sábado, 21 de noviembre de 2015

Wikiartículos escritos en cinco semanas

Me quita mucho tiempo, pero me distrae, y por eso he escrito, sobre tema manchego, 29 artículos, principalmente biobibliografías; también he corregido y ampliado 11 y, sobre tema no manchego, he redactado 62, traducido 15 y ampliado y corregido otros 12. Sin contar trabajos menores; no está mal para un mes largo: salgo a unos tres artículos al día.

Sobre tema manchego:

Juan de Cueto y Mena, un dramaturgo y poeta culterano de Infantes del siglo XVII.

Gaspar de Barrionuevo, entremesista y poeta toledano del XVII, intimísimo de Lope de Vega, del que lo hemos perdido casi todo.

Julián Sánchez Prieto, un pastor poeta, dramaturgo y periodista de los Montes de Toledo.

Luis Esteso y López de Haro, menudo esfuerzo me ha costado su bibliografía; es el genio de los monólogos de humor a principios de siglo y también tenía una faceta de erudito.

Fernán Gómez de Ciudad Real, del que aclaro si existió o no y la superchería que fraguaron en torno a su presunto epistolario, de la que todavía algunos no se han enterado. ‎ 

El historiador manchego Agustín de Horozco, primero en documentar y profundizar en la historia de la ciudad de Cádiz

Isaac Núñez de Arenas, el crítico y académico conquense que fue periodista y jurista también.

Pedro Navarro (dramaturgo)

Baltasar Mateo de Velázquez, un novelista conquense del Siglo de Oro. 

Otro novelista manchego del Siglo de Oro que no menciono porque quiero leerlo y estudiarlo ya que merece más atención y es prácticamente desconocido.

Íñigo de Mendoza, poeta manchego de la reina Isabel la Católica

Salvador Jiménez Coronado, el astrónomo, matemático, traductor y diputado liberal en las Cortes de Cádiz de Ciudad Real

Ramón Giraldo de Arquellada, de Infantes, célebre diputado y presidente liberal de las Cortes de Cádiz, del que no se sabía cuándo nació y murió hasta que yo lo arreglé; por demás, qué alergia a la escritura la de este hombre.

Reales Fábricas de Bronce y Latón, creadas en Riópar, Albacete, gracias a Carlos III y al ingeniero que sigue:

Juan Jorge Graubner, de Viena y manchego de adopción ‎, porque si fuera natural, lo único que habría hecho es rascarse la panza.

Juan Hidalgo Repetidor, un dramaturgo del XVI

Juan Hurtado, escritor aúreo

Juan de la Cuesta (maestro) del Siglo de Oro que escribió cómo tratar a los niños y enseñarles a leer y escribir

Juan Antonio Castro, escritor manchego moderno

Amalio Fernández, escenógrafo y pintor magnífico de Albacete que murió en Hollywood; he visto algunas de sus impresionantes telones en el buscador de imágenes de Google.

Felipe Antonio Fernández Vallejo, el manchego obispo erudito de Salamanca que cuando era canónigo en Toledo descubrió tantos manuscritos interesantes; ¿qué habrá sido de los papeles con los que se quedó su hermana?

Joaquín Tomeo y Benedicto, dramaturgo albaceteño del XIX que escribió tragedias sobre nuestra historia

Alfonso Hurtado de Valverde, dramaturgo caracense del XVI del que queda su comedia sobre los Siete infantes de Lara; quizá si se buscara un poco más...

Juan José Luján, actor manchego

Antonio de Heredia, el historiador benedictino manchego de su orden.

Damián de Vegas, dramaturgo toledano del XVI, o eso me parece, porque aunque vivió en Toledo toda su vida échale un galgo a dónde nació.

Feo de Cariño, guerrillero carlista. ¿A qué se nota que me hizo gracia el sobrenombre?

Antonio Merendón Mondéjar, tuerto en la Guerra de Cuba y guerrillero carlista de desigual fortuna; también me hizo gracia el apellido. 

Antonio Zoilo Vázquez Marjaliza, periodista, político y guerrillero carlista; creo yo que no le iban los trabucos, por demás su segundo nombre de pila le define.

Exclamación y querella de la gobernación, el famoso poema político de Gómez Manrique, siglo XV. Menudo panorama toledano pinta. 

He actualizado, corregido y ampliado además los artículos que yo mismo redacté sobre el toledano poeta meapilas del XVII José de Valdivielso, Juan Marina (el abuelo del famoso filósofo manchego; ¡cuánto trabajo encontrar sus destinos administrativos de profesor en la prensa de la época!), la bibliografía del pedagogo exiliado Lorenzo Luzuriaga y del novelista Rafael López de Haro, muy estimable pese a sus delirios políticos de la Guerra Civil, Ceferino Palencia, dramaturgo que hay que revalorizar como sea; el gran y severo moralista político y poeta Gómez Manrique, las últimas novedades sobre las nuevas obras descubiertas de Bartolomé Jiménez Patón, las poesías del vate de la reina Isabel I Ambrosio Montesino, cuyos restos fueron arrasados por la piqueta, el ahora tan celebrado Carlos Vázquez Úbeda y el artículo sobre Humor manchego. He corregido los de Luis Hurtado de Toledo y Jaime de Huete

Sobre tema no manchego

Fadrique Furió Ceriol (parece mentira que un escritor y humanista tan importante no tuviera entrada); se le subió a las barbas al mismo Carlos I defendiendo la traducción de la Biblia a las lenguas vulgares. 

Isaac Muñoz, escritor modernista y decadente, muerto cuando más prometía... de sífilis.

Juan Alonso de Pedraza, dramaturgo del XVI de la Danza de la muerte; no es tan bueno como parecía.

Miguel de Carvajal, dramaturgo del XVI, también famoso por el Auto de las Cortes de la Muerte que aparece aludido en el famoso capítulo de la segunda parte del Quijote, pero que en realidad fue refundido por un arreglalotodo poeta toledano.

Félix González Llana, interesante dramaturgo del naturalismo, asociado al masón amigo de nuestro asesinado poeta Antonio Rodríguez García-Vao.

El bachiller Alfonso de la Torre, un enciclopedista del siglo XV sin entrada en la enciclopedia electrónica, al que tanto ha estudiado mi fumador Francisco Rico.

Sebastián Francisco de Medrano, escritor al que no hay que confundir con el poeta casi contemporáneo.

Gutierre Joaquín Vaca de Guzmán, escritor importante del XVIII al que nadie recuerda hoy, pero al que habría que leer los dos libros que añadió a los Viajes de Enrique Wanton compuestos por un italiano de origen armenio.
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José María Joaquín Vaca de Guzmán, hermano del anterior y más renombrado en su época, pero poeta frío y académico, bastante vanidosillo y hoy olvidado ‎

Anselmo Petite, uno de los primeros traductores de los Evangelios en el XVIII; cuánto me ha costado encontrarle datos biográficos.

Baltasar de Vitoria, mitógrafo importantísimo y sin lugar en la enciclopedia.

El poeta Pedro de Quirós, no menos importante que otros del Siglo de Oro más recordados.

Ezequiel González Mas, un importantísimo historiador de la literatura española que se fue al exilio muerto de asco de la vida franquista y del que apenas ha llegado (y es casi imposible conseguir) un tomo siquiera de su manual en España, cuanto más los últimos. Como uno no vaya a buscarlos a Puerto Rico...

Pedro López de Montoya, del que ahora mismo no me acuerdo.

Alejandro Ramírez Blanco, del que tampoco.

Nicolás Aguayo y Aldea, un colono en América que hizo grandes cosas allí por los demás.

Rafael de Rodas Hoyos, otro que tendría que revisar qué hizo y no tengo ganas; bastante con lo que le he escrito.

Tomás Tuero, uno del "Bilis Club", amigo de los novelistas asturianos del XIX, que murió joven.

Joaquín Setantí, el clásico cultivador del aforismo áureo tacitista del que nadie se acuerda ahora (y está muy mal que sea así).

Juan Palafox Rovira... ¿Qué escribí sobre él?

María Brey Mariño, la pariente erudita, bibliófila y roja de Rajoy, mujer del inefable Moñino.

José Safont Casarramona, un tío Gilito del siglo XIX español

José Safont Lluch, su hijo, igual de Gilito y especulador que su padre.

Me he hartado de corregir los artículos Biblioteca de Autores Españoles, Generación del 50 y Naturalismo.

Ricardo Defarges, poeta de los 50 al que nadie hace caso y casi yo tampoco, del que siempre escriben mal el apellido, que es Defargues; no sé como enmendarlo.

Fernando Vázquez Orcall, pariente carlista de nuestro pintor Vázquez y al parecer guerrillero en la tercera.

Alonso de Fuentes... tal vez sea autor dramático

Marcelo Martínez Alcubilla, el infatigable compilador de códigos legales antiguos y modernos... Hacen falta arrestos.

Francisco Fernández Villegas... uf, no me acuerdo.

Pedro Sánchez de Viana, mitógrafo, creo.

Luis Tejedor, José de Lucio, Adolfo Torrado, dramaturgos malisimos de posguerra, sobre todo el último, que creó el patrón del cine malo de posguerra o españolada al estilo de "La tonta del bote", con Gracita Morales.

Giuseppina Ledda, hispanista sarda fallecida este mes

Howard Rollin Patch, hispanista cuyas teorías sobre el ultramundo medieval leí con sumo deleite hace años.

Margot Arce Blanco, otra hispanista puertorriqueña cuyo ensayo sobre Garcilaso leí también con gusto y utilicé cuando estudiaba la carrera.

Caroline Brown Bourland, una hispanista estadounidense con la que tropecé al redactar artículos sobre teatro antiguo del XVI. 
Diego y José Figueroa y Córdoba, hermanos y dramaturgos olvidados del Siglo de Oro, bastante copiones.

Jerónimo de Guedeja Quiroga, al que tan poco gustaban las comedias de santos.

Manuel Cortés y Campomanes, un revolucionario liberal que se desencantó.

Juan Pons Izquierdo, otro revolucionario liberal, filósofo y poeta español que no se desencantó y al que tendrían que dedicar una tesis; escribió más que el Tostado, pero todo está sin recoger.

Joaquín Barón Domingo, un poeta de la tertulia del manchego Estala; sus obras andan invistas por la Biblioteca Real.

Ricardo Blasco Soler, del que no me acuerdo de nada, solo que era escritor.

Afredo Miguel Aguayo Sánchez, un benemérito colono español que trabajó por los demás.

José Antonio Portuondo, un economista y funcionario como no los ha habido y benemérito colono español de la Ilustración en América

He actualizado y corregido además los artículos del escritor áureo Cristóbal Suárez de Figueroa, sobre el cual hizo una tesis una amiga mía, Asunción Satorre Grau; de la feminista poetisa dieciochesca Margarita Hickey, que odiaba a los hombres; los sumamente erróneos y disparatados de Infografía, Silva, Abencerrajes, Pictograma, Ideograma y Logograma, que ahora se pueden leer; los de Hugh Blair, Manuel Azaña (no había bibliografía de obras y yo se la he confeccionado), el pedagogo Andrés Manjón y el artículo que creé sobre Svetlana Aleksiévich mucho antes de que le dieran el premio Nobel.

He traducido al español, ampliado y adaptado los artículos correspondientes al dramaturgo burgués Henry Arthur Jones, los pintores franceses Auguste Creuzé de Lesser,‎ Isidore Pils, ‎Georges Clairin, François-Édouard Picot y el holandés Johannes Le Francq van Berkhey, este también gran naturalista y con chaladura política incluida; los enciclopedistas y mitógrafos Paul Scalich, Barthélemy de Chasseneuz, ‎Lilio Gregorio Girardi, Vincenzo Cartari, Guillaume du Choul, Konrad Kürchner y Gregor Reisch; el filósofo y orador William Johnson Fox, qué soso el hombre, y el bibliógrafo y lexicógrafo gallego Francisco Javier Rodríguez Gil

Sobre materias no biográficas he escrito:

Geoglifos de la estepa; me llamó la atención un artículo que leí.
Género jocoso; para exprimir un libro de Maxime Chevalier que leí hace tiempo.
Bernardina; para cachondeos, el Siglo de Oro.
Fiel de fechos, algo con lo que me topé y que no sabía que era.
Mesura, lo que caracteriza el modo de ser castellano desde el Cid.
Observatorio de Arequipa, una derivación de Harvard en Perú
Comedia de costumbres, que faltaba.
Comedia de carácter, que también.
Comedia mitológica, lo mismo.
Comedia de bandoleros, igual.
Estancia spenseriana, cuya estructura cada cierto tiempo se me olvida.
Triángulo de Ogden y Richards, algo que echaba en falta.
Unitarismo, que faltaba y con lo que me he topado al estudiar a heterodoxos como Blanco White.
He revisado también el de Sátira, que andaba incompleto.

También muchas correcciones menores de otros artículos que o andaban errados o imprecisos o mal escritos en ortografía o estilo.

¿Y por qué cuento esto?

Solo por si alguno piensa que los profesores se ponen a mirar a las moscas; hay muchos como yo que colaboran con esa enciclopedia en línea y que no obtendrán fruto alguno por su trabajo, que no sirve para Sexenios ni otras leches. He escrito este post mientras los demás se iban a ver el partido entre Madrid y Barcelona; me gusta el fútbol, pero no más que soltar el hilo de la prosa, como el gusano de seda, aunque termine hecho un capullo. Como se me da bien y suelto escribir a ordenador y tengo libros para consultar, lo hago, pues, si dispongo de todo eso, ¿por qué no aprovecharlo para ilustrar y educar, que es el cometido de todo profesional de la enseñanza, y encima darle algo de gimnasia a la prosa y, con ella, algo de agilidad al cerebro?

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