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domingo, 27 de agosto de 2017

Lo que se tarda en leer a los clásicos

Cuánto tiempo necesitas para leer estos clásicos
Solo es una estimación, no es ninguna carrera

JAIME RUBIO HANCOCK, en suplemento Verne de El País,  24 AGO 2017:

Durante el verano muchos aprovechan para atacar alguno de esos clásicos cuya lectura a menudo se deja para otro momento. Para ayudar a esta encomiable labor, hemos calculado lo que tardaríamos en leer 23 clásicos y proponemos los huecos en los que podría encajar su lectura: viajes en tren, tardes en piscinas o ratos muertos en los que no hacemos gran cosa. Nos hemos centrado en obras en español, dado que Personal Creations ya lo calculó para clásicos en inglés.

Por supuesto, tanto las actividades como los tiempos son meramente indicativos: hemos calculado 300 palabras por minuto, dado que la velocidad de comprensión se estima entre las 200 y las 400, pero hay gente que leerá más deprisa y hay libros que, al contrario, requerirán una lectura más pausada. Desde luego, no es ninguna carrera. Solo se trata de animar a quien le apetezca y mostrar que incluso 2666 es asumible (además de disfrutable). (Y la imagen se puede ver más grande al pinchar en ella).

En las orillas del Sar, de Rosalía de Castro 00.56 16.668 palabras
El perro del hortelano, de Lope de Vega, 1:02, 18.741 palabras
Luces de Bohemia, de Ramón María del Valle Inclán. 1:05, 19363 palabras
Lazarillo de Tormes: 1:07, 20.102 palabras
Campos de Castilla, de Antonio Machado, 1:15, 22.496
Don Juan Tenorio, de José Zorrilla: 1:18, 23.429 palabras
Viaje olvidado, de Silvina Ocampo, 1:25, 25.666 palabras.
Cantar de mio Cid: 1:55, 34.511 palabras
Desolación, de Gabriela Mistral, 2:09, 38.578 palabras.
Buscón, de Quevedo, 2:23, 43.118 palabras
Libro de buen amor, de Juan Ruiz, 2:44, 49.343 palabras
La Celestina, de Fernando de Rojas, 3:48, 68.463 palabras
Nada, de Carmen Laforet, 4:05, 73.860 palabras
Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes, 2:32, 81.869 palabras
La noche en Tlatelolco, de Elena Poniatowska, 5:05, 91.443 palabras
La conquista del aire, de Belén Gopegui, 5:39, 101.604 palabras
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, 7:40, 138.058 palabras
La casa de los espíritus, de Isabel Allende, 9:17, 167.012 palabras
Rayuela, de Julio Cortázar, 9:35, 172.041 palabras
Olvidado rey Gudú, de Ana María Matute, 16:39, 299.613 palabras
Don Quijote de la Mancha, de Cervantes, 21:13, 381.857 palabras
Fortunata y Jacinta, de Pérez Galdós, 22:01, 396 225 palabras
2666 de Roberto Bolaño, 22:16. 400.783 palabras


domingo, 20 de agosto de 2017

Últimos descubrimientos sobre la lectura: hace más inteligentes a los niños, por ejemplo.

Kristin Suleng, "Estas lecturas te pueden hacer más inteligente", en El País, 20-VIII-2017:

Leer es a la inteligencia lo que el entrenamiento físico a la capacidad muscular. Pero no vale cualquier soporte ni cualquier género

Mujer, entre 30 y 55 años, con formación académica y urbanita. Ese es el perfil de las personas que más leen en España, según el Informe de la Lectura en España 2017 a cargo de la Federación Española de Gremios de Editores de España (FGEE). Lo que ninguna estadística de índice de lectura le dirá es cómo funciona el cerebro de los lectores ávidos.

Si usted se encuentra en el grupo de los amantes de los libros, tiene razones para pensar que su cerebro es privilegiado. El hábito de la lectura no solo estimula la conexión entre sus neuronas, también podría potenciar su capacidad de empatía, es decir, ponerse en el lugar de los demás en las alegrías y en las penas; y alargar su esperanza de vida.

En el desarrollo de la cognición influyen muchos aspectos, desde la genética al medio donde vivimos, la alimentación y la educación. Como recuerda el neuropsicólogo Pablo Duque, nuestro desarrollo cognitivo nos ha permitido inventar cosas que se han instalado en el cerebro, como memorizar, razonar, percibir los colores. De hecho, la lectura, junto con la escritura, el cálculo y la orientación derecha-izquierda, tiene su propia posición en el cerebro.

Estudios recientes se han adentrado en la capacidad del ambiente para modificar nuestra inteligencia. En concreto, para descubrir si aprender a leer en la infancia nos hace más inteligentes. Los resultados de una investigación de la Universidad de Edimburgo de 2015 —a partir de un diseño longitudinal sobre el desarrollo cognitivo en gemelos monocigóticos evaluados en cinco momentos diferentes desde los 7 a los 16 años— indicaron que los gemelos con mejor capacidad de lectura inicial a los 7 años, comparados con su gemelo idéntico, tienden no sólo a tener una mejor capacidad de lectura en las mediciones posteriores, sino también puntuaciones más altas en las pruebas de inteligencia general.

"Cada persona tiene una capacidad innata que puede potenciarse y desarrollarse. Y la lectura es un medio de potenciar las diferentes inteligencias" (Ayoze González, presidente de la Sociedad Canaria de Neurología)

“Los vínculos entre la lectura y la inteligencia que se encuentran en el presente estudio se extienden más allá de la inteligencia verbal y nos muestran que leer también se asocia con la inteligencia no verbal”, señala Pablo Fernández-Berrocal, catedrático de Psicología de la Universidad de Málaga y especialista en inteligencia emocional.

Desde los años 90, estudios como los del reconocido psicólogo Howard Gardner, enmarcardos en la nueva neurociencia cognitiva, establecieron que la inteligencia no era una capacidad fijada e innata en cada persona, sino un conjunto de habilidades cognitivas en distintos campos de la experiencia humana, susceptibles de desarrollarse y mejorar durante todas las etapas del desarrollo humano. Y al contrario, podían estancarse si no se ejercitaban. Es lo que se llama neuroplasticidad, la capacidad de las neuronas de aumentar el número de conexiones entre ellas y establecer un mayor número de redes neuronales a partir de su interacción con el entorno.

“Dentro de esta interacción, la lectura es uno de los mayores catalizadores. Aunque la capacidad intelectual —entendida de forma amplia— es diferente en cada persona, ya que en parte la determina la genética, devorar libros es un medio de potenciarla. La lectura es a la inteligencia lo que el entrenamiento físico a la capacidad muscular”, señala Ayoze González, Responsable de la Unidad de Neurología en Hospital San Roque de Las Palmas (Gran Canaria).

La lectura, además, potencia otras habilidades personales. “Al leer, el cerebro hace representaciones visuales de los paisajes, escenas o momentos, potenciando la imaginación y capacidad visuoespacial. Diversos estudios recientes indican, además, que las personas que leen literatura con frecuencia desarrollan más la empatía. Esto es así, porque al leer, la persona se identifica con los personajes, con sus vivencias y aventuras, poniéndose en su lugar e identificándose afectivamente con ellas”, matiza este neurólogo, presidente de la Sociedad Canaria de Neurología (SOCANE).

Que la inteligencia no es un concepto estático y único, sino que engloba diferentes habilidades cognitivas, lo prueban los casos de personas que aprenden un idioma con mucha facilidad pero tienen dificultades para resolver problemas matemáticos, o las que tienen gran facilidad para la localización espacial, pero manifiestan problemas para expresar el lenguaje.

"Cada persona tiene una capacidad innata que puede potenciarse y desarrollarse. Y la lectura es un medio de potenciar las diferentes inteligencias, no solo la lingüística. Puede mejorar la inteligencia espacial, la inteligencia emocional, la capacidad de anticipación y lógica. La lectura es una manera de potenciar la plasticidad neuronal, mejorando las capacidades innatas a través de nuevas redes neuronales, y aumenta el desarrollo de las personas. En los países soviéticos se seleccionaba a los niños que destacaban en las matemáticas aplicadas y se les entrenaba desde pequeño jugando al ajedrez. Esto potenciaba unas capacidades innatas y las hacía crecer. Lo mismo pasa con la lectura. Hay personas que son inteligentes y no leen, claro, pero la pregunta es ¿serían mucho más inteligentes si además potenciaran esa cualidad? Seguramente sí”, indica el neurólogo Ayoze González.

En papel y de ficción, mejor

¿Hay algunas condiciones que favorezcan los beneficios de la lectura? Algunos estudios recientes señalan que el soporte en papel tiene un impacto positivo en la comprensión, el aprendizaje y la comunicación. “Algunas pequeñas investigaciones han comparado los resultados en estas habilidades entre escolares que leen en papel o en medios electrónicos, pero con conclusiones difíciles de interpretar. Aún así parece que las personas que leen en medios electrónicos refieren mayor dificultad para transportarse al mundo que están leyendo o para identificarse con los personajes. Probablemente se relaciona con la mayor fatiga que genera la lectura en medios digitales o con una mayor dificultad para mantener la atención. En gran parte de las encuestas, un alto porcentaje de personas siguen prefiriendo subjetivamente leer en papel que en medios electrónicos. En cualquier caso, la lectura es positiva, sea cual sea el medio utilizado”, advierte el neurólogo González.

El género podría también tener algo que decir en la relación entre la lectura y el desarrollo de nuestra cognición, ya que algunos autores vinculan el hábito de leer ficción con el desarrollo de la habilidad de la mentalización, o lo que es lo mismo, comprender mejor a las personas de nuestro alrededor, debido a que la lectura de pasajes de la literatura de ficción —en comparación con los de no ficción o ficción popular (superventas)— mejora nuestra teoría de la mente, la habilidad para comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus intenciones, sus emociones y sus creencias.

“Leer ficción nos permite vivir miles de vidas en una. Nos ayuda a comprender cómo se sienten otras personas, a conocerlas mejor y predecir su comportamiento" (Pablo Fernández-Berrocal, catedrático de psicología de la Universidad de Málaga) 

Pero, atención, no confuda mentalización con empatía. “Cuando una persona entiende la mente de otra, puede interpretar o entender lo que piensa, eso es la mentalización. Empatía es sentir lo que otro siente, no solo entenderlo, y requiere una capacidad superior porque llega más allá del cerebro normal del resto”, destaca el neuropsicólogo Pablo Duque, director general de iNEURO.

Los lectores de ficción literaria (obras de mayor calidad estilística y complejidad narrativa y de caracteres) realizaron significativamente mejor los test relacionados con la teoría de la mente. “Según estas investigaciones, las novelas de cierta calidad, a diferencia de las más populares y fáciles de leer, requieren una mayor atención intelectual y un pensamiento creativo más afinado, al estar llenas de personajes complejos cuyas vidas no son fácilmente discernibles, haciendo necesarios recursos interpretativos más flexibles para inferir los sentimientos y pensamientos de los personajes. Sin embargo, la ficción popular tiende a describir el mundo y las personas de una forma mucho más coherente y predecible; de esa forma, reafirma las expectativas de los lectores y no tiene por qué mejorar la teoría de la mente”, describe Fernández-Berrocal.

“Leer ficción nos permite vivir miles de vidas en una. Nos ayuda a comprender cómo se sienten otras personas, a conocerlas mejor y predecir su comportamiento. Es una capacidad esencial para relacionarnos con éxito en nuestra vida personal y profesional. Amar los libros nos ayuda a entender a los demás, y esta mejor comprensión emocional nos puede ser muy útil para amar de forma más inteligente a las personas”, asegura este psicólogo.

Pero la cuestión clave, todavía pendiente de respuesta, es averiguar las causas de las diferencias entre la ficción y la no ficción. “Una posible explicación es que durante la lectura de ficción, la simulación de la experiencia social que se produce podría involucrar a los mismos procesos sociocognitivos empleados durante la comprensión del mundo real social (la inferencia mental, el seguimiento de los objetivos, el reconocimiento de la emoción). La exposición repetida podría dar lugar a una intensificación de estos procesos sociales y empáticos, que a su vez podrían aplicarse a otros contextos en la vida real”, recalca el catedrático de Psicología.

Sin embargo, para especialistas en Neuropsicología pediátrica como Roser Colomé, la relación entre el desarrollo cognitivo y el tipo de soporte y de género podría no estar clara. “Se ha observado que los niños disléxicos se benefician de la lectura electrónica al modificar ciertas variables como la fuente tipográfica, el tamaño de la letra, el uso de diferentes colores o de palabras más o menos largas; y también por el contenido, ya que con en soporte electrónico pueden leer un libro que les muestre los sinónimos más sencillos para comprenderlo o destaque las palabras en negrita y los números en dígitos. Es cierto que la costumbre de leer en papel hace más difícil hacerlo online, pero no hay suficiente conocimiento para determinar una cosa u otra para las vías de desarrollo de la lectura", explica.

Protección frente al Alzheimer

Si la lectura de libros podría aumentar nuestra capacidad para adaptarnos y cambiar nuestro entorno, como señala el psicólogo Berrocal, ¿leer nos podría hacer vivir más años? Que la lectura pueda contribuir a la longevidad es una relación que todavía goza de una evidencia muy preliminar, sin poder llegar a conclusiones definitivas. Sin embargo, en un estudio de Social Science & Medicine de 2016, los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale observaron una reducción del 20% en la mortalidad de los que leían libros media hora al día, en comparación con los que no leían libros, y con una ventaja de supervivencia de 23 meses en personas mayores de 65 años independientemente de la educación o el nivel socioeconómico.

“Sus resultados mostraron que cualquier nivel de lectura de libros da una ventaja de supervivencia significativamente mayor que leer periódicos. Esto es un hallazgo muy novedoso porque indica que la lectura de libros en lugar de la lectura en general es la que provoca esta ventaja de supervivencia”, anota Berrocal, quien prosigue: “Esta investigación no señala los mecanismos por los que la lectura de libros puede aumentar la supervivencia, pero los autores especulan que puede ser por sus beneficios cognitivos, algo que coincide con otros estudios que han encontrado que la lectura aumenta la conectividad de las células cerebrales”.

El beneficio de la lectura en la calidad del envejecimiento está claro. Cuantas más conexiones y redes neuronales se hayan desarrollado a lo largo de la vida de la persona, menor impacto tendrá la pérdida progresiva asociada al envejecimiento. “Es decir, cuanta mayor reserva cognitiva tenga, mayor será la capacidad de mantenerse mentalmente sano durante mayor tiempo. Aunque estemos en fases iniciales de una enfermedad neurodegenerativa, si conseguimos potenciar la neuroplasticidad de las neuronas sanas, conseguiremos mantener, e incluso desarrollar, nuevas conexiones neuronales que permitan contrarrestar durante un tiempo la enfermedad”, concluye el neurólogo Ayoze González.

sábado, 10 de junio de 2017

Qué hacer para que los niños adquieran inquietudes

Beatgriz G. Portalatín, "¿Qué hacer para que tus hijos tengan inquietudes?", en El Mundo, 10-VI-2017:

Los niños de entre cuatro y siete años ven más de dos horas de tele al día. Para adquirir el hábito de la lectura es clave que padres e hijos lean juntos.

"No tengo talentos especiales", decía Albert Einstein, "pero sí soy profundamente curioso". Si algo tenía claro el genio es que, en la vida, "lo importante es no dejar de hacerse preguntas". La curiosidad es algo innato desde que nacemos y nada mejor que la infancia para descubrirla y para fomentar las ganas y la ilusión por hacer cosas, evitando pasarse el día entero sentados delante de una pantalla. Pero ese afán por estar activos se ha de desarrollar principalmente dentro del propio hogar. Por ello, es de gran ayuda que los padres sepan qué pueden leer sus hijos o qué actividades son más positivas para que crezcan en un ambiente favorable a la cultura, receptivos al saber y abiertos al mundo. Que sean ciudadanos responsables y personas con empatía hacia la sociedad en la que les toca vivir. Sin duda, uno de los hábitos más positivos es la lectura, la piedra angular de todo aprendizaje. Tal es así que desde el Ministerio de Educación se quiere dar más peso a esta actividad en el currículo y para ello se estudia aumentar el tiempo dedicado a las leer en el horario escolar. "Leer es sobre todo divertido, nos transporta a infinitos momentos y lugares, nos presenta a personajes de lo más variopinto que nos hacen vivir experiencias, por lo que amplía nuestro mundo y fomenta la empatía, nos abre la mente y nos enseña. Sin darnos cuenta, leyendo adquirimos conocimientos y capacidades que van desde hechos y datos hasta destreza lingüística, expresiva y comunicativa. Además, leer mejora la concentración, la creatividad, la curiosidad y la memoria", asegura a EL MUNDO Mariola Lorente, licenciada en Filosofía e investigadora de la Universidad de Padres. Estar en contacto con libros desde bebés es algo imprescindible, señala. "La experiencia de leer a los hijos un rato cada día es realmente enriquecedora y no tiene por qué terminar cuando ya leen solos. Además de introducir el hábito, es un momento íntimo, compartido y especial, que genera un vínculo muy bonito entre padres e hijos", mantiene esta experta.En España, el 35% de los padres realiza lectura compartida con sus hijos, según recogen los datos del reciente Barómetro CICLIP, realizado por la Asociación Española de Comprensión Lectora. El dato es muy bajo ya que, según señala Rafael Villalón, coordinador del estudio, "hay que dedicar 10 minutos al día a leer de forma compartida, lo que supone tan sólo el 1% del tiempo de los padres". Del mismo modo es aconsejable que "los progenitores visiten con sus hijos bibliotecas y librerías, al menos una vez por semana y sobre todo, que les regalen lectura: el libro debe convertirse en un regalo y no en una obligación".Pero, sin duda, lo más importante para que los niños se familiaricen con la lectura es que lo vean hacer en su propia casa, es decir que vean a sus padres leyendo, incluso se dice que los niños que tienen una biblioteca en casa tendrán un mayor acercamiento y gusto por los libros.Aventuras y risasLas editoriales tienen una gran variedad de títulos infanto-juveniles para que los niños puedan elegir el que más les guste en cada momento. Lo esencial es darle libertad de elección, según la edad y los gustos: "No hay consejos únicos, cada niño es diferente", indica Villalón. Por ejemplo, una opción muy buena para aquellos que están empezando a leer o para los que tienen más recelo a la lectura, son los cómics. Según el Barómetro CICLIP, las temáticas favoritas de los niños son las de aventuras (75%); humor (29%), viajes/naturaleza (28%) y misterio/espionaje (26%). Les siguen las relacionadas con ciencia-ficción (15%), deporte y salud (10%), románticos (6%) y terror (3%).

Las tres fases de la lectura de apoyo

De 0 a seis años. Equiparar la lectura como un juego. Su cerebro es como una esponja, por ello es clave leer con ellos mirando las ilustraciones y analizar las emociones de los personajes, pronunciar las palabras en voz alta para que las repita, etc.

De siete a 12 años. Ayudarles a afianzar las habilidades lectoras que adquieren en el colegio. El hábito se fomenta en casa, por eso es importante no abandonarlos. Si tiene dificultades y no le acompañamos, se frustrará, lo dejará y verá la lectura como algo tedioso.

A partir de los 12. Incorporar la lectura como un hobby. Los niños deben leer lo que les gusta y acorde con su realidad. Los padres pueden asesorar, pero no imponer. Si un adolescente lee, tendrá mayor criterio.

"La literatura infantil y juvenil en España goza en estos momentos de una excelente forma física", asegura Antonio Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España. Y así lo muestran los datos de 2015 de esta federación. La literatura infantil y juvenil facturó 258,82 millones de euros, lo que supone un 11,5% del total de la facturación del sector editorial; y en cuanto al formato digital, la facturación fue de 6,07 millones de euros (5,3% de la facturación total del sector). "Los padres tienen un gran abanico de calidad para poder elegir lo mejor y lo que más les guste a sus hijos", afirma Ávila.Una buena manera de motivar a los pequeños es llevarles a actividades de ocio compartidas relacionadas con la lectura. Diversión en grupo Acudir a festivales musicales, conciertos y teatros, actividades de cuentacuentos, danza, ballet... Llevarles a las ferias del libro locales de sus ciudades para que vean la cantidad de libros que hay, a los autores firmando; que ellos puedan elegir la actividad que desean hacer... Hay infinidad de actividades en las que los niños pueden disfrutar y aprender a la vez y descubrir un mundo lleno de posibilidades que les abra la mente. "Los niños aprenden el valor de compartir, de divertirse en grupo, conectan con su entorno, con la naturaleza y con la vida real, y no como ocurre con las pantallas, que sólo consiguen aislarles", afirma Lucía Galán, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional (Alicante) y autora del blog Lucía, mi Pediatra. Pero sin duda, "la mejor forma de motivar a los pequeños hacia estas actividades es simple: llevarlos", asegura Lorente: "Tenemos que acabar con esa falsa idea de que los niños se aburren en esos sitios. No hace falta infantilizar para gustar. De hecho, hay un montón de actividades no propiamente infantiles que pueden practicar: ciencia, poesía, arquitectura, música, fotografía, filosofía para niños...Una sencilla búsqueda en la red nos dará pistas sobre la oferta de nuestra localidad".No hay que olvidar que "todos los niños son curiosos y les encanta aprender. Estas cualidades son un tesoro, y en casa tenemos la oportunidad de alimentarlas de un modo relajado y divertido, sin presiones de notas", añade la investigadora. Del mismo modo, para que los niños se impliquen en estas actividades, es clave que los padres den ejemplo. "Que los vean leer en casa, escuchar música, cantar, bailar o hablar del último libro con el que están. Los niños lo escuchan todo. Si los padres ponemos música, leemos y realizamos actividades culturales, copiarán esos patrones y serán adultos no solamente más cultos sino también más empáticos y emocionales, que es de lo que se trata", explica Lucía Galán.¿Cuántas horas de tele pueden ver?Uno de los temas que más preocupa a los padres es la influencia de la televisión. Pero hoy en día es inevitable que los niños la vean y, además, que les guste, por tanto, ante esta realidad. lo mejor es hacer un uso responsable y sacar lo bueno que la pequeña pantalla puede dar a los niños. "Hoy en día hay una gran cantidad de canales infantiles que los padres pueden elegir según la edad del niño. Lo importante es que el contenido sea adaptado a su edad", asegura Alejandro Perales, asesor técnico de la Asociación de Usuarios de la Comunicación. Esta selección es especialmente vital cuando se trata de programas dirigidos al aprendizaje, indica. Otro consejo que puede ser muy útil para aquellos pequeños que están aprendiendo a leer o a escribir y así fomentar en ellos la comprensión lectora es "activar los subtítulos de los dibujos animados, como se hace habitualmente en algunos países como Finlandia", señala Villalón. La clave es no abusar de la televisión: "Lo ideal es que no la vean más de una hora al día entre semana, y no más de dos o tres horas los sábados y domingos", recomienda Perales. En este sentido, este experto recuerda que la televisión no es la única pantalla a la que están expuestos los niños y que el tiempo dedicado a móviles, tabletas u ordenadores no computa por separado.En niños menores de dos años los pediatras directamente desaconsejan el uso de cualquier tipo de pantalla. "La Asociación Americana de Pediatría recomienda la no exposición a ningún tipo de pantalla hasta los dos años de vida y en los más mayores no más de dos horas al día. En general, cuanto menos mejor", señala Galán, quien subraya que, como padres, es importante "seleccionar los contenidos para que no haya violencia, agresividad o un lenguaje no apto para sus edades".Para ello, es preciso recalcar dos cosas fundamentales que "son todavía una asignatura pendiente", señala Perales. En primer lugar y según explica el experto, sería preciso un etiquetado correcto de los programas que dejase muy claro cuál es la orientación por edad y cuál es el tipo de contenido, como ocurre por ejemplo con los videojuegos, que tienen una calificación por edad y además te dicen qué tipo de contenidos hay. Y, en segundo lugar, respetar los horarios: "Hay ciertos programas dirigidos a niños que se emiten a partir de las 22 horas. Eso es una llamada para que los pequeños vean la tele por la noche, lo que es malo para su salud. Además, así están más expuestos a encontrarse y poder ver contenidos de adultos, por ejemplo al hacer zapping durante los anuncios", recalcan desde la Asociación de Usuarios de la Comunicación.

martes, 30 de mayo de 2017

Varios escritores y artistas narran qué libros les introdujeron al hábito lector

¿Por qué leer? La primera vez de los creadores, en El Cultural, 26/05/2017:

Hoy arranca la 76ª Feria de Libro de Madrid, compuesta este año por 367 casetas -una menos que en 2016- y 488 expositores -ocho más que el año pasado-. Coincide en los medios con el recién estrenado Plan de Fomento de la Lectura. Por esta razón nos preguntamos si sirve de algo invitar a leer desde los márgenes de una biblioteca. Los creadores -cineastas, artistas, escritores- nos cuentan cómo y cuándo empezaron ellos a leer, y por qué merece la pena hacerlo. Luis Mateo Díez, además, se remonta en un artículo a su infancia de niño curioso, o lo que es lo mismo, de niño lector.

Inculcar el placer de la lentitud

Luis Landero. Escritor

Me enganché a la lectura con las novelas del Oeste y las Mil mejores poesías de la lengua castellana. De las novelas me encantaba la posibilidad de habitar en otro mundo durante unas horas, y de la poesía, la magia de las palabras y del ritmo, o lo que es lo mismo: la belleza. 
Para fomentarla propondía que las clases de Literatura, y muchas de las de Lengua, se dediquen mayormente a leer y a comentar lo leído. Que se trate de inculcar en los niños y jóvenes el placer de la lentitud. Que se les enseñe a distinguir entre lo que es cultura y lo que es mero entretenimiento. Que la sociedad haga suyos algunos de los valores propios de la escuela, y que los lleve a la práctica. 

Leer a los clásicos en voz alta

Javier Gomá. Filósofo

Recuerdo como mi primer libro los comentarios de San Juan de la Cruz a sus propios poemas, “Noche oscura”, “Cántico espiritual” y “Llama de amor viva”. Produjeron en mi alma adolescente, tierna e inflamable, un incendio que dura hasta hoy. Es posible que el incendio se hubiera declarado de todas maneras y que aquella lectura simplemente fuera una ocasión más o menos azarosa. Pero esa lectura fue el desencadenante.

Propongo la lectura en público, por un actor sensible y experto, con voz educada y bella, de textos clásicos que resistan esta prueba de la oralidad. Cuando funciona, el amor que genera se extiende tan rápido como la electricidad. 

El peligro de la imposición

Israel Elejalde. Actor

No recuerdo muy bien si el primer libro que leí fue Momo de Michael Ende o El hobbit de Tolkien. Lo que sí recuerdo es que leí los dos de un tirón y a partir de ahí decidí leer toda la obra de ambos autores. Debía tener ocho o nueve años. Me gustaría saber cuál es la razón de que la gente se aburra leyendo. Si lo supiera sería maravilloso para poder cambiarlo. Me cuesta entender que la gente se aleje de la lectura. Estoy convencido de que es fundamental transmitir ese hábito desde pequeños, y creo que los padres tienen tanta responsabilidad como los profesores. Si los padres tiene el hábito de la lectura, normalmente los hijos también leen. Elegir bien cuales son los primeros acercamientos es central para que no arraigue esa sensación de que leer es algo pesado y arduo. Creo que obligar a un chaval de 13 o 14 años a leer un clásico puede ser contraproducente.

Si alguien al que respetas te habla de un libro...

Antoni Muntadas. Artista

Recuerdo un atlas de geografía. Me creó interés por lo desconocido, los viajes. A mi juicio, la recomendación de un lector es el inicio de una cadena de posibles lectores. Ocurre con el cine, la exposiciones...que alguien que respetas sus opiniones y que te diga vale la pena que lo leas, que lo veas, que lo escuches... es un posible inicio. En los 70 los reading groups (¿grupos de lectura?) eran formas de intercambiar o profundizar en la lecturas ...pero eso ya es otra cosa. 

Hablar de los libros que leemos

José Antonio Marina. Filósofo

Cuando era niño, librarnos del aburrimiento era lo que nos llevaba a la lectura. Recuerdo que devoraba las novelas de colecciones populares como El coyote, Marcial Lafuente Estefanía...

Para fomentar la lectura me parece imprescindible reconocer que la lectura es una actividad difícil y lenta, que compite con medios potentes y rápidos como el cine, o los videojuegos. Un gran obstáculo muy frecuente son los problemas de comprensión lectora, que hacen más costosa aun la lectura. En cada edad el fomento de la lectura debe hacerse de diferente manera. La familia juega un papel importante, pero no obvio. Ver a los padres leer puede producir gusto por la lectura (para imitarles) o rechazo (porque es una competidora). La solución es que los padres lean pero que sobre todo hablen de lo que leen. También es útil leer cuentos a los niños, pero eso no basta. El niño debe comprender que lo que le divierte tanto está en las misteriosas líneas del libro.

¿Cómo puede alguien no querer leer?

Fernando Savater. Escritor

Me es imposible responder, porque por más que retrocedo en mis recuerdos no encuentro ninguna época en mi vida en que no prefiriese la lectura a cualquier otra cosa. Cuando aún no sabía leer, me aprendìa de memoria los cuentos que me leía mi madre. Después los tebeos, las aventuras de Tarzán, los cuentos de Poe, La isla del tesoro, el padre Brown, Guillermo Brown, Sherlock Holmes, Salgari... Todo me gustaba, todo me enganchaba. Fue la lectura la que me enganchó a la vida, no al revés.

No imagino cómo alguien puede no querer leer. Sé que tener una madre como la mía ayuda mucho, pero no sé si abundan ahora. De todas formas, creo que lo importante es ayudar desde el principio al que quiere leer, no empeñarse en que lea el que no quiere.

Pasión por los robinsones

Luis Gordillo. Artista

Mi padre tenía una colección muy bella y muy clásica de Julio Verne que devoré. Pero sobre todo tuve pasión por los robinsones: hay muchos más de lo que parece. Incluso hay robinsones vascos. Yo creo que esta pasión estaba relacionada con mi carácter introvertido.

Conozco muy bien a jóvenes inteligentes, entre 18 y 30 años, que no han leído más de 4 o 5 libros en lo que llevan de vida, exceptuando los de sus estudios. Estamos asistiendo a cambios muy profundos de la sociedad en general: ¿no será éste uno de ellos? Tampoco leen periódicos. Habría que prohibir el cine, la TV, los iphones, los juegos electrónicos, internet, etc., etc. y eso no lo veo probable.

Contra la crueldad y la ignorancia

Judith Jáuregui. Pianista

Uno de mis primeros libros fue Matilda de Roald Dahl. Me enganchó la historia de esa niña que se enfrentaba a la crueldad e ignorancia de su mundo con la fuerza de sus superpoderes, mucha personalidad e ingenio, ¡era una auténtica heroína. La clave es potenciar la lectura desde la infancia, desde la adolescencia, dejando que cada uno encuentre sus gustos, sin juzgar. Tanto prejuicio no hace más que alejarla. Como todo en la vida, la virtud está en el equilibrio: es necesaria una lectura profunda e introspectiva pero también es positiva una lectura meramente lúdica. 

Soy capaz de hacer adictos con la Ilíada

Javier Cercas. Escritor

No recuerdo el primer libro que leí, porque no me recuerdo sin leer. Pero sólo he leído una vez Miguel Strogoff, de niño, y tengo la impresión de haberla leído anteayer.

Propongo simplemente que se les den a los niños buenos libros, adecuados a su edad. No quisiera pecar de vanidoso, pero me creo capaz de convertir en adictos a la lectura a chavales de 15 años con una buena versión en prosa de la Ilíada; el único peligro es que, a partir de entonces, el 95% de las novelas les parezcan exasperantemente lentas.

Curiosidad ligada a la creatividad

Concha Jerez. Artista

Mis padres me fomentaron el interés por la lectura. Cuando comencé Ciencias Políticas en 1959, el Ateneo se convirtió en mi segunda casa. En esa biblioteca se produjo mi verdadero enganche a la literatura. Leía todo tipo de libros, incluidos muchos prohibidos por el franquismo. La lectura está ligada a la curiosidad, como parte importante en la búsqueda del Conocimiento. Esa curiosidad, si no se tiene de forma innata, se puede generar mediante la creatividad, que permita el juego de acercamiento a los libros, que plantee cuestiones sobre sus contenidos, que induzca a la búsqueda de las riquezas ocultas en su interior, que ayude a descubrir los mundos imaginarios que contienen, que transmita el placer que genera la palabra bien escrita. 

Más que libros, hubo personajes

Manuel Gutiérrez Aragón. Director de cine

Leí los primeros libros, con conciencia de leer, en medio de la fiebre y la enfermedad. Nunca me he curado, ni me he querido curar de aquella fiebre. No hay un primer libro: hay unos personajes, una historia que es como un sueño… A ese periodo pertenece La isla del tesoro y las historias de Celia y Cuchifritín. Hay un libro que me hizo pensar que los libros estaban escritos por otro, por una persona que vivía en el mismo mundo que yo. Fue el Quijote. Leí o al menos revolví las páginas del Quijote a edad temprana. Y guardo un buen recuerdo de aquellos maestros que me ofrecieron la ocasión de hacerlo. 

Prohibir la lectura, a ver si así...

Antonio Orejudo. Escritor

Recuerdo la colección de Los Cinco, de Enid Blyton. Los leí, pero nunca fui consciente de que leía. Fue una experiencia preliteraria. Lo más parecido a sumergirme en un videojuego. A la lectura me enganché de adolescente, con Hermann Hesse, Cortázar y Benedetti.

Para fomentar la lectura, lo mejor sería prohibirla. Sé que suena a boutade, pero no se me ocurre otro modo de despertar la curiosidad. Hay una medida menos radical, pero no sé si tan eficaz: que los maestros lean a los niños en clase. Que elijan historias adecuadas, con una cierta intriga, e interrumpan la lectura en lo más interesante. 

Nadie lleva nunca un libro en la mano

Isaki Lacuesta. Director de cine

La primera novela que leí fue Los piratas del Halifax, en la misma edición que mi padre leyó de niño. En la portada, un pirata aferrado salta al abordaje hacia nosotros, directo a por el lector: las palabras del libro te asaltaban igual. Yo empecé a leer porque veía que mis padres disfrutaban leyendo. Todo lo demás, palabrería. Siempre habrá quien se aburra con cualquier placer extremo. Eso no es problema de los profesores. Si los padres nos pasamos el día con el móvil y no existe ni un referente social al que nuestros hijos vean leyendo en público (nadie lleva libros en las películas, ni en la tele, ni en la publicidad), no echemos la culpa a la escasísima lectura obligatoria: me obligaron a leer a Foix y aún lo agradezco.

Contra la visión academicista

Sara Mesa. Escritora

Lo primero que leí con verdadero placer fue Mortadelo y Filemón. Ahí adquirí vocabulario, el hábito de la lectura y la adicción por la relectura… y de ahí pasé a los libros.

Las lecturas escolares son un desastre. Se enseña historia de la literatura, no literatura en sí. Predomina una visión academicista y obsoleta, y los profesores tienen poco margen porque hay que cumplir los programas. Los chicos vinculan la lectura con la obligación escolar, cuando en realidad debería ser justo lo contrario. 

Para leer, primero hay que escuchar

Alicia Martín. Artista

Me viene a la memoria Rayuela de Cortázar. Tendría unos quince años. Recuerdo el vértigo que sentí al ver que la misma historia se podía contar de maneras distintas. No creo que los “almacenes de libros” fomenten la lectura. La condición humana se ha caracterizado siempre por la necesidad de contar y escuchar historias. El origen del gusto por la lectura está en hablar y escuchar, en incentivar la curiosidad. Lo urgente hoy es que aprendamos a escuchar. 

¿Cuándo leer el Quijote? Todavía no

Juan Soto Ivars. Escritor

El libro que me enganchó fue Hambre, de Knut Hamsun. Primero fue su prosa y sus hallazgos. Hamsun fue doscientos días al colegio y ganó el Nobel. En su vejez se dejó hipnotizar por los nazis. Quedó maldito, y con razón. Pero su gravísimo error político me enseñó que hay que separar la obra del autor. Que debemos defender la obra incluso de los crímenes de su autor.

La lectura está mal planteada en la escuela. Deberían enganchar a los niños a la lectura, y no hacerles comulgar con las ruedas de molino del Quijote a una edad en la que es vital que el niño se vea reflejado en la vivencia lectora. La enseñanza debería, primero, enganchar y después enseñar las joyas, cuando el alumno ya sepa que el libro puede ser más alucinante que la PlayStation. 

Tú te lo pierdes

Ernesto Caballero. Director y autor de teatro

El primer libro que me fascinó fue Viaje al centro de la tierra. Ese viaje a lo desconocido dispara las ensoñaciones del lector y recuerda la Divina Comedia. De fondo se percibe una pátina de verosimilitud del Verne visionario. No soy muy partidario de la imposición. Defiendo más bien el placer individual. Si un niño no quiere leer, hay que dejarle claro que él se lo pierde. La clave está en hacerle sentir que su renuncia a la lectura le aleja de un gran placer y de una oportunidad de ser más feliz. Si, además,esos personajes de los realitis que se pasan el día tumbados alguna vez salieran leyendo un libro... 

Que los libros te hablen

Eduardo Chapero Jackson. Director de cine

Recuerdo The History of Luminous Motion de Scott Bradfield. Lo leí con 18, había sido lector antes, pero esta novela me habló como si hubiese una gramática del alma. A la lectura hay que enganchar mediante la identificación emocional, eso que de repente te habla a ti y que expresaba las cosas que no sabías cómo decir. Es entonces cuando la semilla ya está plantada para descubrir la aventura del lenguaje. Recuerdo una profesora americana de literatura que una mañana sin decir una palabra nos puso en clase la canción Killing an Arab de The Cure para comenzar a presentarnos la lectura de La nausea de Sartre. Nos conquistó. Eso sí lo entendíamos, eso sí nos hablaba a nosotros. 

Visibilizar la lectura como algo divertido

Dolores Redondo. Escritora

Los cuentos me introdujeron a la lectura. El puntito de crueldad aleccionadora y la posibilidad de transitar entre dos mundos en los que todo podía ocurrir, sigue siendo la base de las historias que me gustan. En cuanto al fomento de la lectura, algunos educadores ya han dado un paso en la dirección adecuada dejando que sean los niños quienes propongan lecturas escolares. Debemos invertir en campañas de visibilización de la lectura como algo cotidiano, divertido, social y accesible. Eso además acotaría la piratería. 

El niño raro que lee

Guillermo Heras. Director de teatro

Me inicié con las lecturas de los grandes autores de aventuras: Verne, Salgari. Y también estoy muy orgulloso de la lectura apasionada que hacía de El capitán Trueno. Ya un poco después me impresionó La busca de Baroja. Los malos métodos educativos en mi generación hicieron mucho daño. En mi bachillerato no recuerdo un solo maestro que nos introdujera en el placer de la lectura. De hecho yo era un “niño raro” por lo mucho que me gustaba leer. Y no podemos olvidar que gran parte de la literatura atractiva estaba fuera de cualquier opción de lectura por culpa de la censura. Desconozco qué selección de obras se hace hoy, pero imagino que seguirá habiendo demasiada canonización y más para un tiempo en que la cultura audiovisual o el cómic debe ser preferente en las mentes juveniles. De cualquier manera estoy en contra de cualquier cosa obligatoria. 

Rastros de lectura, niveles de complejidad

Cristina Lucas. Artista

Recuerdo La cabeza del dragón de Valle Inclán. Lo leí a los seis o siete años, y para mí era solo un cuento de dragones y caballeros. Cuando llegué al instituto, me enteré de que mi hermano lo estaba estudiando cuando me lo regaló y de que la obra tenía muchos aspectos críticos. Es bonito descubrir esos rastros y entender que la literatura tiene niveles de complejidad que dependen del lector. 

La narrativa se consume hoy más en formato audiovisual. Las series y documentales han desplazado, al menos en parte, al libro. Eso no quiere decir que sean excluyentes, pero satisfacen la misma necesidad de historias y desde hace poco es posible consumirlas sin estar sujeto a los horarios del cine o de la televisión. Funcionan como un libro en ese sentido, lo abres cuando quieres. 

A favor de ciertas lecturas obligatorias

Borja Cobeaga. Director de cine

Recuerdo El retrato de Dorian Gray de Wilde. Conocía la historia porque me la había contado mi madre. Me enganchó por lo siniestro del asunto, que para un chaval que entra en la pubertad esas cosas oscuras resultan fascinantes. Leer no es algo pasivo como ver una película. Creo que también pasa que cada lector es diferente y que tiene sus propias lecturas.

A lo mejor alguien se engancharía a un thriller de LeCarré pero jamás debería leer a Foster Wallace. Por otro lado, creo que las lecturas obligatorias deben existir. No sé si funcionan, pero eso no significa que no haya libros que deban ser lectura obligada en las escuelas. 

Curiosidad, asombro por lo desconocido

Manuel Martín Cuenca. Director de cine

Recuerdo los libros de Enid Blyton. La aventura, el misterio, la identificación con los protagonistas. Supongo que pensaba: de mayor quiero ser como ellos.

Los que se aburren con la literatura es porque no han leído nunca o porque no han leído sobre lo que les apasionan, o porque no tienen pasión, que también es posible. Creemos que el mundo lo mueve la pasión, pero en realidad lo mueve la indiferencia. Para mucha gente asomarse por la ventana y mirar da pereza. Supongo que te tienen que enseñar de pequeño. O quizás la curiosidad y el asombro por lo desconocido vengan en el ADN. 

Inculcar el amor a los libros

Juan Pérez Floristán. Pianista

Lo primero que me enganchó de verdad a la lectura fue Astérix y Obélix y Mortadelo y Filemón, que leía obsesivamente (¡aún sigo devorándolos!).

Tengo claro que no hay que impartir Lengua y Literatura desde una perspectiva historicista, es decir, partiendo del presupuesto de que para empezar a leer hay que empezar por los fundamentos de la literatura e ir “de atrás para adelante”. El Conde Lucanor y La Celestina les quitaron las ganas de leer a demasiados compañeros míos. Lo importante es inculcar el amor a la lectura y no imponer estas lecturas tan áridas a un chaval de 14 años. 

Súbditos de lo inmediato

Ramón Andrés. Escritor

No tengo el recuerdo exacto de una primera lectura, pero me ha quedado, de mis primeros años, la fuerte impresión que me causaban los mundos de Verne y la grandeza de los héroes de la Ilíada, de la que tenía una versión abreviada y con viñetas. Yo tendría unos siete años.

Creo que se ha perdido el sentido de la espera. Hoy, todo es inmediato. La lectura es un proceso, un camino a veces intrincado. Leer exige tiempo, y es algo que, en general, no se está dispuesto a emplear. Este tiempo de pensar, aburre a muchos porque no procura una satisfacción instantánea. Somos súbditos de la inmediatez, que, por naturaleza, es lo contrario de la literatura. Y una cosa más: lo que no es visual carece hoy de valor. 

En el presente

Cristina Garrido. Artista

Comenzó a interesarme leer con los libros de Roald Dahl. Supongo que porque no trataba a los niños de manera infantil como otro tipo de cuentos. Pero recuerdo que los que me engancharon verdaderamente, como buena millennial, fueron los libros de la serie Pesadillas, que leía sin parar. Recuerdo que me gustaban sus portadas, que tenían relieve y brillaban en la oscuridad.

Pienso que las escuelas no fomentan que los jóvenes descubran lo que les interesa ni les orienta. A veces las lecturas obligatorias llegan demasiado pronto como para poder entender nada de las obras. Tampoco se buscan maneras de relacionar esas obras con el presente; hacerlas contemporáneas para que el alumno sienta que puede relacionarse con ellas.

Lectura menos reflexiva, probablemente peor

Félix Sabroso. Cineasta

Seguramente lo que más me impactó de joven fueron los relatos de Carver. Esa literatura abierta que permitía despertar al imaginario. No solo me invitaban a leer más. Me invitaban a escribir. Agradezco haber leído en mi formación libros que quizá no leería ahora. Creo que se han cambiado los hábitos de acercamiento a la ficción, creo que vivimos una época donde Internet, los móviles nos hacen leer de otra manera. Más breve, menos reflexiva, probablemente peor, seguro, pero me esfuerzo en no ser negativo y me trato de adaptar a este tiempo para que también será mí tiempo. Por ejemplo valoro mucho la condensación expresiva y permito que una simple foto de Instagram, o el acercamiento a un relator un poema a través de la red me acerque a un autor o dispare igualmente mi imaginario. 

viernes, 26 de mayo de 2017

Aprender a leer provoca cambios neurológicos profundos en el cerebro

Judith de Jorge Gama, "La lectura cambia el cerebro hasta lo más profundo", en Abc, 24-V-2017:

Un estudio con mujeres indias analfabetas demuestra que aprender a leer y escribir, incluso en la edad adulta, tiene impresionantes efectos en la estructura cerebral

La lectura supone un reto enorme para el cerebro y sus efectos en el mismo son asombrosos, hasta el punto de que puede moldearlo y transformarlo profundamente, incluso cuando somos adultos. Esta es la principal conclusión de un nuevo estudio realizado con mujeres indias en la treintena, completamente analfabetas, cuyo cerebro se transformó de forma extraordinaria cuando aprendieron a leer y escribir por primera vez. La investigación, publicada en la revista Science Advances, viene a reforzar la idea de la increíble plasticidad del órgano que rige nuestras vidas y puede arrojar luz sobre algunos trastornos de la lectura, como la dislexia.

Leer es una capacidad tan nueva en nuestra historia evolutiva que no puede estar «grabada» en los genes. Cuando aprendemos a hacerlo, el cerebro debe pasar por una especie de «reciclaje»: Las áreas destinadas al reconocimiento de objetos complejos, como las caras, tienen que participar en la traducción de las letras. Y algunas regiones de nuestro sistema visual se convierten en «interfaces» entre lo que el ojo ve y el lenguaje.

La cuestión es que, hasta ahora, los científicos suponían que esos cambios se limitaban a la capa externa del cerebro, la corteza, que se adapta rápidamente a los nuevos desafíos. Pero resulta que la transformación que provoca abrir un libro y comprenderlo va mucho más allá. Investigadores alemanes del Instituto Max Planck de Psicolingüística y del Max Planck de Cognición humana y Ciencias del Cerebro, junto con científicos indios del Centro de Investigación Biomédica Lucknow y la Universidad de Hyderabad, descubrieron que cuando una persona adulta aprende a leer, su cerebro pasa por una reorganización que se extiende a estructuras profundas en el tálamo y el tallo cerebral. El relativamente joven fenómeno de la escritura humana, por tanto, cambia regiones cerebrales que son muy antiguas en términos evolutivos, e incluso partes centrales del cerebro de los ratones y otros cerebros de los mamíferos.

«Observamos que los llamados colículos superiores, una parte del tronco cerebral, y el pulvinar, situado en el tálamo, adaptan su actividad a la de la corteza visual», explica Michael Skeide, investigador en el Instituto Max Planck de Cognición Humana y Ciencias del Cerebro en Leipzig y primer autor del estudio. «Estas estructuras profundas ayudan a nuestra corteza visual a filtrar información importante, incluso antes de que la percibamos conscientemente». Curiosamente, cuanto más tiempo pasen sincronizadas las señales entre las dos regiones del cerebro, mejores serán las capacidades de lectura. «Creemos que estos sistemas cerebrales afinan su comunicación cada vez más al tiempo que los estudiantes se vuelven más y más competentes en la lectura», señala el neurólogo. «Esto podría explicar por qué los lectores experimentados se mueven de manera más eficiente a través de un texto».

Mujeres analfabetas

El equipo obtuvo estos resultados en la India, un país con una tasa de analfabetismo de alrededor del 39%. La pobreza sigue limitando el acceso a la educación en algunas partes del país, especialmente a las mujeres. Por lo tanto, casi todos los participantes del estudio , treinta en total, fueron mujeres en su treintena. Al comienzo de la formación, la mayoría no era capaz de descifrar una sola palabra escrita de su lengua materna Hindi. Se trata de uno de los idiomas oficiales de la India, basado en devanagari, una escritura con caracteres complejos que describen sílabas o palabras enteras en lugar de letras individuales.

Mujeres analfabetas de dos aldeas de la India aprendieron a leer y escribir su lengua materna Hindi durante seis meses

Mujeres analfabetas de dos aldeas de la India aprendieron a leer y escribir su lengua materna Hindi durante seis meses- Instituto Max Planck de Psicolingüística
Las participantes llegaron a un nivel comparable al de un niño de primer grado después de apenas seis meses de formación. «Este crecimiento del conocimiento es notable», dice Falk Huettig, del Max Planck de Psicolingüística y líder del proyecto. «Si bien es bastante difícil para nosotros aprender un nuevo idioma, parece ser mucho más fácil aprender a leer. El cerebro adulto resulta ser increíblemente flexible», afirma a ABC.

Los investigadores dicen que, en principio, el estudio también podría haber tenido lugar en Europa. Sin embargo, el analfabetismo es considerado como un tabú en Occidente, por lo que habría sido «inmensamente difícil» encontrar voluntarios. Incluso en la India, donde la capacidad de leer y escribir está fuertemente conectada a la clase social, el proyecto fue «un tremendo desafío, porque los retos logísticos eran inmensos». Los científicos reclutaron a voluntarias de la misma clase social en dos aldeas en el norte del país para asegurarse de que los factores sociales no podían influir en los resultados. Los escáneres cerebrales (resonancia magnética) se realizaron en la ciudad de Lucknow, a tres horas en taxi de los hogares de las participantes.

Luz sobre la dislexia

Según los investigadores, los impresionantes logros de aprendizaje de los voluntarios no sólo proporcionan esperanza para los adultos analfabetos, sino que también arrojan luz sobre la posible causa de trastornos de la lectura como la dislexia, que se cree puede deberse a disfunciones en el tálamo, una parte del cerebro que se modificó en el experimento con solo unos pocos meses de entrenamiento en la lectura.

Para Huettig, la «increíble» flexibilidad del cerebro humano «es una buena noticia. Nunca es demasiado tarde para aprender una nueva habilidad. Puede que aprender cosas nuevas complejas no sea tan rápido ni tan fácil para los adultos como lo es para los niños, pero es posible», asegura.

jueves, 25 de mayo de 2017

Escritura curativa

Personalmente estoy convencido de que el Estado ahorraría dinero en salud pública si reconociera el valor terapéutico de las artes, y en nuestro caso de la escritura terapéutica, promoviendo su investigación y uso tanto en psicoterapia como en medicina, trabajo social, terapia ocupacional, programas de inclusión social, etc., y en centros tan dispares como hospitales, colegios, penitenciarias y centro de acogida, entre otros. Rodríguez, M. (2011), Manual de escritura curativa, Córdoba: Editorial Almuzara, p, 65,

lunes, 8 de mayo de 2017

La soledad de estar conectado. Dossier

I

Yaiza Martínez, "Los jóvenes están conectados todo el día a los dispositivos electrónicos. La escuela y el sueño, es lo único que los separa de la conexión permanente a televisión, videojuegos y teléfonos móviles", en Tendencias 21, 21-I-2010:


El joven norteamericano medio pasa prácticamente cada minuto del tiempo que está despierto (menos cuando está en la escuela) usando un smart phone, viendo la televisión, utilizando un ordenador o conectado a cualquier otro dispositivo electrónico, advierte un estudio de la Kaiser Family Foundation de Estados Unidos. En total, casi once horas al día, lo que supone un incremento drástico de dedicación a estos dispositivos por parte de los jóvenes norteamericanos en los últimos cinco años.

El joven norteamericano medio pasa prácticamente cada minuto del tiempo que está despierto (menos cuando está en la escuela) usando un smart phone, viendo la televisión, utilizando un ordenador o conectado a cualquier otro dispositivo electrónico, advierte un estudio realizado por la Kaiser Family Foundation de Estados Unidos.

Según informa dicha fundación en un comunicado, con la tecnología disponible durante 24 horas al día, la cantidad de tiempo que la gente joven dedica a estos medios de ocio se ha incrementado drásticamente en los últimos cinco años (en concreto, una hora y diecisiete minutos de tiempo diario en un lustro).

Así, hoy día, los niños y jóvenes norteamericanos de entre ocho y 18 años pasan una media de siete horas y 38 minutos conectados, jugando o viendo la televisión, lo que a la semana supone 53 horas de su tiempo.

Pero, además, dado que los jóvenes son cada vez más “multitareas” (utilizan más de un medio al mismo tiempo), en realidad puede decirse que dedican a estos dispositivos de ocio 10 horas y 45 minutos diarios, si se cuentan todas las actividades que realizan.

Descontrol y malos hábitos

Los datos fueron tomados a partir de encuestas realizadas a más de 2.000 estudiantes estadounidenses, entre octubre de 2008 y mayo de 2009.

El análisis de dichos datos reveló que el uso de dispositivos móviles es el que más se ha incrementado en estos últimos cinco años: hasta un 66% en el caso de los teléfonos móviles, y un 76% en el de lo iPods y otros reproductores MP3.

La ingente cantidad de tiempo que los niños y jóvenes dedican a los dispositivos electrónicos tiene en parte su origen en el descontrol que sobre ellos ejercen los propios padres: sólo tres de cada diez jóvenes encuestados reconoció tener normas sobre el tiempo que pasaban viendo la televisión, jugando a video juegos o usando el ordenador.

Otra parte de la situación está originada por hábitos cotidianos de los hogares: dos tercios de los niños y jóvenes estudiados afirmaron que en su casa se veía la televisión a la hora de las comidas.

Más de la mitad de ellos dijo, además, que la televisión estaba puesta en casa casi todo el tiempo, incluso cuando nadie la veía; y un 71% de los jóvenes tenía televisión en su propio cuarto. El 50% tenía en su habitación una consola de videojuegos.

Más acceso

El estudio ha constatado algunos cambios importantes en la forma de ver televisión de los más jóvenes: de 2004 a 2009, los niños ven 25 minutos de tele menos cada día, pero en realidad esta reducción es porque han cambiado de medio.

Las nuevas tecnologías están permitiendo que esta parte de la población vea la televisión a través de Internet, los teléfonos móviles, los iPods, etc. Esto, en definitiva, viene a aumentar la cantidad de televisión en cuatro horas al día, con respecto a los datos de 2004.

Según los autores del estudio, estos avances en las tecnologías están consiguiendo que, para la gente joven, resulte más fácil pasar cada vez más tiempo enganchados a estos dispositivos.

Otros factores que están influyendo en el incremento del uso de estos medios es la expansión de las redes sociales (Facebook, Twitter), los videojuegos, páginas web muy visitadas como YouTube; y el hecho de que se puedan compaginar los usos de los dispositivos, como escuchar música con un MP3, mientras se chatea en un ordenador conectado a Internet o se ve la televisión.

Según la investigación, este incremento del uso de los medios electrónicos en la población joven no ha reducido el tiempo que ésta dedica a leer: 25 minutos al día como media, desde 2004. Sí, en cambio, se ha reducido el consumo de revistas y periódicos, que ahora se leen por Internet.

Otros datos

Las encuestas revelan algunas diferencias en el uso que de estos medios hacen chicos y chicas: las chicas pasan más tiempo que los chicos usando las webs de redes sociales, escuchando música y leyendo.

Los chicos, por su parte, dedican más tiempo a jugar a la consola, a juegos de ordenador y a ver vídeos en webs de vídeos como Youtube.

Por otra parte, el uso de los dispositivos electrónicos se incrementa sustancialmente cuando los niños alcanzan entre los 11 y los 14 años de edad, más de una hora diaria en lo que se refiere a televisión y reproductores de música; una hora al día en lo referente a ordenadores y casi media hora diaria en cuanto a video juegos (en total, la exposición media aumenta hasta las 11:53 horas al día, frente a las 7:51 horas dedicados a estos medios por los niños de entre ocho y 10 años).

El estudio ha revelado, por último, que los niños de entre ocho y 18 años pasan más de una hora y media al día mandando mensajes con sus móviles, y media hora más hablando por sus teléfonos móviles.

Las consecuencias de todos hábitos en la salud ya han sido descritas en estudios anteriores, que han demostrado que existe una relación entre el tiempo de dedicación a estos medios y la obesidad.


II

En El Mundo, Efe, 26/11/2010 

"Los jóvenes pasan casi el triple de tiempo con la 'tele' y el ordenador que estudiando"

Cuanto más tiempo se dedica a Internet, mayor el índice de suspensos en ESO. El 60% de los niños más mayores indican que no les gusta estudiar. Casi la mitad estudia con música; y con Internet (35%) y la TV (25%)

Los jóvenes dedican una hora y media al día a estudiar, mientras que pasan una media de cuatro horas delante de una pantalla (consola, televisión o Internet), tiempos que aumentan a mayor edad y se reducen en las más tempranas. El consejero técnico de TNS Demoscopia, Jorge Clemente, subraya que el estudio refleja que cuanto más tiempo se dedica a Internet, mayor es el índice de suspensos en la ESO.

Son datos de una investigación sociológica para conocer los hábitos de estudio de los escolares, realizado con entrevistas a mil niños de entre 8 y 16 años y a sus padres, que indica que ambos padres -en el 57% de los casos- o la madre -en el 40%-, ejercen las funciones de control, pero raramente lo hace el padre en solitario -en el 3% de las familias-.

Estudiar pierde interés al pasar de primaria a secundaria: a siete de cada diez niños de primaria les gusta estudiar, mientras que sólo cuatro de secundaria tienen una actitud positiva hacia el estudio, señala el informe encargado por la Fundación Antena 3.

Por tanto, el 60% de los niños más mayores indican que no les gusta estudiar; son el 75% de los que suspenden y el 45% de los que aprueban.


Con música, el ordenador y la 'tele'

Uno de cada dos estudiantes de secundaria con suspensos tienen problemas para concentrarse cuando tratan de estudiar; sin embargo, mientras estudian, un 48% escucha música, un 45% tienen gente cerca hablando, un 35% está conectado a Internet y un 25% con la televisión puesta.

El informe, realizado por TNS-Demoscopia, señala que un tercio de los jóvenes no estudia en su habitación, sino en la cocina o el cuarto de estar y que esa misma proporción tiene problemas para entender las explicaciones de los profesores, sobre todo en matemáticas y ciencias.

La ayuda de los padres a los hijos en sus estudios se reduce casi a la mitad en secundaria. Un 45% de los estudiantes de secundaria son ayudados por sus padres cuando tienen problemas en sus estudios; pero en el 52% de los que suspenden su padre no ha pasado de los estudios primarios (lo que sólo ocurre a un 20% de los alumnos que aprueban). Esta ayuda se eleva al 81% en los alumnos de primaria.

Respecto a las técnicas de estudio, más de la mitad de los alumnos (55,6%) afirma que suelen aprender las cosas de memoria.
Castigados por 'catear'

De la relación entre padres e hijos, destaca también que la aplicación de castigos es habitual al sacar malas notas (en el 55%), mientras que sólo un 25% de los padres manifiesta premiar a sus hijos cuando obtienen buenos resultados.

La comunicación habitual entre padres e hijos sobre la marcha de los estudios es menor entre aquellos que suspenden (53%), que entre los que aprueban (71,2%).

A lo largo del curso, los escolares de primaria dedican poco más de una hora al día a estudiar y media hora más los estudiantes de secundaria; cuando los exámenes se acercan, el tiempo de estudio sobrepasa la hora y media y las dos horas y media en secundaria.
'Atrapados' en la Red y la televisión

Delante de la pantalla, los alumnos de primaria están casi 3,5 horas (1,5 ante TV, 1 hora juegan a consola u ordenador y casi otra hora conectado a Internet), mientras que los adolescentes emplean cerca de 4,5 horas (1 hora y 49 minutos viendo la 'tele'; 48 minutos a la consola o el ordenador y 1 hora y 44 minutos en Internet).

"Las nuevas tecnologías correctamente utilizadas aportan, pero cuando no hay control de los tiempos son un problema", ha opinado el defensor del Menor de Madrid, Arturo Canalda, quien ha defendido la necesidad de mejorar la comunicación entre padres e hijos, padres y escuelas, junto a recuperar valores como el esfuerzo y la continuidad del trabajo.

Otro análisis de estos datos lo ha hecho la catedrática de psicología de la educación María José Díaz-Aguado, quien ha planteado "enseñar a respetar los límites sin caer en el autoritarismo, ni en la negligencia o pasividad que desemboque en ausencia de educación".


III
  

Héctor S. Basile, "Adicción a Internet: Ciberadicción (Internet Adiction Disorder. IAD)" en Alcmeon, Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, vol. 13, Nº 2, septiembre de 2006, págs. 74 a 90.

Palabras clave
Adicción, Trastorno de Control de los impulsos, Depresión, Ansiedad, Fobia Social, Trastorno Obsesivo Compulsivo, Cibersexo Adictivo, Ludopatía.
 
Entre los motivos básicos para usar Internet, los más importantes son:
1-Búsqueda de información:
2-Búsqueda de interacción social: relacionarse con amigos, conocer nueva gente e intercambiar información con ella.
3-Mecanismo de Escape: Incluye huir de los sentimientos de soledad, evitar sensación de tedio de la vida cotidiana y mantenerse en contacto con más gente evitando la depresión.
4-Juego compulsivo. Internet cuenta todo tipo de juegos, algunos de ellos tipo casino con apuestas en dinero, que pueden fomentar ludopatías.
5-Compras compulsivas: comercio electrónico, subastas
6-Búsqueda de Cibersexo:
Algunos investigadores barajan la idea de que las caracte-rísticas propias de Internet ejercen alguna influencia sobre la conducta de los usuarios, es el caso del modelo “ACE” (anonimato, comodidad y escape) para explicar el éxito y la gratificación obtenida mediante el cibersexo. El concepto de anonimato ha sido subrayado por numerosos autores en relación a las situaciones de abuso.

¿Quién es un ciberadicto?
Alguien que teniendo una trayectoria de vida en la que el uso de Internet representaba una actividad compatible con sus relaciones personales, con su trabajo y no le producía sentimientos de culpabilidad,
- cambia su comportamiento por un exceso de tiempo dedicado a navegar,
- jugar, comunicarse o comprar por Internet,
- el sujeto sufre la pérdida del control frente al uso racional de Internet,
- además, debe percibir que recibe una gratificación por su conducta, familiar y profesional del individuo,
- y se transforma en un problema para el sujeto y las personas de su entorno.
Una premisa importante para considerar el potencial adictivo de una conducta, es el periodo de tiempo que transcurre entre que se emite la respuesta y se recibe la recompensa.
Por ejemplo: el enorme potencial adictivo de la cocaína se debe más a la inmediatez de sus efectos en el sistema nervioso humano que a otras circunstancias, como la capacidad de proporcionar placer y el supuesto prestigio de su uso.
Algo parecido ocurre en la ciberadicción: el hecho de apretar un enlace o hipervínculo y obtener información o fotografías estimulantes casi al instante es un refuerzo que se repite cientos, miles de veces en la vida de los cibernautas.
Esta asociación conductual lleva de una manera clara a asociar pulsación del mouse con placer, por lo que el sujeto adicto se ve abocado a repetirlo hasta el bloqueo de su ordenador o hasta que la fatiga mental, ocular o manual lo hacen retirarse de los estímulos.
Si el alcohol, la marihuana y la cocaína pueden considerarse drogas de facilitación social, la ciberadicción es una patología que se desarrolla en solitario, frente a una pantalla de ordenador, o en menor medida con interlocutores desconocidos.
Los cuadros de introversión en trabajadores informáticos son parte de las características personales de muchos de ellos, algunos de los cuales se expresan dificultosamente o se alejan de las relaciones sociales más por las dosis de concentración que requieren sus trabajos que porque sean realmente adictos.
En toda adicción siempre confluyen tres elementos:
- una persona,
- unas circunstancias personales determinadas y
- una sustancia o situación que produzca placer (Internet puede proporcionar múltiples sensaciones placenteras).
Aunque la conexión compulsiva a Internet constituye un indicador significativo en los casos de IAD (Internet Adiction Disorder), no es posible establecer una correspondencia entre determinada cantidad de horas de conexión a Internet y adicción, pues el uso de Internet depende de las circunstancias personales de cada uno (algunos trabajadores y estudiantes deben estar conectados casi siempre a Internet).
Incluso considerando solamente el tiempo de ocio que se emplea en Internet, resulta difícil establecer la frontera de la adicción basada en el número de horas diarias o semanales de conexión; como mundo alternativo al “mundo físico”, Internet ofrece infinidad de ofertas de ocio: lecturas, música, películas, juegos, reuniones y cada persona puede tener sus preferencias.
Podemos considerar que una persona tiene adicción a Internet cuando de manera habitual es incapaz de controlar el tiempo que está conectado a Internet, relegando las obligaciones familiares, sociales y académicas/profesionales. Muchas veces además roban horas al sueño e incluso se reduce el tiempo de las comidas; de manera que el cansancio y la irritabilidad se irán cronificando, así como la debilidad del sistema inmunológico y muchas veces una cierta tendencia al aislamiento social
Más que una adicción genérica a Internet, debemos considerar:
Adicciones o Usos Compulsivos a determinados Contenidos o Servicios de Internet:
º Adicción a buscar información de todo tipo: noticias, Webs temáticas, Webs personales, servicios ofrecidos por empresas. Muchas veces incluye pornografía, imágenes o escenas que incluyen violencia. Se buscan sensaciones más que información.
º Adicción a frecuentar los entornos sociales: Chats, juegos on line, etcétera.
Los usuarios no dependientes tienen más tendencia a comunicarse con las personas conocidas.
Los adictos buscan más conocer gente nueva y buscar el apoyo en los grupos de la red; a veces “se crean varias personalidades virtuales”.
º Juego compulsivo. Internet está lleno de Webs con todo tipo de juegos, algunos de ellos tipo casino con apuestas en dinero; otros muy competitivos o violentos, que pueden fomentar ludopatías en determinadas personas.
º Compras compulsivas: comercio electrónico, subastas.
º Ciber sexo adictivo.

Concepto de Ciberadicción
La adicción a Internet o ciberadicción se define como “la pérdida del control frente al uso racional de Internet”. Para esto se deben evaluar una serie de parámetros como el nivel de interferencia y de distorsión en la vida personal, familiar y profesional del individuo. Por ejemplo, si una persona se pasa horas y horas conectada, desatendiendo obligaciones familiares, personales y profesionales de forma reiterada, podíamos estar entrando en una situación de adicción.
Existen dos modelos básicos de la adicción a Internet:
1-El primer tipo se refiere a sujetos muy aficionados e interesados por sus ordenadores que utilizan la Red para recoger información, jugar en solitario, obtener nuevos programas, etc. pero “sin establecer ningún tipo de contacto interpersonal” (más que el necesario para lograr sus propósitos).
2-El segundo tipo lo constituirían aquellos sujetos que frecuentan los Chats, juegos en línea, y listas de correo. Todos ellos tienen en común la “búsqueda de estimulación social”. Las necesidades de filiación, ser reconocido, poderoso o amado subyacen a este tipo de utilización de la Red.
Cuando el uso de Internet interfiera de un modo significativo las actividades habituales es cuando podrá ser considerado patológico. Sin embargo la interferencia sobre los hábitos de vida no es un criterio estable ya que varía ampliamente de unos sujetos a otros, variando en función de las disponibilidades de tiempo, dinero y de numerosas circunstancias tanto personales como familiares.

Aproximación diagnóstica
Son numerosos las investigadores clínicos que sugieren la inclusión de este trastorno en los Manuales de Clasificación (DSM, ICD), proponiendo borradores de criterios diagnósticos:
º Tolerancia (definida por los siguientes criterios).
Necesidad de incrementar las cantidades de tiempo conectado a Internet para lograr la satisfacción.
Disminución del efecto con el uso continuado de similares tiempos de conexión.
º Abstinencia, manifestada por las siguientes características:
Síndrome de abstinencia. Producido por cesación o reducción del tiempo de conexión (cuando se han dado períodos de tiempo prolongados de uso intenso).
Dos o más de los siguientes síntomas aparecen después de unos días y hasta un mes de haberse producido el punto anterior.
º Agitación psicomotriz.
º Ansiedad.
º Pensamientos recurrentes (de tipo obsesivo) acerca de lo que estará ocurriendo en Internet.
º Fantasías o sueños acerca de Internet.
º Movimientos voluntarios o involuntarios similares a los que se efectúan sobre un teclado.
º Los anteriores síntomas producen malestar o deterioran las áreas social, ocupacional o cualquier otra área vital.
º El uso de Internet o de otro servicio on-line es preciso para aliviar o suprimir los síntomas abstinenciales.
º Se accede a Internet mas a menudo o durante períodos de tiempo más prolongados de los que se había planeado.
º Existen propósitos persistentes e infructuosos de suprimir o controlar el acceso a la Red.
º Se invierte una cantidad de tiempo notable en actividades relacionadas con Internet (adquisición de libros, pruebas de nuevos browsers, organización del material descargado, etcétera).
º Las actividades sociales, profesionales o de recreo disminuyen o desaparecen a causa del uso abusivo de Internet.
º Se permanece conectado a pesar de saber que ello supone un problema persistente y recurrente de tipo físico, social, laboral o psicológico (privación de sueño, conflictos matrimoniales, negligencia laboral, sentimientos de abandonar a los seres queridos).
Ivan Goldberg prefiere sustituir el término de adicción a Internet por el de “uso patológico de ordenadores”, estableciendo los siguientes criterios de diagnóstico:
Cambios drásticos en los hábitos de vida a fin de tener más tiempo para conectarse.
Disminución generalizada de la actividad física.
Descuido de la salud propia a consecuencia de la actividad en Internet.
Evitación de actividades importantes a fin de disponer de mayor cantidad de tiempo para permanecer conectado.
Deprivación o cambio en los patrones de sueño a fin de disponer de más tiempo en la Red.
Disminución de la sociabilidad que tiene como consecuencia la pérdida de amistades.
Negligencia respecto a la familia y amigos.
Rechazo a dedicar tiempo extra en actividades fuera de la Red.
Deseo de mas tiempo para estar frente al ordenador.
Negligencia respecto al trabajo y las obligaciones personales.
Correlatos fisiológicos:
º Respuesta condicionada (aceleración del pulso, incremento de la TA) a la conexión del módem.
º Estado de conciencia alterado durante largos períodos de tiempo, con una total concentración en la pantalla, similar al de la meditación o del trance (hipoprosexia).
º Sueños que aparecen en forma circular (“Scroll”).
º Irritabilidad importante cuando se es interrumpido, por personas o circunstancias de la vida real mientras se está sumergido en el ciberespacio.

La adicción a Internet
Es una categoría que agrupa a una serie de desórdenes relacionados, a saber:
1.- compulsión por actividades en-línea
2.- adicción al cyber-sexo
3.- adicción a los cyber-romances
4.- adicción a la computadora
La adicción a las actividades en línea incluye:
º La compulsión por: las subastas, la navegación Web, el juego de azar en línea.
º La obsesión con la programación, con los juegos de computadora, así como la búsqueda compulsiva de sexo y relaciones disfuncionales a través de la Internet forman parte de este síndrome:
º El abandono de la vida familiar y/o social, el descuido de las funciones laborales, así como el deterioro de la higiene y salud física a raíz de la inversión de energía y el tiempo invertido en la adicción a la Internet son característicos de este desorden.

Criterios para el diagnóstico del desorden de adicción a internet (IAD) Goldberg (1995)
Un patrón desadaptativo de uso de Internet, que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres o más de los items siguientes en algún momento de un periodo continuado de 12 meses:
1) Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes:
Una necesidad de incrementar notablemente la cantidad de tiempo en Internet para lograr satisfacción.
Notable disminución de los efectos con el uso continuado de la misma cantidad de tiempo en Internet.
2) Abstinencia, manifestado por cualquiera de los siguientes:
(a) El característico síndrome de abstinencia:
Cesación o reducción de un uso de Internet que ha sido grande y prolongado
Dos o más de los siguientes, desarrollados algunos días durante un mes antes:
-Agitación psicomotora
-Ansiedad
-Pensamientos obsesivos acerca de lo que estará sucediendo en Internet
-Fantasías o sueños a cerca de Internet
-Movimientos de tecleos voluntarios o involuntarios
-Los síntomas causan malestar o deterioro en el  área social, laboral u otra área importante de funcionamiento.
(b) El uso de Internet o un servicio similar esta dirigido a aliviar o evitar los  síntomas de la abstinencia.
3) Se accede a Internet con más frecuencia o por períodos más largos de lo que inicialmente se pretendía.
4) Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el uso de Internet.
5) Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet (por ejemplo comprando libros sobre Internet, probando nuevos navegadores, indagando proveedores de Internet, organizando fichero o descargando materiales).
6) Actividades sociales, ocupacionales o recreativas se dejan o reducen a causa del uso de Internet.
7) Internet se continúa usando Internet un pesar de saber que se tiene un persistente o recurrente problema físico, social, ocupacional o psicológico que parece ser causado o exacerbado por el uso de Internet (privación de sueño.
Dificultades maritales, llegar tarde a las citas por las mañanas, abandono de los deberes profesionales, o sentimientos de abandono de personas significativas).
David Greenfield. señala un conjunto de siete criterios para la Identificación y predicción de la adicción a Internet:
º Número total de horas que pasas conectado.
º Otras personas piensan que tienes un problema con Internet.
º Experimentar serias consecuencias relacionadas con el uso de Internet.
º Experimentar una intensa intimidad en la red.
º Mantener la cantidad de tiempo que se pasa conectado como un secreto.
º Edad (más joven incrementa el riesgo de adicción).
º No poder esperar para llegar al ordenador y conectarse

Perfil del ciberadicto
David Greenfield. señala un conjunto de siete criterios para la Identificación y predicción de la adicción a Internet:
º Número total de horas que pasas conectado.
º Otras personas piensan que tienes un problema con Internet.
º Experimentar serias consecuencias relacionadas con el uso de Internet.
º Experimentar una intensa intimidad en la red.
º Mantener la cantidad de tiempo que se pasa conectado como un  secreto.
º Edad (mas joven incrementa el riesgo de adicción).
º No poder esperar para llegar al ordenador y conectarse.
º Nathan Shapira, señala que, “no es claro si el problema relacionado con Internet debería ser considerado como un desorden o como un síntoma de un problema más serio (como maníaco-depresivo, etcétera)
º “El uso excesivo de Internet puede clasificarse como un desorden de control de impulsos, en la misma categoría del cleptómano o el comprador compulsivo”.
º La mitad de los ciberadictos sufría desórdenes de ansiedad tales como: “fobia social”; trastornos de hábitos alimentarios; estallidos incontrolables de ira o compulsión de comprar; abuso del alcohol u otras sustancias en algún momento de sus vidas.
Un porcentaje importante de sujetos que se consideraba completamente atrapado por la Red, no tenía ninguna intención de disminuir o eliminar esta conducta.
º Otro grupo importante de sujetos había realizado diversos intentos por reducir sus tiempos de conexión sin resultados positivos, viéndose obligados a tomar decisiones drásticas cuando las consecuencias de esta conducta se volvían insostenibles (deshacerse de sus módems, cancelar sus cuentas de acceso, o incluso desmantelar toda la instalación informática).
º Cuando esta circunstancia se producía aparecía un intenso deseo (“Craving”) similar al de otras adicciones.
Entre los signos de alerta respecto a posibles problemas con el uso de la Red se mencionan:
º Comprobación compulsiva del correo electrónico.
º Tendencia reiterada a anticipar la próxima conexión a la Red.
º Quejas de terceros respecto a que se invierte mucho tiempo conectado.
º Quejas de terceros respecto a que se gasta demasiado dinero en conexiones a Internet.

Efectos negativos
º En la adicción a Internet también se han señalado algunas consecuencias negativas, sobre todo las derivadas de la privación de sueño La privación de sueño se produce por la inhabilidad o incapacidad del adicto a cortar la conexión, permaneciendo despierto hasta altas horas de la madrugada,, lo cual podría dar lugar a fatiga, debilitación del sistema inmunitario y un deterioro de la salud.
º Internet está produciendo un rápido cambio en las costumbres y modos de vida de las personas, ya que en cierto sentido está modificando la forma en que nos relacionamos unos con otros. Un exagerado uso de Internet esta asociado con una disminución en la comunicación con los miembros de la familia en el hogar, un achicamiento en el tamaño de su círculo social y un incremento en su depresión y soledad.
º La comorbilidad entre un exagerado uso de Internet y el incremento en los niveles de depresión ha aparecido en varios estudios. Sin embargo, existe aún controversia sobre si la depresión es la causa o el efecto de la adicción a Internet. Es posible se produzca un ciclo vicioso en el que la soledad y la depresión alimentan el uso del ordenador/ Internet, y ello lleva a una mayor soledad y depresión.
Esto se explicaría por una conducta compensatoria en la cual la actividad “on line” de los usuarios se incrementa a medida que aumentan sus sentimientos de incomunicación.
º El medio en el que se desenvuelve la adicción genera también una serie de cambios psicológicos negativos, consistentes en alteraciones del humor, ansiedad o impaciencia por la lentitud de las conexiones o por no encontrar lo que se busca o a quien se busca, estado de conciencia alterado (total focalización de la atención), irritabilidad en caso de interrupción, incapacidad para salirse de la pantalla, etcétera.
º Desde un punto de vista sistémico, los efectos negativos de la adicción se expresan en los ámbitos familiar, académico y profesional El adicto se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de las obligaciones sociales.
º Internet esta produciendo grandes cambios, algunos negativos, pero también es necesario señalar que para la mayoría de las personas Internet es una herramienta que trae grandes beneficios. La pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo es posible que una tecnología que para la mayoría es beneficiosa se convierta en adictiva para algunos?

Mecanismos psicopatogénicos:
º El proceso por el cual una persona se convierte en adicto es siempre una interacción de factores relativos al objeto de la adicción, a las características de la persona que la hacen vulnerable y al entorno social. Los intentos de determinar las causas de la adicción a Internet deben tener en cuenta que la conducta problema se desarrolla en un contexto virtual que no tiene por que seguir las leyes del mundo real.
º Las cualidades de Internet que parecen contribuir al potencial de la adicción están relacionadas con la velocidad, accesibilidad e intensidad de la información a la que se tiene acceso, de forma similar que la rapidez de absorción de una droga es directamente proporcional al potencial adictivo de la misma.
º La razón de que aparezcan adicciones a comportamientos que no son posibles fuera de la red (adicción a las líneas de Chat o a los juegos) tiene que vez con esa velocidad, accesibilidad e intensidad de la información.

Mecanismos y refuerzos que predisponen a la formación de la ciberadicción
a) Aplicaciones adictivas: las aplicaciones que más poder adictivo tienen son las “que permiten al usuario interaccionar con otros”.
Lo que diferencia a los usuarios dependientes de los que no lo son, es el tipo de aplicaciones que utilizan. Los usuarios no dependientes usan Internet para encontrar información y mantener relaciones preexistentes, mientras que los “dependientes la usan para socializarse y conocer nueva gente, para implicarse en un grupo”.
Existen tres principales áreas de reforzamiento:
a) Apoyo Social,
b) Realización Sexual, y
c) Creación de un Personaje.
a) Apoyo social: Las visitas continuadas a un determinado Chat, hacen que se establezca una intimidad con los demás miembros, alentada por la desinhibición que se muestra en la red. Esta desinhibición es consecuencia directa del anonimato que proporciona la comunicación mediada por ordenador. Estos grupos llenan la necesidad de apoyo que tenga la persona en situaciones estresantes de enfermedad, jubilación o divorcio.
b) Satisfacción sexual: Hay cantidad de Chats que han sido diseñados para la interacción erótica. Estas aplicaciones permiten al usuario elegir la fantasía sexual que le apetezca en el momento, con solo pulsar un botón (desde la homosexualidad hasta las diversas parafilias, como la paidofilia, etcétera). En estos lugares se sienten libres de ataduras por el anonimato y el sentimiento de practicar “sexo seguro”. Además personas que se sienten poco atractivas físicamente se ven liberadas de este problema.
c) Creación de personalidad ficticia: Internet permite crear un “personalidad virtual” modificando las propias características físicas que en el mundo real son inamovibles. Por ejemplo, un trabajador no calificado, casado y obeso, puede aparecer en la red como un joven millonario campeón de atletismo. Es unas forma de “reinventarse a sí mismo”, de cubrir necesidades psicológicas previamente no afrontadas, enmascarando la inseguridad interpersonal. Dos de estas necesidades psicológicas son la expresión de un rasgo de personalidad repri-mido y la necesidad de reconocimiento y poder.
Debe recordarse el axioma que afirma que en el Chat: “Nadie es quien dice ser”.
Recordamos en caso de una paciente adolescente atraída a una cita a ciegas, concertada a través del Chat, que fue abusada sexualmente y agredida físicamente con peligro de su vida)
d) Rasgos de personalidad emergentes: Internet puede ayudar a sacar a la luz aspectos de la personalidad que estaban ocultos o reprimidos, como puede ser la agresividad, el sadomasoquismo, etc. Una vez sacados a la luz, se debe aprender a incorporarlos a la propia personalidad, evitando limitar esos roles al ciberespacio y elaborarlos adecuadamente
e) Reconocimiento y poder: Este es un elemento que se deriva de los juegos en red, en los que se crea un personaje que va aumentando su poder a medida que consigue puntos, pudiendo llegar al liderato de otros jugadores subordinados.
Sentimientos que experimentan los usuarios dependientes de Internet y que pueden llevar a la adicción:
- Los adictos informan de una intensa intimidad cuando está conectados,
- Existe un sentimiento de desinhibición,
- Muchos adictos informan también de una pérdida de ataduras,
- Sentimientos de que el tiempo se detiene o que pasa muy rápido,
- Sentirse fuera de control cuando se está conectado.

¿Por qué algunas personas se hacen adictas?
Internet en la mayoría de los casos facilita cubrir o compensar un déficit en la personalidad del adicto. Ya que Internet es eminentemente un instrumento de comunicación inter-personal, es en este ámbito donde el mundo virtual puede convertirse en un sustituto de la vida real para las personas con déficits en habilidades sociales, timidez.
La red permite cubrir dos tipos de necesidades básicas:
1-la estimulación solitaria (búsqueda de información, imágenes, sonido, juegos, etcétera) y 2- la búsqueda de interacción social.
Hay ciertas características de personalidad o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones.
La vulnerabilidad psicológica hacia la adicción a Internet se expresa en los siguientes factores de riesgo:
 
Factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones
º Déficits de personalidad: introversión acusada, baja autoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones.
º Déficits en las relaciones interpersonales: timidez y fobia social.
º Déficits cognitivos: fantasía descontrolada, atención dispersa y tendencia la distractibilidad.
º Alteraciones psicopatológicas: Adicciones químicas o psicológicas presentes o pasadas. Depresión, ansiedad, baja autoestima

¿Quiénes están propensos a la adicción?
Las personas más susceptibles a esta adicción, son aquellos que sufren de depresión, o simplemente aquellos que “quedan atrapados” por las posibilidades que este nuevo mundo presenta.
El anonimato que la red ofrece, personificar roles opuestos a los que se viven en la vida cotidiana. Dando a la oportunidad a estos personajes virtuales “de interpretar sus fantasías más intimas o sus pesadillas más aterradoras”.
A algunos les “permite entablar relaciones que por su inhibición no pueden desarrollar en la vida real”, mientras que a otras “le permiten realizar una serie de fantasías sexuales” que por circunstancias del mundo exterior guardan escondidas en sus mentes.
Hay que tener en cuenta un punto muy importante y es que existe una distancia muy corta entre el juego y la adicción. Muchas de las personas que entran a Internet y a los canales de Chat, lo hacen para relajarse o simplemente con fines lúdicos. Pero con el tiempo esta línea puede convertirse en algo más que un juego que envuelve a sus personajes en una adicción que a veces pueden resultar nocivas para nuestro mundo personal, familiar y social
El ciber-romance
En un romance “verdadero” en Internet, la pareja luego querrá conocerse para desarrollar y satisfacer la relación. Para estas personas, Internet fue simplemente un medio de conocer-se. Esta es una poderosa manera para encontrar gente con intereses y personalidades compatibles.
º Hay personas que no quieren conocerse cara a cara. Estas personas prefieren vivir con la fantasía que han creado (consciente o inconscientemente) acerca del ciber-amante. La pareja podría estar colaborando en la creación de una satisfacción mutua que los retrata de manera diferente a como ellos son en realidad. Podrían no querer conocerse por que la fantasía podría destruirse por los hechos de la realidad.
º Muchas personas buscan la excitación en la fantasía a través de libros, TV, películas o Internet, pero confunden esta fantasía con la realidad. Un Caber-romance es sólo otro tipo de “escape de la realidad” - es más interactivo, y por eso mucho mas excitante, para esa persona, que los métodos usuales.

El cibersexo adictivo
º Un ejemplo que ilustra esta evolución en la fuerza adictiva lo encontramos en el caso de la adicción a las líneas eróticas. Las características de funcionamiento de estas líneas que facilitan la dependencia son: disponibilidad ambiental, refuerzo inmediato, percepción de control y gran excitación emocional o sexual.
º Por otra parte la Internet provee un contexto virtual que permite a los tímidos introvertidos interactuar en un contexto seguro, facilitar las infidelidades vía Internet y permitir la creación de personalidades virtuales dependientes del estado de ánimo de la persona.
º El anonimato de las transacciones electrónicas contribuye a animar la actuación de actos desviados e incluso criminales, como observación de imágenes obscenas o ilegales (por ejemplo pedofilia).
º El cibersexo se ha convertido en un subtipo específico de la adicción a Internet. Se estima que 1 de cada 5 adictos esta “enganchado” en alguna forma de actividad sexual on line (viendo ciberporno y/o enganchado en el cibersexo).
º Algunos estudios muestran que los hombres esta más predispuestos a ver ciberpornografia, mientras las mujeres usualmente se enganchan el Chat erótico.
 
Signos de riesgo de adicción al cibersexo
º Rutinariamente gastan significativas cantidad de tiempo en salones de Chats y mensajes privados con el único objetivo de encontrar cibersexo.
º Sentimiento de preocupación y uso del Internet para encontrar parejas sexuales Online.
º Frecuente uso de comunicación anónima para engancharse en fantasías sexuales no realizadas típicamente en la realidad.
º Anticipación de la siguiente sesión On line con la expectativa de encontrar activación sexual o gratificación.
º Encontrar que frecuentemente se desplaza del cibersexo a las líneas telefónicas eróticas (o incluso a reuniones sexuales en la vida real)
º Esconder las interacciones Online de las personas importantes en su vida.
º Sentimiento de culpa o pena por el uso Online.
º Accidentalmente activado por el cibersexo al comienzo, y ahora se encuentra activación al momento de conectarse.
º Masturbarse mientras se esta enganchado en un Chat erótico.
º Menor compromiso con el compañero sexual real, prefiriendo solo el cibersexo como la principal forma de gratificación.
º La gente que sufre de una baja autoestima, una distorsión severa de la imagen corporal, una disfunción sexual no tratada, o una previa adicción sexual están en mayor riesgo de desarrollar una adicción al cibersexo.
º Particularmente, los adictos al sexo a menudo se dejan llevar por el Internet  como una nueva y segura salida sexual para satisfacer sus compulsiones sin el costo de las líneas calientes, el miedo de ser visto en una tienda de adultos, o enfermarse entre prostitutas.
El modelo ACE de adicción al cibersexo es usado para explicar como Internet crea un clima cultural de permisividad que normalmente sirve para estimular y validar comportamientos sexuales desviados. El modelo ACE (anonimato, comodidad y escape) examina el anonimato de las interacciones on line que sirven para incrementar la probabilidad del comportamiento, la comodidad del ciberporno y los Chat sexualmente orientados fácilmente disponibles, y finalmente, el escape de las tensiones mentales derivadas de la experiencia el cual sirve para reforzar el comportamiento dirigido a la compulsión.
º El anonimato de las transacciones electrónicas provee al usuario de un gran sentido de percepción de control sobre el contenido, tono, y naturaleza de la experiencia sexual en línea.
º A diferencia de las experiencias sexuales reales, una mujer puede rápidamente cambiar de pareja si su ciber-amante no es muy bueno, o un hombre puede desconectarse después de su orgasmo sin largas despedidas.
º Si un hombre secretamente se pregunta como seria tener sexo con otro hombre y si una mujer siempre ha buscado tratar el sadomasoquismo.
º Dentro del contexto anónimo del ciberespacio, los mensajes convencionales acerca del sexo son eliminados permitiendo a los usuarios interpretar fantasías ocultas o reprimidas en un ámbito privado, sin el miedo de ser atrapados.
º Para alguien que alguna vez ha tenido curiosidad por el sadomasoquismo, sexo en grupo, homosexualidad, vouyerismo, el cibersexo provee un modo privado, seguro, y anónimo de explorar aquellas fantasías.
º Por lo tanto, los individuos que están más predispuestos a experimentos sexuales se sienten alentados a engancharse en sus “fantasías validadas” por la cultura ciberespacial.

Evaluación de la adicción a Internet
El principal obstáculo que encontraremos para detectar la existencia del problema es la negación. El paciente tiende a negar o minimizar su dependencia de la red, amparándose muchas veces en su utilidad.
Por ello, no es fácil que el trastorno se haga evidente en una exploración inicial.
Del mismo modo que en otras adicciones como el alcohol y drogas o la comida compulsiva, se ha propuesto que existen una serie de disparadores y señales similares a las que disparan la conducta de “atracón” o “borrachera” en el adicto a Internet, y que deben ser evaluadas:
A-Aplicaciones: Lo habitual es que el adicto use una aplicación específica que es la que actúa como disparador. En evaluador debe examinar sus pautas de uso en cada aplicación particular:
¿Qué aplicaciones usa en Internet?
¿Cuántas horas por semana dedica a cada aplicación?
¿Cómo clasificaría las aplicaciones de la más a la menos importante?
¿Qué le parece mejor de cada aplicación?
Si es difícil de saberlo se podría solicitar un autorregistro para colocar al lado del ordenador para registrar su uso.
B-Emociones: Los adictos experimentan sensaciones placenteras cuando están conectados en contraste a como se sienten cuando están desconectados.
Se deben detectar los dos extremos:
• ¿Cómo se siente cuando está desconectado? Después debe determinarse si las respuestas están en un continuo de sentimientos negativos (solo, insatisfecho, inhibido, angustiado, frustrado o preocupado).
• ¿Cómo se siente cuando está usando Internet? Respuestas como excitado, feliz, desinhibido, atractivo, apoyado o deseado, indican que Internet ha modificado el estado de ánimo del paciente.
C-Pensamientos: El pensamiento catastrófico provee de un mecanismo de escape psicológico para evitar los problemas reales o percibidos.
Los adictos tienden más a menudo a anticipar los problemas.
D-Sucesos Vitales: Una persona que no esté satisfecha con algún área de su vida puede usar Internet como medio para evitar los problemas u olvidar el dolor, pero cuando se encuentre fuera de la red se dará cuenta de que nada ha cambiado.
Es necesario evaluar si el adicto está usando Internet como medio para evitar una situación infeliz como una enfermedad, insatisfacción marital o laboral, desempleo, etcétera.
Uno de los primeros síntomas que son notados se refieren a la gran cantidad de tiempo que se pasa en actividades relacionadas con Internet. En la evaluación debe determinar-se si el incremento del uso de Internet es algo normal por ser esta una herramienta nueva que causa una inicial fascinación, o por el contrario se ha convertido en una adicción.
En esto es importante el tiempo que hace que se inició el problema.

Cuatro modalidades de adicción a internet
La clasificación se expone en la siguiente tabla:

Modalidad                                         Aplicación                                          Contenidos    
Adicción cibersexual                 Páginas Web para adultos         Pornográficos o sexuales         
Adicción a las                          Grupos de discusión,                 Comunicación interactiva
ciber-relaciones                                    e-mail, Chats, etc.                     con otros usuarios.
Compulsiones de la red             Páginas Web, en la                   Juegos de azar,
Uso obsesivo del                      mayoría de los casos                 comercio electrónico,
ordenador para juegos               comerciales y                           subastas.         
Buscadores de información       Robots de búsqueda,                 Simplemente navegar por
 y “vagabundos electrónicos”    FTP, TELNET.                                   la red sin una meta específica y buscar información                                                                        sobre un tema de interés.         
 
º Es fácil encontrar casos mixtos de gente que utilizan los Chat para lograr satisfacción sexual, o ludópatas que usan Internet para implicarse en juegos de azar, el límite de las modalidades entre sí y con otros trastornos no está claramente definido.
º En al mayoría de estas modalidades lo que existe es un trastorno psicológico o carencia que se expresa a través de Internet. Con el avance de la investigación se hace evidente que la mayoría de las veces la adicción a Internet no es sino un trastorno secundario a otros como la fobia social, depresión, adicción al sexo o las diversas parafilias.
º Si en la evaluación se detecta alguno de estos trastornos el terapeuta debe decidir cual es el trastorno que merece una atención prioritaria.
º Internet puede fácilmente ser el objetivo de comportamientos obsesivo/compulsivos, reforzados por la gran cantidad de recursos que se pueden encontrar en la red para alimentar otras adicciones o compulsiones.

Internet addiction test (Kimberley y Young)
Traducción y adaptación
1. ¿Con qué frecuencia se encuentra con que lleva más tiempo navegando del que  pretendía estar?
2. ¿Desatiende las labores de su hogar por pasar más tiempo frente a la computadora navegando?
3. ¿Prefiere excitarse con fotos o videos a través de Internet en lugar de intimar con su pareja?
4. ¿Con que frecuencia establece relaciones amistosas con gente que sólo conoce a través de Internet?
5. ¿Con que frecuencia personas de su entorno le recriminan que pasa demasiado tiempo conectado a Internet?
6. ¿Su actividad académica (escuela, universidad) se ve perjudicada porque dedica demasiado tiempo a navegar?
7. ¿Con que frecuencia chequea el correo electrónico antes de realizar otras tareas prioritarias?
8. ¿Su productividad en el trabajo se ve perjudicada por el uso de Internet?
9. ¿Se vuelve precavido o reservado cuando alguien le pregunta en que dedica el tiempo que pasa navegando?
10. ¿Se evade de sus problemas de la vida real pasando un rato conectado a Internet?
11. ¿Se encuentra alguna vez pensando en lo que va a hacer la próxima vez que se conecte a Internet?
12.¿Teme que su vida sin Internet sea aburrida y vacía?
13. ¿Se siente molesto cuando alguien lo/a interrumpe mientras esta navegando?
14. ¿Con que frecuencia pierde horas de sueño pasándolas conectado a Internet?
15. ¿Se encuentra a menudo pensando en cosas relacionadas a Internet cuando no está conectado?
16. ¿Le ha pasado alguna vez eso de decir “solo unos minutitos más” antes de apagar la computadora?
17. ¿Ha intentado alguna vez pasar menos tiempo conectado a Internet y no lo ha logrado?
18. ¿Trata de ocultar cuanto tiempo pasa realmente navegando?
19. ¿Prefiere pasar mas tiempo online que con sus amigos en la vida real?
20. ¿Se siente ansioso, nervioso, deprimido o aburrido cuando no está conectado a Internet?
Evaluar cada respuesta:
1 = Raramente
2 = Ocasionalmente
3 = Frecuentemente
4 = Muy a menudo
5 = Siempre
0 = No
Si la puntuación es mayor de 50 es aconsejable que consulte con un especialista en Salud Mental (Psiquiatra o Psicólogo) para que le realice una evaluación diagnóstica ya que puede estar padeciendo una Adicción a Internet.

Test de adicción a Internet
1-¿Dedica más tiempo del que cree que debería a estar conectado a la red con objetivos distintos a los de su trabajo?
2-¿Piensa que se sentiría mal si redujera el tiempo que pasa en Internet?
3-¿Se han quejado sus familiares de las horas que dedica a Internet?
4-¿Le resulta duro permanecer alejado de la red varios días seguidos?
5-¿Se resienten sus relaciones por estar conectado a la red?
6-¿Existen contenidos o servicios de la red a los que encuentra difícil resistirse?
7-¿Tiene problemas para controlar el impulso de conectarse a la red?
8-¿Ha intentado, sin éxito, reducir su uso?
9-¿Obtiene gran parte de su bienestar del hecho de estar conectado a la red?
Responder por Si o por No.
0 y 3, es un usuario sin problemas
4 y 6, es un usuario de riesgo
7 y 9, es un usuario con problemas de adicción

Tratamiento
º Habría cerca de un 6 % de los usuarios que son adictos a Internet.
º Se han desarrollado programas de tratamiento, que tratan de recuperar al adictos en forma muy parecida a como ya lo hacen otros programas como Alcohólicos Anónimos o los Jugadores en Rehabilitación.
º Estos grupos permiten que los adictos se apoyen entre sí, se conozcan y empiecen a reconocer su problema.
Estos programas constan de los siguientes elementos:
1) Control de los estímulos vinculados a la adicción: En una primera fase de la terapia se ha de evitar la conexión, pero tras un período de abstinencia tota, se ha de tratar de limitar el tiempo de conexión (al margen de las obligaciones laborales) a no más de 120 minutos/día, atender el correo 1 vez al día y a una hora concreta, de conectarse en compañía, sin quitar horas al sueño y de ayudar a eliminar los pensamientos referidos a la red cuando no se está conectado.
2) Exposición prolongada a los elementos suscitadores del ansia por la conducta adictiva: La evitación de los estímulos en la mayoría de los casos es insuficiente, pues esta no se puede mantener indefinidamente, ya que aumenta el riesgo de recaídas. La recuperación total se consigue cuando se expone a los indicios de riesgo de forma regular y progresiva y es capaz de resistirse a ellos sin escape.
3) Solución de problemas específicos: Deben controlarse varios aspectos relacionados con la abstinencia:
- Control del ansia por implicarse de nuevo en la conducta.
- Control de la ansiedad
- Control de la depresión
- Control de los conflictos interpersonales
4) Creación de un nuevo estilo de vida: Lo esencial es promover un equilibrio adecuado entre deberes y deseos.
5) Prevención de recaídas: El mantenimiento de los logros terapéuticos es más sencillo cuando hay abstinencia total, pero si esto no es posible el objetivo será enseñar a la persona a usar Internet de forma controlada. Algunas de las estrategias que podrían usarse son:
• Identificación de situaciones de alto riesgo,
• Respuestas de enfrentamiento a situaciones problema,
• Cambio de expectativas sobre las consecuencias de la implicación en la conducta Adictiva,
• Revisión del estilo de vida del paciente.
Puesto que en la mayoría de los casos la abstinencia en este tipo de adicción no es posible, se utilizan los modelos de “bebida controlada” y “entrenamiento en moderación” para trastornos alimenticios, ya que Internet parece tener la misma habilidad para proveer alivio emocional, escape mental y maneras de eludir los problemas que tiene el alcohol, las drogas, la comida o el juego, y propone el siguiente:

Estrategias cognitivo - conductuales:
a) Practicar lo contrario en el tiempo de uso de Internet:
Es necesario previamente evaluar los hábitos de uso de Internet: cuándo, cuántas veces, dónde y durante cuanto tiempo se produce la conexión. La técnica consiste en romper la rutina para adaptarse a un nuevo horario. Por ejemplo, si lo primero que hace el paciente al levantarse es chequear el correo, se debe sugerir que lo haga después de desayunar, si se conecta al llegar a casa hacerle conectarse sólo después de cenar. El objetivo es romper con los hábitos de conexión.
b) Interruptores externos: Se trata de usar cosas que el paciente tenga que hacer o sitios donde ir, como señales que le indiquen que debe desconectar. Como ayuda a estas alarmas naturales se pueden usar relojes o alarmas de tiempo.
c) Fijar metas: Para evitar las recaídas se puede programar un horario realista que permita al paciente manejar su tiempo. Se puede elaborar un esquema de conexiones breves pero frecuentes. El tener un horario tangible puede permitir tener sensación de control.
d) Abstinencia de una aplicación particular: Una vez se ha identificado la aplicación que resulta más problemática para el paciente, este debe dejar de utilizarla. Esto no significa que no pueda usar otras aplicaciones relacionadas con la red. Si el paciente encuentra problemas con el las Chat, entonces no lo debe usar más, pero si puede usar el correo electrónico o los navegadores Web.
e) Usar tarjetas recordatorias: Para mantener al paciente centrado en la meta de la abstinencia o la reducción de uso podemos pedirle al paciente que haga una lista de los cinco principales problemas causados por la adicción a Internet y otra con los cinco principales beneficios de estar desconectado de Internet o abstenerse de usar una aplicación. La lista puede ser transcrita en una tarjeta que pueda llevar consigo. Le podemos sugerir que saque la tarjeta cada vez que piense en usar Internet, y que apunte todos los beneficios que le ocasionen la abstinencia o reducción de uso así como los efectos negativos que le cause su uso.
f) Desarrollar un inventario personal: Al mismo tiempo que el paciente intenta cortar el uso de Internet, podemos sugerir que cultive una actividad alternativa. El paciente debe elaborar un inventario personal de las cosas que ha dejado de hacer a causa de su adicción, para luego clasificarlas en “muy importante”, “importante” o “no muy importante”. Debemos hacer que el adicto examine especialmente las actividades “muy importantes” para que se haga consciente de lo que ha perdido y le gustaría recuperar.
Psicoterapia
1) Psicoterapia Individual:
La adicción a Internet puede tratarse solamente de un síntoma o de un trastorno secundario.
La depresión la fobia social o la adicción al sexo son alguno de los trastornos que pueden ser los responsables de una sobre implicación en la red. En estos casos el tratamiento específico para estas disfunciones debe ser adaptado al medio en el que se produce.
2) Psicoterapia grupal:
El apoyo social de la red contribuye a la adicción de aquellos con estilos de vida solitarios, hace conveniente ayudarles a encontrar un grupo de apoyo que se refiera a su situación.
3) Terapia familiar:
Es necesaria en aquellos casos en los que las relaciones familiares se han interrumpido o han sido negativamente afectadas.
La intervención debe estar centrada en:
- Educar a la familia en lo adictivo que puede llegar a ser Internet.
- Reducir la culpa en el adicto por su comportamiento.
- Promover la comunicación abierta sobre los problemas premórbidos que llevaron al adicto a implicarse en el abuso de Internet
- Animar a la familia a colaborar en la recuperación del adicto ayudándole a encontrar nuevas ocupaciones, tomándose unas vacaciones o escuchando sus sentimientos.

Prevención en los adolescentes
Los adolescentes entre las actividades más comunes en la computación prefieren las siguientes:
Juegos en red: son versiones avanzadas de los videojuegos tradicionales que brindan a los players – jugadores - la posibilidad de armar equipos y jugar unos contra otros desde distintas computadoras conectadas entre sí.
Juegos on line: Son similares a los juegos en red, pero en éstos no sólo compiten las personas de un mismo cíber, sino también aquellas que se encuentran conectadas en las distintas partes del mundo a través de Internet.
Chat: los usuarios se pueden comunicar con cualquier persona del mundo teniendo sólo una cuenta de correo electrónico. A la vez pueden verse con cámara Web y hablar por micrófonos.
El abuso de tiempo frente a la computadora se produce por problemas afectivos, como la ausencia de los padres, debido a que “la mayoría trabaja”.
Los padres prefieren que sus hijos en lugar de estar en la calle, pasen largas horas en un lugar que les agrade y les brinde seguridad, ya sea un cíber o su propia habitación, frente a una máquina.
Uno de los datos preocupantes es el tiempo que una persona puede llegar a estar frente a la computadora. En los menores de 8 años, se estima que debe ser de 30 a 40 minutos; más de una hora es totalmente nocivo para el niño. Pero éstos no siempre cumplen este horario, suelen estar frente a la computadora unas tres horas seguidas.
Adolescentes de 13 y 14 años admiten que si no existieran el Chat ni los juegos en red, invertirían el tiempo en hacer actividades al aire libre, deportes, estar más tiempo con los amigos y salir con ellos, aprender otro idioma. Muchos confesaron: “Podría dormir más; porque ahora, por culpa de la computadora, cada vez me acuesto más tarde”.
Se aconseja tener la computadora en un ambiente familiar, como el comedor diario, para tener más noción del uso, tiempo y material elegido por los niños y adolescentes. No es aconsejable en la habitación, ya que se pierde el contacto con ellos.
En el caso de los cíber, se recomienda dar a los chicos la plata justa para que jueguen sólo un par de horas (los mayores).
Para los más chicos, el juego debe restringirse a media hora.
También se propicia participar de los juegos con los chicos, para saber de qué se tratan y medir mejor su contenido y efectos.
En 2003 se sancionó en la Ciudad de Buenos Aires la ley 1244, que entre otros aspectos prohíbe las máquinas recreativas con programas que contengan elementos racistas, sexistas, pornográficos, que hicieran apología de la violencia o fueran discriminatorios. Establece, además, que los salones que ofrecieran juegos en red deberían estar ubicados a más de 200 metros de establecimientos primarios, secundarios, iglesias y salas velatorias.

9. Psicológicas, “soy un esclavo”: Si me dedico monotemáticamente a una actividad y además, lo que hago no me es agradable, se generará un factor de estrés que podría llevar a la persona a sentirse esclavo de una silla por tener que permanecer en ella todos los días. Con el tiempo, se podrá desarrollar cuadros depresivos. Ahora, atención que lo mismo ocurre cuando se ve excesiva TV, porque ocasiona desordenes del ánimo donde sólo se le da sentido a la vida al estar frente a la televisión. También este trastorno psicológico disminuiría los niveles de inmunidad. 10. Pensamiento más lento: Cuando los músculos están en movimiento, bombean sangre fresca y oxígeno a todos los órganos. En este intercambio en el cerebro se liberan todo tipo de productos químicos para mejorar el estado de ánimo y del cerebro, pero en modo sedentario, se ralentizará la función cerebral.

Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/Tendencias/2014/02/10/739938/Conoce-las-enfermedades-que-se-derivan-de-estar-sentado-8-horas-diarias.html
9. Psicológicas, “soy un esclavo”: Si me dedico monotemáticamente a una actividad y además, lo que hago no me es agradable, se generará un factor de estrés que podría llevar a la persona a sentirse esclavo de una silla por tener que permanecer en ella todos los días. Con el tiempo, se podrá desarrollar cuadros depresivos. Ahora, atención que lo mismo ocurre cuando se ve excesiva TV, porque ocasiona desordenes del ánimo donde sólo se le da sentido a la vida al estar frente a la televisión. También este trastorno psicológico disminuiría los niveles de inmunidad. 10. Pensamiento más lento: Cuando los músculos están en movimiento, bombean sangre fresca y oxígeno a todos los órganos. En este intercambio en el cerebro se liberan todo tipo de productos químicos para mejorar el estado de ánimo y del cerebro, pero en modo sedentario, se ralentizará la función cerebral.

Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/Tendencias/2014/02/10/739938/Conoce-las-enfermedades-que-se-derivan-de-estar-sentado-8-horas-diarias.html