I
TOMÁS DÁVILA
Tomás Dávila fue un escritor y monje agustino de fines del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII.
Biografía
Poco se sabe sobre él; en el prólogo a sus Deleytes del espíritu dice que «nació en la villa de Alcázar de San Juan, provincia de Ciudad Real, y sus padres fueron Sancho Dávila y Ana del Barco. Vistió el hábito de San Agustín en San Felipe el Real el 10 de noviembre de 1670. Puede colegirse su aprovechamiento y amor a las letras del Memorial que, siendo Regente de Teología en Doña María de Aragón de Madrid, presentó al Definitorio exponiendo los deseos de emplear su talento y noticias en servicio de la Provincia, por lo que le suplicaba le nombrasen su cronista. Lo cual le fue concedido; Y el P. Dávila acreditó su laboriosidad ya por el Magisterio que se le confirió el año 1701, ya también por el testimonio de las obras que compuso». En estas obras figuran además algunos de los cargos que ostentó: lector de teología del convento de N. P. S. Agustín de Ciudad Rodrigo, maestro de estudiantes en el colegio de Doña María de Aragón de Madrid (1687) y lector jubilado (1699). Se ignora la fecha de su muerte.
Entre sus obras destaca el ya citado Deleytes del espíritu... (1803 y 1804), obra póstuma en dos volúmenes y en forma de diálogo entre Philidón y Eusebio (nombres que en griego significan "amador de deleites" y "piadoso") y en el cual el primer personaje representa la actitud y valores del autor en defensa de los valores del alma frente a los del cuerpo. Trata de los siguientes temas:
De un Dios y de una religión
Que es menester gustar de Dios para conocerle y que hay cosas sobrenaturales
De la inmortalidad del alma, y de los placeres del cuerpo y de los del espíritu
Los deleites de las artes
Los deleites de las ciencias humanas
Los deleites de la reputación y de la fama
Los deleites de la fortuna
Los deleites de la Filosofía, o de la sabiduría moral
De la creencia de un Dios en tres personas, y de Jesucristo
Que los mayores blasfemadores del nombre de Jesucristo creen que es Dios
De la conversión de Philidón
(continuación): La entrada de Philidón en la villa del verdadero deleite, y del interior
De las virtudes o hijas de la caridad. La humildad, la obediencia, la benignidad, la pureza, la paciencia, la oración, y la mortificación
De la caridad que comprende el amor de Dios, y del prójimo12
El lenguaje es sereno, equilibrado, sin conceptismos ni cultismos gongorinos: es una prosa clásica y aticista que toma por referente los diálogos De los nombres de Cristo del también agustino fray Luis de León. Sirva de ejemplo este fragmento:
El conocimiento de una cosa no es lo que más agrada, sino el amor de ella. Verdad es que, cuanto más conocimiento se tiene, se tiene más amor; y cuanto más amor se tiene, más la cosa agrada y se gusta de ella. Y como el conocimiento aumenta el amor, así el amor fortifica y eleva también el conocimiento; porque amando una cosa nos llevamos mucho más fácilmente a tener muy presto un entero conocimiento de ella y a gustarla bien. Así los que aman el estudio se hacen muy presto sabios, y los que no le aman quedan siempre ignorantes (Deleytes del espíritu, I: "Del deleite de las artes", pp. 192-193).
En el Epinicio sagrado, compuesto con ocasión de dedicar una capilla que los Marqueses de Cerralbo reedificaron en Ciudad Rodrigo a San Andrés por haber destruido un rayo la que antes había, se incluyen dos disertaciones sobre el origen de los templos y el origen de la poesía, llenas de erudición profana y sagrada. Lo restante no se reduce a otra cosa que a extender o hacer una relación de las funciones que se hicieron por la dedicación. En el mismo año imprimió en Salamanca un Sermón sobre la toma de Buda y en Madrid las Vidas de San Furseo y de las Santas Eudocia y Rita en los años 1699 y 1705. Menos conocidas son las obras manuscritas a las que se alude en el prólogo de sus póstumos Deleytes del espíritu, que aún había en la Biblioteca Complutense Agustiniana: Apología por el Duque de Aquitania San Guillermo; doce Vidas de Santos del Orden de San Agustín y en especial una obra sobre las guerras de los cristianos en la que habla con erudición sólida así profana como sagrada del origen de ellas: solicitud y precauciones, que en las guerras deben tomarse para evitar los desórdenes a que por la avaricia de los soldados solían estar expuestas.
Obras
Al Santísimo Sacramento. Oración Evangélica predicada el día de la octava del Corpus a la Orden de Santiago asistida de la Católica Magestad del Rey nuestro señor, recién casado, en el Real convento de San Felipe, Orden de Nuestro Padre San Agustin. Madrid: Impr. del Reino, 1690.
Deleytes del espíritu, del maestro fray Tomás Dávila, agustiniano. Obra pósthuma. Tomo Primero. Madrid: Fuentenebro y Compañía, 1803. XXIV, 328 p.
Deleytes del espíritu, del maestro fray Tomás Dávila, agustiniano. Obra pósthuma. Tomo segundo. Madrid: Fuentenebro y Compañía, 1803. 300 p.
Epinicio sagrado, certamen olímpico aúreo en la solemne dedicación de la insigne capilla que al glorioso apóstol San Andrés, Patrón de su casa de Cerralvo, erigió el Eminentisimo Señor Don Francisco Pacheco, primer Arzobispo de Burgos, Protector de España, de la Inquisición general y Virrey de Nápoles. Salamanca: Lucas Pérez,1687. 502 p.
Historia y vida del admirable y estático San Furseo, príncipe heredero de Irlanda, apóstol de muchos reinos y naciones. Maestro sapientísimo de Reyes, y Ministro y monge antiquísimo del Orden de N. P. S. Agustin. Madrid: Lucas Antonio de Bedmar, 1699. 380 p.
Sermón sobre la toma de Buda, 1687.
Vida y milagros de la gloriosa Santa Rita de Casia, del Orden de los ermitaños de San Agustin. Madrid: Francisco Sanz, 1705. 246 p.
Vida y pasión de la santa mártir Eudocia, samaritana, sacada de sus antiquísimas actas por el P. Fr... Madrid: Lucas Antonio de Bedmar,1699. 222 p.
Apología por el Duque de Aquitania San Guillermo, manuscrito inédito
Vidas de Santos del Orden de San Agustín, manuscrito inédito
[Sobre las guerras de los cristianos], manuscrito inédito.
II
LUISA MAGDALENA DE JESÚS
Luisa Magdalena de Jesús, en el mundo Luisa Magdalena Manrique Enríquez de Luján, condesa viuda de Paredes (Nápoles, 25 de septiembre de 1605-Malagón, 18 de octubre de 1660), fue una dama de honor de la reina Isabel de Borbón, monja carmelitana y escritora mística.
Biografía
De noble familia (era hija de Luis Enríquez o Henríquez, Maestre de Campo de la Infantería española en Nápoles e hijo de Fadrique Enríquez, hermano segundo del Almirante de Castilla Luis Enríquez, y de Catalina de Luján). Su biógrafo Agustín de Jesús María cuenta además que tuvo como hermanos a Fadrique Enríquez, castellano de Milán y del hábito de Alcántara, consejero de Indias y del Consejo y Junta de Guerra; a Diego Enríquez, capitán de caballería en Milán y a Francisca Enríquez, religiosa en el convento de Santa Catalina de Valladolid. (1)
Recibió una extensa educación humanística y llegó a redactar no ya con fluidez, sino con elegancia en latín, italiano y castellano:
Entendió la lengua latina, italiana y española, y esta última la hablaba con toda la propriedad y perfección que muestran sus cartas, dignas de ser impressas, para modelo de quien quisiesse ser celebrada por discreta; sin bachillerías que llaman agudezas en escribir. Componía versos muy conceptuosamente, usando de términos y frasìs tan dulces, tan claras y tan sìgnificativas de lo que quería dezir, que merecieron sus Poesías (nunca profanas) el aplauso de los mayores ingenios que las leyeron. Y, habiéndose impresso algunas, ha sido tanta la codicia de ellas que se han repetido muchas impressiones. (2)
Tras años en Galicia (donde su padre había sido nombrado gobernador y capitán general) y en Valladolid, cuando formó parte del Consejo de Guerra, llegó a la Corte de la mano de su padre y muy joven aún contrajo matrimonio con su primo, el IX.º conde de Paredes Manuel Manrique de Lara, del que tuvo cuatro hijos; enviudó el 26 de noviembre de 1626 (otros dicen que en 1637). (3) Sin embargo fue a la Corte con dos de sus hijas como dama de honor de la reina Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV, y luego como aya de la infanta María Teresa de Austria. Aficionada al teatro, amistó con el famoso actor cómico Juan Rana, habitual en Palacio.(4)
De espíritu muy devoto, el 15 de marzo de 1649, con cuarenta y tres años, profesó como monja del Carmelo descalzo en el convento de San Joseph de Malagón (Ciudad Real). Muy identificada con el espíritu teresiana, sus escritos místicos traslucen la impronta de la Doctora de Ávila. Pero no se cerró al mundo y sostuvo correspondencia con el rey Felipe IV, como sor María de Ágreda (1602-1665). Según Cristina Borreguero, el rey le dirigió al menos 30 cartas desde el 9 de octubre de 1644, tres días después del fallecimiento de la reina Isabel de Borbón hasta el 8 de agosto de 1651, pero se sabe que hubo continuidad en la correspondencia hasta el fallecimiento de la Condesa en 1660, con un total de 74 cartas conocidas que se conservan en el Archivo General de Andalucía y han sido editadas modernamente. (5) Falleció en el convento de Malagón el 18 de octubre de 1660.
Como poetisa mística ofrece composiciones más que notablemente inspiradas; es el puro sentimiento religioso el que habla, no el tópico ni la iconografía; usa con preferencia el cauce del romance, pero también las octavas y las seguidillas, y bastante menos las décimas y el romancillo heptasílabo. La mayoría de estos poemas se han conservado como apéndice a la biografía que le escribió uno de sus más fervientes admiradores, fray Agustín de Jesús María. En cuanto a su obra mística principal en prosa, dentro de la corriente carmelitana, aún por estudiar como se debe, la más notable es el extenso Año Sancto. Meditaciones..., que publicó bajo el pseudónimo de Aquiles Napolitano en 1658. (6)
Obras
Año Sancto. Meditaciones para todos los días en la mañana, tarde y noche. Sobre los misterios de la Vida y Passión de Christo Nuestro Redemptor y sobre otros que celebra Nuestra Santa Madre la Iglesia. Colegidas de los Libros de Santos Doctores y Maestros de Espíritu, que escribieron en esta materia. Con explicación mística, literal y moral de los Evangelios. Por Aquiles Napolitano (seudónimo). Madrid: Domingo García Morrás, 1658, 8 hs., 934 pp.
Poesías varias. Ms. 16 fols.
"Poesías varias" en: Agustín de Jesús María, Vida y muerte de la Venerable Madre Luisa Magdalena de Jesús. Madrid, 1705, pp. 225-256.
Joaquín Pérez Villanueva, Felipe IV y Luisa Enríquez Manrique de Lara, condesa de Paredes de Nava. Un epistolario inédito. Salamanca, Caja de Ahorros y M. de P. de Salamanca, 1986.
Pilar Vilela Gallego, Felipe IV y la condesa de Paredes: una colección epistolar del Rey en el Archivo General de Andalucía. Sevilla, Consejería de Cultura, 2005.
Referencias
1. Agustín de Jesús María, Vida y muerte de la venerable madre Luisa Magdalena de Jesus, religiosa carmelita descalza, en el convento de S. Joseph de Malagon y en el siglo doña Luisa Manrique de Lara, excelentissima condesa de Paredes... obra posthuma del reverendissimo padre Fr. Agustin de Jesus Maria...; la da a luz D. Pedro Vidal de Flores y Sabedra..., Madrid, Antonio de Reyes, 1705, pp. 16-17.
2. A. de Jesús María, op. cit.
3. Borreguero Beltrán, Cristina (2017). «La Condesa de Paredes, confidente del rey Felipe IV». Artehistoria.
4. Lobato, María Luisa, (1999). «Un actor en Palacio: Felipe IV escribe sobre Juan Rana». Cuadernos de Historia Moderna númj. 23.
5. C. Borreguero, op. cit.
6. «Luisa Magdalena de Jesús». Centro de Documentación Gonzalo Díaz y María Dolores Abad Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Español. Universidad Complutense de Madrid.
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