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viernes, 26 de mayo de 2017

Die Tablas von Daimiel (2005), de Peter Handke

Peter Handke publicó un libro de muy manchego título después de visitar al criminal de guerra y presidente del Partido Socialista de Serbia Slobodan Milošević en el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Hoy, cuando ha pasado ya bastante tiempo, puede intentarse juzgar qué había de verdad en diez años de guerras yugoslavas promovidas por un demonio que conocemos bien, el demonio del nacionalismo, que ahora mismo amenaza también desde Cataluña y asoma bastante los cuernos por otras brechas de Europa. Es más, incluso el islamismo es una forma de esa fiebre disgregadora y diarreica que solo entre comillas llamaremos "cultural".

Ortega y Gasset ya dijo en La rebelión de las masas que el nacionalismo era un mal. O una enfermedad, si prefieren: "No es más que una manía, el pretexto que se ofrece para eludir el deber de invención y de grandes empresas. La simplicidad de medios con que opera y la categoría de los hombres que exalta, revelan sobradamente que es lo contrario de una creación histórica". Es más, afirma que es "un callejón sin salida. Inténtese proyectarlo hacia el mañana, y se sentirá el tope. Por ahí no se sale a ningún lado. El nacionalismo es siempre un impulso de dirección opuesta al principio nacionalizador. Es exclusivista, mientras éste es inclusivista."

Franco, Mussolini, Hítler, Milosevic, Sabino Arana, Pujol, incluso nuestros ridículos líderes regionales son nacionalistas: queremos quitárselo todo a los demás para ser más grandes nosotros mismos y nuestros benditos y deificados padres fundadores: el Cid, los Reyes Católicos y "las madres que los parieron", a la manera que expuso Poliakov y divulgó Juaristi, a la manera dolorosa incluso que expone Patria la leidísima novela de Fernando Aramburu. 

El discutidísimo Handke, quien, tras recomponerse del suicidio de su madre escribió aquello de que "toda razón es arbitraria para la razón" y ha venido hace poco aquí entre nos, ha declarado, tras leer un periódico local: "Lo de Cataluña da miedo".  Y no es precisamente alguien que desconozca el paño, todo lo contrario. Desde luego haría falta toda una Svetlana Alexiévich para poder desenredar la madeja de un infierno político como el de Yugoslavia, del que dijo Léon Thoorens 

Los propios yugoslavos definen a su país como si contaran las piezas de un mosaico: seis repúblicas, cinco naciones, cuatro culturas, tres lenguas, dos alfabetos, un estado. Eventualmente podría alargarse la cuenta y citar además siete religiones, ocho raíces culturales, nueve catástrofes nacionales, diez influencias exteriores...

Nosotros tenemos la suerte de tener algo más homogéneo llamado España y no nos damos cuenta de ello; basta mirar a los Balcanes para dar gracias a Dios o a lo que haya en su lugar. Ahora mismo el país (este) necesita una cierta estabilidad para librarse de los males que le ha ocasionado la derecha bancaria que gobierna a través del bipartidismo gilipollas de estos años y ahora mismo nos ha creado un agujero negro y sin fondo de deuda que ni un genio de la economía podrá ya llenar. Nos han destruido el futuro, así, como suena: lasciate ogni speranza, voi ch'entrate. ¡Y todavía andan por ahí queriéndonos vender la marrana! Es más, ¡nos quieren deshacer el país! Como mucho se podría reorganizar, aunque desde luego para ello necesitaríamos unos políticos con talento y con ganas de hacer cosas, y no lo que hay ahora mismo, unos secuaces de la Merkel que se limitan a lamerse mutuamente las prebendas.

En Die Tablas von Daimiel, que quien quiera leer podrá encontrar traducido en el volumen Preguntando entre lágrimas. Apuntes sobre Yugoslavia (2011), Handke utiliza una metáfora manchega para reconstruir la verdad de lo ocurrido en esos diez largos años de guerras de descomposición nacionalista en Yugoslavia. Nos dice que sería como reconstruir las tablas de Daimiel (la discutible norma ortográfica moderna dice que hay que escribirlas así), esa maravilla natural despojada para siempre por la codicia de los terratenientes, deseosos de sacar más provecho de la sobreexplotación de la tierra. Porque Handke fue a Daimiel un buen día para admirar la belleza prometida en un folleto turístico, y se topó con la realidad: no hay agua, ni ojos del Guadiana, ni arroz, ni cabañas campesinas, ni nada de nada. Por no haber, ni la fauna de la que vivía en el acuífero.

Quizás recompongan Daimiel, como se ha dicho, artificialmente. Y para Handke eso es lo que se está haciendo a través de los retazos que se van componiendo a través de tantos comunicados de rectificación de las noticias falsas durante las guerras yugoslavas como continuamente van apareciendo. El Plan de Herradura, por ejemplo, esa supuesta estrategia serbia para la eliminación étnica de los albano-kosovares por la que el gobierno alemán justificó el bombardeo sobre Kosovo, en 1999 y que resultó ser un invento de los servicios secretos austríacos y alemanes.

O las matanzas que perpetraron los musulmanes en los pueblos que rodean a Srebrenica en los tres años anteriores a la caída de la ciudad. Matanzas que provocaron la terrible venganza de los serbo-bosnios contra los musulmanes, en 1995, que fue la divulgada en Occidente y la que justificó el procesamiento del gran Satanás Milošević y los bombardeos del gran justiciero divino Javier Solana. Los musulmanes que huyeron de Bosnia a Serbia –donde, recordemos, gobernaba el diablo Milosevic- no sufrieron daño alguno. De esto nunca se habló.

En Die Tablas von Daimiel. Ein Umwegzeugenbericht zum Prozess gegen Slobodan Milosevic ["Las tablas de Daimiel. Un informe de testigo desviatorio del proceso contra Slobodan Milosevic", 2005] Peter Handke cuestiona la versión oficial (la misma que en España 1966 aprobaba lo que llamaron una Constitución española, chuscada muy parecida a la aprobación de otra más o menos igual, pero sancionada, unos diez años después) sobre las llamadas guerras balcánicas, que tuvieron lugar en la antigua Yugoslavia entre 1991 y 1999. Handke, quien nunca ha pretendido disimular su carácter declaradamente proserbio, no ha dejado de levantar controversias que se han traducido en una de las más abrumadoras campañas mediáticas de difamación y de castigo desatadas en las últimas décadas contra ningún escritor cualquiera sea su signo político. Incluso se le negó a Milosevic el tratamiento médico que necesitaba en la prisión de Scheweningen para impedir que muriera en la cárcel de un infarto, como en efecto ocurrió... Es increíble. La verdad es mucho más simple: es un demonio cualquiera que emplee las armas como ideas y no las ideas como arma: Milosevic, Franco, quien sea.

En fin; niego ya cualquier posibilidad de hacer unas Tablas de Daimiel con la Guerra Civil; seguiremos oyendo hablar de Paracuellos en vez del doblemente destructivo genocidio de Córdoba (¿les extraña que allí vencieran los comunistas, no?) y de quiénes financiaron (cui prodest?) y declararon la guerra a la vez contra las derechas, contra las izquierdas, contra todos y, en suma y a fin de cuentas, contra la propia naturaleza humana que algunos querríamos proclamar pacífica y honrada, si no dispararan contra nosotros por el mero hecho de insinuarlo.

jueves, 18 de mayo de 2017

Adoctrinamiento ideológico en la enseñanza elemental de Cataluña

Tras examinar una serie de libros de texto en uso en Cataluña, se ha llegado a las siguientes conclusiones (el enlace al informe completo se encuentra aquí aquí). Más abajo recojo como se manipula en la prensa catalana la noticia misma

I

1. Se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España.
2. No cita el concepto de "Provincia" o no lo prioriza sobre el de "Comarca".
3. Prioriza término "Estado español" sobre el término "España".
4. No resalta que la Constitución está por encima del Estatut.
5. Se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno) y no los de España.
6. Se presenta a Cataluña y a España, como si fueran dos naciones diferentes.
7. Se presentan mapas en los que Cataluña se destaca en color distinto como si fuera un estado independiente.
8. Se introduce la idea de que los íberos ya eran catalanes.
9. Se dice que los romanos invadieron Cataluña, como si ya existiera Cataluña en aquella época.
10. Se utiliza el término "Corona catalanoaragonesa" en vez de "Reino de Aragón", que es lo que realmente existía.
11. Se hace creer que la Cataluña inicial también comprendia Aragón.
12. Se le otorga a Cataluña la categoría de Reino.
13. En lugar de decir Carlos I de España se dice Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón (¿No existe España?).
14. No se cita que Cataluña no negoció con América porque no contribuyó al viaje de Colón.
15. No se presenta la guerra de "els Segadors" como la consecuencia de no querer contribuir a formar el ejercito.
16. Se habla del bandolerismo catalán, sin hacer una condena explícita del mismo.
17. Victimismo por el decreto de "Nueva Planta", sin citar que Cataluña apoyó al otro aspirante al Reino.
18. Se presenta la Guerra de Sucesión como una guerra contra Cataluña, en vez de guerra entre dos aspirantes.
19. Se presenta la declaración de Macià del Estatut o/y de Companys del Estado Catalán como un hecho positivo.
20. En la Segunda República se presenta a la derecha como mala y a la izquierda como buena.
21. Se relaciona independencia de excolonias con las Bases de Manresa y luego con el Estatuto de Autonomía.
22. Se hace pensar que antes del franquismo, en Cataluña todo el mundo hablaba en catalán y nadie en castellano.
23. Se dice que la lengua propia de Cataluña sólo es el catalán y no también el castellano.
24. Se presenta a Cataluña sin ninguna referencia a España, ni a la lengua española.
25. No se hace ninguna referencia a la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes de España.
26. Se habla del Parlament y del President del Govern y no del Congreso, del Rey y del Gobierno de España.
27. Se ridiculiza la práctica religiosa, como algopropio de actitudes supersticiosas.
28. Se critica al Tribunal Constitucional y no se enseña que las leyes se han de cumplir aunque no gusten.
29. Se presenta a Catalunya dentro de la UE, sin hacer referencia a que ello es consecuencia de ser parte de España.
30. Se dice que Barcelona es la capital de Cataluña, al igual que Paris lo es de Francia.
31. Predominan las citas a un determinado partido político actual, ignorando los demás.
32. Se utiliza el término "comunidad" en lugar de "sociedad", para reforzar la unidad colectiva identitaria.
33. Se dice que Cataluña y País Vasco se sienten naciones, como si todos sus habitantes lo pensaran.
34. Se presenta el uniformismo catalán (catalanidad) como bueno y el español (españolidad) como malo.
35. Se presenta el sentimiento nacionalista catalán como bueno y el español como malo.

II

Jesús García Calero, "Manipulación de los libros de texto: Mejor la historia basada en hechos reales", en Abc, 17/05/2017:

Prestigiosos académicos analizan el problema de la historia regionalizada en los libros de texto de Educación Secundaria.

Los historiadores se rebelan ante la realidad política de un fracaso cultivado durante décadas y que se proyecta hacia el futuro. Son, sin lugar a dudas, quienes más saben, y por eso se duelen por las versiones sesgadas del pasado que antes compartíamos.

Carmen Iglesias se muestra consternada cuando le mentamos el problema. La directora de la Real Academia de Historia cree que no es posible políticamente arreglar la situación, «sería necesario un pacto de Estado que no puede lograrse ni para la educación en general». Por eso «resulta desolador ver generaciones educadas en la falsedad, en tergiversaciones graves», aunque recuerda que «el franquismo también intentó dar una versión de la historia de España que muchos no nos creímos». Así que cabe cierta esperanza. Para Carmen Iglesias, publicar e investigar, porque «la historia no es solo un relato, hay límites objetivos de fuentes y procedimiento». En la RAH siguen dando la batalla: «Como decía Julián Marías, que por mí no quede».

Fernando García de Cortázar es tal vez el mayor divulgador de la historia de España y autor del libro de bachillerato de Anaya. Todo procede, para él «del error de la Transición de Suarez, que luego nadie pondría empeño en reparar: entregar a las Comunidades Autónomas la palanca ideológica de la historia, renunciando el Estado al principal instrumento de formación de ciudadanos».

El resultado es evidente: «Un sistema educativo aparentemente neutro dejó de hacer ciudadanos españoles para hacer catalanes, vascos, andaluces, valencianos, gallegos... en ocasiones a costa de convertir en antagónicas dichas identidades. Y siempre con la gigantesca manipulacion de los libros de texto, a mayor gloria de la Consejería de Educación, encargada de supervisarlos. Lo regional ocupa ahora el espacio que ocupaba lo nacional en el siglo XIX y no retrocede ante la leyenda, la trivialidad o el error con tal de que estos sirvan para afirmar una identidad autonómica diferenciada». «Cada comunidad -añade- tiene su bestia negra sacrificada en el altar de la región: el conde-duque de Olivares y Felipe V, en Cataluña y Valencia; Fernando III el Santo, en una versión andalusí de la Historia; Espartero y Cánovas, en una versión vasquista…» Y añade: Isabel la Católica y Felipe II no suelen salir bien parados, sobre todo el Rey Prudente en Aragón por la ejecución de su héroe Lanuza. A los Reyes Católicos atribuyen «la doma y castración del reino de Galicia».

García de Cortázar pone otro dedo en otra llaga, fundamental: «¿Y quien pondera hoy con justicia la labor cultural de España en América?

A Manuel Lucena, especializado en historia global, investigador del CSIC, le parece «una cuestión grave que muestra la irrelevancia del proceso educativo reglado. En los países más innovadores no existe esta degradación», explica. Con el fin de mejorar la situación, «la armonización curricular es la respuesta obvia, junto al sentido común. Pero todo empieza por apoyar a los profesores en su trabajo en las aulas y en fomentar su consideración social».

Lucena no tiene duda en cómo se vilipendia a figuras sin respetar los hechos. «Va por temporadas, pero sin duda uno de los preferidos es Cristóbal Colón, con quien los indigenistas de izquierda la han tomado últimamente, siguiendo la doctrina peronista de la que proceden». Por último, propondría «educar en los valores humanistas y globales de siempre a la sociedad española. Tuvimos grandes empresarios que en origen fueron humildes emigrantes, maestras y monjas que ayudaron al prójimo, exploradores e inventores. Necesitamos una épica de lo cotidiano que apoye la autoestima, antídoto contra el populismo. La historia (verdadera) es maestra de vida», dice.


Para Ricardo García Cárcel, catedrático de la UAB, el problema viene de hace veinte años en Cataluña. En ese tiempo, «la incidencia del poder político tanto en la época de CiU, o el Tripartito, y por supuesto ahora mucho más, ha logrado construir una historia de España “ad hoc” al servicio de los intereses de los nacionalistas catalanes». Está basada, según el historiador, en tres patas: un discurso épico que adorna el malogrado imperio mediterráneo, la Cataluña medieval... Un victimismo que la convierte en sujeto paciente de las agresiones del mundo castellano desde el Compromiso de Caspe (1412) que mete a los Trastámara en la Corona de Aragón, pasando por el Rey Fernando, la guerra de los Segadores, la guerra de Secesión, que es el ombligo, y la Cataluña feliz y virginal presuntamente desflorada por los Borbones y arrastrada a la marginalidad... Hasta convertir la Guerra Civil en una confrontación de España contra Cataluña. Todo sirve al esencialismo, los valores catalanes por encima de todo. Lamenta García Cárcel que no hay un discurso alternativo y propone «leer otros libros fieles a los hechos. Descubrirán que Casanova fue un heroe a la fuerza que denostaba lo ocurrido en 1713», señala.

III

La noticia en La Vanguardia se recoge en tres noticias sin enlaces al informe, solo para contradecirla así:

A) 

18/05/2017 20:27 

Barcelona, 18 may (EFE).- El presidente del sindicato AMES, Antonio Jimeno, ha declarado hoy que los libros de texto de los alumnos catalanes de Primaria "hablan de Cataluña como si fuera un país independiente como otro cualquiera".

El sindicato que preside ha hecho público hoy un informe en el que denuncia el "adoctrinamiento" y los "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos" en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años.

En declaraciones a Efe Televisión, Jimeno ha asegurado que estos libros transmiten una visión de Cataluña "que no es real", y que en ellos, ha añadido, "se habla de España de forma negativa, en términos de confrontación".

Por ese motivo, según el presidente de AMES, "los alumnos catalanes no pueden adquirir la identidad de sentirse españoles, pero sí únicamente la catalana".

El informe de AMES alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

Estas afirmaciones se apoyan en ejemplos como que en los libros "se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España", no se cita el concepto de "provincia" o no se prioriza sobre el de "comarca", y se da prioridad al término "Estado español" sobre el término "España".


Otros ejemplos son que en los libros de texto catalanes no se resalta que la Constitución está por encima del Estatut, y se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno), pero no los de España.

B)

Sindicato USTEC-STEs denuncia falsedades en informe AMES de libros de texto: 18/05/2017

El sindicato de la enseñanza USTEC-STEs ha denunciado hoy "la falsedad de las premisas y afirmaciones" del informe que ha hecho público el sindicato de profesores AMES en el que denuncia "adoctrinamiento" en los libros de texto de Primaria que se utilizan en las escuelas catalanas.

USTEC-STEs han señalado que AMES se caracteriza "por unas actitudes de un agresivo nacionalismo español" y le han exigido "una disculpa a todo el profesorado ofendido por la difamación que supone la acusación de adoctrinamiento".

Consideran "perversas las finalidades del informe de AMES: crear una policía del pensamiento, un rígido control curricular y la voluntad de represión contra la disidencia propia de las dictaduras o de 'democracias' como la turca".

El informe de AMES señala que hay "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos" en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de las siete principales editoriales que se distribuyen en Cataluña.

El documento alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir, que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

En este sentido, USTEC-STEs ha asegurado que "las quejas que se perciben en el informe, solo demuestran la nostalgia por los libros de texto del franquismo, que efectivamente adoctrinaban en la religión del nacionalismo español", puesto que tratan de reivindicar "una versión teleológica y triunfalista de la historia de España, que en el mundo de la historiografía actual está más que desfasada".


El documento de AMES, según USTEC-STEs, "contiene afirmaciones discutibles que tienen como finalidad generar una polémica inexistente en el seno de la educación catalana, con el fin de inflamar a los medios españoles y a los partidos anticatalanes para generar la enésima ofensiva contra el proceso de autodeterminación que se está desarrollando de manera pacífica y tranquila". EFE

C)

Govern ve "malicia y descontexualización" en informe AMES de libros de texto 18/05/2017 

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Antoni Llobet, ha afirmado que hay "malicia y descontextualización" en el informe del sindicato de profesores AMES sobre el supuesto "adoctrinamiento" en los libros de texto de Primaria que se utilizan en las escuelas catalanas.

Llobet ha manifestado su "desconcierto" por la petición del secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, a la Alta Inspección del Estado de un informe para comprobar la veracidad del informe hecho público por AMES.

El sindicato catalán de profesores Acció per a la Millora de l'Ensenyament Secundari (AMES) ha elaborado un informe, a partir de 19 textos de "Conocimiento del medio" de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años, en el que denuncia "planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos".

El documento alude a la "falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir, que no se sientan españoles, sino sólo catalanes".

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat ha asegurado que se ha enterado de la petición del secretario de Estado de Educación "a través de los medios de comunicación, que por desgracia es una costumbre ya habitual", y ha añadido: "Si esta costumbre es la que continúa vigente y esta es la primera decisión del Ministerio fruto de los trabajos de la subcomisión del Pacto Educativo, mal comienza el Pacto Educativo".

"Es evidente que el Ministerio de Educación hace una reacción a partir de titulares y de cuestiones que ha visto estas últimas horas; es una lástima porque las administraciones públicas tenemos que estar para serenar los ánimos y para que en los centros educativos se trabaje con el máximo de tranquilidad", ha precisado Llobet.

El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat ha destacado hoy, en rueda de prensa, que "si hablamos pedagógicamente, no haríamos este ruido ni este tremendismo, pero si hablamos ideológica y políticamente, evidentemente hacemos ruido y tremendismo".

Ha añadido que en el Departamento de Enseñanza catalán ya están "acostumbrados a que se quiera hacer ruido con este tema de vez en cuando", ya que, según el secretario de Políticas Educativas, no es normal que alguien se escandalice porque en los libros de texto "se hable fundamentalmente de los elementos más cercanos al alumno, porque seguro que pasa en cualquier lugar del mundo".

El secretario ha remarcado que "se debe confiar en la profesionalidad de los docentes, que saben qué material están escogiendo, y en la de los editores de los libros de texto".


En este sentido, la editorial catalana Cruïlla ha asegurado esta tarde en un comunicado que "todos los libros de texto de su catálogo siguen estrictamente la legislación vigente y se adaptan al cien por cien al currículum escolar establecido por la conselleria de Enseñanza de la Generalitat". EFE

martes, 16 de mayo de 2017

Félix de Azúa, La identidad catalana

Félix de Azúa, "Identidad", en El País, 16-V-2017:

No es cierto que los catalanes sean codiciosos, pero la Madre Superiora parece nacida en una caricatura.

Es muy chocante que algunas personas confirmen los lugares comunes y los tópicos nacionales sin la menor conciencia de estar haciéndolo. No es cierto que los italianos sean cobardes, pero el capitán del buque hundido al que le han caído dieciséis años de cárcel actuó como si fuera Alberto Sordi en una película sobre la guerra del 14. No es cierto que los catalanes sean codiciosos, pero la Madre Superiora parece nacida en una caricatura.

Hace años tuve un amigo que formaba parte del núcleo ideológico de Convergencia, o sea, católico. Me contó que en uno de esos retiros espirituales a que eran tan aficionados los nacionalistas, observó en un aparte a Jordi discutiendo con la Madre Superiora. Se acercó disimuladamente y pilló esta frase, tras la cual se escabulló aterrado: “¡Marta, els teus fills acabaran a la presó!”. En aquella época todos sabían que la Madre sacaba dinero de debajo de las piedras e incluso de un césped podrido del Barça, pero se ignoraba que estuviera adiestrando a la prole. Como en un Galdós.

Lo cierto es que su madre, la abuela de los actuales hijos, ya tenía la misma afición. Otro amigo me contó que, siendo presidente de la comunidad de vecinos donde vivía la señora madre de la Superiora, compró en Navidad una hermosa planta de Pascua de hojas rojas. Inesperadamente, una mañana la planta había desaparecido. Algo recelaba aquel hombre sagaz que le hizo dirigirse a la madre de la Madre para preguntarle si había visto una planta de Pascua en el portal. “Sí, claro, era tan bonita que me la he subido al piso para impedir que la roben”. Riguroso.

Si no me equivoco esta figura sarcástica se llama en yiddish “chutzpah”. Que es cuando el asesino de sus padres le pide al tribunal que sea clemente con un pobre huérfano.

lunes, 7 de noviembre de 2016

In God we Trump. El nuevo Hítler

I
JOHN CARLIN, "El problema no es Trump. Decenas de millones de estadounidenses apoyan a un candidato que no tiene causa, sino enemigos", en El País, 7 NOV 2016

"El demagogo es aquel que predica doctrinas que sabe que son mentira a gente que sabe que es idiota".

H.L. Mencken

El problema no es Donald Trump. El problema es el trumpismo, un cóctel de odio y fascismo repleto de mentiras e incoherencias confeccionado sobre la marcha por Trump y sus aduladores en un proceso febril de incitación mutua.

Los ingredientes del odio los conoce cualquiera que ha prestado una mínima atención a la campaña presidencial de Estados Unidos: denigra a los mexicanos, a los musulmanes, a los judíos, a los negros, a los inmigrantes en general, a los minusválidos, a los intelectuales y a las mujeres, especialmente las mujeres modernas, postfeministas e independientes, cuya imagen más visible es su rival para la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton.

Los ingredientes fascistas tampoco han sido difíciles de identificar: Trump, apoyado en su candidatura por el diario oficial del Ku Klux Klan, expone que si llega a la presidencia encarcelará a Clinton, desdeñando el principio democrático de la independencia judicial; que si no llega, no respetará el resultado, sugiriendo a la vez que podría animar a sus partidarios a alzarse en armas; que la tortura es deseable como método de interrogación; que los musulmanes en Estados Unidos, como los judíos en la época nazi, deben estar todos identificados en una base de datos.

Pero el problema no es Donald Trump, por más que sea la expresión hecha carne de casi todo lo que es vil en el ser humano. El problema es la gente que cree que semejante bicho es digno de ser el presidente de Estados Unidos, el país con más poder sobre la humanidad que cualquier otro. El problema es que decenas de millones de estadounidenses piensen votar por un hombre que dice que el gobernante que más admira en el mundo es el dictador ruso y exoficial del KGB Vladímir Putin. El problema es la idiotez de la jauría trumpista.

“Amo a los que no tienen educación”, declara Trump, y las multitudes le vitorean. Les ama porque no saben distinguir entre la verdad y las mentiras en las que se basa, que, como está bien documentado, conforman el 70% de lo que dice.

Un ejemplo entre miles. Trump insiste en que el índice de homicidios en Estados Unidos hoy es el más alto en 45 años. Trump se queja ante sus devotos de que la prensa jamás lo menciona. No lo hace porque es mentira. El índice de homicidios fue el doble en 1980 que en 2015.

Lo que hace Trump es presentar una imagen de Estados Unidos aterradora, una especie de Estado fallido hundido en la criminalidad y la miseria. Es el viejo truco del demagogo fascista, sea este Hitler, Franco o Mussolini, sea el enemigo el comunismo o la conspiración judía. Confiad en mí; solo yo soy capaz de salvaros.

El problema no es Trump; el problema son los que creen en él. Como nos recuerda una crítica en el New York Times de la biografía más reciente de Hitler, escrita por un historiador alemán llamado Volker Ullrich: “Lo que realmente da miedo en el libro de Ullrich no es que Hitler pudiera haber existido, sino que tanta gente parece haber estado esperando que apareciera”.

Es verdad que el apelativo de fascista se ha escupido con exagerada frecuencia y ligereza desde los años treinta. Pero en este caso, ya que de lo que se habla es la campaña de Trump para ascender al poder, la comparación no es frívola. Reputados intelectuales de izquierda y derecha en Estados Unidos, entre ellos el profesor universitario de economía Robert Reich y el historiador Robert Kagan, han definido explícitamente como de carácter fascista el culto al hombre fuerte redentor que se ha creado alrededor de la figura de Trump.

La victoria electoral de Hitler en 1933 fue el triunfo del odio, la barbarie y la estupidez. Una victoria para Trump en las elecciones de mañana sería lo mismo. No existe lógica alguna para que decenas de millones de estadounidenses, el grueso de ellos aparentemente hombres blancos que se sienten marginados y resentidos, vean en Trump el hombre que les devolverá a la prosperidad. La parte del cerebro que utiliza la razón no entra en juego. Trump es un billonario que no ha pagado impuestos en 20 años y está favor de que se recorten los impuestos de los mega ricos aún más.

La parte del cerebro que sí entra en juego es la más primaria y animal. La del miedo y la agresión, la de la manada. Tony Schwartz, que hace 30 años vendió su alma y escribió para Trump su libro El arte de la negociación, llegó a conocer al actual candidato presidencial mejor que casi nadie. “Trump está solo un eslabón por encima de la jungla”, dijo en una entrevista la semana pasada con el Times de Londres. “Su visión del mundo es tribal”.

Lo cual sería solo un problema para aquellos de sus familiares y conocidos que lo tienen que aguantar si no fuera por el hecho de que las masas descerebradas le adoran y existe el serio riesgo de que acabe ocupando la Casa Blanca. No hay análisis político que lo explique. Esa herramienta sobra. Para entender el fenómeno Trump hay que recurrir a la antropología, en este caso al estudio del animal humano en su versión más salvaje y primitiva. Porque el trumpismo no tiene causa; tiene enemigos. No propone esperanza; propone odio.

El problema no es Trump. Lo fantástico, lo grotesco, lo surreal es que en vísperas de las elecciones las encuestas digan que el odio, la barbarie y la estupidez tienen una razonable posibilidad de triunfar, que no es disparatado pensar que Trump consiga los votos necesarios para ser coronado presidente de Estados Unidos. Lo fantástico, lo grotesco, lo surreal es que tantos millones de los habitantes del país más próspero del mundo compartan su visión tribal, que no solo Trump sino sus devotos estén solo un eslabón por encima de la jungla.


II

Ariel Dorfman, "Faulkner ante la América de Trump", en El País7 NOV 2016:

El autor de El sonido y la furia se preguntó públicamente si Estados Unidos merecía sobrevivir después del linchamiento de un niño negro. Hubiera sentido espanto, aunque no extrañeza, frente a la figura del candidato republicano.

¿Merece sobrevivir este país? Esa fue la pregunta que lanzó públicamente William Faulkner en 1955 cuando supo que Emmett Till, un joven negro de 14 años, había sido mutilado y muerto en un pueblito de Misisipi por la osadía de silbarle a una mujer blanca —un acto de linchamiento que constituyó un hito fundamental en la creación del movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos—.

Esa pregunta no era la que yo esperaba plantearme en este peregrinaje literario que mi mujer y yo hemos emprendido a Oxford, Misisipi, donde Faulkner vivió la mayoría de su vida y donde escribió las obras maestras torrenciales que lo convirtieron en el novelista norteamericano más influyente del siglo XX. Habíamos estado planificando un viaje como este hace muchos años, viéndolo como una ocasión para meditar sobre la existencia y la ficción de un autor que me había desafiado, desde mi adolescencia chilena, a romper con todas las convenciones narrativas, arriesgarlo todo como la única manera de representar la múltiple fluidez del tiempo y la conciencia y la aflicción, instándome a que tratara de expresar lo que significa “estar vivo y saberlo a fondo” en mi Sur chileno aún más remoto y perdido que el desdichado Sur de Faulkner. Y, sin embargo, esa pregunta acerca de la supervivencia de Estados Unidos es la que me ronda al visitar el sepulcro donde descansa, hace 54 años, el cuerpo del gran escritor, se me asoma cuando caminamos las calles que él caminó, es una pregunta que no puedo evitar al recorrer Rowan Oak, la vieja mansión que fue para él su más permanente hogar.

Puesto que, si el autor de El sonido y la furia estuviese vivo hoy, cuando su patria encara la elección más decisiva de nuestra época turbulenta, donde un demagogo demencial aspira, insólitamente, a ocupar la Casa Blanca, no cabe duda de que, ante “un momento incomprensible de terror”, volvería a proponer esa dolorosa pregunta a los seguidores de Trump, retándoles a rechazar una política de odio. Faulkner lo haría, creo yo, recordando a los personajes de sus propias novelas que, poseídos por un exceso de rabia y frustración, terminan autodestruyéndose a sí mismos y a la tierra que aman, incapaces de superar el pasado oscuro y salvaje que han heredado.

Habría mucho, por cierto, en Estados Unidos de hoy que Faulkner no reconocería. Aunque escribió sobre el dilema de los afroamericanos con notable inteligencia emocional, describiendo cómo los descendientes de esclavos sobrellevaron, “con orgullo inflexible y severo”, la carga impuesta por un sistema injusto y corrosivo, este hijo del Sur de Estados Unidos, sospechoso de los cambios drásticos, predicaba la paciencia y el gradualismo para vencer las barreras del racismo. Un hombre que no alcanzó a escuchar el discurso de Martin Luther King en Washington y al que le hubiera parecido inverosímil que alguien nacido del mestizaje pudiera ser presidente, tendría poco que enseñarle a esta América tan multicultural y atiborrada de nuevos inmigrantes. Igualmente difícil para Faulkner hubiera sido entender a las mujeres del siglo XXI, cuya emancipación y autosuficiencia feministas jamás anticipó.

Otros, menos envidiables, aspectos contemporáneos de Estados Unidos le serían, sin embargo, tristemente familiares a Faulkner.

Hubiera sentido espanto —aunque no extrañeza— frente a la peligrosa figura de Donald Trump. En su vasto y devastador universo ficticio, Faulkner ya había creado una encarnación sureña de Trump, si bien en una escala menor: Flem Snopes, un depredador voraz e inescrupuloso con “ojos del color de agua estancada”, que sube al poder mediante mentiras e intimidación, burlando y raposeando a los ingenuos que creen ser más astutos que él. Flem y su clan representaban para Faulkner aquellos conciudadanos suyos que “lo único que saben y lo único en que creen es el dinero, importándoles un carajo cómo se consigue”. Si una caterva como la de los Snopes llegase a proliferar y tomar las riendas del Gobierno el resultado sería, según Faulkner, catastrófico. Las últimas encuestas indican que semejante apocalipsis electoral, salvo una sorpresa estilo Brexit, es cada vez más improbable, pero el mero hecho de que un ser tan patológico y amoral sea siquiera un candidato viable hubiera llenado al autor de Absalón, Absalón de asco y pavor.

Los adeptos de Trump suscitarían hoy una reacción muy diferente de parte de Faulkner. Aunque era, para su época, políticamente liberal y progresista, trazó con cariño y humor las vidas de aquellos que hoy constituyen —pido excusas por tal generalización, siempre reductiva— el núcleo central de los partidarios de Trump: cazadores y patriotas que temen una conspiración para quitarles sus armas de fuego; hombres escasamente informados que se aferran a una virilidad amenazada y tradiciones atávicas; habitantes de comunidades rurales o económicamente deprimidas que se sienten sobrepasados por la marea incontenible de la modernidad, indefensos ante una globalización que no pueden controlar. Faulkner condenó siempre los prejuicios raciales y la paranoia de estos desconcertados coterráneos suyos, pero nunca fue condescendiente con ellos, acordándoles siempre aquello que deseaban con fervor tanto ayer como hoy: el respeto hacia su plena dignidad humana. Faulkner hubiera comprendido las raíces de la desafección de esa gente a la que le tenía tanto apego, la desazón irracional de muchos norteamericanos de raza blanca ante el asedio a su identidad y privilegios.

Es lo que hace hoy tan valiosa la voz de Faulkner.

La simpatía que manifestó este novelista insigne y sofisticado por los pobladores menos educados, religiosamente conservadores, de su imaginario condado de Yoknapatawpha, el hecho de que prefería la compañía de esa ralea popular y menospreciada a las tertulias y el elitismo abstracto de intelectuales exquisitos, lo hace el emisario ideal para abordar a los sostenedores de Trump con un mensaje en contra de la intolerancia y el miedo, un mensaje desde más allá de la muerte que no contiene ni un mínimo dejo de paternalismo o desdén.

Al contemplar el diminuto y frágil escritorio del estudio de Faulkner en Rowan Oak donde compuso el discurso que pronunció para la graduación de su hija Jill en el colegio local, oigo el eco de esas palabras tan pertinentes para su país actual. Urgió a esos compañeros de clase de su hija a transformarse en “hombres y mujeres que nunca han de rendirse ante el engaño, el temor o el soborno”. Les dijo, y lo reitera empecinadamente a sus compatriotas en 2016, que “tenemos no solamente el derecho, sino que el deber de elegir entre el coraje y la cobardía”, exigiéndoles a “nunca tener miedo de alzar la voz en pro de la honestidad y la verdad y la compasión, y contra la injusticia y la mentira y la avaricia”.

¿Caerá Estados Unidos en el abismo y el desconsuelo?


¿Se encuentra hoy este país marchando fatalmente a un destino trágico, como tantos personajes implacables de Faulkner, o sus ciudadanos tendrán la sabiduría para probar en forma contundente y avasalladora que, en efecto, su país merece sobrevivir?

domingo, 21 de febrero de 2016

Una Europa sin vergüenza

Xavier Vidal-Folch "28 Gobiernos egoístas e ignorantes. La cumbre de esta semana ha sido la más ignominiosa de la historia europea", en El País, 21-II-2016:

Ha sido la cumbre más ignominiosa de la historia europea. Hubo alguna inútil, incapaz siquiera de redactar conclusiones: la de Atenas, en diciembre de 1983. Otras, confusas y paralizantes: la de Niza, que alumbró la reforma más tonta del Tratado, en 2000. Pero ninguna como ésta, pletórica de retrocesos.

Casi cada gobernante estuvo peor que su vecino. David Cameron tuvo el rostro de proclamar que la cosa iba de vivir y que le dejasen vivir, como si la Unión fuese un egoísta apañete de pago y week-end, y no un proyecto de vida en común. Y fue el campeón del cinismo al asegurar que nada de lo que proponía perjudicaba a la libre circulación. Olvidaba, claro, que ese tráfico, húerfano de la prohibición de discriminar a los socios, será circulación: pero no libre.

Aunque justificados, fueron penosos —pero atención, seguirán amenazando el pírrico logro británico— los quejidos del Este: el checo, que no se discriminase a sus obreros por más de cinco años; el rumano, que nunca; el polaco, que solo a los ya emigrados; el búlgaro, que qué pena tanta mala noticia. Mucha jeremiada para acabar cediendo indignamente, sin obtener a cambio siquiera un plato de lentejas.

La misma humillante distancia entre deseo y voto caracterizó a las mejores soflamas, a cargo del francés François Hollande y del italiano Matteo Renzi. Abogó el francés por una fórmula que permita a la Unión avanzar y no romperse, bravo, pero se plegó al acoso británico al inmigrante; quizá se miraba en su espejo. Y el efervescente italiano, que se proclamó federalista y diametralmente opuesto a la felonía en cocción, pero la votó.

El egoísmo y el cinismo se turnaron con la ignorancia, sabiendo que lo era. Sostuvo la canciller Merkel que como hay mercado único pero no unión social, pues vale discriminar a los hijos de los inmigrantes.

Menuda falacia. El esbozo de la unión social es tan antiguo como el del mercado común: data de 1957. El principio de no discriminación laboral por razón de nacionalidad figuraba desde esa fecha en el Tratado de Roma (arts. 7 y 48)... mucho antes de que el Informe Werner imaginase por vez primera, en 1970, la unión monetaria. ¿Cómo ignora la unión social ya lograda —aunque aún sea muy incompleta— labrada en decenios de reglamentos y sentencias, la presunta adalid de una completa unión política federal?

¿Y Mariano? Bueno, él solo balbuceó cuatro frases, que estaba en funciones, que ojalá la limitación a la libre circulación de los trabajadores fuese solo temporal, que prefería no cambiar los Tratados. La nada

miércoles, 27 de enero de 2016

Los mansos españoles

"Si es de aquí, no va a ninguna parte" es el paradójico endecasílabo que nos define y nos mata. El español, sea lo que sea lo que designe esta palabra, siempre ha sido servil y mansurrón. Cualquiera que eche una mirada atrás a su historia y su cultura no parará de ver hitos de domesticidad por un camino ancho y real. No hizo revolución alguna, no aportó nada a la evolución social, más bien se empeñó en retrasarla y, de haber sido posible, la habría destruido. Cuando intentó hacerla, descreyó de ella, la perdió o la transformó en una involución, tanto desde el punto de vista social (Comuneros, 1812, 1820, 1868) como cultural (fracaso del Renacimiento, de la Ilustración, de la Institución Libre de Enseñanza, del Regeneracionismo). La literatura no hace sino confirmarlo. Ese "buen vasallo" que era el Cid, siempre en busca de un "buen señor" a quien "servir", se postraba ante el rey en sumisión rastrera, incluso mordiendo las yerbas del suelo como una oveja:

Las yerbas del campo a dientes las tomó (v. 2022)

Pese a lo cual prefiero a un militar como el Cid, amigo del mudéjar "moro de paz" (así lo llama el cantar de gesta) Abengalbón, que a uno de sus admiradores que nunca se lo leyó, F. F., más amigo de otro tipo de moros. El Cid nunca se habría levantado contra la autoridad, como un vulgar matón, delincuente, sinvergüenza o pepeíta saqueador. Si hubiera visto a una fiera, la habría conducido a su jaula como condujo al león. Era una época con sentido del honor, no con lo que había entonces y vuelve ahora, gracias principalmente al pepeísmo y a los psoeteros. 

Poco tiempo después, en España empezó a ser una heroicidad hacer lo correcto (véase Quijote). El Siglo de Oro es el cierre de una época, no anuncia Nada. Porque Nada debe Europa después a esta España mariana, obediente, senequista, esclava, servil, "amante de su rey", como decía Vives, si mal no recuerdo, uno de tantos exiliados de mala gana, como Blanco White o nuestros manchegos Juan Calderón y Félix Mejía. Porque nuestro país expulsó siempre a todos sus herejes, heterodoxos, perfeccionistas, anticorruptelas o simplemente gente estudiosa a Europa y América y siempre dejó en su seno a lo más tontaina, paleto, vulgar, pueblerino, servil, pesetero y sin idiomas (que eso de los idiomas desnaturaliza mucho). Ahora buscan un rector para su poco universal universidad, donde son escasísimas las cátedras conferidas a extranjeros. Es "natural", o aldeano, si prefieren: si nuestros valiosos se hubieran quedado habrían terminado en humo o se habrían quedado en los huesos por consunción, hambre o ninguneo, o con tiro de gracia entre ceja y ceja, que en España solo ofende lo que hay de cejas para arriba. Porque el nacionalismo unicista y desintegrador, al modo que aquí se entiende, siempre ha sido un buen fuego para consumirnos, hasta el punto de que lo que queda de España es solamente eso: cenizas.

El pueblo español es esos palurdos que se ofrecieron a tirar del carromato de Fernando VII como burros (y tal vez lo eran), queriendo significar a su entrada en Madrid cuánto se alegraban de volver a ser serviles tras la Constitución de Cádiz. En España nunca hubo un socialismo que llegara verdaderamente al poder porque lo usurparon pijos como el hermoso Barreditas de Famosa; pero también porque aquí todo el pueblo era de derechas, con coletas, moños o tirabuzones, y más papero y pepero que el papa, porque de la papa se come y del Pepe se pilla que es la repepera. 

En noviembre de 1976 solo hubo un pueblo en toda España que votó por perpetuar el franquismo, y era manchego: Consuegra. En todo el epigastrio de Castilla-La Mancha. Un lugar hundido a los pies de castillos en el aire y molinos de viento por lo más alto. Sobre este hecho escribió un hermoso libro la periodista Mariángeles Arazo, El libro negro de Consuegra (Madrid: Sedmay S. A., 1977), que, para variar, he comprado por un euro en una librería de viejo (es el único lugar donde encontrar la España real). Qué miedo tenían los del pueblo, a quienes llama la autora chuscamente, tomándolo del periodista Cándido, "los últimos de Consuegra". Un miedo que crea más mentiras, sistemas delirantes, mariconerías e idioteces que un seminario conciliar,  un sistema para grabar hombres como si fueran discos de vinilo hasta que se rayan o se vuelven santos. Frases de los consaburenses: "Mi única doctrina es vender: terminar de pagar el chalet y que no nos falte de nada... ¡Que me vengan ahora con el socialismo ese!". Viene una espectacular imagen de un monumento con los nombres de 69 religiosos fusilados del bando que empezó la guerra... y ninguno, como ocurre en toda España, a los fusilados demócratas antes y después de la guerra por el bando vencedor. Y paro de escribir. Hay tanto que escribir...

jueves, 7 de enero de 2016

No es Cataluña, es Castilla la que más sufre el centralismo madrileño.

Julio Llamazares, "Castilla", en El País, 7-I-2016:

Aunque les extrañe saberlo a los nacionalistas periféricos, esta región es la que más sufre el centralismo de Madrid.

Una pequeña editorial de provincia, Rimpego, acaba de publicar por enésima vez un libro que a mí me marcó en su momento como pocos y que sigo teniendo entre mis favoritos: Donde la vieja Castilla se acaba, de Avelino Hernández. Se trata de un libro que, tras su apariencia de guía para viajeros por Soria, esa provincia olvidada por los españoles, cuyo conocimiento general de ella se limita a la historia de Numancia, esconde una honda reflexión sobre el destino de una región, Castilla, que languidece entre la indiferencia general tras siglos de decadencia y de incuria y después de ver desaparecer incluso su nombre tras su desmembramiento y despojo autonómico, en el que vio cómo la dividían en dos, le añadían otro territorio histórico: el antiguo Reino de León, igualmente decadente y olvidado, y le arrancaban sus tres provincias más ricas, ésas que deberían tirar de ella hacia la prosperidad: Santander, Logroño y Madrid. La reflexión de Avelino Hernández, literariamente a la altura de sus maestros, Machado al frente de ellos, y conceptualmente desesperanzada como correspondía a alguien que ya veía en aquel momento, principios de los ochenta del siglo XX, años de la movida y de la posmodernidad españolas, el derrotero por el que se precipitaba una antaño región pudiente y dominadora, imperialista y rica gracias a sus conquistas en otras tierras, que no por sus riquezas naturales, que, tras siglos de progresivo declive económico y moral, veía cómo sus gentes la abandonaban en masa y sus antiguas glorias y construcciones (catedrales, castillos y palacios) se caían a pedazos sin que nadie atendiera a su ruina ni lamentara su irreversibilidad. Sólo Avelino Hernández y algunos otros alzaron la voz en aquel momento para denunciar lo que estaba sucediendo ya en su tierra sin que nadie les hiciera el menor caso: al revés: acusándolos de noventayochistas y conservadores, calificativos que aún usan hoy en la periferia muchas personas desconocedoras de la verdadera realidad de una región a la que siguen estigmatizando de imperialista y depredadora como si el tiempo no hubiera pasado por España y culpándola de sus problemas, ignorando que Castilla hoy ya no pinta nada en el concierto político nacional, convertidas sus ciudades, salvo excepciones, en monumentos para turistas y sus antiguas villas y poblaciones llenas de historia en geriátricos en los que solitarios ancianos sostienen con sus hombros la ruina de una tierra que, como anunció en su día Avelino Hernández, se acaba sin remisión. Porque, aunque les extrañe saberlo a los nacionalistas periféricos, la región que más sufre el centralismo de Madrid, y la que más carencias tiene, es Castilla, no las suyas.

Fernando Savater pone el dedo en el ojo

Fernando Savater, "Ni podemos ni debemos", en El País, 7-I-2016:

No hay inconveniente en admitir que España es un país plurinacional siempre que tales naciones se entiendan como realidades culturales. Los nacionalistas quieren convertir la diversidad cultural en fundamento de separación política.

Como están de actualidad las listas, comenzaré con la de quienes pueden saltarse este artículo con tranquilidad, porque la cosa no va con ellos... o como si no fuera. En primer término, los que forman el partido mayoritario del país según las últimas elecciones, dos millones de votos por delante del siguiente. Me refiero, claro está, a quienes no votan, sea porque están en la inopia (“¡y yo qué sé!”) o porque creen pertenecer a la élite (“a mí no me engañan, yo no entro en el juego”). En los comicios con mayor oferta política de nuestra historia reciente no han encontrado motivo para salir de casa (excluyo, por supuesto, a los miles que quisieron votar desde el extranjero y no pudieron hacerlo por una infecta burocracia). La verdad es que no merecen vivir en un país democrático, sino en un establo con televisión y ADSL. Ahí seguirán, hasta que el voto obligatorio les recuerde que son ciudadanos mal que les pese.

Tampoco aspiro a dirigirme a la secta de los cambistas, los adictos en cuerpo y alma al cambio. No a mejorar, a perfeccionar o a corregir, sino a cambiar. Sea adelante, atrás, a derecha o izquierda, eso va en gustos. Odo Marquard, genial pensador minimalista lleno de humor, no un chistoso barato como Zizek, que murió a mediados de pasado año ignorado por nuestros medios, dice: “El prejuicio más fácil de cultivar, el más impermeable, el más apabullante, el prejuicio de uso múltiple, la suma de todos los prejuicios, es el que afirma que todo cambio lleva, con certeza, a la Salvación, y mientras más cambio haya, mejor”. Como voy a intentar exponer razones para evitar el cambio en un punto importante de nuestro ordenamiento político, cuyos adversarios invocan precisamente la necesidad de cambio para liquidarlo, sólo encontraré oídos impermeables a la argumentación en los fascinados por la palabreja de marras.

Y por supuesto nada tengo que decir a los enclaustrados en lo que llaman “pragmatismo”, o sea, los que más allá del Ibex, la prima de riesgo, la tasa de crecimiento o de afiliados a la seguridad social —todo ello muy respetable, desde luego— se contentan con las más obvias letanías: la ley está para cumplirla, la unidad de España no está en venta, queremos muchísimo a los catalanes, y a los vascos es que los adoramos, ay, ¡la gula del Norte! El lema de esta buena gente, porque suele serlo, es: “No nos metamos en honduras”. Nada de explicar con demasiadas teorías la ley, o la unidad, o lo que sea. Lo importante es que no haya jaleo y que los irredentos sepan que todas sus diferencias son bienvenidas y que la Constitución está para dar gusto a todos y que estén cómodos en ella. Si no, se cambia a tal efecto. A fin de cuentas, los nombres de las cosas son lo de menos, lo que cuenta es el business as usual. O, como canta la jota, “que me llamen como quieran, mientras sea de Zaragoza”.

Para el resto, si es que queda todavía alguien por ahí, van las explicaciones prometidas. Porque creo que es imposible combatir racional y democráticamente contra ideologías dañinas, pero muy asentadas, si se renuncia a dejar claro el fundamento de lo que se defiende frente a ellas. O aún peor, si se maneja el mismo lenguaje que el de los antagonistas, pero con invocaciones a que toda exageración es mala o que dentro de la ley todo es posible. Se asegura que es imprescindible para la paz social del país reconocer que España es una entidad plurinacional. No hay inconveniente en asumir algo tan obvio. De hecho, todos los Estados modernos son plurinacionales, siempre —claro está— que esas naciones sean entendidas como realidades culturales.

La fragmentación entre “los de aquí” y “los de fuera” restringe la libertad de cada cual.

Los ciudadanos se reconocen en una de ellas o se adscriben a la que prefieren según sus avatares biográficos, aunque lo más corriente es que bajo su opción preferente incluyan elementos significativos de las otras que forman el puzle del país. Esas “naciones” se modifican constantemente, en buena medida por la irrigación de gente de otras latitudes que se instalan a vivir en su ámbito tradicional, pese a los esfuerzos de los guardianes de las esencias por redefinir una y otra vez “lo de aquí” frente a “lo de fuera”. Los nacionalistas locales quieren convertir la diversidad cultural en fundamento de separación política. Es decir, convierten las culturas —optativas, cambiantes, mestizas— en estereotipos estatalizables de nuevo cuño, que definen ciudadanías distintas a la del Estado de derecho común. Aquí comienza lo inadmisible.

Porque precisamente esa fragmentación no aumenta, sino que restringe la libertad de cada cual. Al repartir la ciudadanía por módulos culturales transformados en políticos, se priva a los individuos de su disponibilidad de administrar sus identidades personales como deseen dentro de un marco común que las trasciende y a la vez las acoge democráticamente. La ley estatal compartida, constitucional o similar, permite una igualdad que también Odo Marquard definió inmejorablemente: “Igualdad significa que todos pueden ser diferentes sin temor”. Y sin que esa capacidad libre de autodefinición cultural coarte la capacidad de otros conciudadanos de decidir políticamente sobre lo que atañe a todos.

Tal es la concepción democrática contemporánea, cada vez más alejada de las determinaciones del terruño propias de siervos de la gleba, abierta a la inclusión de los inmigrantes en busca de derechos que puedan llegar de cualquier parte. Y por eso las consultas políticas parciales determinadas por territorios —como si los ciudadanos nativos de una localidad o empadronados en ella se transmutasen en miembros de un estado virtual oprimido por la realidad democrática vigente— son, cualquiera que fuese su resultado, mutiladoras de la integridad del resto de la ciudadanía. En España no hay ningún problema territorial, aunque cualquier división administrativa del Estado admite mejoras o reformas, sino un atentado separatista contra el derecho a decidir de todos y cada uno de los ciudadanos miembros del país.

En España no hay un problema territorial, sino un atentado separatista contra el derecho de todos.

Piden diálogo. No parece fácil. Oí en Espejo público a García Page contestar bien a un nacionalista que le preguntó por qué no referéndum en Cataluña: sería conceder de antemano lo que se pretende preguntar, porque la autodeterminación no consiste en irse, sino en poder elegir entre irse o quedarse sin contar con los demás. Su interlocutor comentó: “Bueno, seguiremos intentándolo”. Como quien oye llover. En su ensayo L’art de conférer, uno de los mejores, Montaigne hace una encendida defensa del diálogo y la controversia, proclama que prefiere el coloquio con quien piensa distinto que él porque así aprende más, etcétera... Pero también advierte: “Me es imposible tratar de buena fe con un tonto, porque bajo su influjo no sólo se corrompe mi juicio, sino también mi conciencia”. Yo, siempre con Montaigne.

Fernando Savater es escritor.

lunes, 14 de diciembre de 2015

La CIA, el Mossad y el MI6 crearon el ISIS para desestabilizar a Siria

"24 cosas sobre ISIS y Al-Qaeda que no quieren que sepas "en nuevatribuna.es 26 de Mayo de 2015 

El Estado Islámico, ISIS o Daesh, fue creado por la CIA, el MOSSAD y el MI6 para reventar a Siria. 

El Estado Islámico, ISIS o Daesh, fue creado por la CIA, el MOSSAD y el MI6 para reventar a Siria. El profesor Michel Chossudovsky, economista canadiense y director del Centro de Investigación sobre la Globalización, en Montreal, ha recopilado 24 verdades que los gobiernos occidentales no quieren que la población conozca acerca de ISIS (o Estado Islámico) y Al-Qaeda… ¿Cómo es posible que sigan el juego de los Estados Unidos encaminado a crear un estado mundial policial? Pasando por la destrucción de pueblos, culturas ancestrales y restos de antiguas civilizaciones. La barbarie en su máxima dimensión.

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COSAS QUE NO QUIEREN QUE SEPAS DE AL-QAEDA

1. Los Estados Unidos han apoyado a Al Qaeda y a sus organizaciones afiliadas durante casi medio siglo, desde el apogeo de la guerra afgano-soviética.

2. La CIA creó campos de entrenamiento para al-Qaeda en Pakistán. En el período de diez años, desde 1982 hasta 1992, unos 35.000 yihadistas procedentes de 43 países islámicos fueron reclutados por la CIA para luchar en la jihad afgana contra la Unión Soviética.

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Anuncios, pagados con fondos de la CIA, se colocaron en los periódicos y boletines de noticias de todo el mundo ofreciendo incentivos y motivación para unirse a la Jihad.

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3. Desde la época de la Administración Reagan, Washington ha apoyado a la red terrorista islámica. Ronald Reagan calificó a esos terroristas como “luchadores por la libertad”.

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Reagan reunido con los Mujaidines afganos

Los EE.UU. suministraron armas a las brigadas islámicas. Todo era para “una buena causa”: la lucha contra la Unión Soviética y el cambio de régimen, lo que llevó a la desaparición de un gobierno secular en Afganistán.

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Solo necesitamos recordar películas de propaganda de la época, como la célebre Rambo III…

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4. Los libros de texto yihadistas fueron publicados por la Universidad de Nebraska. Estados Unidos gastó millones de dólares para suministrar libros de texto repletos de imágenes violentas y enseñanzas islámicas militantes a los escolares afganos.

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5. Osama bin Laden, fundador de Al Qaeda y hombre más odiado de Estados Unidos, fue reclutado por la CIA en 1979 al comienzo mismo de la guerra yihadista de Afganistán contra la Unión Soviética. Por aquel entonces, Bin Laden tenía 22 años y fue entrenado en un campo de entrenamiento de guerrillas patrocinado por la CIA.

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Según el Profesor Chossudovsky, Al Qaeda se encontraba detrás de los ataques del 11 de septiembre. De hecho, el ataque terrorista de 2001 proporcionó una justificación para librar una guerra contra Afganistán, bajo el argumento de que Afganistán era un estado patrocinador del terrorismo de Al Qaeda.

Los ataques del 11 de septiembre, pues, fueron fundamentales para sentar las bases de la “Guerra Global contra el Terrorismo”.

COSAS QUE NO QUIEREN QUE SEPAS DE ESTADO ISLÁMICO

6. El Estado Islámico o ISIS era originalmente una entidad afiliada a Al-Qaeda, creada por la inteligencia de Estados Unidos con el apoyo del MI6 Británico, el Mossad Israelí, los servicios de Inteligencia de Pakistán y la Presidencia General de Inteligencia de Arabia Saudita (GIP o Ri’āsat Al-Istikhbarat Al-‘Amah (رئاسة الاستخبارات العامة).

7. Las brigadas de ISIS han estado involucradas en el apoyo a la insurgencia que los EE.UU. y la OTAN han dirigido contra el gobierno sirio de Bashar al Assad durante la guerra civil de Siria.

8. La OTAN y el Estado Mayor de Turquía fueron los responsables de la contratación de mercenarios de ISIS y Al Nusrah desde los inicios de la insurgencia siria, en marzo de 2011.

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Según fuentes de inteligencia israelíes, publicadas en la web DEBKA, esta iniciativa ha consistido en:

“Una campaña para reclutar a miles de voluntarios musulmanes en países de Oriente Medio y el mundo musulmán para luchar junto a los rebeldes sirios. El ejército turco aloja a estos voluntarios, los entrena y asegura su entrada en Siria”.

9. Hay miembros de las fuerzas especiales occidentales y agentes de inteligencia occidentales dentro de las filas de ISIS. Miembros de las Fuerzas Especiales Británicas y del MI6 han participado en el entrenamiento de los rebeldes yihadistas en Siria.

10. Especialistas militares occidentales contratados por el Pentágono han entrenado a los terroristas en el uso de armas químicas.

“Los Estados Unidos y algunos aliados europeos están utilizando a contratistas de defensa para entrenar a los rebeldes sirios sobre cómo asegurar los arsenales de armas químicas en Siria, según informó un alto funcionario de Estados Unidos y varios diplomáticos de alto nivel a la CNN”.

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11. Las brutales decapitaciones realizadas por los terroristas de ISIS, forman parte de los programas de entrenamiento patrocinados por la CIA en campos de Arabia Saudita y Qatar y cuyo objetivo es causar pavor y conmoción.

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12. Muchos de los criminales reclutados por ISIS, son presidiarios condenados liberados de las cárceles de Arabia Saudita, país aliado de Occidente. Entre ellos se encuentran ciudadanos Saudíes condenados a muerte que fueron reclutados para unirse a las brigadas terroristas.

13. Israel ha apoyado a las brigadas de ISIS y Al Nusrah de los Altos del Golán, en su lucha contra el gobierno de Al-Assad y las fuerzas chiítas de Hezbollah.

Combatientes yihadistas se han reunido regularmente con oficiales de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI), así como con el primer ministro Netanyahu.

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Netanyahu con un mercenario de la guerra de Siria, siendo curado en un hospital de Israel

El alto mando de las FDI reconoce tácitamente que: “elementos de la jihad global dentro de Siria, miembros de ISIS y Al Nusrah, son ​​apoyados por Israel”.

14. Los soldados de ISIS dentro de Siria, trabajan a las órdenes de la alianza militar occidental. Su mandato tácito es causar estragos y destrucción en Siria e Irak.

Una prueba de ello, la encontramos en esta foto, en la que el senador estadounidense John McCain se reune con líderes terroristas yihadistas en Siria.

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15. Las milicias de ISIS, que actualmente son el presunto blanco de una campaña de bombardeos de Estados Unidos y de la OTAN bajo el mandato de la “lucha contra el terrorismo”, continúan siendo apoyadas secretamente por Occidente.

Fuerzas chiitas que luchan contra ISIS en Irak, así como miembros del propio ejército iraquí han denunciado repetidamente las ayudas militares suministradas por Estados Unidos a los terroristas de ISIS, mientras a la vez, combatían contra ellos.

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16. Los bombardeos estadounidenses y aliados no están apuntando a ISIS, sino que tienen el objetivo de bombardear la infraestructura económica de Irak y Siria, incluyendo sus fábricas y refinerías de petróleo.

17. El proyecto de ISIS de crear un califato, forma parte de una agenda de política exterior de Estados Unidos, que pretende dividir Irak y Siria en territorios separados: Un califato islamista sunita, una República Árabe chiíta y la República del Kurdistán.

LAS MENTIRAS DE LA GUERRA MUNDIAL CONTRA EL TERRORISMO

18. “La Guerra Global contra el Terrorismo” se presenta de cara a la opinión pública como un “choque de civilizaciones”, una guerra entre los valores y las religiones, cuando en realidad se trata de una guerra de conquista, guiada por objetivos estratégicos y económicos.

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19. Brigadas terroristas de Al-Qaeda, patrocinadas secretamente por las agencias de inteligencia occidentales, se han desplegado ya en Malí, Níger, Nigeria, la República Centroafricana, Somalia y Yemen para llevar el caos a esos países y justificar una intervención militar occidental.

20. Boko Haram en Nigeria, Al Shabab en Somalia, el Grupo de Combate Islámico de Libia, (apoyado por la OTAN en 2011), Al Qaeda en el Magreb Islámico y Jemaah Islamiya en Indonesia, entre otros, son grupos afiliados a al-Qaeda que son secretamente apoyados por la inteligencia occidental.

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21. Estados Unidos también está apoyando a organizaciones terroristas afiliadas con Al-Qaeda en la región autónoma Uigur de China. Su objetivo es desencadenar la inestabilidad política en el oeste de China.

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22. La amenaza terrorista local, como la que hemos visto en EEUU o Europa, es una fabricación promovida por los gobiernos occidentales y apoyada por los medios de comunicación con el fin de crear una atmósfera de miedo e intimidación, que lleve a una anulación de las libertades civiles y favorezca la instalación de un estado policial.

A su vez, los arrestos, juicios y condenas de “terroristas islámicos” sirven para sustentar la legitimidad del Estado de Seguridad Interna de Estados Unidos y la creciente militarización de sus fuerzas de seguridad.

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El objetivo final es inculcar en la mente de millones de estadounidenses que el enemigo es real y que la Administración de los Estados Unidos protegerá la vida de sus ciudadanos.

Lo mismo podemos decir de países como Francia, Reino Unido o Australia.

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23. La campaña “antiterrorista” contra el Estado islámico ha contribuido a la demonización de los musulmanes, que a ojos de la opinión pública occidental se asocian cada vez más con los yihadistas, sentando así las bases para un choque de religiones y civilizaciones.

24. Cualquiera que se atreva a cuestionar la validez de la “Guerra Global contra el Terrorismo” es calificado de terrorista y se ve sometido a las leyes anti-terroristas.

Se establece con ello, un primer instrumento para perseguir a cualquier tipo de disidente ideológico, asociándolo con el terrorismo.

Esta herramienta, podrá ser extendida posteriormente a cualquier otro tipo de disidencia ideológica.

Como vemos, la administración Obama ha impuesto finalmente un consenso diabólico, con el apoyo de sus aliados y el papel cómplice del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La prensa occidental ha abrazado ese consenso de forma obediente y entusiasta; se ha descrito el Estado Islámico como una entidad independiente, surgida de la nada, un enemigo exterior que amenaza los valores “pacíficos y democráticos” del mundo occidental.

Se ha creado un enemigo que puede aparecer y actuar en cualquier momento, como un fantasma con el que asustar a la población cuando más convenga y empujarla a aceptar cualquier tipo de política represiva de las libertades y cualquier tipo de acción militarista al servicio de los grandes poderes occidentales.

Y por lo visto, este drama, no ha hecho más que empezar…

Fuente: Global Research

martes, 10 de noviembre de 2015

Más epigramas


1. Cuando André Glucksmann tenía 4 años, su familia logró escapar de un vagón de tren que debía conducirles a un campo de concentración. Su madre se puso a gritar a los demás detenidos lo que les esperaba, hasta que los agentes la apartaron y sacaron a la familia del vagón. “Ese día aprendí la primera lección de mi existencia: que la insolencia y la verdad sirven para algo”.

2. Fernando Savater, citando La educación sentimental de Flaubert: "Era tan corupto que pagaría por venderse"

3. Decía Borges que "habría que inventar un juego en que nadie ganara". Creo yo que la vida es ese juego.

4. Los probemas que cierto señor tiene con otros señores derivan de que él es muy gilipollas y mucho gilipollas y los otros son muy catalanes y mucho catalanes. Se ve que ambos son rácanos en gastar... sensatez / seny. "El orgullo más barato es el orgullo nacional, que delata en quien lo siente la falta de cualidades individuales de las que pudiera enorgullecerse" (J. W. von Goethe)

5. La gente es tan ingenua como ignorante; ya no hay intimidad: hablan y hablan todo el tiempo por móvil cuando es facilísimo saber qué dicen; está al alcance de cualquiera "pinchar" sus frecuencias; si quiere saber qué dicen sus vecinos de todo el edificio, ya sabe. 

domingo, 8 de noviembre de 2015

Rescato y publico el texto y partitura del antiguo Himno nacional republicano de 1868


El himno titulado “¡Abajo los Borbones!” fue estrenado en el Teatro de la Zarzuela, el 7 de dIciembre de 1868, formando parte de un espectáculo compuesto por El alcalde de Zalamea, unos poemas políticos alusivos a la obra de Calderón y, a propósito, uno de Luis de Eguilaz titulado “la convalecencia”. El himno del famoso poeta y autor dramático Antonio García Gutiérrez, con música del maestro Emilio Arrieta, “agradó mucho a la nutrida concurrencia y fue muv aplaudido” según Los Sucesos, núm. 669, 9 de diciembre de 1868, y se publicó íntegramente en este mismo número, en su página 536, y con la partitura en Madrid: Casimiro Martín, 1868. En el enlace azul está la partitura.


 

RECITATIVO


Después de siete siglos de luchas y de hazañas
del español ya exenta la indómita cerviz
al trono de Pelayo, nacido entre montañas
subió la casa de Austria en época infeliz.

Subió Carlos primero, verdugo de Castilla,
que su altivez heroica queriendo castigar
en la caliente sangre de Bravo y de Padilla
ahogó la independencia de España en Villalar.

Y, en pos de aquel soldado de trágica memoria,
avanza el parricida que a España despobló,
y aquellos dos Felipes de triste y pobre historia,
hasta el segundo Carlos que a Francia nos legó.

Mas resistiolo el pueblo, de su viril constancia
haciendo airada muestra y alarde singular,
y horrores de Sagunto y estragos de Numancia
en Barcelona y Játiva se vieron renovar.

Subió el Borbón al trono, pero subió dejando
la garra del leopardo clavada en Gibraltar;
predecesor fue digno del séptimo Fernando
y de esa desdichada, fanática y vulgar.

Triunfó el Borbón y ahora por despedida deja
cadalsos, sangre, luto y la miseria en pos,
y aun hoy en el destierro de ingratitud se queja
la que sucumbe herida por el rigor de Dios.

Perdiose con su raza, perdiose aquel imperio
que levantó Pelayo y engrandeció Cortés,
que ya era nuestra España sangriento cementerio
en que se alzaba un trono como fatal ciprés.

PARTE CANTADA

¡Abajo los Borbones!, exclama el pueblo entero
hirviéndole en el pecho la afrenta y el rencor, (bis)
repítelo el soldado y el duro marinero,
y todos cuantos sienten las iras del rubor.

Aquel que entre nosotros tuviere madre honrada,
esposa, hermano o hija, y estimen su virtud,
que diga si no siente la indignación sagrada
con que la España toda rompió su esclavitud

¡Abajo, abajo los Borbones,
de nuestra patria mengua y horror!
Muestre la España a las naciones
alta la frente, limpio el honor.

España, que ocultaba con silencioso lloro
su afrenta y su ignominia temiendo al mismo sol, (bis)
que ayer su sangre toda miró trocarse en oro
del crimen y del vicio fundido en el crisol.

¡Abajo los Borbones, abajo! ¡Y que les sea
la tierra ya enemiga del uno a otro confín!
¡Sin propio suelo vaguen como la raza hebrea,
y aun no es a sus delitos el merecido fin!

¡Abajo, abajo los Borbones,
de nuestra patria mengua y horror!
Muestre la España a las naciones
alta la frente, limpio el honor.

En tanto, respiremos la brisa bienhechora
y el apacible ambiente de amor y libertad,
que pronto a nuestros ojos se mostrará la aurora,
presagio venturoso de más risueña edad.
La paz con el trabajo, y el arte con la ciencia
serán desde hoy las armas que enciendan nuestra lid;
mas, si de España atacan la santa independencia,
veréis cómo retoñan los vástagos del Cid
.

¡Abajo, abajo los Borbones
de nuestra patria mengua y horror!
Muestre la España a las naciones
alta la frente, limpio el honor.