De La leyenda de la ciudad sin nombre. La traducción de la canción es mía.
-¿Te marchas, Ben?
-No.
-Yo tampoco... Creo que hay dos clases de gente en el mundo. Los que se marchan y los que se quedan. ¿No es cierto?
-No, yo no lo creo.
-Pues... ¿qué crees tú?
-Pues que hay dos clases de gente. Los que van a alguna parte y los que no van a ninguna. ¡Eso sí que es cierto!
-Hum. No estoy de acuerdo, Ben.
-Porque no sabes de qué demonios estoy hablando. Soy un exciudadano de ninguna parte... A veces echo de menos mi hogar.
Nací bajo una estrella errante,
nací bajo una estrella errante.
La mula se hizo por cargar
la rueda se hizo por rodar
y nunca vi estar a nadie
mucho mejor mirando atrás.
Nací bajo una estrella errante,
nací bajo una estrella errante.
Los llanos te pueden secar
el barro te puede aprisionar,
la nieve te quema la vista
y la gente solo te hace llorar.
Para escapar en pos de sueños
se ha hecho todo hogar,
para ir en pos de sueños
que, con suerte, no se harán.
Nací bajo una estrella errante,
nací bajo una estrella errante.
¿Dónde sé que está el Infierno?
En un “hola” siempre está,
y el Cielo está en un adiós
que será siempre jamás,
que ya es hora de marchar.
Nací bajo una estrella errante,
para errar, errar, errar.
(Coro)
Los llanos te pueden secar,
el barro te puede aprisionar,
la nieve te quema la vista,
y la gente solo te hace llorar.
Para escapar en pos de sueños
se ha hecho todo hogar,
para ir en pos de sueños,
que, con suerte, no se harán.
Nací bajo una estrella errante,
nací bajo una estrella errante.
Cuando me marche hacia el cielo
a un árbol me habréis de atar
o lucharé y sabréis
donde es cierto iré a acabar.
Yo nací bajo una estrella errante
para errar, errar, errar.
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