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lunes, 17 de agosto de 2015

Ángel Luis Alfaro

Ángel Luis Alfaro es un profesor de historia que escribe buenos y curiosísimos artículos de Wikipedia. Los podéis leer en su lugar, aquí.

domingo, 22 de junio de 2014

Wikis varios

Tras una fatigosa investigación, he podido reconstruir más o menos algo de la historia del desaparecido monasterio manchego de La Sisla, en Toledo. Lo he compartido en Wikipedia, aquí. Entre mis últimos trabajos para la enciclopedia de Internet con relación a la cultura de la región están los referidos a los escritores manchegos antiguos Gonzalo de Ocaña, Francisco de Herrera Maldonado, Cosme Gómez Tejada de los Reyes, Alonso de Oropesa, el gramático y el lingüista alzazareño Diego de Torres Rubio, el teólogo protestante conquense asesinado por su hermano Juan Díaz y sus personajes cercanos, que también he tenido que biografiar para hacerme mejor idea de los dichos. Es una parte muy reducida de mi colaboración global con esa empresa pública, ya que mi enfermiza curiosidad nunca ha querido encoger sus ambiciones; este mes me he encargado sobre todo en adecentar la literatura holandesa y catalana en general, sobre todo, con algunas excursiones a los siglos XVIII y XIX españoles en general, áreas en que tengo alguna autoridad, aunque minúscula. Un poco antes me he metido a fondo con el género periodístico de la crónica de sociedad de entre siglos y creo que he conseguido biografiar a todos los cronistas de sociedad importantes. El artículo sobre el tema puede ser una referencia, Ecos de sociedad. Miro todo lo que un grafómano como yo ha hecho en este terreno en el pasado y apenas puedo creerlo, Dios mío. Hay huellas digitales mías por casi toda la parte humanística de ese monstruoso calamar electrónico, y digo calamar porque se hace de tinta eléctrica y extiende no ocho, sino diez brazos, más que los cuatro del dios Shiva, el destructor, o su cara femenina, Kali. 

domingo, 28 de abril de 2013

La Wikipedia en español va a alcanzar el millón de artículos

Dentro de unas semanas, la Wikipedia en español habrá alcanzado el millón de artículos, pocos comparados con la versión inglesa, pero muchos si sumamos los de la catalana (400.000), la eusquérica (150.000), la gallega (100.000) y las de diversos dialectos hispánicos (100.000), en total 1.750.000 artículos. Seríamos, así, la segunda wikipedia del mundo. Y eso refleja algo: por ejemplo, que el mundo hispánico es más fuertes unido que separado. Dos millones de wikipedistas son responsables de la versión española, pero solo trabajan activamente cada mes unos quince mil. Milagros de la Entretela, Entrerred o Internet.

De la eficacia de la Wikipedia como instrumento educativo poco cabe dudar. Como escritor especializado soy autor de miles de artículos en ella y, como profesor, he leído algunos trabajos en los que he visto material mío más o menos "tomado" de allí. No puedo criticarlos demasiado, pues habrían podido oír lo mismo en mis clases. De esta manera, el esfuerzo educativo de miles de profesores repercute en la sociedad mucho más que si se limitara solamente a trabajar en las clases, así que pienso que todos ellos, si de verdad aman lo que enseñan, deberían hacer como yo y traducir, redactar, corregir o editar artículos sobre sus asignaturas en la Wikipedia. Sus esfuerzos serán multiplicados y mejorados por otros wikipedistas que lo traducirán a mil lenguas. 

El problema es siempre el mismo: alguno puede creer que se plagia a la enciclopedia colaborativa cuando encuentra semejanzas entre el texto de un autor y la misma. Pero bien puede ser al revés: uno recurre a sus propios artículos escritos para la Wikipedia como material de su confianza y que vuelve a emplear con fines distintos. A mí me ha ocurrido: ya que ese material sigue allí cedido a perpetuidad y es tan seguro y confiable como lo puedo ser yo, lo he usado, tras revisarlo, para confeccionar apuntes. Allí estaba, tal cual o incluso mejor y más actualizado; a muchos wikipedistas les habrá ocurrido lo mismo. 

Es más, para mí al menos constituye un verdadero placer quitar una errata, corregir la ortografía, añadir un dato, precisar una referencia, mejorar una frase o completar un artículo. Otras veces, para mi sorpresa, al repasar el historial de alguno de los artículos, me he topado con que el autor principal era yo mismo y lo había olvidado. Se ve que mis intereses andan ya por caminos trillados y, en efecto, ya he perdido la cuenta de todo lo que he escrito allí; ahora solo puedo reconocerlo por la clave o número de ordenador que utilizaba para firmarlo.

Por supuesto que Wikipedia tiene sus defectos, pero el hecho de que resplandezcan más sus virtudes proclama algo muy positivo sobre la especie humana en general y su colaboración altruista y muy negativo también sobre aquellos que pretenden privatizar hasta el pensamiento; proclama algo muy bello y hermoso que no pueden afirmar, por ejemplo, otras organizaciones capitalistas fundadas en el lucro y que se obstinan en privatizar el conocimiento por encima del bien común, elaborando además productos mucho peores; no tendría empacho alguno en añadir a estos sujetos a la larga lista de vándalos que los wikipedistas combatimos. Y que siempre vencemos: por cada sinvergüenza o vándalo hay seis o siete correctores que se desviven en corregir desaguisados y perseguir sin piedad a los desalmados. 

Cierto que son frecuentes los altercados sobre neutralidad de puntos de vista y otras cuestiones; pero de ellos siempre resulta beneficiada la Wikipedia, corregido el reglamento y mejorada la interfaz que nos une, llamada educación; educación no solo en cuanto a reparto de conocimientos, sino también en cuanto a ética, al compartir un espacio y empresa común con ideales universales y puramente humanistas. 

Resulta más fácil criticar la Wikipedia que escribirla; a tal gente, que nunca hizo ni hará nada por los demás sin quitar algo para engordar su propio ego no hay que escucharla ni esperar nada de ella, pues pertenece a un mundo en extinción, mucho peor que el que está naciendo gracias a la generosidad común.

domingo, 31 de julio de 2011

Mi obra en la Wikipedia

He redactado, traducido y corregido miles de artículos en la Wikipedia desde hace años. Para ello he utilizado varios pseudónimos: Aromera, Lidoro, Una, Catón, El gato Félix, Uno que pasa, Endriago, Toterreno, una actual que empieza por C y acaba por s y mi dirección IP. Estoy razonablemente satisfecho de algunos artículos extensos: Don Quijote, Métrica, Gramática del español, Hispanismo, Siglo de Oro, Shakespeare, Lope de Vega, Calderón, Góngora, Luis de León, Novela picaresca, Entremés etcétera. Es en Literatura y Lengua donde he colaborado más. Animo a cualquiera a que se sume a ese proyecto altruista, anónimo y generoso, como debe ser toda educación que se considere como tal.

miércoles, 2 de marzo de 2011

La Tecnología y el señor Cualquiera

La tecnología exige una acumulación de un tipo de saber que no es permanente ni plurifuncional. No es un verdadero saber, ni un único saber, porque es un saber que se aplica y justifica momentáneamente, y es un saber que no tiene centro y muchos menos centro humano, como la misma Entrerred. Son saberes de usar y tirar (u olvidar). Uno puede desperdiciar un tiempo muy valioso en aprender un código o un software para tener que olvidarlo y usar otro presuntamente mejor, aunque cubra la misma necesidad que el antiguo sin apenas diferencia. ¿Realmente se necesita otro software, si el texto es uno? O debería serlo, a menos en significado, porque cualquier texto de la entrerred se transforma en una selva de puentes, un infierno hecho sólo de pasillos que dan a otros pasillos, un laberinto en fin, una inter-textualidad tan des-leída y desleíble y remitente como un artículo de Wikipedia. Desde luego, la riqueza del mundo y la libertad que proporciona no son prescindibles, pero las insuficiencias del individuo ponen límites y restricciones a esa adaptación, y es más, reclaman un sentido, e incluso un sentido último para esa adaptación. A veces, e incluso muchas veces, el esfuerzo no se proporciona a los resultados obtenidos, escasos o pobres o no deseados, de forma que se ahueca y anula, por medio de la descompensación, ese fin último que se pretende, que es la educación, no la preparación. ¿Sirve de algo un aprendizaje (no una educación) de algo que luego no va a quedar ni va a servir por su carencia de contenido? ¿No estaremos aprendiendo en realidad a despreciar toda forma de conocimiento y lo que es peor, a despreciar el esfuerzo que cuesta alcanzarlo? Hemos ido del profesor hueso, pero con sustancia, al profesor hueco, con muchas cáscaras, como una matriuska, pero vacío. Los procesos de adaptación requieren de un tiempo extenso, de una humanidad y de un gradualismo que con frecuencia se olvidan en aras a una exigencia mecánica y continua que olvida los fines y se atasca en los medios. Carecen de alma, y hasta se diría que de sentimiento y de amor.
Otro aspecto perjudicial de la tecnología, fuera de su exigencia de rapidez, de su antihumanismo, de su obsolescencia o carácter desechable y de su esencia de apariencia o saber impermanente, es su inusitado fragmentarismo y desarticulación. La tecnología, con su caracter segmentado y disperso, con su carácter disgregado y poco abierto a causa de rivalidades de mercado y de marca, con su perenne atención a las variantes, las ventanas y los senderos, desconcentra y transforma a los seres humanos en apéndices de sí mismos, en seres concisos y telegráficos que ignoran cualquier interpretación profunda y matizada de los problemas, encerrados como están en una jaula excesivamente abierta de aplicaciones, instrucciones y procedimientos que le alejan de la verdadera palabra y del verdadero sentido, y no siempre reproducen el modo de pensar ni las intenciones del cerebro, que siempre prefiere lo más directo, lo que le permite dispersar menos su atención. Calar un libro exige completa atención, completa unidad de criterios y de intereses frente al texto, completo yo: una página electrónica, con todas sus ventanas abiertas al abandono, invita a la deserción por algo mejor o diferente que nunca llega y que se deja arrinconado en un limbo cibernético, sin formar construcción o sistema unificado alguno. El mismo desorden de los archivos que tengo en mi ordenador, su falta de clasificación dentro de un presunto orden alfabético o cronológico, delata cuanto estoy diciendo, al menos en mi caso.

viernes, 4 de febrero de 2011

Manual de introducción a la Wikipedia

Para crear artículos de Wikipedia:

Ir al buscador interno de la Wikipedia en la esquina superior derecha y escribir el nombre del artículo y buscarlo.


Si ya existe, aparecerá en azul y, si no, en rojo. 


En el primer caso, para modificarlo o ampliarlo, “pinchar” el título y cambiar o añadir usando la paleta de estilo que aparece sobre y bajo el hueco de la ventana; en el segundo, “pinchar” el letrero rojo para crear el nuevo artículo, y escribirlo usando la paleta de estilo mencionada.

Los enlaces internos se escriben entre corchetes; las cursivas, para títulos, entre dos apostrofes al comienzo y dos apóstrofes al final. Y las negritas, lo mismo, pero con tres apóstrofes en vez de con dos.


Más sencillo resulta seleccionar el texto y pinchar el icono de cursiva o de negrita, o el que corresponda al efecto que se pretende crear. También hay un icono para notas. Se determina qué es cada icono posando el cursor sobre el mismo sin pulsarlo: entonces aparece la función en letras.


Para separar secciones distintas en cada artículo, hay que ponerlas entre estos signos: = = Sección = =. Para subsecciones dentro de cada sección, se van aumentando los signos de igual: = = = Subsección = = =

Una vez escrito el artículo, lo que hay que hacer es clasificarlo con palabras clave de su tema que se ponen entre corchetes al final, después de la palabra [[Categoría:…]], pero eso no es necesario en un principio, porque siempre habrá algún bibliotecario que lo pondrá, aunque hay que evitarle el máximo trabajo posible. Si ya están escritos los artículos en las otras wikis nacionales, un bot (robot, dispositivo o servomecanismo informático para realizar tareas mecánicas de corrección) ya pondrá los enlaces correspondientes después de las categorías.

Es importante documentar el texto con notas y una bibliografía procurando no plagiar y respetar las convenciones de formato de cada género de artículo pero, si no se hace, ya lo hará otro wikipedista o te avisará de las correcciones que sería oportuno hacer poniendo un cartelito al principio del artículo o escribiéndote en el apartado de Discusión del portal que hayas creado al matricularte como wikipedista, si es que te has matriculado. En el caso de que estés matriculado, algunas cosas serán más fáciles de hacer y serás menos sometido a control, aunque al principio siempre habrá alguno supervisando lo que haces que sólo intervendrá si ves que haces algo incorrecto o errado.

Hay una sección especial para ensayar artículos nuevos en la columna de la izquierda, “Ayuda”, y para ayudas más específicas está también en esa misma columna la sección “Portal de la comunidad”, y más en concreto “café”, donde hay secciones temáticas para preguntar dudas, pedir ayuda, colaboración o lo que se tercie.

Es lo mejor matricularse como wikipedista al principio, porque eso permite ser saludado por wikipedistas a los que puedes recurrir en caso de duda en la sección de correo denominada “Discusión”, si bien es tan fácil que no suele haber ningún problema. Además evita ser pasto de los bots de corrección. Una vez matriculado pinchando en el oportuno cartel, uno ya posee su propio portal de wikipedista donde se puede presentar escribiendo lo oportuno y los bots le dejan en relativa paz.

En la Wikipedia existe una jerarquía en la que los puestos de responsabilidad está ocupados por bibliotecarios; conviene tenerlos contentos en sus múltiples y variadas manías y no mostrarse a su vez demasiado maniático. Como es un trabajo no retribuido la gente es muy susceptible.


El grado de compromiso varía: los hay que redactan, los que corrigen, los que controlan, los que persiguen vándalos, los que mejoran la redacción, los que rehacen bibliografías, los que ilustran, los que formatean, los que crean portales etcétera.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Contra el copyright

Quien defiende el copyright defiende la criminalización de la sociedad, la privatización del pensamiento, ponerle puertas al campo y braguetón al desnudo espíritu humano. Contra eso está la misma cultura, como demuestran estas citas:

Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?.
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

Federico García Lorca, "Medio pan y un libro"

Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo
ya nadie sabe el autor.
Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.

Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.


Manuel Machado

De cómo dice el arçipreste que se ha de entender su libro:
Qualquier omen, que lo oya, si bien trovar sopiere,
puede más y añadir et emendar si quisiere,
ande de mano en mano a quienquier quel’ pidiere,
como pella a las dueñas tómelo quien podiere.
Pues es de buen amor, emprestadlo de grado,
non desmintades su nombre, nin dedes refertado,
non le dedes por dineros vendido nin alquilado,
ca non ha grado, nin graçias, nin buen amor complado.
Traducción:
Cualquier hombre que lo oiga, si bien trovar supiese
puede aquí añadir más, y enmendar si quisiese,
ande de mano en mano a cualquiera que lo pidiese,

como pelota [lanzada] a las chicas tómelo quien pudiese.
Pues es de buen amor, prestadlo de buen grado,
no le neguéis su nombre ni os hagáis de rogar al darlo,
no lo deis por dinero, vendido ni alquilado,
porque no tiene gusto ni gracia, ni [hay] buen amor comprado”.


Libro de buen Amor, Juan Ruiz


Debería haber un gran almacén de arte en el mundo al que el artista pudiera llevar sus obras y desde el cual el mundo pudiera tomar lo que necesitara”.

Ludwig van Beethoven

La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura.”

José Martí


Soy un pirata de mí mismo, pongo mis libros para descarga gratuita en mi web y no me molesta que la gente los difunda al máximo en las redes p2p”

Paolo Coelho

Somos grandes copiadores, sin imitación no habría cultura”

Giacomo Rizzolati


Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos manzanas, entonces tanto tú como yo seguimos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tenemos dos ideas.”

George Bernard Shaw


Aquél que recibe una idea de mí gana en conocimiento sin quitarme nada, como aquél que enciende su vela con la mía recibe luz sin oscurecerme (…) es muy extraño suponer que las Ideas deberían ser Propiedad (…) ¡La Naturaleza, obviamente, quiere que las ideas sean libres! (…) No importa cuánta gente la comparta, una idea no se ‘gasta”


Thomas Jefferson, primer autor de una Declaración de los derechos del hombre.
El cheque cuantifica
el precio del libro de poesíano el de la poesía del libro;
el número de compradores del libro,
no el de lectores de esa poesía;

y en términos de la libertad de mercado

(suponiendo que algo así existe)

cuál es el mercado de la libertad

poética (suponiendo que algo así existe).

El infierno hablador finge

que los poetas se salvan

en la mañana ensimismada. Un hombre

sentado en la calle mendiga

con un sombrero en el suelo, la mano

ni la usa ya, rayo muerto.

El asombro como de estos desastres.

¿Quién paga los derechos del velero

que escribe adiós

en la tarde que no puede volver?


Juan Gelman, "Derechos de autor"


Music is everybody’s possession. It’s only publishers who think they own it.
Traducción libre:
La música nos pertenece a todos. Sólo los editores creen que les pertenece a ellos

John Lennon

No se debería permitir que el Copyright durase un día más de lo necesario para remunerar a los autores lo necesario como para mantenerlos en el negocio

Thomas Macaulay
Simplemente, no puedo entender vuestra actitud, porque aunque repusieran vuestra película, creo que el espectador medio podrá distinguir entre Ingrid Bergman y Harpo. No tengo claro si yo podría hacerlo también, pero estoy dispuesto, por supuesto, a intentarlo con “todas mis fuerzas”. Decís que el nombre de Casablanca es vuestro y que nadie más lo puede usar sin vuestro permiso, ¿qué pasa con “Hermanos Warner” (Warner Bros)? ¿También eso es vuestro? Es posible que podáis usar el nombre “Warner”. Pero nunca la parte “Hermanos”, profesionalmente, nosotros éramos “Hermanos” mucho antes que vosotros. Incluso antes que nosotros, ha habido otros “Hermanos”: los hermanos Smith, los hermanos Karamazov, Los hermanos Dan… El más joven de los hermanos Warner se llama Jack… ¿También reclama la propiedad sobre este nombre? Porque no es un nombre muy original: se usaba incluso antes de que el naciera. Por otro lado, se me ocurren un par de Jacks (sin contar a Jack, el del cuento de las habichuelas mágicas, y Jack el destripador, que ya en sus tiempos fue bastante famoso). Y para Harry, sin pensarmelo mucho, se me ocurren dos Harrys antes que él: Harry Lighthouse, que tuvo una fama revolucionaria, y Harry Appelbaun, que vivió en la 93, esquina Lexington”.

Groucho Marx, en respuesta a un requerimiento de copyright de la Warner por Una noche en Casablanca

Arturo Pérez Reverte

A ver qué novelista que no sea un demagogo o un cretino se resiste a que lo lean más, en lugares donde el libro de papel no llega por diversas razones. El caso es que mis condiciones para aceptar ese tinglado fueron que el precio en Internet fuera simbólico o lo más bajo posible, que no hubiera publicidad en las páginas, y que pasado un mes la novela desaparecería de la red para iniciar su vida normal en forma de libro. Y así ha sido, o está a punto de ser. Pero lo mejor de la experiencia fue el aspecto delincuente del asunto: cuando la presentación en Madrid, al preguntar un periodista por mis aspiraciones comerciales, respondí que mis aspiraciones comerciales eran que la mayor parte de los lectores se apropiasen de la novela por el morro. O sea, gratis. Lo que quiero es que me lean, dije. Así que recomendé públicamente el pirateo. Haced esto en memoria mía, dije. Por la pati. A qué pasar hambre, si es de noche y hay higueras”.
Víctor Jara, Manifiesto:

Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razon,

tiene corazon de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas,
aquí se encajó mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.
Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra.
Ahí donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre sera canción nueva.

martes, 24 de noviembre de 2009

Wikipediando

Uno se entretiene traduciendo y ampliando artículos curiosos de Wikipedia. Los últimos que he compuesto son los del del cervantista y manchegófilo Walter Starkie, por ejemplo, o el del canónigo y dramaturgo maricón, bufón de Richelieu, François Le Métel de Boisrobert, llamado "el Burgomaestre de Sodoma", que dejó pasar al teatro a la más famosa gourgandine o pelandusca de París, Petite Saint-Amour, por delante del mismísimo príncipe Gastón de Orleans, hermano de Luis XIII, y que se ufanaba de haberse «fait mettre deux fois dans le cul par un beau laquais». Uno no tiene semejantes gustos, pero los compara con la actualidad y se ve que por entonces la iglesia era más permisiva, aunque haya casos como el de Álvaro Retana. Espigueo por ahí algunas de las últimas biobibliografías de mi historial y encuentro la de Jorge Bessières, cuyo pensamiento es tan difícil de deslindar y que tanto inquietaba a Félix Mejía, la del biógrafo a su vez Florentino Hernández Girbal, la de un autor de leyendas de terror y poemas de pésame como Domingo María Ripoll, la de un representante manchego del siglo de oro como Nicolás de los Ríos, la del diplomático Jerónimo Bécker, la del aventurero de Jaén, coterráneo mío, Pedro Ordóñez de Ceballos, que recorrió el mundo "por lo más ancho tomado" cinco veces y que estuvo a punto de ser rey de Cochinchina, el muy Marco Polo (o no tanto, porque recorrió más kilómetros que él), el botánico Jean de la Ruelle, cuyo libro fue actualizado y ampliado por nuestro Andrés Laguna, el bibliógrafo de España y puritano testigo del ajusticiamiento de María de Escocia Robert Beale, el malhumorado ciceroniano Giulio Cesare Scaligero, el satírico disidente ruso Abraham Tertz y la escritora Vera Panova (para ayudar a mi amiga Inasan, que tanto está está haciendo por divulgar la literatura rusa entre nosotros) y Frederik Paludan Müller (el de El hombre que perdió su sombra, ah, no lo confundo con Adelbert von Chamisso), el refrito de Literatura copta, la actualización del insuficiente artículo de Enrique Vicente y Tarancón, ahora que es cuando más molesta, el del poeta olvidado de la Generación del 27 Luis Amado-Blanco, Friedrich von Hagedorn, el dramaturgo del naturalismo alemán Max Halbe, el chileno traductor de la Biblia al español Guillermo Jünemann, autor de varias antologías e historias de la literatura española y universal, actualizo Hamann, el hispanista Charles E. Kany, etc. etc. etc. Esto permite a uno, si por lo menos no saciar su curiosidad, entretenerse algo sin necesidad de ver la tele.

Adición.

Acabo de incluir Relaciones de sucesos, la gran historia del trovador provenzal Jaufré Rudel y las biobibliografías del provenzalista Alfred Jeanroy y del hispanista Henry Ettinghausen.

jueves, 6 de agosto de 2009

Cultura wiki

A inicio de este año la enciclopedia Wikipedia recibía de sus “editores” el espaldarazo que requería, recaudando (al 2-II-2009) unos 6.174.622 dólares, cifra superior a los 4, 3 millones que se había marcado como meta su fundador Jimmy Wales. Número más, número menos, lo que sorprendió fue la respuesta inmediata (una semana) para alcanzar la cifra en cuestión, un hecho que develó su envergadura social.

En aquel anuncio que convocó la maratón benéfica, Wales describía tanto lo que era para él Wikipedia como la situación que lo llevaba a acudir a sus “editores”:

“El desarrollo de Wikipedia es casi distinto del de los otros 50 sitios web principales. Contamos con un pequeño número de empleados remunerados, tan sólo
veintitrés… (No obstante) …el núcleo de Wikipedia está impulsado por una comunidad global de más de 150.000 voluntarios - todos ellos dedicados a compartir el conocimiento libremente. Durante casi ocho años, estos voluntarios han contribuido con más de 11 millones de artículos en 265 idiomas. Más de 275 millones de personas vienen a nuestra página web cada mes para acceder a la información, de forma gratuita y sin publicidad.
Wikipedia es diferente. Es la mayor enciclopedia de la historia, escrita por voluntarios. Al igual que un parque nacional o una escuela, creemos que los anuncios publicitarios no deberían existir en ella. Queremos mantenerla libre y robusta, pero para ello necesitamos el apoyo de miles de personas como tú”.
Wikipedia son personas… globalmente conectadas para crear. Según un reportaje, el perfil medio de un wikipedista es el de “un estudiante de entre 20 y 35 años, soltero. También participan en ella catedráticos y rectores de universidad (aunque a algunos no les guste gritarlo a los cuatro vientos). Unos son más activos que otros: el 30% de sus habituales realiza el 70% del trabajo”.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Análisis sintáctico

Pensando en mis alumnos, y en los alumnos de todos en general, así como en los apurados y buenos padres que intentan ayudar a sus hijos y se descubren absolutamente peces en el tema, he creado en dos horitas en Wikipedia un artículo sobre análisis sintáctico con numerosos enlaces a otros artículos gramaticales que he escrito y han escrito en la misma. Además los enlaces del final, cuidadosamente seleccionados, están ideados y seleccionados para sacarlos de algún apuro, aunque también he procurado exponer claramente un método férreo y seguro para analizar sintácticamente las oraciones tal y como se solían explicar en las Enseñanzas Medias de España antes de la crisis de la educación en este país; la lástima es que el pensamiento de nuestros jóvenes es ya tan indisciplinado y poco riguroso que con dificultad podrán asimilar la fuerte estructuración de los contenidos, ya que para su barbarie y aburramiento tanta jerarquía y categoría no es pensamiento ni orden, sino dolor de cabeza y tortura pavloviano-darwinista: prefieren la tortilla revuelta, la deconstrucción paletera y el sintético y caótico follón, pura y diarreica malnutrición conceptual, more ESO. Aunque todavía no está concluido, ya existe una versión preliminar a la que es posible acceder aquí.

Quisiera saber qué procedimientos de evaluación recomiendan los que nunca han dado clase y afirman que no hay que poner exámenes para conseguir que los chicos se esfuercen y estudien. Y no me vengan con que la clase es un music-hall, porque ni Platón, ni Sócrates, ni ese pesado de Aristóteles impulsaron a Europa a fuerza de números de vodevil. Los olivos y las encinas cubiertas de corcho y bellota sólo a palos dan fruto. Muchos teóricos hay a los que quisiera ver dando clase y procurando hacer florecer las semillas sin horas de campo al frío y al sol, cagando estiércol, encalleciéndose las manos con el azadón, regando la tierra ingrata con el sudor que lloraba Miguel Hernández y pagando por las noches con lumbalgia.

domingo, 25 de enero de 2009

La fuga de Juan de Dios Mora

¿Quién es este Juan de Dios Mora? Pues un novelista y periodicador del siglo XIX, que fue al parecer alférez y perteneció al Partido Demócrata, el más avanzado por entonces en libertades y al que olvidaron los protagonistas de la componenda Cánovas/Sagasta. Tras mucho hurgar en bibliografías aquí y allá, he podido reconstruir su biografía con los diversos pedazos dispersos que me he ido encontrando, y la he fijado en la Wikipedia, para que quien venga después no tenga que sudar lo que yo o abandone porque no sabe dónde buscar. Es esta:

Juan de Dios Mora o Juan de Mora (
Córdoba, 1827 - Madrid, 28 de mayo de 1884), escritor español.

Poco se conoce sobre su vida. Fue redactor del periódico demócrata La Discusión de Madrid, y algunos de sus artículos le valieron la persecución y la cárcel en el Saladero, donde enfermó gravemente. Recobró la libertad con la
Revolución de 1868 y fue jefe político sucesivamente en varias provincias, entre ellas Ávila. Compuso numerosas novelas históricas de carácter foletinesco, pero documentadas: Florinda; ó, la Caba (1852, 2 vols.); El caballero del silencio (1856), ambientada en el siglo XVI; Los Templarios (1856 y 1857, 2 vols., reimpreso en 1884), Pelayo ó El restaurador de España (1853, con reimpresiones ulteriores), y prólogo de Emilio Castelar, traducida prontamente al portugués; Felipe V el Animoso, Mariana de Austria, El rey don Fruela (1858), etcétera. Disgustado de la política, se retiró de la misma al concluir el reinado de Amadeo I. Murió en la pobreza dejando inéditas dos novelas, La expiación de la misericordia y La voluntad y el destino, así como otros escritos. Al parecer, Julián Zugasti confió a Juan de Dios Mora, quien ya había escrito la biografía de algún que otro bandolero, la redacción de El bandolerismo: Estudio social y memorias históricas‎ (3 vols. 1877-1878) que corre a nombre del primero. También compuso algunos folletos políticos, como La coalición anticonstitucional.

Pero he aquí que en La Ilustración Española y Americana del 22 de febrero de 1896 me encuentro un artículo firmado por un anónimo X. X. titulado "La fuga de Mora" en que se cuenta cómo se fugó de la custodia de dos guardias descolgándose desde un balcón con un cordón que escondía en el cinturón. Esto no lo cuento en el artículo de Wikipedia, claro está: el caso es que tras la Vicalvarada de O'Donnell, en 1856, fue detenido y recibía visitas de Nicolás María Rivero, el director de La Discusión y, temiendo ser envenenado, tramó con el padre del firmante del artículo una fuga muy audaz tras la cual pudo llegar a Francia. Primero adormeció a sus guardas ganándose su confianza, invitándolos a comer copiosamente con un buen vino, de modo que se cayeron dormidos. Luego despejaron la vigilancia del barrio con gritos de "Al ladrón", con lo que consiguieron dejar expedita la calle para la peligrosa maniobra de bajar por el balcón, en la cual se desolló las manos.

sábado, 24 de enero de 2009

Otra revista de mis últimas biobibliografías para la Wikipedia


Como no puedo estar sin hacer nada, me suelo distraer escribiendo biobiliografías. llevo escritas muchísimas, cientos, para la Wikipedia, sobre todo de escritores. Últimamente he escrito las del novelista e historiador Manuel Ibo Alfaro, cuyas opiniones sobre las mujeres y los profes interinos habría que conocer, la del interesantísimo poeta manchego (consaburense) Alfonso García Tejero, al que descubrí escribiendo mi Historia de la literatura manchega del siglo XIX, que puede consultarse en mi portal, de tanta inspiración callejera y popular como calidad intrínseca; la de Manuel Fermín de Laviano, la del poeta Alonso Verdugo, cuyo hermosísimo poema Las ruinas, que anticipa en casi setenta años el Prerromanticismo, leí y disfruté con motivo de esta inquisición; al ilustrado poeta andaluz José María Roldán, muy devoto él; a Diego Luque de Beas, de quien habría que leerse sus memorias a ver si dice algo interesante como observador tras las bambalinas; a Fernando Patxot, un catalán certificado que escribió una novela muy interesante, muy traducida y reimpresa, sobre la matanza de frailes de 1835; a Francisco José Orellana, al fundador de la novela polaca, el satírico arzobispo de peluca empolvada e ilustrada Ignacy Krasicki, al fabulista ruso Iván Krylov, a José Agustín Ibáñez de la Rentería, del que no me acuerdo gran cosa, a Bernardo María de la Calzada, teatrero importante de finales del XVIII y a quien se le daban bien los dramas patrióticos; al diplomático Mauricio López-Roberts, un narrador decimonónico muy diestro en los aspectos sentimentales de la novela; al famoso periodista Manuel Bueno, quien dejó sin brazo a Valle-Inclán y que parece mentira todo lo que llegó a escribir; a Luis Ruiz Contreras, cuyas memorias alcancé a leer buscando datos sobre García Vao; a Gabriel María Vergara Martín, un pozo de ciencia paremiológica y lexicográfica; a Ramiro Fernández Valbuena... de quien no me acuerdo maldita la cosa, a Ippolito Nievo, un novelista que se ahogó en el mar Tirreno cuando se dirigía a Nápoles y a quien seguro lamentaré no haber tenido tiempo para leer, a Rafael Boira...

Otros autores a los que les he dado un repaso, pero que tenían ya entrada en la Wikipedia, a veces escrita por mí mismo: Francisco de Encinas, Benito Vicetto, Juan Cortada, Ramón Navarrete, José Muñoz Maldonado, Augustin Barruel, Flor azul... La flor azul de Novalis, que representa el conocimiento inalcanzable.

sábado, 3 de enero de 2009

Artículos

Cuando en el curso de mis investigaciones reparo en que hay algo no aludido en Wikipedia, escribo un artículo para que el que venga después no tenga que cargar con esa ignorancia, siguiendo la menos propia de las éticas, la kantiana. Estos son algunos de los últimos: Francisco José Barnés y Tomás, Ippolito Nievo, Rafael Boira, Rosa de Eguílaz y Renart, John Mason Good, Abhay Ashtekar, Antonio Ledesma Hernández, Antoine de Latour, Nicolás Díaz de Benjumea, Narciso Sentenach, Desierto de Bolarque, Bernardo Espinalt, Luis de la Escosura y Morrogh.

De nada.

BOE e Internet, y lo que significa (o debería significar)

Me parece muy bien que pase el BOE a Internet para reducir costes. Es más, ¿por qué no pasamos a Internet también al Rey para reducir costes? Con una representación electrónica quedaríamos todos más unidos y ahorraríamos más dinero. Y lo mismo cabría decir del mismo Estado y de los políticos: si cada medida se votara por Internet, tendrían que sudar lo suyo para explicar sus decisiones a los ciudadanos y convencerlos, o incluso podría gobernarse el país por comisiones de especialistas rigurosamente controlados en vez de por imbéciles, corruptos y degenerados. He ahí la expicación de la lentitud de In ternet y del retraso secular de la informática en España. El día que se generalice, habrá cosas que serán muy difíciles de explicar y que sigan estando como están.

Pobrecillos. ¿Qué harían sin mamancia ni redes de amiguetes? ¿Llorar? ¡Qué va! ¡Seguro que estarán cobrándonos impuestos por el uso de Internet, vendiéndonos acceso a telefonía móvil o, lo que es peor, dirigiendo agencias de publicidad!

Y es que mi experiencia con otras redes, las electrónicas, por lo que he visto en la Wikipedia, no es muy optimista, aunque hay desde luego elementos positivos que hacen que la cosa salga a flote a pesar de todo y bastante bien además. La naturaleza humana es igual en todas partes, como quería Leopardi, y el hecho fundamental para nosotros es su conflicto con la brutal naturaleza y una corta vida para nuestras grotescas ambiciones. ¿Quizás una reforma ética? Leyendo la Historia de la filosofía de Bouvier traducida por el gordo y ambicioso cardenal Antolín Monescillo he llegado a la conclusión de que la iglesia sólo ha tenido miedo en dos mil años de historia de una persona: de Kant y de su reforma ética y laica.

Aquí, en España, de uno de sus discípulos, de Karl Christian Friedrich Krause.

Nievo, Paloma, Spitzer


Un artículo de El País sobre una nueva traducción de la obra maestra del escritor decimonónico Ippolito Nievo en Acantilado, Le confessioni d'un italiano o Las confesiones de un italiano (1867) me ha descubierto a esta figura del Realismo; lleva la recomendación del futuro nobel Claudio Magrís, que no es poco. Se le desconoce en casi toda Europa; por paliar algo ese desconocimiento en estos lares y autoinformarme he traducido el artículo que le dedica la Wikipedia en italiano y he puesto mi versión en la española, aquí. Ojalá pueda encontrar ocasión de leérmelo y dejar de escribir tanta crítica literaria de autores manchegos del XIX, aunque eso me ha hecho leer a algunos autores raros y descubrir bellezas que no creía pudiera atesorar nuestro XIX. Hace años sueño con consagrarme sólo a la literatura de creación. Me han comprado de Reyes un sillón para leer y unas gafas para mi vista cansada, lo que era mi deseo desde hace tiempo. He hecho sufrir a mi amadísima hija Paloma mi carencia de serotoninas la noche pasada, después de montar arduamente el sillón, que vino embalado y desmontado. Esta mañana le he dado una retahíla de besos, pero me duele tanto meter la pata en cosas así... Me hace ver que no domino los automatismos psíquicos de mi depresión incluso cuando estoy menos estresado (quisiera saber cuando no estoy estresado: no lo conozco desde hace años). Empiezo a sentir que estoy perdiendo a mis hijas, por mi culpa tal vez, acaso por la natural evolución de las cosas.

El artículo avanza, aunque a paso de caracol; lo que llevo me deja satisfecho, pero me asalta la duda de que desbordará el tamaño exigido para el capítulo de un libro. Dejaré las tijeras para después. Soy incapaz de trabajar mal en estas cuestiones, para mí esto es como la relojería, algo que no admite errores, ni siquiera mínimos, pero diferente en el sentido de que sí reclama intuiciones. Cada vez comprendo más a Menéndez Pelayo, aun con su subjetividad, y la Hermenéutica de Leo Spitzer; creo que ese tipo de crítica exegética es lo que siempre he estado haciendo.

martes, 23 de diciembre de 2008

Joaquín de Flora y otros raros.

Estudiando la superstición milenarista me salió la madre del cordero, el milenarista Joaquín de Flora o Gioacchino da Fiore, quien, en su tiempo, era de hecho todo un racionalista, pero cuyas ideas historicistas empezaron a remover algo que, andando el tiempo, desembocaría en la Reforma protestante. Le he escrito un artículo que faltaba en la Wikipedia. Muy curioso lo de la piedra caída del cielo contra los pies del Coloso de pies de barro del profeta Daniel. En el fondo va a resultar que... Aparte de eso, escribí otros sobre el historiador portugués Duarte Galvao y el Quinto Imperio y reformé una sobre el Sebastianismo. Tampoco había nada sobre Nemesiano o Calpurnio Sículo, sobre los que me interesé al reformar un artículo antiguo mío vandalizado sobre el subgénero lírico de la égloga. ¿Qué coño hacen los latinistas? ¿Lamerse los codos? En fin, siguiendo con mi acostumbrada afición al siglo XIX, he escrito la biobibliografía de otro raro, el viajero e hispanista angloirlandés Terence MacMahon Hughes y la de su coterráneo, el poeta Samuel Ferguson. También la del historiador de la Guerra de Sucesión Nicolás de Jesús Belando.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Bonifacio Sotos Ochando y Melchor de Macanaz

He tenido que perder toda la mañana escribiendo las biobibliografías de dos pensadores tan espesos y albaceteños como son el lingüista Bonifacio Sotos Ochando , creador de una de las primeras lenguas universales, al que conocía ya por el libro de Mourelle-Lema que manejé para mi trabajo sobre Juan Calderón, pero que sabe Dios por qué anaquel andará, y el pensador político Melchor de Macanaz, el penitenciado workadict regalista, para la Wikipedia y mi propia satisfacción, porque estos autores no les importan una miaja ni siquiera a sus propios y manchegos herederos. Pero ahí están, y ahora será más difícil olvidarlos. También he escrito la de José Ibáñez Marín, un historiador militar que, aunque no era manchego, murió en el desastre del Barranco del Lobo en África y dejó un buen libro de Recuerdos de Toledo que he podido leer con gusto con los vistosos y graciosos dibujos con que se acompaña, en la edición virtual de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Además he ampliado lo que había sobre el fotógrafo toledano Casiano Alguacil y unos breves apuntes míos antiguos sobre José Muñoz Maldonado. Casi todo el mundo aprecia la obra, inédita por lo extensa, pero también por lo rigurosa y profunda que es, del paremiólogo y folklorista del siglo XVII Luis Galindo, pero casi nadie sabe que es un manchego de Ocaña. Debería editarse. Le he escrito también un articulo de Wikipedia, donde digo lo esencial, que era un erasmista y escribió unas Sentencias filosóficas y verdades morales que otros llaman proverbios y adagios castellanos en diez volúmenes clasificados por temas que se conservan manuscritos en la Biblioteca Nacional. Con Jerónimo Martín Caro y Cejudo es de nuestros mejores paremiólogos y humanistas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Otro cervantista. Y van...

Llevo escritas unas 76 biografías de cervantistas para la Wikipedia; la última es la de mi paisano o coterráneo (es de Úbeda) Gabriel Molina Navarro. Un gran bibliógrafo, cuyos biznietos todavía siguen con el negocio familiar en un callejón de Madrid, por Sol.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

La Espasa me plagia

He escrito unos dos mil artículos de Wikipedia. Ahora se ha descubierto que la enciclopedia electrónica Espasa plagia descaradamente algunos de ellos, pero no me extraña, porque también lo hacía la Encarta de Microsoft, por ejemplo en el artículo sobre Francisco Umbral. Son los artículos sobre Azorín, Gracián (aunque el wikipedista aragonés Escarlati lo ha retocado tanto que ya más bien es suyo) Ignacio Padilla, Dámaso Alonso y Gonzalo Torrente Ballester, que yo recuerde. La denuncia está aquí. También hay referencias al hecho aquí.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Lápida para Mercedes Fórmica

Cuando tantas feministas de mierda hay que desconocen su pasado y se creen estar fundando el feminismo a cada paso, ninguna ha llegado a escribir sin embargo un humilde artículo de Wikipedia para Mercedes Fórmica, la incansable luchadora por los derechos de la mujer en la España de Franco; suenan más los nombres de la Falcón y etcétera. Y ha tenido que ser un hombre, yo, quien le haga un artículo en la Wikipedia. Pues ya lo tiene, y escrito con rigor. Aquí está. Para que se sepa quién fue esta mujer tan ninguneada y orgullosa.