Hegel decía que la lectura de periódicos era la oración matinal del hombre moderno. Pues la verdad es que a mí me provoca ateísmo estatal y acidez estomágica. Nuestra manchega escritora Ángela Vallvey, por ejemplo, que acaba de obtener el premio internacional de poesía Barcarola, dice así:
Cuando empezó a derrumbarse todo, pensé que la cosa iba para veinte años... Ya nunca será como en los momentos de mayor abundancia y derroche. Recuperar aquella riqueza será difícil, sobre todo las clases medias, que hemos sido descapitalizadas, desamortizadas. Se les quitó la mitad de lo que poseían entre propiedades, salarios, ahorros... El resultado es mucho dolor e involución en aspectos sociales.
Tres millones de españoles han dejado de ser clase media y han sido empujados por los bancos y por su político estrella, Mariano Rajoy, a la pobreza, mientras crecen los beneficios de un uno por ciento que sigue sin ser objeto de mayores impuestos y se consuela en paraísos tan turísticos como nosotros: Panamá o Suiza. Es más, se han pagado, que no reducido, los intereses de la monstruosa deuda española recurriendo a las pensiones de los viejos que ya soportan tener que mantener muchas veces a una juventud sin futuro cuya parte más valiosa ha emigrado o llega a alcanzar treinta años consumida en estudios de oposiciones que no llegan, porque el mercado laboral ya solo pide esclavos baratos e interinos con tres empleos si es que tienen que mantener a una familia. No lo digo yo: lo dice el Banco de España en su Informe anual publicado el martes, que no se ha divulgado aún y me sigue provocando úlcera:
La pensión media, que con datos del 2013 se sitúa en el 60% del salario medio, caerá hasta el 40% del sueldo medio en el 2060, y eso solo si el entorno económico es "muy favorable", porque en caso contrario, podría ser peor. Algunos estudios citados por el Banco de España estiman que la pensión media en el 2050 será el 30% inferior que la previa a la reforma del 2013. Tomando en cuenta este aviso, el Banco de España aconseja a los políticos decidir ahora qué nivel de ingresos medios se pretende para los futuros jubilados y, a partir de ahí, determinar la fuentes necesarias de ingresos y por encima de todo recomienda "transparencia" en este debate (El Periódico de Cataluña).
Según el citado informe, nada menos que 2,2 puntos del crecimiento español se deben a tres volátiles factores externos o vientos de cola: los tipos de interés, el petróleo y la exportación. Y esos vientos están amenazando con venirse de frente en forma del creciente proteccionismo (Brexit, USA), la prevista subida de los tipos de interés, la baja rentabilidad de las entidades financieras y el encarecimiento del petróleo, algo especialmente grave porque España es un país con una deuda enorme pública y privada, muy abierto al exterior, con alta morosidad de la banca (factor que provocó la Gran Recesión de 2008) y absolutamente dependiente en energía del exterior.
Por último está la postrera nefandez del abusador sanedrín bancario (¡tanto hablar de los acosos por parte de individuos y tan poco del de las instituciones privadas y públicas! ¡Así nos luce el pelo!). Me refiero a una de tantas comisiones como sirven para robar prosperidad, futuro, educación, todo, en suma, a la humilde víctima de una hipoteca transilvana. Y los políticos, comportándose como personajes de sainete arnichesco en vez de resolviendo nuestros problemones y quitándonos de todo menos corrupción. En fin, lo dicho: no desayunen prensa electrónica (la mentirosa y bancarista de papel ni merece la pena), provoca úlcera sangrante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario