miércoles, 10 de marzo de 2010

Contra el copyright

Quien defiende el copyright defiende la criminalización de la sociedad, la privatización del pensamiento, ponerle puertas al campo y braguetón al desnudo espíritu humano. Contra eso está la misma cultura, como demuestran estas citas:

Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?.
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

Federico García Lorca, "Medio pan y un libro"

Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo
ya nadie sabe el autor.
Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.

Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.


Manuel Machado

De cómo dice el arçipreste que se ha de entender su libro:
Qualquier omen, que lo oya, si bien trovar sopiere,
puede más y añadir et emendar si quisiere,
ande de mano en mano a quienquier quel’ pidiere,
como pella a las dueñas tómelo quien podiere.
Pues es de buen amor, emprestadlo de grado,
non desmintades su nombre, nin dedes refertado,
non le dedes por dineros vendido nin alquilado,
ca non ha grado, nin graçias, nin buen amor complado.
Traducción:
Cualquier hombre que lo oiga, si bien trovar supiese
puede aquí añadir más, y enmendar si quisiese,
ande de mano en mano a cualquiera que lo pidiese,

como pelota [lanzada] a las chicas tómelo quien pudiese.
Pues es de buen amor, prestadlo de buen grado,
no le neguéis su nombre ni os hagáis de rogar al darlo,
no lo deis por dinero, vendido ni alquilado,
porque no tiene gusto ni gracia, ni [hay] buen amor comprado”.


Libro de buen Amor, Juan Ruiz


Debería haber un gran almacén de arte en el mundo al que el artista pudiera llevar sus obras y desde el cual el mundo pudiera tomar lo que necesitara”.

Ludwig van Beethoven

La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura.”

José Martí


Soy un pirata de mí mismo, pongo mis libros para descarga gratuita en mi web y no me molesta que la gente los difunda al máximo en las redes p2p”

Paolo Coelho

Somos grandes copiadores, sin imitación no habría cultura”

Giacomo Rizzolati


Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos manzanas, entonces tanto tú como yo seguimos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tenemos dos ideas.”

George Bernard Shaw


Aquél que recibe una idea de mí gana en conocimiento sin quitarme nada, como aquél que enciende su vela con la mía recibe luz sin oscurecerme (…) es muy extraño suponer que las Ideas deberían ser Propiedad (…) ¡La Naturaleza, obviamente, quiere que las ideas sean libres! (…) No importa cuánta gente la comparta, una idea no se ‘gasta”


Thomas Jefferson, primer autor de una Declaración de los derechos del hombre.
El cheque cuantifica
el precio del libro de poesíano el de la poesía del libro;
el número de compradores del libro,
no el de lectores de esa poesía;

y en términos de la libertad de mercado

(suponiendo que algo así existe)

cuál es el mercado de la libertad

poética (suponiendo que algo así existe).

El infierno hablador finge

que los poetas se salvan

en la mañana ensimismada. Un hombre

sentado en la calle mendiga

con un sombrero en el suelo, la mano

ni la usa ya, rayo muerto.

El asombro como de estos desastres.

¿Quién paga los derechos del velero

que escribe adiós

en la tarde que no puede volver?


Juan Gelman, "Derechos de autor"


Music is everybody’s possession. It’s only publishers who think they own it.
Traducción libre:
La música nos pertenece a todos. Sólo los editores creen que les pertenece a ellos

John Lennon

No se debería permitir que el Copyright durase un día más de lo necesario para remunerar a los autores lo necesario como para mantenerlos en el negocio

Thomas Macaulay
Simplemente, no puedo entender vuestra actitud, porque aunque repusieran vuestra película, creo que el espectador medio podrá distinguir entre Ingrid Bergman y Harpo. No tengo claro si yo podría hacerlo también, pero estoy dispuesto, por supuesto, a intentarlo con “todas mis fuerzas”. Decís que el nombre de Casablanca es vuestro y que nadie más lo puede usar sin vuestro permiso, ¿qué pasa con “Hermanos Warner” (Warner Bros)? ¿También eso es vuestro? Es posible que podáis usar el nombre “Warner”. Pero nunca la parte “Hermanos”, profesionalmente, nosotros éramos “Hermanos” mucho antes que vosotros. Incluso antes que nosotros, ha habido otros “Hermanos”: los hermanos Smith, los hermanos Karamazov, Los hermanos Dan… El más joven de los hermanos Warner se llama Jack… ¿También reclama la propiedad sobre este nombre? Porque no es un nombre muy original: se usaba incluso antes de que el naciera. Por otro lado, se me ocurren un par de Jacks (sin contar a Jack, el del cuento de las habichuelas mágicas, y Jack el destripador, que ya en sus tiempos fue bastante famoso). Y para Harry, sin pensarmelo mucho, se me ocurren dos Harrys antes que él: Harry Lighthouse, que tuvo una fama revolucionaria, y Harry Appelbaun, que vivió en la 93, esquina Lexington”.

Groucho Marx, en respuesta a un requerimiento de copyright de la Warner por Una noche en Casablanca

Arturo Pérez Reverte

A ver qué novelista que no sea un demagogo o un cretino se resiste a que lo lean más, en lugares donde el libro de papel no llega por diversas razones. El caso es que mis condiciones para aceptar ese tinglado fueron que el precio en Internet fuera simbólico o lo más bajo posible, que no hubiera publicidad en las páginas, y que pasado un mes la novela desaparecería de la red para iniciar su vida normal en forma de libro. Y así ha sido, o está a punto de ser. Pero lo mejor de la experiencia fue el aspecto delincuente del asunto: cuando la presentación en Madrid, al preguntar un periodista por mis aspiraciones comerciales, respondí que mis aspiraciones comerciales eran que la mayor parte de los lectores se apropiasen de la novela por el morro. O sea, gratis. Lo que quiero es que me lean, dije. Así que recomendé públicamente el pirateo. Haced esto en memoria mía, dije. Por la pati. A qué pasar hambre, si es de noche y hay higueras”.
Víctor Jara, Manifiesto:

Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razon,

tiene corazon de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas,
aquí se encajó mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.
Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra.
Ahí donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre sera canción nueva.

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