domingo, 31 de mayo de 2020

Pensamientos (acertados) de Churchill

* "El problema de nuestra época es que la gente no quiere ser útil, sino importante".
*«Un hombre hace lo que debe, a pesar de las consecuencias personales, a pesar de los obstáculos, peligros y presiones, y eso es el fundamento de la moral humana »
* «Aunque la estrategia sea hermosa, ocasionalmente deberías ver los resultados»
* «Coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar; coraje es también lo que se necesita para sentarse y escuchar».
* «El coraje es la cualidad humana más estimada porque es la cualidad que garantiza todas las demás
* «El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo».
* «El éxito no es el final; el fracaso no es fatal: es el coraje de continuar lo que cuenta».
* «Juega por más de lo que te puedes permitir perder: solo entonces aprenderás el juego»
* "La disputa entre un tremendo electorado democrático y una cámara hereditaria unilateral de hombres ricos a menudo se ha visto amenazada, se ha evitado a menudo, se ha debatido durante mucho tiempo, se ha retrasado mucho, pero siempre ha sido inevitable y por fin ha llegado. Ahora está abierta, ahora es flagrante y ahora debe llevarse a una conclusión.'' Los derechos del pueblo 1909] (Londres: Jonathan Cape, 1970), p. 20.
* "La política es la capacidad de predecir lo que sucederá mañana, la próxima semana, el próximo mes y el próximo año, y tener la capacidad de explicar por qué no sucedió después". Entrevista a Churchill (1902), en Halle, Kay, ''Irrepressible Churchill''. Cleveland: World, 1966. Citado por ''Churchill by Himself'' (2008), ed. Langworth, Public Affairs, p. 489
* «Las cometas se elevan más altas contra el viento, no a favor de él»
* «La actitud es algo pequeño que marca una gran diferencia».
* «Los árboles solitarios, si logran crecer, crecen muy fuertes».
* «El precio de la grandeza es la responsabilidad»
*"El mayor peligro para el imperio y el pueblo británicos no se encuentra en las enormes flotas y ejércitos del continente europeo, ni en los graves problemas del Hindostán; no está en el 'peligro amarillo' ni en el 'peligro negro' ni en ningún otro peligro del amplio ámbito de los asuntos coloniales y extranjeros. No: está aquí, entre nosotros, cerca de casa, al alcance de la mano, en las vastas ciudades en crecimiento de Inglaterra y Escocia y en los pueblos cada vez más pequeños y estrechos de nuestro campo despojado. Es allí donde se encontrarán las semillas de la ruina imperial y la decadencia nacional: la brecha antinatural entre ricos y pobres, el divorcio entre la gente y el campo rural, la falta de una disciplina y capacitación adecuadas en nuestra juventud, la explotación del trabajo infantil, la degeneración física que parece seguir tan rápido a la pobreza civilizada, el horrible revoltijo de una ley de pobres obsoleta, el terrible caos del tráfico de licores, la constante inseguridad en los medios de subsistencia y empleo, que destroza el corazón de muchos hombres sobrios y trabajadores, la ausencia de un nivel de vida mínimo establecido y de comodidad entre los trabajadores y, en el otro extremo, el rápido aumento del lujo vulgar y sin alegría: aquí están los enemigos de Gran Bretaña. ¡Cuidado para que no se rompan los cimientos de su poder!",  The People's Rights [1909] (Londres: Jonathan Cape, 1970), págs. 139-140
* «El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de la riqueza; la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria».
* «El éxito no es el final; el fracaso no es fatal: es el coraje de continuar lo que cuenta».
* "Por muy importantes que sean las cuestiones económicas y constitucionales, el sistema fiscal de un país y el sistema de gobierno que prevalece en el mismo son solo medios para un fin, y ese fin debe ser crear condiciones favorables para el bienestar social y moral de la sociedad".Los derechos del pueblo [1909] (Londres: Jonathan Cape, 1970), p. 137
* "Presento respetuosamente a la Cámara como principio general que nuestra responsabilidad en este asunto es directamente proporcional a nuestro poder. Donde hay un gran poder hay una gran responsabilidad, donde hay menos poder, hay menos responsabilidad y, donde no hay poder, creo que no puede haber responsabilidad".En la Cámara de los Comunes, 28 de febrero de 1906, Discurso sobre razas nativas sudafricanas.
 * «Puede que esté borracho, señorita, pero por la mañana estaré sobrio y usted seguirá siendo fea»
 * «Puede que la crítica no sea agradable, pero es necesaria. Cumple la misma función que el dolor en el cuerpo humano. Llama la atención de un estado de cosas no saludable»
* «Quizás es mejor ser irresponsable y correcto, que ser responsable e incorrecto»
*"Se abren caminos, se hacen calles, se mejoran los servicios, la luz eléctrica convierte la noche en día, el agua es traída desde los depósitos a cientos de millas de las montañas... y todo el tiempo el propietario se queda quieto. Cada una de esas mejoras se ve afectada por la mano de obra y el gasto de otras personas y de los contribuyentes. A ninguna de esas mejoras contribuye el latifundista, monopolizador de la tierra y, sin embargo, por cada una de ellas, el valor de su tierra aumenta. No presta ningún servicio a la comunidad, no contribuye en nada al bienestar general, no contribuye en nada al proceso del que se deriva su propio enriquecimiento".
* «¿Tienes enemigos? Bien. Eso significa que alguna vez has luchado por algo alguna vez en la vida»
* Dijo lord Curzon citando a Ernest Renan que "toda civilización ha sido obra de aristocracias". Sería mucho más cierto haber dicho: "El mantenimiento de las aristocracias ha sido el duro trabajo de todas las civilizaciones".The People's Rights [1909] (Londres: Jonathan Cape, 1970), págs. 53-54
* «Todo el mundo tiene su día, y algunos días duran más que otros»
* «De lo que estoy absolutamente seguro es de que, si comenzamos una discusión entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro». Discurso ante la Cámara de los Comunes el 18 de junio de 1940.
*«Nadie puede calcular lo que se ha llamado "la inestimada suma del dolor humano"»
*«El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la doctrina de la envidia». Conferencia Unionista de Escocia en Perth. 28 de mayo de 1948.
*«Estoy de acuerdo con mi programa original, sangre, sudor, trabajo y lágrimas... a lo que añadí cinco meses después "muchas deficiencias, errores y decepciones"»
*«¿Para qué engañar a la nación? ¿Para qué sirve el parlamento, si no es el lugar en el que se pueden hacer declaraciones ciertas ante el pueblo?». Discurso "Los frutos amargos de Munich", abadía de Waltham, 14 de marzo de 1939.
*«Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema».
*«A mediados de junio de 1936, la creciente degeneración del régimen parlamentario en España, y el vigor con que se preparaban sendas revoluciones comunistas y anarquistas, desencadenó un alzamiento militar que llevaba tiempo preparándose... En España estaba manifestándose una perfecta reproducción del período de Kerensky en Rusia... Ninguno de los dos bandos que conspiraban podía alegar, con justicia, títulos de legalidad... Muchas de las garantías corrientes en la sociedad civilizada habían sido liquidadas por la infiltración comunista en un decaído gobierno parlamentario. Se producían atentados por ambas partes, y la pestilencia revolucionaria llegó a un punto tal, que los comunistas no titubeaban en asesinar a sus adversarios políticos en las calles o en sacarles de sus lechos para darles muerte». Winston Churchill. La Segunda Guerra Mundial.
*"Un gran poder implica una gran responsabilidad" (citado por el tío de Spiderman)
*«No me hablen de la tradición naval. No es más que ron, sodomía y látigo» (atribuida)

jueves, 28 de mayo de 2020

Inédito de Antonio Rodríguez García Vao

Es este un poema desconocido de Antonio Rodríguez García-Vao (1863-1886), el famoso abogado, escritor y periodista librepensador de Manzanares amigo de Emilio Castelar y del joven Unamuno, asesinado en Madrid el 19 de diciembre de 1886. Se publicó en La voz de Peñaranda núm. 152 (17-III-1881) y escapó a las dos ediciones de sus poesías completas, Ecos de un pensamiento libre, 1885, por parte de Demófilo, el editor más sometido a lawfare de su época por las cuatro paginas de La Domicales del Librepensamiento que dirigía. Se trata del esbozo de un prequijote del siglo XVI:

¡QUÉ LOCO TAN SABIO!


    Ya partió; no se le alcanza
y verle fuera delirio;
lleva en su cuerpo el martirio
y en el alma la esperanza
    A medida que el avanza
va aumentando el sufrimiento,
va resistiendo el tormento;
luchando su mente a solas,
    ni se cuida de las olas
ni percibe el raudo viento.
Se va en los ignotos mares
internando poco a poco
    aquel genio o aquel loco
lleno de duda y pesares.
Pensamientos a millares
que inundan su fantasía
    riñen batalla bravía
en su cerebro fecundo.
¿Quién contiene en calma el mundo
de ideas que Dios le envía?
    ¡Cómo navegan ligeros,
viento y mar desafïando,
atrevidos anhelando
ver de un mundo los linderos!
    ¡Qué gigantes y qué fieros
y qué soberbios se ostentan
genio y mar! Su ira acrecientan,
el genio un mundo buscando
    y un mundo la mar negando
su tenacidad aumentan.
La borrasca bramadora
no intimida al navegante,
    que aquel corazón gigante
no encuentra valla opresora.
Aunque vacila, no ignora,
mas con la duda pelea.
    Aunque el rayo centellea
y ronco retumba el trueno,
firme, tranquilo, sereno,
nada perturba su idea.
    En el firmamento escrito
cree ver el feliz arcano,
pues su genio soberano
profundiza el infinito.
    De su gran conciencia el grito
le da firmeza y valor,
y sufre con el ardor
de los grandes corazones
    las terribles maldiciones
del marino aterrador.
Porque, en peligro creyendo
sus vidas, cerca la muerte,
    maldicen la infausta suerte
amenazas dirigiendo.
El ánimo decayendo
va de aquella gente osada;
    creen la empresa desgraciada
y a Colón un ignorante.
Este, “paciencia, adelante”,
dice con voz apagada.
    Y solicita implorando,
entre dudas y agonías,
tres días solo, tres días,
para seguir explorando,
    el marinero jurando,
pues recela de su suerte,
el viento soplando el mar,
las naves surcando el mar,
    Colón sin desesperar,
aunque le cerca la muerte.
El océano proceloso,
tempestad amenazando,
    aquel cielo horrorizando
imponente y tenebroso;
y aquel genio portentoso
que a cielo y mar desafía.
    Abismos son que a porfía
quieren mostrar su fiereza;
y del genio la grandeza,
¿Cederá con cobardía?
    No cedió, díganlo España
y del turbio mar las olas,
las conquistas españolas,
en aquella tierra extraña;
    dígalo quien nunca engaña,
el astro siempre brillante,
ese Sol siempre radiante
para mi patria esplendente,
    pues solo besó su frente
esta Nación arrogante.
Y en tan venturoso día,
el sabio al mundo asombraba;
    antes loco le llamaba,
y del loco se reía.
¡siempre igual la suerte impía!
Colón fue un genio fecundo
    porque nos buscó otro mundo;
si no le hubiera encontrado,
por loco hubiera quedado,
por el loco más profundo.

martes, 26 de mayo de 2020

La miseria del liberalismo

Cada cierto tiempo se reitera la misma noticia: un niño cae a un pozo e intentan rescatarlo mejor vivo que muerto. Quizá por ello los telediarios no dedican mucho tiempo al periódico asunto en estos tiempos groseros e impíos. Con frecuencia, también, es cansino constatar cómo la banca sigue tomándose la justicia por su mano (suponiendo que banca y justicia no sean lo mismo, como ya demostró Juan March) no solo en cuestión de hipotecas y manipulación judicial, sino también en la extrajudicial, recurriendo a policías públicos para que les hagan el trabajo sucio. Si ya hay jueces ¿para qué recurrir a la mafia? ¿Para qué matar a alguien si podemos subirle el sueldo u otorgarle un mejor cargo? Sillas giratorias. Cuán feo, cuán obsceno es que se desestime la contratación de un ejecutivo bancario porque pide cincuenta milllones en vez de cuarenta y nueve coma nueve, mientras informan de que "se" va a  despedir a la cuarta parte de su personal porque la robotización y la informática ya empiezan a ser los únicos que trabajan en España.

Al respecto me cabían dos esperanzas: la de que el dicho niño siguiera vivo tras trece días sin agua ni alimento, y la de que la banca pagara algo de lo que nos debe o los gobiernos que la babean repartieran la pobreza. Creía más en la primera que en la segunda. Solo hay que ver lo que dicen en el frío foro de Davos, un lugar de la bancaria Suiza que a los especialistas en lengua y literatura solo nos suena porque en sus hoteles se inspiró Thomas Mann para escribir La montaña mágica, suprema metáfora de la impotencia que motivó dos guerras mundiales. ¿Qué hace más daño a la sociedad, pregunto? ¿Un pozo abierto para que caiga un niño o los millares de pozos que abre la banca para que caiga en la miseria la clase media y puedan seguir repartiéndose la parte del león las veintinueve familias que poseen la mitad de la riqueza mundial? 

Ya han nacido dos clases que van aislándose en forma de nuevos estamentos medievales, la que con nuevas palabras llaman hiperburguesía y el precariado. Desaparecida la clase media y del todo alienado el proletariado, que ya solo es un lumpen, por ahí asoman también otros neologismos: poscomunismo, posreligión. Que en francés incluso ya han dejado de ser un neologismo.

En humanidades denominamos justicia poética al final de una historia en que, tras haber perdido, gana a fin de cuentas el bueno; pero ya lo avisó Albert Camus: "En España aprendió mi generación que no siempre ganan los buenos". Hay que llamar a la justicia / política española una justicia antipoética, un barrizal mierdero: el bueno acaso gane en primera instancia, pero al final siempre vencen los malos (si es que los buenos no han muerto de viejos). No es una sociedad garantista; no hay derecho "a un juicio rápido", como dice la enmienda de los useños. Robar a los pobres para socorrer a los ricos es algo que siempre hacen los cabrones de derechas o de izquierdas, llámense Maduro o Rita Barberá. Y por ahí anda alguien rehaciendo refranes: "No es más rico el que más tiene, sino Amancio Ortega". La hiperburguesía es lo que en seudocastellano podríamos llamar gente Premium. Que tiene algo de primero, de pariente, de mío y de ganancia consensuada en el nombre: el fruto de un buen creativo publicitario. Podría haber sido el rótulo de un polo de chocolate. En cuanto a los otros, está claro: no es que los hiperburgueses los quieran menos: es que aman a su dinero más. La excusa que, en otro sentido, sirvió a Bruto para matar a César. Y más o menos lo de Leopoldo II de Bélgica, que se arrogaba el título de civilizar a los negros, pero solo quería su guita. El precariado es eso: los economistas que he visto cuidando viejos, los filósofos que sirven hamburguesas y esos historiadores que limpian retretes. ¿Qué verán mis hijos?


El artículo 16 de la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano (1789) señala que «Una sociedad en la que no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de constitución». Esto es, si los derechos necesitan garantías para no ser papel mojado, el Estado debe extraerlas de los impuestos. Y, habida cuenta de que es insuficiente el control y contrapeso que debe tener el único poder que hace lo que le da la gana, ajeno a la única limitación que tiene, el voto, es el poder legislativo, conviene desarrollar organismos que lo limiten, empezando, por ejemplo, por destruir de una vez por todas las famosas epiqueyas a que da lugar su inviolabilidad, su inmunidad y su aforamiento. Ya que sin justicia es imposible todo progreso, conviene ante todo depurar las estructuras de parásitos morales.

Desde la famosa Constitución de Weimar de 1919 viene siendo un objetivo primordial desarrollar el aparato estatal para cumplir un propósito esencial: hacer más válido al ciudadano. Eso no se puede hacer sin redistribuir la riqueza, sanear su cuerpo y aumentar su educación. Y no se logrará solo con una Constitución de papel. Supone unas políticas de recaudación progresivas para fundar y sostener un estado del bienestar.

En el estado del bienestar moderno se reconocen los derechos de las minorías, empezando por las mujeres (que, en realidad, son mayoría demográfica). Se prohíbe el trabajo infantil, se autorizan las minorías sexuales no lesivas. Se intenta nivelar la diferencia entre partes en el contrato de trabajo y en el suscrito entre empresas y consumidores. En Latinoamérica se han empezado a reconocer los derechos civiles y culturales de las minorías indígenas, algo en lo que los estadounidenses y sudafricanos ya nos llevan alguna ventaja. En estos países incluso se les ha permitido a veces alguna jurisdicción, instituciones y un derecho propios. Un punto de inflexión en dicho desarrollo fue el Convenio 169 de la OIT de 1989, que amparó a pueblos tribales independientes regidos por sus propias costumbres tradicionales o legislación, y a los pueblos indígenas u originarios dentro de países independientes, sometidos con frecuencia a genocidio, como los uigures y tibetanos de China, los rohinyás de Birmania o los maoríes de Australia. 

A finales del XIX y principios del XX el proyecto liberal requería serias correcciones porque solo reconocía la igualdad formal y no la material. Un derecho que trata igual a pobres y ricos, a empresarios y trabajadores, a indígenas y a ciudadanos ordinarios, etcétera, no solo no ofrece soluciones, sino que agrava los problemas: el derecho tiene que reconocer diferencias: las personas no pueden ser vistas todas igual, eso es lo mismo que no verlas, y la justicia necesita quitarse la venda para no ser ciega. Hay que entender que las personas son iguales, pero se desenvuelven en unos contextos tan distintos que es preciso y necesario que el Estado las proteja y regule de algún modo. El derecho liberal se ocupa solo del individuo, pero ¿qué pasa con los colectivos? Los derechos sociales conquistados penosamente son: un máximo de horas de jornada laboral, una edad mínima para el trabajo, el derecho al descanso, el derecho a medidas de protección en el peligro del trabajo, los periodos vacacionales pagados, la indemnización por despido improcedente, el salario mínimo, etc. Para evitarlo la hiperburguesía ha contraatacado creando el precariado y privatizando y vaciando las arcas del Estado para impedir cualquier forma de garantismo. 

Por lo cual debe avanzarse en el reconocimiento de derechos sociales y políticos, no solo con tímidas reformas legislativas y papeleras, sino de forma garantista, con el nacimiento de una serie de instituciones y principios que constituyan un punto de partida y no de detención del derecho: se trata de los llamados derechos fundamentales de segunda generación (la primera fue la de los derechos civiles y políticos del primer constitucionalismo liberal): la salud, el trabajo, el descanso, la vivienda, la educación, la seguridad social, que empiezan a ser concebidos como cuestiones que competen al Estado, ya que son factores que no puede controlar un individuo por sí mismo y ante las cuales debe tener un papel más o menos activo. La pobreza, la enfermedad, la marginalidad, la muerte y otras desventuras comunes en la vida de las personas, son accidentes. Eso quiere decir que cualquiera puede verse afectado por ellas; no dependen, en definitiva, de la voluntad de los sujetos, ni de su diligencia. Siendo este el principio, el Estado, en cuanto organización social colectiva, debe asumir la asistencia a las personas en lo que a estas cuestiones respecta. De ese deber de asistencia derivan derechos sociales que luego se desarrollan en mayor o menor medida en la práctica: derecho a obtener prestaciones sanitarias suficientes en caso de enfermedad, derecho a la educación aun cuando no se cuente con los medios para pagarla, derecho a la vivienda, derecho a una jubilación, a descanso, a pensión de invalidez y viudedad, etc. El estado de bienestar supone acciones positivas del Estado para conseguir estos fines y garantizar así un bienestar colectivo que distribuya, entre todos, el coste de estos accidentes. Es esto lo que llaman los juristas la socialización del derecho. 

La seguridad social responde a un problema cada vez más frecuente, de gran perjuicio social. El individualismo burgués culpabiliza de problemas incontrolables a quien los padece y su entorno familiar. Un accidente, una enfermedad o la vejez son hechos que ponen en situación de vulnerabilidad a la persona que los vive y a quienes tienen que cuidar de ella. El Estado liberal del XIX no respondía a estas cuestiones y lo dejaba a la caridad privada; la religión era más fuerte entonces que ahora. Quien no puede trabajar no recibe ningún tipo de compensación y, quien no tenga medios para subsistir sin trabajar, no puede dejar de hacerlo nunca, sin importar lo avanzado de su edad. Diversos movimientos sociales generaron instituciones para paliar los efectos de estos problemas. Se fundaron mutualidades para acudir en ayuda de los accidentados y otras destinadas a la mantener a los que por edad ya no pueden trabajar. Lo solucionaban gremios, colectivos e instituciones de caridad, y en el siglo XIX meros filántropos en el primer Estado liberal o sindicatos. Esas prestaciones irán fraguando en derechos sociales y, aun estando al principio en manos de colectivos de trabajadores, se van convirtiendo en prestaciones públicas en manos del Estado.

Tras las dos feroces guerras mundiales y sus adyacentes, se abrió la puerta a la socialización de los costes por los daños realizados contra el ser humano en general por la fatalidad. Esta política redujo de forma extraordinaria la marginalidad y la pobreza, aseguró un estándar de vida medio-alto a la mayoría de la población y abrió oportunidades que antes estaban reservadas para las clases altas a sectores extensos de la población. En todo caso, el mérito del estado de bienestar entendido de la manera que expongo no fue tanto el cuánto da o reparte el Estado, sino bajo qué principio: el de la solidaridad (es decir, responder como conjunto social a las desgracias, los accidentes y la mala fortuna de aquellos que la componen).

Quisiera saber de cuánta solidaridad son capaces algunos.

Los Fenollosa

Manuel Francisco Ciriaco Fenollosa del Pino (Málaga, 24 de diciembre de 1822 - Salem, 13 de enero de 1878) fue un pianista y violinista malagueño, niño prodigio. 

Era hijo de los malagueños Manuel Fenollosa e Isabel Del Pino.  Se casó primero con Mary Silsbee, el 20 de noviembre de 1851 en Salem; viudo, se casó en segundas nupcias con Annie Elizabeth Kinsman el 26 de julio de 1869, también en Salem. La hermana de Manuel, Isabel, se casó con Manuel Emilio Grau. 

Manuel Fenollosa tuvo dos hijos con Mary Silsbee: Ernest Francisco Fenollosa, nacido el 18 de febrero de 1853 y fallecido el 21 de septiembre de 1908 en Londres, casado con Elizabeth Goodhue Millett, de la que se divorció, y que pasó treinta años en Japón estudiando su arte y cultura, y William S[ilsbee] Fenollosa (1854 o 1855-1940), pianista, educado en Harvard, donde obtuvo una maestría en Artes  y casado con Martha W[ebster] Fabene en 1887.  En Harvard su profesor de música fue Paine; luego tuvo como profesor de piano en Boston, donde se estableció, a J. B. Lang. Formó parte allí de la Haendel and Haydn Society.

Con Annie Kinsman tuvo tres hijos: Clarence Fenollosa, nacido el 25 de noviembre de 1870 en Salem; Sydney Kinsman Fenollosa, nacido el 4 de mayo de 1873 en el mismo lugar y Manuel Emilio Fenollosa, nacido el 7 de junio de 1875 también allí.

Las ideas pacifistas de Manuel Fenollosa le hicieron abandonar España en 1838, durante la I Guerra Carlista, y marchar a los Estados Unidos con su cuñado, diez años mayor que él y que era también músico: el valenciano de Cullera Manuel Emilio Grau (1812-1871), más en concreto a la inquisitorial y portuaria Salem, donde, invitado por un potentado y filántropo local para darle clases privadas de música, conoció y conquistó el corazón de una de sus alumnas, Mary Silsbee, descendiente de una familia que había hecho su fortuna gracias al comercio con Oriente (Boston y Salem rivalizaban entonces en este negocio). 

El cuñado de Manuel Fenollosa, hijo de Luis Emilio y Francisca Grau, tuvo de su hermana Isabel María siete hijos, entre ellos el capitán Luis Fenellosa Emilio, Isabel María Emilio, Mary Silsbee Emilio, Clara Luisa Gilbert, Enrique Victor Emilio, Manuel Augustus Emilo y Manuel Emilio.

Manuel Fenollosa se estableció en Salem, en fin. Escribió un Diario sobre su viaje a Italia en 1848 y a Río de Janeiro en 1849 con unos amigos, aún no traducido, que está en el Museo Peabody de  Essex (Massachusetts). Fue abolicionista (compuso "An Abolitionist Hymn") y subsistió como miembro de la banda de su cuñado y enseñando música y piano en la Academia que establecieron en Salem. Tuvo numerosos hijos y dos de ellos pasaron directamente de la escuela pública a Harvard. Uno de sus amigos fue el abolicionista John P. Jewett, editor de Harriet Beecher Stowe, autora de La cabaña del tío Tom, y conoció a Alexander Graham Bell, el inventor del telégrafo. Es también autor de un método de piano y diversas composiciones musicales (Himno a la emancipación; Vals de Thistlewood). Padeció la Guerra de secesión. Aunque se trajo a sus padres a EE. UU. no se aclimataron y se volvieron. Se suicidó tirándose desde un puente a un lago en 1878. Luis F[enollosa] Emilio, hijo de Manuel Emilio, escribió unas cien páginas con la biografía de su padre, A Memoir of Manuel Emilio, 1812-1871, que tampoco se ha traducido; este personaje es curioso, pues dejó una extravagante colección de botones de uniformes militares americanos, británicos, franceses y españoles y algunas obras sobre historia militar.

Es más conocido su hijo, Ernest Fenollosa (Salem, 1853 - Londres, 1908), huérfano de su madre Mary Silsbee a los once años, doctorado en filosofía por Harvard que, tras un escandaloso divorcio que conmocionó a los brahmanes bostonianos, se casó con la novelista Mary MacNeil. Aprendió japonés y mandarín clásico, y fue profesor de lógica y estética en Japón, donde coleccionó cerámicas, lacas y pinturas y se convirtió al budismo theravada; previo permiso del Emperador, fundó en Tokio el Museo Imperial y la Escuela de Bellas Artes de Tokio. La primera tenía el propósito de preservar el arte nipón, destruido por los propios japoneses, que preferían el arte occidental; la dirigió su amigo Okakura Kakuzō. Ernest fue poeta, traductor del japonés, historiador del arte oriental y, en suma, uno de los japonólogos más influyentes de su época, determinante en el movimiento de vanguardia anglosajón denominado imagismo o vorticismo y el concretismo brasileño, sobre todo a través de su teoría de la imagen concreta, que determinó la poética de Ezra Pound. Su esposa publicó póstuma Las épocas del arte chino y japonés  (1912) y otras obras. Tradujo sobre todo medio centenar de piezas de teatro noh. Como poeta destacan las poesías en inglés de The Discovery of America and Other Poems, 1893. Y, por su importancia en el desarrollo del imagismo, El carácter de la escritura china como medio poético, traducido al español por Mariano Antolín Rato (Madrid: Visor, 2002). También se tradujo al español su Introducción a la cultura china.


domingo, 24 de mayo de 2020

Solución final en Egipto para 15 millones de perros: uno por cada siete habitantes

Ferrán Barber, "Los egipcios buscan una "solución final" para sacar de las calles a 15 millones de perros", en Público, 23/05/2020
  
Cortados en rodajas; destrozados a machetazos o a golpes de garrote; envenenados con estricnina o asesinados con cartuchos. Así es la vida de muchos canes en la tierra de los faraones. Una parlamentaria propuso vendérselos como carne a los filipinos. Ni es final, ni es solución.

Una turba de jóvenes destrozó un perro a cuchilladas la víspera de la pasada Nochebuena en el distrito cairota de Al-Matariya. Antes de que el vídeo se retirara de Youtube se convirtió en viral, y su historia se paseó por los tabloides europeos como ejemplo de brutalidad oriental junto a algunas fotos aterradoras del animal literalmente sajado en transversal como un lomo de merluza dentro de un tuk-tuk egipcio, la versión motorizada de un ricksaw. Solo un día después, la policía detuvo y arrestó a los salvajes por torturar y asesinar al perro. Lo mataron de ese modo -argumentaron- porque había acabado con la vida de una cabra. Ojo por ojo, perro por cabra.

No era la primera vez que sucedía un incidente semejante. En 2015, tres hombres de la gobernación de Qaliubeya -Shubra Al-Jaima- fueron condenados a tres años de prisión por atar un perro llamado Alex a una farola y degollarlo. Un tribunal de El Cairo redujo algo después la pena. También la atrocidad fue grabada y difundida por las redes. Semanas antes, una perra a la que alguien arrojó ácido salvó la vida por los pelos y en mayo de ese mismo año, se supo de una hembra y sus cachorros asesinados a golpes de garrote remachado con clavos. Lo que indignó a la gente en un país donde se asesinan millares de perros cada año no fue la muerte de los animales, sino el modo completamente sádico en el que se ensañaron con las criaturas. El hecho de que exhibieran sus actos de barbarie aún los hizo más obscenos.

Con certeza, la policía y los jueces no hubieran intervenido si las muertes de Alex y el perro de la calle Al Jaima no hubieran sido registradas y posteriormente divulgadas, levantando una densa polvareda de ira internacional que apuntaba, en efecto, hacia los bárbaros que habían martirizado a los animales, pero también hacia el Gobierno y la sociedad que toleraban actos semejantes y hacia las instituciones islámicas que les venían dando amparo con indulgentes fatwas que sirven de coartadas para esos actos de crueldad. Con el Islam no se bromea en los países de la Sharia. Una poeta llamada Fatima Naoot fue condenada a tres años de cárcel en 2016 por ofensas a la religión tras criticar en Facebook el asesinato de animales durante el Eid o Festival del sacrificio.

La manera en que cada día se asesinan estos perros sin hogar egipcios es tan atroz que las protectoras de animales se niegan a menudo a divulgar algunas de las fotos con las que los turistas llenan sus buzones de correo. "No todos los egipcios somos unos brutos ignorantes ni actuamos de ese modo", nos dice un funcionario en un salón de té situado junto al Ramses Hilton. Es cierto. A menos de cien metros de nosotros, un par de muchachos dan de comer a unos cachorros acurrucados bajo la carcasa de un viejo automóvil mientras dos bandas rivales de canes se enfrentan por el territorio ante la mirada indolente del resto de los clientes del salón. A los fumadores de narguile les intriga más nuestro interés que la trifulca de los perros y sus intentos por intimidar a sus adversarios. Lo que se halla en disputa es la basura de un mercadillo popular que alguien desparramó entre los escombros.

Su aniquilación masiva ha provocado el retorno de los lobos, las hienas o plagas de víboras
Hay quince millones de perros callejeros en Egipto y resulta de algún modo fascinante ver el modo en que han hallado su nicho en la metrópolis como basureros carroñeros. Están por todas partes, a millares. Hay jaurías pajareando en los aledaños de la esfinge de Gizeh y en los barrios residenciales de las clases más acomodadas, exactamente igual que en esos asentamientos informales de chabolas a los que los egipcios llaman "ashwiyats" y donde viven dos tercios de los parias.

Se podría decir que están por debajo de los humanos en la cabeza trófica, pero por encima de las ratas, cuyas poblaciones mantienen a menudo bajo control. En algunas zonas del desierto, su aniquilación masiva ha provocado el retorno de los lobos, las hienas o verdaderas plagas de víboras cornudas (Cerastes cerastes).

Siempre han estado allí hasta donde alcanza la memoria histórica. Es muy probable que fueran ya domesticados en las eras predinásticas del Antiguo Egipto. Lo que es seguro es que, al igual que los gatos, se hallaban bien considerados en los tiempos de los faraones, mucho antes de que el Ejército de Alá extendiera sus prejuicios por el norte de África. Algunos egipcios de la Antigüedad hacían mención a sus canes en los textos mortuorios, lo que demuestra la intensidad del vínculo con los humanos que se había creado.

Tampoco es la primera vez en que la disparatada densidad de población canina de Egipto les hace colisionar con los primates. En uno de sus libros, Juan Cole explica que las tropas francesas de Napoleón llegaron a sentirse tan exasperadas por los ladridos nocturnos de las jaurías que un comandante en jefe ordenó su ejecución en masa, lo que le tomó a la soldadesca dos noches enteras. La decisión no solo fue cruel, sino absolutamente estúpida, porque la masacre privó a El Cairo de sus más diligentes basureros y llenó de cadáveres en putrefacción las calles de la gran ciudad, lo que las tornó aún más insalubres.

Los asesinatos en masa no han cesado desde entonces y aunque son muchas las ciudades y las gobernaciones que han ensayado diferentes variantes de la solución final canina, la población de perros continúa aumentando. Ni es final, ni es solución. El problema, colosal, no ha dejado de crecer. En Egipto hay un perro callejero por cada siete humanos, lo que a su vez ha provocado -nadie duda acerca de ello- una verdadera crisis que amenaza la salud pública y, eventualmente, la seguridad de las personas.

Que el grueso de los perros no muestren habitualmente conductas agresivas no significa en ningún caso que no puedan actuar de un modo violento, especialmente cuando se les hostiga o sufren alguna clase de trastorno de conducta provocado por la rabia. Al igual que en América Latina, esa variante canina de la encefalitis viral es endémica en Egipto, aunque la verdadera extensión de la enfermedad es exagerada de forma deliberada para reforzar los prejuicios religiosos que estigmatizan a los cánidos. Ni en el Islam ni en el judaísmo rabínico se les tiene en gran estima.

En Egipto hay un perro callejero por cada siete humanos

Estos animales son, de forma simultánea, las víctimas de brutales campañas de exterminio y el origen de un problema singular de superpoblación. En Egipto viven la mitad de perros callejeros que en la India, pero su población humana es de una treceava parte. Uno de cada catorce perros sin hogar del mundo habitan junto al río Nilo. No es, como acostumbra a convenirse, una bomba de relojería, porque el artefacto ya ha estallado.

Un funcionario del Ministerio de Sanidad citado por el Egypt Independent aseguraba hace dos meses que su departamento registró 482.200 casos de mordeduras de animales tan solo en 2018, y 303.000 de ellos se atribuían a los canes. Durante ese mismo año, se produjeron 32 casos de contagio de rabia, frente a los 65 del año precedente. Entre 2014 y 2017, un millón trescientas mil personas fueron mordidas en Egipto, y 231 de ellas fallecieron, como consecuencia de ello.

Son muchos los egipcios que dicen sentirse intimidados o simplemente repelidos por los perros así que las autoridades del país han respondido organizando campañas masivas de exterminio. Los abaten a disparos o, más frecuentemente, mediante el uso de venenos como la citrinina -una micotoxina- o, lo que es peor, mediante estricnina, importada de manera ilegal y sembrada a menudo sin control en el interior de cebos que se arrojan en los parques y otros espacios públicos. Niños, basureros, jardineros han terminado envenenados. Son la víctimas colaterales del canicidio egipcio.

En 2017, la Prensa local informó de que al menos 17.000 perros callejeros fueron fulminados de ese modo en el sur de El Cairo, en respuesta a las denuncias de molestias del vecindario de Beni Sueif. Los vídeos de los funcionarios del gobierno descerrajando cartuchazos de postas a sangre fría a confiados animales o de los canes agonizantes sufriendo convulsiones sobre las aceras y destrozados por el dolor en sus postreros estertores incendiaron las redes europeas. Ese mismo año, la Gobernación del Mar Rojo ofrecía cerca de seis euros por capturar cinco perros callejeros y llevarlos a la autoridad veterinaria para ser exterminados. Los propios funcionarios dieron alas de esta forma a la barbarie.

Un año después, en octubre de 2018, el Ministerio de Agricultura puso en marcha un plan sistemático de exterminio para desembarazarse de los perros con veneno. Las autoridades veterinarias argumentaban que el Estado no podía permitirse los 32 dólares por perro en los que estimaba el coste de implementar un plan basado en un protocolo "más civilizado" de actuación. Esto es, capturar, esterilizar, vacunar y volver a liberar. Envenenar a un animal apenas cuesta algunos céntimos.

Es un problema que se percibe como casi irresoluble en un país paupérrimo y ultracorrupto, regido por una dictadura que, al igual que el Gobierno precedente, es incapaz siquiera de disimular las formas más obscenas de miseria humana. El PIB per capita de un egipcio es de apenas 2.200 euros y se necesitarían al menos 435 millones para aplicar el protocolo de esterilización por el que abogan las protectoras europeas y locales. ¿De dónde va a salir ese dinero? De la manga de políticos corruptos que dirigen el país no parece muy probable y los occidentales son más proclives a indignarse en las redes y a insertar emoticonos que a donar dinero a las organizaciones que trabajan sobre el terreno.

Tras los perros, las serpientes

Así las cosas, tal solo en Albehera, cerca de Alejandría, se asesinaron 18.000 perros, lo que allanó el camino al retorno de las serpientes. Otros 14.000 murieron en los aledaños de la ciudad de Janka. La lista de caídos para "limpiar las calles" es casi tan escabrosamente extensa como indecentes son las fotos que documentaron sus asesinatos. Aquí y allá, la prensa local glosaba las cifras de los animales chapucera y brutalmente aniquilados mediante todos los procedimientos y todos los venenos –legales o no– a su alcance. Sulfatos, estricnina, disparos de cartuchos... Pero la población de canes no ha dejado de crecer.

Una perra acostumbra a traer al mundo dos veces al año una camada de entre seis y diez cachorros. Una y otra vez las protectoras egipcias de animales han tratado sin éxito de persuadir a las autoridades de que asesinar los animales no reduciría la población de perros. El resultado de décadas de planes de exterminio es ninguno. Su número no ha dejado nunca de crecer. El dinero. Ese siempre es el problema. ¿Quién pagaría la factura?

Así que mientras se debatía acerca del procedimiento más viable y apropiado para acabar con la superpoblación de perros, a una diputada egipcia se le ocurrió una idea genial: capturarlos y venderlos como carne a los surcoreanos o los chinos. A la parlamentaria Margaret Azed le cuadraban las cuentas. Le parecía mucho más piadoso concentrarlos en granjas y engordarlos, para después sacrificarlos y vendérselos a los asiáticos a razón de 25 céntimos de euro por perro que dejarlos malvivir entre las basuras de los "ashwiyats" de El Cairo o Alejandría o en las márgenes de las aldeas del desierto.

Además -argumentaba-, el erario público egipcio podría obtener de esta manera una nada desdeñable nueva fuente de divisas. La propuesta hubiera parecido una simple extravagancia. Pero es obvio que la alternativa fue, cuando menos, seriamente considerada y contestada. El Middle East Eye llegó a acusar al Gobierno del país de aprobar una licencia para exportar a Asia 2.400 gatos y 1.700 perros. Un portavoz del Ministerio de Agricultura lo desmintió de manera inmediata el 28 de noviembre de 2018, claro que es complicado, por no decir que imposible, averiguar qué hay de cierto en un país sujeto a una férrea censura donde sus gobernantes acaban siempre encenagados en desmentidos y contradicciones. Azed no fue la única parlamentaria que propuso vender la carne de los perros. Un alto funcionario de la Autoridad Veterinaria, Jaled Fouda, propuso venderlos a los filipinos. Como a las tropas de Napoleón, le irritaban los ladridos nocturnos de las jaurías.

Frente a ese estado de opinión, y frente a la miseria moral de las alternativas que son capaces de parir algunos funcionarios egipcios, se han fortalecido durante los últimos años algunas asociaciones protectoras de animales que abogan por los perros, claro que su importancia y su capacidad para influir en la sociedad es insignificante cuando se las compara, por ejemplo, con la Casa de las Fatuas, un organismo presidido por el gran muftí de Egipto que, siguiendo las órdenes de Dios, se pronuncia acerca de qué es no correcto, con arreglo a la ley islámica.

En 2007, ésta llegó a emitir un pronunciamiento en el que afirmaba que era legítimo matar a los perros cuando dañan a la gente. En su definición de 'daños' se incluía la intimidación mediante ladridos, así que, definitivamente, era un cheque en blanco de Mahoma para empujar el canicidio. Acabar con ellos era, a su juicio, la opción más adecuada, en oposición a quienes alentaban las adopciones o cualquier otra manifestación de la piedad humana. La avalancha de críticas internacionales adquirió tal relevancia que, con el paso de los años, han rebajado el tono, y ahora ponen el acento en la misericordia de Alá. En septiembre del pasado año, una fatua aseguraba que la caridad hacia las criaturas es el principio básico y enviar a los perros a los refugios o adoptarlos, la solución que tendría que ser prioritariamente considerada. Su saliva sigue siendo sucia y contaminante.

Y en Egipto, entre tanto, se continúa matando perros a cañonazos. Se discute, por ejemplo, acerca de un modo de diezmarlos, cuando nadie ha sido capaz hasta la fecha ni siquiera de resolver el problema de la basura que se acumula por las calles, su principal fuente de sustento, y el caldo primordial de los vectores que provocan las enfermedades. El código penal contempla penas de prisión para los maltratadores de animales, pero no define ese maltrato, ni considera las campañas de exterminio dignas de inclusión en el listado de barbaries. Claro que, ¿por qué habría de respetar a los perros callejeros un Gobierno que no respeta ni a los niños?

Glosario manchego

Un curioso glosario manchego, aunque insuficiente, pues no usa demasiada bibliografía.

https://glosariomanchego.wordpress.com/

sábado, 23 de mayo de 2020

Discurso del gran jefe indio Seattle, 1855

El Gran Jefe Blanco de Washington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Washington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, la gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un salvaje y no comprendo.

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.

Frases de San Francisco

Una de las personas más admirables que ha habido es San Francisco de Asís, el poeta que predicaba a los animales, los astros y los cuatro elementos. Siempre saludaba con la frase " paz y bien" . Aquí hay una selección de algunos de sus profundos pensamientos:

Toda la oscuridad en el mundo no puede apagar una simple vela

Comienza haciendo lo necesario, luego haz lo posible y de repente estarás haciendo lo imposible.

Donde hay caridad y sabiduría no hay temor ni ignorancia

El que trabaja con sus manos es un trabajador; el que trabaja con sus manos y su cabeza es un artesano; el que trabaja con sus manos, su cabeza y su corazón es un artista.

Luchemos por alcanzar la serenidad de aceptar las cosas inevitables, el valor de cambiar las cosas que podamos y la sabiduría para poder distinguir unas de otras.

Los animales son mis amigos, y yo no me como a mis amigos

Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco

Nada  nos llevaremos de aquí  excepto  lo que demos a los demás

Dibujos animados

Mis personajes de dibujos animados más queridos:

Daria Morgendorffer
Wile E. Coyote
Sinosuke Nohara
Bugs Bunny
Las supernenas
La pantera rosa
El gato andaluz Jinks
Silvestre y Piolín
Félix el Gato
Snoopy
Bryan, el perro antropomorfo
Bob Esponja
Mazinger Z


jueves, 21 de mayo de 2020

Citas de Edgar Allan Poe

Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño

Porque la tortuga tiene los pies seguros, ¿es esta una razón para cortar las alas al águila?
Todas las obras de arte deben empezar por el final

Es dudoso que el género humano logre crear un enigma que el mismo ingenio humano no resuelva

No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más inteligente, de lo que lo fuera hace 6000 años

Nunca sufrir sería equivalente a nunca haber sido feliz.

Los que sueñan despiertos son conscientes de mil cosas que escapan de los que solo sueñan dormidos.

Nunca pude hacer sonar mi corazón al mismo tono
y, si algo he amado, lo he amado solo (Alone).

La música, cuando se combina con una idea placentera, es poesía; la música sin la idea es simplemente música; la idea sin la música es la prosa desde su misma definición.

La obra es la tragedia , "Hombre", y su héroe, el Gusano Conquistador .

Los límites que dividen la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, vagos y vagos. ¿Quién dirá dónde termina uno y dónde comienza el otro?

Por una ruta oscura y solitaria,
perseguido solo por ángeles enfermos,
donde un Ídolo llamado Noche
en un trono negro reina alzado,
he llegado a estas tierras pero recientemente
desde una tenue última Thule,
desde un clima salvaje y extraño que yace, sublime,
fuera del espacio, fuera del tiempo.

Si puedes ser amada,
deja que tu corazón de su camino hoy no se aparte
siendo todo lo que ahora eres,
no siendo  lo que no eres.
Entonces, con el mundo, tus gentiles maneras,
tu gracia, tu más que belleza,
será tema interminable de alabanza
y el amor, un simple deber.

No crea nada de lo que oye, y solo la mitad de lo que ve (El sistema del doctor Tarr y del profesor Fether)

Sostengo que no existe un poema largo. Sostengo que la frase, "un poema largo", es simplemente una plena contradicción en términos. Apenas necesito observar que un poema merece su título solo en la medida en que excita, al elevar el alma. El valor del poema está en la proporción de esta elevación emotiva. Pero todas las emociones son, a través de una necesidad psíquica, transitorias. Ese grado de emoción que daría derecho a un poema a ser llamado así, no puede sostenerse a lo largo de una composición muy dilatada y extensa.


miércoles, 20 de mayo de 2020

Vicente Sabariegos

Vicente Sabariegos (Piedrabuena, 1810 - Deleitosa, 1873), fue, según el jurisconsulto Nicolás María Serrano, carlista como él, un abogado y pintor guerrillero en la I.ª, la II.ª y la III.ª guerras carlistas.

Hijo legítimo del Licenciado Don Eusebio Sabariegos, natural de Ciudad Real, y de Doña Josefa Sánchez, su mujer natural de Piedrabuena. Fue bautizado ahí. Se casó con la hija única de Manuel Adame, el Locho, en cuya partida estuvo. Anduvo en el exilio por Europa (Francia, Portugal), donde sus cuadros eran bastante solicitados, siempre según las noticias recogidas de la prensa por Serrano en su historia de las guerras carlistas. A fines de julio de 1869 levantó una partida carlista de campesinos y menestrales contra los acaparadores en las ciudades, los desamortizadores absentistas del campo, contra los usurpadores del patrimonio comunal municipal y para restablecer el poder económico de la Iglesia. Tuvo una refriega en los baños de Fuensanta contra la Guardia Civil. En la noche del 23 al 24, siendo brigadier de las tropas legitimistas y con el mando militar de La Mancha, junto con el coronel Joaquín Tercero se sublevaron en las afueras de Ciudad Real con un centenar de hombres, algunos veteranos de la primera guerra. Pero cayó en combate en Extremadura y allí está sepultado. Su nombre está escrito en el palazzo veneciano del rey que juró servir.

Así dice el DBE:

Sabariegos Sánchez, Vicente. Piedrabuena de Calatrava (Ciudad Real), 19.IV.1810 – Deleitosa (Cáceres), 6.XI.1873. Guerrillero y general carlista.

Era yerno de Manuel Adame, El locho, a cuyas órdenes se lanzó a la campaña carlista de 1833, y al que acompañó en su retirada a Portugal, donde se unieron a don Carlos. A principios de junio de 1834 su nombre aparece, con el grado de teniente coronel, en la lista de oficiales que embarcan con don Carlos hacia Inglaterra. De allí pasó al Norte, formando parte del escuadrón de la Legitimidad.

En algún momento de la campaña, y muy posiblemente debido a su participación en una de las expediciones que salieron del Norte, Sabariegos se volvió a incorporar a las partidas de su tierra natal, donde estuvo al frente del escuadrón de Tiradores de la Mancha. No aceptó el Convenio de Vergara y se retiró a Francia con las tropas de Cabrera. Tras una breve estancia en Bourges, donde residía don Carlos, Sabariegos se estableció en Portugal, desde donde penetró en España en 1848, durante la Segunda Guerra Carlista. Subordinado del brigadier Peco, este le encargó establecer la guerra en la provincia de Ciudad Real, pero herido en un encuentro tuvo que regresar pronto al país vecino. Allí residió hasta 1858, en que volvió a España, y tras la revolución de septiembre se puso a las órdenes de Carlos (VII), que le nombró mariscal de campo.

Nombrado comandante general de Ciudad Real, se sublevó en las proximidades de la capital de la provincia en la noche del 23 al 24 de julio, reuniendo inicialmente en torno a un centenar de hombres, con los que sorprendió al pequeño destacamento de la guardia civil de Picón, al que hizo prisionero, pero poco más tarde era batido en las proximidades de Piedrabuena. Derrotado y preso a mediados de agosto el general Polo, jefe del alzamiento, Sabariegos trató aún de mantenerse en campaña, pero se vio obligado a refugiarse en Portugal a principios de septiembre.
No tuvo más suerte en su intento de establecer la guerra en Extremadura en abril de 1872, coincidiendo con el gran alzamiento carlista que dio comienzo a la Tercera Guerra. Nombrado comandante general de Galicia a principios de 1873 se trasladó a su nuevo campo de operaciones, siendo derrotado nada más comenzar la campaña en la Sierra de San Mamed, por lo que optó por situarse sobre la frontera hasta que a principios de mayo lanzó a una nueva correría, ocupando Ginzo de Limia al frente de sesenta hombres, pero siendo batido el 12 en el puerto de Barrozos y obligado a refugiarse en Portugal.

En septiembre de 1873 Carlos (VII) le confirió el mando de las provincias de Ciudad Real, Toledo, Badajoz y Cáceres, y en menos de un mes consiguió reunir cuatrocientos diez jinetes y cuarenta infantes, con los que mantuvo varios encuentros favorables con las tropas liberales, consiguiendo entrar en Urda, Fernán-Caballero, Herrera del Duque y Guadalupe. El 6 de noviembre derrotó en Retamosa a una columna de ciento cincuenta guardias civiles, pero falleció en el combate, siendo enterrado en la vecina localidad de Deleitosa.

Bibl.: F. de P. Oller, Álbum de personajes carlistas con sus biografías, t. III, Barcelona, La Propaganda Catalana, 1890, págs. 120-124.

Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera

Así dice la Wikipedia:


Vicente Sabariegos Sánchez (Piedrabuena, 19 de abril de 1810 - Retamosa, 6 de noviembre de 1873) fue un militar español que intervino en las tres guerras carlistas, apoyando en todas ellas al bando carlista.

Biografía

Nació en Piedrabuena el 19 de abril de 1810.1​nota 1​ Estudió en Ciudad Real Filosofía y Bellas Artes. Contrajo matrimonio con la única hija del coronel carlista Manuel Adame Locho. Formando parte de la partida de su suegro, participó en la Primera Guerra Carlista llegando a obtener el grado de coronel mayor del Regimiento de Tiradores de la Mancha.1​ Con el citado regimiento formó parte sucesivamente de los ejércitos del Norte, de la Mancha, y de Aragón y Valencia. A pesar de la capitulación de las tropas carlistas del Norte en el Convenio de Vergara, continuó la lucha en las filas del general Ramón Cabrera con cuyos batallones se retiró a Francia en mayo de 1840.

Exiliado en Londres, frecuentó los círculos del pretendiente Carlos VI, quien al comienzo de la Segunda Guerra Carlista le ascendió a brigadier y lo nombró comandante general de la Mancha. A partir de 1847 hasta finalizar el conflicto en 1848 organizó las partidas guerrilleras en ese territorio hasta que tuvo que entrar derrotado en Portugal en 1848. Por sus méritos le fue concedida la Gran Cruz de Isabel la Católica.

En 1869 se alzó en La Mancha por el nuevo pretendiente, Carlos de Borbón y Austria-Este, pero debido al fracaso de la insurrección general, la partida se disolvió pronto, logrando escapar Sabariegos.3​ En 1872, al comienzo de la Tercera Guerra Carlista, se levantaría de nuevo, siendo nombrado por Don Carlos comandante de las provincias de Extremadura. Más tarde organizó y dirigió la rebelión en Galicia y finalmente volvió a hacerse cargo de los batallones extremeños, manchegos y andaluces. Recibió la orden del cuartel real de impedir el reclutamiento de tropas que había acordado el gobierno republicano para enviarlas a sofocar el Cantón de Cartagena y la rebelión carlista. Tras recorrer las provincias de Ciudad Real, Badajoz, y el norte de las provincias de Sevilla y de Huelva volvió al norte de Cáceres donde en un encuentro con una compañía de la Guardia Civil en las cercanías de la aldea de Retamosa, en la provincia de Cáceres, resultó muerto el 6 de octubre de 1873. Su cuerpo está enterrado en la cercana población de Deleitosa.2​ Fue sustituido en el mando por José Díez de la Cortina y Cerrato.4​

Notas

 La Ilustración Española y Americana sitúa su nacimiento en Portugal, donde habrían estado exiliados sus padres durante la Guerra de Independencia Española.2​

Referencias

 Ayuntamiento de Piedrabuena

 Martínez de Velasco, Eusebio (24 de noviembre de 1873). «El jefe carlista don Vicente Sabariegos». La Ilustración Española y Americana: 707.

 «Tradicionalismo». Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. Tomo 63 (Espasa-Calpe). 1928. p. 474.

 B. de Artagán (1918). Príncipe heroico y soldados leales. Biblioteca de "La Bandera Regional". p. 120.