Mostrando entradas con la etiqueta Economía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Economía. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de junio de 2017

Aunque la prensa diga otra cosa, 7 de cada 10 hogares no percibe la recuperación económica

"Siete de cada diez hogares no percibe los efectos de la recuperación económica. Cáritas alerta de que no es igual crecimiento que desarrollo", Huffington Post,  22/06/2017:

El 70 % de los hogares no perciben que les hayan llegado los efectos de la recuperación económica y, en el caso de los que están por debajo del nivel de la pobreza -los que sufrieron más la crisis-, nueve de cada diez no experimenta que esta nueva coyuntura haya mejorado sus condiciones de vida.

Esta es una de las principales conclusiones del informe Análisis y perspectivas 2017. Desprotección social y estrategias familiares, de la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), que ha presentado hoy Cáritas.

"No podemos decir que estamos en una situación donde el crecimiento económico ha llegado a las familias y, especialmente, no les ha llegado a las más pobres. Hemos empobrecido la pobreza", ha recalcado el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora.

Hemos empobrecido la pobreza (Sebastián Mora, Cáritas)

El informe demuestra, según Mora, que crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo social, ya que por sí solo "nunca ha evitado ni nunca evitará la pobreza", y ha considerado que "cuando algunos políticos dicen que la mejor política social es el crecimiento económico no están diciendo la verdad".

RED DE SEGURIDAD DE LOS HOGARES

A través de 17 indicadores se ha medido la denominada "red de seguridad" de los hogares, es decir, su capacidad para afrontar situaciones adversas futuras.

Y la encuesta -realizada en el primer trimestre de este año a más de 1.300 hogares de las 17 comunidades autónomas- revela que ese colchón es peor ahora para la mitad de las familias (50,1 %), especialmente en lo que se refiere a la capacidad de ahorrar (el 60 % viven sin tener nada ahorrado o con un nivel tan pequeño que no podrían resistir más de uno o dos meses).

Los hogares con mayor debilidad son los que tienen menores entre sus miembros (68 %), familias monoparentales (62 %) y las familias numerosas (81 %) y también aquellos en el que el principal sustentador es joven, tiene estudios secundarios o es extranjero.

NADA VA A CAMBIAR

El director técnico de Foessa, Francisco Lorenzo, ha alertado del riesgo que tenemos como sociedad de acostumbrarnos a la precariedad y "pensar que nada va a cambiar", tal y como refleja el hecho de el 47,1 % de los encuestados cree que dentro de cinco años estará igual y un 26 % cree que su situación empeorará.

En el mismo sentido, Mora ha lamentado que la situación de los hogares en pobreza y exclusión no sean noticia y ha advertido de que "lo hemos naturalizado, nos parece normal que esto pase; somos una sociedad que hemos bajado los brazos y hemos normalizado que la gente lo pase mal y que atentar contra los derechos humanos sea algo pragmático y necesario".

Hemos normalizado que la gente lo pase mal.

La desconfianza en la participación social y política es otro de los aspectos que también refleja la encuesta y son precisamente los sectores más vulnerables los que perciben en mayor medida que no es útil para mejorar sus condiciones de vida: para el 75 % votar no sirve, para el 56,9 % asociarse y para el 61,2 % la movilización tampoco.

El informe constata que casi el 58 % de los hogares aseguran que a la hora de necesitar ayuda la reciben con más intensidad de entidades sociales como Cáritas o Cruz Roja que de los servicios sociales de ayuntamientos, comunidades o Gobierno central.

Además, los hogares con mayores recursos y capacidades cuentan con mejores apoyos institucionales. "Esta es la paradoja de la pobreza: cuánto más pobre eres, menos atención mereces", ha denunciado Mora.

Paradoja de la pobreza: cuánto más pobre eres, menos atención mereces.

La familia y los amigos siguen siendo uno de los principales apoyos cuando se están pasando dificultades. Así lo perciben siete de cada diez hogares.

En el caso de los que están por debajo del umbral de la pobreza, solo la mitad de ellos contarían con familia y amigos que respondieran ante la necesidad de ayuda. Y, a mayor nivel de estudios, es más probable prestar y que te presten apoyo.

ESTRATEGIAS

Entre las estrategias adoptadas por las familias para hacer frente a las dificultades, un 70 % ha reducido el consumo de energía y un 40 % ha aceptado empleos mal pagados o sin contrato.

En más de un millón y medio de familias se ha producido la vuelta a casa de algún hijo que no podía mantenerse independiente.

'Se ha logrado parar la extensión de la pobreza, pero la intensidad y la cronicidad de la misma se han intensificado', ha concluido el secretario general de Cáritas.

martes, 20 de junio de 2017

La educación que piden los empresarios

I (Los comentarios críticos de los lectores, más abajo)

Olga R. San Martín, "EDUCACIÓN. Las reformas que nos quedan por hacer. Así es la educación que piden los empresarios", El Mundo, 20 - VI- 2017:

La CEOE denuncia que el actual sistema educativo español "no está preparado" para responder a los retos de la globalización.

«El sistema educativo español, en sus niveles tanto universitarios como no universitarios, no está suficientemente preparado en el momento presente para asumir con posibilidades de éxito los desafíos del futuro». Lo advierten con contundencia los empresarios, que no ven que en las aulas se esté respondiendo adecuadamente al proceso acelerado de cambios sobre el que se asienta la llamada cuarta revolución industrial. La CEOE suele ser muy discreta al hacer valoraciones educativas, pero esta vez ha roto su silencio para desgranar en un libro los males que, en su opinión, acechan a la escuela y a la universidad. Cinco son los grandes déficits que señalan: la «mediocridad» de los resultados; la «ineficiencia» del gasto educativo; la «brecha» entre la formación y empleo; la «lentitud» de la respuesta política, y las «deficiencias» de las leyes. La educación importa. El libro blanco de los empresarios españoles se hizo público hace unos días con la intención no tanto de criticar, como de aportar soluciones. La patronal plantea 10 cambios que, asegura, corregirán los citados déficits: 

1. FORTALECER AL DOCENTE

En España, un profesor bueno, por mucho que le ponga empeño, gana lo mismo que uno malo. El salario inicial no está mal en relación al de otros países de la OCDE, pero al final de su carrera gana prácticamente lo mismo que al empezar. No hay recompensas a quien se esfuerza y por eso están desmotivados. Los mejores abandonan ante otras ofertas más atractivas. La patronal propone establecer un sistema de incentivos tanto retributivos como de promoción vinculado a la rendición de cuentas. También plantea instaurar un MIR similar al de los médicos, una idea que aprueban todos los partidos. Lo explica Francisco López Rupérez, ex presidente del Consejo Escolar del Estado y director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela: «Con este tipo de reforma se lograría añadir eficiencia a los procesos, al hacer que la selección fuera previa a la formación de posgrado y no al contrario, como sucede; incrementaría la calidad de los profesionales, tanto del sector público como del privado; y contribuiría a fortalecer la profesión».

 2. «MODERNIZAR» EL CURRÍCULO El plan de estudios diseñado por el PP en su Lomce es «exagerado» en su «grado de detalle» y está anticuado, dice la CEOE. Se necesita una «modernización» y «reducir» sus contenidos, de modo que tengan más presencia las enseñanzas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el emprendimiento o la robótica, recuperando el peso que han perdido las Humanidades en los últimos años y potenciando la enseñanza del inglés. 

3. MÁS AUTONOMÍA A LOS CENTROS

España es el quinto país con menos autonomía escolar, dice la OCDE, que ha comprobado que los resultados de los alumnos mejoran si se deja que las escuelas tengan margen para tomar sus propias decisiones. La Lomce, en teoría, iba a dar más autonomía, pero no ha sido así. Los empresarios plantean repararlo y, de paso, profesionalizar el liderazgo de los directores.

4. AYUDA A LA PRIVADA 

La patronal defiende el derecho de los padres a llevar a sus hijos a colegios de su elección, recogido en el artículo 27 de la Constitución. Para ello propone actualizar el sistema de conciertos, aplicar el bono escolar en el primer ciclo de Infantil (de cero a tres años) e introducir la desgravación fiscal para aquellas familias que quieran ir a centros privados en las etapas obligatorias (de seis a 16 años). «Estas familias están siendo discriminadas en el ejercicio de un derecho fundamental -el de la libre elección de centro-, pues para hacerlo posible han de pagar por duplicado ese servicio esencial: a través del recibo del colegio y mediante sus impuestos», argumenta. 

5. EVALUAR

El Gobierno ha paralizado las reválidas tal y como las concibió inicialmente, pero los empresarios insisten en que hay que evaluar porque «lo que no se evalúa se devalúa». Para ello plantean una prueba en Primaria y otra en la ESO, sin valor académico, pero que sirvan de diagnóstico. Debe tener un carácter censal y homogéneo en todas las autonomías, porque si no, no se puede comparar, advierten tirando de las orejas al ministro Íñigo Méndez de Vigo, que ha puesto unas reválidas light que en cada región se hacen de una forma. «España es uno de los pocos países de nuestro entorno que no cuenta con un sistema organizado de evaluaciones», explica Xavier Gisbert, presidente de la asociación Enseñanza Bilingüe. «Las evaluaciones nacionales externas tienen la gran ventaja de fijar unos estándares comunes, homogeneizar el sistema educativo y disminuir las diferencias territoriales». Gisbert, que fue director general de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación durante el Gobierno del PP, lamenta que «la Lomce haya desperdiciado una ocasión de oro» para establecer estas pruebas. 

6. MÁS RELACIÓN CON LA EMPRESA

La CEOE reclama que el empresariado tenga más protagonismo en la gobernanza ejecutiva de la formación, hasta el punto de que pueda participar en la definición de los currículos de grado y posgrado.

7. MÁS INNOVACIÓN

El libro recuerda que España tiene un «retraso comparativo» en los indicadores relevantes para la economía del conocimiento. Quiere que tanto los alumnos como los profesores reciban la debida instrucción de las tecnologías digitales y se familiarice a los centros de los procesos de innovación que hayan sido efectivos.

8. MEJOR TRANSICIÓN AL EMPLEO

La OCDE denuncia «un retraso notable» en la implementación de la FP dual y advierte del «mayúsculo desajuste» que se observa entre oferta (por ejemplo, en Artes y Humanidades) y la demanda (en las ingenierías). Propone garantizar alternativas formativas para evitar el abandono escolar temprano(el segundo más alto de la UE), promover la «excelencia», crear un programa nacional de orientación profesional e impulsar la FP. 

9. MARCO COMÚN EN TODA ESPAÑA

No discuten el Estado de las Autonomías, donde la educación está transferida a las comunidades, pero sí plantean establecer un nuevo sistema de financiación autonómica vinculado a la calidad de los resultados que implique que aquellas comunidades con mejores notas puedan tener recursos adicionales.

10. UN ACUERDO SOCIAL Y POLÍTICO

Para que el pacto de Estado que se está negociando en las Cortes llegue a buen término, la patronal recomienda esquivar los enfoques ideológicos, asumir los consensos básicos ya establecidos y tomar en consideración las evidencias más sólidas disponibles.

II

El criterio de la CEOE sobre la educación se resume así: queremos unos asalariados con muchas habilidades y pocos conocimientos, a los que seguiremos pagando unos sueldos indignos. El modelo que le interesa a la CEOE es el asalariado-robot:Grandes habilidades para el trabajo, nulo pensamiento crítico.

Los empresarios quieren que el sistema educativo se transforme exclusivamente en una máquina de crear esclavillos para ellos, desde el trabajador de más bajo nivel hasta el ingeniero-esclavo fino. No les interesa la cultura general ni un ciudadano con criterio y que piense por sí mismos, solo consumidores compulsivos y trabajadores que dediquen toda su vida a "la empresa".

La educación en la escuela española es un despropósito, enseñar batallitas generales con sus suegras incluidas es de juzgado de guardia, es increíble la cantidad de información de cuestiones que jamas van a necesitar los chicos y es increíble que en el siglo 21 estemos igual, a los chicos no les enseña absolutamente nada sobre las herramientas que van a necesitar para defenderse en la vida, salen de la escuela sin saber nada de nada de lo que se le presenta cuando están fuera, no saben lo que es una factura, ni lo que son los intereses bancarios, ni como esta estructurado el estado, ni las mas minimas leyes importantes, ni de derechos ni obligaciones, ni que es una empresa donde tendrán que ganarse la vida, NADA DE NADA, YO PONDRIA UNA ASIGNATURA DE CULTURA GENERAL, OTRA DE MATEMATICAS Y LENGUA Y LO DEMAS SOLO CONOCIMIENTOS QUE VAYAN A NECESITAR

La inversión privada, que en España es inexistente o casi....Porque las empresas que invierten en I+D en España suelen ser delegaciones de empresas de otros países.

La izquierda española sigue atacascada en la Guerra de Clases y obsesionada con la Guerra Civilla. La LOGSE destruyó las generaciones de jóvenes españoles. No hay nada que hacer ya.

Estamos ante una nueva revolución industrial, pero hoy es tecnológica. En la primera con las máquinas de vapor y motores y en esta con los robots y tecnología, se consigue fabricar más con menos horas de trabajo. En la primera el Gran Capital, por temor a revoluciones, tuvo que permitir que se avanzase en conquistas sociales (8 horas, vacaciones pagadas, no trabajar los niños, etc.) repartiendo en parte los beneficios entre la masa obrera, en esta que vivimos ahora, el temor a las revoluciones no existe, se ha comprobado que dominando los medios de comunicación se puede adormecer al pueblo, con lo cual el Gran Capital (hoy *mercados*) va a degüello y lo beneficios del progreso no solo es para él, sino que se siente con fuerzas (por falta dela unidad de los trabajadores) para que se vuelvan a perder los beneficios logrados con tanta sangre, sudor y lágrimas. Lo único que me consuela es que si somos todos pobres, a ver a quien le venden sus productos? Continua

Claro que hay demasiados titulados, pero habría menos en paro si las empresas contrataran más para la I+D, cosa que en España, excepto las grandes empresas, no es práctica habitual. Por otra parte ¿como se decide quien va a FP y quién a la universidad? Esa es la cuestión.


No me gusta la CEOE. Sin embargo como el problema es, básicamente político, aplaudo que se quejen. Otros se han quejado antes. Pero va a ser muy difícil que se arregle en un país con las competencias educativas transferidas a la comunidades autónomas. Conviene pues que todo los estamentos manifiesten que este es un problema de primera magnitud.

Al igual que sucede en el resto de la sociedad, en la escuela el conocimiento se consume pero no se construye. Unas de las principales críticas que pueden hacerse a la educación actual es que es excesivamente académica y poco significativa para los que aprenden. Se teoriza mucho y se hace muy poco. No se da respuesta a preguntas del estilo ¿qué puedo hacer con lo que sé? o ¿qué necesito aprender para hacer tal cosa? http://www.otraspoliticas.com​/educacion​/el-movimiento-maker

Pues claro que la situación está fatal y hay un paro tremendo. No discuto eso. Estudiar FP no es garantía de nada pero siendo universitario creo hay más competencia todavía para conseguir algún trabajo acorde a lo que ha estudiado uno. Tú mismo me estás diciendo que esa persona que estudió biológicas no conseguía trabajo de lo suyo y que si consiguió trabajo, fue de prácticas en FP no? Si en vez de estudiar esa carrera hubiese estudiado directamente FP pues a lo mejor habría conseguido antes ese trabajo en prácticas en FP y le habría ido mejor. En todo caso le habrá servido para encantar trabajo en el extranjero. Cual es sino la alternativa, ser un nini?

Suena muy bonito eso que Vd. dice. Pero si algo observo en las nuevas generaciones es que no tienen capacidad crítica. Asumen un partido político, un medio de comunicación... y las ideas que allí lanzan, sin crítica. Sin crítica los jóvenes catalanes, por ejemplo, asumen esa historia inventada en los despachos, sin crítica los 15M asumen las ideas atrasadas de Podemos, sin crítica se asume a los liberales donde el mercado lo regula todo (menos su zona de confort, claro), sin crítica a las políticas pijiprogres que interfieren en la vida particular del individuo. Los peligros vienen de la CEOE, pero tb de sindicatos, partidos, grandes empresas supranacionales.... en fin. Si empleasen menos tiempo en series TV, en facebook, y en videojuegos quizás tuviesen la atención centrada en la reflexión y por tanto aumentaría la capacidad crítica. El pan y circo de toda la vida con formato digital.

viernes, 16 de junio de 2017

La banca ha robado a los españoles 27.344.000.000 de euros de rescate

I

César Urrutia, "El Banco de España da por perdido un 69% del dinero público que rescató a la banca", en El Mundo, 16-VI-2017:

El Banco de España avaló las "cuentas falsas" de Bankia, según los peritos.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez pide el archivo de su caso, porque no es "el Gran Hermano que lo ve todo". 

El Banco de España estima en 27.344 millones de euros el importe de las ayudas que los contribuyentes han destinado a la reestructuración del sistema financiero que no se podrán recuperar. Son, grosso modo, siete de cada 10 euros aportados a las antiguas cajas de ahorro, básicamente Bankia, Catalunya Banc, Novacaixagalicia y Banco de Valencia. Se trata del último cálculo -actualizado a diciembre de 2015- del supervisor en su Informe sobre la crisis financiera y bancaria en España, 2008-2014, un documento que pretende aportar como base a la comisión de investigación en el Congreso sobre la crisis financiera, el agujero y el rescate de las cajas de ahorro, un proceso que estalló hace ya casi una década y que sigue vivo en términos financieros, judiciales y, ahora, políticos.El organismo presidido por Luis María Linde será uno de los protagonistas de esta comisión. Su informe reconoce que en 2008 "no se anticipó una fase recesiva tan intensa" de la economía "ni sus detonantes" así como que las herramientas de política interna económica fueron "claramente insuficientes". El supervisor, presidido durante el periodo analizado por Jaime Caruana (2000-2006), Miguel Ángel Fernández Ordóñez (2006-2012) y Luis María Linde, señala en particular "la escasa implantación a escala internacional de esquemas de identificación temprana de riesgos financieros de carácter sistémico y de herramientas de política macroprudencial". Es el motivo con el que explica, en su opinión, las limitaciones del Banco de España a "un enfoque más prospectivo y eficiente en la prevención de la crisis a escala tanto global como nacional".Instrumento político, ruina económicaAsí, da a entender que por su naturaleza jurídica y la intervención política, las cajas de ahorro carecían de profesionalidad financiera en sus cúpulas. En los años previos a la crisis llegaron a multiplicar la concesión de créditos y superar a los bancos con políticas de riesgo casi nulas. Todo ello, con unos órganos de gobierno en los que las Comunidades Autónomas, con sus legislaciones específicas, las consideraban "un instrumento relevante de su actuación política y económica". Aún con sus herramientas, ¿Pudo hacer algo más el Banco de España para prevenir y atajar la crisis? El informe no lo dice claramente, aunque se inclina por un enfoque meramente "descriptivo". Sea como sea, el resultado ha sido una reestructuración que ha dejado sólo dos cajas de ahorro en pie con una factura viva. Según el supervisor, en términos netos, las ayudas a la banca ascienden hoy a un total de 60.613 millones de euros, aportados en su mayor parte (39.542 millones de euros) por fondos públicos y el resto (21.071 millones de euros), por el Fondo de Garantía de Depósitos que componen los bancos. Casi 10 años después del estallido de una crisis devastadora para la economía española, la conclusión del informe es que sus efectos están lejos de superarse y, según el supervisor, que no se pudo atajar desde las instituciones encargadas de velar por la estabilidad financiera a pesar de las señales que enviaba el sistema. Por el camino se quedaron centenares de miles de puestos de trabajo y decenas de miles de empresas en quiebra. El estudio del Banco de España se centra en la reestructuración de la banca y excluye de su cálculo cuestiones como las pérdidas sufridas por accionistas, preferentistas o tenedores de deuda, aunque sí señala que el rescate generó un aumento de deuda de 51.512 millones de euros. En total, de los 39.542 millones de euros de la parte pública para la reestructuración de las cajas, los contribuyentes sólo podrán salvar en el mejor de los casos 12.198 millones de euros, es decir, tres de cada 10 euros. Y hay que tener en cuenta que se trata de una foto fija: el importe recuperable puede aumentar por que las participaciones en Bankia y BMN se revaloricen. Pero lo mismo puede suceder con las garantías del Estado -Esquemas de Protección de Activos (EPA)- a los bancos compradores de cajas en problemas. La ejecución de estas obligaciones por parte de Banco Sabadell, CaixaBank o BBVA por la CAM, Banco de Valencia o Unnim respectivamente puede aumentar y encarecer en miles de millones el coste para las arcas públicas. Sareb, el banco malo creado para aislar y liquidar los peores activos de la banca, también implica riesgos para el patrimonio del Estado.

II

Íñigo de Barrón, "El papel del supervisor en la crisis. El Banco de España elude la autocrítica en su explicación sobre la crisis financiera. El informe que analiza el papel del supervisor entre 2000 y 2014 justifica que no se atajaran los problemas con antelación porque "los instrumentos eran insuficientes", en El País, 16-VI-2017:

Son 247 páginas con prolijas descripciones y datos de los hechos más importantes que han ocurrido desde el 2000 al 2014. Pero el llamado Informe sobre la crisis financiera y bancaria en España entre 2008-2014, realizado por el Banco de España y publicado hoy, pasa por encima de las críticas clásicas a la actuación supervisora que hacen referencia al retraso en actuar y la escasa profundidad de las reformas.

Los errores que admite se debieron a "la falta de instrumentos supervisores" y presenta numerosas justificaciones de la actuación del Banco de España, pese a que la intervención del supervisor fue por detrás de los acontecimientos y las medidas más decisivas llegaron desde Europa cuando se pidió el rescate. En resumen, se sostiene que no fue una crisis de cajas, sino de todo el sistema, pero las cajas fueron las más golpeadas por su estructura societaria, su mayor dedicación al ladrillo y fueron las que recibieron las ayudas públicas. También se mantiene el discurso que, de no haber sido por la segunda recesión de 2011, "que ningún organismo internacional supo prever y que desembocó en una crisis impredecible, la banca hubiera salido adelante".

El 21 de febrero pasado, la Comisión Ejecutiva del Banco de España acordó la elaboración de un informe detallado sobre la crisis financiera con especial atención a la actuación del supervisor en la misma. A raíz de un editorial de EL PAÍS, del 4 de febrero, sobre las necesidades de aclarar el papel de la inspección bancaria, Luis Linde, gobernador del Banco de España, publicó el 10 de febrero un artículo en este diario en el que afirmaba que "superada la crisis, es el momento de ofrecer una visión conjunta de cuál fue la actuación del Banco de España en el periodo 2008-2012". Se puso en marcha un análisis a fondo. Y pese a que Linde admitió que "quizá no se acertó siempre", en el informe presentado este viernes la autocrítica brilla por su ausencia. El encargado de coordinar y supervisar este documento ha sido el consejero Fernando Eguidazu, ex alto cargo con el PP.

Fuentes del Banco de España aclararon hoy que no se pretendía "hacer un juicio a la gestión de este organismo, sino un análisis descriptivo, un relato de los hechos sin valoraciones de esta crisis. No vamos a hacer un juicio porque nosotros somos parte y nos absolveríamos. Tiene un tono neutral para que juzgue el lector o los diputados cuando se inicie la comisión de investigación. Es el primer informe de estas características que se hace en Europa".

Existía gran expectación por saber cómo se explicaría los años previos a la explosión de la burbuja, entre 2000 y 2006, bajo el mandato del gobernador Jaime Caruana, cuando se cebó la bomba con el crédito creciendo a dos dígitos. Entre 2000 y 2007 los préstamos de las cajas subieron un 266% y los bancos un 182%. El punto álgido de la "burbuja especulativa", como la denomina el Informe, fue en 2005 cuando las cajas y bancos crecieron un 28% en crédito y su mayor parte, el 66%, estaba destinado al sector inmobiliario y constructor.

Fuentes del supervisor destacan que sí se critica esta época. El documento admite que hubo "excesivo crecimiento del crédito y elevada exposición al riesgo inmobiliario. El Banco de España desarrolló las denominadas "provisiones dinámicas", que anticipaban las provisiones aunque no hubiera problemas crediticios, pero "resultaron insuficientes".

Sí se afirma que el Banco de España "identificaba los problemas mencionados e incluía advertencias sobre la creciente vulnerabilidad" del endeudamiento de familias, sobrevaloración de la vivienda, concentración de riesgo de la banca y excesiva dependencia del endeudamiento exterior... Pero explica que se tomaran medidas específicas. Sí admite que "no se anticipó una fase recesiva tan intenta como la acaecida a partir de 2008".

En este apartado para atribuir responsabilidades, en ocasiones utiliza la expresión vaga como "los agentes económicos", que "tendieron a infravalorar la importancia de los desajustes". También señala que "la escasa apreciación del nivel de riesgos se hizo extensiva a la valoración de muchos activos financieros y la discriminación respecto a la calidad crediticia resultó claramente insuficiente", sin atribuir la deficiencia a ningún organismo.

Una de las justificaciones más habituales es la de falta de herramientas. "Los instrumentos supervisores que se habían desarrollado hasta entonces con un enfoque, sobre todo microprudencial –aun reforzado en el caso español con las provisiones contracíclicas, que contribuyeron a reducir el coste del ajuste-, resultaron insuficientes, evidenciándose las vulnerabilidades acumuladas”, admite el Informe.

A continuación, figura una de las críticas, también matizada, en forma de pregunta sin respuesta. “Puede plantearse la pregunta de si se podría haber actuado de forma más enérgica, promoviendo las modificaciones legales necesarias para establecer límites a la concentración de riesgos por sectores, a los niveles de apalancamiento o a las proporciones máximas entre el valor de los préstamos y la valoración de sus garantías (loan to value, LTV)". Y en la nota a pie de página sobre esta frase apunta: "Aunque no había habilitación legal para introducir dicho límite, se podría haber promovido su cambio".

Pero luego llega la justificación: "Como se ha indicado anteriormente, la implantación de este tipo de herramientas macroprudenciales no se contemplaba en la regulación internacional existente en aquel momento. Por otra parte, los niveles de solvencia y provisiones de las entidades, junto con la evolución de los mercados y las previsiones económicas, sustentaron la opinión de que, en general, las entidades podrían afrontar una corrección gradual de sus balances con los instrumentos disponibles y la normativa legal entonces en vigor".

Y se apunta lo bien que llegaron las cajas y bancos españoles a la crisis internacional. "De hecho, el nivel de solvencia y de provisiones existentes facilitó que, en general, las entidades españolas soportaran mejor que las de otros países el primer envite de la crisis, pero evidentemente, en algunos casos, fueron claramente insuficientes para soportar la doble recesión que finalmente se produjo”.

Apunta al Gobierno de Zapatero

En el capítulo de justificaciones, también destaca "la escasa implantación a escala internacional de esquemas de identificación temprana de riesgos financieros y herramientas de política macroprudencial, lo que limitó la anticipación en la prevención de la crisis a escala global y nacional".

El informe, en su análisis macroeconómico, apunta que "puede afirmarse que el tono de la política fiscal durante la etapa expansiva no fue lo suficientemente contracíclico. Como puso de relieve el fin de la burbuja inmobiliaria, la mejora de las cifras fiscales de 2006 y 2007 descansaba, en parte, en efectos cíciicos y en ingresos extraordinarios estrechamente ligados a la expansión del sector inmobiliario, mientras una parte importante del aumento del gasto público tenía un componente estructural".

En otras páginas del documento se dice que "la política fiscal en 2008 y 2009 respondió de forma expansiva. Se tomaron varias medidas por el lado del gasto como de los ingresos, al tiempo que se producía una significativa pérdida de la recaudación impositiva de los ingresos ligados al sector inmobiliario. El resultado fue un deterioro muy rápido de la posición financiera de las Administraciones Públicas que llegaron a un déficit del 11% en 2009". Fuentes del Banco de España recordaron que, en esta situación, el Estado no tenía capacidad para realizar una inyección de capital a las cajas con graves problemas, y el Fondo de Garantía de Depósitos tampoco contaba con recursos. 

Además de la descripción de numerosos hechos, cifras y publicaciones, en el resto del documento abundan las alabanzas a las provisiones anticíclicas, "gracias a las cuáles se han ahorrado 7.000 millones en ayudas públicas", apuntan en el supervisor, así como a la imposibilidad de que se sacaran del balance los productos estructurados (subprime), lo que frenó la llegada inicial de la crisis internacional.

También se destaca la reducción de capacidad con cierres de oficinas, la concentración del sector y la obligatoriedad que se estableció de realizar provisiones: 238.000 millones, un 23% del PIB, entre 2008-2012.

Pasa por encima de temas espinosos como los problemas contables de Bankia, el abrupto relevo del que fuera su presidente, Rodrigo Rato en mayo de 2012, "por es un tema sub júdice", los problemas económicos y de deuda pública que ha supuesto los 40.000 millones de ayudas al sector, el control de Europa tras la petición del rescate, el descontrol de las tasadoras al inicio de la crisis, la permisividad con el mal gobierno corporativo de las cajas durante muchos años... Para terminar con un balance positivo de la situación en 2014. El optimista Informe resulta más chocante porque se publica en mitad de la crisis del Banco Popular y con la absorción de BMN por parte de Bankia ante la imposibilidad de continuar solo.

LO PERDIDO EN LA CRISIS, EN MANOS DE BANKIA Y LA SAREB

El Informe del Banco de España recoge los cálculos oficiales a diciembre de 2015. Según estas cifras, desde 2009, catorce entidades han recibido capital por 64.098

millones, de los cuáles 54.353 millones corresponden al Estado (vía FROB) y 9.745 millones a la banca, a través del Fondo de Garantía de Depósitos.

"Una parte de estos recursos ha sido recuperada a través de reembolsos, la venta o la resolución de entidades, en total, 4.139 millones, de los cuales 3.466 millones son del FROB y 673 millones del Fondo de Garantía. Es decir, la cifra neta de capital concedido 59.959 millones a finales de 2015, un 5,6% del PIB de ese año."

Además, se han comprometido 10.390 millones en las ayudas a los bancos que compraron cajas quebradas y otros 1.922 millones en garantías diversas. Esta suma da un total de 72.271 millones de ayudas. El informe recoge que el FROB estimó recuperar en Bankia, BMN, CEISS y Caja 3 un total de 12.198 millones, lo que ofrecería un neto provisional de 60.073 millones perdidos.

Sin embargo, fuentes del Banco de España aclararon que esta cifra está calculada con datos de 2015 y la real "dependerá de lo que finalmente se obtenga por Bankia, que marcará el saldo de ayudas concedidas, así como con la Sareb, a la que le quedan años".

Hasta ahora, lo cierto es que se ha perdido definitivamente todo lo inyectado en entidades públicas vendidas a entidades privadas. Solo para el Estado, eso supone 26.300 millones, como admitieron fuentes oficiales. Al margen, los bancos han perdido definitivamente 11.712 millones, lo que suma una factura de 38.012 millones que nunca volverán a sus dueños.


Fuentes del supervisor también apuntaron que, al margen de que haya sido mucho o poco dinero el volumen de las ayudas, "las alternativas eran peores; se salvó al sistema financiero y, según este criterio es como hay que valorarlo".

miércoles, 31 de mayo de 2017

La economía pírrica de Rajoy

Hegel decía que la lectura de periódicos era la oración matinal del hombre moderno. Pues la verdad es que a mí me provoca ateísmo estatal y acidez estomágica. Nuestra manchega escritora Ángela Vallvey, por ejemplo, que acaba de obtener el premio internacional de poesía Barcarola, dice así:

Cuando empezó a derrumbarse todo, pensé que la cosa iba para veinte años... Ya nunca será como en los momentos de mayor abundancia y derroche. Recuperar aquella riqueza será difícil, sobre todo las clases medias, que hemos sido descapitalizadas, desamortizadas. Se les quitó la mitad de lo que poseían entre propiedades, salarios, ahorros... El resultado es mucho dolor e involución en aspectos sociales.

Tres millones de españoles han dejado de ser clase media y han sido empujados por los bancos y por su político estrella, Mariano Rajoy, a la pobreza, mientras crecen los beneficios de un uno por ciento que sigue sin ser objeto de mayores impuestos y se consuela en paraísos tan turísticos como nosotros: Panamá o Suiza. Es más, se han pagado, que no reducido, los intereses de la monstruosa deuda española recurriendo a las pensiones de los viejos que ya soportan tener que mantener muchas veces a una juventud sin futuro cuya parte más valiosa ha emigrado o llega a alcanzar treinta años consumida en estudios de oposiciones que no llegan, porque el mercado laboral ya solo pide esclavos baratos e interinos con tres empleos si es que tienen que mantener a una familia. No lo digo yo: lo dice el Banco de España en su Informe anual publicado el martes, que no se ha divulgado aún y me sigue provocando úlcera:

La pensión media, que con datos del 2013 se sitúa en el 60% del salario medio, caerá hasta el 40% del sueldo medio en el 2060, y eso solo si el entorno económico es "muy favorable", porque en caso contrario, podría ser peor. Algunos estudios citados por el Banco de España estiman que la pensión media en el 2050 será el 30% inferior que la previa a la reforma del 2013. Tomando en cuenta este aviso, el Banco de España aconseja a los políticos decidir ahora qué nivel de ingresos medios se pretende para los futuros jubilados y, a partir de ahí, determinar la fuentes necesarias de ingresos y por encima de todo recomienda "transparencia" en este debate (El Periódico de Cataluña).

Según el citado informe, nada menos que 2,2 puntos del crecimiento español se deben a tres volátiles factores externos o vientos de cola:  los tipos de interés, el petróleo y la exportación. Y esos vientos están amenazando con venirse de frente en forma del creciente proteccionismo (Brexit, USA), la prevista subida de los tipos de interés, la baja rentabilidad de las entidades financieras y el encarecimiento del petróleo, algo especialmente grave porque España es un país con una deuda enorme pública y privada, muy abierto al exterior, con alta morosidad de la banca (factor que provocó la Gran Recesión de 2008) y absolutamente dependiente en energía del exterior.

Por último está la postrera nefandez del abusador sanedrín bancario (¡tanto hablar de los acosos por parte de individuos y tan poco del de las instituciones privadas y públicas! ¡Así nos luce el pelo!). Me refiero a una de tantas comisiones como sirven para robar prosperidad, futuro, educación, todo, en suma, a la humilde víctima de una hipoteca transilvana. Y los políticos, comportándose como personajes de sainete arnichesco en vez de resolviendo nuestros problemones y quitándonos de todo menos corrupción. En fin, lo dicho: no desayunen prensa electrónica (la mentirosa y bancarista de papel ni merece la pena), provoca úlcera sangrante.

lunes, 22 de mayo de 2017

Los ricos siguen empobreciendo a la clase media

Daniel Viaña, "Más ricos, más pobres y menos clase media", en El Mundo, 22 may. 2017:

La clase media es la que hace crecer económicamente a un país, la que permite que la población con menos recursos prospere y la que, a su vez, sirve para que las capas medias puedan acercarse a las más altas. Y es, precisamente, la que más ha sufrido la crisis económica en España, razón por la que la depresión ha sido tan marcada.La muestra más evidente de esta situación es un estudio que el año pasado publicó el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas junto a la Fundación BBVA, y que arrojó un dato demoledor: «Cerca de tres millones de personas se han desplazado de la zona central a la parte baja de la distribución de la renta y han pasado de verse como clases medias participantes del progreso a sentirse vulnerables a las consecuencias de situaciones difíciles». Esto quiere decir que desde el inicio de la crisis hasta 2013, que es el último año que analiza la investigación, tres millones de personas fueron expulsadas de la clase media. De forma paralela, el Instituto Nacional de Estadística (INE) constató hace unos meses que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España -el llamado indicador Arope- rozaba el 28% en 2016. La cifra supone un descenso desde el pico del 29,2% que alcanzó en 2014, pero todavía está muy por encima del 23,8% de 2008, que es el primer año en el que se publicó. Además, la tasa evidencia que más de un cuarto de la población española está en una posición de vulnerabilidad. Esta grave situación también afecta de manera muy importante a la población infantil y, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un 23,4% de los más jovenes vive en la pobreza. El dato contrasta con la media del 13,3% del conjunto de la OCDE, y la lectura que realiza esta misma organización es que el origen se encuentra en el alto desempleo. Y, mientras tanto, el número de grandes patrimonios ha crecido de manera muy importante desde ese histórico 2008. En concreto, el último informe de riqueza elaborado por Capgemini y Royal Bank of Canada (RBC) Wealth Management evidencia que «el número de grandes patrimonios se ha incrementado más de un 50%» desde el inicio de la crisis hasta 2015. «El último dato apunta que el número de millonarios aumentó en 15.000 individuos, hasta cerrar 2015 con casi 193.000. Esta cifra representa un crecimiento del 8,4% con respecto a 2014 y es el mayor incremento registrado en Europa, seguido de Países Bajos (7,9%), Francia (5,9%) y Alemania (5,6%)», según explican ambas firmas en su informe, a lo que añaden: «Si se compara con respecto al año 2008, el número de millonarios en España aumentó más de un 50%, desde los 127.100 de hace ocho años». Pérdida de poder adquisitivoA esta fuerte polarización de la sociedad se le debe sumar otro factor de gran importancia: la pérdida de poder adquisitivo que ha sufrido la población. Esto quiere decir que, por ejemplo, una persona que antes de la crisis pertenecía a la clase media y que ahora lo sigue haciendo, hoy tiene un nivel de vida sensiblemente inferior al de 2005, 2006 o 2007. Así lo evidencian trabajos como el Monitor Anual Adecco sobre Salarios que se publicó la pasada semana, y en el que se ofrece la siguiente conclusión: «En el último lustro, se ha acumulado una caída en el poder adquisitivo de la remuneración media española de un 2,4%». Este dato, además, se ha visto suavizado por la baja inflación de los últimos años, pero el IPC ya ha comenzado a repuntar y amenaza con reducir aún más la capacidad de los salarios. Por ello, será complicado que el Gobierno siga pregonando la necesidad de mantener la moderación salarial -y, de hecho, ya lo ha comenzado a hacer en algunos foros-. Éste ha sido un aspecto fundamental para comenzar a salir de la crisis, ya que ha permitido que el país gane competitividad y que el sector exterior haya sustituido, al menos en parte, al consumo interno. Pero ahora cada vez más organismos, incluidos la citada OCDE o el Banco Central Europeo (BCE), recomiendan que los sueldos deben crecer. En caso contrario, y si el coste de la vida crece por encima de los salarios, lo que ocurrirá es que la población se empobrecerá más, que las diferencias entre los que más y los que menos tienen se agudizarán y que, en definitiva, las dificultades para mejorar los estándares de vida se verán incrementadas.

domingo, 21 de mayo de 2017

La ciencia asevera que el único secreto del éxito es tener padres ricos

Pablo Pardo, "El sueño americano ha muerto: si naces pobre, seguirás pobre", en El País, 21 de mayo de 2017:

Numerosos estudios cuestionan la idea de que sólo con esfuerzo e inteligencia una persona puede llegar a donde quiera en EEUU

El sueño americano, pero al revés

El edificio, como de 10 plantas, está en la esquina de la calle 16 -la de la Casa Blanca- y la calle K -la calle que tradicionalmente ha sido la sede de los bufetes de abogados que hacen lobby en la capital estadounidense-. Está frente a uno de los dos hoteles Hilton de Washington, a 300 metros del Museo de National Geographic y del selecto University Club, ambos en la 16. En la K, como a otros 300 metros, está el Washington Post, y más cerca, uno de los bares de striptease más reputados de la capital estadounidense, Archibald's, "el club para caballeros más selecto de Washington DC", según dice su propia web. Archibald's está incrustado en la parte de atrás del St. Regis, un hotel en el que la habitación más barata para la noche de hoy, domingo, sale por 582 dólares (547 euros), impuestos y tasas incluidos.Los lugares más destacados, sin embargo, están en la 16. En dirección norte, a 400 metros, está el Jefferson, el hotel más caro de la capital estadounidense, que se autodescribe como "el segundo sitio más exclusivo de Washington". El primero está a 200 metros del edificio, pero en la dirección contraria, hacia el sur, en la esquina de la 16 con la Avenida de Pennsylvania. Es la Casa Blanca.Este edificio es más discreto. Sólo tiene una identificación: K&L Gates, LLP (las siglas en inglés de Sociedad de Responsabilidad Limitada, que es la fórmula legal a la que se acogen los bufetes de abogados, consultoras, y demás empresas que son partnerships). ¿Gates, como Bill, el fundador de Microsoft, el mayor filántropo y millonario del mundo? No, Gates como William, el padre de Bill.Porque Bill Gates es el hijo de William Gates, el cofundador de uno de los 10 mayores bufetes de abogados de Estados Unidos, una empresa que lleva, entre otras, la cuenta de las relaciones con el Gobierno de Microsoft. Su madre, Mary, era miembro del consejo de administración del banco de Montana First Interstate, y del patronato de United Way, una ONG que combate la pobreza. En el patronato, estaba también el presidente y consejero delegado de IBM, John Opel. El joven Gates recibió dos millones de dólares en acciones de su abuelo materno. Asistió a una escuela privada, Lakewood, cuya matrícula costaba tanto como la de Harvard, y allí se hizo amigo del otro cofundador de Microsoft, Paul Allen. Cuando Microsoft creó su primer sistema operativo de éxito, el MS-DOS, la primera empresa que lo adoptó para sus ordenadores personales fue IBM. El consejero delegado de IBM entonces era John Opel.El amigo de Gates, el financiero y (también) filántropo Warren Buffett, la segunda persona más rica del mundo, empezó su carrera como empresario repartiendo periódicos en su Omaha natal. Es cierto. Pero también lo es que su padre, Howard Buffett, era en aquella época el único congresista del estado de Nebraska, en el que está Omaha, en la Cámara de Representantes de EEUU. Ser hijo del único congresista del estado no está mal para lanzar una carrera como inversor.Todas estas anécdotas ponen en cuestión una idea: el sueño americano. O sea, la idea de que, sólo con esfuerzo e inteligencia, una persona puede llegar a donde quiera en la mayor potencia del mundo. Para EEUU, es casi una religión, una seña de identidad. Y lo cierto es que no faltan casos. Steve Jobs y Steve Wozniak, los fundadores de Apple, venían de familias de ingresos altos. Igual que Jeff Bezos, la tercera -o cuarta, según el día- persona más rica del mundo, fundador y dueño del 17% del gigante de las ventas online y de la nube Amazon.O sea, que no hay que irse al otro extremo. El sueño existe. Pero, ¿hasta dónde? ¿Es una realidad o una obra maestra del márketing? A fin de cuentas, en España no hablamos del sueño español, a pesar de que somos el único país donde un señor llamado Amancio Ortega, que dejó la escuela a los 14 años, nacido en Busdongo, en las montañas de León, casi en la raya con Asturias, y criado en Galicia, que sólo se parece a Silicon Valley en las curvas de las carreteras secundarias y a Harvard en lo verde que es la vegetación, puede convertirse en la tercera persona más rica del mundo.

"Cada día parece más claro que tener un padre rico es el secreto para el éxito"

Ahora, una cantidad creciente de estudios están poniendo de manifiesto que el sueño americano, si es que alguna vez existió, se está extinguiendo. Un equipo dirigido por Raj Chetty, de la Universidad de Stanford, ha publicado en la revista Science un monumental estudio estadístico que declara que la movilidad absoluta -o sea, el porcentaje de niños que van a tener unos ingresos superiores a los de sus padres -ha caído de aproximadamente el 90% en la década de los 40 al 50% hoy."El mayor declive es en la clase media", declara el estudio. Es un dato consistente con dos estudios del nobel de Economía Angus Deaton y su esposa, Anne Case, en 2015 y hace apenas dos meses, en los que revelan cómo la clase media blanca está sufriendo una oleada masiva de muertes por enfermedades asociadas a la pobreza -diabetes- y a la desintegración social -abuso de medicamentos con receta, suicidios y alcoholismo-, que se ha convertido en la mayor crisis de salud desde la II Guerra Mundial, y muy por encima de la epidemia de sida de los 80. Así que el análisis de Science es un paso más en una creciente cantidad de análisis que revelan que, si el sueño americano existió, ahora está muerto y enterrado. La gran diferencia entre este documento y otros es dónde ha puesto el foco. Los cinco investigadores que han escrito el informe se centran en la movilidad absoluta, o sea, en los ingresos. Hasta ahora, la mayor parte de los estudios miraban a la movilidad relativa.En ese caso, se divide a la sociedad en grupos --normalmente cinco o 10, para hacer más sencillo el cálculo-- en función del nivel de ingresos, y se estudia cuántas personas pueden pasar de un grupo a otro. Por poner un ejemplo, cuánta gente que nazca en el 10% más pobre puede pasar al segundo 10% más pobre. Según Thomas Hertz, de American University, un niño nacido en el decil (es decir, el 10%) más bajo tiene un 31% de posibilidades de permanecer ahí durante toda la vida. Si se amplía la banda al segundo decil inferior (o sea, el grupo formado por las personas que son entre el 80% y el 90% de la gente más pobre), la proporción es del 43%. Pobre eres, y en pobre te convertirás.Los resultados de esos análisis ya habían dejado claro que EEUU es una sociedad con muy poca movilidad social o, como lo planteó en 2002 el profesor de Harvard y experto en esa materia Alan Krueger, "cada día parece más claro que tener un padre rico es el secreto para el éxito".

Las organizaciones internacionales también habían alcanzado la misma opinión. En 2010, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) situaba a Reino Unido, Italia, y EEUU como los tres países en los que la riqueza de los padres tiene más influencia en la riqueza de los hijos. España era el quinto, tras Francia, y casi al mismo nivel de Alemania. La misma España que los españoles tendemos a despreciar como un país de hijos de papá es más meritocrática, según la OCDE, que EEUU. Y la misma Francia que los estadounidenses critican como un ejemplo de elitismo es más igualitaria que su propio país.Según Krueger, si una familia tiene unos ingresos del doble de la media, tardará cinco o seis generaciones (entre 100 y 120 años) en bajar a la media. En la década de los 80, la Teoría de la Transmisión Intergeneracional del Estatus Económico, del nobel Gary Becker, de la Escuela de Chicago, de orientación liberal, había reducido ese periodo a sólo dos generaciones.Ahora bien, ¿por qué sucede esto? ¿Es porque la economía crece menos y, por tanto, hay menos tarta que repartir? ¿O porque hay menos redistribución? El artículo de Chetty es concluyente: "La mayor parte del declive en movilidad absoluta se debe a una distribución más desigual del crecimiento económico en las décadas más recientes, más que al frenazo de la tasa de crecimiento del PIB". Dicho de forma menos complicada: la movilidad ha crecido porque hay menos redistribución.Esa conclusión es una crítica frontal a la política de Donald Trump y, en general, de toda la Economía de la Oferta, que sostiene que hay que eliminar regulaciones e impuestos, en especial a los contribuyentes con ingresos más altos, para que así el tren corra más deprisa y todos lleguemos más lejos. Es el trickle down economics, la economía del goteo, que prevé que la sociedad se beneficiará de la bajada de impuestos al capital, porque éste generará más trabajo y, también, más recaudación fiscal. La idea fue popularizada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher, aunque el vicepresidente con el primero, George W. H. Bush, él mismo un multimillonario, la calificó de "economía de vudú". Pero lo cierto es que hoy en día son las rentas del trabajo las que están más gravadas, mientras que el capital disfruta, tanto desde el punto de vista normativo como en el terreno de las realidades del día a día, de una menor presión fiscal. Un ejemplo: el tipo fiscal de las grandes empresas de EEUU es del 35%, pero el real del 19,4%.

En EEUU hay jubilados que siguen abonando los créditos con los que pagaron la educación.

Pero eso es lo que afirma, también, la OCDE, para la que "la movilidad intergeneracional tiende a ser menor en sociedades con más desigualdad". Entre ellas, según esa organización que está formada por los países más ricos del mundo y algunos emergentes, España... y EEUU.Claro que hay una cosa clara: es más difícil saltar de un nivel de ingresos a otro cuando las distancias son más grandes. O sea, cuando la sociedad es desigual. Un estudio de Chetty publicado en marzo por la Reserva Federal, por ejemplo, revelaba que un estadounidense nacido en el quintil más bajo de la población (es decir, en el 20% más pobre) tenía apenas un 7,5% de posibilidades de llegar al quintil más alto (al 20% más rico). En Canadá, las oportunidades eran del 13,5%. Y en Dinamarca, del 11%. Esos países, no EEUU, parecen ser los nuevos adalides del sueño americano. Pero también es cierto que su desigualdad es mucho menor.Las diferencias entre venir de una familia rica y una pobre son abismales. En otro ensayo, publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica en 2014, Chetty expone una correlación prácticamente de uno a uno entre el nivel de ingresos y los embarazos adolescentes. La vinculación entre renta y asistencia a universidades de élite, sin embargo, sólo se da entre los verdaderamente ricos. Algo comprensible si se tiene en cuenta que la matrícula de un año en Harvard, Princeton, o Stanford supera los 50.000 dólares. Obtener la misma educación que Mitt Romney, el candidato republicano a la Casa Blanca en 2012, costaría hoy unos más de 600.000 euros; en el caso de Barack Obama, la cifra llega al medio millón. Aunque parte de los costes de la educación del ex presidente fueron costeados con becas, Obama no pagó la deuda que había contraído cuando era estudiante hasta 2004, el año en que entró en el Senado. De hecho, en EEUU hay jubilados que siguen pagando los créditos con los que se pagaron la educación. A eso hay que sumar, además, la principal causa de las quiebras personales de los estadounidenses: la sanidad. Todos esos factores lastran el sueño americano. Normalmente, cuando se plantea esta idea y, sobre todo, se cuelga en Twitter, se reciben todo tipo de educados comentarios en los que los lectores invitan al autor a trasladarse a Corea del Norte. Esa sofisticada actitud también tiene una explicación: el sueño americano existe... en la mente de los estadounidenses. Un estudio conjunto del centro de análisis centrista Brookings Institution y de la organización sin ánimo de lucro e independiente especializada en estudios de la opinión pública Pew Research Center, y llevado a cabo en 27 países, revela que los estadounidenses son los que más creen en la meritocracia. Así, un 69% de los ciudadanos de ese país está de acuerdo en que "las personas reciben lo que les corresponde por su inteligencia y habilidades", y solo el 19% cree que para progresar en la vida es "esencial" proceder de una familia de ingresos altos. El sueño americano es una creencia demasiado arraigada como para arrancarla con la realidad.

Hijos de ricos y más creativos

"Los niños de familias ricas tienen 10 veces más posibilidades de ser inventores que los de familias de ingresos medios-bajos", declara Chetty en su estudio para la Reserva Federal. De nuevo, es algo visible, al menos a nivel anecdótico. Ahí está Elon Musk, el empresario e inventor por excelencia del siglo XXI, nacido en Sudáfrica y criado en Canadá y EEUU. Su padre, Errol, tenía, entre otras cosas, una mina de esmeraldas en Zambia, y fue el primer sudafricano en volar sin escalas de su país a Australia en un avión: el suyo.

Musk es parte de la mafia de PayPal, el grupo de emprendedores que crearon esa empresa de medios de pago en 1998 y que, desde entonces, han marcado gran parte de la evolución del mundo de la tecnología. Otro es Peter Thiel, un destacado defensor de Donald Trump. Klaus Thiel, su padre, era un ingeniero alemán que fue mánager en las minas de diamantes de Namibia en los años 70 y 80, un trabajo muy bien pagado, porque entonces ese país estaba ocupado por la Sudáfrica del apartheid -que tenía serios problemas para atraer talento-, y los trabajadores de las minas eran, virtualmente, esclavos negros. En la mafia, sin embargo, no todos eran ricos. Max Levchin, por ejemplo, procede de una familia de clase media.

Larry Page, cofundador de Google, consejero delegado de su matriz, Alphabet, y su principal accionista (lo que le convierte en el noveno empresario más rico del mundo) es hijo de Carl Page, doctor en Computación, y, según la BBC "uno de los pioneros en el desarrollo de la informática y de la Inteligencia Artificial". Su madre, Gloria, también era programadora. Otra figura destacada de la Ciencia estadounidense es Arnold Spielberg, padre del director de cine Steven Spielberg.
La correlación -y, acaso, causalidad- entre riqueza y capacidad de invención es muy importante, porque uno de los problemas que afrontan las empresas en Estados Unidos -y que se está convirtiendo en un obstáculo para los planes de Donald Trump de revitalizar la industria del país- es la escasez de mano de obra cualificada. La meritocracia no funciona si los trabajadores no saben o no pueden llevar a cabo su trabajo, y hay inversores que han preferido irse a Canadá porque allí hay personal mejor formado. La consecuencia, a su vez, es más automatización, para reemplazar a esos trabajadores poco eficientes por robots.

miércoles, 10 de mayo de 2017

La globalización beneficia la desigualdad

Claudi Pérez, "Bruselas defiende una globalización “con reglas” frente a los populismos", el País, 10 MAY 2017 

La Comisión Europea admite que el proceso “dejará tantos ganadores como perdedores”


La nueva piel del capitalismo tiene tres rasgos fundamentales: globalización, hiperfinanciarización y desigualdad. Bruselas publica este miércoles un documento en el que defiende los beneficios de la globalización frente a los repliegues nacionalpopulistas, el Brexit o las tentaciones proteccionistas de Trump. La novedad es que la Comisión Europea es consciente de que los excesos de los últimos años deben corregirse: aboga por “dar forma” a la globalización, por ponerle riendas, por fijar “un conjunto de reglas globales, que ahora mismo están incompletas”. Revertir ese proceso sería un desastre, apunta Bruselas, pero no hacer nada tampoco es la solución: en 10 años, la globalización (combinada con el cambio tecnológico) “dejará tantos ganadores como perdedores”.

Bruselas lleva semanas lanzando señales políticas de primer nivel tras una década en crisis coronada por la primera deserción en seis décadas, el Brexit. En la celebración de su 60º aniversario, publicó un jugoso Libro Blanco en el que los Estados miembros deberán basarse para decidir qué Unión Europea quieren. Hace 15 días lanzó un informe sobre la Europa social, ante la constatación de que la Unión está perdiendo a la ciudadanía por el deterioro del Estado del Bienestar. Este miércoles le toca el turno a la globalización. Frente a repliegues nacionalistas como el Brexit y a las tentaciones proteccionistas de Donald Trump en EE UU, Europa confirma un secreto a voces: es un continente librecambista y proglobalización, más aún después de haberles barrado el paso a los Wilders, Le Pen y compañía. Pero el documento aporta un cambio de ritmo interesante: frente a las críticas cada vez más duras contra el sesgo neoliberal de la UE, Bruselas pretende “darle forma” a la globalización, con “reglas multilaterales” que permitan embridar los excesos de los últimos años.

El informe no contiene medidas concretas de gran calado: lo novedoso es ese enfoque. Bruselas admite, quizá por primera vez, que la globalización ha alcanzado y traspasado sus últimas fronteras. Y que a partir de ahí hay dos opciones: extender ordenadamente el dominio sobre ella con un conjunto de reglas fijadas en los organismos internacionales para suavizar sus aspectos más temerarios y nocivos, o dejar abierta la posibilidad de que el repliegue llegue de forma descontrolada. Bruselas es partidaria de la primera opción, a rebufo del triunfo de Emmanuel Macron en Francia, frente al ascenso de figuras políticas controvertidas, desde Donald Trump —que ha dejado clara su querencia proteccionista, con una retórica de confrontación contra México, China y Alemania— hasta Marine Le Pen, que ha conseguido más de 11 millones de votos con su propuesta de cerrar fronteras.

“Los hechos demuestran que la economía, las empresas y los ciudadanos europeos continúan beneficiándose enormemente de la globalización”, resume el documento al que ha tenido acceso EL PAÍS. “Pero esos beneficios no son automáticos ni se distribuyen equitativamente entre nuestros ciudadanos”, admite el informe, de 21 páginas.

El capítulo de beneficios es amplísimo, con 1,75 billones de euros en exportaciones europeas —el 80% procedentes de pymes— y la creación de 14.000 empleos por cada 1.000 millones adicionales de ventas al exterior. Las importaciones contribuyen a rebajar los precios para los consumidores y la globalización, en fin, “ha permitido sacar a millones de personas de la pobreza”. Pero lo más suculento es el capítulo de desafíos, que explica en parte fenómenos como el Brexit y el ascenso de los ultras dentro y fuera de Europa. “Muchos europeos están inquietos: ven la globalización como sinónimo de pérdidas de empleo, injusticias sociales o bajos estándares medioambientales, de salud o de privacidad. Consideran que ese proceso ha erosionado tradiciones e identidades”, “y que beneficia más a multinacionales que repatrian beneficios a países donde no pagan impuestos” o “a países que abrazan prácticas comerciales injustas”. Se impone “la percepción de que los Gobiernos ya no tienen la globalización bajo control, o no son capaces de controlar el impacto de la globalización; ese es un desafío político que Europa debe afrontar”.

La receta de Bruselas es clara: rechazar “las tentaciones aislacionistas”. Resistir “la vuelta al proteccionismo, pese a que la Organización Mundial del Comercio ha identificado 1.500 nuevas barreras comerciales desde que arrancó la Gran Recesión, allá por 2008. “Si cerramos fronteras, otros lo harán también: todos saldremos perdiendo”, dice la Comisión tirando del habitual credo liberaloide. Sin embargo, las recetas de Bruselas son claras: “Para evitar esa espiral, son imprescindibles las instituciones multilaterales y las reglas en asuntos como el cambio climático o la evasión e impuestos. “Estamos lejos de haber completado las reglas globales necesarias”, indica la Comisión, que aún deja un rejón final. “Europa no va a ser naíf”. “Cuando las reglas no se respeten, necesitamos instrumentos de defensa comercial”, como los que se han aplicado contra el acero de China. “La UE es la primera potencia comercial e inversora del mundo, pero lejos de quedarnos sentados y dejar que la globalización dé forma a nuestro destino, tenemos la oportunidad de modelar la globalización de acuerdo con nuestros valores e intereses”, cierra el documento.

¿LA GLOBALIZACIÓN REDUCE LA DESIGUALDAD?
El informe de Bruselas tiene dos padres: el conservador Jyrki Katainen y el socioliberal Frans Timmermans, ambos vicepresidentes comunitarios. Y esas dos autorías se dejan notar en el capítulo de desigualdad, uno de los debates estrella de la literatura económica reciente. Frente a textos seminales como los de Thomas Piketty o Branko Milanovic (“¿Desaparecerá la desigualdad si la globalización continúa? No”) o a las advertencias de Barack Obama, que apuntaba que la desigualdad es un indicador adelantado de potenciales conflictos sociopolíticos, Bruselas apenas se detiene en ese aspecto. Oscila entre el negacionismo (“los países más abiertos presentan menores índices de desigualdad”) y la complacencia (“la desigualdad en Europa es inferior a la de otras partes del mundo, aunque el 1% más rico controla el 27% de la riqueza”).

Frente a Bruselas, Tony Judt: “La desigualdad es corrosiva: corrompe a las sociedades desde dentro”. “Es un poderoso disolvente para la sociedad, la economía y la democracia”, según el imprescindible La nueva piel del capitalismo, de A. Costas y Xosé Carlos Arias.

martes, 24 de enero de 2017

El proteccionismo de EE. UU. provocará en su país la pérdida de cinco millones de empleos

Juan Ramón Rallo, "Laissez faire. Guerras comerciales: cómo empobrecer a las clases medias" en El Confidencial, 24-I-2017:

¿Y quiénes son esos estadounidenses beneficiados por el rearme proteccionista? Las clases populares que, según se nos dice, han salido perdiendo con la globalización

Donald Trump ha decidido sacar a los Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico (TPP), anunciar una renegociación de NAFTA y amenazar con un “sustancial” arancel a aquellas compañías estadounidenses que se deslocalicen: nada, por otro lado, que no hubiera prometido durante la campaña electoral. Sin embargo, una vez transitamos de la mera palabrería a los hechos, la cuestión pasa a ser la de cómo afectará este rearme proteccionista al bienestar de los estadounidenses. A la postre, Trump ha justificado su programa mercantilista como una forma de defender los intereses de EEUU frente a los del resto del mundo. Pero, ¿los intereses de quiénes dentro de EEUU?

Las amenazas de Donald Trump han generado un reguero de anuncios y compromisos de multinacionales estadounidenses y extranjeras que aseguran que invertirán en EEUU
Para empezar, parece evidente que el republicano no estará salvaguardando los intereses de aquellos consumidores estadounidenses que actualmente importan mercancías extranjeras porque son más baratas o de mejor calidad que las fabricadas en el interior de EEUU: a ellos los castigará con impuestos o costes regulatorios más elevados para forzarles a adquirir la peor mercancía local. El nacionalismo económico cae en un evidente reduccionismo al sugerir que todos los ciudadanos comparten los mismos intereses, que son los impulsados por el Estado: las políticas proteccionistas conllevan ganadores y perdedores entre los estadounidenses, de manera que en el fondo no promueven “el interés de EEUU” sino los intereses de algunos estadounidenses a costa de los de otros estadounidenses.

¿Y quiénes son esos estadounidenses supuestamente beneficiados por el rearme proteccionista? Las clases populares que, según se nos dice, han salido perdiendo con la globalización. Desde un punto de vista estático, sin embargo, el proteccionismo no parece que vaya a beneficiar a las clases medias-bajas estadounidenses: los ciudadanos con menores rentas son los que proporcionalmente compran más mercancías importadas con respecto a sus ingresos, de manera que un incremento de los aranceles equivaldría a un nuevo impuesto regresivo que castigaría especialmente a esas rentas bajas.

Las políticas proteccionistas conllevan ganadores y perdedores entre los estadounidenses, de manera que en el fondo no promueven “el interés de EEUU”

Claro que cabría argumentar que tales clases populares saldrán beneficiadas del proteccionismo a través de la aparición de mayores y mejores empleos: si la amenaza arancelaria frena la deslocalización de empresas y favorece su relocalización, entonces los salarios podrían incrementarse y compensar parte de las nefastas consecuencias de ese nuevo tributo regresivo sobre la adquisición de mercancías extranjeras. Ahora bien, aun cuando supongamos que la política comercial de Trump logrará relanzar la inversión interna en EEUU, sus efectos netos estarán estrechamente vinculados con la reacción que adopten aquellos países perjudicados por este rebrote mercantilista. O dicho de otro modo, si la política proteccionista de Trump da lugar a una guerra comercial con aquellas economías extranjeras que son objeto de su ataque —por ejemplo, México o China—, ni siquiera bajo las hipótesis más generosas para el mercantilismo cabrá presuponer que éste beneficiará a los trabajadores estadounidenses.

Al respecto, el Peterson Institute ha estimado que una guerra comercial entre EEUU, por un lado, y China y México, por el otro, provocaría que la economía estadounidense perdiera cinco millones de empleos hasta 2019: tanto las compañías locales que se dedicaran a exportar a China o México cuanto las empresas locales que distribuyeran mercancías importadas se verían enormemente penalizadas. Los sectores más afectados serían los manufactureros, con caídas del empleo potencial de hasta el 10%. A su vez, los estados más negativamente afectados serían Washington, California, Texas y también el cinturón industrial de EEUU (Michigan, Illinois, Wisconsin, Pensilvania u Ohio), los cuales sufrirían pérdidas de puestos de trabajo superiores al 4%.

En definitiva, quienes podrían salir más perjudicados de una escalada proteccionista entre EEUU y el resto del mundo son justamente aquellas clases trabajadoras cuyos intereses Trump dice querer defender: tanto sus rentas nominales cuanto su poder adquisitivo se vería muy negativamente afectado por una guerra comercial. Por supuesto, los habrá que piensen que el presidente republicano jamás tolerará que otros países dañen comercialmente a EEUU, pero entonces deberá renunciar a uno de los principios expuestos en su (horrible) discurso de investidura: el aislacionismo. Recordemos que, de acuerdo con el magnate neoyorquino: “Buscaremos amistad y buenas relaciones con las distintas naciones del planeta, pero lo haremos entendiendo que todas las naciones tienen el derecho a anteponer sus propios intereses”. Si todas las naciones tienen derecho a anteponer sus propios intereses, ¿cómo rechazar que China o México represalien a EEUU castigando con aranceles a sus productos para así proteger a ciertas industrias locales? ¿O cómo frenar una carrera arancelaria global absteniéndote de intervenir en la política extranjera?

Una hora después de que Trump se convirtiese en presidente, la nueva Administración difundió un esbozo de las políticas que planea aplicar en energía, empleo, política exterior y comercio
Todos hemos salido ganando de la globalización de los últimos 30 años. Una guerra comercial a gran escala nos perjudicaría igualmente a todos y sólo beneficiaría a los populistas nacionalistas que acceden al poder dividiendo, enfrentando y envenenando la concordia entre los distintos ciudadanos del planeta. Make Globalization Great Again.

viernes, 4 de noviembre de 2016

El español y los impuestos

Palabra del Gran Wyoming:

Amigos, en los últimos días hemos descubierto que Mario Conde tenía ocultos fuera de España más de 13 millones de euros. También hemos descubierto que durante años, algunas de las personas más adineradas de este país, incluyendo miembros de la Familia Real como Pilar de Borbón, mantenían empresas ocultas en paraísos fiscales para pagar menos impuestos.

La pregunta es clara: ¿cuánto tiempo más vamos a soportar este nivel de evasión fiscal? ¿Qué se nos acabará antes a los españoles, el dinero o la paciencia? A mí se me acabará antes la paciencia, por supuesto, pero no os preocupéis, tengo dinero para comprar la vuestra. En fin, parece que nuestro país es una democracia en todo excepto a la hora de pagar impuestos.

Ahí tenemos ciudadanos de primera y de segunda clase. De un lado, los que pueden pagarse asesores y abogados que les permiten evadirse el pago de sus obligaciones fiscales. Y de otro, los que no pueden pagar a este tipo de profesionales y soportan en mayor medida sobre sus hombros el mantenimiento del Estado. Y en los que, además, en los últimos años recae el peso de la crisis. Una vez más, hay dos Españas, la que tiene que pagar aunque no pueda y la que puede pagar pero no quiere. Bueno, hay una tercera España.

Pero esa nos avergüenza a todos: la que echa aceitunas a la paella. Y lo peor de todo es que estos escándalos sólo son la punta del iceberg de la evasión fiscal. Como bien recordaba ayer el periodista Xavier Vidal Folch en el diario El País, los casos que conocemos son tan sólo una ínfima parte de los 130.000 millones que el fraude fiscal de los ricos cuesta a los Estados. Y peor todavía, todo este dinero es una minucia si lo comparamos con los, escuchemos bien, 864.000 millones de euros que las grandes multinacionales evitan pagar sólo en la UE aprovechando los resquicios legales.

Bien, parece que en los últimos años el ciudadano de a pie se ha quedado solo frente a unas élites que opinan que el pago de los impuestos es una carga a la que no están dispuestos a contribuir. Amigos ricos, os hablo como uno de vosotros: es necesario que paguemos impuestos. Hacen falta para financiar los hospitales, las escuelas y lo más importante, las carreteras para poder pasear nuestros Lamborghinis. Sí, amigos. Si los dejamos en el garaje, ¿cómo vamos a poder ligar los que tenemos el pene pequeño?

jueves, 3 de noviembre de 2016

El abaratamiento del trabajo es la ruina de un país

"El abaratamiento del trabajo, la ruina de un país", Pedro Luis Angosto, en Nueva Tribuna, 2 de Noviembre de 2016 (15:52 h.)
    
España ha sido devaluada, lo sigue siendo, de dos maneras absolutamente crueles, una castigando a quienes trabajan en el sector primario; la otra, amenazando a los trabajadores constantemente con el despido si no aceptan una nueva rebaja de su sueldo por el bien de la empresa y del empresario
Hace unos meses tuve una gratísima conversación con un amigo de la infancia que hoy es un buen empresario del sector de los alimentos congelados. Hablábamos de la crisis y de lo mal que lo estaba pasando por lo que él consideraba devaluación general de las condiciones de vida de los españoles. Yo soy un empresario –me decía- y para que mi empresa sea rentable y crezca en calidad, necesito un mercado interno que cada vez es más exiguo y con menos poder adquisitivo, en esas circunstancias me veo obligado a fabricar más barato disminuyendo los costes de producción. Ya –le contesté-, pero entonces tu también estás colaborando en el empobrecimiento de ese mercado interior que dices necesitar. Entonces, después de contarme los esfuerzos que había hecho para llegar a un acuerdo con los trabajadores y no despedir a nadie, me dijo que hacía dos años que una gran superficie le había propuesto quedarse con casi toda su producción, prometiéndole un mundo de felicidad creciente que sólo podría ser superado por la vida eterna a la diestra de Dios Todopoderoso. Aceptó y al cabo de un año, con muy buenas maneras, decidió dejar de suministrar al gran supermercado, teniendo cuidado de no causar demasiado enfado en sus ejecutivos ya que dominan una parte muy grande del mercado de la distribución y la venta de alimentos de todo tipo. Si sigo con ellos –me explicó- ni mis suministradores de productos agrícolas, ni mis trabajadores, ni yo mismo habíamos podido seguir en la brecha. Cada vez nos pedían más, y cada vez nos imponían precios más bajos. Hablaba con ellos, argumentando que a esos precios tendría que bajar los sueldos de los trabajadores más de un tercio y pagar a los agricultores menos de los que a ellos les costaba producir. A nosotros –le respondieron los “sales managers” de la empresa, insoportable patanismo del inglés, o sea los jefes de compras- no nos importa como lo haga, sólo que lo haga, los daños colaterales son inevitables en los tiempos que corren.

Los daños colaterales a los que se referían los ejecutivos de la gran superficie consistían en mandar al paro a decenas de personas, disminuir el sueldo de los que quedasen aumentándoles la jornada laboral y pagar precios de miseria a los suministradores de materias primas, porque por el lado de los abonos, insecticidas y fungicidas que se emplean en los cultivos no hay nada que rascar porque los imponen multinacionales que operan en todo el orbe globalizado. Los daños colaterales de que hablaban esos paletos formados en altas escuelas de márquetin y economía eran, simplemente, cambiar una empresa que daba trabajo a mucha gente con sueldos dignos, por otra que se dedicase a amenazar a sus trabajadores con despedirles si no aceptaban las nuevas condiciones laborales decimonónicas y, en definitiva, esparcir la miseria a grupos cada vez mayores de personas que ven inútil trabajar la tierra porque no cubre gastos o que comprueban día como el trabajo diario no les da para vivir. Por fortuna, mi amigo, pudo salir de las garras de la multinacional y subsiste pagando sueldos dignos e intentando fabricar productos con cotas de calidad cada vez más altas. Pongo como ejemplo este que conozco muy bien porque apenas hay casos similares entre los empresarios españoles, muy dados al pan para hoy y hambre para mañana, es decir, forrémonos hoy, apalanquemos las ganancias y cuando no se pueda más se cierra el chiringuito y otra cosa, hecho este que nos aporta las razones suficientes para saber por qué en España hay tan pocas empresas que tengan más edad de la que aparenta un servidor de las monjas.

España ha sido devaluada, lo sigue siendo, de dos maneras absolutamente crueles, una castigando a quienes trabajan en el sector primario, a quienes se dedican a cultivar la tierra, sacar peces de los mares o criar ganado, llegando a un extremo tal que cada vez hay más tierras incultas y granjas abandonadas, debiendo recurrir quienes subsisten a procedimientos de cultivo y cría que desconozco pero que barrunto no pueden ser nada buenos; la otra, amenazando a los trabajadores constantemente con el despido si no aceptan una nueva rebaja de su sueldo por el bien de la empresa y del empresario. Tan endiablada dinámica, que continúa  sin que nadie intervenga para frenarla aunque amenace con convertirnos en uno de los países más pobres de Europa, es promovida, auspiciada y dirigida por el Gobierno de la Nación y algunos de los gobiernos autónomos, convencidos de que la pobreza es el estado natural del hombre y el que de verdad lleva a la santidad al impedir caer en los vicios de la carne, el marisco, el cine, el teatro o la música disoluta. Empero, aunque su cristianismo confeso, se sienta reconfortado por la austeridad impuesta a la inmensa mayoría de la población, aunque Dios seguro que se lo agradece dándoles una barrera con mantilla en el Reino de los Cielos, la realidad es que ninguna economía del mundo terrenal ha podido crecer y prosperar adecuadamente sin una demanda interna poderosa que la sustente.

Estados Unidos de América del Norte es, después de China, el principal exportador del mundo, y aunque mantiene bolsas de pobreza crecientes debido a las políticas de los ultras republicanos, desde un principio organizó su economía en torno a una demanda interna potente que los sucesivos gobiernos, hasta hace bien poco, se han dedicado a cuidar. La estrategia pergeñada por el gobierno español con la impagable colaboración de la nomenclatura de la Comisión europea, nos lleva inexorablemente a sueldos medios inferiores al menguadísimo salario base, a jornadas laborales muy por encima de la de cuarenta horas semanales que en España se aprobó en 1919, tras la huelga de La Canadiense, y a la irremediable quiebra de todos los servicios públicos esenciales, Sanidad, Educación, Pensiones y Dependencias, que pasarían a ser prestados por empresas privadas para aquellas personas que puedan pagárselo. En una democracia, en una economía social de mercado –como se decía antes-, el salario es la pieza angular sobre la que gravitan todos los beneficios sociales. Si los salarios se hunden deliberadamente, es que quieren hundir todo lo que de ellos sale. Estamos, pues, ante un catástrofe social desconocida para la mayoría, ante un crimen –porque es un crimen impedir que la gente pueda vivir y desarrollarse con un mínimo de dignidad en un país en el que el número de ricos y sus riquezas no han dejado de crecer- perfectamente urdido desde las más altas esferas del poder. Los afectados sólo tenemos una opción, identificar al enemigo, olvidar las diferencia y unirnos para derrotarlo rotundamente.

viernes, 7 de octubre de 2016

Los remedios científicos contra la pobreza existen. Así lo explica la economista Esther Duflo

Rebeca Gimeno, "Esther Duflo y la ciencia contra la pobreza", en El País Semanal, 7 de octubre de 2016: 

Economista y profesora en el MIT, de 43 años, Esther Duflo ha creado un laboratorio, con un método muy parecido al que emplea en los ensayos clínicos, para diseñar estrategias nuevas en la lucha contra un problema global.

DE PEQUEÑA PENSABA que la vida de los más pobres era “el único tema interesante sobre el que pensar”. Esta francesa ha logrado cambiar las políticas para combatir la pobreza. Su método de investigación se parece al que utiliza la medicina para averiguar si un medicamento funciona.

“Estamos cambiando el mundo. Lo estamos haciendo ya”. Esther Duflo pronuncia estas palabras justo antes de lanzarse a cruzar una calle huyendo de una lluvia torrencial.

Cuesta seguirle el ritmo a esta profesora de economía. Tiene 43 años y acumula premios, incluido el Princesa de Asturias en Ciencias Sociales, en su despacho del MIT (Massachusetts Institute of Technology). Desde aquí lidera una revolución en la lucha contra la pobreza con un enfoque original y radical, dos términos de los que ella rehúye. “Es verdad que al principio nos consideraban unos locos que criticaban a otras personas por lo que hacían: lo mismo de siempre”, admite.

A diferencia de muchos economistas, Duflo no tiene ideas preconcebidas de cómo mejorar la vida de los más pobres, pero sí tiene muy clara la forma de averiguarlo: utilizando pruebas aleatorias controladas, muy parecidas a los ensayos clínicos. “La medicina selecciona aleatoriamente a personas para que se tomen el fármaco y forma dos grupos. Si al final se encuentra alguna diferencia entre ellos se sabrá que se debe al medicamento. Lo que hacemos con las políticas sociales es muy parecido. Imagina que quieres probar cuál es el impacto de introducir tabletas en los colegios. Lo que tienes que hacer es seleccionar aleatoriamente un grupo de escuelas en las que los niños recibirán las tabletas y otro grupo en el que no. Si comparas la evolución de ambos grupos, sabrás cuál es el efecto del programa”.

ESTHER DUFLO CREÓ EN 2003 JUNTO A DOS PROFESORES MÁS EL LABORATORIO DE LA POBREZA (J-PAL). HOY SON UNA RED DE 136 ECONOMISTAS

Para impulsar este tipo de experimentos creó en 2003 junto a dos profesores más el laboratorio de la pobreza (J-PAL). Hoy son una red de 136 economistas dedicada a investigar y evaluar programas a base de pruebas aleatorias. Así es como descubrieron que con un kilo de lentejas gratis para las familias la tasa de vacunación se multiplicaba por seis. O que dar una vaca a los que sufren pobreza extrema y enseñarles a cuidarla (en vez de comérsela) mejoraba notablemente su situación económica al cabo de los tres años. “Los experimentos tardan lo que tarde en aplicarse un programa. En algunos casos hemos estado siguiendo a gente durante 10 años.”

Antes de embarcarse en un ensayo es imprescindible viajar al terreno y conocer los problemas de primera mano. “Me encantan estos viajes, son una recompensa. No creo que fuera posible hacer un buen trabajo sin pasar tiempo en los países en desarrollo. No soy la única economista de mi campo que lo hace”.

La joya de la corona de estos economistas es un experimento para reducir el absentismo escolar. “Lo más efectivo y más barato para que más niños vayan a la escuela es darles una pastilla que les quite los parásitos intestinales”, asegura Duflo con rotundidad. Unos 600 millones de niños en edad escolar están infectados con algún tipo de lombriz según la Organización Mundial de la Salud. Sin el tratamiento adecuado, estos parásitos limitan la absorción de micronutrientes. Los niños simplemente están muy cansados para poder ir al colegio. Curarlos puede reducir el absentismo en un 25% e incrementar sus ingresos en el futuro. La idea convenció al Gobierno de India: 140 millones de niños fueron tratados en las escuelas el pasado 10 de febrero. “Esto es un logro nuestro, es un avance enorme”.

El éxito supone solo una pequeña batalla ganada contra la pobreza. “No hay soluciones milagrosas. No llegaremos nunca a un punto en el que una única teoría resuelva los problemas del mundo. Lo que sí podemos hacer es empezar a comprender algunas piezas del puzle”.

La principal crítica que recibe su investigación es que demuestra que algo funciona en un contexto muy concreto, pero nada más. “Es un argumento coherente al que podemos empezar a responder. Los microcréditos, por ejemplo. Se han realizado siete evaluaciones aleatorias en siete lugares muy diferentes y en ninguna de ellas se ha encontrado ningún impacto. Podemos entonces estar razonablemente seguros de que los microcréditos no son muy efectivos para reducir la pobreza porque lo hemos visto ya siete veces”.

El sector financiero se tomó muy mal en su día estas conclusiones, pero luego algunas entidades empezaron a introducir cambios para adaptarse mejor a las necesidades de los más pobres. El pragmatismo de Duflo se abre paso en los despachos de los Gobiernos (asesora a una veintena) y las ONG que reclaman políticas basadas en pruebas. “Cada vez hay más gente interesada en los experimentos. Llevamos más de 750 por todo el mundo. Es verdad que hay muchas cuestiones que generan interés sobre las que no tenemos respuestas todavía. Dentro de 20 años sabremos mucho más”.

Es más que probable que para entonces el Nobel de Economía luzca también en su despacho. Hasta en eso esta tímida profesora lideraría otra revolución: sería la segunda mujer en conseguirlo.