lunes, 7 de octubre de 2019

Apocalipsis apócrifo (I)

Qué duda cabía. Los políticos viven en la faz oculta de la realidad, en un lugar paradisíaco llamado Melapelia (salvo el abuelo Porretas de Abascal, que vive en Meapilia). Una isla, como Utopía, la de Tomás Moro. Sus felices habitadores pueden subirse el sueldo sin control patronal alguno, faltar, mentir, joder. No trabajan en soluciones porque no hay problemas, que son cosas del continente, de la cara iluminada que no cobra en oscuro. Todos provienen de algo profundamente separatista y desintegrador llamado partido. Como les pasa a otros isleños, los habitantes de las ingles o anglocojones, todo lo malo viene de la continencia, de lo continental. Son los patriotas perfectos, en la definición de Voltaire: los que tienen por enemigos a todos los demás. Unos narcisistas malignos.

Melapelia se halla in partibus infidelium, en algún archipiélago perdido entre las islas de Melanesia y las Bisayas. El idioma melapedorro, lleno de vocales absurdas, sin consonantes y sin gramática, tiene tantos dialectos ininteligibles como hablantes; quizá por esta característica algunos filólogos afirman que desciende del babélico, pero yo creo que si se graba y se oye al revés puede tener alguna mefistofélica traducción. Es verdad que Melapelia está llena de torres, de torres ebúrneas, de torres de marfil. España cae a la velocidad de la luz y las soluciones vienen a la velocidad del gobierno. Bansky ha pintado la cámara común del simio que se toca los cojones; en nuestra pocilga de diputados habría que poner un corral de gallinas cacareantes y sin huevos. Sin huevos para abrir el melón de la reforma constitucional.

He visto una magnífica película, Mientras dure la guerra, de Amenábar, Amenábar, moro de la morería, inteligente, documentada, bien escrita, redonda; aparte de afirmar que por aquí no pasa ni el tiempo, se habla de la baraka del Caudillo, empeñado en hacer una limpia de España que ni una queli de las buenas; ahora lo quieren desenterrar con helicóptero, como al Cristo de Fellini. Pues Pedro, que presume también de baraka, se la juega de verdad con estas formidables y espantosas elecciones, que pueden ser su camino de pedrición o, por el contrario, su liberación de tanto enjuague y escupitajo.

Poco más cabe decir; el Pepé ha pasado de ser lampiño a barbado, como Porretas, pero a Pablo nadie le ha cortado la coletilla, ni siquiera Errejón, y Pedro sigue en su simismidad, absolutamente pedrificado. Meros cambios cosméticos que no justifican un cambio en el gobierno de Melapelia.

***

Entre los escritos gnósticos hay un apócrifo neotestamentario descubierto en Hag-Hamadani inédito a causa de su carácter sumamente fragmentario, de difícil recomposición. Es un Apocalipsis escrito en mentecopto vulgar. La versión que ofrezco, sumamente conjetural, es sin embargo bastante literal en lo que cabe, por Federico Tiquismiquis, profesor de la Gregoriana de Roma.

[...]

Este es el libro de la Revelación [...] para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró por medio de un Ángel a su siervo Juan, cuando estaba en la isla de Pasmos, porque las elecciones están cerca.

Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque las elecciones están cerca. 

Salutaciones a las diecisiete iglesias autonómicas que están en Hispania. Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir una vez y otra a dar la lata con lo mismo de siempre y hasta la extenuación, y de los siete partidos que están tocándose las prebendas delante del Rey.

Yo estaba en el  día del Señor en un gran estadio como el del Madrid, y oí detrás de mí una gran voz como de vuvucela, que decía: "Yo soy el Elegido, el primero y el último Pedro". Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a los siete partidos que están en el Congreso: a Ciudadanos, Pepe, Pesoe, Unidas, Vox, Esquerra y Peneúve.

Y me volví para ver la voz de la SER suprema que hablaba conmigo; y vi que los siete se aprestaban a preparar nuevas elecciones y que ya lo sabían y que estaban igual que antes diciendo lo mismo y vuelta y dale así que todo. 

Y en medio de los siete vi a un profeta vestido de corte inglés hasta los pies; y su nombre era Iñaki Gabilondo. Su voz era como estruendo de muchas aguas y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era cetrino como el sol cuando amanece velado por la niebla.

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: "No temas; escribe las cosas que has visto y las que son y las que han de ser después de esta monserga".

Mensajes a los siete partidos. El mensaje al PP 

Yo conozco tus robos, latrocinios y corrupciones y que no puedes soportar la justicia ni la honradez, y que no has reprobado a los que dicen ser políticos y no lo son, y los has hallado mentirosos; y no has hecho nada, sin tener siquiera paciencia para que la ley por ti creada y manipulada fallara en tu favor. Has trabajado arduamente solo por amor a tu propio beneficio, y no has desmayado en empobrecer a la clase media y al pueblo mintiéndole y saqueando sus pensiones para pagar tus propias deudas. 

Recuerda, por tanto, cuánto has caído, y arrepiéntete, y devuelve todo lo que has robado; pues si no, vendré pronto a ti, y te quitaré de tu lugar, si no te hubieres arrepentido y restituido todo cuanto has saqueado sin tasa. Y el que tiene oídos para oír, que oiga, porque si no está sordo.

El mensaje a Esquerra

Yo conozco tus deseos de republicar y tu sinvivir por la pobreza de cargos, y la blasfemia de los que se dicen ser catalanes y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí que el diablo echará a algunos de los que te siguen a la cárcel, para que sean probados, y tendréis tribulación por diez días hasta que Pedro se compadezca de vosotros. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré algo que echar al corral de tus gallinas catalanas. Y el que tiene oídos para oír, que oiga, porque si no es que no hay traducción al catalán. 

El mensaje al PSOE 

Escribe: Yo conozco tus obras y cursos y cuentas ilegales y dónde te sientas, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre de obrero y de socialista como si no hubieras negado mi fe, ni aun en los días en que tantos fueron muertos entre vosotros, donde mora Frasquito. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina del pueblo, que enseñaban herejías nacionalistas a los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas al pueblo hambriento, y a cometer fornicación con tarjetas andaluzas. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra vosotros con la espada de mi boca.  Y el que tiene oído para oír, que oiga, porque si no es que es analfabeto y obrero de derechas. Al que venciere, le daré a comer del maná escondido y le daré un voto en blanco, y en el voto escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. 

II

Tras las no pocas quejas habidas por los errores de la traducción desde el mentecopto vulgar del doctor Tiquismiquis, este se ha excusado diciendo: "Hice lo que pude: el texto está más corrupto e interpolado (por Interpol, se entiende) que el Tribunal de cuentas". Por lo que, a fin de satisfacer las justas demandas de los serios lectores de Mi Ciudad Real, pedí una traducción interlineal al latín macarrónico "para mayor claridad", como dijo don Hermógenes, al sabio profesor Cáñides del Alcázar, del ya citado Apocalipsis apócrifo encontrado en una alcantarilla del desierto de Hag Hamadani, que insertaré en la traducción: 

El mensaje a Ciudadanos:

Si algún pobre de espíritu escuchare su voz y le abriere las puertas al Congreso, cenará todos los días, y si venciere además, le haré sentar conmigo en mi trono y tendré mi solaz (si quis gilipolites audierit vocem suam et aperuerit Congressum poltronamque latae, cenabo ratus longus totus qui se terciet, et si vicerit, quamquam taparrabum in pompibus habet, per culum dabo)

Después de esto miré, y hete aquí que una voz me erizó los pelos y fui arrebatado a un monte de piedad de los antiguos saqueados, desde donde vi sentados entre las nubes a los veinticuatro ancianos del Constitucional, y de allí salían relámpagos y voces y truenos (et vidi viginti quatuor senatores vagos sedentesque, et exinde procedebam fulgura et voces et tonitrua, et volabant sine alis et sine aeroportibus


Y de repente apareció un libro cerrado con siete sellos y más rocas y pedruscos que encima del Caudillo (Princeps carcundissimus et miles providentissimus aut borbonicus, quod magis dabit, etcaetera). Y, al mismo tiempo, vi un ángel fuerte y poderoso pregonar a grandes voces: "¿Quién es el digno de abrir el libro y de levantar sus sellos?" Y ninguno podía, ni el el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro (et nemo poterat neque in caelo, neque in terra neque subtus terram, neque Miguelturra, quod totus stabat liatus et bene liatus). 

Y se abrió el cielo y apareció un monstruo con diecisiete cuernos autonómicos y cuatro o cinco nacionalidades, y vi otro mayor aún que casi no cabía, y su nombre era Frankensteuropa. Y el ángel me dijo: "No te abrumes tanto, pues no aparece la deuda pública porque no cabe". Y seguían cuatro caballistas en un solo patinete por las restricciones de la crisis (per pecuniam inopiam et mangoneum tantum), y Rajoy y sus tijeras los seguían. 

Súbitamente hubo un cambio climático y desde el este surgió un bicho inmundo; y ponía en todas las frentes su marca (et vidi bestiam ascendentem in Orientem, et nomen suum Nationalismus erat, et in frontibus omnium scripsit et cacavit insanias suas) y su número era el 155. Quien tenga inteligencia para calcularlo que lo haga, porque es un número computable electoralmente. 

miércoles, 25 de septiembre de 2019

José Francés, creador de un semanario en Ciudad Real (1898)

José Francés (1883-1964) fue uno de los más importantes críticos de arte y escritores del país antes de la Guerra Incivil; lo que no se sabe es que anduvo escribiendo e imprimiendo un periódico en Ciudad Real con su amigo, el futuro musicólogo José Subirá. Ambos estudiaron (como el novelista Gabriel Miró, entre otros) en el Instituto Santa María de Alarcos. Estas noticias que les voy a comunicar proceden en su mayor parte de una magnífica tesis de 2002 dirigida por Francisco Calvo Serraller que solo ahora se ha divulgado. Su autora es M.ª Piedad Villalba Salvador.

José Francés andaba rodando por todo el imperio colonial español con su familia a causa de la profesión funcionarial de su padre homónimo, quien por cierto también se dio al periodismo y reunió sus artículos en Galeradas (1898). Estuvieron en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y, ya en España, el joven y su única hermana estudiaron en León, Ciudad Real y Oviedo, donde el futuro escritor se graduó en el año 1900. 

Su vinculación con esta ciudad manchega, antes villa, venía de lejos, ya que su abuelo Jacinto Banqueri Roldán fue secretario y gobernador civil interino de Ciudad Real precisamente en la época en que vivieron allí, para volver a ser secretario después. Este personaje dejó un recuerdo pintoresco, ya que hubo una serie de tumultos y se vio obligado a firmar un bando que le hizo famoso al prohibir a los ciudadrealeños salir a la calle con lanzas y garrotes... Lo cuenta uno de sus descendientes, Alberto Francés, que fue entrevistado por María Piedad. En cuanto al futuro escritor, ganó su primera peseta en Ciudad Real, entre 1897 y 1898, con el periodismo:

Tenía yo catorce años y cursaba el último año de Bachillerato en el Instituto de Ciudad Real. Escribía versos, cuentos patrióticos y dibujaba caricaturas. Todo en secreto, claro es. Pero, como no me resignaba a que permanecieran inéditas mis audacias precoces, fundé con otros cuantos  compañeros de clase y novillerías –más de lo último que de lo primero– un periódico titulado Calínez. Los gastos de composición y tirada no eran muchos. Con seis pesetas de gelatina y cola de pescado, dos latas para contener la pasta y el administrador, que se copiaba todo el original literario de la redacción, conseguíamos lanzar cada sábado cien ejemplares. Yo era el director y el dibujante, y le confieso a usted que me enorgullecía más de lo segundo que de lo primero. 

El periódico tuvo gran aceptación. Las suscripciones aumentaban. Tuvimos que adquirir una segunda “rotativa” de hojadelata, glicerina y cola de pescado… Incluso tuvimos anuncios y yo empecé a dibujar las tapas para encuadernar una novela de Balzac que publicábamos en un folletín. Al liquidar el primer mes repartimos ganancias y nos correspondió a cada uno de los propietarios y redactores siete pesetas. En ellas está, pues, incluida mi primera peseta

La proximidad de los exámenes obligó a suspender la publicación de Calínez para reanudarla en el otoño “con grandes reformas”, como dicen todos los periódicos fracasados, con el pudor de su desaparición definitiva. Calinez no volvió a publicarse; pero yo no me desanimé por ello. Quería ser caricaturista a toda costa. Y tres años después me presenté en la redacción de Vida Galante con una cartera de dibujos. Zamacois no fue aquella tarde... (José Francés, 1922)

El que sería gran crítico de arte de La Esfera quería ser entonces solamente un caricaturista, pero terminó convirtiéndose, de la mano de Eduardo Zamacois, en uno de los maestros del relato corto en la Edad de Plata y en un crítico de arte eminente por méritos propios. Por entonces escribió su primera pieza teatral, La intención basta, firmada a fines de 1899 y que no "intentó" siquiera estrenar. En realidad, Calínez era una imitación de un efímero semanario satírico de cuatro páginas que imprimió ocho números en Madrid entre 1898 y 1899, Calínez, impulsado por el gran cervantista Francisco Navarro Ledesma, pero dirigido por José de Roure Mesquiriz; tomaba su título de un personaje cómico habitual en el semanario cómico Gedeón, habitualmente secuestrado por sus críticas. En su versión manchega, de la que no conozco testimonios, firmaba Francés las caricaturas con el sobrenombre de Córcholis. Por entonces era un chico muy revoltoso; Andrés González Blanco lo retrata así:

Me parecía un mozalbete republicano con visos de ácrata, que hablaba mal de todo el mundo, que adoraba a Blasco Ibáñez como un supremo dios del Arte, que colaboraba en La Vida Galante y que silbaba en las calles tortuosas de las capitales de provincia cuando pasaban las procesiones de Semana Santa. ("Prólogo" a J. Francés, Miedo, 1907)

¡Vaya si era ácrata el muchacho! Ya lo veremos. En el instituto se topó con otro inquieto aspirante a escritor,  José Subirá, quien andando el tiempo sería académico como él y uno de sus mejores amigos. Lo refiere el propio José  Subirá en "Mi amigo Pepe Francés" (1964), una semblanza que escribió con motivo de su fallecimiento:

Nos conocimos en Ciudad Real. Éramos compañeros de aulas y de estudios en aquel antiguo convento mercedario que tuvo destinos civiles tras la desamortización y que en nuestra infancia y juventud albergó un Instituto de Segunda Enseñanza inolvidable.

"Un instituto de segunda enseñanza inolvidable". Caray. Cuántas cosas se perdieron con la guerra. Pero don José continúa su narración:

Allí él y yo habíamos incubado idealismos inconcretos e hicimos los primeros pinitos de índole artística: él emborronando cuartillas blancas y yo trazando notas sobre el papel pautado. Entonces había estallado el conflicto de Melilla produciendo sensibles pérdidas el Ejército Español, siendo una de las víctimas el general Margallo. Pepe Francés encendió al punto los ánimos de la grey estudiantil, organizó una manifestación callejera, formada por chicos de diez a quince o dieciséis años y en nombre de todos elevó ante las autoridades su voz indignada por obra de la tropelía marroquí. Al hablar en público allí por primera vez, poniendo acentos exaltados y conmovedores, inició así una carrera de conferenciante que tanto prestigio le había de dar al defender causas nobles con objetividad suma por amor a la verdad ya la belleza...

El Margallo ese era un general, bisabuelo del político pepero, principal motivo de la I.ª Guerra del Rif o "Guerra de Margallo" (1893-1894) al provocar a los integristas islámicos construyendo una fortaleza militar en un lugar de Melilla santo para ellos. Sin embargo, José Subirá, que ya tenía sus años, recuerda mal, ya que eso pasó antes de su estancia en Ciudad Real. Seguramente junta unos recuerdos con otros. 

No acabó José Francés su relación con Ciudad Real pese a vivir tan poco tiempo en ella; ofreció en su Casino una conferencia en 1922: El paisaje en la moderna pintura española. No en vano el pintor manchego Ángel Andrade, seguramente promotor de esa visita, era un experto en este género.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Comicios

Cuando uno empieza a buscar patrones en la letrología periódica, termina fumado de metáforas. Por ejemplo, si uno lee una noticia sobre la cámara frigorífica de los diputados y luego otra sobre el gran colisionador de particulillas del CERN, concluye que el parlamento es un colisionador de ladrones. Y si uno lee a los septuagenarios de La Razón, puede sufrir un arrebato de economística y capicarmelitalismo y terminar luchando por su vida en el planeta rojo, como en una novela de  Edgar Rice Burroughs o una película de Mad Marx.

Lo mismo ocurre con otras figuras retóricas, como la antítesis. Huyendo de un vicio, decía Quinto Horacio el Flaco se caía en el opuesto, y así un fiel de balance como el denodado Sánchez, que tanto se fuerza en pasar mimetizado con el entorno, termina siendo un Sánchez perceptible, un Sánchez notorio e, inevitablemente, un acusado Sánchez. Esta palpabilidad de Sánchez no se debe a que il bello parezca salido con todo su caretón piedra de un escaparate, que también, sino a que, aunque los españoles hibernan en agosto, Sánchez parece que aún no se ha descongelado. Tanta es su rigidez que Pedro parece un obispo lleno de pedrería.

Claro está que para Horacio "la virtud está en el medio", no a la izquierda, que siempre ha sido siniestra para los fabricantes de supersticiones periódicas. Descentrarse traería cola, o más bien al coleta. Esto es que prepara su segundo advenimiento, que va a haber elecciones, como en un mercado o en un prostíbulo fino. A ver quién presenta ya los mejores rábanos, no digamos nabos, melones o almejas; de los chorizos hablaremos en otra ocasión. Hablo de rábanos porque les importa un ídem lo que van a decir; si la gente no cree ya en sus promesas (fe), ni espera nada de ellos (esperanza), ¿para qué va a tener con ellos amor o caridad? Pues la tiene. Por eso elige siempre a los más guapos, a los que les dan menos repelús. Como en el burdel o en la elección de Miss Universo o Miss España. La figuración es lo que tiene. No es que la gente necesite un protésico mental, es que, como es mejor que ellos, prefiere no ponerlos a parir, o reírse de ellos, como hago yo. Por higiene mental. Se comparan glúteos (las mujeres no tienen esa ordinariez llamada culo), ombligos y demás apariencias. No se les pide ni siquiera alma ni se atiende a lo que dicen, sino a su tono de voz, su vestimenta, el corte de pelo.

Por eso yo propongo que nos gobierne la nada, o un político incorpóreo y fantasmal, o mejor un algoritmo o ecuación que no nos torture con el ruido de sus bocas y no se nos aparezca diariamente como un santo paliza y latoso. Algo así como un Sánchez cuando andaba contingente, remoto y perdido. Cuando era, en fin, Pedro, el Hermoso.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

El clarividente Moses Mendelssohn

Defensor de la Ilustración, como Kant, un judío tan jorobado y tan lúcido como Leopardi, Moses Mendelssohn, abuelo del famoso compositor y amigo de un hombre tan universal como Lessing, una vez leído el ¿Qué es la Ilustración? de Kant pone sin embargo en guardia contra sus derivas posibles: «El abuso de la Ilustración debilita el sentido moral, conduce a la dureza, el egoísmo, la irreligión y la anarquía. El abuso de la cultura engendra la abundancia, la hipocresía, la molicie, la superstición y la esclavitud».

Kant le contestó con ironía; acaso lo envidiaba porque lo había derrotado en un concurso de la Academia de Berlín. Toma pues el filósofo judío el mismo camino que el de Kant, pero recorta sus términos. El artículo de Mendelssohn se titula «¿Qué significa ilustrar (aufklären)?».

Cualquiera que considere las consecuencias terribles de la Ilustración (guerras mundiales, fascismos, comunismos, genocidios) apercibirá que Mendelssohn estaba mejor informado que Kant. Kant era, después de todo, un alemán; Mendelssohn, un judío; la Haskalá era para él una síntesis, no meramente progreso.

martes, 27 de agosto de 2019

El clarividente Raúl del Pozo

Escuela de la noche

RAÚL DEL POZO Actualizado: 09/01/2014

Xavier Vence, portavoz del BNG resalta la podredumbre absoluta en la Familia Real. Marta Rovira de ERC lamenta que la Monarquía esté bajo la corrupción. Los independentistas critican que el Rey sacralice la Constitución y la unidad de España. Van más allá que los escoceses, dispuestos a mantener la Monarquía.

En el Reino Unido, como su nombre indica, la Corona es una institución eterna, mientras que en España siempre es provisional; ya saben, se llegó a sortear el trono. Tal vez descubramos un día que la alternativa a la actual Monarquía no sea una República, sino tres o quizás cuatro, contando Galicia. Insisto, esto no es Inglaterra, con una Monarquía más cara, más arcaica, con arqueros a sueldo cuando ya no hay flechas. La propia Isabel llamó Annus Horribilis al año en el que estallaron los Príncipes de Gales.

Si comparamos el ridículo elefante y el lío de Corina con el tampax en el té del Príncipe de Gales y Camila Parker, o las escapadas de Doña Letizia con la pasión y muerte de Lady Di, aún no hay color. Los príncipes ingleses se han puesto hasta el culo de crack y nadie duda del arraigo de la Corona. Churchill hizo un elogio apasionado de Jorge V: «En una Europa azotada por la tempestad de la anarquía, se mantuvo en el corazón del imperio; mientras todo iba a la deriva, la Monarquía británica permaneció firme».

En Inglaterra, el primer teatro es Buckingham, pero levantado sobre la firme idea de que la Ley estaba por encima del rey. Cuando un monarca se puso chulo, los cabezas redondas de Cromwell le cortaron el cuello. La diferencia entre los dos reinos está en la crítica y el control de la Monarquía, aquí hubo omertá, hasta ahora en la prensa, antes en el escenario.

El teatro isabelino hace críticas feroces a los reyes, el teatro español barroco sufre la enfermedad de la dependencia al poder real. Calderón, que era sacerdote, trató a los reyes como a dioses y en pago a su adulación, le enviaban todos los días un cesto de golosinas desde palacio. Por el contrario, Shakespeare, delante de los hijos de sus reyes, deja aparecer monarcas borrachos en el escenario y su príncipes se juntan con ladrones y pícaros.

El divino Marlow, según Borges, aprendió el ateísmo y la infinidad del espacio. Fue asesinado en una taberna. La policía había descubierto un manuscrito en el que afirmaba que Jesucristo era homosexual. Frecuentaba La escuela de la noche donde discutían sobre la obra de Maquiavelo. Eran librepensadores, fumaban opio, ridiculizaban a los tres monoteísmos y a la Monarquía

martes, 20 de agosto de 2019

El aventurero ciudarrealeño Blas Ruiz en la Camboya del siglo XVI

Otro artículo wiki escrito por mí sobre un aventurero ciudarrealeño en Siam

Blas Ruiz

Blas Ruiz de Hernán González o Fernán González (Ciudad Real, ¿?-1598) fue un explorador español.

Poco se sabe sobre él, al margen de sus aventuras en Asia, llevadas a cabo junto al portugués Diogo Belloso o Veloso y contadas por el dominico fray Gabriel Quiroga de San Antonio en su Breve y verdadera relación de los successos del Reyno de Camboxa (San Pablo de Valladolid, Pedro Lasso, 1604). En 1594 ambos se conocieron en Chordemuco (Pnom Penh), capital de Camboya y del imperio jemer, y se pusieron al servicio del rey Prauncar Langara; lograron de él la promesa de constituirse en vasallo y tributario del rey de España si este le protegía del agresivo rey de Siam. Con motivo de recabar esa protección, Belloso fue enviado como embajador ante el gobernador de Filipinas. Pero el rey de Siam invadió Camboya con ochocientos mil hombres y elefantes e hizo prisioneros primero a Blas Ruiz y, a su vuelta de Manila, a Diogo Belloso. Ruiz fue instalado en un junco de tripulación camboyana y china y con una argucia consiguió escapar y se dirigió a Manila, donde se encontró con Belloso, quien había conseguido persuadir al rey de Siam de que lo liberara y le enviara como embajador al gobernador de Filipinas para ganar su amistad.

Ambos capitanes propusieron al gobernador, Gómez Pérez das Mariñas, la conquista de Camboya restaurando en el trono a Prauncar contra el rey de Siam; pero este se negó porque necesitaba a sus hombres para invadir Ternate, en las islas Molucas o Malucas; con todo, les prometió que tras la expedición de Ternate abordaría este asunto.

Pero Gómez fue asesinado en la expedición a Ternate y su hijo, Luis Pérez das Mariñas, armó por fin en 1595 tres naves al mando de Juan Suárez de Gallinato; dos de ellas tenían a Ruiz y a Belloso de capitanes y llegaron a Camboya; pero la de Gallinato se rezagó a causa de una tormenta que lo condujo a las Malucas o Molucas y, entretanto, el rey de Siam había instalado en el trono de Camboya al hermano de Prauncar Langara, llamado Bocatuerta, el Traidor. Al no acudir Juan Suárez de Gallinato, ambos capitanes, Ruiz y Belloso, se impacientaron y tomaron la iniciativa batiéndse contra las tropas camboyanas con un ejército formado en parte por japoneses cristianos y otros mercenarios orientales, y cuando Gallinato llegó ya habían ejecutado al rey usurpador y marchaban en retirada por el contraataque camboyano; molesto por no haberle esperado, Suárez de Gallinato llegó a acuerdos con los camboyanos; Ruiz y Belloso propusieron entonces ir a Laos, donde estaba el rey depuesto Prauncar, pero al llegar allí el monarca había ya fallecido, así como dos de sus hijos; el que quedaba, llamado también Prauncar, era pues el sucesor legítimo. Volvieron entonces a Chordemuco, lucharon y vencieron, y el nuevo rey Prauncar, que gobernó con el nombre de Paramaraja III, los nombró comandantes militares a Ruiz y Belloso y les dio el título de chofas, que incluía el gobierno de provincias ("Tran" Ruiz -quizá Stung Treng- y "Vapano" Belloso, posiblemente Ba Phnum); pero en nuevas revueltas fueron vencidos los españoles y, según Ruiz-Morales, asesinados Ruiz y Belloso.1​2​ Sin embargo, Rodao ofrece un testimonio según el cual Belloso no habría muerto, sino acabado sus días como gobernador de Ba Phnum. Por otra parte, Antonio de Morga ofrece también una versión de los hechos en Sucesos de las islas Filipinas (México: Gerónimo Balli, 1609, p. 18 y ss.).3​

Referencias
 Ruiz-Morales Fadrique, Santiago. «Blas Ruiz de Hernán González». Diccionario de la Real Academia de la Historia. RAH.
 Fernández Duro, Cesáreo. «Los españoles en Camboya y Siam Blas Ruiz y Diego Belloso (1582-1598)». Sociedad Geográfica Española.
 Morga, Antonio de (1609). «Sucesos de las islas Filipinas».
Bibliografía
Nart, Javier; Nart, Gorka (2015). Viaje Al Mekong. Barcelona: Península. ISBN 978-8499424125.
Rodao, Florentino (1997). Españoles en Siam, 1540-1939: una aportación al estudio de la presencia hispoana en Asia Oriental. Madrid: CSIC. ISBN 8400076346.

Un manchego, el segundo traductor europeo del Corán al latín

Copio la biografía que le escribí en la wiki:

Marcos de Toledo

Se conoce como Marcos de Toledo a un médico y canónigo de la catedral de Toledo que vivió a finales del siglo XII y comienzos del XIII; fue uno de los miembros de la Escuela de traductores de Toledo y tradujo al latín el Corán, obras de Galeno y los Opúsculos del mahdi de los almohades Ibn Tumart.

Biografía

Descendía de una familia mozárabe que se instaló en Toledo tras la invasión musulmana. Nació en Toledo y allí estudió medicina (o tal vez en Montpensier) y se ordenó sacerdote; en 1198 fue nombrado canónigo de la Catedral de Toledo.1​ Tradujo libros fundamentales de Galeno a través del texto árabe de Iohannitius / Hunayn ibn Ishaq: De motibus membrorum liquidis y De pulsu ac de pulsus utilitate; seguramente muchas traducciones manuscritas y anónimas de tratados medicinales puedan adjudicársele.

Pero dedicó sus últimos años a traducir al latín las escrituras sagradas del Islam por orden del arzobispo de Toledo don Rodrigo Jiménez de Rada y del archidiácono Mauricio: así lo hizo constar el mismo Marcos de Toledo en el largo prefacio que antepuso a su versión del Corán, en que, en palabras de Nadia Petrus, realiza tres cosas: "Una peculiar biografía de Mahoma... los preceptos que todo musulmán debe seguir... y los patrocinadores e impulsadores de la traducción y el lamento de la sociedad cristiana por la dominación musulmana.".2​ Terminó su versión del Corán, el Alchoranus Latinus o Liber Alchorani, en Toledo, en 1210, aunque ya había habido un intento de traducir esta obra entre los años 1142 y 1143 por parte de Robert de Ketton, clérigo inglés residente en Pamplona, por encargo de Pedro el Venerable; sin embargo, la traducción de Marcos, menos divulgada que la de Robert de Ketton, es ad verbum o literal y conserva la división en azoras. Esta traducción fue usada y citada por Riccoldo da Monte di Croce en su tratado Contra legem saracenorurm a fines del siglo XIII; también se tradujeron al italiano algunas partes en 1461 por parte de Nicalaio di Berto.3​ Se han conservado siete manuscritos latinos de esta versión, considerada la segunda al latín, si bien no se detuvo ahí el canónigo: tradujo también los Aquîda u Opúsculos del mahdi de los almohades, Ibn Tumart, obra que terminó en Toledo el 1 de junio de 1213. El arzobispo Jiménez de Rada usó estas obras para elaborar su Historia arabum. Aunque se desconoce su fecha de fallecimiento, como la Catedral de Toledo conserva su testamento otorgado en el año 1216 (Archivo Capitular de Toledo, 42-23, fol. XXVII), probablemente no llegó a vivir mucho más.4​

Obras
El Corán (Al-Qur’an), 1213 [otros autores lo fechan en 1209]. Hay ed. moderna al cuidado de Nàdia Petrus Pons: Alchoranus latinus quem Marcus canonicus Toletanus transtulit. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2016.
Tratados religiosos musulmanes, 1213
Contrarietas Alpholica (libro de teología islámica), s. f.
Galeno, De tactu pulsus, De motu membrorum, De utilitate pulsus y De motibus liquidis, s. f.
Hipócrates, De aere aquis locis, s. f.
Hunayn ibn Ishaq, Isasoge ad Tegni Galieni, s. f.

Ascéticos manchegos memorables. Tomás Dávila y Luisa Magdalena de Jesús

Copio los artículos que les escribí para la Wiki, porque me parecen escritores de los mejores de ese siglo en La Mancha:

I

TOMÁS DÁVILA

Tomás Dávila fue un escritor y monje agustino de fines del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII.

Biografía

Poco se sabe sobre él; en el prólogo a sus Deleytes del espíritu dice que «nació en la villa de Alcázar de San Juan, provincia de Ciudad Real, y sus padres fueron Sancho Dávila y Ana del Barco. Vistió el hábito de San Agustín en San Felipe el Real el 10 de noviembre de 1670. Puede colegirse su aprovechamiento y amor a las letras del Memorial que, siendo Regente de Teología en Doña María de Aragón de Madrid, presentó al Definitorio exponiendo los deseos de emplear su talento y noticias en servicio de la Provincia, por lo que le suplicaba le nombrasen su cronista. Lo cual le fue concedido; Y el P. Dávila acreditó su laboriosidad ya por el Magisterio que se le confirió el año 1701, ya también por el testimonio de las obras que compuso». En estas obras figuran además algunos de los cargos que ostentó: lector de teología del convento de N. P. S. Agustín de Ciudad Rodrigo, maestro de estudiantes en el colegio de Doña María de Aragón de Madrid (1687) y lector jubilado (1699). Se ignora la fecha de su muerte.

Entre sus obras destaca el ya citado Deleytes del espíritu... (1803 y 1804), obra póstuma en dos volúmenes y en forma de diálogo entre Philidón y Eusebio (nombres que en griego significan "amador de deleites" y "piadoso") y en el cual el primer personaje representa la actitud y valores del autor en defensa de los valores del alma frente a los del cuerpo. Trata de los siguientes temas:

De un Dios y de una religión

Que es menester gustar de Dios para conocerle y que hay cosas sobrenaturales

De la inmortalidad del alma, y de los placeres del cuerpo y de los del espíritu

Los deleites de las artes

Los deleites de las ciencias humanas

Los deleites de la reputación y de la fama

Los deleites de la fortuna

Los deleites de la Filosofía, o de la sabiduría moral

De la creencia de un Dios en tres personas, y de Jesucristo

Que los mayores blasfemadores del nombre de Jesucristo creen que es Dios

De la conversión de Philidón

(continuación): La entrada de Philidón en la villa del verdadero deleite, y del interior

De las virtudes o hijas de la caridad. La humildad, la obediencia, la benignidad, la pureza, la paciencia, la oración, y la mortificación

De la caridad que comprende el amor de Dios, y del prójimo1​2​

El lenguaje es sereno, equilibrado, sin conceptismos ni cultismos gongorinos: es una prosa clásica y aticista que toma por referente los diálogos De los nombres de Cristo del también agustino fray Luis de León. Sirva de ejemplo este fragmento:

El conocimiento de una cosa no es lo que más agrada, sino el amor de ella. Verdad es que, cuanto más conocimiento se tiene, se tiene más amor; y cuanto más amor se tiene, más la cosa agrada y se gusta de ella. Y como el conocimiento aumenta el amor, así el amor fortifica y eleva también el conocimiento; porque amando una cosa nos llevamos mucho más fácilmente a tener muy presto un entero conocimiento de ella y a gustarla bien. Así los que aman el estudio se hacen muy presto sabios, y los que no le aman quedan siempre ignorantes (Deleytes del espíritu, I: "Del deleite de las artes", pp. 192-193).

En el Epinicio sagrado, compuesto con ocasión de dedicar una capilla que los Marqueses de Cerralbo reedificaron en Ciudad Rodrigo a San Andrés por haber destruido un rayo la que antes había, se incluyen dos disertaciones sobre el origen de los templos y el origen de la poesía, llenas de erudición profana y sagrada. Lo restante no se reduce a otra cosa que a extender o hacer una relación de las funciones que se hicieron por la dedicación. En el mismo año imprimió en Salamanca un Sermón sobre la toma de Buda y en Madrid las Vidas de San Furseo y de las Santas Eudocia y Rita en los años 1699 y 1705. Menos conocidas son las obras manuscritas a las que se alude en el prólogo de sus póstumos Deleytes del espíritu, que aún había en la Biblioteca Complutense Agustiniana: Apología por el Duque de Aquitania San Guillermo; doce Vidas de Santos del Orden de San Agustín y en especial una obra sobre las guerras de los cristianos en la que habla con erudición sólida así profana como sagrada del origen de ellas: solicitud y precauciones, que en las guerras deben tomarse para evitar los desórdenes a que por la avaricia de los soldados solían estar expuestas.

Obras

Al Santísimo Sacramento. Oración Evangélica predicada el día de la octava del Corpus a la Orden de Santiago asistida de la Católica Magestad del Rey nuestro señor, recién casado, en el Real convento de San Felipe, Orden de Nuestro Padre San Agustin. Madrid: Impr. del Reino, 1690.

Deleytes del espíritu, del maestro fray Tomás Dávila, agustiniano. Obra pósthuma. Tomo Primero. Madrid: Fuentenebro y Compañía, 1803. XXIV, 328 p.

Deleytes del espíritu, del maestro fray Tomás Dávila, agustiniano. Obra pósthuma. Tomo segundo. Madrid: Fuentenebro y Compañía, 1803. 300 p.

Epinicio sagrado, certamen olímpico aúreo en la solemne dedicación de la insigne capilla que al glorioso apóstol San Andrés, Patrón de su casa de Cerralvo, erigió el Eminentisimo Señor Don Francisco Pacheco, primer Arzobispo de Burgos, Protector de España, de la Inquisición general y Virrey de Nápoles. Salamanca: Lucas Pérez,1687. 502 p.

Historia y vida del admirable y estático San Furseo, príncipe heredero de Irlanda, apóstol de muchos reinos y naciones. Maestro sapientísimo de Reyes, y Ministro y monge antiquísimo del Orden de N. P. S. Agustin. Madrid: Lucas Antonio de Bedmar, 1699. 380 p.

Sermón sobre la toma de Buda, 1687.

Vida y milagros de la gloriosa Santa Rita de Casia, del Orden de los ermitaños de San Agustin. Madrid: Francisco Sanz, 1705. 246 p.

Vida y pasión de la santa mártir Eudocia, samaritana, sacada de sus antiquísimas actas por el P. Fr... Madrid: Lucas Antonio de Bedmar,1699. 222 p.

Apología por el Duque de Aquitania San Guillermo, manuscrito inédito

Vidas de Santos del Orden de San Agustín, manuscrito inédito

[Sobre las guerras de los cristianos], manuscrito inédito.


II 

LUISA MAGDALENA DE JESÚS

Luisa Magdalena de Jesús, en el mundo Luisa Magdalena Manrique Enríquez de Luján, condesa viuda de Paredes (Nápoles, 25 de septiembre de 1605-Malagón, 18 de octubre de 1660), fue una dama de honor de la reina Isabel de Borbón, monja carmelitana y escritora mística.

Biografía

De noble familia (era hija de Luis Enríquez o Henríquez, Maestre de Campo de la Infantería española en Nápoles e hijo de Fadrique Enríquez, hermano segundo del Almirante de Castilla Luis Enríquez, y de Catalina de Luján). Su biógrafo Agustín de Jesús María cuenta además que tuvo como hermanos a Fadrique Enríquez, castellano de Milán y del hábito de Alcántara, consejero de Indias y del Consejo y Junta de Guerra; a Diego Enríquez, capitán de caballería en Milán y a Francisca Enríquez, religiosa en el convento de Santa Catalina de Valladolid. (1​)

Recibió una extensa educación humanística y llegó a redactar no ya con fluidez, sino con elegancia en latín, italiano y castellano:

Entendió la lengua latina, italiana y española, y esta última la hablaba con toda la propriedad y perfección que muestran sus cartas, dignas de ser impressas, para modelo de quien quisiesse ser celebrada por discreta; sin bachillerías que llaman agudezas en escribir. Componía versos muy conceptuosamente, usando de términos y frasìs tan dulces, tan claras y tan sìgnificativas de lo que quería dezir, que merecieron sus Poesías (nunca profanas) el aplauso de los mayores ingenios que las leyeron. Y, habiéndose impresso algunas, ha sido tanta la codicia de ellas que se han repetido muchas impressiones. (2​)

Tras años en Galicia (donde su padre había sido nombrado gobernador y capitán general) y en Valladolid, cuando formó parte del Consejo de Guerra, llegó a la Corte de la mano de su padre y muy joven aún contrajo matrimonio con su primo, el IX.º conde de Paredes Manuel Manrique de Lara, del que tuvo cuatro hijos; enviudó el 26 de noviembre de 1626 (otros dicen que en 1637). (3)​ Sin embargo fue a la Corte con dos de sus hijas como dama de honor de la reina Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV, y luego como aya de la infanta María Teresa de Austria. Aficionada al teatro, amistó con el famoso actor cómico Juan Rana, habitual en Palacio.(4​)

De espíritu muy devoto, el 15 de marzo de 1649, con cuarenta y tres años, profesó como monja del Carmelo descalzo en el convento de San Joseph de Malagón (Ciudad Real). Muy identificada con el espíritu teresiana, sus escritos místicos traslucen la impronta de la Doctora de Ávila. Pero no se cerró al mundo y sostuvo correspondencia con el rey Felipe IV, como sor María de Ágreda (1602-1665). Según Cristina Borreguero, el rey le dirigió al menos 30 cartas desde el 9 de octubre de 1644, tres días después del fallecimiento de la reina Isabel de Borbón hasta el 8 de agosto de 1651, pero se sabe que hubo continuidad en la correspondencia hasta el fallecimiento de la Condesa en 1660, con un total de 74 cartas conocidas que se conservan en el Archivo General de Andalucía y han sido editadas modernamente. (5)​ Falleció en el convento de Malagón el 18 de octubre de 1660.

Como poetisa mística ofrece composiciones más que notablemente inspiradas; es el puro sentimiento religioso el que habla, no el tópico ni la iconografía; usa con preferencia el cauce del romance, pero también las octavas y las seguidillas, y bastante menos las décimas y el romancillo heptasílabo. La mayoría de estos poemas se han conservado como apéndice a la biografía que le escribió uno de sus más fervientes admiradores, fray Agustín de Jesús María. En cuanto a su obra mística principal en prosa, dentro de la corriente carmelitana, aún por estudiar como se debe, la más notable es el extenso Año Sancto. Meditaciones..., que publicó bajo el pseudónimo de Aquiles Napolitano en 1658. (6​)


Obras

Año Sancto. Meditaciones para todos los días en la mañana, tarde y noche. Sobre los misterios de la Vida y Passión de Christo Nuestro Redemptor y sobre otros que celebra Nuestra Santa Madre la Iglesia. Colegidas de los Libros de Santos Doctores y Maestros de Espíritu, que escribieron en esta materia. Con explicación mística, literal y moral de los Evangelios. Por Aquiles Napolitano (seudónimo). Madrid: Domingo García Morrás, 1658, 8 hs., 934 pp.

Poesías varias. Ms. 16 fols.

"Poesías varias" en: Agustín de Jesús María, Vida y muerte de la Venerable Madre Luisa Magdalena de Jesús. Madrid, 1705, pp. 225-256.

Joaquín Pérez Villanueva, Felipe IV y Luisa Enríquez Manrique de Lara, condesa de Paredes de Nava. Un epistolario inédito. Salamanca, Caja de Ahorros y M. de P. de Salamanca, 1986.

Pilar Vilela Gallego, Felipe IV y la condesa de Paredes: una colección epistolar del Rey en el Archivo General de Andalucía. Sevilla, Consejería de Cultura, 2005.

Referencias

1. Agustín de Jesús María, Vida y muerte de la venerable madre Luisa Magdalena de Jesus, religiosa carmelita descalza, en el convento de S. Joseph de Malagon y en el siglo doña Luisa Manrique de Lara, excelentissima condesa de Paredes... obra posthuma del reverendissimo padre Fr. Agustin de Jesus Maria...; la da a luz D. Pedro Vidal de Flores y Sabedra..., Madrid, Antonio de Reyes, 1705, pp. 16-17.

2. A. de Jesús María, op. cit.

3. Borreguero Beltrán, Cristina (2017). «La Condesa de Paredes, confidente del rey Felipe IV». Artehistoria.

4. Lobato, María Luisa, (1999). «Un actor en Palacio: Felipe IV escribe sobre Juan Rana». Cuadernos de Historia Moderna númj. 23.

5. C. Borreguero, op. cit.

6. «Luisa Magdalena de Jesús». Centro de Documentación Gonzalo Díaz y María Dolores Abad Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Español. Universidad Complutense de Madrid.

jueves, 8 de agosto de 2019

Tecnología punta

Es fácil inferir la personalidad de un pueblo como el español por la tecnología punta que genera. Y como nosotros no hemos pasado más allá de la fregona,  la tapa, el chupachup y el botijo, hay que concluir (inevitablemente, como Thanos) que somos unos comodones con miedo a mancharse las manos y a pasar mucho calor, al menos desde hace 3.500 años, pues hay botijos desde la almeriense cultura de El Argar. Que por aquí no pasa el tiempo. Cuán extraña es esa afición a las cosas con palito: el chupachup, la fregona, las tapas... y las banderas. Así nos va.

También se puede inferir la calidad de nuestro gobierno político por la de las tertulias (el parlamento es solo eso, una tertulia). De todas se saca la misma conclusión: ninguna. Es curiosa la unanimidad de ideas: todo el mundo hace el Inda de una forma u otra. Es la llanura perfecta del encefalograma plano, un campo de sal como el del Titicaca. ¿Qué idea será esa? ¿Sentarse rápido en la silla, como en el juego infantil?

Creo en la colectivización del conocimiento y de la ética, no en esta república camarera y los ochentamileuristas que la maltratan: nunca se ocuparán de la juventud que no nace y se marcha, de la sanidad que encoge, de los bancos que crecen, de la mierda que nos entierra. Ni Francisco Kafka podría describir esta postergación indefinida de una legalidad más real que legal. Un poco ejemplar ejemplo: el PSOE (Pedro Sánchez ¡OhÉ!), tira un dinero público que podrían haber usado en subirse más lo sueldos convocando perpetuas y eternas elecciones; y no es que los demás (de más para ellos) lo dejen: el convulso y malugno Rivera se agita como un cocamán y quiere bailar siempre con la más guapa y ser califa en lugar del califa; los podencos discuten con los galgos y los pobres y desvalidos no tienen nada que esperar de este espantajo que alguna vez pareció un país y ya no lo es. España y las demás repúblicas cementeras del sur de Europa son el tamagotchi de la UE.

Más nos vale hablar de Arrimadas, una niña conveniente y debida, bien educada, hija de buenos padres, modosa, kawai, fregatriz, pacata y circunspecta pajarilla en ese campo de nabos, esa manada que es la política española, más vulgar que la sopa de fideos. En China tienen una expresión para indicar la vergüenza: "perder la cara". Y todos los políticacos españoles tienen la misma: ninguna.

domingo, 16 de junio de 2019

Un milagro moderno

Al morir don Eugênio Sales, cardenal y arzobispo de Río de Janeiro, pasó un hecho llamativo que se puede llamar casi un milagro, si no lo es.

Pues bien, cuando murió este arzobispo y se colocó su ataúd en una iglesia para su funeral, una paloma blanca se posó sobre el ataúd. Y estuvo sobre él ¡durante cuarenta minutos! Incluso cuando los sacerdotes llevaban el ataúd en procesión sobre los hombros la paloma siguió encima, hay fotos de ello. La paloma representa al Espíritu Santo, Y no es la primera vez que pasa: Paulo Álvaro de Córdoba, el teólogo mozárabe, contó que una paloma se posó también sobre el cuerpo de su amigo, el mártir San Eulogio de Córdoba; así lo contó en su Vida:



"Cuando su cadáver fue arrojado desde un promontorio al curso de las aguas, una nívea paloma de singular blancura, batiendo el aire con sus alas, se posó revoloteando sobre el cadáver del mártir. Todos trataban de espantarla arrojándole piedras, pero como no conseguían alejar a la paloma que seguía fija allí, intentaron ahuyentarla a palmetazos . Pero ella, que no volaba, sino que daba saltitos en derredor del cuerpo, se posó sobre un torreón próximo al cadáver, dirigiendo la mirada hacia los restos del santo varón"


Además, la misa fue retransmitida por televisión, con lo cual todo el mundo, desde sus casas, pudieron ver la escena, que, por supuesto, para todos tenía un significado claro: un hombre iluminado por el Espíritu Santo.

Lo vieron los fieles, lo vieron los sacerdotes, lo vieron los obispos presentes. Y, más abajo, lo pueden ver ustedes. Para nadie aquello podía ser un hecho casual.

La Iglesia, siempre, hasta el último día, atravesando los siglos entre santos y pecadores.

Podéis ver dos vídeos del milagro aquí:


viernes, 14 de junio de 2019

Serie

Se abre el telón y se ve al rey Juan Carlos I regalarle un libro a su hijo el príncipe Felipe. ¿Cómo se llama la serie?

El príncipe debe leer

viernes, 7 de junio de 2019

Va de tapas

Hay dos películas que presentan formas opuestas de idealismo. Casablanca (1942), por ejemplo, se ríe continuamente de quienes pretenden hacer lo correcto, pero termina con el sacrificio idealista del héroe y los consuelos de la memoria y la amistad. En El tercer hombre (1949), por el contrario, el que intenta hacer las cosas bien termina sin ni siquiera esas magras recompensas; porque el héroe verdadero no es un bueno que se disfraza de malo (también el capitán Renaud lo hace), sino un malo hasta la médula, el nihilista Harry Lime, quien, tras ver que los poderes juegan con la vida humana y con la suya como han hecho en la II Guerra Mundial, decide que él, ¿por qué no? tiene "derecho" a hacer lo mismo, ya que no es mejor que ellos:

Hoy en día nadie piensa en términos de seres humanos; los gobiernos no lo hacen ¿por qué nosotros sí? Hablan del pueblo y del proletariado; yo de los tontos y los peleles, que vienen a ser lo mismo; ellos tienen sus planes quinquenales; yo, también.

El héroe americano (los de entonces vestían de paisano) de El tercer hombre nunca se ha comido, ni esta vez se come, un rosco: la chica bonita está enamorada del malo y pasa de él como de la mierda; ni siquiera les queda París o Miguelturra, con su Sacré-Coeur gordo. Harry Lime no tiene conciencia, al contrario que Raskolnikov: por eso es más moderno, más narcisista y completamente culpable. Si usted piensa que ahora no ocurren esas cosas es tan ingenuo como Joseph Cotten; en Viena se traficaba con penicilina diluida; ayer nos hemos enterado de que Pfizer sabía que un medicamento suyo curaba el alzheimer y prefirió ocultarlo porque le salía más beneficioso curar con él la artritis; ni siquiera hay que hablar del que compró los derechos de la panacea contra la hepatitis C para subir el precio o  de los que mataron sidosos y ahora matan drogadictos solo porque no es negocio curarlos con lo que saben que puede hacerse.

Veámoslo de otra manera; en concreto, de la manera como no se suele ver al gato de Schrödinger: con empatía. El gato puede estar vivo o muerto, pero mientras no abras esa caja, que puede ser también un ataúd, estará las dos cosas al mismo tiempo (quizá porque el tiempo es el mismo). Pero imaginemos que la realidad está encerrada en la caja del gato, esto es, que nosotros somos el gato, pura indeterminación: que no sabemos si somos reales o no somos, y queremos saber qué hay fuera, para saber si alguien o algo nos lo puede decir, ahí fuera, sobre la tapa de los cielos, en el lugar de las suposiciones y del idealismo (porque "la verdad está ahí fuera", que dicen).  Yo, desde luego, no sé si existo: los científicos nos han dicho que el universo es solo el cinco por ciento de lo que hay; así que no tengo derecho a pensar que la pizca que soy es algo sino una parte ínfima, rota y dolida de un todo inmenso (John Donne lo dijo mucho mejor hace cuatro siglos):

¿Quién no echa una mirada al sol
cuando atardece? ¿Quién depone los ojos
del cometa cuando fulgura?¿Quién no presta
oídos a una campana cuando por algo
tañe?¿Quién puede desoír esa campana
cuya música traslada fuera de este mundo?

Nadie es una isla, completo en sí mismo;
cada hombre es una pieza del continente,
un trozo de tierra; si el mar arrebata
una parte, toda Europa queda
achicada como si se tratara de un promontorio,
de la casa de uno de tus amigos, o incluso de la tuya. 

La muerte de cualquier hombre me reduce
porque estoy unido a la humanidad;
por tanto, no preguntes nunca

por quién doblan las campanas: doblan por ti.

También hace unos siglos, fíjense, pensábamos que estábamos en el centro del universo y las estrellas eran de papel pintado. ¿Cómo será de grande el tamaño de lo que hay dentro de veinte años? Ahora entiendo lo que dijo el filósofo Woody Allen: "La eternidad se hace muy larga, sobre todo hacia el final". ¿Estamos vivos o estamos como Willis en El sexto sentido, como Segismundo en La vida es sueño o como Hamlet entre el ser y el no ser? Porque el gato de Schrödinger es Willis, Segismundo y Hamlet y es usted y lo soy yo. Lo único cierto es que hay una tapa que tenemos que levantar para saberlo, y no precisamente para mear.

Esa tapa que hay que levantarse es la de los sesos: la muerte. En el mundo subatómico (es un suponer) no existe eso que llamamos vida; pero cuando nos descomponemos nos volvemos elementos simples, átomos sin vida. Si creemos que puede haber vida dentro de la caja, también puede haberla fuera, y (quizá) no dentro de ella, donde estamos: porque no estamos... seguros. Quizá la caja está dentro de otra caja, como en matriuskas o en un mandala zen. La diferencia es eso que hay entre la vida y la muerte, si es que hay algo; Poe se lo preguntaba al señor Valdemar.

Incluso podríamos creer, o estar seguros del todo de que estamos vivos ahora, pero, si eso es así, ¿no podemos estarlo más? ¿No existe una posibilidad de que una vida quizá más verdadera, o sencillamente distinta, otra forma de vivir, se halle al levantar la tapa de la muerte? Que no sea la ilusión de un trilero.

lunes, 27 de mayo de 2019

Vídeo

En este vídeo de TVE salgo tan mal como suelo, por desgracia. Es sobre Juan Calderón.

sábado, 25 de mayo de 2019

This is the end

La puerta sin puerta es el título de una antigua colección de koans, esas paradojas zen cuya función es destruir la conciencia de que algo tenga sentido. Mucha gente programa su vida para que le conduzca a un soñado fin; pero otros prefieren dejarse llevar. Lo malo es que, al final del camino, nadie está contento de nada. Y es porque quieren más: como en Juego de tronos. No hay finales perfectos porque los finales nunca lo son. Los felices y con perdices son cierres en falso, con horizontes y expectativas. Y así el miedo al spoiler, en esta época narcisista de remakes, segundas y terceras partes, es, en el fondo, un horror a la muerte, a que la cosa no continúe. Solo quien tome eso en cuenta (con su mente y no con su miedo) será auténtico.

Debe ser buena la vida: la gente lamenta perderla; pero unos quieren hacer cosas en ella y otros no; unos quieren ser actores y otros espectadores en la pantalla de este planeta que proyecta el sol. Algunos se hacen su propio plan quinquenal; pero entonces vienen los actos, errores y omisiones de otros o de uno mismo, y el plan se jode porque otros han hecho también planes que no concuerdan, porque no hay un plan único o te das cuenta de que, si lo hay, no tiene que ver contigo solo. Ya es bastante llegar a esta conclusión que a algunos les lleva (qué tontos somos) casi toda la vida, sin tiempo ya para arreglarlo y fastidiando inevitablemente los planes quinquenales de los demás. Inversamente, uno puede dejarse de ambiciones y abandonarse a la corriente de la abulia, pero entonces llega la cloaca y no puede echarse la culpa más que a sí mismo. Esto se ve claramente cuando vemos a los balseros: se hacen un plan quinquenal, incluso se apuestan la vida a ese plan, y se hacen a la mar: a veces se desinfla el flotador y lo pierden todo,  otras veces los recogen y se llevan desilusión y otras no pocas incluso logran sus sueños, que de todo hay; sobre todo porque se conforman con poco. 

Así pues, la voluntad y la ambición no son necesarias solo para nosotros, sino para los demás y para sus planes quinquenales. Una nación orgullosa no se hace con egoísmo, sino con colaboración. Y en España, donde medra el nazisismo españolista y catalanista, esas células cancerosas que proclaman su autonomía en el cuerpo social y terminan por matarlo, la única solución es la confluencia de la diversidad en unos valores eternos e inmutables de respeto, desarrollo y, sobre todo, trabajo. Los políticos no deberían ser tan vagos, ignorantes y perezosos, y como en eso no damos muy buen ejemplo ni damos la talla, así nos va. La mayoría de ellos no se han hecho estas preguntas: carecen de ética, ni siquiera la cristiana: en vez de morirse por salvarnos, prefieren subirse el sueldo, soltar discursos inconcluyentes y aumentar el papel periódico y la burocracia. La burocracia, cuyo marasmo y grisura eran para Hannah Arendt la manifestación del mal absoluto.

Cuánto mejor nos iría si cuidasen más de los otros: de la sanidad, de la educación, de la ciencia, de la cultura... de lo que nunca hablan. Lo ha entendido incluso alguien que nunca ha acabado la ESO, Amancio Ortega, cuando le han criticado por hacer lo que no hacen los políticos. Como dicen los anglosajones, ninguna buena acción se queda sin su correspondiente castigo.

viernes, 10 de mayo de 2019

Usted diga lo que quiera

El modo de razonar de los políticos,  meramente retórico, esto es, inconclusivo, con razones que ni atan ni desatan o bernardinas que solo declaran actitud, siempre me ha parecido un mero traslado de la manera de "pensar" antidialéctica tan típica de muchos españoles: la teológica, la fanática, que mira más a la convicción o a la fe que a la razón o a la esperanza, esto es, al futuro de todos. Una liturgia maligna, como decía hace poco el buen Manolo Valero; en ella solo valen las premisas, no las conclusiones. Por eso siempre es subjetiva, narcisista... y estúpida.

Un gran crítico de lo que fue y continúa siendo España fue José Cadalso, quien escribió al respecto: "No sé por que se ha escrito tanto sobre la Teología. Esta facultad trata de Dios. Dios es incomprehensible. Ergo es inútil la Teología". A los españoles siempre nos ha parecido mejor la fe medieval que la lógica del renacimiento. Aun ahora, cuando Abascal, primero de su lista electoral de reyes godos, se va a Covadonga, no sé a qué; seguramente a comerse una mariscada, como hacen los treintaytresmileuristas como él. Eso da para criar mucha barba a lo Jomeini, pues no hay más Abascal que Abascal, y Smith es su profeta; que le estén saliendo disidentes al Frente Popular de Judea era de esperar; no todo el mundo es de la misma fe wahabista. 

Al respecto me acuerdo de que se discutía en la I.ª República la libertad de cultos, algo que tanto ha costado traer a la España fanática. Don Emilio Castelar pronunció entonces su famoso discurso en el que hizo célebre su frase de "Grande es Dios en el Sinaí... pero es más grande el humilde Dios del Calvario" y enumeraba todas las razones de la soberbia que han hecho miserable al catolicismo en España; entre ellas decía que había estado en Roma y allí había visto, al lado de los frescos de Miguel Ángel, otro con la Matanza de San Bartolomé donde el rey francés ofrecía al Papa la cabeza de Coligny;  le contestó el canónigo Manterola a la manera típicamente española; haciéndose el sordo y negándole el pan y la sal:

-El señor Castelar nos dijo que había estado en Roma y yo, francamente, creo que el señor Castelar nunca ha estado en Roma.

Don Emilio le interrumpió:

-Sí: el año pasado por ahora.

Manterola insistió:

-Digo que no creo yo que el señor Castelar haya estado nunca en Roma. El señor Castelar fue a Roma, el señor Castelar debió de dormir en Roma porque se duerme en todas partes y es necesario dormir. Y el señor Castelar ha vuelto de Roma a España sin haber estado en Roma. La inteligencia fecunda del señor Castelar, la imaginación brillante del señor Castelar, el corazón generoso del señor Castelar nunca han estado en Roma.

O sea, razones a la española o el modo teológico de pensar que hizo nacer la palabra tiquismiquis: "Usted diga lo que quiera, que yo haré lo que me dé la gana". Como ahora, en que ni siquiera hay algo tan dialéctico y abierto como una república.

viernes, 12 de abril de 2019

La procesión electoral

Vox dice tener sentido común, pero lo que quiere de verdad es privatizar todo lo común. Por un lado dicen que la emigración sobrecarga la Seguridad Social, pero por otro que la Seguridad Social es una carga y hay que reducirla a una especie de dispensador automático de tiritas, de forma que el beneficio gordo del negocio sanitario vaya a sus bolsillos al estilo Esperanza Aguirre, o incluso al estilo desamortización de Mendizábal, pero del Estado, que quieren reducir prácticamente a una raspa como la de El viejo y el mar. Su líder, un cara de ayatolá Jomeini sin turbante negro (no desciende del Profeta, sino de Paca la Culona), es solo un mediocre guardián de la revolución con barbas de hipócrita.  Dice incluso que la izquierda sustituye la lucha de clases por la de sexos, como en las comedias de Howard Hawks, y cuando  se les demuestra su error con razones y estadísticas, "ya se verá", responden, escaqueándose con el temor que siente siempre un mentiroso a toda conclusión o silogismo. Son unos pollos sin cabeza que trabajan solo con emociones, y de las de orden más bajo y menos altruista; aunque los demás vayan casi de la misma guisa y camisa.

Hemos oído que a algunas de nuestras ancianas las maltratan en los asilos, que otras se suicidan porque no encuentran plaza en un asilo o padecen enfermedades y dolores incurables, que hay niños que torturan a otros causando también suicidios, y al visigodo Abascal le da igual, porque eso se arregla todo con arriba España, privatizarlo todo y subir los impuestos precisamente a ellos, a los que no tienen dinero sino para pagar la comida y poco más. Abascal quiere acuñar su propia moneda, con su efigie. Los otros dos terrores de la derecha, casi lo mismo.  Por eso Abascal es un Caifás, un saduceo vendido a los mercaderes del templo.

Uno ve al charcutero y señorito Pablito (que nunca clavó un clavito) Casado también invulnerable al dolor y a la desgracia de los que no tienen nada y les quitan hasta lo que pueden tener, esperanza. Hace unos trabajos de máster más delgados que los que me entregan mis alumnos repetidores y ni siquiera deja que se los miren. Qué feliz es este hombre consigo mismo; yo creo que lo único que necesita es un metro extensible para comprobar que ha crecido más todavía; y ¡cómo se envuelve en la bandera! Recuerda a Jordi Pujol diciendo que Cataluña y él son la misma cosa o al Exorcista leyéndole el ritual romano a Pedro Sánchez. Pero lo que ha hecho su partido en realidad es tirar a la basura todo el fondo de las pensiones y el estado del bienestar, y adelgazar la clase media más que ningún otro en toda Europa. Tanta vileza, mentira y traición solo caben en un Judas Iscariote, pues solo un judío tan falso como él podía vivir en un entorno tan porcino y con tanto chorizo, y venderse por treinta dineros a la banca.

Sánchez no dice una palabra más alta que otra y espera pacientemente que la marea lo aúpe a lo más alto. Está hecho todo un Barrabás, todo el mundo está dispuesto a perdonarle cualquier cosa y en efecto veo que la gente prefiere el silencio y el comedimiento de Sánchez a las gilipolleces y extremismos gritones de otras izquierdas y de Casado y Abascal; pero como está dispuesto a negar más de tres veces a Iglesias, no sé si podría hacer de San Pedro Sánchez. En cuanto a Rivera, que se lava las manos de cualquier cosa que no sea su propio beneficio y va de comparsa con quien le dé más sinecuras y preseas, por más que digan que posee algo de humanidad e integridad, haría un buen Pilatos.

Empero, en esta procesión también hay un Cristo, y a mí me parece que es Iglesias, no por el apellido, sino porque Cristo era un melenudo que no se recogía las greñas. Hay que ver cómo lo ha fustigado hasta sangrar la policía patriótica de la pepeidad.

martes, 2 de abril de 2019

Inutilidad de discutir con los que no usan la mollera

TECETIPOS
Manual (realista) para sobrevivir a los ultras en redes
GERARDO TECÉ, en Público, 31 DE MARZO DE 2019

Fue hace un par de días. Acababa de compartir, desde mi cuenta de Twitter, una información de los amigos de Maldito Bulo en la que explicaban cómo unas supuestas imágenes –muy compartidas en redes sociales– de unos jóvenes rumanos jactándose de haber venido a España para robar con impunidad, correspondían en realidad al videoclip grabado hace diecisiete años por un grupo de música ruso.

Como nunca tiro papeles al suelo por la calle y siempre intento decir buenos días cuando me cruzo con algún vecino en el portal, pensé que también sería buena idea desmentir bulos racistas como pequeña contribución a la sociedad en la que vivo. Menudo ingenuo. Al cabo de unos segundos de la publicación de mi tuit compartiendo el desmentido al bulo llegaban las primeras respuestas. Todas en la misma dirección. Un tipo con la bandera de España en su foto de usuario pasaba olímpicamente del desmentido y me acusaba de defender la inmigración masiva porque, al parecer, alguien me paga por ello. Estuve muy tentado de responderle con datos: me llevo 15 céntimos por cada kilo de extranjero que llega a España. Después de tener escrita la respuesta, decidí no arriesgarme a publicarla por si Eduardo Inda andaba merodeando en busca de un titular para el día siguiente. Otro usuario, en este caso con la foto de un personaje de dibujos animados, me respondía con un collage de imágenes que demostraban claramente que Podemos es una tapadera para que violadores, etarras y traficantes de droga tomen el control del país. Mientras terminaba de reponerme del patatús y aún sin entender qué tenía todo aquello que ver con el vídeo de los rumanos, una pareja de usuarios se coordinaba como guardias civiles de tráfico, en mi muro de Twitter. Mientras uno de ellos me respondía al desmentido racista pidiéndome explicaciones por la tesis de Pedro Sánchez, el otro le daba la razón y subía la apuesta involucrándome en la hipoteca de “la mansión” de Pablo Iglesias. Como si no tuviera yo suficiente con pagar el alquiler de mi piso.

Fue entonces cuando me di cuenta –reconozco que me ha costado–. No merece la pena perder un segundo de vida en esto. Por muy importante que sea el asunto a tratar. Por muy de la misma especie que sea quien está al otro lado de la pantalla. No compensa. Como una plaga de cotorras verdes, los ultras han llenado de mierda y estupidez un espacio público como las redes quitándole la única utilidad que tenían: el debate, el buen ambiente. Los ultras no debaten y de buen ambiente ni hablamos. Los ultras son carteles con patas en los que en lugar de poner “Compro oro”, se lee “Vendo odio”. No hay debate posible con quien tiene como único oficio cagar en cada esquina. Ni en las redes sociales ni en otros espacios. La semana pasada, cuando por televisión le preguntaban a Ortega Smith, uno de los cabecillas del movimiento ultra, por una exclusiva de los compañeros de La Marea –en su partido había un neonazi condenado por una brutal agresión que le dejó secuelas a un profesor universitario en el pasado–, el cabecilla, que en un principio reaccionó diciendo no saber nada del asunto, se lo pensó un instante y decidió que sí sabía: eso es una fake news de un panfleto izquierdista, despachó el asunto sonriendo a cámara porque mandar a fusilar ya no se lleva. Es imposible hablar sobre la realidad con alguien a quien la realidad no le importa un carajo. Tiene el mismo sentido que hablar sobre la burbuja inmobiliaria con un ladrillo recién encementado. 

Estos meses que han pasado desde la puesta de largo institucional del fascismo hasta hoy me han dejado agotado. Tengo la conciencia tranquila. A pesar de los insultos diarios, lo he intentado. Sin ningún resultado, eso sí. Durante las semanas posteriores a la llegada de la extrema derecha al Parlamento de Andalucía, me puse en contacto con varios de los cabecillas del Sindicato Vertical Ultra-Sección Redes Sociales. Mi propósito era hacer un artículo basado en un debate entre personas de varias tendencias políticas con una pequeña trampa, había que usar para el debate fuentes que aportaran datos reales. La respuesta más habitual por parte de los ultras al ofrecimiento fue que me fuera de España, seguida muy de cerca por que me muriera. En la tercera posición del pódium, una tercera variable: “qué poco os queda para que se os acabe el cuento”. Más allá de insultos o amenazas ni uno solo aceptó participar.

Los medios de comunicación que gastan un mínimo sentido de la responsabilidad andan sumergidos en el mismo dilema. ¿Qué hacer ante la invasión real de cotorras verdes que todo lo ensucian? El consejo editorial de este medio, CTXT, decidió a principios de esta misma semana no hacerles el juego. En el debate interno que tuvimos yo tuve grandes dudas. No hablar de lo que sucede no es la solución nunca, pero el hecho es que lo que sucede es un ruido fachoso/infantil que impide el debate adulto. Esto provoca una situación de excepción que te obliga a aislar el ruido, por muy real que sea. 

Es exactamente el mismo dilema que cada día vivimos quienes estamos en redes sociales. Nos sabemos de memoria la teoría de que los ultras se alimentan del juego de la provocación y el desprecio a la realidad, pero qué difícil se hace mirar para otro lado y callar cuando tienes a un maleducado delante. Si los ignoramos, ¿estamos dejando de combatir la mala educación? Puede que sí, pero quizá no haya otra alternativa si queremos que el nivel de ruido baje. ¿Y si el no combatirlos los hace crecer? Pues que así sea. Si España decide darles poder a las cotorras verdes que todo lo cagan, será que eso es lo que España merece.

Por mi parte, no me queda otra, me agarraré al humor para sobrevivir a esto. El humor es el único refugio seguro que nos queda ante los maleducados. He tomado una decisión drástica que pienso aplicar hasta las últimas consecuencias. De ahora en adelante mi única respuesta cada vez que una cotorra venga a mi muro de Twitter a cagar sobre las mujeres maltratadas, los inmigrantes, la convivencia o la libertad, será una foto de Franco dibujando con sus manos un corazón cuqui. Si no puedes convencerlos, si no puedes ni entablar diálogo, al menos, confúndelos un poco

jueves, 28 de marzo de 2019

Internet. La ceremonia de la confusión.

Los medios de expresión que requerían el introspectivo esfuerzo de abstraer han sido sustituidos por otros más extrovertidos, caracterizados por su visibilidad y ostensibilidad. Una llamada blogosfera nos rodea y nos apresa en una red cuya extensión, como la del desierto, simula un espejismo de ficticia e inencontrable libertad.

Existe una frase anónima que hace pensar: "La informática es estupenda para solucionar problemas que no teníamos antes de la informática". Podría ser que haya generado más dificultades y complicaciones de las que soluciona, al menos en los ámbitos no tecnológicos que son los que más debían importar a las personas. Creo yo que la generación del mayo californiano-francés o del 68, al darse cuenta de que no podía cambiar el mundo, creó otro no necesariamente mejor: la Internet. Una forma viscosa, lisérgica y obscena de interconectarse por mil maneras y modos diferentes y de reciclarlo todo en una mierda común. De anecdótico origen militar, pasó a ser civil e incluso incivil: una jungla vietnamita anarcoide y terrorista de donde está proscrita toda ética, no solo en la red profunda: el anonimato bajo un mote o nick hace posible el fenómeno de los trolls o energúmenos, de los haters u hostiles, de los lurkers o pasotas de las listas de correo, de los posicionadores, de los viralizadores y de los hackers o bandoleros informáticos.

Dentro de lo llamado genéricamente posmoderno (hipstérico o alejandrino,  si queremos negarnos a reciclar vocablos) la informática lo mancha todo con su viscosa y alucinada interconexión; se trata de la orgía de todo lo diverso, que no por ello es menos divertida... y agotadora: exige un tiempo que se arranca a la vida. Es una manifestación de lo que el psicólogo y comunicólogo de Palo Alto (en el mismo meollo de Silicon valley) Paul Watzlawick llamaba El arte de amargarse la vida (1989): razonamientos que no concluyen, sino cuyo mero propósito es no concluir; como las discusiones televisivas, que nunca llegan a acuerdo, solución  o término: el único propósito es mantener la conexión, el canal, generar relaciones de dependencia, "fidelización", drogadicción u obsolescencia programada. No hay que ir muy allá si vemos que individuos como Jobs, Wozniak, Gates y Zuckerberg padecían diversas patologías del comportamiento humano y problemas de espectro autista para relacionarse con personas que no fueran de su "esfera", tan plana y unidimensional que parece puro Marcuse. Watzlawick afirmaba que "es imposible no comunicarse, ya que todo comportamiento es una forma de comunicación" y, puesto que no existe forma contraria al comportamiento (un «no comportamiento» o incluso «anticomportamiento»), tampoco existe la «no comunicación».

De ahí deriva el problema que padecemos actualmente y sobre todo en Internet: una sobreinformación y una actitud tan abierta que nos deja en una pelada y perniciosa pelotez; estamos demasiado comunicados y de muy diversas maneras: no hay forma de aislarse y de ser un yo, no hay forma de pensar individualmente: nos dejamos llevar por la corriente colectiva, se nos quita tiempo para no hacer nada, esto es, para ser unos mismos, que es lo más importante que podemos ser, y es precisamente porque conectados no hacemos nada; algo que, paradójicamente, nos aísla en ese mundo unidimensional que es la pantalla. Internet nos disuelve en atomización y fragmentarismo. Si para el siglo XIX y buena parte del XX la patología mental más frecuente era la histeria a causa de la represión, en nuestra época la falta de represión, el carácter demasiado abierto de toda comunicación expande tanto el rostro y la identidad que la rompe y fractura; genera un narcisismo hueco y maligno; una falsa interactividad; en cuestiones políticas, incluso un nazisismo intolerante que es en realidad el reflejo de esa pérdida de yo, de sustancia identitaria. Las verdades han dejado de ser apofánticas (en lógica, las que afirman o niegan algo) para ser simplemente retóricas; ya no existe lo verdadero o lo falso, sino lo absurdo, puesto que el carácter demasiado abierto de los razonamientos impide llegar a conclusiones. Como dijo Berlusconi,  un político nacido de la comunicación, el espectáculo y la  corrupción, "la verdad no cambia nada". Ya había señalado el comunicólogo Jean François Revel que "la más importante de las fuerzas que mueven el mundo es la mentira". Yo matizaría un poco más esa palabra: es el absurdo, lo que no es ni verdadero ni falso. Un dicho cualquiera de Berlusconi, Trump, Salvini, Putin, Duterte, Abascal o cualquiera de las plagas de políticos nazisistas que padecemos es eso. En la teoría de los infortunios de John Langshaw Austin se sostiene que existen dos tipos de enunciados: los constatativos, que son verdaderos o falsos,  porque son comprobables, y los realizativos, que son aquellos que no son ni una cosa ni otra, porque solo poseen "intención"; en cierta forma, son siempre autorreflexivos. Narcisistas. No es de extrañar que ya no se pague por la información, sino por la publicidad, y que los canales de pago de televisión que antes se anunciaban sin publicidad ahora la ofrezcan, pero cobrando lo mismo. La red es gratuita porque la costeamos dejando vender nuestros datos a compañías de publicidad y mercadotectnia / marketing. La prensa ya no se sostiene económicamente, y por eso se encuentra por entero mediatizada /mercadizada por la publicidad y las subvenciones que la mantienen; pero por eso mismo ha dejado de ser información para ser publicidad o lo que Gramsci llamaba hegemonía cultural del capitalismo. De ahí que toda la prensa se redacte con anteojeras y tapones en los oídos y siempre mire hacia el lado que le conviene al dinero. Es un sesgo cognitivo general, una censura que se confunde con lo que llamamos impropiamente "información" y solo es conformista conformación.

Quien defiende su privacidad y no se comunica ni tiene presencia en la red es mirado como la estatua de Don Tancredo: mal. Tarde o temprano recibirá cornadas. El móvil es patógeno y provoca comportamientos como la nomofobia y que los niños accedan al porno o puedan ser excomulgados de grupos de afinidad por sus rasgos de "propiedad". Los críos están demasiado socializados, demasiado abiertos como para poder ser unos mismos. Malcriados, en suma. La gente duerme con el móvil porque hasta dormir se ha vuelto un acto social; incluso ¿confían? el cuidado de los hijos a la tecnología. La misma palabra móvil sugiere algo lábil, inasentado, que no tiene esencia, estabilidad ni continuidad. Resulta curioso que los hijos de los magnates de Internet se eduquen alejados de esta nubosa lacra, pues que la odian, y que ya se oiga (cada vez más fuerte, porque estamos distraídos con estas cosas) a los hijos quejándose de la "ausencia" de sus padres cuando los encuentran encadenados a ellos (a los móviles, me refiero). Y eso cuando se trata de hijos que no nos imitan habitando su propia burbuja de información fatua y prescindible, una Nube tan alta como la de Heidi. Una información que nunca se queda, que no deja poso, que no sirve para construir. Junto a esto está la llamada infoxicación: el carácter meramente cuantitativo de la información en Internet impide jerarquizar y clasificar debidamente lo importante y lo sustancial en la misma, casi siempre relacionado con el individuo precisamente. Por no hablar de la deturpación de la ortografía y de la sustitución del elaborado mensaje escrito por el impreciso y desmadejado mensaje oral.

En semántica formal, un predicado es una expresión que define a un subconjunto de un conjunto, pero un predicado es un significado, es decir, no es un individuo. Lo individual, lo subjetivo, en tanto que sustancia es, precisamente, lo único que no puede ser predicado: y en Internet, mucho menos. En efecto, Watzlawick  afirma que toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación, de tal manera que el último clasifica al primero, y es por tanto, una metacomunicación. En Internet eso significa que el anonimato y la distancia son esenciales en esta nueva manera de relacionarse, al parecer, "humanamente". Esto provoca una estética alienante, cosificadora y narcisista porque es acumulativa y carece de centro. La patología de los instagramers que suman ingentes copias de imágenes propias o parecidas, como en un laberinto de espejos. Uno se define en tanto que influencer de otro: el infierno son los demás, que decía Sartre en A puerta cerrada. Esto es lo que genera una gran soledad: el fenómeno de los poseídos por un tipo de fobia social que los japoneses denominan otakus e hikikomoris: jóvenes aislados en sus habitaciones que se niegan a salir y envejecen en ellas, enganchados a la tecnología, pero distanciados de las familias que viven a su lado.

La palabra más larga de cualquier idioma conocido

La palabra más larga de cualquier idioma conocido es un plato de cocina griego  concebido para complacer los gustos de cualquiera (sobre los que no hay nada escrito) y es obra de Aristófanes:

λοπαδο­τεμαχο­σελαχο­γαλεο­κρανιο­λειψανο­δριμ­υπο­τριμματο­σιλφιο­καραϐο­μελιτο­κατακεχυ­μενο­κιχλ­επι­κοσσυφο­φαττο­περιστερ­αλεκτρυον­οπτε­κεφαλλιο­κιγκλο­πελειο­λαγῳο­σιραιο­ϐαφη­τραγανο­πτερυγών.

Lopadotemajoselajogaleokranioleipsanodrimipotrimmatosilfiokarabomelitokatakejimenokijlepikossifofatoperisteralektrionoptekefaliokinklopeleiolagoiosiraiobafetraganopterigón

Está mencionado en los versos 1169 a 1175 de su comedia Las asambleístas (392 a. C.) . El plato es un fricasé compuesto de 17 ingredientes amargos y dulces, como los sesos, la miel, el vinagre, el pescado y los pepinos:

rodajas de pescado
pescado de la subclase de los elasmobranquios (tiburón o raya).
escualiformes (pez con forma de escualo) fermentado, o cabeza de pequeño tiburón
silfio, aparentemente un tipo de ferula
cangrejo de mar (karabo), alguna clase de braquiuro, escaroboideo o crustáceo
miel (meli) fluida
lábrido (pez colorido), zorzal (ave) o tordo (ave).
mirlo (ave) o algún pescado de mar, como guarnición
paloma torcaz
paloma bravía (peristera)
gallo rojo
cabeza (kefa) asada de zampullín común (ave acuática).
liebre (lagós), que podría tratarse tanto de un género de ave como de una liebre de mar
vino nuevo hervido (sirai)
frutas o alimentos crudos
alas, aletas de pez