sábado, 24 de septiembre de 2011

El neutrino que llega antes de salir


I

"Los neutrinos que llegaban antes de haber salido", El Mundo, 23 -Sep-2011 15:40:

Una de las cuestiones que me preocupa desde que ayer las redes comenzaron a hervir con la noticia de ese experimento sobre los neutrinos más veloces que la luz en el que se ha comprobado (pongamos todas las salvedades, es difícil de creer y desde luego no está confirmado ni corroborado por otros experimentos independientes, lo que ya nos obliga a demorar cualquier conclusión) es que si los neutrinos viajaron más rápido que la luz, y según la relatividad la luz es la que marca la línea de lo que sucede en el mismo momento, los neutrinos llegaron a Italia ANTES DE HABER SALIDO DE SUIZA.

Dentro de nada comenzará en Ginebra una rueda de prensa, para explicar el tema. A mi me pilla justo en las jornadas de ciencia de AMAZINGS 2011 Bilbao, donde precisamente están los mejores divulgadores de la ciencia de este país. Y ando preguntándoles a unos y otros qué opinan. Y hay que esperar, hay que ir entendiendo qué es lo que se ha descubierto y si las pruebas son adecuadas para la magnitud de la afirmación. Como comenta en su blog Migui (Miguel Rodríguez), la constancia de la velocidad en el vación es uno de los axiomas de la física moderna, exhaustivamente comprobada. Si lo tiramos, entonces nos quedamos sin teoría. Pero los GPS, que usan en sus cálculos la relatividad de Einstein, funcionan a la perfección, y toda la física se ha comprobado hasta los más extremos niveles de precisión... y nada indicaba que estaba todo mal. Para empezar de nuevo, habrá que pedir pruebas realmente extraordinarias.

Otro gran divulgador de la ciencia, Phil Plait comentaba que resulta curioso que si este experimento está en lo cierto, visto los nanosegundos que se han adelantado en esos 700 km de distancia del experimento, los neutrinos de la supernova que estalló en la Gran Nube de Magallanes el 23 de febrero de 1987, la SN 1987a, deberían haber llegado 4 años antes. Sin embargo, se midieron en el experimento  del Mont Blanc justo 3 horas antes de ver la primera luz visible, un desfase que se explica porque la explosión inicialmetne es opaca a la luz, pero no a los neutrinos, que escapan sin más. La pena es que no había detectores de neutrinos funcionando en 1983... aunque entonces ¿qué serían los neutrinos que sí se midieron y que viajaban a la velocidad de la luz -o muy cerca-? La cosa se complica...

La otra conclusión extraña, así a vuelapluma y en espera de ver lo que cuentan, que seguiremos ENVIVO desde El Mundo es que según la relatividad, la simultaneidad de dos sucesos se da precisamente porque un rayo de luz pasa de uno a otro: no consume tiempo. Es un poco complicado, pero es la manera que tienen los físicos de establecer cómo funciona el universo. Lo que pasa es que si los neutrinos fueron más veloces que un hipotético fotón, eso quiere decir que estaban siendo detectados en el Grand Sasso, en Italia, antes de haber salido.

¿Extraño? Demasiado como para no estar atentos a lo que sucede. Se lo iremos contando... Si ustedes no lo sabían ya antes.

II


Álvaro de Rújula, físico del CERN, "Más rápido que su sombra", El País, 24/09/2011:           

La paradoja de Lucky Luke es que disparaba más rápido que su sombra: más deprisa que la luz que la proyectaba. Es una paradoja tremebunda, porque la teoría de la relatividad de Einstein no es una teoría, sino una descripción comprobada y precisa de la realidad. El tiempo en el reloj de un piloto de avión pasa más despacio que el de relojes en tierra, precisamente como la teoría predice. Si volase a la velocidad de la luz, el reloj del piloto se pararía. Y si fuese más deprisa, echaría para atrás. En la teoría de la relatividad, la posibilidad de viajar más rápido que la luz es equivalente a la posibilidad de viajar al pasado. Si esto fuese factible, podría uno matar a su abuela antes de que pariera a mamá.

Los neutrinos llegarían desde el CERN al detector Opera más deprisa de lo que la luz lo haría... si el resultado anunciado fuera cierto. Sería uno de los mayores descubrimientos desde 1898, cuando Michelson y Morley establecieron que la velocidad de la luz es la misma para todo observador en movimiento no acelerado. En relación con un observador dado, otros tienen velocidades relativas pero la velocidad de la luz es absoluta.

En la teoría de la relatividad, la velocidad de la luz no solo es absoluta, sino también máxima. Podemos aumentar la energía de un protón en el LHC, pero para que su velocidad llegase a ser la de la luz se necesitaría una energía infinita. Sobrepasar a la luz es, por lo tanto, imposible. Cuando un protón del LHC pisa el acelerador, su velocidad, ya próxima a la de la luz, aumenta muy poquito. El LHC es un energizador, no un acelerador.

No es la primera vez que se mide la velocidad de los neutrinos. El resultado más preciso data del 1987, cuando llegó a la tierra la luz de la explosión de la supernova 1987A, en la Nube de Magallanes (una galaxia satélite de la nuestra) a unos 150.000 años luz de aquí. La explosión de una supernova de este tipo va precedida por la implosión del núcleo de la estrella, que produce neutrinos horas antes de que la noticia de que el núcleo implosionó llegue como onda de choque a la superficie y la reviente dentro de la estrella. Esta onda viaja a la velocidad del sonido, más lentamente que la luz (de ahí que en general todos parezcamos inteligentes antes de hablar).

Tanto los neutrinos de la supernova 1987A como la luz de la explosión se observaron desde la Tierra. Y ambos vinieron a la misma velocidad, con una precisión en la medida 100.000 veces superior a la de Opera. La única diferencia sustancial entre las dos observaciones es que los neutrinos de la supernova tienen energías unas 1.000 veces inferiores a los de Opera. Existen teorías no disparatadas en las que las dos velocidades pueden diferir. Michelson y Morley comprobaron que no hay un éter: un espacio absoluto en el que viajara la luz. Pero podría haber otro éter, que solo vieran los neutrinos y que implicase que viajan a velocidades distintas en función de su energía. Incluso así, la contradicción entre Opera y la supernova es demasiado grande como para poder explicarse.

Las posibilidades evidentes -que los neutrinos tienen masa, que interaccionan con la Tierra, que el Pentágono introduce aposta errores en el GPS comercial, que un becario descontento falsificó los datos, etcétera- son descartables. En mi opinión, la reacción más razonable al resultado de Opera es preguntarse dónde está el sutil error. En estas ocasiones hay que hacer más experimentos antes de vender la piel del oso. Y mojarse. Si el resultado se comprueba me corto la tiza, como los samuráis quiebran su sable.


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