miércoles, 20 de noviembre de 2024

Entrevista a José Mujica, expresidente de Uruguay

José ‘Pepe’ Mujica: “Le pido a la vida que me permita seguir ladrando un poco”

A los 89 años, el expresidente de Uruguay ha vencido al cáncer. En esta entrevista con EL PAÍS, realizada en su casa rural de Montevideo, donde aún se recupera de las secuelas del tratamiento, habla de la vida y la muerte, el rencor, la felicidad y su legado político

Entrevista con Pepe Mujica

Rincón del Cerro (Montevideo), El País, 17 nov 2024

En una tarde de 1970, José Pepe Mujica conversa con otros hombres en una mesa del bar La Vía de Montevideo. Un parroquiano reconoce que son guerrilleros Tupamaros y los delata. La policía rodea el lugar. Mujica recibe seis disparos. En el Hospital Militar lo atiende un cirujano que “era un compañero, un tupa por abajo”. “Me da un balde de sangre y me salva. Es como para creer en Dios”, dice Mujica. 54 años después, está sentado en el pequeño salón de su casa rural de Rincón del Cerro, a 15 kilómetros de la ciudad, rodeado de libros, pequeñas esculturas, cuadros y fotografías. Hay una estufa a leña, un televisor pequeño y un par de sillas dispares. Una luz blanca cuelga del techo. Sobre una mesilla hay un vaso de agua y pañuelos de papel. Mujica se levanta la camisa celeste y muestra la gasa que cubre el orificio por donde lo alimentan. “Él es tan raro… Tiene nueve tiros. Cuando le pusieron el cañito encontraron el agujero de un viejo balazo y se lo pasaron por ahí”, dice su esposa, Lucía Topolansky, exvicepresidenta, senadora y diputada.

Mujica se recupera de un cáncer de esófago. “Me dieron 31 bombazos [de rayos] a las siete de la mañana todos los días. Lo hicieron mierda [al cáncer], pero me dejaron un agujero así [con los dedos dibuja un círculo grande como una naranja]. Ahora el agujero se tiene que rellenar y yo soy un viejo, tengo 89 años. Hasta que no esté tapado no puedo comer. Hay que mimosearlo hasta que endurezca”.

No oculta su mal humor por las secuelas de la enfermedad, que lo dejan “sin energía”. Pero minutos después será el Mujica de siempre, el político y el filósofo. Un anciano vivaz que mira fijo con sus ojos claros pequeños y a quien es imposible no escuchar con cierto embeleso. Él mismo se define como “un bicho raro” aunque, en tiempos donde abundan los estilos estridentes de los Donald Trump, los Javier Milei y los Jair Bolsonaro, escuchar a Mujica resulta un bálsamo: compone con las palabras, elige los tonos, mide las intensidades.

“En el fondo soy un campesino”; “le di un sentido a mi vida, moriré feliz”; “tengo el destino de la vanguardia”; “la cultura es hija del boludeo”; “me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo”. Mujica dispara frases como aforismos durante la conversación; dos horas en las que hablará de las elecciones presidenciales en su país, de los jóvenes, de sus colegas presidentes, de la extrema derecha y la izquierda, del rencor y de la muerte. Y también de la felicidad. “Le vamos a sacar fotografías mientras habla. ¿Le molesta?”, le preguntamos. “Más me sacó la policía”, responde con picardía.

Pregunta. ¿En algún momento de la vida se le pierde el miedo a la muerte?

Respuesta. La muerte es una señora complicada, que no perdona, que está siempre ahí. Pero, si no existiera la muerte, la vida no sería tan sabrosa, sería un aburrimiento. La muerte hace de la vida una aventura. El único milagro que hay en el mundo para cada uno de nosotros es haber nacido. ¿Por qué? Porque había 40 millones de probabilidades de que naciera otro y te tocó a vos. Pero como vivir es cotidiano, no le damos valor. Es la cosa más valiosa, la aventura de estar vivo. La gran pregunta es en qué gastamos el tiempo en nuestra vida. Porque si se nos va... ¿Cuál es el sentido de nuestra vida? Esa es la gran pregunta personal.

P. ¿Encontró el sentido de la suya?

R. Yo me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo, pero estuve entretenido. Y he generado muchos amigos y muchos aliados en esa locura de cambiar el mundo para mejorarlo. Y le di un sentido a mi vida. Me voy a morir feliz, no por morirme sino por dejar una barra que me supera con ventaja. Nada más. No tuve una vida al pedo, porque no gasté mi vida solo consumiendo. Gasté soñando, peleando, luchando. Me cagaron a palos y todo lo demás. No importa, no tengo cuentas para cobrar. Con Lucía gastamos nuestra juventud en toda esta aventura de vivir.

La actualidad política es la adrenalina de Mujica. Por eso no puede evitar referirse a las elecciones. Se lanza sobre el asunto casi sin que le pregunten. Uruguay elegirá presidente el 24 de noviembre, en una segunda vuelta entre el conservador Álvaro Delgado, apadrinado por el presidente, Luis Lacalle Pou, y el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, el hombre de Mujica que se quedó con la primera vuelta con el 44% de los votos. “Podemos ganar. No es fácil, pero podemos ganar porque tenemos un buen candidato. Hicimos una buena campaña”, dice.

P. ¿Qué piensa de figuras ultras como Trump, Milei o Bolsonaro?

R. Lo de ellos es la culminación de la prédica ultraliberal que se transforma en libertaria. Si el liberalismo es eso, es una mugre. El liberalismo nos trajo el espíritu de relaciones adultas, de respeto a vivir con diferencias; creó una cultura. Ellos reducen el liberalismo a un recetario económico.

P. ¿Se puede frenar el avance de la ultraderecha?

R. La clave está en la moral. El problema es que nos toca vivir una época consumista, donde pensamos que triunfar en la vida es comprar cosas nuevas y pagar cuotas. Con lo cual estamos construyendo sociedades auto explotadas. Porque vos terminás, tenés un trabajo y te inventás otro porque necesitas más plata. Tenés tiempo para trabajar, pero no para vivir. El mundo está muy lejos de una sobriedad que le garantice tiempo libre para vivir. En mi país somos tres millones e importamos 27 millones de pares de zapatos. Ni que fuéramos ciempiés, es de locos. ¿Nacimos para trabajar nomás? Vos sos libre cuando haces con tu vida lo que a vos se te antoja, que de repente es boludear. ¿Entendiste? Porque la cultura es hija del boludeo.

Para llegar a la chacra de Mujica hay que tomar una carretera de cuatro carriles, luego un camino asfaltado estrecho y enseguida uno de tierra. A unos 200 metros, a mano izquierda, está el Quincho de Varela, punto de reunión de los militantes del Movimiento de Participación Popular, el MPP; más adelante, la escuela rural construida con el dinero que Mujica donó de su salario como presidente. Una tranquera de madera oculta entre las plantas abre a un sendero arbolado. A la derecha, el banco de tapitas de gaseosa en el que sentó en 2015 al rey Juan Carlos. “Tuviste la desgracia de ser rey, te pusieron arriba de un florero”, le dijo entonces. A la izquierda, una galería oscura repleta de cajones con maíz protege la puerta de la casa. La sala donde Mujica pasa la mayor parte del día tiene unos dos metros de ancho por cuatro de largo. Una biblioteca atiborrada la separa de una cocina de campo donde hay una mesa grande con cuatro sillas. Topolansky habla allí por teléfono con alguien a quien da indicaciones sobre cuestiones políticas y su conversación se mezcla con la entrevista. Donde ahora está el sillón de Mujica hubo hasta hace unos días una cama de hospital. “En la habitación no entraba”, dirá más tarde Topolansky.

P. Usted encontró la felicidad en vivir con muy poco…

R. En vivir con sobriedad, porque cuanto más tenés, menos feliz sos.

P. Pero el mundo parece ir en sentido contrario.

R. El mundo va hacia el híper consumo, porque está regido por una ley: multiplicar el consumo de la gente, porque eso es lo que asegura la acumulación. Compre esto, compre lo otro. Nos bombardean, el marketing es un veneno. Te domina, compre esto, compre lo otro. Y eso no es vivir.

P. ¿Y qué es vivir?

R. Vivir es amar, es tener el placer de estar al pedo [perdiendo el tiempo] con otro. Vivir es, cuando sos anciano, jugar al truco con los amigos, hablar de recuerdos. En cada edad hay una escala de sentimientos. Cuando sos joven el amor es volcánico. Cuando sos anciano, es una dulce costumbre. Pero todo eso lleva tiempo, hay que cultivarlo. La relación con los hijos lleva tiempo, lo que más precisa un gurí es cariño y no tenemos tiempo para eso. Que se arregle como pueda. Yo soy un estoico, filosóficamente hablando. Mi definición puede ser la de Séneca: ‘Pobre es el que precisa mucho’. O la de los aymara. ¿Sabés qué es un individuo pobre para los aymara? El que no tiene comunidad, el que está solo.

P. Permítanos una imagen para pensar en la soledad: sus años de cautiverio en una celda minúscula, solo durante semanas.

R. Aprendí a caminar legua adentro, para allá y para acá. Y aprendí el oficio de la misantropía, que me quedó hasta hoy. Hablo mucho conmigo mismo, no me lo pude sacar más. Para mantenerme cuerdo, me puse a recordar cosas que había leído, cosas que había pensado cuando joven. Yo cuando era joven leía mucho. Después me dediqué a cambiar el mundo y ahí no leí nada. No pude cambiar el mundo, pero aquello que había leído de joven me sirvió. Porque una cosa es leer y otra cosa es rumiar lo que has leído. Hoy ando por el campo con el tractor y la cabeza me va dando vueltas. Tengo ojos para ver los teros, para ver los horneros, para ver los ciclos de la naturaleza. En el fondo soy un campesino. Hablo con el que llevo adentro y eso me rescató cuando caí preso y estaba en soledad. Entré a recordar y a recordar y a recordar.

P. ¿Hemos perdido la capacidad de hablar con nosotros mismos?

R. Por culpa de la civilización digital, que va avanzando cada vez más. Yo no lo hice por descubrimiento, lo hice por necesidad. Estaba solo, no tenía nada para distraerme. Entonces acudí a lo que tenía adentro y me encontré con un tesoro: con el tesoro de mi juventud.

El MPP se acomodó a la etapa democrática de inmediato. Y encontró en Mujica a un dirigente carismático. Al inicio, dice Mujica, el partido apoyaba desde la calle a candidatos de otros partidos integrantes del Frente Amplio, como el Partido Comunista y la Democracia Cristiana. “Después hubo una voltereta y los compañeros se calentaron, porque los que arrimábamos a la gente éramos nosotros. Decidieron que alguno de nosotros tenía que ir al Parlamento y me eligieron a mí”, cuenta. Mujica se convirtió en diputado en 1994, en el que fue su primer cargo electivo.

P. Fue muy famosa su imagen llegando al Parlamento en moto.

R. En aquella época iban todos de traje y corbata y yo iba con un jean y en mi moto. Recuerdo que el primer día veo que hay como un alero y se me ocurre dejarla ahí. Enseguida se transformó en el garaje de las motos. Y lo sigue siendo hasta hoy. Fue la obra más positiva que hice en el Parlamento. [Risas]. Increíble, increíble. Además, hubo un periodista que inventó que un milico [militar] me había preguntado si me iba a quedar mucho tiempo y que yo le respondí que ‘cinco años, si me dejaban’. Eso no existió, pero desmentirlo fue inútil. En el mundo entero caminó eso, porque era una mentira genial.

P. En 2009 ganó las elecciones generales con el 54,6% de los votos ¿Se aprende a ser presidente?

R. Eso es una cagada, porque llegás y te encontrás con cosas que no tenés ni idea. Es horrible. Yo primero fui ministro de Ganadería [en 2005, con el Gobierno de Tabaré Vázquez]. Y cuando ganamos las elecciones fui a hablar con los que eran ministros. No me dieron ni una hojilla así. Pero en cuanto vos llegás tenés que discutir la ley del presupuesto. Decí que había un contador [contable] de esos que tienen la camiseta del Estado puesta, que nos dio una mano. Si no, estábamos hasta ahora.

Cuando Mujica dejó la cárcel en marzo de 1985, ya en democracia y después de 13 años preso, sabía que quería comprar una finca en el campo, lejos de la ciudad. “Salimos con Lucía en bicicleta a buscar un lugar. Andábamos recorriendo por todos lados y una tarde entramos por ese camino. Estaban regando. Y yo le dije ‘me parece que nos quedamos acá’. Fue ella a hablar”, explica. “Al salir de la cárcel él se puso en un predio a plantar flores y yo me metí a trabajar en una cantina”, dice Topolansky, “así íbamos juntando pesitos y teníamos un poquito de plata. Entregamos eso y después hicimos cuotas”. En enero de 1986, la pareja estaba mudada. No se fueron nunca más, ni cuando Mujica fue presidente.

P. ¿Por qué se quedaron en la chacra?

R. El Estado me daba un palacete que tiene cuatro o cinco pisos, que para tomar un té tenía que hacer una expedición. Entonces decidí quedarme acá. Yo sé que soy un loco en el tiempo de hoy, pero no tengo la culpa del mundo en el que vivo.

P. ¿Se sorprendía durante sus giras internacionales del protocolo de sus pares?

R. Les tomaba el pelo, porque se complicaban la vida al pedo [sin necesidad]. Porque cuanto más cacharros tenés, más líos tenés. Y más lugares donde te van a afanar [robar].

P. ¿Y qué le decían los presidentes?

R. Me respetaron mucho, pero me tenían por un bicho raro. Cuando fui a hablar con el rey de Noruega [en 2011] me estaban esperando con una corbata. Cuando llego le digo a la delegación: ‘Media vuelta y nos vamos”. Y el tipo echó para atrás, se guardó la corbata y yo fui a hablar con el rey. No estoy en contra de la corbata, sino de que te la impongan. Si a vos te gusta ponerte la corbata, ponete la corbata o ponete un calzón colgado del cogote, hacé lo que se te cante. Y después te ponen una alfombra roja y tenés que caminar como cinco cuadras. Y están los tipos que tocan la corneta. Es feudal eso.

P. ¿Qué líder mundial lo cautivó más?

R. [El brasileño] Lula [da Silva], del cual soy amigo hasta hoy. Y curiosamente, de Barack Obama tengo que hablar bien.

P. ¿Por qué “curiosamente”?

R. Porque era un tipo inteligente y hablaba. Yo estuve tres veces con él y tuve conversaciones muy interesantes. Me reconoció cosas. Le digo que tiene que dar una mano para desarrollar Centroamérica, no frenar la inmigración. Y me dice: ‘Usted tiene razón, pero vaya a convencer a los republicanos acá’. El tipo veía los problemas. Recuerdo que le dije ‘vete de Afganistán’, porque Alejandro Magno se tuvo que ir de Afganistán y hay que ver quién era Alejandro Magno. Hay lecciones que son históricas. No se fueron, y cuando se fueron hicieron un papelón. Pero el tipo lo veía. Además, me hicieron una distinción muy grande. Cuando asumí, mandaron a la señora [Hillary] Clinton, que era la jefa del Departamento de Estado. Siempre mandan a un embajador común y chau. Tal vez les llamó la atención que yo era el guerrillero que estuvo preso y llegó a la presidencia. Había ahí un poco de mística.

P. No era lo habitual que un exguerrillero de izquierda mantuviese buenas relaciones con Estados Unidos.

R. Sí, pero me pidieron hasta un favor. Había un prisionero norteamericano en Cuba que estaba enfermo y tenían miedo de que se muriera. Obama quería mejorar la relación con Cuba, pero estaba ese obstáculo. Fui a hablar con Raúl Castro y le planteé el problema, le dije que les convenía sacarse al prisionero ese de encima. Recuerdo otro encuentro en Cartagena, durante una cena de presidentes [en 2012]. Me agarran y me dicen: ‘Usted se tiene que sentar acá'. Una mesita con cuatro sillas. Bueno, ahí vino el presidente de Colombia [Juan Manuel Santos]. Y después vino… ¿Quién vino al lado mío? ¡Obama! Para hablar conmigo. ¡A la flauta esto! Bueno, ahí estuvimos hablando un rato. Después cuando fui a Estados Unidos me recibieron en la sala esa [el salón Oval]… que es una mierda. No sé por qué le hacen tanta fama.

P. En Brasil está su amigo Lula, pero también tenemos a Milei en Argentina y la crisis en Venezuela no deja de escalar. ¿Cómo ve la deriva de América Latina?

R. El panorama es, desgraciadamente, complicado. Porque nos juntamos muy poco y no existimos en el mundo. Tuvimos una oportunidad con Lula, que es una figura de carácter mundial y tiene cierto prestigio, pero no lo usamos a Lula. En la política internacional nosotros no servimos ni el café. Tenemos que juntarnos para defendernos, pero la agenda nacional nos chupa todo el tiempo. Con la pandemia por la covid no tuvimos ni una reunión de presidentes, ni siquiera nos llamamos por teléfono. Y teníamos el problema de defender la vida de la gente. Más estúpidos no se puede ser.

P. Pensemos en Rafael Correa, Cristina Kirchner, Evo Morales, el mismo Lula. ¿Por qué estos líderes no han encontrado herederos?

R. Me aburrí de decir que el mejor dirigente es aquel que cuando desaparece deja una barra que lo supera con ventaja. Porque la vida continúa y la lucha continúa, no termina con nosotros. El dirigente debe sembrar y dar oportunidades para que lo sustituyan. Yo sé que sigo siendo una figura de mucho peso, pero abrí la cancha. Ahora, lo que va a pasar en el futuro, yo qué sé. Yo trataré de que mis compañeros no se sientan coaccionados, que manden y manejen la organización. Por ahora, he tenido éxito con eso. Mi fuerza política fue la más votada en las elecciones.

P. Hace tiempo dijo que a la política le faltaba incorporar el amor. ¿Alguna vez lo tuvo?

R. La política tuvo en el pasado grandes gestualidades de compromiso. Había épica, pero eso ya no existe más. Le planteo la vez pasada al presidente [Luis Lacalle Pou] que tenía que poner parte del sueldo y obligar a la burocracia a que pusiera algo, un 4% o 5 %, para viviendas para los más pobres. Me dijeron de todo. Yo le di más de medio millón de dólares al Plan Juntos [para la construcción de viviendas]. Si estás peleando por la igualdad tenés que tener la delicadeza de sacar algo de tu bolsillo y compartirlo con los que están más jodidos.

P. ¿Cómo definiría la política?

R. La política no es un negocio, es una pasión. O se tiene o no se tiene. Los que estén buscando la ventaja económica que se dediquen al comercio, a la industria. Que ganen, paguen impuestos y que les vaya bien. Pero no entreveren la política con eso, porque no es para hacer plata. Eso es lo que nos está matando.

En su libro José Mujica: La revolución tranquila, Mauricio Rabuffetti describe los años en prisión del expresidente como tiempos de gran sufrimiento. “Fue torturado de forma brutal y sistemática, física y psicológicamente”, escribe Rabuffetti. “Sufrió golpes y humillaciones. Estuvo a media ración de alimentos y agua. Se enfermó de los intestinos y los riñones. Pasó períodos de tiempo imposibles de establecer con exactitud sin contacto con seres humanos. Perdió sus dientes. Su cuerpo llegó al límite de lo soportable. Su psiquis también”. Mujica, sin embargo, nunca buscó desde el poder avanzar sobre sus carceleros, una decisión que le trajo agrias discusiones con las organizaciones de víctimas de la dictadura.

P. ¿Por qué decidió dar vuelta la página?

P. Yo no doy vuelta a la página; no me gasto en cobrar, que es distinto. No se vive de recuerdos y hay cosas que no se pueden cambiar, que son como son. En la vida hay heridas que no tienen cura y hay que aprender a seguir viviendo. Yo sé que hay gente que no me va a acompañar, pero opto por una posición más inteligente y menos sentimental. Por eso no usé el poder para condenar a milicos [militares]. La justicia funcionaba y lo que decidía la justicia estaba bien. Hay gente que hubiera querido más, pero no vamos a cambiar la realidad del pasado, me preocupa lo que viene. Tenemos que buscar que el ayer no nos ponga un obstáculo para el futuro. Yo sé que eso es de una cabeza demasiado inteligente que se pelea con los sentimientos.

P. ¿Hablamos de cerrar heridas?

R. Hay heridas que no cierran y hay que aprender a vivir con ellas.

P. ¿Tiene muchas heridas abiertas?

P. Por supuesto que tengo heridas abiertas, tengo cosas inolvidables, pero no las voy a cobrar. Estuve siete años encerrado en una pieza más chica que esta. Sin un libro, sin nada para leer. Me sacaban una vez al mes, dos veces al mes, a caminar por un patio media hora. Siete años así. Después estuve cinco años más y me dejaban leer ciencias, física, química. Estuve a punto de ponerme loco. Si voy a cobrar las que tengo para cobrar... Dios me libre.

P. ¿Se queda con alguna deuda?

R. ¡Ah! La mente humana sueña mucho más que lo que puede concretar. ¡Ah, hermanito! Hacé memoria en tu cabeza y después me contás. Es así. Logramos algo, pero nos queda mucha cosa en el tintero.

P. ¿Qué les dice a los jóvenes?

R. Que la vida es hermosa, pero que hay que buscar una causa para vivir. No necesariamente la mía, pero hay que tener una causa. Puede ser la música, la ciencia, cualquier cosa. ¿Vivir para pagar cuotas? Eso no es vivir. Porque vivir significa soñar, creer en algo superior, en algo creativo. Que nos irá bien, que nos irá mal, regular.

P. Parece haber una contradicción. En este escenario de desapego que usted plantea es una de las personas más escuchadas.

R. Escuchado, pero no seguido. ‘Es un loco bárbaro, macanudo, pero no sigo la de él’.

P. ¿Por qué cree que se lo escucha, entonces?

R. Porque en el subconsciente saben que tengo razón, pero no pueden. Están prisioneros por el peso de la sociedad consumista en la que vivimos. Hay gente que piensa y dice ‘el viejo tiene razón’, pero ‘marche preso’. Tengo el destino de la vanguardia.

P. ¿Qué le pide hoy a la vida?

R. Que me cure de esta mierda que tengo. Y que pueda seguir ladrando un poco, dando algunas ideas.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

La verdad sobre los sintecho

De Quora. Por cierto, el vídeo es terrible:

 ¿Cuál es una verdad tan difícil de tragar que la mayoría de la gente nunca entenderá? Que las personas sin techo no siempre tienen la culpa de estar en esa posición.

Luke, un indigente, fue entrevistado en el 2015 por un YouTuber. Él y su esposa quedaron atrapados en la calle luego de una serie de cheques de pagos que fueron perdidos.

Este hombre estaba en Los Ángeles en el momento de la entrevista. Después de contar su historia, empezó a explicar los problemas que le obligaron a quedarse en la calle.

En las calles simplemente no puedes tener posesiones. Todo lo que tienes termina robado. Comida, dinero, herramientas e incluso zapatos. Los zapatos de Luke fueron robados 30 veces según él. Ha aludido a que lo asaltaron 13 veces desde que se quedó en la calle. 10 de las 13 veces en las que fue asaltado, ni siquiera conocía a la persona.

"Siento que estoy cayendo y nunca tocando fondo, o talvez golpeando un fondo que es falso..."

Él, junto a millones de personas, está literalmente atrapado en el frío, solitario, duro, peligroso y extraño mundo de las calles.

No puede conseguir trabajo, ya que se le reconoce como un indigente y, por lo tanto, no será contratado en ningún lugar cerca de él. Tampoco puede conseguir un apartamento sin un trabajo… ni puede conseguir un trabajo sin un apartamento.

Esta declaración es, por sí misma, una paradoja. A mi opinión, estas personas están atrapadas en una paradoja generada por la sociedad que crea una barrera invisible entre ellos y ella.

¿Cuál es la peor parte de esto? Nadie sabe si Luke está vivo.

Ha ganado millones de visitas en Youtube indirectamente a través de un canal tipo blog, pero ese video fue subido en el 2015. Varios comentaristas del vídeo especulan sobre su muerte en los últimos años. Estas declaraciones no pueden ser comprobadas, y no hay registros de personas sin hogar, ni funerales, ni entierros, ni familias que reclamen sus cenizas. Estas personas son estructuralmente invisibles.

Notas al pie

[1] https://www.youtube.com/watch?v=T_c5ff0EEcA

martes, 12 de noviembre de 2024

El salmo 129.

 Un cura va conduciendo cuándo ve una monja parada a un lado de la carretera esperando el autobús

El cura se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo.

La monja acepta y pone el equipaje en el asiento trasero, al sentarse su hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna.

Cuándo el cura lo advierte, casi ocurre un accidente; consigue controlar el coche, aunque no resiste la tentación y pone la mano en la pierna de ella.

La monja mira al cura y le dice:

- Padre, recuerde el Salmo 129.

El cura retira rápidamente su mano y pide disculpas, pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que, poco después, su mano salta de la palanca del cambio, esta vez a la rodilla de la monja:

- Padre, recuerde el salmo 129, reitera la monja.

El cura, contrariado, retira la mano y trata de disculparse:

- La carne es débil, hermana.

Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente; y le agradece el favor de haberla acercado a su destino.

El cura prosigue su viaje y cuándo llega a su destino corre a ver lo que dice el salmo 129:

"Sigue adelante e inténtalo y alcanzarás la gloria".

sábado, 9 de noviembre de 2024

El espacio vuelve los microbios en auténticas amenazas

Los supermicrobios mutantes son una amenaza para la vida humana en el espacio

Investigaciones a bordo de la Estación Espacial Internacional descubren que algunos microorganismos se vuelven más agresivos y peligrosos fuera de la Tierra

Javier Yanes, en El País, 7 nov 2024 

Si algún día llegamos a habitar fuera de la Tierra, llevaremos a otras especies con nosotros; por ejemplo, animales y plantas para alimentarnos. Pero también nos acompañarán infinidad de polizones no invitados: bacterias, hongos y otros microorganismos. Lo que les sucederá a estos microbios en entornos extraterrestres aún es una incógnita. Desde hace años, varias investigaciones utilizan la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) como campo de pruebas para estudiar los efectos del espacio sobre estos diminutos seres. Y lo que están descubriendo es, cuando menos, inquietante: algunos microbios se vuelven más peligrosos.

La historia de los microbios en el espacio es antigua: desde 1935, los científicos comenzaron a enviar microorganismos en globos estratosféricos. Después siguieron los satélites no tripulados y las misiones orbitales y lunares. La ISS ha servido como laboratorio microbiano durante su cuarto de siglo de existencia. En 2006, un equipo de investigadores dirigido desde la Universidad Estatal de Arizona (EE UU) envió en el transbordador Atlantis unos cultivos de la bacteria Salmonella typhimurium, la vieja conocida de las intoxicaciones por mayonesa en mal estado o tortilla poco hecha. Lo que los científicos descubrieron fue que “las muestras espaciales exhibían mayor virulencia”, escribían al año siguiente en la revista PNAS.

Analizando qué hacía a estas bacterias espaciales más infecciosas que sus primas aquí en la Tierra, los investigadores encontraron la responsable última: una proteína llamada Hfq cuya alteración afectaba a otras 73 proteínas. Los científicos confirmaron en simulaciones terrestres que la microgravedad del espacio reduce el roce del medio líquido con la bacteria, algo parecido a lo que sucede cuando infecta al organismo.

La salmonela se volvía más infecciosa porque creía estar en el intestino. Como decía entonces la directora del proyecto, Cheryl Nickerson, las bacterias “son listas: responden a una señal ambiental que ven durante el curso natural de una infección”. Nickerson y sus colaboradores vieron que este efecto podía neutralizarse variando la composición del medio.

El microbioma de la ISS

El problema es infinitamente más complejo. Por un lado, la microgravedad es solo uno de los factores del ambiente espacial que afectan a los microbios. Otro es una radiación mayor que en la Tierra. Además, experimentos como los de Nickerson se realizan en condiciones controladas sobre bacterias en cultivo. Sin embargo, dado que el ser humano transporta consigo millones de microbios, estos también han hecho de la ISS su hogar.

Desde 2015, el proyecto Microbial Tracking de la NASA comenzó a catalogar el microbioma de la estación, descubriendo una veintena de bacterias causantes de enfermedades. La investigación se amplió posteriormente a los microbios presentes en los tripulantes y al estudio de las mutaciones capaces de aumentar la virulencia de estos microorganismos.

Además de la NASA, otras agencias espaciales participantes en la ISS han emprendido sus propios proyectos. BioRisk y TEST, de la agencia espacial rusa Roscosmos, han analizado los microbios y sus cambios genéticos en las superficies de la estación, encontrando también bacterias en el exterior que podrían haber sido transportadas desde la atmósfera, o bien en las naves. La agencia japonesa JAXA ha examinado las poblaciones de bacterias y hongos.

Las investigaciones han descubierto que en la estación predominan los microbios de la piel, sobre todo bacterias Staphylococcus y hongos Malassezia, pero también que el microbioma de los astronautas cambia durante la estancia en la ISS y que proliferan otros microorganismos menos comunes. Sin duda lo más llamativo, y que se deriva de diversas investigaciones, es que los microbios se adaptan a la vida en el espacio, volviéndose más agresivos: tienden a formar biofilms, masas de células unidas por una especie de moco que las protege, y además desarrollan resistencia a antibióticos.

En 2018 se detectaron en la ISS varias cepas resistentes a antibióticos de Enterobacter bugandensis, una bacteria descrita por primera vez en 2011 en una maternidad de Tanzania, donde causó infecciones neonatales graves. Los científicos han vigilado la evolución de estos microbios para evitar que amenacen la salud de los astronautas. En 2024, investigadores del Microbial Tracking de la NASA y del Instituto Indio de Tecnología en Madrás (IIT) analizaron 13 de estas cepas, descubriendo que las condiciones de estrés de la estación favorecen la proliferación de mutantes. “Los microbios continúan sorprendiéndonos al crecer en las condiciones más extremas”, comenta el codirector del proyecto Karthik Raman, del IIT.

Supervivientes extremos

El estudio ha identificado genes clave y posibles mecanismos moleculares que llevan a estas bacterias a fortalecerse en el espacio, ayudándose de otros microbios. “Nuestra investigación descubre las interacciones en la comunidad microbiana mediante las cuales ciertos microorganismos benignos ayudan a adaptarse y sobrevivir al patógeno oportunista humano E. bugandensis”, apunta el codirector del estudio en la NASA, Kasthuri Venkateswaran.

Venkateswaran y sus colaboradores han examinado cinco nuevas especies bacterianas recogidas en la ISS y han comparado sus genomas con los de sus parientes más próximos en la Tierra, encontrando un patrón que se repite: los microbios espaciales muestran adaptaciones a la microgravedad y otras que mejoran la reparación del ADN expuesto a la radiación. Y aunque se desconoce el potencial patogénico de estas especies, las mutaciones podrían aumentar su virulencia mediante la formación de biofilms y la evasión del sistema inmunitario.

Según Venkateswaran, estos hallazgos pueden ayudar a diseñar contramedidas para luchar contra los patógenos oportunistas. Pero los retos que plantean son enormemente mayores que la salud de los astronautas: si llega el día en que el ser humano deje por fin de vivir en su cuna terrestre, como decía el pionero aeroespacial Konstantin Tsiolkovsky, ¿cómo resolveremos el problema de la contaminación microbiana? Proyectos como el revestimiento antimicrobiano desarrollado por Boeing, y que actualmente se prueba en la ISS, buscan evitar que viajemos por otros mundos sembrando supermicrobios que podrían ser, para los colonos espaciales, la auténtica amenaza extraterrestre.

martes, 5 de noviembre de 2024

El profe agobiado

 Por qué ser profesor es hoy más complejo: “No somos psicólogos, sanitarios, ni trabajadores sociales”, en El País, 3 de noviembre de 2024:

La sociedad pide a los docentes que atiendan la creciente diversidad que hay en las aulas con números excesivos de estudiantes por clase.

¿Es más difícil ser docente hoy que hace unas décadas? De una decena de profesores entrevistados para este reportaje, casi todos responden que sí. O al menos, según matizan algunos de ellos, se ha vuelto más exigente. La dificultad no ha aumentado, en su opinión, por lo que muchos dirían de forma intuitiva, es decir, por los problemas disciplinarios. Son otras las cuestiones que hacen más difícil la docencia: el aumento de la diversidad en las aulas; lo que el sistema educativo y la sociedad reclaman hoy al profesorado en materia de atención a dicha diversidad; la relación con las familias, y el hecho de que se les pide trabajar de forma muy distinta a la de los viejos tiempos con un número alumnos en clase con frecuencia excesivo, sobre todo en secundaria.

Rosa Linares empezó a dar clases de Lengua castellana y literatura en el año 2004. Y ahora lo hace en el instituto público María de Molina, en Las Águilas, un barrio de clase trabajadora de Madrid con abundante población migrante. “No considero que sea más difícil dar clase ahora. Lo que dificulta mi labor en el aula, atentando contra las mínimas condiciones bajo las cuales llevarla a cabo, es el número de estudiantes por curso. No hay proyecto educativo que resista una ratio de más de 25 alumnos, si queremos que sea universal. Y no hay resistencia corporal que recoja y guíe con facilidad la energía desbordante de un grupo tan numeroso de adolescentes. Es trabajar a la contra y, en algunas ocasiones, no avanzar”, lamenta Linares. La profesora destaca que, en su experiencia (el curso pasado había en España 784.425 docentes, lo que equivale a otras tantas historias personales) “en términos disciplinarios, nada ha ido a peor”.

Está de acuerdo Toni Solano, profesor de Lengua castellana y director del instituto público Bovalar en Castellón, catalogado como de especial complejidad. “Empecé con una sustitución en 2001 en la pública, en Vinaròs. El alumnado era horrible, casi peor que el que tengo ahora, porque además esos grupos malos se quedaban para los interinos. Chavales tumbados encima de la mesa, broncas, suspensos en más de la mitad de la clase”. Solano pasó después dos años en centros privados de Madrid, donde la situación fue, si acaso, peor porque además de soportar a alumnos maleducados, no podía quejarse. “Me decían: nos tienes que aguantar porque mi padre te paga el sueldo. Y la directora, si protestabas, sacaba la ficha con todos los servicios que pagaba la familia y te recomendaba paciencia”.

Desde 1990, cuando Rosa Rocha comenzó a enseñar Matemáticas en BUP y COU, a hoy, el alumnado, especialmente en la enseñanza pública se ha vuelto mucho más diverso, y no solo por su procedencia. “Para empezar ahora llegan al instituto antes, con 12 años. Y, además, tenemos que atenderlos a todos. A los que tienen trastorno por déficit de atención por hiperactividad, a los que tienen necesidades educativas especiales, a los que tienen problemas de salud… Debemos atender las diferencias individuales de cada alumno, y eso requiere más trabajo y mayor preparación”, afirma. Intentar que ningún estudiante se quede atrás, en lugar de aceptarlo sin remordimientos, como pasaba hace tres décadas, requiere un esfuerzo mucho mayor, y también constituye, dice Rocha, que dirige un instituto público en Guadarrama (Madrid), “un éxito del sistema; antes, el abandono escolar era altísimo, y estamos consiguiendo, poco a poco, gracias al trabajo del profesorado, evitar que sean expulsados”.

La propia idea que Julio Rodríguez Taboada tiene del oficio también ha cambiado mucho desde que en 1989 entró por primera vez en un aula para dar clase. “La concepción que tenía de mi trabajo era que consistía en explicar lo mejor posible conceptos matemáticos al alumnado. No me había planteado la importancia de aspectos como la atención a la diversidad, la inclusión, el contexto social, familiar, cultural y económico del estudiantado, la coordinación con otros docentes, etcétera. Hoy tengo más claro que mi trabajo es participar en la formación de todo mi alumnado a través de la educación matemática”, afirma. En una línea parecida, Antoni Salvà, profesor de Física y Química en Mallorca, agrega: “Ejercer la profesión es más exigente que hace 25 años, cuando era suficiente impartir la materia y verificar que los estudiantes la reproducían correctamente. Ahora, tener un conocimiento profundo de la misma es una condición necesaria, pero no suficiente. También hace falta conocer su didáctica para crear las condiciones adecuadas en un aula para que todos los alumnos puedan aprender”.

Estudiantes y familias

Los cambios en las expectativas de los estudiantes y sus familias también han hecho que ser docente sea, en cierto sentido, más difícil, cree Josune Irazabal, profesora de FP en un centro público de Bergara (Bizkaia), que cuando ella empezó a dar clase a finales de los años noventa. Entre una parte de los chavales ha calado la idea de “éxito rápido que observan en las redes sociales”, dice. Mientras que en las familias han aumentado, en promedio, su grado “de participación y de demanda” hacia los centros educativos. Y las transformaciones económicas y sociales de las últimas décadas, añade Toni Solano, hacen ahora recaer sobre los centros educativos responsabilidades que no tenían tradicionalmente.

“En un contexto en el que toda la familia tiene que trabajar, incluso en dos sitios, parece que la escuela es el único lugar para intervenir con los menores: salud mental, exclusión, identidad de género, acoso, adicciones diversas... Todo bajo la supervisión de los docentes, porque no hay recursos en servicios sociales, en sanidad, etcétera. Y ahí es donde muchos se rebelan, porque efectivamente no somos ni psicólogos, ni terapeutas, ni sanitarios, ni trabajadores sociales”. Las administraciones podrían dotar de dichos perfiles a los centros. “Pero todo intento de solicitar recursos de ese tipo es tiempo perdido”, denuncia el directo, “yo llevo varios años reclamando”.

Si mira no a cuando empezó a dar clase, sino cuando él era alumno de primaria, a finales de los ochenta, Óscar Ruiz, de 47 años, maestro y director de un colegio público en Cantabria, señala dos grandes diferencias respecto a la realidad escolar actual: “En mi clase, que éramos 35, no se movía nadie. Pero también es cierto que vivíamos, en algunas ocasiones, bajo amenaza”. También hay novedades que han tenido consecuencias ambiguas, coinciden entrevistados. Como los avances tecnológicos, que, por una parte, pueden facilitar la labor docente y abren nuevas oportunidades didácticas y, por otra, suscitan la duda de si su uso no puede ser contraproducente, señala Rosa Rocha. O como con el mayor grado de seguimiento y recogida de datos del alumnado. Que de un lado puede facilitar la intervención escolar en el caso de que un chaval tenga problemas, así como mejorar el conocimiento sobre el conjunto del sistema educativo. Y, de otro, advierte Rodrigo Plaza, profesor de FP en Barcelona, ha desembocado en una carga por “exceso de burocratización para los docentes y los equipos directivos”.

Tierra arrasada. Origen de la guerra

 Alfredo González Ruibal, premio nacional de ensayo: “Las fosas comunes son testimonio del más profundo fracaso humano”, en El País, 4 - XI - 2024:

El arqueólogo gallego ha recibido el reconocimiento por ‘Tierra Arrasada’, un recorrido por la violencia desde el Paleolítico hasta hoy

Afredo González Ruibal (Santiago de Compostela, 48 años) ha escrito una historia de la violencia para decirnos que, en realidad, somos una especie bastante pacífica. La buena noticia de Tierra Arrasada (Crítica, 2024), galardonada con el Premio Nacional de Ensayo de este año, es que, aunque dedica más de 400 páginas a relatar guerras, masacres, torturas y decapitaciones, esto ocuparía, en extensión, mucho menos espacio que una historia de la paz. “Es normal que ciertos episodios de violencia extrema llamen nuestra atención, pero la realidad es que los seres humanos hemos sido capaces de controlar la violencia excesiva de forma exitosa a lo largo de periodos muy largos de tiempo”, dice a EL PAÍS en una cafetería cercana a la Ciudad Universitaria de Madrid.

Ruibal es arqueólogo en el Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC y está especializado en el estudio del conflicto. Ha realizado trabajo de campo en Italia, Brasil, Sudán, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Somalia, India y Yibuti. Tierra arrasada es una historia de la violencia a través de los restos materiales arqueológicos, donde los protagonistas son hombres, mujeres, ancianos y niños, antes que generales, políticos, divisiones o gobiernos. Como la escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich, Ruibal no ha querido “escribir sobre la guerra, sino sobre seres humanos en guerra”. Buscaba crear “un libro que haga repulsiva la mera idea de la guerra”. Y parece que lo ha conseguido.

Pregunta: El libro empieza desmontando el cliché de que la prehistoria es el periodo más brutal de la historia humana.

Respuesta: Es una tesis que se ha defendido en libros muy famosos como Los Ángeles que llevamos dentro, de Steven Pinker. Uno de los problemas con estos estudios es que el material etnográfico utilizado para demostrar que las sociedades estatales complejas tienden a controlar la violencia está muy influido por las condiciones históricas en que se recopiló.

P: ¿En qué sentido?

R: Mucha de la documentación que tenemos de sociedades tribales modernas está condicionada por el impacto del colonialismo o con las depredaciones del capitalismo. Pensar que los yanomamö [grupo indígena que habita en las selvas tropicales de la Amazonía] son una cultura inherentemente violenta porque, cuando se les estudió en los sesenta y setenta, mostraban comportamientos violentos, no tiene en cuenta que en esos momentos estaban siendo explotados, masacrados y vivían en un contexto de desestructuración social. No sabemos cómo funcionaban esas culturas antes de tener contacto con sociedades esclavistas o con el capitalismo.

P: ¿Qué tipo de violencia existía entre los primeros grupos humanos?

R: El conflicto era de baja intensidad, no había nada parecido a lo que hoy entendemos por batallas. Había violencia colectiva que involucraba a distintos grupos y, en momentos específicos, podía escalar a formas extremas, como masacres que afectaban a toda una comunidad. Ahí están los ejemplos de Jebel Sahaba o Nataruk, en África. Sin embargo, estos eventos eran puntuales y afectaban a comunidades pequeñas, no existía la idea de exterminar a un grupo entero, como en un genocidio. Lo más habitual era que el conflicto tomara la forma de razias: atacar al vecino, matar a dos o tres personas, robar sus posesiones y luego enfrentar la venganza de ese vecino.

P: Las masacres en el Paleolítico eran excepcionales. ¿Se vivía mejor en la época de cazadores-recolectores?

R: En otros periodos de la prehistoria, es difícil determinar si la vida era mejor o peor que en la actualidad. Sin embargo, la vida de los cazadores-recolectores era bastante buena, la verdad. Numerosos estudios recientes indican que su salud era excelente, su alimentación mejor que la nuestra y que, una vez superada la alta mortalidad infantil, su esperanza de vida no difería significativamente de la del ser humano moderno.

P: Usted defiende que la aparición del pensamiento simbólico fue fundamental para el desarrollo de la violencia.

R: Es probable que la violencia organizada haya surgido al mismo tiempo que otros comportamientos característicos de los seres humanos modernos, como la decoración corporal, hace unos ciento cincuenta mil años. Además, es muy posible que esto se deba a que los humanos anatómicamente modernos tienen una mayor capacidad para el pensamiento simbólico, pueden comunicar mensajes complejos a través del lenguaje y sus formas de sociabilidad y cooperación son más sofisticadas.

P: ¿Qué implica esto en cuanto a la violencia?

R: La cooperación puede utilizarse tanto para objetivos pacíficos como violentos: por ejemplo, pintar en Altamira o organizar una razia. Niveles más altos de pensamiento simbólico también implican un mayor desarrollo de la identidad colectiva, y pocas cosas han causado tantos muertos a lo largo de la historia como la noción de pertenencia a un determinado grupo.

P: Es de suponer que en esta época también nacen las grandes rivalidades entre grupos.

R: Transmitir de generación en generación que los vecinos son nuestros enemigos requiere el desarrollo del lenguaje, fundamental tanto para organizarse en la guerra como para la paz. Los rituales de resolución de conflictos son muy importantes en todas las sociedades tradicionales y, a veces, muy complejos y elaborados. Esto requiere una habilidad cognitiva que seguramente no poseían los presapiens.

P: Está bien documentado que la forma en que se cometen las muertes a menudo busca dejar una impresión duradera.

R: Existen métodos de violencia que son altamente efectivos para dejar una marca en la memoria colectiva y disciplinar a la sociedad. Por ejemplo, en España, la Guerra Civil dejó un legado de miedo que persistió durante décadas, impidiendo que las personas hablaran o se manifestaran políticamente sobre los asesinatos ocurridos hace 80 años. Este fenómeno también se observa en contextos prehistóricos. En el suroeste de Estados Unidos, a comienzos del primer y segundo milenio d.C., se registraron formas de violencia extrema como descuartizamientos, torturas y canibalismo.

P: ¿Qué significan las fosas comunes para el ser humano?

R: Las fosas comunes son quizás el mayor testimonio del más profundo fracaso humano y de la ruptura de la convivencia. En una fosa común no solo se evidencia un asesinato, sino que, como gesto simbólico, representa algo terrible: se elimina la memoria de las víctimas, impidiendo que sean recordadas como individuos y no simplemente como una masa amorfa. De hecho, las fosas comunes se han utilizado como un mecanismo para borrar la memoria desde el Neolítico, y no parece que la situación esté mejorando.

P: Otra cosa que sorprende en el libro es leer que, al igual que la guerra, la decapitación es una invención cultural.

R: Tiene un componente cultural y simbólico muy importante. Muchas sociedades consideran que nuestra cabeza y nuestro rostro es nuestra interfaz con el mundo, la manera en que nos relacionamos con los demás a través de la gestualidad, entre otras cosas. Arrancar la cabeza al enemigo es una forma de arrancarle el alma, de arrebatarle su identidad. Esta costumbre de decapitar cabezas aparece en lugares tan distintos como la Edad del Hierro europea y los Illongotes de Filipinas hasta el siglo XX.

P: ¿Cuál es la relación entre violencia y masculinidad?

R: Están estrechamente relacionadas. En Europa, por ejemplo, la expansión de los indoeuropeos trajo consigo una cultura material y principios culturales centrados en la violencia y la guerra. Además, se desarrolló una cultura muy androcéntrica. Esto se refleja en las lenguas que distinguen entre masculino y femenino, considerando el masculino como género neutro. La relación entre androcentrismo, patriarcado y violencia es muy clara.

P: ¿Por qué se impone este tipo de cultura?

R: Existen lugares donde esto no sucede. No sucede en Siberia, en las tribus de cazadores-recolectores del Amazonas, ni en muchas sociedades matrilineales del oeste de África. Hay numerosas excepciones. Sin embargo, solemos enfocarnos en una historia lineal que va de sociedades más simples a más complejas, de tribus y bandas a estados, dando la impresión de que este proceso es universal. En realidad, existe una enorme diversidad, y la pérdida de esta diversidad es muy reciente.

P: Algo que uno averigua leyendo Tierra Arrasada es que no se mata a los hombres igual que a las mujeres.

R: Eso fue una de las cosas que me sorprendió al escribir el libro: es un patrón casi universal. Se observa en contextos muy diferentes, incluso en la prehistoria. La violencia contra los hombres suele ser de tipo militar, como muertes en combate o ejecuciones. En cambio, en situaciones de conflicto, la violencia contra las mujeres tiende a ser ensañada, con cuerpos despedazados o torturados. Este fenómeno persiste hasta hoy; por ejemplo, la violación sigue siendo un arma de guerra. En la última guerra en Etiopía, se violaron a 200.000 mujeres.

P: Ha escrito un libro en el que recoge todos los horrores producidos a lo largo de la humanidad para demostrar que, en realidad, el ser humano es una especie pacífica.

R: La idea principal del libro no era narrar una historia de la violencia con mayúsculas, sino escribir una historia que permitiera empatizar con las víctimas de la violencia. Sin embargo, al contar estas historias a escala global, uno llega a la conclusión de que nos dejamos llevar por episodios de violencia extrema. Aunque es normal que estos episodios llamen nuestra atención, tienen el problema de ofrecer una visión algo distorsionada y pesimista del ser humano.

P: ¿Es posible imaginar un futuro en el que no exista la guerra?

R: De hecho, ese futuro utópico ya ha existido. Así como surgió la guerra, podría desaparecer.

P: ¿Cuál es el camino?

R: Es crucial identificar los mecanismos culturales que evitan que nos matemos y que, en caso de conflicto, no recurramos a formas aberrantes y descontroladas de violencia. El caso de Europa tras la Segunda Guerra Mundial es un ejemplo exitoso de cómo implementar medidas sociales, económicas y culturales para prevenir la violencia. Un elemento que suele funcionar muy bien, y que sería importante recordar en la actualidad, es la redistribución de la renta y la promoción de la igualdad. A menudo se piensa que la pobreza y la escasez son las principales causas de la violencia y los conflictos, pero en realidad, lo determinante es cómo se distribuyen los recursos, la redistribución equitativa de los recursos.

domingo, 3 de noviembre de 2024

La teoría de la relatividad en el Cielo

 Tres mujeres mueren juntas en un accidente de tráfico y van al Cielo...

Al llegar San Pedro les dice: "Solo hay una regla en el cielo... No pisar a las hormigas”.

Así que entran en el Cielo y ¡claro! el lugar está llenísimo de hormigas. Es casi imposible no pisarlas, aunque hagan todo lo que puedan por evitarlas.

La primera mujer, accidentalmente, pisó una. Y allá viene San Pedro con el hombre más feo que la pobre mujer haya visto jamás. San Pedro los encadena juntos y dice:

- ¡Tu castigo por pisar hormigas será pasar la eternidad encadenada a este hombre feo!

Al día siguiente, la segunda mujer pisó accidentalmente a una hormiga, San Pedro se dio cuenta y trae con él a otro hombre tremendo de feo que era. Los encadena juntos y suelta el mismo discurso que a la primera mujer.

La tercera, habiéndolo observado todo, y no queriendo ser encadenada a un hombre feo por toda la eternidad, se vuelve MUY cuidadosa en fijarse donde pisa. Y de alguna manera se las arregló para pasarse meses y más meses sin pisar hormiga alguna.

Pero un día llega San Pedro con el hombre más hermoso que ella ha visto jamás... Alto, guapo, de ojos grandes y largas pestañas, de cuerpo delgado y atlético.

San Pedro los encadena juntos sin decir palabra... La mujer, sin salir de su asombro, dice:

- ¡Me pregunto qué habré hecho para merecer que me encadenen a alguien como tú por toda la eternidad...!

El chico dice:

- No sé tú.... ¡pero yo pisé una maldita hormiga!

jueves, 31 de octubre de 2024

Jurado número dos, de Clint Eastwood

Luis Martínez, "Jurado Nº 2. Un eterno Clint Eastwood sin edad y sin piedad (****)", en El Mundo, 30 - X - 2024:

El más que longevo director completa una de sus películas más calladamente turbias de su filmografía

Cuenta Cicerón en su tratado sobre la vejez que Platón murió a los 81 y que la muerte le sorprendió en plena redacción de su último libro; que Isócrates escribió a los 94 'Panatenaicos' ("Y se sabe que vivió un quinquenio más") y que su maestro Leontino Gorgias cumplió los 107 y cuando le preguntaron por qué quería seguir viviendo, contestó: "No tengo nada que reprochar a la vejez". Uno se imagina a Clint Eastwood y sus 94 irreprochables años delante de su último trabajo y no queda otra que rendirse. No está claro que 'Jurado Nº 2' sea su última película, pero si así fuera, pocos adioses tan perfectos, tan vitales y tan ajenos a su condición de despedida.

'Jurado Nº 2' insiste en buena medida en el núcleo de una filmografía y hasta una vida obsesionadas las dos por las heridas de la culpa, por el sentido de la justicia y por los muchos inconvenientes de la vida en común. El director de 'Sin perdón', 'Mystic River' y 'Million Dollar Baby' (todas obras mayores) retoma ese cauce oculto de un cine en el que el más furioso de los libertarios convive con el más cabal de los moralistas. A distancia de esa obsesión reciente por los esforzados héroes anónimos, se diría que el cineasta vuelve a lo mejor de sí no tanto para purgar penas o hacer balance como para simplemente recordarse y recordarnos que, a veces, el mejor cine descansa en un simple plano detenido sobre una mirada que huye, un gesto furtivo que delata o nada más que una duda.

La película remite a los grandes dramas judiciales a puerta cerrada. La memoria del cine transparente y efectivo del Sidney Lumet de '12 hombres sin piedad' respira en cada secuencia con una certeza muy cerca de todos los abismos. La historia se antoja tan improbable como cautivadora. Y muy turbia. Un hombre es elegido como miembro del jurado popular en el juicio de un homicidio (o quizá asesinato) del que él, que no el acusado, es en verdad culpable. Lo que sigue es una deliberación cerca de la eternidad sea en el interior de la sala de, precisamente, deliberaciones como en lo más hondo de una conciencia que arde. Confesar e inmolarse en un acto de verdad que también lo es de justicia, o callar y dejar que la vida siga su curso. En verdad, todo es más complejo. El protagonista también es inocente (todo no fue más que un error, un accidente), pero no tiene forma de demostrarlo. Es decir, si se descubre ante todos, da lo mismo sus razones, pierde él y pierde la verdad. Y si se mantiene en silencio, pierde un inocente y pierde la justicia. ¿Puede ser acaso distinta la justicia de la verdad? ¿Dónde queda aquel célebre aforismo de que la justicia es la verdad en acción? Y así.

'Jurado Nº 2' avanza por la pantalla con cada plano en su sitio de la mano de una estructura dispuesta en espiral tan absorbente como reveladora, tan eficaz como libre de adornos. El perfecto trabajo tanto de Nicholas Hoult, en el papel del miembro del jurado a brazo partido contra su destino y su culpa, como de la siempre renacida Toni Collette, en la piel de una despiadada fiscal, puntúan cada tragedia diminuta con una profundidad a la altura de su transparencia. Lo profundo está en la superficie. Eastwood vuelve a su cine de fraseos largos, de escenas únicamente pendientes del peso de las miradas, de ambigüedades perfectamente calculadas y de un raro clasicismo que, de repente, se antoja casi vanguardista. Y todo ello arropado por un coro de voces (J. K. Simmons, Kiefer Sutherland o Cedric Yarbrough) que no solo ofrecen relieve y hondura, sino que acaban por configurar el escenario de un espejo que delata: ellos somos nosotros.

El resultado es una película que también es una prueba de vida. Definitivamente, en la vejez de Eastwood caben todas las juventudes del mundo.

Dirección: Clint Eastwood. Intérpretes: Nicholas Hoult, Toni Collette, J. K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina. Duración: 117 minutos. Nacionalidad: Estados Unidos.

sábado, 19 de octubre de 2024

La felicidad, jajá

 Anónimo de Internet: 

Un profesor le dio un globo a cada estudiante que tuvo que inflarlo, escribir su nombre en él y tirarlo en el pasillo. El profesor entonces mezcló todos los globos. A los estudiantes se les dio 5 minutos para encontrar su propio globo. A pesar de una agitada búsqueda, nadie encontró su globo. En ese momento, el profesor les dijo a los estudiantes que tomaran el primer globo que encontraran y se lo entregaran a la persona cuyo nombre estaba escrito en él. En 5 minutos cada uno tenía su propio globo.

El profesor dijo a los estudiantes: Estos globos son como “la felicidad”, nunca la encontraremos si todo el mundo está buscando la suya, pero si nos preocupamos por la felicidad de los demás... también encontraremos la nuestra.

Demogresca

 Juan Manuel de Prada, 18/10/2024, Una cleptocracia en metástasis

    Un régimen corrupto no solo actúa de manera injusta, sino que también degrada al pueblo. «Sin virtud de la justicia, ¿qué son los gobiernos, sino execrables latrocinios?», se preguntaba San Agustín. Puestos a buscar una cleptocracia fetén, creo que no encontraríamos otra tan sólida, tan blindada contra intempestivas acciones de la justicia y a la vez tan plácidamente aceptada por las masas cretinizadas como el Régimen del 78. En cuestión de meses podría darse el caso de que estén incursos en causas penales la mujer y el hermano del presidente del Gobierno, varios ministros o exministros suyos, el fiscal general del Estado, la presidenta del Congreso… Y eso sin contar con el cambalache constante y disgregador que imponen las aritméticas parlamentarias; sin contar con el control político que se ejerce sobre jueces y magistrados a través del llamado Consejo General del Poder Judicial; sin contar con que la interpretación de las leyes se halla siempre en manos del poder ejecutivo a través del llamado Tribunal Constitucional; sin contar con que las más variopintas instituciones –del Ejército a la Universidad– estén por completo gangrenadas, colonizadas, depredadas por los capataces de este «execrable latrocinio».

La partitocracia –que es la forma de gobierno instaurada por el Régimen del 78– se funda sobre la instrumentalización abusiva de las instituciones políticas sin que exista por encima árbitro alguno (sólo entidades o grupos asociados a los intereses de las oligarquías dedicadas al latrocinio). Este poder gigantesco pero inorgánico, carente de legitimidad alguna, no se habría podido lograr, sin embargo, sin el desfondamiento moral de una sociedad que a sus vicios llama derechos; así la corrupción se ha convertido en el líquido amniótico en el que se desenvuelve la vida política, como conviene a una cleptocracia flagrante que ahora ingresa en fase de metástasis despepitada. No es que en los partidos haya más o menos políticos corruptos (aunque, desde luego, la jarca encabezada por el doctor Sánchez es el arca de Noé de la corrupción), sino que los partidos son estructuras oligárquicas concebidas para la rapiña irrestricta del erario público, juntas de ladrones a quienes las leyes garantizan la impunidad en el desempeño de sus latrocinios. Bajo el trampantojo ideológico, con el que enardecen y aturden a los incautos, los partidos políticos son máquinas succionadoras de la riqueza nacional; pero también –y esto es más grave aún– apisonadoras de los bienes espirituales del pueblo, al que pervierten hasta extremos de abyección insoportables.

Decía Aristóteles que la vida buena (la vida noble y plena, la 'eudaimonía') sólo podía alcanzarse en el seno de una comunidad que fomente la virtud y promueva el bien común. En su célebre clasificación de las formas de gobierno –ya lo hemos explicado en anteriores artículos–, Aristóteles no actúa como los panolis modernos, que determinan si una forma de gobierno es sana o degenerada según la titularidad del poder está en manos de uno o de muchos, sino que se fija en el 'objeto' del gobierno. Un gobierno es saludable si su objeto es la consecución del bien común; y es degenerado si su objeto es la consecución de intereses particulares. La partitocracia está concebida para favorecer irrefrenablemente intereses particulares o sectarios; es, por lo tanto, una forma de gobierno constitutivamente perversa y una amenaza existencial para la comunidad política. Pero, siendo este sectarismo muy pernicioso para el orden político, porque pone las instituciones al servicio de los intereses particulares, lo es todavía más porque causa daños gravísimos sobre las almas.

Aristóteles nos enseña que la corrupción de un régimen político, más allá de su dimensión económica o legal, tiene efectos profundos en el alma humana. En su 'Ética a Nicómaco', señala que tanto la virtud como el vicio se desarrollan a través de hábitos y decisiones políticas. Un régimen corrupto no solo actúa de manera injusta, sino que también degrada al pueblo, fomentando una atmósfera donde el vicio se recompensa y la virtud se pisotea; así no sólo los gobernantes, sino toda la comunidad política se corrompe, estableciendo comportamientos inaceptables como norma. Bajo una forma de gobierno corrupta, la envidia y las rencillas gangrenan al pueblo, que no tarda en convertirse en pandemónium de gentes enviscadas entre sí. Un régimen político corrupto alimenta el conflicto y debilita la cohesión social, hasta instaurar una auténtica demogresca, que es el humus fecundo sobre el que actúa cualquier forma de cleptocracia organizada. Pues la adhesión a las banderías o negociados ideológicos acaba nublando cualquier forma de discernimiento; y el entrechocar y rechinar de las banderías en liza permite a las oligarquías cleptocráticas dedicarse más desahogadamente a sus desmanes, sabiendo que el pueblo degradado prefiere los desmanes de 'los suyos' antes que el ascenso al poder de 'los contrarios'.

Por supuesto, la corrupción es una lacra íntimamente vinculada a la naturaleza humana. Pero la partitocracia es un régimen político que garantiza su carácter sistémico e irrestricto; y también el que mejor favorece su impunidad. La partitocracia, en fin, fomenta un 'ethos' perverso, que fomenta la demogresca y promueve la demolición de las virtudes privadas y públicas, hasta lograr que la sociedad chapotee en un lodazal. Este «execrable latrocinio», esta consumada cleptocracia, es el régimen político que-nos-hemos-dado; y ahora nos toca disfrutar de su metástasis.

viernes, 18 de octubre de 2024

¿Puede haber entrelazamiento cuántico con una partícula que entra en un agujero negro?

SI DE DOS PARTÍCULAS ENTRELAZADAS UNA CAE EN UN AGUJERO NEGRO, ¿QUÉ

LE PASA A LA OTRA?

Contestar a la pregunta que se muestra en el titular es bastante difícil, ya que el problema que tenemos es que no disponemos actualmente de una teoría aceptada que concilie la mecánica cuántica con la teoría de la gravitación. Por un lado, sabemos cómo se comportan los objetos clásicos cuando están sometidos a grandes masas, como es el caso del agujero negro. Por ejemplo, nuestra galaxia, la Vía Láctea, órbita alrededor de algo que presuponemos que es un agujero negro; y aunque no lo vemos, sí sabemos qué les pasa a los objetos cercanos a él. 

Por otro lado, conocemos lo que le ocurre a un átomo cuando lo miramos de cerca con nuestros ojos de mecánica cuántica. Además, dentro del mundo cuántico las partículas pueden estar entrelazadas muy a pesar de Albert Einstein, que no creía en esta propiedad tan singular. El entrelazamiento es tan extraño para nuestras mentes clásicas que si tengo dos partículas entrelazadas y en una de ellas mido una característica (por ejemplo, su momento angular), automáticamente, aunque la otra esté en la otra punta  del universo, sé hacia dónde va a ir (es decir qué momento angular tendrá) porque eso es el  entrelazamiento. El entrelazamiento supone que, si tenemos una partícula con una característica y está entrelazada con otra, esa otra automáticamente adquiere un valor determinado de esta propiedad dictada por la primera. Podríamos decir que las dos partículas se hablan entre sí, aunque no estuvieran  ocalmente en el mismo sitio.

Para saber esto tenemos que hacer experimentos en los que medimos una característica de la primera de las dos partículas, y después necesitamos medir esa misma característica en la partícula número dos y corroboramos que su estado es el que esperábamos porque están entrelazadas. Para hacer este  experimento tiene que haber un canal en el que nosotros comprobemos que las dos partículas están entrelazadas. Y ese canal es clásico. 

Te voy a poner un ejemplo: imagínate que tienes la partícula Alice y la partícula Bob. Alice se va a  Madrid y Bob a Barcelona. E imagínate que lo que medimos es el color: si Alice mide azul, Bob mide verde y si Alice mide verde, automáticamente Bob mide azul porque están entrelazadas. Pero eso solo lo sabemos cuando tras medir a Alice, también le preguntamos a Bob y comprobamos que siempre que Alice mide verde, Bob mide azul. Para esta comprobación, hemos necesitado un canal de comunicación clásico. Típicamente, este canal clásico se supone que es aquel en el que el espacio-tiempo sigue una métrica Euclídea, o en palabras simples, al que estamos acostumbrados nosotros. Pero en un agujero  negro el espacio-tiempo se deforma debido a la masa tan grande que este posee y necesitamos acudir a la relatividad general formulada por Albert Einstein. 

Y ahora, vamos con la respuesta a la pregunta. Lo que ocurre en un agujero negro con la información que viaja a través de él se desconoce, incluso se piensa que en gran medida la información se destruye (aunque parcialmente escapa y se conoce como radiación de Hawking). Por tanto, esto significaría que no seríamos capaces de saber los dos colores de Alice y Bob. Así que lo que ocurre a una partícula entrelazada con otra que cayera en un agujero negro sería nada. Creo que no seríamos capaces de saber si están entrelazadas o no dentro de ese agujero negro, ya que necesitamos un canal por el que viaje la información y en un agujero negro la información no fluye, por lo que no seríamos capaces de  comunicarnos con ellas.

El principio de Pareto

EL PRINCIPIO DE PARETO O POR QUÉ EL 20% DE LOS JUGADORES ANOTAN EL

80% DE LOS TANTOS

Carlo Frabetti, El País, 4 de octubre de 2024.

¿Por qué crees que el 20 % de los jugadores anotan el 80 % de los tantos? Las poblaciones de las tres principales ciudades españolas son, aproximadamente:

* Madrid: 3.332.000

* Barcelona: 1.660.000

* Valencia: 808.000

Los tres apellidos más comunes en España son:

* García: 1.450.000

* Rodríguez: 926.000

* González: 922.000

¿De qué manera confirman o cuestionan estas listas lo visto la semana pasada? ¿Y qué crees que pasará con el tiempo en lo que se refiere a los apellidos: habrá cada vez más Garcías o irá disminuyendo su proporción?

En un informe de la RAE, aparecen las siguientes diez palabras más

usadas del español:

* De: 9.999.518

* La: 6.277.560

* Que: 4.681.839

* El: 4.569.652

* En: 4.234.281

* Y: 4.180.279

* A: 3.260.939

* Los: 2.618.657

* Se: 2.022.514

* Del: 1.857.225

¿Cómo interpretas los números que acompañan a cada palabra? ¿Qué conclusiones sacas de la lista?

LA REGLA DEL 80/20

A finales del siglo XIX, el economista y filósofo italiano Vilfredo Pareto enunció el principio que lleva su nombre, a partir de una serie de observaciones cuyos resultados mostraban la sorprendente repetición de un patrón de proporcionalidad. Pareto observó que el 80 % de las tierras en Italia eran propiedad de solo el 20 % de lapoblación, y que el 20 % de las plantas de su jardín producían el 80 % de la fruta.

Otro habría pensado que se trataba de una curiosa coincidencia, pero Pareto examinó una gran cantidad de fenómenos y llegó a la conclusión de que, en muy diversos campos, el 80 % de los efectos procedían del 20 % de las causas. Por eso su principio se conoce también como la regla del 80/20 o el principio de los pocos factores.

Algunos ejemplos:

El 20 % de los jugadores anotan el 80 % de los puntos (puedes comprobarlo -o no- consultando las estadísticas de tu deporte favorito). El 80 % de los beneficios de una empresa proceden del 20 % de sus clientes. El 80 % de los fallos de un software es generado por un 20 % del código de dicho software, mientras que el otro 80 % del código genera solo un 20 % de los fallos.

Entre los informáticos circula una variante humorística de esta última afirmación, conocida como la regla del noventa-noventa: “El primer 90 % del código ocupa el 90 % del tiempo de desarrollo, y el restante 10 % del código ocupa el otro 90 % del tiempo de desarrollo”. 

viernes, 11 de octubre de 2024

Las 4.786 amantes del chorizo rey emérito (sin hablar de los cuatro hijos ilegítimos)

Diez u once oficiales "a la vez", dice el estudioso, casadas las más, en especial Bárbara, Marta y Corina, a las que podríamos llamar "favoritas", y miles de ocasionales. 

Este es el número exacto de amantes que ha tenido el rey emérito a lo largo de su vida: ni Julio Iglesias, desde luego más que Giacomo Casanova, pero menos que las treinta mil "secretarias" de Georges Simenon.

La vida amorosa del rey emérito está de máxima actualidad después de que, hace unas semanas, la revista neerlandesa 'Privé' publicara unas fotos de él junto a Bárbara Rey. Desde entonces, la relación que mantuvieron Juan Carlos I y la vedette ha ocupado un sinfín de titulares, pero también son muchos quienes han querido ir más allá.

Así, estos últimos días se han puesto sobre la mesa otros nombres de famosas -aristócratas, periodistas, artistas...- que fueron amantes del monarca, antes y después de que este se casara. Raffaella Carrá, Sara Montiel, Marta Gayà, Queca Campillo, la condesa Olghina de Robilant o María Gabriela de Saboya son solo algunos ejemplos. 

Sin ir más lejos, este miércoles, Pilar Eyre publicó un artículo en 'Lecturas' repasando la trayectoria amorosa del Borbón con todos estos nombres. Pero la periodista especializada en casas reales no ha sido la única en hablar del tema.

Ya en 2017, se publicó el libro 'Juan Carlos I. El rey de las 5.000 amantes'. Un libro de Amadeo Martínez Inglés, un alto mando del ejército retirado, en el que da todo tipo de detalles sobre la vida íntima de Juan Carlos y sobre los encuentros que tenía con todo tipo de mujeres. Ninguna editorial española se ha atrevido a publicar su libro, a pesar de que en un primer momento muchas estuvieron interesadas.

"Las más bellas vedettes y las más espectaculares representantes del alto standing femenino español y extranjero pasaron por su cama de forma más o menos temporal, aunque tampoco despreció a féminas mucho más modestas", explica en el libro. 

Martínez Inglés da incluso la cifra exacta de encuentros que tuvo el emérito entre los años 1955 y 2014, en diferentes etapas que también separa. Pero, ¿a cuánto asciende la cifra? Hablamos nada más y nada menos que de 4.786 mujeres. Solo hay un período en el que no hay registros: el correspondiente con el viaje de luna de miel tras su boda con la reina Sofía.

En el libro, además, también figuran las iniciales de más mujeres famosas cuya identidad todavía no ha salido a la luz, como Paloma S. B., Carmen D. de R., Anne I. o Julia S.

jueves, 10 de octubre de 2024

Solo ganan los vendedores de armas

 ¿Las ayudas económicas y militares de Estados Unidos a Ucrania e Israel son préstamos? ¿La entrega de armamento son ventas, o se lo están regalando?

EE. UU. no regala nada. El altruismo solidario es para los europeos. Los últimos US$ 61.000.000.000 son un préstamo con intereses. Se dice que se pagaría con lo retenido a Rusia, pero eso es una verdad a medias, pues no cubre el monto de todos los préstamos otorgados a Ucrania. Por otra parte, Rusia, como contramedida, se apropiará de todos los bienes y e inversiones que los occidentales hicieron en Rusia, que, según estimaciones, es tres veces más que los bienes retenidos a Rusia. Esta fue una de las razones del por qué el sector financiero occidental se oponía a hacer uso de los fondos retenidos a Rusia. Según los entendidos, dependiendo de qué país devienen los fondos y activos incautados por Rusia vendrán las demandas judiciales, pero no a Rusia, sino a los estados aliados comprometidos o que aceptaron hacer uso de los fondos rusos. Menudo lío se va a armar, por más que a Úrsula Von der Leyen se le advirtió en todos los tonos qué esto ocurriría.

Por otra parte, EE. UU. prácticamente obligó a los aliados europeos, a través de la OTAN, a vaciar su stock de armas para ser entregadas a Ucrania, para luego EE. UU. obligarlos a reponer esos stock con armamento moderno comprado a Estados Unidos. Todo el armamento que EE. UU. ha traspasado a Ucrania, se ha descontado del préstamo otorgado por US$ 61.000 millones, incluyendo los costos de asesoría.

En esta guerra, el único ganador visible hasta la fecha ha sido EE. UU., que ha apuntalado su PIB a costa de Europa y Ucrania. No en vano en el Congreso norteamericano, un congresista demócrata defendió los dineros entregados a Ucrania diciendo que era, con mucho, la mejor inversión de Norteamérica en décadas.

martes, 8 de octubre de 2024

Discurso de Ayn Rand

Discurso de Ayn Rand por boca de Gary Cooper, en su papel del arquitecto Roark en la adaptación cinematográfica de la novela de la filósofa El manantial  (1949)

FISCAL

Pido solemnemente que cada hombre que oiga este caso deje que su mente pronuncie un veredicto. Han escuchado el testimonio de los testigos del estado, la confesión de Peter Keating ha dejado claro que Howard Roark es un despiadado que ha destruido los hogares Corland por motivos egoístas. La decisión que van a tomar se basa en el tema crucial de nuestra era: ¿tiene el hombre derecho a existir si se niega a servir a la sociedad? Dejen que sus veredictos nos den la respuesta. He terminado, señoría.

JUEZ

La defensa tiene la palabra.

ROARK

Señoría, no presentaré testigos. Este será mi testimonio y mi resumen.

JUEZ

Preste juramento. ¿Jura usted decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?

ROARK

Lo juro. [Pausa] Hace millones de años, un hombre primitivo descubrió cómo hacer fuego. Probablemente fue quemado en la hoguera que él había encendido para sus hermanos, pero les dejó un regalo inimaginable al hacer desaparecer la oscuridad de la Tierra a lo largo de los siglos. Hubo hombres que dieron los primeros pasos por nuevos caminos, apoyados solamente en su visión. Los grandes creadores, los pensadores, los artistas, los científicos, los inventores lucharon contra sus contemporáneos, que se oponían a todos los nuevos pensamientos, a todos los nuevos inventos. Eran denunciados y recusados, pero los hombres con visión de futuro siguieron adelante, lucharon, sufrieron y pagaron por ello, pero vencieron. Ningún creador estuvo tentado por el deseo de complacer a sus hermanos. Ellos odiaron el regalo que él ofrecía. Su verdad era su único motivo; su trabajo era su única meta; su trabajo, no el de los que se beneficiarán de él; su creatividad, no el beneficio que de ella obtendrían otros; la creación, que le daba forma a su verdad. Él mantenía su verdad sobre todo y contra todos.

Seguí adelante sin tener en cuenta los que estaban de acuerdo con él o a los que no con su integridad como única bandera. Él no servía a nadie ni a nada, solo vivía para sí mismo, y solo viviendo para sí mismo pudo lograr las cosas que luego se han reconocido como la gloria de la humanidad, esa es la naturaleza de la creatividad: el hombre no puede sobrevivir si no es a través de su mente. Llega al mundo desarmado; su cerebro es su única arma, pero la mente es un atributo del individuo. Es inconcebible que exista un cerebro colectivo. El hombre que piensa debe pensar y actuar por sí solo. La mente razonadora no puede funcionar bajo ninguna forma de coacción. No puede estar subordinada a las necesidades, opiniones o deseos de los demás; no puede ser objeto de sacrificio. El creador se mantiene firme en sus convicciones.

El parásito sigue las opiniones de los demás. El creador piensa; el parásito copia. El creador produce; el parásito saquea. El interés del creador es la conquista de la naturaleza; el interés del parásito es la conquista del hombre. El creador requiere independencia: ni sirve ni gobierna. Trata a los hombres con intercambio libre y elección voluntaria. El parásito busca poder, desea atar a todos los hombres para que actúen juntos y se esclavicen. El parásito afirma que el hombre solo es una herramienta para ser utilizada que ha de pensar como sus semejantes y actuar como ellos y vivir la servidumbre de la necesidad colectiva, prescindiendo de la suya. Fíjense en la historia: todo lo que tenemos todos, los grandes logros, han surgido del trabajo independiente de mentes independientes, y todos los horrores y destrucciones de los intentos de obligar a la humanidad a  convertirse en robots sin cerebro, sí, sin almas, sin derechos personales, sin ambición personal, sin voluntad, esperanza o dignidad. Es un conflicto antiguo: tiene otro nombre, lo individual contra lo colectivo. 

Nuestro país, el más noble de la historia del hombre, tuvo su base en el principio del individualismo; el principio de los derechos inalienables. Fue un país donde el hombre era libre para buscar su felicidad para ganar y producir, no para acceder y renunciar; para prosperar, no para morir de hambre; para realizar, no para saquear; para mantener como su propiedad más querida su sentido del valor personal, y como su virtud más apreciada, su respeto propio. Miren los resultados: esto es lo que los colectivistas les están pidiendo que destruyan, como ya se ha destruido gran parte de la Tierra. 

Soy arquitecto, y juzgo el futuro por los cimientos sobre los que lo estamos construyendo. Nos acercamos a un mundo en el cual no puedo permitirme vivir. Mis ideas son propiedad mía: me fueron arrebatadas por la fuerza. Por violación de contrato no se me permitió apelar: se dijo que mi trabajo pertenecía a los demás para hacer con él lo que quisieran; que tenían sobre mí un derecho sin mi consentimiento; que era mi deber servirle sin elección o recompensa. Ya saben por qué dinamité el edificio Corland. Yo lo diseñé, yo lo hice posible, yo lo destruí. Acepté diseñarlo con el propósito de verlo construir según mis deseos; ese fue el precio que puse a mi trabajo, y no fui pagado. Mi edificio fue desfigurado por capricho de quienes obtuvieron todos los beneficios de mi trabajo y no me dieron nada a cambio. He venido aquí a decir que no reconozco que nadie tenga derecho a un minuto de mi vida, ni a ninguna parte de mi energía, ni a cualquier logro mío, sin importar quién lo reclame. Tenía que decirlo: el mundo está padeciendo una orgía de autosacrificio. He venido aquí para ser escuchado, en nombre de todos y cada uno de los hombres independientes del mundo; he querido exponer mis ideas; no me interesa trabajar ni vivir por otras. Defiendo por convicción el sagrado derecho que tiene el hombre de vivir con libertad de elección.

Lo mejor de una vida

 "¿Qué es lo mejor de la vida? Escuchar la banda sonora de Conan el Bárbaro. Subir el volumen. Y oír los lamentos de tus vecinos."

Es un epigrama anónimo extraído de You Tube. Incluso Crom en la fragua de su montaña estaría orgulloso. Es un contrafactum del filme original de John Milius, cuyo texto primitivo (y tan primitivo) es "Aplastar enemigos, verles destrozados, y oír el lamento de sus mujeres." 

Se atribuye el dicho al abuelo Gengis Jan. Y, bueno, por lo menos Conan no era machista, a juzgar por sus declaraciones. A las mujeres solo les mataba a sus maridos, que seguro que las maltrataban. Y luego se quedaba a escuchar sus problemas.

sábado, 5 de octubre de 2024

Doce leyes psicológicas que conviene seguir

Si se entienden y aplican, cambian la vida:

1- “La Ley del Confort Psicológico”... Retirarse del caos no tiene precio. 

2- “La Ley de la Inteligencia Mental”... Ignorando a todos vuelve a su tamaño normal, sea cual sea.

3- “La Ley de la Dispensación”... No todo lo que puedes prescindir es una pérdida. Para algunas cosas, dejarlas ir es un mejor comienzo. 

4- “La Ley del Autodesarrollo”: Búscate un lugar arriba, porque el de abajo está muy concurrido. 

5- “La ley de la autoprueba”... Actualiza tus reglas y estilo de vez en cuando hasta que seas claro y distintivo para todos. 

6- “La Ley de la Discriminación”: Puedes crear un estilo mientras estás sumamente relajado y todos te imitan. 

7- “La Ley del Desafío”: encontrar un lugar entre los adultos y ser reconocido. 

8- “La Ley de la Gestión del Tiempo”... Sé como un barco que navega entre las olas con ciencia y conocimiento. 

9- “La Ley de las Metas”... Una vida sin una meta es como un cuerpo sin alma. Ambos no tienen valor. 

10- “La Ley de la Conciencia”... Si no te das cuenta de tus errores, no aprenderás lo que es correcto. 

11- “La Ley del Aprendizaje”: Si no sufres, no aprenderás. 

12- “La Ley del Cambio”... Si no cambias, perderás la vida.