lunes, 7 de abril de 2025

Religión

De Quora:

¿La religión ha hecho más bien o más mal en la historia?

La religión ha tenido un impacto complejo y multifacético en la historia de la humanidad, y es difícil hacer una evaluación definitiva de si ha hecho más bien que mal. Aquí hay algunos puntos clave a considerar:

Impactos positivos:

* Moralidad y ética: Las religiones han proporcionado marcos morales y éticos que han influido en el comportamiento humano y la formación de sociedades.

* Comunidad y solidaridad: Las religiones han fomentado un sentido de comunidad y solidaridad entre sus seguidores, brindando apoyo social y emocional.

* Arte y cultura: Las religiones han inspirado algunas de las mayores obras de arte, música y literatura de la historia.

* Servicios sociales: A lo largo de la historia, las instituciones religiosas han proporcionado servicios sociales como educación, atención médica y ayuda a los necesitados.

* Inspiración y esperanza: La religión a menudo proporciona inspiración, esperanza y consuelo a las personas en tiempos difíciles.

Impactos negativos:

* Guerras y violencia: La religión ha sido utilizada para justificar guerras, violencia y persecución a lo largo de la historia.

* Intolerancia y discriminación: La religión ha sido utilizada para justificar la intolerancia, la discriminación y la opresión de grupos minoritarios.

* Obstrucción del progreso: En algunos casos, las religiones han obstaculizado el progreso científico y social al oponerse a nuevas ideas y descubrimientos.

* Abuso de poder: Las instituciones religiosas a veces han abusado de su poder y autoridad, explotando y oprimiendo a sus seguidores.

Conclusión:

* El impacto de la religión en la historia es complejo y varía según el contexto histórico, cultural y geográfico.

* Es importante evitar generalizaciones y reconocer que las religiones han tenido tanto impactos positivos como negativos.

* Es importante mencionar que la religión como tal, no es la que genera los impactos negativos, si no la interpretación que algunas personas le dan a esta.

En última instancia, la cuestión de si la religión ha hecho más bien que mal es una cuestión de perspectiva y valores personales.

Carta del abuelo de Trump, deportado de Alemania por sin papeles

 Un periódico alemán ha publicado una carta del abuelo de Donald Trump, en la que le ruega a las autoridades de ese país que no lo deporten. La carta, escrita a mano originalmente en alemán, fue traducida y publicada por Harper’s y es un ejemplo perfecto de las vueltas que puede dar la vida y de cómo, a veces, la historia nos recuerda quiénes somos y que gracias a ciertas políticas, activismo y medidas sociales actualmente podemos disfrutar de ciertos derechos (que podemos perder).

Esperamos que el recuerdo de esta carta sirva a Donald Trump para repensar su política de inmigración y de deportaciones.

Friedrich Trumpf (apellido que posteriormente acabaría derivando en Trump) emigró a EE.UU. desde Alemania con solo 16 años. El nuevo presidente nunca ha querido hablar de este capítulo familiar y ahora sabemos por qué. Hizo fortuna con hoteles y restaurantes que funcionaron como prostíbulos durante la fiebre del oro.

Primero emigró a los 16 años a los Estados Unidos desde el pueblo bávaro de Kallstadt en el imperio alemán de 1885. Lo hizo de forma ilegal, ya que su objetivo era evitar el servicio militar obligatorio (curiosamente, lo mismo que hizo Trump para evitar ir a la guerra de Vietnam).

Esa huida causó que perdiera su ciudadanía alemana y consiguiera la estadounidense. Regresó a su país natal a principios del siglo XX, pero fue fichado para deportación debido a sus antecedentes. Tampoco deja de ser irónico que a los habitantes del pueblecito natal de su abuelo se les conozca cariñosamente como Brulljesmacher, una palabra que en el dialecto bávaro significa "fanfarrones".

En medio de las polémicas deportaciones de la nueva administración Trump, que separa familias obligando a padres y madres a exiliarse, resurge con ironía esta histórica carta de su abuelo mostrando un dolor similar. La carta es un ruego al príncipe Leopold de Bavaria, quien por aquel entonces gobernaba Kallstadt, para no ser deportado de nuevo a los Estados Unidos.

La carta no funcionó y el abuelo de Trump se vio obligado a regresar a los EE. UU. Os dejamos una traducción para que podáis entender qué motivos argumentó:

Los emigrantes, por Friedrich Trumpf:

 ¡Serenísimo y poderosísimo Príncipe Regente! ¡El más gracioso regente y señor!

Nací en Kallstadt el 14 de marzo de 1869. Mis padres eran trabajadores de los viñedos, honestos y piadosos. Ellos me condujeron estrictamente hacia todo lo que es bueno con diligencia y piedad, a asistir regularmente a la escuela y a la iglesia, a la completa obediencia de la autoridad.

Después de mi confirmación en 1882, aprendí el oficio de barbero. Emigré en 1885, cuando cumplí 16 años. En América llevé mi negocio con diligencia, discreción y prudencia. La bendición de Dios estaba conmigo, y me volví rico. Obtuve la ciudadanía estadounidense en 1892. En 1902 conocí a mi esposa. Tristemente, ella no podía tolerar el clima de Nueva York, así que por eso regresé con mi adorada familia a Kallstadt.

El pueblo me recibió con gusto como un ciudadano capaz y productivo. Mi anciana madre estaba feliz de ver a su hijo y a su nuera, así como a su nieta; ella sabe que cuidaré de ella cuando sea mayor. Pero fuimos abatidos como por un rayo con la noticia de que el Ministerio Real del Estado ha decidido que debemos dejar nuestra residencia en el reino de Bavaria. Quedamos paralizados, nuestra familia sufre una terrible ansiedad y mi amada hija ha caído enferma.

¿Por qué deberíamos ser deportados? Esto es muy, muy difícil para una familia. ¿Qué pensarán nuestros conciudadanos si personas honestas son tratadas así? Sin contar además las grandes pérdidas materiales que sufriremos. Quisiera volver a ser un ciudadano bávaro de nuevo.

En esta situación urgente, no tengo otro recurso que volver los ojos a nuestro adorado, noble, sabio, y justo señor, nuestro gobernante, altísima excelencia, que ha llorado muchas lágrimas, que ha gobernado tan benéfica y justamente y amado dulcemente con la más humilde petición de que tenga piedad y permita a su siervo quedarse en el gracioso reino de Bavaria.

Caprichos del destino: a Friederich Trumpf le impidieron regresar a su Alemania natal. Tuvo que quedarse, contra su voluntad, en Estados Unidos. ¡Quién lo iba a decir…!

Epigrama de John Steinbeck

 Las cosas que admiramos en los seres humanos: la bondad y la generosidad, la franqueza, la honestidad, la comprensión y el sentimiento son los concomitantes del fracaso en nuestro sistema.

Y los rasgos que detestamos, la agudeza, la avaricia, la codicia, la mezquindad, el egoísmo y el interés propio son los rasgos del éxito.

Y mientras los seres humanos admiran la calidad del primero, aman el producto del segundo.

                                            John Steinbeck, novelista, premio Nobel (27 de febrero de 1902-1968)

IG nobel de educación médica

 Hay que añadir a varios españoles:

Educación médica : Jair Bolsonaro de Brasil, Boris Johnson del Reino Unido, Narendra Modi de la India, Andrés Manuel López Obrador de México, Alexander Lukashenko de Bielorrusia, Donald Trump de los Estados Unidos, Recep Tayyip Erdoğan de Turquía, Vladimir Putin de Rusia y Gurbanguly Berdimuhamedow de Turkmenistán, por usar la pandemia viral de COVID-19 para enseñar al mundo que los políticos pueden tener un efecto más inmediato en la vida y la muerte que las pandemias, los científicos y los médicos. El anuncio señaló que esta es la segunda vez que Lukashenko gana el premio (la primera vez fue en 2013 ).

Michael Sheen encuentra un procedimiento para exonerar a 900 personas en bancarrota

 El actor Michael Sheen libera a 900 personas de sus deudas, El País, Madrid - 5 mar 2025

El intérprete creó una empresa de compra de deuda en la que invirtió más de 100.000 euros y consiguió multiplicar por diez esa cantidad para ayudar a la gente. Contará la historia en un documental con el objetivo de revelar cómo bancos y compañías financieras se benefician de las personas más vulnerables

El actor Michael Sheen (Gales, 56 años) ha conseguido liberar a 900 personas de sus deudas, que en total ascendían a un millón de libras (1.195.835 euros, al cambio actual). Y lo ha hecho gracias a una empresa de compra de deuda que él mismo creó con una inversión inicial de 100.000 libras (unos 120.000 euros). Así se muestra en el avance del documental, de una hora de duración, Michael Sheen’s Secret Million Pound Giveaway (El regalo secreto de un millón de libras de Michael Sheen, en castellano), que se estrenará este 10 de marzo en el medio británico Channel 4.

Sheen ha explicado que el objetivo del programa es revelar cómo bancos y compañías financieras se benefician de las personas más vulnerables de la sociedad, como ha contado en una entrevista en la cadena británica BBC. El actor de series como Masters of Sex ha explicado que no tenía 100.000 libras para desperdiciar, así que buscaba un proyecto efectivo. El actor explica que las deudas de las personas se agruparon en paquetes y que, a través de la empresa de compra de deuda, compró luego esos paquetes a un precio más bajo. A pesar de que el dinero que deben las personas sigue siendo el mismo, las empresas que poseen la deuda pueden venderlas después por cada vez menos dinero.

‘The Baldwins’

Esto dicen las (malas) críticas sobre la serie de Alec Baldwin y su familia: de un fallido lavado de imagen del actor a unos hijos malcriados.

Sheen confiesa que el sistema le pareció “extraño” y al principio no tenía idea de cómo funcionaba, pero le pareció una buena idea. La empresa no fue creada a su nombre, y asegura que tampoco conocía la identidad de las personas de las que pagaba las deudas, solo sabía dónde vivían y el tipo de deuda que era. “Nunca sabré quiénes son. Todavía no sé quiénes son”, declaró el británico en la entrevista.

También relató que durante la realización del documental, el proceso se volvió mucho más complicado de lo previsto. “Pensé que solo trabajaría en esto durante unas pocas semanas o un mes o algo así, y se convirtieron en dos años, porque tuvimos que hacerlo en secreto”, explicó a la BBC. Sheen añadió que crear la empresa le llevó tanto tiempo que en un momento sintió que no iba a tener éxito. Pero esas dudas se disiparon tras un encuentro con una mujer en un café de Port Talbot (Gales), en el cual ella le contó la historia de algunos trabajadores de la fábrica de acero local que lloraban porque habían perdido sus empleos. “La mujer que trabajaba en el café en el que estábamos filmando [el documental] me contó la historia de que había hombres sentados en cada mesa llorando, que estaban perdiendo sus empleos”, dijo. “Y entonces pensé: ‘¿Qué puedo hacer para ayudar?”.

El documental se va a estrenar cinco meses después de que se cerrara el último horno que quedaba en Port Talbot, lo que puso fin al método tradicional de fabricación de acero en el sur de Gales. Por ello, el mayor fabricante de acero del Reino Unido, Tata Steel, anunció que se eliminarían 2.800 puestos de trabajo. Sheen considera que debido al “estigma” que rodea al hecho de hablar de dinero, algunas personas incluso puede que ni siquiera se den cuenta de que sus deudas han sido saldadas, e instó a las personas a revisar sus cuentas.

El protagonista de películas como La reina (2006) o El desafío: Frost contra Nixon (2008), y secundario en Medianoche en París, Tron: Legacy o La saga Crepúsculo: Luna Nueva, se definió en 2021 como un actor sin ánimo de lucro y vendió dos de sus casas para que se pudiera celebrar la Copa Mundial de Personas sin Hogar en Cardiff. Desde entonces, según ha contado, dona todo lo que gana en sus trabajos como actor, y en el pasado se ha posicionado en contra de la extrema derecha, llegando a decir que tenía que haber una resistencia contra ese “fascismo emergente”. Llegó a haber rumores de que iba a cambiar la interpretación por la política. Lo desmintió, sigue combinando la interpretación con sus inquietudes políticas.

Carismas o dones divinos y metáfora paulina del cuerpo y la cabeza

 1 Corintios 12

Reina-Valera 1960

Dones espirituales

12 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8 Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a estos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿todos maestros?, ¿hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad?, ¿hablan todos lenguas?, ¿interpretan todos? 31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.

Plantas rupícolas

 Las plantas rupícolas, indispensables de la flora urbana en ciudades y pueblos, en El País, por Eduardo Barba, Madrid - 02 feb 2025

Esta especie, entre las que se incluyen las cimbalarias y las parietarias, adora todo lo escarpado, disfruta con la verticalidad y crece casi sin sustrato. En algunas regiones europeas, se consumen en ensalada y se emplean por sus propiedades medicinales, pero quizás el uso más curioso tiene que ver con su cualidad como limpiadora de objetos de vidrio

“Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y mi blasón”, reza uno de los lemas que hablan de la fundación de la ciudad de Madrid, hace unos cuantos siglos. Cada parte de esta sentencia dicta los orígenes de la urbe: el agua, abundante en sus arroyos y el subsuelo, y su defensa gracias a unas murallas edificadas con sílex, piedra de la que saltan chispas al impactar sobre ellas cualquier proyectil que se lanzara. Al agua y a la roca habría que añadir que muchos de los actuales muros de sus innumerables construcciones tienen una compañía orgánica de lo más bella, en forma de pequeñas plantas. Y esto no solo ocurre en Madrid, sino por toda la geografía española, ya sea Cádiz, Talavera de la Reina o Luesia.

Las especies rupícolas —plantas que crecen sobre paredes rocosas o de ladrillo— adoran todo lo escarpado y disfrutan con la verticalidad que les ofrecen los muros. Por ello, son parte indispensable de la flora urbana de ciudades y pueblos. Son, en fin, un atractivo más cuando se camina por sus calles. De hecho, son tan sugerentes que enamoran a algunos de sus habitantes hasta el punto de dedicarles libros, como en el caso de dos pequeñas y valiosas publicaciones: Plantas de nuestros muros, aceras y alcorques, de Álvaro Izuzquiza o La ciudad donde las piedras florecen, de José Antonio Díaz Peromingo.

Precisamente, este último autor comenta: “Con diferencia, las plantas más abundantes en los muros de Santiago de Compostela en los meses de invierno son las cimbalarias (Cymbalaria muralis) y las parietarias (Parietaria judaica)”. Esta última lleva inserto en su nombre su gusto por las paredes, ya que su apelativo deriva del latín parietis (pared, en castellano). Además, es prima de las ortigas (Urtica spp.), con las que comparte familia, la de las urticáceas. Y si bien la parietaria no pica cuando se la toca, sí que produce molestias a una parte de la población, al tener un polen muy alergénico. Como la planta se poliniza a través del aire, y no por insectos —su polinización se denomina anemófila—, se produce una gran cantidad de polen. Para favorecer esta dispersión, es decir, para conseguir que una mínima parte de él llegue a los órganos femeninos de otra planta y así fecundar sus óvulos, la parietaria ha ideado un mecanismo explosivo muy ingenioso: sus estambres —los órganos productores del polen— están doblados y se abren desperezándose violentamente para generar una pequeña nube de polen de lo más curiosa. En una mañana cálida se puede observar este fenómeno tan teatral si se tiene paciencia para reposar al lado de alguna de estas plantas.

Esta especie recibe muchos nombres vernáculos, como el de albahaquilla, por el ligero parecido de sus hojas con la albahaca (Ocimum basilicum), aunque diste mucho de ella por su interés como planta culinaria. Sin embargo, la oruga de la mariposa vanesa (Vanessa atalanta) no opina lo mismo: la devora con fruición y no parece importarle que toda la planta esté recubierta de una fina vellosidad, desde sus tallos rojizos hasta las hojas. Este insecto, una belleza alada, es habitual en los jardines, por lo que la parietaria también contribuye a la biodiversidad animal tan necesaria en una ciudad.

El ser humano también le encontró utilidad a la parietaria. En algunas regiones europeas se consumen sus brotes tiernos en ensalada y se emplea esta planta, por sus propiedades medicinales, para tratar afecciones de todo tipo, como el reuma o inflamaciones del aparato urinario. Pero, quizás, el uso más curioso tiene que ver con su cualidad como limpiadora de objetos de vidrio. Esto es algo que se documenta desde la Edad Media en fuentes árabes de la región de Palestina y de Siria, donde se utilizaban sus tallos y hojas para tal fin: se sumergía la planta con agua en los cacharros de vidrio, para después agitar la mezcla y dejar el recipiente brillante.

Sorprende ver a la parietaria crecer tenaz en mínimas grietas, sin casi sustrato y, si lo tiene, suele ser una tierra casi inerte y pobre, fruto de la meteorización de la roca, del cemento y del ladrillo. Pero ella estará ahí con sus raíces fibrosas y extremadamente exploradoras, dándolo todo por agarrarse y prosperar. Es seguro que esta planta no aparecerá nunca en una lista de las más llamativas o hermosas que se puedan encontrar, pero pinta de verde muros olvidados y con su clorofila contribuye a ajardinar las calles urbanas.

No soy de aquí ni soy de allá.

Facundo Cabral y Jorge Cafrune, canción "No soy de aquí ni soy de allá".



Me gusta el Sol, Alicia y las palomas

el buen cigarro y las malas señoras

saltar paredes y abrir las ventanas

y, cuando lloro, una mujer.


Me gusta el vino tanto como las flores

y los conejos, pero no los tractores;

y el pan casero y la voz de Dolores

y el mar mojándome los pies.


No soy de aquí ni soy de allá,

no tengo edad ni porvenir

y ser feliz

es mi color de identidad.


Me gusta estar tirado

siempre en la arena

en mi matungo

perseguir a Manuela

por todo el tiempo,

para ver las estrellas

con la María en el trigal.


No soy de aquí ni soy de allá.

No tengo edad ni porvenir

y ser feliz es mi color de identidad...


Versión de un recital de Cabral del año 1983.

viernes, 4 de abril de 2025

Entrevista con Manuela Carmena con motivo de sus memorias

 Manuela Carmena, jurista: “Me llevé una desilusión, creía que los activistas eran los más indicados para la política”, entrevista de Puerto Berna González en El País, 29 mar 2025 

La exalcaldesa de Madrid publica sus memorias. Dice que algunos de los que fueron sus compañeros de viaje en la llamada nueva política no sabían ceder ni escuchar a otros

Manuela Carmena, la mujer que representó la esperanza de la nueva política como alcaldesa de Madrid entre 2015 y 2019, ha escrito unas memorias tan francas como su verbo libre y sin tapujos, que jamás se plegó a los argumentarios. Imaginar la vida. Cuatro décadas transformando lo público (Península) recoge su obsesión por llegar a las personas y ser útil más allá de la burocracia. Y también la carrera de obstáculos en que se convirtió el Ayuntamiento de la capital y el propio espacio de la izquierda. Aquí no hay contemplaciones.

Nacida en Madrid hace 81 años, Carmena participó de joven en movimientos estudiantiles, fue abogada laboralista y más tarde magistrada y jueza antes de recalar en la política. Ha escrito cinco libros en los que aporta su visión sobre los partidos, sus recomendaciones para las generaciones que vienen , y también ha publicado uno de cuentos para niños. Nos recibe en su propia casa con sus proverbiales magdalenas recién horneadas y el café caliente. Se muestra jovial y activa, tanto para explicarnos el secreto de las grandes azaleas de su jardín como para hablar de los fracasos y decepciones que vivió en la nueva política. Sin olvidar enseñarnos con entusiasmo las muñecas de trapo que tejen presos en su proyecto Zapatelas. Por si queremos hacer un regalo.

Pregunta. Ha sido abogada laboralista, jueza y política. Y en todas las facetas que narran se respira una crítica profunda contra la burocracia. Como un teléfono escacharrado. ¿Es el peor mal que ha encontrado?

Respuesta. Me he encontrado que en algo tan precioso como lo público nos atamos las manos, nos ponemos un solo guante en las dos, las dejamos apresadas y no podemos hacer lo que deberíamos, que es tan necesario y fascinante. Si consigues quitar el guante es maravilloso, pero la Administración está llena de gente con las manos metidas en uno solo.

P. En el libro lamenta todo lo que intenté y no pude hacer en el Ayuntamiento. ¿Cree que sembró algo, al menos?

R. Sembré que hay que hacer las cosas de otra manera, con empatía, rompiendo los moldes rígidos y teniendo otra actitud de escucha. Eso fue mayor que los éxitos.

P. Intentó revertir algunas externalizaciones. ¿Cree que la privatización ha perjudicado los servicios públicos?

R. Sin duda. Ha generado una política muy preocupante y es que la Administración se ha convertido en un organismo de control, en lugar de gestión. Y la Administración no es buena en eso. Los funcionarios no son las personas más indicadas para preparar contratos porque tampoco saben hacerlo sin conocer la realidad; se hacen en las oficinas tirando de los anteriores y no con la mirada puesta en su finalidad. En los pliegos de lo público se dicen unas tonterías…

P. Como jueza que fue, ¿la justicia está hoy más politizada?

R. Yo creo que sí. La enorme polarización y la incapacidad de llegar a acuerdos está alimentando el afán de defender cada uno a los suyos, de ver con las gafas de los suyos. Eso está contagiondo la justicia y es muy grave, claro.

P. ¿Se refiere a casos como el de Begoña Gómez o el fiscal general del Estado?

R. Sin duda. Y hay más cosas. Hay que reflexionar sobre la formación de determinados perfiles, sobre el cuarto turno. El juez Peinado [que instruye la causa contra Begoña Gómez] era secretario del Ayuntamiento y no sé hasta qué punto una profesión administrativa puede resultar exitosa para algo tan complejo como es juzgar. Ello supone analizar, escuchar, observar, valorar. El juez debe tener capacidad de percibir los hechos siempre con un respeto enorme a la presunción de inocencia, y yo eso lo echo de menos en instrucciones como la del juez Peinado.

P. ¿Esa burbuja es nueva o ya existía?

R. La judicatura siempre ha estado muy en la burbuja, muy encerrada. Es gente que tiene mucho trabajo y poca posibilidad de ir al cine, de leer, de presenciar cosas, de conocer a otras personas que no tienen nada que ver, de hablar, de comprobar lo que significa la vulnerabilidad, conocer los barrios, las miserias de los inmigrantes. Siempre se ha movido en un nivel muy del papel, no de las caras ni de las personas. Y ahora además se ha tratado de una polarización tremenda en la que cada uno ve solo lo que quiere ver.

P. Usted vivió el franquismo, ¿cómo explica el auge de la ultraderecha hoy?

R. Es un fracaso de las actitudes democráticas. No hemos sabido cuidar la democracia. Yo salí muy preocupada del Ayuntamiento. La oposición hace lo imposible para que el que está en el poder no pueda gobernar y eso no puede ser. Tenemos que buscar medios para trabajar juntos, eso es la democracia. Yo no me quedé en la oposición porque no me apetecía nada y porque no estoy de acuerdo con cómo se hace. Hemos convertido la política en un afán desmedido por quitar al que está en el poder, por impedir que haga algo o lograr que lo haga lo peor posible. Cuántas veces he oído al amigo Almeida reconocer: “Lo hiciste muy bien”. Pero te lo dice cuando no lo oye nadie, es una hipocresía.

Se necesita un cambio en la sociedad: sigan valorándose los principios masculinos de autoridad

P. ¿Le pesa la engaño con la política?

R. No, pero la decepción que produce la democracia por no cuidarla ha hecho que muchos jóvenes miren hacia gobiernos autoritarios. Hemos convertido la democracia en procesos de enfrentamiento dialéctico absolutamente ajenos a la gestión pública.

P. Cuenta que cuando el espacio de Podemos le ofreció la candidatura a la Alcaldía en 2015 , se sintió como si fuera un trofeo. Que si la hubieran conocido de verdad no se lo habrían propuesto.

R. Entonces Esperanza Aguirre iba a volver a presentarse y sentí que no podíamos dejarles siempre el sitio a ellos. Y acepté. Pero pronto me di cuenta de que no tenían ni idea de quién era yo, veían que yo era una roja conocida, pero no sabían cómo era.

P. ¿Si la hubieran conocido no la habrían fichado?

R. Exactamente.

P. Describe lo poco que le gustaron las capillitas que se encontraron en Podemos.

R. Era una gente muy maja, pero muy politizada, y eso me hizo pensar. Antes creía que los activistas eran los más indicados para la política, pero me di cuenta de que no. Me llevé una desilusión. Tenían tan claros los objetivos finales que estos nunca debían desdibujarse en la gestión. Vi una gran dificultad para pactar, para ceder, para ver a los demás. Y eso me produjo inquietud. No pensaba que me iba a pasar, pero el activismo sectariza mucho.

P. Afirma que les pudo la gestión de su parcela, sus camarillas.

R. Les pudo el compromiso de no desviarse de presupuestos que muchas veces no eran correctos. A lo mejor eran deseables, pero no correctos, el activismo escucha muy poco a los otros. No cabía el acuerdo, la mediación. Tengo un respeto enorme por el activismo, pero encontré que no estaba preparado para reformar las estructuras.

P. ¿Cuál es la enfermedad de la izquierda?

R. La izquierda ha vivido un tiempo muy nítido cuando era la representante de la clase obrera. Surgió como tal. Los partidos comunistas y socialistas hicieron algo grandioso que fue dar protagonismo a quienes no eran nadie, a desgraciados que de pronto fueron protagonistas. Eso ha sido extraordinario y ha cambiado el mundo, pero esa identificación ha desaparecido , ya no hay clase obrera como había a finales del siglo XIX y principios del XX. Ahora hay mucha más complejidad, desniveles de desigualdad entre unos países y otros, sectores de inmigración que no están recogidos en la clase obrera, clases medias diferentes y ricos inmensos. Es un panorama nuevo y la izquierda está desorientada. Lo mismo apoya a los verdes que a todas las posibles singularidades de lo sexual, lo binario, no binario, lo que sea y lo contrario. Vive un desconcierto grande y esa representación está atomizada.

P. ¿Y qué puedo hacer?

R. Lo más importante: el objetivo y porvenir de la izquierda no puede ser otro que la igualdad. ¿Cómo? Defendiendo a machamartillo una democracia absolutamente igualitaria, seguir incrementando las cotas de igualdad que habíamos tenido hasta los años ochenta. Ese revival negativo que vivimos desde entonces ha coincidido con el debilitamiento y el descuido de la democracia. Hay que volver a reforzarla. Llenar la sociedad de ella para dar pasos hacia la igualdad.

P. Este era el discurso de Podemos, Más Madrid, Sumar… ¿Por qué implosionó?

R. Por el instrumento. Tú puedes tener el discurso y el instrumento que debes servir para profundizar la democracia. Pero si lo utilizas para consolidar tu posición porque entiendes equivocadamente que la manera de profundizar la democracia es consolidar tu posición: error. La democracia no se consigue así sino muchas veces quedándose fuera, en una oposición blanda que se pueda impregnar de otras realidades. Se siguió el esquema de partido, y todos sus movimientos al generar instrumentos que iban en contra de lo que exigía la democracia la han perjudicado.

P. ¿Por instrumento entiende los partidos que se formaron?

R. Sí, y también la manera de entenderlos. Cuando estuve en el Ayuntamiento, Podemos contrató un camión enorme para exhibir las caras de todos los corruptos. ¡Qué horror! ¿Cómo se les ocurrió hacer eso? Tremendo. Cómo es posible que quien quería fomentar la democracia hiciera algo que no ayuda: señalar, desprestigiar en lugar de intentar analizar y entender. Quería consolidar su posición pensando que era la manera de fortalecer la democracia y no, no se fortalece así sino entendiéndola como una conversación constante. Lo que pasó es que inmediatamente lo hizo Hazte Oír, la extrema derecha, pero empezó Podemos.

P. ¿Le sorprendieron las denuncias contra Errejón ?

R. Me decepcionaron, pero sobre todo me sorprendieron muchísimo. Y me hizo pensar hasta qué punto cuando nos centramos tanto en lo político descuidamos lo personal. No creo que se pueda hacer buena política si no cuidas a los tuyos; la política no es un sacrificio, es una profesión como otra en la que ser cuidador de los tuyos te ayuda.

El castigado [con una orden de alejamiento] es un malo, un cabrón, un maltratador, pero es un ser humano

P. ¿Tiene esperanzas en Sumar?

R. La tengo en singularidades, en gente estupenda que hay por ahí, en profesionales que piensan en su comunidad. Existen y cada vez más, pero necesitan luz, que no les tapen los otros, los que están metidos en política de verdad, que no se dan cuenta de que lo están haciendo mal y que la gente no quiere eso.

P. ¿Hasta qué punto culpa a Pablo Iglesias de lo que ocurrió?

R. Supongo que sí, él estaba entre aquellos cuya esencia fue fijar su propia posición. Eso no ayuda a la democracia.

P. ¿La nueva política fracasó?

R. Sí, dio más importancia a los posicionamientos para hacerla que a hacerla. Es un poco absurdo, pero es como si te empeñas en ir de vacaciones: planificas tanto que no disfrutas, has estado planificando. Se te ha olvidado que lo importante era hacer la nueva política, no posicionarte para hacerla.

P. ¿Es peor la politización de la justicia o la judicialización de la política que vivimos?

R. Las dos cosas son malísimas, pero en las dos hay soluciones. La judicialización de la política es un dispar, pero es razonable que haya control de la Administración por parte de la judicatura. No como se hace hoy, como un abracadabra; el control judicial de la Administración pública está enfermo por cómo se lleva a cabo. Y la politización de la justicia es desastrosa, implica que hay un sector importante de quien debería tener una visión completa que la tiene parcial.

P. ¿Cómo valora la involución machista que vivimos?

R. Por una parte es esperanzadora. El feminismo no podía triunfar si no se modificaban estructuras en la relación entre hombres y mujeres. En el sexo, por ejemplo, se ha avanzado muy poco. El sexo de las mujeres no es igual al de los hombres y no hemos sabido cambiarlo. Las chicas jóvenes me dicen que ellos siguen siendo los que toman la iniciativa. Seguimos pensando que el sexo es la penetración. Cuando yo era joven se hablaba muchísimo más de esas cosas, del clítoris, etcétera, había programas de sexo en la tele, libros, pero ahora ya no se habla. ¿Las chicas disfrutan realmente de las relaciones sexuales con los chicos? ¿Cuánto se dejan llevar por lo que ellos dicen? ¿El acto sexual se diseña con la visión masculina? Yo no oigo ese discurso, no está, y si no se modifica, seguirán dominadas por la manera masculina de practicarlo. Eso falta. Segundo: las estructuras de la familia siguen siendo las mismas, hay que buscarlas más abiertas, más ágiles. La media naranja es mentira, nadie es media naranja, somos todos naranjas independientes y es difícil acoplarnos en un mismo espacio, hay que pensar otro tipo de relación amistosa y familiar, pero no basada en medias naranjas. Y tres: también se necesita un cambio en la sociedad: siguen valorándose los principios masculinos de autoridad. Cuando hablas de la necesidad de quererse, entenderse, sonreírse, abrazarse… la gente se queda sorprendida. Todo eso hay que cambiarlo, y mientras no cambie se hay muchos desajustes.

P. ¿Hasta qué punto la justicia puede siempre actuar en casos como el de Mouliaá, Hermoso, Vermut… ¿Cómo resolverlos?

R. La justicia no es ahí el lugar adecuado. Necesitamos hacer mucha más mediación, más actitud previa a la justicia. Algo muy negativo es que todos los convenios internacionales han dicho que en violencia de género no puede haber mediación, y es un error, es necesario. No digo que no tenga que haber castigo, pero este debe ser más flexible, generar sanciones más adecuadas que nos enriquezcan en lugar de que nos enfrenten. Cuando se obliga a un hombre a dejar el domicilio porque puede ser un peligro para una mujer, algo razonable y necesario, alguien debería encargarse de ese hombre al que dejamos en la calle. Lo peor en el castigo es la indiferencia. Perdona, es un ser humano y vamos a intentar que no se desmorone. Cuando era jueza vivió una experiencia tremenda, eché de su casa a un tío, no quedaba más remedio, ya los dos días se suicidó. El castigado es un malo, un cabrón, un maltratador, pero es un ser humano.

Obra completa de Luis Martín-Santos

 Luis Martín-Santos: comprende qué cosa es la muerte, Andrea Toribio, en Babelia suplemento cultural de El País, 24 de febrero de 2025:

El centenario del escritor, neuropsiquiatra y militante antifranquista ha obtenido la recopilación de sus obras completas con material inédito o desconocido. Pulsos literarios como el suyo son los que facilitan que la modernidad literaria se instaure y una tradición avance.

En 1964 Carlos Castilla del Pino, neurólogo, psiquiatra y escritor español, redactó un prólogo —un prólogo, además, quirúrgico— para Libertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial, del también escritor, neuropsiquiatra y militante antifranquista Luis Martín-Santos. Lejos de arrancar este con algún preámbulo en plan anécdota de amigote o sirviéndose de una advertencia preliminar elevada, su texto empieza a decir: “La muerte de Luis Martín-Santos, acaecida en los primeros días del año 1964, suscita un sentimiento real de desesperanza. Es, en verdad, una frustración que a todos nos acontece”. Quien lee esto hoy, un texto que incorpora nuevamente Galaxia Gutenberg en la edición del II volumen de Obras completas de Martín-Santos y que acoge ese ensayo, comprende con tristeza que ese libro vio la luz de forma póstuma. Asimismo, se percibe bien la admiración intelectual que le profesó el autor de las memorias Pretérito imperfecto al escritor nacido en Larache, quien llega a confesar —aunque no expresamente— la pelusa que puede suscitar que alguien desee comprobar hasta el final la verdad que subyace bajo las ideas.

Perder la interlocución de Luis Martín-Santos desveló la naturaleza exacta de aquel ambiente disfuncional del franquismo tardío: una auténtica fábrica de irrealidades. Su falta, pese a su juventud —pues tan solo contaba con 39 años a su fallecimiento—, evidenció la desazón que se experimentó en el escenario intelectual del momento, pero también dejó grabada su imagen en la memoria de quien fue su contemporáneo y tuvo la suerte de haber compartido ese tiempo de destrucción con un autor total.

Esta sensación tan agridulce y única de estar ante un escritor fundacional se debe a tres aspectos concretos. En primer lugar, la certeza vital que tuvo la generosidad de compartir: lo que se hace figura para una persona nunca se hará para otra. En segundo lugar, la importancia de la mirada y la invitación a que todo nos interese, pero no a que todo nos guste. Y, en tercer lugar, la magnífica disposición que exhibió para dejarse impresionar. Esto de la literatura española no es una competición, pero bien comprenderán ustedes que a estas alturas no me prive de afirmar que Luis Martín-Santos es el escritor más notable de la segunda mitad del siglo XX en España.

Los temas predilectos de su producción son la belleza, la creación, el compromiso con la realidad y la historia, el rechazo al dogmatismo y la libertad. Ah, y la observación continuada de la muerte y de sus ritos de paso. No por nada para él era más eficiente hablar de hominización del sujeto que de su civilización. De ahí que exorcizar al macho ibérico o, como él mismo anota, al “varón español” en sus cuentos le divierte tanto tanto. Con todo, díganme, ¿hay algo más contemporáneo que esto? En fin, Galaxia compila y rescata en unas ediciones más que exquisitas y atentas con los lectores (para los filólogos es ya un asunto gourmet, pues están al cuidado de Domingo Ródenas Moya, Manuel Villegas Besora y Epítecto Díaz Navarro) sus narraciones breves en el primer volumen, así como dos novelas inéditas en el tercero. El escalado de publicación es el que sigue: marzo (I), mayo (II) y noviembre (III) del pasado 2024, haciendo coincidir estos ejemplares en el mercado editorial —ya no sé si en las mesas de novedades, que es más complicado— con su centenario.

Luis Martín-Santos nada tiene que envidiar, al contrario, a los textos de Dino Buzzati, Albert Camus e incluso a los cuentos de El Llano en llamas, del mexicano Juan Rulfo. Pulsos literarios como el suyo representan son los que facilitan que la modernidad literaria se instaure y una tradición avance, la vanguardia creativa y estilística de un país. Así las cosas —y teniendo en cuenta que estoy en modo atrevimiento total— diría que la página más notable de su producción es la primera de un cuento titulado Lulú y las niñas, y que quizás sea una de las más singulares de nuestra historia reciente. En ella, a través de una voz narrativa femenina sometida a una terrible violencia económica por parte de su marido, se descubre que el terror es algo que puede ser genéricamente humano y que las uniones sin amor producen individuos que nada tienen que ver entre sí, porque nada tienen que decirse. Vehicular esa distancia entre lo que uno vive, lo que cada cual es capaz de comunicar y lo que uno piensa en la piel de una mujer confirma el desasosiego abismal que le producía al autor la situación de la mujer española.

En sus textos breves —de muy distinta naturaleza, por cierto— es claro el tono lírico que no renuncia al sentimentalismo, algo que igualmente ocurre en sus novelas inéditas, El vientre hinchado y El saco. Habría sido un error no emplazar el afecto y su expresión en sus escritos para evitar según qué exhibicionismos o neurosis, más aún teniendo en cuenta que este demostró la escritura como algo en curso, libre de ataduras y sujeto a la modificación. Así, la palabra que más se repite a lo largo de su obra es “corazón”, y esta pivota constantemente sobre la idea de “recordar”, que no es otra cosa, como quizás ustedes ya sepan, que “volver a pasar por el corazón”, mostrando su preocupación por el aspecto temporal que poseen los sentimientos.

La pena de esta muerte repentina, la de Martín-Santos, nos sume en la idea enajenante de que siempre nos quedará la duda sobre cómo nos hubiera contado el mundo de hoy. Su humor de inteligencia sibilina y la confianza en el futuro, junto a la seguridad de tener entre manos un proyecto propio y libre en dictadura le permitió discrepar de la tristeza española en cada palabra que escribió. No miento si les digo que tengo los tres volúmenes completamente subrayados y repletos de comentarios (“ja, ja, ja”, “qué es esto” o también el escrito muchas veces “qué barbaridad” con corazones al lado). Aquí me planto y decidí no compartir algunos fragmentos, ya que no quisiera arrebatarles el placer de leerle por primera vez —si es que no leyeron ya su one hit Wonder, entre muchísimas comillas, Tiempo de silencio —. Esto sería por mi parte, y como diría el propio Luis Martín-Santos, una cuestión de mala fe.

(En fin, todo esto para decirles que no pienso prestar ni uno de los tres libros y que, en el caso de que alguno de ustedes y yo tengamos amistad, les conmino a que acudan a su librería de confianza oa la biblioteca más cercana).

Novelas inéditas. El vientre hinchado. El saco. Obras completas volumen III, Luis Martín-Santos, edición dirigida por Domingo Ródenas Moya, Galaxia Gutenberg, 2024

Libertad, temporalidad y transferencia en el psicoanálisis existencial. Obra completa volumen II, Luis Martín-Santos, edición dirigida por Domingo Ródenas Moya, Galaxia Gutenberg, 2024

Narrativa breve. Obra completa volumen I, Luis Martín-Santos, edición dirigida por Domingo Ródenas Moya, Galaxia Gutenberg, 2024,

Los cuentos inéditos de Juan Benet y Luis Martín-Santos

 Benet y Martín-Santos, inédito a cuatro manos, en Babelia, suplemento cultural de El País, por Jesús Ruiz Mantilla,15 ago 2020:

'El amanecer podrido', que llega a las librerías en septiembre, recoge relatos inéditos escritos por los dos autores hacia 1950, cuando sentaron las bases del 'bajorrealismo'

Entre los héroes de Juan Benet destacaba Franz Schubert. Buscaba en la música del compositor aquello que expresa más allá de la razón para aplicarlo a su escritura. Por eso exploró en buena parte de su obra ese paralelismo. Puede que desde el principio ya lo hiciera inconscientemente. Schubert escribió algunas de las piezas de piano a cuatro manos más gloriosas de la historia de la música y, precisamente así, dos amigos como Juan Benet y Luis Martín-Santos, comenzaron sendas carreras literarias a finales de los años cuarenta. Desde la confluencia de mundos con referencias, complicidades y afanes comunes pasaron a bifurcarse en caminos que marcaron la literatura española del siglo XX. Benet era ingeniero de Caminos. Se colocaba el casco en las obras para proteger su imaginario de los estruendos con carga de dinamita que producían los pantanos en pleno franquismo. Luis Martín-Santos no quiso ser cirujano ni seguir así la estela de un padre que había ayudado al bando nacional en la batalla del Ebro. Acabó afianzándose como psiquiatra, quizás para pulsar la maltrecha conciencia colectiva que le llevaría a escribir su Tiempo de silencio .

Técnico uno y encomendado a la ciencia otro como dedicaciones parciales y sustentos de vida, fueron sin embargo literatos a tiempo completo, armados con los arsenales de su imaginación rupturista. Construyeron una sólida amistad en el Madrid gélido de la posguerra, donde se calentaban en tertulias sin fin que comenzaban sentados en el Café Gijón o en Gambrinus y que podían terminar alrededor de la mesa camilla de un burdel animado por una botella de coñac . De allí solían salir dando tumbos y mojar su porción de éxtasis inane contemplando un amanecer podrido.

Precisamente ese, El amanecer podrido , es el título que lleva una joya escrita por ambos, más o menos a cuatro manos. Fue descubierto por los herederos de Benet entre los papeles que dejaron en el archivo depositado en la Biblioteca Nacional hace dos años. Allí consta un manuscrito con una serie de relatos ideados por los dos, aunque en su mayoría ejecutados por separado, del que había también copia en poder de los Martín Santos. Los construyeron dentro de una corriente que bautizaron como bajorrealismo . La edición de este manuscrito ha sido completada con lo que ha aportado desde su legado la familia Martín-Santos y constituye un descubrimiento que publicará Galaxia Gutenberg en septiembre.

Buscaron un estirón de modernidad con vistas a Europa, capaces de doblar el raquitismo castizo

Mauricio Jalón se ha encargado de dar coherencia a ese trabajo, que contiene, además de 67 cuentos —de los que 24 pueden ser de Benet, 41 de Martín-Santos y otros sin autoría clara—, cartas y semblanzas como la que el autor de Herrumbrosas lanzas dedicó a su amigo años después de que muriera en un accidente de tráfico, en 1964, por los alrededores de Vitoria. Tenía 39 años y truncaba así, atrapado en chatarra, lo que prometía ser una carrera sin límite. “En la crítica literaria, la figura de los herederos de los escritores no suele tener buena prensa, por lo que me gustaría enfatizar el esfuerzo de concertación que hemos hecho las familias de cada uno por separado y de ambos en conjunto para sacar este libro a la luz”, afirma Ramón Benet. Un esfuerzo que comenzó al revisar lo que su familia quería leer a la Biblioteca Nacional. Entre las cajas con todos los manuscritos perfectamente conservados una máquina destacaba una rareza bajo el título de Más apólogos . Hacía referencia a lo que ya Seix Barral publicó en 1970 como obra de Martín-Santos y que llamaron Apólogos y otras prosas inéditas . Desentrañar el nudo resultaba fundamental. A ello se ha dedicado Jalón, reordenando los materiales aportados por las dos familias: “Fueron escritos entre 1948 y 1951, se publicaron dos de ellos firmados por cada autor en 1950, un momento crucial en sus vidas”, asegura el experto en el prólogo.

Se trata de piezas que demuestran ya una vía común, antes de que cada uno siga su senda. Y entre los hallazgos del trabajo que verán ahora la luz consta también una declaración de intenciones, el borbotón de la corriente que denominaron bajorrealismo por medio de una carta descubierta ahora por Rocío Martín-Santos. Se la dirige a AA Moreno, crítico del Correo Literario , que aplicó el mismo término a Las últimas horas , la novela de José Suárez Carreño. El juicio sobre la obra es despectivo por parte de Moreno, pero Benet y Martín-Santos lo reclaman como tendencia crucial en ese momento de sus vidas. Buscaban una identidad diáfana, un sentido: "Lo bajorreal es un hecho instantáneo que aparece siempre debajo de la realidad fluyente. Lo que en cada momento es constante y cerrado y bajo. De ahí viene su nombre", argumenta.

El bajorrealismo representaba un cumplimiento de intenciones primerizas . Lo que ambos buscaban, desde su admiración común por Ortega y Gasset, era entrar en el páramo de la literatura española de su tiempo con las corrientes universales. Partir de Cervantes y desembocar en Kafka, en Faulkner y en Thomas Mann, entre otros, como guías estilísticos, o en Nietzsche y Schopenhauer como faros morales. Necesitaban un estirón de modernidad, con vistas sobre toda Europa, que duplicaban el raquitismo castizo. “Los dos colocaron a Cervantes por encima de todo y fueron grandes lectores”, afirma Jalón. "Ambos, además, se adentraron a menudo en Nietzsche. Otro tanto sucedió con Kafka, al que admiraron en conjunto y que repercutió en tantos autores de su generación". Pero tenían sus referencias diversas también: "Por otro lado, Luis citó una vez a sus modernos preferidos: Mann, Proust, Faulkner o Joyce; este último era menos del gusto de Benet . Y, como cuentos lectores, se modernizaron con la nueva cultura: la estadounidense y la europea. Un Faulkner, en quien Martín-Santos ahondó a instancias de su amigo, que influyó profusamente en Italia o en Francia a mediados del siglo XX. Esos dos —y, de otro modo, Sartre o Dilthey, padre del historicismo filosófico— se erigían en una clave de modernidad en la literatura occidental por entonces”, añade Jalón.

Con todo, su fuerza nace del gran arraigo en su propia lengua, en un cristalino castellano. “ Benet tenía en su casa buena parte de la Biblioteca de Autores Españoles ”. El amanecer podría despide todos esos aromas, junto a los de La España negra , de Gutiérrez-Solana, o las huellas de la picaresca aplicadas a extraños viajes sin destino, confinamientos kafkianos, contemplaciones a caballo entre el misticismo y el absurdo, naufragios y enterramientos, erotismo y amores sórdidos, enzimas y células grotescas que sacan a paseo insectos, culebras o ratones como símbolos de delirios surrealistas y temores de derrumbes interiores sazonados con aromas de Baroja, Borges, Primo Levi o Elías Canetti. También una fe ciega en el Fausto de Goethe y homenajea a Paul Valéry para conformar carnavales y noches de Walpurgis plagados de piedades impías y metamorfosis de la carne, deseo de regeneración y resignada espera en pos de lo putrefacto…

“En El amanecer podría resultar a veces imposible identificarlos”, afirma Jalón. Se esconden y se cubren mutuamente en una complicidad que en mitad de la desolación los lleva hasta a dedicarse odas el uno al otro: “Cacho de carne inmolado, avispa de cementerios”, empieza la suya Benet a Martín-Santos. “Como un largo gusano negro que se estira, alzas tu cuerpo agreste, dulce pino flexible”, replica su amigo.

Ramón Benet y Luis Martín-Santos hijo constatan esa amistad que sobrevivió en los recuerdos de sus hogares: “Para nosotros, Juan Benet ha formado siempre parte de nuestras historias familiares y lo sentimos tanto a él como a sus descendientes muy próximos”, asegura Martín-Santos. “Juntos llenaron muchas horas en aquellos años en los que, entre tantas otras, una de las cosas que había que combatir era el sentimiento de soledad”, afirma el hijo de Benet.

Sin embargo, entre ellos faltó alguna última conversación para restablecer la herida que los separó. Vino principalmente por Tiempo de silencio . Cuando Martín-Santos terminó la novela se la dio a leer a su amigo. Juan Benet reconoció en vida que no le convenció y alargó demasiado la espera de juicio. En lugar de encarar la verdad, fue aplazando su opinión con un silencio insoportable que afectó a su relación. Tampoco a Martín-Santos le había gustado Nunca llegarás a nada , de Benet. Ambas diferencias hacen mella, aunque daban prueba de su franqueza como elemento de amistad. En su Memento , pieza de Benet dedicada a Martín-Santos en 1986, publicada al año siguiente en Otoño en Madrid hacia 1950 (DeBolsillo) y recogida en la nueva edición, el autor lo narra a modo testimonial. ¿Un arrepentimiento? “Mi padre no tenía por costumbre tal cosa”, dice Ramón Benet. “Tal vez la vanidad les jugó malas pasadas y eso les hizo verter juicios sin contemplaciones, abruptos en ocasiones, de cada uno hacia el estilo del otro”, añade.

Construyeron una sólida amistad en el Madrid de la posguerra, que les podía llevar del café al burdel.

En todo caso, el perfil de Juan Benet dedicado a su amigo dos décadas después de su muerte representa un documento capital sobre su juventud en común y sobre el origen de una amistad estrecha en el Madrid de 1950, justo cuando escribieron El amanecer podrido . “En este escrito existen constantes alusiones benetianas a Tiempo de silencio , como signo de una literatura que personalmente le había impresionado sin llegar a convencerle”, afirma Jalón. Pero ese episodio cobra nuevas revelaciones ahora gracias a unas cartas privadas de 1964. “Nuevos documentos con los que tenemos una mejor perspectiva”, según Jalón. “Que a Juan no le interesara en principio esa novela o que Luis pusiese reparos a Nunca llegarás a nada significa no sólo que su grado de confianza era alto, sino sobre todo que los escritores Benet y Martín-Santos salían ya a la luz definitivamente como cuentos, y que se afirmaban con temperaturas novelísticas dispares”, dice el encargado de la nueva edición.

Entre esas cartas figura también una de Benet a Leandro Martín-Santos, hermano de Luis, en la que hace referencia a los relatos que escribieron juntos. El autor los consideró escarceos, “pruebas de escritura”, dice Jalón, y desaconsejaba entonces su publicación. "Esa carta era precisamente la de 1964; estaba escrita en un contexto muy lejano ya, con una obra casi del todo por hacer y un amigo muerto, que empezaba a ser una referencia cultural. Juan expuso sus reticencias a El amanecer podrido . Era ya evidente que su modo de escribir difería radicalmente del de Luis, algo recíproco, sencillamente, porque surgían en ese momento como dos escritores muy distintos, muy diferenciados en sus formas, cada cual siguiendo su rumbo", añade Jalón.

La figura definitiva y pública de Martín-Santos necesitaba cierta protección en ese momento tan difícil: "Era el caso inicial de la dictadura . No creo que todo aquello les haya perjudicado, de todas formas. Más bien ha puesto en evidencia, en definitiva, la fuerte confianza que hubo entre ellos".

En su artículo de homenaje al amigo, Benet describe la última noche que pasaron juntos y el estado de su relación: “Habíamos pasado de una concordancia de gustos —más locuaz e ingenua que cualquier otra— a una sibilina y cáustica”. Una separación de 10 años por la lejanía de Martín-Santos de Madrid había influido, sin duda. Pero los reencuentros daban lugar a largas conversaciones ya contarse sus proyectos literarios. Benet llegó a oír de su boca Tiempo de destrucción , novela póstuma e inconclusa de Martín-Santos. Fueron dos días antes de la tragedia. Cenaron juntos en una taberna de la calle de León y al día siguiente habían quedado en comer en compañía de la madre de Benet, pero Luis no se presentó. La resaca de una noche de farra desaconsejaba más compromisos sociales. El lunes cogió el coche rumbo a San Sebastián y se mató al volante. “Todo fue un soplo”, escribe Benet.

Su legado ha dado lugar a estas nuevas aportaciones cruciales. Del de Martín-Santos aún quedan cosas por explorar. “Una primera novela que nunca apareció”, apunta Jalón. "Quedan pendientes de revisar algunos papeles. Con este descubrimiento nos hemos llevado buenas sorpresas", afirma el heredero de Martín-Santos. “Es un buen comienzo”.

miércoles, 2 de abril de 2025

Salvador Gijón, salvador del mejor cuadro de Yáñez de la Almedina y represaliado republicano

 La heroicidad del manchego Salvador Gijón o cómo romper el relato franquista del expolio rojo del arte, en El País Toledo -31 mar 2025, por José C. Rejas:

Una iniciativa de Sumar pide resarcir la memoria de este maestro y escritor republicano, encarcelado por el falso robo de una tabla del siglo XVI que siempre estuvo en el Prado.

En Almedina, una localidad del Campo de Montiel ( Ciudad Real ) de apenas 500 habitantes, muy pocos conocen la historia de Domingo Cipriano Salvador Gijón , un maestro y escritor republicano al que el franquismo endosó el supuesto robo de una valiosa obra de arte del siglo XVI. Es la tabla Santa Ana, la Virgen, Santa Isabel, San Juan y Jesús niño , realizada por Fernando Yáñez para el retablo de la iglesia de Santa María. La obra, también conocida como La Santa Generación , nunca desapareció y ha estado colgada de las paredes del Museo del Prado desde 1941, sin que nadie reparara en la rocambolesca y trágica historia que escondía una de las obras cumbre de Yáñez de la Almedina , hijo ilustre de la villa y, para muchos expertos, discípulo español de Leonardo da Vinci. La desveló en 2020, en plena pandemia, el profesor valenciano José López Camarillas, cuando investigaba la represión franquista sufrida por un antepasado suyo en Almedina.

Cipriano Salvador ―nacido en Pedro Muñoz en 1894 y fallecido en Toro (Zamora) en 1975― fue un intelectual polifacético y un visionario de La Mancha, a la que quería sacar del analfabetismo y del atraso imperante en la época en muchas otras zonas del país, aprovechando su legado artístico y su protagonismo en El Quijote . Fue en Villanueva de los Infantes, donde vivió y ejerció como docente, cuando se le encargó la misión de salvar las obras de arte de la comarca de Montiel durante la Guerra Civil.

Le avalaban su compromiso con el Frente Popular y su trabajo previo inventariando y catalogando el patrimonio histórico-artístico de toda la provincia, incluida la tabla de Fernando Yáñez que el Museo del Prado ya había intentado comprar en 1930. El filántropo temía que fuera destruido por los anticlericales más exaltados y decidió custodiarla en su casa hasta que la Caja de Reparaciones de la República la recogió en 1938, anotando en el acta las medidas de la obra sin el marco.

La pintura viajó hasta Barcelona, ​​donde permaneció hasta el final de la contienda, cuando las autoridades franquistas la devolvieron a Infantes con las dimensiones, ahora sí, del marco. Esa diferencia de, explica a EL PAÍS López Camarillas, fue aprovechada por el párroco del pueblo para afirmar que la obra era otra y pertenecía a su iglesia y malvenderla por 15.000 pesetas al Museo del Prado (su valor era de 80.000): “El franquismo no sabía que había salvado una obra de carácter religioso. Al contrario, creía que la había destruido, pero tampoco le importaba mucho”.

En 1939, un grupo de falangistas lo detuvo en su casa acusándolo de destruir el cuadro, con el silencio cómplice de la Iglesia y de la pinacoteca, “conocedores de esta injusticia”, afirma el investigador. Cipriano Salvador fue condenado a muerte, pena que le fue conmutada a 30 años de prisión y trabajos forzados hasta que en 1946 fue amnistiado, aunque desterrado a Madrid. Falleció en 1975 sin que se rectificara el error.

Ahora, 50 años después de su muerte, una proposición no de ley (PNL) impulsada por Sumar en el Congreso de los Diputados busca rehabilitar su figura. “Consideramos que es de justicia reconocer el gran sacrificio de Cipriano Salvador Gijón, quien pagó con su libertad y con su cuerpo que hoy podemos disfrutar de una de las obras más importantes de la pintura española”, reza la iniciativa, que ya ha sido registrada para su discusión en la comisión de cultura antes de que finalice el actual período de sesiones.

Engracia Rivera, diputada de Izquierda Unida y oriunda como López Camarillas de Almedina, cree que contará con la mayoría suficiente para ser aprobada. La PNL, cuenta, no solo busca limpiar la memoria del filántropo manchego, que “protegió y custodió una obra de arte de valor incalculable”. También que Almedina pueda contar con una réplica del cuadro que sirva de revulsivo turístico en una comarca castigada por la despoblación.

Informes favorables

La PNL cuenta con los informes favorables del Ministerio de Cultura y del Museo del Prado. “Se espera cumplir el sueño de Salvador: usar la cultura para impulsar un turismo sostenible que genere riqueza económica y social”, explica López Camarillas, que agradece la colaboración de la pinacoteca desde el inicio: “Volvieron a medir la pintura con marco y sin marco para confirmar mi hipótesis”.

“Creo que están haciendo un trabajo valiente con esta obra y con otras de dudosa procedencia”, destaca. La iniciativa de Sumar pide al Museo del Prado que incorpore en sus guías y materiales divulgativos, y en la sala que exhiba la obra, “toda la información relativa a su procedencia y su historia, así como el papel de la persona que lo protegió”, e insta al Gobierno a realizar un acto de homenaje a Cipriano Salvador y al pueblo de Almedina, colocando una placa que “repare con honores” su nombre.

López Camarillas recuerda, con sabor amargo, que nadie evitó la injusticia que se estaba cometiendo. "Salvador Gijón salvó la vida a un grupo de falangistas y al cura de Montiel, protegió y alimentó a un montón de familias derechistas, había pintado frescos religiosos en la iglesia de la Trinidad. Nada le sirvió en su defensa", lamenta.

Y resumen así lo excepcional de este caso, sepultado, como muchos otros, por la épica evacuación de los tesoros artísticos del Prado, que ha monopolizado otros ejemplos de memoria democrática en el arte: "Es de los primeros que pone nombres y apellidos a un republicano represaliado por salvar patrimonio nacional, pero también a los verdugos que se enriquecieron con su dolor. Y lo hacemos con pruebas, de manera científica, para romper el relato franquista del expolio rojo que durante décadas les ha funcionado para repartir responsabilidades”.

martes, 1 de abril de 2025

Evolución de la amistad.

 El gran escritor catalán Josep Pla siempre decía: "Los desconocidos pasan a ser conocidos, estos pasan a ser saludados y, por último, amigos".

Y seguía diciendo: "Estos amigos pasan a ser saludados para transformase en conocidos y terminar siendo desconocidos."

Y yo añadiría aún más: y los desconocidos en fallecidos. Así es en la terrible soledad de las personas ancianas.

Apólogo del colador y la lectura

 Había una vez un gran maestro quien tenía muchos estudiantes.

Una vez uno de los estudiantes vino donde él y le preguntó "He leído montones de libros pero he olvidado la mayoría de ellos. ¿Cuál es el propósito de leer?".

El maestro no le dio una respuesta en ese momento. Pero después de unos días el maestro le dio a ese estudiante un tamiz el cual estaba sucio y en una muy mala condición. El maestro le pidió al estudiante que fuese a buscar agua de un río cercano en este tamiz.

Al estudiante no le gustó la idea, pero no pudo rehusar la petición de su maestro. Fue al río, llenó el tamiz en el río e inició su viaje de regreso. A unos cuantos pasos, todo el agua en el tamiz se derramó a través de los orificios. Entonces fue otra vez al río y llenó el tamiz. Hizo esto todo el día, pero no pudo cumplir la tarea asignada por su maestro.

Regresó a donde el maestro con una cara triste y dijo "Soy incapaz de recoger agua con este tamiz. He fallado."

Su maestro le sonrió. ¡No! No fallaste. Mira el tamiz.

Se había puesto como nuevo. Se limpió cuando estaba intentando recoger agua. El maestro entonces explicó el verdadero motivo detrás de esta tarea. Dijo "La última vez me preguntaste cuál es el propósito de leer si no recuerdas lo que leíste. Ahora toma este ejemplo del tamiz. El tamiz es la mente, el agua es el conocimiento y el río es el libro.

¡Incluso si no puedes recordarlo está bien, porque leer, definitivamente, hará que tu mente se agilice. El leer tiene un profundo impacto en tu mente, cerebro. Ayuda a ser una mejor versión de ti mismo. es un proceso inconsciente.

lunes, 31 de marzo de 2025

Carl Rogers, Robert Axelrod y Anatol Rapaport. La Paz como trabajo.

 Desde 1970, los retóricos han aplicado las ideas de Carl Rogers (probablemente el psicólogo más influyente de la historia según el Nuevo Mundo) —con contribuciones de Anatol Rapoport— a la retórica y la argumentación, dando lugar al llamado argumento rogeriano: una estrategia retórica y de resolución de conflictos basada en la empatía, la búsqueda de puntos en común, la comprensión y el aprendizaje mutuos y la evitación al mismo tiempo de los efectos negativos de la polarización extrema de actitudes.

La teoría de juegos dicta conclusiones fundamentales según Robert Axelrod en sus estudios sobre el dilema del prisionero múltiple por medio de competencias entre programas de decisión: el bien es mejor que el mal, porque coopera y eso lo hace más fuerte y unido; lo segundo es que es más beneficioso ser indulgente; lo tercero es que no hay que ser pusilánime ni envidioso: se debe ser absolutamente predecible. Así se gana más; la conducta del programa aparece como gratificante y agradable. Y los malos que atienden solo sus propios intereses y traicionan los de los demás, se aíslan, no crecen y pierden siempre.

Asimismo, el programa más sencillo es el mejor. Fue el programa de Anatol Rapoport, Tit-for-Tat, u Ojo por ojo, que consistía en solo cuatro líneas de código. El programa se inicia cooperando con su oponente. A continuación, juega exactamente como el otro bando jugó en la partida anterior. Si el otro bando desertó en la partida anterior, el programa también deserta; pero solo en una partida. Si el otro bando coopera, el programa continúa cooperando. Esto es, en palabras de Metta Spencer, autora y editora de la revista Peace, el programa "castigaba al otro jugador por su comportamiento egoísta y lo recompensaba por su comportamiento cooperativo, pero el castigo solo duraba mientras duraba el comportamiento egoísta. Esto demostró ser una sanción excepcionalmente eficaz, que rápidamente mostró a la otra parte las ventajas de cooperar. También llevó a los filósofos morales a proponer esto como un principio viable para usar en interacciones de la vida real".

Rapoport era más abolicionista que pacifista: quería abolir la guerra; para él todas las guerras tienen por único enemigo a la humanidad; eso le supuso ser expulsado de su universidad y tener que marcharse a enseñar de EE. UU. a Canadá. Allí fundó el estudio de la paz como materia académica. Fue un pionero en el análisis de redes sociales. Descubrió la importancia en ellas de factores que dan velocidad o impiden la información  (raza, género, nivel socioeconómico, proximidad espacial y parentesco), de la estructura de sus flujos dominantes, sus sesgos y su relación con la epidemiología. Prefiguró además el estudio de los grados de separación al analizar una escuela. Descubrió el "mecanismo de apego preferencial" en redes sesgadas: se trata de un proceso estocástico que involucra nodos conectados que se transforman en más conexiones. 

Las reglas de Rapoport

Se las llama así desde 2013. Los tres principios del debate ético de Rapoport son:

1. Escuchar, y hacer sentir al otro comprendido

2. Encontrar mérito en la posición del otro.

3. Aumentar la percepción de similitud: "Todos estamos en el mismo barco".

Rapoport propuso estos tres principios fundamentales del debate ético y los explicó y desarrolló:

1. Escuchar y hacer que el otro se sienta comprendido tiene dos partes: primero, escuchar con el ejemplo, que Rapoport, consiste en escuchar a los demás para que también estén dispuestos a escuchar. Segundo, la inversión de roles,  consiste en escuchar con la suficiente atención y empatía para poder expresar la postura del otro a su satisfacción, y viceversa. Rapoport denominó este principio «transmitir al oponente que ha sido escuchado y comprendido»

2. Encontrar algún mérito en la posición del otro, o lo que Rapoport llamó "delinear la región de validez de la postura del oponente", es lo opuesto a la intención usual en un debate, que es refutar o invalidar la posición del otro. Como la mayoría de las opiniones pueden ser parcialmente justificadas en algunas circunstancias desde alguna perspectiva, el propósito debe ser identificar lo que es condicionalmente justificable en la posición del otro y dar ejemplos que lo respalden. Se implica, pero no se declara, que la posición del otro no es fuerte o válida en algunas otras circunstancias fuera de la "región de validez" identificada. Este segundo principio refuerza el primero al comunicar al otro de una manera nueva que el otro ha sido escuchado y comprendido. También implica cierto acuerdo y puntos en común entre las dos posiciones, al tiempo que contribuye a una mejor comprensión del área de desacuerdo. Además, reconocer que hay algún mérito en la posición del otro puede hacer que uno esté más dispuesto a reexaminar su propia posición y tal vez encontrar alguna parte de ella que no sea fuerte o válida de alguna manera, lo que en última instancia puede llevar "del nivel primitivo de oposición verbal a niveles más profundos donde se fomenta la investigación inquisitiva", tal vez conduciendo a un campo de visión más amplio con una región de validez más grande.

3. Aumentar la similitud percibida es una profundización del sentido de humanidad común entre uno mismo y el otro, un sentido de fortalezas y defectos compartidos. Al igual que el segundo principio, este tercer principio es lo opuesto a lo que es habitual en un debate, la percepción habitual es que el otro es diferente de una manera inferior, como más "estúpido o rígido o deshonesto o despiadado". En lugar de enfatizar la singularidad de los defectos del otro, "uno busca dentro de uno mismo las deficiencias claramente percibidas del oponente", y en lugar de enfatizar la singularidad de las propias fortalezas (como la inteligencia, la honestidad y la escrupulosidad), uno se pregunta cómo el otro comparte tales cualidades hasta cierto punto. 

Rapoport consideró que esta "suposición de similitud" es "el conjunto psicológico o mentalidad propicio para la resolución de conflictos". Un obstáculo que impide asumir la similitud es la idea de que «tal suposición evidencia la incompetencia profesional de un debatiente». Pero esa idea es contraproducente, argumentó Rapoport, porque la suposición de similitud, junto con los otros dos principios, probablemente elimine obstáculos a la cooperación y al éxito del debate. Rapoport afirmó: «El resultado depende de que se dé una idea crucial: todos estamos en el mismo barco». 

La versión de Dennett

La versión de Daniel Dennett de las reglas de Rapoport, que Dennett consideraba "algo más portátil y versátil", es:

"Debes intentar volver a expresar la postura de tu objetivo de forma tan clara, vívida y justa que tu objetivo diga: 'Gracias, ojalá se me hubiera ocurrido expresarlo de esa manera'". 

"Debes enumerar todos los puntos de acuerdo (especialmente si no son asuntos de acuerdo general o generalizado)". 

"Debes mencionar cualquier cosa que hayas aprendido de tu objetivo". 

"Solo entonces se le permite decir siquiera una palabra de refutación o crítica."

Otro consejo de Dennett, en su presentación de las reglas de Rapoport, tenía una perspectiva más adversaria: decía que algunas personas "no merecen tanta atención respetuosa. Si hay contradicciones obvias en el caso del oponente, entonces, por supuesto, debes señalarlas con contundencia. Si hay contradicciones algo ocultas, debes exponerlas cuidadosamente y luego desahogarte sobre ellas". Personalmente consideraba que las reglas de Rapoport eran "algo difíciles" de practicar,  pero un potente antídoto contra la tendencia a caricaturizar la postura de otra persona en un debate. 

lunes, 24 de marzo de 2025

Frase cierta y memorable, con aplicación ahora, y pensamientos sobre vejez de Pérez-Reverte.

 Los malos tiempos forjan hombres fuertes; los hombres fuertes crean buenos tiempos; los tiempos buenos crean hombres débiles; los hombres débiles crean malos tiempos.

Michael Hoff.

Hemos olvidado enseñar las formas de enseñar a nuestros hijos a soportar y a defenderse del mal inevitable. De las enfermedades, las guerras, la traición, la corrupción, la maldad.

¿Un hombre inofensivo es un hombre bueno? 

Hay canallas inofensivos, hay canallas cobardes y apocados que están ahí agazapados entre tantos, esperando ocasión para meter la mano con la navaja en el tumulto cuando todos miran a otra parte, pero nunca lo harían siendo vistos. No, no, no: la bondad no tiene nada que ver con la ofensividad: se han visto hombres ofensivos, seres humanos ofensivos, violentos, agresivos, que son hombres buenos o mujeres buenas: naturalmente no tiene que ver. El psicólogo Jordan Peterson dice que "los hombres buenos son los que pueden ser peligrosos, pero se contienen. Y si crees que los tipos duros son peligrosos, espera a ver de lo que es capaz un hombre débil". 

Un hombre débil, un hombre inofensivo no es bueno para nadie. La debilidad te hace cobarde y el cobarde es el peor enemigo porque traiciona. Saltará cuando todo el mundo salte, se meterá en el tumulto a meter la mano, a ser posible, sin que sepan que es él. Y hace falta debilidad moral para eso; para ser más riguroso, falta de entereza moral. La falta de integridad moral causa gente mala, gente cobarde, gente ruin, gente bellaca. Mientras que otro, con sus defectos, sus errores, un Pancho Villa que no porque sea un animal deja de ser un tío que sabes dónde encontrarlo y no te va a fallar en ese sentido, por lo que así se gana una cierta admiración por la gente entera y el concreto desdén por la gente que no es capaz de afrontar la vida de cara. 

¿Y es más lamentable el criminal, o quien hace la vista gorda mirando a otro lado? Sin duda este último: muchos criminales pueden ser amigos tuyos; porque el criminal puede tener motivos poderosos para ser criminal, de muchos tipos: venganza, rencor, dinero, ambición, lujuria, sexo... mil razones, todas humanas. Pero el que mira al otro lado es por lo peor, por cobardía, por interés. Por cobardía porque no quiere mojarse o bien porque alguien le engrasó para que lo haga, y los dos casos son deleznables; no, es preferible un criminal con sus errores que queda entero, que lo asume, que sí señor me lo cargué ¿por qué? Porque me calenté y me lo llevé por delante; pues ya está: a la cárcel, con tu pan te lo comes; pero el otro que tal, que no, que no sé; tendría que ver... Está bueno, quizás, pero luego eso no; los tibios según los evangelios y la Biblia entera serán arrojados del seno del Padre, a las tinieblas (Arturo Pérez Reverte).

La senectud tiene una cosa buena y otra mala. Una buena es que ya no tienes pasiones que te arrebaten, ya no tienes estímulos que te violenten, ya no tienes ambiciones; lo que no has hecho, no lo vas a hacer, ni lo que vas a hacer, o casi; y lo que has hecho pues ya está hecho. Entonces, en ese sentido, la vejez (y soy viejo) la vejez tiene una especie de serenidad personal. Cuando has vivido una vida adecuada, no echas en falta ni mujeres guapas ni amigos leales ni viajes ni aventuras; esa parte está colmada, y puedo ir al ocaso como un estoico, como dirían los antiguos. La parte mala es que eso te da una cierta lucidez, no por inteligencia, sino porque lo has vivido. Y ves cosas que no querías ver: ya no ves a una pareja joven que se besa en un parque, sino también cómo van a acabar, cuánto va a durar, quién será el primero que traicione, que mienta, o a los sesenta años seguir juntos y arrancando a pedazos esa ilusión. Entonces no quisiera verlo, no quisiera pensarlo y no puedo evitarlo porque soy mayor y lo he visto. 

Después hay otro punto más que también da la vejez, que es no tener compasión ante la estupidez. Es un tema delicado. ¿Habéis visto la película No mires hacia arriba? El meteorito. Ahí está bastante bien resumido todo, me ahorro el detalle. La idea básica es que, claro, hay gente que tiene desgracias porque tiene mala suerte, o porque se equivoca o porque la vida es muy perra y te da el azar, que tiene muchas ganas de broma. Pero hay gente que tiene desgracias porque, pudiendo, no es capaz de evitarlas; porque no es capaz de dotarse de las herramientas que permiten sobrevivir a la desgracia; porque vive de una manera estúpida ajena a la realidad; porque vive en un mundo virtual de esto o de lo otro y vive ausente de lo que son las cosas que realmente en el mundo importan, hasta que esas cosas golpean. 

Entonces, claro, ¿yo debo sentir compasión porque un cretino o cretina, analfabeto voluntario, no obligado, que vive y le importa todo una mierda, que no ve un telediario y que está pendiente del último novio de Tamara, por ejemplo? No debo tener compasión, porque a ese tío le vayan mal las cosas en la vida, porque cuando llegue el serbio o el bosnio o el Putin se lo pasen por la piedra. Esa falta de compasión ante la estupidez y la ignorancia y ese valorar más lo bueno te hace menos solidario. Digamos que con los años noto que hay cosas que ya no me dan pena que ocurran. Un ejemplo, viene la riada y qué pobre gente tal, qué pena, la vida arruinada. Pero, a ver, donde vive ¿cómo se llama? La Vaguada. ¿Sabes qué es una vaguada, imbécil? Una vaguada es un lugar donde corre el agua: tu casa está construida en la vaguada, entonces ¿cómo te va a extrañar que cada equis años venga el agua y se lleve la casa? Es normal. Si hubieras pensado, mirado, estudiado, comprendido, sabrías que vaguada significa lugar donde corre el agua: no te compres ahí una casa, o no te la hagas. 

Otro ejemplo. Un tsunami, qué horror, en la playa paradisíaca. Y ¿por qué es paradisíaca? Porque hay tsunamis y porque los antiguos al saberlo no hacían casas ahí, por eso era paradisíaco; pero ahora, últimamente, hemos estado haciendo hoteles en ese lugar perdido y cuando llegue el tsunami se llevará por delante el hotel y a quien está dentro. No te quejes, cretino, entérate por qué era paradisíaco ese infierno. A eso me refiero. Intento que no me absorba, que no se apodere de mí, pero ¿puedo evitarlo? No, entonces, claro, entonces la vejez es, como te he dicho, las dos cosas primeras y al mismo tiempo tener ese desdén porque al final te das cuenta y lo he dicho muchas veces: lo peor no es el mal, lo peor es la estupidez: cuenta un malo con mil tontos y son mil malos y un tonto. Yo pensaba cuando era joven que lo malo era Hitler, pero en realidad lo eran los idiotas alemanes que lo jaleaban porque encarnaba el alma alemana: eso es lo peor; no Hitler sino la gente que aplaudía y sin la cual Hitler no era sino un idiota que dijo que nos iba a llevar a la gran Alemania. 

Y en España está pasando igual, mucho también hoy en la vida social. Lo malo no es un fulano estadounidense, ruso o hispanoamericano, no, lo malo no es Abascal o Pablo iglesias, es los que jalean sin un análisis racional intelectualmente poderoso, porque está de moda, o porque es una tendencia, y saldrán cosas que ni siquiera comprendan; no, entonces, por eso, al final la verdad es que la senectud es sobre todo un desprecio profundo por la estupidez y un respeto enorme por la integridad.

Solo es buena la cortesía y la urbanidad que acercan a la gente y no la separan. También es una defensa para evitar la grosería, o que se propasen. Marcar las pautas sociales mantiene una especie de distancia, limita o hace retroceder la humanidad. La cortesía es una herramienta social y defensiva para hacer un mundo mejor, un mundo que no es agradable. A veces hay que ser violento o duro, pero nunca grosero.

Un niño educado que da las gracias no es un niño que hace lo que quiere; no se trata de que el niño coma con la mano, sino de que el padre lo ayude el día de mañana a tener las herramientas sociales adecuadas para que la gente lo respete y él respete a la gente. La educación no es algo arcaico. Perder esas cosas hace al mundo peor. Hablar bien es absolutamente necesario, pero por hablar mal no vas a ser más demócrata ni más liberal. Ni más esto que lo otro; las normas, los códigos, las maneras de comportarte ante la vida, el mundo y los demás son fundamentales. Kill them with kindness dicen los ingleses, mátalos con amabilidad. No es que yo sea mejor persona, sino por puro egoísmo: me hace la vida más fácil. A un camarero por ejemplo, a cualquier sacrificado. Está hasta arriba de llevar la bandeja, es un trabajo durísimo, de los más duros del mundo: Oye, por favor, qué tal, cómo está, bien, tal, mal. Bueno, sí, ya está, cuando puedas por favor nos trae una cerveza y tal. Y eso y después es una propina adecuada al trabajo que hace. No cuesta ningún trabajo y el camarero y cuando vas al día siguiente ese camarero o camarera estará pendiente de ti, te atenderá mejor y dirá el Reverte es un buen chico deja propina o no deja pero es simpático y te pregunta por la familia. Yo qué sé. O sea, hasta para ser egoísta, hasta para ser tácticamente egoísta es útil la amabilidad.

Quintero me preguntó aquello de qué es lo más inteligente que se puede hacer en esta vida. 

Yo creo que leer, leer, leer, porque leer entretiene, hace vivir cosas que uno viviría y sobre todo da herramientas para sobrevivir o vivir, y es verdad. El mundo es un lugar peligroso, poblado por muchos hijos de puta, y hay que estar artillado con herramientas de supervivencia. Entonces todo lo que te ayuda ebueno. En un teléfono móvil, de estos que te dan, tenéis tres mil años de civilización; está todo: literatura, ciencia, técnica: es una enciclopedia de bolsillo, es el mundo entero ahí, y no se utiliza más que para matar marcianos, lo que sea, o para mandar WhatsApps y fotos, posturas. Para eso, diablos, utilízalo; o sea, sácale partido a esa herramienta maravillosa que tienes en el bolsillo y que nuestros abuelos no tenían. Son herramientas para vivir y ser mejor, esa es la obsesión. Todavía tengo ilusiones, aún creo que el ser humano tiene lugares donde refugiarse; es verdad que no hay salvación general, no, pero hay islas, lugares, refugios, castillos, grupos donde refugiarse cuando hace el frío de sobrevivir, donde quererse, donde procrear, donde mantener la dignidad del ser humano; o sea, ayudemos a eso en vez de hacer del ser humano individuos aislados o conectados a una pantalla de ordenador; hagamos grupos, no de Whatsapp, que está muy bien, pero bueno no para decir "oye me he tomado una pizza y aquí está la foto", no, sino para decir "oye, estoy solo, estoy cansado, necesito esto, se me ha muerto fulano, ayúdame". Eso debería de ser el mundo y no lo es, y eso me da mucha pena.

Toponimia propicia

 Toponimia divertida, para publicistas de hoy, en El País, por Álex Grijelmo, 19 mar 2025:

Los nombres de lugares dan pistas. No se deberían desperdiciar sus ideas favorables, ni desdeñar las negativas.

Qué poco se explota el valor económico de los nombres de algunos pueblos, aldeas y pedanías. Los congresos y exposiciones suponen un gran foco de visitantes, y por ello cientos de municipios se han afanado en la construcción de rumbosos recintos que puedan acoger tales actos. Sin embargo, muchos desaprovechan la divertida fuerza evocadora de sus topónimos, que serviría para atraer a importantes colectividades empresariales, gremiales, sociales o científicas. Es raro que las agencias de publicidad de hoy en día, con sus facilones juegos de palabras habituales, no le hayan sacado rendimiento a eso.

Por ejemplo, circulaba yo hace poco en coche por Calvarrasa y me preguntaba por qué no se ha celebrado allí, con gran concurrencia, un congreso de peluqueros, ahora que se rapa tanta gente. Claro que ese pueblo salmantino habría de competir con Capileira (Granada) y Barbosa (Portugal). A ver cuál de ellos se decide antes.

Los profesionales de la oftalmología o de la óptica se sentirían muy atraídos si fueran convocados a una convención nacional en Buenavista (Salamanca). Ningún lugar podría resultar más adecuado para una exposición-homenaje a Paco de Lucía que la cántabra Entrambasaguas, ahora que la familia del guitarrista ha recuperado la propiedad de su más famosa composición. Y para un gran encuentro de fabricantes de audífonos qué mejor localidad que Colmenar de Oreja, en Madrid.

A su vez, unas jornadas demoscópicas sobre los indecisos encontrarían su emplazamiento ideal en algún punto situado entre las localidades madrileñas de Pinto y Valdemoro. Y el pueblo vallisoletano llamado Wamba haría bien en promover seminarios de los fabricantes de zapatillas deportivas. Por otro lado, no puede haber espacio más idóneo para un congreso de sexología o de inseminaciones que el lugar salmantino denominado Pajuelas, muy pertinente para la siembra de lo que fuere menester.

No entiendo cómo Pelayos de la Presa (Madrid) no ha sido visto por los asesores de comunicación de Instituciones Penitenciarias como predestinado para albergar una cárcel de mujeres. Igual que el paraje abulense de El Castañar parece el espacio más a propósito donde reunirse y analizar los batacazos relacionados con la Bolsa o con otros accidentes. Y ya están perdiendo tiempo las autoridades de La Muela (Zaragoza) y los publicistas que las asesoren para organizar allí una asamblea de odontólogos. Eso es más obvio aún que la idea de instalar una fábrica de lencería en la ciudad lusa de Braga. A su vez, para una conferencia de sismología no habrá mejor sitio que el pueblo toledano llamado Tembleque.

Se hace raro que ninguna organización sindical haya celebrado todavía un congreso en el monasterio de Las Huelgas (Burgos). Y yo mismo, si tuviera que promover un centro especializado en estudiar el perfil político de Donald Trump, pensaría de inmediato en el parque segoviano de La Boca del Asno, no sé por qué.

Seguro que Elon Musk, siempre tan avispado —más que nada por lo molesto—, sí está pensando en lanzar un ingenio espacial desde el pueblo abulense de Orbita.

Publicitarios: valoren el poder comunicativo del topónimo que da pistas sobre el sitio que nombra. Políticos: no desperdicien las alusiones favorables, ¡pero tampoco desdeñen las negativas! Por esto mismo hace muchos años que me pregunto a quién se le ocurriría construir el aeropuerto de Valladolid en un lugar llamado Villanubla.

Qué son los derechos culturales y cuán mal se reparten

 La realidad desmiente a la Constitución: la cultura en España no es de todos. En El País, porTommaso Koch, Madrid - 17 mar 2025:

Nivel de estudios, poder adquisitivo, lugar de procedencia o residencia, edad o capacidad cognitiva condicionan el acceso y la participación en las artes, de las que terminan excluidos millones de ciudadanos.

No llegaban. Xochitl de León aguardó un poco más y cogió el teléfono. Desde hacía rato esperaba en el centro cultural La Nau, en Valencia, a un grupo de migrantes menores de edad tutelados. Habían quedado para el arranque de un proyecto: enseñarles fotoperiodismo para que ellos mismos terminaran ejerciéndolo. La fundadora de la organización Adonar no preveía que todo fuera fácil. Pero tampoco imaginó un plantón ya en la primera sesión. Así que llamó a la técnica social encargada. Esta contestó incrédula: “¡Pero si ya están ahí!”. De León se asomó entonces fuera del espacio. Efectivamente, los vio. Y entendió: “Se habían quedado en la puerta, como si ese sitio no fuera para ellos”.

Qué son los derechos culturales

La Constitución española garantiza desde 1978, en su artículo 44: “Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho”. Tres décadas antes, la Declaración Universal de los Derechos Humanos había establecido: “Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes”. En la realidad, sin embargo, jamás se ha cumplido. Muchísimos ciudadanos se quedan en la puerta. O se la encuentran cerrada. Más allá de palabras y papeles, los excluidos de la cultura son millones.

“Está claro que el acceso y la participación no son iguales para todos”, sentencia Álvaro González Martínez, impulsor de La Zamarra, una plataforma de activismo sociocultural y desarrollo rural en La Rioja. Los datos ratifican su impresión: nivel de estudios, poder adquisitivo, procedencia geográfica, lugar de residencia, edad o desarrollo cognitivo influyen a fondo en las artes. En su creación y oferta, concentrada en el centro de las principales ciudades y, a veces, concebida por y para esos exclusivos vecinos. Y en su disfrute, que resulta raro o desconocido para una parte de la población.

La mitad de España, en concreto, no acudió al cine en el último año. Y cifras casi idénticas registra la asistencia a eventos en directo (música, artes escénicas…) o museos, galerías y exposiciones, según el Anuario de Estadísticas que publica el Ministerio de Cultura. Los ciudadanos con educación superior o equivalente van a cines, teatros o conciertos y leen el doble de quien no pasó de los estudios más básicos. La diferencia sube al triple para las visitas a museos o galerías. Y prácticamente todas las actividades culturales, salvo ópera o música clásica, encuentran la mayor participación entre los 15 y los 24 años. A partir de ahí, el consumo va bajando, hasta caer en picado desde los 55 o 65, según el ámbito. O los 45, en el caso de las películas en salas o el uso de videojuegos.

“Hay personas a las que atraviesan estas vulnerabilidades, que están en varias categorías a la vez. No tienen los recursos, pero tampoco los hábitos”, señala De León, que desde su asociación sin ánimo de lucro promueve más inclusión y diversidad en las artes. “La cultura se tiene que adaptar a las necesidades y capacidades de cada uno. En muchos aspectos es muy poco accesible”, afirma Javier Alcázar, fundador hace dos años de la editorial Lecturia. Como profesor de alumnos con discapacidad cognitiva, constató que muchos no leían. “No encontraban libros para ellos. Tenían 20 o 30 años y les seguían regalando literatura infantil”. Una vez detectado el agujero, descubrió cómo llenarlo: lectura fácil. Es decir, comprensible para cualquiera con dificultades lectoras, ya sea por discapacidad intelectual, trastornos del lenguaje, demencia, edad o por tener otro idioma natal. De momento, han traducido algún clásico, pero también obras contemporáneas de Inma Chacón o Nando López. Tras siete versiones en dos años, preparan otras ocho para los próximos meses.

De izquierda a derecha: la investigadora cultural Dagmary Olívar, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la directora general de Derechos Culturales del ministerio, Jazmín Beirak, y la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos Beatriz Barreiro, en el acto de presentación del Plan de Derechos Culturales, en septiembre de 2024.

De izquierda a derecha: la investigadora cultural Dagmary Olívar, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la directora general de Derechos Culturales del ministerio, Jazmín Beirak, y la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos Beatriz Barreiro, en el acto de presentación del Plan de Derechos Culturales, en septiembre de 2024.

Ministerio de Cultura

Sin embargo, puede que algo se mueva. Lo sugieren la Ley foral de derechos culturales que aprobó Navarra o la reivindicación de la cultura como bien esencial que hizo el Senado en 2020. La propia existencia de Adonar, La Zamarra o Lecturia da fe de algún avance. Escritores como Juan Tallón, Andrea Abreu, Irene Solá o Irene Vallejo han conquistado a crítica y lectores sin vivir en Madrid o Barcelona, igual que los últimos dos premios Nacionales de Cómic, Borja González y Bea Lema, que han triunfado sin abandonar Badajoz y A Coruña. Además, el Ministerio de Cultura ha prometido presentar este mayo el texto definitivo de su Plan de Derechos Culturales. “El primer paso es elaborar un buen diagnóstico para saber qué sectores tienen más dificultades para acceder a la cultura. Mientras, actuamos donde sabemos que ya debemos hacerlo, como en la España vaciada o en hacer entrar la cultura en las escuelas públicas”, apuntó el ministro, Ernest Urtasun, a EL PAÍS el pasado diciembre. Recientemente, su departamento celebró que Cine Sénior, un programa con precio subvencionado a dos euros los martes para mayores de 65 años, llevó a las salas a 1,6 millones de espectadores en 2024, una de cada tres entradas vendidas para ese día de la semana.

Aunque, a la vez, el gasto medio en las artes confirma los mismos sesgos. En general, ha bajado hasta 235,5 euros al año, el 1,8% del presupuesto individual. Pero alcanza sus máximos en el público más joven, con más dinero en el bolsillo, estudios y/o residente en áreas metropolitanas. El mínimo, en cambio, se detecta en la España vaciada, en las edades más avanzadas y, sobre todo, en quienes se quedaron en la educación secundaria o inferior. Incluso un regalo como los 400 euros que el Bono Cultural Joven, aprobado por el Gobierno, asigna a los que cumplan 18 años choca con barreras parecidas: entre los extranjeros, solo se benefició el 11,9% de los potenciales receptores, frente al 59,8% con nacionalidad española. Y apenas uno de cada dos jóvenes en municipios de menos de 10.000 habitantes.

Tan complejo problema exige soluciones a la altura. González ha constatado varias veces de primera mano cómo la brocha gorda no funciona: “Si se presenta un libro en un pueblo, pero la organización se limita a poner un cartel, sin preguntar si hay un club de lectura o no, o qué día es más apropiado, en la mayoría de los casos es un fracaso. Luego se concluye: ‘¿Ves? No ha ido nadie’. Normal. Lo que hagas para el pueblo sin contar con el pueblo provoca una desconexión cada vez mayor”. Y De León no se cansa de recomendar lo mismo: “Escuchar a los colectivos excluidos, tenerlos en cuenta. A veces son oportunidades de un tiro: si vienen y lo pasan mal, a la siguiente no vienen”. Lo que apunta a otra cara del asunto: la oferta.

Los dos principales motivos que aducen los excluidos para no acercarse a la cultura son falta de interés y de tiempo, seguidos por el precio. Un análisis del catedrático de Sociología de la UNED Javier Callejo Gallego estimaba en 2017 que al menos un tercio de España permanecía al margen de casi todos los ámbitos culturales. Por obligación, en algunos casos: quien quiera ver conciertos de hip hop o rap en Baleares o una función de teatro en Cantabria o La Rioja tiene que estar muy pendiente del calendario. Hay opciones, pero contadas, según el Anuario de la SGAE. La Rioja, Castilla-La Mancha, Cantabria, Baleares y Asturias ofrecen menos del 2% de sesiones dedicadas al cine que no sea estadounidense o europeo. Y Teruel tiene la menor media de España en cuanto a proyecciones de películas por pantalla al día: 0,7. De ahí que las entradas vendidas también ofrezcan la cifra más baja del país: 0,30 al año por habitante.

La falta de cartelera, sin embargo, no explica todo. Llenarla tampoco es la panacea. “Hay que reflexionar también sobre el extracto social de los creadores. Pienso en esas películas españolas con pisazos de techos altos. Es gente que puede arriesgarse con el arte porque tiene sus necesidades básicas cubiertas”, plantea De León. Y agrega: “Cada municipio tiene un concejal de cultura: ¿qué están haciendo? Muchas veces compran lo que se genera en Madrid o Cataluña y se lo traen. Quizás si empezaran a pedir otra cosa, los polos de producción trabajarían en ello. Si los referentes son siempre los mismos, quien no se identifique se va sintiendo relegado”. Los entrevistados reconocen cierta mejora en ese aspecto: ven propuestas cada vez más variadas. Sin embargo, la concentración de la oferta aumenta el riesgo de reiterar sesgos y exclusiones.

Andalucía, Cataluña y Madrid suponen el 48,57% de la población española. Sin embargo, allí se celebra el 62,5% de los conciertos de música popular; acogen bastante más de la mitad de las salas, compañías, representaciones, público y recaudación de teatro, así como de los cines. Y ni siquiera en su conjunto: el riesgo de exclusión cultural resulta casi nulo en el centro de las capitales, pero crece al alejarse hacia sus periferias. La pescadilla, pues, se muerde la cola. Y la exclusión en el acceso se entrelaza con la de creación. Cultura ideada por quien más la vive y la disfruta, contada según su visión y sus inquietudes. Una burbuja.

Romperla, según estadísticas y testimonios, resulta clave. “Una técnica social que atiende a pisos tutelados de mujeres víctimas de violencia de género o que están dejando la prostitución me contó que el domingo, cuando pueden ir al teatro, se ponen la ropa de salir y se maquillan. Es decir, se sienten como los demás. Es un momento de convivencia comunitario”, comparte De León. La satisfacción media de los asistentes a un evento cultural nunca baja del siete, en la escala de uno a 10 que planteó a los encuestados el Anuario de Cultura. Quien disfruta de algún ámbito artístico, además, tiene muchas más probabilidades de consumir otros. Mamar arte desde pequeños, en casa, también contribuye a formar adultos dispuestos a seguir. Así que también existen círculos virtuosos. “La pasión por el fútbol en España no es innata. A saber qué pasaría si hubiera un movimiento parecido a favor, por ejemplo, del teatro”, compara Alcázar.

De León ofrece un indicio: seis meses después de aquel complicado arranque del curso de fotoperiodismo, los menores migrantes expusieron sus trabajos en La Nau. Fueron protagonistas en el centro al que no se atrevían a acceder. Milagros del arte. Cuando incluye.