miércoles, 26 de mayo de 2010

Por fin terminé la edición de Juan Calderón

Sí, aleluya. Tres meses investigando y leyendo y traduciendo librotes en inglés y francés, la mayoría sacados de Internet Archive y Google books. Al revisar mi primera edición de la Autobiografía de Juan Calderón, han asomado algunos de sus defectos, que son más bien carencias; por ejemplo, algunas citas que me quedaron por señalar y anotar y otras mal traídas. Creo que ya no falta ni una. Algunos descubrimientos me han sorprendido, por ejemplo la gran relevancia, simpatía y recuerdo que despertaron los descendientes de Calderón, en particular el pintor Philip Hermógenes ("soy hijo de español y francesa; por tanto, soy inglés") y el eslavista, dramaturgo, narrador y erudito George Leslie Calderón, (herido en la primera batalla de Yprés, por lo que se consolaba haciendo punto, labor en la que tejió una colcha con el escudo familiar de los calderos y cuyo cadáver no fue encontrado en la batalla de Gallipoli) por no hablar del arquitecto Alfred (que terminó construyendo edificios en Canadá) y del pintor William Frank. Todos estos han dejado una tremenda estela de recuerdos en toda suerte de memorias inglesas, que podido encontrar y leer, pero hay alguna, como la de John T. Betts, que no he podido alcanzar de ninguna manera a causa de su rareza y elevadísimo precio. Otro elemento interesante ha sido descubrir el origen murciano de su condillaquismo (Musso y Valiente, Campos) y el portugués de su spinozismo. También he documentado la biografía de otros personajes que aparecerán en la escena por primera vez; numerosos detalles desconocidos enriquecerán ahora mismo la biografía de Calderón, como por ejemplo el gran papel de Duprat Mérigon, que se casó en segundas nupcias con la esposa de Calderón Marguerite y en cuya academia enseñó. Por otra parte, he resuelto de una vez por todas el misterio de la famosa edición del Nuevo testamento de 1858 y otros problemas biográficos, y en el curso de la investigación me ha salido otro tema, gigantesco, por investigar, relativo a un erudito manchego desconocido que voy a tener que reivindicar antes de que me sorprenda la muerte. He consultado fuentes hasta ahora no utilizadas para la biografía de Calderón, como una biografía de Henri Pyt etcétera. También han aparecido traducciones inéditas de su biografía, una al francés y dos traducciones al inglés, entre estas últimas una de James Thomson. He rectificado a Menéndez Pelayo, porque hoy podríamos considerar a Calderón, más que un protestante liberal, un teólogo revivalista del Réveil protestante pietista. Todos sus amigos franceses pertenecían a esa esfera, al menos. En cuanto a su gramática, existe actualmente bastante bibliografía, pero creo que la que lleva la razón es la que piensa que su método está claramente inspirado en el lógico-gramatical de Du Marsais, al que se solía considerar principalmente como retórico. No se le puede considerar como filósofo estrictamente hablando, pera era alguien con conocimientos muy extensos en esta materia, sobre todo en lo que toca a la filosofía de la IIustración escocesa y francesa y de los ideólogos o materialistas. Como teólogo también era aficionado a los escoceses y a los suizos. Creo haber localizado un manuscrito autógrafo de la Autobiografía, que está en Francia pero no he podido consultar (nadie salvo yo mismo me paga mis investigaciones). En fin, creo que el trabajo ha salido francamente interesante, gracias a toda la bibliografía especializada que he podido consultar gracias a Internet. Aparte de mi biografía, de un estudio de su obra y de una completa y actualizada bibliografía, edito la Respuesta de un español emigrado a la carta del padre Areso, la Autobiografía de Calderón con nuevas notas y con traducción de nuevos textos desde el francés y el inglés y una selección del Cervantes vindicado. Tuve que vencer mi displicencia para poder terminar este encargo, pero creo que ya lo puedo dar por finiquitado. Y ahora, a escribir otro libro.

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