqueza y recuerdos históricos. 

VI 

Argamasilla de Alba, 7 de Abril de 1873. 

En la estación de Alcázar despedimos á los viajeros de Alicante y Valencia, quedando únicamente en nuestra compañía hasta Manzanares los que se dirigían á las fértiles y hermosas provincias andaluzas. 

Pocos españoles habrá que al oir el nombre de este pueblo y al fijarse en la estación de Argamasilla de Alba, no recuerden al punto aquellas palabras que repiten los niños y pronuncian los ancianos: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme» Cervantes no quiso acordarse de Argamasilla, sin duda para que todas las villas y lugares de la Mancha le ahijasen, y sin embargo, le dio alto renombre é imperecedera fama. Aquí pasó luengos dias y menguadas noches, y en este pueblo hubo de habitar por ajeno mandato una humilde casa, donde toda incomodidad tiene su asiento. 

Todos saben de memoria que en Argamasilla de Alba concibió y escribió Cervantes la más ingeniosa fábula de los tiempos pasados y presentes; todos saben que Argamasilla sirvió de prisión al escritor, al soldado y al diplomático, abrumado por tanta miseria y tantos sufrimientos, pero rico de nobleza, de bravura y de inteligencia. 

¿Quién, que no reniegue del nombre español, pasa por este pueblo y no dedica algunas horas á visitar la prisión de Cervantes? 

¡Ah! Un impulso de la propia conciencia y una resolucion espontánea de la voluntad, me obligó á detenerme aquí un día. ¡Veinte y cuatro horas que trascurrieron en veinte y cuatro segundos! Una, dos, tres, hasta diez veces, recorrí de arriba abajo y de abajo arriba la casa de Medrano. Pero ¿qué es la casa de Medrano? La tradición popular trasmitida de padres á hijos designa á esta casa como la que sirvió de cárcel á Cervantes. 

Ese edificio fué comprado por el Estado en 1862, á petición del entonces gobernador de la provincia de Ciudad-Real y conocido literato D. Enrique de Cisneros. No se limitó á la compra el esfuerzo de la nación para honrar al primer prosista español, sino que fué restaurada con esmero y se conserva con diligente cuidado, por iniciativa y aun generosidad pecuniaria de D. Sebastian Gabriel de Borbon, grande aficionado á las artes y á las letras patrias. En el interior de la casa se ve un cuadro que recuerda á las gentes el nombre del literato que allí pasó amarguras sin cuento, y el titulo del libro que constituye su propia gloría y la del país que le vio nacer. 

El impresor D. Manuel Rivadeneyra, muerto ya para desgracia de la España literaria, pero á quien sucede honradamente por títulos de honor, con nobleza adquiridos, su propio hijo, se propuso dar á la estampa el libro Don Quijote de la Mancha en el mismo sitio y lugar en que lo escribió su autor. Asi sucedió en efecto. Empresa en que el Sr. Rivadeneyra tomaba parte, podia darse por terminada en su ejecución. La Biblioteca de Autores Españoles denuncia una obra 'colosal y un amor patrio á toda prueba. La publicación del Quijote en Argamasilla de Alba, compuesto por cajistas llevados de Madrid, é impreso en máquinas de procedencia nacional, revela el propósito de coadyuvar á la obra de agradecimiento que debe la nación española al Manco de Lepanto. 

Es decir, que España adquirió la casa , el ex-infante D. Sebastian la restauró, y Rivadeneyra hizo una edición especial del Quijote y de otras obras del autor, que andan en manos literarias y se ven en las bibliotecas de los hombres de estudio. 

Más ha hecho la generación moderna por la memoria de Cervantes que sus propios contemporáneos. En nombre de todos los españoles, la Academia de la Lengua le tributa solemnes honras fúnebres en Madrid, llevando la palabra de Dios un obispo de la cristiandad ; la casa en que vivió Cervantes en la capital de España, es conocida por una lápida que la municipalidad ha hecho colocar; su calle lleva su propio apellido; aparece en estatua frente al palacio de las Cortes , y hasta el estudio de humanidades á que asistía en la calle de la Villa, llama la atención del transeúnte. 

Salgamos del pueblo inmortalizado por Cervantes, para visitar los alrededores. Ante nuestra vista se descubren inmensos campos y llanuras; á un lado está el Toboso; al otro, términos de riquísimas villas ; en todas partes aparecen las señales que fotografía D. Quijote en su inimitable cuadro de la vida y de los hombres. 

El corazón se ensancha y el patriotismo tiene legítimo desahogo corriendo por estas tierras, que traen á la mente recuerdos imperecederos. 

Rindamos un tributo de admiración al insigne escritor que ha gozado del raro privilegio de que sus obras se tradujesen á todos los idiomas, y de que por su nombre y por su fama constituya el ornamento de las letras castellanas. 

VII

Puertollano, 8 de Abril de 1873. 

En este pueblo existen unos baños, cuya nombradía llega á todas partes y cuya eficacia para ciertas dolencias es altamente provechosa. Larga caravana de enfermos se dirige á Puertollano desde el 15 de Junio á igual dia de Setiembre, que es la temporada abierta al público. Otros baños se encuentran á corta distancia de estos, los hervideros de Fuensanta y los del Villar. 

Asi como Puertollano tiene estación y los viajeros se detienen en el pueblo, sin molestias, los de Fuensanta exigen que se salve un trayecto desde Ciudad-Real en ómnibus, y los del Villar que se ande una hora en tartana desde la estación de la Cañada. Asi y todo, la concurrencia es numerosa y los beneficios de las aguas abundantes á la salud. 

En Fuensanta predominan las mujeres, asi como en Los Baños y en Puertollano pagan su contingente en gran mayoría los hombres. Aquellas aguas minerales son acidulas y ferruginosas, mientras que estas se acercan más á las carbónicas. Las enfermedades de la piel predominan en las primeras, y las de estómago y reumáticas ofrecen asiduo entretenimiento á las segundas. La temperatura de estas aguas es la siguiente : 

Hervidero de Fuensanta. 17° y 25º Reaumur. 

Puertollano 13º idem. 

Observo que me entrometo en asuntos facultativos, como si fuera escritor médico español, y tan competente en aguas minerales como D. Marcial Taboada, D. Anastasio García López ó el respetable Sr. Rubio, por desgracia perdido ya para la patria y para la ciencia. 


VIII

Almadén, 9 de Abril de 1873. 

Al oir la palabra Almadén el amor patrio se enorgullece. Criaderos de esa clase, tan primorosamente ofrecidos por la naturaleza y con tal abundancia prodigados, no existen en otro país de la tierra. 

Aquellos criaderos, que celebran y envidiaa todas las naciones; aquellas masas de mineral incalculables é inacabables; aquellas galerías, más dignas de atención por los trabajos de la naturaleza que por los esfuerzos de los hombres, lisonjean, y pueden lisonjear, el orgullo español, Y, sin embargo, contrasta la riqueza de las minas con la administración de las mismas. 

Todos creen al llegar á la estación de Almadén que están ya en las minas. Engaño manifiesto. El viajero tiene que recorrer ocho kilómetros antes de penetrar en el establecimiento, pero ocho kilómetros de un camino fatal, inaccesible á los carruajes y solo practicable en buen tiempo á la gente de á pié. El que tenga deseos de visitar aquel prodigio de la naturaleza, quédese en la estación anterior, Almadenejos, y desde allí podrá seguir, no muy cómodo, un camino vecinal recientemente construido. Maravilla al viajero que las minas de Almadén no tengan vias de comunicación, ni una mala carretera, ni siquiera un ferro-carril servido por fuerza animal. ¡Cosas de España! 

El Sr. Rodríguez Pinilla, que fué director general de Propiedades, se lamentó en documentos oficiales de este abandono. Dios quiera que su voz no se pierda en el espacio. 

Es verdad que existe una linea férrea entre España y Portugal; pero este camino de hierro, aunque pasa por las inmediaciones de Almadén y una de sus estaciones está bautizada con su nombre, deja subsistentes las mismas dificultades para los viajeros y para los trasportes. 

Las minas de azogue de Almadén , cuya explotación data de tiempo de los romanos, que en el siglo xvi fueron arrendadas á los condes Fúcares y que volvieron al pleno dominio del Estado en 1616, se hallaban dotadas al fin del siglo pasado de los aparatos más adelantados en aquel tiempo. Se montó una máquina de extracción de minerales movida por ocho caballerías, otra de vapor de 40 caballos que salió de los talleres del inmortal Watt y se aplicó al desagüe, y una grúa para mover grandes pesos y colocarlos desde el mismo pozo de extracción en las carretas con que se hacia y se hace aun hoy el tras-
porte. 

E1 gobierno entonces quiso dotar esta preciosa finca de todos los mejores elementos mecánicos que podían mejorar la explotación, y Almadén puede vanagloriarse hoy de poseer y ver marchar todavía, después de ochenta años, una de las máquinas de Watt más antiguas que sustituyeron á las de Newcomen para hacer el desagüe de las minas. 

Pero si en aquella época se dedicaron algunas sumas á mejorar los sistemas primitivos con aparatos nuevos, desdé entonces hasta estos últimos años, nadie habia querido escuchar los ayes y reclamaciones de los ingenieros en demanda de progreso para aquellas minas. Setenta años habian trascurrido desde las innovaciones allí introducidas; el siglo xix estaba recorriendo su segunda mitad, Y el Estado, dueño de las minas, veia impasible hacer la extracción con muías, el trasporte en carretas de bueyes, subir y bajar á los obreros por escaleras de mano á 300 metros de profundidad, gastando sus fuerzas y su vida inútilmente, como si el yapor no existiera, como si la mecánica no hubiera hecho progreso alguno 
en estos setenta últimos años, como si no hubiera medios de economizar las fuerzas alargando la vida, del obrero que baja á los subterráneos. Tampoco se pensaba en que estos obreros, condenados á respirar una atmósfera envenenada, podian experimentar un grande alivio introduciéndoles aire del exterior con que vivir; se limitaban los medios de ventilación á dejar obrar el desequilibrio de la atmósfera sobre las bocas que comunican las díferentes galerías con el exterior , y cuando más se encendía alguna leña en el verano en uno de ellos para activar un poco la corriente natural. 

Pero afortunadamente todo ha cambiado en aquellas minas en estos últimos años, gracias á los recursos votados por las Cortes Constituyentes á propuesta del ministro de Hacienda, D. Laureano Figuerola. Con estos recursos han podido comprarse en los talleres de Bélgica máquinas modernas, que obedecen á un plan completo de instalación, estudiado y desarrollado por uno de los ingenieros del Cuerpo de Minas más competentes y respetables, el Sr. Monasterio, comisionado para este objeto por el gobierno. 

Algunas de estas máquinas están ya funcionando con brillante éxito, y los obreros que bajan y suben de los subterráneos en tres minutos, sin fatiga alguna, y que respiran en ellos un aire puro y fresco, que introduce un ventilador, bendicen la mano bienhechora que tanto bien les proporciona. Más de 40.000 [¿?, quizá diez mil] obreros van ya movidos por este aparato de locomoción vertical, y cada dia produce más entusiasmo este cambio, que no solo ahorra un tiempo precioso, sino que aumenta la vida de aquellos economizando sus fuerzas. Baste decir, que cada ascensión ahorra una hora y otro tanto la bajada, de modo que los, 40. 000 obreros trasportados representan una economía de 80.000 horas, que equivalen á cerca de diez años por un obrero. 

Las nuevas máquinas de Almadén no tienen por objeto principal, ni aumentar la producción, ni ahorrar,
brazos, ni buscar otras grandes economías: no conviene arrojar al mercado más mercurio que el que demandan las necesidades de las diferentes industrias que viven de él, si hemos de conservar el monopolio, y por consiguiente el precio que hoy tiene, ni puede dejarse de sostener una población que ha vivido siempre de las minas, y allí ha perdido sus hijos y ve consumir las fuerzas de los que sobreviven: se trata de una cuestión más alta y humanitaria en su esencia, por más que, realizada como se espera y ya empieza á sentirse, la economía y facilidad en todos los servicios han de ser un hecho evidente ; pero estas mejoras tienden á crear obreros más fuertes, y salvarles en cuanto es posible de los efectos nocivos de la atmósfera mercurial en que se ven envueltos de continuo.
 
Sabiéndoles y bajándoles con comodidad en breves instantes, sin hacer esfuerzo alguno, ni sus poros se abrirán al empezar el trabaja, como sucedía no há poco, ni sus fuerzas se gastarán elevando su cuerpo mil veces en cada entrada por escaleras de mano: una vez en la superficie, sin apercibirse apenas de ello, van al lado de su familia tranquilos y descansados, sin más fatiga que la que produce la faena á que cada uno se dedica. 

Seria muy largo hacer una relación detallada y minuciosa de todas las nuevas máquinas que deben cambiar ya, en poco tiempo, completamente la faz de aquel establecimiento industrial ; pero daremos brevísima reseña de las principales. 

En el pozo San Miguel, que antes era solo de ventilación, se ha montado una máquina horizontal de 20 caballos de fuerza, con la cual se hace el servicio de extracción de minerales, mientras se monta otra de 40 caballos en el pozo maestro de San Teodoro; se ha hecho el de subida y bajada de obreros, se verifica el desagüe con cubas guiadas, y actúa un ventilador aspirante, que introduce en las minas 8 metros cúbicos de aire en cada segundo. Esta máquina funciona ya, y extrae diez toneladas de mineral por hora. 

Sobre el pozo San Aquilino se ha levantado un lujoso edificio que cubre no solo una linda máquina vertical de 30 caballos de fuerza, sino el departamento de las calderas, tres en número, oficinas de los ingenieros, oficiales de minas y empleados administrativos , salón de planos y otras dependencias importantes. El techo del cuerpo principal de este edificio está formado por una bóveda de 
chapa de hierro galvanizado. La máquina está funcionando para subir y bajar los obreros, por medio de espaciosas jaulas, guiadas, provistas de para-caídas del sistema Sibotté, en las que entran de cada vez 16 obreros, aunque son susceptibles de recibir hasta 22. El castillete sobre el que están montadas las poleas, que reciben un cable plano de pita de Manila, está formado por vigas y traviesas de hierro que dan al conjunto una extraordinaria solidez, y un aire esbelto, poco común en esta clase de aparatos. 

Hay además montado y servido por otra máquina vertical de 12 caballos, un taller completo de reparaciones, contornos, cepillos, fraguas, taladros, sierra mecánica y demás mecanismos de esta clase de dependencias. 

Se está recortando el pozo maestro llamado de San Teodoro y cuyas dimensiones de los tres primeros pisos son escasas para los nuevos aparatos, y á él está destinada otra maquinado 40 caballos, de tracción directa, auxiliada para la expansión por otra de seis y un freno de vapor. De este pozo partirá un plano automotor de medio kilómetro de longitud, por el que serán conducidos los minerales en wagones directamente de la mina á los hornos. Este plano empieza por un puente montado sobre columnas de hierro, media por un  ferro-carril en firme y termina por un viaducto de 100 metros, en dos tramos, 
montado sobre pilas metálicas del sistema de celosías. A continuación de él se halla el taller de preparaciones mecánicas de los minerales, donde han de ser clasificados por riquezas y tamaños, siendo movidos los aparatos por una máquina de 20 caballos horizontal, del sistema Gorliss, construida en la fábrica de Mr. Bede de Verviers (Bélgica). 

Prepáranse asimismo, entre otras mejoras, un sistema de señales telegráficas y una serie de tubos metálicos, por los que ha de correr el mercurio desde los hornos al almacén, cayendo en unas pilas de fundición cerradas, de invención del Sr. Monasterio, mediante las que el obrero, ni estará expuesto á los vapores mercuriales, ni tiene que ocuparse en llevar el azogue á la balanza sino cuando va á envasarse. Un indicador marca el azogue que contienen estas pilas por medio de una escala, y puede de ellas sacarse á voluntad en la cantidad que se desea, como se saca de un tonel otro liquido cualquiera. 

Terminamos estos apuntes manifestando que el estatablecimiento de Almadén, antes tan atrasado, será dentro de poco, no solo un establecimiento industrial á la altura del primero de este género, sino una escuela de mecánica para todo el que quiera estudiar los diferentes sistemas modernos, de distribución del vapor, expansión, calderas, cambios de movimiento y construcción sencilla y de gran gasto. Hoy puede ya mostrarse á los extranjeros con orgullo, sin avergonzarse ni bajar los ojos, como sucedía no há mucho, cuando atraídos de la fama de estas minas, venian las personas curiosas á visitarlas. El descender á aquellas obras grandiosas del interior, antes tan molesto, es hoy un paseo agradable; y en los snbterráneos, ya no se oye, sino rara vez, el chirrido de las carretillas de mano que arrastraban el mineral al pozo de extracción, regado por el sudor del carrero; están las galerías principales cruzadas de vías férreas, por las que se deslizan con facilidad y sin grande esfuerzo, pequeños wagones de hierro de la cabida de 400 kilogramos. 

Muchos ingenieros trataron de realizar los progresos de la ciencia; las Memorias son luminosas, sus indicaciones acertadas, sus economías dignas de estudio, y sin embargo, trascurrió el tiempo hasta que la necesidad hizo obligatorio lo que demandaban de consuno la humanidad y el impuesto.. 

Por eso dice el Sr. Pinilla en su Memoria que la explotación y beneficio de las minas de azogue de Almadén cuestan al Estado el 66 por 400 de su producto. A buen seguro que no llegan, ni con mucho, á esa cifra, los gastos de las minas de igual clase en Austria y en California. 

¿Qué remedio urge poner en práctica para evitar el mal? 

Ante todo, y sobre todo, enlazar la via férrea de Badajoz con el establecimiento-minero por medio de un ferro-carril, ya movido por el vapor, ya por fuerza animal, llámase camino de hierro ó califíquesele de tranvia. La cuestión está en construir la legua y media que separa á la mina de Almadén de la estación de su propio titulo. En ello ganarían el Tesoro y la industria nacional. 

Los demás medios que indica el Sr. Pinilla, recomiendan los ingenieros y exige la ciencia, se relacionan con los procedimientos de beneficio, empleo de máquiñas, conducción de minerales y establecimiento de laboratorios. En estos últimos años van gastados en mejoras positivas, que se traducirán en mayores productos y más saneados ingresos en el presupuesto, cinco millones de reales. ¡Gracias á Dios que algo empezamos á realizar por nuestro propio bien!  Que la parte facultativa intervenga más, dijo un alto funcionario; que la administracion dirija menos, hé aquí una gran verdad. Que los gastos sean muchos, importa poco; lo que importa es que los rendimientos correspondan á los sacrificios del país. 

Por lo demás, es digno de visitarse el establecimiento. 

La curiosidad y la inteligencia tienen ancho campo en donde espaciarse. Los hospitales, las escuelas, los criaderos de cinabrio y de mercurio, las galerías, la dehesa, cuanto ha producido la naturaleza y el hombre, pero sobre todo la primera, llaman la atención del viajero y le obligan á nuevas visitas y á más detenidos estudios. 

IX

Almorchón, 11 de Abril de 1873 

Ínterin almuerzan los viajeros en barraca, provisionalmente colocada á la derecha de la vía, continuemos nuestros apuntes, por si de algo sirven á los lectores de ambas naciones peninsulares. 

Al abandonar con tristeza el establecimiento minero de Almadén, volvimos al camino de hierro para seguir la linea de Lisboa. La provincia de Ciudad-Real iba quedando atrás, presentándose ante la vista una de las más ricas de Extremadura. En el tránsito se veía el valle de la Alcudia, posesión real un tiempo, hoy de la nación, de inmenso valor y de valiosos productos. 

martes, 27 de agosto de 2019

El clarividente Raúl del Pozo

Escuela de la noche

RAÚL DEL POZO Actualizado: 09/01/2014

Xavier Vence, portavoz del BNG resalta la podredumbre absoluta en la Familia Real. Marta Rovira de ERC lamenta que la Monarquía esté bajo la corrupción. Los independentistas critican que el Rey sacralice la Constitución y la unidad de España. Van más allá que los escoceses, dispuestos a mantener la Monarquía.

En el Reino Unido, como su nombre indica, la Corona es una institución eterna, mientras que en España siempre es provisional; ya saben, se llegó a sortear el trono. Tal vez descubramos un día que la alternativa a la actual Monarquía no sea una República, sino tres o quizás cuatro, contando Galicia. Insisto, esto no es Inglaterra, con una Monarquía más cara, más arcaica, con arqueros a sueldo cuando ya no hay flechas. La propia Isabel llamó Annus Horribilis al año en el que estallaron los Príncipes de Gales.

Si comparamos el ridículo elefante y el lío de Corina con el tampax en el té del Príncipe de Gales y Camila Parker, o las escapadas de Doña Letizia con la pasión y muerte de Lady Di, aún no hay color. Los príncipes ingleses se han puesto hasta el culo de crack y nadie duda del arraigo de la Corona. Churchill hizo un elogio apasionado de Jorge V: «En una Europa azotada por la tempestad de la anarquía, se mantuvo en el corazón del imperio; mientras todo iba a la deriva, la Monarquía británica permaneció firme».

En Inglaterra, el primer teatro es Buckingham, pero levantado sobre la firme idea de que la Ley estaba por encima del rey. Cuando un monarca se puso chulo, los cabezas redondas de Cromwell le cortaron el cuello. La diferencia entre los dos reinos está en la crítica y el control de la Monarquía, aquí hubo omertá, hasta ahora en la prensa, antes en el escenario.

El teatro isabelino hace críticas feroces a los reyes, el teatro español barroco sufre la enfermedad de la dependencia al poder real. Calderón, que era sacerdote, trató a los reyes como a dioses y en pago a su adulación, le enviaban todos los días un cesto de golosinas desde palacio. Por el contrario, Shakespeare, delante de los hijos de sus reyes, deja aparecer monarcas borrachos en el escenario y su príncipes se juntan con ladrones y pícaros.

El divino Marlow, según Borges, aprendió el ateísmo y la infinidad del espacio. Fue asesinado en una taberna. La policía había descubierto un manuscrito en el que afirmaba que Jesucristo era homosexual. Frecuentaba La escuela de la noche donde discutían sobre la obra de Maquiavelo. Eran librepensadores, fumaban opio, ridiculizaban a los tres monoteísmos y a la Monarquía